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AÑO DE LA UNIDAD, LA PAZ Y EL DESARROLLO

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO


FILIAL QUILLABAMBA
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLITICA
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

MATRIMONIO Y ESPONSALES

ASIGNATURA: DERECHO ROMANO

SECCIÓN: 2A

DOCENTE: Mg EFRAIN BASILIDES ZUNIGA JARA


ESTUDIANTES:

 AMPA PATIÑO HANS YUNIOR

 DIAZ ROGRIGUEZ KEMERLY XIMENA

 ENRIQUEZ CASTILLO ASLHY SOSKIA

 GONZALES FEGALE DAVID ABNER

 MANCCO VILLEGAS CRISTIAM JIMY

 PEDRAZA ROMERO OSCAR LIMAN

 VELASCO YAURI FIORELA

QUILABAMBA-PERÚ
2023
Dedicatoria

Es un honor para nosotros presentar este trabajo monográfico, resultado de mucho

esfuerzo y una profunda coordinación en equipo. A lo largo de esta monografía, hemos

explorado y analizado con mucha curiosidad el tema, con el objetivo de compartir nuestros

conocimientos significativos y perspectivas valiosas en este documento.

Con gran dedicación y compromiso, dedicamos esta monografía a todas las personas

que han sido una fuente de inspiración y apoyo. Agradecemos a nuestros familiares, amigos y

profesores por el apoyo incondicional, así como a nuestros compañeros de clases superiores.

Cuyo apoyo ha sido nuestro motor para alcanzar nuestros objetivos.

Esta monografía es el fruto de horas de investigación, reflexión filosófica, trabajo en

equipo y perseverancia, y deseamos que esta monografía sea de su agrado. Que estas páginas

reflejen nuestro esfuerzo y compromiso de seguir aprendiendo y creciendo.

Que esta dedicatoria refleje nuestra sincera gratitud, que este humilde aporte

académico sea un recordatorio de que cada logro es el resultado de un esfuerzo colectivo y

del apoyo brindado por aquellos que creen en nosotros.

AMPA PATIÑO HANS


DIAZ ROGRIGUEZ XIMENA
ENRIQUEZ CASTILLO ASLHY
GONZALES FEGALE DAVID
MANCCO VILLEGAS CRISTIAM
PEDRAZA ROMERO OSCAR
VELASCO YAURI FIORELA

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INDICE

1.1. Introducción..................................................................................................

2. Capítulo II....................................................................................................

2.1. Los esponsales en Roma...............................................................................

2.1.1. La promesa antes del matrimonio..............................................................

3. Capitulo III..................................................................................................

3.1. Matrimonio en Roma....................................................................................

3.1.1. Conceptos..................................................................................................

3.1.2. Requisitos..................................................................................................

3.1.3. Impedimentos............................................................................................

4. Capitulo IV..................................................................................................

4.1. Concubinato..................................................................................................

4.1.1. Origen o constitución................................................................................

4.1.2. Disolución o desaparición.........................................................................

5. Capitulo V...................................................................................................

5.1.1. Conclusión.................................................................................................

6. Bibliografía..................................................................................................

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1.1. Introducción

El análisis de la visión jurídica en un país como el Perú, que refleja un fuerte

legalismo, es crucial para comprender la dinámica de su sistema legal y las posibles

mejoras que podrían implementarse. El legalismo, como término, se refiere a una

aplicación estricta de la ley, a menudo sin considerar el contexto humano, social o

moral que rodea a un caso específico. Esto puede llevar a una justicia que, aunque

técnicamente correcta, puede no ser justa en términos más amplios.

En este sentido, la crítica al legalismo a menudo sugiere que el sistema legal

debe ser más flexible y sensible a las necesidades y realidades de la sociedad. Esta

crítica no es exclusiva del Perú; muchos sistemas legales en todo el mundo se

enfrentan a desafíos similares.

Una propuesta interesante es la sugerencia de que un conocimiento más

profundo del Derecho Romano podría enriquecer la comprensión del derecho y sus

aplicaciones en la sociedad moderna. El Derecho Romano es la base de gran parte del

derecho occidental y sus principios y conceptos aún influyen en los sistemas legales

contemporáneos.

Dentro del Derecho Romano, el matrimonio y los esponsales son áreas de

estudio significativas que han influido en las legislaciones modernas. El matrimonio

romano era una institución compleja con reglas y normativas específicas que

regulaban no solo la unión entre dos personas, sino también sus derechos y

responsabilidades legales.

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Los esponsales, por ejemplo, eran un compromiso formal entre dos personas

de casarse en el futuro. Aunque no tenían el mismo estatus que el matrimonio en sí,

eran vinculantes y tenían implicaciones legales significativas en caso de

incumplimiento.

Los estudiosos del Derecho Romano, conocidos como "iuris consultus",

desempeñaron un papel crucial en la interpretación y desarrollo del derecho romano.

Sus escritos y opiniones sentaron las bases para gran parte de la jurisprudencia que

seguimos utilizando hoy en día.

En la actualidad, comprender las bases teóricas y prácticas del matrimonio y

los esponsales en el Derecho Romano puede proporcionar una perspectiva valiosa

sobre cómo se han desarrollado las instituciones legales a lo largo del tiempo y cómo

pueden aplicarse de manera efectiva en la sociedad contemporánea. Además, puede

ayudar a los abogados y estudiosos del derecho a encontrar soluciones más equitativas

y justas para los problemas legales que enfrenta la sociedad.

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2. Capítulo II

2.1. Los esponsales en Roma

2.1.1. La promesa antes del matrimonio

Los esponsales, derivados del latín "sponsus" o "sponsalia", constituyeron un

aspecto fundamental del derecho matrimonial en la antigua Roma y ejercieron una

influencia significativa en la evolución del derecho civil. Originalmente, los

esponsales no eran considerados como un negocio jurídico en el sentido estricto, sino

más bien como un compromiso solemne entre dos personas de contraer matrimonio en

el futuro.

En la sociedad romana, los esponsales eran vistos como un compromiso

sagrado y moral, donde el esposo se comprometía a tomar a una mujer por esposa, y

la familia de la novia aceptaba este compromiso. Aunque en principio, los esponsales

no tenían consecuencias legales en caso de incumplimiento, con el tiempo surgieron

disposiciones legales para proteger los intereses de las partes involucradas.

Si observamos la sistematización de los esponsales ya durante la vigencia del

Derecho Clásico, vemos que en esta etapa de máximo esplendor del Derecho Romano

las promesas verbales de matrimonio perdieron ese carácter formal y solemne

anterior, bastando el cumplimiento de los siguientes requisitos:

a) De un lado, el mero consentimiento de las partes que iban a celebrar las

promesas de futuro matrimonio, es decir, el esposo y la esposa;

b) De otro, que el citado consentimiento, el cual representaba el elemento

subjetivo o intencional de los esponsales, se manifestase a través de un convenio o

acuerdo no formal. Si bien, se seguía conservando la denominación republicana de

sponsalia (que se daba a las promesas hechas mediante sponsiones);

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c) Por regla general, se requería la presencia de testigos para dar fe del

acuerdo, así como se solía redactar un documento probatorio de dicha celebración

d) En cuanto a los presupuestos de capacidad, en cuarto término, decir que los

esponsales podían realizarse antes de la pubertad, y a la mujer viuda no se le obligaba

a respetar el tiempo de luto (tempus lugendi) para contraerlos;

e) En caso de incumplimiento de las promesas verbales, en última instancia, la

única sanción en tiempo clásico era de tipo pecuniario pues su ruptura podía realizarse

en cualquier momento, debiéndose a que este derecho no daba acción alguna para el

caso de ruptura de los mismos

Uno de los primeros aspectos legales que surgieron fue el concepto del "actio

sponsalitia", un recurso al que se podía recurrir para exigir el reembolso de los gastos

realizados en la preparación del matrimonio en caso de incumplimiento. Esto

mostraba la importancia que se otorgaba a la seriedad de los compromisos

matrimoniales y la necesidad de proteger los intereses económicos de las partes.

La legislación romana posterior, especialmente durante el reinado de

Constantino entre los años 306 y 337 d.C., introdujo disposiciones más claras sobre

los derechos y obligaciones relacionados con los esponsales. Constantino permitió

que se exigieran las donaciones o regalos realizados por la novia o el novio en caso de

incumplimiento del compromiso matrimonial. Además, en caso de fallecimiento, se

estableció el derecho de reclamar la mitad de las donaciones al desposado.

Posteriormente, bajo el reinado de Justiniano, en el siglo VI d.C., se realizaron

más refinamientos en la legislación relacionada con los esponsales. Justiniano

fortaleció la institución de los esponsales al establecer que el novio debía fidelidad a

la prometida y que la decisión sobre la realización del matrimonio podía ser

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influenciada por los parientes. También se prohibió al novio comprometerse con otra

persona mientras estuviera vinculado por un compromiso de esponsales.

Continuamente nosotros podríamos decir que los esponsales en la antigua

Roma representaban no solo un compromiso entre dos personas, sino también un

arreglo social y económico que tenía implicaciones legales significativas. A lo largo

del tiempo, se desarrollaron disposiciones legales para regular y proteger los intereses

de las partes involucradas, lo que refleja la importancia y la seriedad con la que se

consideraba el compromiso matrimonial en la sociedad romana.

3. Capitulo III

3.1. El Matrimonio en Roma

3.1.1. Conceptos

En la Roma antigua, el matrimonio se entendía principalmente como un acto

social y religioso, más que como un contrato jurídico en el sentido moderno. La unión

de dos personas de sexos diferentes con la intención de formar una pareja era el

núcleo del matrimonio romano, que se basaba en dos elementos principales desde una

perspectiva jurídica.

El primero de estos elementos era el "affectio maritalis", que se refería a la

intención y el compromiso emocional de las partes de estar unidas en matrimonio.

Este aspecto era esencial y se consideraba fundamental para la validez y la duración

del matrimonio. La "affectio maritalis" implicaba un profundo respeto y honor mutuo,

así como un compromiso de lealtad y fidelidad entre los cónyuges. La falta de

"affectio maritalis" podía ser una causa para la disolución del matrimonio, tanto en

términos materiales como jurídicos.

Por otro lado, desde una perspectiva objetiva y formal, el matrimonio romano

estaba sujeto a requisitos y condiciones específicas para su formación y

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mantenimiento. Estos requisitos incluían la capacidad legal de las partes para contraer

matrimonio, la ausencia de impedimentos legales, como el parentesco cercano o la

existencia de un matrimonio previo no disuelto, y la presencia de consentimiento

mutuo válido.

El matrimonio romano también estaba sujeto a ciertas formalidades, aunque

estas no eran tan rigurosas como en algunos sistemas legales contemporáneos. Por

ejemplo, era común que el matrimonio se celebrara con la presencia de testigos, y en

algunos casos podía requerir la realización de ciertos rituales religiosos o ceremonias

específicas.

Además, el matrimonio romano estaba sujeto a regulaciones legales sobre la

convivencia y los derechos y deberes de los cónyuges. Estos aspectos incluían la

gestión de la propiedad marital, las responsabilidades financieras y la crianza de los

hijos, entre otros.

También podríamos decir que el matrimonio romano combinaba elementos

emocionales y afectivos con requisitos legales y formales. La "affectio maritalis" era

fundamental para la validez y estabilidad del matrimonio, mientras que los aspectos

objetivos y formales estaban sujetos a regulaciones legales y sociales que definían y

regían la institución del matrimonio en la sociedad romana antigua.

Suetonio, un historiador y biógrafo romano, ofrece obras que proporcionan

una visión más amplia de la vida conyugal en Roma, incluyendo aspectos como el

divorcio, la infidelidad y las tensiones familiares.

Ahora bien, desde la perspectiva objetiva y formal, existían requisitos y

diferentes condiciones para formar un matrimonio o permanecer en él.

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3.1.2. Requisitos

Para conocer los detalles del derecho en Roma, es necesario hacer mención a

Ulpiano, Gneo Domicio Annio Ulpiano fue un jurista de raíces fenicias, prefecto y

asesor directo del en su época Emperador Alejandro. Ulpiano es recordado por

escribir para su posterior estudio, el ordenamiento del derecho común romano, siendo

muy apreciados los escritos: Ad Edictum y Ad Sabinum, así como sus grandes

interpretaciones sobre la justicia y el deber del derecho.

Regresando al tema principal, los requisitos para realizar el matrimonio con

otras personas según Ulpiano eran los siguientes: Capacidad Natural, Capacidad

Jurídica y Voluntad recíproca de convivencia. Acerca del primero, se refiere a las

condiciones de edad, que eran llegar a la pubertad. Para los hombres era necesario

tener la edad de 14 años y para las mujeres 12 años.

En relación al aspecto jurídico, la capacidad estaba solo para aquellos que eran

oficialmente romanos reconocidos, o ciertos extranjeros con permisos especiales. En

este aspecto se estaría excluyendo a un sector de la sociedad, los esclavos, quienes no

eran considerados con la suficiente capacidad jurídica para contraer matrimonio.

Según (Alvarez, 2014)” La Constitución Antonina de Caracalla en 212 d.C. otorgó

ciudadanía romana a todos los habitantes libres, reduciendo la importancia del

"connubium". Los esclavos, bárbaros y algunos condenados perdieron el derecho al

matrimonio legítimo. Toda esta normativa se debía a la intención de que, mediante las

leyes, los ciudadanos conservaran su ciudadanía, así como los hijos que nacieran de

los diferentes matrimonios a lo largo del imperio. Por último, el affectio maritalis, o

mutua intención del hombre y de la mujer de ser marido y mujer, procrear y criar

niños, construir una sociedad con entre los cónyuges. “Se requería que ambas partes

estuvieran de acuerdo (consensus) para celebrar el matrimonio. Esto resaltaba el

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aspecto espiritual del matrimonio, diferente a la idea de que solo se validaba mediante

la unión sexual”. (Alvarez, 2014)

En el siglo XVI, el Concilio de Trento (1545-1563), un concilio ecuménico de

la Iglesia Católica, abordó cuestiones relacionadas con el matrimonio. Estableció

normas específicas sobre la validez y la celebración del matrimonio, reafirmando la

indisolubilidad del matrimonio sacramental y la necesidad de la presencia de un

sacerdote. Por lo que en un matrimonio estaba obligado en el aspecto ceremonial, a

contar con un sacerdote.

Habiendo analizado la información recopilada, podemos llegar a preguntarnos,

la razón de que los romanos le prestaran tanta importancia a el hecho de el

consentimiento mutuo, las leyes, e incluso el derecho, Al respecto podemos

argumentar las razones de porque el ciudadano romano era preocupado por su

sociedad. Se podría decir que los privilegios de protección jurídica, derechos a nivel

Imperial e incluso extranjero, así también gozar de raciones mensuales de grano o

penas menos drásticas y muchas más, eran razones suficientes para que el ciudadano

romano procurará lealtad a la ley común de su estado. Cicerón enfatizaba la

importancia de la fidelidad conyugal y la armonía en el hogar como fundamentos para

una sociedad próspera.

3.1.3. Impedimentos

Ahora bien, los impedimentos para contraer matrimonio dentro de este marco

de normas, eran clasificadas en dos clases, las absolutas o estrictas y las relativas. Es

decir, la norma absoluta impedía completamente a la persona la capacidad de contraer

matrimonio, mientras de las relativas solo afectaban a cierto sector, o podrían ser al

menos debatibles.

Los impedimentos absolutos según Ulpiano son:

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- Que el matrimonio precedente aún no se haya disuelto, es decir que no siga en

vigencia.

- La esclavitud de uno de los cónyuges, debido a que esta clase social no estaban

incluidos como ciudadanos romanos plenos.

- El voto de castidad

- Las ordenes o intereses de altos funcionarios romanos, el Emperador o algún

miembro importante de la legislación.

Los impedimentos relativos:

- Parentesco de sangre o cognación, es decir madre, padre, hijos e hijas.

- Parentesco espiritual, es decir lazos similares a: Alumno- Maestro, Padrino-

Ahijado, etc.

- La afinidad

- La violación del compromiso esponsal.

- El rapto o secuestro

El Derecho Romano reconocía una naturaleza sacramental en el matrimonio, por

la influencia cristiana del imperio, se canonizo la monogamia, y aspectos más

espirituales de este acto jurídico, razón de que las leyes aumentaran rigor y

modificaran aspectos significativos de las antiguas, tenemos las siguientes:

1) La edad del varón y de la mujer para contraer matrimonio es 16 y 14,

respectivamente.

2) Impotencia o incapacidad para realizar el coito.

3) Disparidad de culto, matrimonio mixto en el cual uno de los cónyuges no es

católico.

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5) Orden sacerdotal: Inhabilidad por la que no pueden contraer matrimonio

quienes han recibido la ordenación sacerdotal.

6) Retención violenta de una mujer, con la intención de contraer matrimonio con

ella.

7) Crimen, impedimento a quien comete homicidio contra el propio cónyuge o

en contra de aquel con el que se desea contraer matrimonio.

8) Parentesco hasta un cuarto grado de consanguinidad romana.

La doctrina cristiana, especialmente en la tradición católica, llegó a ver

el matrimonio como un sacramento. Esto elevó el estatus del matrimonio

cristiano a una unión sagrada con implicaciones religiosas y espirituales, y dio

lugar a una mayor intervención de la Iglesia en cuestiones matrimoniales,

resultando asi en nuevas leyes que incluían impedimentos relacionados a los

rituales y normas de las diferentes confesiones cristianas

Durante la Edad Moderna, se produjeron reformas en las leyes

matrimoniales en muchas jurisdicciones que tenían bases romano- cristianas, en

parte influenciadas por la Reforma Protestante y la secularización de la sociedad.

Se produjo una separación más clara entre el matrimonio civil y el religioso en

algunos lugares. Lo que redujo los impedimentos a la sociedad que llego después

de la Edad Media.

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4. Capitulo IV

4.1. Otras relaciones Jurídicas y el fin de estas

De la forma en que hubo un acto jurídico de matrimonio en la antigua

sociedad Romana, así existió también una práctica conocida en latín como con

cubare, de con y mentir, debido a que es una unión entre hombre y mujer sin la

intención de formar un matrimonio, por extraño que haya sido, era aceptada por los

juristas de la época y formaba parte de una sección en las leyes sobre el matrimonio y

las relaciones.

Es importante precisar que no podía considerarse a la concubina como mujer

de un hombre, y tampoco los hijos que tuvieren, se consideran parte de una familia.

Un varón soltero podía tomar por concubina a cualquiera de las mujeres que se

consideraban de inferior condición y que según las leyes civiles romanas no podían

aspirar al honor del matrimonio. De hecho, emperadores como Vespasiano, Antonio

Pio, Marco Aurelio y Justiniano tuvieron practicas relacionadas al concubinato,

aplicando y reformando las leyes como los juristas les recomendaban. Es importante

saber que el concubinato como practica comenzó a desaparecer y ser condenado por

la iglesia, una vez el cristianismo tomo fuerza por las críticas de San Agustín y

muchos otros.

El caso más conocido en Roma sobre el concubinato, fue el ya mencionado

Flavio Tito Vespasiano, quien emperador gobernó entre el 69 y el 79 d.c Dicho

emperador contrajo matrimonio con Flavia Domitila o La Mayor Domitila, la pareja

tuvo dos hijos, Domiciano y Tito, así como una hija con el mismo nombre que su

madre. Sucedió que Domitila su esposa falleció y Vespasiano realizo un acto

cuestionable, convirtiendo a una esclava y amante, en una concubina con la que

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convivio sin llegar a contraer un oficial matrimonio amparado en sus leyes. Estas

practicas tuvieron diferentes opiniones de jurisconsultos, pero debido al poder del

emperador, ni aun cuando el cristianismo se estableció en el Imperio esto se detuvo en

los emperadores o gobernantes.

Entre otras consecuencias jurídicas del concubinato, eran la herencia de los

hijos nacidos entre una relación no matrimonial, la ley establecía que estos podrían

heredar nada más que la sexta parte de la herencia familiar, y estos al no ser hijos del

padre, se les decía hijos de la naturaleza.

4.1.1. Disolución o desaparición

Para mencionar las causas fundamentales es siempre preciso conocer la fuente

de donde parten estos antiguos principios y leyes que permanecieron desde la antigua

Roma hasta Justiniano. En su articulo sobre Derecho Romano, el Dr Enrique Lozano

nos explica las 3 principales causas de la disolución de un matrimonio.” Se pueden, en

general, resumir en las 3 siguientes: muerte de uno de los cónyuges, incapacidad

sobrevenida y divorcio. (Corbí, 1997)

El Divortium es la palabra que da origen en latín a “divorcio” la cual indica

separación, o separación de la vida común y el domicilio matrimonial. En la antigua

sociedad romana, el divorcio era poco común y estaba sujeto a ciertas restricciones.

Según las fuentes literarias, se mencionaba que el matrimonio del flamen dialis, el

sacerdote de Júpiter, era indisoluble, lo que sugiere que había una prohibición

absoluta de divorcio para este cargo religioso. Otro relato, atribuido al rey Rómulo,

menciona una supuesta ley que prohibía el divorcio para las mujeres, permitiendo a

los hombres repudiar a sus esposas solo en ciertas circunstancias, como en casos de

envenenamiento de la descendencia, sustitución o sustracción de las llaves, y

adulterio.

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Es sabido que en el Derecho Romano posterior era licito el divorcio pero

además , no era necesario presentar una carta de divorcio o realizar un acto jurídico

como tal, de hecho, basta que ambas personas no fueran ya compatibles o perdieran la

voluntad de permanecer juntos, que se disolvía el matrimonio. Era un nuntium

remitere lo que jurídicamente podía ser presentado como anuncio. En otros casos era

necesaria la intervención de 7 testigos, en casos donde el divorcio fuera a causa de

adulterio. Lex Iulia establecía claramente el adulterio como crimen bajo pena, y

Justiniano en cierto momento vio necesaria la presentación de los 7 testigos como

regla.

Acerca del divorcio Romano, muchos nombres conocidos y hasta el mismo

Cicerón aplicaron esta acción. Pompeyo, César, Cicerón, Bruto, Antonio, Octaviano

Augusto, hicieron todos repetidamente el divorcio, en caso de Cicerón, él lo hizo a

causa de Terencia, a quien según (Corbí, 1997) dejo de tener aprecio, y alego todo

tipo de causas, con tal de contraer un nuevo matrimonio con una joven muy rica.

Es importante separar dos épocas dentro de la disolución, ya que los términos

son diferentes, tras la influencia cristiana en los años de Constantino. No obstante,

siempre la notificación de la palabra, era suficiente para el divorcio. Esto se debe al

valor que la cultura Romana tenia a la libertad.” La verdad es que esta libertad es la

piedra angular en la que se basa la concepción humanitaria, que, del matrimonio, se

tuvo en el Derecho romano clásico.” (Corbí, 1997)

5. Capitulo V

5.1.1. Diferencias y Similitudes con la normativa actual

Comprender las diferencias entre el derecho romano y el derecho actual es

crucial, ya que proporciona una perspectiva histórica y conceptual que contribuye a la

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comprensión del sistema legal contemporáneo. Y los aportes teóricos que podemos

extraer de las leyes acerca de los esponsales, el matrimonio y otras instituciones.

Muchos principios del derecho romano han perdurado y se han integrado en sistemas

legales contemporáneos y en este capitulo nos dispondremos a ver las similitudes,

como también diferencias fundamentales en el contexto matrimonial.

5.1.2. Diferencias

Partiendo desde un aspecto normativo, debemos ver que la edad que se

considera permitida en nuestra normativa peruana, es de 16 años, y cualquiera que

quisiera contraer matrimonio con un menor de aquella edad debe tener asentimiento

expreso de sus padres, según el Artículo 244 del Código Civil. A diferencia la ley

romana consideraba aptos y capaces de realizar el acto jurídico a los ciudadanos

hombres de 14 años, y a las mujeres de 12.

Ahora bien, sobre la forma en que inicia, en nuestro sociedad y sistema

jurídico el compromiso es simbólico y no representa una acción jurídica como tal

(Articulo 239 C.C) , a diferencia de la romana, donde era un acto importante. La

familia de la novia debía ser notificada y se consideraba la voluntad de los parientes

de ambas familias, y las consecuencias podrían incluso impedir el matrimonio.

En la actualidad, ningún sujeto que cumpla los requisitos legales, y de edad

este impedido de contraer matrimonio, todo extranjero y nacional que realicen el

contrato matrimonial en territorio nacional estarán sujetos a las condiciones y

requisitos estipulados en el código civil, a diferencia del Derecho Romano, donde las

medidas proteccionistas impedían a ciertos grupos sociales el contraer matrimonio,

por ejemplo: Esclavos, Miembros de tribus bárbaras, extranjeros no autorizados.

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5.1.3. Similitudes

Nuestro ordenamiento jurídico reconoce el matrimonio como: “La unión

voluntariamente concertada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella y

formalizada con sujeción a las disposiciones de este Código, a fin de hacer vida

común”(Art 234 C.C) Así también se reconoce en el Derecho Romano : Nuptiae

autem sive matrimonium est viri et mulieris coniunctio, individuam consuetudinem

vitae continens (Pero el matrimonio, o matrimonio, es la unión de un hombre y una

mujer, que contiene un hábito de vida individual).

Otra similitud se da en cuanto a ciertas prohibiciones para el matrimonio, en

nuestro Código Civil, Articulo 243, se explican una serie de prohibiciones similares e

incluso basadas en el Derecho Romano, como lo es. La relación tutor- menor,

padrino-hijastro, o persona que no halla concluido con su anterior matrimonio de

forma completa.

Así como existe dentro del Derecho Romano el principio de Consentimiento y

status familiae , en nuestra legislación, la negativa de los padres de ambos sujetos es

considerada, y para evadir esta dificultad la pareja debe justificar en un recurso de

apelación fundamentada, esto nos indica el art 247 del C.C

Por último, una similitud evidente en los escritos y evidencia de los

jurisconsultos de la época, tanto el derecho romano como el derecho actual comparten

principios fundamentales de justicia y equidad. Ambos sistemas buscan establecer un

marco legal que promueva la igualdad, la imparcialidad y la protección de los

derechos individuales sin dejar de lado la importancia de la familia y sus leyes

otorgaban ciertos derechos y protecciones a la unidad familiar. Este énfasis en la

protección de la familia ha influido en las leyes modernas relacionadas con el

matrimonio, la paternidad y la crianza de los hijos.

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6. Capítulo VI

6.1.1. Conclusión

Si algo nos puede dejar el Derecho Romano es el increíble sentido de la libertad y la

preocupación por la protección de los derechos civiles. Así como la formulación de los

principios y leyes estaban en favor de la dignidad de la persona, aunque no como en la

actualidad, de todas las civilizaciones primitivas Roma destacó por un ordenamiento donde se

procuraba alcanzar el ideal de justicia, y en caso del matrimonio: “Se trataba de un

matrimonio humano, concebido como una unión libre y disoluble en el que ambos cónyuges

vivían en pie de igualdad (Alvarez, 2014)

Se pensó en que las leyes acerca del matrimonio construyeran una sociedad romana

prospera y duradera, teniendo un papel fundamental la voluntad mutua o affectio maritalis

que en su esencia otorgaba la valiosa libertad. Los esponsales, en un principio, constituían

una mera promesa sin validez real entre las partes, prescindiendo de todo tipo de regulación.

No obstante, Constantino estableció una responsabilidad jurídica limitada por el

incumplimiento de los esponsales. Acerca del matrimonio, destacamos las bases de su origen

y principios, habiendo consecuencias en la ley a partir de este, como el de absorción, el de

separación, y el régimen dotal. La forma del concubinato nos muestra también una forma de

compromiso no matrimonial, donde no había un acto jurídico del mismo tipo, sino una

convivencia sin reconocimiento.

Finalmente, entendemos que el matrimonio y los esponsales en la antigua Roma eran

más que simples contratos legales; Se trataba de instituciones con profundas raíces en la

cultura, la religión y la ética de la sociedad romana. A través del análisis de fuentes y la

interpretación de expertos, hemos visto cómo estas instituciones reflejaban y moldeaban

las relaciones matrimoniales y familiares en la antigua Roma, brindando una visión

única y fascinante sobre la vida diaria de esta antigua civilización.

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7. Bibliografía

Alvarez, M. B. (2014). El Matrimonio Romano: Definición, Elementos y Requisitos.

Buenos Aires: Universidad Católica de Saita.

Castro, L. P. (2010). Derecho procesal civil. Editorial Revista de derecho privado.

Corbí, E. L. (1997). La causa más conflictiva de disolución del matrimonio: Desde la

antigua Roma hasta la Roma de Justiniano. España: Mira Editores.

Mancera Hernández, D. J. La naturaleza jurídica del matrimonio en el derecho

romano: su transformación como resultado de la evolución de la familia

(Doctoral dissertation, Bogotá-Derecho, Ciencias Políticas y Sociales-Maestría

en Derecho).

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