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CICLO: X
INTEGRANTES:
CARDENAS SALVADOR, KARHEM
RIOS YAMOZA, KATERIN
SAAVEDRA PARIAMACHI, BRANIA
HUACHO – PERÚ
2023
ii
INDICE
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................1
MARCO TEÓRICO.................................................................................................................2
CAPÍTULO I.............................................................................................................................2
Antecedentes internacionales...................................................................................................2
Antecedentes nacionales...........................................................................................................3
CAPITULO II...........................................................................................................................4
CONCEPTO DERECHO.........................................................................................................4
CAPITULO III..........................................................................................................................6
RESPONSABILIDAD CIVIL..................................................................................................6
RESPONSABILIDAD..............................................................................................................6
RESPONSABILIDAD CIVIL..................................................................................................6
Antecedentes Históricos............................................................................................................9
a) La Antijuricidad............................................................................................................14
iii
b) El Daño...........................................................................................................................16
c) La Relación Causal.......................................................................................................18
RIESGO........................................................................................................................................20
1. EL PRINCIPIO DE CULPA........................................................................................23
2. CULPA OBJETIVA.....................................................................................................23
3. OBJETIVACIÓN DE LA CULPA..............................................................................24
4. RESPONSABILIDAD OBJETIVA.............................................................................25
TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS........................................................................................25
CASOS PRACTICOS.............................................................................................................26
CONCLUSIONES...................................................................................................................27
BIBLIOGRAFIA.....................................................................................................................28
1
INTRODUCCIÓN
El Derecho puede ser considerado como una rama del saber humano; como una ciencia
social, definible como un conjunto de principios y leyes que rigen un grupo homogéneo
de hechos, de fenómenos denominados jurídicos (igual que la biología o la química o la
física estudian determinados grupos de fenómenos).
Así pues, el Derecho no es estático (o no debiera serlo), más bien tiene la obligación de
adecuarse a la velocidad del cambio de las relaciones socioeconómicas, a las nuevas
formas de relacionarse, a los nuevos modelos de conductas. Dentro del universo de
ramas que componen a la ciencia del Derecho, y en especial al Derecho civil, el tema de
la responsabilidad civil se nos ofrece como un amplio campo de estudio ya que sus
orígenes van de la mano con las primeras manifestaciones de la actividad humana,
fijando su punto de partida en la etapa de la venganza privada que luego iría
evolucionado, a la par que lo haría el concepto de Estado, hacia la etapa del
resarcimiento del daño.
Así pues, es lógico pensar que, siendo la figura de la responsabilidad civil tan antigua
como el Derecho mismo, mantenga un halo cautivador, una invitación permanente a
estudiar sus distintos matices, sus distintas formas de 4 presentarse ante nosotros. Y
dentro de este amplio campo de acción encontramos que la figura de la responsabilidad
precontractual, la cual será objeto central de nuestro estudio, si bien ha sido analizada
por la doctrina, no ha sido adecuadamente valorada por nuestra regulación civil, la que
le ha dedicado poco espacio y esfuerzo.
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MARCO TEÓRICO
CAPÍTULO I
Antecedentes internacionales
de marzo de 2003, quien debe probar que actuó con debida diligencia 18
es el demandado, pues resulta totalmente imposible que la víctima prueba
la culpabilidad o el mal obrar del autor de su perjuicio”
Antecedentes nacionales
“El artículo 1325 del Código Civil establece que el sujeto pasivo de la
relación obligatoria responde por los “hechos” doloso o culposos de las
personas que emplea para el cumplimiento de la obligación, empero no
hace referencia explícita a las “omisiones” en que pueden incurrir dichos
terceros que colaboran o sustituyen al deudor en la ejecución de la
conducta debida, sin embargo, no debemos ceñirnos a una interpretación
literal y restrictiva del citado dispositivo legal”.
CAPITULO II
CONCEPTO DERECHO
Se entiende por derecho dos cosas distintas, aunque estrechamente relacionadas:
Por un lado, el conjunto de normas y principios con los que una sociedad determinada
elige regir su vida social, para intentar alcanzar los ideales de justicia, orden y equidad,
y que el Poder público se encarga de imponer mediante el monopolio de la violencia.
5
Su uso luego fue similar al de la voz ius, empleada en la Antigua Roma para referirse a
la ley y los asuntos legales. De esta última provienen términos como justicia (iustitia) o
justo (iustus).
Por eso, el estudio del derecho es también el estudio de la idea de justicia de una
sociedad y de su evolución en el tiempo. En el surgimiento de esta noción intervienen
no sólo la racionalidad humana y la voluntad de establecer un código común con el cual
regirse y garantizar la paz social, sino también componentes de índole cultural, o
sea, moral, religiosa, etc.
El derecho civil puede ser considerado como una forma de derecho privado, dado que
regula las relaciones entre las personas, al margen de lo público. Por otro lado, puede
ser una forma de derecho común, dado que sirve como derecho supletorio (o sea, como
auxiliar) a otras ramas del derecho privado que regulan aspectos específicos de la vida
civil: el derecho mercantil, el derecho laboral, etc.
CAPITULO III
RESPONSABILIDAD CIVIL
RESPONSABILIDAD
RESPONSABILIDAD CIVIL
sujeción de una persona que vulnera un deber de conducta impuesto en interés de otro
sujeto a la obligación de reparar el daño producido.
En la doctrina italiana, se formula “responsabilidad civil” como la teoría del acto ilícito,
la teoría de daños, los aspectos relativos a los seguros, así como los vínculos con el
derecho de familia, de la propiedad, del contrato, del crédito; sin mencionar los temas
centrales de la teoría general del derecho hasta llegar a las técnicas de interpretación y la
creatividad de la jurisprudencia.
Para que se pueda hablar de responsabilidad es preciso que concurran tres presupuestos:
A- Un acto u omisión ilícitos: se trata de una conducta voluntaria por parte del
sujeto que transgrede el mandato imperativo consagrado por la Ley: no dañar a
nadie. Puede consistir en una conducta positiva, llevar a cabo un
comportamiento, o bien omitir una actuación debida. No existe en el campo civil
un "catálogo" de tipificación de conductas como sucede en el Derecho Penal,
sino que se parte de ese parte de ese tipo ideal de conducta diligente que se
espera de un ciudadano medio. El Derecho consagra determinadas circunstancias
en las cuales se elimina el presupuesto de antijuridicidad que eximen al autor del
acto: la legítima defensa, el estado de necesidad y el ejercicio del propio
derecho, cuando este no se haga de una forma abusiva.
B- El daño: supone una perdida o lesión que sufre un sujeto como consecuencia de
el acto lesivo. Como veremos posteriormente, consiste en un menoscabo de
diversa índole que afecta a bienes personales o patrimoniales del sujeto.
Antecedentes Históricos
A tenor de la realidad actual evolucionó la idea de quién debe asumir las consecuencias
lesivas. Se abandonó el antiguo axioma de que no existe responsabilidad sin culpa y se
adoptó un nuevo principio: no hay responsabilidad sin daño. La razón de esta no se
funda en el acto ilícito, sino en el hecho lesivo.
daños— se manifiesta como una de las áreas más vivas y ricas del estudio jurídico,
caracterizada por una metamorfosis trascendente de sus principios tradicionales.
a. EN LA ÉPOCA ANTIGUA Según el tratadista Alpa Guido D manifiesta que “en las
primeras agrupaciones de humanos, la venganza privada era una forma de resarcir los
daños causados hacia otro ser humano, es decir no existía ningún deber indemnizatorio
a que estaba obligado el que ocasionará un daño, más bien estaba expuesto a la
venganza y esta era muy personal evidenciándose de esta manera la no inmersión de la
sociedad en este tipo de conflictos; es decir infligir dolor al causante del daño en la
misma medida que este causo el daño. Precisamente, a modo de ejemplo tenemos la ley
de Talión aplicada en el antiguo derecho hebreo.
En tal contexto, según Rey Castro “la Edad Antigua se separaría en dos etapas
importantes
cumplió su finalidad; tanto fue así que, el principio de la autoridad respaldado por la
sociedad intervino, para evitar desórdenes en estas venganzas privadas y parar de una
vez este desorden social en que se había envuelto la sociedad; por lo que se obligó a la
víctima de un daño que esta aceptará una tarifa fijada por la autoridad como
compensación del daño sufrido y esta podía ser en dinero o especie, la única finalidad
era que la víctima evitara ejercer la venganza privada; más tarde desaparecería a
venganza privada monopolizándose por la autoridad, entendiéndose como venganza
organizada por un grupo humano.
a) La Antijuricidad
b) El Daño
La palabra daño proviene del latín demere que significa menguar, que es entendido
como el detrimento o menoscabo a un interés jurídicamente tutelado por el
ordenamiento jurídico (que en un primer momento corresponde al interés jurídico
general de no verse dañado por la conducta de otro sujeto), tomándose luego en un
interés específico de la víctima. Un aspecto fundamental de la estructura de los
hechos jurídicos no lícitos que originan responsabilidad civil sin lugar a dudas es el
aspecto objetivo del daño causado, pues solamente cuando se ha causado un daño se
configura jurídicamente un supuesto de responsabilidad civil, produciéndose como
efecto jurídico el nacimiento de la obligación legal de indemnizar, bien se trate del
ámbito contractual o extracontractual, ya que en caso contrario no existirá ningún
sustento para el nacimiento de la obligación legal de indemnizar, bien se trate del
ámbito contractual o extracontractual, ya que en caso contrario no existirá ningún
sustento para el nacimiento de dicha obligación legal de indemnizar. Como es
evidente, en el caso de la responsabilidad civil extracontractual el daño debe ser
consecuencia del incumplimiento del deber jurídico genérico de no causar daño a
otro, mientras que en el campo contractual el mismo deberá ser consecuencia del
incumplimiento de una obligación previamente pactada entre las partes. Sin
embargo, en ambos casos el aspecto fundamental es la responsabilidad civil es que
se haya causado un daño, que deberá ser indemnizado. De no haber daño no se
configura un supuesto de hecho jurídico ilícito, contractual o extracontractual y por
ende no se configura un supuesto de responsabilidad civil, por más que exista una
conducta antijurídica o ilícita.
el contrario puede haber una acción preventiva para evitar su nacimiento. En este
sentido, el perjuicio constituye el fundamento de toda responsabilidad. El Perjuicio
debe ser probado por el demandante.
Nuestro Código Civil en el artículo 1969º, señala: “Aquel que por dolo o culpa
causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por falta de dolo o
culpa corresponde a su autor”.
c) La Relación Causal
Los comportamientos que causan daños pueden presentar dos aspectos: uno, que el
deber de indemnizar surge de otro deber, el deber de cumplir que se ha infringido,
ya que supone una obligación concreta, preexistente, formada por la convención de
las partes y que resulta violada por una de ellas; por lo que, la culpa contractual es
un efecto de la obligación, el carácter contractual de la responsabilidad no está dado
por la naturaleza de la obligación ejecutada, sino por ser la consecuencia del
incumplimiento de un acuerdo de voluntades generadoras de consecuencias
jurídicas. Cuando el daño es consecuencia del incumplimiento de una obligación
voluntaria, se habla en términos doctrinarios de responsabilidad civil contractual, y
dentro de la terminología del Código Civil Peruano, de responsabilidad derivada de
la inejecución de obligaciones.
b. Responsabilidad Extracontractual
En este caso, la obligación de indemnizar surge porque una persona causa un daño
al infringir las normas generales de respeto a los demás, pero al margen de toda
relación jurídica previa entre el causante y la víctima. Se puede hablar propiamente
de la responsabilidad extracontractual como una institución sistematizada y objeto
de un estudio propio a partir del primer Código Civil peruano que entra en vigencia
en 1852. Este Código peruano lo coloca dentro de la sección que se refiere a las
obligaciones que nacen del consentimiento presunto, como si la indemnización por
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daños y perjuicios surgiera de una suerte de consentimiento tácito del causante para
pagar por los daños que ocasione.
Es indudable que OLAECHEA -jurista cultísimo- había leído a los autores más
recientes y había encontrado interesante esta nueva conceptualización de la
responsabilidad extracontractual, libre de la orientación vengativa de la noción de
culpa y más adaptada a las necesidades de la moderna sociedad de mercado que
aspira a internalizar y contabilizar más rigurosamente sus costos de producción y a
desarrollar más eficazmente la gestión empresarial. Aun cuando la idea que se hace
OLAECHEA de esta repartición de los riesgos aparece todavía muy teñida por la
responsabilidad objetiva, no cabe duda de que se trataba de un buen comienzo. Sin
embargo, los años treinta en el Perú constituían todavía un horizonte muy temprano
para hablar de estas sofisticadas soluciones de las modernas sociedades industriales.
Por ese motivo, el articulado del Código Civil de 1936 no reflejó estas nuevas
tendencias que posiblemente el doctor OLAECHEA conocía y apreciaba en todo su
valor.
Este sistema es beneficioso para el trabajador, quien siempre tiene derecho a una
indemnización aún cuando el empleador pudiera probar ausencia de culpa; y es
beneficioso para el empleador porque sabe que su riesgo por accidentes de trabajo
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En nuestro país, por ejemplo, en lo que va del presente año, no ha pasado un día sin
que los noticiarios no dieran cuenta de fatales accidentes (en su mayoría de
tránsito). Los resultados: muertos, lesionados, huérfanos, viudas. Daños, más daños.
Gente desamparada.
Los daños causados por los accidentes, son el precio que la sociedad debe pagar por
utilizar la velocidad y los bienes y actividades riesgosas en la mejora de sus
condiciones de existencia. Pero, obviamente, dicho pago no debe limitarse al plano
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moral, dejando en las víctimas la asunción del costo económico (costo real). Es
decir, si la sociedad se beneficia del peligro, debe asumir su costo económico. Esto
es lo lógico.
Sucede, sin embargo, en nuestro país, que en la mayoría de casos, las víctimas de
accidentes (de tránsito, en particular), no son socorridas por la sociedad, ni son
amparadas por la Justicia. Es frecuente ver, en los procesos judiciales, que la vida se
compensa con cuatrocientos o quinientos Nuevos Soles; que una lesión grave, con
invalidez permanente, se repara con una indemnización de mil o mil quinientos
Nuevos Soles. Esto sucede, de manera más generalizada, en los procesos penales.
1. EL PRINCIPIO DE CULPA
El Dr. Manuel A. Olaechea, ponente del Código Civil de 1936, sostenía que este
principio realiza una confusión entre los puntos de vista penal y civil, y es
verdaderamente arcaico en una época como la actual en que el problema de la
responsabilidad no puede ser una simple cuestión de conciencia sino también de
orden económico. Fernando de Trazegnies, por su parte, manifiesta: “se es culpable
subjetivamente cuando no se han adoptado las medidas que estaban al alcance del
sujeto para evitar el daño”
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2. CULPA OBJETIVA
Respecto del principio anterior éste implica un significativo avance. El Dr. Eduardo
Zuleta Ángel, postulaba que hay culpa cuando confrontada la conducta del
demandado con la del tipo abstracto de hombre prudente y diligente resulta aquélla
inferior a ésta. En el marco de este principio, como lo evidencia el jurista citado, se
crea una conducta tipo, de un hombre prudente y razonable, abstracto, que sirve de
modelo para determinar la culpa del agente, analizándose antes que las posibilidades
del individuo su comportamiento. Se crea, como expresa Trazegnies, una conducta
estándar; quien no se sujeta a ésta, comete culpa, aun cuando atendiendo a sus
posibilidades no se le hubiera podido exigir más.
Este principio, sin embargo, también es deficiente, pues no supera las dificultades
que significan, en nuestro tiempo, identificar al autor de un accidente e, identificado,
probar que actuó con culpa.
3. OBJETIVACIÓN DE LA CULPA
Este criterio rector, manteniendo el de responsabilidad por culpa, sienta las bases de
la responsabilidad objetiva, al instaurar la presunción de culpa, con la consiguiente
inversión de la carga de la prueba. De este modo, el demandante sólo acreditará el
daño que ha sufrido y el hecho que lo produjo, presumiéndose la responsabilidad del
autor, quien para excusarse deberá probar la ausencia de culpa.
Este criterio ha sido recogido por el legislador peruano en el Código Civil de 1984,
el cual, en su artículo 1969, establece que quien por dolo o culpa causa un daño a
otro está obligado a indemnizarlo; y que el descargo del dolo o culpa corresponde al
autor. Es preciso anotar que la presunción no alcanza al dolo; el dolo no se presume.
Pesa más en este caso la presunción de inocencia.
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4. RESPONSABILIDAD OBJETIVA
También este principio tiene sus límites. Se pueden resumir en: a) impone una culpa
irrefutable sobre el causante; lo que es contradictorio y hasta inmoral; b) no permite
probar la no-responsabilidad; c) parodógicamente, partiendo del criterio de que
quien se beneficia del riesgo asume sus consecuencias, puede impedir la reparación
civil que se encuentra también en el marco del riesgo.
El principio del riesgo creado ha sido asimilado por nuestro Código Civil en su
numeral 1970. Y sobre el respecto, se presenta un problema par la doctrina y la
jurisprudencia, de determinar cuáles son los bienes y actividades riesgosas o
peligrosos.
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TEORÍAS CONTEMPORÁNEAS
CASOS PRACTICOS
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CONCLUSIONES
La responsabilidad civil consiste en la obligación que tiene una perso- na de resarcir los
daños y perjuicios causados a otra persona, por una con- ducta contraria al derecho, a
las buenas costumbres, o por un riesgo crea- do.
BIBLIOGRAFIA
Burgos (2020). La responsabilidad civil fijados por los juzgados penales de Piura en
los años 2017-2018. Piura: Universidad Nacional de Piura.
Lizana (2021). Tesis “Responsabilidad civil por vulneración del derecho al honor en
la red social facebook”- Universidad Nacional de Piura