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Editorial Aurora
Caracas, 2023

Revisión y edición
Cristina Vargas B.

Diagramación
Alejandro Díaz M.

Diseño
Tomás Peraza A.

Portada
Pancartas del KKE desplegadas en la Acrópolis (Atenas),
el 11 de mayo de 2022: «No a la guerra. No a la participación.
No a las bases de muerte», en griego e inglés.

https://editorialaurora.home.blog
https://issuu.com/editorialaurora

2
3
D esde lo que podrían considerarse como los pri-
meros tiempos del movimiento comunista in-
ternacional, con la fundación en 1864 de la Asocia-
ción Internacional de los Trabajadores, hasta nues-
tros días, siempre han existido corrientes, tenden-
cias y diferencias político-ideológicas en su seno.
Esto ha sido así incluso durante la III Internacio-
nal (1919-1943) que, con sus aciertos y errores, se
concibió como un partido mundial de seccionales en
cada país; y también después, a pesar de que el Par-
tido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) contaba
con gran prestigio y ejercía enorme influencia.
Ya antes de que el Campo Socialista se desinte-
grara (1989-1991), hubo alarmantes señales de des-
composición en varios referenciales partidos comu-
nistas (PPCC) tanto de países capitalistas como «so-
cialistas», sobre todo en los años setenta y ochenta,
pero la final disolución de la URSS generó una ola
global de desánimo, frustración y desorientación cu-
yas consecuencias aún sufrimos.
Desde el formal desmembramiento de la URSS
(1991), a lo largo de los últimos poco más de 30 años,
en distintas oportunidades se han patentizado las
contradicciones político-ideológicas en el fragmen-
tado y heterogéneo movimiento comunista interna-
cional, constatándose que muy pocos de los que se
autodenominan como «Partido Comunista» efecti-
vamente lo son.
El que un partido realmente sea «Partido Comu-
nista» no depende de que ostente ese nombre o de
que vocifere ser marxista-leninista ni de que tenga
4
80, 90 ó 100 años, sino de que lo demuestre en sus
posiciones y en su práctica concreta.
Un caso sintomático de todo esto se ha eviden-
ciado de manera especial a partir del 24 de febrero
de 2022, por las interpretaciones y actitudes antagó-
nicas a lo interno del movimiento comunista inter-
nacional acerca de si la invasión rusa a Ucrania es:
una «operación militar especial» para «proteger» a
la población rusohablante y «desnazificar» Ucrania
–validando el discurso y las justificaciones del go-
bierno de Putin–; una guerra imperialista de poten-
cias y alianzas capitalistas en pugna, entre las cuales
no debemos escoger un bando –como defienden va-
rios PPCC con base en la doctrina leninista–; o una
extraña amalgama con elementos de ambas, que se-
ñala a Rusia como capitalista pero que la excusa por
las provocaciones de la OTAN –la ambigüedad del co-
nocido «sí, sí, pero no»–.
Para ayudar al debate y a la clarificación de posi-
ciones, publicamos cuatro textos elaborados en cola-
boración o directamente por el Partido Comunista de
Grecia (KKE, por sus siglas en griego), el cual es reco-
nocido por ser minucioso en temas históricos y acu-
cioso en el sustento de sus posiciones.
Finalmente, llamamos la atención del lector so-
bre algunos detalles formales que encontrará a lo
largo del presente volumen. En primer lugar, la tra-
ducción al español se cotejó con los originales en
griego y en inglés. En segundo lugar, las notas al pie
de página que no sean del original sino de la Editorial
están identificadas (N. de la Edit.), e insertamos pun-
tuales acotaciones entre corchetes.

5
Publicado en el diario Rizospastis,
Nº 14.193, 18 de febrero de 2023, p.31.

D oce días antes de que Vladimir Putin anunciara


«la operación militar especial», como llamó a la
invasión militar rusa en el territorio de Ucrania, co-
mentábamos en el diario Rizospastis1 [«El Radical»,
en griego] las declaraciones del diplomático estadou-
nidense Kurt Volker2 quien decía «que “posible-
mente Rusia tomará un tercio de Ucrania”, con lo
cual Ucrania perdería todo acceso al mar de Azov3 y la
Federación Rusa tendría una ruta terrestre de cone-
xión con Crimea».
Entonces destacamos, entre otras cosas, lo si-
guiente:
No sabemos si con esta declaración el diplomático
estadounidense indicó cuáles serán las nuevas fronte-
ras de Ucrania, o si se trata de una propuesta de com-
promiso de EEUU a Rusia con respecto al desmembra-
miento de Ucrania y no se sabe a cambio de qué, o si era
simplemente un ejercicio de presión sobre los líderes
actuales de Ucrania. Sin embargo, lo que sí sabemos es

1
Órgano del Comité Central del KKE (N. de la Edit.)
2
Fue representante especial de EEUU en las negociaciones sobre Ucrania (2017-
2019), y antes representante permanente de EEUU en la OTAN (2008-2009) y
subdirector de la oficina privada del secretario general de la OTAN (1999-2001),
entre otros cargos (N. de la Edit.)
3
Localizado al noreste de la península de Crimea, entre Ucrania y Rusia, comu-
nica con el mar Negro a través del estrecho de Kerch (N. de la Edit.)
6
que en general las fronteras no cambian de forma in-
cruenta4.
Hoy día, un año después del comienzo del enfren-
tamiento que ha llevado a la matanza de los pueblos
de Ucrania y Rusia, tenemos decenas de miles (o se-
gún otras fuentes cientos de miles) de muertos y dis-
capacitados, así como la destrucción total de decenas
de ciudades y pueblos. Las fronteras ruso-ucrania-
nas han cambiado durante las batallas, ya que Rusia
ha logrado controlar, además de la mayor parte de la
región de Donbás (el 60% de Donetsk y el 95% de Lu-
gansk), Jersón (75%) y Zaporiyia (80%), todas las cua-
les se han incorporado al territorio ruso, con base en
los decretos presidenciales de Putin5 y a pesar de sus
declaraciones iniciales de que el objetivo de la «ope-
ración militar especial» no fue la conquista de terri-
torio ucraniano. En total, el territorio ucraniano ac-
tualmente bajo el control militar de Rusia llega al
18% de Ucrania (27% en marzo).
De hecho, tal como predijo el oficial estadouni-
dense, Rusia ha cortado el acceso de Ucrania al mar
de Azov, ha creado un corredor terrestre de comuni-
cación entre sus territorios y Crimea, que se incor-
poró a su territorio desde 2014.
Como dijo el 3 de febrero de 2023 el vicepresi-
dente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresi-
dente del país [2008-2012], Dmitri Medvédev, «la
economía ucraniana se está convirtiendo rápidamente
en una pieza de madera sucia y podrida» porque, se-
gún él mismo, «Ucrania ya ha perdido más del 40% de
su potencial industrial nacional y se contrajo aproxi-

4
*«Sobre la agudización entre las potencias euroatlánticas y Rusia», diario Ri-
zospastis, Nº 13.940, 12 de febrero de 2022, p. 36.
Véase íntegro en la página 18 de este volumen (N. de la Edit.)
5
Emitidos el 30 de septiembre de 2022 y ratificados por la Duma Estatal (cámara
de diputados) el 3 de octubre de 2022 por unanimidad, con los votos a favor del
Partido Comunista de la Federación Rusa (N. de la Edit.)
7
madamente un 15% del PIB anterior a la guerra y ya
no tiene acceso a materias primas de valor superior a
12 billones de dólares, incluyendo el 63% de los yaci-
mientos de carbón y el 42% de sus metales»6.

Este representante del capital ruso se frota las


manos porque la Rusia capitalista, bajo el manto del
antifascismo y la amenaza de las persecuciones a ex-
pensas de cualquier oposición expresada dentro del
país, conquistó y controla plenamente el mar de
Azov, así como miles de kilómetros cuadrados de tie-
rras fértiles, recursos minerales e infraestructura
industrial, que pertenecían a Ucrania, así como unos
millones de trabajadores, que están a la disposición
de los monopolios rusos.
Además, se frotan las manos:
 EEUU, ya que los monopolios estadounidenses
de energía de aquí en adelante suministrarán a Eu-
ropa con carísimo gas natural licuado, mientras que
a EEUU se le dio la oportunidad de un relativo «re-
agrupamiento» y mayor fortalecimiento del «avis-
pero» de la OTAN7 que en el período anterior tenía
problemas de cohesión.
 La Unión Europea, que encontró otra coartada
para promover la «estrategia del desarrollo verde»
de la que se benefician los monopolios de energía eu-
ropeos, tanto los de «fuentes alternativas de ener-
gía» (paneles, turbinas eólicas, etc.) así como los clá-
sicos y otros sectores del capital como por ejemplo
los armadores griegos que han amasado beneficios
durante este año de guerra.

6
Diario ruso Kommersant, 3 de febrero de 2023.
7
Organización del Tratado del Atlántico Norte, creada mediante el «Tratado de
Washington», suscrito el 4 de abril de 1949 (N. de la Edit.)
8
 Los capitalistas de China, India, Brasil y de otros
países, que encontraron el modo de importar mate-
rias primas de Rusia en la mitad del precio, princi-
palmente petróleo, sacando beneficios de la diferen-
cia de los precios en el mercado internacional.
 Las monarquías en el Golfo que aumentaron su
clientela y la burguesía turca que desempeña el pa-
pel de «mediador» y «centro neurálgico» de los in-
tereses y productos entre ellos.
 Todos estos Estados capitalistas que tienen una
industria bélica desarrollada (EEUU, Rusia, China,
Francia, Alemania, Turquía, Irán, etc) que producen
y prueban en los campos de batalla nuevas máquinas
asesinas, logrando ganancias del comercio de
muerte.
 La burguesía de Ucrania, que ha blindado aún
más su poder porque, por un lado, ha vinculado sus
intereses más estrechamente a los de otros países ca-
pitalistas más fuertes del bloque euroatlántico, y,
por otro lado, internamente, en nombre del «patrio-
tismo», de la defensa de la integridad territorial del
país y la recuperación de territorios, injertó un clima
de «unanimidad» con mucho anticomunismo, cho-
vinismo y justificación histórica de los colaborado-
res de los nazis.
Por supuesto, el conflicto militar entre las fuerzas
de la OTAN y Rusia continúa, ya que la duración del
conflicto, los medios que se utilizarán y cómo se con-
figurará su desenlace militar-económico, tendrán
un impacto directo en las ganancias y las pérdidas de
cada lado.
¿Quiénes han perdido hasta ahora?
Hay también secciones del capital que han per-
dido durante este período. Sin embargo, este es un
desarrollo constante en el capitalismo, donde hay
9
antagonismo intrasectorial e intersectorial, creci-
miento desigual y no es posible que ganen al mismo
tiempo todas las secciones del capital en condiciones
de anarquía y feroz antagonismo, que son caracterís-
ticas típicas de la economía capitalista incluso en
tiempos de paz.
Sin embargo, los que han perdido más durante
este año de la guerra imperialista son los pueblos,
que pagan con la sangre de sus hijos o bien de sus
propios bolsillos los beneficios del capital ya que la
guerra ha aumentado la carestía y la inflación, y ha
agotado el ingreso popular.

El KKE, desde el primer momento y sin vacilacio-


nes, demostró a nuestro pueblo las verdaderas cau-
sas de la guerra. Como se destaca en la Resolución del
Comité Central sobre la guerra imperialista en Ucra-
nia9:
El pueblo ucraniano lleva al menos una década pa-
gando los antagonismos y las intervenciones por el re-
parto de mercados y esferas de influencia entre EEUU,
la OTAN y la UE, y la estrategia de «ampliación euroa-
tlántica», por un lado, y por otro, la estrategia de la Fe-
deración Rusa capitalista para sus propios planes de ex-
plotación contra los pueblos, para fortalecer sus propias
coaliciones imperialistas (Unión Económica Euroasiá-
tica10, Organización del Tratado de Seguridad Colec-
tiva11) en la región de la antigua URSS.

8
Véase la nota 1 del segundo texto (N. de la Edit.)
9
«Resolución del Comité Central del KKE sobre la guerra imperialista en Ucra-
nia», 9 de marzo de 2022.
Véase íntegra en la página 34 de este volumen (N. de la Edit.)
10
Establecida con base en el Tratado del 29 de mayo de 2014, suscrito por los pre-
sidentes de Rusia, Bielorrusia y Kazajistán, al que ese mismo año se sumaron
los de Armenia (10 de octubre) y Kirguistán (23 de diciembre), todas exrepúbli-
cas soviéticas. Se lanzó oficialmente el 1 de enero de 2015 (N. de la Edit.)
11
Constituida con base en el «Tratado de Seguridad Colectiva», suscrito el 15 de
mayo de 1992, menos de un año después de disolver el Pacto de Varsovia y cua-
10
El KKE señaló que:
La intervención militar de Rusia, de hecho, marca el
inicio formal de una guerra preparada por el material
combustible acumulado a lo largo del tiempo. En su cen-
tro está el reparto de la riqueza mineral, la energía, la
tierra y la mano de obra, los oleoductos y las redes de
transporte de mercancías, los pilares geopolíticos, las
cuotas de mercado.
Nuestro Partido rechazó los pretextos que utiliza-
ron EEUU, la OTAN y la Unión Europea [UE], incluido
el gobierno griego, sobre el «revisionismo», la «de-
mocracia», la «libertad de elección de aliados», etc.
para apoyar el gobierno reaccionario de [Volodímir]
Zelenski. Destacó que los primeros en convertir cier-
tas disposiciones formales del Derecho Internacio-
nal en papel mojado son los imperialistas de la UE y
de la OTAN.
El KKE rechazó los pretextos de la parte rusa,
como fue por ejemplo la invocación del antifascismo
con el fin de promover los planes de sus propios mo-
nopolios en la región, aprovechándose del fuerte
sentimiento antifascista de los rusos y de todos los
pueblos, que pagaron con millones de muertos la lu-
cha contra la ocupación y la atrocidad alemana nazi-
fascista. «No olvidemos que la propia Rusia capita-
lista, que hoy tiene un papel dirigente en el anticomu-
nismo, mantiene relaciones amistosas con formacio-
nes de extrema derecha en muchos países, y el lide-
razgo ruso elogia públicamente a los ideólogos del fas-
cismo ruso», destaca la Resolución del Comité Cen-
tral del KKE.

tro meses y medio después del formal desmembramiento de la URSS. Actual-


mente está integrada por Rusia, Bielorrusia, Kazajistán, Armenia, Kirguistán y
Tayikistán, todas exrepúblicas soviéticas (N. de la Edit.)
11
El KKE, junto con el Partido Comunista de los Tra-
bajadores de España [PCTE], el Partido Comunista de
México [PCM] y el Partido Comunista de Turquía
[TKP], elaboró una Declaración Conjunta de Partidos
Comunistas y Obreros12, que fue publicada inmedia-
tamente (26 de febrero de 2022) y ha sido suscrita
hasta ahora por 44 partidos comunistas y 30 juven-
tudes comunistas de todo el mundo.
En esta Declaración Conjunta muy importante se
destaca que:
 La disolución de la URSS y la restauración capi-
talista significaron la abolición de conquistas obre-
ras y populares históricas y llevaron a los pueblos de
la URSS a la época de la explotación clasista y de gue-
rras imperialistas.
 Los acontecimientos en Ucrania que se están
desarrollando en el terreno del capitalismo monopo-
lista, están vinculados a los planes de EEUU, la OTAN
y la UE, su intervención en la región en el marco del
antagonismo feroz entre estas potencias y la Rusia
capitalista, por el control de los mercados, las mate-
rias primas y las redes de transporte del país.
 Se condena la acción de fuerzas fascistas nacio-
nalistas en Ucrania, el anticomunismo y la retórica
contra Lenin, los bolcheviques y la Unión Soviética
que se promueven por los líderes rusos.
 Los pueblos de los dos países, de Rusia y Ucra-
nia, que vivieron en paz y prosperaron juntos en el
marco de la URSS, así como los demás pueblos del
mundo, no tienen nada que ganar en alinearse con
uno u otro imperialista, con una u otra alianza que

12
Véase íntegra en la página 30 de este volumen (N. de la Edit.)
12
sirve los intereses de los monopolios.
 Se rechazan las falsas ilusiones difundidas por
fuerzas burguesas de que podría existir otra «mejor
arquitectura de seguridad» en Europa, con la inter-
vención de la UE, o una OTAN «sin planes de guerra
y sistemas de armas ofensivas en su territorio», o
una «UE amante de la paz», o un «mundo multipolar
pacífico», y que las guerras imperialistas son inhe-
rentes al capitalismo.
 Se llama a los pueblos de los países cuyos go-
biernos están involucrados en los acontecimientos,
especialmente a través de la OTAN y la UE, así como
de Rusia, a luchar contra la propaganda de las fuer-
zas burguesas que empujan a los pueblos a la pica-
dora de carne de la guerra imperialista con diversos
pretextos falsos. Deben exigir el cierre de las bases
militares, el regreso al país de las fuerzas militares
que están al extranjero, reforzar la lucha por la libe-
ración del país de los planes y las alianzas imperia-
listas, como son la OTAN y la UE.
 Por último, el interés de la clase obrera y de las
capas populares requiere que se fortalezca el criterio
de clase en el análisis de los desarrollos, para trazar
nuestro propio camino independiente contra los mo-
nopolios, las clases burguesas, por el derrocamiento
del capitalismo, el fortalecimiento de la lucha de cla-
ses contra la guerra imperialista, por el socialismo.

El KKE, desde el primer momento, dejó clara su


posición ante el pueblo griego.
El 25 de febrero [de 2022] en Atenas tuvo lugar
una gran concentración y una marcha a las embaja-

13
das rusa y estadounidense, contra la guerra imperia-
lista y la participación de Grecia en ésta al lado de
EEUU, la OTAN y la UE.13
El 1 de marzo, desde el parlamento, el secretario
general del Comité Central del KKE, Dimitris
Koutsoumpas, planteó las posiciones del partido, de-
nunció el gobierno y los demás partidos pro-OTAN
para la mayor implicación del país en la guerra, res-
pondió a las distorsiones anticomunistas de la histo-
ria y llamó a luchar por el cierre de las bases de la
OTAN y EEUU, para que no se envíen sistemas arma-
mentistas ni tropas militares de Grecia al conflicto,
para que se refuerce la lucha por la desvinculación
de las diversas uniones imperialistas, con el pueblo
realmente en el poder.14
El KKE dejó su posición bien clara al pueblo con
hechos, no sólo con palabras:
Organizó una gran campaña de información del
pueblo en todo el país sobre los peligrosos desarro-
llos. Una grandiosa movilización antiguerra del KKE
tuvo lugar el 1 de abril delante del parlamento15.
Nuestro Partido ha organizado importantes mo-
vilizaciones contra la guerra, fuera de las bases de la
OTAN en Alejandrópolis, Suda, Lárisa, Stefanovikio,
etc. Ha apoyado la actividad correspondiente de los
sindicatos y organizaciones de masas del país. Ha
bloqueado carreteras y vías férreas y puertos que
utilizaron las fuerzas de la OTAN. Los comunistas es-
taban en la vanguardia de la lucha antiimperialista
y por esta razón sufrieron el ataque de los mecanis-

13
«¡No a la guerra imperialista! ¡Que se detenga la implicación de Grecia!», 26 de
febrero de 2022 (N. de la Edit.)
14
«No elegimos entre campos de ladrones. Nuestro deber internacionalista y pa-
triótico es decir NO a la participación del país en la guerra imperialista», 2 de
marzo de 2022 (N. de la Edit.)
15
«D. Koutsoumpas: “No elegimos campo de ladrones, elegimos el campo de los
pueblos”», 2 de abril de 2022 (N. de la Edit.)
14
mos represivos del Estado burgués, como ocurrió en
el puerto de Tesalónica el 6 de abril cuando las fuer-
zas antidisturbios atacaron la concentración de los
huelguistas, deteniendo y llevando a los tribunales a
miembros del Comité Central del KKE, del Consejo
Central de la KNE, un periodista de Rizospastis y sin-
dicalistas16.
El KKE fue el único partido que se negó a asistir el
7 de abril al discurso de Zelenski y del neonazi Bata-
llón de Azov en el parlamento griego, que tuvo lugar
en presencia de todos los demás partidos. Mientras
todos los partidos pro-OTAN los estaban aplau-
diendo, los escaños del KKE estaban vacíos.
En el parlamento europeo, cuando ND, Syriza y
Pasok17 conjuntamente apoyaron el delirio bélico de
los imperialistas europeos pidiendo al aumento ma-
sivo del apoyo bélico al gobierno reaccionario de Ze-
lenski, el KKE votó en contra y lo denunció al pue-
blo.18
El Partido, al mismo tiempo, ha asumido un papel
significativo en la lucha ideológica-política en el
movimiento comunista internacional, donde las
confusiones en varios partidos son fuertes. Giorgos
Marinos, miembro del Buró Político del CC del KKE,
destacó en el 22º Encuentro Internacional de Parti-
dos Comunistas y Obreros [EIPCO], en La Habana (27-
29 de octubre), que:
La actitud de los comunistas ante la guerra imperia-
lista es un asunto crucial. Está determinada por el he-
cho de que en la época del imperialismo, del capitalismo

16
«Un paso significativo de escalada de la lucha del movimiento obrero y popu-
lar», 7 de abril de 2022 (N. de la Edit.)
17
ND: «Nueva Democracia», conservador, partido gobernante; Syriza: «Coalición
de la Izquierda Radical», oportunista y socialdemócrata; Pasok: «Movimiento
Socialista Panhelénico», socialdemócrata (N. de la Edit.)
18
«Sobre la resolución - delirio bélico - apoyada por ND-Syriza-Pasok en el Parla-
mento Europeo», 17 de octubre de 2022 (N. de le Edit.)
15
monopolista, las guerras libradas por las clases burgue-
sas son guerras injustas, imperialistas. Los pueblos es-
tán llamados a condenarlas, fortalecer la lucha ideoló-
gica, política y de masas, independiente, para derrocar
el poder del capital, eliminar la explotación capitalista,
construir el socialismo-comunismo19. Cualquier desvia-
ción de este principio conduce objetivamente a la ali-
neación con los intereses de las clases burguesas, de uno
u otro campo de «ladrones», con consecuencias doloro-
sas.20
El KKE destacó en las filas del movimiento comu-
nista internacional la percepción leninista del impe-
rialismo, que no se identifica meramente con la po-
lítica exterior agresiva sino que es el capitalismo mo-
nopolista, y describió sus características básicas con-
temporáneas. Al mismo tiempo señaló las enseñan-
zas históricas de nuestro Partido de la lucha contra
el fascismo, que es hijo del capitalismo, y que, como
destacó Brecht sobre el fascismo, «Combatirlo es
combatir el capitalismo, bajo su forma más cruda, más
insolente, más opresiva, más engañosa»21. Subrayó
que la lucha contra el fascismo no debe basarse en
fuerzas burguesas o en alianzas con éstas, ni debe se-
pararse de la lucha contra la matriz que lo genera.
Nuestro Partido, en coordinación con muchos
otros partidos, dio muchas batallas contra el apoyo
de las burguesías y las uniones imperialistas, contra
los que distorsionan y revisan las posiciones marxis-

19
El término «socialismo-comunismo» es usado desde hace varios años por el
KKE y algunos otros partidos comunistas de distinto nivel de consecuencia
ideopolítica (incluido el PC de Venezuela), sobre todo para diferenciar el «socia-
lismo» socialdemócrata de lo que sería un modelo de sociedad planteado por los
PPCC; sin embargo, pudiendo ser buena la intención, ese término es política-
mente inexacto y conceptualmente erróneo, en lo más básico porque, aunque
para la doctrina marxista el «socialismo» y el «comunismo» forman parte de
un mismo proceso, también los identifica como dos modelos de sociedad bien
diferenciados en sus momentos, grados de desarrollo y características políticas
y socioeconómicas (N. de la Edit.)
20
«Contribución del KKE en el 22º EIPCO, en La Habana», 29 de octubre de 2022
(N. de la Edit.)
21
Bertolt Brecht, «Las cinco dificultades para decir la verdad», 1934 (N. de la Edit.)
16
tas-leninistas sobre la guerra y el imperialismo, y
destacó la vigencia y la necesidad del socialismo.

De cara a las próximas elecciones parlamentarias


los trabajadores deben pensar qué mensaje enviarán
con su voto.
¿Fortalecerán a las fuerzas (ND, Syriza, Pasok)
que han convertido a Grecia en una cabeza de puente
de la guerra imperialista, a las que durante todo el
período anterior no han hecho ni una manifestación
contra la guerra (p.ej Mera2522), o al KKE que luchó
consecuentemente contra la guerra, para que no se
ponga a nuestro pueblo en el punto de mira y para
que no se implique nuestro país en la guerra?
Piensen en ello: justo después de la guerra, hace
un año, Alemania envió a Ucrania cascos militares;
hoy envía tanques «Leopard». Hace un año EEUU en-
vió a Ucrania equipamiento antiguo, a continuación
envió los sofisticados misiles «Himars» y ahora se es-
tán preparando a enviar los tanques más modernos
«Abrams». Todos ellos, EEUU, OTAN y UE, están ha-
blando de apoyar a Ucrania incluso con fuerza aérea.
Ambas partes de la guerra (OTAN-Rusia) están ame-
nazando con utilizar armas nucleares. Estos desarro-
llos deben ser un criterio de voto.
Los trabajadores conscientes y los jóvenes con su
voto no echarán leña al fuego de la masacre imperia-
lista que amenaza también a otros países, sino que
fortalecerán el KKE que lucha contra las guerras im-

22
«Frente Europeo de Desobediencia Realista», socialdemócrata. Escisión de Sy-
riza encabezada por su exministro de Finanzas Yanis Varoufakis (N. de la Edit.)
17
perialistas y muestra la salida para el pueblo griego
y los demás pueblos: ¡el camino de la paz y el socia-
lismo!

* * *

Publicado en el diario Rizospastis,


Nº 13.940, 12 de febrero de 2022, p. 36.

D urante las últimas semanas se ha ido fortale-


ciendo la disputa entre EEUU, la OTAN, la UE
[Unión Europea] y Rusia, que se centra en los aconte-
cimientos en Ucrania. El enfrentamiento verbal y di-
plomático va acompañado tanto de movimientos de
tropas militares y extensos ejercicios militares de
ambos lados, como de la diplomacia secreta.

Hoy sería difícil que los pueblos entraran en una


guerra y sacrificaran su vida por el «vellocino de
oro» o «la bella Helena»1, sin embargo todavía se uti-
lizan muchos pretextos para alimentar el monstruo

1
Representación simbólica de los intereses de quienes ostentan el poder, por los
cuales los poderosos están dispuestos a sacrificar la vida de la población. En la
mitología griega, la búsqueda del vellocino de oro era para que Jasón reclamase
18
de la guerra imperialista.
Así que cada parte busca presentar y emplear sus
argumentos en la disputa, y arremeter contra la otra
parte.
EEUU y las demás potencias euroatlánticas sos-
tienen que se trata del derecho de un «país sobe-
rano» (Ucrania) a elegir sus alianzas y proteger su in-
tegridad territorial, que está cuestionado por la agre-
sión rusa. Como tal se presenta la incorporación de
Crimea a Rusia y el apoyo de parte del Estado ruso a
las regiones separatistas de Ucrania (la región de
Donbás) y de Georgia (Abjasia y Osetia del Sur), así
como la existencia de fuerzas militares rusas en los
territorios de Moldavia (Transnistria).
La parte euroatlántica, entre otras cosas, disfraza
su propaganda antirrusa con el pretexto de la «de-
mocracia» contra un «líder autoritario», el presi-
dente de Rusia Vladímir Putin. De hecho, Josep Bo-
rell, el Alto Representante de la UE para Asuntos Ex-
teriores y Política de Seguridad, calificó el enfoque
común de Rusia y China como «alianza de regímenes
autoritarios».
En nuestro país algunos defensores de estas na-
rrativas fomentan más confusión al calificar a China
falsamente de «comunista» y a Rusia de «semicomu-
nista», mientras que otros se enfocan en la coopera-
ción de Rusia con Turquía buscando conectar la pro-
paganda antirrusa con una más fuerte propaganda
antiturca.
Por otro lado, Rusia sostiene que no se trata sólo
de Ucrania, sino de sus garantías de seguridad. Con-
sidera que la incorporación de Ucrania en la OTAN y
la transferencia de sistemas de misiles anti-balísti-

el trono de Yolcos, y Helena, reina de Esparta que huyó con el príncipe Paris,
fue la excusa para la guerra de los griegos contra Troya (N. de la Edit.)
19
cos a Rumanía y Bulgaria rompen el «equilibrio del
terror», es decir la capacidad de responder a un posi-
ble primer golpe nuclear, que podría lanzar la OTAN
contra ella. Destaca que la adhesión de Ucrania a la
OTAN, mientras Ucrania no ha aceptado la incorpo-
ración de Crimea a Rusia y considera que es territo-
rio ucraniano que debe ser liberado, podría conducir
a una confrontación militar entre las fuerzas de la
OTAN y Rusia, con consecuencias imprevistas. La
parte rusa parece dispuesta a emprender «accio-
nes», incluso militares, que no se especifican, para
impedir los planes de guerra en su contra.
Además, decora su argumentación contra Occi-
dente con el pretexto de la «paz» y la protección de
los ciudadanos rusos y rusohablantes frente a la
agresión de la OTAN. En nuestro país, algunos parti-
darios de la narrativa rusa nos llaman a una lu-
cha antifascista contra el «Kiev fascista», pasando
por alto que hace poco tiempo el presidente de Rusia
estaba elogiando al ideólogo ruso del fascismo, el fi-
lósofo Iván Ilyin [1883-1954], entre cuyas obras es-
tán: «Nacionalsocialismo. El nuevo espíritu», «Sobre
el fascismo ruso», «Acerca del fascismo», etc.
Muchos trabajadores en nuestro país y en otros
países se preguntan ¿quién tiene razón y quién está
equivocado? ¿Cuál parte se basa en el derecho inter-
nacional y cuál parte lo viola? En última instancia,
¿qué deben hacer los trabajadores en estas condicio-
nes?

Quienes esperan encontrar la verdad en el marco


actual del derecho internacional serán decepciona-
dos, pues cada vez se parece más a los antiguos

20
oráculos2, que cada vidente podría interpretarlos de
manera diferente. Hoy, el derecho internacional es
invocado por todas las partes, ya que cada parte lo in-
terpreta según le conviene.
El artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas3,
que se refiere al derecho de cada país a la defensa in-
dividual y colectiva, es lo que invocan las potencias
euroatlánticas para intervenir en la región, supues-
tamente para «defender» Ucrania. Esto es lo que in-
vocó EEUU para su intervención en Afganistán o
para sus ataques aéreos en Siria. Con base en este ar-
tículo, Turquía ha invadido y ocupado territorios si-
rios, e igualmente Rusia ha procedido a su interven-
ción militar en Siria.
Por otro lado, Rusia invoca la llamada «Carta de
París para una Nueva Europa», firmada en el seno de
la Organización para la Seguridad y la Cooperación
en Europa (OSCE) en 19904, que establece que «La se-
guridad es indivisible y la seguridad de cada Estado
participante está inseparablemente vinculada a la de
todos los demás». Además, la Carta de la OSCE sobre
la Seguridad Europea, aprobada en Estambul (1999),
establece para cada uno de los Estados que «no forta-
lecerá su propia seguridad a expensas de la de otros
Estados»5. Con base en lo anterior, Rusia pide tener
voz sobre temas de expansión de la OTAN hacia sus

2
«Especialmente en la Antigüedad grecorromana, respuesta que una dei-
dad daba a una consulta, a través de un intermediario y en un lugar sagrado.»,
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 23ª edición, 2014 (N.
de la Edit.)
3
«Carta de las Naciones Unidas», firmada el 26 de junio de 1945, en San Fran-
cisco (EEUU), al terminar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organi-
zación Internacional, y entró en vigor el 24 de octubre del mismo año (N. de la
Edit.)
4
«Carta de París para una Nueva Europa», suscrita por 34 países, incluyendo a
EEUU y la URSS, el 21 de noviembre de 1990, trece meses antes de la formal di-
solución de la Unión Soviética (N. de la Edit.)
5
«Carta sobre la Seguridad Europea», suscrita el 19 de noviembre de 1999, en la
6ª Cumbre de la OSCE de Jefes de Estado o de Gobierno, en Turquía (N. de la
Edit.)
21
fronteras y sobre qué armas y fuerzas desplegará la
OTAN en sus países miembros, por ejemplo en Ru-
manía, Polonia, Bulgaria, etc.6
En este punto cabe destacar que el Derecho Inter-
nacional es parte del derecho burgués. Mientras
existían la URSS y los demás países socialistas esto se
formaba como resultado de la correlación de fuerzas
entre las potencias del capitalismo y del socialismo,
que, no obstante, seguía siendo negativa, ya que en-
tonces también se cometían crímenes imperialistas.
Después del derrocamiento del socialismo, el Dere-
cho Internacional se ha determinado exclusiva-
mente como resultado de la correlación de fuerzas
entre los Estados capitalistas, se ha hecho aún más
reaccionario y se utiliza por las potencias imperialis-
tas a voluntad, en el marco de los antagonismos en-
tre ellas y a expensas de los pueblos.
En nuestra época, la del capitalismo monopolista
o, en otras palabras, del imperialismo, cuando estalla
un conflicto es totalmente engañoso discutir quién
empezó primero o quién obedece al «Derecho Inter-
nacional», que se ha vuelto más reaccionario, así
como más flexible para que sea invocado por todas
las potencias imperialistas.
La esencia que nosotros, los comunistas, debemos
aclarar al pueblo es el «terreno» en el que se lleva a
cabo esta guerra, que es determinado por los intere-
ses de los monopolios. Lo esencial es qué fuerzas es-
tán enfrentándose y que estas fuerzas y sus intereses
tienen un contenido clasista específico. Sus intere-
ses son ajenos a los intereses de los pueblos.
6
De los actuales 30 países miembros de la OTAN, 14 ingresaron a partir de 1999:
Hungría, Polonia y República Checa en ese mismo año; Bulgaria, Eslovaquia, Es-
lovenia, Estonia, Letonia, Lituania y Rumanía en 2004; Albania y Croacia en
2009; Montenegro en 2017; y Macedonia del Norte en 2020; casi todos fueron
repúblicas soviéticas o países que de una u otra manera formaban parte del
Campo Socialista en Europa Oriental (N. de la Edit.)
22
Muchos sostienen que el liderazgo ruso busca vol-
ver a 1990, cuando EEUU prometió a [Mijaíl] Gorba-
chov que la OTAN no se expandiría; promesa que no
cumplió. Hoy, hay quienes dicen que Rusia pide vol-
ver a 1990 y garantías legales para su seguridad. En
realidad, esta discusión no tiene sentido pues histó-
ricamente se han firmado varios acuerdos interna-
cionales, reflejando la correlación de fuerzas del mo-
mento, y unos años después, o incluso meses, cam-
biaron.
La esencia, entonces, está en otra cosa. Después
de que se completó el derrocamiento del socialismo
y la disolución de la Unión Soviética la burguesía
rusa recién formada buscaba estabilizar su poder a
nivel sociopolítico. En aquel período, dirigido por Bo-
ris Yeltsin, buscaba no tener «frentes abiertos» con
Occidente. Por lo tanto, hizo la vista gorda a muchos
movimientos del euroatlanticismo, que promovía los
intereses de sus monopolios en la región de Europa y
Eurasia. Esta fase en el desarrollo del capitalismo
ruso se completó desde hace tiempo. Desde hace
años, la burguesía rusa busca recuperar «el terreno
perdido» en los antagonismos con los monopolios oc-
cidentales y sus alianzas imperialistas, la OTAN y la
UE. Las circunstancias internacionales son favora-
bles ya que está «fermentando» la siguiente batalla
por la supremacía en el sistema imperialista mun-
dial entre EEUU, que sigue siendo la potencia impe-
rialista más fuerte, y China, que es la segunda poten-
cia más fuerte en el mundo capitalismo contempo-
ráneo.
En los últimos años la burguesía rusa había elabo-
rado una serie de planes para la unificación capita-
lista en los territorios de la antigua URSS, donde mu-
23
chas características culturales comunes se mantie-
nen fuertes, y hay un número significativo de pobla-
ción rusa y rusohablante. Muchas veces, rusos oficia-
les han enfatizado que actualmente la nación más
grande que se ha «dividido» por fronteras nacionales
es la rusa. Por supuesto, a la burguesía rusa le in-
teresa consolidar la posición de sus monopolios en el
territorio de la antigua URSS, en la lucha por los re-
cursos energéticos, las rutas de transporte de mer-
cancías, las cuotas de mercado. La expansión de sus
cuotas en el mercado tiene que ver con la unificación
capitalista que promueve, como la Unión Económica
Euroasiática7, la Organización del Tratado de Seguri-
dad Colectiva8, etc. En estos planes no sólo Bielorru-
sia y Kazajistán tienen un papel clave, sino también
Ucrania, donde la mitad de la población es rusoha-
blante.
Sin embargo, estos planes estaban en contradic-
ción con los planes de los monopolios occidentales y
las uniones imperialistas, que buscan limitar Rusia,
por ser una potencia rival en el mercado capitalista
mundial. Un episodio especial de este enfrenta-
miento fue Ucrania, que tiene capacidades de pro-
ducción industrial relativamente desarrolladas, ma-
terias primas, importantes tierras agrícolas y una
gran red de tuberías de transporte de gas natural.
Allí, en Ucrania, en 2014-2015 la burguesía del
país se dividió. Una parte de ésta, con la intervención
activa de EEUU, la OTAN y la UE, utilizando incluso a
formaciones fascistas, procedió a un golpe de Estado
inconstitucional, anulando la incorporación de
Ucrania en los planes de unificación capitalista con
Rusia. A continuación, la reacción llevó a la separa-

7
Véase la nota 10 del primer texto (N. de la Edit.)
8
Véase la nota 11 del primer texto (N. de la Edit.)
24
ción de Crimea de Ucrania, que se unió inmediata-
mente a la Federación Rusa, así como a la secesión de
algunas regiones del este de Ucrania que declararon
su «independencia» y cuentan con el apoyo de Rusia.
El sector de la burguesía que gobierna Ucrania
está imponiendo su poder fortaleciendo el naciona-
lismo, el anticomunismo y el antirrusismo. En este
sentido, no sólo se niega impulsar los ambiguos
«Acuerdos de Minsk»9 sino que además ha avanzado
en persecuciones tanto contra los comunistas –algo
que el KKE ha denunciado de varias formas, incluso
en el Parlamento Europeo– como contra fuerzas po-
líticas burguesas que cuestionan la orientación polí-
tico-militar hacia EEUU, la OTAN y la UE.
Sería pues más lógico decir que lo que pretende la
burguesía rusa en este momento no es regresar a
1990, sino a 2014-2015, es decir antes del golpe de Es-
tado inconstitucional en Ucrania, sin embargo, ase-
gurando la adhesión de Crimea a la Federación Rusa.
Pide a EEUU, la UE y la OTAN jugar en Ucrania sin
«cartas marcadas», y amenaza que en caso distinto
habrá contramedidas. ¿Cuáles son éstas? Reciente-
mente, en entrevista con un diario griego, el repre-
sentante de EEUU en las negociaciones sobre Ucra-
nia (2017-2019), Kurt Volker dijo que «posiblemente
Rusia tomará un tercio de Ucrania», con lo cual Ucra-
nia perdería todo acceso al mar de Azov10 y la Fede-
ración Rusa tendría una ruta terrestre de conexión
con Crimea –además del puente recién construido de
unos 20 km en el estrecho de Kerch–.

9
El Protocolo (original en ruso) se firmó el 5 de septiembre de 2014, y el Memo-
rando de implementación (original en ruso) el 19 de septiembre, ambos por la
OSCE, Ucrania y Rusia, junto a representantes de las «Repúblicas Populares» de
Donetsk y Lugansk. Luego, el 12 de febrero de 2015, se acordaron un conjunto
de medidas para la aplicación de los Acuerdos de Minsk, conocidas como
«Minsk II» (N. de la Edit.)
10
Véase la nota 3 del primer texto (N. de la Edit.)
25
Cabe destacar que con la incorporación de Cri-
mea, no sólo aumentó el territorio ruso y su pobla-
ción (es decir, al mercado interno ruso se sumaron
dos millones de habitantes), además ganaron impor-
tantes posiciones para el capital ruso en la región del
mar Negro11. La ZEE12 ucraniana en el mar Negro y en
el mar de Azov se redujo en unas 3/4 partes, brin-
dando una ventaja a los monopolios rusos en la ex-
plotación de los recursos naturales y energéticos de
la región.
No sabemos si con esta declaración el diplomático
estadounidense indicó cuáles serán las nuevas fron-
teras de Ucrania, o si se trata de una propuesta de
compromiso de EEUU a Rusia con respecto al des-
membramiento de Ucrania, y no se sabe a cambio de
qué o si era simplemente un ejercicio de presión so-
bre los líderes actuales de Ucrania. Sin embargo, lo
que sí sabemos es que en general las fronteras no
cambian de forma incruenta y, principalmente, para
nuestro pueblo lo que es primordial es el papel de
nuestro país en estos desarrollos.

El gobierno de ND, con la contribución de Syriza13


y Kinal14, ha convertido el país en un «centro» de

11
El mar Negro está conectado con el mar de Azov, situado al noreste, por el es-
trecho de Kerch. Tiene acceso al mar Mediterráneo a través del estrecho del
Bósforo y el mar de Mármara, al suroeste. Sus países ribereños son Rusia, Ucra-
nia, Rumanía, Bulgaria, Turquía y Georgia (N. de la Edit.)
12
Zona Económica Exclusiva: «es un área situada más allá del mar territorial y ad-
yacente a éste, (…) los derechos y la jurisdicción del Estado ribereño y los derechos
y libertades de los demás Estados se rigen por las disposiciones pertinentes de esta
Convención.», Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, 10
de diciembre de 1982 (N. de la Edit.)
13
Véase la nota 17 del primer texto (N. de la Edit.)
14
«Movimiento para el Cambio», socialdemócrata (N. de la Edit.)
26
transferencia de fuerzas armadas estadounidenses y
al mismo tiempo en una gran base de la OTAN, un
«trampolín» para nuevas guerras imperialistas, co-
mo la guerra que puede estallar en Ucrania. Además,
participa activamente en los planes de la OTAN para
cercar a Rusia en los Balcanes y el mar Negro.
De esta manera, por un lado, Grecia se convierte
en «agresor» de otros pueblos, y por otro lado se
puede convertir en «víctima» de estas guerras impe-
rialistas, ya que está en el punto de mira de posibles
medidas de represalia.
ND y Syriza, con sus «gríngolas»15 de la OTAN, re-
ciclan iniciativas ineficaces supuestamente «aman-
tes de la paz». El ministro de Asuntos Exteriores, de
ND, Nikos Dendias, aparece como «intermediario» y
«portador» de un mensaje de desescalada. Algunas
figuras políticas piden al gobierno que desempeñe
un papel de liderazgo y medie con «propuestas de
desescalada» o «medidas de fomento de la con-
fianza», mientras que el exministro de Asuntos Exte-
riores, de Syriza, Georgios Katrougalos, reabre el de-
bate sobre una «nueva arquitectura de seguridad»
en la que Rusia ocuparía un lugar.
Todo esto funciona como «hoja de parra»16 que
busca en vano esconder la estrategia única de los dos
partidos (ND y Syriza) en los peligrosos planes de la
burguesía griega y sus aliados extranjeros.
Estos enfoques buscan esconder lo principal, es
decir, que la guerra es un elemento inherente del ca-
pitalismo, que «La guerra es la continuación de la po-
lítica por otros medios (precisamente por la violen-
15
Sinónimo de «anteojeras»: «En las guarniciones de las caballerías de tiro, pie-
zas de vaqueta que caen junto a los ojos del animal, para que no vean por los la-
dos, sino de frente. Actitud mental o prejuicio que sólo permite ver un aspecto li-
mitado de la realidad.», Real Academia Española, idem (N. de la Edit.)
16
En referencia al uso por parte de la Iglesia católica de ese mismo tipo de hojas
para cubrir puntualmente los genitales en las obras de arte (N. de la Edit.)
27
cia)»17 y que no puede existir un imperialismo paci-
fista.

En estas condiciones en las que existe el riesgo de


una guerra imperialista generalizada, es de suma
importancia la orientación de la lucha obrero-popu-
lar en nuestro país. No se puede confiar en el go-
bierno ni en los demás partidos burgueses. Hay que
fortalecer la fe en la fuerza de la lucha de clases, de
la confrontación con la política de implicación en ac-
ciones bélicas y en los planes de la burguesía para
empujar a los trabajadores a la trampa de apoyar la
participación de Grecia en la guerra imperialista con
la excusa de las «obligaciones con nuestros aliados»
en el marco de la UE y de la OTAN o la supuesta nece-
sidad de defender la «soberanía» de Ucrania o la
Carta de Naciones Unidas o la «democracia» ante el
«autoritario Putin».
Además, el movimiento obrero-popular debe re-
chazar el dilema de elegir entre las dos partes del
conflicto imperialista. Incluso si éste es camuflado
con la doctrina religiosa de la ortodoxia o con el «an-
tifascismo», que en este caso es simplemente una
cortina de humo.
Tampoco se puede apoyar al «más débil» contra el
«más fuerte». Al respecto Lenin escribió:
Supongamos que dos países combaten entre sí (…) El
primero posee, pongamos por caso, tres cuartas partes
de África, y el segundo, la cuarta parte. El contenido ob-
jetivo de su guerra es el reparto de África. ¿A qué bando
habrá que desear éxito? Sería absurdo plantear el pro-

17
Intertítulo en el capítulo I del libro de Lenin El socialismo y la guerra (Actitud del
POSDR ante la guerra) –escrito en julio y agosto de 1915–, aludiendo una cono-
cida expresión de Karl von Clausewitz (1780-1831), expuesta en su libro De la
guerra (1832), complementando el final. Puede leerse en Obras completas de V.I.
Lenin, t. 26, Editorial Progreso, Moscú, 1984, p 335. (N. de la Edit.)
28
blema en los términos anteriores, ya que no tenemos los
criterios anteriores de evaluación: el prolongado desa-
rrollo del movimiento burgués de liberación ni el largo
proceso de decadencia del feudalismo. No es tarea de la
democracia contemporánea ayudar al primero a afir-
mar sus «derechos» sobre las tres cuartas partes de
África, ni ayudar al segundo (aunque su desarrollo eco-
nómico sea más rápido que el del primero) a apropiarse
de estas tres cuartas partes.
La democracia contemporánea sólo será fiel a sí
misma si no se suma a burguesía imperialista alguna, si
declara que «la una y la otra son las peores» y si desea
en cada país el fracaso de la burguesía imperialista.
Toda otra solución será en los hechos una solución na-
cional-liberal y no tendrá nada de común con la verda-
dera internacionalidad.
(…) En la realidad, hoy no puede ni hablarse de que
la democracia contemporánea vaya a la zaga de la bur-
guesía reaccionaria, imperialista, cualquiera que sea el
«color» de esta burguesía.18
El movimiento comunista y obrero en las condi-
ciones de imperialismo que es la fase superior del ca-
pitalismo, debe trazar en todas partes una línea in-
dependiente, más allá de los planes burgueses-impe-
rialistas, con base en los intereses de la clase obrera
y de las demás capas populares, que no tienen abso-
lutamente nada que ver con los intereses de las cla-
ses burguesas.
Esto es lo que hace el KKE, está defendiendo los
intereses de la clase obrera y de las capas populares
y está fortaleciendo la lucha por la desvinculación de
Grecia de los planes, guerras y alianzas imperialistas
de la OTAN y de la UE, de la estrategia de alianza con
EEUU y Francia.
Es la línea de conflicto con todos los que llevan al
pueblo al matadero de guerra en el nombre de forta-

18
*V.I. Lenin, «Bajo pabellón ajeno» (1915), Obras completas de V.I. Lenin, t. 26, Edi-
torial Progreso, Moscú, 1984, pp. 146-147, 152.
29
lecer los intereses de la burguesía.
Es el camino de ruptura con el capitalismo, por el
poder obrero que construirá la nueva sociedad socia-
lista-comunista19.

* * *

Elaborada por KKE, PCTE, PCM y TKP,


difundida el 26 de febrero de 2022.
Fue publicada en el sitio SolidNet.1

¡No a la guerra imperialista en Ucrania!


¡Es necesaria una lucha independiente contra los mo-
nopolios y las clases burguesas, por el derrocamiento
del capitalismo, por el fortalecimiento de la lucha de
clases contra la guerra imperialista, por el socialismo!

1. Los Partidos Comunistas y Obreros firmantes


de la presente Declaración Conjunta se oponen al
conflicto imperialista en Ucrania, que constituye
una de las consecuencias de la trágica situación para
los pueblos surgida tras el derrocamiento del socia-
lismo y la disolución de la Unión Soviética. Tanto las

19
Sobre la «sociedad socialista-comunista», véase la nota 19 del primer texto (N.
de la Edit.)
1
De los dos países en el centro del conflicto, el PC de la Federación Rusa (PCFR), el
PC Obrero de Rusia (PCOR) y el PC de Ucrania (KPU por sus siglas en ucraniano)
no suscribieron esta declaración, pero sí la Unión de Comunistas de Ucrania
(SKU por sus siglas en ucraniano), mostrando las diferencias político-ideológi-
cas que se incrementarían durante 2022 en el movimiento comunista interna-
cional por la interpretación y actitud ante la invasión rusa de Ucrania y la gue-
rra que conllevó (N. de la Edit.)
30
fuerzas burguesas como las fuerzas oportunistas,
que durante años lucharon contra la URSS y que re-
cientemente han celebrado el 30º aniversario de su
disolución, silenciando el hecho de que la restaura-
ción del capitalismo significó el desmantelamiento
de históricas conquistas obreras y populares y trajo
de vuelta a los pueblos de la URSS a la era de la explo-
tación de clase y de las guerras imperialistas, quedan
completamente expuestas.
2. Los acontecimientos en Ucrania, que tienen lu-
gar en el marco del capitalismo monopolista, están
vinculados a los planes de EEUU, la OTAN y la UE y su
intervención en la región, en el contexto de su feroz
competencia con la Rusia capitalista por el control de
los mercados, las materias primas y las redes de
transporte del país. Estos propósitos son ocultados
por las potencias imperialistas, que se involucran en
el conflicto bajo pretextos tales como la «defensa de
la democracia«, la «autodefensa» y el derecho a «ele-
gir sus alianzas», el cumplimiento de los principios
de la ONU o la OSCE2, o un supuesto «fascismo», que
deliberadamente se presenta desconectado del sis-
tema capitalista que lo origina y utiliza.
3. Denunciamos la actividad de las fuerzas fascis-
tas y nacionalistas en Ucrania, el anticomunismo y
la persecución de los comunistas, la discriminación
de la población rusohablante, los ataques armados
del gobierno ucraniano contra el pueblo en Donbás.
Condenamos la utilización de las fuerzas políticas
reaccionarias de Ucrania, incluidos los grupos fas-
cistas, por parte de las potencias euroatlánticas para
la realización de sus planes. Además, es inaceptable
la retórica anticomunista contra Lenin, los bolchevi-

2
Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (N. de la Edit.)
31
ques y la Unión Soviética, a la que recurren los diri-
gentes rusos para justificar sus propios planes estra-
tégicos en la región. Sin embargo, nada puede empa-
ñar la enorme contribución del socialismo en la
Unión Soviética, que era una unión multinacional de
Repúblicas Socialistas en igualdad.
4. La decisión de la Federación Rusa de reconocer
inicialmente la «independencia» de las llamadas
«Repúblicas Populares» en Donbás y luego proceder
a una intervención militar, que se está llevando a
cabo con el pretexto de la «autodefensa» de Rusia, la
«desmilitarización» y la «desfascistización» de Ucra-
nia, no se hizo para proteger a la población de la re-
gión o la paz, sino para promover los intereses de los
monopolios rusos en el territorio ucraniano y su fe-
roz competencia con los monopolios occidentales.
Expresamos nuestra solidaridad con los comunistas
y los pueblos de Rusia y Ucrania, y nos ponemos de
su lado para fortalecer la lucha contra el naciona-
lismo fomentado por la burguesía de ambos países.
Los pueblos de los dos países, que vivieron en paz y
prosperaron conjuntamente en el marco de la URSS,
así como todos los demás pueblos del mundo, no tie-
nen nada que ganar en alinearse con uno u otro im-
perialista o alianza que sirven a los intereses de los
monopolios.
5. Destacamos que son altamente peligrosas las
ilusiones fomentadas por las fuerzas burguesas que
afirman que podría haber una «mejor arquitectura
de seguridad» en Europa mediante la intervención
de la UE, una OTAN «sin planes militares ni sistemas
de armas agresivas en su territorio», una «UE por la
paz», o un «mundo multipolar pacífico», etc. Todas
estas suposiciones no tienen nada que ver con la

32
realidad y son engañosas para la lucha anticapita-
lista y antiimperialista, ya que pretenden cultivar la
percepción de que puede existir un «imperialismo
pacífico». Sin embargo, la verdad es que la OTAN y la
UE, como cualquier unión capitalista transnacional,
son alianzas depredadoras de carácter profunda-
mente reaccionario, que no se pondrán a favor de los
intereses de los pueblos y que continuarán actuando
contra la clase obrera, contra sus derechos y los de
los pueblos; que el capitalismo va de la mano con las
guerras imperialistas.
6. Hacemos un llamado a los pueblos de los países
cuyos gobiernos están involucrados en los aconteci-
mientos, especialmente a través de la OTAN y la UE,
pero también de Rusia, a luchar contra la propa-
ganda de las fuerzas burguesas, que atraen a los pue-
blos a la picadora de carne de la guerra imperialista
usando diversos pretextos espurios. Les llamamos a
exigir el cierre de bases militares y el regreso a casa
de las tropas que están en misiones en el extranjero,
a fortalecer la lucha por el rompimiento de los países
con planes y alianzas imperialistas como la OTAN y
la UE.
7. El interés de la clase obrera y de las capas popu-
lares requiere que los comunistas fortalezcamos el
criterio de clase para analizar los acontecimientos,
para trazar nuestro propio camino independiente en
contra de los monopolios y las clases burguesas, por
el derrocamiento del capitalismo, por el fortaleci-
miento de la lucha de clases contra la guerra impe-
rialista, por el socialismo, que permanece tan vi-
gente y necesario como siempre.

* * *
33
Publicado el 9 de marzo de 2022,
en el sitio kke.gr.

1. El KKE, desde el primer momento, condenó la


invasión rusa en Ucrania y expresó su solidaridad
con el pueblo de Ucrania1.
El pueblo ucraniano lleva al menos una década
pagando los antagonismos y las intervenciones por
el reparto de mercados y esferas de influencia entre
EEUU, la OTAN y la UE, y la estrategia de «ampliación
euroatlántica», por un lado, y por otro, la estrategia
de la Federación Rusa capitalista para sus propios
planes de explotación contra los pueblos, para forta-
lecer sus propias coaliciones imperialistas (Unión
Económica Euroasiática2, Organización del Tratado
de Seguridad Colectiva3) en la región de la antigua
URSS.
La intervención militar de Rusia, de hecho, marca
el inicio formal de una guerra preparada por el ma-
terial combustible acumulado a lo largo del tiempo.
En su centro está el reparto de la riqueza mineral, la
energía, la tierra y la mano de obra, los oleoductos y
las redes de transporte de mercancías, los pilares
geopolíticos, las cuotas de mercado.
Durante años, EEUU, la OTAN y la UE han estado
tramando y promoviendo el cerco económico, polí-
tico y militar de Rusia, interviniendo, transfiriendo
poderosas fuerzas militares y estableciendo bases de

1
«Declaración sobre la invasión rusa en Ucrania», 24 de febrero de 2022 (N. de la
Edit.)
2
Véase la nota 10 del primer texto (N. de la Edit.)
3
Véase la nota 11 del primer texto (N. de la Edit.)
34
muerte, echando más leña al fuego.
Desde la disolución del Pacto de Varsovia4, la
OTAN no sólo no se ha desmantelado ni reducido,
sino que se ha ido ampliando, incorporando en sus
filas otros países de Europa del Este y antiguas repú-
blicas soviéticas5. Está instalando fuerzas militares,
bases y armas modernas en varios puntos alrededor
de Rusia. Desde hace años existen planes de guerra y
ejercicios militares en el mar del Norte, Europa del
Este, el mar Negro y el mar Báltico apuntando a Ru-
sia.
Estos últimos acontecimientos son el último epi-
sodio de un largo enfrentamiento sobre Ucrania.
También implica fuertes rivalidades dentro de la
burguesía ucraniana, formada tras el derrocamiento
del socialismo, sobre si el país debe unirse a una u
otra alianza imperialista. En el contexto de esta con-
frontación, por un lado, EEUU, la OTAN y la UE apo-
yaron y organizaron junto con parte de la burguesía
ucraniana la «Revolución Naranja» de 2004 y el san-
griento golpe de Estado de 2014, utilizando y apo-
yando a las fuerzas fascistas de extrema derecha con
el objetivo de establecer un régimen que les fuera fa-
vorable. Por otro lado, Rusia procedió a quitarle a
Ucrania partes de su territorio, anexionando Crimea
y fortaleciendo a los separatistas rusοhablantes en
las regiones del Donbás para sus propios intereses,
cuya entidad gubernamental reconoció poco antes
de la intervención rusa6.

2. Estos acontecimientos, 30 años después del de-

4
A través de un proceso de varios meses que culminó el 1 de julio de 1991 (N. de la
Edit.)
5
Véase la nota 6 del segundo texto (N. de la Edit.)
6
«Sobre el reconocimiento de la “independencia” de las llamadas “Repúblicas Po-
pulares” de Donbás», 22 de febrero de 2022 (N. de la Edit.)
35
rrocamiento del socialismo y de la disolución de la
URSS, son una prueba trágica y viva del retroceso
histórico que se produjo a principios de los años no-
venta. Este retroceso histórico mundial para los pue-
blos de allí, pero también para la clase obrera y las
fuerzas populares de todo el mundo, ha abierto la
caja de Pandora.
El KKE había evaluado y se ha confirmado trági-
camente que el dominio del capitalismo, entre otras
cosas, traería consigo el desmembramiento de los
pueblos y los Estados, como ocurrió en Yugoslavia y
en Checoslovaquia, debido a la competencia de las
clases burguesas por el control de los mercados, las
materias primas, las posiciones geoestratégicas, las
rutas de transporte.
A través de este proceso de contrarrevolución se
formaron las clases burguesas y los capitalistas que
surgieron en el curso de la restauración capitalista,
robando los resultados de décadas de trabajo del pue-
blo soviético unido. Estos capitalistas se expresan en
los gobiernos de Putin en Rusia y de Zelenski en
Ucrania. Por eso, además, a pesar de sus diferencias
y rivalidades, se reúnen en el anticomunismo, en la
falsificación de la historia y en la difamación de la
Unión Soviética, en el refuerzo del nacionalismo
(ruso y ucraniano) y ocultan los intereses comunes
de los trabajadores y los pueblos. La invocación del
antifascismo por parte de la Rusia capitalista actual,
para promover sus planes geopolíticos en la región,
es un pretexto, explotando el fuerte sentimiento an-
tifascista de los rusos y de todos los pueblos, que pa-
garon con millones de muertos la lucha contra la
ocupación y la atrocidad fascista-nazi alemana. No
olvidemos que la propia Rusia capitalista, que hoy
tiene un papel dirigente en el anticomunismo, man-
36
tiene relaciones amistosas con formaciones de ex-
trema derecha en muchos países, y el liderazgo ruso
elogia públicamente a los ideólogos del fascismo
ruso. Pero al mismo tiempo, no olvidamos que en
2014, en Ucrania, con el apoyo de la OTAN y la UE,
actuaron fuerzas de extrema derecha fascista, orga-
nizando pogromos7 de violencia y terrorismo, asesi-
natos, masacres como la de Odesa8. Se trata de fuer-
zas que ahora están integradas en el aparato estatal
ucraniano y que participan de crímenes en las regio-
nes de habla rusa y contra expatriados griegos.
Los pueblos de Ucrania y Rusia, al igual que los de-
más pueblos de la región, durante 70 años vivieron y
lucharon juntos; ganaron y establecieron su propio
poder; lucharon contra las intervenciones imperia-
listas; avanzaron bajo relaciones de propiedad social
para cultivar la tierra, utilizar la riqueza de su sub-
suelo y sus aguas, y desarrollar las fábricas; confron-
taron el odio y la guerra de los antiguos explotadores
que sabotearon las medidas del poder soviético; pro-
gresaron juntos en el marco del socialismo; lucharon
juntos contra el nazismo-fascismo y el imperialismo
alemán. La histeria nacionalista de los gritos de gue-
rra no debe oscurecer la memoria colectiva de los dos
pueblos, que vivieron durante décadas como herma-
nos.
Treinta años después del derrocamiento del so-
cialismo y de la disolución de la Unión Soviética, to-
dos los que lo celebraban prometiendo un mundo de
paz, seguridad, libertad y justicia han sido desmen-
tidos de forma clamorosa. Su mundo, el famoso
7
«Masacre, aceptada o promovida por el poder, de (…) grupos étnicos.», Real Acade-
mia Española, idem (N. de la Edit.)
8
El 2 de mayo de 2014, en medio de enfrentamientos a favor y en contra del
golpe de Estado, cerca de 400 personas se refugiaron en la Casa de los Sindica-
tos, de Odesa, la cual fue incendiada por grupos de extrema derecha, con saldo
de casi 50 muertos y 250 heridos (N. de la Edit.)
37
«mundo de los valores occidentales» es el mundo de
la barbarie, de la explotación, de la guerra y de los re-
fugiados, de las crisis económicas, de los cientos de
miles de víctimas de las pandemias o de las interven-
ciones militares, es el mundo de los monstruos, del
capitalismo. A este mundo pertenecen [Joe] Biden,
[Olaf] Scholz9, Putin y Zelenski y tantos otros, «auto-
ritarios» y «demócratas», todos ellos defensores de la
libertad de unos pocos para determinar el destino de
los muchos, y representantes de aspectos diferentes
de la dictadura del capital.

3. La guerra imperialista que se libra hoy en Ucra-


nia no es más que un eslabón más de esta sangrienta
cadena de guerras y rivalidades, que se han intensi-
ficado especialmente a partir de 1991, perdiendo su
anterior manto ideológico como supuesta defensa
del «mundo libre occidental» frente al «totalitarismo
comunista». La novedad es que ahora se expanden de
nuevo en suelo europeo, ya que no hay escudo socia-
lista.
No olvidamos las guerras en Yugoslavia desde
principios de los años noventa, que comenzaron con
el sello de aprobación de la Unión Europea y llevaron
a la intervención de la OTAN en 1999 con la disolu-
ción y fragmentación definitiva del país. Los pretex-
tos entonces, utilizados por la OTAN y la UE, son los
mismos que utiliza Rusia para su propia interven-
ción militar, la «protección contra la limpieza ét-
nica» y el «derecho a la autodeterminación». Las he-
ridas en los Balcanes siguen abiertas y el riesgo de
que se produzcan nuevos brotes y enfrentamientos
sigue siendo alto.

9
Canciller de Alemania, del Partido Socialdemócrata (N. de la Edit.)
38
No olvidamos las intervenciones y guerras impe-
rialistas en nuestra vecindad, en Oriente Medio y en
el Norte de África, en Irak, Siria, Libia y Afganistán,
la continua ocupación israelí de Palestina. EEUU, la
OTAN y sus aliados han arrastrado a los pueblos a
guerras civiles, han desencadenado conflictos étni-
cos y religiosos, han intervenido militarmente, han
establecido ejércitos de ocupación siempre en nom-
bre de la «democracia» y la «libertad», han llevado a
países enteros al caos, han alimentado y fortalecido
a las fuerzas reaccionarias, a los yihadistas y otros.
No podemos olvidar la invasión y ocupación turca
de Chipre desde 1974, que se llevó a cabo con el res-
paldo de EEUU y la OTAN, el crimen continuo contra
el pueblo chipriota y los diversos planes de inspira-
ción de la OTAN, que todos estos años han estado em-
pujando hacia la partición de la isla.
El «revisionismo», el cuestionamiento de los de-
rechos de soberanía, el rediseño de las fronteras y la
disolución de los Estados no son una prerrogativa de
un centro imperialista u otro. Todos ellos revisan los
tratados internacionales, desafían las fronteras e in-
tervienen militarmente con diversos pretextos
cuando sus propios intereses lo exigen. La competen-
cia entre los centros imperialistas es la base del «re-
visionismo». Incluso violan ciertas disposiciones for-
males del Derecho Internacional, que fueron fruto
de la influencia de los Estados socialistas tras la Se-
gunda Guerra Mundial. Está ampliamente demos-
trado que el verdadero Derecho Internacional es el
«Derecho del poderoso», el Derecho de quien tiene el
poder económico, político y militar para imponer sus
intereses. Incluso sus representantes lo admiten,
obligados a apoyar a uno u otro bando, señalando
ambigüedades y vaguedades. Las percepciones que
39
sostienen que en el mundo capitalista contemporá-
neo puede haber un mundo pacífico con otra «arqui-
tectura internacional», una «OTAN sin armamentos
agresivos», una «UE pacífica» o un «mundo multipo-
lar creativo», son irreales y una venda en los ojos de
los pueblos.

4. La UE no es «silenciosa» y «ajena» a los aconte-


cimientos, sino que lleva años participando activa-
mente en las intervenciones imperialistas y, en este
caso, en el plan para cercar a Rusia. Es cómplice del
actual drama de los pueblos en Ucrania. Las contra-
dicciones en el interior del país durante los últimos
años con respecto a su actitud hacia Rusia, por una
parte reflejan los diferentes objetivos y prioridades
de la burguesía de cada país y, por otra parte, tienen
que relación con los fuertes vínculos económicos con
Rusia, especialmente en sectores como la energía. La
formación de una postura unida frente a Rusia des-
pués del inicio de la guerra, por la que celebran en
nuestro país ND, Syriza10, Kinal11 y otros partidos
burgueses, por un lado, no significa que estas contra-
dicciones se hayan resuelto, y por otro lado, es una
«unidad» que se dirige contra los pueblos, porque es
una unidad en la preparación de la guerra que pone
en riesgo a los pueblos de la UE.
Nadie puede dormir tranquilo después de las de-
claraciones de guerra que lanzan diariamente los di-
rigentes y funcionarios de la UE. Treinta años des-
pués del Tratado de Maastricht12, han caído las más-
caras aún más claramente, se borran los pretextos,

10
Véase la nota 17 del primer texto (N. de la Edit.)
11
Véase la nota 14 del segundo texto (N. de la Edit.)
12
El «Tratado de la Unión Europea» se firmó en Maastricht (Países Bajos), por 12
Estados el 7 de febrero de 1992, conforme al cual la Comunidad Económica Eu-
ropea (CEE) se convirtió en la Comunidad Europea (CE), con dos ámbitos de
40
«se superan» los tabúes, como admiten cínicamente,
y se demuestra con claridad lo que es la UE en reali-
dad: una alianza imperialista reaccionaria entre «lo-
bos» que luchan entre sí y todos juntos contra los
pueblos.
En este proceso, una vez más en la historia los go-
biernos socialdemócratas están a la cabeza, aba-
tiendo el «mito» de los «gobiernos progresistas» que
pueden ser una alternativa para el pueblo.
Los socialdemócratas alemanes, que anunciaron
un programa de armamento masivo por primera vez
desde la Segunda Guerra Mundial, los socialistas de
España y Portugal, el gobierno de centro-izquierda
de Italia, los socialdemócratas de Dinamarca y Fin-
landia, todos promueven la confrontación militar
con Rusia. Sus decisiones de aumentar el gasto mili-
tar en todos los Estados miembros de la UE y de la
OTAN, de relajar, incluso, las estrictas condiciones fi-
nancieras de los presupuestos europeos para este
propósito, evidentemente no se produjeron sola-
mente como resultado de los acontecimientos en
Ucrania. Revelan una preparación más general, se-
ñalando que estamos entrando en un período de con-
flicto más violento en cuanto a los enfrentamientos
y las rivalidades.
El conflicto bélico en Ucrania, tras la invasión
rusa, está desencadenando desarrollos peligrosos
para los pueblos de Europa y de todo el mundo, ya
que la competencia imperialista entra en una nueva
fase. El peligro de una confrontación militar más ge-
neralizada es ahora más evidente que nunca. Las de-
claraciones de guerra de los líderes políticos de los
países de la UE, la OTAN y de Rusia, las amenazas de

cooperación: la Política Exterior y de Seguridad Común, y el ámbito de Justicia


y Asuntos de Interior (N. de la Edit.)
41
ataques nucleares, no deben considerarse meros ex-
cesos verbales.
La OTAN está desplegando por primera vez una
Fuerza de Reacción Rápida en Europa del Este y está
concentrando aún más fuerzas militares, y está pla-
neando asociarse con países como Moldavia, Geor-
gia, Bosnia-Herzegovina, Finlandia y Suecia. En Mol-
davia y Georgia hay territorios que se han separado
con el apoyo de Rusia, donde hay fuertes fuerzas mi-
litares rusas. Finlandia y Suecia están incluidas en
las «líneas rojas» de Rusia con respecto a la amplia-
ción de la OTAN. En Rusia, las «fuerzas de prevención
nuclear» del país han sido puestas en un estado de
preparación para la guerra. Bielorrusia aprobó en re-
feréndum la posibilidad de instalar armas nucleares
en su territorio, en caso de que la OTAN instalara
otras similares en Polonia o Lituania.

5. Bajo la responsabilidad del gobierno de Nueva


Democracia (ND), junto con el consenso esencial de
Syriza, Kinal y otros partidos burgueses, se ve inten-
sificada la implicación de Grecia en estos peligrosos
antagonismos imperialistas. Todos los gobiernos an-
teriores ya habían apoyado las decisiones y planes de
la OTAN relativos a la expansión de esta organiza-
ción asesina y al cerco de Rusia. Aparte de la base de
Suda, ya habían promovido el establecimiento de
nuevas bases de EEUU y la OTAN en el país, como la
de Alejandrópolis, Lárisa y Stefanovikio, ya utiliza-
das como centro de transporte y envío de fuerzas mi-
litares hacia Europa del Este. Ya habían contribuido
para convertir a Grecia en «agresor» de pueblos de
otros países, y, al mismo tiempo, el pueblo griego en
«víctima», ya que el país se convierte automática-
mente en un blanco de posibles represalias. El pueblo
42
ya está pagando fuertes impuestos económicos para
los armamentos, relativos a las necesidades de la
OTAN, y está enfrentando la carestía, el aumento de
los precios de los combustibles y la pobreza energé-
tica.
El gobierno griego, con el delirio bélico del primer
ministro, no sólo ha anunciado la decisión de trans-
portar material militar a Ucrania, sino que también
ha declarado explícitamente su intención de arras-
trar al país y al pueblo a la tormenta de confrontacio-
nes militares al lado de la OTAN y la UE, proporcio-
nando todo tipo de asistencia solicitada. La implica-
ción de Grecia en el conflicto militar es directa y, en
caso de que se generalice, el riesgo para el pueblo
griego es más que real.
Los argumentos y los pretextos del gobierno, en
relación con esta opción, son peligrosos, engañosos,
y deben ser rechazados.
Es una mentira que «vamos a luchar por la liber-
tad». En realidad, vamos a luchar al lado de uno de
los dos campos de ladrones, contra el otro campo,
para definir quién va a tomar mayor parte del sa-
queo al pueblo de Ucrania y a los demás pueblos de la
región.
Es una mentira que la implicación significa que
«apoyamos al pueblo ucraniano». Con la implicación
apoyamos a aquellos que, por sus propios intereses,
desde hace años le llevan al caos y la destrucción, a
aquellos que han convertido al pueblo ucraniano en
«saco de boxeo» en el enfrentamiento con Rusia.
Es una mentira que «luchamos contra el revisio-
nismo», porque nuestros aliados de la OTAN y la UE
son los mayores «revisionistas», que no dudan en in-
tervenir militarmente para destruir países, para
cambiar las fronteras, tal como lo está haciendo Ru-
43
sia en Ucrania.
Es una mentira que «estamos protegidos ante la
amenaza turca», porque la OTAN alienta las disputas
y el revisionismo de Turquía, ya que no reconocen
derechos soberanos y fronteras, sino sólo «territorio
de la OTAN» y promueven acuerdos peligrosos en el
mar Egeo y otros lugares; su prioridad es mantener
Turquía en el campo de la OTAN a toda costa, sobre
todo ahora, en condiciones de gran agudización.
Es una mentira que la implicación constituye
«una nueva oportunidad» para el pueblo, al igual que
las también falsas promesas de oportunidades para
el pueblo con la salida de la crisis o con la salida de la
pandemia. Los planes para «fortalecer el papel» de
Grecia y convertirla en un centro de los planes ener-
géticos de EEUU, implican al país aún más profunda-
mente en los antagonismos, y al mismo tiempo los
verdaderos beneficiarios serán los grandes grupos
empresariales y no el pueblo. De todos modos, hoy el
pueblo de Ucrania está pagando con su sangre tales
«objetivos» de su burguesía.
Una vez más, nuestro pueblo será llamado a pa-
gar un alto precio. Se enfrentará de manera multi-
forme a riesgos y amenazas contra su vida y sus de-
rechos soberanos por la participación en la guerra,
hará grandes «sacrificios» en aras de la preparación
para la guerra, se enfrentará al fuerte aumento de
los ya altos precios en productos de consumo pú-
blico, la pobreza energética aún más profunda, su-
frirá nuevos golpes contra sus derechos y necesida-
des, para el aumento de los gastos para la OTAN, que
acompañan la doctrina de que «la prioridad absoluta
es la defensa del país».
Las excepciones y las preocupaciones parciales
puestas por Syriza son sólo pretextos, para mantener
44
la fachada de una postura alternativa más pacífica.
Su práctica anterior excepcionalmente antipopular
confirma que si estuviera en el gobierno permanece-
ría en el camino de sus modelos afines, de los «pro-
gresistas» y los «socialdemócratas», quienes –desde
los demócratas de EEUU hasta los socialistas españo-
les– están en la primera línea de los preparativos mi-
litares en todo el mundo.
Syriza tiene grandes responsabilidades ante el
pueblo. No sólo porque cuando estuvo en el Gobierno
se colocó al frente de la implicación del país en los
planes de la OTAN (estableció nuevas bases, mejoró
unas viejas, promovió la Cooperación Estratégica
con EEUU, jugó un papel principal en el Acuerdo de
Prespa13 a favor de la OTAN, etc.). No sólo porque uti-
liza los pretextos y encubre las responsabilidades de
la OTAN-UE con respecto a la guerra en Ucrania, sino
además porque hoy en día está esencialmente de
acuerdo con todos los objetivos de la implicación,
puestos por el gobierno de ND, planteando sola-
mente algunas condiciones particulares. Aprueba la
implicación militar a condición de que tenga más
clara la impronta de la OTAN o de la UE. Aprueba los
planes energéticos a condición de que su ritmo de
aplicación sea más lento. Aprueba los armamentos
de la OTAN «a condición de que se realicen de forma
transparente». Aprueba los nuevos sacrificios popu-
lares a condición de que se hagan en base al consen-
timiento.
Cien años después de la Catástrofe de Asia Me-
nor14, nuestro pueblo no debe olvidar las conclusio-
13
«Sobre el Acuerdo entre Grecia y ARYM (“Antigua República Yugoslava de Ma-
cedonia”, desde 2019: Macedonia del Norte)», 14 de junio de 2018 (N. de la Edit.)
14
En referencia al final de la guerra greco-turca (1919-1922), derivada de la Pri-
mera Guerra Mundial y el colapso del Imperio Otomano. Constituyó un fracaso
militar que conllevó a la migración masiva de la población griega de los territo-
rios turcos, especialmente de Tracia Oriental y Constantinopla (N. de la Edit.)
45
nes históricas. El pueblo ha pagado el precio por to-
das las «grandes ideas» en favor del capital y de los
grandes grupos empresariales, y que ha sido traicio-
nado por los «aliados» imperialistas en el momento
crítico. El pueblo sufrió las consecuencias de esos
desastres. El precio de su participación en la primera
guerra imperialista y la campaña en el sur de Rusia
fueron las calamidades y el desarraigo que sufrieron
miles de refugiados griegos en Asia Menor.
Por eso, el pueblo griego debe rechazar: los llama-
mientos de la propaganda bélica que prepara la gue-
rra y una mayor implicación; los portavoces de la
OTAN y la UE; las falsas noticias fabricadas que inun-
dan los medios de comunicación y el internet; la
«histeria antirrusa» que llega al punto de demonizar
creaciones culturales; y el intento de silenciar cada
voz que no reproduzca las narrativas de los mecanis-
mos euroatlánticos.

6. La solidaridad genuina con los pueblos de Ucra-


nia y Rusia, tanto como con los pueblos vecinos, es la
lucha en cada país contra la guerra imperialista,
contra la implicación de cada país en la guerra. Es la
condena de la intervención militar de Rusia, pero
también la condena de EEUU, la OTAN y la UE que
desencadenan la guerra. Es la lucha contra las alian-
zas imperialistas, con las cuales la burguesía de
nuestro país y sus gobiernos están comprometidos.
Es la solidaridad genuina, popular, humana, que
debe ser expresada con todos los medios. Es la oposi-
ción y el aislamiento de la actividad de los grupos
fascistas y nacionalistas que fomentan el odio.
Es la lucha por la coordinación de la lucha de los
pueblos para que puedan mostrar la salida a la gue-
rra, apuntando a su verdadero enemigo; organi-
46
zando su lucha contra la guerra imperialista y las
causas que la generan; contra las burguesías que la
dirigen y sus gobiernos, y las alianzas imperialistas
que nos arrastran a la guerra o imponen una llamada
«paz» con la pistola en la cabeza de los pueblos.
Es la solidaridad y el apoyo a los miles refugiados
que actualmente están huyendo de Ucrania a causa
de la guerra y van a otros Estados de la UE, inclu-
yendo nuestro país, porque enfrentan el conocido
destino cruel que les espera, como en el caso de otros
pueblos que fueron víctimas de guerras imperialis-
tas, a pesar de las «declaraciones humanitarias».
Los pueblos no vivirán mejor si eligen un explota-
dor nacional o de otro tipo, sino sólo al vencer y abo-
lir el régimen de la explotación.
Este es el camino para que los pueblos salgan vic-
toriosos.
Hoy en día, el KKE se dirige a los trabajadores, los
jóvenes, los autónomos, los campesinos, las mujeres,
a todo el pueblo griego. Les llama a estar vigilantes y
alertas contra la guerra imperialista y la implicación
griega. La respuesta en favor de los intereses de
nuestro pueblo no es alinearse con uno u otro polo
imperialista. ¡No vamos a elegir ningún campo de la-
drones!
El pueblo debe rechazar el falso dilema de elegir
entre EEUU o Rusia, la UE o Rusia, la OTAN o Rusia.
La verdadera disyuntiva es estar del lado de los pue-
blos o de los imperialistas.
La lucha obrera-popular puede y debe trazar su
propia línea independiente, alejada de todos los pla-
nes burgueses e imperialistas.
Esta lucha no tiene nada que ver con las ilusiones
y los tópicos usuales de los demás partidos, que ha-
blan de una «solución pacífica», «diplomacia» y
47
otras palabras que suenan bien pero que no apuntan
a las causas de la guerra.
¡Hoy, el pueblo no debe aceptar pagar el precio de
la guerra! ¡No es una obligación suya a cumplir! El
pueblo no debe comprometerse con las nuevas res-
tricciones y medidas antipopulares que se preparan
en nombre de la emergencia. La única solución es la
organización obrera-popular por el contraataque.
La lucha popular debe obligar inmediatamente al
Gobierno, cualquiera que sea, a aplicar medidas de
protección de los salarios de la clase obrera y el pue-
blo ante los altos precios y la pobreza energética.
 Suprimir los impuestos sobre los combustibles
y otros tipos de productos de consumo básico.
 Aumento de los salarios, firma de Convenios
Colectivos de Trabajo, protección de los derechos la-
borales, medidas de protección para los jubilados y
los desempleados.
 Medidas contra las consecuencias de las sancio-
nes a Rusia, ya que los primeros afectados serán los
campesinos y los trabajadores autónomos.
Debemos destacar la posibilidad y la necesidad de
utilizar todas las fuentes de energía nacionales (lig-
nito, hidrocarburos, energía geotérmica, fuentes de
energía renovables) con el fin de garantizar, de ma-
nera combinada, la satisfacción de todas las necesi-
dades populares (reducción del nivel de dependencia
energética, abolición de la pobreza energética, pro-
tección del medio ambiente), en el marco de la pro-
piedad social y la planificación central. Para fortale-
cer la lucha por que la energía, los alimentos y la pro-
pia fuerza de trabajo dejen de ser una mercancía.
En cada región y centro de trabajo debemos orga-
nizar la lucha, para exigir la retirada inmediata de
todos los bandos en esta guerra imperialista.
48
 Que se cese inmediatamente la participación e
implicación de Grecia en la guerra imperialista en
Ucrania o en cualquier otro lugar de cualquier ma-
nera o bajo cualquier pretexto.
 Que se desmantelen ya todas las bases militares
de la OTAN y de EEUU en nuestro país, que se utilizan
como plataformas de lanzamiento para la guerra.
 Que no se envíe ninguna tropa militar griega a
Ucrania, a sus países limítrofes o a otras misiones
imperialistas. Ningún soldado, oficial y suboficial
debe ser enviado al extranjero. Que se cese el envío
de material y medios militares por parte de Grecia.
Nuestro deber patriótico e internacionalista es
impedir que el territorio, la infraestructura y los me-
dios de Grecia se utilicen como plataforma militar de
cualquiera de las partes.
Las Fuerzas Armadas del país no tienen nada que
hacer fuera del país en nombre de las llamadas «obli-
gaciones a nuestros aliados». Su tarea es defender
las fronteras y la integridad territorial de nuestro
país, nuestros derechos soberanos.
Este es un tema político, se requiere un cambio en
la conciencia de las fuerzas obreras-populares para
reforzar la lucha por la separación de las diversas or-
ganizaciones imperialistas, la OTAN y la UE, con el
pueblo realmente al mando del poder.
La guerra, llevada a cabo por el imperialismo y
provocada por los antagonismos entre centros y
alianzas imperialistas por el reparto de mercados, te-
rritorios y recursos generadores de riqueza, por la
supremacía en el sistema imperialista, es injusta y
bárbara, convirtiendo en víctimas a los pueblos de
ambos países, indistintamente del resultado de la
guerra.

49
La lucha justa es la lucha multifacética de los pue-
blos contra el cerco y la invasión imperialistas, con-
tra la participación de los hijos del pueblo en la gue-
rra imperialista.
La lucha justa es la lucha de los pueblos por la de-
fensa de la integridad territorial, contra la ocupa-
ción extranjera.
La lucha justa es la lucha multifacética por las los
derechos y las necesidades y de los pueblos, en el ca-
mino por el derrocamiento del poder burgués, por
una nueva sociedad socialista.
Ese es el camino que debemos seguir para termi-
nar con las guerras imperialistas, la explotación y la
barbarie capitalistas, por la hermandad entre los
pueblos.
Ese es el camino que marca la perspectiva real
para que los pueblos puedan vivir en paz, seguridad,
amistad y relaciones mutuamente beneficiosas, de
la misma manera en que los pueblos de Rusia y Ucra-
nia vivían durante décadas, cuando ellos mismos te-
nían el poder, poseían la riqueza que producían, y
construían una nueva sociedad socialista.
¡Ese es el «lado correcto de la historia» para el
pueblo griego y los pueblos de todo el mundo!
El KKE libra esta lucha con todas sus fuerzas para
que el pueblo griego y los demás pueblos luchen con-
tra el nacionalismo y las alianzas imperialistas de las
clases burguesas, para fortalecer la lucha conjunta
de los trabajadores y acabar con el sistema que sólo
genera pobreza, explotación y guerra.

Comité Central del KKE

* * *

50
La Editorial Aurora valora altamente
su opinión acerca del contenido, diseño
y diagramación de la presente publicación.
Igualmente, agradece cualquier otra sugerencia.

editorialaurora1917@gmail.com

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