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1.- INTRODUCCIÓN
Todo fluye, todo está en movimiento y nada dura eternamente. Por eso no podemos
descender dos veces al mismo río, pues cuando desciendo al río por segunda vez, ni el río ni yo
somos los mismos (Heráclito de Éfeso).
Los grupos, al igual que las personas, son algo dinámico. Por lo tanto, hay que saber
gestionarlos adecuadamente.
Los investigadores afirman que hay dos grandes pilares: la teoría de la investigación y la teoría
de la selección racional. Se asume que, el proceso de desarrollo filogenético del ser humano
ha tenido un gran impacto en la adquisición de mecanismos psicológicos que nos regulan y
que, a su vez, tiene impacto en el desarrollo ontogenético. No podemos tratar de explicar el
ser humano solamente teniendo en cuenta el desarrollo actual. Hay muchos mecanismos de
funcionamiento vital que compartimos con otras especies animales.
Presión selectiva: cualquier causa que reduzca el éxito reproductivo de una población en una
proporción significativa, ejerce una potencial presión selectiva. Si se produce suficiente
presión, en una población pueden generalizarse los rasgos hereditarios que mitigan sus
efectos, incluso los que podrían ser nocivos en otras circunstancias.
Desde que nacemos, formamos ya parte de grupos; por tanto, la experiencia de ser miembro
de un grupo está presente a lo largo de toda nuestra vida. Parece existir una motivación en el
ser humano, como especie social que es, a formar vínculos con otros congéneres.
La hipótesis de la necesidad de pertenencia sostiene que todo el mundo necesita formar parte
de relaciones sociales: los seres humanos poseen un impulso omnipresente de formar y
mantener al menos una mínima cantidad de relaciones interpersonales duraderas, positivas y
significativas (Baumeister y Leary).
El mecanismo que permite establecer el primer nexo con otros es el apego. El apego es el
vínculo emocional de un bebé (o una cría) con sus progenitores, y que se expresa mediante la
búsqueda de la proximidad con los adultos y la protesta al separarse de ellos. Según los
etólogos, este mecanismo se reutiliza en otras fases de la vida, cambiando el objeto de apego.
Desde esta perspectiva, los grupos se forman como una prolongación del apego y una
ampliación a un mayor número de congéneres. Según Baumeister y Leary, la pertenencia tiene
fuertes efectos emocionales y cognitivos, y su falta acarrea serios trastornos en la salud, el
bienestar y el funcionamiento de las personas.
2.2.2.- Ostracismo
El ostracismo es el acto de excluir o ignorar a un miembro del grupo, o a otra persona en una
relación interpersonal (Williams, Zadro, Nida y Gonsalkorale). Ser objeto de ostracismo,
aunque sea por poco tiempo, tiene efectos negativos en las necesidades básicas de
pertenencia, control, autoestima y existencia significativa de la persona que lo sufre, porque
interfiere en la satisfacción de esas necesidades.
Cuando existe algún indicio de rechazo o exclusión por parte del grupo, o el valor relacional
que tenemos para el grupo ha disminuido, nuestra autoestima baja y buscamos el problema
que ha puesto en peligro nuestra pertenencia para corregirlo. De esta forma, la autoestima
actúa como un sociómetro, es decir, la autoestima vinculada al valor que te da el grupo
muestra hasta qué punto, una persona está bien situada en la jerarquía por parte del grupo; y
su nivel alto o bajo, se debe a que consigamos mantener la pertenencia a grupos sociales y que
nos consideren miembros valiosos (Leary, Tambor, Terdal, Downs, Pickett y Gardner).
Otras explicaciones que explican por qué los individuos quieren formar parte de grupos tienen
que ver con la necesidad de dar sentido a uno mismo y a la relación con los demás.
La investigación en esta teoría dice que cuanto más entitativos sean los grupos, más
contribuyen a reducir la incertidumbre. Se relaciona con la teoría de la autocategorización o
categorización del yo (Turner). Hay grupos más similares en sus características y otros menos
característicos. El hecho de pertenecer a un grupo, va a reducir la incertidumbre por ser el
grupo, una herramienta de validación.
Afirma que todo el mundo tiene la necesidad de sentirse válido y útil para los demás, siendo
esto una necesidad universal.
La necesidad de significado es universal, pero los medios para satisfacerla dependen del
contexto sociocultural en el que se inscriben los propios valores. Esos medios se identifican en
una narrativa apoyada y validada por la propia red o grupo de referencia. La búsqueda de
significado se activa por las condiciones de pérdida de significación, y/o por la oportunidad de
ganar la significación.
La teoría de búsqueda de significado es una teoría global que surgió para tratar de explicar el
comportamiento violento externo de los terroristas. Una persona, en situación de pérdida de
significado, puede ser vulnerable y tratar de recuperarlo en otros medios. Cuando no hay
muchas alternativas para obtener el significado personal, puede ocurrir que recurran por
algunas de ellas que son desadaptativas (consumo de drogas, vandalismo,...).
Desde un punto de vista descriptivo, existen tres tipos de circunstancias que hacen que un
conjunto de individuos llegue a constituir un grupo (Cartwright y Zander):
Una o varias personas pueden crear deliberadamente un grupo para lograr algún
objetivo que no sería posible sin su existencia: la función de estos grupos suele ser
lograr un objetivo que no sería alcanzable individualmente, o lo sería de manera
menos apropiada. Suele ocurrir que las personas creen el grupo para lograr un objetivo
que no sería posible conseguir individualmente, es decir, si no existiera este grupo.
Un grupo puede formarse espontáneamente porque la gente se asocia para
satisfacer alguna necesidad: por ejemplo, los clubes sociales, las pandillas juveniles o
los grupos informales dentro de las organizaciones. Su formación suele basarse en
elecciones interpersonales voluntarias.
Un conjunto de individuos puede convertirse en grupos porque otras personas los
tratan como si fueran semejantes: aquí está funcionando el proceso de categorización
social, que consiste en clasificar a las personas en grupos, en función de alguna
característica compartida. Los individuos pueden configurar grupos porque, las
personas, los tratan como si fueran semejantes
Estos elementos actúan conjuntamente, donde, a veces, tiene más relevancia uno que otro.
Parece ser que lo más probable es que la integración ambiental proporcione el potencial para
la integración conductual, que llevará a su vez a la integración afectiva y a la cognitiva
(Moreland), aunque hay autores que no están de acuerdo. Aunque la visión más popular entre
los psicólogos sociales es que la integración conductual es la clave de la formación del grupo
(Rabbie y Lodewijk), otros autores defienden que es más importante la integración cognitiva
(Turner y Bourthis).
El orden lógico es que, en primer lugar, haya un tipo de espacio físico ambiental, luego, una
misión u objetivo y algo por lo que trabajar, y, por último, las emociones.
3.- EL DESARROLLO DE LOS GRUPOS
Es el nivel inicial del desarrollo del grupo. Existe gran incertidumbre, ya que los miembros
intentan identificar aspectos de la estructura del grupo, de las relaciones interpersonales y de
los procesos de realización de las tareas. Aún no están claros los roles, la estructura,… La etapa
acaba cuando los miembros del grupo comienzan a pensar en sí mismos como parte del grupo.
Cuando un equipo empieza a formarse, sus componentes son nadadores que dudan y
prefieren permanecer observando al margen de la piscina al tiempo que comienzan a
introducir la punta del pie en el agua para examinar el terreno.
Cuando los miembros del equipo comienzan a realizar conjuntamente la tarea que tienen en
mente, es bastante normal que sientan pánico. Son nadadores que se han lanzado al agua, y
pensando que pueden hundirse, empiezan a azotar sus brazos y moverse en todas direcciones.
Los miembros van interiorizando las normas, surgiendo la cohesión y la identidad grupal
positiva. Cuando esta etapa se completa, la estructura está afianzada. El grupo ha asimilado
las expectativas respecto al comportamiento correcto de los miembros. Surgen normas y esto
produce cohesión, identidad...también cierta presión de grupo; si no asume las normas del
grupo se puede considerar peligroso para el grupo o llegar a ser excluido.
Conforme los miembros del grupo comienzan a trabajar juntos, las resistencias iniciales van
quedando al margen. Empiezan a ayudarse unos a otros más que a competir entre ellos.
En este nivel, los grupos resuelven sus problemas estructurales. Se desempeña con alto éxito
la ejecución de las tareas propuestas. Los comportamientos son mucho más flexibles y
funcionales al estar centrados en el objetivo y orientados a la tarea. El grupo se centra en la
tarea, en conseguir objetivos más que en conflictos (aunque puede seguir habiendo).
Conforme los miembros del grupo se sienten más confortables unos con otros, comprenden
mejor el proyecto que esperan desarrollar, y empiezan a ser una unidad más efectiva en la que
todos trabajan consecuentemente.
3.1.5.- Fase 5: Clausura
En la mayoría de los grupos, sobre todo en los que se crean con un propósito específico, existe
una quinta etapa, en la que los grupos alcanzan sus objetivos, tanto de rendimiento, como de
relaciones interpersonales. A partir de aquí, el grupo puede mantenerse funcionando
eficazmente o disolverse una vez alcanzadas las metas pretendidas. El grupo alcanza todos sus
objetivos y este puede acabar, alargarse en el tiempo, o disolverse si ya no tiene sentido que
ese grupo exista.
Plantea que los grupos no se desarrollan de forma lineal, sino de forma cíclica o circular, ya
que muchos grupos siguen existiendo aunque sus miembros originales cambien: ciertos grupos
son permeables y van incorporando nuevos miembros.
Los grupos no están aislados del resto, sino que se relacionan con otros grupos y a veces
intercambian miembros. Los miembros del grupo debaten entre el deseo de pertenecer a un
grupo concreto e identificarse con él y la necesidad de sentirse “únicos y diferentes”.
Las dos primeras etapas del modelo corresponden a la formación del grupo y las cuatro últimas
a su desarrollo. La formación y el desarrollo de los grupos se ven influidos tanto por procesos
intragrupales como por las relaciones intergrupales.
El punto de partida del modelo es la existencia de un grupo previo dividido por desacuerdos
internos. Algunos miembros consideran que el grupo ya no satisface sus necesidades o
intereses o que ya no representa sus ideas.
El descontento y las tensiones entre los miembros alcanzan su clímax con un acontecimiento
que desencadena un cisma en el grupo original. El acontecimiento puede ser dramático o no,
pero en cualquier caso está relacionado con el descontento de la etapa anterior.
En esta etapa, el objetivo es establecer una identidad grupal. Para lograrlo, el grupo trata de
fijar unos límites claros con otros grupos, a menudo a través de la competición, niega el acceso
a nuevos miembros y ejerce presiones hacia la conformidad. Se impone una norma de
igualdad para minimizar las diferencias entre los miembros del grupo. En esta fase, la
desviación o la disensión con respecto a las normas del grupo se castigan o se rechazan. De
hecho, pueden aparecer fenómenos como el pensamiento de grupo.
Ejemplo: la iglesia recién creada define su doctrina, para lo cual tendrá que exagerar
las similitudes entre sus miembros, y las diferencias con respecto a otros grupos
religiosos, especialmente, con respecto al grupo que se acaba de abandonar. Las
disensiones ideológicas dentro de la nueva iglesia son acalladas, de modo que el grupo
muestra una enorme uniformidad en sus creencias religiosas, normas y conductas.
Una vez establecida la identidad grupal, el objetivo del grupo es aumentar la productividad
para lograr las metas colectivas, que son variadas en función del grupo. En esta etapa, el grupo
define sus objetivos y los planes estratégicos para conseguirlos. Es poco probable que se
busque la competición con otros grupos, pero sí una tendencia a compararse con ellos para
demostrar su mayor productividad. Dentro del grupo se permiten ciertas distinciones entre los
miembros, pero solo en función de las habilidades y experiencias relacionadas con las tareas
del grupo. A diferencia de la etapa anterior, aquí se admiten nuevos miembros, que se eligen
por sus habilidades. No obstante, el estatus de los miembros recién llegados es inferior al de
los veteranos. La productividad del grupo suele alcanzar cotas máximas en esta etapa.
Ejemplo: la nueva iglesia se esfuerza por atraer fieles y hacerse con el poder en la
sociedad. Para ello, diseña planes de actuación como obras sociales, abrir lugares de
culto en barrios o campañas de publicidad. Los nuevos miembros deben superar una
serie de pruebas para acreditar su compromiso con el grupo y probar su fe.
3.2.5.- Individuación
Esta etapa se caracteriza por un cambio en el foco de atención del grupo. Si en el período
anterior el grupo se dedicaba a acumular recursos, en esta etapa, los miembros deciden cómo
deben repartírselos. Si en el período anterior se minimizaban las diferencias entre los
miembros, en esta etapa, esas diferencias se hacen salientes. Los miembros del grupo tratan
de alcanzar una identidad única y distintiva en comparación con otros miembros y de
reivindicar sus derechos sobre los recursos del grupo. La norma de igualdad de las otras etapas
se reemplaza por una norma de equidad, de modo que cada miembro exige una compensación
proporcional a sus contribuciones al grupo. Para hacerse valer ante el propio grupo, pueden
explorar las oportunidades que les brindaría la pertenencia a otros exogrupos. En esta etapa el
liderazgo se descentraliza y puede aparecer la holgazanería social.
Los límites entre las distintas etapas son difusos, especialmente en los períodos de transición
entre una etapa y otra. A menudo, las etapas se caracterizan no tanto por la atención exclusiva
a una sola cuestión, sino por atribuir una mayor importancia a un asunto con respecto a otros.
El modelo no especifica cuál es la duración de cada etapa, ya que hay grandes diferencias
entre los grupos. Algunos pasan por todas las etapas en cuestión de meses, mientras que otros
pueden quedarse en la misma etapa durante décadas. Por ejemplo, la mayoría de grupos
terroristas tiene una duración muy limitada que apenas llega al año de vida (La Free). Sin
embargo, algunas organizaciones muestran un desarrollo más lento y pueden permanecer
largos años tratando de establecer una identidad grupal o en una fase de declive a la que no se
puede poner punto final por la resistencia de un grupúsculo rebelde.
Worchel dice que el desarrollo del grupo suele seguir el orden propuesto en el modelo,
aunque algunos acontecimientos relevantes como una amenaza, pueden alterar la progresión
y provocar un retroceso a una etapa anterior.
4.- CONCEPTOS
Una teoría y un modelo se diferencian en que la teoría tiene un sentido más amplio, así como
global; y el modelo es un subapartado de la teoría, es decir, un subconjunto de la teoría. Una
teoría tiene una mayor articulación y ambición, compuesta por un conjunto de modelos.
Una de las grandes críticas a la psicología es que, han desarrollado muchas teorías sin
desarrollar suficiente trabajo empírico para validarla. La ciencia, no es algo estático, debido a
que, constantemente, hay mejoras y cambios.