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INDICE:

 1.Introducción Pg. 04

 2.Planteamiento del problema Pg. 04

 3.Hipótesis Pg. 04

 4.Fuentes del derecho Pg. 05

 4.1La costumbre Pg. 06

 4.2La doctrina Pg. 07

 4.3La jurisprudencia Pg. 07

 4.3.1Jurisprudencia Constitucional Pg. 09

 4.3.2Jurisprudencia Penal Pg. 09

 4.3.3Jurisprudencia Procesal Pg. 10

 4.3.4Jurisprudencia Laboral Pg. 10

 4.3.5Jurisprudencia Tributaria Pg. 12

 4.3.6Jurisprudencia Administrativa Pg. 12

 4.3.7Jurisprudencia INDECOPI Pg. 14

 5.La equidad Pg. 15

 6. Conclusiones Pg. 17

 7. Bibliografía Pg. 18
1. Introducción.
Debemos saber que el sistema jurídico se forma a partir de las relaciones entre las
fuentes del derecho. De manera que siguiendo a Hans Kelsen las leyes están
creadas a partir de la norma fundamental la cual en nuestro país vendría a ser la
constitución, a partir de esta se puede crear un sistema jurídico valido para la
regulación de conductas en la sociedad. Sabiendo esto podremos analizar las
distintas fuentes del derecho y como se relacionan con la aplicación de la ley.

2. Planteamiento del problema


Según Robert Owen el ser humano es un ser racional que se apega a los valores
cooperativos por encima del individualismo, esto ha hecho que este se vea en la
necesidad de desarrollarse en sociedad. Creando así la necesidad de la aplicación
de sistemas que ordenen y regulen el comportamiento del hombre en la sociedad.
Gracias a esa necesidad se han establecido distintos sistemas jurídicos en el
mundo, cada uno de ellos siguiendo las distintas fuentes necesarias para poder
aplicar leyes que se adecuen a su contexto cultural permitiéndolos así desarrollarse
como sociedad. Frente a esto podemos arrojar una gran interrogante ¿Cuáles son
las fuentes auxiliares para la aplicación de la ley? ¿Y qué tan eficaces son? Ya que
en el transcurso de nuestra historia hemos tenido muchos cambios culturales y
creencias las cuales nos han brindado distintas formas de percibir, entender y
relacionarnos con distintas sociedades para así encontrar la forma más adecuada
en la que podemos prosperar y desarrollarnos como sociedad a través del derecho.

3. HIPÓTESIS:
Tomamos como fuentes auxiliares del derecho a la jurisprudencia, doctrina,
costumbre y equidad, ejercidas por el poder legislativo; consideramos que algunas
de estas sí son eficaces para la aplicación de la ley.
4. Fuentes del Derecho
Podemos definir Fuentes del Derecho como el origen de donde son emanadas las
disposiciones jurídicas. También son comprendidos como actos o hechos que han
servido para poder regular el comportamiento de las personas en la sociedad.
Las fuentes del Derecho son clasificadas de acuerdo a su origen específico, la
doctrina lo distingue por:
Fuentes Históricas:
Se refiere específicamente al derecho que evoluciona con cada sociedad, nos
señala precisamente a los documentos, testimonios, obras literarias, tratados
científicos, pueden ser estrictamente de carácter jurídico o no, nos muestra como
evidencian la manera de ser de los pueblos o comunidades. En cómo se organizan
y establecen las normas.
El "Código de Hammurabi" de la antigua Mesopotamia o la primera "Declaración de
los Derechos del Hombre y del Ciudadano" son dos grandes ejemplos de las fuentes
reales.

Fuentes formales:
Como sabemos, las fuentes formales son consideradas como principios generales
del derecho, por consiguiente:
-La legislación
-La Costumbre
-La Jurisprudencia
-La doctrina
Forman parte de un ordenamiento jurídico de todo un país, por otro lado, a estas
se les conoce como órganos normativos, así como facultades normativas.

Fuentes reales:
Son el conjunto de hechos de la naturaleza, creaciones del hombre, eventos
sociales, políticos y económicos que le dan contenido a las normas jurídicas. Al
considerar qué son las fuentes reales del derecho no se trata de circunstancias que
creen leyes en sí mismas, sino que estas logran impactar en el flujo histórico
alterando lo que hasta el momento era concebido como la ley.
4.1. LA COSTUMBRE
En el derecho la costumbre está dada como la forma en la que se comportan los
individuos de una sociedad frente a distintos sucesos respondiendo a una necesidad
jurídica y tomando como punto referente sus antecedentes históricos.
Los tratadistas de derecho privado. Ambrosio Colin y H.Capitant califican a la
costumbre como un complemento de la ley y la llaman “derecho no escrito”. Ellos
toman a la costumbre como fuente del derecho porque el legislador plantea normas
a partir de las necesidades de la sociedad. Según COLIN Y CAPITANT: 2002; 9, “la
costumbre se impone por el hábito, por la tradición. Puede hallarse consignada, ya
en los documentos judiciales, ya en las decisiones de los tribunales, ya en los
escritos de los jurisconsultos”. Pero, en un sistema de derecho escrito como el
nuestro, la costumbre es sumamente inferior ante una ley así se enfrente a una
norma desueta o en desuso. Comprendemos así a la costumbre como una fuente
subsidiaria aplicada solo ante una falta de ley; adicionalmente deberá probarse al
momento de pretender su aplicación por parte del juez. (Artículo 6 del C. de
Comercio y artículo 189 del C.P.C.).
En el régimen pasado la costumbre era tomada como una fuente más formal, pero
esto comenzó a crear una inseguridad jurídica a la que se le llamo “la tiranía de los
jueces” ya que estos usaban a la costumbre para solucionar conflictos, pero como
esta variaba y no estaba plasmada en ninguna parte, las sentencias pudieron haber
creado una desigualdad e inseguridad jurídica.
Así, imponer la ley sobre la costumbre fue considerado un éxito de los sistemas de
codificación. El Código de Bello decía: “siguiendo el ejemplo de casi todos los
códigos modernos, se ha quitado a la costumbre la fuerza de ley. Nuestro código,
que como sabemos es una adaptación del código chileno, sigue la misma lógica. La
ley 153 de 1887 en su artículo 13 establece unos requisitos para que sea posible
aplicarla -que sea general y conforme a la moral social-, y además que se aplique
“a falta de legislación positiva”.
En la doctrina se formularon requisitos para la aplicación de la costumbre al
clasificarla en segundo, praeter y contra leyes. Entendiendo que sólo es admisible
aplicar las dos primeras. Respecto a la segunda ley es la que se hace por expresa
remisión de la norma y como tal se entiende como una verdadera fuente “supletoria”
de ley. La praeter legem es la que no contraría la ley. Algunos han pensado que
esta última clasificación no debería existir por ser consecuencia lógica de la posición
de la costumbre en los sistemas de derecho escrito.
4.2. LA DOCTRINA
La doctrina se originó en roma con los llamado jurisconsultos y era la encargada de
asesorar al pretor y al juez. A pesar de su importancia en la construcción del derecho
de Occidente, la doctrina ha perdido su posición a lo largo del proceso de
codificación.
Las opiniones de los jurisconsultos se recopilaban por escrito y eran frecuentemente
consultadas, especialmente en la época de Justiniano, después de expedido su
Corpus Juris Civilis. Se dice que Digesto, la parte más grande e importante del
Corpus es en gran medida una compilación de la obra de los jurisconsultos romanos
y que las Institutas, otra parte del Corpus, es básicamente un libro de texto sobre el
derecho romano, escrito por académicos del período clásico. (MERRYMAN; 1994:
115).
El aporte de la doctrina tiene a los procesos de codificación del siglo XIX tiene
notable ejemplos como Robert Pothier quien fue el asesor en el proceso de creacion
del código de napoleón en 1804, a pesar de su importancia la doctrina hoy en la
actualidad es considerada mero criterio auxiliar y no tiene ninguna fuerza contra ley.
No hay que confundir la desinteresada labor de los estudiosos o doctrinantes con la
llamada “doctrina constitucional” o con la doctrina producida por los funcionarios
administrativos en el cumplimiento de sus funciones (artículo 26 C.C.). Respecto de
las primeras, estamos frente a la jurisprudencia y en cuanto a la última, podemos
identificarla con la argumentación que sustenta las resoluciones administrativas.
Ambas tienen, según la Constitución, un lugar subordinado frente a la norma.

4.3. LA JURISPRUDENCIA
En los siglos XVIII y XIX los jueces europeos constituían una clase aristocrática y
terrateniente que aprovechaba sus atribuciones para legislar en sus sentencias. Por
esta razón, en el proceso de codificación posterior a la revolución francesa se
propuso un modelo legislativo que daba prevalencia a la ley y limitaba al máximo la
interpretación del juez. En otras palabras, se respaldó el “principio de la certeza del
derecho”, que exigía un derecho claro y concreto “a prueba de jueces”. Hasta ahora
podemos afirmar que, históricamente, se ha glorificado al legislador mientras se
tiende a disminuir el poder de los jueces. (MERRYMAN: 1994; 111).
Para garantizar la preeminencia de la ley se debió legislar profusa y detalladamente
las conductas humanas, esperando así que los jueces se convirtieran en técnicos
cuya función era la simple aplicación de la ley al caso controvertido, como aplicando
una premisa. Si se legislaba al detalle era de esperar que no existieran lagunas,
pero se comprenderá que en una sociedad cambiante esto es imposible. Por esta
razón, se previó una solución que no ofendiera la prevalencia de la ley en el sistema
jurídico: la analogía -legis o juris-, permite al interprete aplicar la ley o leyes que
regulen casos semejantes al asunto no previsto y de esta manera superar el
problema en la aplicación de justicia.
La tendencia legislativa de la preeminencia del legislador que guió la elaboración de
los códigos europeos se reflejó en nuestro código civil. En efecto, el código civil de
Andrés Bello es un ordenamiento extenso y como todo código de la época procura
contener todas las eventualidades de la vida privada. Son frecuentes los ejemplos
y la cita de asuntos mínimos como los panales del vecino, o las ramas de los árboles
que invaden linderos, la propiedad de las ínfimas cosas que se recogen por el primer
ocupante, son pasajes que, entre otros, hoy en día son meras curiosidades sobre la
vida de nuestros antepasados.
El código comienza con un libro preliminar sobre la naturaleza de la ley, el peso de
la costumbre, los métodos de interpretación y de manera muy curiosa, un capítulo
especialmente dedicado a definir las palabras de uso frecuente, propio de la
interpretación exegética. Si el legislador se dio a la tarea de definir las palabras más
usuales era porque quería mantener intacto el sentido de la norma; así lo recuerdan
el artículo 27 y el 29, al decir que si el sentido de la ley es claro debe seguirse su
tenor literal y que si hubiere oscuridad en la ley deberá recurrirse a “su intención o
espíritu”, o que si se trata de palabras técnicas debe recurrirse al sentido que le da
la profesión o arte y no la que piense el juez. Lo anterior es aplicación del principio
In claris non fit interpretatio De acuerdo con lo anterior, el ideal jurídico del código
civil es el de un juez exégeta con poco o ningún vuelo interpretativo. Lo anterior
tiene sustento en la guía para la interpretación judicial que se encuentra en los
artículos 17 y 26. Primero que todo, el artículo 17 advierte que “las sentencias no
tienen fuerza obligatoria, sino respecto de las causas en que fueron pronunciadas”
y paso seguido les recuerda a los jueces su verdadero lugar en la función pública:
ellos aplican la ley pero no pueden legislar: “es, por tanto, prohibido a los jueces
proveer en los negocios de su competencia por vía de disposición general o
reglamentaria” (subrayado fuera de texto).
La intención de limitar al máximo al juez y prevenir que su función termina en una
labor legislativa se repite en el último inciso del artículo 25 del código civil al decir
que la interpretación sólo tiene efectos “por vía de doctrina”, y paso seguido, el
artículo 26 confirma que, respecto de la ley, lo único que debe hacer el togado es
“buscar su verdadero sentido” sin mayores ambiciones que las que tendría un
particular al emplear su propio criterio para resolver asuntos “peculiares”. De ahí en
adelante, se exponen unas guías para resolver los asuntos con la menor
interpretación posible (artículos 27, 28, 30, 33 C.C.) y se les sugiere a los jueces los
métodos de interpretación en caso de que sea absolutamente necesario hacerlo.
No es de extrañar que los métodos de interpretación sugeridos por Andrés Bello
giren exclusivamente entorno a la norma: el exegético (art. 29 C.C..), el sistemático
(art. 30 C.C.) y la interpretación por extensión (art. 31 C.C.). Como es de esperarse,
la interpretación en equidad es un método rezagado a los anteriores, absolutamente
supletorio según lo advierte el artículo 32 del código.
En cuanto al método sociológico, debemos advertir que es un aporte de la teoría del
trialismo jurídico en tiempos de hoy pero totalmente ajeno a la visión del legislador
del siglo XIX. Las restantes fuentes de derecho establecidas por la ley 153 de 1887,
esto es, costumbre, analogía, jurisprudencia, principios generales del derecho, y
equidad, fueron reguladas de manera que su aplicación fuera subsidiaria de la
aplicación de la fuente suprema. Sin embargo, la misma doctrina jurisprudencial de
la Corte Constitucional ha planteado para la jurisprudencia un lugar equiparable a
la ley, cosa que en tiempos de los movimientos codificadores podría haber parecido
un atentado contra la voluntad soberana del pueblo.

4.3.1. Jurisprudencia Constitucional


Jurisprudencia constitucional en el estado peruano:
Tomando en cuenta el artículo 200 de la constitución peruana en la que se estable
por obligatoriedad la acción inmediata del órgano jurisdiccional competente (tribunal
constitucional) para la examinación de una norma de rango de ley que tenga acción
restrictiva de un atributo subjetivo de la persona; así como por mandato
constitucional (artículo 1 CP) que exige el respeto a la persona y a su dignidad obliga
a que las exigencias jurídicas se afecten de forma digna teniendo como principal
objetivo el beneficio de la persona humana . Esta también es invocable en
cualquiera de los ámbitos del derecho, por otro lado, debemos tomar en cuenta que
el ejercicio del hábeas corpus y de amparo no se suspende durante la vigencia de
los regímenes de excepción a que se refiere el artículo 137º de la Constitución
(estados de emergencia y estado de sitio).
Según el artículo VIII del Título Preliminar del Código Civil cuando se advierta una
norma imperfecta (defecto) o se presente alguna laguna del derecho (deficiencia),
los operadores jurídicos deberán recurrir a los principios generales y/o al derecho
consuetudinarios.

4.3.2. Jurisprudencia Penal


 Jurisprudencia Uniforme en Materia Civil
 Concurrencia de un Derecho Real con otro de Naturaleza Personal
 Extensión de la Motivación de Resoluciones Judiciales
 Fines del Recurso de Casación
 Posesión Precaria
 Función esencial de la motivación de las resoluciones judiciales
4.3.3. Jurisprudencia Procesal
En toda la dinámica del proceso, es importante tener en cuenta la naturaleza de
cada pretensión para establecer si estas ingresarán a la ejecución o se agotarán en
el proceso de cognición; eso se debe conocer la naturaleza de la pretensión para
saber si estamos ante pretensiones ejecutables o no ejecutables.
La finalidad del proceso en el principio enunciado en el artículo 3 de Título Preliminar
del Código Procesal Civil que lleva implícito un deber de interpretación de las
normas procesales, deber del juez como director del proceso y deber de lo
abogados que patrocinan las causas. La calificación de director del proceso no
distingue instancia, en cada una de ellas debe observarse el proceso que es la
expresión que mejor caracteriza el sistema publicístico. En él se privilegia el análisis
e importancia del proceso desde la perspectiva de la función pública, es decir, como
medio utilizado por el Estado para hacer efectivo el derecho objetivo y concretar
finalmente la paz social en justicia.

4.3.4. Jurisprudencia Laboral


Por los órganos legislativos del Estado, llámese Congreso, Parlamento, cámaras
legislativas, la misma que comprende varios niveles, desde el más alto que lo
representa la Ley Fundamental del Estado, Constitución Política o Carta Magna,
hasta las leyes orgánicas, generales, códigos, etc. El espíritu nomofiláctico (amor a
la norma) de este sistema hace que la casi totalidad de nuestras instituciones socio
jurídicas estén reguladas por leyes, cumpliendo con el dogma de la plenitud del
ordenamiento jurídico que significa que el ordenamiento jurídico de una nación debe
tener una norma para cada caso que se presente, de modo que no haya algún caso
que no esté regulado por una norma del sistema, el cual debe ser pleno. Sin
embargo, esto hace que se incurra en un exceso reglamentarista al tratar de regular
todas las esferas donde se desarrolla la acción del Derecho, que se traduce en un
volumen considerable de normas que, en el caso del Perú ha superado el número
de 30 000 leyes en el último siglo republicano, con las que se deja poco espacio
para la intervención de la jurisprudencia como fuente jurídica.
No obstante, aún en calidad de fuente subsidiaria o supletoria, la jurisprudencia
desempeña un papel importante para cubrir los vacíos de la ley o, para ajustarla a
la realidad social en que se aplica, ya que puede cumplir cualquiera de las siguientes
funciones:
Integración: definir una situación por carencia de normas específicas o, donde existe
una laguna o vacío legal, logrando crear o recrear una nueva regla. Esto puede
hacerse utilizando una fuente distinta a la Ley (heterointegración) como el Derecho
Natural, la costumbre o la doctrina y también, valiéndose de otras normas
(autointegración) a través de la analogía, la equidad o los principios generales del
Derecho.
Elección: seleccionar la norma justa para el caso, cuando hay un concurso de varias
normas que tienen sentidos diversos. El criterio de justicia que tenga el juez es el
que debe primar para elegir la norma aplicable al caso. En materia laboral ese
criterio está dado por el principio de la norma más favorable al trabajador, que dice:
“En presencia de varias normas, provenientes de distintas fuentes formales, debe
aplicarse siempre la que más favorezca a los trabajadores
Resoluciones Relevantes en Materia Laboral:
 Regulación de los Contratos Modales
 Elementos de la Relación Laboral
 Indemnización por Despido Arbitrario
 Reincorporación al Centro de Trabajo
 Otorgamiento de Bonificación
 Régimen Especial CAS
 Primacía de la Realidad
 Pago de Beneficios Sociales
 Remuneraciones
 Relación Laboral de Duración Indeterminada
 Impugnación de Despido
 Derechos Laborales
 Regulación de Horas Extras
 Contratación Laboral
 Interrupción de la Relación Laboral
 Hostilidad Laboral
 Sanción Disciplinaria
 Proceso Laboral
 Competencia
 Régimen Laboral Público
 Congruencia Procesal
 Elementos integrantes del Debido Proceso
 Hostigamiento sexual en el Trabajo
 Indemnización por daños y Perjuicios
 Despido incausado
 Desnaturalización de Contrato
 Reposición por Despido Fraudulento
 Pago de Pensión de Sobrevivencia
 Despido Arbitrario
4.3.5. Jurisprudencia Tributaria
De acuerdo con lo señalado por el Decretó supremo N* 003-97-TR, Ley de
productividad y competitividad laboral la remuneración de la cantidad que recibe el
trabajador como contraprestación por los servicios prestados a favor del empleador
siempre que sea de su libre disposición el pago de la remuneración es la principal
obligación del empleador derivada del contrato del trabajo constituye remuneración
todo ingreso que percibe el trabajador por sus servicios sea en dinero o especie
bienes y servicios cualquiera sea su denominación modalidad o plazo de pago
siempre que sea de su libre disposición no se encuentra excluido por mandato legal
o que por definición no califique como como remuneración considerando lo señalado
entendemos que la remuneración tiene las siguientes características:
-Libre disposición
-Puede ser pagada en dinero o especie
-Tiene carácter alimentario
-El monto de la remuneración es fijado por el empleador y el trabajador se debe
considerar que los conceptos que califican como remuneración forman parte de la
base de cálculo de los beneficios sociales del trabajador (CTS Back vacaciones) de
los tributos impuesto de la renta y aportes laborales (Es Salud).

4.3.6. Jurisprudencia Administrativa


El Derecho Administrativo es el conjunto de normas que regula la organización y la
actividad de la administración pública.
Es una rama del derecho público referida al funcionamiento de las distintas
entidades el Estado y a sus relaciones con los administrados.
Uno de los temas más importantes que trata es el relativo a la prestación de los
servicios públicos, toda vez que la administración pública tiene como una de sus
funciones esenciales satisfacer las necesidades de la colectividad.
Los principios del Derecho Administrativo constituyen la base de esta rama del
derecho.
Son constantes subyacentes en el ordenamiento jurídico que deben ser tenidas
como guías para la interpretación y aplicación de las normas del Derecho
Administrativo, y deben ser aplicados en caso de ausencia de norma legal. Los
principios del Derecho Administrativo son los siguientes:
A. Principio de Interés Público: El interés público predomina sobre el interés
particular. El fundamento de este principio está dado por el carácter solidario
del Estado peruano En este marco, la actuación de la administración pública
debe dirigirse hacia la obtención del bien común.
B. Legalidad: Toda actuación del Estado y de las entidades que componen la
administración pública debe fundamentarse en las disposiciones legales. En
ningún caso la autoridad administrativa puede actuar de manera arbitraria y
sin fundamento legal.
C. Actuación de oficio: El Estado puede, por propia iniciativa, iniciar y desarrollar
procedimientos administrativos. Asimismo, debe continuar los
procedimientos iniciados por los administrados sin que sea necesario que
ellos los activen.
D. Publicidad: Los administrados tienen derecho a acceder a la información
referida a los procedimientos en los que son parte.
E. Doble instancia: En todo procedimiento administrativo el interesado tiene
derecho a recurrir a una instancia superior a fin de que revise o revoque la
resolución emitida por la instancia inferior.
F. Doble Vía: Las resoluciones emitidas por la administración pueden ser
impugnadas ante el Poder Judicial.
G. Presunción de Veracidad: Se presume que las afirmaciones de los
administrados se ajustan a la verdad, lo cual no excluye que puedan ser
materia de fiscalización.
H. Eliminación de exigencias y formalidades: El Estado debe eliminar los gastos
y formalidades innecesarios que puedan constituirse en un obstáculo para
que el administrado pueda hacer efectivos sus derechos frente a la
administración o frente a terceros.
I. Participación ciudadana en el control de los servicios públicos: Los
ciudadanos pueden, de manera individual o colectiva, remitir sus quejas o
propuestas en relación a la actuación de la administración y a sus
procedimientos.
4.3.7. Jurisprudencia INDECOPI
Tribunal de INDECOPI
Propiedad intelectual
Protección al consumidor
Defensa de la competencia
Sentencia del poder judicial
Laudo
Los principios generales del derecho son conceptos o proposiciones que ayudan a
llenar los vacíos legales. Estos principios tienen niveles que van desde aquellos que
tienen valor universal hasta aquellos principios cuya aplicación está limitada a
alguna de las ramas del derecho. (Obregón Sevillano, 2011, p. 375)
Efectivamente, los principios generales del derecho son aquellas pautas
orientadoras de los operadores jurídicos para colmar aquellos supuestos no
reguladas por el derecho. Asimismo, algunos de estos principios son aplicables a
todo el ordenamiento jurídico, como los contenidos en el Título Preliminar del Código
Civil, pero algunos otros a una rama específica como en el caso del derecho
procesal, tributario, administrativo, etc.
5. LA EQUIDAD
La equidad es un método de interpretación subsidiario, es decir, que sólo se aplica
si los legales no tienen cabida. En su sentido general, el juez puede aplicarla para
mitigar la dureza de un estatuto, o para asignar la propiedad o la responsabilidad de
acuerdo con los hechos del caso individual. A veces, la aplicación de la ley al caso
concreto produce efectos notoriamente injustos. Desde este punto de vista la
equidad es corregir la ley para aplicarla al caso singular cuando la interpretación
literal llegaría a una injusticia. En otras palabras, la equidad es la “mitigación del
rigor de la ley, aplicándola templada por la Humanista, pietas o benignitas. Así las
cosas, la equidad está vinculada a la idea de justicia, significa “lo fundamentalmente
justo”. Hay que tener en cuenta que más que un criterio auxiliar, la equidad indica
“un proceder”, una manera de administrar justicia, significa “aquel modo de formular
sentencias judiciales o resoluciones administrativas, que signifique la interpretación
y aplicación de la ley con estricto sentido de justicia al caso particular, teniendo en
cuenta las circunstancias que lo rodean” (ABELENDA: 1980; 120).
Este proceder del juez afecta la norma porque la corrige, la adecua para que cumpla
la finalidad pensada por el legislador y evita la injusticia. Viéndolo así, implica
claramente el otorgamiento de una facultad discrecional al juez y es claro que el
principio de la certeza del derecho podría verse quebrantado. Por esta razón, la
posición de los neo romanistas es que los jueces deben estar muy limitados en el
ejercicio de la equidad. Voces contrarias a esta facultad dicen que si de la aplicación
de la ley resulta una injusticia debe pensarse que esa no es la ley aplicable al caso
y que, por tanto, debe rechazarse y aplicar otra. Pero otros autores -como Recasens
Siches -, opinan que la equidad es un proceder propio del juez que debe tenerse en
absolutamente todas las leyes, ya que la equidad no es un procedimiento correcto
para corregir leyes imperfectas sino la “manera correcta de interpretar todas las
leyes, absolutamente todas”. Entonces, es la vocación del juez, es el logro ideal de
la administración de justicia, no es un criterio auxiliar del cual pueda echarse mano,
sino la manera propicia de entender la norma.
La Constitución Política Colombiana estableció en su artículo 230 un orden de
aplicación de las fuentes del derecho donde la ley es fuente principal de derecho.
Esta posición es la misma que adoptó en el siglo XIX el legislador. Sin embargo, la
misma jurisprudencia por medio de pronunciamientos de la Corte Constitucional ha
dado una nueva aplicación a la vieja doctrina probable por medio de la figura del
precedente jurisprudencial, que en últimas implica una alteración del orden
constitucional de las fuentes. Hoy en día, los operadores jurídicos deben admitir el
peso del precedente bajo el riesgo de que sus sentencias sean atacadas en tutela
por violación al principio de igualdad. La vía de hecho es un argumento de
construcción jurisprudencial que hoy en día hace reflexionar a los operadores
jurídicos sobre el nuevo papel de la jurisprudencia como fuente de derechos.
Las restantes fuentes de derecho no han corrido con la misma profusión y
permanecen como meros criterios auxiliares, sin mayores discusiones, aparte de
algunas voces doctrínales extranjeras. Algunas fuentes han sido adicionadas, como
el contrato y la teoría de los derechos aparentes; sin embargo, su estrecha relación
con la ley no les da categoría independiente entre las fuentes. A raíz del desarrollo
de la teoría del precedente jurisprudencial y las continuas referencias que hace la
corte Constitucional a su obligatoriedad y al respeto a la ratio decidiendo, nuestro
sistema de derecho afronta una transición del sistema neo germánico al nuevo
derecho jurisprudencial. Dependerá de la claridad con que se identifique el
precedente y de la coherencia en su aplicación la no vulneración del principio de la
seguridad jurídica.
6. CONCLUSIONES:
 Los principios generales del derecho son aquellas pautas orientadoras de los
operadores jurídicos para colmar aquellos supuestos no reguladas por el
derecho.
 Algunos de estos principios son aplicables a todo el ordenamiento jurídico,
verbigracia los contenidos en el título preliminar del Código Civil, pero
algunos otros a una rama específica como en el caso del derecho procesal,
tributario, administrativo, etc.
 Estas no solo son métodos de integración (cuando no existe norma jurídica
que regule un supuesto de la realidad) sino que también en su excepción de
valores y reglas que ayudan a la interpretación de las normas jurídicas
cuando su sentido y alcance no esté del todo claro; tienen una potencialidad
de crear normas jurídicas o normas consuetudinarias en caso de presentarse
lagunas.
 Las fuentes auxiliares o subsidiarias son la costumbre, la equidad, la doctrina
y la jurisprudencia.
 Ya explicado el concepto de los principios generales del derecho, uno de
nuestros puntos de vista es que la costumbre (Fuente subordinada a la ley,
si bien en casos concretos a la ley se remite, para regular un punto) no es
una fuente eficaz para la aplicación de la ley, por las distintas controversias
creadas en el anterior régimen al ser usada por los jueces para favorecer a
algunos individuos.
 La jurisprudencia es una fuente emanada de cualquier poder que emita
soluciones jurídicas, así como administrativas (las resoluciones judiciales
que pasan en autoridad de cosa juzgada y los actos administrativos firmes),
es así que la jurisprudencia es la interpretación de la normativa judicialmente
adoptada. La jurisprudencia es de obligatorio cumplimiento por lo que
podemos tomarla como una de las fuentes más importantes y como
precedente vinculante en el ámbito del Tribunal Constitucional, con objeto de
exponer las normas que sean calificadas como inconstitucionales (que
atenten contra la dignidad y el respeto de los derechos del hombre)
7. Bibliografía.

 Castillo, L. (2005). El principio de proporcionalidad en la jurisprudencia del


Tribunal Constitucional peruano. Revista Peruana de Derecho Público, 6
(11), 132-136

 Serrano, G. (2007). LA JURISPRUDENCIA FRENTE A LAS FUENTES DEL


DERECHO. Centro de Investigaciones Socio – Jurídicas

 Saúl Coca, G. (2020). Principios generales del derecho. Obligación de suplir


defectos o deficiencias de la ley

 Poder Judicial del Perú. Jurisprudencia sistematizada.

 GACETA JURIDICA: DIALOGO CON LA JURISPRUDENCIA TOMO 129.

 Biblioteca jurídica del instituto de investigaciones de la UNAM. La costumbre

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