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Durante el GOBIERNO DE JULIO CÉSAR TURBAY AYALA (1978–1982) se impulsó una política de seguridad nacional.
Como resultado de la misma, se encarceló (y en ocasiones también torturó o asesinó) a varios líderes y miembros de
estos grupos, pero en su mayoría siguieron activos. En 1980, el M-19 realizó la TOMA DE LA EMBAJADA DE LA
REPÚBLICA DOMINICANA, como una muestra de su capacidad de acción. Se logró negociar pacíficamente el fin de la
toma, partiendo los participantes del M-19 hacia un exilio en Cuba.
El GOBIERNO DE BELISARIO BETANCUR (1982–1986) buscó un acercamiento y una tregua con los
grupos armados insurgentes. El fracaso de estas negociaciones por las diferencias políticas entre los distintos sectores
del gobierno, las fuerzas militares y los grupos políticos condujo a una ruptura y a la posterior TOMA DEL PALACIO DE
JUSTICIA EN 1985 por parte del M -19, que terminó con la muerte de varios de los civiles retenidos, como
consecuencia del operativo ofensivo del ejército (LA RETOMA) y de la resistencia armada de los ocupantes
guerrilleros.
El GOBIERNO DE VIRGILIO BARCO (1986–1990) promovió una política de "pulso firme y mano tendida", la cual
encontró eco en el M-19 que inició un proceso de desmovilización que terminó en 1990. El
fortalecimiento de los grupos de narcotraficantes y su creciente conflicto con los
insurgentes, quienes extorsionaban y secuestraban a varios miembros de los carteles o a
sus familias, llevó a la acelerada conformación de grupos paramilitares (autodefensas)
ilegales en la década de 1980, de la mano de los intereses de hacendados, políticos y
algunos sectores militares.
El primer grupo constituido por el cartel de Medellín, tras el secuestro de Marta Nieves Ochoa, fue el MAS
(Muerte a Secuestradores) en 1981, mientras en Puerto Boyacá aparecía al año siguiente la ACDEGAM
(Asociación Campesina de Ganaderos y Agricultores del Magdalena Medio) fachada legal de los
paramilitares en esa región y dirigida por Pablo Emilio Guarín Vera, y ya con una misión claramente anti-
subversiva. En poco los intereses del narcotráfico y las autodefensas confluyeron hacia la expulsión de la
guerrilla de las áreas en que los capos de la droga se habían convertido en los nuevos hacendados y
propietarios de tierras.
El principal líder de esta alianza, Gonzalo Rodríguez Gacha patrocinó la
expansión de los grupos de autodefensa por el Magdalena Medio y los
Llanos orientales, mientras otras organizaciones se conformaban en
Antioquia, entre ellas el Muerte a Revolucionarios del Nordeste Antioqueño
guiada por los hermanos Castaño. Para finales de la década de los ochenta
el gobierno reconocía la existencia de cientos de grupos paramilitares en
todo el país, envueltos en una brutal guerra de exterminio contra las
guerrillas, del que la principal víctima fue la UP. Además, entre 1988-1989
se sucedieron violentas masacres de campesinos bananeros en la región del Urabá, dejando un saldo de
decenas de muertos.
Pese a los duros enfrentamientos que causaron decenas de muertos entre guerrilleros y soldados, y que terminaron con la destrucción
y toma de las instalaciones insurgentes, ningún miembro del Estado mayor de la guerrilla fue capturado o muerto. Más bien
desencadenó una fuerte respuesta de los insurgentes, que en la primera mitad de 1991 lanzaron una cruenta ofensiva, en el curso de
la cual infringieron duros golpes al Ejército como el ocurrido en Mesetas, Meta donde asaltaron la base
militar de Girasoles y capturaron a 17 uniformados.
En este marco arreciaron todos los ataques contra la fuerza pública, entre
ellas las acciones contra instalaciones militares, los hostigamientos, los
sabotajes a infraestructura, las emboscadas a patrullas y los golpes
urbanos.
De 169 hechos de este tipo en 1990 se pasó a 425 en 1991. Es decir, que
hubo un incremento del 151 por ciento.
Al finalizar el año, 416 uniformados habían sido asesinados y otros 276
habían sido secuestrados. Pero la Fuerza Pública también respondió con dureza y durante el curso del año
lanzó una serie de 9 ofensivas masivas aéreo-terrestres en todo el país, matando a 639 insurgentes y
sometiendo a la justicia a más de 400. Nuevos intentos de negociación se dieron con los Diálogos de Caracas
y Tlaxcala entre 1991-1992, pero su rompimiento alejó cualquier intento de negociación y abrió
definitivamente por ambos lados la idea de una confrontación total.
GOBIERNO DE ERNESTO SAMPER (1994-1998) Las elecciones presidenciales de 1994 fueron ganadas por
el candidato liberal Ernesto Samper Pizano, quien superó por un escaso margen de votos al conservador,
Andrés Pastrana Arango.
El 7 de agosto de 1994, Samper comenzó su gobierno denominado el "SALTO SOCIAL". El nuevo
mandatario, creó un plan de desarrollo destinado a combatir la pobreza que agobiaba al país. Su
programa se basó en un fuerte aumento del gasto social, con el fin de beneficiar a los sectores
marginados.
Samper pretendía que el Salto Social fuera un plan alternativo a las políticas neoliberales que se venían
desarrollando en el país. Sin embargo, las bases de su estrategia de gobierno continuaron con la
internacionalización efectiva de la economía y la construcción de un nuevo tipo de Estado.
Dentro de los logros conseguidos por este gobierno, figura la reclusión en la cárcel de los cabecillas pertenecientes al cartel de Cali. En
el plano económico, dio impulso a la microempresa afectada por la apertura económica, y construyó obras de infraestructura en el
país. Pese a los logros conseguidos por este mandato, Colombia atravesó por una de sus peores crisis: creció el poder de las guerrillas
y los paramilitares; en San José del Guaviare se presentaron paros campesinos y, adicionalmente, el presidente Samper fue acusado
de haber financiado su campaña política con dineros provenientes del narcotráfico.
Irregularidades en la campaña política de Ernesto Samper
Debido a la súbita aparición de unos casetes, que revelaban la intervención de dineros del narcotráfico en su campaña presidencial,
Samper fue acusado ante la Cámara de Representantes y se le abrió un proceso, conocido como el Proceso 8000. Después de varias
investigaciones, el mandatario fue declarado inocente. No obstante, debió soportar el peso de este problema durante todo su
gobierno y la presión de los Estados Unidos que decidió cancelarle la Visa americana al presidente.
LA OFENSIVA PARAMILITAR
A la vez que ganaba terreno la insurgencia, el Paramilitarismo se expandía por muchas áreas del país, la costa
atlántica principalmente de la mano de los intereses de muchos hacendados, militares, políticos y
empresarios. Las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (ACCU), bajo el mando de Carlos Castaño
(tras la muerte de su hermano Fidel), se convierte en el grupo más activo y violento.
Hacia finales de 1996, el avance de las autodefensas se traduce, por una parte, en que las guerrillas, sobre
todo el ELN, registran pérdidas territoriales muy significativas y, por otra, en que tienen que concentrar
mayores esfuerzos para contener a las estructuras paramilitares. En medio de esta dura lucha, tanto los paramilitares como las
guerrillas, convirtieron a la población civil en blanco de su acción, dando una clara demostración del alto nivel de degradación que
comienza a experimentar el conflicto armado. Más de 800 civiles murieron en Urabá víctimas de la guerra de exterminio entre los dos
bandos en 1995. En abril de 1997, las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá, las del Magdalena Medio y las de los Llanos
Orientales se unieron para conformar las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), esta unión pretendía principalmente su
reconocimiento como actor político para poder negociar con el Estado. A partir de este momento, las autodefensas se trazan la
meta de contener la expansión de la guerrilla e incursionar en las zonas donde estos grupos tienen su principal fuente de
financiamiento: el narcotráfico. Siguiendo este propósito, en la segunda mitad de 1997, las AUC incursionaron en los cuarteles
generales de la subversión y pusieron de manifiesto su voluntad de realizar campañas de exterminio en todo el país.
GOBIERNO DE ANDRÉS PASTRANA ARANGO (1998-2002)El conservador
Andrés Pastrana Arango, apoyado por una coalición partidista denominada
"Gran Alianza para el Cambio", asumió la presidencia para el periodo 1998-
2002.
Contrario al gobierno de Samper, que buscó un fuerte aumento del gasto
social, Pastrana planteó un severo recorte a la inversión pública. Para ello,
propuso que el grueso de la inversión proviniera del sector privado, con lo cual, le imprimió un
nuevo impulso al proceso de privatización de las empresas estatales.
Pastrana continuó las negociaciones de paz con los grupos armados. Con este fin, el mandatario y el jefe de las FARC Manuel
Marulanda Vélez, alias "Tirofijo", acordaron efectuar un despeje de 42.000 km2 en los departamentos
de Caquetá, Meta y Putumayo.
Las negociaciones se efectuaron en enero de 1999, en el municipio de San Vicente del Caguán. Allí,
confluyeron personalidades políticas, del sector empresarial y de la prensa. Sin embargo, "Tirofijo", no
se hizo presente. La razón que justificó su ausencia, fue que estaba en riesgo su integridad física y, por
ende, la de sus grupos armados. (Este hecho se conoce como “El episodio de la Silla Vacía)
En mayo de 1999, el gobierno reinició conversaciones con las FARC, sin embargo, no hubo resultados positivos, pues desde la fecha
del pacto, hasta abril de 2000, los ataques de esta organización guerrillera continuaron.
Frente al problema de la proliferación de los cultivos ilícitos, como la coca y la amapola, Pastrana, fue respaldado económicamente
por el gobierno de Estados Unidos, e inició el PLAN COLOMBIA. Este programa apuntaba básicamente a entrega de dineros por `parte
de los Estados Unidos para erradicar por completo los cultivos ilícitos y a combatir a la guerrilla en las zonas de influencia, con
estrategias militares, políticas y sociales.
EL TERREMOTO DEL EJE CAFETERO: En enero de 1999, durante el gobierno de Andrés Pastrana, se produjo un fuerte movimiento
telúrico que afectó los departamentos de Quindío y Risaralda. El sismo provocó la muerte de un sinnúmero de personas y arrasó con
viviendas y edificios, dejando a varios habitantes damnificados. Armenia y Pereira, las capitales de estos dos departamentos, quedaron
prácticamente destruidas.
GOBIERNO DE ÁLVARO URIBE VÉLEZ 2002-2006 El fracaso del proceso de paz de Pastrana y la percepción
de que las FARC se habían engrandecido con una retaguardia en el Caguán desde la cual lanzaban sus
ataques, realizaban actividades relacionadas con el narcotráfico y concentraban a los secuestrados, fue uno
de los factores que contribuyó a la elección del candidato Álvaro Uribe Vélez en el 2002, considerado de
"mano dura".
Uribe Vélez logró imponerse a sus contendores con el 54% de los votos a su favor. “BAJO EL LEMA MANO
FIRME, CORAZÓN GRANDE”, inició un gobierno de cambio frente a la política de paz de su antecesor Andrés
Pastrana, quien dedicó gran parte de su gobierno a encontrar una solución política al conflicto armado. En
este sentido, el mandato de Álvaro Uribe Vélez estuvo fundamentado en la aplicación de una política de
seguridad democrática, que incluye una guerra frontal contra los actores armados que no estuvieran
dispuestos a negociar bajo los términos establecidos por el gobierno.
Precisamente, con intención de dar fin a las organizaciones armadas como las FARC, el ELN y las AUC, Uribe
consolidó una estrecha alianza con Estados Unidos para que el conflicto colombiano fuera incluido en la cruzada internacional contra
el terrorismo, liderada por el presidente norteamericano George W. Bush.
Su gobierno estuvo basado en tres pilares importantes: Seguridad Democrática, Confianza inversionista y Responsabilidad Social.
PROCESO DE PAZ CON LAS AUTODEFENSAS UNIDAS DE COLOMBIA -AUC
El proceso de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia, se desarrolló a partir del año 2002,
durante el primer periodo presidencial de Álvaro Uribe Vélez. En una carta pública enviada al
presidente, las AUC declararon un cese de hostilidades a partir del primero de diciembre de ese año,
cumpliendo así con el requisito del gobierno nacional para el inicio de conversaciones. Como
respuesta a este gesto, el 23 de diciembre de ese mismo año el Gobierno Nacional designó una
Comisión Exploratoria de Paz, para que adelantara diálogos exploratorios con este grupo armado.
Meses más tarde, y después de varias reuniones acordaron iniciar la etapa de negociación, afirmando que el propósito de este
proceso es “el logro de la paz nacional, a través del fortalecimiento de la gobernabilidad democrática y el restablecimiento del
monopolio de la fuerza en manos del Estado”.
Dos meses después, el 18 de enero del 2017, el Gobierno inició negociaciones formales con el ELN, en búsqueda de un acuerdo con
esta otra guerrilla. Los diálogos se extendieron también con altibajos a lo largo de ese tiempo.
Juan Manuel Santos, ganó el Premio Nobel de Paz por sus esfuerzos y logros al poner fin a más de 50 años de guerra en Colombia.
Durante su último discurso ante el Congreso de la República, el 20 de julio, el presidente saliente hizo una petición especial de “cuidar
la paz”, esperando que los diálogos se mantengan y, en este nuevo gobierno, lleguen a feliz término como se logró con las FARC.
Hace dos años, Duque pronunció desde la Plaza Bolívar, en el centro de Bogotá, un emotivo discurso de posesión. Contra viento y
lluvia, aseguró que con él llegaba a la Presidencia de Colombia “una nueva generación” de líderes que no "gobernaría con espejo
retrovisor” y estaría “dedicada a promover el entendimiento, el trabajo en equipo y la construcción de consensos”.
LA GESTIÓN DE LA COVID-19
El segundo año de la gestión de Duque ha sido copado por la emergencia de la covid-19. La pandemia tomó
a todo el mundo por sorpresa, pero ha golpeado con especial fuerza a los países latinoamericanos que tienen
ciudades sobrepobladas y con altos niveles de pobreza. Colombia, en relación con países como México,
Brasil y Ecuador, ha logrado controlar mejor los contagios.
Duque decretó antes que otros países de la región la Emergencia Sanitaria y la Emergencia Social y
Económica. Además, el Gobierno ha asignado $6,8 billones adicionales al sector de la salud para la mitigación de la emergencia y está
realizando cerca de 30.000 pruebas al día para identificar nuevos casos.
El presidente ha tenido que enfrentar la pandemia con un país atrasado en materia de servicios básicos e infraestructura hospitalaria.
Las fallas y la corrupción históricas del sector de la salud se han manifestado, por ejemplo, en la toma y procesamiento de pruebas
covid-19.
En el país hay más de 11.400 muestras por resolver por parte de las Entidades Prestadoras de Salud (EPS), que se están demorando
hasta 72 días para entregar los resultados de los exámenes, según cifras de la Procuraduría General de la Nación.
La Superintendencia de Salud señaló que ya hay 15 EPS con medidas cautelares por fallas en la prestación de sus servicios durante la
emergencia sanitaria.
MANEJO DE LA ECONOMÍA
Aunque comparado con otros países de la región, Colombia sigue siendo una de las economías con menor contracción debido a la
pandemia, junio cerró con una tasa de desempleo del 19,8%, siendo los jóvenes de las regiones
los más afectados.
Según el experto, Colombia atraviesa en estos momentos por "la peor contracción económica
en más de 100 años” debido a la pandemia y concuerda con Rodríguez en que el enfoque de
la reactivación económica está en los sectores de la infraestructura y la construcción. Además
de las obras civiles que usualmente se refieren a inversiones en infraestructura pública,
vemos con buena cara que el Gobierno haya vuelto a introducir unos subsidios que se habían
eliminado en el 2018.
El GOBIERNO DE GUSTAVO PETRO URREGO inició el 7 de agosto de 2022, tras su victoria en la segunda vuelta de
la elección presidencial de Colombia de 2022. Su mandato se extenderá hasta el 7 de agosto de 2026, fecha en la
que debe producirse la investidura de su sucesor. Es considerado por varios analistas como el primer gobierno
de izquierda del país.
Tras haber sido candidato presidencial en dos ocasiones (2010 y 2018), Gustavo Petro preparó su plataforma
política y a finales de 2021 anunció su precandidatura a la presidencia en los comicios de 2022. En marzo fue electo
candidato de la recién formada coalición política Pacto Histórico y días más tarde anunció que Francia
Márquez sería su compañera de fórmula.
Para la creación del Plan de Desarrollo del gobierno, Petro implementó los llamados Diálogos Regionales Vinculantes buscando que
la comunidad participe en la creación del plan que regirá en el gobierno 2022-2026. Dichos diálogos se llevaron a cabo en varias
regiones del país con la participación de la ciudadanía, ministros y funcionarios del gobierno.
En febrero de 2023 se radicó el proyecto de 200 páginas llamado «Colombia Potencia Mundial de la Vida» que contempla grandes
reformas como la agraria, salud, pensiones, laboral, justicia entre otras. Una de las consignas principales del gobierno de Gustavo
Petro es la ley llamada «Paz Total» que fue la primera ley sancionada por Petro después de que fuera aprobada en el congreso a inicios
de noviembre de 2022.
El país en medio de crisis económicas y protestas que comienzan a presentarse desde diferentes sectores, se encuentra expectante
frente a las decisiones que apruebe el Congreso frente a las reformas planteadas por el ejecutivo.
Diálogos con el ELN En el marco de la llamada «Ley de Paz Total» el gobierno inició diálogos por medio del comisionado de paz
Danilo Rueda con el Ejército de Liberación Nacional. El 17 de noviembre de 2022 durante el Congreso Nacional de Ganaderos, el
presidente Petro le pidió públicamente a José Félix Lafaurie, presidente del gremio de ganaderos Fedegan y otrora uno de sus
mayores contradictores políticos, hacer parte del equipo negociador para dichos diálogos, invitación que Lafaurie aceptó
Transición energética Una de las banderas de Gustavo Petro durante su trayectoria política y como promesa de campaña ha sido la
preservación el medio ambiente y resaltar la necesidad de acelerar la transición energética debido a la crisis climática.
Reforma al sistema de salud En enero de 2023 se conoció que la ministra Carolina Corcho se preparaba para presentar la reforma al
sistema de salud, dicha reforma se había venido mencionando en varias oportunidades desde la campaña presidencial y ha ocasionado
opiniones divergentes tanto al interior del gobierno y sus aliados políticos como por parte de la oposición. Una de las propuestas más
discutidas por la ministra Corcho es la de reformar el sistema de Entidades Promotoras de Salud o EPS.