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La Concretización como herramienta en la Entrevista Humanista1

Por: Ángel Alberto Gerardo Elías y Paola Sánchez Lara Kleinert

La concretización es una herramienta, adicional a los reflejos y a la comunicación de la


comprensión empática, con la que cuenta el facilitador de la entrevista humanista. Como toda
herramienta de la entrevista humanista, la concretización se fundamenta en las tres actitudes
básicas rogerianas que son la empatía, la congruencia y el aprecio positivo incondicional, por ello
se puede considerar a la concretización como una instrumentalización de las actitudes rogerianas
del facilitador.

Esta herramienta consiste en realizar preguntas al contenido explícito y relevante (con carga
emocional) del cliente, es decir a lo mencionado verbalmente por el cliente. Se emplearán
pronombres interrogativos para preguntar y profundizar situaciones, sentimientos, conductas y
experiencias que comparte el cliente con el facilitador. Las preguntas que le proporcionan
información más completa al facilitador y al cliente son: “qué”, “cómo” (Egan, 1981, p. 99)
“cuándo”, “para qué”, “para quién, “dónde”, “quién”. También se pueden usar “según quién”, “a
quién”, “de quién”, “quiénes”, “cuánto”, “cuántas”, “a dónde”, “cuál” y “cuáles”.

Por ejemplo:

Cliente: A veces, tiendo a complicar las cosas

Facilitador: ¿Qué cosas tiendes a complicar? (Concretización)

¿Cuándo se usa la concretización?

En general, la concretización se emplea para buscar definiciones, especificaciones y


particularidades subjetivas propias del marco interno de referencia del cliente. En el ejemplo
anterior, el cliente menciona que tiende a complicar las cosas. El facilitador puede obviar el
significado de “las cosas”, ya que es un modismo de nuestro lenguaje, pero el contenido latente
de “las cosas” puede tener un significado más profundo para nuestro cliente que todavía no está
en su campo perceptual. Para ello el facilitador realiza la concretización ¿Qué cosas tiendes a
complicar? Otra opción para concretizar es ¿Cómo es que las complicas? En estas dos posibles
intervenciones, el facilitador promueve que su cliente tenga un contacto más profundo con el
origen de sus significados.

Se podría conceptualizar a la concretización como una “ventana cálida” que desde el tema central
del cliente permite al facilitador mirar más allá de un significado aparentemente obvio en el

1
Referencia: Gerardo, A. y Sánchez, P. (2018). La Concretización como herramienta en la Entrevista
Humanista. En Manual de Entrevista Humanista, compilación de lecturas. México. D. F.: IHPG
discurso del cliente, para con ello promover en él un contacto más profundo con el origen de sus
significados.

Características de la concretización

1. Siempre es una pregunta. A diferencia de los reflejos que se hacen en declarativo, la


concretización siempre es interrogativa.

2. Es una instrumentalización de las actitudes rogerianas. Esto es, una concretización es lo


opuesto a un interrogatorio de puras preguntas equivalente al punto 11 de la docena sucia (IHPG,
2012). Empleamos la concretización no para satisfacer la curiosidad del facilitador, ni para
preguntar datos irrelevantes no mencionados por el cliente, sino para profundizar y aclarar en el
marco de referencia del cliente sin perder la congruencia, empatía y aprecio positivo incondicional
(Farber et al., p. 22-23)

3. Es oportuna. La concretización es consecuente al momento a la expresión del cliente.

4. Va dirigida al contenido vago, ambiguo, contradictorio, confuso, general e inespecífico del


cliente.

5. La concretización es una pregunta abierta. A diferencia de la pregunta cerrada que nos llevaría
a un callejón sin salida. P.e. ¿Quieres enojarte con ella? No es una concretización ya que puede
llevar a una respuesta afirmativa o negativa sin profundizar.

6. Profundiza, explora y aclara la experiencia, conducta y sentimiento actual del cliente. Por ello
no preguntamos para racionalizar ni explicar causas. Como puede ser el ¿Por qué? Ya que puede
ocurrir que el cliente desconozca las causas llevándolo a racionalizar y hasta inventarla (Egan,
1981). Tampoco se va preguntar el cómo te sientes, dónde lo sientes y qué te pasa, así como sus
equivalentes, ya que arrojarían respuestas vagas y se alejan del marco teórico Rogeriano no-
directivo donde se emplea la instrumentalización como un espejo cálido del cliente. Para ello se
puede usar el reflejo de sentimiento que explicita la emoción y/o sentimiento presente.

¿Qué busca la concretización?:

El facilitador busca a través de la pregunta de concretización una descripción clara y concreta de la


experiencia, conducta, emociones y sentimientos de su cliente. Indirectamente fomenta que poco
a poco el cliente tenga un lenguaje más congruente a su propia manera, fomentando la
reconfiguración perceptual que el cliente da a su experiencia total (Rogers y Kinget, 2013, p. 72).
La concretización ayuda al facilitador a conocer los significados de su cliente y pararse desde su
marco de referencia para que le permita abrir la ventana de su tema durante la entrevista y
reconocer no solo el significado particular sino también lo relativo a su experiencia. No es lo
mismo estar enojado con el mundo a estar enojado con alguien específico.
A manera de conclusión se elabora el siguiente cuadro comparativo entre la concretización como
herramienta del facilitador en la entrevista humanista y lo que no es una concretización. Una
concretización, como las otras instrumentalizaciones rogerianas, facilita el crecimiento del cliente.

Concretización Qué no es un Concretización


Siempre es una pregunta Una intervención declarativa: (afirmativa o
negativa)
Es una instrumentalización de las actitudes Un cuestionamiento o interrogatorio de puras
rogerianas preguntas, demanda de explicaciones,
justificación y racionalizaciones.
Una pregunta alejada del marco de referencia
del cliente y desde el marco del facilitador (ver
punto 11 de la docena sucia)
Es una pregunta abierta Una pregunta cerrada que nos llevaría a un
callejón cerrado.
Siempre explora, profundiza, completa la Una pregunta superficial sin sentido, lejana al
información dicha por el cliente. marco de referencia del cliente.
Se usan los qué, cómo, cuándo, para qué, para Preguntas como: ¿Cómo estás? ¿Qué sientes?
quién, dónde,quién, etc. ¿Por qué? Que se alejan del marco teórico
Rogeriano.
Va dirigida al contenido vago buscando Responde a un marco de referencia ajeno al
profundizar y aclarar los significados de nuestro cliente.
cliente

Referencias:

Egan, G. (1981). El Orientador Experto. Un modelo para la ayuda sistemática y la relación


interpersonal. México. D. F.: Grupo Editorial Iberoamérica.

Farber B., Debora Brink, Patricia Raskin (1996) : The Psychotherapy of Carl Rogers. Cases and
commentary. New York: The Guilford Press

Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt (comp). (2012). Entrevista Humanista, compilación de


lecturas. México. D. F.: Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt

Rogers C., Kinget G.M. (2013): Psicoterapia y Relaciones Humanas. Teoría y práctica de la terapia
no directiva. México. D. F.: Instituto Humanista de Psicoterapia Gestalt

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