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1. Introducción.
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Convención Americana, de los Derechos Humanos.
Los baremos, y los daños a la salud; El daño psicopatológico. El
régimen legal, del asistente terapéutico. En la tercera parte, veremos fórmulas
de cálculo de reparación, y de incapacidad. La inconstitucionalidad, de la
formula Balthazar.
Estimo conducente, para empezar, esta segunda parte del artículo, lo que, he
expresado en mi Tratado2, sobre las distintas formas de medir la incapacidad, sea
laboral, o vital, tanto en el derecho civil (Art. 1746 CCC), procesal, local, o en el
sistema interamericano, debiendo destacar que, todos los procesos reparadores, por
daños, y perjuicios, tienen dos momentos, bien diferenciados, en el primero, se
evalúa la responsabilidad, y una vez admitida esta, se ingresa, al momento, de la
cuantificación de los daños, y a este último tema, nos abocaremos, siendo el
principio guía en el tema, el de reparación integral (Art. 19 C. N., art 63 C A D H).
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2
Tratado sobre la Convención Americana, de los DD HH. Ed. Gamarra.
Entrando a la reparación, por las lesiones, a la vida laboral, o la incapacidad
vital, las múltiples opciones en relación, a las fórmulas matemáticas, del art. 1746
del CCC, creadas por doctrina, y jurisprudencia, sobresale, – a mi modo de ver - la
fórmula diseñada, por el Dr. Hugo Acciarri, quien ha propuesto un método de
cuantificación superador, de los preexistentes, y además ha creado una sencilla
herramienta de cálculo, (en planillas de Excel) que permite verificar, controlar y
eventualmente impugnar, la decisión adoptada, véase, en tal sentido, Acciarri, Hugo,
A. "Fórmulas, y herramientas, para cuantificar indemnizaciones por incapacidad, en
el nuevo Código", publicado, en: La Ley, 15/07/2015;
3
RECURSO DE HECHO, AROSTEGUI, Pablo Martín, c/ Omega Aseguradora de
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4
http://www.derechouns.com.ar/?p=7840.
Y en el caso, de personas jóvenes, parece más probable que se verifique,
algún incremento, del valor de la capacidad, a que eso no ocurra… según el curso
normal y ordinario de las cosas, es más razonable pensar que la remuneración del
joven damnificado subiría con el curso de los años, que asumir que se mantendría
hasta el fin de sus días invariable”, por lo tanto, es viable, hasta cierta edad,
computar un ingreso mínimo doble, o triple, según sea el caso, generalmente el S M
V M, u otro método razonable.
MEDINA CRESPO, Mariano, “El resarcimiento del lucro cesante, causado por la
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El artículo 1737 CCC, brinda el siguiente concepto de daño: “Hay daño cuando se
lesiona, un derecho, o un interés no reprobado, por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto
la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva”. La definición acoge la tendencia
doctrinal, y jurisprudencial mayoritaria que, entiende que el daño, puede recaer sobre derechos, o
intereses no reprobados, por el ordenamiento jurídico. De esta manera, tiene cabida legal la
protección de aquellos intereses merecedores, de tutela que no tienen el estatus de derechos.
El artículo 1738 CCC, enumera los aspectos, o rubros, en modo enunciativo, que, incluye
la indemnización:
La indemnización comprende la pérdida, o disminución del patrimonio, de la víctima, el
lucro cesante, en el beneficio económico esperado, de acuerdo a la probabilidad objetiva de su
obtención, y la pérdida de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los
derechos personalísimos, de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus
afecciones espirituales legítimas, y las que resultan de la interferencia, en su proyecto de vida.
Por imperio del art. 63º de la C A D H, se admiten los rubros que, constituyen una
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7
Parte médico extendido, por el facultativo competente, en el que se manifiesta la
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“...el valor de la vida humana, no resulta apreciable, tan sólo, sobre la base
de criterios exclusivamente materiales, ya que, no se trata, en el régimen de la
reparación integral, del derecho común, de medir, en términos monetarios, la
exclusiva capacidad económica de las víctimas, lo que, vendría a instaurar, una
suerte de justicia compensatoria, de las indemnizaciones, según el capital de
aquéllas, o según su capacidad de producir bienes económicos con el trabajo”.
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"VILAR, Jonathan Marcelo Miguel, contra SESA INTERNACIONAL S.A., y otros. Accidente de
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trabajo-acción especial".
Hay que tener presente, las siguientes materias, cuando se trata de lesiones:
iii) daño emergente futuro, los gastos que corresponderá afrontar, luego de
dictada, la sentencia firme, a consecuencia de la incapacidad permanente, sea total,
o parcial; y iv) lucro cesante futuro, las ganancias, o ingresos, ciertos, o eventuales,
que, se dejarán de percibir, luego de finalizar el proceso, mediante sentencia firme,
como consecuencia, de la incapacidad permanente, sea parcial, o total, para realizar
actividades lucrativas, o vitales.
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TRIGO REPRESAS, Félix, y Marcelo LÓPEZ MESA, Tratado de responsabilidad civil,
t. I, Buenos Aires: La Ley, 2004, p. 451. En el mismo sentido, DE TRAZEGNIES GRANDA opina:
“Sin embargo, debemos reiterar que esto no significa que, el daño emergente sea presente, mientras
que el lucro cesante, es futuro. La fecha, para considerar el pasado, presente, y futuro en este caso
es la sentencia firme. Desde esta perspectiva, tanto el daño emergente como el lucro cesante pueden
ser pasados, presentes, o futuros. El lucro cesante, es siempre futuro, con respecto al daño. Pero
entre esa fecha, y la sentencia, puede haberse producido, un lucro cesante, que ya será considerado
como pasado, y además cabe la posibilidad de que, las consecuencias del daño, sigan afectando en
18
De modo que, la chance, se encuentra a mitad del camino, entre el daño cierto
(resarcible plenamente), y el perjuicio puramente imaginado, conjetural, o hipotético
(no resarcible)10.
10
ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, “Frustración de chances en la
responsabilidad profesional”, en MORELLO Augusto M. y María M. AGOGLIA (coord.),
19
- Facilita la comprensión, del informe pericial, para los que no son médicos,
como jueces, o abogados. Transformar, la compleja red de secuelas físicas, o
psíquicas, que, un paciente puede presentar, sus consecuencias, interacciones, y
evoluciones futuras, en una cifra, o en varias combinadas, situadas dentro de una
escala concreta (siendo la más frecuente, de 0, a 100), permite al lector obtener de
inmediato, y con suma facilidad, una fotografía resumen, bastante cercana, a la
realidad, sobre la situación del paciente, y sus posibles consecuencias, del verdadero
quantum que, el experto pretende analizar, y expresar en su informe.
satisfactivas, o urgentes.
- Permite, a mutuales, cooperativas, obras sociales, y compañías
aseguradoras, hacer previsiones económicas precisas, y esenciales, para el adecuado
futuro funcionamiento, de estas entidades, esenciales en el sistema nacional que,
permite la compensación de daños, en nuestro país.
“Es que el daño biológico, parte de la base de una integridad corporal que, no
quede intacta, y se proyecta, sobre las esferas no laborales cuando, a consecuencia
de un accidente, la víctima, ha sido afectada, en tal integridad vital. Pues, bajo una
concepción personal del daño, el hecho ilícito que, determina una lesión a la persona
afecta el equilibrio psicofísico, por lo que causa, un daño al bien de la salud, o daño
biológico que, puede ser autónomamente considerado.
11
C N Civ., Sala F, 26-11-99, “García, José c/Micrómnibus Norte S A Monsa y otro”.
2CNCiv, Sala B, 11/2/93, “García, Gustavo A., y otro c/Dos Santos Goncalves, María A.
s/sumario”, ED, 152- 491.
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Es una máquina que, registra los ritmos cardíacos. en forma continua. Se lleva puesto de
24, a 48 horas durante la actividad normal.
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Se conoce, como salud integral, al estado de bienestar ideal, el cual se logra
únicamente cuando existe un correcto balance entre los factores físicos, emocionales, espirituales,
biológicos y sociales. Es de esa forma que las personas, logran crecer en todos los ámbitos de la
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vida y, por lo tanto, se siente sano, tanto física, como mentalmente, además de que tendrá plena
felicidad.
2. El régimen legal, del asistente terapéutico.
Además, argumentó que, “la figura de cuidador domiciliario creada por la ley
26.844 (art 2°), destinada a la asistencia personal, acompañamiento, y cuidado no
terapéutico de personas enfermas, o con discapacidad no se encontraba a cargo, de
las obras sociales, en tanto no había ninguna norma, que así lo dispusiera”.
Y, por último, que la madre de los pequeños, “no había demostrado no contar
con los medios económicos suficientes, por lo cual tampoco correspondería la
asistencia adicional establecida, en el art 33, de la ley de discapacidad, en tanto para
acceder al beneficio allí contemplado, debía acreditar fehacientemente la situación
económica deficitaria”, lo que fue desechado correctamente, por el fallo en
especie14, conforme la normativa, que veremos.
14
M. M. A. en representación de su hija A. J., c/ Organización de Servicios Directos
Empresarios (OSDE), s/Tribunal: Cámara Federal de Apelaciones, de San Martín.
31
b) Apoyar económicamente, a la persona con discapacidad y su grupo
familiar ante situaciones atípicas, y de excepcionalidad, no contempladas en
las distintas modalidades de las prestaciones normadas, en la presente ley, pero
esenciales, para lograr su habilitación, y/o rehabilitación e inserción
socio-laboral, y posibilitar su acceso, a la educación, capacitación, y/o
rehabilitación.
Para el tema, del daño psicológico, esta seria, en líneas generales una
definición válida, que, si bien, no explica, en forma indubitable, qué es el daño
psicológico, o cuáles son sus notas características, permite comprender en qué
33
Para que, una persona, pueda llevar adelante, una demanda conjunta, por
daño psicológico, daño al proyecto de vida, y daño moral, y obtener la
indemnización correspondiente, habrá que, demostrar que sufrió, suficientes
perjuicios, de índole patrimonial, o extra patrimonial, que hagan sustentable, el
reclamo. Mediante la prueba testimonial, ya resulta admisible la demanda, por daño
psicológico civil, o laboral, que más adelante, será contemplada, dentro de una
evaluación pericial, por parte de psicólogos, o psiquiatras forenses, aclarando que
solo los psiquiatras, son aptos para determinar una incapacidad psíquica.
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La pericia psicológica, o psiquiátrica, – o lo que es similar, el test para
evaluar, el trauma del daño psíquico, - es otro medio probatorio obligatorio. En sí
misma la pericia, no es requisito, para la admisibilidad, de la demanda, por daño
moral, daño al proyecto de vida, y psicológico, aunque constituye, por cierto, una
prueba dirimente, para su procedencia.
En los hechos, ante una demanda, por daño psicológico civil, o laboral se
evalúa el daño, considerando al perjuicio, de índole psicológica, y extrapatrimonial
que la situación, generó en la persona, y las simultaneas limitaciones, y reducciones
patrimoniales que generará, en virtud, del impacto sobre su vida laboral, o vital, y
vincular en su conjunto.
Con esto, hemos terminado, la segunda parte del artículo, en una tercera
parte, analizaremos los temas faltantes.
© 2023.
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Podemos afirmar, que, el moderno derecho de daños, es regional, e
internacional, así varios países, de Latinoamérica, y la Unión Europea, tutelan el
derecho, al proyecto de vida, casi en forma uniforme. Se infiere, de estos casos, que,
los ordenamientos jurídicos, protegen genéricamente, los derechos humanos
inviolables, inherentes a su propio ser, y dignidad, o, expresamente, tutelan la
libertad, su libre desarrollo, o el libre desenvolvimiento, de la personalidad.
En efecto, los valores, los principios, y las normas, protegen la libertad física,
y ambulatoria (Art. 7º, inc. 1 C A D H), en sí misma, y su actuación, o
manifestación objetiva, cuyo supremo exponente, es el proyecto de vida, en especial,
esta noción surgió, en el derecho italiano, que reconoce otros daños a la persona,
como el daño biológico, el daño a la vida, de relación, y el daño existencial.
15
El daño, al «proyecto de vida», en la jurisprudencia, de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos. Versión online.
16
Corte I J. D. H., Sentencia Loayza Tamayo c/ Perú, del 27 de noviembre, de 1998, Serie
41
C, Nº 42.
Guatemala», y «Luis Alberto Cantoral Benavides vrs Perú», la existencia de una
dimensión fenoménica, de la libertad ontológica, en que consiste, el ser propio del
ser humano. La posibilidad de dañar esta libertad fenoménica, que se concreta, en el
«proyecto de vida», y la correspondiente reparación integral, de sus consecuencias,
como se señaló, había pasado inadvertida, para los juristas, hasta hace poco tiempo
atrás. Los jus filósofos, y los científicos del derecho, habían centrado su secular
atención, en el resarcimiento, de los daños materiales y, en pocas ocasiones, en la
indemnización, del llamado «daño moral», en tanto dolor, o sufrimiento padecido,
por la persona (pretium doloris). Es de esperar que, este fundamentado, y lúcido
reconocimiento, del «proyecto de vida», y su certero análisis conceptual, tenga
pronta, y amplia repercusión, en la jurisprudencia comparada, y movilice a un sector
de la doctrina, que, aún lo desconoce, a ocuparse de esta inédita dimensión, de los
derechos humanos, como ya se viene haciendo, en ciertos países, de Latinoamérica,
incluida la Argentina17.
17
El daño, al proyecto de vida, se manifiesta, como una alteración, al curso de la vida
misma de la persona, de manera tal que, se ve impedida, de poder desplegar, sus potencialidades de
manera espontánea, y con cotidianeidad, y que, repercutirá en su psiquis, y en su faz física, pues su
realización personal, se observa seriamente afectada.
18
Cruzar, interponer algo, en el camino, de otra cosa, o sobre una persona, en una acción, o
42
un proyecto.
violación de los derechos personalísimos, de la víctima, de su integridad personal, su
salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas, y las que, resultan de la
interferencia, en su proyecto de vida19.
19
En el Código Civil, y Comercial (CCC) argentino, el proyecto de vida, está mencionado,
en distintas normas, del código, señalo tres ocasiones, en las que aparece: Hay dos normas que,
están en el ámbito, de las relaciones de familia: una vinculada al matrimonio, y la otra, en el
régimen de la convivencia, el tercero es el mencionado.
20
Ver mis libros, TRATADO DE LA CONVENCIÓN AMERICANA, DE LOS DD. HH., de ED.
Gamarra, Perú, en igual sentido, PACTO DE SAN JOSÉ, COMENTADO, CONCORDADO, Ed. THOTH,
Brasil.
21
MESSINA DE ESTRELLA GUTIÉRREZ, G. (1989). Función actual de la responsabilidad
civil. En Trigo Represas, F. A. y Stiglitz, R. S. (Dir.), Derecho de daños. Libro homenaje, a Jorge Mosset
43
22
LÓPEZ MESA, Marcelo; “El nuevo Código Civil, y Comercial, y la responsabilidad
civil (de intenciones, realidades, concreciones, y mitologías)”. Revista Anales, de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Sociales, U N L P. Año 13, Nº 46, 2016, pp. 57-73.
23
Los ex magistrados, de la Corte Interamericana, Dres. Cançado Trindade, y Abreu
Burelli concluyen su voto razonado, en el caso «María Elena Loayza Tamayo vrs Perú», expresando
que «todo el capítulo de las reparaciones, de violaciones de derechos humanos, debe, a nuestro
juicio, ser repensado desde la perspectiva, de la integralidad, de la personalidad de la víctima, y
teniendo presente su realización, como ser humano, y la restauración de su dignidad». Por ello,
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apuntan, la «respectiva Sentencia de reparaciones en el caso Loayza Tamayo vrs Perú, al reconocer
la existencia del daño autónomo al proyecto de vida, vinculado a la satisfacción, entre otras medidas
al proyecto de vida, por la lesión a la mano, de un pianista famoso, respecto de un
pianista amateur; La segunda opción, es la única viable, por el momento, es acudir a
la jurisprudencia nacional, o internacional, para que, en función de las variables, en
juego, se cuantifiquen montos semejantes, o análogos, a tal fin pasaremos revista a
la jurisprudencia, donde se observan, dos formas de cuantificar. 1) Mediante becas
de estudio, o mesada, que, comprenden la estadía, los alimentos, el transporte, el
seguro médico, los viáticos, etc., durante toda la carrera, monto que se actualiza por
mes, por ser una obligación de valor, y 2) Mediante una suma única, de dinero,
generalmente valuada, en dólares billete, que lleva intereses a tasa activa;
de reparación, da un paso acertado, y alentador, en esta dirección, que, confiamos, será objeto de
mayor desarrollo jurisprudencial, en el futuro.
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24
Corte I. J D. H., Sentencia Loayza Tamayo, del 27 de noviembre de 1998, Serie C, Nº 42.
María Elena Loayza Tamayo, fue llevada al centro de la DINCOTE, donde
fue torturada, física, y psíquicamente, y agraviada, en su dignidad. Estuvo
incomunicada, e imposibilitada, de presentar un recurso judicial, para cuestionar su
detención. Fue exhibida, como terrorista públicamente, a través de medios de
comunicación, con un traje a rayas. Posteriormente fue procesada, y luego de cinco
años de estar privada de su libertad, fue absuelta, por el delito de traición a la patria
en el fuero militar.
Cabe aclarar que, los hechos, del presente caso, se produjeron durante el
gobierno, de Alberto Fujimori, una época donde existió, una práctica generalizada de
tratos crueles, inhumanos, y degradantes, con motivo, de las investigaciones
criminales por delitos, de traición a la patria y terrorismo.
En el párrafo 152, la Corte considera que, los hechos sufridos por la víctima
“han alterado, en forma grave, y probablemente irreparable, la vida de la señora
Loayza Tamayo, e impedido que ésta alcance, las metas de carácter personal,
familiar, y profesional que, razonablemente pudo fijarse”, concluyendo en el
siguiente párrafo que, “la Corte reconoce la existencia, de un grave daño al
“proyecto de vida”, de María Elena Loayza Tamayo, derivado de la violación, de sus
derechos humanos”.
Igual que en el caso, “Loayza Tamayo”, los hechos del presente caso se
contextualizan una época, donde existió, una práctica generalizada de tratos crueles,
inhumanos, y degradantes, con motivo, de las investigaciones criminales, por delitos
de traición a la patria, y terrorismo. El 6 de febrero, de 1993, Luis Alberto Cantoral
Benavides, fue detenido, sin una orden judicial, por agentes de la Dirección
Nacional, contra el Terrorismo, (DINCOTE), en su domicilio ubicado, en el distrito
La Victoria, ciudad de Lima.
25
Corte I. J D. H., Sentencia Cantoral Benavides, del 3 de diciembre de 2001, Serie C, Nº
88.
vencer su resistencia física, y “forzarlo a auto inculparse, o a confesar determinadas
conductas delictivas”.
Luis Alberto Cantoral Benavides, fue procesado por el fuero militar, por el
delito de traición a la patria. Fue absuelto, pero se remitió lo actuado, al fuero común
para que fuera juzgado por el delito de terrorismo.
En el párrafo 60, del citado fallo, la Corte reconoce que, los hechos narrados
en el caso antes mencionado, “ocasionaron una grave alteración, del curso que
normalmente habría seguido la vida, de Luis Alberto Cantoral Benavides”. La Corte
considera, que, “los trastornos que, esos hechos le impusieron, impidieron la
realización de la vocación, las aspiraciones, y potencialidades, de la víctima, en
particular por lo que respecta, su formación, y a su trabajo como profesional”. Y
concluye el mismo párrafo, de manera inmejorable expresando que, “todo esto ha
representado un serio menoscabo, para su “proyecto de vida”.
En este caso, -a contrario sensu de lo que había decidido en los fallos que
analizáramos antes, - la Corte decidió reparar, todos los daños a la persona, dentro
del rubro “daño moral”, en forma equivocada, a mi juicio, pues se trata de un
52
26
Corte I. J D. H., Sentencia Niños de la Calle, del 26 de mayo de 2001, Serie C, Nº 77.
rubro autónomo. Demás estaría fundamentar la opinión que, podemos llegar a
formular sobre esta cuestión. Hemos sentado nuestra posición, a lo largo del artículo,
sobre lo que significa el daño moral, para nosotros.
Cifuentes;
- Que el Estado de Guatemala, debe pagar, por concepto de daño moral
sufrido por Anstraun Aman Villagrán Morales, Henry Giovanni Contreras, Julio
Roberto Caal Sandoval, Federico Clemente Figueroa Túnchez, y Jovito Josué Juárez
Cifuentes, las siguientes compensaciones que, recibirán sus derechos habientes,
conforme a lo que, a continuación, se indica:
a) US$ 23.000,00, o su equivalente en moneda guatemalteca, a la madre de
Anstraun Aman Villagrán Morales, Matilde Reyna Morales García;
b) US$ 27.000,00 o su equivalente, en moneda guatemalteca, a la madre de
Henry Giovanni Contreras, Ana María Contreras;
c) US$ 30.000,00, o su equivalente, en moneda guatemalteca, a la abuela de
Julio Roberto Caal Sandoval, Margarita Urbina;
d) US$ 27.000,00, o su equivalente en moneda guatemalteca, a la madre de
Federico Clemente Figueroa Túnchez, Marta Isabel Túnchez Palencia; y,
e) US$ 30.000,00o su equivalente, en moneda guatemalteca, a la madre de
Jovito Josué Juárez Cifuentes, Noemí Cifuentes.
- Que el Estado de Guatemala, debe pagar, por concepto de daño moral, una
compensación de US$ 26.000,00 o su equivalente, en moneda guatemalteca, a cada
una de las siguientes personas: Matilde Reyna Morales García, Ana María
Contreras, Rosa Carlota Sandoval, Margarita Urbina, Marta Isabel Túnchez Palencia
y Noemí Cifuentes. La cantidad correspondiente, a Rosa Carlota Sandoval le será
entregada a su madre, Margarita Urbina.
- Que el Estado de Guatemala, debe pagar, por concepto de daño moral, una
compensación de US$ 3.000,00 o su equivalente, en moneda guatemalteca, a cada
una de las siguientes personas: Reyna Dalila Villagrán Morales, Lorena Dianeth
Villagrán Morales, Gerardo Adoriman Villagrán Morales, Mónica Renata Agreda
Contreras, Shirley Marlen Agreda Contreras, Osman Ravid Agreda Contreras,
55
- Que el Estado de Guatemala, debe brindar los recursos y adoptar las demás
medidas necesarias para el traslado, de los restos mortales, de Henry Giovanni
Contreras, y su posterior inhumación, en el lugar de elección de sus familiares.
- Que el Estado de Guatemala, debe investigar los hechos del presente caso,
identificar, y sancionar, a los responsables, y adoptar en su derecho interno, las
disposiciones que sean necesarias para asegurar el cumplimiento de esta obligación.
27
Corte I. J D. H., Sentencia Gutiérrez Soler, del 12 de septiembre de 2005, Serie C, Nº
132.
honra, del señor Wilson Gutiérrez Soler, y de sus familiares, así como con el objeto
de evitar que, hechos, como los de este caso, se repitan, el Estado debe difundir las
partes pertinentes, de la presente Sentencia”.
Este caso, presenta la especialidad, de que por primera vez se invocó un daño
al proyecto de vida, en un contexto comunitario, o colectivo.
Los hechos del presente caso, se refieren, a la aldea Plan de Sánchez la cual
se localiza en el Municipio de Rabinal, en la región central de Guatemala. La zona
está habitada predominantemente, por miembros del pueblo indígena maya,
pertenecientes, a la comunidad lingüística Achí. Desde 1982, el ejército de
Guatemala, mantuvo una fuerte presencia en la zona.
28
Corte I. J D. H., Sentencia Masacre Plan de Sánchez, del 19 de noviembre de 2004, Serie
C, Nº 116.
Posteriormente, llegó a la comunidad un comando del ejército, de
aproximadamente sesenta personas. Al llegar el comando, éste separó a las niñas, y
mujeres jóvenes, de las mujeres mayores, los hombres, y los niños. El primer grupo
fue objeto de maltratos, violaciones, y asesinatos. Los niños y restantes niñas fueron
apartados, y asesinados a golpes.
La Comisión, en el inciso “e”, de sus alegatos expresó que “el dolor y los
efectos producidos por las situaciones vividas por los sobrevivientes, y los familiares
de las personas ejecutadas, en la masacre, trascienden de la esfera del individuo a la
del tejido familiar, y comunitario” y aseguró que “el daño generado al proyecto de
vida comunitario, se agrava con la falta de justicia, de reconocimiento del daño
sufrido, de memoria de las víctimas, y de resarcimiento”
Los representantes de las partes, alegaron que, “dado el cambio de vida que
sufrieron durante muchos años, los sobrevivientes, y familiares de las personas
ejecutadas de la masacre”, consideraban que “la Corte debe fijar una suma en
equidad para cada sobreviviente por concepto de daño, a su proyecto de vida”.
Enfatizando en el inciso siguiente que, “a raíz de los hechos, el proyecto de vida
comunitario, de Plan de Sánchez fue destruido”.
criterios de equidad.
Por otro lado, se encargó, de obligar al Estado de Guatemala, a realizar otro
tipo de reparaciones destinadas, a la rehabilitación, de las víctimas sobrevivientes, a
la lucha contra la impunidad, al reconocimiento público de la responsabilidad estatal
en desagravio, de las víctimas, a la preservación de la memoria, de las víctimas
ejecutadas en la masacre, a la preservación de la memoria colectiva, de la
comunidad maya-achí, al cultivo, y difusión del idioma maya-achí, y a un amplio
programa de desarrollo en beneficio, de los miembros de las comunidades afectadas
por los hechos del presente caso, (comprendiendo salud, educación, vivienda,
producción e infraestructura).
Si nos parece ilógico que, muchos de los autores que han tratado el tema,
hayan intentado incluirlo, en alguna de las categorías resarcibles de daños existentes
-vale decir patrimonial, y extrapatrimonial-, tal vez por una necesidad práctica, o de
utilidad. Pero lo cierto, es que el daño al proyecto de vida, debe ser analizado como
61
lo que es, un daño a la persona, y hasta que la doctrina, no intente superar la visión
global patrimonialista, reinante, aun luego de la vigencia del CCC, seguirán los
intentos de adecuarlo, a alguno de los rubros indemnizatorios existentes, lo que es
erróneo, ya que se trata, de un daño autónomo inmaterial especial.
Carlos Esteban Kuko, tenía diecisiete años, era un muy buen jugador zurdo,
de fútbol del Club Atlético Platense, el que militaba, en la primera división.
Carlos Esteban Kuko, fue gravemente herido por una bala perdida disparada
por un policía ebrio, fuera de servicio, perteneciente a la Provincia de Buenos Aires,
a raíz de una riña, entre asistentes, a un local de baile, en la ciudad de Buenos Aires.
29
C. S. J. N., “Pose José Daniel c/ Provincia de Chubut y otra”, Fallos 315:2835 (1992).
63
30
C. S. J. N., “Scaramacia Mabel y otro c/ Provincia de Buenos Aires y otro”, Fallos
318:1718 (1995).
El proyectil, que quedó alojado, en el cuerpo del menor, le comprometió, el
muslo izquierdo con sección de la arteria femoral, y con dispersión de una esquirla
incrustada, en el fémur de la víctima. Kuko fue sometido de inmediato, a dos
sucesivas intervenciones quirúrgicas, debido a la lesión que sufría la arteria, y vena
femoral con grave riesgo, para su vida, y el miembro afectado.
El estado en que quedó, el menor Kuko después del daño, y las consiguientes
operaciones sufridas, produjo según los peritos “una muy importante disminución de
la actividad deportiva, que desempeñaba el actor”. Las afecciones reseñadas
“producen una disminución del 55%, de la funcionalidad de la pierna izquierda, que
equivale al 33% del total”.
31
C N Civ., Sala L, “N. N. c/ Municipalidad de Buenos Aires”, J. A. 1996-IV-400 (1995).
Si bien, el daño al proyecto de vida, no fue reparado en forma autónoma, sino
en forma errónea, como especie del daño moral, hay que valorar al menos, su
deslinde conceptual, pero no por ello, deja de violar el art. 63 de la C A D H.
e. El caso “Milone”33.
32
C. S. J. N., “Camargo Martina, y otros, c/ Provincia de San Luis”, Fallos 325:1157
(2002).
66
La Corte advirtió, que, “un trance de tamaña gravedad, por ende, llevará
seguramente al trabajador - y, en su caso, a la familia de éste - a una profunda
reformulación de su proyecto de vida, para lo cual la indemnización, a que tenga
derecho, se presentará, como un dato de importancia inocultable, por mayúsculo”.
C N Apel. del Trab., Sala 7ª, “Rybar Héctor H. c/ Banco de la Nación Argentina”, T.S.
34
07-D-40175 (2007).
La séptima, Sala de la Cámara Nacional, del Trabajo, en su sentencia del 8 de
junio, de 2007 reconoció, que, se había afectado, la dignidad del demandante,
menoscabando su forma de vida, ocasionándole un daño a su proyecto de vida.
Así mismo, se declaró en el fallo que, el daño al proyecto de vida, “pertenece a la
categoría de los daños, a la persona humana”, se observa acá, que el daño, tiene su
fuente en el acoso, o en la discriminación, y que, no se necesitan elementos
mecánicos, o químicos, para su producción.
José Luis Escobar, era chofer de colectivo, quien fuera duramente agredido,
en un fin de semana, en horas de la madrugada, por un grupo de cuatro, o cinco
pasajeros, todos jóvenes, que subieron a la unidad de transporte, en una esquina de
un local bailable. Estos pasajeros, que parecían alcoholizados, se negaron a pagar los
boletos de viaje correspondientes.
35
C N Apel. del Trab., Sala 8ª, “Escobar José L. c/ El Nuevo Halcón S.A. y otro”, S.D.
35.826 del 9/2/09 (2009).
en el Campeonato Argentino, del año 2005 en el cual Escobar no pudo participar a
consecuencia del accidente sufrido.
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FERNÁNDEZ SESSAREGO, C., Precisiones preliminares sobre el daño a la persona,
¿Recuperado al 11/02/2012 en http://www.personaedanno.it/index.php? Option =com_
content&view =article&id=24529 FERNÁNDEZ SESSAREGO, C, Precisiones preliminares
sobre el daño a la Persona, recuperado el 11/02/2012 de http://www.personaedanno.it/index.
3434Cámara Apelaciones Civil, y Comercial, Séptima Nominación, de Córdoba, 08/05/2000, Sent.
Nº 34, “Iturri Luis F. c/ Alicia Roteda y otro – Daños y Perjuicios, y sus Acum.: Ceballos Edgardo
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Gustavo, c/ Alicia J. Roteda, y otro – Daños y Perjuicios, y Gómez Ana María, c/ Alicia J. Roteda, y
otros – Daños y Perjuicios”.
El daño patrimonial mediato, consiste en los gastos necesarios, para la
curación desaparición de cicatrices, y deformaciones, siendo objeto de reparación
separada, no así la nueva causa de perturbación, en el ánimo de la víctima, cuya
independencia, del daño moral genérico, en tanto objeto de reparación, no puede ser
desconocida.
Los rasgos del rostro, son los primarios en la identidad, de los sujetos en toda
relación social, personal, y sirve tanto para el sexo, y edad de la víctima, al tiempo
del accidente como para los tiempos que, corren, la imagen física -sobre todo la
facial- tienen una importante incidencia, en la vida de relación, y en variadas franjas
del mercado laboral.
Este es un daño cierto, presente, real, y futuro, y que da una seria desventaja
social, a la vida individual, y social, y puede tener un contexto individual, o
colectivo, si hay varias lesiones estéticas simultaneas, (Por ejemplo, la explosión, de
la fábrica militar, de Rio Tercero).
El daño estético, es una zona específica propia, que debe ser receptada, como
daño propio, porque el derecho, a la felicidad, el derecho a la armonía, etc., son
todas variantes fenoménicas, donde aflora el primero de todos los derechos: “el
derecho a la vida, y a la integridad”.
sociales, no en vano, los seres humanos, especialmente las mujeres, gastan millones
de dólares, en cirugía estética, todos los años, con tal de verse más bonitas, y así
poder escalar, en la escala social.
El criterio amplio, ha sido bien expresado, al fijar que, “el concepto jurídico
actual, de lesión estética, es mucho más amplio, según el principio favor debilis,
que, el antiguo, y común, ya que comprende, no sólo la afectación de la belleza,
armonía, o perfección física, sino también, la de su normalidad, o regularidad,
atributos que, gozan de ordinario, los seres humanos bellos, o feos, y la belleza
misma.
Así, la doctrina expresa, una triple subjetividad: la del lesionado, (su propia
vivencia), la del perito médico, (que lo objetiva, sin dejarlo de personalizar), y la del
juez (que, en definitiva, lo valora), pero acá existe una doble tarea, la del perito a la
hora de realizar la pericia, y la del abogado, al cuantificar la demanda, o en los
alegatos.
Debe realizar la exploración física completa, del lesionado; debe valorar las
pruebas complementarias practicadas; y tiene que, realizar el seguimiento
medicolegal, hasta la curación, o estabilización, de las lesiones, si solo hubiere
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Cabe destacar que, la valoración, del daño estético, siempre es global; que
hay que separar las valoraciones, del perjuicio fisiológico, y del perjuicio estético,
sin que haya solapamientos, y es algo que los jueces deben entender, que son daños
diferentes; que, el daño estético que, debe valorarse, es el existente en el momento,
de la curación, del lesionado, o si es imposible, con los cuidados paliativos, el daño
estético, en ese caso, es un daño continuado; y que, si es posible, debería indicarse si
las secuelas estéticas, son susceptibles, de cirugía reparadora, y su posible resultado,
pero la reparación, del daño estético, es autónomo, de los gastos incurridos,
para eliminarlo, o para paliarlo, según sea el caso, estos gastos, forman parte
del daño emergente, e incluyen a la cirugía estética.
En muchos casos, puede ser útil, para cuantificar, y baremar el daño estético,
la utilización, de alguno de los métodos de valoración, descriptos.
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Operación quirúrgica que, consiste, en la extirpación de la glándula mamaria, o de una
parte de ella.
La elección del sistema que, utilizaremos dependerá de la utilidad de cada
método, del conocimiento práctico que, se tenga, y del tipo de caso que, deba
peritarse. Finalmente, comentar que la valoración del daño estético, es un ejercicio
pericial difícil, y que el médico forense, debe apoyarse, en elementos objetivos, para
describirlo, y valorarlo. Un seguimiento médico-forense correcto, y continuado,
ayudará a valorar mejor, el caso, en el que, siempre, se tendrá que, hacer una
exploración física completa, en diferentes planos, ángulos, y distancias. Deberán
identificar, el daño estético, cuantificarlo, (extensión, alcance, y visibilidad) e
intentar cotejarlo, en baremos, o por puntos. En aquellos casos más difíciles, sin
duda, la observación conjunta, con otro médico forense, más experto, puede ayudar
a disminuir, la subjetividad pericial, la que debe ser vinculante.
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Fallos: 321:1117; 326:1673.
Instancia, en lo Civil, y Comercial, 1ª Nominación - Distrito Judicial del Sur,
Circunscripción METÁN, Nº CAM 2- 434.574/13 de esa Sala Primera, se fija una
suma de 50.000 $, para la lesión estética, que, estimamos muy baja, proponiendo un
monto mínimo inderogable, similar al rubro, daño al proyecto de vida, o al monto
mencionado, pues, en definitiva, la lesión estética, tiene analogía, con ese rubro.
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