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UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE MÉXICO

ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA: CREACIÓN Y PECADO


SESIÓN 5: CUADRO COMPARATIVO
TEMA: EL DESARROLLO TEOLÓGICO DE LA GRACIA EN EL CONTEXTO DE LA REFLEXIÓN
AGUSTINIANA COMO RESPUESTA A LA DOCTRINA PELAGIANA
7.02.2024

FRANSEN, Piet, «Agustín y las primeras controversias sobre la gracia», en Feiner, Johannes – Löhrer, Magnus
(dir), Mysterium Salutis. Vol. IV. Tomo II: Culto, Sacramentos, Gracia, Cristiandad, Madrid 1975, 623-638.

Agustin Pelagio Semipelagianismo


Consideró el misterio de La gracia del evangelio, según Afirmar la necesidad de la
la gracia en relación con el Pelagio, es inherente a la gracia, pero tambien que el
misterio de Cristo y de su revelación de Cristo y al nuevo hombre puede dar puede dar el
Iglesia. «camino» que éste nos ha primer paso hacia la
señalado conversión sin gracia previa. El
hombre podría querer
convertirse por propia
iniciativa, sin la gracia divina,
aunque luego, para convertirse
necesite el auxilio de Dios.
Para Agustín es necesaria Pelagio ve ante todo la gracia Los semipelagianos no quieren
la ayuda de Dios para que de Dios en esta mediación negar en absoluto la necesidad
el hombre pueda obrar el exterior, histórica, que puede de la gracia, pero creen que el
bien. orientar al hombre hacia el primado que a ésta da Agustín,
bien. También en la razón, la también en relación con su
gracia de la inteligencia, y en la doctrina acerca de la
libertad humana. predestinación, es excesivo.
Piensan que no se deja espacio
suficiente al libre albedrío

Comentario

La gracia Para Agustín sin la gracia de Dios nada bueno puede hacer el hombre, pero la victoria
sobre el pecado es don de Dios, que ayuda a la libre voluntad en ese combate, de modo que
la gracia no es la ley, pero tampoco es la naturaleza, como dicen los pelagianos, porque ésta es
común a fieles e infieles.

De modo que para los pelagianos los hombres obran libremente en todo momento y necesitan
de la gracia sólo para dar el ultimo paso, hacia lo superior; en cambio para Agustín el hombre
no puede avanzar sin la gracia que viene de Dios, la cual se da a cambio de nada, contrario a
a lo que sostienen los pelagianos, no se recibe por méritos ni es un premio por las obras.

Por ello, Agustín: “La gracia, en cambio, no se da según los méritos, puesto que en caso
contrario la gracia ya no sería gracia. Llámase de hecho gracia porque gratis se da”, inclusive
Dios da la gracia incluso en algunos casos en donde se obró mal.

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