Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
COLABORADORAS
Prof. Lic. María Cruz
Lic. Lucía Blengini
Febrero 2018
Prólogo
6
Consensuado en el encuadre general de la materia, con la experiencia de
de años anteriores, se adaptaron contenidos de acuerdo a las actuales
exigencias de demanda en enfermería en nuestro país y el mundo. En
la búsqueda de la objetividad del material de lectura, para mejor apro-
vechamiento del alumno, elaboramos este manual de “Fundamentos de
Enfermería” ordenando punto por punto cada aspecto que será analizado
en el desarrollo de las clases durante el cuatrimestre.
Para nosotras, las profesoras de primer año, es un honor poder facilitar
mediante este manual, el proceso de su aprendizaje.
Las autoras
7
8
UNIDAD 1
La profesión
de Enfermería
9
Concepto de profesión
10
bajo. Más adelante, estudios realizados en la década de los sesenta, defi-
nían la profesión cuando existía un cuerpo específico de conocimientos
para actuar en una realidad social organizada.
Wilensky (1964) estableció que la profesión es una forma especial de
organización ocupacional, basada en un cuerpo de conocimiento siste-
mático adquirido a través de una formación escolar, y establece que una
actividad pasa a ser considerada profesión cuando supera las cinco eta-
pas del proceso de profesionalización, en donde el trabajo se convierte
en una ocupación de tiempo integral como consecuencia de la necesi-
dad social del surgimiento y ampliación del mercado laboral: se crean
escuelas para el adiestramiento y formación de nuevos profesionales;
se constituye la asociación profesional, en donde se definen los perfiles
profesionales; se reglamenta la profesión, asegurando así el monopolio
de competencia del saber y de la práctica profesional; y se adopta un
código de ética con la intención de preservar así a los “genuinos profe-
sionales” (Pacheco, 1994).
Por su parte, Schein (1970) estableció que las profesiones constituyen
conjuntos de ocupaciones que han desarrollado un sistema de normas
derivadas de su papel especial en la sociedad, en la cual el profesional
es distinto del aficionado, puesto que está dedicado de tiempo completo
a una ocupación que constituye su principal fuente de ingresos (Gómez
y Tenti, 1989).
Se presupone que quien tiene una profesión tiene una fuente de motiva-
ción y la ejerce en forma continua, además de poseer, un cuerpo espe-
cializado de conocimientos y habilidades adquiridos durante un periodo
prolongado de educación y entrenamiento. Por otra parte, en los años
ochenta, una profesión se definía como una ocupación que se regulaba a
sí misma mediante una capacitación sistemática y obligatoria en un ám-
bito universitario, basado en conocimientos especializados y técnicos, y
orientado más al servicio que hacia las utilidades pecuniarias, principio
consagrado en el código de ética (Starr, 1982).
En este contexto, la profesión era considerada como un fenómeno so-
ciocultural en el cual intervienen un conjunto de conocimientos y habi-
lidades, tradiciones, costumbres y prácticas que dependen del contexto
económico, social y cultural en el que surge y se desarrolla. En relación
al sentido de las profesiones, se mantuvo a lo largo de la historia una
visión de la profesión como la actividad especializada y permanente de
11
un hombre que, normalmente constituye para él una fuente de ingreso y
por tanto, un fundamento económico, seguro de su existencia.
Sin embargo esta mirada es totalmente individualista, dejando ver que al
ser profesional solo se satisfacen necesidades individuales, especialmen-
te económicas. Con lo cual, se llega a la conclusión que una profesión
no es solo un instrumento individual, conseguir el dinero con el que
mantenerse, sino que bastante más, no se puede ver una profesión aisla-
da, sino que pertenece a una familia, país, ciudad y comunidad, brindar
a la sociedad un bien especifico(códigos éticos) donde necesariamente
se necesita vocación, más si relacionamos la profesión en relación a
la docencia, porque educar es enseñar a vivir y ello conlleva una gran
responsabilidad sobre nuestros hombros para con la sociedad, transmitir
conocimientos, estimular aprendizaje y lo más difícil entregar herra-
mientas para vivir en sociedad.
12
Aptitudes componentes del profesionalismo
13
“La atención autónoma y en colaboración dispensada a personas de to-
das las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en
todas circunstancias. Comprende la promoción de la salud, la prevención
de enfermedades y la atención dispensada a enfermos, discapacitados y
personas en situación terminal”.
El Consejo Internacional de Enfermería (CIE) le suma a la definición de
la OMS que “las funciones esenciales de la enfermería son la defensa, el
fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la
política de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud,
y la formación”.
La American Nurses Association (ANA) definió en 2003 a enfermería
como “la protección, promoción y optimización de la salud y las capa-
cidades, prevenciones de la enfermedad y las lesiones, el alivio del su-
frimiento a través del diagnóstico y tratamiento de la respuesta humana
y el apoyo activo en la atención de individuos, familias, comunidades y
poblaciones”.
Estas acciones positivas pueden llevarse a cabo por la enfermera/o cerca
del individuo o de un grupo necesitado de cuidados y se extienden desde
el nacimiento hasta la muerte.
Las enfermeras/os como expertos en proporcionar cuidados a la pobla-
ción, basan su actividad en cubrir las necesidades del individuo en todos
los aspectos del ser humano, considerándolo un todo indivisible y diri-
giendo su práctica a la atención integral individualizada.
El concepto de cuidado, como definidor de la labor de los enfermeros y,
en ocasiones, sinónimo de la propia acción de la disciplina, se compone
en los siguientes roles: asistencial, docente, investigadora y administra-
dora.
En los últimos años, el debate sobre la profesionalización de la enfer-
mería en la Argentina ganó en profundidad, y la afirmación profesional
de la carrera divisó un rumbo claro a partir del desarrollo del nivel de la
licenciatura. De esta forma, se ofreció a la sociedad un profesional con
mayor espíritu crítico y reflexivo, con capacidad docente y de conduc-
ción de grupos.
Sin embargo, y a pesar del creciente reconocimiento internacional, la
tradición sigue teniendo peso, señalando que poseer un título de gra-
14
duación universitaria no es, evidentemente, lo mismo que sentirse un
profesional con todas las letras ni equivalente a “saberse percibido” so-
cialmente con ese estatus.
15
SITUACIÓN DE ENFERMERÍA EN ARGENTINA
100.000
80.000
60.000
40.000
20.000 ENFERMERAS
0 MEDICOS
NEA NOA CENTRO CUYO SUR
16
Ley de enfermería en Argentina
La ley de enfermería 24004 es una norma jurídica dictada por una au-
toridad competente, que constituye una reglamentación del ejercicio
profesional para todos los profesionales de enfermería, la cual sirve de
marco jurídico para orientar a las provincias que carecen de legislación
o quieren actualizar o compatibilizar sus leyes existentes.
• Capítulo 1
Concepto y alcances
17
Art. 3. - Reconócense dos niveles para el ejercicio de la enfermería:
a) Profesional: consistente en la aplicación de un cuerpo sistemático
de conocimientos para la identificación y resolución de las situacio-
nes de salud-enfermedad sometidas al ámbito de su competencia;
b) Auxiliar: consistente en la práctica de técnicas y conocimientos
que contribuyen al cuidado de enfermería, planificados y dis-
puestos por el nivel profesional y ejecutados bajo su supervisión.
• Capítulo 2
De las personas comprendidas
• Capítulo 3
De los derechos y obligaciones
19
Art. 10. - Son obligaciones de los profesionales o auxiliares de la
enfermería:
a) Respetar en todas sus acciones la dignidad de la persona huma-
na, sin distinción de ninguna naturaleza;
b) Respetar en las personas el derecho a la vida y a su integridad
desde la concepción hasta la muerte;
c) Prestar la colaboración que le sea requerida por las autoridades
sanitarias en caso de epidemias, desastres u otras emergencias;
d) Ejercer las actividades de la enfermería dentro de los límites de
competencia determinados por esta ley y su reglamentación;
e) Mantener la idoneidad profesional mediante la actualización
permanente, de conformidad con lo que al respecto determine la
reglamentación;
f) Mantener el secreto profesional con sujeción a lo establecido por
la legislación vigente en la materia.
• Capítulo 8
Disposiciones Varias
20
regímenes de reducción horaria, licencias, jubilación, condiciones
de trabajo y/o provisión de elementos de protección, considerán-
dose insalubres las siguientes tareas de la enfermería:
a) Las que se realizan en unidades de cuidados intensivos;
b) Las que se realizan en unidades neuropsiquiátricas;
c) Las que conllevan riesgo de contraer enfermedades infectocontagiosas;
d) Las que se realizan en áreas afectadas por radiaciones, sean éstas
ionizantes o no;
e) La atención de pacientes oncológicos;
f) Las que se realizan en servicios de emergencia. La autoridad de
aplicación queda facultada para solicitar, de oficio o a pedido de
parte interesada, ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social,
la ampliación de este listado.
Datos de interés
21
Esta estructura ha variado, debido al fuerte proceso de profesionaliza-
ción, que se viene produciendo en todas las jurisdicciones del país, sin
embargo la fuerza de trabajo en enfermería no ha aumentado en relación
al crecimiento de la población y a la demanda de los servicios.
En relación con la formación de los enfermeros especialistas, aún no
existe un marco formal en las universidades, este se encuentra en pro-
ceso de desarrollo Quienes poseen título de grado pueden acceder a pro-
gramas multidisciplinares en aéreas como en educación o en gestión.
La mayor concentración de profesionales de enfermería se observa en las
unidades de cuidados críticos de los centros urbanos, existiendo reali-
dades diametralmente opuestas según se trate de la ciudad autónoma, el
interior del país, el ámbito privado o público.
Si bien, la ley 24.004 considera dos niveles para el ejercicio de la en-
fermería, y determina las incumbencias de cada uno de ellos, esto no
se refleja en la realidad, dado que existen instituciones de salud en las
cuales los pacientes están atendidos únicamente por el nivel auxiliar o
por el personal sin formación.
La posibilidad de acceso de las enfermeras/os a la formación y a la par-
ticipación en las actividades científicas también es mayor en los centros
urbanos, debiendo recorrer a veces distancias de más de 1.000Km. Los
enfermeros actualmente participan en sociedades científicas disciplina-
res o multidisciplinares en forma discontinua, fragmentada y poseen
poca autonomía en la toma de decisiones.
Debido a lo antes mencionado, existen dificultades para brindar un cui-
dado óptimo. Sin embargo, el inicio en la actividad científica, las publi-
caciones, el aumento de alumnos en los cursos de grado, la aprobación
de la ley de ejercicio profesional, la participación de enfermería en el
ámbito gubernamental, en organizaciones de control y asesoramiento
educativo e internacionales son indicadores de una evolución de la en-
fermería en los últimos diez años.
El trabajo desde las diferentes posiciones de nuestro país, para definir el
servicio y el rol que las enfermeras/os deben prestar en cada uno de los
diferentes puestos, se considera a través de criterios de eficacia, rentabi-
lidad y calidad, lo cual está dando contenido a la actuación enfermera y
al servicio que tiene que prestar a la sociedad.
Por tanto, es necesario formar una enfermería para abordar la realidad
de la Argentina de hoy; una enfermería que posea capacidad de cambio
para afrontar los posibles futuros escenarios, y para ello es indispensable
22
el desarrollo de programas de posgrado en la disciplina que permitan
alcanzar en su máximo nivel el fortalecimiento de las relaciones con
nuestros pares de América del Sur y del mundo.
Funciones de Enfermería
23
administrárselo, entonces el enfermero debe cumplir con esta tarea. Son ac-
ciones asumidas por la delegación de otros, bajo la dirección o supervisión,
como complemento de los restantes miembros del equipo de salud.
A. FUNCIONES:
CUIDADORES:
Los enfermeros ayudan al ser humano a recuperar la salud mediante el
proceso de curación. La curación es mucho más que simplemente curar una
enfermedad específica, aunque las actividades de tratamiento que promue-
ven la curación física son importantes para las cuidadoras. Los enfermeros
cubren las necesidades de cuidados desde un punto de vista holístico, in-
cluyendo medidas para restaurar el bienestar emocional, espiritual y social.
En el papel de cuidador, se ayuda al cliente y a la familia a establecer
objetivos y cumplir los mismos con un costo mínimo de tiempo y energía.
24
PROTECTORES Y DEFENSORES:
Entre los ejemplos de la función de protectores, podemos mencionar
que los enfermeros ayudan a: mantener el entorno seguro para el clien-
te, tomar medidas para prevenir lesiones, proteger al paciente de po-
sibles efectos secundarios de las medidas diagnósticas y terapéuticas.
Asimismo, deben confirmar que un paciente no tiene alergia a un me-
dicamento y ofrecer inmunización frente a la enfermedad actuando de
forma comunitaria.
En la función de defensores, los enfermeros protegen los derechos hu-
manos y legales del individuo, y proporcionan ayuda para defender estos
derechos si surge la necesidad, respetando raza, credo y cultura.
GESTOR DE CASOS:
Un hospital o profesional de seguros puede contratar los servicios de un
gestor de casos, su función está centrada en los cuidados que se brin-
dan a los pacientes, ayudar en los retrasos como en las pruebas y en los
certificados del alta. Puede formar parte del departamento de mejora de
calidad y además identificar en el paciente si necesita ayuda adicional,
como por ejemplo, en relación con los planes post hospitalización.
Los enfermeros gestores de casos también pueden ayudar a los gestores
de casos del hospital en casos complejos según su nivel de pericia.
REHABILITADORES:
Ayudan a los pacientes a adaptarse a su nueva realidad lo mejor posi-
ble. La actividad de los cuidados de rehabilitación y recuperación varía
desde educar en la implementación de muletas para las caminatas, hasta
ayudarlos a afrontar cambios en el estilo de vida, que suelen asociarse
con la enfermedad crónica.
25
COMUNICADORES:
La función de comunicadores es fundamental para todas las otras funcio-
nes enfermeras. La enfermería incluye la comunicación con los pacientes
y las familias, otros enfermeros y profesionales sanitarios, personas con
recursos y la comunidad. Sin una comunicación clara es imposible cui-
dar de una forma efectiva, tomar decisiones en conjunto con el paciente
y las familias, protegerlos de la amenaza a su bienestar, coordinar y diri-
gir los cuidados, ayudar en la rehabilitación, ofrecer consuelo o educar.
Por ello, la calidad de la comunicación es un factor crítico para satisfacer
las necesidades del individuo, la familia y la comunidad.
PROFESOR / EDUCADOR:
Explica a los pacientes conceptos y hechos sobre la salud, demuestra
procedimientos como las actividades de autocuidado, determinan que
el mismo entienda completamente, refuerza el aprendizaje o la conduc-
ta y evalúa el progreso en el aprendizaje. Otras actividades docentes
pueden estar planificadas y ser más formales, por ejemplo, cuando la
enfermera/o educa a un paciente con diabetes a auto administrarse las
inyecciones de insulina.
Los enfermeros emplean métodos docentes, combinando las capacidades
y las necesidades de cada individuo e incorporan, a su vez, otros recur-
sos, como la familia dentro de los planes educativos.
B. ROLES PROFESIONALES:
26
cada vez más oportunidades para que los enfermeros ofrezcan cuidados
directos domiciliarios.
El enfermero clínico atiende directamente, empleando el proceso enfer-
mero y las actividades de pensamiento crítico. El objetivo es recuperar y
curar. Este ofrece educación al paciente y a la familia para promover el
mantenimiento de la salud y el autocuidado. En colaboración con otros
miembros del equipo sanitario, se centra en devolver al sujeto al domi-
cilio y a su estado de salud habitual.
Los enfermeros pueden escoger trabajar en un medio médico-quirúrgico
o centrarse en un área específica de la práctica, como los cuidados crí-
ticos o de urgencias. La mayoría de las áreas de cuidados especializados
requieren cierta experiencia como enfermero médico-quirúrgico y una
formación adicional continuada o en servicio. En la Unidad de Cuidados
Intensivos o Terapistas (UCI - UTI) y servicios de urgencias se necesitan
muchos enfermeros para el entrenamiento en soporte vital avanzado car-
diaco y la certificación en cuidados críticos, enfermería de urgencias o
de traumatología. Asimismo, los enfermeros hospitalarios pueden elegir
trabajar en áreas específicas como trasplante, rehabilitación, oncología.
Por último, cabe mencionar que los centros médicos más grandes ofre-
cen más oportunidades para concentrar la práctica en una única área.
ENFERMERO EDUCADOR:
Trabaja especialmente en las escuelas de formación para enfermeros,
departamentos de desarrollo de personal de centros sanitarios y depar-
tamentos de educación de clientes. Un miembro del profesorado, en una
escuela de enfermería, prepara a los estudiantes para desempeñar fun-
ciones como enfermeros; este es el responsable de enseñar la práctica
enfermera actual y las habilidades necesarias en los entornos clínicos y
de laboratorio.
Por lo general, es un requisito que los enfermeros educadores sean gra-
duados y titulados en enfermería y que, además, posean una formación
adicional en el proceso educativo. Muchos suelen tener títulos adicio-
nales en administración y gestión, especialidades clínicas, investigación,
gestión comunitaria, doctorados y postdoctorados.
Su objetivo en un departamento de educación al cliente de una institu-
ción, es enseñar a los clientes enfermos o incapacitados y a sus familias
cómo prestar cuidados en el domicilio; estos enfermeros también pueden
27
ser especializados en cuidados de pacientes diabéticos, cuidados de osto-
mías, etc. Sin embargo, en las instituciones sanitarias, el presupuesto no
permite un departamento separado de educación al paciente. Por tanto,
la responsabilidad incide sobre la planilla de enfermeros para planificar
y ofrecer educación al cliente y a la familia.
ENFERMERO ADMINISTRADOR:
Se encarga de la atención y de la administración de servicios de en-
fermería en una institución sanitaria. Requieren específicamente de un
posgrado en gestión hospitalaria, y pueden tener grados avanzados de
formación como por ejemplo en administración de empresas, adminis-
tración de hospitales o en salud pública.
ENFERMERO INVESTIGADOR:
Estudia los problemas para mejorar los cuidados enfermeros y para defi-
nir y ampliar después el entorno de la práctica enfermera. El enfermero
investigador puede trabajar en un medio académico, hospitalario, profe-
sional independiente o en un centro comunitario.
La investigación en enfermería representa experiencia en recursos tec-
nológicos, que son necesarios en el proceso diagnóstico y terapéutico
para la atención de los pacientes. El requerimiento formativo mínimo
para ello es una maestría en investigación o un doctorado. La investiga-
ción forma parte del quehacer cotidiano de todo profesional, ya que no
constituye una actividad de elite o lujo, sino una necesidad.
28
Ambos equipos realizan en conjunto distintas actividades encaminadas
a promover y preservar la salud de la comunidad sobre la que actúan. Es
un trabajo coordinado y compartido, con un objetivo común predefinido
y conocido, basado en una comunicación eficaz y sincera.
Para cumplir el objetivo es necesario contar con un liderazgo eficaz en
el equipo, pero este nunca debe ser físico ni unilateral; al contrario debe
ser cambiante y dinámico en función de la tarea. Es decir, se debe elegir
un líder por actividad, por ejemplo: responsable de formación de vacu-
nas - enfermero-, niños sanos - enfermera/ pediatra-, parada cardiaca
-profesional con más experiencia y formación sobre el tema-.
Por tanto, los roles serán definidos y cambiantes, con la participación
activa de todos los miembros (quienes incorporan conocimientos, ha-
bilidades y recursos). El equipo de atención sanitaria comprende varios
tipos de profesionales como enfermeros, médicos y profesionales de la
salud afines, entre ellos se incluyen: terapeutas, técnicos, trabajadores
sociales, psicólogos y en la mayoría de los casos también religiosos. Sin
embargo, la atención del paciente se puede ver fragmentada debido a la
inclusión de los diferentes profesionales, en consecuencia, el enfermero
desempeña el puesto de coordinador e integrador, cuya función será arti-
cular los diferentes servicios dentro de un sistema de cuidados dirigidos.
29
tuales o analíticos. En lugar de ello, la ética del cuidado los coloca en el
centro de la toma de decisiones. Por ejemplo: ¿se tiene que cuidar a un
individuo indigente?, ¿los cuidados consisten en ingresar a un familiar
discapacitado en una institución sanitaria durante periodos prolongados?
La ética de los cuidados se refiere a las relaciones entre el enfermero
(carácter y actitud) y las personas con respecto a los demás. Por ello,
para obtener conocimientos de cuidados se necesita un compromiso per-
sonal y emocional con otros, y a su vez, acompañarlos en sus esfuerzos
morales (Cooper 1991). En este sentido, los profesionales que funcionan
a partir de una ética de cuidados, son sensibles a relaciones desiguales
que pueden conducir al abuso de poder de una persona sobre otra, ya sea
intencionado o de otro tipo. En las instituciones sanitarias, los clientes y
sus familias, a menudo siguen un ritmo de desigualdad con los profesio-
nales, debido al malestar, falta de información, regresión provocada por
el dolor, el sufrimiento y las circunstancias inusuales. En consecuencia,
la ética de los cuidados coloca al enfermero como abogado del cliente,
resolviendo dilemas éticos, atendiendo a las relaciones y dando priori-
dad a la personalidad única de cada ser humano.
Competencias éticas
Los cuidados son el producto de la cultura, los valores, la experiencia y
las relaciones con los demás. Es por ello que las personas que no experi-
mentan los cuidados en su vida, a menudo, encuentran difícil ofrecerlos.
Los enfermeros tratan con la salud y el malestar a diario, y es así como
crece su capacidad para ofrecer cuidados. Los profesionales en enferme-
ría tienen la capacidad de diferenciar entre salud, malestar y enferme-
dad; son capaces de ver a cada paciente en su propio contexto, inter-
pretar sus necesidades y ofrecer relaciones de cuidados que mejoran la
salud del paciente.
a) Audiencia:
Ofrecer audiencia es tener un encuentro persona a persona,
genera contacto, sensación de proximidad y seguridad. La
capacidad de desarrollar esta competencia, es decir, estar con
otra persona de forma que perciba la humanidad compartida de
30
uno, es un elemento esencial de la enfermería como práctica de
cuidados (Benner, 1989).
Audiencia es mucho más que simple compañía física, aunque la
proximidad física es importante; también significa “estar en sin-
tonía” con otros, ser sensible a la exclusividad de cada individuo
(Simons, 1987).
Cuando el enfermero establece una audiencia, el contacto visual,
el lenguaje corporal, el tono de voz, la actitud de escuchar y
adoptar una actitud positiva y animadora, actúan conjuntamente
para crear franqueza y comprensión. El mensaje transmitido es
que la experiencia del otro es importante para el que está pres-
tando cuidados (Swason, 1991). Ser capaz de establecer audien-
cia con el cliente también refuerza la capacidad del enfermero
de aprender del paciente. Como resultado de ello, se refuerza la
capacidad de proporcionar cuidados enfermeros adecuados y
apropiados.
b) Bienestar:
Los pacientes se dirigen a los enfermeros para obtener bienestar,
el cual proporciona una calma emocional y física.
El uso del tacto es un planteamiento de bienestar en el que el
enfermero entra en contacto con los pacientes para comunicar
interés y/o apoyo. Este puede efectuarse al sujetar la mano, dar
un masaje en la espalda, o colocar cuidadosamente cualquier
parte del cuerpo. Puesto que el tacto puede transmitir muchos
mensajes, tiene que utilizarse con discreción.
Un procedimiento enfermero es más eficaz cuando se administra
cuidadosamente y considerando cualquier preocupación de las
personas. Si un paciente tiene miedo de cualquier procedimiento
que se le va a aplicar, como la inserción de una sonda nasogás-
trica, el enfermero lo reconforta con una explicación sobre cómo
se realiza este procedimiento y lo que va a sentir. Además, el
bienestar se asocia con la confianza expresada por los enferme-
ros de ser capaces de realizar el procedimiento de forma segura
y correcta.
31
c) Escucha:
Los cuidados implican una interacción personal, que es mucho
más que dos personas simplemente charlando. En una relación
de cuidados, el enfermero establece una confianza, de esta ma-
nera abrirá líneas de comunicación y escuchará lo que el otro
tenga que decir. Cuando una persona enferma escoge contar una
historia, está alargando la mano a otro ser humano. Es por ello,
que los enfermeros oirán y compartirán una gran variedad de
historias de los pacientes.
Dentro de una relación clínica hay una jerarquía de necesidades,
las historias de las personas gravemente enfermas tienen prio-
ridad. Los enfermeros pueden contar parte de sus propias histo-
rias, pero solo en respuestas a la historia de las personas enfer-
mas. Dar el regalo de la escucha es apreciar el regalo de acoger
la historia del individuo enfermo. El tiempo que uno toma para
escuchar vale la pena, tanto por la información obtenida, como
por lo que refuerza la relación enfermero-paciente. Escuchar
implica prestar atención especial a cada una de las palabras, al
tono de la voz y, a su vez, entrar en su entorno de referencia.
32
enfermero ayude al cliente a involucrarse en sus propios cuida-
dos y aceptar ayuda cuando lo necesite.
e) Cuidado espiritual:
La salud espiritual se alcanza cuando una persona encuentra el
equilibrio entre sus propios valores vitales, sus objetivos y su
sistema de creencias y los de los demás. Diversas investigacio-
nes han demostrado una conexión entre la mente, el cuerpo y
el espíritu. Es por ello que las creencias y expectativas de un
individuo pueden tener, y tienen, efectos sobre el bienestar físico
de una persona.
Watson (1979) describe la relación de cuidados en un sentido es-
piritual. La espiritualidad ofrece un sentimiento de colectividad
tanto intrapersonal (conectado con uno mismo), interpersonal
(conectado con los demás y el entorno) y transpersonal (conec-
tado con un ser superior, invisible, Dios).
f) Cuidado familiar:
La familia es un recurso importante, con frecuencia, el éxito
de la intervención de enfermería depende de la voluntad de la
familia de compartir información sobre el enfermo; en este sen-
tido, su aceptación y comprensión de los tratamientos, es decir,
si las intervenciones encajan bien con las prácticas diarias de la
familia, puede ayudar y ofrecer los tratamientos recomendados.
Cuando el enfermero demuestra interés por la familia, y preocu-
pación por el paciente, se crea una sinceridad que permite que se
establezca una relación y conexión. El cuidado familiar, de esta
manera, tiene en consideración el contexto de la enfermedad del
cliente y el estrés que ello impone a todos sus miembros.
Concepto de Salud
33
Pender (1996) explica que “los puntos de vista de la salud de los indivi-
duos pueden variar entre diferentes grupos de edad, sexo, raza y cultura”.
Con este concepto demuestra que todas las personas libres de enferme-
dades no están igualmente saludables.
Para ayudar a los usuarios a identificar y alcanzar los objetivos de salud,
la enfermera/o debe descubrir y utilizar información sobre sus concep-
tos de salud fijando objetivos individuales. Pender sugiere que para la
mayoría de las personas lo que define la salud, más que los estados pa-
tológicos, son las condiciones de vida, las cuales pueden tener efectos
positivos o negativos sobre la salud. Estas condiciones pueden incluir
variables socioeconómicas como el ambiente, la dieta y las prácticas o
las elecciones del estilo de vida, así como muchas otras variables fisio-
lógicas o psicológicas.
(OMS, 1947).
34
Concepto de Enfermedad
35
La atención de las enfermedades crónicas y agudas debe centrarse en el
logro del mayor grado posible de independencia, sensación de control
y prosperidad. Habitualmente, los pacientes necesitan modificar sus ac-
tividades de la vida diaria, sus relaciones sociales y la percepción de sí
mismos y de su imagen corporal. Además, muchos otros deben aprender
cómo vivir con limitaciones físicas y molestias crecientes.
36
b. Edad: aumenta o disminuye la susceptibilidad a ciertas enferme-
dades (por ejemplo: el riesgo de enfermedad cardiaca aumenta
con la edad en ambos sexos y el riesgo de defectos del naci-
miento y complicaciones del embarazo aumenta en las mujeres
que tienen hijos después de los 35 años). Con frecuencia, los
factores de riesgo por la edad están estrechamente asociados
con otros factores de riesgo como los antecedentes familiares y
los hábitos personales. Por ello, los enfermeros deben educar a
los usuarios sobre la importancia de realizarse chequeos para su
grupo de edad regularmente.
c. Entorno físico: el lugar donde una persona trabaja o resida
puede aumentar la probabilidad de que se produzcan ciertas
enfermedades (por ejemplo: algunos tipos de cáncer y otras
enfermedades tienen mayor posibilidad de desarrollarse cuando
los trabajadores industriales están expuestos a ciertas sustancias
químicas o cuando la población vive cerca de lugares de recogi-
da de desechos tóxicos).
La investigación de factores de riesgo basados en el entorno está
dirigida a los efectos causados por su exposición a corto y largo
plazo. Por ejemplo, en el hogar el entorno puede incluir ele-
mentos que ponen en riesgo a un individuo o familia, como una
vivienda sucia, con mal sistema de calefacción o refrigeración, o
superpoblada. Estos elementos pueden aumentar la posibilidad de
contraer y propagar infecciones, además de otras enfermedades.
Blackburn (1994) explica que los investigadores han demostrado
cómo los ingresos bajos actúan como un riesgo clave para la sa-
lud a través de un aumento de la exposición a riesgos sanitarios,
ejemplo de ello podría ser: la vivienda inadecuada; la contami-
nación del aire, agua, ruido; la falta de áreas de juego seguras y
la red de apoyo social de baja calidad.
d. Estilo de vida: muchas actividades, hábitos y prácticas impli-
can factores de riesgo. El estilo de vida y los comportamientos
también pueden tener efectos positivos o negativos sobre la
salud. Las prácticas con posibles efectos negativos son facto-
res de riesgo como, por ejemplo, el exceso de alimentación o la
mala nutrición, el descanso y el sueño insuficientes y la mala
higiene personal. Otros hábitos que ponen en riesgo de enfermar
a las personas incluyen el hábito de fumar, el abuso de alcohol o
37
drogas y las actividades que implican riesgo de lesión, como los
saltos de esquí, o la escalada de montañas.
Algunas costumbres son factores de riesgo para enfermedades
específicas, por ejemplo, tomar sol en exceso aumenta el riesgo
de cáncer de piel y ser obeso aumenta el riesgo de enfermedad
cardiovascular. Estos factores de riesgo consiguieron en los
últimos tiempos un aumento de atención, dado que se sabe que
muchas de las causas de muerte están relacionadas con pautas o
hábitos del estilo de vida; lo cual representa un impacto enorme
para la economía de los sistemas sanitarios.
Por lo tanto, es importante comprender el impacto de las con-
ductas del estilo de vida sobre el estado de salud. Las enferme-
ras/os pueden educar a los usuarios y a la población en compor-
tamientos saludables, siendo así promotores del bienestar.
Para Milton Terris (1964) salud es “un estado de bienestar físico, mental
y social, con capacidad de funcionamiento, y no solo la ausencia de
afecciones o enfermedad”.
De esta manera, suprime del concepto de la OMS el término completo
por ser irreal, e incluye la capacidad de funcionamiento como criterio
que permite cuantificar el nivel de salud. En los años 1970, Terris desa-
38
rrolla su modelo en el que salud y enfermedad forman parte de un conti-
nuo. En este modelo, la muerte (sobre todo la acaecida prematuramente)
se encuentra en un polo, mientras que el estado de salud óptima se sitúa
en el opuesto (como las sensaciones de frío y calor en un termómetro)
existiendo una gradación entre los extremos; en donde, los niveles de
salud y de enfermedad en realidad miden lo mismo, ya que son comple-
mentarios. Es decir, la capacidad de funcionamiento disminuye con la
pérdida de la salud.
RECUPERACIÓN
Cambios
AMBIENTE
tisulares
PERIODO PERIODO
PRE-PATOGENO PATOGENO
39
1. El periodo pre patogénico es el momento en que las causas de la en-
fermedad (ambientales y de la persona) actúan hasta iniciar el proceso.
40
- La prevención secundaria: va encaminada a detectar la enfer-
medad en estadios precoces, en los que el establecimiento de
medidas adecuadas puede impedir su progresión.
- La prevención terciaria: comprende aquellas medidas dirigidas al
tratamiento y a la rehabilitación de una enfermedad para ralen-
tizar su progresión y, con ello, la aparición o el agravamiento de
complicaciones e intentando mejorar la calidad de vida de los
pacientes.
- En ocasiones existe la presencia de prevención cuaternaria que
tiene que ver con las recaídas.
Diagnóstico
Fomento Prevención Limitación
precoz y Rehabilitación
de salud específica del daño
tratamiento
- Educación - Inmunización - Exámenes - Hospitalización - Hospitales
sanitaria específica clínicos especializados
selectivos - Cirugía de rehabilita-
- Alimentación - Saneamiento ción
y estado ambiental - Exámenes de - Tratamiento
nutricional laboratorio con - Psicoterapia
adecuado - Higiene medicamentos
personal - Consulta con - Colonias para
- Deportes especialidades - Atención personas con
- Prevención de domiciliaria discapacitad
- Vivienda accidentes de - Tratamiento total
trabajo específico - Psicoterapia
- Recreación - Ayuda
- Educación - Seguimiento socioeconó-
- Exámenes sanitaria del paciente mica al núcleo
periódicos de familiar
salud
PERIODO PERIODO
PRE-PATOGÉNICO PATOGÉNICO
41
Variables que influyen en la percepción de la salud, en
las creencias y las prácticas de salud
Variables internas
42
implicados en la enfermedad y para aplicar conocimientos de
salud-enfermedad a las prácticas personales.
43
algunas instalaciones de cuidados a largo plazo se introdujo el
concepto de un programa de bienestar espiritual. En este progra-
ma, la plantilla se basa en una propuesta holística de cuidados
para satisfacer las necesidades de los residentes más ancianos,
de los miembros de sus familias y de los profesionales. Mientras
que el modelo médico tradicional se centra en la salud física, el
modelo social/relacional identifica la identidad central de una
persona para proporcionar el cuidado que esta necesita.
Variables externas
44
3. Cultura: la cultura influye en las creencias, los valores y las
costumbres. También, influye en la entrada al sistema sanitario,
a las prácticas personales de salud y a la relación enfermera/o
– usuario, y en las creencias del individuo sobre las causas de
la enfermedad, así como en los remedios o las prácticas para res-
tablecer la salud.
Las diferencias culturales pueden afectar la dinámica de los cui-
dados sanitarios, ya que una de las características principales de
cada cultura es la manera en que tratan el dolor, el sufrimien-
to y la muerte. Si las enfermeras/os no son conscientes de las
pautas culturales de conducta y de lenguaje propias, y de otros,
pueden no ser capaces de reconocer y comprender las conduc-
tas y creencias del paciente; esto podría dificultar relacionarse
con el enfermo. Por ello, al igual que las variables familiares y
socioeconómicas, las variables culturales deben incorporarse al
plan de cuidados del paciente.
Tríada Ecológica
45
disponen, positiva o negativamente, para el desarrollo y manifestación
de la enfermedad. Entre los factores influyentes ambientales se pueden
mencionar, por ejemplo, el consumo de agua de fuentes no seguras y/o
la existencia de plagas en la cocina.
Para poder visualizar claramente qué es una tríada ecológica, tomemos
como ejemplo el episodio de una diarrea infantil aguda. Aquí el agente
podría ser un rotavirus, el huésped un niño desnutrido y el ambiente el
agua contaminada.
La “tríada ecológica” es útil para plantear de manera simplificada el pro-
blema, pero esta representa solo una parte de la multicausalidad de las
enfermedades, de las cuales son parte integrantes otros enfoques como
los sociales, culturales y económicos.
AGENTE
HUÉSPED AMBIENTE
46
Bibliografía / Lecturas recomendadas
47
48
UNIDAD 2
Enfermería
y el Sistema
de Salud
49
Composición del Sistema de Salud en Argentina
Los grupos de mayor ingreso Gasto privado o gasto de las familias, que está
que se proveen de servicios constituido por pagos directos (desembolsos
Privado a través de la compra directa directos) o de cuotas de seguros voluntarios
y voluntaria en el mercado, o (primas), teniendo una cobertura según el
contratan los seguros privados. aporte voluntario.
SISTEMA DE DISTRIBUCIÓN
50
Teorías y Modelos de Enfermería
51
Metaparadigma:
52
H. Peplau describe cuatro fases, en ese proceso
de relación enfermera - paciente:
Metaparadigma:
53
3. Modelo de las necesidades humanas
de Virginia Henderson
54
AUTOREALIZACIÓN
Moralidad, creatividad, espontaneidad,
falta de prejuicios, aceptación de los hechos,
resolución de problemas.
RECONOCIMIENTO
Autorreconocimiento, confianza, respeto,
éxito.
AFILIACIÓN
Amistad, afecto, intimidad sexual.
SEGURIDAD
seguridad física, de empleo,
de recursos, moral, familiar, de salud,
de propiedad privada.
FISIOLOGÍA
Respiración, alimentación,
descanso, sexo, homeostasis.
55
Según la autora, el objetivo de la enfermera debía ser ayudar a las perso-
nas a ser lo más independientes posible o a morir dignamente, adquiriendo
los papeles de sustituta (compensar lo que le falta al paciente), ayudante
(en las actividades de los cuidados clínicos) y compañera (fomentando la
relación terapéutica). De acuerdo con el modelo de Virginia Henderson,
los cuidados básicos son aquellos que llevan a cabo las enfermeras en
cumplimiento de su función propia. Asimismo, decía que la formación
enfermera debe ser universitaria para que los profesionales puedan ejercer
como expertos por derecho propio, usando un enfoque científico, por ello,
en su propuesta de plan de estudios se incluían tres niveles:
Metaparadigma:
56
4. Teoría del déficit de autocuidado
de Dorothea Orem
57
tegorías: universales (son los básicos para preservar el funcionamiento
integral del individuo), de desarrollo (asociados a los procesos de desa-
rrollo de la vida) y desviaciones en el estado de salud (derivados de una
enfermedad o lesión).
Metaparadigma:
58
- Salud: es definido como un estado que, para la persona, signi-
fica cosas diferentes en sus distintos componentes y cambia a
medida que se modifican las características humanas y biológi-
cas de la persona.
- Enfermería: es la disciplina encargada del suministro de cui-
dados, fomentando el cuidado en la ayuda a los pacientes para
lograr la satisfacción de sus requisitos de autocuidado.
59
Las cuatro dimensiones utilizadas en la teoría de Martha Rogers son:
Metaparadigma:
60
largo de la vida de cada ser humano y la capacidad de este para
lidiar y alcanzar la salud, según los sistemas de valores existen-
tes a considerar.
- Enfermería: la describe tanto como una ciencia y como un arte.
Impulsa la enfermería como ciencia ya que el objetivo de esta es
fomentar y promover la salud y el bienestar, buscando el ba-
lance y armonía entre el hombre y su entorno. Se centra en la
totalidad de la persona de modo humanístico, abstracto, juicioso
y compasivo, sin perder la creatividad y la inventiva en cada
intervención.
6. Teoría de la adaptación
de Sor Callista Roy
Según Roy todos los individuos tienen que adaptarse a las siguientes
demandas:
61
La enfermera/o debe determinar cuáles son las necesidades que están
causando problemas al cliente y valorar hasta qué punto el individuo se
está adaptando a ellas, entonces el cuidado de enfermería será dirigido a
ayudar al paciente a adaptarse.
Metapardigma:
62
el nivel de adaptación de una persona en la salud y la
enfermedad.
• Realiza actividades que promueven respuestas de adapta-
ción efectivas en las situaciones de salud y enfermedad.
• Es una disciplina centrada en la práctica, dirigida a las
personas y a sus respuestas ante los estímulos y la adap-
tación al entorno.
• Incluye valoración, diagnóstico, establecimiento de metas,
intervención y evaluación.
• Para planificar los cuidados, propone un proceso de solu-
ción de problemas de seis pasos:
1. Valorar la conducta del enfermo/usuario.
2. Valorar los factores influyentes.
3. Identificar los problemas.
4. Fijar los objetivos.
5. Seleccionar las intervenciones.
6. Evaluar los resultados.
Todos los conceptos mencionados están relacionados entre sí. Los sis-
temas, los mecanismos de afrontamiento y los modos de adaptación
son utilizados para tratar estos elementos. Para Roy, los sistemas son
un conjunto de componentes organizados, relacionados para formar un
todo; son más que la suma de sus partes, reaccionan como un todo e
interactúan con otros sistemas del entorno.
63
64
UNIDAD 3
Las Necesidades
Humanas
65
El hombre y sus necesidades:
concepto, teorías, distintos enfoques y perspectivas
66
existencia de la necesidad y su carácter universal, solo queda imponer
un cierto relativismo al modo de satisfacerlas.
Según el enfoque humanista existencialista de Maslow, el hombre tiene
necesidades y estas son universales. Él establece un sistema jerárquico
de necesidades; así, para que aparezca una necesidad superior primero
se han tenido que satisfacer las inferiores.
67
bien definidas entre estos niveles; algunas veces, la persona considera
que tiene necesidades que deben ser satisfechas en diferentes niveles al
mismo tiempo, a pesar de que algunas de ellas son más importantes para
él que otras. Al ascender en línea jerárquica, el individuo se preocupa
menos de sí mismo y participa más en sus relaciones con los demás.
NECESIDADES
DE AUTORREALIZACIÓN
NECESIDADES
DE ESTIMA
Ser respetado, valorado,
de amar y ser amado
NECESIDADES DE PERTENENCIA
Ser parte de un grupo
NECESIDADES DE SEGURIDAD
Sentirse seguro y a salvo, fuera de peligro
NECESIDADES FISIOLÓGICAS
Hambre, sed, excreción, respiración, cansancio, sueño, etc
68
1. Necesidades fisiológicas o de supervivencia.
69
a recibir de ellos. Todo individuo desea ser parte de un grupo, esto va
más allá del solo deseo de estar con gente. Para satisfacer la necesidad de
pertenecer, debemos sentir que somos aceptados por otro y que le sim-
patizamos. Es decir, el individuo desea ser aceptado por el grupo porque,
por esta filiación, obtiene el prestigio que se le otorga al grupo como tal.
En el grupo de enfermería, cada una de las personas al cuidado de los
pacientes es importante para el enfermero. La enfermera/o jefe debe ase-
gurarse de que las cualidades y habilidades de cada persona se empleen
de manera adecuada. Aquí, el empleo de la palabra nuestro en lugar de
mío o suyo destaca que cada persona es miembro importante del grupo.
Son necesarias su ayuda, su estímulo y su ejemplo para que cada perso-
na entienda que se lo necesita y quiere.
Por ello, es importante estimular y proporcionar oportunidades para que
participe en las actividades del grupo. Además, se debe sugerir a otros
miembros del grupo que lo incluyan en las conversaciones, y se le soli-
cite y ofrezca ayuda cuando sea conveniente.
70
sidades de otras personas. La capacidad para satisfacerlas depende de la
habilidad para comprender y ser comprendidos. Si uno siente compasión
de sí mismo y si cree que nadie lo comprende a usted y sus problemas, su
soledad y resentimientos se transmitirán a sus compañeros. Los cuales,
por su parte, sentirán que no los comprenden a ellos ni a sus problemas.
No obstante, debe tener interés especial por cada persona. Algunas veces
lo único que se necesita es una frase amable, como “muchas gracias”,
por ejemplo, cuando se lo expresa directamente a un miembro de su
personal, indicándole que reconoce sus intenciones y agradece su ayuda.
En ocasiones se observa que los estudiantes y enfermeras/os de un staff
se quejan y manifiestan que: “nadie presta atención cuando hacemos
algo correcto, solo cuando cometemos un error”. Vinculado al concepto
tratado en este párrafo, podemos afirmar que en muchos de estos casos,
la queja está justificada porque se ha olvidado su necesidad de ser reco-
nocida y de sentimiento de amor propio.
El deseo de “ser alguien” es saludable mientras se mantenga dentro de
los límites normales; si este llega a exagerarse, el individuo se interesa
demasiado en sí mismo y muy poco por los demás, buscando siempre la
oportunidad de atraer la atención. En su conversación y pensamiento,
las palabras: yo, a mí, mío se vuelven importantes.
El sentimiento de amor propio y autoestima están relacionados con la
necesidad de progreso personal, así como la adquisición de nuevos co-
nocimientos para tener nuevas ideas, resolver problemas más difíciles y
aprender otras habilidades. En este estímulo nace el aburrimiento, y con
el aburrimiento la falta de interés para hacer un buen trabajo.
La necesidad del estímulo varía de una persona a otra, pero siempre
existe deseo de tener nuevas experiencias. Algunos individuos se sienten
más contentos cuando sus ocupaciones le imponen la realización de las
mismas actividades continuamente. Una persona de este tipo puede te-
ner inteligencia limitada o sentimiento de inferioridad e inseguridad. En
ambos casos es probable que se muestre inquieta e infeliz si se enfrenta
a nuevas situaciones.
Proporcionar las oportunidades para satisfacer el deseo de superación
personal de cada uno de los miembros del equipo es un reto que en-
frenta la enfermera líder. Se debe planear cuidadosamente a realizar
una vigilancia estrecha de las personas que, en su afán de tener nuevas
experiencias, pudieran irreflexivamente realizar actividades que, por la
seguridad del paciente, no deben llevarse a cabo. Por lo cual, necesitará
71
todo su poder de persuasión para ayudar a esas personas y comprender
la importancia de las tasas de “rutina”, relacionadas con la asistencia
global del paciente y, asimismo, la necesidad de mostrarles métodos para
aumentar su experiencia y aptitudes, mientras realizan estas ocupacio-
nes. Por ejemplo, algunos estudiantes de enfermería o enfermera/o a
cargo de un cliente, en ocasiones, se aburren de bañar a los pacientes
porque creen que otros aspectos de cuidados son más interesantes; en
estos casos, necesitan que se les ayude a comprender que la importancia
no es dar el baño en sí, sino proporcionar al paciente el tiempo necesario
para que exponga sus problemas.
72
Necesidades fuera de la jerarquía
2. Necesidades estéticas.
Las necesidades estéticas están relacionadas con el deseo del
orden y de la belleza. Estas incluyen: necesidad por el orden;
necesidades por la simetría; la necesidad de llenar los espacios
en las situaciones mal estructuradas, de aliviar la tensión produ-
cida por las situaciones inconclusas y la necesidad de estructurar
los hechos.
Ventajas:
Maslow establece la primera sistematización de las necesidades huma-
nas, las cuales poseerían una raíz biológica. De este modo, se escapa de
realizar un simple catálogo de supuestos instintos que tendría el hom-
bre, intento erróneo que olvida las diferencias existentes entre el mun-
do animal (donde existirían, supuestamente, tales instintos) y la especie
humana.
Maslow fue uno de los primeros en afirmar que una necesidad satisfecha
no es fuente de apatía; junto a esto, reniega de los modelos homeostá-
ticos de la motivación, sino que postula la existencia de una tendencia
positiva al crecimiento, que se expresaría en las distintas necesidades de
origen instintoide que surgen sucesivamente tras la satisfacción de ne-
cesidades de nivel inferior. Todo esto dio una nueva base a los estudios
sobre motivación.
Los estudios de Maslow se basan en el estudio sobre personas sanas - o
actualizadas - y no sobre enfermos, tal como lo hacen Freud o Horney,
lo que nos daría una perspectiva más adecuada para comprender cómo
se logra y qué significa la “salud mental”, más allá de definirla como la
“ausencia de enfermedad”.
73
Desventajas:
Si bien, se han obtenido pruebas para algunos aspectos específicos del
modelo, no se ha encontrado una forma de estudiar el modelo como un
todo; sin embargo, la jerarquía es ampliamente aceptada por su atractivo
intuitivo.
Se puede deducir que cada persona es un universo distinto, cada uno
busca satisfacer sus necesidades en la medida de sus posibilidades; ya
que si hablamos de igualdad, somos todos distintos, tenemos distinta
religión, distinta ideología y distintos sueños, todo ello se liga en la mo-
tivación y deseos que tenga cada ser humano. Es así, como Maslow pro-
pone que a partir de esta motivación, anhelo, ansia o carencia, que pre-
senta cada ser humano, se componen los diferentes niveles que propone
en dicha pirámide, por lo cual, se concluye que cada jerarquización de
necesidad variará de acuerdo a la potencia de dicho deseo o motivación.
Es así como estas necesidades se incrementan según el desarrollo de
cada individuo, van de la mano con lo que entrega una familia como
pilar fundamental o una familia disfuncional. Si se toma como ejemplo
estos dos casos mencionados, se puede deducir que el ser humano, de
acuerdo a patrones culturales e ideológicos, podrá lograr en su vida
distintos tipos de necesidades; ya que los valores entregados no son de
condiciones iguales. Por lo tanto, creemos que dicha teoría podría ser
aplicable a cada individuo, según su nivel socio económico, educativo y
cultural, debido a que dependiendo de dichos factores llegarán a cumplir
los niveles propuestos.
Maslow plantea que son pocas las probabilidades de llegar a la cúspide
de la pirámide, ya que las primeras etapas son de necesidad básicas, por
lo que las personas tienden a vivir solo con estos cuatro peldaños pri-
mordiales; los cuales son difíciles de mantener, y es por ello que difícil-
mente el ser humano logra llegar a desarrollar la AUTORREALIZACIÓN.
Por último, según lo desarrollado se puede constatar que la teoría de
Maslow es bastante válida ya que la motivación, las necesidades, y los
deseos juegan un rol fundamental en el desarrollo de la personalidad de
los seres humanos. Además, se cree que los sujetos están constantemente
en busca de la satisfacción personal para llegar a la autorrealización,
aunque muchas veces no lo consiguen porque no tienen los medios para
superar la etapa en que se encuentran. Sin embargo, se puede decir que
el paso de una etapa a otra no es tan rígido, debido a que se puede pasar
de una etapa a otra sin satisfacer la anterior totalmente.
74
La comunicación interpersonal es necesidad básica en la relación hu-
mana y esencial en la práctica enfermera, por ello ocupa un espacio
transversal.
Para los diferentes momentos del crecimiento y desarrollo de las perso-
nas puede utilizarse el mismo modelo (Modelo de Maslow) para evaluar
las necesidades básicas, sin embargo, variarán los patrones considerados
normales de acuerdo a la etapa a la que estemos haciendo referencia.
Necesitamos hacer un recorrido por las características particulares de
cada una de estas etapas, para posteriormente analizar en profundidad
como planificar cuidados para personas con alteraciones de estas nece-
sidades.
75
En este sentido, es importante definir el término familia: “la familia
puede definirse legalmente como una red social con lazos e ideologías
personalmente construidos”
Para algunas personas, la familia puede incluir solo a personas relaciona-
das por el matrimonio, el nacimiento o la adopción. Para otros puede in-
cluir tías, tíos, amigos íntimos, personas en cohabitación e incluso puede
considerarse a los animales de compañía como integrantes de la familia.
Es por ello que las creencias personales de la enfermera/o no tienen por
qué coincidir con las del paciente. Para proporcionar una atención indi-
vidualizada, la enfermera/o debe comprender que las familias adoptan
numerosas formas y que poseen diversas orientaciones culturales y étni-
cas. En otras palabras, la enfermera/o puede considerar a la familia como
un grupo de relaciones que el paciente identifica como la familia o como
una red de individuos con influencias mutuas en sus vidas.
Formas de Familia
Las formas de familia son los patrones de las personas, considerado por
los miembros familiares, para ser incluidos en el grupo familiar. Aunque
todas las familias tienen cosas en común, cada forma familiar cuenta con
problemas y fortalezas exclusivos. La enfermera/o debe ser receptiva/o a
la hora de considerar lo que constituye una familia, para no desperdiciar
posibles recursos y preocupaciones.
76
(abuelos que cuidan de los nietos), grupos sociales con niños,
“no familias” (adultos que viven solos), parejas en cohabitación
y parejas homosexuales.
77
En la actualidad, las personas homosexuales pueden casarse legalmen-
te, aunque muchas de estas parejas define su relación en términos fa-
miliares, aproximadamente la mitad de todas las parejas homosexuales
masculinas viven juntas, comparado con tres cuartos de las parejas de
lesbianas. Estas uniones se han vuelto más abiertas sobre sus preferen-
cias sexuales y han reclamado sus derechos legales. Algunas familias
homosexuales tienen hijos, bien mediante la adopción o la inseminación
artificial, o bien de una relación anterior.
Se observa que el grupo de edad que crece más rápido es a partir de
los 65 años de edad. Por primera vez en la historia, existen más padres
vivos que hijos y es más probable que los niños tengan abuelos vivos e
incluso bisabuelos. Este envejecimiento ha influido en el ciclo de vida
familiar, quizás de una forma muy importante para la generación media.
Este grupo de individuos se encuentra con que deben equilibrar las ne-
cesidades de su descendencia y las necesidades de sus padres ancianos.
El cuidado de un padre débil o crónicamente enfermo es una preocupa-
ción primaria para un número creciente de familias, y no es raro que las
personas de sesenta y setenta años se cuiden mutuamente, así como a
sus propios padres ancianos.
Los abuelos también están destinados cada vez más a criar a sus nietos.
Esta responsabilidad parental se debe a varios factores sociales; al au-
mento de la tasa de divorcios, a las familias con dobles ingresos y a la
paternidad única.
Las familias afrontan numerosos retos, como estructuras cambiantes y
roles en el estado económico variable de la sociedad. En este contexto,
se observa una falta de control parental, modificación de las funciones y
una interacción positiva con adultos afectuosos, ya que cada vez existen
más padres solos o familias con dobles ingresos que pasan la mayoría
del tiempo en el trabajo. Además de los retos de la familia relacionados
con el divorcio, las estructuras y los roles cambiantes, y el envejecimien-
to de sus miembros más ancianos.
78
3. Violencia familiar
4. HIV y enfermedades crónicas
5. Adicciones
79
Una enfermedad grave, especialmente una que ponga en peligro la vida,
puede conducir a cambios emocionales y conductuales más amplios,
como ansiedad, shock, negación, ira y retracción. Estas son respuestas
habituales al estrés de la enfermedad. Dado que generalmente el factor
estresante no puede cambiarse, la enfermera/o puede desarrollar inter-
venciones para ayudar al paciente y a la familia a afrontar y adaptarse
a este estrés.
80
Impacto en el concepto de uno mismo:
81
Impacto en la dinámica familiar:
Teoría de la Comunicación
82
Sistemas de Comunicación
a. Comunicación intrapersonal
Es una forma de comunicación que se produce dentro de un
individuo. Este sistema también es llamado autoconversación,
autoverbalización, autoeducación, introspección y diálogo inte-
rior. Los pensamientos de cada uno influyen en las percepciones,
los sentimientos, la conducta y el autoconcepto.
Este tipo de sistema crea un conjunto de condiciones, a través
de las cuales se experimenta la vida. En enfermería es primordial
ser conscientes de la naturaleza y el contenido del pensamiento
e intentar sustituir los pensamientos negativos por positivos, ya
que la autoconversación positiva puede usarse como una herra-
mienta para mejorar la salud y la autoestima de la enfermera y
el paciente.
b. Comunicación interpersonal
Es una interacción de uno a uno entre la enfermera/o y otra
persona que suele producirse cara a cara. Es el sistema que se
utiliza con mayor frecuencia, tiene lugar en un contexto social e
incluye todos los símbolos y elementos empleados para dar y re-
cibir significado. Dado que el significado reside en las personas,
y no en las palabras, los mensajes recibidos pueden ser diferen-
tes de los mensajes enviados.
La comunicación interpersonal significativa y efectiva origina
un intercambio de ideas, resolución de problemas, expresión de
sentimientos, toma de decisiones, logro de objetivos, construc-
ción de un equipo y crecimiento personal.
c. Comunicación transpersonal
Es la interacción que se produce dentro del dominio espiritual de
una persona. Generalmente las personas utilizan las plegarias,
83
la meditación, la reflexión guiada y los rituales religiosos para
comunicarse con su poder superior.
e. Comunicación pública
Es la relación con una audiencia, requiere adaptaciones espe-
ciales en el contacto ocular, los gestos, la inflexión de la voz y
el empleo de medios materiales para comunicar los mensajes de
forma efectiva.
84
Cuanto más tienen en común el emisor y el receptor y mas
estrecha es su relación, más probable es que perciban correcta-
mente el significado del otro y que respondan de acuerdo a él.
• Mensaje: es el contenido de la comunicación. Puede contener
lenguaje verbal, no verbal y simbólico. Los mensajes son in-
terpretados por los que los reciben, a través de percepciones
personales que pueden o no deformar el significado pretendido
por el emisor.
Mensaje
DECODIFICAR (Respuesta) CODIFICAR
85
socioculturales, valores y creencias, emociones, sexo, estado de
salud física, y funciones y relaciones.
• Entorno: es el ámbito de la relación emisor-receptor. Para una
comunicación efectiva, el entorno debe satisfacer las necesidades
del participante, de comodidad y seguridad física y emocional.
En este sentido, el ruido, las temperaturas extremas, distraccio-
nes y la falta de privacidad o espacio pueden crear confusión,
tensión y malestar.
Formas de Comunicación
86
por pensamientos, sentimientos o ideas que las personas
tienen sobre el término.
- Ritmo: la conversación tiene más éxito si se produce con
una velocidad o un ritmo adecuados. Hablar rápidamente
y empleando pausas inoportunas, o hablar de forma lenta
y prudente puede transmitir un mensaje que no se preten-
de. Las pausas largas y los cambios rápidos a otro tema
pueden dar la impresión de que la persona oculta algo.
El ritmo mejora si se piensa antes de hablar y si se tiene
conciencia de la velocidad de la propia forma de hablar.
- Entonación: el tono de voz afecta de forma muy impor-
tante el significado del mensaje. En este sentido, depen-
diendo de la entonación, una pregunta o una afirmación
simple puede expresar entusiasmo, enfado, preocupación
o indiferencia.
- Claridad y brevedad: la comunicación efectiva es simple,
breve y directa; es decir, pocas palabras producen menos
confusión. La claridad se consigue hablando lentamente,
pronunciando con claridad y utilizando ejemplos para
hacer las explicaciones más fáciles y comprensibles.
También, repetir las partes importantes de un mensaje
clarifica la comunicación. En cuanto a la brevedad, esta
se consigue empleando frases cortas y palabras que ex-
presan una idea simple y directa.
- Momento y relevancia: el momento es crítico en la comu-
nicación, en ocasiones, aunque un mensaje sea claro, un
mal momento puede hacer que no sea efectivo. El mejor
momento para la relación es cuando un sujeto expresa
interés en la comunicación. Si los mensajes son relevan-
tes o importantes para la situación de que se trata, son
más efectivos.
87
deros porque es difícil de controlar. Además, los elementos no
verbales añaden profundidad a los mensajes verbales.
88
cho al espacio. El territorio es importante porque propor-
ciona a las personas un sentido de identidad, seguridad y
control.
89
Las relaciones profesionales y la comunicación
90
d. Relación enfermería/comunidad: muchos grupos de enfermería
establecen relaciones con la comunidad al participar en organi-
zaciones locales, ya sea siendo voluntarios para servicio comu-
nitario o políticamente activos. Cuando se participa en conjunto,
con la comunidad, deben establecerse relaciones con la misma
para ser agentes de cambios efectivos. La comunicación en estos
casos se produce a través de canales como hojas informativas
del barrio, panfletos/boletines públicos, diarios, radio, televisión,
etc. Y su objetivo es compartir información o debatir temas im-
portantes para la salud comunitaria.
91
d. Honradez: confiar es fiarse de alguien sin dudas o preguntas,
ser honrado significa ayudar a los demás sin dudar cuando es
necesario. Para favorecer la confianza es importante comunicarse
con calidez y demostrar coherencia, responsabilidad, honestidad
y competencia. Confiar en otra persona supone un riesgo y vul-
nerabilidad, pero también favorece una comunicación abierta e
incrementa la expresión de sentimientos, pensamientos y necesi-
dades. Ocultar conscientemente información importante, mentir o
deformar la verdad viola los estándares prácticos legales y éticos.
e. Autonomía y responsabilidad: es la capacidad de autodirigirse
para el logro de los objetivos y responder por los demás. En en-
fermería, la autonomía refleja la responsabilidad de los propios
pensamientos, sentimientos y conductas.
f. Asertividad: significa defender los propios derechos sin violar
los de los demás. Las personas asertivas expresan sentimientos y
emociones de forma confidencial, espontánea y honesta. Tam-
bién, toman decisiones y controlan sus vidas de forma más efec-
tiva que los individuos no asertivos, pueden enfrentarse mejor a
las críticas y a la manipulación de los demás, y aprenden a decir
“no”, establecen límites y resisten las culpas impuestas intencio-
nadamente.
92
6. Percepciones y personalidad: optimismo, pesimismo, in-
troversión y extroversión.
7. Autoconcepto y autoestima: positivo o negativo.
93
Comunicación enfermero - paciente
94
se deben adaptar las técnicas de comunicación según su desa-
rrollo, por ejemplo, en el caso de las necesidades especiales de
los lactantes y niños, se puede incluir a los padres como fuentes
de información sobre la salud del infante. La edad por sí sola
no determina la capacidad de un adulto para la comunicación,
sin embargo, a medida que aumenta la edad de la persona, su
capacidad para comunicarse puede verse afectada por diversos
factores. Los cambios normales de la edad incluyen: disminución
en la audición, la visión, la fuerza y resistencia.
95
Una vez identificada la naturaleza de la disfunción de la comunicación
del paciente, se deben tener en cuenta diversos factores a la hora tra-
bajar para reestablecerla. En este sentido, la motivación es un factor
que mejora la comunicación, los pacientes necesitan que se los anime a
intentar diversos planteamientos que suponen un cambio significativo.
Es importante implicar a la persona enferma, junto a su familia, en las
decisiones acerca del plan de cuidados para determinar si los métodos
sugeridos son aceptables.
Técnicas de comunicación
96
e. Compartir humor: el humor es un recurso importante ya que
ayuda a disminuir la ansiedad, la depresión y perturbación del
paciente. Puede ser planificado o espontáneo, pero se deben
establecer la competencia profesional y los cuidados antes de
emplear humor, atendiendo primero las necesidades de bienestar
y seguridad. Para ello, es importante comprobar la receptividad
al humor con dosis pequeñas y seguras, ya que un humor negro
y negativo después de situaciones difíciles o traumáticas tiene
un elevado riesgo de ser malinterpretado como cruel.
f. Compartir sentimientos: las emociones son sentimientos subje-
tivos que derivan del propio pensamiento y las propias percep-
ciones. Si los sentimientos no se expresan, el estrés y la enfer-
medad pueden empeorar. Por ello, se debe ayudar a los pacientes
a expresar sus emociones, liberando pensamientos o deseos.
Cuando se brinda un cuidado se debe tener conciencia de las
propias emociones, en este sentido, es apropiado compartir las
emociones de un profesional siempre que exista un control sobre
esa expresión, de forma que no agobie al paciente ni rompa la
confidencialidad.
g. Usar el tacto: el tacto es una de las formas más poderosas de co-
municación, a través de él se transmiten muchos mensajes, como
afecto, apoyo emocional, ánimo, ternura y atención personal. El
tacto confortable como, por ejemplo, sostener una mano, es im-
portante para los pacientes vulnerables que están experimentan-
do enfermedades graves. A veces, hay que evitar el contacto en
el caso de personas muy suspicaces o enfadadas, ya que pueden
responder de forma negativa o incluso violenta.
h. Usar el silencio: la mayoría de las personas tienen tendencia
a llenar los espacios vacíos con palabras, pero a veces lo que
estos espacios necesitan es tiempo para la observación entre la
enfermera/o y el paciente, o también para expresar sentimientos,
pensamientos y consideraciones. El silencio es especialmente
útil cuando los individuos se enfrentan a decisiones que requie-
ren ser meditadas, también, permite a la enfermera/o prestar
atención especial a los mensajes no verbales como expresio-
nes preocupadas y pérdida del contacto ocular. Permanecer
en silencio demuestra la paciencia y la buena voluntad de la
enfermera/o para esperar una respuesta.
97
Algunas técnicas de comunicación pueden impedir o dañar las relaciones
profesionales, estas técnicas específicas se consideran no terapéuticas y,
a menudo, ocasionan que los receptores activen defensas para evitar ser
perjudicados. Estas técnicas también tienden a inhibir la expresión de los
sentimientos e ideas, y puede originar respuestas o conductas negativas:
98
Bibliografía / Lecturas recomendadas
99
100
UNIDAD 4
Proceso
de Atención
en Enfermería (PAE)
101
Con el propósito de suministrar cuidados de enfermería profesionales
y eficaces, se requiere un método que ayude a la enfermera/o a tener
juicio del estado de salud del paciente mediante una base de datos con
buenos fundamentos. Con esta base, y un juicio clínico correcto, pueden
planearse e implementarse cuidados para que los pacientes preserven su
salud o regresen a un estado de bienestar de alto nivel.
Este método se conceptualiza como el Proceso de Atención de Enferme-
ría (PAE) por diversos autores, en un esfuerzo por descubrir un método
lógico, con organización y base científica para resolver problemas en la
práctica de la enfermería.
Se define como Proceso a un conjunto de acciones que conducen a una
meta en particular, siempre centrado en un objetivo. El PAE es un en-
foque sistemático empleado por las enfermeras/os para: recoger datos
del paciente, examinar y analizar críticamente esos datos, identificar
la respuesta del paciente al problema de salud, designar los resultados
esperados, poner en práctica la acción apropiada, y después, evaluar si
la acción es efectiva.
El PAE consta de cinco etapas: valoración, diagnóstico, planificación,
intervención y evaluación.
La metodología aplicada en este proceso corresponde al método cientí-
fico. Este método se basa en la recopilación de datos, su ordenamiento
ideando una hipótesis y su posterior análisis a través de confrontaciones
experimentales que permiten llegar a una conclusión; lo cual permite al
enfermero prestar cuidados de calidad de forma racional y lógica. Si bien
el proceso de atención de enfermería debe tener cimientos científicos, se
diferencia del Método Científico.
102
Los objetivos principales del PAE son:
• Preservación de la salud
• Prevención de las enfermedades
• Promoción de la recuperación
• Restauración del bienestar y la función máxima
1. Valoración
103
• Ortopnea: es la dificultad para respirar en posición decúbito
supino o al estar acostado.
• Fatiga: es una sensación subjetiva en la que el cliente refiere
una pérdida de la resistencia.
• Factores de riesgo: la enfermera/o debe investigar los factores de
riesgo familiares y ambientales.
• Existencia de alteraciones cardíacas anteriores o actuales.
104
Temas importantes en la valoración
• Información biográfica.
• Razón para solicitar atención médica.
• Expectativas del paciente.
• Enfermedad actual.
• Antecedentes de historia de salud anterior, familiar, ambiental y psicosocial.
• Salud espiritual.
• Datos diagnósticos y de laboratorio.
• Valoración de enfermería: examen físico y control de signos vitales.
• Evaluar la hipótesis
Fuentes de datos:
• Subjetivos: los brindan el paciente (fuente primaria), la familia y
allegados (fuente secundaria) y miembros del equipo de salud.
• Objetivos: se dan mediante exploración física, pruebas diagnós-
ticas y pruebas de laboratorio.
105
La entrevista consiste en una conversación con un propósito, por lo
general cara a cara, y en la que participan al menos dos personas. An-
tes de realizar una entrevista, es importante preparar adecuadamente el
ambiente donde se va ha recibir a la persona.
Pasos de la entrevista:
1. Inicio de la entrevista
En una entrevista de adulto, el profesional y la persona debieran estar
sentadas la una frente a la otra, mirándose a los ojos, a la misma altura,
frente a frente (si está acostada, puedes acercar una silla a la cama). La
distancia entre ambos no sea mayor a un metro y medio.
Se puede adoptar una postura relajada o la misma postura de la persona
entrevistada. Esto se denomina sintonizar. El inicio de la entrevista im-
plica el establecimiento de la relación entre el profesional y el usuario.
Es importante presentarse, usar el nombre de pila del usuario e interac-
tuar socialmente. Para demostrar atención durante toda la entrevista, se
debe usar señales verbales o guías mínimas, dentro de las cuales están
los movimientos de cabeza, inclinarse hacia adelante y el tono de la voz.
2. Desarrollo de la entrevista
Aquí se debe comenzar a recolectar información para identificar cuál
es el problema de la persona. Demostrar comprensión del mensaje, con
otras palabras, y asegurarse de utilizar preguntas abiertas, así se da la
oportunidad de que la persona se explaye.
Otro punto importante es enfocarse en los sentimientos que el individuo
expresa.
A medida que se va recolectando información, también nos ayuda a
que la persona clarifique el problema. Recuerde que trabajamos junto
a ella para encontrar posibles soluciones, por lo tanto, la idea es que se
obtenga la perspectiva desde la persona. Sin embargo, se podrá dar una
opinión propia acerca de lo que refiere, para demostrar comprensión y
colaborar en la clarificación.
En esta etapa se debe asegurar de definir el problema. Intentar conocer
cuáles son las expectativas que tiene la persona acerca de los resultados
que obtendrá.
106
3. Cierre de la entrevista
La última etapa de la entrevista es el cierre. Durante esta etapa se co-
mienza a terminar la entrevista. Se trata de encontrar, junto a la persona,
las estrategias a seguir para ayudarla a solucionar su problema. Se debe
observar que comienza a asegurarse la exactitud de la información que
se le ha entregado a la persona. Sería conveniente entregar la informa-
ción que se tenga al respecto.
Antes de terminar la entrevista, es conveniente que se ayude a la persona
en la ejecución de la decisión que haya tomado. Para lograrlo se puede
hacer uso de la retroalimentación y la validación.
Entrevista de Valoración
107
Entrevista de Valoración
108
Técnicas de las que se vale el enfermero para realizar el examen físico,
empleando los sentidos.
109
c. Percusión: significa golpear un cuerpo con la punta de los dedos
produciendo vibraciones que generan ondas sonoras. Para deter-
minar tamaño, límites, consistencia o presencia de líquidos en
cavidades. Características y tipos de sonidos:
- Las ondas sonoras se oyen como “tonos de percusión”
(resonancia).
- La intensidad de los tonos de percusión está determina-
da por la densidad del medio a través del que viajan las
ondas sonoras.
- El tono de percusión es intenso sobre aire, menos inten-
so sobre líquido y leve sobre las zonas sólidas.
- Timpánico (intensidad fuerte, por ejemplo cámara de
aire del estómago).
- Resonante (intensidad fuerte, por ejemplo tejido pulmo-
nar sano.)
- Mate (intensidad entre ligera y moderada, por ejemplo
sobre el hígado).
- Plano (intensidad ligera, por ejemplo sobre músculo).
Formas de percusión
110
Formas de auscultación
Valoración de piel:
Examen general:
111
• Signos vitales: pulso, T°, T.A., respiración.
• Cuero cabelludo: inspeccionar en busca de lesiones, descama-
ción, sensibilidad y presencia de parásitos.
• Cabello: inspeccionar el cabello, describiendo color, cantidad,
textura y distribución.
• Cara: simetría, color, presencia de lesiones, manchas y lunares.
Inspeccionar presencia de movimientos, “tic” y temblores. Palpar
arterias temporales.
• Ojos: expresión, agudeza visual, uso de lentes, prótesis, reacción
pupilar, diplopía, fotofobia, movimientos, esclerótica, conjunti-
vas, dolor, infección y picazón.
Examinar párpados observan-
do color, ptosis, edema, orzuelo,
exoftalmio; y observar también
movimientos oculares; posición y
alineamiento. Por último, inspeccio-
ne: conjuntivas (observando color,
hidratación, exudado y lesiones),
esclerótica (observando color, pig-
mentación, vascularización) y pupi-
las (observando tamaño, simetría y
reflejo al rayo de luz).
• Boca: olor, capacidad para hablar, tragar y morder. Inspeccio-
nar labios, lengua, (movimiento) mucosas y encías (retracción),
observando color, hidratación, edema, inflamación, lesiones y
sangramiento. Por último, observar paladar (forma, prominen-
cias) e inspeccionar dentadura: número de dientes, caries, estado
del esmalte, sensibilidad al calor y frío, prótesis y dolor.
• Garganta: evaluar características de la voz, tono, ronquera o
pérdida de esta. Examinar glándulas salivales, observando tama-
ño, color, sensibilidad, secreción y dolor.
• Cuello: movilidad, dolor, nódulos, arteria carótidas (pulsación),
venas, yugulares (dilataciones, durezas), alineamiento de la ti-
roides y tráquea. Observar simetría de esternocleidomastoideo y
trapecios en posición anatómica e hiperextensión.
Además, evaluar pigmentación, lesiones, masas, pliegues, edema,
describiendo localización, forma y tamaño
112
• Ganglios linfáticos: generalmente, los ganglios linfáticos no de-
ben ser palpables. Cuando su palpación es positiva, significa que
están aumentados de volumen, lo que podría implicar la existen-
cia de un proceso inflamatorio o tumoral.
• Tórax: inspeccionar las características generales (tamaño, sime-
tría, deformaciones). Palpar músculos torácicos y esqueléticos,
evaluando contracturas, abombamientos, depresiones y frémi-
tos subcutáneos. Asimismo, examinar características de la piel:
color, hidratación, turgencia, cicatrices, erupciones, edema y
distribución del vello.
• Tronco: observar características de los pezones: color, forma,
tamaño, lesiones, cicatrices, glándulas, inversión, sangrado,
exudado (color, cantidad, consistencia). En el caso de la mujer,
luego de inspeccionar las características de la piel, corresponde
efectuar la valoración de las glándulas mamarias. Por último, se
debe observar tamaño, simetría, forma, color, cicatrices, dolor,
masas y posibles depresiones.
• Corazón: con el uso de un estetoscopio, inspeccionar pericardio
en busca de latido visible, cicatrices e implantación de marcapaso.
Además, palpar el ápex, identificando el punto de máxima
intensidad, su localización (5º espacio intercostal, línea media
clavicular izquierda) y movimientos o turbulencias anómalas.
• Valorar el sistema vascular periférico: simetría e igualdad de
pulso, integridad de la piel, flebitis, varices, fracturas, yeso.
• Síntomas de deterioro circulatorio: dolor, entumecimiento, ede-
ma, cianosis.
• Pulmones: se inicia con la evaluación del patrón respiratorio:
frecuencia respiratoria, ritmo, profundidad y utilización de mus-
culatura accesoria. Se recomienda realizarlo en posición sentada,
con la espalda descubierta.
113
Para auscultar los pulmones pedirle a la persona que respire
pausadamente por la boca. Cuando la persona respire profunda y
continuamente, debe observarla atentamente ya que puede ma-
rearse. Preguntarle cómo se siente y, por último, observar forma,
movilidad, alineamiento, masas y lesiones
• Sistema renal: se inicia evaluando el patrón de eliminación uri-
nario, para luego realizar el examen renal.
Valorar patrón de eliminación urinaria, determinando cantidad,
color, olor, frecuencia, dolor, hematuria, urgencia miccional,
goteo, incontinencia y nicturia.
Examen renal: realizar el movimiento de peloteo renal iden-
tificando, principalmente, tamaño y presencia de dolor en los
riñones.
• Recto: se debe pedir a la persona que adopte la posición de Sims
o litotomía. Se inicia con el examen del esfínter anal.
Evaluar patrón de eliminación intestinal: cantidad, frecuencia,
color, consistencia, olor y presencia en las deposiciones (sangre,
moco, pus, cuerpos extraños, gusanos).
• Extremidades superiores: inspeccionar tamaño, forma, simetría,
temperatura, color, pigmentación, cicatrices, hematomas, contu-
siones, erupciones, ulceraciones, paresias, plejias, inflamación,
prótesis, dolor y edemas.
Evaluar amplitud de movimiento, rigidez, contracturas y presen-
cia de fracturas; fuerza, tono muscular, deformidades.
Por último, evaluar axilas, manos y uñas: refleja estado de
nutrición, ocupación, autocuidado, estado psicológico y enfer-
medades.
• Extremidades inferiores: inspeccionar tamaño, forma, simetría,
temblores, paresias, plejias, amplitud de movimiento, tono y
fuerza muscular, rigidez y presencia de fracturas.
Observar temperatura, color, pigmentación, cicatrices, hemato-
mas, contusiones, erupciones, ulceraciones, inflamación, próte-
sis, dolor, edema.
Del mismo modo, evaluar irrigación sanguínea, observando
llenado capilar, palpando el pulso, presencia de várices, edema y
flebitis. Por último, evaluar talones (color e integridad).
114
Signos Vitales
Pulso
115
Frecuencia del pulso:
116
c. Fuerza: la fuerza o amplitud de un pulso refleja el volumen de
sangre eyectado contra la pared arterial con cada contracción
cardiaca, y el estado del sistema vascular arterial que conduce
a la zona del pulso. En este sentido, la fuerza del pulso puede
describirse como: fuerte o débil.
d. Igualdad: deben valorarse los pulsos de ambos lados del sistema
vascular periférico, para comparar las características de cada uno.
En muchos estados de enfermedad como, por ejemplo: formación
de trombos, vasos sanguíneos aberrantes o disección de aorta, un
pulso en una extremidad puede ser desigual en fuerza o estar au-
sente. Todos los pulsos simétricos pueden valorarse simultánea-
mente a excepción del pulso de la carótida, dado que una presión
excesiva puede ocluir el aporte sanguíneo hacia el cerebro.
Registro de pulso:
El pulso se valora por la palpación y hay muchas zonas del cuerpo don-
de puede detectarse. Las zonas son: radial, femoral, carotideo, braquial,
poplíteo, dorsal pedio, tibial anterior, temporal, apical y cubital.
Generalmente en el control cotidiano, se utilizan los pulsos periféricos,
los más frecuentes son el radial y el braquial.
117
• En ocasiones es necesario medir la frecuencia por el latido
apical, se considera que este sitio es de impulso máximo. Se
localiza entre el cuarto o quinto espacio intercostal en la línea
clavicular media izquierda.
• El pulso carotideo es una zona fácilmente accesible utilizada
durante un shock. Su localización es a lo largo del borde me-
dio del músculo esternocleidomastoideo, en el cuello. Hay que
tener mucho cuidado para no suprimir o disminuir seriamente la
circulación carotidea y la frecuencia cardiaca, para ello, no hay
que hacer una presión excesiva y palpar una sola arteria caróti-
da por vez.
• Pulso temporal, se encuentra sobre el hueso temporal de la ca-
beza, encima y lateral al ojo. Es una zona fácilmente accesible,
utilizada para valorar el pulso en niños.
• Pulso braquial, se detecta entre los músculos bíceps y tríceps en
la fosa anterior cubital. Esta zona es utilizada para valorar el
estado de circulación hacia la parte inferior del brazo.
• Pulso cubital, se localiza del lado cubital del antebrazo de la
muñeca. Es una zona utilizada para valorar el estado de la circu-
lación hacia la mano y para utilizar la prueba de Allen.
• Pulso femoral, se palpa debajo del ligamento inguinal, entre la
sínfisis del pubis y la espina iliaca anterior superior. Esta zona es
utilizada para valorar el carácter del pulso durante un estado de
shock o un paro cardiaco cuando otros pulsos no son palpables,
utilizada para valorar el estado de circulación de la pierna.
• Pulso poplíteo, se ubica detrás de la rodilla en la fosa poplítea.
Es una zona utilizada para valorar el estado de la circulación
hacia la parte inferior de la pierna.
• Pulso posterior de la tibia, se localiza en el lado interior del to-
billo, debajo del maleolo interno. Zona utilizada para valorar el
estado de la circulación hacia el pie.
• Pulso dorsal del pie, se encuentra a lo largo de la parte superior
de pie, entre los tendones extensores de los dedos gordos y pri-
mero. Esta zona es utilizada para valorar el estado de la circula-
ción hacia el pie.
118
Auscultación
Es la fuerza sobre las paredes de una arteria que ejerce la sangre bom-
beada a presión desde el corazón. La T.A es medida en mmHg (milíme-
tros de mercurio). La tensión sistólica (máxima) es la presión ejercida
119
contra la pared arterial cuando los ventrículos se contraen, mientras que
la tensión diastólica (mínima) es la presión mínima ejercida contra la
pared arterial, producida cuando los ventrículos se relajan.
La presión arterial debe medirse sentado o en decúbito dorsal, con el bra-
zalete del esfigmomanómetro cubriendo dos tercios de la extensión del
brazo derecho, en ambiente tranquilo, temperatura agradable y después
de reposar, al menos 5 minutos. El mango debe rodear completamente la
circunferencia del brazo, cubriendo el 75% de su longitud.
Puede ser registrada en condiciones básales, de reposo, o bien casuales.
Se estima que las condiciones son basales cuando la determinación se
realiza después de una noche de sueño y antes de realizar las activida-
des diarias. Las condiciones de reposo son cuando el paciente ha per-
manecido quieto entre 10 y 20 minutos en una habitación oscurecida.
Por último, el registro casual de la tensión arterial es el que se realiza
habitualmente en cualquier examen de rutina en un consultorio, estos
valores pueden ser superiores a los de reposo y basales.
En pacientes “emotivos” es conveniente efectuar dos o tres registros an-
tes de obtener una conclusión.
120
Valoración de las extremidades inferiores
La ropa, el yeso, los catéteres intravenosos, las fístulas, entre otros, pue-
den hacer inaccesibles las extremidades superiores, en estos casos se
mide la tensión arterial en extremidades inferiores.
La zona de auscultación es la arteria poplítea, palpable detrás de la ro-
dilla en el espacio poplíteo. El paciente debe estar en posición prono, si
esta posición es imposible, se le pide que flexione ligeramente la rodilla
para facilitar el acceso a la arteria. El maguito se coloca 3 cm. por en-
cima de la arteria poplítea, con la cámara encima de la cara posterior
del muslo. Finalmente, el procedimiento es igual al que se realiza en la
auscultación de la arteria braquial.
Generalmente la tensión sistólica de las piernas es de 10 a 40 mmHg
superior a la de la arteria braquial, pero la tensión diastólica es la misma.
121
Factores que influyen en la tensión arterial
122
Alteraciones de tensión arterial:
123
Errores frecuentes en la valoración de la tensión arterial:
Frecuencia Respiratoria
Saturación de oxígeno
124
Es importante recordar que el emisor y el receptor se posicionan de ma-
nera enfrentada, y que todo lo interpuesto entre ellos absorberá en ma-
yor o menor medida, de acuerdo con sus características físicas (espesor,
tamaño, densidad y color) estos rayos específicos.
En cuanto a la sangre arterial, el principio de medición se sustenta en asu-
mir que solo la sangre arterial pulsátil absorbe rayos; la sangre arterial
no pulsátil queda también como constante. La variación pulsátil es la que
provee el saturómetro en una forma de onda denominada pletismográfica.
• Eupnea
• Taquipnea
Según la Frecuencia
• Bradipnea
Patrones • Apnea
Respiratorios • Hiperventilación
Según el Volumen
• Hipoventilación
• Cheyne-stokes
Según el Ritmo
• Kussmaul
125
• Estridor: agudo durante inspiración
(obstrucción de laringe)
• Estertor: ronca y sonora
Audibles sin (obstrucción parcial de vías altas)
amplificación • Jadeo: silbante en las inspiración
Ruidos (estenosis árbol bronquial)
Respiratorios • Burbujeo Gorgoteo
(aire a través de las secreciones)
• Sibilantes
Audibles con • Crepitantes: seco y crujiente
estetoscopio • Roce pleural
• Roncus: crujido seco
126
En el examen físico, evaluando la función respiratoria, se valorará:
Temperatura corporal
127
No se debe permitir que el niño forcejee, dado que esto puede
empujar accidentalmente el termómetro más adentro. Final-
mente, se debe retirar el termómetro después de tres minutos o
cuando se escuche la señal electrónica del dispositivo.
• La axila: se debe colocar el termómetro en la axila con el brazo
presionado contra el cuerpo por 5 minutos antes de leerlo. Este
es el método menos exacto para usar un termómetro de vidrio.
• Alerta o Vigil
• Somnolencia, Letargia
• Obnubilación
• Estupor
• Coma
• Estado Vegetativo
128
Valoración de la orientación temporo-espacial
• Orientación personal:
- ¿Quién es y cómo se llama? Valoración personal, situacio-
nal y general.
- ¿Qué edad tiene?
- ¿En qué año nació?
- ¿Cuándo es su cumpleaños?
• Orientación temporal:
- ¿Qué día de la semana es hoy?
- ¿En qué mes estamos?
- ¿En qué año estamos?
• Orientación situacional:
- ¿Dónde se encuentra?
- ¿Sabe dónde está este lugar?
• Orientación general:
- ¿Quién es el presidente?
- ¿Dónde está situada la capital?
129
Al finalizar la valoración total del paciente el enfermero/a debería tener
respuestas a esta guía de preguntas:
Capacidad de respuesta
¿Hay algún drenaje procedente de los ojos? ¿De qué color es?
¿Tiene los párpados cerrados? ¿Permanecen abiertos?
¿Están los ojos enrojecidos?
¿El paciente refiere que ve manchas, destellos o tiene visión borrosa?
¿Es sensible a las luces brillantes?
¿Hay algún drenaje procedente de los oídos? ¿De qué color es?
¿El paciente oye bien? ¿Es necesario repetirle lo que se le dice? ¿Responde las
preguntas adecuadamente?
¿Hay algún drenaje procedente de la nariz? ¿De qué color es?
¿El paciente puede respirar a través de la nariz?
¿Le huele mal el aliento?
¿Se queja de tener mal sabor en la boca?
¿Se queja de dolor de encías o dientes?
Movimiento
130
Respiraciones
¿Ascienden y descienden ambos lados del tórax de la persona con las respiraciones?
¿Es ruidosa la respiración?
¿El paciente se queja de dolor o dificultad para respirar?
¿Cuál es la cantidad y el color del esputo?
¿Con qué frecuencia tose? ¿La tos es seca o productiva?
Dolor o malestar
131
Intestinos y vejiga
Piel
132
Apetito
133
2. Etapa diagnóstica: Diagnóstico de enfermería
Otras definiciones…
Clasificación:
134
b. Diagnósticos reales: son aquellos problemas de salud, o alte-
raciones de las necesidades básicas manifiestas, detectados en
la valoración y posibles de ser tratados. Describe la respuesta
actual de una persona, familia o comunidad ante una situación
de salud o a un proceso vital.
Su identificación se apoya en la existencia de características
definitorias (datos objetivos y subjetivos) que las mismas derivan
del proceso de valoración.
La forma de expresarlo es la siguiente:
- Es la alteración detectada
- Factor/es que influyen
- Signos y síntomas
Estas tres partes se unen con las frases “relacionado con (que
identifica la ideología o causa del problema)” y luego “manifes-
tado por (que expresa los signos y síntomas)”.
Ejemplo: Alteración + en relación con + factores que contribu-
yen + manifestado por + signos y síntomas.
Taxonomía NANDA:
En 1982 la North American Nursing Diagnosis Association (NANDA) ha
desarrollado un sistema de clasificación de diagnósticos de enfermería,
que se editan en forma bianual. La taxonomía se utiliza para la clasi-
ficación de diagnósticos de enfermería, siendo un lenguaje enfermero
135
reconocido, lo que indica que el sistema es aceptado para la práctica
enfermera al proporcionar una terminología clínicamente útil.
• Ventajas:
- Facilita la comunicación
- Prioriza las necesidades
• Limitaciones:
- Lenguaje impreciso
A. Oxigenación
• Alteración del patrón respiratorio
• Disminución del gasto cardiaco
• Deterioro del intercambio gaseoso
• Limpieza ineficaz de las vías aéreas
• Patrón respiratorio ineficaz
• Dificultad para mantener la ventilación espontánea
• Respuesta disfuncional al destete respiratorio
• Alto riesgo de asfixia
• Alto riesgo de aspiración
B. Nutrición/Hidratación
• Alteración de la nutrición por exceso
• Alteración de la nutrición por defecto
• Alteración potencial de la nutrición por exceso
• Exceso del volumen de líquidos
• Déficit de volumen de líquidos
• Alto riesgo de déficit de volumen de líquidos
• Déficit de autocuidado de alimentación
• Deterioro de la deglución
• Lactancia materna ineficaz
• Lactancia materna interrumpida
• Lactancia materna eficaz
• Patrón de alimentación infantil inefectivo
136
C. Eliminación
• Alteración de la eliminación urinaria
• Estreñimiento
• Estreñimiento subjetivo
• Estreñimiento crónico
• Diarrea
• Incontinencia fecal
• Urinaria, alteración de la eliminación
• Incontinencia urinaria de esfuerzo
• Incontinencia urinaria refleja
• Incontinencia urinaria de urgencia
• Incontinencia urinaria funcional
• Incontinencia urinaria total
• Retención urinaria
• Riesgo de estreñimiento
• Déficit de autocuidado del uso del orinal
D. Movilización
• Alto riesgo de síndrome de desuso
• Trastorno de la movilidad física
• Alto riesgo de disfunción neurovascular periférica
• Intolerancia a la actividad
• Fatiga
• Alto riesgo de intolerancia a la actividad
• Riesgo de lesión perioperatoria
• Dificultad para manejar la silla de ruedas
• Dificultad para caminar
• Dificultad para movilizarse en cama
• Dificultad en la habilidad para trasladarse desde la silla de ruedas
E. Reposo y sueño
• Alteración del patrón del sueño
• Deprivación del sueño
137
G. Temperatura
• Alto riesgo de alteración de la temperatura corporal
• Hipotermia
• Hipertermia
• ermorregulación ineficaz
H. Higiene/piel
• Alteración de la perfusión mística (especificar) renal, cerebral,
cardiopulmonar, gastrointestinal, periférica
• Deterioro de la integridad hística
• Alteración de la membrana mucosa oral
• Deterioro del tejido cutáneo
• Alto riesgo de deterioro de la integridad cutánea
• Déficit de autocuidado de baño/higiene
I. Seguridad
• Alto riesgo de infección
• Disreflexia
• Alto riesgo de lesión
• Alto riesgo de intoxicación
• Alto riesgo de traumatismo
• Alteración de la protección
• Alteración de los procesos familiares
• Sobreesfuerzo en el rol del cuidador
• Alto riesgo al sobreesfuerzo en el rol de cuidador
• Afrontamiento defensivo
• Negación ineficaz
• Afrontamiento familiar inefectivo: incapacitante
• Afrontamiento familiar inefectivo: comprometido
• Manejo inefectivo del régimen terapéutico
• Alteración del crecimiento y desarrollo
• Síndrome de estrés por traslado
• Dolor
• Dolor crónico
• Duelo disfuncional
• Duelo anticipado
• Alto riesgo de violencia: autolesiones, lesiones a otros
138
• Alto riesgo de automutilación
• Respuesta post-traumática
• Síndrome traumático de violación: reacción compuesta
• Síndrome traumático de violación: reacción silente
• Ansiedad
• Temor
J. Comunicación
• Trastorno de la comunicación verbal
• Deterioro de la interacción social
• Aislamiento social
• Disfunción sexual
• Alteración de los patrones de sexualidad
• Afrontamiento individual: ineficaz
• Alteraciones senso-perceptivas (especificar) visuales, auditivas,
cinestésicas, gustativas, táctiles, olfatorias
K. Religión y creencias
• Sufrimiento espiritual
• No seguimiento del tratamiento (especificar)
• Conflicto en la toma de decisiones (especificar)
• Desesperanza
• Impotencia
L. Trabajar y realizarse
• Alteración en el desempeño
• Trastorno de la adaptación
• Conductas generadoras de salud (especificar)
• Dificultades en el mantenimiento del hogar
• Alteración en el mantenimiento de la salud
• Trastorno de la imagen corporal
• Trastorno de la autoestima
• Déficit de autoestima: crónico
• Déficit de autoestima: situacional
• Trastorno de la identidad personal
139
M. Actividades lúdicas
• Déficit de las actividades recreativas
N. Aprender
• Afrontamiento familiar ineficaz
• Déficit de conocimientos.
3. Planificación de cuidados
1. Establecimiento de prioridades:
140
2. Establecimiento de objetivos:
• Mejorar • Disminuir
• Reestablecer • Mantener
• Aliviar • Recuperar
• Mitigar • Rectificar
• Restituir • Atenuar
• Asegurar • Reparar
• Regular • Ajustar
141
Ejemplos de objetivos en diagnósticos potenciales:
• Prevenir • Promover
• Evitar • Reconocer
• Disminuir • Detectar
4. Intervención
142
5. Fundamentación
6. Evaluación
Positivos
Cumplimiento de los objetivos
Negativos
No se logran los objetivos
Inesperados
Complicaciones no valoradas en un principio, que surgen durante la
aplicación del PAE, pero que no tienen relación con las intervenciones
de enfermería.
Registros de enfermería
143
aunque puedan tener distintos diseños, deben cumplir con las siguientes
normas de OMS: ser permanentes, con limitaciones, deben tener una
identificación que permita su recuperación y localización cuando sea
necesario, deben tener continuidad, es decir que debe existir la intención
de realizar anotaciones sucesivas a medida que se precise el seguimiento.
144
• Con Fecha, Hora y Firma: estos datos formales dan al registro el
carácter de documento privado, identifican al autor de cada ano-
tación y precisan el momento en el que cada profesional involu-
crado interviene. Existe un principio general de derecho, según el
cual cada persona responde por sus propias acciones u omisiones.
Los indicadores clínicos que se aplican son del proceso y resultado, que
se entienden como:
Normas de bioseguridad
Uno de los mayores peligros con los que convivimos en la labor cotidia-
na, como trabajadores sanitarios, son los agentes patógenos, capaces de
causar infecciones y enfermedades. Entre ellos se encuentran: las bacte-
rias, virus, hongos y parásitos.
El contagio puede producirse por contacto directo con sangre o secrecio-
nes del paciente infectado; por vía aérea a través de microgotas, cuando
el paciente tose o estornuda; o de modo indirecto al contacto con agujas
o apósitos contaminados con sangre. Otra forma es la transmisión vía
oral (fecal-oral), al llevarnos a la boca elementos contaminados, o las
manos sucias, luego de haber tenido contacto con elementos como las
chatas u orinales mal higienizados.
Para evitar la transmisión de enfermedades existen normas de biosegu-
ridad: aquellas medidas que protegen la salud y la vida de los profesio-
nales de la salud, durante el contacto con el paciente.
145
• Precauciones Universales para el contacto con pacientes en
general: significa asumir que la sangre y secreciones corporales
de todos los pacientes que toman contacto con los diferentes
elementos sanitarios están contaminados, por lo cual, con todos
ellos se deben seguir las mismas conductas de bioseguridad.
- Para prevenir el contacto de la piel y mucosas del traba-
jador de la salud con sangre o secreciones del paciente,
se deberán utilizar guantes resistentes, el protector ocular
(antiparras) cuando se sospeche la posibilidad de salpica-
duras y barbijo en caso de pacientes con infecciones de las
vías respiratorias.
- Deberán utilizarse camisolines impermeables en aquellas
citaciones en las que se pueda tener contacto con líquidos
orgánicos del paciente que pudieran afectar las propias
vestimentas.
- Los trabajadores de la salud que presenten heridas no
cicatrizadas o lesiones dérmicas, deberán cubrirlas debi-
damente antes de tener contacto directo con el paciente o
manipular instrumental médico.
Infecciones intrahospitalarias:
146
Los microorganismos que causan infecciones hospitalarias pueden origi-
narse en los propios pacientes (como fuente endógena) o del ambiente y
el personal hospitalario (fuente exógena). La mayoría de las infecciones
hospitalarias, por lo general, parecen asociarse a fuentes endógenas.
Existen varios factores que contribuyen a las infecciones hospitalarias,
aunque no todas son prevenibles. Por ejemplo, un factor muy importante
que contribuye a la aparición de infecciones hospitalarias es el huésped
inmunodeprimido, es decir, un paciente cuyas defensas normales han
disminuido debido a una intervención quirúrgica, una enfermedad o me-
dicación.
Las manos del personal sanitario son un vehículo común para la propa-
gación de los microorganismos. Una limpieza insuficiente de las manos
es un factor contribuyente muy importante a la diseminación de los
microorganismos hospitalarios.
Dado que tanto la sangre como los fluidos corporales de los pacientes
son considerados agentes infecciosos, independientemente de su diag-
nóstico y enfermedad de base, se utilizan medidas de precaución con
el fin de reducir la posibilidad de contaminación o transmisión de una
infección.
La precaución y medidas que se tomen deben ser bidireccionales, esto
quiere decir que se brinda protección tanto al personal sanitario como a
los pacientes.
147
tes de acuerdo con la forma de transmisión de la enfermedad
que se trate.
a. Guantes: se utilizan por diversas razones, principalmen-
te protegen las manos cuando es probable que el perso-
nal de enfermería maneje sustancias corporales, ya sea
sangre, orina, heces, esputos y piel que no está intacta.
Otra razón es que los guantes reducen la probabilidad
de que las manos del personal sanitario transmitan mi-
croorganismos de un paciente a otro, así como también
los guantes reducen la posibilidad de que el personal de
enfermería transmita sus propios microorganismos a los
sujetos de atención.
Importante
148
importante, también, su utilización en pacientes con
aislamiento.
c. Barbijo quirúrgico: el barbijo debe cubrir perfectamente
la nariz y la boca, pueden ser cónicos o rectangulares.
Si son rectangulares deben tener ajuste nasal, triple ta-
bleado, tres capas (ya que una es repelente de líquidos),
y las tiras ubicadas hacia arriba. El barbijo debe quedar
bien ajustado, de modo que no se produzcan ángulos
a los costados de la cara, ya que a través de estos se
filtran microorganismos. Son útiles en los aislamientos
respiratorios por gotitas.
d. Barbijos N 95: filtran partículas inferiores a 1 micrón,
con un 95% de eficacia. El cierre facial no deja escapar
más del 10% del aire que debe filtrar.
149
Colocación y retirada del equipo de protección personal:
Aplicación:
• Preparación: retirar o asegurar todos los objetos sueltos como
identificaciones o joyas.
• Realización
1. Antes de realizar la intervención, presentarse y verificar la iden-
tidad del paciente usando el protocolo de la institución. Explicar
al paciente lo que se va a hacer, por qué es necesario y cómo
puede colaborar.
2. Realizar una higiene adecuada de las manos.
3. Colocarse un camisolín limpio:
a. Agarrar un camisolín limpio y desplegarlo delante de
nuestro cuerpo, no dejando que toque ninguna zona
manchada con sustancias corporales.
b. Deslizar los brazos y las manos a través de los puños.
150
c. Ajustar los lazos del cuello para mantener la bata colo-
cada.
d. Solapar el camisolín por detrás todo lo posible y ajustar
los cordones o el cinturón. Este solapamiento cubre con
seguridad el uniforme por detrás, el lazo de la cintura
mantiene el camisolín pegado al cuerpo, con lo que evita
que el uniforme se manche de forma inadvertida.
4. Colocarse el barbijo:
a. Localizar el borde superior del barbijo, colocar dicho
borde sobre el puente de la nariz y atar los dos cordones
superiores en la parte posterior de la cabeza. Si el barbi-
jo posee una tira metálica, ajustarla firmemente sobre el
puente de la nariz.
b. Asegurar el borde inferior por debajo de mentón y atar
los dos cordones inferiores en la nuca.
5. Colocarse protecciones oculares si no están combinadas con la
mascarilla.
6. Ponerse guantes descartables limpios, siempre por encima del
camisolín cubriendo las muñecas.
7. Para retirar el EPP sucio, quitarse los guantes primero porque
son los más sucios.
a. Quitarse el primer guante agarrándolo sobre su superfi-
cie palmar, teniendo en cuenta de tocar solo guante con
guante. Sacar completamente el primer guante invirtién-
dolo. Continuar manteniendo el guante sacado invertido
con los dedos de la otra mano enguantada.
b. Colocar los primeros dos dedos de la mano desnuda
dentro del puño del segundo guante.
c. Tirar del segundo guante hasta los dedos, volviendo su
cara interna al exterior. Esto introduce el primer guante
dentro del segundo.
d. Usando la mano desnuda, continuar retirando los
guantes, que ahora tendrán la cara interna por fuera y
depositarlos en el contenedor de residuos.
8. Realizar la higiene adecuada de las manos.
9. Retirar la protección ocular y depositarla en el lugar adecuado o
ponerla en un recipiente idóneo para su limpieza.
151
Lavado de Manos
152
153
154
Cinco momentos para la higiene de manos
155
Protección del huésped susceptible:
156
contienen microorganismos potencialmente infecciosos. Por esta
razón, las precauciones de aislamiento o de barreara incluyen el
uso continuo de camisolines, guantes, barbijos y otros dispositi-
vos o ropa protectores.
Sitios de colonización
157
Precauciones de contacto:
Bacilos gram negativos multi resistentes, Staphylococcus
aureus meticilino resistente, Vírus Sincicial respiratorio.
• Habitación individual. Puede compartir habitación con paciente infectado o
colonizado por igual germen.
VERDE
• Lavado de manos (antiséptico jabonoso o alcohol gel).
• Camisolín: colocarlo para ingresar a la habitación.
• Guantes limpios: para el contacto con el paciente y el medio ambiente.
Descartar los guantes antes de salir de la habitación.
• Estetoscopio, termómetro y tensiómetro: de uso individual.
158
Precauciones respiratorias de largo alcance: se utiliza respirador
de partículas. Para pacientes con enfermedades que se transmi-
ten por partículas < 5 µm que se diseminan a largas distancias
con el movimiento del aire, como por ejemplo: tuberculosis
pulmonar o laringea, sarampión, varicela.
159
Atención en Primeros Auxilios
Emergencia
• Pérdida de conciencia
• Hemorragia severa
• Posibles fracturas óseas
• Heridas profundas
• Síntomas típicos de un ataque al corazón
• Dificultad respiratoria
• Toser o vomitar sangre
• Debilidad y cambios en la visión abruptos
Urgencia
160
Algunos ejemplos son:
• Hipertensión
• Traumatismos
• Quemaduras
• Disrritmias
• Vómitos y diarrea severos
El socorrista, que está presente en el lugar del accidente, debe actuar con
dominio de la situación manteniendo la serenidad. La continuidad entre
la vida y la muerte no solo de la víctima/s y el rescatador/es es la cinemá-
tica. Por ello, se debe evaluar la situación rápidamente, sin precipitarse.
Si hay testigos, es él (el socorrista) quien toma la iniciativa pidiendo
ayuda. De esta manera, se puede actuar con eficacia e impedir actuacio-
nes nefastas de testigos bien intencionados pero incompetentes.
161
En conclusión, la actuación del socorrista está vinculada a:
Emergencias/Urgencias y tratamiento
Tratamiento:
• Aflojar la ropa alrededor del cuello y
cintura.
• Traslado a un ambiente de aire puro.
• Tumbar a la persona en posición hori-
zontal con las piernas elevadas.
• Verificar si tiene traumatismos.
• Rotar su cuerpo a 90° o lo suficiente
para que la lengua no se interponga en
la vía aérea superior.
Tratamiento:
• Despejar el entorno de cualquier objeto
que pueda herir al enfermo.
• Deslizar una manta o ropa debajo del
afectado para amortiguar los golpes.
• Aflojar la ropa alrededor del cuello.
• Poner un trozo de madera/pañuelo entre los
dientes para evitar que se muerda la lengua.
• Rotar al paciente de forma lateral.
162
3. Insolación: accidente provocado por la exposición prolongada al sol.
Tratamiento:
• Poner al afectado a la sombra.
• Aflojar la ropa.
• Aplicar compresas frías y proporcionarle
agua si está consciente.
• Si está inconsciente, se pondrá en posición
lateral de seguridad y se procederá a su eva-
cuación al hospital.
Se clasifican en:
a. Hemorragias externas:
Tratamiento:
• Con el herido tendido se hace
compresión local en el punto
que sangra, ya sea con uno o
dos dedos o con la palma de la
mano, en función de la exten-
sión de la herida.
• Si la hemorragia cesa, procede-
remos a colocar un vendaje compresivo.
163
• Si no se detiene, habrá que hacer compresión a distancia
en los siguientes puntos:
- CUELLO: carótida.
- HOMBRO: retroclavicular.
- BRAZO: arteria humeral (cara interna del brazo).
- MUSLO: arteria femoral (ingle).
- PIERNA: arteria poplítea.
• Aplastar siempre la arteria o vena contra el hueso lo más
cerca posible de la herida.
• No aflojar nunca el punto de compresión.
• Mantener al herido echado horizontalmente.
164
b. Hemorragias internas:
Tratamiento:
• Vigilar al accidentado para detectar signos de colapso
como palidez, sed, ansiedad, frío o taquicardia.
• Tenderlo horizontalmente.
• Abrigarlo.
• Tranquilizarlo.
• EVACUAR CON EXTREMA URGENCIA.
Se clasifican en:
a. Incisas: originadas por objeto cortante.
b. Especiales:
- Mixtas o inciso contusas.
- Punzantes.
- Por mordedura.
- Con arrancamiento.
Tratamiento:
• El socorrista se debe lavar
las manos concienzuda-
mente con agua y jabón
abundantes.
• Limpiar la herida, partiendo
del centro al exterior, con
jabón o líquido antiséptico.
• Colocar apósito o vendaje
compresivo.
165
Heridas graves:
Tratamiento:
• La actuación se resume en tres palabras: EMBALAR, AVISAR,
EVACUAR, para lo cual:
- Taponar la herida con gasas limpias o con compresas
estériles, si se disponen de ellas.
- Aplicar una venda sobre la herida, más o menos apre-
tada en función de la importancia de la hemorragia,
cuidando de no interrumpir la circulación sanguínea.
- Si es un miembro superior, colocar un cabestrillo.
- AVISAR.
Tratamiento:
• Colocar al herido sentado o acostado sobre el lado herido, cabe-
za y hombros algo incorporados, evacuándolo de esta manera.
• Cubrir la herida con varias capas de compresas grandes, de ser
posible, estériles.
• No dar de beber ni comer.
Tratamiento:
• Pequeña: poner una compresa grande y sujetarla con esparadrapo.
• Ancha: no poner compresas; si el intestino sale no intentar
meterlo, solo cubrir la herida con un paño húmedo muy limpio
y si es posible estéril. Si algún objeto permanece clavado (cuchi-
llo, punzón, etc.) no quitarlo, evacuar al herido moviéndolo lo
menos posible.
• No dar de beber ni comer.
166
Mordedura de animales:
Tratamiento:
• Carecen de toxicidad y se tratarán como cualquier otra herida,
lavando la zona y aplicando cualquier antiséptico (povidona
yodada).
• Se deberá vigilar al animal para descartar la presencia de rabia.
6. Quemaduras:
Se clasifican en:
167
• Quemaduras de tercer grado: la piel está carbonizada y
los músculos, vasos y huesos pueden estar afectados.
168
b. Quemaduras eléctricas: la corriente eléctrica, sea generada ar-
tificialmente o natural (rayos), ocasiona lesiones muy diversas
que van desde quemaduras pequeñas, traumatismos múltiples y
hasta la muerte.
Tipos de lesiones:
• Quemaduras superficiales por calor y llamas.
• Quemaduras por arco o fogonazo.
• Quemaduras llamadas propiamente eléctricas por la
acción de la corriente a través del organismo, ya que
lesionan planos más profundos y a menudo destruye
músculos y altera órganos internos, llegando incluso a
producir paradas cardiorrespiratorias e incluso la muerte.
169
Tratamiento:
• Es similar al que se lleva a cabo en las quemaduras tér-
micas, ya que la corriente eléctrica al paso por el orga-
nismo produce calor lesionando los tejidos.
Tratamiento:
• Tranquilizar al paciente.
• Lavar con abundante agua la zona afectada.
• Cubrir la zona quemada con paños limpios.
• Trasladar al paciente al hospital.
170
7. Urgencias otorrino y oftalmo:
Tratamiento:
- Dar rápidamente un vaso de agua para diluir el
tóxico.
- Añadir vinagre o jugo de limón a un segundo
vaso de agua.
- Después le daremos leche, aceite de oliva o clara
de huevo.
- ¡¡NO PROVOCAR EL VÓMITO!!
Tratamiento:
- Dar rápidamente un vaso de agua para diluir el
tóxico.
- Después se le da un vaso de leche o bicarbonato.
- Tras ese vaso le daremos aceite de oliva o clara de
huevo.
- ¡¡NO PROVOCAR EL VÓMITO!!
• Otros tóxicos.
Tratamiento:
- Diluir el tóxico.
- Provocar el vómito.
- Cuando el tipo de tóxico es desconocido
se usa como antídoto:
- Una taza de té fuerte.
- Varias cucharadas de leche de magnesia.
- Dos rebanadas de pan tostado.
171
b. Por inhalación: el mayor número de intoxicaciones por inhala-
ción son producidas generalmente por monóxido de carbono,
aunque existen numerosos tóxicos que se absorben por el apara-
to respiratorio.
Tratamiento:
- Aislar a la víctima de la atmósfera tóxica y hacerle res-
pirar aire puro.
- Si se observa parada respiratoria, practicarle las manio-
bras de resucitación en el ambiente exterior del mismo
lugar del accidente.
- Para llevar a cabo el rescate de la víctima se tomarán las
siguientes precauciones:
- No intentarlo jamás estando solo.
- Si son dos socorristas solamente, uno entra y el
otro permanece en el exterior.
- Atarse a la cintura una soga que permita, al que
permanece en el exterior, extraer a su compañero
a la menor señal de alarma.
- Si es posible, se debe penetrar en la zona tóxica
con una máscara antigás.
- Tomar a la víctima por la cintura y sacarla al
exterior.
Tratamiento:
• Colocar un torniquete, no muy apretado, por encima de
la mordedura para evitar su difusión por el organismo.
• Introducir la parte mordida en agua helada o colocar
compresas de hielo sobre las lesiones.
• Practicar una incisión en forma de X sobre cada una de
172
las dos huellas paralelas y puntiformes, que habrá origi-
nado la mordedura de la víbora o sobre la picadura del
alacrán o escorpión.
• Succionar sin temor, aplicando la boca sobre las heri-
das producidas, escupiendo a continuación la sangre y
veneno extraídos.
• Después, colocar sobre la herida hielo triturado o agua
fría y vendar.
• Evacuar al accidentado al hospital más cercano.
Picaduras de insectos:
Tratamiento:
• Si se percibe el aguijón, extraerlo.
• Aplicar sobre la picadura un trozo de tela empapado en
amoniaco o agua muy fría.
• Si no es posible extraer el aguijón, se aplicará una pasta
hecha con bicarbonato sódico y agua.
• En caso de múltiples picaduras:
- Sumergir al paciente en un baño de agua fría bi-
carbonatada durante 15 minutos.
- Envolverlo en una sábana y trasladarlo urgente-
mente al hospital.
Tratamiento:
• Colocar al paciente en posición sentado.
• Aplicar compresas heladas.
• Si existe alguna porción desprendida, conservarla para
posible reimplante. Se conservará en unas gasas estériles
o, en su defecto, limpias, empapadas en suero fisiológico
o agua helada.
• Trasladar al hospital.
173
e. Hemorragias en ORL (Otorrinolaringología):
Tratamiento:
• Localizar la hemorragia.
• Detenerla mediante:
- Taponamiento.
- Compresión local.
- Aplicación de compresas frías.
- Posición elevada de la zona sangrante, salvo en
epistaxis (hemorragia por la nariz) que habrá que
mantener la cabeza baja.
- Si no cesa, evacuar al hospital, vigilando pulso y
nivel de conciencia.
Tratamiento:
• Tranquilizar al paciente.
• Lavar con abundante agua la zona lesionada.
• Cubrir con paños limpios o estériles la zona.
• Trasladar al hospital.
Tratamiento:
• Valoración de la herida.
• Hemostasia.
• Limpieza de la herida.
• Colocar apósito.
• Si la herida es muy extensa, evacuar al hospital.
Tratamiento:
• Localización del cuerpo extraño; si es en la garganta
y tiene síntomas de asfixia, extraer el cuerpo extraño
mediante el método de HEIMLICH.
• Averiguar tipo de cuerpo extraño.
174
• Limpiar la zona.
• Trasladar al hospital para su extracción.
Tratamiento:
• Lavado ocular abundante.
• No friccionar el párpado.
• Irrigar de manera inmediata y prolongada el ojo durante
al menos 20 minutos con agua o suero fisiológico.
• No tapar el ojo para que las lágrimas continúen limpian-
do cualquier sustancia química residual.
• Evacuar al hospital más cercano, donde se informará
sobre el producto causante de la quemadura.
175
Síntomas principales:
• Impotencia funcional.
• Dolor.
• Chasquido o crepitación.
• Hinchazón-tumefacción.
• Presencia de moretones (hematomas).
Tratamiento general:
Tratamiento:
- Aplicar compresas heladas.
- Detener la hemorragia mediante pinzamiento o taponamiento.
- Posición lateral de seguridad.
- Evacuar al hospital más cercano.
Tratamiento:
- No mover al lesionado, dejarlo tendido en el suelo.
- Traslado inmediato al hospital. Este se hará en plano duro, evi-
tando que flexione la columna vertebral ni que pueda flexionar-
la durante el traslado, Si no se dispone de camilla se improvisa-
rá, con tablones, una puerta, etc.
176
• Dedos de la mano: desde la punta de los dedos a la muñeca,
dedos en semiflexión.
• Fémur y pelvis: desde la raíz de los dedos a las costillas, cadera y
rodillas en extensión; tobillo a 90°.
• Tibia y peroné: desde la raíz de los dedos a la ingle, rodilla en
extensión, tobillo a 90º.
• Tobillo y pie: desde la raíz de los dedos a rodilla, tobillo a 90°.
En resumen, una fractura se inmoviliza con férula que abarque
una articulación por arriba y otra por debajo de la lesión.
• Férulas de madera.
• Bastones, ramas de árboles, tablillas, revistas, etc., sujetas con:
vendas, tiras de sábanas, cintas, ligas, pañuelos, cinturones,
cuerda, etc.
• En fracturas de miembro inferior puede servir de férula el miembro
sano extendido y atado, o vendado juntamente con el lesionado.
• En las fracturas de brazo puede servir el tronco, fijándolo al mis-
mo con vendas, bufandas, etc.
Tratamiento:
- Frío.
- Inmovilización.
177
10. Contusiones: son las lesiones de las partes blandas o del tejido
muscular que no se acompaña de pérdida de continuidad de la piel.
Tratamiento:
- Frío para reducir la tumefacción.
- Reposo.
Tratamiento:
- Mantenerlos acostados, vigilados y abrigados, con la cabeza baja
y vuelta hacia un lado.
- Traslado al hospital de la misma forma que a los fracturados de
columna vertebral.
Traslado de pacientes
a. Método de la cuchara:
178
accidentado, izándolo a la vez, mientras que el cuarto coloca la
camilla por debajo del cuerpo, o en caso de faltante se procede a
trasladar en bloque.
179
Reanimación cardiopulmonar básica (RCP)
Causas:
180
Técnica de RCP
181
aseguraremos de que estamos haciendo bien la maniobra frente-
mentón y realizamos la segunda insuflación entre o no entre aire.
182
Bibliografía / Lecturas recomendadas
183
184
UNIDAD 5
Introducción
a los Programas
de Salud
185
Programas de salud
186
Como consecuencia de lo anterior, estos planes, en general, no han sido
formulados en términos intersectoriales y multidisciplinarios, y por tan-
to no han logrado dejar siquiera reflejado en el plan que el nivel de salud
es el resultado de factores condicionantes, que trasciende el ámbito de
actuación del sector sanitario responsable de la salud.
La planificación sanitaria se ha caracterizado, por tanto, en formula-
ciones en términos exclusivamente sectoriales (entiéndase, salud) o con
tentativas muy parciales de articulación con otros sectores. Ello ha con-
ducido a planes que corresponden a una visión vertical o parcial de una
determinada realidad, sea esta local, regional o nacional, que nada tiene
que ver con una visión correcta de esa realidad, incluyendo sus carac-
terísticas socio-económicas y culturales, lo que haría posible abordar
dicha situación de forma horizontal e integrada.
Los resultados obtenidos y el análisis de estos errores han significado
un avance muy importante en la planificación sanitaria actual. No está
demás recordar que la planificación en salud es un proceso que tiene po-
cos años de existencia. En la actualidad, tiende a desarrollarse tomando
en cuenta dos grandes líneas de actuación: el análisis multisectorial e
integrado de una comunidad, y la participación más amplia y completa
de todos los sectores involucrados.
Por último, es conveniente resaltar que los objetivos en salud comenta-
dos en párrafos anteriores difícilmente puedan ser alcanzados si los pla-
nes de salud no se contemplan desde la perspectiva de una formulación
del desarrollo integral de un área y/o un país.
En otro orden de cosas, el proceso de planificación no constituye un
requisito fundamental para solucionar los problemas de salud de las
comunidades. Para ello es necesario que se den una serie de condiciones
plenamente justificadas, a efectos de su implantación.
187
y la puesta en funcionamiento de su estructura básica, el centro
de salud, y otros.
- Los problemas que aquejan a nuestras comunidades relacionados
con la salud y que requieren de una atención altamente prioritaria.
- Las importantes ramificaciones políticas de los problemas, que
hacen que se imponga con urgencia un análisis y una concep-
ción de estrategias sanitarias aún con más énfasis que de cos-
tumbre.
- Los problemas o las estrategias planteadas para reducirlos, que
presentan un carácter nuevo y/o desacostumbrado, en el sentido
de que estos raramente han sido manejados por los mecanismos
sanitarios existentes.
- Las estrategias planteadas, que requieren de los esfuerzos combi-
nados de varios ministerios, de los gobiernos de las autonomías
y/o de los organismos de desarrollo comunitario.
Este plan debe ser puesto en marcha y esto significa que se inicia un pro-
ceso dinámico, un proceso continuo que implica necesariamente un mé-
todo de evaluación que (mediante la comparación de lo formulado y los
resultados obtenidos) contribuya a corregir las desviaciones observadas.
La planificación necesita de los conocimientos de muchos especialistas,
por ello es multidisciplinar, y al mismo tiempo resume en sí misma to-
das las disciplinas de Salud Pública. Asimismo, debe realizar propuestas
acordes a la Política Sanitaria vigente.
Por último, los programas de salud resultantes del proceso de planifi-
cación exigen en sus diversas actividades el trabajo de un Equipo de
188
Salud. Dichos programas consisten en un conjunto de actividades que
deben efectuarse en un plazo determinado para cumplir las metas en
salud propuestas en el Plan, y tienen su origen en reconocer la realidad
de los problemas locales de salud, que pueden ser muy diferentes de una
población a otra.
Todas las consideraciones antes expuestas llevan a una conclusión muy
importante:
Los planes y su expresión programática exigen la participación activa
de todos los profesionales sanitarios. La ausencia de cualquiera de ellos
conducirá, de forma inevitable, si no al fracaso de los programas, a no
alcanzar los objetivos fijados en salud.
Planificación sanitaria
189
2. Formulación de Planes, Programas y Proyectos
2.1. Definición de objetivos y metas operacionales.
2.2. Estrategias.
2.2.1. Definición de actividades.
2.2.2. Definición de normas de atención, cobertura y
rendimiento.
2.3. Estimación de recursos y expresión presupuestaria.
2.4. Requisitos y obstáculos.
3. Estudio y Aprobación
4. Ejecución
5. Evaluación
190
Asimismo, el Programa tiene una función rectora que se origina, desa-
rrolla y sustenta dentro del marco del Ministerio de Salud, y se fortalece
a través de la creación de una red de equipos y programas dependientes
de los Ministerios de Salud de las Provincias; que desarrollan y llevan
a cabo en sus jurisdicciones las diversas estrategias propuestas y acor-
dadas a nivel general en el marco del Plan Federal de Salud. Si bien,
Argentina aún no ha ratificado el Convenio Marco para el Control del
Tabaco (CMCT) de la OMS, la estrategia de intervención del programa
sigue de cerca las medidas que establece el mismo.
Objetivos específicos:
a. Fortalecer a los equipos de salud del primer nivel de atención,
a través del otorgamiento de becas de apoyo económico para la
capacitación en servicio a agentes comunitarios, profesionales y
no profesionales de distintas disciplinas.
b. Capacitar a profesionales y no profesionales en Salud Social y
Comunitaria, en herramientas de gestión, planificación y abor-
daje de problemáticas sociosanitarias prevalentes y emergentes.
c. Llevar a cabo acciones de protección y promoción de la salud en
el primer nivel de atención, garantizando la accesibilidad y la
integralidad en la atención.
191
d. Contribuir a la formación de una ciudadanía activa respecto
del cuidado de la salud, fortaleciendo el trabajo intersectorial y
la construcción de redes comunitarias para dar respuesta a los
problemas de salud de la población.
e. Asegurar la optimización de todos los recursos disponibles,
articulando los programas de salud nacionales, provinciales y
municipales en los efectores de salud públicos donde desarrollan
las actividades los agentes de salud comunitarios.
192
Esta Comisión plantea el abordaje de toda la problemática: lo asistencial,
lo docente, la investigación básica, clínica y epidemiológica, la biotec-
nología y los aspectos éticos, jurídicos y sociales de los defectos congé-
nitos. Como paso inicial, se constituyó un grupo de trabajo para la or-
ganización de una Red de Genética (Resolución 1494/07), integrado por
profesionales del Ministerio de Salud, del Centro Nacional de Genética
Médica (CNGM) que depende de la Administración Nacional de Labora-
torios e Institutos de Salud (ANLIS), del Hospital de Pediatría “Garrahan”
y del Hospital de Clínicas.
Este Grupo inició su actividad a partir de dos antecedentes: un Censo de
Recursos en Genética Médica realizado en el 2004 por el CNGM1 y un Es-
tudio Multicéntrico, llevado a cabo por el Servicio de Genética del Hospital
“Garrahan”. A partir del trabajo realizado se propuso la creación de un Pro-
grama, que se efectivizó por medio de la Resolución 1227 en el año 2008.
En diciembre de ese mismo año el Programa fue presentado en el Consejo
Federal de Salud (COFESA), designándose en 2009 a la Dra. Rosa Liascovich
como coordinadora técnica del Programa (Resolución Secretarial 33/09).
En este contexto, el Programa de Genética se inició en 2009 con el objetivo
de “organizar una Red Nacional de Genética Médica que deberá contribuir
a la racionalización de los recursos existentes, propiciar un incremento de
los RRHH y técnicos en las regiones que lo necesiten, como así también
impulsar la investigación y la docencia, en el marco de la equidad, garan-
tizando la accesibilidad en las áreas más desfavorecidas.” Sus componen-
tes son: asistencial, para organizar y fortalecer servicios de genética en
las provincias; capacitación, para capacitar en genética a agentes de salud
de primer nivel y hospitales; investigación epidemiológica, para organizar
un registro de anomalías o defectos congénitos; y promoción de la salud,
para promover acciones de prevención en la comunidad.
Hoy, el Programa depende de la Dirección de Medicina Comunitaria,
Subsecretaría de Salud Comunitaria y de la Secretaría de Salud Co-
munitaria. El organismo nacional que lleva adelante la coordinación
científico-técnica de las actividades es el CNGM (ANLIS) del Ministerio
de Salud de la Nación. A su vez, en el marco de la organización de la
Red, diferentes Servicios de Genética de distintas instituciones públicas
nacionales y provinciales participan en el diseño y ejecución de las dis-
tintas actividades. Desde el año 2013 comparte actividades en una fuerte
articulación con el área de EPF.
193
4. Programa nacional de detección y control de enfermedad celíaca
Objetivos específicos:
1- Promover el conocimiento y la divulgación masiva de las carac-
terísticas de la enfermedad celíaca.
2- Apoyar a las jurisdicciones para garantizar el acceso al diagnós-
tico oportuno.
3- Propiciar la capacitación de los equipos de salud.
4- Estimular el desarrollo de la investigación.
5- Fortalecer la capacidad técnica y analítica del Sistema Nacional
de Control de Alimentos en la temática.
6- Organizar un Registro Nacional de la Enfermedad Celíaca en
nuestro país.
194
Alcance: el programa está dirigido al fortalecimiento del sector de salud,
en articulación con el Ministerio de Desarrollo Social, para el desarrollo
de acciones que contribuyan a mejorar la atención de las personas con
enfermedad celíaca en todo el país.
195
6. Programa nacional de CHAGAS
A 100 años de haber sido descripta por primera vez, la infección por
Trypanosoma cruzi o enfermedad de Chagas continúa siendo un grave
problema de salud pública en muchos países de América Latina. Por pér-
dida de calidad de vida por discapacidad (AVAD), esta enfermedad ocu-
paba el quinto lugar de importancia entre las enfermedades infecciosas,
en general en las Américas y el Caribe en 2001. La principal vía de trans-
misión del parásito es a través del vector Triatoma infestans (vinchuca).
Sin embargo, la vía congénita ha ido aumentando su incidencia a medi-
da que mejoró el control de la transmisión vectorial y la transfusional.
El Programa Nacional de Chagas (PNCh) comenzó a funcionar en 1961,
luego de más de una década de investigación y desarrollo de varios
programas pilotos de control del vector. Entre 1961 y 1980, el PNCh
llegó a contar con 2.000 técnicos distribuidos en 19 provincias, con
un presupuesto superior a los 100 millones de dólares americanos. La
intervención contra las transmisiones vectorial y transfusional produjo
un descenso de la prevalencia de infección por T. cruzi en los varones
reclutados en el servicio militar obligatorio desde el 10% en 1969 al
6% en 1981 y al 2% en 1993. A pesar de estas mejoras, se han seguido
registrando casos agudos vectoriales de enfermedad de Chagas por falta
de un sistema sostenido de vigilancia entomológica y reinfestación de
las viviendas tratadas.
A partir de 2000 se observó una tendencia creciente en el número de
casos agudos vectoriales en el país, debido a la disminución de las acti-
vidades de control del vector (la tasa anual de rociado de viviendas con
insecticidas bajó de 140.000 viviendas en 1994 a menos de 65.000 entre
1998 y 2008) y a la baja cobertura de las acciones sostenidas de vigi-
lancia (menos del 40% de las viviendas de área endémica), todo esto a
consecuencia de reducciones de presupuesto y de la capacidad operativa
del Programa por déficit de recursos humanos, materiales y una gestión
inadecuada.
Otros factores que contribuyeron al recrudecimiento de la endemia fue-
ron: la crisis socioeconómica de 2001, la insuficiente atención al pro-
blema, a la promoción y la prevención en los sistemas de salud y los
cambios de gestión en los programas.
196
Para interrumpir la transmisión, es necesario optimizar las actividades de
control vectorial y no vectorial, con una vigilancia activa permanente y
con el diagnóstico y tratamiento oportuno de las personas infectadas. La
estrategia apropiada para lograr este objetivo es una descentralización
operativa local que involucre a las diferentes instancias de gestión y ser-
vicios locales de salud, con la conducción, normatización y supervisión
técnica del nivel central nacional; y el compromiso y la responsabilidad
compartidos entre los niveles nacional, provincial y municipal.
197
lidar un modelo basado en la atención primaria de la salud (APS).
Este Programa es producto de una donación de la Unión Europea, y llega
a su concreción mediante la suscripción del Convenio de Financiación
Número ALA/2005/17-606, firmado entre la Unión Europea y la Repú-
blica Argentina en Diciembre de 2005.
Objetivos:
Su objetivo general es contribuir a mejorar la salud integral de los habi-
tantes de siete provincias de las regiones NOA y NEA, a partir del forta-
lecimiento del sistema de salud.
Su objetivo específico es fortalecer el modelo de gestión y de atención
de salud pública en siete provincias de las regiones NOA (Catamarca,
Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán) y NEA del país (Corrientes, Chaco
y Misiones), en un período de cuatro años, a partir de la Estrategia de
Atención Primaria de la Salud de la EAPS.
9. SUMAR
198
Con SUMAR, se reafirma y profundiza la gran alianza federal constituida
con el Plan NACER para fortalecer los sistemas provinciales de salud a
través de un novedoso modelo de política pública. De esta manera, se
aumenta la inversión para el sector público, se desarrollan los Seguros
Provinciales de Salud, se trazan nuevas prioridades y objetivos que serán
monitoreados y evaluados de manera sostenida.
El Programa se lleva adelante con un claro enfoque de derechos, que se
propone brindar identidad a las personas frente al sistema de salud y ex-
plicitar los servicios que conforman su derecho, asignándole contenido
y alcance preciso. Sus objetivos priorizados son generar conciencia en la
población acerca de la importancia del cuidado de la salud, empoderarla
para el ejercicio efectivo de su derecho, y potenciar su vínculo con el
sistema de salud.
Objetivos:
• Continuar disminuyendo las tasas de mortalidad materna e in-
fantil.
• Profundizar el cuidado de la salud de los niños/as en toda la
etapa escolar y durante la adolescencia.
• Mejorar el cuidado integral de la salud de la mujer, promoviendo
controles preventivos y buscando reducir la muerte por cáncer
de útero y de mama.
• Mejorar el cuidado integral de la salud del hombre, promoviendo
controles preventivos y buscando reducir la muerte por cáncer
colorrectal.
• Crear y desarrollar los Seguros de Salud Provinciales, destinados
a la población más vulnerable.
10. PROSANE
199
Tiene como misión desarrollar y fortalecer políticas integradas de cui-
dado entre Salud y Educación, dar respuesta activa a las necesidades
de atención de los niños, niñas y adolescentes en edad escolar dando
impulso a acciones de prevención de enfermedades y promoción de la
salud, fortaleciendo la articulación entre los Ministerios de Salud y Edu-
cación.
Son destinatarios del Programa Nacional de Salud Escolar los niños,
niñas y adolescentes del nivel inicial, primario y/o secundario de las
escuelas públicas y privadas de todo el territorio nacional.
Por Resolución 11/2015, las jurisdicciones a través del nuevo convenio
adhieren a la reformulación de los objetivos del programa, así como la
redefinición del concepto de Salud Escolar.
200
11. Programa Nacional de Epidemiología
y Control de Infecciones Hospitalarias (VIHDA)
Objetivos
Son objetivos generales del Programa Nacional de Epidemiología y Con-
trol de Infecciones Hospitalarias:
a. La investigación de los distintos aspectos relacionados con las
infecciones en los establecimientos asistenciales.
b. Elaborar propuestas para la normatización del control.
c. La capacitación y adiestramiento del personal para tareas de
investigación y aplicación de normas de control.
Ejes de trabajo
El Programa Nacional de Epidemiología y Control de Infecciones Hos-
pitalarias trabaja sistemática e ininterrumpidamente desde su creación
en seis ejes:
• Docencia
• Investigación
• Normatización
• Vigilancia
• Asesoramiento
• Educación para la salud
201
12. Proyecto de Funciones Esenciales y Programas de Salud Pública II
*Programa Incluir Salud: el programa está dirigido a dar cobertura en salud a los
grupos vulnerables de la población que incluyen mujeres con siete o más hijos y sus
familias, así como también los discapacitados y adultos mayores de 70 años de edad
sin cobertura social. En el marco del Proyecto FESP II, el programa Incluir Salud
sustentará la creación de una carta de derechos para la mujer para asegurar que
las mismas tengan conocimiento de su derecho a la cobertura de salud. Además, se
llevarán a cabo dos experiencias piloto provinciales (Misiones y Tucumán), donde se
establecerán las garantías explícitas para dar derecho a las beneficiarias de Incluir
Salud a servicios de prevención de salud, tales como cáncer de cuello uterino, salud
reproductiva, y VIH/SIDA e ITS.
202
Alcance poblacional:
Los beneficiarios directos del Proyecto son alrededor de 4,26 millones de
personas, incluidas las personas que participan o que cumplen los requi-
sitos para participar en los siete programas de salud pública selecciona-
dos. Además, 13 millones de personas se beneficiarán indirectamente del
Proyecto, incluidas la población objetivo para la reducción de factores
de riesgo global seleccionados, a través de campañas de prevención y los
programas prioritarios.
Cómo se trabaja
El Programa cuenta con un Centro Coordinador que tiene sede en el
Hospital de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”, en donde trabajan
cardiólogos pediatras de distintos hospitales públicos que proporcionan
atención telefónica personalizada durante los 365 días del año en hora-
rio de 8 a 20 hs. para brindar el tratamiento oportuno y el seguimiento
adecuado de estos casos.
Para el desarrollo de esta actividad, se trabaja en forma articulada con
equipos de salud de todo el país.
En las provincias existe al menos un Centro Asistencial de Referencia
203
con sede en el hospital de mayor complejidad pediátrica donde trabaja
un cardiólogo referente, que es el encargado de hacer el diagnóstico y
notificar el caso al Centro Coordinador.
Luego, el Centro Coordinador se encarga de derivar al niño/a a un Centro
Tratante acorde a la necesidad específica de la patología. Actualmente, el
programa cuenta con una decena de instituciones de salud que reciben
estas patologías.
El PNCC es la autoridad que administra la asignación de casos de pa-
cientes portadores de cardiopatías congénitas de acuerdo a criterios de
urgencia, distancia y en función de la capacidad de respuesta de los
establecimientos con el objetivo de disminuir la mortalidad específica
por esta causa.
El programa depende de la Subsecretaría de Salud Comunitaria del Mi-
nisterio de Salud de la Nación. Asimismo, la mayoría de los niños/as
operados en este marco cuentan con la cobertura del Plan SUMAR.
Objetivos
El PNCC se propone contribuir en la disminución de la tasa de morta-
lidad infantil. Desde el inicio se incrementó el número de cirugías de
niños y niñas portadores de cardiopatías por debajo del año de vida.
Estas acciones permitieron reducir la mortalidad infantil por esta causa.
Asimismo, se propone:
• Mejorar el diagnóstico prenatal y postnatal de las cardiopatías
congénitas.
• Contribuir a la estabilización correcta en las Unidades de Terapia
Intensiva Neonatal.
• Favorecer la derivación oportuna y segura a los centros de refe-
rencia.
• Regionalizar la atención: organización de la red.
• Crear el Registro Nacional de Cardiopatías Congénitas (RNCC).
204
• Capacitación del grupo humano de Centros Tratantes para mejo-
rar los resultados.
• Desarrollo de una Red Perinatal para derivar a las mujeres
embarazadas a las que se les detecte un feto con Cardiopatía
Congénita.
• Reacreditar los Centros Tratantes de acuerdo a los Indicadores
establecidos.
205