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OSVALDO JAVIER VERA ESPINOLA C.I. 2.050.623 por mis propios derechos bajo
patrocinio de los abogados SECUNDINO MÉNDEZ DUARTE MAT. 3.531 C.S.J. y RUBEN
DARIO MELGAREJO LANZONI MAT. 3089 C.S.J. , en la causa : BASILIO PAVÓN , MERARDO
PALACIOS , OSVALDO VERA , WALTER BOWER MONTALTO S/ LESIÓN CORPORAL EN EL
EJERCICIO DE FUNCIONES PÚBLICAS Y OTROS constituyendo domicilio procesal en la calle
ZANOTTI CAVAZZONI 147 C/ MCAL LÓPEZ de esta ciudad a V.V.E.E. respetuosamente digo:
Que, en tiempo y forma vengo de conformidad al Art. 480 del C.P.P., a interponer
Recurso extraordinario de CASACIÓN contra el ACUERDO Y SENTENCIA N° 22 del 27 de
abril de 2.021 , dictado por el Tribunal de Apelaciones, 3 ª Sala. integrado para esta causa
por CRISTÓBAL SÁNCHEZ , JOSE AGUSTÍN FERNANDEZ y BIBIANA BENÍTEZ FARIÑA
recaida en el marco de la APELACIÓN ESPECIAL INTERPUESTA contra la S.D. 01 de fecha 30
de diciembre de 2.019 dictada por el tribunal colegiado de Sentencia constituido por
CARLOS MANUEL HERMOSILLA GONZÁLEZ, como presidente y ROSSANA MALDONADO Y
VÍCTOR MANUEL MEDINA como miembros, ambas recaídas en la causa más arriba
mencionada y cuyas copias se acompañan al presente.
REQUISITOS DE ADMISIBILIDAD
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3- DE LA PROCEDENCIA DEL RECURSO
Este último inciso es invocado como fundamento que hace al presente recurso.
El artículo 477 del C.P.P., dispone “OBJETO. Sólo podrá deducirse el recurso
extraordinario de casación contra las sentencias definitivas del tribunal de apelaciones o
contra aquellas decisiones de ese tribunal que pongan fin al procedimiento, extingan la
acción o la pena, o denieguen la extinción, conmutación o suspensión de la pena”. El artículo
450 última parte indica que los recursos se interpondrán .... con indicación específica de los
puntos de la resolución impugnados.
Que, en ese orden de cosas el objeto del presente es una Sentencia definitiva del
Tribunal de Apelaciones consistente en el ACUERDO Y SENTENCIA N° 54 del 16 de
septiembre de 2.019 , dictado por el Tribunal de Apelaciones, 3 ª Sala
2
resolución . 5) DECLARAR INOFICIOSO el estudio del recurso interpuesto por la
representante de la defensa del acusado MERARDO PALACIOS MELGAREJO , Abg. MARÍA
ISABEL CANDIA DE HERMOSILLA 6) IMPONER las costas procesales , en esta instancia en el
orden causado 7) .- ANOTAR, registrar, notificar y remitir copia a la Corte Suprema de
Justicia.-
1- Voto del Dr. Cristóbal Sánchez al cual se adhirió la Dra Viviana Benitez y que
constituye el Voto en mayoría del ACUERDO Y SENTENCIA N° 22 del 27 de abril de 2.021 ,
dictado por el Tribunal de Apelaciones, 3 ª Sala recurrida en casación por el presente.
1
No se menciona el voto en minoría pues no hace a la decisión final y no fue objeto de estudio en
alzada
3
quien, pues López manifiesta que fue desarmado por Osvaldo Vera, mientras que Víctor
Cáceres refirió haber desarmado a Jorge López en su lugar de trabajo, es decir, estando
dentro de la Agrupación Ecológica. Así también, el testigo Víctor Cáceres refirió que no vio
vendas, no escuchó pedido de auxilio y tampoco vio apremios físicos contra Jorge López,
además el testigo Víctor Cáceres señaló que Emilio López ingresó luego de Jorge López,
siendo que según lo manifestado por este último el Sr. Emilio López ya se encontraba en ese
lugar, tendido en el piso, maniatado y con los ojos vendados. Siguiendo con las
contradicciones señaladas por el Tribunal de Sentencia en su voto en mayoría tenemos que a
fs. 362 de la sentencia en estudio se encuentra el análisis respecto a las declaraciones de
Jorge López y el Comisario Emilio López en donde quedó plasmado cuanto sigue: "...Es decir,
ambos testigos se contradicen respecto a la hora en que estuvieron en el despacho del
Comisario Pavón. Igualmente, Jorge López dijo que fue vendado con hoja blanca y cinta de
embalaje, sin embargo, Emilio López dijo que fue vendado con una tela..." (sic). Otra
contradicción señalada por el Tribunal era la persona que estaba con Emilio López, pues
según el mismo lo acompañaba Próspero Ávalos, a quien "pudo identificar por la voz", sin
embargo, según Jorge López era él quien acompañaba a Emilio López. Posteriormente,
según consta a fs. 368 y 369 de la sentencia en estudio, se hace un análisis de lo manifestado
por el testigo Próspero Arévalos, siendo señalado por el voto en mayoría del Tribunal lo
siguiente: "...Esta declaración resultó bastante peculiar puesto que el mismo dio una versión
totalmente diferente a lo señalado más arriba... ...dijo que utilizaron una especie de gorra
hecho de papel diario, y no una venda como lo manifestaron las supuestas víctimas Jorge
López y Alfredo Cáceres..." (sic). Otra contradicción señalada por el Tribunal de Sentencia en
su voto en mayoría consta a fs. 378 de la sentencia, en donde se manifiesta que: ...existieron
versiones o testimonios contrapuestos, contradictorios y ambiguos, partiendo del elemento
mismo utilizado para la supuesta comisión del hecho punible Tortura, es decir Jorge López
refirió haber recibido golpes en las plantas de los pies con palo escoba, sin embargo los Sub
oficiales Lorenzo Genes, Rafael Sosa, Prospero Arévalos y el Sub Comisario Emilio López
manifestaron que fueron sometidos a apremios físicos con cachiporra o tonfa... (sic). Que,
todas estas contradicciones fueron señaladas por los representantes del Ministerio Público y
las querellas adhesivas quienes coinciden al señalar que los Jueces en mayoría, obviaron que
los testigos estaban vendados y era difícil discernir claridad el tipo de objeto del que fueron
víctimas, además que el Tribunal no tiene en cuenta el tiempo transcurrido. Que, la doctrina
señala ciertos aspectos a tener en cuenta al momento de valorar cuándo un testimonio es
veraz centrándose en dos aspectos: por un lado la fidelidad de la percepción y de la
transmisión de lo percibido y por otro lado la sinceridad del testimonio. Respecto al primer
aspecto, la doctrina señala que debe tenerse en cuenta a) el desarrollo y la calidad de las
facultades mentales del testigo; b) el funcionamiento de los sentidos del testigo: c)
Condiciones que se produjo la percepción (luz, distancia, etc.); d) en Características del
objeto percibido y del sujeto que lo hace; e) el tiempo transcurrido. En relación al segundo
aspecto, la sinceridad del testimonio, se debe tener en cuenta: a) el interés que pueda tener
el deponente; b) el control interno de la declaración ("La Prueba en el Proceso Penal"
4
Cafferata Nores, José; Hairabedián, Maximiliano. Pag. 156/158. Octava edición)... Como
podemos notar , en el presente caso , existió un gran caudal probatorio , entre ellas las
testimoniales citadas precedentemente , sin embargo a mi criterio, las contradicciones
señaladas por los Miembros del Tribunal en mayoría carecen de entidad suficiente como
para desacreditar totalmente lo dicho por los testigos, pues estas ´´contradicciones" se
refieren a la hora, material con que fueron vendadas las personas, el objeto utilizado para
realizar los supuestos apremios físicos entre otras cuestiones. Cuestiones que a mi criterio
son accesorias a la cuestión principal objeto del debate, es decir, en este caso si existió
Tortura en los términos del art. 309 del C.P. o no. Además, atendiendo a lo señalado por la
doctrina y transcripto anteriormente, el Tribunal para valorar un testimonio conforme a la
Sana Crítica debe tener en cuenta entre otras cosas: el funcionamiento de los sentidos del
testigo, las condiciones en que se produjo la percepción (luz, distancia, etc.) el tiempo
transcurrido. En este caso en particular, el Tribunal obvió que tal y como lo señalan los
recurrentes, los testigos manifestaron estar ojos vendados, por lo que no es ilógico
suponer que su visión estaría notablemente disminuida, además del tiempo transcurrido
desde el hecho y la disposición de los mismos, más de veinte años. 2 A modo de aclarar lo
señalado anteriormente es importante que el Tribunal de Sentencia no pierda el foco de lo
que está en debate a modo de ejemplo y utilizando el caso en estudio es importante
determinar si los sujetos estaban o no con los ojos vendados, material con el que estuvieron
vendados es accesorio, no tiene un carácter fundamental, también podemos decir lo mismo
respecto a los apremios físicos, lo importante es determinar si existieron o no apremios
físicos, el material utilizado a este fin es secundario, sin dejar de lado que en caso de existir
el hecho- pudo haberse utilizado un material diferente para vendar a una persona u otra, lo
mismo sucede con los apremios físicos. Por todo ello, soy del criterio de que corresponde
declarar la NULIDAD de la S.D. N° 01 de fecha 30 de diciembre de 2019, por ausencia de
motivación y en consecuencia REENVIAR la presente causa a un nuevo Tribunal de
Sentencia, debiendo reponerse el juicio oral y público”.
2
Por lo general la doctrina y jurisprudencia internacional la deposición extemporánea de un testigo
afecta la credibilidad del mismo y resultan de valor probatorio alguno.
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Alejando Ortellado, fs.183 vuelto, Ricardo Orué Salinas, fs. 183 vuelto, Comisario Juan
Escurra Monzón, fs. 184, Próspero Arévalos López, fs. 184 vuelto, Rafael Sosa Carmona, fs.
185, Lorenzo Genes Ramos, fs. 185 vuelto, Saturnino Antonio Gamarra, fs. 187, Higinio Pérez
Benítez, fs. 187 vuelto, Juan Humberto Núñez Agüero, fs. 188, Víctor Cogliolo González, fs.
189, Alfredo Cáceres, fs. 190, Juan Benítez Benítez, fs. 193, Miguel Ángel Candia, fs. 193
vuelto, Aurelio Franco Mendoza, fs. 194 vuelto, Cayo Núñez Agüero, fs. 195, Miguel Ángel
Figueredo, fs. 195 vuelto, Carlos Tadeo Cañete, fs. 196 vuelto, Blas Antonio Gómez González,
fs. 196 vuelto, Florencio Recalde López, fs. 197, Andrés Alcibiades Gómez Cardozo, fs. 197
vuelto, Benito Ramón Fretes, fs. 197 vuelto, Carlos Antonio Garrigoza y Dr. José Nicolás
Lezcano, fs. 198, Juan Carlos Paredes, fs. 199, Carlos Antonio Giménez y Víctor Marcelo
Agüero Jara, fs.199 vuelto, Ramón Feliciano Giménez, fs. 200, Dr. Luis Lezcano Claude y Juan
Francisco Recalde, fs. 200 vuelto. Referente a las pruebas documentales, se citan la Nota N°
62/2000, Nota N° 133/00, Nota de fecha 20 de junio de 2001, Informe Victimológico de la
Dirección de Asistencia de las Victimas del Ministerio Público, Copia de la hoja autenticada
del Libro de Novedades de la Guardia de Infantería de Marina del día 21 de mayo de 2000,
entre otros, que se mencionan y describen a fs. 201 vuelto y siguientes, sin embargo, se
advierte que el mismo ha formado su razonamiento en base a las testimoniales y
documentales que en su mayoría fueron ofrecidas por las defensas 3. En este orden de ideas
tenemos que el Tribunal de Sentencia si bien es cierto por mayoría sostuvo que fueron
valorados y apreciados en su conjunto los medios y elementos probatorios producidos en el
juicio oral y público de acuerdo a la regla de la sana critica, ciertamente al momento de
valorar las pruebas, ha obviado el análisis integro de todas y cada una de las pruebas. A
todas luces, por lo antedicho, el Tribunal ha efectuado una valoración fragmentaria,
parcelaria o segregada de las probanzas, limitándose incluso a efectuar una simple
transcripción de los testimonios considerados, así como de una amplia doctrina, obviando
que las cuestiones sometidas al imperium deben ser resueltas por las leyes, como regla
general y que sólo en caso de silencio, oscuridad o insuficiencia de las mismas puede
recurrirse a casos análogos así como a principios generales del derecho, sin exponer las
razones fundadas por la cuales le dio suficiente credibilidad a algunas y no así a las que se
contraponen en la conclusión a la que han arribado. Cabe resaltar, resumidamente, también
que el Tribunal de Sentencias al momento de expresar el mérito y desmerito de las pruebas,
no expresó los motivos por los cuales desmeritó las testificales de Jorge Luis López Sosa
(supuesta víctima), Sub. Oficial Lorenzo Genes, Juan Escurra Monzón, Ricardo Orué Salinas
entre otros, sopesando las testificales y las divergencias expresados por el Comisario Víctor
Cáceres Samudio, Sub. Oficial Fabiano Ojeda, Emilio López Villalba, Diosnel Ferreira, Sub.
Oficial Mayor Próspero Arévalos López, Rafael Sosa Carmona. En cuanto a las documentales,
el Tribunal no tuvo el en cuenta el contenido del " (...) SUMARIO INSTRUIDO AL CRIO. JUAN
BASILIO PAVON ROJAS Y OTROS S/ TRASGRESIÓN A LOS DEBERES POLICIALES (…)", en
cuanto a al informe Victimológico, fue desacreditado por la supuesta inobservancia del
criterio científico. Tales apreciaciones probatorias revisten cardinal importancia, pues tuvo
valor decisivo en el pronunciamiento finalmente acordado por el referido órgano
3
Falacia que fácilmente se puede contrastar con la pruebas de las partes en auto de elevación a
juicio. No corresponde a la verdad que el razonamiento del Tribuna esté basado en pruebas de la
defensa.
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jurisdiccional inferior. Todo lo expresado, denota un notorio apartamiento del Tribunal de las
reglas de la sana crítica y en estas condiciones, la sentencia adolece de vicios en su
fundamentación, en los términos del Art. 403 inciso 4° del Código Procesal Penal, que reza:
"(…) VICIOS DE LA SENTENCIA. Los defectos de la sentencia que habilitan la apelación y la
casación, serán los siguientes (…) 4) que careza, sea insuficiente o contradictoria la
fundamentación de la mayoría del tribunal. Se entenderá que la fundamentación es
insuficiente cuando se utilicen formularios, afirmaciones dogmáticas, frases rutinarias o se
utilice, como fundamentación, el simple relato de los hechos o cualquier otra forma de
reemplazarla por relatos insustanciales. Se entenderá que es contradictoria la
fundamentación cuando no se han observado en el fallo las reglas de la sana critica, con
respecto a medios o elementos probatorios de valor decisivo (…)".... Por lo tanto,
consideramos que el Tribunal A Quo no se ciñó a las reglas de la sana critica a la hora de
valorar pruebas de carácter decisivo y así, emitió una sentencia viciada y pasible de nulidad,
lo cual amerita la reposición del juicio a cargo de un nuevo Tribunal de Sentencia, que
proceda a la valoración conjunta y armónica de las pruebas producidas en el juicio y que
determine concretamente si adquieren en conjunto suficiente entidad y eficacia probatoria,
conforme al artículo 473 del Código Procesal Penal. ES MI VOTO. En cuanto a las costas,
corresponde su imposición en el orden causado de conformidad a las disposiciones del
artículo 261 y 269 ambos del Código Procesal Penal. ES MI VOTO.
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Jorge Luis López y Alfredo Cáceres, contra los señores Merardo Palacios, Osvaldo Javier Vera
y Walter Hugo Bower, por la comisión del supuesto hecho punible de Tortura, previsto y
penado en la Legislación Penal de Fondo, en el artículo 309, cuyo encuadre legal fue
calificado en la redacción original de la Ley 1160 que reza: “…TORTURA. 1° El que con la
intención de destruir o dañar gravemente la personalidad de la víctima o de un tercero, y
obrando como funcionario: 1. Realizara un hecho punible contra: a) la integridad física
conforme a los artículos 110 al 112; b) la libertad de acuerdo a los artículos 120 al 122 y el
124; c) la autonomía sexual según los artículos 128, 130 y 131; d) menores conforme a los
artículos 135 y 136; e) la legalidad del ejercicio de funciones públicas de acuerdo a los
artículos 307, 308, 310 y 311; o 2. Sometiera a la víctima a graves sufrimientos síquicos,
será castigado con pena privativa de libertad no menor de cinco años. 2° El inciso 1° se
aplicará aun cuando la calidad de funcionario: 1. Careciera de fundamento jurídico valido;
o 2. Haya sido arrogada indebidamente por el autor…” La presente causa tuvo una gran
carga de pruebas testificales y documentales, por lo que el Tribunal para realizar un análisis
ordenado consideró agrupar los testimonios de las personas que tuvieron conocimiento de
los hechos acaecidos primeramente en la Comisaría 11ª Metropolitana el día 19 de mayo
del año 2000…En ese contexto Seguidamente se pasó a valorar íntegramente la
declaración de Jorge López y el voto transcribe lo declarado por el mismo para
seguidamente referir .. “Se contrapone a esta declaración (la de Jorge López) lo dicho por el
testigo Comisario Víctor Cáceres Samudio, jefe de Jorge López en la Agrupación Ecológica y
Rural” y se trascribe lo dicho por el Comisario Victor Cáceres Samudio para luego referir: De
la propia declaración de Jorge López surgen contradicciones con respecto a lo señalado por
el comisario Víctor Cáceres, pues López refirió que fue desarmado por Osvaldo Vera ya
estando dentro del despacho del comisario Pavón, jefe de la comisaria 11 metropolitana, y
que fue sometido a golpes con palo de escoba, sin embargo, Víctor Cáceres, refirió haber
desarmado a Jorge López en su lugar de trabajo, es decir, estando dentro de la Agrupación
Ecológica, le dijo que entregara su arma al personal de guardia para después trasladarlo en
un vehículo de la Agrupación Ecológica. Refirió también que no vio vendas, no escucho
pedido de auxilio, no vio apremios físicos contra Jorge López. Así como aclaró que
presenció parte del interrogatorio a López y que el personal policial a quien traslado a la
Agrupación Especializada subió por sus propios medios a la patrullera, sin que nadie los
ayudara. Otro punto que merece ser resaltado y significada la contradicción es que Jorge
López asegura que, al ingresar al despacho de Pavón, ya se encontraba tendido en el piso
el Comisario Emilio López, maniatado y con los ojos vendados, boca abajo; sin embargo, el
Comisario Cáceres señaló a este órgano Juzgador “…estaba Jorge López declarando, luego
entro Emilio López y continuaba las declaraciones…”. Así como señaló que no recuerda
haber visto a Emilio López con Vendas o esposas.
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Oficiales supuestamente apremiados, pero con versión distinta, quien refirió que en esa
época estaba en la Comandancia de Seguridad, su unidad era Agrupación de Seguridad, esa
noche del supuesto golpe fueron llamados, para realizar una patrulla, el mismo era chofer de
un vehículo KIA. Posterior a ello fue arrestado por ocho días en la comisaria 11, al principio
en su rol de chofer fue a llevar a la comisaria 11, a cuatro personales que salieron con él en
la noche del 18 de mayo, Genes era el apellido de uno de ellos, y quedo arrestado
igualmente. Pavón le preguntaba sobre el recorrido que hizo como chofer. No escucho nada
porque estuvo en el predio, no vio a personal policial vendado ni garroteado, ni a nadie
maltratado.
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afuera ya no se escuchaba nada. Dijo además que tuvo secuelas de los golpes recibidos,
como ser moretones, hinchazones, todo en las plantas de los pies, en ninguna otra parte del
cuerpo recibió golpes, no recibió atención médica porque no había posibilidad de pedir, no
tenían contacto con profesionales abogados ni médicos, estuvo muchos días con dolor. Dijo
que pudo identificar a Jorge López pero no llego a observar si estaban en la misma pieza.
De dicha valoración expone el voto mayoritario la conclusión al respecto de la siguiente
manera: .. En este punto del análisis cabe hacer notar las inconsistencias entre lo dicho por
Jorge López y el Comisario Emilio López; en principio Jorge López relato que siendo las
07:00 horas de la mañana estando en su lugar de trabajo (Agrupación de Protección
Ecológica y Rural), fue llamado por su jefe y trasladado a la Comisaría 11 Metropolitana, ya
estando dentro de la oficina de Pavón señalo que vio a un Oficial Primero de apellido
Ortellado, el Sub Comisario Diosnel Ferreira, el Sub Comisario Merardo Palacios y el Oficial
Segundo Osvaldo Vera, aparte de ellos estaba acostado en el piso, boca abajo, maniatado y
con los ojos vendados el Comisario Emilio López, lugar donde permanecieron hasta pasado
el mediodía, cuando procedieron a sacarles a ambos; sin embargo, este testigo, al tiempo de
su declaración, refirió que permaneció hasta las 13:00 horas en Tacumbú, lugar y hora donde
fue entregado a Basilio Pavón, Merardo Palacios y Osvaldo Vera, quienes le sacaron de la
celda y le llevaron entre dos a la comisaria 11 de Villa Aurelia, lugar donde le hicieron pasar
al despacho de Pavón y fue amenazado. Es decir, ambos testigos se contradicen respecto a la
hora en que estuvieron en el despacho del Comisario Pavón. Igualmente, Jorge López dijo
que fue vendado con hoja blanca y cinta de embalaje, sin embargo, Emilio López dijo que
fue vendado con una tela. Asimismo, Jorge López asegura que fueron golpeados juntos en el
Despacho de Pavón y que “…ya pasado el mediodía lo sacan al comisario Emilio López y a
Jorge López hacia el fondo de la comisaria, a una pieza que estaba al lado del calabozo
donde funcionaba la sección de robos y hurtos, allí les sacaron las vendas…”. Sin embargo,
el Comisario Emilio López sostiene que quien estaba a su lado era el Sub Oficial Prospero
Arevalos, a quien pudo identificar por la voz en atención a que el mismo era personal de
Inteligencia en su grupo.
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era el Comandante y que la policía no haga nada, que toda la situación está controlada, que
no haya derramamiento de sangre en la familia policial; luego fue a la casa de Bower, estuvo
toda la noche allí, también el Comisario Pavón le hablo al Comisario Giménez para que le
diga al Ministro que abandone su casa, que se refugie en un lugar seguro porque tenía
información de que le iban a rescatar, a eso de las 06:30 horas llegó el Ministro con su
guarda espaldas, luego a las 07:oo horas se retiró del lugar y fue nuevamente a la comisaria,
le dijeron que ya estaba todo solucionado, al llegar el comisario Pavon le dio licencia para
bañarse, dormir un poco y que luego vuelva para trabajar, eso fue en fecha 19 de mayo. A las
08:30 o 09:00 horas aproximadamente vuelve al despacho de Pavón y él se encontraba solo,
después estuvo recorriendo y al volver nuevamente ya se encontraba Sosa (Jorge López
Sosa), estaba el comisario Palacios y el Oficial Vera, en ese ínterin lo llaman por la frecuencia
de la policía sobre un hecho de asalto que había ocurrido en la sucursal del Banco Asunción,
como jefe de Brigada se trasladó con su grupo para verificar y sobre Aviadores del Chaco y
Lillo chocó, pidió auxilio a la comisaria y fue a auxiliarle Palacios, fueron juntos al lugar del
hecho y encontraron que hubo robo de mucha plata, hizo el relevamiento de datos y luego
volvió a la comisaria le comento a Pavón la novedad que tuvieron y en eso llego el comisario
Escurra, el Comisario Pavón lo desarmo, le ordeno que entregue su arma y lo metió en su
dormitorio, después Ferreira salió del despacho y mientras preparaba su informe le contaba
al Oficial Inspector López que estaba en el calabozo, y otros cuatro sub oficiales estaban más
hacia la entrada de la oficina de Pavón, no le dio importancia a ellos en ese momento. En un
momento llego nuevamente a la Comisaría y estaba el Comisario Emilio López, se le estaba
tomando su declaración, vio que se estaba grabando con una radio grabadora, después salió
nuevamente, eso fue el día 19. Vio a Jorge López, estaba muy nervioso, muy alterado, estaba
siempre esposado dentro del calabozo. Al día siguiente, siendo las 21:00 horas Pavón le
pidió que traslade a López a la Marina, llegaron y el portón estaba abierto, entraron, había
una pieza totalmente vacía, ahí le dijo Pavón que lo meta a López, allí le dijeron que lo deje a
su cargo, fue a la patrullera, después volvió para ver qué pasaba, allí vio a Cáceres, el Oficial
López estaba de civil y el Comisario Cáceres estaba con los ojos vendados, arrodillado, tenía
una zapatilla, short y remera blanca, después llegó la comitiva del Ministro, estaba también
el Vice Ministro, el Oficial Inspector Giménez, el Comisario Agüero y un Sub oficial Giménez
de las Fuerzas Armadas, ellos estaban interrogando a los dos, mientras Ferreira se retiraba
de vez en cuando, iba a la patrullera, el Vice Almirante Candia se encontraba afuera, el
Comandante de ese lugar se acercaba y miraba de vez en cuando también, después de la
media noche le ordenaron para alzarle a López y llevarle a la comisaria, así lo hizo y cumplió
su misión. Refirió además no haber escuchado nada en la Marina, que en un momento dado
escucho la risa de Bower pero que no sabía el motivo. Ellos estaban interrogando, entendió
que hablaban de que salió mal el golpe. Dijo que Jorge López estaba vendado en todo
momento, caminaba normalmente, no pudo constatar si tenía lesión. No le consta que se le
haya pegado a ningún personal policial. No vio lastimado ni herido a López, dijo no haber
escuchado golpes dentro de la Marina, llevo a López, así como lo trajo, pero que estaba
vendado con cinta de embalaje de color marrón. A la vuelta López le dijo que estaba un poco
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decepcionado de su actuación, le dijo: “me equivoque, porque me metieron acá, me usaron
mal esta gente” se enojó con su grupo porque dijo que hicieron una cosa fuera de lugar,
hicieron un plan a la bartola. Asimismo, refirió que en ningún momento vio a Alfredo
Cáceres lastimado, ni herido, no se le pego a nadie en la Marina, todo era conversación,
dialogo, interrogatorio, se le escuchaba al comisario Pavón y al Ministro. Le manifestaron
que le llevaría a Jorge López para un careo, para saber quién estaba mintiendo. En la Marina
estaban con la puerta abierta por lo que podía divisar desde la patrullera lo que estaba
pasando, no vio nada anormal, que había apremio físico ni golpe. También hizo referencia a
que habló con Escurra, este le dijo que él estaba con el grupo que planificó el golpe con el
Comisario Cáceres y que salió frente a la Catedral, tenía que ir a su casa a esperar orden de
Cáceres para atacar la casa del Ministro Bower, pero que éste se hizo del desentendido se
quedó en su casa y no atendió el teléfono porque su familia no le permitió; Escurra
supuestamente era del primer anillo de Cáceres, por eso Diosnel Ferreira pensó que esta
denuncia fue preparada, según su relato volvió a repetir que: “soy sincero, no se le pegó, no
se le tocó así como suena”. Lo que indicó Pavón respecto a los interrogatorios fue que por
orden superior tenían que aclarar para saber la responsabilidad de cada uno. El Comisario
Emilio López le dijo que se había cometido una injusticia con él, porque el Comisario Cáceres
le usó, ello mando llamar en el cuartel central cuando ya se hizo cargo de la Comandancia,
eso lo hizo porque era su personal en la APER, entonces le dio 4 sub oficiales para que vaya y
le agarre a Bower en su residencia, refirió que fue una locura lo que le pidió Cáceres,
entonces fue hasta República Argentina y Mariscal López, allí se quedó un rato a hablar con
su camarada, después se fueron hacia radio venus, estando allí se preguntó que iba a hacer
en la casa de Walter Bower, él tiene mucho personal bien armado y no pueden ir a apresarle
en su casa. Cabe recordar que este testigo se ratificó íntegramente en su declaración al
tiempo de relatar lo sucedido durante la audiencia de reconstrucción realizado en la Marina
y la Comisaría 11° metropolitana.
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Despacho de Pavón, en carácter prácticamente de invitado, al tiempo de llevarse a cabo el
interrogatorio de los uniformados y los supuestos apremios físicos?, Escurra era personal
Policial con destino en esa comisaría, y según lo referido por el Comisario Diosnel Ferreira,
fue señalado igualmente como participe en los eventos golpistas de la noche anterior,
motivo por el cual fue arrestado
Luego se procede al análisis de la declaración del testigo Ricardo Orué Salinas que
refirió entre otros: …que cumplía función de oficial de guardia el día 19 de mayo de 2000 en
la comisaria 11 de Villa Aurelia, en segundo turno a partir de las 11:30 horas, llego a la
guardia y se encontró que hubo una intentona golpista…había también unos cuantos
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policías que no eran de la unidad que estaban siendo detenidos, sentados en el patio de la
comisaria sobre los canteros, se hacía pasar al despacho del jefe por una puerta lateral.
Alrededor de las 04:00 horas de la tarde el sub Comisario Palacios le ordena para acompañe
a la comitiva a trasladar a estas personas a la Agrupación Especializada, eran de 8 a 9
personas que se iban en un camioncito de la FOPE. No le consta que estas personas hayan
recibido golpes, ellos subieron por sus propios medios, no recuerda si en ese momento
estaban esposados, no vio a nadie con rastros de castigos o golpes, ello tenían sus botas de
uso policial…-
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mañana y que posteriormente ya no recibió golpes, igualmente dijo que el 19 a la tarde
fueron remitidos a la Agrupación Especializada y que el día siguiente fueron a traerlo
nuevamente a la comisaria 11. La declaración de Gamarra contradice groseramente las
declaraciones de los Comisarios Víctor Cáceres, Diosnel Ferreira, del Oficial Ortellado,
Ricardo Orue, así como la declaración brindada por el Sub Oficial Fabián Ojeda y hasta la
propia versión de Jorge López y los Sub Oficiales Lorenzo Genes, Rafael Sosa y Prospero
Arevalos, por lo que sus dichos pierden absolutamente fuerza probatoria al no ser
coincidente con las versiones transcriptas precedentemente.
Sigue diciendo: En conclusión, ninguna de estas personas han podido dar certeza
positiva al Tribunal sobre la existencia misma del hecho, pues existieron versiones o
testimonios contrapuestos, contradictorios y ambiguos, partiendo del elemento mismo
utilizado para la supuesta comisión del hecho punible de Tortura, es decir Jorge López refirió
haber recibido golpes en las plantas de los pies con palo de escoba, sin embargo los Sub
oficiales Lorenzo Genes, Rafael Sosa, Prospero Arevalos y el Sub Comisario Emilio López
manifestaron que fueron sometidos a apremios físicos con cachiporra o tonfa. Igualmente
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hubo imprecisiones respecto a los que participaron activamente en los apremios físicos, en
atención a que Prospero Arevalos refirió que fue Diosnel Ferreira quien les pegaba, cabe
destacar que Diosnel Ferreira no fue procesado por este hecho, sin embargo, Rafael Sosa
refirió que fue Osvaldo Vera quien daba los Golpes. Si bien es cierto estas personas no
denunciaron el hecho ante las autoridades competentes, los mismos manifestaron al
Tribunal haber sido víctimas de apremios físicos y estuvieron presentes en la comisaria 11 el
mismo día en que estuvo allí Jorge López. Asimismo, existieron versiones contrapuestas
entre Emilio López y Jorge López respecto al horario en que acaecieron los hechos, es así que
Jorge López refirió en parte de su declaración que fue conducido a la comisaria 11 por el
Comisario Víctor Cáceres, aproximadamente a las 07:00 horas de la mañana, y que al entrar
al despacho de Pavón vio al comisario Emilio López acostado en el suelo y que salieron
juntos del despacho hasta ya pasado el mediodía; sin embargo el Comisario Emilio López
dijo que estuvo recluido en Tacumbu (Agrupación Especializada) desde las 06:00 hasta las
13:00 horas del día 19 de mayo, para luego ser entregado al Comisario Pavon, Merardo
Palacios y Osvaldo Vera, es decir, estos oficiales de policía no se encontraban en la comisaria
11, en la hora señalada por Jorge López según refiere Emilio López.
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que había apagón general en la caballería, recordó haber estado escuchando radio AM y se
dijo a sí mismo que tenía que acudir por orden superior, llegando las 20:40 horas al cuartel
central de la policía, preguntó por el comandante a lo que el Oficial Inspector Francisco
Espínola le respondió que el Comandante ya se había retirado, preguntó por el Sub
Comandante Mauricio Kanazawa quien también se había retirado según le informaron, dijo
que también preguntó por el Comisario General de Orden y Seguridad Miguel Ángel Rojas,
de quien también se le informa que ya se había retirado. Que posterior a eso, unos quince
minutos después fue llegando el Comisario Higinio Pérez y que de ahí salió ya al corredor
preocupado por la situación porque en la radio se decía sobre el intento de golpe, por lo que
se dirigió a la Comandancia donde encontró al Sub Oficial 1ero Luis Bazán y el Oficial
Inspector Real, a quienes preguntó por el Comandante y le dijeron que se había retirado y
que el Sub Comandante también. Contó que llamaron al Comandante a su teléfono y no
contestó, que el Director General tampoco contestó, al igual que el Director de la Primera
Zona, por lo que el testigo decidió llamar al jefe de policía de la capital, Comisario Ppal. Julio
Duarte, cuya base estaba en la comisaría 7ma y quien era jefe de policía de la Capital, con
quien se contactó y se presentó, informando que se encontraba en el cuartel central donde
fue convocado y que al llegar no encontró a ninguno de los superiores por lo que ante las
informaciones de golpe de Estado solicitó su ayuda, a lo cual el Comisario Ppal. Respondió
positivamente diciendo que llegaría en la brevedad. Luego de eso, siguió relatando, dijo que
habló con el comandante del cuartel para saber quién está de turno, y se le contestó que
quien estaba de turno en ese momento era el comisario Cecilio Ramírez, a quien pidió que
se haga llamar y que desde ahí fue asumiendo la responsabilidad de establecer medidas de
seguridad del personal del Parlamento y del Palacio de Gobierno. Dijo que al llegar el Crio.
Ramírez le comentó que los militares iban a intervenir el Gobierno por lo que el testigo le
ordenó que despierte a todo el personal y que los quería armados y equipados. Mencionó
que el Comandante del cuartel se encontraba con él, en ese momento, así también el
comisario Higinio Pérez, Wilson Ojeda y Aurelio Franco, por lo que afirma que el mismo no
asaltó la comandancia esa noche con un grupo de comisarios armados a fin de proclamarse
comandante; recordó que dio órdenes a fin de establecer medidas de seguridad del cuartel,
de los parlamentarios que estaban todavía dentro del Congreso y del Palacio de Gobierno.
Relató que el reglamento interno de la policía en su Art. 1° inc. 8 menciona que, en ausencia
del Comandante, Sub Comandante, Directores Generales o Jefes de Comisaría, el más
antiguo se hace cargo en forma interina del mando con las mismas atribuciones del
Comandante; en base a esas circunstancias fue como asumió responsabilidad del mando
como personal más antiguo en ausencia de los superiores. Destacó que no se prohibió el uso
del teléfono, que no se cambió al Comandante, al oficial de guardia ni a ningún personal,
sino que se limitó a ordenar medidas de seguridad. Contó que aproximadamente a las 22:10
horas, llamó al comisario Higinio Pérez en la Agrupación Especializada y como no le contestó
asumió que el Presidente tenía problemas y el comisario Pérez se presentó ante un superior,
también dijo que a través de las noticias tuvo conocimiento de los tanques que venían desde
Cerrito hacia Remanso y que al escuchar que ya estaban a la altura de Artigas, le pasó la
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comunicación el comisario Julio Duarte Oviedo, Jefe de Policía, quien llamó al Director de
Policía Blas Ignacio Chamorro y le preguntó cómo estaba la situación y donde estaba, el
mismo mencionó que era citado por el Ministro Bower en la casa del Vice Ministro Chase y
que ahí recibió la orden para que la supuesta víctima, Comisario Alfredo Cáceres, se
presente en carácter de arrestado, dijo que luego de eso unos cinco minutos después le dijo
el Jefe de Policía que el Comandante estaba en línea, Casto Roberto Guillén, quien le
consultó como estaba la situación en el lugar, a lo que Cáceres dijo haber respondido que
“mal señor Comandante”, que nadie está a su orden de presentación y le preguntó si iba a
poder ir, que él mismo ya se encargó de las medidas de seguridad. Alrededor de las 17:00
hs., el Ministro del Interior de ese momento dio la orden de su detención y el de los
hermanos Figueredo. Contó que cuando fue a presentarse ante Miguel Ángel Rojas, Raúl
Vázquez, Jhony Díaz, un oficial Ozuna y otros sub oficiales se dirigían hacia él y le dijeron
“Comisario, entregue sus armas” pero debido a que él se resistió dieron unos quince tiros
con su pistola ametralladora, momento en que les llamó el oficial Real y se fueron, aún sin
esposarlo, contó que estuvo en el despacho con el director y que al salir lo llevaron al
despacho del jefe de la Agrupación, Comisario Cantero, con dos sub oficiales, se quedó allí.
Posterior a eso llegó el comisario Cayo Núñez y en la oscuridad le pusieron una esposa por
su brazo y el comisario Núñez puso la otra esposa por su brazo, éste le dijo que tenía que
cumplir órdenes del Ministro del Interior y llevarlo afuera donde estaba el Ministro, le dijo
que estaba a unas cuadras del lugar, por lo que Cáceres se negó y empezaron a estirarse en
lo que apareció el comisario Miguel Ángel Rojas diciendo que ya el Ministro estaba por llegar
y que lo dejen. El Ministro Bower llegó a eso de las 01:15 hs., jactándose por haber
recuperado la Agrupación Especializada. Vio entrar al Ministro del interior por la puerta de
atrás que da sobre Pdte. Franco en compañía del Vice Ministro, el Comisario Agüero, y el
Comisario Chamorro, mencionó que fueron a hablar en el corredor cerca del portón
mientras él, Cáceres, estaba esposado, dijo que pasado diez minutos se acercaron a él y le
dijeron “nde oviedista cachafaz y cobarde”, uno de los comisarios le dijo que no era digno de
vestir el uniforme y le ordenó sacarse la gorra, contó que con las manos esposadas sacó la
visera de la gorra y en ese momento lo golpea, refiriendo que eso es lo peor que se le puede
hacer a un uniformado y lo empujaron hacia la Comandancia donde vio a Guillen y Bower,
pregunta por el Comandante y ordena a los comisarios que se encarguen de arrestar a los
hermanos Figueredo y que a él –Cáceres- lo sacaron por la fuerza en una camioneta de
Núñez, en la carrocería iba Aurelio Franco, creyó que lo iban a llevar a la Agrupación
Especializada, lugar destinado para el arresto de un policía, sin embargo al llegar a la altura
de la Aduana pensó que lo estaban secuestrando, lo bajaron frente al COMIM (Comando de
Infantería de Marina), vio todo porque no estaba vendado, entraron con el comisario Aurelio
Franco, unos siete a ocho pasos a la derecha y entraron a la Comandancia de la Infantería de
Marina, al lado había una pieza que presume sería la ayudantía, lo encontró al Presidente de
la República sentado con Kalé Galaverna, al Ministro Silvio Ferreira y un escribiente, contó
que el Presidente le preguntó por qué pasó todo esto a lo que Cáceres dijo responder que
no sabía que solo tenía conocimiento que su Gobierno iba a ser intervenido y que se
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hablaba de que los responsables eran Rafael Saguier (Rambo), Cirilo Velázquez, Aníbal López
y otros varios Coroneles, momento en que Galaverna se dirige al Presidente y le dice “ese
General es un borrachín, al Presidente Wasmosy, le costó mucho su ascenso, le dijo que
habló con el comandante Mario Sapriza Núñez y éste contó que le dijo que Cáceres era uno
de los mejores de su remesa y que hizo cursos en el FBI con él”. Siguió relatando Cáceres que
en ese momento entró el Ministro Bower quien escuchó las palabras de Galaverna y
respondió “Presidente, yo no le ascendí al comisario Cáceres por ser Oviedista, que estando
con el jefe de policía de San Pedro encabezó un contingente de más de 30 campesinos que
vinieron a defender el Gobierno de Cubas Grau y que su sospecha de que Cáceres era
Oviedista se confirmó cuando le envió serenata al ex Ministro del interior Rubén Mendoza,
que quiso forzar la guardia para ir de serenata en su cumpleaños.” A lo que Cáceres dijo
haber solicitado permiso para hablar y respondió alegando que el Ministro del interior
estaba mintiendo, que tenía la resolución que lo designa a ir a enterrar al sub oficial
Francisco Barrios, acribillado con el Vicepresidente de la República y que fue a cumplir la
orden el jueves 25; el día 26 tenía que volver a Asunción pero que hacía jefatura de policía
en Santaní, eso informó al Presidente, a lo que Bower replicó que Cáceres estaba mintiendo
y que al parecer esa información llenó al Presidente y se retiró, saliendo todos detrás de él,
dijo que luego vino un personal que lo sacó de esa habitación y saca una Biblia y le dice que
lo lea, estimó Cáceres que en ese momento ya eran como las 01:30 hs., de la mañana del 19
de mayo. Cáceres dijo no estar en la lista de los detenidos en el Decreto por el Estado de
Excepción, contó que su señora presentó un Habeas Corpus Genérico y Reparador, que
posterior a eso fue a declarar a la Corte Suprema de Justicia, ya que nadie sabía de su
paradero, alegó que lo secuestraron y realizaron una detención indebida con su persona. El
domingo 21 de mayo del 2000 le llegó un bolso con una remera blanca y un short, además
de una zapatilla y una toalla, los que enseguida usó ya que se encontraba uniformado. Contó
que el mismo día, 21 de mayo, aproximadamente a las 21:40 horas, escuchó cuando se
desllaveó la pieza donde estaba y se asomó un personal de la Marina quien encendió la luz,
le dijo que venía personal de justicia policial para una declaración, al cerrar la puerta,
ingresó una persona de aproximadamente 25 a 26 años de edad, lo empujó por la pared y le
dijo que se quede quieto, procedió primero a atarle los brazos atrás con una soga y a
vendarlo con un retazo de colchón y cinta de embalaje, lo saca al corredor y contó 14 pasos
largos y siente la brisa, lo lleva por los menos 7 pasos a la derecha y entró a una pieza donde
le dijeron que se arrodille, dijo que lo golpearon en los oídos y que quedó “medio atontado
un rato” después escucho una voz que decía, déjame, al más antiguo, momento en que lo
agarran del brazo y lo levantan hacia atrás en una posición que contó le fue insoportable
porque uno puede despaletarse, a lo que el mismo dijo que pidió por favor que no lo traten
así y le dijeron que él debía responder a todas las preguntas que se le haga. Cáceres relató al
Tribunal que le preguntaron quien financió el golpe, además que le dijeron que no lo iban a
tratar como un policía sino como a un delincuente común, dijo que le volvieron a preguntar
si sabía quién financió el golpe, y Cáceres respondió que no sabía y que ahí recibió una
patada en la columna y como estaba esposado lo tumbaron por el piso y al caer llevó la
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cabeza por el piso, entonces el que comenzó le pateo por la cintura y comenzó a estirarle los
brazos hacia arriba, le suplicó que no le haga nada, que todo lo que querían se los iba a
decir, que colaboraría con las preguntas, se fijó por su vendaje para ver algo, había un
espacio y pudo observar que el piso tenía una alfombra color celeste o gris; después de unos
minutos le preguntaron cuántos hijos tenía, a lo que el mismo respondió que 4 estudiantes,
y sus supuestos torturadores alegaron de cómo iba a perder su carrera por semejante
macana a lo que Cáceres respondió no haber hecho nada más que presentarse a la
Comandancia por un llamado del comandante Casto Roberto Guillén y que en ese momento
se dio cuenta que sus supuestos torturadores lo estaban grabando, allí dice la misma
persona “López verdad que Cáceres te dio 100.000 gs. para ese golpe” y este le contesta “si
me entregó”, a lo que Cáceres pregunto si era el Oficial Jorge López, le dijo que si, allí se dio
cuenta que Jorge López estaba en el suelo a su derecha hacia la entrada donde le metieron a
la pieza, también le afirmaron que él dio 500.000 gs. a Gamarra y 1.000.000 gs al oficial
Escurra, y siguieron estirándolo. Habrá pasado una hora en esa posición, comenzando
después las preguntas con los números de teléfono, los nombres o apodos si recordaba, le
decía que era el Dr. Rambo Saguier, vio que tenían una hoja en la mano con número
telefónico de nombres de oficiales, entre ellos estaba el nombre de Aureliano Franco. Lo
tuvieron así por varios minutos y a cada cosa que no respondía lo estiraban, escuchaba a
Walter Bower reírse en la entrada, que se reía, las veces que le preguntaban por un militar
había silencio, por lo que supuso que estaba presente dentro de la sala un militar, el
Comandante de la Marina Alberto Benítez Benítez o Miguel Ángel Candia, luego le pasan la
soga bajo el vientre y lo voltean boca para arriba, lo patean por su estómago, rogó para que
no lo torturen más, pidió que le saquen la venda y lo hagan sentar para decirles todo lo que
sabía, a lo que le volvieron a preguntar si el financista era Lino Oviedo y si estaba de por
medio un comisario Ullón. Dijo que luego de tantas torturas escuchó una voz que dijo
“Basta” que era Bower, salieron varias personas y se quedaron dos o tres personas que eran
Walter Bower, Basilio PAvon, Merardo Palacios este ultimo la persona fuerte que lo agarraba,
BOwer dijo “apriétele los testículos”, mientras Cáceres estaba arrodillado, se sienta en
cuclillas, comenzaron a agarrarle del cierre del short, hasta inclusive rompieron el short,, le
apretaban los testículos, y Cáceres a los gritos decía que por favor no lo hagan más. Sobre el
acta de entrega de los personales policiales al juzgado, donde consta que los mismos fueron
entregados con buena salud y sin lesiones, dijo que la firma que consta en dicha acta y lleva
su nombre, estaba más arriba y negó haber sido revisado por el médico forense Florencio
Recalde. El lunes 22 aproximadamente a las 07:00 hs, se le acercó Blas Antonio Gómez, Cap.
De Corbeta y médico, quien lo inspeccionó y recetó un anti inflamatorio. Contó que el día 25
fue llamado a declarar por un Habeas Corpus en el Poder Judicial, donde denunció la
supuesta tortura y que ese mismo día alrededor de las 14 horas se le trasladó a la FOPE y
que al día siguiente en fecha 26 de mayo del 2000, salió la resolución del Poder Judicial
donde se ordenó que se lo traslade a la Agrupación Especializada. Mencionó que en su lugar
de reclusión recibió a un encargado de la Cruz Roja y que también ese día recibió la visita de
la Jueza Antonia Win, la Actuaria María del Puerto con un médico de la policía el Dr. Nicolás
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Lezcano, que no lo inspeccionó según dijo. Siguió manifestando que en fecha 29 de mayo
solicitó que el médico de la Agrupación Especializada lo asista, el Dr. Andrés Gómez Cardozo,
quien le recetó piromex relax. Mencionó que en noviembre consiguió su traslado a la
Agrupación Especializada. Dijo que detrás de las vendas que le pusieron tenía un espacio
donde pudo ver a Osvaldo Vera y reconoció la voz de Merardo Palacios. Mencionó que
psicológicamente está bien, siente dolores en parte de la cintura hasta hoy y que tiene
ciertas falencias en el oído. Contó que fue sumariado por el intento de golpe, donde le
dieron de baja y que posteriormente la causa prescribió y le dieron su sobreseimiento
definitivo. Manifestó que la venda que le pusieron en los ojos estaba hecha de un pedazo de
colchón con cinta de embalaje y con soga lo ataron con las manos hacia atrás .-
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golpes y los mismos estaban con su uniforme policial durante su estadía en la armada. En
igual sentido depuso el señor MIGUEL ANGEL CANDIA, por entonces Comandante de la
Armada Paraguaya, quien dijo al Tribunal que el 21 de mayo del 2000, en horas de la noche
lo llamó el Comandante del COMIM y le comentó que esa noche el entonces Ministro Bower
iba a ir acompañado de una delegación de la justicia policial a fin de realizar un careo entre
un funcionario y un detenido que estaba bajo la custodia de la Armada Paraguaya en la
Infantería de Marina, en el marco de una investigación, motivo por el cual se constituyó en
la Unidad, dijo que al llegar ya estaban reunidos en la guardia, en la ayudantía de la
Comandancia, que está ubicada en la misma guardia de la institución, todo en el mismo
bloque. Se procedió a que se cumpla la directiva de custodiar a los detenidos que fueron
puestos bajo custodia de la Infantería de Marina, tanto oficiales de las F.F.A.A. y Policías, a lo
que se dio cumplimiento. Contó que al llegar a la Comandancia se sentó en el lugar del
comandante y que contiguo estaba la ayudantía donde estaban en reunión a los efectos del
careo y que durante todo ese tiempo permaneció ahí y que en ningún momento tuvo
participación de esa reunión; mencionó que al finalizar, el entonces Ministro Bower salió de
la ayudantía por la puerta de la guardia y que en ese momento el mismo también salió y
conversó con el Ministro sobre los acontecimientos del 18 y 19 de mayo hasta que Bower
decidió salir y éste refirió haberse quedado un rato más dentro de la Unidad para luego
regresar a su casa. Al día siguiente todo fue normal dentro de la unidad y ya quedó a cargo
del Comandante todo lo que conllevó al cumplimiento de la misión de custodiar y poner a
disposición de la Justicia Ordinaria y Policial a los arrestados, ya que se abrieron dos frentes
de investigación. Contó que la noche del careo se realizó entre las 21:30 horas y las 01:00
horas de la mañana, que el Ministro llegó antes de él y que no sabía quiénes eran los
detenidos y que no recordaba los nombres. Recordó que el entonces Ministro Bower, estuvo
en varias oportunidades en la Infantería de Marina acompañando delegaciones de
autoridades, tanto como al Presidente de la República y otros Ministros del Gabinete. Dijo
que el día 25 de mayo, antes de ser entregados los oficiales detenidos fueron convocados
por la justicia ordinaria, ante un juez, motivo por el cual se los trasladó hasta el Poder
Judicial bajo custodia naval Militar de la Infantería de Marina, y que así se mantuvo pese a
que guardias del Poder Judicial pidieron el custodio dentro del edificio, a lo que se negaron
por estar a cargo de la Unidad Militar y el interés que tenían de cuidar a los detenidos que
estaban bajo su custodia. Recordó que la Comandancia está pegada a la Ayudantía, es decir
son contiguas, separadas por una puerta que estaba abierta desde donde dijo que se
escuchaban murmullos, pero no se entendía nada, dijo no haber escuchado gemidos, ni
dolor, nada que podría suponer que alguien sufría apremios desde ahí. Contó que ellos
como COMIM no tenían que meterse dentro de las investigaciones, que eran llevadas por la
Justicia Policial y Ordinaria y que su función se limitaba a custodiar en todos los sentidos a
los detenidos policiales y militares.
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supuesta víctima de tortura en la Infantería de Marina, cometido en fecha 21 de mayo de
2000 en horas de la noche, aproximadamente a las 21:00 horas en adelante según la
versión brindada por éste, sin embargo, muy por el contrario a lo manifestado por el
Comisario Alfredo Cáceres, relataron lo ocurrido aquella noche del 21 de mayo de 2000 en
sede la Marina, los testigos, el Comandante del Comando de Infantería de Marina Juan
Benítez Benítez y el Comandante Interino de la Armada Paraguaya Miguel Ángel Candia,
cabe recordar que estas personas son testigos presenciales de lo acaecido en la fecha
mencionada más arriba, donde resultaron contestes y uniformes las declaraciones de los
mismos al manifestar que estuvieron en el lugar y el Ministro del Interior había solicitado
un careo dentro de la unidad Militar en atención a que en dicho lugar se encontraba
cumpliendo arresto el Comisario Alfredo Cáceres, el Capitán Juan Benítez refirió que se
realizó una entrevista en presencia del Ministro Bower, y el Almirante Miguel Candia lo
llamo un careo, lo cual, ambos coincidieron que se realizo sin ningún inconveniente,
manifestando los mismos que la puerta estaba abierta, por lo que se podía escuchar
murmullos dentro de la sala pero sin entender lo que decían. Ambos Marinos ratificaron
plena y claramente que no se realizaron apremios físicos al personal policial arrestado y
careado, que todo fue desarrollado dentro de los cánones normales.
23
fue a saludarlo estaban hablando con él y su ayudante de apellido Torossi, después se
despidió y entro nuevamente a su oficina. Franco también vuelve hacia la guardia, se sentó
sobre un banco que había allí en frente, después de 20 a 30 minutos salió el comisario
Cáceres, el Comisario Pérez se fue y le dijo que se tenían que ir a la primera zona policial a
esperarle al Comisario General Chamorro quien era el Director en ese entonces, fue a la
primera zona policial, al llegar llamo al Comisario General Chamorro, hablo con él, le
pregunto qué instrucciones tenia para él, y este le contesta que ya se estaba yendo que le
espere, hablo como cinco veces con él y siempre le manifestaba que estaba llegando, ya
cerca de la media noche se apagaron las luces, estaban en la oscuridad, hasta que después
de las 12:00 horas llego un grupo de personal de la FOPE, salió a la puerta para recibirlos, ahí
lo apresaron, le sacaron su revólver, su teléfono celular, lo esposaron, lo alzaron a la
camioneta y lo llevaron a la Infantería de Marina. Permaneció en ese lugar, a partir del
jueves hasta el domingo a la mañana, que se presentó un Capitán amigo suyo, quien le
proveyó de colchón, almohada y manta para su cama, también le pidió avisar a su familia
que estaba en ese lugar. Ese día domingo a la noche a lunes, después de la media noche,
estaba sin luz porque ya estaba para dormir, apenas se durmió, escucho que alguien abrió la
puerta, se levantó a mirar y encontró un personal uniformado, marinero, quien le dijo que a
su socio se le está garroteando, éste le dijo que no tenía amigo, a lo cual explico que era el
comisario que tiene bigote a quien le estaba pegando y dijo que era Walter Bower y su
grupo, manifestándole que a lo mejor después le iba a tocar a él, allí pensó que era al
Comisario Miguel Ángel Figueredo a quien le pegaban esa madrugada, porque él tiene
bigote. Al día siguiente fue una persona junto a él y le pregunto si no quería caminar, a lo
cual respondió que si ya que tenía todo su elemento porque su señora ya le había acercado,
salió a caminar en la cancha que está rodeado por un asfaltado, allí vio al Comisario
Figueredo, quien ya estaba caminando, se fue atrás de él y cuando se dio la vuelta le vio a
Cáceres que estaba viniendo del lugar de donde salieron ellos, se iba medio rengueando con
mucho dolor, cruzó la cancha, fue a sentarse en una de las gradas, cuando paso cerca suyo le
pregunto qué le paso, le dijo que le pegaron todo mal, no sabía quién le garroteo todo mal,
solo lo que informo el Sub Oficial que fue un grupo de Walter Bower. Posterior a ello fue
dado de baja deshonrosa por orden del señor Walter Bower. Dijo que a él nadie le toco,
maltrato, no recibió maltrato verbal en la Marina, lo trataron muy bien.
Sigue el análisis con la declaración del testigo CAYO NUÑEZ AGÜERO, …dijo que en
esa época era jefe de la comisaría 9na y que fueron convocados por la Jefatura de Policía
para apoyo del cuartel central de policía. Dijo que le apresaron a Cáceres y que él quiso
reaccionar, cuando otro oficial que defendía la Institucionalidad policial tiro una ráfaga de
fusil arriba y que así el Comisario Cáceres se rindió y lo llevaron a la oficina del jefe de
seguridad, contó que ya era tarde y las balas venían sobre un techo hacia el frente y que
caían las tejas sobre sus cabezas por lo que decidió sacarle al Comisario Cáceres, esposó a
Cáceres por su brazo, señalándole que tenía todos sus derechos garantizados y que el mismo
tenía un chaleco antibalas, que se pondría frente a él de ser necesario para resguardar su
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vida; refirió que salieron por detrás del cuartel y fueron hasta la Infantería de Marina y ahí le
quitó la esposa, contó que al llegar a la Marina encontraron al Presidente de la República
González Macchi, quien lo felicitó por su actuar, destacó que esa fue toda su participación en
el hecho que nos ocupa, trasladarle al Comisario Cáceres en carácter de detenido, bajo su
custodia, en su vehículo. Expresó que como chofer iba el Comisario Salcedo que era su
personal de la 9na y que él fue en el asiento trasero con Cáceres. Destaco no haber tenido
ninguna orden para trasladar a Cáceres, su intención era llevarlo hasta la Agrupación
Especializada pero que le dijeron que se vaya a la Infantería de Marina donde iban a estar
más seguros ya que en la Agrupación había otro problema. Desde ese día nunca más vio a
Cáceres, y no supo qué pasó con López. Contó que de la Infantería de Marina se retiró
aproximadamente a las 04 de la mañana.
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visitaron, a los cual Cáceres respondió que le garrotearon todo mal. Mencionó no conocer la
comandancia de la Marina, que nunca tuvo acceso. Que en su reclusión escuchaba sonidos
propios de la Marina y que hizo un pedido especial al Capitán Benítez porque su pieza estaba
húmeda, por lo que pidió dejar la puerta abierta, a lo que el Capitán accedió. Comentó que
al día siguiente de la visita de Bower, su abogado consiguió el habeas corpus y fue a la FOPE,
donde le dieron las comodidades mínimas, un dormitorio, un baño privado, por el grado que
ostentaba lo atendieron bien, contó que de camino a la Marina en un ómnibus vio el pie de
Alfredo Cáceres, que era una pelota hinchada, que tenía esas características en el músculo
lado izquierdo y le dijo “te pegaron todo mal” a lo que Cáceres le mostró la planta de su pie,
que dijo el testigo era como un sapo hinchado por lo que le preguntó dentro del ómnibus
quienes estaban y Cáceres le respondió que la noche anterior tuvo la visita de Bower con su
equipo, que ese fue el único nombre que le dio. Ya en la FOPE dijo que dos o tres días
después gente de la ONU les hizo una entrevista, donde le preguntaron en reiteradas
ocasiones si le pegaron, a lo que el testigo dijo responder que no lo pegaron, que estaba
encerrado y que a partir de ahí ya eran presos normales, salían a caminar, les llevaban la
comida, estuvo ahí hasta noviembre o diciembre, que obtuvo medidas sustitutivas y que dos
o tres años después la causa prescribió y lo reincorporaron a la policía, dijo que recuperó su
grado policial y con ese grado se jubiló y que desde entonces ejerce la profesión de abogado.
El testigo dijo reconocer su firma en el acta de entrega que le fuera exhibido, alegando que
nadie fue amenazado para firmar
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versión de que un “uniformado” les informo sobre la presencia de Bower y su equipo y los
apremios físicos a los que estaba siendo sometido el Comisario Cáceres, pero ninguno pudo
identificar a su fuente. Figueredo señalo además haber escuchado los gritos o gemidos de
dolor, situación muy difícil de darse, atendiendo a la distancia que había entre los lugares
donde permanecía privado de su libertad y la ayudantía donde se practicaba el
interrogatorio a Cáceres, según se pudo comprobar en oportunidad de la reconstrucción de
los hechos.
Igualmente se cuenta con la valoración del testimonio del médico BLAS ANTONIO
GOMEZ GONZALEZ quien refirió al Tribunal que el día el 22 de mayo del 2000 se
desempeñaba como oficial de sanidad de las Fuerzas Armadas, con rango de Capitán de
Corbeta o Fragata, ese día recibió la orden del Comandante de asistir médicamente a una
persona que solicitó atención médica, mencionó que al entrar a la pieza, encontró a dos
personas y preguntó quién solicitó atención médica, por lo que dijo que se le presentó el
señor “Palacios” - si bien el testigo dijo que se le presentó el señor Palacios, el mismo hizo
referencia al Comisario Alfredo Cáceres- quien dijo que solicitó la atención médica y al
consultar el motivo dijo que Cáceres le manifestó que tenía dolores en la zona lumbar,
dolores en la cervical, en los hombros y que no podía moverse, dijo que cuando preguntó
por el origen de los dolores, Cáceres le refirió postura inadecuada por tiempo fuera de lo
normal por lo que le dijo que tenía imposibilidad de mover cierta parte del cuerpo y que
tenía una contractura generalizada, Cáceres le contó que estaba atado de manos atrás y
acostado en el suelo. Contó el testigo que le dio un antiinflamatorio y que esas contracturas
se debían a las posiciones a las cuales estuvo sometido, que la contractura es un mecanismo
de defensa del organismo para evitar forzar posiciones que no son naturales, manifestó el
testigo desconocer el tiempo durante el cual Cáceres estuvo en dicha posición. También
mencionó que Cáceres le comentó que recibió un golpe en la zona testicular, pero que el
mismo no constató lesión externa a ese nivel. Resaltó que vio a Cáceres adolorido, que lo
notó por su tono de voz. Destacó que no expidió diagnóstico médico ni receta con relación a
la contractura, siempre tenía a su disposición medicamentos. Resaltó que la medicación que
mejor iba al paciente – Cáceres- era un anti inflamatorio y relajante muscular, agregó que no
observó en él ningún hematoma ni raspadura pero que sí pudo constatar la contractura
muscular, generalizada a nivel dorso lumbar. Manifestó el testigo que informó verbalmente a
su superior de lo actuado, el Comandante de la unidad Benítez y no en forma escrita. Al
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momento de exhibirle el medicamento a los efectos de saber si el testigo lo recuerda, el
mismo manifestó que el nombre de la medicación es Flogiatrin B12 y que antes venía en
otra caja, una caja blanca, pero que la fórmula es la misma a la de esa época, dexametazona,
complejo B y carizoprodol que dijo es un relajante muscular. Alegó el testigo que el caso no
merecía internación, la contractura no es patología para internar y que esa medicación era
suficiente.-
El testigo, FLORENCIO RECALDE LOPEZ, médico naval, refirió al Tribunal que estaba
de guardia en el servicio de sanidad de la Armada y que estando de guardia, recibió la orden
de trasladarse al Comando de Infantería de Marina donde solicitaron su presencia para
inspección médica. Recordó que inspeccionó a tres policías, cuyos nombres dijo no recordar.
Encontró a los tres policías en buenas condiciones. Explico que el procedimiento de revisión
consiste siempre en primero preguntar cómo se encontraban, dijo que estaban bien, sin
ningún tipo de apremios, dijo también que preguntó si tenían dolencias, si eran diabéticos,
hipertensos, que les pidió que se levantaran la ropa para hacer una inspección visual y que a
raíz de que le dijeron que no tenían ningún tipo de lesiones fue un vistazo rápido el que
realizó a fin de ver el perfil corporal, dijo que no revisó las plantas de los pies, que la
inspección médica operativa es levantar los torsos y ver la parte frontal, lateral y posterior y
los miembros. Alegó que esa inspección la realizó cuando los policías se estaban retirando
del COMIM, contó que los vio de pie y que podían caminar. Destacó que forma parte de la
inspección primero hablar con el paciente, para entrar en confianza y ver si están ubicados
en tiempo y espacio, se le pregunta si reconoce el lugar donde está y que momento del día
es y que no había ninguna falta de coordinación al respecto, que el testigo les había
preguntado si tenían alguna queja que manifestar, situación de queja de dolor o apremio.
Destacó no haber encontrado rastros de golpes. Contó que hizo un borrador que pasó a sus
superiores que se encargan de hacer el documento que posteriormente firman ellos y que
acompañaron el proceso hasta que los policías fueron retirados. Dijo que el ambiente era
normal, que los policías arrestados, pasaban a ser custodiados por los agentes de policía y
que no fue una situación tensa con falta de cordialidad.
Por su parte, ANDRES ALCIBIADES GOMEZ CARDOZO dijo que en esa época estaba
como médico del Hospital de Policía y también prestaba servicios en la Agrupación
Especializada. Contó que como médico, cuando iba un procesado lo llamaban para hacerle
una inspección médica, recordó que en una oportunidad inspeccionó al Comisario Cáceres
en la sanidad de la Agrupación Especializada, brindaba servicios los días lunes y viernes, por
lo que la inspección tuvo que haber sido en uno de esos días de la semana. Contó que hay
un libro de novedad que tiene el Jefe de Agrupación Especializada donde asienta en su libro
diario, la presión arterial, frecuencia cardiaca y respiratoria y alguna otra novedad que
pudiera ser relevante y si hay necesidad lo derivaban al Hospital de Policía, dijo que, en este
caso, tal necesidad no había. Contó que, en su consultorio dentro de la Agrupación
Especializada, siempre tenían analgésicos, anti inflamatorios y que a la mayoría siempre les
28
medicaba con uno de esos dos y que no recuerda en ese momento con qué medicamento se
disponía en la farmacia interna. Contó que Cáceres le refirió que sentía un dolor de espalda
y que cuando hay dolores le dan analgésicos o anti inflamatorio que tienen en la sanidad.
Manifestó el testigo no haber tenido conocimiento del porque Cáceres estaba privado de su
libertad, que el jefe de la Agrupación Especializada siempre lo llamaba cuando llegaba un
detenido para la inspección médica correspondiente.
29
aplico piromex relax, que lo había recetado el Dr. Gómez. Finalmente, ninguno de estos
facultativos concluyeron que el comisario Cáceres presentaba signos o señales de haber
recibido apremios físicos, sí hicieron mención a lo que el mismo les refirió.
A su vez se refieren al testimonio del DR. JOSÉ NICOLÁS LEZCANO refiriendo que;
dijo que acompañó una comitiva judicial, encabezada por el Dr. Paredes, en la Agrupación
Especializada, consistente en una rutina donde el médico de guardia requiere su presencia,
para verle a unos reclusos, dijo no haber presentado ningún escrito al respecto en ningún
lado. Destacó no tener registrado que haya realizado ninguna inspección médica, sino que se
limitó a acompañar al Juez que estaba de turno. Mencionó que el Juez pudo haber tenido
entrevistas con los reclusos y que su parte, en ese caso tenía que haber elaborado un
dictamen, dijo que seguramente la situación no ameritaba sus servicios, motivo por el cual
no lo habría hecho. Dijo no poder ayudar porque no recuerda nada sobre ese hecho y no
quedó nada escrito al respecto, por lo que se encuentra imposibilitado de cooperar con su
declaración.
30
Se observa igualmente el análisis de las declaraciones del testigo S.S. Wilfrido
Peralta Arguello: a la cual se remiten en la siguiente forma: …manifestó ante este Tribunal
que no recuerda bien los hechos pero cree que fue convocado con tres Agentes Fiscales,
María Teresa González y Andrés Casatti para constituirse en la Agrupación Especializada a fin
de constatar un hecho relacionado a golpes y/o tortura, que la orden de constitución vino de
la Fiscalía General del Estado, y que fueron acompañados en su momento por un profesional
médico. Señaló que no recuerda haber visto lesiones ni nada semejante, mencionó que se
tuvo que haber labrado acta de dicho procedimiento, que no recuerda el mes de la
constitución ni que se haya encontrado con el Comisario Cáceres. Dijo recordar vagamente
que habían presentado una nota tipo denuncia ante un fiscal.-
31
entrar en una unidad militar , dijo que había personal de guardia y que la comandancia
estaba con la oficina abierta, contó que estaba en compañía del Oficial Inspector Ramón
Giménez. Recordó que estaba la ayudantía también con la puerta abierta y que estaban
sentados los guardias y centinelas, la oficina de guardia estaba como a 10 metros de
distancia de él; remarcó que quedó afuera y en ningún momento entró a la unidad, puesto
que era artillero y no podía entrar sin autorización del oficial de guardia. Manifestó que no
frecuentaba la comisaría 11 y que a la Marina fue solo una vez a acompañar al ministro, pero
que no recuerda que día fue .
32
comisaria 11 metropolitana y que Botánica I, estaba dentro de la jurisdicción de la 11. Refirió
que en el frustrado intento de golpe de estado recibió la información de que el Ministro y su
familia tendrían que ser detenidos y que como responsable de la seguridad del Ministro, su
familia y la residencia acudió al comisario Pavón a informarle de los hechos que
posiblemente pudieran acontecer. Relató que la noche del 21 de mayo acudieron a la base
de la Marina, desde la comisaría 11, sabiendo que el Ministro se encontraba ahí;
aproximadamente las 21 o 22 horas y que en ese lugar encontraron al Ministro del Interior;
dijo el testigo que el acudió con un grupo de personal policial de la FOPE, unas 15 a 20
personas; agregó que se quedaron como dos horas y que llegaron hasta la guardia donde
permanecieron por ese lapso de tiempo, destacó que el mismo estuvo en la ayudantía de
Marina y que tenía a la vista al Ministro del interior quien estaba en el despacho del
Almirante Candia, Comandante de la Armada Nacional, señaló que el despacho del
Almirante estaba entreabierto y la puerta de la ayudantía estaba abierta. Expresó que en esa
unidad militar había muchas personas detenidas y que no sabía la cantidad exacta. Señaló
que el comisario Pavón estaba en ese lugar y que también reconoció al comisario López.
Alegó el testigo que esa noche no vio en la Marina a Palacios ni a Vera; manifestó que
tampoco llevaron ni trajeron detenidos. Remarcó que no escuchó ruido, si mucho bullicio
porque había mucha gente demorada en ese lugar y que el semblante que vio en López era
el de una persona demorada, normal, que a simple vista no notó golpes en él.
Se observa igualmente la valoración del testimonio del testigo Dr. Luis Lezcano
Claude quien, dijo al Tribunal que en mayo del 2000 estaba como Ministro de la Corte
Suprema de Justicia, recibió la visita de la madre y hermano de una de las personas que
habían sido torturadas en la Comisaría 11, el Sub Oficial Lorenzo Genes, quien fue apresado
e incomunicado en dicha comisaría, acudieron a su persona por el cargo que desempeñaba,
buscando ayuda, dijo que intentó hablar con el ministro Bower y solo logró hablar con su
secretaria a quien le manifestó su preocupación por quien era su guardia personal como
Ministro de la Corte, mencionó que al ministro le llegó el mensaje después de la liberación
de Lorenzo Genes. Contó que en una visita de Genes que a pesar del tiempo trascurrido
mostraba algunas señales de tortura, en la pierna y en el costado de la espalda y los datos
que constaban en las publicaciones periodísticas, además dijo que el Sub Oficial le narró que
los primeros días estuvieron incomunicados y que fue en esos días que la tortura tuvo lugar
en la comisaría 11 y que hubo un periódo de 6 a 7 días para la recuperación por las lesiones
que causaron la tortura y que dos a tres días después de ser liberados , que serían 8 a 9 días
después de la tortura, se podía apreciar rastros en lagunas partes de su cuerpo a lo que el
testigo le ofreció la realización de un diagnóstico médico por el temor y deseo de seguir en
la institución policial. Resaltó que Genes le señaló quienes estaban con él y que no recuerda
ningún nombre por el tiempo trascurrido. Volvió a recalcar que eran golpes en las piernas, al
costado a la altura de los riñones y en la espalda.-
33
Prosigue el voto en mayoría con el análisis de la testifical de JUAN FRANCISCO
RECALDE, quien dijo al Tribunal que era procurador adjunto de la Procuraduría General de la
República y dijo que tenía poder general y especial del Presidente de la República para
querellar. Contó que cuando acaecieron los hechos del 18 y 19 de mayo fue convocado al
palacio y se amplió su poder y se le designó como procurador general adjunto, con amplios
poderes para los sumarios que se estaban iniciando en la justicia policial. Mencionó que a
partir de ahí desfilaron todos los jefes que se revelaron en la noche del 18 y 19 de mayo
porque hubo un intento de rebelión en contra del gobierno; destacó que un jefe de ellos le
dijo que había una pequeña guerra política entre los propios políticos, uno de ellos
encabezados por Lino Oviedo, ya fallecido y el otro por un senador y que esas dos facciones
habrían iniciado el problema para tomar el poder y reemplazar al entonces presidente
constitucional González Macchi, resaltó que según lo dicho por ese jefe la pelea fracasó
porque hubo un desacuerdo entre esas dos personas y le dejaron solo al que en ese
entonces tomó la policía y se autoproclamó como Comandante de la policía el comisario
Cáceres. Dijo haber tomado declaración donde muchos negaron y otros admitieron, refirió
que el sub comisario Gamarra le confesó que hacía guardia en la casa de algunos políticos y
que el se iba a pegar a una de las acciones pero desistió. Dijo que llegaron a la conclusión de
que todas las personas a quienes sumariaron eran culpables de ese intento de rebelión y
que dieron de baja a todos ellos, salvo a una o dos personas a quienes consideraron que no
estaban involucrados, uno de ellos de apellido Cogliolo y que luego se dio el cambio de
gobierno y asumió como ministro de gobierno el Dr. Fanego, quien le repuso a todos o a la
mayoría en el cargo y les tuvo a su lado en cargos importantes. Relató que
independientemente al sumario policial hubo otra denuncia en donde se procedió a la
instrucción sumarial a los oficiales superiores de la comisaría 11, entre ellos el comisario
Pavón y Merardo Palacios a quienes se les sobreseyó en justicia policial. Destacó que en
cuanto a lo que atañe a la comisaría 11 a su criterio no fue probado porque ya no había
lesiones visibles por más diagnósticos médicos, para él no eran sustanciales. Dijo que dio el
dictamen final y recomendó que no se dé sanción, pero que no recuerda si se sancionó o no,
porque dichas lesiones no fueron probadas, contó que se desvistieron y no constató
lesiones, que supuestamente habrían existido esas lesiones pero que él no las constató y
tampoco confió por las razones que ya mencionó sobre lo que uno puede decir después de
ser un golpista.
34
hechos que son objeto de estudio en la presente causa, por lo que este Tribunal se
encuentra imposibilitado de valorar sus declaraciones por no poder las mismas contribuir
con el esclarecimiento de los hechos que nos ocupan.
En cuanto a lo que a las declaraciones brindadas por los señores Fausto Fleitas
Benítez, Alejandro Nissen Pessolaani, Humberto Isaías Insfran Miranda, Escribano Arsenio
Ocampos Velázquez, Cesar Matoza Miranda, Gral. Jose Key Kanazawa, Comisario Julio
Duarte Oviedo, Hugo Ramón Samaniego no son conducentes al esclarecimiento de los
hechos que nos ocupan, puesto que los mismos manifestaron no tener conocimiento de
ellos.
La NOTA N° 133/00, obrante a fs. 382 de la Carpeta Fiscal dirigida al Jefe de Policía
Metropolitana Crio. Ppal. DAEP Julio Duarte Oviedo y firmada por el Crio. Dejap. Juan Basilio
Pavón, en la cual se comunica el arresto del Sub Comisario OS Saturnino Antonio Gamarra,
arrestado por su presunta participación en el intento de ataque contra la residencia del
ministro del Interior, Walter Bower, ubicada en “BOTANICA I” por disposición del Crio. Ppal.
Daep. Alfredo Cáceres.
La NOTA de fecha 20 de junio de 2001, obrante a fs. 571 de la Carpeta Fiscal dirigida
al Director del Hospital Militar Cnel. D.E.M. Teófilo Recalde y firmada por el Tte. Cnel. Andrés
Herebia, Jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Militar, por la cual se informa que en
respuesta al pedido del Juzgado sobre el Sr. Rafael Sosa Carmona, atendido en dicho servicio
con ficha N° 345.927, en fecha 30 de mayo de 2000 a las 15:40 hs. Por el médico de guardia
Dr. Gustavo Ayala con Dx: golpe en planta del pie izquierdo, con estudio radiográfico normal.
No se constatan lesión en el mismo.
35
En cuanto al Informe Victimológico de la Dirección de Asistencia de las Víctimas del
Ministerio Público, obrante a fs. 649 de la Carpeta Fiscal, firmadas por Lic. Yolanda Mujica,
Abg. Selva Etcheverry, Asistente Fiscal y Víctor René Villasboa, Trabajador Social, en la que se
detalla que se realizaron entrevistas clínicas victimológicas con Rafael López, Fabián Ojeda,
Lorenzo Genes, Jorge López, Alfredo Cáceres que se relacionan al tiempo en que fueron
privados de su libertad en distintas instituciones policiales y militares, se destaca en el
documento la Descripción de Daños Comunes en las víctimas consistentes en – Sentimientos
de Humillación Social: sentimientos que guardan relación con una frágil auto percepción de
sí mismos ante sus camaradas y subalternos. – Estigmatización Social: como proceso
socialmente desacreditador, el estigma se traduce en el etiquetamiento o rotulamiento
social que sufre una persona que presenta algún tipo de atributo que afecta negativamente
su identidad, provocando secuelas que se extienden al plano personal, socio familiar y
laboral, afectando el cotidiano de la vida. –Pérdida de confianza en la institución policial:
evidenciada en los sentimientos de traición, hacia una práctica que ellos consideran
distorsionada en relación a la función de la fuerza pública en la sociedad. El sufrimiento está
relacionado al imaginario social construidos por estas personas en el desarrollo de sus
rerspectivas carreras policiales, que se han visto alterados o afectados por un hecho que
entra en contradicción con su formación policial y la posición misma de la institución ante
esa coyuntura. – Desconexión de la mismidad: como producto de la institucionalización o
sea del sometimiento por prolongados periodos de tiempo a regímenes de disciplinamiento
y control formal en la institución policial en la cual se han formado. Esto les dificulta hablar
de sí mismos y profundizar en sus emociones, ya que se presentan como privados de
individualidad, efecto lógico de una institución total como la policía.- Estado de Inseguridad:
puesto de manifiesto en la ansiedad y la tensión que les genera el proceso judicial, así como
la indefinición en la posición que ocupan al interior de la fuerza policial Trastornos: afectivos,
cognitivos, interpersonales, laborales, somáticos en el relacionamiento social, que se
revisten en cuadros de estrés emocional. II Descripción de Daños en casos Específicos, en
este punto nos remitiremos directamente a las conclusiones referentes a los querellantes en
la presente causa, que hacen al objeto de nuestro estudio. Jorge López: se manifiesta la
dificultad de asumir la baja del servicio policial, haciendo incapié en su sentido de
pertenencia a la institución. Expone preocupación por las consecuencias del hecho en su
familia. Señala además un estado de permanente alteración nerviosa, que ubica como
emergente del hecho. Describe características de un estado de alerta, que relaciona con la
posibilidad de ser nuevamente victimizado. Este indicador expone a la persona que lo
padece a situaciones de estrés que se patentizan en un cuadro depresivo marcado por el
agotamiento físico y mental, angustia irascibilidad…”.
36
asumir la baja del servicio policial y no hace referencia a los supuestos apremios físicos
que se halla analizando. Las situaciones descriptas precedentemente, encontradas en las
personas sometidas a dichas entrevistas, no sugieren ni señalan directamente la causa o el
origen que las motiva. Si bien es cierto, el informe Victimológico es un referente
importante para determinar el estado en que se encuentra la persona evaluada, no es
menos cierto que el mismo carece de una metodología técnico científica que avalen sus
resultados. La persona evaluada puede encontrarse perfectamente en la situación
descripta por un sinfín de motivos, razones o problemáticas que no nos llevan a la
condición de afirmar con certeza que las características de referencia se deban al hecho
punible juzgado en la presente causa.
Respecto a los Recortes del Diario ABC Color del día 27 de julio del 2000, sección
política, obrante a fs. 56 del expediente judicial, que hace mención al Libro de Novedades
de la Guardia de Infantería de Marina del día 21 de mayo del 2000, con folio N°167 y vuelto
obrante a fs. 37 Expediente Judicial, la misma no puede ser usada para basar una decisión el
Tribunal en atención a que desconoce la fuente de las informaciones publicadas. Tampoco
los cronistas han sido ofrecidos como testigos para explicar el grado de veracidad de las
publicaciones vertidas por los mismos.
La copia autenticada del listado de las personas con orden de detención, en virtud
del Estado de Excepción obrante a fs. 39/40 del Expediente Judicial, donde se observa una
lista de 89 nombres entre policías y militares. No hace a la existencia del hecho juzgado por
lo que el Tribunal no la valora en forma positiva.
37
Se extracta de la copia autenticada del Decreto N° 8774 de fecha 19 de mayo del
2000, obrantes a fs. 43/44 del expediente judicial, la orden de detención de cuatro
personas que no hacen a la presente causa de ser indiciadas de participar en el intento de
golpe del 19 de mayo de 2000.
Copia autenticada de la Nota N° 118 de fecha 24 de mayo del 2000, donde consta el
informe del Presidente de la C.S.J. al Ministro de la Sala Penal, obrante a fs. 41 del
Expediente Judicial, donde se informa con relación al Oficio N° 124 de fecha 23/05/2000,
que en los decretos remitidos por el Poder Ejecutivo hasta la fecha 23/05/2000, con nómina
de detenidos como consecuencia del Estado de Excepción, no figura el nombre de la persona
mencionada en dicho oficio, firmada Dr. Carlos Fernández Gadea
38
Resolución N° 722 de fecha 26 de mayo de 2000 de la Corte Suprema de Justicia, en
la que se RESUELVE: Disponer que los Jueces de Primera Instancia de toda la República, en
sus respectivas circunscripciones, acompañados de médicos forenses, visiten los lugares
donde se encuentren los indiciados en Decretos del Poder Ejecutivo, fundado en el Estado
de Excepción, con los siguientes objetivos: garantizar libre comunicación, verificar lugar de
detención y disponer si consideren necesario las revisiones médicas pertinentes. La presente
resolución debe ser cumplida en el plazo de 48 horas, debiendo elevarse informe de lo
actuado a la Corte Suprema de Justicia, en forma Inmediata. Firman Luis Lezcano Claude,
Felipe Paredes, Raúl Sapena Brugada, Enrique Sosa, Bonifacio Ríos Avalos.
Sumario Administrativo N° 253 Año: 2000 instruido al Crio. Ppal. Miguel Angel
Figueredo y otros s/ Incumplimiento deliberado de los deberes y obligaciones establecidas
en la ley y los reglamentos e insubordinación (Supuesta participación en tentativa de golpe
de Estado) se destaca dentro del expediente el Decreto Presidencial N° 9250, de fecha 20 de
julio del 2000, POR EL CUAL SE DA DE BAJA A OFICIALES SUPERIORES DE LA POLICIA
NACIONAL, por el cual el Presidente de la República del Paraguay, Decreta: Art. 1° Dase de
baja a los siguientes Oficiales Superiores de la Policía Nacional, por faltas graves cometidas
en el desempeño de sus funciones: 1- Comisario General Inspector Miguel Angel Figueredo
Velázquez. 2- Comisario Principal DAEP Alfredo Cáceres González. 4- Comisario Principal
DAEP Aurelio Franco 5- Comisario Principal DAEP Higinio Perez… entre otros. Decreto
Presidencial N° 9249, de fecha 20 de julio del 2000, POR EL CUAL SE DA DE BAJA A OFICIALES
39
SUPERIORES DE LA POLICIA NACIONAL, por el cual el Presidente de la República del
Paraguay, Decreta: Art. 1° Dase de baja a los siguientes Oficiales Superiores y Subalternos de
la Policía Nacional, por faltas graves cometidas en el desempeño de sus funciones: 1-
Subcomisario O.S. Emilio López, 2- Subcomisario O.S. Saturnino Antonio Gamarra. 3-
Subcomisario O.S. Juan Escurra Monzón y 4- Oficial Inspector. Jorge Luis López Sosa.
En cuanto a los materiales audiovisuales ofrecidos por la Defensa del señor Walter
Bower, los mismos hacen referencia al intento de golpe de Estado del 18 de mayo del 2000,
no constituyendo dicho suceso objeto del presente debate, por lo que este Tribunal se
encuentra imposibilitado de valorarlos, al igual que los recortes periodísticos ofrecidos por
las partes, al no tener certeza de una fuente de información fidedigna. Indudablemente sí
corresponde afirmar que los referidos sucesos fueron la antesala a los hechos posteriores
que motivaron el presente enjuiciamiento público.
Así las cosas, es menester del Tribunal hacer notar que si bien es cierto luego de
haberse producido numerosas pruebas, no existe una suerte de prueba tasada en el proceso
penal, a partir del Código Procesal Penal, el Tribunal debe basar su convicción en la libre
valoración de los medios de prueba, pero esta libertad de valoración refiere justamente a
que el Tribunal debe sopesar los medios de prueba y finalmente, siempre está obligado al
principio constitucional y a una interpretación conforme al principio de inocencia, con su
correlato en el In dubio Pro Reo. Lo que quiere decir en términos sencillos que la libre
convicción esta siempre limitada al In dubio Pro Reo. El Tribunal está obligado a hacer valer
la presunción de inocencia . En ese sentido, cabe recordar que hubo una gran carga de
pruebas testificales que en su mayoría han sido contradictorias, pues las mismas
prácticamente se dividieron en tres grandes grupos, a saber, a) las personas que afirmaron
haber sido víctimas de apremios físicos, relatando la manera en que ocurrieron los hechos;
b) las personas que afirmaron estar presente al tiempo en que supuestamente ocurrieron
los apremios y afirmaron que los mismos no existieron, relatando igualmente lo vivido por
40
cada uno de ellos, y c) los testigos que limitaron su deposición exclusivamente al intento
de Golpe de Estado ocurrido en le noche del 18 de mayo del 2000, hecho de público
conocimiento y que mereció el rechazo unánime de la Comunidad Internacional, e
igualmente no existe una prueba científica o técnica que determine que los señores Alfredo
Cáceres y Jorge Luis López Sosa hayan sido sometidos a apremios físicos o psíquicos como lo
sostuvo el Ministerio Publico y las querellas adhesivas a lo largo del juicio oral y público, el
cúmulo de pruebas ofrecidas y producidas durante el contradictorio público resultan
inidóneas e insuficientes para atribuir responsabilidad penal a los acusados Merardo
Palacios Melgarejo, Osvaldo Javier Vera Espínola y Walter Hugo Bower Montalto, por un
supuesto hecho de Tortura, esto se debe a que no se ha probado en juicio la existencia
misma del hecho juzgado. Para este Tribunal de Sentencias en mayoría, los elementos
probatorios producidos durante la audiencia pública y valorados conforme a la sana crítica
que nos rige, no permiten arribar al grado intelectual de certeza absoluta exigida a los
Juzgadores para llegar a establecer la existencia y participación de los acusados Merardo
Palacios Melgarejo, Osvaldo Javier Vera Espínola y Walter Hugo Bower Montalto en el hecho
punible de Tortura, que nos hallamos analizando. Todo lo expuesto, con la concurrencia de
los referidos medios probatorios, lejos de formar la convicción sobre la responsabilidad
penal de los acusados crean al Tribunal DUDA razonable sobre la existencia misma del
hecho, al concatenarlos unos con otros según las circunstancias y con criterio razonable.
Finalmente para estos Juzgadores con voto de S.S. Carlos Manuel Hermosilla González y S.S.
Víctor Medina, no quedó probada la existencia del hecho punible de Tortura que exige un
estándar probatorio elevado y definitivo, y la consecuente participación de los acusados
Merardo Palacios Melgarejo, Osvaldo Javier Vera Espínola y Walter Hugo Bower Montalto en
el mismo, en atención a que en su conjunto armónico las pruebas aportadas y producidas
durante el contradictorio público, no conllevan intrínsecamente a confirmar tal situación; los
hechos tal y como están declarados, no son suficientes, para enervar la presunción de
inocencia del que goza toda persona sometida a un proceso penal.
Notamos que el voto en mayoría del Tribunal de Apelaciones si bien refiere que la
cuestión principal objeto del debate es si existió o no Tortura conforme lo establecido en el
Artículo 309 del Código Penal, no analiza armónicamente la valoración de pruebas realizada
por el Tribunal de Sentencia.
41
a su decisión ¿SE HALLA PROBADA LA EXISTENCIA DEL HECHO PUNIBLE Y LA PUNIBILIDAD
DE LOS ACUSADOS?. no se avocan a verificar en su totalidad la valoración de probanzas que
hacen al objeto mismo del debate pues existe en la resolución recurrida por el presente una
abierta omisión de datos probatorios decisivos que fueron valorados por el Tribunal de
Sentencia Definitivamente y en este punto debemos remitirnos a la redacción original de la
Ley 1160 Artículo 309 : “…TORTURA. 1° El que con la intención de destruir o dañar
gravemente la personalidad de la víctima o de un tercero, y obrando como funcionario: 1.
Realizara un hecho punible contra: a) la integridad física conforme a los artículos 110 al 112;
b) la libertad de acuerdo a los artículos 120 al 122 y el 124; c) la autonomía sexual según los
artículos 128, 130 y 131; d) menores conforme a los artículos 135 y 136; e) la legalidad del
ejercicio de funciones públicas de acuerdo a los artículos 307, 308, 310 y 311; o 2. Sometiera
a la víctima a graves sufrimientos síquicos, será castigado con pena privativa de libertad no
menor de cinco años. 2° El inciso 1° se aplicará aun cuando la calidad de funcionario: 1.
Careciera de fundamento jurídico valido; o 2. Haya sido arrogada indebidamente por el
autor…”
A su vez el tercer voto , (DR JOSÉ AGUSTÍN FERNÁNDEZ en minoría ) refiere: Cabe
resaltar, resumidamente, también que el Tribunal de Sentencias al momento de expresar el
mérito y demérito de las pruebas, no expresó los motivos por los cuales desmeritó las
testificales de 1- Jorge Luis López Sosa (supuesta víctima), 2- Sub. Oficial Lorenzo Genes, 3-
4
Voto del Dr. Cristóbal Sánchez con adherencia de la Dra. Bibiana Benitez
5
No puede tan sólo con un análisis fragmentado de lo expuesto por el Tribunal de Sentencia con
relación a la credibilidad de los testigos pretender desconocer una fundamentación intelectiva
coherente y pretender así anular una Sentencia.
42
Juan Escurra Monzón, 4- Ricardo Orué Salinas entre otros, sopesando las testificales y las
divergencias expresados por el Comisario Víctor Cáceres Samudio, Sub. Oficial Fabiano
Ojeda, Emilio López Villalba, Diosnel Ferreira, Sub. Oficial Mayor Próspero Arévalos López,
Rafael Sosa Carmona. En cuanto a las documentales, el Tribunal no tuvo en cuenta el
contenido del " (...) SUMARIO INSTRUIDO AL CRIO. JUAN BASILIO PAVON ROJAS Y OTROS S/
TRASGRESIÓN A LOS DEBERES POLICIALES (…)", en cuanto al informe Victimológico, fue
desacreditado por la supuesta inobservancia del criterio científico. Tales apreciaciones
probatorias revisten cardinal importancia, pues tuvo valor decisivo en el pronunciamiento
finalmente acordado por el referido órgano jurisdiccional inferior.-
El voto en minoría del Dr. José Agustín Fernandez hace a su vez un análisis a que a
más de ser FRAGMENTADO es INCOMPLETO, pues con referencia a las testificales
directamente se desconoce los extensos motivos expuestos por el Tribunal de Sentencia en
la valoración y con relación al informe victimológico se mutila el análisis y valoración
expuesto por el Tribunal de primer grado y esta circunstancia que refiere a la valoración fue
plasmada en la Sentencia de Primera Instancia. 6
6
Sub. Oficial Lorenzo Genes, Rafael Sosa Carmona y Lorenzo Genes Ramos con la siguiente conclusión; Si bien es
cierto estos testigos manifiestan que fueron torturados, los mismos no fueron incluidos por el Ministerio Publico en la
acusación como víctimas del hecho, por lo que mal el Tribunal podría condenar a los acusados Merardo Palacios, Osvaldo
Vera y Walter Bower, por los hechos manifestados por los mismos, cabe recordar que los hechos juzgados por este Tribunal
hacen a la supuesta Tortura cometida en contra de los señores Alfredo Cáceres y Jorge López Sosa, en ese sentido estas
personas no han manifestado en ningún momento que hayan visto apremio físico contra estos Sub Oficiales. Asimismo,
igual que los anteriores testigos surgieron contradicciones en el testimonio de los mismos, tal es el caso de Fabián
Ojeda quien dijo que el mismo no fue sometido a apremios físicos, sin embargo Lorenzo Genes refirió que todos
fueron golpeados y tuvieron que ser asistidos para subir al vehículo que los trasladaría finalmente a la Agrupación
Especializada. Siendo este testimonio notoriamente opuesto y contradictorio con lo expuesto por el Comisario Víctor
Cáceres, quien trasladó a los Sub Oficiales de la Comisaria N° 11 a la Agrupación Especializada, el mismo dijo,
conviene recordar que presenció el interrogatorio, que no se realizaron apremios físicos y que absolutamente todos los
arrestados subieron por sus propios medios y sin ayuda al móvil de la Agrupación Ecológica. El testimonio de Genes
contrasta igualmente con expresado por Víctor Cáceres, quien dijo que en la mañana del 19 de mayo del 2000, la
actividad en la Comisaria 11 era normal y que en ningún momento escucho gritos o pedidos de ayuda.Con relación al
testigo Juan Escurra Monzón, sin embargo en el presente escrito (hoja 11 ) se transcribe la valoración del Tribunal de
Sentencia con relación al referido testigo de donde se puede notar que el testimonio del mismo ha sido valorado
señalando que la declaración del mismo se contrapone con la declaración de otro testigo que obviamente tenía mayor
credibilidad , por lo que siendo un testimonio carente de credibilidad es obvio que por esa contraposición no fue tenida en
cuenta . ( el voto del Dr José Agustín Fernandez dice haberse prescindido sin explicación del motivo) En cuanto al
contenido del sumario al tiempo de valorar el Tribunal de Sentencia analizó incluso la Testifical del Juez sumariante Juan
Francisco Recalde a más de considerar el RESUELVE: que del mismo que dispone: Sobreseer libremente al Comisario
Dejap Juan Basilio Pavón Rojas, Comisario Dejaap Víctor Cáceres Samudio, Sub Comisario O.S. Merardo Palacios, Sub
Comisario O.S. Diosnel Ferreira y Oficial 2° Osvaldo Javier Vera Espínola De conformidad al art. 58 numeral 3 del
Reglamento de Policía Nacional y dejar supeditada la responsabilidad penal de los sumariados a la justicia ordinaria. Sobre
esté punto mal podría ponerse el Tribunal a analizar y valorar otras cuestiones pues no hacen al juicio en sí y más allá de lo
resuelto no existe otro punto a ser analizado , pues resultaría inocuo que el Tribunal se atribuya funciones de juez sumariante
. Y en lo que respecta al informe victimológico en cuanto a al informe Victimológico, se refiere que fue desacreditado
43
El Acuerdo y Sentencia hoy recurrido por Casación propone la anulación de la
Sentencia de Primera Instancia partiendo de consideraciones expuestas por el Tribunal de
Sentencia que hacen a la credibilidad del testigo , (en el caso del voto mayoritario al referirse
a las testificales de Jorge López, Víctor Cáceres , Emilio López , Próspero Arevalos, Rafael
Sosa Lorenzo Genes ) sin tomar en cuenta todo el caudal probatorio valorado y tomando
como punto de referencia situaciones que fueron expuestas por el Tribunal de Primer grado
al tiempo de sopesar la CREDIBILIDAD de Testigos lo cual es correcto pues al tiempo de
valorar la declaración de un testigo el Tribunal de Sentencia debe tener en cuenta que la
declaración haya sido clara y precisa, sin dudas ni reticencias, ya sea sobre la substancia del
hecho, ya sea sobre sus circunstancias esenciales y si El Tribunal de Sentencia habla de
contradicciones entres las declaraciones de testigos, está directamente refiriéndose a la
credibilidad de los mismos y es absolutamente válida su valoración negativa si una
declaración se contrapone con otra .
NO resulta ocioso hablar en este punto de la inmediación que sólo la tienen los que
participaron en juicio oral y público ; ESTOS son los MAGISTRADOS que siguieron el rumbo
del juicio durante cuatro meses y diez días, quienes reconstruyeron los hechos a través de
las probanzas ingresadas en 38 audiencias de juicio oral , quienes percibieron a lo largo del
debate con sus medios lo declarado por los testigos , quienes observaron con sus ojos el
lenguaje corporal de los mismos y que como tal son los únicos que pueden VALORAR las
probanzas, Y NO LOS MAGISTRADOS DE ALZADA.
Que, ya nos hemos referido al foco de la cuestión puesta a debate oral y público
señalado por el Voto del DR CRISTÓBAL SÁNCHEZ Y LA DRA BIBIANA BENÍTEZ y el foco está
en el tipo penal objeto de debate que fue el previsto en la redacción original del artículo
309 del Código Penal Paraguayo que define a la Tortura de la siguiente manera: TORTURA.
1° El que con la intención de destruir o dañar gravemente la personalidad de la víctima o
de un tercero, y obrando como funcionario: 1. Realizara un hecho punible contra: a) la
integridad física conforme a los artículos 110 al 112; b) la libertad de acuerdo a los
artículos 120 al 122 y el 124; c) la autonomía sexual según los artículos 128, 130 y 131; d)
menores conforme a los artículos 135 y 136; e) la legalidad del ejercicio de funciones
públicas de acuerdo a los artículos 307, 308, 310 y 311; o 2. Sometiera a la víctima a graves
sufrimientos síquicos, será castigado con pena privativa de libertad no menor de cinco
años. 2° El inciso 1° se aplicará aun cuando la calidad de funcionario: 1. Careciera de
fundamento jurídico valido; o 2. Haya sido arrogada indebidamente por el autor…”
En base al tipo penal objeto del debate , las probanzas debieron estar destinadas a la
comprobación de lo previsto en la citada norma y producto de las probanzas para condenar
sólo por la supuesta inobservancia del criterio científico SIN EMBARGO EL TRIBUNAL TAMBIÉN MANIFIESTA Cabe destacar
que este documento es legible solo en parte, por lo que el Tribunal se ve imposibilitado de valorar en forma positiva
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debió conforme a la Acusación ( artículo 309 inciso 1 numerales a- y e- ) el Tribunal de
Sentencia inferir razonadamente que los acusados tuvieron 1- LA INTENCIÓN DE DESTRUIR
O DAÑAR GRAVEMENTE LA PERSONALIDAD DE LA VÍCTIMA O UN TERCERO. 2- OBRANDO
COMO FUNCIONARIO 3- LA REALIZACIÓN DE UN HECHO PUNIBLE CONFORME EL ARTÍCULO
11O AL 112 (MALTRATO FÍSICO, LESIÓN O LESIÓN GRAVE) 4- LA LEGALIDAD DEL EJERCICIO
DE FUNCIONES PÚBLICAS DE ACUERDO A LOS ARTÍCULOS 307, 308, 310 y 311 ( LESIÓN
CORPORAL EN EL EJERCICIO DE FUNCIONES PÚBLICAS , COACCIÓN RESPECTO DE
DECLARACIONES, PERSECUCIÓN DE INOCENTES, EJECUCIÓN PENAL CONTRA INOCENTES )
Punto que merece una mención especial es que de las probanzas ingresadas no se
valoró ninguna que haga a la demostración de la INTENCIÓN DE DESTRUIR O DE DAÑAR
GRAVEMENTE LA PERSONALIDAD DE LA VÍCTIMA, y si no se valoró fue por la orfandad
probatoria existente puesto que no fue ofrecida ni ingresada prueba alguna al debate que
pueda direccionarse a esté punto. LA DESTRUCCIÓN DE PERSONALIDAD O DAÑOS GRAVES
DE LAS VÍCTIMAS necesariamente debió ser probada a través de expertos , pero esa
circunstancia no se dió, no hubo pericia ni médica ni psicológica ni psiquiátrica ingresada
como prueba que haya determinado esa circunstancia.
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participación de los acusados Merardo Palacios Melgarejo, Osvaldo Javier Vera Espínola y
Walter Hugo Bower Montalto en el hecho punible de Tortura, que nos hallamos analizando.
Todo lo expuesto, con la concurrencia de los referidos medios probatorios, lejos de formar
la convicción sobre la responsabilidad penal de los acusados crean al Tribunal DUDA
razonable sobre la existencia misma del hecho, al concatenarlos unos con otros según las
circunstancias y con criterio razonable. Finalmente para estos Juzgadores con voto de S.S.
Carlos Manuel Hermosilla González y S.S. Víctor Medina, no quedó probada la existencia del
hecho punible de Tortura que exige un estándar probatorio elevado y definitivo, y la
consecuente participación de los acusados Merardo Palacios Melgarejo, Osvaldo Javier Vera
Espínola y Walter Hugo Bower Montalto en el mismo, en atención a que en su conjunto
armónico las pruebas aportadas y producidas durante el contradictorio público, no conllevan
intrínsecamente a confirmar tal situación; los hechos tal y como están declarados, no son
suficientes, para enervar la presunción de inocencia del que goza toda persona sometida a
un proceso penal.
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NO puede tomarse como válida una Resolución desprovista de un análisis y de
fundamento como es la Resolución de alzada recurrida que en mayoría8 aisladamente invoca
manera arbitraria y discriminada sólo 6 testificales como única valoración del Tribunal de
Sentencia y con ese argumento infundado ANULAR una Sentencia de primer grado
absolutamente válida en la que se observa una armónica valoración del caudal probatorio
ingresado al debate.
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Se señala el voto mayoritario, pues la anulación del mismo produce la anulación del Acuerdo y Sentencia
completo, sin embargo haciendo referencia al tercer voto se señala que el mismo invoca cuestiones ajenas a la
realidad pues señala que el Tribunal de Sentencia no expresó los motivos por los cuales desmeritó las testificales de
Jorge Luis López Sosa (supuesta víctima), Sub. Oficial Lorenzo Genes, Juan Escurra Monzón, Ricardo Orué Salinas entre
otros, sopesando las testificales y las divergencias expresados por el Comisario Víctor Cáceres Samudio, Sub. Oficial Fabiano
Ojeda, Emilio López Villalba, Diosnel Ferreira, Sub. Oficial Mayor Próspero Arévalos López, Rafael Sosa Carmona. En cuanto
a las documentales, el Tribunal no tuvo el en cuenta el contenido del " (...) SUMARIO INSTRUIDO AL CRIO. JUAN BASILIO
PAVON ROJAS Y OTROS S/ TRASGRESIÓN A LOS DEBERES POLICIALES (…)", en cuanto a al informe Victimológico, fue
desacreditado por la supuesta inobservancia del criterio científico. ESTO SE HA DEMOSTRADO QUE ES UNA FALACIA Y NO
CORRESPONDE A LA VERDAD PROCESAL.
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PETITORIO:
7.- TENER por formuladas las manifestaciones que hacen al plazo de duración del
presente proceso.
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