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Prólogo

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Prólogo

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INFORMACIÓN

男嫌いな美人姉妹を名前も告げずに助けた
ら一体どうなる?
Volumen: 2
Autor: Myon
Arista: Giuniu
Publicado: 1 de Julio del 2023
Editorial: Kadokawa Sneaker Bunko. / 角川スニーカー文庫

Título adaptado al Español:


¿Qué pasaría si decido ayudar a dos hermanas que odian a los hombres?

Esta es una fan adaptación realizado por Gashadokai


y públicado en la web es.kappabeast.com,
no es una traducción oficial y tampoco se comercializa.

Esta obra fue hecha con la intención de ser leida gratuitamente


por un fan de las novelas ligeras y para los fans.

Si tiene los medios para comprar esta obra en su idioma original,


o cuando sea licenciada al idioma Español, por favor, hazlo.

Abstengrase de lucrarse ilegalmente con esta obra literaria.

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Prólogo

PRÓLOGO

—¡A–Ayuda, por favoooor!

Grité desesperadamente mientras corría con todas mis fuerzas.

Imploraba por ayuda de cualquiera, sin importar quién fuera… Lo único que hacía era
correr como si mi vida dependiera de ello.

Mi energía estaba agotada, apenas podía respirar, pero seguía adelante sin detenerme. Si
paraba ahora, lo sabía instintivamente, todo estaría perdido.

—¡¿Por qué…?! ¡¿Por qué una calabaza me está persiguiendo!?

Sí, en este momento, una calabaza me estaba persiguiendo. Y en medio de esta


desesperada carrera sin rumbo, volví la vista hacia atrás.

—...¡Aaaaah!

No lo entiendo, ¿por qué me persigue?

Era la misma cabeza de calabaza que había usado cuando ayudé a las hermanas Shinji.

Cada vez que veía esa expresión burlona, hacía que me sintiera impotente, débil, como un
niño asustado.

Aunque intentara apartarlo de mí, era imposible, por alguna razón, mis pasos iban
desacelerando, mi cuerpo se sentía pesado, y esa enorme calabaza se acercaba aún más a
mí.

—Maldición... ¿Cómo demonios llegué a esto?

No lo entiendo... ¿Cómo diablos llegué a esta situación? ¿Hice algo malo? ¿Acaso cometí
alguna acción tan malvada como para merecer esto, como si fuera un castigo dirigido
específicamente hacia mi?

—¡Ah...!

Mientras pensaba en ello, tropecé con un objeto y caí en un lugar vacío.

Todo había llegado a su fin, ya que al levantar la cabeza, una sombra cubrió todo mi
cuerpo, y al ver el objeto que estaba por caer sobre mí, hizo que la desesperación se
apoderara de mí.

—¡Aaaaahhh!

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Prólogo

***
—¡¿Ehh?!

Abrí los ojos de golpe y me desperté.

Respiré profundamente para calmar mi agitada respiración y lentamente mi consciencia


regresó, haciendo que la calma tomara el control de mi mente.

—...Así que, fue un sueño. — murmuré para mí mismo.

Reconocí que lo que había estado viendo hasta ahora era un sueño.

Bueno, ciertamente no es posible que una calabaza del tamaño de un camión gigante
exista en este mundo. Y mucho menos que una cosa así me persiga.

Me levanté de la cama y me paré frente a la máscara de calabaza que estaba en la


habitación.

—Tiene la misma cara que tú, idiota. — dije mientras le daba un pequeño golpe.

La cabeza de calabaza tenía sin duda una expresión molesta y burlona, que fácilmente
podría irritar a cualquiera. No era precisamente el tipo de artículo que pondrías en tu
habitación, pero tenía un significado especial para mí en términos de ayudar a forjar
conexiones.

—...Aunque no puedo culparte del todo, gracias a ti, cambiaron muchas cosas en mi vida.
— Murmuré con una sonrisa irónica

De pronto, golpearon la puerta de mi habitación.

—¿Hayato-kun, puedo entrar?

—Por supuesto.

Respondí y la puerta se abrió de inmediato, revelando a una hermosa joven de cabello


negro.

Su nombre era Arisa Shinjo. Nuestra relación comenzó cuando la rescaté de un intento de
asalto, y desde entonces nos hicimos amigos cercanos, convirtiéndose en mi novia.

Ella se acercó a mí mientras sus pechos se balanceaban visiblemente a través del


uniforme.

Me dió un beso en la mejilla y luego posó su mirada sobre la calabaza.

—¿Por qué estás mirando tan intensamente a Calabaza-sama?

—Oh... Es que tuve un sueño en el que esta cosa gigante me perseguía.

—Veo que tuviste un sueño bastante interesante...

Arisa parecía un poco desconcertada sobre cómo reaccionar, pero si yo estuviera en su


lugar, probablemente tendría una expresión similar.

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Prólogo

—Me parece muy curioso como te refieres a esta cosa como; Calabaza-sama…

—¡Por supuesto que es Calabaza-sama! ¡Porque nos unió a nosotros dos! — Arisa respondió
con determinación mientras apretaba sus puños.

Para Arisa, esta calabaza parecía ser tan significativa como un Dios de la fortuna, ya que
la veía rezar frente a ella en mi habitación con bastante frecuencia.

Hoy nuevamente, Arisa juntó sus manos en una oración, como si estuviera haciendo una
ofrenda.

Así que sonreí irónicamente ante su gesto y me acerqué a ella.

—Buenos días, Arisa.

—Buenos días, Hayato-kun♪

Intercambiamos saludos y juntos salimos de la habitación, dirigiéndonos hacia la sala de


estar.

Al entrar en la sala de estar, fui recibido por el delicioso aroma del desayuno, y mis ojos se
encontraron con los de una chica que estaba probando el miso.

Era una hermosa joven que no se quedaba atrás de Arisa en términos de belleza, y su
figura era igual de impresionante. Su nombre era Aina Shinjo, la hermana de Arisa, y
también era mi novia.

—Ah, ¡buenos días, Hayato-kun!

—Buenos días, Aina.

Ella interrumpió brevemente la preparación del desayuno y corrió hacia mí.

Rodeó sus brazos en mi cuello a la vez que se aferraba fuertemente a mí. Luego, de manera
similar al beso de Arisa anteriormente, ella me besó en la mejilla, como si estuviera
recreando ese momento.

—Las mañanas siempre comienzan con un beso para Hayato-kun♪

—Jaja, realmente me llena de energía. Aunque sea en la mejilla... Los besos tienen un poder
sorprendente.

—Es cierto.

—Jeje, eso es correcto.

Los besos de Arisa y Aina, quienes compartían una relación especial conmigo, realmente
tenían un poder misterioso que me afectaba psicológica y emocionalmente.

Recibir un beso por la mañana antes de ir a la escuela me daba un impulso especial para
enfrentar el día. Puede que sea simple, pero eso me hizo darme cuenta una vez más de
cuánto amo a estas chicas.

—Entonces, Hayato-kun, ¿por qué no nos sentamos a desayunar?

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Prólogo

—Sí, está bien disfrutar de momentos amorosos, pero no quiero quedarme atrás en la
escuela.

—Lo entiendo. De verdad, gracias a las dos, por lo que hacen por mí.

Y así, comenzó otro día feliz mientras comíamos el desayuno que las dos chicas a las que
amo habían preparado.

Tengo dos novias... No es solo una forma de hablar, es una realidad.

Básicamente, en Japón, un país con un sistema matrimonial de un hombre y una mujer, la


idea de tener una esposa se considera única, al igual que tener una novia, que
normalmente se considera como una sola presencia.

Sin embargo, aquí estoy, pareciendo romper ese tabú al tener a dos chicas como mis
novias, ambas en mutuo acuerdo.

—Hayato-kun, te amo.

—Hayato-kun, te amo.

Las voces de ambas chicas murmurando su amor de esa manera, incluso cuando no están
cerca... Puedo imaginar fácilmente esas palabras resonando en mi mente cuando estoy
solo. He llegado a estar tan acostumbrado a esas palabras.

Nuestros encuentros iniciales no fueron precisamente agradables, pero es precisamente


por eso que nuestras relaciones evolucionaron hacia lo que son ahora, a través de
momentos tan intensos compartidos juntos.

Estar en una relación con dos chicas... No es algo que pueda anunciar libremente a los
demás.

El hecho de tener a Arisa y Aina como mis novias es algo que me llena de alegría, y no
tengo ningún arrepentimiento al respecto. Puedo afirmar con confianza que esto seguirá
siendo así en el futuro...

Pero, si me permitieran expresar una preocupación, solo una... Una preocupación lujosa
que he tenido últimamente.

Y esa es… ¡¿Cómo es que las dos son tan seductoras?! Logran erosionar mi autocontrol de
manera tan precisa... Tampoco es que me moleste, de hecho, me hace feliz, y no solo eso,
ambas son tan tiernas y amables... ¡Aaargh!

Gritar solo en mi mente cosas como esas se ha vuelto bastante común últimamente.

Después de conocerlas, rápidamente comenzamos a cultivar nuestra relación, esto


provocó que me sumergiera por completo en el amor que ellas tenían hacía mí.

Pasó un mes desde que comenzamos nuestra relación como pareja. Ahora, estábamos
cerca de la época de Navidad.

Durante el 24 de diciembre, la ciudad estará llena de parejas por todas partes. Y mientras
se acercaba ese evento especial para todas esas parejas enamoradas, yo pasaba mis días

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Prólogo
conteniendome desesperadamente mientras disfrutaba del amor de estas dos hermosas
hermanas, quienes eran igual de encantadoras en la intimidad.

***

—...Ah~♪

—Jejeje, pareces completamente satisfecho, ¿verdad, Hayato-kun?

Arisa dijo mientras me miraba desde arriba, con una sonrisa juguetona en su rostro.

Era la hora del almuerzo y acabábamos de comer, pero ambos permanecimos en el aula,
que estaba vacía, de esta manera nos ocultamos de las miradas curiosas.

Si bien era invierno y el frío era inevitable, hoy estaba soleado y un poco más cálido de lo
habitual.

Aunque manteníamos nuestra relación en secreto, Arisa y Aina eran populares en la


escuela, y sabía que si alguien nos veía interactuando más de lo necesario, podría causar
problemas. Por eso, nos reuníamos en secreto en la escuela.

—Usar tus piernas como un cojín es realmente agradable, Arisa... Me siento tan relajado, y
parece que mi cerebro cansado de las clases se está recuperando rápidamente.

—¿En serio? Entonces, disfrútalo todo lo que quieras, ¿de acuerdo?

—Sí. Gracias, Arisa.

—Nada me hace más feliz que saber que soy útil para tí. — dijo Arisa con una sonrisa en su
rostro.

En momentos como este, una pequeña desventaja era que su pecho era tan grande que no
podía ver completamente su expresión.

Bueno, aunque no pudiera ver su rostro, lo que sí podía ver era más que suficiente para
ser una vista agradable. Pero, aun así, siempre quería ver su sonrisa.

(Arisa realmente tiene un espíritu de servicio fuerte... ¿O tal vez solo es así conmigo?)

Como sugiere mi última observación, Arisa siempre está dispuesta a ayudarme en todo lo
que pueda.

Incluso antes de que comenzáramos a salir, pude vislumbrar este aspecto en los bordes
de sus palabras, pero desde que comenzamos nuestra relación, este rasgo se ha vuelto aún
más evidente.

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Prólogo

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Prólogo
—............

—¿Qué pasa?

—...No, solo estaba acomodándome.

A pesar de sentir un poco de tristeza al dejar atrás la cómoda almohada que eran sus
piernas, me levanté con la intención de mirarla a la cara.

Ella parecía perpleja, así que reuní el valor para decir lo siguiente, reprimiendo un poco
mi timidez.

—Arisa, te digo esto desde el fondo de mi corazón. Gracias por todo lo que haces por mí.
Eres muy especial para mí, y también eres solo mía.

Eran palabras un tanto cursis, casi fuera de lugar.

"Solo mía"... Parecía una expresión reservada para los chicos guapos que daba la impresión
de ser el personaje de una historia romcom.

Aunque... Para Arisa, es una frase que tiene un efecto realmente poderoso.

—Ah... Ah~

Sus mejillas se tornaron de un color rojo intenso, y con una expresión de éxtasis en su
rostro. Daba la impresión de que algo dentro de ella había sido encendido con mucha
pasión.

(...Esos ojos. Esa sensación de pertenencia, como si realmente fuera suya, es


increíblemente seductora.)

Sí, seductora, esa era la palabra correcta. ¡Todo en ella es increíblemente seductora!

Aunque consideraba que era irrespetuoso tener sentimientos 'eróticos' hacia las mujeres,
no podía desechar por completo esas emociones.

—Oye, Hayato-kun. ¿Hay algo más? ¿Algo más que quieras que haga por ti?

Con estas palabras, Arisa apretó mi mano izquierda con ambas manos. Aunque sentí que
estaba un poco fría, entendí que era porque mi mano estaba más caliente en comparación
con la de ella.

Simplemente mirarnos fijamente el uno al otro ya era felicidad en sí, pero estar en esta
situación a solas con Arisa, había una extraña fuerza que me hacía querer ser sincero y
desear ser consentido a través de esa pregunta.

—Um... entonces, permíteme ser completamente vulnerable…

—Está bien, adelante.

Antes de que pudiera terminar de expresar mis pensamientos, Arisa me abrazó. Ella me
sostuvo con fuerza, acariciando mi espalda suavemente...

Cada vez que me trataba así, me olvidaba por completo de que estábamos en la escuela en
ese momento y deseaba sumergirme por completo en su cálido abrazo.

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Prólogo
—Esto me hace feliz también, pero aún más, es gratificante ser deseada de esta manera.

—Entiendo... Yo también estoy muy feliz. Simplemente estar así contigo es suficiente para
mí.

Mientras nos abrazábamos, las risitas adorables resonaban en nuestros oídos, llenando el
aire con su alegría.

—¡Están tan enamorados! — se oyó una voz.

Aunque escucháramos esa voz, no nos sorprendimos por saber quién era. No teníamos
motivos para entrar en pánico ante su llegada.

—Oh, Aina, ya llegaste. — respondió Arisa.

Quien asomaba por la puerta era Aina. Con una sonrisa radiante en su rostro, Aina
personificaba perfectamente la frase "ingenuidad encantadora", y su presencia luminosa y
encantadora era capaz de dibujar una sonrisa en cualquiera.

—Lamento interrumpir su tiempo juntos, hermana. ¡Hayato-kun~!

—¡¡Ah!!

Tal vez decir que ella se lanzó hacia mí es un poco exagerado, pero Aina me abrazó con
fuerza, presionando su frente contra mi pecho.

Después de un momento así, ella levantó la cabeza y soltó una risa que parecía decir;
"estoy completamente satisfecha".

—Mwah~♪

—Oye, ¡Detente!

—¡No seas malo! ¡Pero es que eso fue tan genial~♪

...Maldición, es tan adorable que no puedo decir nada más.

No solo sonríe con un brillo en sus ojos, sino que también me rodea con su forma
generosa, similar a Arisa. Aunque es por un pequeño margen, se dice que tiene un busto
un poco más grande que Arisa, lo cual me distrae.

(¡Ah...! Es solo que me está presionando el pecho, ¿por qué tiene que erosionar mi
autocontrol de esta manera?)

Es como si este objeto suave estuviera imbuido con un poder irresistible al que no puedo
resistirme.

Ya somos pareja, y quizás ni siquiera sepa si esto es intencional, pero tanto Arisa como
Aina se muestran con tanta cercanía... Por un lado, siento que está bien, que tal vez
debería dejarme llevar por los deseos. Pero por otro lado, el ángel en mi interior me
detiene, recordándome que es demasiado pronto para avanzar en una relación física.

"¡¿Por qué no?! ¡Solo hazlo!"

"¡No puedo! ¡Aún no tengo la edad suficiente para asumir esa responsabilidad!"

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Prólogo

¿Cuántas veces ha tenido lugar este debate entre el ángel y el demonio en mi interior?
Contar cuántas veces sería un ejercicio en vano.

En la sociedad actual, no es tan raro que los estudiantes de secundaria tengan relaciones
íntimas, pero aun así, si considero cualquier eventualidad, me asusta... No solo es por mi
propia seguridad, sino sobre todo por ellas... ¡Eso es lo que siento!

—Oye, Hayato-kun, ¿Por qué no pasamos un rato amoroso juntos? Aun no es momento de
que regrese a mi aula.

No voy a comparar a Arisa con Aina... Pero, con esa sonrisa traviesa que irradiaba una
dulzura incluso mayor que la de Arisa, no tenía más opción que asentir ante su propuesta.

Aina se colocó justo frente a mí y, sin más preámbulos, se sentó en mis rodillas.

Colocando su mano en mi hombro, Aina me miraba fijamente. Mientras sacaba


ligeramente su lengua, parecía un pequeño demonio... Como si fuera una succubus de
algún manga. Esta imagen me hacía latir el corazón más rápido.

—Jeje~. Solo así, mi corazón late de verdad. Aunque es increíble solo mirarte a los ojos,
cuando estamos tan cerca de esta manera, mi corazón late más rápido♪

—...........

No debería haber dicho en voz alta lo que sentí... Cuando estamos tan cerca y nos miramos
de esta manera, no hay duda de que mi ruborizado rostro no pasó desapercibido, y
probablemente lo notaron.

—¡Oh, vamos! ¡Hayato-kun, eres tan lindo!

—¡¿Mm?!

De repente, ella soltó un grito fuerte, y yo fui abrazado firmemente por Aina.

Con su brazo rodeando mi cabeza, no podía escapar. Me encontré atrapado en una


abrumadora suavidad, con mi rostro enterrado en ella. Inhalé el dulce aroma que emanaba
de Aina mientras estaba en esa posición.

—Mmm... Jejeje♪ Aunque me hagas cosquillas, me siento tan feliz así. ¿Sabes, Hayato-kun?
¿No te sientes muy emocionado?

—...Sí.

—¿Ves? ¡Eres exactamente como lo imaginaba! ¡Ah, eres tan lindo! No puedo evitar sonreír,
y mi cuerpo se calienta aún más a pesar de que estamos en invierno.

—..........

Recibiendo el abrazo tembloroso de Aina, finalmente me quedé en silencio.

(Si Aina también es así... ¡Realmente estoy resistiendo bastante bien, en serio!)

Lo que pensé durante mi tiempo con Arisa era igualmente aplicable a Aina, sin lugar a
dudas.

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Prólogo

En cuanto a Aina, no solo tenía un nivel aún más alto de contacto físico que Arisa, sino que
también tenía una forma de expresar su cariño de manera sincera que no resultaba
abrumadora en lo más mínimo.

Quizás mi debilidad por ella me hacía sentir así, pero en cualquier caso, la forma en que
Aina expresaba su amor de manera directa era realmente reconfortante... Por supuesto,
las expresiones de amor de Arisa eran diferentes y eso también estaba bien.

—Hayato-kun.

—¿Sí?

La restricción en mi cabeza se aflojó y me aparté del pecho de Aina. Aunque sus mejillas
se pusieron rojas, no apartó la mirada de mí. Entonces, sin dudarlo, me besó en los labios.

Después de eso, el almuerzo terminó sin mayores incidentes, y después de despedir a


Aina, regresé a mi aula.

—...Uf.

Exhalé suavemente en mi asiento.

Desde que empecé a salir con Arisa y Aina, siempre he pasado los días así.

Durante nuestros encuentros a escondidas en el colegio, nuestro contacto trata de ser el


mínimo. Pero cuando estamos solos en casa, ambas cambian por completo, y sus
expresiones de afecto se vuelven más dulces y explícitas.

(Yo... Me pregunto cuánto tiempo podré aguantar.)

No sólo son guapas, sino también hermosas y traviesa. Tengo miedo honestamente, y es
porque es la primera vez que me pasa tantas cosas buenas. ¿Esto significa que moriré
pronto?

(Mamá, papá... ¿Me están observando desde el cielo? Estoy tan feliz, pero cada día se
siente como una especie de penitencia.)

Feliz pero desafiante... Así es mi vida cotidiana como Domoto Hayato.

Bueno, si me quejo de algo así, los hombres de todo el mundo probablemente querrían
matarme, pero de alguna manera siento que mamá y papá... Especialmente mamá, observa
esta situación entre risas.

De todos modos, soy feliz... Pero todavía siento un poco de miedo de sumergirme aún más
en las expresiones de cariño que Arisa y Aina me brindan. Aunque también tengo miedo
de ello, ellas me envuelven con un amor que parece incluso superar ese miedo.

...Bueno, tendré que lidiar con ello en algún momento.

Con eso en mente, me dispuse a concentrarme en la clase.

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La diablilla roja de Noche Buena

CAPÍTULO 1

―¿Qué haremos en Navidad?

—Ya que no tenemos novias, solo seremos nosotros, ¿verdad?

En una tarde después de clases, dos de mis mejores amigos estaban hablando sobre el día
de Navidad a mi lado.

—Ya que pasamos Halloween juntos, ¿por qué no pasamos también la Navidad?

—A mí no me importa. Aunque podría terminar llorando al ver a tantas parejas cuando


salgamos.

—No digas esas cosas... ¿verdad, Hayato?

—¿Eh? Ah, sí, tienes razón.

Por desgracia, ya tengo planes para navidad. Arisa y Aina van a ir a mi casa.

Al principio estábamos hablando de ir a algún lugar o de preparar regalos, pero después


de considerarlo, decidimos quedarnos en mi casa para pasar un rato relajado con una
fiesta de pasteles.

—Lo siento chicos, pero tengo un asunto que atender en navidad.

—¿Un asunto?

—No me digas que... ¿Una chica?

Si digo que es una chica, seguro se enojarán, y si menciono que son las hermanas Shinjo,
se enojarán aún más… Creo que no sería exagerado decir que me matarían si les digo que
estoy saliendo con ambas.

Parecía que estaban a punto de interrogarme al respecto, pero obviamente solo estaban
bromeando y se rieron al instante.

—Hablando en serio, tengo algunos asuntos familiares que atender también.

—¿De veras? Bueno, supongo que yo simplemente disfrutaré de un pastel en casa con mi
familia.

Parecía que ambos tenían planes familiares para la Navidad.

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La diablilla roja de Noche Buena

En lugar de quejarse por no poder salir, es realmente bueno ver cómo pueden sonreír al
pasar tiempo con sus familias.

No hay nadie malo para aquellos que valoran a sus familias... Puede que sea un ejemplo
extremo, pero al menos eso es lo que siento profundamente.

—De todos modos, últimamente mi mamá siempre me dice si he estado tomando el sudor
de Hayato como té.

—¡Ah, me pasa lo mismo! Cuando estoy con Hayato, simplemente empiezo a pensar más
en mis padres de forma natural. Es algo obvio, pero la diferencia en nuestra conciencia es
increíble en comparación con antes.

—Oye, no lo veas de esa manera.

—No me miren con esas caras de gratitud, ¡me van a dar comezón en la espalda!

—No, en serio, es algo grandioso, ¿sabes?

—Sí, exacto. Y precisamente por eso, si alguna vez necesitas ayuda, queremos estar ahí
para apoyarte.

—...Gracias.

Esto es problemático, estoy empezando a sentir cosquilleo.

Y por lo visto, ambos estaban genuinamente agradecidos, pero también notaron la burla
en sus palabras, lo que me llevó a girar mi cabeza con cierto orgullo.

Desde entonces, el tiempo siguió su curso y en un abrir y cerrar de ojos, las clases de la
tarde habían terminado.

"¿Qué tal si vienes a cenar a mi casa? Mi mamá también está emocionada por verte como
siempre."

Recibí ese mensaje de Arisa.

No solo venían a mi casa por la mañana, sino que también se había vuelto natural que
cenáramos juntos, ya sea en mi casa o yendo a la casa de ellas.

"Claro... Voy a salir con amigos y regresaré, así que iré alrededor de las seis en punto."

Después de enviar ese mensaje, guardé mi teléfono y salí a la ciudad junto con Souta y
Kaito.

—¿A dónde vamos?

—¿Qué tal si vamos al karaoke?

—¡Eso suena bien!

Decidimos rápidamente el destino y nos dirigimos hacia nuestro karaoke favorito.

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La diablilla roja de Noche Buena

En el camino, pasamos junto a algunos compañeros de clase del mismo grado que estaban
comprando algo para comer. En ese momento, extrañamente, pude escuchar claramente
la conversación entre ellos.

—¿Han notado lo feliz que han estado últimamente las hermanas Shinjo?

—¿Será que consiguieron novio o algo así?

—Si eso es cierto, definitivamente debe ser algún tipo de heredero millonario o algo por
el estilo.

—Es cierto. Nosotros no podríamos satisfacer a chicas como ellas, somos hombres
comunes.

Al escuchar esa conversación, sin darme cuenta, detuve mis pasos y me volví hacia ellos.

No es como si hubiera tenido una reacción particular a sus palabras... A pesar de eso, por
alguna razón, me encontré detenido en mi lugar de manera natural.

—¿Pasa algo?

—¿Esos chicos te dijeron algo?

—...No, no es nada.

Después de negar con la cabeza ante sus miradas perplejas, me uní a ellos nuevamente
rápidamente.

A partir de ahí, el tiempo fue sumamente divertido: cantamos todo tipo de canciones,
desde temas de anime hasta baladas tradicionales, sin dejar de cuidar nuestras gargantas.

Con los exámenes finales antes de las vacaciones de invierno ya terminados, supongo que
incluso si Arisa y Aina me están dando consuelo, todavía sentía un poco de estrés, aunque
fuera tan pequeño como una lágrima de gorrión. Bueno, puede que eso no sea del todo
preciso.

—¡Guau, me siento tan bien!

—Sí, definitivamente, el karaoke es genial.

Asentí en respuesta a las palabras de ambos.

Eran aproximadamente las cinco y cuarto... Supongo que ya es hora de irnos. Pero, en ese
instante, mis ojos se posaron en un rostro familiar en la multitud.

—...Ah.

Vestía un uniforme diferente al de mi escuela, y entre el grupo, había una chica que, en
cierto sentido, había quedado grabada en mi memoria.

—¿Qué estás mirando?

Dado que estamos en una ciudad grande y es común ver estudiantes de otras escuelas, no
es de extrañar que mis amigos no reaccionen de manera especial.

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La diablilla roja de Noche Buena

Sin embargo, para mí, esta era una persona con la que no esperaba encontrarme
nuevamente después de convertirme en estudiante de preparatoria.

(...Bueno, vivimos en el mismo vecindario, así que no es tan sorprendente, ¿verdad?)

Esta joven solía ser mi compañera de clase en la misma escuela secundaria... Se lo había
mencionado a Arisa y Aina, aunque la relación que tuve con esta chica fue algo
completamente fugaz.

Fue una relación que duró apenas unas semanas, más como un juego de niños que otra
cosa.

Aunque tener una novia era definitivamente agradable, no estaba exactamente exultante
por ello. Incluso cuando fue ella quien propuso la ruptura, simplemente asentí con un 'sí,
entiendo' en lugar de sentirme devastado.

(Supongo que simplemente no era emocionante... Incluso cuando estábamos juntos, no


hice nada realmente especial para ella.)

...¡Ah! ¡No me importa! ¡Detente, detente!

Incluso si ya no me importa, revivir estos recuerdos de esta manera me está afectando


más de lo que quisiera admitir. Es francamente vergonzoso.

Ya no estamos juntos, y no tengo ningún apego ni remordimiento por nada, así que
realmente no hay necesidad de preocuparse por nada.

—Bueno, nos vemos, ya me voy.

—¡Hasta luego!

—Cuidense, chicos.

Me despedí de Souta y Kaito con un gesto de la mano y me dirigí directamente a la casa


de los Shinjo.

Para el momento en que divisé la casa donde vivían, ya había borrado por completo el
encuentro de aquella chica en mi mente. Así que, como siempre, intenté contener mis
nervios y presioné el timbre.

—Arisa, Aina... ¿Quién de las dos vendrá a recibirme?

Intenté jugar a las adivinazas, aunque sea algo tonto.

Hmm... ¡Apuesto a que será Aina!

Con ese pensamiento, esperé en la entrada. Entonces, la puerta se abrió y una mujer
sonrió amablemente desde el otro lado.

—Bienvenido, Hayato-kun. Te estábamos esperando.

—Ah, hola, Sakina-san.

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La diablilla roja de Noche Buena

La persona que me recibió era su madre, Sakina. A pesar de ser madre de dos chicas de
secundaria, su apariencia juvenil y estilo sobrepasaban a sus hijas, y no podía evitar
sentirme emocionado, aunque sabía que no era apropiado.

Aunque ella era tan amable, que fácilmente despejaba esas preocupaciones.

Y a pesar de que no era un miembro de esta familia y, para Sakina, solo era el novio de sus
hijas, ella siempre me saludaba con un "bienvenido" cuando llegaba aquí, y con un "estás
de vuelta" cuando volvía.

—Seguramente debes tener mucho frío, ven, pasa, está cálido aquí dentro.

—Umm, gracias.

—Pero antes de eso, ¿puedes darme un fuerte abrazo?

Sakina extendió sus brazos, esperando a que yo me acercara.

...Definitivamente me ve como a un hijo, ¿verdad? Siempre me encuentro indeciso sobre


cómo debería reaccionar ante esto, pero esa duda desaparece en un instante.

Me acerqué a Sakina y la abracé.

Era una sensación de seguridad diferente a la que sentía con Arisa y Aina, más como la
compasión de un adulto. Pero junto con esa sensación, también podía sentir la bondad
que Arisa y Aina heredaron de su madre. Era una experiencia conmovedora.

(...Ah, el poder del afecto materno es increíble)

La abracé con tanta ternura que sentía que me envolvía por completo, junto con su
abrumadora magnitud y suavidad incluso a través de la ropa...

Supongo que la razón por la que no me siento incómodo, a diferencia de con Arisa y Aina,
es que la gentileza de Sakina me recuerda a mi madre fallecida, y eso evita cualquier
posible deseo sexual.

—¿Dónde están las chicas?

—Están tomando un baño juntas. Supongo que quisieron hacerlo rápidamente para que
puedan pasar tiempo amoroso contigo después, Hayato-kun.

—Jaja, es todo un honor entonces.

Mientras caminábamos hacia la sala de estar juntos, comprobé que las chicas aún no
habían regresado.

Mientras ayudaba a Sakina con los preparativos de la cena y esperaba a las chicas, Aina fue
la primera en salir del baño, seguida poco después por Arisa.

—¡Bienvenido de vuelta, Hayato-kun!

—¡Hola de nuevo, Hayato-kun!♪

Así es, como si fuera lo más natural del mundo, ambas me rodearon con sus brazos.

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La diablilla roja de Noche Buena

Vestían pijamas casi idénticos, con Aina en rosa y Arisa en naranja... Pero, ¿es apropiado
que vea esta imagen, la de ellas en su totalidad en la privacidad de su hogar?

Rodeado por su presencia, que era diferente de cuando estaban en uniforme o en ropa
casual, me esforcé al máximo por mantener firme mi expresión, incluso cuando sentí que
mis mejillas estaban a punto de aflojarse.

—Jeje, bueno, entonces voy a tomar un baño también. Les dejo a ambos a cargo de los
preparativos hasta que regrese.

—Entendido.

—Asegúrense de calentarse bien, ¡hace frío afuera!

Sakina desapareció de la sala de estar y nos quedamos solo nosotros.

Ahí estábamos, Arisa y Aina en pijamas, recién salidas del baño... Sentir sus brazos
alrededor de mí después de que se calentarán en la bañera era agradable, y el aroma de su
jabón y champú era realmente agradable.

Ambas me sonrieron como ángeles desde ambos lados y me dieron un beso suave en las
mejillas al mismo tiempo.

—Bueno, Aina, vamos a esforzarnos en cocinar para Hayato-kun.

—¡Claro que sí!♪ Entonces, Hayato-kun, quédate aquí y relájate, ¿de acuerdo?

A pesar de que me pidieron que me relajara, ya había estado ayudando a Sakina, así que
miré a las chicas con una expresión decidida, listo para ponerme manos a la obra.

—...Realmente siento que me están volviendo cada vez más débil.

Es un lujo en sí mismo ver a las hermosas hermanas cocinando con alegría, pero el hecho
de que estén haciendo todo esto por mí, moviendo sus brazos para preparar la comida, es
aún más… idílico.

—.....

Desde entonces, he estado observando cómo las dos cocinan sin hacer nada más.

Luego de que Sakina se uniera a ellas tras haber terminado de ducharse, las preparaciones
avanzaron rápidamente.

Además de la generosidad de Arisa y Aina, también había sido atendido por Sakina en la
cocina, lo que resultó en una cena verdaderamente excepcional, llena de cariño y
esfuerzo.

—¿Cómo estuvo la cena de hoy?

—Sí, estaba deliciosa.

—Vi cómo disfrutaste cada bocado. Eso me hace feliz.

Después de la cena, estábamos en la habitación de Arisa.

38
La diablilla roja de Noche Buena

Mañana tendríamos que ir a la escuela de nuevo, así que ya era hora de que me fuera, pero
quería pasar un poco más de tiempo con ellas antes de irme.

—La Navidad está a la vuelta de la esquina, ¿verdad? Y luego, las vacaciones de invierno...
Mmm, estoy muy emocionada de pensar en pasar mucho tiempo contigo, Hayato-kun.
Será realmente feliz♪

—No te aburrirás. Te lo garantizo. ¡Haré que estas vacaciones de invierno sean


inolvidables! Así que prepárate, Hayato-kun.

—Sí... Eso suena un poco intimidante...

Los días que estaban por venir deberían haber sido indudablemente felices mientras
esperaba, pero por alguna razón, mi espalda tembló un poco, como si algo inquietante
estuviera a punto de suceder.

Y así, mientras me estremecía levemente, las dos se abalanzaron sobre mí al mismo


tiempo. No podía soportar el peso de ambas, así que tuve que recostarme en la suave
alfombra.

—...Las noches son solitarias.

—...Sí, las noches son solitarias.

—Arisa... Aina...

La soledad... era la confesión de sus sentimientos sobre mi partida.

En realidad, no era tan difícil encontrarnos o hablar si queríamos, incluso podríamos


mantenernos conectados con una simple llamada telefónica.

—A pesar de eso, cuando llega el momento de la despedida, aunque sea temporal, ellas se
vuelven inmediatamente vulnerables.

—Desearía poder vivir juntos pronto.

—Sí, sí♪ ¡Entonces estaríamos juntos desde la mañana hasta la noche... Estoy realmente
emocionada de vivir juntos!

—...Jajaja.

Las expresiones de ansiedad y soledad que tenían hace un momento han cambiado por
completo, y ambas están discutiendo sobre su futuro con entusiasmo.

Después de eso, arreglé mis cosas y, a pesar de mi reacio adiós, dejé la casa de los Shinjo.

Al salir de la cálida casa de ellas, fui recibido por el frío invierno... La noche estaba bastante
helada, y si no me abrigaba adecuadamente, podría resfriarme.

No quisiera enfermarme y preocuparlas... No solo Arisa y Aina, sino también Kaito y Souta
se preocuparían por mí, supongo.

Aún así, reflexioné sobre lo pleno que estaba cada día.

39
La diablilla roja de Noche Buena

Tengo una amistad tan sólida como la de mis amigos de toda la vida, y disfruto de días
felices irreemplazables con las dos chicas que se convirtieron en mis novias. ¿Podría ser
que tanta felicidad traiga algún tipo de reacción negativa después?

Aunque me inquieta, probablemente no sea más que una preocupación infundada... No


importa lo que pase, no veo ni una pizca de un futuro desesperado que me aguarde.

No, no soy el único. Ellas también sienten lo mismo.

No permitiré que un futuro triste llegue a ellas. Esa es mi promesa... Y a partir de ahora,
seguiré guardando esos sentimientos en mi corazón.

—Estoy en casa~♪

Habiendo cenado allá, no tenía muchas tareas pendientes. Después de tomar un baño y
cepillarme los dientes, volví a mi habitación y revisé mi teléfono. Había un mensaje de
Aina.

"¿Ya llegaste a casa? Hoy me divertí mucho, Hayato-kun♪ Tanto mi hermana como mi
madre y yo tuvimos un momento feliz juntos. ¡Realmente te aprecio! ¡Te amo, Hayato-
kun!"

A pesar de ser solo palabras, siento una gran intensidad en ellas.

El mensaje parecía transmitir la pasión de Aina a través de las palabras.

Me disculpé por responder tarde y le informé que ya me había bañado, y que ahora solo
me quedaba ir a dormir.

"Lo entiendo. Bueno, entonces, buenas noches… Hayato-kun, estaré pensando en ti hasta
el momento en que te duermas ♪

—…Es imposible que esta chica sea tan linda.

En este momento, estoy solo, así que no importa cuánto sonría, nadie me está viendo.

Mi reflejo en el cristal de la ventana mostraba claramente que estaba sonriendo, pero


definitivamente no podría mostrar esta expresión en público.

—Uff, estoy muy cansado.

Después de regresar a la habitación, hice rápidamente los preparativos para mañana y me


acosté en la cama.

El tiempo que pasé con Arisa y Aina, así como el tiempo con Sakina-san, fue maravilloso,
y por supuesto, también fue increíble el tiempo con mis dos mejores amigas... Pero nunca
imaginé que volvería a ver a mi exnovia.

—…

Por alguna razón, cuando la imagen de mi ex-novia de la secundaria cruzó por mi mente,
las palabras de los chicos que pasaban junto a nosotros regresaron a mi mente.

"¡Seguro, amigo! A alguien como nosotros, tipos normales, no podríamos hacerla feliz."

40
La diablilla roja de Noche Buena
No podríamos hacerla feliz... ¿verdad?

En realidad, por un instante, un breve instante, llegué a creer en lo que me estaba diciendo
a mí mismo.

¿Seré capaz de hacer felices a Arisa y Aina? ¿Y si no puedo, se alejarán de nuevo...?

—Maldición, qué patético. — dije mientras sacudía la cabeza con fuerza — Ya he


reflexionado antes sobre esto. Desde que decidí estar con ambas, me dispuse a hacer lo
que sea para que sean felices. No es momento para dudar.

En lugar de perder el tiempo pensando en si podré hacerlas felices o si eventualmente se


alejarán como mi ex-novia, debería estar considerando lo que puedo hacer por ellas en
este momento.

No es complicado... solo necesito corresponder a los sentimientos que me dedican y


devolverles mis propios sentimientos.

—Sí... Esto se trata de cambiar el enfoque, de mantener el equilibrio...

Así que me dispuse a calmar mis emociones mientras imaginaba el asunto de la Navidad.

Está prácticamente confirmado que pasaré el tiempo con Arisa y Aina, pero me pregunto
cómo será esta Navidad... En el caso de Arisa, aparte de ella, Aina también parece estar
tramando algo.

—...¡Gah! ¡Estoy emocionado, maldición!

No pude ocultar mi emoción y golpeé la cama con los pies enérgicamente.

No se trata en absoluto de pensamientos lascivos, sino simplemente de emocionarme por


la idea de pasar la Navidad con ellas. ¡Así es, absolutamente! ¡No aceptaré ninguna
objeción de nadie!

—...Ugh.

Después de toda esa excitación, lo que siguió fue un cansancio abrumador.

Apagué las luces de la habitación y mientras miraba fijamente el oscuro techo,


rápidamente me sentí somnoliento... Justo antes de quedarme dormido, susurré algo así.

—Espero que sea una Navidad divertida... No, definitivamente lo será.

Así, me adentré en el mundo de los sueños.

***

Es 24 de diciembre, finalmente llegó la Nochebuena.

Durante los últimos días, la nieve había estado cayendo, y aunque no se acumuló mucho,
la ciudad estaba adornada con un hermoso manto de nieve.

41
La diablilla roja de Noche Buena

Hoy, en la Nochebuena, era viernes y había clases en la escuela.

El ambiente en la escuela era un poco inquieto desde la mañana. Muchos chicos estaban
invitando a chicas, y viceversa.

(En fin, es una oportunidad para crear recuerdos de Navidad.)

Incluso si no tuvieras una novia o un novio, sería divertido pasar el rato con amigos
cercanos, haciendo todo tipo de locuras. Supongo que incluso si no estuviera saliendo con
Arisa y Aina, probablemente estaría bromeando con mis amigos.

—...Mmm.

Bueno, en este momento son casi las cinco de la tarde.

Ya he ido a recoger el pastel que tenía reservado para hoy, y en cuanto a la cena, Arisa y
Aina, que son especialistas en la cocina, se encargarán de prepararnos algo delicioso.
Todo está listo.

—Sería genial si Sakina-san también pudiera estar aquí...

Originalmente, tenía la intención de invitar también a Sakina-san, pero me dijeron que


sería mejor que disfrutáramos de esta noche solo nosotros, considerando lo especial que
es.

Esa es la única cosa que me queda un poco pendiente, pero si es así, simplemente
podríamos incluir a Sakina-san en otra ocasión y disfrutar todos juntos.

—Me pregunto cuando llegaran.

Justo después de murmurar eso, sonó el timbre, así que me dirigí hacia la puerta de
entrada.

Al abrir la puerta, vi a las dos de pie con bolsas de compras, y también llevaban bolsas que
seguramente contenían sus ropas para cambiarse...

Por cierto, ¿no es un poco grande el bolso de Aina? Bueno, ella es una chica después de
todo, supongo que debe tener muchas cosas que necesita.

—Llegamos♪

—Llegamos♪

Mientras las dos sonreían dulcemente, en mi mente estaba gritando de emoción por lo
adorables que eran.

Me preocupé un poco de si tenía una sonrisa torpe y vergonzosa en mi rostro, pero


confiando en que no me habían notado, invité a las dos dentro de la casa.

—¿Estuvo... Nevando?

—Sí, solo un poco.

—Fue hermoso, ¿sabes? Una especie de Navidad blanca♪

42
La diablilla roja de Noche Buena
Cuando regresé a casa, no estaba nevando, pero parece que estaba cayendo un poco de
nieve cuando las dos vinieron aquí. Me di cuenta por las huellas de nieve derretida en sus
abrigos.

Una vez que las dos entraron en la sala de estar, que ya estaba cálida gracias a la
calefacción, comenzaron a quitarse los abrigos.

Por supuesto, debajo llevaban ropa casual... No es sorprendente que me ponga un poco
nervioso solo por el gesto de quitarse los abrigos.

...Además, hoy las dos se quedarán a dormir aquí.

Debido a que mañana es un día libre, las dos pasarán la noche en mi casa, y ya tengo la
aprobación de Sakina-san con respecto a eso.

Es la primera vez que se quedaran a dormir... Siempre había pensado que llegaría un día
como este, pero nunca imaginé que sería tan pronto... Para ser honesto, mi corazón ya
está latiendo fuerte incluso desde ahora.

—Hayato-kun.

—¡Aah!

Oh... Terminé dando una respuesta extraña...

No solo Arisa, quien me llamó, sino también Aina, sonrió. Parece que ambas han notado
cómo me siento... Sin embargo, sus miradas se volvieron serias al instante.

—¿Podemos saludar a mamá y a papá?

—Sí, claro.

Asintiendo ante la pregunta de las dos, los observé mientras murmuraba un


agradecimiento en mi interior.

Nos dirigimos a un rincón de la sala de estar, donde se encuentra un altar budista.

Arisa y Aina se inclinaron ante el altar, cerraron los ojos durante unos segundos y luego
hablaron.

—Hoy también estamos aquí... Para visitar a mamá y papá.

—Buenas noches, nos unimos a su hogar... A mamá y papá de Hayato-kun.

Es extraño... Me hace muy feliz ver a las dos inclinarse ante el altar.

Kaito y Souta también hacen lo mismo cuando vienen a casa, pero de alguna manera esto
se siente muy apreciado y cálido en el corazón.

Finalmente, mientras las dos juntaban sus manos y permanecían en silencio, observé sus
espaldas y luego dirigí mi mirada hacia las fotografías de mis padres en el altar.

(Desearía que mamá y papá realmente pudieran estar aquí...)

Realmente, esa era la única cosa que me dejaba con un ligero pesar.

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La diablilla roja de Noche Buena

Bien, esta es la despedida para esa pequeña sensación de tristeza que me pasó por la
mente. Mientras Arisa se puso a trabajar en los preparativos para la cena, le pregunté a
Aina sobre algo que me intrigaba.

—Oye, Aina.

—¿Qué pasa?

—Comparado con Arisa, tenías una bolsa bastante grande... ¿Qué traes allí?

Cuando hice esa pregunta, Aina esbozó una sonrisa más profunda... Espera, esta sonrisa,
la he visto en algún lugar antes.

Mientras pensaba dónde había visto esa sonrisa, Aina puso una mano sobre sus labios y
respondió juguetonamente.

—Eso es un secreto, ¿sabes? Quizás algo para disfrutar más tarde.

—.........

Bueno, no me lo explicó exactamente de esa manera.

No tenía intención de presionarla para que me lo dijera, y aunque pareció hacerse un poco
interesante, si me lo contará después, no pasa nada... Oh, sí, pero ahora realmente me está
picando la curiosidad.

—Bueno, voy a tomar un baño primero.

—¡Diviértete en el baño! Ah, por cierto, si necesitas ayuda con la espalda...

Dado que últimamente hace bastante frío en comparación con antes, educadamente
decliné la oferta de lavarme la espalda.

Bueno, es cierto que la propuesta de Aina me sorprendió un poco, pero como Arisa
parecía dispuesta a detenerla, no tuve que ceder, ¿verdad? Aunque... Definitivamente me
sentí decepcionado de perder otra oportunidad de bañarme con ella.

Después de eso, me dirigí al baño mientras las dos me decían adiós y me aseguraba de
calentar mi cuerpo.

Como era de esperar de Aina, me había preparado para un posible asalto sorpresa, pero
para mi alivio y decepción al mismo tiempo, el tiempo en el baño transcurrió
pacíficamente sin incidentes.

—Ya salí. ¿Aina, quieres entrar?

—Sí, ¡disfrutaré de lo que queda de agua, Hayato-kun!

¡Las chicas no deberían decir esas cosas!

Bueno, admito que la declaración de que 'disfrutaría de lo que queda de agua' es un poco
peculiar, y aunque siento que el cariño de ellas sigue siendo abrumador, al mismo tiempo,
me doy cuenta de que soy alguien que necesita sentirse amado de esa manera para estar
satisfecho. A veces me pregunto si ya estoy perdido.

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La diablilla roja de Noche Buena

Después de un rato, Aina, con una expresión de satisfacción, regresó con una sonrisa
radiante, y Arisa se dirigió al baño en su lugar.

—...Ah... ah~♪

—¿Qué pasa?

—No es nada, solo siento que estoy siendo abrazada por Hayato-kun en todo mi cuerpo...♪

Frente a mí, Aina cruzó los brazos como si estuviera abrazándose a sí misma y, con una
expresión juguetona, dejó escapar un suspiro tembloroso, acompañado de estas palabras.

—¡Podría quedar embarazada solo con el calor de tu cuerpo♪

—..........

Al siguiente instante, me lancé con todas mis fuerzas al masaje de reflexología que había
preparado de antemano.

El intenso dolor que me llegó desde la planta de los pies me hizo derramar lágrimas
involuntariamente. Y Aina al presenciar dicha escena, corrió hacia mí con expresión de
preocupación.

—¡Oye, oye, ¿qué estás haciendo?

—¡Suéltame... Suéltame, Aina!

—¡¿Hayato-kun estás enloqueciendo?!

Aunque podría haber perdido la compostura debido a varias cosas que están pasando,
gracias a esto puedo mantener mi racionalidad.

Aunque sí, me quedé completamente boquiabierto por Aina, pero esto es necesario... ¡Es
necesario!

—...Pero sigue siendo doloroso.

—...Se supone que es un masaje de puntos de presión en los pies... ¡Vamos, un


empujoncito!

—¡¿Aina-san?!

Como si estuviera tratando de alinearse a mi lado, Aina saltó a mi lado con un entusiasmo
decidido.

Naturalmente, los relieves esperaban ansiosos a la hermosa planta de pie de Aina cuando
descendió... En ese instante, el grito de sorpresa de Aina resonó en el aire.

—...¿Qué están haciendo ustedes dos?

Arisa, quien había salido del baño, nos observaba a ambos con cierta incredulidad.

Después de esa extraña situación, los tres comenzamos a preparar la cena de manera
seria, y platos deliciosos como pollo y sopa se colocaron ante nosotros.

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La diablilla roja de Noche Buena

—Se ve muy delicioso... ¡Buen provecho!

—¡Por favor, disfruten!

—¡Gracias por la comida~!

La comida que Arisa y Aina habían preparado, aunque era un menú especial para la
Navidad y diferente a lo que comemos normalmente, sigue siendo excepcionalmente
deliciosa.

—Siempre digo lo mismo, pero realmente te ves disfrutando la comida, Hayato-kun.

—Es cierto... Por cierto, ¿no habías tenido esta conversación antes, hermana?

—¿Hay un límite de veces que puedo decirlo?

—¡Exacto!

Mientras sonreía ante el intercambio de palabras entre las dos, saboreé la comida con
deleite.

A la vez que saboreaba la comida lo que más noté no solo era lo delicioso que era... Sino
más que eso, cómo la comodidad de este espacio resaltaba aún más el sabor de la comida.

(Este amplio salón que solía estar solo, se transformó en un espacio cálido y acogedor con
la presencia de Arisa y Aina.)

Cuando se convierta en la casa de las Shinjo en lugar de solo "mi casa", también se unirá
Sakina-san, volviéndose aún más animado.

Agradeciendo el calor que me brindaban ellas, sentí una mirada especialmente intensa
pero cariñosa.

—...¿Qué ocurre?

—Jaja, no es nada, de verdad.

—¡No es nada, de verdad!

Hmm, esa respuesta no me convence del todo. Pero no supongo que les creeré.

Después de terminar la cena, compartimos el pastel que habíamos comprado juntos.

Era un pastel de una famosa pastelería y aunque tenía un precio alto, valió la pena debido
a su delicioso sabor. Estaba muy satisfecho ya que a ambas les encantó.

Y así, mientras el tiempo pasaba, me encontraba solo en mi habitación esperando a las


chicas.

Intenté ayudar con la limpieza, pero Arisa se ocupó de todo el lavado de platos, así que
Aina y yo salimos de la sala de estar juntos. Sin embargo, Aina dijo que tenía algo que hacer
y se fue.

—¿Preparativos para qué?

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La diablilla roja de Noche Buena

Había dejado una habitación libre para ellas debido a que iban a pasar la noche.

Ellas dijeron que estaban haciendo algo allí y luego vendrían aquí... Mientras cruzaba los
brazos y pensaba en eso, escuché un golpe en la puerta y la voz de Aina.

—Hayato-kun, ¿puedo entrar?

—Sí, claro.

Parece que han terminado los preparativos.

Me preguntaba qué podría ser... Pero mis pensamientos se detuvieron cuando entró a la
habitación.

—¡Ta-da~! ¿Qué te parece esto?

—…..

No solo mi mente había colapsado, incluso no podía respirar.

¿Por qué…? Bueno, la que se presentó ante mí fue Aina vestida en un atrevido traje de
Santa Claus.

Con un diseño predominantemente rojo, lo cual es algo natural, pero no es solo un disfraz
común de Santa Claus.

Los trajes de Santa Claus convencionales suelen ser abrigados, pero lo que lleva puesto es
un vestido... Un estilo de vestido que expone de manera audaz el escote y que ignora por
completo la temporada al ser de estilo mini... Deslumbrantemente hermosos muslos y un
cinturón de liguero...

—¿Te has quedado embobado, Hayato-kun?

—Ugh…

—No te preocupes. Sigue mirando, mírame bien... Hasta que algo en ti se despierte.

—Ah, Aina...

Ella se puso a cuatro patas y se acercó a mí.

Su postura era como la de una pantera hembra... Ella me tenía completamente en la mira
y no apartaba sus ojos de mí... Despacio y con calma, mientras ella se acercaba, yo
retrocedía... Pero en ese momento, Aina abrió la boca y pasó su lengua por sus labios como
si lamiera algo.

—¿Por qué estás huyendo?

—No, bueno... Es sólo que...

Su mirada era completamente seductora. Tal como una súcubo, haciéndome sentir
extrañas sensaciones.

—¿Tanto deseas escapar, Hayato-kun? ¿Así que huirás de esto?

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La diablilla roja de Noche Buena

—¿Eh?

(¿Qué es lo qué planea hacer?)

Justo cuando pensé eso, ella saltó hacia mí de repente.

Si bien Aina me empujó, traté de sostenerla, pero mis manos no cayeron en el lugar
correcto. Mis dedos se encontraron envueltos en una suavidad etérea y delicada.

Sí, mis dedos se encontraban firmemente aferrados a su generoso pecho.

—Um... Jeje, amo cuando Hayato-kun es así de rudo.

—...

—La tela es muy fina… Puedes sentirlas, ¿verdad? Poco a poco, se vuelve más... Apretado.

...Esto es verdaderamente complicado; esto va en serio, es peligroso continuar de esta


manera.

Aunque Aina debería sentir vergüenza, su sonrisa persiste... Cada sensación, incluso la que
se transmite al centro de mi palma, se percibe con claridad.

Envueltos en un aroma dulce y una atmósfera especial, el rostro de Aina se acerca


gradualmente al mío... Y justo en el instante en que nuestros labios están a punto de
tocarse, la puerta se abre con un ruido metálico.

—Hayato-kun. ¿Aina está aquí contigo? Ah...

—Ah...

—Ah...

Los tres quedamos paralizados en un instante.

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La diablilla roja de Noche Buena

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La diablilla roja de Noche Buena

Aunque no debería haber ningún factor negativo como ser descubiertos en una
infidelidad, ¿qué es esta atmósfera indescriptible?

Acorralado por Aina y al límite de mi resistencia, mi mente se enfría repentinamente, y sin


darme cuenta, la nevada intensa detrás de la ventana se hace más clara.

—Aina... ¡Tú…!

—Bueno... Ya sabía, pero parece que esto realmente no es bueno, ¿verdad?

Arisa tiembla ligeramente, sus puños se aprietan con fuerza y su voz se hace alta.

—Te dije que no lo hicieras, ¿por qué estás usando eso!

—¿Um...?"

Espera, ¿qué está diciendo Arisa?

Seguía con la mano apoyada en el pecho de Aina, y ella se apartó de mí riendo suavemente
mientras se rascaba la cabeza.

(¿Quizás está decepcionada?)

Mientras lamentaba la pérdida de la sensación que había estado en mi palma, finalmente


entendí el significado de las palabras de Arisa y la sutil sonrisa de Aina.

—En realidad, esto fue algo que mi hermana preparó. Pero honestamente, le dije que
probablemente estaríamos demasiado ocupadas para que ella se lo pusiera... Sin embargo,
al pensarlo bien, me pareció una lástima.

—¡Mmmh!

—¡Hehe~!

—¡No es un 'hehe' Aina!

Entonces... ¿Esto significa que Arisa fue quien preparó este disfraz de Santa?

Arisa ya me había mostrado un traje de sirvienta antes, pero ¿estaba tratando de hacerme
feliz de nuevo, como lo hizo entonces...?

Aunque Arisa y Aina no estaban discutiendo abiertamente, Arisa tenía un raro gesto de
niña pequeña, frunciendo sus labios hacia Aina con una mirada fulminante, algo poco
común en ella.

—Oye, Arisa...

—...¿Qué pasa?

Ah, definitivamente está enfadada...

En momentos como este, no estoy seguro de qué palabras usar... Pero tal vez, debido a la
fluctuación entre la emoción y la calma, estaba actuando de manera extraña. Y antes de
darme cuenta, dije algo inesperado.

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La diablilla roja de Noche Buena

—Yo... Me gustaría ver a Arisa vistiendo eso también...

Después de decirlo, me di cuenta de lo que había dicho, pero parecía que era la respuesta
adecuada en ese momento.

Mis palabras provocaron una sonrisa radiante en Arisa que parecía florecer, y Aina,
asintiendo mientras sonreía, sugirió algo inesperado.

—Salir de la habitación para cambiarse sería incómodo debido al frío, ¿verdad? Tengo ropa
de repuesto... ¿Qué te parece, hermana? ¿Qué tal si me cambio aquí mismo?

—¿Eh?

—¡¿Qué?!

La primera parte tenía sentido, pero ¿qué estaba insinuando Aina con la segunda parte?

Si ambas se cambian aquí, eso significa que las dos quedarán prácticamente desnudas...
No, no, eso sería demasiado... ¿eh?

—Así es. Aquí está cálido y acogedor... Entonces, Aina, quítate la ropa.

—Sí~

—¡¿Qué?!

No solo cerré los ojos de inmediato, sino que también me cubrí con ambas manos.

Junto con las risitas de ambas, pude escuchar el sonido de la ropa cayendo... Y de nuevo,
sentí cómo mi temperatura corporal aumentaba.

***

[Perspectiva de Arisa]

—Aunque quería que me vieras usando esto desde un inicio.... En realidad, habría
preferido que fuera yo quien lo usara primero, pero... Bueno, de todos modos, me alegró
mucho que quisieras verlo, Hayato-kun. Mi estado de ánimo está en su punto más alto.

—Jajaja, eres tan lindo, Hayato-kun. No me importaría que me vieras.

—¡Por favor, eviten eso! La situación ya es bastante complicada.

—¿Hmm? ¿Qué es lo que te preocupa?

—Exacto, como Aina dijo, no me importaría en absoluto si fuera Hayato-kun quien me


viera... De hecho, preferiría que lo hiciera... Y me gustaría que me diera órdenes como si
fuera su posesión.

—¿Hermanita? ¿Pasa algo?

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La diablilla roja de Noche Buena
—...No, no es nada.

Sacudí levemente la cabeza y tomé el traje de Santa que Aina llevaba.

Aunque es un traje de Santa, es una vestimenta bastante reveladora para la temporada


invernal... Esta forma es claramente una manifestación del deseo de ver a Hayato
satisfecho.

Al igual que Aina, mi estilo es uno de los mejores, y sé muy bien que Hayato siempre se
emociona... Esa es la razón por la que elegí esto.

(... Pero eso no es todo. Hay otra razón.)

La razón es simple y clara: al mostrar una apariencia más reveladora, puedo demostrar de
manera inequívoca que es solo para él y que yo le pertenezco.

—¡Hayato-kun~! Ya terminamos de cambiarnos.

¿Eh? Aún estoy en medio de cambiarme... Ni Aina ni yo estamos usando nada ahora
mismo.

—¡¿Aina?!

—¡Ja, ja, ja~!

Hayato abrió los ojos por un momento, pero luego volvió a cerrarlos al vernos a las dos.

Este chico... Pero es extraño... Porque no me avergüenza en absoluto que Hayato vea mi
piel, de hecho, desearía que me viera mucho, mucho más.

—...Hayato-kun, eres adorable♪

Aunque pensé que Hayato-kun lucía encantador con su rostro sonrojado y avergonzado,
no quería ponerlo en un aprieto innecesario, así que terminamos de cambiarnos
rápidamente.

—Ya estamos listas, Hayato-kun.

A pesar de mis palabras tranquilizadoras, Hayato-kun abrió los ojos con cautela.

Aunque se calmó al ver que nos habíamos vestido adecuadamente, su mirada cambió al
posarse en mí.

(Oh... Hayato-kun me está mirando... Me está observando fijamente...)

Indudablemente, él alberga deseos ardientes en esos ojos suyos, y mirándome de esa


manera, es realmente maravilloso.

Aunque Aina me mira con envidia… Boba, recuerda que tú llevabas esto puesto hace un
momento y, sobre todo, ¡estabas abrazándote con Hayato-kun! ¡Controla tus impulsos!

—Tal vez debería cederle el lugar a mi hermanita aquí. Así que, me tomaré un momento
para ir al baño~

Aina salió de la habitación y, por un breve instante, quedamos solos Hayato-kun y yo.

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La diablilla roja de Noche Buena

Me senté suavemente junto a Hayato-kun y me acurruqué contra su brazo... Al hacerlo,


podía sentirlo de cerca y podía sentir que él también me percibía... Realmente, era un
momento que adoraba.

—Arisa.

—¿Qué pasa?

—Te ves increíblemente linda... Te queda bien.

—...Oh, gracias♪

Me gusta cómo, aunque tímidamente, logra expresarlo con palabras.

Al mirar a Hayato-kun, mi cuerpo se calienta como de costumbre... Lo mismo le ocurre a


Aina, pero yo también quiero hacer muchas más cosas con Hayato-kun.

(Quizás incluso cosas más... Atrevidas... Si es con Hayato-kun, yo estaría dispuesta a...)

Independientemente de lo que se me pida, incluso si fuera una orden, deseo obedecer.

Más bien, lo anhelo... Quiero que su marca quede grabada en mi cuerpo, que sea una
prueba de que soy suya... Por eso, deseo ser conquistada por ti, Hayato-kun.

Quiero ser dominada por él en todos los sentidos... Un deseo tan abrumador que no pude
evitar expresar.

—Hayato-kun... ¿Podrías atar mis muñecas con este lazo?

—...¿Eh?

Hayato-kun se sorprendió por mi sugerencia, pero rápidamente me ató las muñecas con
el lazo.

Con el lazo rojo que le entregué, ató mis dos manos juntas, limitando mi libertad de
movimiento... Entonces, pronuncié estas palabras.

—Yo soy tu regalo, Hayato-kun...♪

—A... Arisa...

Cuando vi que mis palabras ruborizaban a Hayato-kun, algo en mí se activó.

(...¡Vamos, Arisa! ¡Aina lo hizo antes!)

Con determinación en mi mente, me lancé hacia Hayato-kun con fuerza.

Parece que él no estaba preparado y cayó sin resistirse, y yo quedé sobre él en una
posición que nos cubría a ambos.

—¿A–Arisa?

—...Está bien si piensas que soy Aina, no me importa, solo quiero estar contigo.

53
La diablilla roja de Noche Buena
Me preguntaba si sería demasiado pesado... Con esa ansiedad en mente, me acerqué a
Hayato-kun, deseando que sintiera todo de mí.

A esa proximidad, nuestros ojos se encontraron y nos dimos un beso que fue apenas un
roce de nuestros labios.

Estaba pensando justo ahora que quería hacer más cosas con él... Pero con solo un beso,
me sentí completamente satisfecha... Mi corazón quedó plenamente lleno con eso.

—A propósito, Hayato-kun, ¿Podemos... Dormir aquí?

—¿Quieres que acomode tu futón aquí?

Asentí ante su pregunta.

Fue agradable que nos haya proporcionado una habitación separada... Pero ya que es
nuestra primera vez quedándonos juntos, quería dormir en la habitación de Hayato-kun.

Después de reflexionar un poco, Hayato-kun pareció entender y accedió, abrazándome


mientras sonreía.

—Ya estamos en casa~... ¿No estás siendo un poco astuta, hermana?

—Solo estoy siguiendo tu ejemplo. Aina, hoy dormiremos aquí. Hayato-kun lo aprobó.

—¿Eh? Pero me imagino que no era necesario que preguntaras, ¿verdad?

—...Sí.

...De vez en cuando, al observar a Aina, hay aspectos en los que podría aprender o imitar.

Tal vez debería ser un poco más egoísta, como ella...

¿Sería aceptable para Hayato-kun? Por supuesto, siempre dentro de los límites para no
molestarlo, pero quizás podría ser un poco más atrevida... ¡Sin duda quiero expresarme
más!

—...Haa~

En ese momento, Hayato-kun bostezó ampliamente.

Al verlo parecer tan cansado, intercambié una mirada con Aina y decidimos que ya era
hora de ir a dormir.

Aunque la noche apenas comienza... Pero, quizás esto sea bueno de todos modos.

Hoy es la primera vez que pasamos la noche en casa de Hayato-kun... En lugar de que él
esté nervioso y no pueda dormir, es mejor que esté quedándose dormido de esta manera.

—Ya se durmió, ¿verdad?

—Sí... Oye, Aina, ¿te divertiste?

—Sí. Realmente me divertí... Jeje, una vez que experimentas algo como esto, no puedes
olvidar estos días en absoluto.

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La diablilla roja de Noche Buena
Asentí fuertemente ante esas palabras.

Oye, Hayato-kun, las vacaciones de invierno están a punto de comenzar.

Como te prometí antes, tanto Aina como yo nos aseguraremos de que nunca te aburras.
.. Te rodearemos con nuestro amor y te proporcionaremos unas apasionadas
vacaciones de invierno sin aburrimiento.

Así que, por favor, ¡disfruta al máximo!

—Bueno, Aina, deberíamos dormir también.

—¡Entendido~!

…Aun así, antes de acostarnos, quizás podríamos hacer un pequeño ritual.

Me enderecé en la cama y miré el rostro dormido de Hayato-kun... Aina también


observó su rostro dormido a mi lado... Después de admirarlo durante unos buenos diez
minutos, finalmente nos quedamos dormidas.

Así, la noche de Navidad en la que Aina y yo pasamos tiempo con un chico por primera
vez llegó a su fin.

55
Final de clases y un fantasma del pasado

CAPÍTULO 2

Llegó el día de la ceremonia de clausura que marcaba el cierre del segundo trimestre .

Fue la primera vez en mucho tiempo que presencié esa escena. Después de concluir la
ceremonia, mientras caminaba por el pasillo con Souta y Kaito, vi a un chico de cursos
superiores acercándose a Aina en la entrada del salón contiguo.

—Shinjo-san, por favor, sal conmigo...

—No me interesa~

El chico de aspecto atractivo le habló a Aina, y ella respondió con una actitud claramente
molesta... Fue una escena un tanto incómoda. Aunque no estaba seguro si se trataba de
una confesión o algo por el estilo en ese momento, no podía imaginar que Aina
reaccionara de esa manera sin razón.

Así que en ese momento, tuve la certeza de que se trataba de una confesión o una
invitación a salir por parte de aquel chico.

—Definitivamente Shinjo-san es popular, ¿verdad?

—Sí, es muy hermosa, no hay mucho que hacer al respecto. Aunque, sería mejor que no
fuera insistente, considerando que parece estar incómoda en este lugar.

Eché un vistazo fugaz al interior del salón de clases, pero parecía que Arisa no estaba por
allí... En ese caso, me dirigí hacia donde se encontraba Aina.

—¿Oh? ¿Vas a ayudarla?

—No hay problema. Te acompañaremos, hermano.

¿Hermano? ¿Qué es eso de "hermano"?

Tanto Souta como Kaito desconocían cualquier tipo de conexión entre ellas y yo, por lo
que deberían haberse preguntado por qué nos dirigíamos hacia Aina de esta manera... Sin
embargo, caminaban a mi lado con confianza.

Incluso si en ausencia de ellos no habría podido hacerme el desentendido, su presencia


impondría cierta presión sobre aquel chico de cursos superiores.

—Uh... Shinjo-san.

56
Final de clases y un fantasma del pasado
Al ver a los tres que aparecimos de repente, el chico de cursos superiores mostró una
expresión de molestia bastante evidente, pero Aina me miró y su rostro se iluminó con
una sonrisa radiante, como si hubiera florecido una flor... Y al parecer, comprendió mi
intención al llamarla por su apellido en lugar de su nombre.

—Finalmente llegaron, Domoto-kun y compañía. Así que, como dije, Senpai, ya tengo un
compromiso previo, así que puedes irte con tus amigas.

—¿Eh? Pero si no tengo asuntos pendientes... — protestó el chico.

—Y yo no tengo asuntos pendientes contigo, Senpai. Pero sí los tengo con ellos.

—…Tch.

El chico de cursos superiores nos lanzó una mirada furiosa y se alejó a paso rápido,
visiblemente frustrado.

Con la partida de aquel chico, Aina soltó un suspiro de alivio. Mientras que Souta y Kaito
también sonreían visiblemente aliviados.

Estos chicos seguramente han de estar pensando que este es el mejor día de sus vidas...
¿Será que estoy siendo egoísta? Bueno, en cualquier caso, me alegra que todo haya salido
bien.

—Hehe, lo siento chicos. Sé que todo esto fue inesperado, pero les dije que teníamos
asuntos que atender juntos ♪ — dijo Aina con una risa.

—Ah, no te preocupes por nada ¡estuvo bien! — respondió apresuradamente Sota.

—¡Lo hicimos para ayudar a Shinjo-san! — agregó Kaito.

Estos tipos... Aina rió entre dientes mientras los observaba a los dos, luego me miró y
continuó hablando.

—Sin embargo, al ver a Domoto-kun tomando la iniciativa... ¿Será que todo esto fue idea
tuya? Si es así, gracias ♪

—Ah... Bueno, podría decirse que sí…

En realidad, Aina parece estar disfrutando genuinamente de esta conversación.

De todos modos, se supone que debo ir a su casa hoy también, así que nos reuniremos por
la tarde.

—Hayato, es hora de irnos.

—Sí, casi se nos está acabando el tiempo

—Entendido. Bueno, entonces, Shinjo-san, nos vemos.

—Hasta luego, y gracias por ayudarme ♪ — dijo Aina, como si hubiera esperado a que Souta
y Kaito se distanciaran un poco.

Luego, Aina acercó su rostro con una suavidad calculada, como si aprovechara la
oportunidad.

57
Final de clases y un fantasma del pasado

—Después de todo, Hayato-kun, eres bastante guapo, ¿sabes♪?

—…Me alegra que lo digas. Aunque nuestra relación está en secreto, no podía quedarme
quieto al ver a otros chicos coqueteando contigo, Aina.

—¡Aaah~! ♪♪ Cuando vengas a casa hoy, prométeme que te dejarás mimar al máximo, ¿de
acuerdo? A cambio, te dejaré mimarme mucho a mí también♡

Después de escuchar tan encantadora petición y propuesta, decidí seguir los pasos de los
dos. Nos reunimos en el área de los zapatos y, mientras discutimos a dónde ir a
continuación, naturalmente el tema giró en torno a Aina.

—De todos modos, ¿cómo es que ambos decidieron venir conmigo?

—Bueno, es porque eres tú. Supuse que querrías ayudar a Shinjo-san. — comentó Souta.

—Sí, eso es. Más allá de ser demasiado amable, Hayato es una buena persona. — añadió
Kaito.

—...Ya veo, gracias a los dos.

Aparentemente Souta y Kaito entendieron lo que estaba pensando incluso sin necesidad
de expresarlo en palabras, se rieron y pasaron sus brazos por mis hombros.

—¡Oye, déjense de abrazos!

—Vamos, está bien, ¿no crees?

—No te hagas el tímido.

¡No soy tímido, es solo que es incómodo!

A pesar de etiquetar a estos dos como molestos mientras continuaban sonriendo de


manera incesante incluso después de separarse, disfrutamos del tiempo juntos... Hasta
que llegó el momento de despedirnos.

Cuando Kaito se fue al baño y Souta y yo quedamos solos, Souta mencionó algo
inesperado.

—Siempre que ves a alguien en apuros, te acercas a ayudar.... Me recordó a cuando nos
conocimos.

—¿De qué estás hablando de repente?

Mientras tomaba un sorbo de su bebida, me volví hacia Souta, y él continuó hablando


mientras miraba al cielo.

—Al principio, cuando estaba luchando por encajar en la clase, fue Hayato quien me habló.
Eso también fue una forma de ayudarme, ¿no? De verdad, me hizo muy feliz.

Ah, ahora que lo menciona, recuerdo que eso sucedió.

Un tiempo después de la ceremonia de ingreso, me acerqué a Souta, que estaba teniendo


dificultades para adaptarse a la clase... Y a partir de ahí, nuestra amistad comenzó.

58
Final de clases y un fantasma del pasado

—Al igual que Souta, Kaito también estaba teniendo problemas para encajar en la clase.

—Sí, eso es. A diferencia de un otaku como yo, él tenía toda la apariencia de un tipo
problemático.

En ese momento, nunca hubiera imaginado que llegaríamos a ser tan buenos amigos
como lo somos ahora... Pero mirando hacia atrás, me doy cuenta de que no me equivoqué
al actuar como lo hice en ese entonces. Después de todo, pude hacerme amigo de
personas tan valiosas como ustedes dos.

Aunque fue un poco incómodo, no fue una sensación desagradable.

Kaito, quien regresó del baño, nos preguntó qué estaba sucediendo, así que le conté
detalladamente de qué estábamos hablando. Él se tapó el pecho y se agachó, parecía
aturdido.

—¡Deja de hablar de eso... El lobo solitario de aquel entonces, ¡está muerto!

—Ah, por cierto, Kaito. ¿No me dijiste algo como 'no te acerques a mí o te lastimarás' en
ese entonces?

—¡Deja de hablaaaar!

Kaito, cuyos recuerdos incómodos habían sido sacados a la luz, gritó a todo pulmón sin
importarle las miradas de los demás.

Souta y yo, aunque nos sentíamos culpables, disfrutamos mucho de la reacción de Kaito,
lo que me llevó a considerar si sería bueno o no expandir aún más esta anécdota para
entretenernos... Pero bueno, quizás sería mejor dejarlo.

—Ah, por cierto.

—¿Sí?

—Hayato, veo que siempre estás ayudando a Shinjo-san… ¿Tienes una buena relación con
ella?

—…¿Por qué preguntas eso de repente?

Al mirar a Souta, pregunté por qué de repente estaba haciendo esa pregunta. Él cruzó los
brazos y continuó hablando.

—De alguna manera, tuve esa sensación... Quiero decir, ¿no es un tanto inusual que
Shinjo-san hable de esa manera con un chico? Bueno, supongo que es solo una suposición
sin fundamentos, ya que están en diferentes clases... Pero considerando que hasta ahora
no tenían ningún tipo de interacción, tanto Hayato como Shinjo-san parecían bastante
cercanos.

—……

Bueno, es cierto, esa podría ser otra forma de verlo.

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Final de clases y un fantasma del pasado

Basándonos en el contenido de la conversación, parecía que solo se conocían de vista... No


obstante, es sorprendente cómo Souta tiene un buen ojo para los detalles y observa bien
las cosas.

—Bueno, solo fue una idea pasajera, así que no te preocupes. Después de todo, Hayato
también es parte de la misma 'Alianza Anti-popularidad' que nosotros, ¿verdad? ¡Así que
no hay forma de que algo así suceda!

—Oye, yo no recuerdo haberme unido a ninguna 'Alianza Anti-popularidad'.

—¡Yo tampoco!

¿Qué es esta 'Alianza Anti-popularidad'? Nunca había oído hablar de eso...

Souta reía a carcajadas mientras decía: "Bueno, ¿y qué si es así?" Tanto Kaito como yo le
dirigimos una mirada que parecía decir: "¿En serio?". En ese momento...

—¿Eh? ¿Podría ser Domoto-kun?

Desde atrás, una voz familiar me llamó por mi nombre.

—…¿Eh?

Me giré sorprendido y allí se encontraban varias chicas... Especialmente la que estaba al


frente evocó recuerdos en mi mente: sí, era mi ex-novia, a quien había visto antes.

—…Saeki.

Saeki Aika... Nunca imaginé que nos encontraríamos así cara a cara. Aunque ya no me
importa, me sentí un poco inquieto.

—¿Quién...?

—Ah, es la chica de otra escuela que vimos el otro día...

Cuando ella me llamó por mi nombre, pareció que Souta y Kaito también se sintieron
intrigados... Bien, ¿cómo debería explicar esto en una situación como esta?

Ella fue mi ex-novia... Si digo eso, se relacionaría con la conversación anterior, y me


imagino cómo Souta podría burlarse de mí...

Mientras reflexionaba sobre esto, Saeki sonrió suavemente y dijo:

—En realidad, salimos juntos cuando estábamos en la secundaria, ¿cierto?

—…¿Qué?

—¡¿Quééééééééééééé?!

El penetrante escrutinio de mis dos mejores amigos atravesó mi mirada.

Viendo que no ofrecía ninguna objeción, Souta y Kaito se acercaron y rodearon mis
hombros... Aunque había estado nervioso frente a Aina, ¿en serio estos dos iban a hacer
esto cuando se trata de ella?

60
Final de clases y un fantasma del pasado
—Bueno, es cierto que así fue, pero al final, nuestra relación apenas duró unos pocos días...

—¡Aunque fuera por un breve tiempo, sigue siendo un hecho que tuviste una novia!

—¡Traidor!

Después de liberarme de sus brazos, comenzaron a golpearme en la espalda.

Estaba a punto de protestar por lo molesto que estaban siendo, pero en ese momento,
Saeki habló como si recordara viejos tiempos.

—Tal y como dice Domoto-kun, realmente no duramos mucho tiempo juntos. Supongo
que tal vez nuestra compatibilidad no era tan buena... Tal vez no fue tan divertido después
de todo, ¿verdad?

Las palabras de Saeki resonaron en mis oídos.

Sin embargo... ¿cómo debería responder en esta situación? Aunque me chocó un poco que
ella dijera tan directamente que no fue divertido, es cierto que había tenido pensamientos
similares.

Pero, si ambos teníamos esas percepciones, no es de extrañar que nuestra relación no


durara... De hecho, quizás fue mejor que terminara sin complicaciones.

—Hayato...

—Uh, bueno...

Incluso Souta y Kaito, que me estaban molestando mucho antes, parecían estar
balbuceando debido a la tensión en el aire. Aunque tenía la sensación de que esto podría
suceder.

Sonreí con cierta ironía. Las amigas que estaban de pie detrás de Saeki también parecían
incómodas.

—Aunque no estuvimos juntos por mucho tiempo, es realmente extraño vernos de nuevo
después de tanto tiempo. En cierto modo, es un poco extraño encontrarme con mi ex-
novio.

—Jajaja... Sí, definitivamente es algo extraño. Me siento igual.

Me pregunto… ¿Cómo reaccionaría Saeki si supiera que tengo una novia? ¿Preguntaría
cómo es ella o no le importaría en absoluto? Bueno, en realidad no importa.

Aunque este encuentro fue inesperado, sigue siendo solo un encuentro causado por el
azar. Tanto Saeki como yo no teníamos más que hablar, así que nos despedimos en
silencio.

—Bueno, entonces...

—Sí. Cuídate.

—Sí.

Agitando su mano mientras se alejaba con sus amigos, Saeki desapareció de la vista.

61
Final de clases y un fantasma del pasado

Observé su figura hasta que ya no pude verla, y luego Souta y Kaito se acercaron y
volvieron a rodearme.

—¿Qué pasa? ¿Van a burlarse de nuevo?

Cuando les pregunté, ambos negaron con la cabeza y dijeron:

—No, no... Simplemente, estábamos pensando en cómo los encuentros van seguidos de
despedidas.

—Sí, eso es... Pensamos en cómo Hayato ha experimentado esta despedida.

—Oigan, no pongan esas caras.

Sé que están preocupados por mí de verdad, pero no necesitan hacer esa cara de lástima
por mi ex-novia.

Si hubiéramos estado teniendo una charla cursi entre Saeki y yo, la reacción de estos dos
habría sido diferente, supongo... Pero bueno, en cualquier caso, no fue un encuentro
desagradable.

(De todas formas... Aunque no me están insultando o pensando mal de mí, escuchar que
ninguno de los dos lo pasó bien fue un poco impactante.)

Con esa idea en mente, me aparté rápidamente de los dos.

—Bien, entonces... ¡Vamonos!

—¡Sí!

—¡Sí!

Sin embargo, parece que Souta y Kaito todavía piensan que la experiencia de tener una
novia y luego romper es algo triste. Me miraron con preocupación hasta que nos
separamos.

Es cierto que fue un poco triste y solitario en su momento, pero no me afecta tanto como
para estar lamentándome por ello. Además, en este momento tengo dos hermosas chicas
a quienes amo... Así que realmente estoy bien.

—Pensar en el rompimiento, hace que me de miedo tener una novia.

—Bueno, si no se llevan bien, no hay mucho que hacer... Pero cuando es tu primera novia,
creo que te sentirías triste durante varios días, al menos eso pienso yo.

¡Vaya, estos dos que decían que querían tanto una novia ahora están asustados por el
amor!

Es raro que tu primera novia sea la que estés destinado a estar con toda la vida, y aun si lo
fuera, la probabilidad sería realmente baja.

El dicho de 'donde hay encuentros, también hay despedidas' no es mentira.

62
Final de clases y un fantasma del pasado

De alguna manera, los dos parecían un poco deprimidos por la conversación sobre
rupturas, pero para cuando nos despedimos, ya habían vuelto a ser los mismos de
siempre.

—Bueno, ¡hasta luego!

—¡Pasemos tiempo juntos durante las vacaciones de invierno! Mantengámonos en


contacto y encontremos momentos para encontrarnos.

—¡Claro!

Les hice un gesto de despedida a los dos y luego me dirigí a la casa de Shinjo.

Al no haber nadie cerca, inevitablemente reflexioné sobre la conversación que habíamos


tenido recientemente.

—...De verdad pasó mucho tiempo. Aunque, desde mi punto de vista, solo la vi brevemente.

En ese momento también lo pensé, pero tanto ella como yo hemos pasado de ser
estudiantes de secundaria a estudiantes de preparatoria. Fue un poco nostálgico.

Bueno, no han pasado muchos años, por lo que no hay un cambio drástico en la
apariencia, pero incluso así, poco a poco, tanto yo como ella estamos acercándonos más
a la adultez. Al volver a hablar con ella, me di cuenta de lo linda que era.

—...El inicio de nuestra relación realmente fue una coincidencia.

Mientras hablaba con mis amigos en ese entonces, surgió la pregunta: "¿A quién
encuentras linda?" Sin tener ninguna intención específica, mencioné el nombre de Sakai
como una chica que personalmente me parecía linda.

De alguna manera, esas palabras llegaron a oídos de Saeki, lo que condujo a que
empezáramos a hablar más... Y eventualmente, terminamos saliendo juntos.

...Cuando comenzamos a salir, realmente estábamos muy emocionados. Al parecer, yo fui


el primer novio de Saeki, y eso también añadía otro nivel a nuestras conversaciones... Sin
embargo, poco a poco, ambos empezamos a pensar que algo no encajaba del todo.

En parte, nuestra relación comenzó de manera repentina, y eso influyó en nuestra


percepción. Tal vez también idealizamos demasiado el amor y finalmente enfrentamos la
realidad.

Lo diré tantas veces como sea necesario... No estoy llevando ningún resentimiento.

Pero, encontrarme de nuevo con Saeki despertó un poco de sentimentalismo en mí, y me


encontré deseando compartir estos sentimientos y buscar consuelo en Arisa y Aina.

Bueno, tal vez estoy pensando demasiado en ello.

Espero que Arisa y Aina no piensen así de mí. No debería estar invalidando sus
sentimientos...

Así que me reprendo a mí mismo por siquiera considerar tales pensamientos.

63
Final de clases y un fantasma del pasado

—¿En qué rayos estoy pensando...? En lugar de centrarme en eso, ¡me concentraré en lo
que viene por delante!

Con esas palabras, comencé a correr. El viento frío soplaba y la nieve caía ligeramente
mientras corría por el camino. Mi respiración se volvía más agitada, pero no dejé de mover
mis piernas. Finalmente, llegué a la casa de Shinjo.

Toqué el timbre y pronto escuché pasos apresurados desde adentro. La puerta se abrió y
Aina apareció en el umbral.

—¡Bienvenido de vuelta, Hayato-kun! — exclamó Aina con una sonrisa.

—Estoy de vuelta, Aina... ¿Eh?

Aparté la mirada de Aina y noté que no había zapatos de Arisa en la entrada.

Sakina-san debe estar trabajando si sus zapatos no están aquí... Mientras me preguntaba
qué podría estar pasando, Aina se dio cuenta de algo y me lo explicó.

—Hoy, mamá volvió temprano a casa. Así que mi hermana fue de compras con ella.

—Ah, entiendo.

—Por lo tanto, hasta que vuelvan, estaremos solos tú y yo. — añadió Aina con entusiasmo.

—Ya veo... Entonces, ¿por qué no aprovechamos un poco de tiempo juntos?

Ante mi propuesta, Aina asintió emocionada mientras apretaba mi mano.

Luego, siguiendo su guía, fuimos a la sala de estar. Sin la presencia de Arisa y Sakina, la
habitación parecía mucho más espaciosa de lo habitual.

Mientras Aina iba a preparar jugos en la cocina, la observé desde atrás y de repente
recordé lo que había ocurrido antes. Al mismo tiempo, fui consciente de lo mucho que
había deseado verlas y de lo lejos que había llegado corriendo solo para estar con ellas.

—Aina.

—¿Eh?

La rodeé con mis brazos desde atrás y la abracé, colocando mis manos alrededor de su
vientre.

A pesar de que era invierno, correr me hizo sudar. No pude evitar preocuparme si olía mal
o si lucía desaliñado, pero no podía separarme de Aina.

—¿Pasa algo, Hayato-kun?

—Bueno, puede que haya pasado algo. Pero no es algo que me esté afectando tanto.

—Ya veo. Oye, empecemos por calmar tu sed con algo frío.

—Sí, tienes razón... Gracias.

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Final de clases y un fantasma del pasado

Seguí su sugerencia y me alejé, aceptando la taza de jugo que ella me sirvió. El líquido
fresco se sentía reconfortante contra mi cuerpo caliente y, al mismo tiempo, saciaba mi
sed, haciéndome sentir realmente revitalizado.

—Estás disfrutando mucho, ¿verdad?

Después de terminar de beber de un solo trago, coloqué el vaso y Aina extendió los brazos,
esperando por mí.

—Entonces, ¿qué dices, Hayato-kun? ¿Te gustaría depender mucho de mí?

Antes de que pudiera asentir, ya estaba camino hacia ella.

Como si estuviera esperando ansiosamente, sus brazos estaban extendidos y, al saltar


hacia ella, me encontré envuelto en una sensación que parecía decirme que quería
quedarme así para siempre.

—¿Seguirá siendo así durante todo este invierno?

—Claro. No es solo mi hermana y yo, mamá también está aquí… Jeje, como te advertí, no
te dejaré sentirte aburrido en absoluto. No dejaré que te sientas solo, Hayato-kun. — dijo
Aina con una sonrisa.

—…No necesitas decirlo de esa manera, aunque gracias.

—¡Oh, pero lo diré de todos modos! Por cierto, si hay algo que necesites, solo pidelo.

—¿Lo que sea?

—¡Lo que sea!

—…Aina también conoce esa broma, ¿verdad?

Era una especie de broma que había estado circulando un poco en Internet, y Aina
también la conocía…

Bueno, dejando eso de lado, ser capaz de responder con una palabra ingeniosa cuando te
dicen algo así es lo que significa ser un novio. Por eso, mientras continuaba acariciando el
cabello de Aina, dije:

—Yo también soy así, si alguna vez te sientes sola, solo llámame y vendré corriendo. Así
que siéntete libre de contactarme en cualquier momento.

—¡Aww… Sí♪ Te quiero, Hayato-kun♪

Por supuesto, también planeo decirle lo mismo a Arisa.

Pero… Al igual que Arisa y Aina piensan en mí de esta manera, naturalmente yo también
pienso en ellas. Es algo completamente normal.

No obstante, hay otra persona que se me viene a la mente: Sakina-san.

Definitivamente quiero hacer algo por Sakina-san. Ella me ha ayudado mucho, y además
es la madre de Aina y Arisa. Para mí, también es una persona muy importante.

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Final de clases y un fantasma del pasado

El hecho de que ella me diga que puedo llamarla "mamá" cuando quiera muestra cuánto
se preocupa por mí también… Si es así, no siento ninguna obligación, simplemente es
natural querer hacer algo por ella, ¿verdad?

Mientras pensaba en Sakina-san de esa manera, sucedió algo: Aina me miraba como si
estuviera en otro mundo.

—¿Qué pasa?

—Me haces sentir muchas cosas... Cuando tienes esa expresión seria. Me gusta.

—...Ya veo.

Aunque no estoy seguro de cuán seria era mi expresión.

Aina me mira fijamente, y aunque no estoy seguro si es consciente o no, coloca su mano
en mi muslo y comienza a acariciarlo... Junto con su expresión, crea una atmósfera un
tanto seductora.

(Ah... cierto, aquí no hay un cojín para masajes de pies)

No debería darlo por sentado, pero internamente hice una broma ingeniosa.

Eché un vistazo al reloj y eran alrededor de las cinco y media... Todavía no habían
regresado ni Arisa ni Sakina-san, y el ambiente entre Aina y yo comenzaba a volverse un
poco tenso.

—¿Estás nervioso?

—Uh... Un poco.

—Jaja, eres tan lindo, Hayato-kun ♪

Aina amplió su sonrisa y acercó su rostro al mío.

Después de un suave beso, Aina presionó su rostro contra mi pecho y se quedó quieta,
susurrando con voz suave.

—Hayato-kun, no solo estás dispuesto a recibir, también quieres dar algo a cambio,
¿cierto?

—Así es... Tienes razón.

Aunque este tipo de conversación ya la habíamos tenido antes, me sentí nostálgico. Pero
mi forma de pensar no había cambiado. Aina levantó su rostro, dejando atrás la atmósfera
seductora de antes, y con una mirada seria y gentil, continuó.

—Es por eso que te amamos más y más. Nos enamoramos sin límites, así que prepárate,
¿de acuerdo? Tanto yo como mi hermana... Y también mamá, continuaremos diciéndote
una y otra vez que estamos contentas de haberte conocido, Hayato-kun.

—Aina... Gracias. Yo siento lo mismo.

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Final de clases y un fantasma del pasado
De alguna manera... Realmente no había necesidad de preocuparse por nada en absoluto.
Aunque las palabras de Sakina seguían resonando en mi cabeza, si tenía a alguien por
quien priorizar, no tenía que preocuparme por nada más.

—Por cierto, ¿no crees que Arisa y Sakina-san están tardando mucho?

—Sí... Espero que no haya pasado nada...

Cuando Aina murmuró con inquietud, me alejé instintivamente de ella. No era que me
hubiera cansado de estar cerca de ella, sino simplemente porque me sentí tan inquieto
que no podía quedarme quieto.

—...Tal vez estoy sobrepensando mucho las cosas.

—Jaja, quiero decir que me gustaría decir 'sí', pero... Después de todo, debido a cómo nos
conocimos, no está bien sentirse inseguro una vez más.

Ser asaltadas por ladrones otra vez... Lo mismo podría decirse de una violación, pero no
es apropiado que esas tragedias sigan sucediéndoles una y otra vez.

Sin embargo, precisamente porque ocurrieron tales incidentes, tanto Aina como yo nos
sentimos aún más inquietos, preocupándonos por Arisa y Sakina quienes tardaban en
llegar.

—Bien, bien, hagamos algo para calmar las ansias... ¿Qué haremos, Señorita?

—Mmm, qué dilema, Señor de la Noche.

—No me llames Señor de la Noche, suena extraño en mí.

De todos modos, no podíamos quedarnos quietos, así que Aina y yo decidimos contactar
con ellas... Pero antes de que pudiéramos hacerlo, Arisa y Sakina regresaron a casa justo
a tiempo sosteniendo bolsas en cada mano.

—¡Ustedes dos, llegaron muy tarde! — exclamó Aina firmemente.

Eso provocó que Arisa se disculpara con una sonrisa nerviosa.

—Lo siento mucho. Las vacaciones de fin de año suelen ser muy ajetreadas, y debido a
todas las compras que tuvimos que hacer, nos retrasamos.

Bueno, eso puede ser una razón más que justificada, tiene sentido para mí.

Por mi parte, también tenía algunas compras que hacer en esta época, pero como estoy
solo, no había necesidad de apresurarse... ¿verdad? Incluso podría ir de compras mañana
y terminar con todo.

De todos modos, las preocupaciones que Aina y yo teníamos resultaron infundadas, y


soltamos un suspiro de alivio.

—Estás preocupada por nosotras, ¿verdad? Eres una hermana menor encantadora.

—¡Pues claro! De todos modos, a veces tienes tus momentos despistados, hermana.

—La palabra 'despistados' es un poco fuerte, ¿no crees?

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Final de clases y un fantasma del pasado

Mientras observaba a las dos riendo y bromeando mientras se dirigían hacia la sala de
estar, noté que Sakina, quien estaba a mi lado, colocar su mano cerca de su boca y
susurrar algo con una sonrisa.

—De hecho, cuando Arisa se percató de que estábamos tardando mucho, se preocupó
debido a que ya esperaba esa reacción de tu parte.

—Sí, mis pensamientos se hicieron realidad.

—Exacto. Y por lo visto, no solo Aina estaba preocupada, también Hayato-kun.

¿Cómo se dió cuenta de ello? Tal vez tenía esa expresión en mi rostro.

Ante tal situación, Sakina me acarició la cabeza con una expresión llena de cariño, como
una verdadera madre.

—No te preocupes. No tengo la intención de hablar a la ligera sobre lo que sucedió, pero
protegeré a mis hijas de manera firme... Después de todo, soy su madre.

Sakina sonaba como toda una mujer adulta, y muy elegante al decir eso, pero de manera
natural, respondí superponiendo mis palabras sobre las suyas.

Cuando ella dice esas cosas es realmente impresionante. Pero, ¿entiendes que si algo le
sucediera, todos estaríamos tristes? Yo también lo estaría... No quiero en absoluto que te
pase algo, Sakina.

—...Hayato-kun.

Es cierto que Arisa y Aina son personas importantes para mí, pero lo mismo se aplica a su
madre.

—Aunque digas eso. Sakina-san, tú también eres una persona importante para mí... Así
que, mi deseo de protegerte es el mismo que siento por tus hijas.

—...

Mientras la miraba a los ojos y decía eso, Sakina bajó la cabeza avergonzada.

Aunque esta mujer es considerablemente mayor que yo, su apariencia juvenil y esta
reacción en conjunto la hacen realmente encantadora, pienso.

(Tal vez el difunto esposo de Sakina sintió lo mismo por ella. Es similar a cómo yo me
siento por Arisa y Aina.)

Además... podría sonar extraño decirlo, pero debido a las pequeñas diferencias en cómo
pasamos el tiempo, también podría haber un futuro en el que me sintiera atraído por ella.

—Hayato-kun… Eres muy guapo, ¿sabes?

—Solo expreso lo que siento… Probablemente desde la perspectiva de Sakina-san sea algo
tonto, que alguien joven como yo piense en querer protegerla, pero aun así…

—¡Eso no es verdad! — exclamó levantando su rostro rápidamente.

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Final de clases y un fantasma del pasado

No solo apretó mi mano con firmeza, sino que también me miró a muy corta distancia, lo
que me hizo dar un paso atrás, luego otro... Sin embargo, cuanto más retrocedía, más
Sakina se acercaba.

—Uh, ¿Sakina-san?

Sin darme cuenta, ella colocó su mano en mis hombros. Ella finalmente detuvo sus pasos
allí y de repente, con un encantador grito, se aferró a mí.

Después de apoyar su mejilla en mi pecho durante un rato, Sakina levantó la cabeza y


mostró una sonrisa cálida y maternal, que irradiaba su naturaleza cariñosa.

—No hay razón para que no seas de confianza. Por supuesto, Arisa y Aina confían mucho
en ti, pero después de pasar tiempo juntos, también he llegado a depender mucho de ti,
Hayato-kun.

Sakina me dio un suave pellizco en la mejilla y luego me envolvió con sus brazos, trayendo
mi cabeza hacia su generoso pecho.

Cuando mi rostro fue envuelto por esa sensación esponjosa, lo que experimenté no fue
tanto vergüenza como una sensación de tranquilidad... Era un sentimiento agradable y
reconfortante, y no pude evitar disfrutarlo al máximo.

—Así que esto es lo que llaman 'babosidad'...

—'Babosidad'...? Jajaja, ¿quieres convertirte en un bebé, Hayato-kun?

Cuando alguien como Sakina hace una propuesta así, incluso en tono de broma... Bueno,
siento que las cosas podrían volverse peligrosas.

Poco después, ella me soltó.

La apariencia avergonzada que tenía hace un momento parecía haber desaparecido por
completo, reemplazada por una expresión completamente materna en Sakina. Mientras la
miraba, sentí una sensación de déjà vu.

Y la razón detrás de esa sensación de déjà vu era que Sakina se parecía a sus dos hijas en
algo.

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Final de clases y un fantasma del pasado

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Final de clases y un fantasma del pasado

Es similar a Arisa y Aina... Es natural que sea así, siendo su madre, pero lo que sentí no fue
solo por su apariencia, sino por su manera de ser.

(Su personalidad decidida es como Arisa, mientras que la parte que intenta ser dulce y
encantadora es como Aina... De alguna manera, así es como lo siento.)

Es como una especie de híbrido entre Arisa y Aina, ¿verdad?

Sumado a eso, la compasión y madurez propia de Sakina se combinan... Sin duda, esta
mujer podría ser la más fuerte.

—Oigan, ¿cuánto tiempo piensan quedarse ahí?

—¡Es verdad! ¡Y, espera, mamá, ¡¿estás tratando de seducir a Hayato-kun?!

Llamados por las dos chicas, Sakina y yo intercambiamos una mirada cómplice. Justo
cuando nos disponíamos a dirigirnos hacia ellas, Sakina me dio un pequeño golpecito en
el hombro.

—¿Pasa algo?

—Estaremos de vacaciones de invierno pronto, pero tanto mis hijas como yo siempre
estaremos esperando a Hayato-kun. Si en algún momento sientes que quieres venir por
aquí, no dudes en hacerlo. Bueno, supongo que también habrá ocasiones en que mis hijas
irán para allá.

Era una propuesta demasiado amable.

Claro que tengo la intención de avisar con anticipación antes de venir aquí, pero por la
forma en la que se expresó y sus ganas de querer vernos, creo que ni siquiera será
necesario avisar… ¿Verdad?

—Gracias, de verdad.

—Hehe, no hay de qué♪

Sakina es una mujer que tiene una sonrisa realmente encantadora.

***

[Perspectiva de Aina]

—¿De qué estaban hablando tú y mamá?

Después de tomar un baño y cenar, me enfrenté a Hayato-kun.

No parecía que hubieran estado teniendo una conversación secreta, así que Hayato-kun
me lo explicó sin titubear.

71
Final de clases y un fantasma del pasado

—Le conté lo que hablé contigo hace un rato. Le dije sobre lo mucho que me preocupo por
ustedes, y que quería que confiara más en mí... Además, bueno, no sé si es bueno o malo,
pero me dijo que si alguna vez quiero venir a esta casa, puedo hacerlo en cualquier
momento.

—¡Qué directo eres!

Aunque Hayato siempre será bienvenido aquí sin importar si avisa o no. Bueno, excepto
cuando la casa está vacía, pero en general, es raro que ambas nos ausentemos a la vez...
Mamá también terminó su trabajo temprano, y no creo que él tenga ninguna experiencia
negativa al venir a casa.

—Puedes venir en cualquier momento. Y si en algún momento quieres que vayamos,


¡también nos lo dices, verdad?

—Sí, gracias Aina.

—...kyun.

Sintiendo una sensación cálida y emocionante en mi pecho, me acerqué al brazo de


Hayato-kun como si estuviera abrazándolo.

—¿Así está bien?

—Por supuesto. Pero, ya sabes... Tanto Aina como Arisa también parecen disfrutar de esto,
¿verdad?

—Sí, es cierto... Supongo que es algo que solo comprendes cuando tienes un novio, pero
me gusta abrazarte de esta manera. Seguro que mi hermana mayor piensa lo mismo... O
más bien, lo hacemos porque nos gusta.

—Ya veo, sea como sea, me encanta mucho.

Por supuesto, siempre y cuando sea con alguien en quien confíes, abrazarse de esta
manera puede hacer que tu corazón se sienta cálido y te haga sentir feliz.

—A ti también te gusta y te hace feliz, ¿verdad, Hayato-kun? Mira, así, con mis pechos
presionados en ti.

—Uh... Bueno, sí.

—Hehe♪

Al presionar mi pecho ligeramente más grande que el de mi hermana contra él, Hayato-
kun se sonrojó visiblemente y apartó la mirada.

Desearía no tener que apartar la mirada así ahora.

Ya estamos juntos, así que está bien hacer más que esto… Ah~Ah~Ah… Quiero tener sexo
con Hayato.

...Hayato. Quiero concebir a tu hijo.

72
Final de clases y un fantasma del pasado

Continué mirando fijamente a Hayato mientras mueve los pies de un lado a otro... Hayato
dice que tiene sed, se levanta y sale de la habitación.

—Fufu… Es muy lindo.

¿Tenía mucha sed o estaba avergonzado? En cualquier caso, Hayato es muy guapo y lindo
y ya estoy enamorada de él.

—...Puede que suene un poco inapropiado, pero Hayato-kun se veía genial preocupándose
por mi hermana mayor y mamá.

Sucedió al final de la tarde, cuando expresé en voz alta mi preocupación por cómo estaban
las dos. Es un poco vergonzoso que me preocupara después de decirlo en voz alta, pero
Hayato-kun cambió su expresión de inmediato y mostró aún más preocupación por mi
hermana mayor y mamá que yo.

Quedé cautivada por esa actitud, y sentí un latido en mi corazón al ver cómo Hayato-kun
desplegaba su amabilidad.

—Estoy perdida... Últimamente, solo pienso en Hayato-kun. Cada vez que lo hago, mi
cuerpo se calienta y mi deseo por Hayato-kun se vuelve aún más fuerte.

Mis manos parecía estar a punto de deslizarse hacia mis pechos y caderas, pero sacudí mi
cabeza en alarma, volviendo en sí.

Todavía no viene Hayato-kun… Mi hermana mayor tampoco ha vuelto todavía.

Mientras intentaba tranquilizarme pensando en esas cosas, un solo pensamiento seguía


ocupando mi mente.

—Esa actitud de Hayato-kun... ¿Habré visto mal?

Cuando vino a casa, pareció tener una expresión un tanto apagada. Sin embargo, fue solo
un instante y desde entonces hemos estado juntos todo el tiempo, pero nunca volvió a
mostrar esa expresión... Aun así, no puedo evitar preocuparme.

—...De todos modos, lo que voy a hacer no cambiará, ¿verdad? Como lo declaré,
simplemente disfrutaré de estas vacaciones de invierno junto a Hayato-kun.

Esa es mi... No, es nuestra esperanza.

Aunque estaba pensando en eso seriamente, a medida que consideraba que pasaríamos
esta noche de la misma manera que antes con Hayato-kun, mi mente se llenaba de
imaginaciones de color rosa.

—...Pero, de todas formas, está tardando. ¡Seguro que están charlando amigablemente en
la sala de estar sin tenerme en cuenta!

¡Si eso es lo que están haciendo, también debería unirme!

Aunque hacía frío al salir del cálido cuarto al pasillo, no era lo suficientemente
insoportable ya que todavía estaba dentro de la casa.

73
Final de clases y un fantasma del pasado
Sin embargo, en mi camino hacia la sala de estar, de alguna manera mi mirada se desvió
hacia el baño.

Ya todos deberían haberse bañado y no debería haber nadie usándolo... Oh, ¿quizás mamá
está lavando?

—.....

Me acerqué lentamente sin hacer ruido y noté que la luz estaba encendida.

Aunque podía oír la conversación de Hayato-kun y mi hermana mayor como esperaba, ya


que estaba cerca de la sala de estar, no me importó y continué caminando hacia el baño...

—¿...Mamá?

—¡¿Kyaaah?!

En el vestuario, me encontré con mi madre.

Cuando la llamé, ella soltó un grito de sorpresa que nunca había oído antes. Volviendo a
mirar por encima de su hombro, su pecho, más grande que el mío o el de mi hermana,
tembló mientras se giraba. Su rostro se tornó completamente rojo mientras sostenía la
ropa de la lavandería, paralizada.

—¿Por qué te asustaste tanto?

—¡N–Nada en absoluto! ¡Solo me asustaste al hablar de repente!

—Ya veo... ¿Hmm?

Realmente era raro que mi madre se pusiera tan nerviosa. Y la ropa que tenía en sus
manos era la de mi hermana, Hayato y la mía… No había nada extraño en ello.

Oh, tal vez ... Hmm~

—Mamá… ¿Te da vergüenza tocar la ropa ropa interior de Hayato-kun?

Cuando dije esas palabras, el rostro de mi madre se colocó de un rojo intenso.

La ropa de Hayato estaba mezclada con nuestra ropa y ropa interior… Aunque nosotras
también nos sonrojaríamos si las viéramos, así que ¿no es extraño?

A diferencia de mí y de mi hermana, mi madre no odia a los hombres… Quizás esta


situación le recuerde cuando nuestro padre estaba vivo.

—Mamá.

—¿Aina?

Me acerqué por detrás de mi madre y la abracé.

—Estamos mi hermana, Hayato-kun y yo... Así que no tienes que preocuparte.

—Oh... ¿Acaso pensaste que estaba sumida en la melancolía? Esa percepción errónea
también es apreciada, pero...

74
Final de clases y un fantasma del pasado
—¿Percepción errónea?

—No, no es nada. Gracias, Aina.

—¡Sí!

Amo a Hayato, amo a mi hermana, ¡y también amo a mamá!

A pesar de que la cara de mamá sigue enrojecida, ella me mira con esa cálida expresión
que tanto me encanta... Quiero ser una mamá así de amable. ¡Si en el futuro tuviera un hijo
con Hayato-kun, quiero ser una mamá como ella!

—Quiero ser como alguien como tú en el futuro.

—Hehe, ¿por qué dices eso de repente?

—Tú eres una persona tan amable, mamá. Si tuviera un hijo en el futuro, ¡quiero ser como
tú!

—¿Un hijo…? ¿De Hayato-kun?

—Sí, sí. Quiero tener uno pronto.

Al decir eso, mamá sonrió con ironía.

—Eso suena realmente hermoso, pero también es algo desafiante. Asegúrate de tenerlo en
cuenta.

—Entiendo.

Al menos, no planeo ir demasiado lejos...

Incluso si alguna vez surge la oportunidad de estar íntimamente con Hayato-kun, tengo
la firme intención de respetar las líneas que debemos mantener. Tanto mi hermana como
yo hemos hecho un firme compromiso en eso, y sobre todo, nunca ignoraremos la
voluntad de Hayato-kun.

(B–Bueno, eso es algo... Turbulento, ¡o más bien tentador!)

Cuando pensaba en esto, de repente me asombró la suavidad del cuerpo de mi madre al


abrazarme.

Usualmente no era extraño, ya que solemos abrazarnos mucho. Pero era sorprendemente
lo suave que era.

A menudo oigo que el cuerpo se deteriora a partir de los 30, pero mi madre parece cada
vez más joven a medida que envejece, tanto que me parece cada vez más atractiva...
Asombroso.

—...¡Kyaah!

Comencé a frotar las elásticas tetas de malvavisco de mi madre.

La agradable sensación de ser estrujada es adictiva, y mi madre no intenta detenerme,


sino que me deja hacer lo que quiero.

75
Final de clases y un fantasma del pasado

—Hice esto mismo con Arisa. Ella no paraba de pensar seriamente sobre Hayato-kun, así
que le dije que no lo pensara tanto, que ponga sus cabeza suave igual que sus pecho.

—N–No sé de lo que hablas.

—Jaja, Arisa dijo algo parecido.

Parece que mi hermana realmente tomó en cuenta ese consejo y se ha vuelto más sincera.
Bueno, tal vez yo sea la que tiende a ser demasiado despreocupada... Pero la verdad es que
mi hermana está más viva y activa ahora, y eso es genial.

—Tú y Arisa también han cambiado desde que conocieron a Hayato-kun.

—Sí, ¿verdad? Pero, ¿y tú, mamá? No parece que hayas cambiado en absoluto. Te ves muy
feliz.

—¿En serio…? Tal vez tengas razón. Quién sabe, quizás todo esto también se deba a
Hayato-kun.

No solo mi hermana y yo, sino también mamá están siendo influenciadas por Hayato-kun.

Ya no podemos prescindir de Hayato-kun... Así que planeamos valorar esta relación y


mantenerla preciada para siempre, nosotras dos.

—Cuando regresaste hoy, ¿hablaste con Hayato-kun? En ese momento, él tenía una
expresión tan palpable mientras decía que nos estaba buscando. Mamá, recuerda que
Hayato-kun también nos valora mucho. No olvides eso.

—Sí... Tienes razón. Me aseguraré de tenerlo en mente.

Mamá sonrió tímidamente, pero también con satisfacción.

Luego de eso, me dirigí a la sala de estar.

—¡Vamos, Hayato-kun! ¡La noche es larga para todos nosotros!

¿Estaré siendo demasiado juguetona? Pero está bien, ¿verdad? Es simplemente porque
estoy disfrutando tanto este momento.

(Vamos, Hayato-kun, prepárate, porque como prometí, haré que este invierno sea
realmente emocionante.)

En mi interior, murmuré esas palabras y mi corazón se emocionó ante la perspectiva de


pasar las vacaciones de invierno con Hayato-kun y mi hermana.

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Fortaleciendo lazos

CAPÍTULO 3

Aunque tal vez no sea exactamente periódico, sueño con cosas del pasado.

Frente a mí, veo a mi yo de niño y a mamá abrazándose. En esa escena, mis abuelos
paternos están mirando a mi joven yo y a mamá... Esto fue justo después de que papá
muriera, cuando mis abuelos le dijeron palabras hirientes a mamá.

A pesar de que ella estaba sufriendo por la pérdida de papá, aquellos abuelos la insultaron
con palabras crueles solo porque no les agradaba.

'Nuestro hijo se arruinó por casarse con una mujer como tú'

'Así es. Si no te hubieras cruzado en su camino, nuestro hijo nunca habría sufrido ese
accidente'.

En aquel entonces, no entendía qué significaban esas palabras.

Lo único que sabía en ese entonces era que las palabras de ellos herían a mamá, y al verla
así, los reconocí como enemigos.

Sin mencionar que solo era un niño ignorante y, por supuesto, mi cuerpo era mucho más
pequeño que ahora.

Aun así, extendí desesperadamente mis brazos para proteger a mamá, utilizando mi
propio cuerpo como escudo...

—...Así es... Ahora que lo pienso, recuerdo claramente cómo fue.

Dadas las circunstancias, es sorprendente cómo un solo desencadenante puede hacer que
los recuerdos sean tan vívidos.

Si tan solo el yo actual estuviera aquí en aquel momento, seguramente podría haber
pensado más en mamá y haberle brindado más apoyo. Bueno, no tiene sentido pensar en
eso ahora, pero de alguna manera, no puedo evitar imaginar ese 'tal vez'.

—Hayato.

Fue por pensar en cosas así que, en mi sueño, mamá me vio. Me acerqué a ella de manera
natural, mientras ella se acercaba con una sonrisa cálida… Y luego, la abracé con todas mis
fuerzas.

77
Fortaleciendo lazos

***

—¡Mamá...!

—¡Kyaa!

Aprieto fuertemente a la figura frente a mí.

Es suave... Tiene un olor cálido y reconfortante... Oh, es reconfortante... Espera, ¿qué


estoy haciendo ahora mismo?

Sin saber exactamente qué estoy haciendo, aún así me quedo con mi rostro enterrado en
la calidez y suavidad que envuelve mi cara...

¿Había algún cojín lujoso como este en casa? Incliné la cabeza con curiosidad, pero
incluso eso es absorbido por la elasticidad.

—Ufufu, Hayato-kun es tan lindo. Si esto te tranquiliza, siempre estaré aquí para hacerte
sentir así.

—...¿Hm?

Ahora, sin lugar a dudas, escuché claramente una voz. Y la voz suave que escuché desde
arriba... No era Arisa ni Aina, si no me equivoqué en mi audición... ¡¿Es Sakina?!

Con gran temor, levanté mi rostro de entre las dos protuberancias... Y allí, mirándome
fijamente, estaba Sakina una vez más, sonriendo dulcemente mientras me observaba.

—Pensé en despertarte ya que es hora, pero nunca esperé que de repente me abrazaras
así.

—...Ah.

Finalmente, comprendí completamente la situación.

Cuando me separé suavemente, Sakina infló ligeramente sus mejillas.

(Es tan adorable…)

Pensé mientras miraba el reloj para ver la hora.

—Son las diez... ¡Ya es tarde!

—Sí, Arisa y Aina deberían estar terminando de prepararse pronto.

Al escuchar esas palabras, corregí mi postura... O bueno, tal vez no fue necesario hacerlo.

Habíamos entrado en las vacaciones de invierno, habíamos pasado la Navidad y


finalmente había comenzado un nuevo año.

Desde la muerte de mis padres, no había tenido eventos especialmente significativos,


pero en esta ocasión fui invitado por Arisa y Aina a hacer nuestra primera visita al templo
del año.

78
Fortaleciendo lazos
Incluso si no me hubieran invitado, creo que habría sido yo quien los habría invitado...
Pero bueno, de esta manera, visité la casa de Shinjo temprano en la mañana y, como
estaba un poco somnoliento, me quedé dormido en el sofá.

Ya hemos terminado los saludos de Año Nuevo... Fue genial poder decirles a ellas '¡Feliz
Año Nuevo!'.

—¿Y Sakina-san tampoco se preparará?

—Jaja, bueno, reconozco que también había estado preparandome durante varios días un
atuendo especial para mostrartelo, pero esta vez decidí disfrutar viendo a mis hijas en sus
atuendos ceremoniales♪

–..........

Honestamente… Hubiese deseado verla a ella también.

Cuando la miré fijamente, ella me preguntó si realmente quería verlo, y asentí


sinceramente.

—Creo que ya he dicho esto antes, pero creo que usted es una mujer increíblemente
hermosa... ¿Cómo no querría ver algo así?

—Fufufu. Eres audaz, Hayato-kun.

—Gracias, por el cumplido... Aunque creo que cualquier cosa le queda bien a Sakina,
quiero verla en una apariencia que no suelo ver... Ya sabes…

—Entiendo... Lo tengo claro.

Me pregunto qué quiere decir con "lo tengo claro" mientras imagino en mi mente las
diferentes apariencias de Sakina por un momento.

A la vez que esperaba, tomé los dulces que ella preparó y los saboreo. El tiempo pasó, y
finalmente las princesas hacen su aparición.

—Perdón por la espera.

—¡Finalmente terminamos!

Cuando vi a las dos aparecer en la sala de estar, no pude evitar quedarme mirándolas
como si fuera algo natural.

Podría decirse que estaba completamente absorto... Esa era la verdad. No podía apartar
mis ojos de las dos que tenía delante.

—Ver esa reacción de Hayato-kun me hace saber que todo éste esfuerzo valió la pena.

—Sí, sí~♪ Que esté absorto mirándonos, nos da a entender que definitivamente valió la
pena que nos vistiéramos así~♪

Aunque no sé mucho sobre kimono, sé que son mucho más caros y de mejor calidad que
la ropa occidental.

Miré a las dos con asombro y admiración.

79
Fortaleciendo lazos

Arisa, en primer lugar, llevaba un kimono en tonos morados en general, y su peinado era
una coleta... solo con ese cambio de peinado, su impresión cambió bastante.

Por otro lado, Aina llevaba un kimono en tonos rojos, combinando la vivacidad y el brillo.
Respecto al peinado, dejó su cabello suelto y quitó el lazo que suele usar... Sí, incluso Aina
tenía un cambio de impresión, aunque estuviera corto.

—...El contraste es grande... Pero a ambas les queda increíble.

Al escuchar eso, Arisa y Aina sonrieron y suavemente se acercaron a mí.

Un suave y agradable aroma floral emanaba de las dos, mezclado con un leve toque de
dulce fragancia de perfume... Sentí un cosquilleo al verlas en una apariencia especial que
no suelo ver, y percibí una sensación de madurez.

—Puede que sea un poco incómodo. Especialmente, alrededor del pecho...

—Sí, eso es cierto... Llega a ser algo incómodo por momentos.

—Exacto. Usar Kimono cuando tenemos los pechos grandes se vuelve un problema. — dijo
Sakina.

Arisa y Aina asintieron en acuerdo con las palabras de su madre.

Como hombre, no entiendo realmente el tema de discusión, y preferiría no involucrarme


en una conversación sobre pechos. Pero bueno, supongo que en cierto sentido es una
ventaja poder escuchar sobre esas cosas.

(Pero ciertamente parecen incómodas. Normalmente puedo darme cuenta de su tamaño,


pero parecen bastante ajustadas... ¿Será por la estructura del kimono? No puedo decirlo con
certeza, pero se ven realmente elegantes)

Por supuesto, no es que parezcan más delgadas de lo normal, solo que la parte del pecho
parece más pequeña... Es como magia.

Sin darme cuenta, las observé detenidamente, pero afortunadamente ellas parecen no
haberse percatado de ese detalle, lo cual me alivió. Y finalmente, nos dirigimos fuera de la
casa... aunque justo cuando salíamos por la puerta principal, Aina susurró suavemente al
oído.

—Si realmente quieres tocarlas tanto, tienes libertad de hacerlo, ¿sabes?

—¡Ah... Ahem!

—Jajaja♪

Demonios, parece que sí se percataron de ese detalle.

***

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Fortaleciendo lazos

La visita al santuario al comienzo del año... Aunque yo suelo hacerlo una vez al año,
normalmente no invitaba a nadie a acompañarme.

Bueno, si no había nada importante sucediendo, también era posible que hubiera salido
con Souta y Kaito este año, pero el hecho de estar aquí con Arisa y Aina era algo que nunca
se me hubiese atravesado por mis pensamientos...

Aunque sí llegué a imaginarme el venir aquí con una novia cuando entré a preparatoria.

—Hay mucha gente.

—Sí, definitivamente. Ah, Hayato-kun, ¿no deberías quedarte cerca?

—Ah, sí, lo siento.

Para asegurarme de no apartar la mirada de las dos que caminaban adelante, caminé a su
lado junto a Sakina.

Cuando se trata de la visita al santuario al comienzo del año, es comprensible que esté
lleno de gente.

El ambiente era muy ruidoso, y como es de esperar, chocas con cada persona que se te
atraviesa en el camino, pero debido a la multitud, estoy prestando mucha atención a Arisa,
Aina y Sakina.

(En un lugar como este, podría haber personas que intenten aprovechar la confusión para
tocarme de forma inapropiada)

Afortunadamente, hasta ahora no me he encontrado con nadie así, pero tanto las dos en
sus kimonos como Sakina atraen muchas miradas y llaman la atención en el entorno.

—Sakina-san, por favor, no te alejes, ¿de acuerdo?

—Entendido. No quiero preocupar solo a Hayato-kun, sino también a mis hijas.

Me tranquiliza saber que ella lo entiende.

Sin embargo... Es sorprendente que no me encuentre con ningún conocido o compañero


de clase. Aunque ocasionalmente veo caras conocidas, ¿me pregunto si nadie las habrá
reconocido hasta ahora? Bueno, tal vez sea porque Aina es más discreta, pero Arisa ha
cambiado bastante su apariencia solo con un peinado diferente.

—Hay bastantes personas vistiendo kimonos.

—Sí, bueno, después de todo, es algo que solo se usa una vez al año.

Había muchas personas, de todas las edades, vistiendo kimonos.

Pasamos por algunas mujeres que estaban perfectamente maquilladas y también notamos
algunas miradas curiosas a nuestro alrededor, pero no nos distraemos demasiado, quizás
porque ya estaban viendo a Arisa y Aina.

—No sé cómo nos ven los demás, pero tanto Aina como yo nos preparamos al máximo para
esta ocasión. Queríamos que Hayato-kun nos viera. — comentó Arisa.

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Fortaleciendo lazos
—Arisa...

Fui mirado fijamente mientras escuchaba esas palabras, y me puse un poco avergonzado,
e inevitablemente desvié la mirada.

Quizás fue un error detenernos abruptamente, ya que Sakina me empujó suavemente en


la espalda, instándome a seguir adelante.

—No me molesta mostrar que tenemos una buena relación, pero primero, sigamos
adelante, ¿de acuerdo?

—...Sí.

—Sí.

—Sí.

Detenernos habría sido molesto para los demás, así que agradezco que Sakina nos trajera
de vuelta la realidad.

Continuamos caminando y disfrutando de una agradable conversación mientras


llegábamos al frente del salón principal, donde arrojamos monedas en la caja de ofrendas
y agitamos la cuerda del campanario.

Las campanas resonaron alegremente mientras cerraba los ojos, juntaba las manos y
murmuraba mis metas y deseos para el año en mi corazón.

(Que Arisa y Aina puedan ser felices... Que todos podamos pasar buenos momentos juntos,
incluyendo a Sakina. Que Souta y Kaito puedan tener una buena relación... Que mi abuelo y
mi abuela gocen de buena salud.)

Rezaba por los deseos más profundos que se me ocurrieron.

No suelo ser una persona que crea mucho en este tipo de cosas, pero aún así, quiero creer
en los sueños si son suficientemente fuertes para concederlos... Bien, eso debería ser
suficiente.

—...?

Instintivamente, miré a ambos lados alternativamente.

Arisa y Aina también juntaron sus manos, permaneciendo inmóviles y concentradas...


Parece que están deseando algo con seriedad, pero desafortunadamente no sé qué es. Sin
embargo, puedo percibir un destello de ello en ellas.

—Que Arisa y Aina tengan una vida saludable y feliz... Que Hayato-kun esté con nosotros,
y que todos seamos felices juntos. — dijo Sakina abiertamente.

Obviamente no pude evitar sonreír satisfecho al escuchar eso.

Después de terminar nuestras oraciones, cada uno compramos amuletos... Arisa y yo


compramos amuletos para la buena salud y el éxito académico, mientras que Sakina
compró amuletos para la buena salud, la seguridad del hogar e incluso para la buena
fortuna, lo cual mostraba su madurez.

82
Fortaleciendo lazos

—No tengo preocupaciones en cuanto a mi trabajo, y tampoco tengo problemas


financieros, pero tener uno de estos amuletos no está de más.

—Oh, entiendo...

Ya veo... Un amuleto para atraer la buena fortuna.

No sería una mala idea tener uno también para animarme un poco más.

—Aina, ¿qué amuleto compraste?

Aunque ella había comprado los mismos amuletos de buena salud y éxito académico que
Arisa y yo, también había comprado otro amuleto...

Con una sonrisa traviesa, Aina me mostró el amuleto y estuve a punto de atragantarme,
cubriendo mi boca con la mano... Es que... ¡Ese amuleto es para...!

—¡Ta-dah! ¡Es un amuleto para poder tener un bebé! — dijo Aina con entusiasmo.

—.........

Ella sostenía el amuleto que podría asegurar el quedar embarazada de su pareja, y me lo


estaba mostrando directamente.

Había mucha gente alrededor, de todas las edades, pero algunos de ellos la miraron
sorprendidos, mientras que otros la miraban con una sonrisa comprensiva.

Es obvio que Aina parece una estudiante de preparatoria, así que no es una broma, pero
resulta sorprendentemente conmovedor... Bueno, eso quiero creer.

—Es para desear un parto seguro para nuestro hijo en un futuro, Hayato-kun♪ Aunque
aún somos estudiantes de preparatoria y es muy temprano... Pero aun así, ¿no crees que
está bien tenerlo de todos modos?"

Ah, ahora sí, muchas miradas se dirigieron hacia mí...

Me sentía incómodo con todas las miradas que se reunían a mi alrededor, pero por suerte
Sakina llegó a nuestro rescate.

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Sakina, tomando en cuenta que estaría estorbando si nos quedamos aquí, tomó mi mano
y comenzó a caminar, seguida por Arisa y Aina detrás de nosotros.

—Realmente no entiendo ese tipo de cosas. — comentó Arisa.

—¿A ti no te interesa tener hijos en absoluto, hermana mayor?

—No... No diría que no me interesa del todo.

—¡Ves! Entonces, ¿por qué no compras uno también, hermana mayor

—.....Hmm.

Ante las palabras de Aina, Arisa reflexionó por un momento, pero luego negó con la cabeza
como si se estuviera disciplinando a sí misma, indicando que no lo haría.

No tengo problema si ella decide comprar uno... Bueno, en cuanto a este asunto, mejor no
me entrometo demasiado... Además, no es algo en lo que pueda opinar.

—Arisa y Aina son tan jóvenes… Siento un poco de envidia. — mencionó Sakina.

Aunque Sakina también es bastante joven... Pero desde su perspectiva, Arisa, Aina y yo
somos unos niños, representando juventud... Tal vez algún día, cuando envejezca como
Sakina, podré decir palabras similares mientras miro a mis propios hijos.

(Me pregunto cómo sería ese momento... Qué tipo de escena sería.)

Una imagen borrosa apareció en mi mente, mostrando a Arisa, Aina y a mí con nuestros
propios hijos.

Si llegaremos a alcanzar ese punto en el futuro dependerá de nuestros esfuerzos... Y de


cuánto podamos nutrir esos sentimientos y desear pasar el resto de nuestras vidas juntos.

(...Dios. Me harías muy feliz si pudieras conceder el deseo de que ese futuro llegue.)

¡Así que por favor, Dios, escucha mi petición!

—...Fufu, tienes una expresión tan amable. Es realmente encantadora. — dijo Sakina
mirándome.

—Ah... Gracias. — respondí tímidamente.

Después de eso, los cuatro sacamos nuestras respectivas fortunas y, de alguna manera
inexplicable, Aina fue la única que sacó un resultado desfavorable.

Arisa y yo obtuvimos grandes fortunas (Daikichi), mientras que Sakina recibió una fortuna
moderada (Chuukichi).

Quizás debido a eso, la decepción de Aina fue inmensa y su expresión era tan aterradora
que las personas a nuestro alrededor se apartaron instintivamente durante la lectura del
horóscopo...

—¿Una mala fortuna (Kyō)...? Eso es imposible... Absolutamente imposible... No estés


bromeando... Nunca he visto ni escuchado del carácter para 'mala fortuna'... ¡Simplemente
no existe! — exclamó Aina incrédula.

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Fortaleciendo lazos

—Tranquilízate, Aina. El carácter para 'mala fortuna' sí existe. — intenté calmarla.

—¡Sí, eso es! Solo velo como si fuera el horóscopo, no es la gran cosa. — añadió Arisa.

Mientras Arisa y yo estábamos tranquilizando a Aina, escuchamos una voz desde atrás.

—¿Eh? ¿Arisa y Aina?

Cuando nos volteamos, vimos a dos chicas.

Aunque no estaban vestidas con kimono como Arisa y Aina, reconocí sus rostros. Eran
compañeras de su clase.

—Así que ustedes también vinieron.

—¡Jajaja, ¡Feliz Año Nuevo!

Por cierto, estaban tan absortas en Arisa y Aina con sus kimonos que no se dieron cuenta
de mi presencia.

Arisa hizo un gesto con la mirada en medio de la conversación, y luego Sakina me dio un
ligero golpe en el hombro a la vez que nos alejamos un poco.

—...¿Tal vez se sintieron incómodas?

—No creo que haya ningún problema, pero tal vez simplemente no quieren ser
interrogadas por sus amigas.

Bueno, eso es cierto... Después de todo, debería agradecerles por no hacerme sentir
incómodo.

—¿Conoces a esas chicas, Sakina-san?

—Bueno... Sí, las reconocí de cuando las vi en la ceremonia de ingreso, pero en general mis
hijas no suelen llevar amigas a casa, así que no diría que las conocemos muy bien.

—Entiendo.

Parece que Arisa y Aina también tienden a salir con sus amigos en lugar de invitarlos a
casa... Eso es algo que no sabía.

Mientras esperábamos, observando a Arisa y Aina, Sakina me susurró algo al oido.

—Hayato-kun, ¿piensas visitar la tumba de tus padres?

—Ah, sí. Siempre voy todos los años, así que este año también planeo ir.

—Entonces, ¿te parece bien si vamos juntos?

La propuesta me sorprendió. Si bien era suficiente para mí que rezara ante nuestro altar
en casa, ella también quería acompañarme a visitar un cementerio.

—¿Estás segura de eso? — pregunté.

—Por supuesto. De hecho, estaba deseando poder ofrecer mis oraciones también.

86
Fortaleciendo lazos
En ese caso... No tenía ninguna razón para rechazarlo, así que asentí.

Sin embargo, a medida que esto avanzaba, también había algo a lo que no podía renunciar.
.. Miré a Sakina y le dije lo siguiente:

—Entonces, ¿puedo saludar también al padre de Arisa y Aina... Y al marido de Sakina? Yo


también he mostrado mis respetos al altar cuando he ido a su casa, pero después de todo,
si eso va a pasar, ¡debería hacerlo yo también!

—Entiendo... ¿Estás seguro de que también quieres hacerlo?

—Sí, por favor.

Ante los ojos de los demás, podría parecer que soy un hombre que simplemente ha
seducido a las hijas de esta familia para mis oscuros propósitos... Pero la verdad es que mis
sentimientos por ellas no tienen límite.

Preparado para todo, decidí responder a los sentimientos de las dos... Y declarar una vez
más mi determinación de seguir pasando tiempo junto a ellas y hacérselo saber a su
difunto padre.

—Hayato-kun, mamá, lamento haberlos hecho esperar.

—¡Ya estoy de vuelta! — gritó Arisa.

—¡Hueeh! — exclamé sorprendido, tratando de recibir el abrazo de Aina lo mejor que pude.

Aparentemente sus amigas se fueron a otro lugar y no podían vernos, pero


instintivamente acaricié la cabeza de Aina cuando me abrazó... Y fue en ese momento
cuando incliné la cabeza ligeramente con sorpresa.

—¿Qué pasa?

—Oh, bueno, usualmente usas un lazo para atar tu cabello... sin él, se ve un poco diferente.

—Tal vez sea el resultado del 'Kyō'... — bromeó Arisa.

—Ay, no me lo recuerdes, ¡la palabra 'Kyō' no existe! — exclamó Aina.

Solo por hoy, con el resultado de 'Kyō'... Supongo que entiendo cómo se siente, pero creo
que está bien porque, en teoría, hemos hecho todo para purificarla.

—Bien, bien, todo está bien, tranquila. — dije mientras trataba de tranquilizar a Aina.

—Aguuu — balbuceó Aina, convirtiéndose en un bebé.

Bueno, al menos hemos terminado casi todo lo que queríamos hacer, así que compramos
algunos amuletos para colgar en casa y luego nos dirigimos hacia los puestos de comida.

Ya que había tantos puestos disponibles, decidimos comer fuera esa noche. No obstante...
Acabé metiéndome en un gran problema allí.

Compré takoyaki y yakisoba, y justo después de comprar un refresco de uva carbonatado,


accidentalmente choqué con alguien y terminé por derramar todo el contenido sobre
Arisa.

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Fortaleciendo lazos

—L–Lo siento mucho… — me disculpe avergonzado.

Técnicamente, no fue completamente mi culpa... Pero también fue culpa mía por mi
descuido.

Soy consciente de lo costosos que son los Kimonos, y también había escuchado que los
gastos de limpieza eran considerablemente altos.

Y no solo el precio, sino que también había ensuciado el kimono que me había preparado
para este día... Probablemente me estaría viendo bastante desesperado en este momento.

—Jajaja, no te preocupes, Hayato-kun. Es cierto que puede ser un poco difícil, pero lo que
ocurrió no es tu culpa. — dijo Arisa mientras limpiaba la parte mojada con un pañuelo.

Es realmente reconfortante que me digas eso, pero aún así, me siento mucho más
culpable. Aina también sonrió tranquilizándome mientras limpiaba la parte mojada de
Arisa.

—¿Ves? No es culpa tuya, fue ese idiota que caminaba sin mirar hacia adelante. Así que
Hayato-kun, no tienes nada de qué preocuparte.

—........

—Arisa y Aina tienen razón. No se puede evitar con tanta gente. — añadió Sakina.

Así que asentí, estando de acuerdo con ella.

Aunque no estuviera nevando y el sol brillara, la temperatura seguía siendo baja y existía
el riesgo de resfriarse.

Por ende, acerqué la distancia entre nosotros y puse mi brazo alrededor del hombro de
Arisa.

—Oh... Ufufu♪ Es cálido, Hayato-kun.

—Si te gusta, entonces lo haré tanto como desees.

Cuando subimos al auto, Arisa estornudó adorablemente, lo que me puso nervioso,


pensando en la posibilidad de que ella podría enfermarse...

Y así es como nuestra primera visita al templo fue un caos.

Sin hacer ninguna parada en el camino, regresamos a casa y Arisa fue directamente al
baño.

—Hayato-kun, de verdad está bien, así que no te preocupes, ¿de acuerdo?

—Ah... Sí. Gracias, Sakina-san.

Aunque intenté no preocuparme, parece que mis sentimientos quedaron evidentes en mi


expresión, y Sakina-san me volvió a hablar.

—Bueno... Es difícil no preocuparme por todo... ¡Pero está bien! En serio, voy a aceptar las
palabras de todos ustedes.

88
Fortaleciendo lazos
—Eso está bien. Deja el resto en manos de tu madre, ¿de acuerdo?

—Eh... Sí.

Ah, que Sakina-san diga algo así tan repentinamente es algo injusto.

—Dejando eso de lado, ¿qué piensas de mi kimono?

—Sí, estaba muy hermoso... Perdona por usar palabras comunes.

—No, obviamente también me alegra escuchar palabras originales y creativas. Pero al final,
¿no son las palabras que brotan sinceramente las más emocionantes? ¡Eso me hace muy
feliz!

—Ah, ya veo...

Desde hace un rato Arisa y Sakina me habían estado consolado. Y ahora es Aina quien está
intentando hacerme sentir mejor. ¿Por qué razón lo hace? Realmente no necesito más
consuelo… ¿Hmm?

Mientras miraba fijamente a Aina, ella sonrió pícaramente. De alguna manera, en ese
momento, sentí un escalofrío recorrer mi espalda.

Aina, con una expresión traviesa en su rostro, me dio un golpecito en el pecho y comenzó
a hablar.

—Oye, Hayato-kun, ¿qué tanto sabes sobre la estructura de un kimono…? Bueno, tal vez
'estructura' no sea la palabra correcta. Digamos que, ¿sabes cómo poner correctamente
un kimono?

—No, no tengo ni idea.

—Ahh, lo supuse… Tal vez tú, ¿podrías ayudarme un poco a quitármelo? Es difícil hacerlo
yo sola.

¿Eh...? ¿Está pidiéndome que la ayude a quitarse la ropa... En este momento?

—Esto... ¿Debo simplemente desatarlo? — pregunté.

—Sí, eso es más que suficiente, luego puedo hacer el resto yo sola.

—Hmm, bueno, si es solo eso, supongo que no hay problema.

Aunque nunca haya sido participe, ya he tenido la experiencia de presenciar a Arisa y Aina
cambiándose de ropa justo a mi lado... Pero supongo que ella debería saber como quitarse
el kimono sola.

(Supongo que esto es algo de lo que normalmente se tiene conocimiento, pero no es algo que
una mujer investigaría específicamente.)

Apoyé mi mano en el lugar que me estaba señalando.

Parecía estar bien ajustado alrededor de su cuerpo, pero Aina ya lo había aflojado un poco,
así que parecía fácil de desatar... No obstante, en ese momento, estaba completamente
desprevenido.

89
Fortaleciendo lazos

En primer lugar, dado que no sabía mucho sobre este tipo de cosas, no podía evitarlo, pero
pronto entendería el significado de lo que Aina quería decir con "consolarme".

—Con esto... ¿Se desata?

—Sí, así es.

—Está bien... ¿Eh?

En cuanto desaté el obi, este cayó en el suelo y... El kimono que Aina llevaba puesto se
abrió elegantemente.

—¡¿Ah?!

En un instante, mi pensamiento se detuvo y caí en la confusión de lo que había hecho.

Aunque no se veía todo, Aina no mostró ninguna perturbación incluso con el kimono
abriéndose. Ella me miró y sonrió dulcemente.

—En este tipo de situaciones, el obi es crucial, ¿sabes? Con solo quitarlo, el kimono se abre
así de manera encantadora.

—¡Ah, A–Aina, nooo!"

—Awww~♪ ¡Qué travieso, Hayato-kun~♪

No hubo palabras de disculpa por haber visto eso o por haberla desvestido.

Simplemente grité mientras cerraba los ojos y me cubría la cara, intentando bloquear la
imagen. Mantuve una postura defensiva con los ojos cerrados y las manos en posición...
Pero esto fue solo el comienzo de su feroz ataque frente a mí.

*Dooon*

—¡¿Waah?!

Sentí un fuerte impacto en mi abdomen, y luego fui empujado y caí sobre la cama detrás
de mí.

Gracias a la sensación suave que protegía mi espalda y cabeza, no sentí dolor, pero incluso
si lo hubiera sentido, seguramente habría desaparecido en un instante debido a la
conmoción. Cualquiera reaccionaría así al ver a una hermosa mujer con el kimono abierto
frente a ellos.

—Umm...

—¿Aina...?

Aina con su piel hermosa, su escote y su ropa interior al descubierto mientras me miraba
desde arriba, parecía estar pensando en algo... Después de un rato de mirarnos fijamente,
ella murmuró suavemente:

—¿Sabes algo, Hayato-kun? Si seguimos estando en esta posición tentadora,


eventualmente mi hermana mayor aparecerá.

90
Fortaleciendo lazos
—¿Hmm?

—Recuerda, fue lo mismo durante el cosplay de Santa. Siempre que disfrutamos de un


pequeño evento delicioso como este, mi hermana mayor siempre...

Antes de terminar la frase, la puerta se abrió de golpe.

Aina y yo exclamamos sorprendidos y dirigimos nuestra mirada hacia la puerta, y ahí


estaba Arisa, que acababa de salir del baño, tal y como predijo.

Arisa soltó un suspiro en cuanto nos vio.

—Aina, primero cámbiate de ropa.

—Pero...

—No hay peros... ¿De acuerdo?

—S–Sí, mamá.

Arisa nos lanzó una mirada desafiante a ambos.

Aina se levantó rápidamente, hizo una reverencia y comenzó a cambiarse


inmediatamente, tal como se le indicó, mientras que yo salí discretamente de la
habitación.

—Gracias, Arisa. Me salvaste.

—Oh, ¿de verdad? ¿No te sentiste decepcionado en absoluto? — preguntó Arisa.

—Bueno... Tal vez un poco.

—Jeje, me gusta cuando eres honesto.

Bueno, ciertamente fue un momento complicado, pero como hombre, definitivamente me


emocioné un poco... Así que sí, como dijo Arisa, me sentí un poco decepcionado.

—¿Deberíamos ir a mi habitación mientras Aina termina de cambiarse? — propuso Arisa.

—Sí.

Nos dirigimos a la habitación de Arisa y nos sentamos alrededor de la mesa redonda.

—Hoy fue un comienzo perfecto para el año. Aunque hubo un pequeño contratiempo al
final, comparado con eso, no fue gran cosa. — dijo Arisa.

—Supongo... Pero de verdad me sentí culpable.

Ugh... Aunque Arisa y su familia dicen que no hay problema, sigo pensando que si esto le
hubiera pasado a otra persona, podría haber tenido que pagar los gastos de limpieza o
compensación.

No debería simplemente pensar que fui afortunado por haber cometido tal error con
Arisa. Aunque ya ha pasado, debo asegurarme de tener cuidado para evitar que
situaciones como esta vuelvan a ocurrir.

91
Fortaleciendo lazos

—Ah, por cierto. También se lo dije a Aina.

—Oh, ¿en serio?

—Sí, de verdad estuvieron hermosas hoy. Aunque ya se los había dicho antes de salir de
casa, sentí la necesidad de recalcarlo otra vez.

—Gracias. Realmente queríamos vernos impresionantes.

Aunque Arisa había dicho que el comienzo del año había sido perfecto, para mí, ser
elogiado de esta manera por ellas dos me hace sentir más feliz que cualquier otra cosa.

—Oye, Arisa.

—¿Qué pasa?

—Me pregunto... Si soy capaz de hacer que ambas se diviertan y si estoy cumpliendo con
mi papel de novio adecuadamente.

De alguna manera, sin darme cuenta, esas palabras salieron de mi boca.

Arisa abrió los ojos sorprendida por este repentino comentario, pero, como si hubiera
entendido algo, tomó mi mano y acercó su hermoso rostro hacia mí.

A pesar de que mi cabeza estaba dando vueltas debido a la suave fragancia que se esparcía,
fijé mi mirada en sus preciosos ojos.

—Siempre que estemos juntos, estaremos muy felices… Sin embargo, si haces esta
pregunta es por algo, ¿hemos expresado cierta disconformidad que te genera tal
inseguridad?

—No, ambas siempre están sonriendo.

Y justamente eso era lo que Arisa estaba haciendo ahora.

—Sí, estoy sonriendo. Porque estoy a tu lado... Porque estás aquí, Hayato-kun.

Dijo Arisa mientras deslizaba su mano sobre mi mejilla.

—Siempre siento que cuando sucede esto... Es porque estamos tan cerca el uno del otro
que nuestras miradas se entrelazan tanto que no existe nadie más a nuestro alrededor, y
es natural que sigamos con acciones como esta.

—¿H–Hayato-kun?

—Solo... Quiero mimarte un poco más, y que tú me sigas mirando.

Aprovechando que había un cojín detrás de ella, la empujé hacia abajo.

Así, olvidamos todo lo demás y nos sumergimos en esta dulce atmósfera, saboreando el
calor de Arisa. Sin decir nada más, suavemente pronuncié un "gracias".

—No, gracias a ti, Hayato-kun.

92
Fortaleciendo lazos

Después de eso, pasamos un tiempo en la misma posición con Arisa abajo... Y luego, Aina
vino hacia nosotros, y la situación se invirtió de nuevo.

—Por cierto, te veías muy bien con tu peinado de coleta hoy, Arisa.

—¿De verdad? Solo lo hice para cambiar un poco.

—¡Ah, Hayato-kun, también piensas lo mismo? De alguna manera, con ciertos atuendos,
incluso ella puede parecer una sacerdotisa. — dijo Aina.

—¡En efecto! — exclamé.

—Sacerdotisa... Un cosplay de sacerdotisa también podría ser una buena opción-

—¿Arisa-san?

—¿Hermana mayor?

***

—¿Está todo bien ahora?

—Sí. Seguro que él también está contento. — respondió Arisa.

Bajamos nuestras manos entrelazadas y me puse de pie.

Frente a mí se encuentra la tumba donde descansa el esposo de Sakina-san... Hoy es el día


reservado previamente para hacer una visita a la tumba.

Hace un rato, ya había terminado de hacer una visita a la tumba de mis padres. Y ahora la
familia Shinjo estaban haciendo lo mismo con la de su padre.

—Es curioso que las tumbas de nuestros familiares estén en el mismo lugar. — comenté.

—Cierto, este cementerio es grande. — respondió Arisa.

Quizás... Hemos pasado el uno al otro sin recordarlo, en algunas ocasiones, sin dejar una
impresión duradera.

—Él era una persona muy amable. Cuidaba mucho de Arisa y Aina... y por supuesto,
también pensaba mucho en mí. — dijo Sakina.

—Seguro que sí. No solo como el esposo de Sakina-san, sino que también debió querer
cuidar y consentir a dos hijas tan maravillosas. — agregué.

—Ah...

Cuando le transmití esas palabras, Sakina se quedó sorprendida y a su vez inmóvil.

93
Fortaleciendo lazos

La observé con preocupación mientras sus ojos empezaban a temblar, pensando en la


posibilidad de algo inesperado. Sin embargo, no sucedió nada así. Sakina volvió a mirar la
tumba.

—Las palabras que acabas de decir... Él también decía cosas similares. — dijo Sakina-san
mientras observaba fijamente la tumba. — Él hablaba de lo adorable que eran Arisa y Aina,
y les dirigía una mirada llena de bondad.

Desde esta perspectiva, solo podía ver su perfil ya que su cabello ocultaba su mirada, y era
difícil discernir qué expresión tenía.

Sin embargo, aún así no pude percibir un ambiente sombrío proveniente de Sakina, y eso
me hizo sentir un poco aliviado.

—Hayato-kun, ¿qué hay de tus padres?

—Probablemente... Me habría dicho algo como: 'Por favor, cuídate, hijo'. — agregué con una
sonrisa.

—¿En serio? Eso suena como algo que diría una madre.

Si se tratara de mi madre... No, incluso mi padre probablemente diría algo así al llegar a
este punto.

Más bien, él diría algo como: 'Asegúrate de hacer feliz a Arisa y Aina, o no serás un hombre
de verdad', mientras me da una palmada en la espalda... No, no, definitivamente eso es algo
que solo mi madre diría.

—Visitar la tumba... Trae una sensación nostálgica, pero al mismo tiempo también nos
hace sentir un poco solos. — comenté.

—Sí... Pero precisamente por eso, los que quedamos debemos encontrar la felicidad.

Sí, estoy completamente de acuerdo con esas palabras y son palabras que debemos tener
siempre presentes en nuestros corazones.

Bueno, tanto ellas como yo hemos terminado de hacer lo que queríamos aquí. Cuando me
di la vuelta, listo para regresar, vi a alguien familiar acercándose.

Una pareja de ancianos caminaban hacia donde yo estaba.

Si solo fueran una pareja de ancianos comunes, no me importaría en absoluto. Pero esa
pareja en particular... Son extraños para mí, pero a la vez, son alguien a quienes no puedo
simplemente ignorar.

(Supongo que... Ya es esa época del año, así que es posible que nos encontremos de forma
casual.)

Ambos ancianos eran los padres de mi difunto padre... Es decir, las personas que le
hicieron daño a mi mamá.

Desde mi perspectiva, no tengo ni un solo buen recuerdo de ellos, y los detesto tanto que
no quisiera volver a verlos nunca más.

94
Fortaleciendo lazos

—¿Hayato-kun?

—¿Hayato-kun?

Ambos ancianos me llamaron al unísono. Y levanté la cabeza bruscamente.

Sin embargo, eso pareció ser suficiente para ellos.

Primero, Arisa cubrió mi cabeza con la capucha de mi chaqueta, mientras que Aina me
abrazó fuertemente.

No tenía nada que decirles realmente, así que simplemente pasamos junto a la pareja de
ancianos sin detenernos, dejando escapar un suspiro de alivio.

—Hayato-kun, esas dos personas... ¿Podrían ser? — preguntó Arisa.

—Sí... Son precisamente quienes crees.

—Ya veo...

—Solo quiero regresar a casa con ustedes... Sin hacer ninguna parada en el camino.

—Entendido. — respondieron Arisa y Aina.

Y así, los tres subimos al auto con el objetivo de regresar a nuestro hogar.

Dentro del coche, tanto Arisa como Aina estaban disfrutando de una alegre conversación,
mientras Sakina ocasionalmente se unía a la charla. La atmósfera era realmente animada.

Durante todo el trayecto hasta llegar a la casa de los Shinjo, nos divertimos mucho
hablando de diversos temas... Y nunca tocamos el tema de mis abuelos paternos.
Seguramente fue porque Sakina pensó en cómo me sentiría.

Probablemente las hice preocuparse... Pero, aún así, el encuentro inesperado me


sorprendió, pero en comparación con antes, me siento más tranquilo.

Y creo que eso también se debe a que he desarrollado una gran tranquilidad en mi corazón
al conocerlas. Por supuesto, no es solo eso, sino que también me he esforzado por
volverme más fuerte y cambiar más de lo que era antes.

Así es como pasé mi fin de año y año nuevo: días dulces y cálidos que compartí con ellas...

Y aun así, sentía que esto no había terminado, sino que era solo el comienzo de algo aún
más grande.

95
Una madre se convierte en Maid

CAPÍTULO 4

—¡Nos vemos, Hayato!

—¡Hoy fue divertido!

—Yo también lo pasé bien. ¡Nos vemos!

En el último día de las vacaciones de invierno, me despedí de Souta Y Kaito, quienes


vinieron a pasar el día conmigo desde la mañana.

Aunque originalmente habíamos planeado pasar las vacaciones de invierno juntos, estaba
ocupado con varias cosas y no pude sacar tiempo, así que fue bueno poder tener algo de
tiempo al final.

—...Pero en realidad, estas vacaciones de invierno han sido realmente divertidas.

Pasé el fin de año y el inicio del año con Arisa, Aina y Sakina... Ayer también fui a su casa
para cenar. Poder pasar este frío invierno en un ambiente cálido fue sin duda algo
maravilloso.

—¡Ummm!

Después de estirarme como si estuviera alcanzando el cielo, volví a entrar a la casa.

Ya era tarde por la tarde, así que tenía que prepararme para el baño y la cena... Hoy estoy
solo, así que ¿qué debería hacer de comer?

—...¿Hmm?

Justo cuando estaba a punto de ir hacia el baño pensando en llenar la bañera, sucedió algo.

Al parecer, mi teléfono que dejé en la sala recibió una llamada y me hizo saber sobre una
canción popular.

—Sí, ya veo…

¿Será Arisa o Aina? ¿O Souta y Kaito... O tal vez Sanana?

Mientras especulaba de esa manera, agarré el teléfono móvil para confirmar y resultó ser
mi abuelo.

—¿Hola?

—Oh, hola. ¿Estás bien, Hayato-kun?

96
Una madre se convierte en Maid

—Sí, estoy bien. Pareces estar en forma, abuelo.

Aunque sé que está bien porque nos mantenemos en contacto regularmente, no es joven,
por lo que todavía me preocupo.

—Estoy bien. Pero, escucha...

—¿Qué ocurre?

—Sé que no pudimos estar contigo en el inicio y fin del año pasado, por lo que sé lo muy
solitario que te has debido de sentir.

—...Ah~

Eso es cierto, pensé mientras sonreía irónicamente.

Hasta el año pasado, solía visitarlos o mis abuelos vendrían aquí por un tiempo, eso era lo
habitual. Pero este año, como he dicho muchas veces, pasé mucho tiempo con Arisa y los
demás, así que eso no sucedió tampoco.

Reconozco que me hace un poco feliz que piensen en mí, pero a la vez me hace sentir
culpable de generar tal inquietud en ellos… Aunque, mis abuelos dijeron que debía
priorizar mi tiempo con Arisa y Aina debido a que pasan tiempo conmigo.

—Quería saludar a las chicas que están cuidando de ti… Pero creo que lo dejaré para otra
ocasión. Además, he escuchado muchas cosas de Sakina.

—¿Eh? ¿Sakina-san?

—Sí, ella dice cosas muy buenas sobre ti, y muchas cosas fueron graciosas, incluso tu
abuela se rió de las anécdotas.

—Hmm... Haces que ahora tenga curiosidad para saber qué cosas hablas con ella.

Hace un tiempo le había dado a Sakina los contactos de mis abuelos para que pudieran
conversar.

Quizás debido a eso, Sakina les estuvo informando constantemente sobre cómo estoy, y,
además, tanto mis abuelos como ella parecen disfrutar de sus conversaciones, lo cual es
genial. Parece que han construido una buena relación.

—Cuando escuché que Hayato se enfrentó a un ladrón, me quedé helado...

—En cuanto a eso... Bueno, también me lo dijeron en repetidas ocasiones los oficiales de
policía. Pero... Al pensar en qué hubiera pasado si no hubiera ayudado en ese momento...

—Entiendo. Sé que fue una locura, pero no te sientas mal... Eres admirable, Hayato.

—Sí...

Bueno, aunque mis abuelos son indulgentes conmigo, eso no significa que no se enojen.

Pero en cuanto a esta situación, ya entienden que hice algo imprudente, y creo que es
importante que hubo alguien a quien pude ayudar.

97
Una madre se convierte en Maid
—Abuelo, sé que hay muchas opiniones diferentes al respecto. Pero no creo que haya
hecho algo equivocado. Solo quiero dejar eso claro.

—Lo entiendo. No hay una respuesta absoluta, pero respetaré tus pensamientos, Hayato.

—Jaja, gracias.

—Sí, sí. ¡Es agradable que mi nieto me agradezca!

Al otro lado del teléfono, mi abuelo se ríe alegremente con un 'hohoho'.

Luego de hablar con mi abuelo por un tiempo, al final, él me dejó estas palabras:

—Cuando hablo con Sakina, me recuerda a tu madre... Además de que son de la misma
generación, hay similitudes entre ellas. Sakina también lo mencionó, pero de vez en
cuando está bien ser un poco dependiente, ¿no crees?

—Sí, lo entiendo.

Incluso sin que me lo diga, pienso que he estado siendo bastante dependiente de Sakina.

Además, teniendo en cuenta que incluso ella me lo dice, a veces tengo la tentación de
llamarla mamá de forma instintiva... Pero, cuando intento conscientemente ser
dependiente, me siento avergonzado.

Después de eso, prometimos volver a comunicarnos y finalizamos la llamada.

—Realmente soy alguien a quien mucha gente aprecia... ¡Voy a esforzarme por disfrutar
más de mi vida!

Sé que suena un poco exagerado... Pero estoy orgulloso de que mi relación con Arisa y
Aina se haya profundizado aún más durante estas vacaciones de invierno, y pienso que
habrá días aún más difíciles en el futuro.

Por supuesto, no es algo que yo odie, sino simplemente un lujoso problema de lidiar con
la encantadora personalidad de ellas.

—Creo que ya he divagado demasiado…

Al darme cuenta de eso, entré rápidamente al baño y terminé la cena de manera


apresurada.

A veces ayudo en la preparación de comidas en la casa de las Shinjo, así que gracias a eso,
mis habilidades culinarias han mejorado ligeramente y siento que he aprendido a manejar
el cuchillo con gracia.

Con todo esto en mente, me dirigí a mi habitación para hacer entrenamiento de fuerza.

—Uno, dos, tres... uf~

Últimamente he estado haciendo ejercicio físico con más frecuencia cuando estoy solo.

No es porque esté gordo ni que tenga un cuerpo débil, pero simplemente quería entrenar
mi cuerpo aunque sea un poco... Es lo que se llama una pequeña muestra de orgullo, o eso
creo.

98
Una madre se convierte en Maid

Pero está en la naturaleza del hombre querer ser más fuerte y verse atractivo. Así que eso
debe ser.

En el último día de las vacaciones de invierno, mientras hacía ejercicios de fuerza esa
noche, me preguntaba si soy el único que está pasando el tiempo así... Pero bueno, hice
mi mejor esfuerzo sin sudar demasiado.

—Ah... uf... no está mal.

No hago ejercicio a menos que sea durante las clases de educación física, así que tal vez
sea buena idea hacerlo de forma regular.

Incluso podría considerar unirme a un gimnasio... Aunque Kaito probablemente no


querría, así que podría invitar a Souta a acompañarme.

Después de terminar mi entrenamiento de fuerza y justo cuando estaba pensando en irme


a dormir, vi algo que llamó mi atención.

Era la cabeza de calabaza mirándome con una expresión burlona... Me levanté de un salto
y golpeé suavemente a la figura a la Arisa y Aina adoran como el Dios del amor y la
sabiduría.

—Gracias a ti, cada día en mi vida es feliz y divertido... Aunque a veces odio tu expresión,
en realidad te estoy agradecido.

Ya no tiene sentido seguir ocultando lo que pienso y siento.

—Mañana comienza el último trimestre del primer año de secundaria... Así que, por favor,
cuídame.

Acaricié suavemente la calabaza y luego apagué la luz.

Me acosté en la cama y les envié a Arisa y Aina un mensaje de buenas noches.

Y justo después de enviarlo, se marcó como leído y recibí una respuesta al mismo tiempo.

"¡Buenas noches, te amo, Hayato-kun!"

"¡Buenas noches! ¡Te amo, Hayato-kun!"

...Dios, estoy sonriendo demasiado, podría parecer que mis comisuras están clavadas en
el techo.

No solo eso, a pesar de ser solo palabras escritas, puedo escuchar claramente sus voces
en mi cabeza. Y así, me voy a dormir con una sensación de felicidad.

***

Las vacaciones de invierno han terminado y la escuela ha comenzado.

99
Una madre se convierte en Maid

Los días se vuelven caóticos incluso en el campus. Para nosotros, los estudiantes de
primer año, no ha habido muchos cambios, pero para los estudiantes de tercer año, es un
momento especialmente ocupado mientras se preparan para la graduación.

—¿A dónde vas?

—Ah, solo por ahí~

Después de terminar de comer el almuerzo, saludé con la mano a Souta y Kaito para luego
salir del salón de clases.

Cuando observé por la ventana, vi un paisaje completamente blanco... Aunque ya había


nevado en diciembre, desde enero el viento ha comenzado a soplar más fuerte y el frío ha
aumentado.

—...Hace un poco de frío.

Es natural que el pasillo esté frío ya que no hay calefacción... Pero aún así, solo hay un
lugar al que me dirijo.

Pasé junto a los estudiantes sin mirar en ninguna dirección y abrí la puerta de un aula
vacía... ¿Eh? ¿Está caliente?

—Finalmente llegaste.

—Llegaste, Hayato-kun.

—Lamento haberlas hecho esperar... Aunque tengo una duda, ¿encendieron la


calefacción?

—Es que hace frío, ¿sabes?

—B–Bueno, eso es cierto…

Por lo general, los estudiantes no entran a las aulas vacías a menos que tengan algo que
hacer, por lo que la calefacción está fuera de discusión, es toda una sorpresa para mí que
este lugar esté cálido... Espero que no nos regañen por esto.

—No te preocupes. Ya obtuve el permiso del profesor, le dije que teníamos algo que hacer
aquí.

—Oh, entiendo.

—Sí, deseamos mucho pasar tiempo contigo, Hayato-kun.

Arisa y Aina tienen una reputación entre los profesores por su buen comportamiento.

Tienen buenas calificaciones y una buena actitud en la vida... Así que es lógico que ellos
las consideran estudiantes encantadores y podrían permitirles cierta flexibilidad.

—Y con eso...

—Ven, Hayato-kun ♪

100
Una madre se convierte en Maid

Extendiendo sus brazos, las dos me esperan... De forma natural, me acerqué a ellas…. Sus
manos se entrelazan con la mía, uniéndonos fuertemente.

Mientras hago eso, pensé en que esta es la primera vez que hemos quedado juntos en la
escuela de esta manera.

Sonreímos el uno al otro y la conversación se mueve hacia las vacaciones de invierno.

—Realmente fue un invierno significativo. ¿Qué crees tú, Hayato-kun?

—Sí, ¡Fue increíble porque pude pasar mucho tiempo íntimo contigo, Hayato-kun!

—...Concuerdo con ustedes. También fue la mejor Navidad para mí.

Mientras pensaba en ello, mis labios esbozan una sonrisa sin previo aviso… Pero, a pesar
de tal momento idílico, los problemas no tardaron en ocurrir.

—¿Eh? ¿No parece que haya luz en el aula?

—Sí... ¿Habrá alguien dentro?

De repente, escuchamos esas voces desde el otro lado de la puerta.

Me sobresalté, pero Arisa suavemente tomó mi mano y me llevó a un lugar específico.

—¿Eh? ¿Arisa?

—Deja que lo maneje, Aina.

—Bohoo! ¡Yo no quería tomar ese papel~!

—¿Qué papel…?

Invadido por la confusión, Arisa me arrastró hacia el armario de suministros de limpieza.


Abrió la puerta y entró.

Comparado con un armario de suministros de limpieza regular, este era bastante amplio,
lo suficiente para que dos personas entráramos sin estar apretados.. .No obstante, no
estábamos apretados en absoluto... ¡No lo estábamos!

—Ah... A–Arisa...

—Jiji, esto es algo que hacemos por primera vez... Es emocionante, ¿no crees?

—¡¿Por qué estás tan emocionada?!

Dentro del armario de suministros de limpieza, está un poco oscuro, pero gracias a la luz
que se filtra por las rendijas y a que mis ojos se ajustan gradualmente a la oscuridad,
puedo ver claramente la expresión de Arisa frente a mí.

—Así que resultó que era Aina, ¿eh?

—¿Qué estás haciendo aquí sola?

101
Una madre se convierte en Maid
—Estaba teniendo una pequeña charla secreta con mi hermana. Pero se fue al baño hace
un momento y la estoy esperando.

—Oh...

—No es necesario hacer esto aquí, ¿sabes?

Aparentemente, las personas que entraron son compañeros de clase de Arisa y Aina.

¿Qué deberíamos hacer si nos descubren...? Mi corazón late tan fuerte que puedo
escuchar su ruido, y la situación actual me está poniendo nervioso.

(Maldición… El rico aroma de Arisa y la suavidad de sus pechos están derritiendo mi


mente.)

Esto no es bueno… No voy a ser capaz de mantener la compostura sin gritar ni siquiera en
mi mente.

—Hayato-kun.

Mientras estaba a solas con mis pensamientos, Arisa acercó aún más su cuerpo a mí.

Al rodear mi espalda con sus brazos y girar sus piernas a mi alrededor, presionó aún más
sus pechos suaves contra mi pecho de tal manera que distorsionan y deforman su forma
y me transmiten directamente su tacto.

—Ah, Arisa-san... Um, me ayudaría si te alejaras un poco más.

—Lo siento, pero no puedo alejarme, ufufu~"

¡¿Por qué estás tan emocionada entonces?!

Atrapado por la divertida Arisa, mi libertad de movimiento se ve limitada. Me doy cuenta


de que esto no es bueno y trato de moverme un poco... Pero eso sería una mala idea en
esta situación.

—¿Qué pasa?

—¿No escuchaste un ruido?

Al moverme, hice un ruido fuerte.

Mientras sudaba por la cercanía de alguien que se acercaba desde afuera, Aina intervino
brillantemente.

—¡Oigan, están intentando asustarnos como si hubiera un fantasma o algo así! Además,
¿qué están haciendo ustedes dos aquí?

Las palabras de Aina hicieron que sus compañeras de clase reaccionaran con sorpresa.

Sin embargo, aún así, no salieron de inmediato de la habitación y tuvieron una breve
conversación con Aina... Y entonces, como si estuviera diciendo que el peligro había
pasado, Arisa lamía el lóbulo de mi oreja.

—E–Espera...

102
Una madre se convierte en Maid
—Mmm… Delicioso.

Por supuesto, dado que todavía no puedo hablar, no tengo más opción que aceptarlo.

Arisa lamía mi lóbulo de la oreja como si hubiera presionado un interruptor, y luego su


lengua se deslizaba por mi cuello.

(... Aunque es cierto que Arisa tiene un lado lascivo, en general es una chica seria... ¿Por
qué está actuando así...?)

Arisa y Aina no harían algo para revelar nuestra relación... Así que debe haber una
intención detrás de esta acción... Una intención de provocar algo al hacer esto.

Mientras yo estaba desesperadamente pensando en qué podría ser, Arisa susurró


suavemente.

—Oye, Hayato-kun, ¿no crees que soy una chica muy mala en este momento?

—...Eres una chica mala, sí.

—Así es, ¿verdad? Soy una mujer que te ha entregado todo... Eres la única persona en el
mundo que puede hacer lo que quiera conmigo... Solo tú.

—...¿E–En serio?

¿Qué... Querrá decir con eso?

Aunque mi rostro se volvió rojo mientras luchaba por contener la vergüenza, Arisa dijo lo
siguiente... casi como una criada suplicando castigo de parte de su amo... Como si quisiera
afirmar que soy su absoluto dueño.

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Una madre se convierte en Maid

104
Una madre se convierte en Maid

—Me disculpo por ser tan irrespetuosa contigo de esta manera... Ahora, Hayato-kun... No,
mi amo... ¿Te importaría castigar a esta chica inútil?

—...Arisa.

En ese momento, me tomó unos segundos comprender sus palabras.

Para mí, ella siempre será una niña preciada... Y por eso, nunca la miraría por debajo...
Pero el ambiente que emana de Arisa frente a mí, lo arrasa todo y crea una especie de
encanto que me hace sentir que ella debería estar bajo mi dominio... Maldición, este
ambiente está arruinándome.

—Hayato-kun...

En ese momento, cuando sus ojos húmedos me miraron, el oscuro ambiente se iluminó de
repente.

—¡Ya es suficiente! ¡Las chicas ya se fueron!

—Ah...

—...Aina.

Fue Aina quien abrió la puerta, y como ella dijo, no había rastro de los dos compañeros de
clase dentro del aula.

Aunque ya no había necesidad de esconderse, Arisa no se separó de mí y me miró como si


ignorara la presencia de Aina... Y luego me dio un suave beso antes de separarse.

—¡Eso no es justo!

Tras el beso de Arisa delante de mí, Aina también me besó la mejilla.

Realmente iba a perder la cabeza… Pero parece que he conseguido superarlo.

Después, tras volver al ambiente habitual, llegó la hora de volver al aula, y fue entonces
cuando estuvimos a punto de separarnos.

—El mes que viene es mi cumpleaños y el de Aina.

—Sí... Ehehe, te estás haciendo otro año más vieja.

—...¿Sí? ¿Cumpleaños?

Oh... ¿cumpleaños? ¿Se refieren a esos cumpleaños?

Ahora que lo menciona... No sé nada acerca de los cumpleaños de Arisa y Aina. Tal vez
nunca he tenido la oportunidad de preguntar, pero ¿eso me convierte en un mal novio?

—¿Hayato-kun?

—¿Qué ocurre?

—Bueno... Sobre los cumpleaños...

105
Una madre se convierte en Maid
En ese momento, Arisa me lo dijo.

—Es cierto, no te lo habíamos mencionado... Nuestro cumpleaños es el día cinco del


próximo mes.

—Oh... Entonces el 5 de febrero es el cumpleaños de las dos...

El 5 de febrero... ¿Géminis? Solo viendo las palabras, me viene a la mente algo que podría
encajar con ambas, pero supongo que es solo una coincidencia.

—¿Y cuándo es el tuyo, Hayato-kun?

—El mío es en septiembre. Si solo hablamos de edades, ¿eso significa que seré mayor que
ustedes...?

Por cierto, mi cumpleaños es el 15 de septiembre.

Nunca tuve la ocasión de celebrar el cumpleaños de una chica... Bueno, al menos he tenido
oportunidades de desear feliz cumpleaños a algunas chicas con las que he hablado un
poco, pero regalar algo... Solo mi madre ha sido la única a la que le he dado regalos, más
que a las chicas en sí.

—Hayato-kun, solo el hecho de que estés dispuesto a celebrarlo con nosotras me hace
feliz.

—Es cierto, tu presencia es más que suficiente… Aunque seguramente debes estar
pensando en querer hacernos algo importante, ¿verdad? Pero no te preocupes por ello, en
serio.

—.........

(No... quiero hacer algo especial para las dos).

Este sentimiento no cambiará, no importa lo que diga o quien lo diga... Bueno, ahora, ¿qué
debería hacer?

***

Han pasado varios días desde que Hayato supo sobre los cumpleaños de Arisa y Aina.

Hoy es sábado, y como de costumbre, fue a visitar la casa de la familia Shinjo. Sin embargo,
Arisa y Aina están fuera, por lo que no están en casa, lo que significa…

—Hehe, realmente tiene una cara durmiendo adorable.

Tal vez debido al cansancio acumulado en su vida diaria, Hayato se había recostado
completamente en el respaldo del sofá y se quedó dormido. Mientras tanto, Sakina estaba
sentada justo al lado, observándolo atentamente.

Sakina con anterioridad había recibido un mensaje de Hayato, pidiéndole ayuda para
encontrar un regalo adecuado para sus hijas.

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Una madre se convierte en Maid

Ella pensó en que era algo adorable, y que seguramente sus hijas se sentirían felices al
recibir un regalo de un chico… Y en especial de su novio.

Para Sakina recibir ese tipo de mensajes viniendo de él, es algo que invadía su corazón de
gran calidez, nada le hacía más feliz ver como ese chico especial se preocupaba por sus
preciadas hijas.

Justo hoy, las chicas tenían planes para salir con sus amigas de clase, por lo que
accedieron a la solicitud de Hayato de esta manera.

(...Un regalo, ¿eh? Mi corazón se emociona... Hehe, aunque también siento un poco de
envidia)

Ante los ojos de Sakina, Hayato no sólo es el novio de sus hijas, sino que también se ha
convertido en una presencia importante en su vida. Desde el momento en que se
ayudaron mutuamente, sus destinos estaban entrelazados, y a través de sus hijas, ella
pudo conocer a Hayato... Y comenzó a preguntarse si podría hacer algo por él.

—....

En ese momento, Sana colocó su mano sobre su abdomen.

Algo que no había sentido en mucho tiempo, algo que había olvidado, pasó fugazmente
por su mente, pero pensó que tal vez era solo su imaginación y volvió a mirar el rostro
dormido de Hayato.

—Mis hijas no volverán hasta la tarde... ¿Por qué no vamos a elegir un regalo desde ahora?

Mientras pensaba qué hacer hasta ese momento, Sakina se encontraba inquieta y sin
saber qué hacer.

Normalmente, podía pasar el tiempo sola y relajarse incluso cuando sus hijas no estaban
en casa, pero con Hayato presente, se sentía incómoda y nerviosa.

—Quizás… ¿Este chico hace que me ponga nerviosa? — dijo mientras se reía, recordando
cómo solía ser con su difunto esposo.

Sakina se sintió nostálgica por un momento, pero de repente sintió el deseo de hacer algo
más por Hayato.

—Hmm... ¿Hay algo que pueda hacer?

Quizás no haya muchas madres dispuestas a hacer esto por el novio de sus hijas, pero para
ella, Hayato sigue siendo alguien especial.

—Ah, cierto…

De repente, Sakina tuvo una idea.

Se levantó suavemente y se dirigió hacia la habitación de Arisa.

Lo que captó la atención de Sakina al entrar en la habitación fue el uniforme de sirvienta...


Sí, era el mismo que Arisha había usado una vez para Hayato.

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Una madre se convierte en Maid

—¿Le gustará a Hayato... Este tipo de cosas?

Seguramente si le preguntara directamente, su rostro se pondría rojo sin duda alguna.

No sería agradable para nadie responder si le gusta este tipo de cosas cuando se le
pregunta como madre de su novia, especialmente considerando la situación en la que
Arisa lo usó de manera espontánea... Aunque aún no había llegado a una respuesta
definitiva, Sakina se sentía un poco emocionada.

—...Y aquí estoy yo, mirando fijamente el uniforme de sirvienta que compró mi hija...

Había escuchado la historia de cómo Arisa lo compró y lo lució ante Hayato.

También había escuchado que Hayato estaba muy emocionado al verlo, por lo que en la
mente de Sakina, tenía la noción de que a Hayato le gustaba el uniforme de sirvienta.

Con eso en mente, decidió que quería hacer feliz a Hayato... Y como resultado, se
encontraba en una situación que casi parecía preguntarse cómo llegó a esto.

...Podría ser un poco incómodo, ¿verdad?

—¡Ta-dah!

Sana estaba envuelta en el uniforme de sirvienta.

Arisa se veía muy bien con él, pero Sakina también se veía bastante bien... Tal vez, debido
a su aura de madre y su naturaleza considerada, podría incluso transmitir un aura de
sirvienta aún más que Arisa.

Sin embargo... Había un solo problema.

Incluso si era el mismo atuendo que Arisa había preparado, resultaba un poco inseguro
envolver el busto de Sakina, que era incluso más grande que el de ella... Por eso, era
simplemente incómodo.

—...Debería cambiarme. No hay necesidad de mostrar esto a Hayato...

—¿Sakina-san? ¿Estás en la habitación de Arisa?

Justo cuando ella estaba a punto de retractarse, parecía que el destino le estaba jugando
una mala pasada.

Mientras se frotaba los ojos, Hayato asomó la cabeza por la puerta entreabierta, quizás
recién levantado, y al verla vestida con el uniforme de sirvienta, se detuvo en seco.
Parpadeó rápidamente varias veces y luego abrió mucho los ojos.

—¿S–Sakina...san?

—Eh... Esto es... Bueno... Uh...

Mientras era observada fijamente, Sakina se sentía nerviosa y desviaba la mirada.

Había pensado que a Hayato le gustaría este tipo de cosas, y por eso había decidido
probarlo... Pero al ser realmente visto, se vio abrumada por una vergüenza inmensa.

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Una madre se convierte en Maid

Si fueran sus hijas, tal vez estaría bien, pero una mujer mayor como ella vistiendo así...
Seguramente sería una vista repugnante para Hayato y casi podría llorar de preocupación.

Podría decirse que sería mejor no haberse puesto esto desde el principio, pero cuando
pensaba en Hayato, su cuerpo actuaba por sí solo.

—Lo siento mucho por vestirme de esta manera...

Al escuchar eso, Sakina inmediatamente intentó cambiarse... A pesar de que Hayato


estaba justo frente a ella.

Sin embargo, Hayato, sonrojado y avergonzado dijo…

—...Te queda muy bien. Es como el que usaba Arisa, pero cuando tú lo usas, da una
impresión diferente... ¡Se ve increíble en ti!

Probablemente, Hayato tampoco sabía qué palabras decir ante esta situación repentina.

Aun así, Sakina pudo darse cuenta de que esas palabras salieron sinceramente de su
corazón. Además, verlo esforzándose por transmitir claramente sus sentimientos, aunque
estuviera un poco nervioso, hizo que el corazón de Sana latiera con emoción.

—...Gracias, Hayato-kun.

Sakina mostró la mejor sonrisa que podía poner en su rostro.

¿Cómo reaccionaría su difunto esposo si lo viera en esta situación...? Probablemente


tendría una reacción similar a la de Hayato. Ella se sentía tan feliz y emocionada que no
podía contenerse.

(Ah... pasar tiempo con Hayato-kun es realmente divertido. ¿Podría ser que todo esto sea
un vínculo traído por aquel encuentro?)

Mientras murmuraba eso en su interior, un leve sentimiento oscuro se instaló en el


corazón de Sakina.

(¿Envidia...? ¿Por qué siento envidia...?)

Ella se desconcertó al preguntarse qué es lo que estaba envidiando... Esto era como si
estuviera sintiendo envidia de Arisa y Aina, quienes parecían tener el amor de Hayato
completamente para ellas.

—Sakina-san? ¿Pasa algo?

—Ah...

Hayato se acercó a ella preocupado, pensando que quizás algo estaba mal. La amabilidad
que mostraba le alegró el corazón... Al verlo de cerca de esta manera, los amables ojos que
ella había visto a través de la rendija de una calabaza no habían cambiado en absoluto. Ese
Hayato de aquel entonces y el que tenía frente a ella ahora eran la misma persona.

—...Mi amo.

—¿...Eh?

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Una madre se convierte en Maid
—Mi amo, ¿hay algo que le gustaría hacer?

Aunque parte de ella lo hacía por jugar... Lo que realmente emocionaba a Sakina era algo
más.

En ese momento, al estar vestida con el uniforme de sirvienta, tenía el aspecto de una
persona dispuesta a servir a los demás... Ella quería ser útil para Hayato y, además, quería
que él la mimara como una verdadera madre.

—B–Bueno, Sakina-san...

—Cualquier cosa que quieras, ¡lo haré por ti!

Así, Sakina se puso frente a Hayato.

Su corazón latía fuertemente... A pesar de saber que esto está mal y que está superando a
sus hijas, Sakina no puede detenerse.

La forma en que Hayato se rasca la cabeza y se inquieta es encantadora, creando un


delicado contraste entre su apariencia de caballero que la ayudó y trata a sus hijas, y esa
adorable inquietud. Todo esto hace que el corazón de Sakina lata con emoción... Sin
embargo, en ese momento ocurrió un pequeño percance.

Un sonido fuerte y deslumbrante resonó, como si algo explotara.

—¡Guhhhh!

—¿...Eh?

Al siguiente instante, Hayato se sujetó la frente y se derrumbó.

¿Qué demonios acaba de suceder? ¿Acaso le dispararon en la frente?

Sakina se encontraba tan impactada que llegó a pensar en algo tan drástico. Pero
rápidamente, entendió lo que realmente sucedió y se llenó de vergüenza.

—¡Oh!

La causa de todo esto estaba en su escote.

La parte del pecho, que ya estaba bastante apretada, parecía haber alcanzado su límite. La
ropa se abrió de golpe y se pudo ver claramente un escote muy generoso.

En otras palabras, esto es lo que sucedió: el botón de la parte del pecho no pudo soportar
el tamaño abundante del pecho de Sakina y voló, impactando directamente en la frente de
Hayato.

Aunque para ella Hayato ya era casi como su propio hijo, sin duda era embarazoso estar
en una situación en la que su escote estuviera expuesto.

—¡Ah!

Sakina intentó cubrir su escote con sus brazos, pero era casi imposible ocultar su gran
escote de esta manera. Solo logró deformarlo de forma obscena, lo cual empeoraba más
la situación.

110
Una madre se convierte en Maid
Sin embargo, su suerte fue que Hayato estaba retorciéndose de dolor y no la estaba
mirando... Sakina priorizó la preocupación por Hayato sobre su propia vergüenza.

—¿Estás bien?

—S–sí... Estoy... Bien...

Sakina estaba preocupada por el nivel de dolor que Hayato estaba experimentando, y
Hayato trató de evitar su mirada... Bueno, comprendía los sentimientos de Hayato
también.

Para él era algo normal sentirse nervioso cuando una mujer tan hermosa como una diosa
agitara esos dos grandes montículos llenos de sueños y los hiciera temblar... No sería
extraño apartar la mirada, ya que esa no era su novia, sino su madre.

(...¿Estará emocionado? Fufu... Es realmente lindo.)

Y aunque su traviesa mente hacia Hayato volvió a surgir, Sakina recordó el motivo real por
el que él vino aquí hoy y se detuvo.

Despidiéndose de Hayato mientras salía de la habitación, Sakina se puso a reparar los


botones.

Fue algo que se puso sin permiso... Aunque Arisa probablemente no se enoje por eso,
supongo que se enojaría si los botones se dañan, así que ella se dispuso a repararlos con
movimientos fluidos.

—Ahora entiendo porque Arisa y Aina están tan felices últimamente. Desde que Hayato-
kun llegó a sus vidas, no dejan de sonreír. Me pregunto… Si así es como se sienten a diario.
— murmuró para sí misma.

Luego de reparar el uniforme de sirvienta, Sakina se arregló y salió de la casa con Hayato.

Ella es una mujer muy amable. Hayato y las chicas también lo entienden muy bien... Pero
ella misma tiene ciertos hábitos ocultos de los que no es consciente.

Esto es verdaderamente una combinación que captura tanto el espíritu de servir y desear
cuidar al otro como el amor que los instintos femeninos anhelan... Es como si hubiese
obtenido lo mejor de las personalidades de Arisa y Aina.

En otras palabras, Sakina es, sin importar lo que pase, la madre de esas dos.

Y lo más destacado es el intenso amor materno, puro y pesado, que también desea
acompañar en su rol de madre... Aunque el peso de este amor maternal es abrumador,
nadie sabe si esto cambiará en el futuro.

***
—..........

—¿Hayato-kun?

111
Una madre se convierte en Maid
—¡Ah!

Sacudo la cabeza, diciéndome que esto no está bien.

Pero no importa cuánto intente olvidarlo, la escena anterior sigue apareciendo en mi


mente y cada vez que eso sucede, me doy una palmada en la mejilla diciéndome que me
calme.

—...uf.

Al forzar un poco de dolor en mi cuerpo y al mismo tiempo, respirando profundamente,


logro tranquilizarme.

—Lo siento, Sakina-san.

—¿Estás bien?

—¡Estoy bien! ¡Vamos de inmediato!

No puedo permitirme preocupar más a Sakina, así que ¡debo estar decidido a cumplir con
mi objetivo principal!

Para recuperar mi yo habitual, caminé junto a ella.

Esta vez, estamos saliendo juntos para elegir el regalo de cumpleaños para Arisa y Aina.
Aunque hemos discutido varias opciones en casa, aún no hemos decidido en concreto.

—Como estudiantes, creo que sería bueno elegir algo que no cueste mucho dinero.
Aunque puedo pagar por ello, eso no sería apropiado. — dijo Sakina.

—Sí... Tienes razón. Quiero darle algo que le haga feliz y que sea típico de estudiantes.

A pesar de que estábamos de acuerdo en ello, había algo que no entendía ¿qué es algo
típico de estudiantes?

Es un poco exagerado pensar tanto en ello, pero como es el primer regalo que daré a una
chica de mi misma edad, no puedo evitarlo...

—Lo siento, Sakina-san. Aún no sé con exactitud que poder regalarles a Aina y Arisa.

—Hehe, está bien, me alegra que te preocupes por mis hijas... Pero, si elegimos ropa, el
costo se disparará, y aunque hay accesorios más asequibles, ellas no están tan interesadas
en ese tipo de cosas...

Parece que Sakina también está pensando mucho en ello.

En este punto, creo que sería mejor dejarlo en sus manos, quien conoce a las chicas
mucho mejor que yo... Pero aún así, me gustaría elegir algo por mi cuenta.

—Hmm...

—Hmm...

Junto con Sakina, me sumerjo en la preocupación... Así que, con el objetivo de cambiar un
poco mi estado de ánimo, le digo que voy al baño y la dejo sola unos minutos.

112
Una madre se convierte en Maid

—Phew...

Aunque estoy completamente relajado, solo puedo pensar en el regalo en mi cabeza.

Pero tal vez fue bueno relajarme de esta manera, porque se me ocurrieron algunas cosas
que podrían ser buenas opciones.

—...Es algo sencillo, pero podría ser bueno.

Lo que me vino a la mente, es algo que realmente se puede preparar fácilmente.

En cuanto regresé con Sakina-san con la intención de consultarle de inmediato, vi que un


chico de unos veinte años le estaba hablando.

(...Bueno, supongo que tiene sentido.)

Ella se quedó sola y sin hacer nada cuando me fui. Si una mujer bonita como ella se
encuentra en esas condiciones, no hay nada de extraño en que un hombre se le acerque.

Sonreí irónicamente al recordar el incidente con Aina recientemente... Pero de todas


formas, debo ir pronto.

—Sakina-san, siento haberte hecho esperar.

—¡Ah, Hayato-kun!

Sin mostrar ningún signo de miedo, Sakina-san se acercó hacia mí con una sonrisa, como
si estuviera mostrando su madurez.

Pensé que podría convertirse en algo complicado, pero tan pronto como el hombre se dio
cuenta de que había alguien más con ella, nos miró con desaprobación y se fue
rápidamente.

—Veo que ese chico no perdió su oportunidad en cuanto te vió sola…

—Sí, aunque no te preocupes por eso, pero… — dijo Sakina agarrando suavemente mi ropa
— No sentí miedo en particular. Aunque a veces tengo destellos de aquel trágico día…

—Todo estará bien, siempre puedes contar conmigo, ¿de acuerdo? ¡Ahora soy el caballero
que protege a Sakina-san!

—Jaja... sí, por supuesto.

Me sentí aliviado al ver a Sakina sonreír dulcemente. Parece que realmente no necesita
preocuparse.

(Pero en serio, es una persona encantadora cuando sonríe. Si su forma habitual es similar a
Arisa, su expresión cuando sonríe se asemeja a Aina.)

En resumen, lo que quiero decir es que esta persona es realmente increíble... Increíble de
verdad.

Mientras sonreía irónicamente por mi propia falta de vocabulario, le dije a Sakina lo que
se me ocurrió en el baño.

113
Una madre se convierte en Maid

—Sakina-san, sobre el regalo... ¿Ambas tienen peluches en sus habitaciones, verdad? Arisa
no tanto, pero Aina tiene muchos.

—Sí, es cierto... Oh, ¿eso significa...?

Asentí en cuanto ella descubrió mi plan.

Bueno, es solo una idea simple de que a ambas les gustan las cosas lindas, pero al
principio... Como regalo de cumpleaños para ellas como estudiantes de secundaria, ¿no
sería bastante bueno?

—Eso suena bien. Arisa y Aina solían abrazar tanto sus peluches que no podían dormir sin
ellos.

—Oh, eso suena adorable.

—Sí, eran realmente adorables.

Bueno... si tengo la oportunidad, tal vez debería pedirle que me muestre fotos de cuando
eran pequeñas.

Con el regalo decidido, nos dirigimos rápidamente a la sección de peluches.

—...hehe.

—¿Pasa algo?

—No, solo estaba pensando en cuando mi esposo me regaló un peluche en el pasado.


Cualquier regalo es algo que te hace feliz. Estoy segura de que mis hijas estarán
emocionadas con esto.

Esas palabras hacen que me llene de mucha más confianza.

Mientras Sakina me miraba con una sonrisa, con los puños apretados, sus ojos me
recordaban a mi madre. Ir de compras con ella de esta manera también me produce una
sensación de nostalgia.

(Ah, cierto... También debo regalarle un peluche a Sakina.)

—Hmm…

Después de eso, una vez que llegué a la sección de peluches, comencé a buscar.

—...Hay una gran variedad de ellos.

Desde diversos tipos de peluches hasta algunos que incluso yo, siendo hombre, encuentro
adorables, y también algunos que me hacen preguntarme por qué tienen un precio tan
alto.

Después de buscar un rato, tomé en mis manos un peluche de un gato y un conejo.

—Arisa tiene un lado un poco altivo, así que tal vez un gato caprichoso sea adecuado para
ella, y Aina... No hay una razón en particular, pero creo que un conejo lindo le gustaría,
¿no?

114
Una madre se convierte en Maid

…No, no elijo un conejo para Aina haya una conexión entre ellas y el apareamiento de los
conejos… ¿Verdad?

Intenté despejar esa clase de pensamientos de mi mente y llevé los tres peluches al
mostrador.

Cuando regresé con la bolsa de compras en la mano, Sakina me recibió con una sonrisa y
comenzamos a caminar juntos nuevamente.

—¿Encontraste algo bueno?

—Sí, encontré algunas cosas realmente lindas.

—Eso es genial. También estoy deseando verlo hasta el día de su cumpleaños.

Eso es... sí, definitivamente quiero que lo esperen con ilusión.

—Ah, disculpa, pero todavía quiero comprar algo más.

—¿Ah sí?

Asentí y nos dirigimos a la tienda que tenía en mente antes de venir aquí.

Lo que vendían allí eran lazos. Arisa y Aina usaban lazos para recoger su cabello, así que
pensé que sería buena idea comprarles unos nuevos.

—Gracias por acompañarme, Sakina-san.

—No te preocupes en absoluto. Entonces, ¿eso es todo por hoy?

—Sí, vamos a casa... Ah, antes de eso, ¿podría dejar las bolsas en mi casa?

—Por supuesto, después de todo es una sorpresa, tienes que esconderlo muy bien.

Bueno, no me importaría si lo encuentran, pero aun así, me estoy esforzando mucho por
hacerles algo especial, así que será mejor si no lo descubren.

—Al final, Hayato-kun decidió el regalo por sí mismo, ¿verdad?

—...Ah, ahora que lo mencionas, tal vez sí. Pero también es gracias a ti, seguramente no lo
habría logrado por mí mismo.

—No hay problema. Me alegra que quieras hacer feliz a mis hijas. Es algo que me hace feliz
como si fuera algo personal, y también... Fue divertido salir contigo, Hayato-kun.

—¿De verdad? Entonces salgamos juntos de nuevo.

—¿En serio? ¡Eso me hace muy feliz!

Esta mujer... Realmente sonríe de manera hermosa.

Desviando la mirada de Sakina, que apoyó sus manos en su pecho con una expresión de
felicidad, rasqué la parte trasera de mi cabeza tratando de disimular mi vergüenza.

115
Una madre se convierte en Maid

Luego regresamos a mi casa para dejar allí las compras, y como ultimo destino, nos
dirigimos de vuelta a la casa de la familia Shinjo.

—¿Hm?

Cuando abrimos la puerta de la casa de la familia Shinjo, encontramos los zapatos de Arisa
y Aina.

Pensábamos que volverían por la tarde, pero parecía que regresaron más temprano de lo
que Sakina y yo pensamos.

—Mamá... Eh, ¿Hayato-kun?

—¿Eh? ¿También Hayato-kun está aquí?

Ambas salieron corriendo de la sala de estar y se acercaron a nosotros.

—¿Estuviste con mamá?

—Sí, fuimos de compras juntos... Ustedes dos regresaron temprano, ¿no?

—Sí, resulta que uno de nuestras amigas olvidó un compromiso, así que terminamos antes
de lo previsto.

Ah, eso explica todo.

Dado que originalmente no teníamos planes de encontrarnos hoy, Arisa y Aina me


tomaron de la mano y me llevaron a la sala de estar.

Nos sentamos los tres juntos en el sofá y en ese momento, ambas agarraron mis brazos.

—¿Y qué compraron?

—Artículos de uso diario.

Creo que en ese momento, mi expresión fue un perfecto rostro de poker.

Mientras sentía las miradas de ambas, simplemente miré hacia adelante y respondí de esa
manera... En ese momento, Sakina-san soltó una pequeña risa.

—Fue una cita de compras entre Hayato-kun y yo. Un hombre me abordó, pero Hayato-
kun vino a rescatarme. fue un momento maravilloso.

—¡¿Eh?!

—¡¿Eh?!

Ambas chicas exclamaron al unísono.

Oh-oh...

La atmósfera parecía volverse un poco fría... Aunque me sorprendió un poco la palabra


"cita", entendí el gesto de ayuda de Sakina.

Ahora solo queda esperar a que llegue su cumpleaños.

116
Una madre se convierte en Maid

Puedo imaginar las caras de felicidad que tendrán, o puedo esperar pacientemente sin
imaginar nada en absoluto... Es una sensación extraña.

Aunque no sea mi cumpleaños, estoy muy emocionado... ¡Súper emocionado!

—Una cita de compras, ¿eh?

—Hayato-kun~

—...Jeje

Pero primero, parece que tengo que calmar un poco la envidia que sienten Arisa y Aina.

117
Un cumpleaños agridulce

CAPÍTULO 5

Es 5 de febrero, finalmente llegó este día.

Hoy es el cumpleaños de Arisa y Aina, por ende, tenía planeado ir a la casa de las Shinjo
esta tarde para celebrarlo.

También tengo libre hoy y mañana, así que también pienso quedarme en su casa para
poder pasar más tiempo juntos.

—...Espero que no hayan sospechado nada.

A medida que se acercaba el día de hoy, me sentía nervioso y parece que incluso mis
amigos cercanos, que no tenían nada que ver con esto, notaron mi cambio, así que no
había forma de que las dos personas que me observan atentamente no se dieran cuenta.

Celebrar el cumpleaños de una chica... Eso realmente me hace sentir extraño.

Sin embargo... Solo he estado pensando en Arisa y Aina recientemente, pero también
tengo en mente a mis dos amigos cercanos que parecen sentirse solos debido a que
tenemos menos tiempo para pasarla juntos.

En algún momento puedo quedarme a dormir en la casa de Souta o Kaito y pasar el rato
juntos para compensar.

Podemos jugar videojuegos toda la noche sin dormir... Aunque eso seguro me dejará
agotado, pero también será una noche llena de risas.

—Bueno, supongo que debería terminar las compras rápidamente.

El punto principal de hoy es la tarde... Así que actualmente estoy saliendo de casa solo
para hacer algunas compras.

Quiero comprar cepillo de dientes, detergentes y sales de baño, ya que se están agotando.
Necesito comprar todos estos artículos de uso diario juntos.

—Ah... Hace frío...

Como era de esperar, febrero todavía hace bastante frío. Me envuelvo un poco más la
bufanda alrededor del cuello para contener el temblor de mi cuerpo... Pero sigue sin ser
suficiente para soportar el frío.

Aunque contengo el temblor, mis dientes chocan entre sí haciendo el típico sonido "click".

118
Un cumpleaños agridulce

La mayoría de los artículos de uso diario se pueden encontrar en un supermercado, por


lo que no era necesario dar vueltas por diferentes tiendas, así que terminé rápidamente
las compras.

Mientras caminaba con las bolsas de compras en mis manos, vi el área de helados.

Comer helado en invierno también tiene su encanto, así que fui directamente hacia el área
y compré helado de menta con chocolate.

—Mmm... ¡Está delicioso!

La frescura que se expande en mi boca, el dulzor del chocolate y el sutil sabor a menta se
entremezclan en una combinación perfecta... Además, esta sensación de frío actúa como
una especie de especia, resaltando aún más la delicia del helado de menta con chocolate.

—¿Hm?

Mientras disfrutaba del helado, recibí un mensaje en mi teléfono móvil.

Al ver quién era el remitente, era Aina... ¿Qué podría ser?

—...¡¿Eh?!

Cuando casualmente vi el mensaje, me sorprendí tanto que casi me atraganté.

—Onii-chan... ¿Estás bien?

—Jovencito, ¿pasa algo?

—A–Ah, sí... Estoy totalmente bien.

La forma en que me sorprendí fue tan asombrosa que incluso una familia que estaba a
punto de comprar helado se preocupó por mí... En realidad, a pesar de que les dije que
estaba bien, el niño pequeño todavía parecía preocupado.

(Lo siento, pequeño... Lo siento, señora... ¡No puedo decirles la razón por la que casi me
atraganté!)

La razón de esto es que junto con el mensaje de Aina, había una foto adjunta que mostraba
a Arisa en medio de cambiarse de ropa.

Su ropa interior negra con un encaje, era visible y, dado que Arisa no estaba mirando hacia
la cámara, supuse que probablemente fue tomada desprevenida.

"¡Mira, mira! ¡Mi hermana lleva algo tan genial puesto! ¡Es sexy!"

Esto es vergonzoso...

Guardé rápidamente el teléfono en el bolsillo y luego miré de nuevo a la familia.

—¡En serio, estoy bien! Lamento haberlos preocupado. — dije mientras me inclinaba con
una sonrisa para asegurarles que todo estaba bien.

119
Un cumpleaños agridulce

El niño y su madre mostraron expresiones de alivio, y me conmovió ver lo amables que


eran con alguien desconocido. Sin embargo, me sentí tan patético que casi me dieron
ganas de llorar.

—...Mejor me voy a casa.

Terminé mi helado por completo y me puse de pie tomando mis bolsas.

Ahora es mediodía... Aprovechando la oportunidad, decidí ir a un restaurante de ramen


para almorzar. Me sumergí en la nostalgia mientras disfrutaba de un tazón de ramen de
soja, ya que hacía un tiempo que no comía.

—¡Gracias por la comida!

Después de hacer las compras y llenar mi estómago, me preparaba para finalmente


regresar a casa... Sin embargo, parece que hoy es el preludio del desafío antes del
cumpleaños de Arisa y Aina. Presencié una escena que no podía ignorar de ninguna
manera.

—¿Saeki…?

Sí, la persona a la que dirigía mi mirada era Saeki.

Pero no estaba sola, lo acompañaba otro chico de complexión robusta... Probablemente


eran de la misma edad, más o menos. Ambos desaparecieron en un callejón, con el chico
tirando del brazo de Saeki.

—Ah... Parece que está en problemas.

Cuando pronuncié esas palabras, mis pies ya se dirigían hacia el callejón.

Aunque había algunas personas que también habían presenciado a Saeki y ese chico,
todos parecían hacer como si no vieran nada, lo cual realmente me irritaba. Pero
¿realmente quiero involucrarme voluntariamente en problemas?

Incluso si hubiera posibilidad de que Saeki aceptara estar con él, claramente estaba
intentando liberarse del agarre del chico, así que esa no es una opción... De acuerdo,
vamos a hacerlo.

Cuando me dispuse a correr hacia donde Saeki estaba, me topé con algo.

Era una tienda de máscaras que llamaría la atención de cualquier niño... Y en ella, había
una máscara de calabaza que obviamente nadie compraría: no era el disfraz que había
comprado anteriormente, sino una simple máscara de goma que se ajustaba con una
correa.

(¿Qué es esto...? Siento una gran presencia.)

La máscara me estaba mirando como si estuviera emitiendo una aura de color morado.

Los diseños alrededor de los ojos y el color eran casi idénticos a la otra máscara... Sin
darme cuenta, ya estaba sosteniendo la máscara entre mis manos y colocando un billete
de mil yenes en el mostrador.

120
Un cumpleaños agridulce

—Aquí tiene su cambio...

—Ah... Lo recogeré más tarde. ¡Tengo prisa!

Quizás no haya ninguna posibilidad de regresar, pero tampoco puedo descartarla por
completo.

Aunque todavía escucho voces llamándome desde atrás, con un sentimiento de disculpa
en mi corazón, me acerqué a Saeki... Y rápidamente comprendí por qué Saeki había sido
llevado a este lugar.

—Oye, Saeki, te lo ruego. ¡En serio, me gustas mucho!

—¡Ya te dije que no tengo esa intención contigo! ¡Eres persistente incluso en la escuela, y
hoy simplemente nos encontramos de casualidad y me trajiste a este lugar!

...Ah, ya veo, ahora entiendo.

Aunque el intercambio fue breve, probablemente ese chico es compañero de clase de


Saeki en la misma escuela...

(¿Qué está sucediendo...? Parece que siempre me involucro en este tipo de situaciones. Mi
oponente suele ser persistente con sus víctimas...)

Lo mismo ocurrió con la escena de confesión de Arisa y en el incidente en el pasillo de la


escuela con Aina. Aunque cuando ellas se negaban, los chicos solían mantener su
distancia.

Pero en comparación con ellos, parece que ese chico es bastante persistente, ya que no
quitó la mano de Saeki de su hombro en absoluto... Además, pareciera que ni siquiera
presta atención a sus palabras.

Bueno, dejaré de pensar en eso por ahora... A pesar de que es mi ex-novia, no quiero hacer
de vista gorda y aparentar como si nada ocurriera.

Y así, me puse la máscara de calabaza en la cara.

En ese momento, parecía como si mi conciencia cambiara por completo... Era como la
misma sensación que tuve cuando fui a la casa de la familia Shinjo durante el robo.

—Es suficiente.

—¿Eh...?

—¿Quién demonios eres tú...?

Cuando hablé, ambos se estremecieron... Especialmente el chico.

Saeki me miraba con los ojos bien abiertos, pero sin duda el chico también debía estar
pensando qué tipo de persona extraña era yo.

—He estado escuchando la conversación desde el principio. ¿No crees que sería mejor que
te detuvieras cuando la otra persona claramente no está interesada y no quieres ser aún

121
Un cumpleaños agridulce

más desagradable para ella? ¿No te das cuenta de que estás arruinando las posibilidades
futuras, incluso puede que no te des cuenta?

—¡No te metas en esto, entrometido!

El chico gritó con tal fuerza que incluso escupió saliva.

Es cierto... Posiblemente no tenga el derecho de entrometerme como un forastero en esta


conversación... Pero esto es algo que estoy haciendo porque quiero hacerlo.

Antiguos conocidos... Ex-novias del pasado... Aunque nuestra relación fuera superficial y
terminara rápidamente, ¡no quiero actuar como si no viera nada!

—Si te importa esta chica, ¿cómo puedes hacer algo que ella claramente no quiere? ¿Cómo
puedes ser tan egoísta?

Después de decir eso, él soltó a Saeki y se enfocó completamente en mí.

Sería mejor que Saeki escapara de aquí lo más rápido posible, pero ella permanecía atónita
y no intentaba moverse del lugar, simplemente nos observaba a mí y al chico... Es
frustrante, pero es comprensible que su cuerpo no pueda moverse repentinamente en
esta situación.

—¡Cállate... Te voy a golpear, maldito!

Diciendo eso, el chico se acercaba a mí levantando su puño.

Sentía una sensación desagradable de que esto definitivamente terminaría en una pelea,
pero de alguna manera, debido a la máscara que llevaba puesta, mi mente estaba
increíblemente calmada.

Dado su impresionante físico, parecía tener confianza en su habilidad para pelear.

—...Haa, qué molestia.

Cuando suspiré suavemente, tal vez pensando que lo estaba menospreciando, me miró
con una mirada feroz... Y rápidamente avanzó hacia mí.

—¡Ten cuidado!

En medio de los gritos de Saeki, de alguna manera mi mente estaba sorprendentemente


tranquila mientras tomaba un tubo de hierro que estaba cerca.

Para evitar malentendidos, déjame aclarar que no tenía la intención de golpearlo con ella,
ni de hacerle daño de ninguna manera... Era simplemente una forma de intimidación para
debilitar su impulso.

—¡Aaaaah!

Recordando los sentimientos que solía tener cuando practicaba kendo, presioné el
extremo del tubo de hierro justo en frente de su nariz mientras pronunciaba en voz alta.

—...

122
Un cumpleaños agridulce

Al parecer, se asustó mucho con esto, ya que instantáneamente perdió el impulso y se


quedó inmóvil.

Bajé el tubo de hierro y me acerqué lentamente. Mientras lo hacía, él me miraba como si


hubiera visto algo aterrador y se apresuró a correr lejos.

—...¿Realmente es necesario que me observara con esos ojos como si estuvieras viendo a
un monstruo?

Bueno, por ahora, parece que el asunto está resuelto. Suspiré suavemente y, como si fuera
algo planeado, el vendedor que me vendió la máscara apareció corriendo.

—Sir, you need to get your change! It's not right to keep something that's yours.

—Ah, uh... sí. Lo siento mucho.

Y así fue como esta tensa situación terminó.

Por lo visto, el dependiente de la tienda le preguntó a varias personas si me habían visto y


me siguió hasta aquí. Me siento realmente culpable por eso, así que inmediatamente bajé
la cabeza y me disculpé.

Hoy parece que he estado disculpándome con mucha gente... Pero al menos, el hombre de
la tienda no parecía enojado en absoluto.

No obstante, el dependiente de la tienda se fue diciendo: '¡Estuviste genial, cliente!'.


Supongo que me estaba observando hasta el final... Bueno, en este momento no es
importante.

Después de que el chico se fue, solo quedamos Saeki y yo... Justo cuando estaba a punto
de llamarla, ella habló primero.

—...Tu voz me suena familiar… Domoto-kun, ¿eres tú?

—¡Ah, sí!

A diferencia del incidente de la familia Shinjo, ella y yo sí habíamos hablado con


anterioridad, así que era natural que ella reconociera mi voz.

Cuando me quité la máscara, Saeki abrió los ojos sorprendida, pero rápidamente continuó
hablando.

—Así que eras realmente Domoto-kun... Gracias de verdad por ayudarme.

—No hay problema, en realidad. Solo te vi por casualidad... Uh, ¿qué pasa con ese chico?

—Bueno... Es un compañero de clase en la misma escuela. En un momento fuimos


cercanos, pero luego se volvió así...

—...¿Un acosador?

—No creo que sea tan extremo. Pero hoy nos encontramos por casualidad y me trajo aquí.
.. Nunca había pasado por algo así antes, así que me puse un poco nerviosa.

123
Un cumpleaños agridulce
Luego le pregunté más detalles al respecto. Resultó que el período en el que fueron un
poco cercanos significaba que tenían más conversaciones de lo habitual, pero no había
sentimientos especiales involucrados. Era una relación común entre compañeros de
clase, nada fuera de lo común.

—...Bueno, creo que también tuve la culpa. Si hubiera sido más firme y claro desde el
principio, él podría haberse rendido.

—Bueno, eso fue un poco exagerado... Pero me alegra ver que no pareces asustada por lo
que sucedió.

—¿Qué pasa? Estás suspirando de alivio.

—No es nada... Me preocupé porque fuiste llevada aquí contra tu voluntad. Pensé que
podrías haber sufrido alguna herida emocional o algo así.

Cuando le expliqué la razón de mi alivio, Saeki sonrió.

Aunque su apariencia es un poco más llamativa que la de Aina, es posible que haya chicos
que se sientan cautivados por su sonrisa discreta.

—En ese aspecto, no te preocupes. Más bien, me hace sentir como si me dieran una
revelación para que a la próxima sea más firme y contundente con mis respuestas.

—Ya veo. En ese caso, estoy más tranquilo ahora.

—...Gracias, Domoto-kun. ¿Realmente te preocupaste por mí?

—Es obvio, ¿no?

Intercambiamos esas palabras y ambos nos reímos sin previo aviso.

Estábamos cansados de estar en un lugar tan deprimente, así que salimos juntos de un
callejón hacia la calle.

—...uf.

—Espera un momento.

Al ver a Saeki suspirar, me apresuré hacia una máquina expendedora y compré té caliente.

—Aquí tienes.

—Oh, gracias.

Le entregué el té a Saeki y ella lo rodó en la palma de su mano para calentarse.

Mientras bebía mi propio té que había comprado, calentaba mi cuerpo enfriado... Es


curioso, pero es la primera vez en mucho tiempo que estoy a solas con ella.

—...Es la primera vez que estamos así desde la escuela secundaria.

—Sí... estaba pensando lo mismo.

—Hehe, ya veo.

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Un cumpleaños agridulce
En ese momento, ella señaló naturalmente la bolsa de compras que llevaba y la máscara
de calabaza guardada dentro de ella, y expresó su pregunta obvia.

—Estaba de compras en el camino... Pero, ¿por qué una máscara de calabaza? Estaba feliz
de que vinieras a ayudar, pero al principio estaba bastante confundida.

—...Ah.

Preferiría que no me hiciera esa pregunta al respecto, al menos por ahora.

Al ver que me quedaba en silencio, Saeki entendió y dejó de preguntar sobre la máscara.
En cambio, me hizo esta pregunta.

—Domoto-kun, ¿por casualidad tienes novia o algo así?

—...¿Eh? ¿Por qué de repente haces esa pregunta...?

—No sé por qué... Realmente no lo sé. Pero cuando me protegiste, sentí que tus ojos
estaban mirando a alguien más. Tenían una gran bondad y compasión.

—..........

Bueno, no puedo negar que cuando ayudé a Saeki, estaba pensando en Arisa, Aina y
Sakina.

Después de pensar por un momento, asentí.

—...Bueno, recordé un evento similar por el que pasé. Llevaba puesto una cabeza de
calabaza y no una máscara.

—Uh... No entiendo la conexión.

—Jaja, supongo que es comprensible.

La situación en ese momento no fue nada divertida, pero si resumo lo que sucedió en
pocas palabras, podría ser algo así... Bueno, no me siento bien al recordarlo, así que no
entraré en detalles.

Después de aclarar mi garganta, respondí a su pregunta anterior.

—Sí, tengo novia.

—Oh, entiendo.

—Sí. Es realmente una persona maravillosa... Nunca imaginé que me enamoraría tanto de
alguien... Ahora, todos los días son increíblemente divertidos para mí.

Al decir eso, lo que se me viene a la mente son, por supuesto, las sonrisas de Arisa y Aina.

Por supuesto, no sólo sus sonrisas, sino también las expresiones tímidas y avergonzadas,
las miradas amables que me dirigen... Y, sobre todo, incluso las expresiones provocativas
y sensuales que me hacen latir el corazón.

—Veo que has encontrado a alguien, Domoto-kun. Alguien que te haga feliz y te acompañe
de todo corazón.

125
Un cumpleaños agridulce
—Sí... Eso es correcto. Solo puedo estar agradecido por este encuentro fortuito.

—Jajaja, estás completamente enamorado. — respondió Saeki riendo.

—Uno simplemente no puede evitar enamorarse así. Es una chica maravillosa. Solo déjame
decirte que si me pidieras que hable sobre Arisa y Aina, no podría contarte todo en medio
día.

Mientras hablábamos, Saeki terminó su té y se levantó con una sonrisa en su rostro.

—Realmente creo que es maravilloso. Después de ser salvada esta vez y escuchar a
Domoto-kun hablar sobre la persona que ama, me pareció realmente maravilloso.

—Supongo que no te arrepientes por lo que sucedió entre nosotros, ¿verdad?

—¡Ah! ¿Así es como lo dices? No te preocupes, ¡encontraré a alguien aún más maravilloso
que tú!

—...Jajaja.

—...Hehehe.

Ah... Esto me recuerda a cuando nos volvimos amigos, antes de siquiera considerar tener
una relación... Por lo visto, Saeki siente lo mismo, ya que su sonrisa nunca desaparece, al
igual que la mía.

—Algún día me gustaría conocer a la novia de Domoto-kun... ¡Si tienes la oportunidad, por
favor preséntamela!

—...Claro, lo haré.

Aunque acepté hacerlo, siento que ese momento nunca llegará... Nuestra relación, tanto
la de Arisa y Aina como la mía, no es algo normal y no puedo compartirlo con Saeki... Es
un poco decepcionante, pero así es.

—Bueno, parece que ya es hora. Yo...

—¡Oye, espera!

En ese momento, Saeki resbaló habilidosamente en un lugar vacío.

Instintivamente, me moví y sostuve a la muy probablemente a punto de caer.

Aunque al principio me daba vergüenza incluso tomar su mano cuando empezábamos a


salir, ahora mi preocupación por su seguridad viene primero, ya que no hay sentimientos
especiales.

—¿Estás bien?

—S–Sí... Lo siento, Domoto-kun. Soy un poco torpe.

—No te preocupes. Mi abuela también solía ser así.

—Oye, ¿acaso estás insinuando que me parezco a una abuela? — respondió Saeki con una
mirada aterradora.

126
Un cumpleaños agridulce

—...No, no exactamente.

—Muy bien.

Um, Saeki-san… ¿No habría sido mejor solucionarlo todo si hubieras dirigido esa mirada
intimidante hacia el tipo de antes?

Verla con esa expresión fue realmente aterrador... En cualquier caso, estoy contento de
que no te hayas lastimado. Me alejé de Saeki después de transmitirle eso.

—Oye, ¿puedo pedirte algo?

—¿Sí?

Saeki comenzó a tocar mi brazo y solté un pequeño grito de sorpresa.

—Oh, tienes algo de músculos ahora. Definitivamente eres diferente a cuando estábamos
en la secundaria.

—Sí, es porque he estado haciendo ejercicio últimamente. Es el deseo de proteger a mi


novia.

—Wow, realmente la amas mucho.

—Sí, mejor no hablemos mucho de eso, creo que podría pasar todo el día hablando de ella.

—Eso ya es demasiado. — respondió Saeki entre risas.

Luego de eso, me despedí rápidamente de ella.

Mencionó que estaba en medio de hacer compras para su madre y se fue rápidamente,
agitando la mano mientras se alejaba.

—...Supongo que no fue tan malo después de todo.

Antes, ella era mi ex-novia y una antigua amiga... Honestamente, pensé que la situación
sería más incómoda.

Pero resulta que no era así en absoluto. Tanto ella como yo hemos aceptado el presente y
seguimos adelante con nuestras nuevas vidas... Y sobre todo, ella me dijo esto al
despedirse:

—Por cierto, ¿recuerdas cuando dije que no estábamos divirtiéndonos la última vez que
nos vimos? No quise decir que estar contigo era aburrido. Para mí, el tiempo que pasé
contigo fue divertido.

Con esas palabras dejándolas en el aire, ella se fue.

En cierto sentido, me preocupaba que el chico involucrado en este incidente fuera de la


misma escuela, pero parece que no debería preocuparme demasiado, ya que se dice que,
a pesar de su apariencia, es alguien miedoso.

Aun así, me dijo que estuviera en alerta máxima y que no me preocupara.

127
Un cumpleaños agridulce
—...Bueno, no queda más que dejarlo en sus manos. Pero Sorprendentemente, Saeki
también es fuerte y parece que las cosas se resolverán de alguna manera.

Supongo que es hora de dejar mis cosas en casa y dirigirme a la casa de las Shinjo.

***
[Perspectiva de Arisa]

Fue una escena que presencié por casualidad.

Hayato-kun… Estaba hablando animadamente con una chica desconocida.

¿Quién es ella? Si fuera alguien de nuestra misma escuela, al menos habría reconocido su
rostro hasta cierto punto, pero no tenía ningún recuerdo de ella, así que probablemente...
No sea alguien de la misma escuela.

—¿Hermana mayor? ¿Qué pasa... con...?

Aina, que estaba a mi lado, también se quedó paralizada al dirigir sus ojos hacia donde se
posaban los míos.

—...Oye, Hayato-kun, ¿quién es esa chica?

Parece que ella tampoco esperaba ver algo como eso, así que definitivamente no es un
sueño.

Hoy es nuestro cumpleaños, tanto el mío como el de Aina... Le dije a Hayato-kun que solo
estaría feliz si él nos felicitaba, pero parece que él ha preparado un regalo para nosotras.

No quiero que se esfuerce demasiado... Eso es lo que pienso, pero no puedo evitar tener
expectativas por el regalo de la persona que amo. Aina y yo estábamos esperando
ansiosamente este día.

—¿Quién es ella?

—¿Quién es ella?

Ambas murmuramos dichas palabras en voz baja.

Aina ni yo podemos apartar la vista de ese único punto... Sin darse cuenta de nosotras,
Hayato-kun estaba hablando con ella teniendo una gran sonrisa en su rostro, la misma
sonrisa que siempre nos dedicaba exclusivamente a nosotras, ahora se la mostraba a otra
chica.

—......

No... No hay ninguna razón para tener miedo ante esta situación y no hay ninguna razón
para dudar de Hayato-kun.

128
Un cumpleaños agridulce

129
Un cumpleaños agridulce

Sé que Hayato-kun nos considera a mi hermana y a mí como su prioridad, y también


siento su amor en carne propia... De hecho, he visto varias veces cómo habla con otras
chicas en la escuela... Aún así, verlo sonreír sinceramente de esa manera, aparte de
nosotras, me molestaba.

—Oye, ¿qué crees que están haciendo?

—No lo sé...

Solo estaban teniendo una conversación amistosa... pero la chica resbaló y perdió el
equilibrio.

Aunque Hayato-kun se apresuró a sostenerla firmemente, sucedió algo extraño. la chica


que resbaló terminó tocando el brazo de Hayato-kun de manera pegajosa... Hayato-kun
no rechazó eso y lo permitió.

—No puede ser que esté engañándonos, ¿verdad?

—Por supuesto que no. Seguramente es solo alguien conocido.

Engañar... Sé con certeza que eso es algo completamente improbable... Lo sé.

Pero... No puedo evitar completamente este sentimiento de celos que albergo en mi


pecho... Solo Aina y yo deberíamos estar junto a Hayato-kun... ¡Somos las únicas
especiales para Hayato-kun!

—Ah, ella se fue...

La chica con la que Hayato-kun estaba hablando se fue con una sonrisa.

Hayato-kun también le devuelve el gesto con la mano y camina sosteniendo bolsas de


compras en sus dos manos... Esa dirección es donde nosotras, y probablemente la casa de
Hayato-kun, así que supongo que se está yendo a casa.

—¿Irá a nuestra casa después de eso?

—Probablemente. Ya hemos terminado de hacer compras, así que deberíamos regresar


pronto.

Para cuando Hayato-kun llegue, decidimos volver juntas con Aina.

Durante ese trayecto, nuestras conversaciones fueron escasas... Normalmente, Aina


proporciona tantos temas de conversación que puede ser molesta, pero en este momento
Aina parecía diferente... No en el sentido de ser alguien completamente distinto, pero
estaba tranquila.

Después de un tiempo, finalmente Aina abrió la boca.

—...Hermana mayor.

—¿Qué pasa?

Probablemente, nuestros pensamientos y sentimientos que tenemos en el corazón son los


mismos, así que le pregunté de vuelta con la voz más amable posible.

130
Un cumpleaños agridulce

—No siento ninguna inseguridad, sabes. Hayato-kun no se alejará y nunca nos traicionará.
.. Por supuesto, también es lo mismo en sentido contrario... Pero, sin embargo, aún queda
una sensación incómoda en mi corazón.

—.........

Mientras se presionaba el pecho, Aina compartió sus pensamientos como si estuviera


confundida por esta nueva emoción.

Para ser honesta, yo también estoy un poco confundida, o más bien... Ah, así es como se
siente el celos, me di cuenta claramente.

Cuando Aina hizo travesuras o se disfrazó para impresionar a Hayato-kun y eclipsarme...


En esos momentos también sentí celos, pero por supuesto, fue mucho más fácil
controlarlos porque era Aina.

Así que, esto es lo que significa sentir celos... Esto es lo que siento en lo más profundo de
mi corazón.

—Oye, Aina, así es como se sienten los celos, ¿verdad?

—...Eso creo. Los celos que siento ahora son diferentes a los que sentí por ti, hermana
mayor… ¡Esto es realmente educativo!

Oh, parece que es más común de lo que pensaba, me siento aliviada.

Después de eso, Aina volvió a su actitud habitual... Pero aún así, la imagen anterior no
desaparecía de nuestras mentes.

¿Quién es esa chica…? ¿Y cuál es su relación con Hayato-kun...?

—Bueno, Hayato-kun es una persona maravillosa. Además de nosotras... aunque no me


gusta lo que vi.

—Yo también lo odio... Pero aún así, sigo sintiendo esa sensación incómoda.

Al final, seguimos sintiéndonos incómodas hasta que llegamos a casa.

Aunque sabía en mi cabeza que no había necesidad de preocuparse, esas preocupaciones


se deslizaban como si se colaran por las pequeñas grietas de mi corazón.

¿Ella es mejor que yo...?

¿Ella logra satisfacerlo más que yo...?

¿Ella... Es más útil para él que yo...?

Aunque lo repito una y otra vez, no había forma de evitar que esas preocupaciones me
consumieran.

***

131
Un cumpleaños agridulce

—¡Feliz cumpleañoooooooooooos!!

—¡Feliz cumpleaños a ambas♪

Entre aplausos y alegría, Sakina y yo felicitamos a Arisa y Aina.

Bien, llegamos al momento de celebrar el cumpleaños de los dos, es decir, el momento en


que alcanzaron la misma edad que yo, dieciséis años.

(...Aunque mi sentido del tiempo estaba alterado, tener este aspecto a los dieciséis años... Es
increíble, ¿verdad?)

Mi mirada se centró en los escotes de Arisa y Aina mientras ellos observaban emocionados
el pastel.

—¡Se ve delicioso…!

—¡Oigan, vamos a comer rápido!

Esas dos chicas no parecían darse cuenta de mi mirada y están completamente absortas
en el lujoso pastel que Sakina ha traído.

—...Realmente se ve delicioso.

—Hehe. También lo compraré cuando sea el tuyo, Hayato-kun.

—¿En serio?

¡Oh, eso es realmente emocionante!

Luego de eso, disfrutamos del pastel que Sakina había cortado para nosotros. No
obstante, podía sentir los ojos de Arisa y Aina de soslayo mirándome.

¿Qué les pasa? De hecho, desde que llegué aquí hoy, han estado mirándome de esta
manera bastante peculiar.

Ante mi curiosidad, les pregunté lo que les ocurría, pero no hubo suerte alguna, ambas
solo respondieron con sonrisas y dijeron que no era nada... ¿Hice algo malo?

—Nom... está delicioso~

De todos modos, por ahora, voy a disponerme a disfrutar este pastel.

La crema batida y la masa son deliciosas, pero sobre todo, las fresas que se aferran en la
cima del pastel son increíblemente deliciosas.

—¿Está rico?

—¡Sí!

Sakina sonríe mientras se ríe suavemente, claramente contenta por mi respuesta.

—Este pastel es realmente delicioso.

—Sí, sí. No solo es dulce, ¡estas fresas son las mejores!

132
Un cumpleaños agridulce
No solo yo, sino también Arisa y Aina parecen estar completamente satisfechas con este
pastel.

Mientras iba comiendo el pastel a bocados, simulaba mentalmente cómo sería el siguiente
desarrollo... Que por supuesto, sería el momento de dar los regalos.

(Debería darlos de manera normal, ¿verdad...? ¿Realmente estarán contentas con ellos? ¿No
pensarán en secreto que no los necesitan o algo así...?)

Seguramente eso no sucederá, pero aún así, esos pensamientos inciertos cruzan mi
mente.

Aunque tenía dicha preocupación, el momento se acercaba cada vez más... Y finalmente
llegó el momento de entregar los regalos que había preparado.

—Estaré aquí observando. Buena suerte, Hayato-kun.

—...Gracias.

Empujado por Sakina con un fuerte golpe en la espalda, me acerqué a las dos sosteniendo
una bolsa de papel.

Aunque hay cosas que me intrigan, como qué significaban esas miradas que me dirigieron
cuando llegué aquí, o cuál era la razón detrás de las miradas furtivas que he estado
notando, para mí, este momento es crucial.

—...Una vez más, ¡feliz cumpleaños a ambas!

—¡Gracias Hayato-kun♪

—¡Gracias~ Hayato-kun♪

Es algo común quedarme embobado mirando las sonrisas de las dos, pero extendí las dos
bolsas de papel que ocultaba en mi espalda.

—Aunque me dijeron que no me preocupara por los regalos, no pude evitar prepararlos...
Así que, por favor, acepten esto.

Las dos miraron las bolsas de papel que les extendía y luego me miraron sonriendo
ligeramente.

—...Sabíamos que habías preparado regalos. Pero cuando finalmente tenemos los regalos
frente a nosotras... Realmente nos hace muy felices.

—Sí♪ Oye, ¿podemos abrirlos?

—¡Claro!

...Ahora mismo, tal vez esté experimentando la mayor tensión de mi vida.

No, tal vez eso es demasiado exagerado... Comparado con cuando les confesé, esto
debería ser más fácil... ¡Eso quiero creer!

Pero mi nerviosismo es tan intenso que siento que voy a perder la sensibilidad en mis
piernas.

133
Un cumpleaños agridulce

—Esto es... ¿Un peluche?

—También hay un lazo... Oh, ¡el color!

Al ver esas reacciones de felicidad, me alivié mucho de que no se hayan sentido


decepcionadas en absoluto.

Mientras las veo abrazando los peluches y los lazos con cuidado, me doy cuenta de que
valió la pena haberlos comprado y de que no era necesario preocuparme por si les
gustarían o no.

—¡Gracias, Hayato-kun!

—¡Gracias, Hayato-kun!

...Sí, definitivamente. Solo con ver esas sonrisas, puedo decir que sería feliz incluso si
muriera en este momento.

—...Creo que ya no me importa si muero ahora mismo. — murmuré para mí mismo.

—No, ¡no puedes decir eso!

—¡Tienes prohibido hacer eso!

Ellas me sujetan de los hombros y me sacuden suavemente para hacer que me detenga,
habiendo detenido mi aparente ascenso hacia el cielo.

—Hehe, qué tierna es la juventud.

Mientras las miro con una sonrisa, también recibo la mirada afectuosa de Sakina.

—No voy a ir a ninguna parte y dejarte a las dos solas, eso es seguro. Aunque, reconozco
que elegí las palabras equivocadas antes.

—Ay, Hayato-kun...

—No podríamos vivir si tú, Hayato-kun, no estuvieras aquí con nosotras.

Por un momento pensé que mis palabras eran exageradas, pero las palabras de Aina me
transmitieron una certeza abrumadora, y la expresión de Arisa a mi lado era
increíblemente seria.

Después de aclarar mi garganta, los miré fijamente a las dos.

—Saben, nunca antes había preparado este tipo de regalos. Por eso estaba inseguro de
como ustedes lo recibirian, pero al ver sus reacciones… Me siento extremadamente
aliviado.

—Hayato-kun...♪

—Hehehe, estoy realmente feliz♪

Viendo a ambas sonriendo frente a mí, las encuentro tan adorables que abro los brazos y
las abrazo fuertemente.

134
Un cumpleaños agridulce

Como tienen los regalos que les di en sus brazos, no puedo rodear sus espaldas, pero en
cambio, parecen decirme sin palabras que no quieren separarse de mí por un tiempo.

(...¿Quizás solo fue una ilusión mía?)

El significado de esas miradas de antes... Mmm, considerando todo, tal vez esté bien...
Pero me aseguraré de tenerlo en cuenta.

Después de apartarse de mí, las dos miraron fijamente los regalos una vez más.

Mientras las observo, Sakina se acerca a ellas con una bolsa de papel en la mano.

—Este es mi regalo para ustedes. Este año, me enfoqué en un regalo para una mujer
adulta.

—...Vaya.

Un regalo para una mujer adulta... Por alguna razón, me hizo preguntarme qué podría ser
eso y por qué me intrigó más a mí que a ellas.

Sin embargo, parece que Arisa y Aina se dieron cuenta de algo e inmediatamente sacaron
algo de adentro... Y cuando vi lo que era, desvié rápidamente la mirada.

—¡¿Qué...?!

Es porque lo que sacaron era ropa interior.

Aunque admito que no sé mucho sobre ropa interior femenina, he oído que puede ser
bastante cara... Solo lo vi por un instante, pero pude determinar vagamente que parecía
costoso.

—Gracias, mamá.

—Jajaja, ¡es ropa interior para ganar!

¡¿Ropa interior para ganar?!

Eché un vistazo rápido a ellas sosteniendo la ropa interior... Arisa tenía prendas de color
rojo y Aina de morado... La combinación de colores parecía bastante... No, bastante
sorprendente.

Parado frente a las dos que habían estado sosteniendo los regalos que Sakina y yo les
dimos, les entregué una vez más mis palabras de felicitación.

—Felicidades, Arisa, Aina.

—Arisa, Aina, espero que disfruten este día.

Ambas sonrieron y mostraron su hermosa sonrisa que tanto me gusta.

—Sí, ¡gracias!

—¡Sí! ¡Gracias!

135
Un cumpleaños agridulce
Mientras pensaba que podría morir de nuevo, ambas chicas fueron a su habitación a
estrenar sus regalos… Tal vez no pueda salir vivo de ello.

—Sakina-san.

—Sí, ¿qué ocurre?

Probablemente Sakina no puede anticipar lo que sucederá a continuación. Como prueba,


cuando me ve sosteniendo la última bolsa de papel que queda, ella abre mucho los ojos.

—En realidad, también tenía algo preparado para ti, Sakina-san. No es por tu cumpleaños
ni nada de eso, pero quería agradecerte por todo lo que haces por mí.

—¿...Para mí también?

—Sí.

El peluche que le di es un zorro.

Como regalo para una mujer adulta, puede ser un poco extraño, pero me inspiré en el
hecho de que me lo dieron en el pasado.

Ella miró fijamente el peluche y, al igual que Arisa y Aina, lo abrazó con cariño junto a su
pecho y sonrió.

—...Muchas gracias, Hayato-kun. Estoy muy... Muy feliz.

Al igual que con Arisa y Aina, la sonrisa de Sakina-san se grabó fuertemente en uno de mis
recuerdos.

Después de eso, mientras disfrutábamos de la felicidad de la celebración, el tiempo pasó...


Y una vez que se decidió que dormiríamos en la habitación de Arisa, tanto ella como Aina
me acorralaron.

—Chicas... Ustedes…

—... ¿Qué dices?

—...¿Nos quedarán bien?

Inmediatamente, ambas estaban mostrando la ropa interior que su madre les regaló.

Gracias al sistema de calefacción, el frío no tenía cabida en la habitación, pero aún así, la
temporada de invierno hizo que cualquier comentario sobre ponerse ropa quedara
silenciado por la atmósfera que ambas irradiaban.

(¿Cómo es que llegamos a esto...?)

Al principio estábamos teniendo una conversación normal hace apenas un momento.

Y de repente, como si lo hubieran planeado, empezaron a quitarse la ropa y se acercaron


a mí vestidas solo con su ropa interior.

Aunque intenté retroceder para escapar de ellas que se acercaban gateando, ellas
continuaban acercándose lentamente... Y finalmente, me vi acorralado contra la pared.

136
Un cumpleaños agridulce
—¡¿Hueeh?!

—Hayato-kun.

—No huyas.

Sus rostros se acercan lentamente al mío y me susurran al oído.

El sonido ligeramente más oscuro de sus voces y el aliento que soplan en mi oído me
producen escalofríos en la espalda y una sensación escalofriante me envuelve.

Todo pasó muy rápido, ya que antes de darme cuenta, sus cuerpos apretaban suavemente
el mío.

Cuando pensaron en ello, sus cuerpos ya estaban suavemente apretados.

Hace calor... Hace calor en la habitación… Y en nuestros cuerpos... No debería ser tanto el
cambio de temperatura, pero tengo tanto calor que casi me desmayo.

—Hayato-kun, ¿hay algo que quieras que haga?

—Hayato-kun, tócame más…

De nuevo me susurraron al oído y simultáneamente me tomaron ambas manos y me las


llevaron a sus grandes pechos.

No sólo la suave textura de la ropa interior, sino también la sensación de sus pechos me
daban la sensación de mis manos hundiéndose en ella destrozaba por completo todo mi
sentido de la razón.

Pero en vez de dejarme llevar, me esforcé por mantener la compostura y dirigirme a ellas.

—...Chicas, ¿pasó algo..? Po… ¿Por qué actúan así…?

Mi pregunta es debido a que noté miradas extrañas en sus ojos y algo apremiante en ellas
que pronuncié esas palabras.

A pesar de que ambas parecían sorprendidas por mi pregunta, nunca se separaron de mí...
Y, sin saber si debería estar feliz o preocupado por ello, mis manos continuaron tocando
sus pechos.

—...Siempre te preocupas por nosotras, Hayato-kun.

—... Sí. Tal vez estábamos más desesperadas de lo que pensábamos.

—Entonces... ¿Arisa? ¿Aina?

Finalmente, las dos se apartaron de mí.

Aunque dije que se apartaron, seguían lo suficientemente cerca como para que pudiera
alcanzarlas con un poco de esfuerzo. Estaban sentadas allí, vistiendo solo su ropa interior.

—Volviendo a preguntar... ¿Qué tal nos vemos?

—Sí, ¿nos queda bien?

137
Un cumpleaños agridulce
Era una pregunta muy diferente a preguntar si les quedaba bien una ropa casual normal...
Pero al menos no podía quedarme sin responder aquí. Tenía esa sensación de alguna
manera.

—Les queda… Realmente bien. Se ven muy sexys y lindas… Siento que están desplegando
todo su encanto sin reservas... Aunque es algo que ya suelo pensar de ustedes a diario.

A pesar de que verbalice algo que suelo pensar a diario. Parecía ser la respuesta correcta
en este momento, ya que ambas sonrieron con las caras sonrojadas y una sonrisa
desbordante.

—¡Bien hecho, hermana!

—Debemos dar las gracias a mamá por esto.

Simplemente al verlas riendo juntas, ya me sentía feliz.

—Pero, realmente me gustaría que se pusieran ropa... ¿Qué les parece, chicas?

—¿Qué tal si tú nos vistes?

—Sí, eso también sería una buena idea.

A pesar de que dije esas palabras, aún tenia la necesidad de seguir viéndolas de esa
manera un poco más.

Pero si continúan estando frente a mí en ropa interior, podría haber algunas


complicaciones... De hecho, ya estaba empezando a sentirlo en mi entrepierna.

—...Oye, Hayato-kun.

—¿Sí?

—...¿Qué hiciste el día de hoy?

—¿El día de hoy?

Cuando se trata de lo que hice durante el día, fue simplemente ir a comprar algunas cosas
de uso diario... Y luego me encontré con Saeki.

Hubo un pequeño conflicto allí, pero, ¿realmente debería decirles que me encontré con
mi ex-novia? No tengo nada que ocultar ya que no hubo nada sospechoso, pero supongo
que no es necesario mencionarlo.

—Solo fui de compras. Necesitaba algunas cosas de uso diario.

—¿Solo eso?

—Así es.

—.......

—¿Pasa algo?

—No es nada.

138
Un cumpleaños agridulce

—No es nada~♪

Por un momento... Sentí que el ambiente se volvía tenso, pero también fue cierto que en
un instante dejó de importarme por completo.

Y así, este día llegó a su fin. Sin duda, este día se convirtió en un valioso recuerdo para mí...
Sin importar cuántos años pasen, espero poder celebrar el cumpleaños de ellas.

—Hayato-kun, ¿puedo estar a tu lado para siempre? ¿Puedo desearte siempre ser útil para
ti?

—Hayato-kun, ¿también puedo estar a tu lado para siempre? No te irás a algún lugar,
¿verdad? Eso nunca sucederá, ¿verdad?

—Por supuesto, ¿no es obvio? Siempre estaré con las dos. Eso es lo que prometí.

En cuanto dije esas palabras, ambas volvieron a sonreír.

Después de apagar las luces y acostarnos, no pude verlo en la oscuridad... Pero aquellas
miradas furtivas que ambas me lanzaron durante toda la tarde, las volví a sentir.

139
Celos e inseguridades

CAPÍTULO 6

—...Haa.

En la tranquilidad de su habitación, Arisa suspira.

Aunque se encuentra sin duda en medio de la felicidad últimamente... Lo que la incomoda


es precisamente Hayato.

—...Hayato-kun.

Murmura su nombre en voz baja.

Si él estuviera cerca, seguramente le preguntaría qué pasa y solo con eso sería suficiente
para tranquilizar a Arisa. Además, Hayato la abrazaría fuerte, dándole seguridad.

Solo con imaginar eso, incluso si él no está cerca, Arisa puede sonreír de forma natural.

Sin embargo, ella suspira de nuevo... En su mente resurge la imagen de esa chica que
estaba junto a Hayato. Y el hecho de que le respondiera evasivamente para ocultar algo.

—...Haa.

Se dice que cada vez que se suspira, la felicidad se escapa... Arisa comprende muy bien
esto, pero no puede evitar suspirar una y otra vez.

Cuando sin darse cuenta estaba a punto de suspirar una vez más, Aina entró a la
habitación.

—¿Aina?

—Vengo a molestarte un poco, hermanita mayor.

Aina, quien entró a la habitación, se sentó suavemente junto a Arisa en la cama.

Arisa no dijo nada en particular y aceptó a Aina, mientras que Aina no hablaba con ella ni
le preguntaba nada. Ambas simplemente se quedaron mirando al vacío mientras el tiempo
pasaba.

Después de un rato, Aina, quien no podía soportarlo más, se sintió frustrada.

—¡Ugaahhh! ¡Hermana!

—¡Oye, espera!

140
Celos e inseguridades

Aina se abalanzó sobre Arisa de repente.

Arisa fue derribada por la fuerza de su embestida, pero en lugar de quejarse, la dejó hacer
lo que quisiera... Incluso llegó a soltar un suspiro de alivio mientras acariciaba su cabeza.

—...Hermana.

—¿Qué sucede?

Con una sonrisa, Arisa mira a Aina como si dijera "cuéntame cualquier cosa", y Aina se
superpone a ella, poniendo su barbilla sobre el pecho de Arisa y abriendo la boca.

—...Es sobre Hayato-kun.

—...Ah~

Al mencionar el nombre de Hayato, Arisa sonrió irónicamente.

Es comprensible que, siendo las más cercanas, las gemelas se preocupen por lo mismo al
mismo tiempo.

—Sé que sientes lo mismo que yo, hermanita, a pesar de que no debo de preocuparme por
nada, no puedo sacar esa escena de mi cabeza.

—...Sí, te entiendo.

Como si consolara a un niño pequeño, Arisa acarició la cabeza de Aina. Tal y como si
estuviera absorbiendo a la ternura de Arisa, esto provocó que Aina enterrara su cara en su
amplio pecho y continuó.

—Hayato-kun dijo que solo fue de compras en ese momento... Pero nosotras vimos todo...
Sabemos que no fue simplemente eso...

—........

Arisa y Aina presenciaron ese instante... Y por eso saben que Hayato no pasó ese día solo
haciendo compras... Pero, él al responder que no había nada más, decidieron no continuar
interrogando.

Si Hayato dijo que no había nada más, entonces no había nada... Eso fue lo que aceptaron
y comprendieron. Sin embargo, aún así les preocupa porque son las novias de Hayato.

—Cuando estamos frente a Hayato-kun, somos como siempre. Pero... Puede que estemos
un poco ansiosas.

—Eso es cierto... Estoy constantemente pensando en cómo hacer que Hayato-kun se


enamore aún más de mí. — respondió Aina de manera juguetona.

Pero Arisa la mira con ojos serios. Como si hubiese descubierto algo.

—¿Estás diciendo eso... Con la intención de ir más allá de simplemente hacer que se
enamore más de ti y tratar de crear una situación comprometedora?

—¡Ah, me descubriste!

141
Celos e inseguridades
Aina responde con una risita y luego golpea ligeramente la cabeza de Arisa.

Después de hablar interminablemente sobre Hayato, Arisa y Aina sintieron sed y quisieron
tomar algo para beber.

Mientras se dirigían a la sala de estar pensando en tomar té, se encontraron con su madre.

—Oh, ¿qué hacen despiertas todavía?

Explicaron que tenían sed y Sakina las miró con sorpresa. Luego sacaron el té del
refrigerador y saciaron su sed.

El frío del invierno hacía que sus cuerpos temblaran, pero gracias al sistema de
calefacción, ese temblor era insignificante.

Al hidratar sus gargantas y sentir el frío en sus cuerpos, al mismo tiempo sus mentes se
enfriaron, lo que naturalmente las calmó... En otras palabras, Arisa y Aina suspiraron una
vez más.

—¿Es sobre Hayato-kun, verdad?

—..!

—¡Jaja!

Con el señalamiento de Sakina como si hubiera descubierto todo, Arisa pudo contenerse,
pero Aina escupió el té que estaba bebiendo.

El rostro de Aina en el momento en que escupió el té no evocó precisamente una imagen


femenina, y la risa de Sakina fue tan intensa que incluso se llevó las manos al estómago.
Parecía que el rostro de Aina era realmente hilarante.

—Observando cómo ustedes son en su vida cotidiana, parece que no tienen ninguna
preocupación, y en primer lugar, me parece incluso descortés preocuparme por Hayato-
kun... Pero supongo que esta es una preocupación que surge debido a tener un novio,
¿verdad?

—...Eso creo.

—...Eso creo.

Sin embargo, ambas estuvieron de acuerdo en que eso tenía sentido.

Nunca antes habían tenido un interés romántico o experiencia en relaciones. Todo era
nuevo para ellas. Pero, en cualquier caso, también es posible que el peso de los
sentimientos que tienen hacia Hayato sea demasiado grande.

Por supuesto, es natural sentirse frustrada y celosa si tu novio parece estar disfrutando
con otra chica.

Arisa y Aina confían y aman absolutamente a Hayato, por lo que no tienen


preocupaciones. No obstante, la inseguridad se agita en sus corazones, y un leve
sentimiento de incertidumbre se mezcla en su confianza inquebrantable, lo que complica
un poco las cosas.

142
Celos e inseguridades
—Tal vez sea mejor que se preocupen mucho ahora. Aunque estoy segura de que no hay
nada de qué preocuparse, este momento puede ser la única oportunidad para
preocuparse de esa manera.

—O jalá no tuviéramos que preocuparnos tanto...

—Jaja, así es el amor, querida.

Con una actitud madura y llena de compasión, Sakina abraza a Aina y luego extiende los
brazos hacia Arisa, invitándola a unirse.

Arisa sigue a Aina y lentamente se acerca a madre para recibir el abrazo.

—Bueno, incluso si algo sucediera, déjenme encargarme de Hayato-kun. ¡Haré que él sea
feliz en lugar de ustedes!

—¡Qué estás diciendo!

—¡Nosotras somos las que haremos feliz a Hayato-kun!

Ambas chicas, sumergidas en el cálido abrazo de su madre, no pudieron contenerse ante


esas palabras.

Arisa y Aina miraron a Sakina como si estuvieran desafiando a su propia madre, pero
también se dieron cuenta de que las palabras de Sakina eran una fuente de inspiración
para ellas.

(...Lo que dijo mamá no sonó como una broma.)

(...Lo que dijo mamá no sonó como una broma.)

Después de todo, ambas son gemelas, ya que tuvieron el mismo pensamiento y


desconfiaron inmediatamente de su madre.

Dándole la espalda a Sakina, quien se reía con diversión, las dos regresaron a la habitación
de Arisa una vez más.

—Hermana.

—¿Qué pasa?

—¿Puedo dormir contigo hoy?

—No hay problema.

Aina se pone visiblemente feliz cuando recibe el permiso de su hermana.

Se acuesta en la cama y se cubre con las mantas para calentarse. Mientras tanto, Aina
sonríe traviesamente y desliza su mano hacia el pecho de Arisa.

—¿Qué estás haciendo?

—Hehe... ¿Recuerdas que ya hemos hecho esto antes?

Mientras masajea el pecho de Arisa, Aina continúa hablando.

143
Celos e inseguridades
—Así es... Recuerdo que te dije que pensaras en ello de manera suave, como estos pechos.

—Sí, eso es cierto.

—Es igual que aquella vez. En lugar de complicarnos las cosas... ¿Qué tal si atacamos más
como siempre lo hacemos? ¡Deberíamos hacerlo de tal manera que nadie más pueda
intervenir y Hayato dependa aún más de nosotras!

Aunque Aina parecía disfrutar de sus palabras, no podía ocultar una sensación de
ansiedad.

Mientras Aina masajeaba su pecho, Arisa cerró sus ojos como si estuviera pensando en
algo.

(Yo también siento lo mismo que Aina... Quiero que Hayato se enamore aún más de nosotras.
Quiero que confíe en nosotras hasta el punto de poder decir que solo podemos depender de
nosotras... Y sobre todo, deseo que seamos las únicas en ocupar su mundo.)

Sus sentimientos eran tan evidentes como si se conocieran de antemano... Siempre


estaban dirigidos sólo hacia Hayato y anhelaban su amor mientras deseaban darle el suyo.

—Aina.

—¿Qué pasa?

Ante la oscuridad, las miradas de las hermanas se cruzan.

—Tú y yo amamos a Hayato desde lo más profundo de nuestros corazones... Y por eso, no
queremos hacer nada que le cause problemas... Pero tal vez está bien ser un poco más
egoístas, ¿no crees?

—Sí... ¡Es verdad! Podemos ser un poco más egoístas.

Por supuesto, en la medida en que no causemos problemas a Hayato.

Luego, durante un tiempo, dejé florecer mis recuerdos de Hayato para poder olvidar mi
ansiedad, y empezaron a hablar un poco de sexo.

—Hermana, ¿te gustaría tener sexo con Hayato?

—Por supuesto que sí.

Ante la pregunta de Aina, los ojos de Arisa se abren de par en par y responde de inmediato,
y las mejillas de Aina se enrojecen, preguntándose qué se habrá imaginado Aina.

—Yo también siento lo mismo… Me esfuerzo mucho por contenerme, ¿sabes?

—Todavía estás en el instituto… Aunque, no veo razón para negarse si Hayato-kun llegara
a proponerlo.

—Sí, sí♪ ¡Inmediatamente abriría mis piernas frente a él.

—Esa forma de hablar es vulgar, Aina.

—Lo siento♪

144
Celos e inseguridades

Usualmente ambas hermanas duermen juntas cuando se ven envueltas en un escenario


donde están preocupadas e inquietas. Si Hayato estuviera allí, seguramente no pasaría por
alto esto.

Ambas no podían dejar de pensar sobre quién era esa misteriosa chica.

Si tan solo pudieran preguntar eso, todo se resolvería rápidamente. Pero, al ser una
situación nueva para ellas y temiendo ser odiadas por preguntar algo tan inapropiado
como si estuvieran espiando... Están atormentadas por complicados sentimientos de una
adolescencia llena de incertidumbre.

(...Hayato-kun, te amo.)

(...Hayato-kun, te amo mucho.)

A pesar de que lo creen profundamente en sus corazones, todavía hay una inquietud que
no pueden sacudirse. Con un amor tan abrumador, se vuelven un poco complicadas.

***
—Ya es ese momento, hermano.

—Sí, así es, hermano.

—...........

Me senté en mi asiento y me quedé mirando distraído mientras escuchaba las


conversaciones de mis amigos.

Se acerca esa época... El 14 de febrero, el Día de San Valentín, es un día que tiene un
significado especial.

—¿Recibiré algún chocolate este año...?

—¡A ver cuántos chocolates recibiré!

—¡Quiero chocolate…! ¡Deseo tanto un chocolate de esa chica!

El aula se volvió bastante ruidosa, con los chicos tratando de llamar la atención de las
chicas. Algunas chicas observaban esto con una sonrisa, mientras que otras simplemente
parecían molestas... En cualquier caso, era un caos ligero.

—¿Tienes planes de recibir chocolate de alguien, Hayato?

—Hemos hablado un poco al respecto antes... ¿Acaso tienes algo con las hermanas de
Shinjo?

—¡Oye, aléjate de mí! ¡Estás demasiado cerca!

Cuando su rostro se acercó demasiado, empujé la cara de Souta con fuerza hacia atrás...
Sin embargo, parecía que Souta no se iba a rendir, así que busqué ayuda de Kaito.

145
Celos e inseguridades

—Oye, Souta. Incluso si Hayato recibe chocolate de alguien, deberíamos decir que está
bien, ¿no?

Qué gran amigo eres, Kaito.

—Pero dinos, ¿tienes algo con alguna de ellas, Hayato?

...Retiro lo que dije antes. ¡Kaito, ¿tú también estás del mismo lado que Souta?!

Aunque sí está una posibilidad de que reciba chocolates. Ya sea de Arisa y Aina… O tal vez
de Sakina también.

Aunque el Día de San Valentín está a pocos días de distancia, ya me lo habían dicho con
anterioridad que lo esperara con ansias.

…No recibo chocolates caseros desde que mi madre estaba viva. Incluso cuando estaba en
secundaria, también recibí algunos de mis amigos, incluyendo a Saeki.

Por cierto, no estábamos saliendo en ese momento, así que era obviamente chocolate por
obligación.

(Pero este año es diferente... ¡Es diferente!)

Probablemente estoy sonriendo ampliamente en este momento. Así que me volteé para
que Souta y Kaito no lo notaran.

Se emocionan y discuten sobre el anime de ayer y los programas de variedades, sin darse
cuenta de mi estado. Y en este momento, estoy agradecido por eso.

(...Pero... incluso así.)

Es natural estar emocionado de esta manera, teniendo en cuenta el próximo y


emocionante evento del Día de San Valentín... Aunque, hay algo que me preocupa un poco.

—Disculpen, tengo que ir al baño un momento.

—¡Claro!

—¡No te hagas encima!

—Callate, imbécil. — respondí a la vez que me levantaba de mi asiento.

Suspiré suavemente.

Sin importar cuán pequeña sea la preocupación, ellos lo notarán. Me alegra que me
observen tan de cerca... Pero en el fondo, no quiero preocuparlos demasiado.

No fue un error salir del aula con la excusa de ir al baño, pero mi verdadero propósito era
otro.

Al cruzar por delante del aula donde siempre están Arisa y Aina, vislumbré el interior a
través de la ventana.

—...Están ahí.

146
Celos e inseguridades
Ellas estaban rodeadas de muchos amigos.

No sé sobre qué están hablando, pero sé que tienen muchos amigos cercanos y parecen
estar disfrutando.

Así es... Lo que realmente me preocupa son ellas.

Puede ser solo mi imaginación, pero el día de su cumpleaños noté que ellas estaban muy
inquietas por alguna razón.

'Quiero ser más útil para Hayato-kun...'

'Quiero tener más momentos tiernos con Hayato-kun...'

Eran palabras cargadas de mucho amor y felicidad, pero… Por alguna razón, siento que
hay algo más.

—...Hmm.

Llegué al baño y disfruté de un momento para mí mismo, sintiéndome liberado.

Mientras tanto, sigo pensando en ellas... Después de terminar en el baño, camino de


regreso al aula y vuelvo a echar un vistazo a las dos.

—...Ah

En ese momento, mi mirada se encuentra con la de Arisa.

En la escuela, no mostramos abiertamente nuestra relación, así que nunca hacemos


gestos propios de una pareja en presencia de otras personas... Pero en este momento, ella
me guiña un ojo.

Cuando ella hace ese gesto, me hace preguntarme si mi preocupación actual no es en


vano. Pero lo que siento en momentos como este suele ser acertado... Siento que es así,
por eso no quería descartar esos sentimientos como imaginaciones.

Sin embargo, si intentara preguntar discretamente a las dos, seguramente lo evitarían...


¿De verdad estoy pensando demasiado en esto?

—...¡Oh no!

Me doy cuenta de que faltan solo unos minutos para que comience la clase, así que
regresé corriendo al aula.

A partir de ese momento, me encuentro atrapado una y otra vez en las olas de mis
pensamientos, reflexionando una y otra vez sobre esto... Incluso después de que
terminara la escuela.

—...¿Hice algo mal...? No, no debería haber hecho nada... ¿verdad?

Para mí, Arisa y Aina son personas increíblemente importantes.

Puede parecer una tontería de un adolescente de dieciséis años, pero las valoro tanto que
quiero caminar junto a ellas en el futuro. No tengo la intención de hacer nada que las
entristezca, y ni siquiera recuerdo haber hecho algo así.

147
Celos e inseguridades

—¿Te preocupa algo?

—Algo... Me pregunto si hice algo que las hiciera sentir mal... ¿Hmm?

Espera, ¿con quién estoy hablando ahora mismo?

Me alejé lo suficiente de la escuela y debería estar caminando solo hoy... Pero


actualmente, siento la presencia de alguien detrás de mí... De hecho, no puedo
equivocarme con esta sensación.

Justo cuando iba a darme la vuelta, todo se volvió completamente oscuro frente a mí, y al
mismo tiempo, sentí una suavidad similar a la de un malvavisco en mi espalda.

—¿Quién soy...?

—.............

Honestamente, este acertijo es demasiado fácil.

Puedo reconocer su voz e incluso la suavidad que se transmite en mi espalda... Aunque


suene exagerado, cuando se trata de ellas, algo en mí simplemente lo sabe.

Suena muy pervertido, pero bueno... ¡Vamos a responder con seguridad y elevar mi
calificación!

—¿Eres Arisa, verdad?

—...Has respondido con mucha seguridad.

—Puedo reconocerte solo por tu voz.

—En ese caso… ¡Acertaste! — responde con una voz alegre mientras se pone frente a mí.

Pensé que este tipo de cosas eran el territorio exclusivo de Aina, así que me sorprendió
un poco descubrir que Arisa también hacía este tipo de cosas.

—¿Y qué hay de Aina?

—Fue a cantar en un karaoke con sus amigas. Yo estaba pensando en volver a casa, pero
es natural querer saludar a tu querido novio si lo ves, ¿no crees?

Arisa dice eso y me guiña un ojo de manera encantadora.

Cuando aparté la mirada de Arisa y observé a mi alrededor, como era de esperar, no veo a
ningún otro estudiante de nuestra escuela, así que decidí volver a casa juntos.

En primer lugar, no teníamos ningún plan después de la escuela hoy, así que podría ser
bueno pasar tiempo con Arisa de forma improvisada.

—Oye Arisa... ¿Qué te parece pasar un rato juntos?

—¡Me encantaría! De hecho, estaba pensando en pedírtelo yo también.

—Ya veo.

148
Celos e inseguridades

Bueno, incluso si alguien nos viera, sería fácil disimularlo.

Después de todo, durante la visita al santuario de Año Nuevo, sus amigos ni siquiera se
dieron cuenta de mi presencia... Es un poco triste, pero así es como funciona, seguro
estaremos bien.

(...¿Debería preguntarle sobre eso si seguimos caminando un poco más?)

Pero ya que me he estado torturando mucho con ello, creo que será mejor preguntarselo
de una vez, y así salir de dudas.

Caminamos sin un destino en mente, y ahora es el momento adecuado para hablar de eso,
Arisa mencionó el tema.

—Casi es San Valentín, ¿verdad? Hayato-kun, ¿estás emocionado?

Claro que estoy emocionado, así que le respondí con un gran asentimiento.

¡Este año es diferente de cualquier otro año y estoy expectante! Así que me importa y
tengo esperanzas, más que nada, ¡me emociona!

—Estoy muy emocionado. ¿Y ustedes dos me darán chocolate, verdad?

—...Sí, es realmente emocionante que estés tan entusiasmado.

Hago un puño apretado y Arisa suelta una suave risa mientras me mira fijamente.

La manera en que me mira, con una sonrisa dulce y protectora, me recuerda a Sakina de
alguna manera. No puedo evitar pensar en eso.

—Oye... ¿Te gustaría venir a mi casa hoy?

—No tenemos un plan establecido... ¿Estás segura?

—Por supuesto. Además, ya acordamos que podrías visitarnos las veces que quisieras. —
respondió con una sonrisa juguetona.

Me alegra mucho que ella me diga eso.

En lugar de ir directamente a casa, decidimos pasar por una cafetería, lo cual fue perfecto
ya que había varias cosas que quería preguntarle.

(¡Bien... aquí es donde lo pregunto!)

Estando emocionado en mi interior, de repente Arisa exclama en voz alta.

¿Qué pasa? ¿Hay alguien conocido aquí? ¿O es Aina? Mientras pensaba en esas
posibilidades, seguí la mirada de Arisa y... me quedé sin palabras.

—Ah...

La razón es porque vi a Saeki caminando con sus amigos.

(Pero... ¿por qué Arisa se sorprende esa manera?)

149
Celos e inseguridades

Traté de pensar con calma en ese momento.

Pensé que podría haberme confundido, así que seguí la mirada de Arisa una vez más... y
efectivamente, pude ver que era Saeki, y estaba claro que Arisa la estaba mirando
fijamente... Pero eso plantea la pregunta de cuál es su relación con ella.

—Arisa... ¿Qué ocurre?

—No es nada.

Parecía que no era nada, o eso fue lo que Arisa dijo mientras bajaba la mirada... Pero
claramente había otra razón oculta. ¿Qué debería hacer?

Maldición, me molesta no darme cuenta rápidamente de algo, ya sea mi falta de intuición


o lo que sea que Arisa esté enfrentando... Bueno, no tiene sentido pensar de manera
negativa en este momento.

—De todos modos, ¿qué tal si vamos a otra cafetería?

—¿Domoto-kun?

Dado que hay una cafetería cerca, le propuse a Arisa ir a otro lugar, pero antes de que
pudiéramos actuar. Alguien me llamó.

Bueno, no importa quién sea el culpable en esta situación, es solo una mala coincidencia...

Cuando volví la cabeza hacia la dirección de la voz, Saeki me miró con curiosidad... Y luego
miró a Arisa.

—Hola, Saeki...

—Sí. Hola, Domoto-kun... ¿Ella es la chica que mencionabas anteriormente?

En ese momento, Saeki pareció comprender algo y aplaudió. Aunque Arisa normalmente
no se intimidaba frente a nadie, su comportamiento parecía extraño en comparación a
como siempre es cuando se enfrenta a Saeki.

Al recibir esa pregunta, asentí mientras miraba fijamente a Saeki... En ese momento, Arisa
tiró fuertemente de mi uniforme.

—Ah... Eso... Lo siento mucho.

—No... No necesitas disculparte.

Esto cada vez me preocupa más, ¿qué es lo que le ocurre a Arisa?

Mientras inclinaba la cabeza desconcertado por el comportamiento de Arisa, Saeki abrió


la boca y nos miró directamente sin apartar la mirada.

—Lo siento, ¿arruiné un momento especial entre ustedes…? Bueno, Domoto-kun y yo


éramos compañeros de clase en la secundaria. Hace poco fui arrastrada por un chico de
nuestra clase hacia un callejón. Y en ese momento, él me ayudó.

—...¿Eh?

150
Celos e inseguridades
Arisa quedó sorprendida por las palabras de Saeki. Luego, con calma, Arisa volvió a
dirigirme la mirada como si estuviera interesada en lo que seguiría, y Saeki continuó
hablando con una sonrisa irónica.

—Era la primera vez en mucho tiempo que hablábamos... También hubo un momento en
el que me resbalé y Domoto-kun me ayudó nuevamente. Ese fue el momento en el que
también me enteré de lo importante que eres para él, y de cómo quiere estar contigo para
siempre… No paraba de hablar sobre ti, realmente está enamorado.

—¿De verdad fue así?

—¿Eh? Ah, sí...

Saeki asintió ante la pregunta de Arisa, aunque su rostro seguía estupefacto, poco a poco
parecía relajarse. Mostrando un ligero suspiro de alivio, como si estuviera en algún lugar
seguro.

—Así que, eso fue lo que pasó... Lo que vi en ese momento era eso, ¿verdad?

Arisa pronunció unas palabras que no podía dejar pasar. Y que captan con rapidez mi
atención.

—¿Ese momento...? Espera un segundo... ¿A qué momento te refieres?

Saeki rió suavemente, sacudiendo los hombros, mientras yo estaba perplejo, poniendo fin
a la confusión que estábamos experimentando.

—Me imaginé que eso era lo que ocurría. Tal vez ella nos vio a ambos por casualidad aquel
día. Quizás sospechaste que podría haber algo más, ¿verdad? — preguntó Saeki mientras
miraba a Arisa.

Arisa asintió ligeramente, con el rostro sonrojado y los ojos ligeramente húmedos.

Cuando vi esa expresión en el rostro de Arisa, me sorprendí y... Aún más, sentí una gran
culpa no solo hacia Arisa, sino también hacia Aina.

(Yo... Les mentí a ambas.)

Al principio, pensé que no era necesario hablar de mi ex-novia, pero si ellas vieron lo que
sucedió, entonces eso significa que les mentí. ¿Fue innecesario preocuparse por ellas y
solo aumentar su ansiedad?

—Lo siento... Arisa. Yo, en ese momento te mentí...

—Está bien, de verdad. En primer lugar, ¡sabía que no había nada!

De repente, la atmósfera de antes desapareció, convirtiéndose en algo cálido.

Con un rostro perfectamente hermoso que cautiva a todos y emana una fragancia
encantadora como una flor, Arisa acercó su rostro más cerca de mí, y casi me hizo sentir
mareado, olvidando por completo que Saeki también estaba allí.

—¡Jaja! Ustedes dos se ven muy bien juntos, es realmente emocionante verlos cerca uno
del otro.

151
Celos e inseguridades
¡Oh, por amor de Dios! ¡Necesito un momento para organizar la información! ¡Necesito
tiempo para calmarme!

—¡Así es! No tenía motivo alguno para preocuparme... ¡Ngh!

—¿A–Arisa-san?

Mientras murmuraba para sí misma, Arisa me abrazó fuertemente el brazo, y no contenta


con eso, apoyó su mejilla en mi hombro y comenzó a frotarse contra mí.

Parecía que a Arisa no le importaba en absoluto lo que los demás pensarían, ni siquiera si
fuéramos vistos por nuestros compañeros de escuela en plena ciudad...

—Decías la verdad, Domoto-kun. Tienes una novia linda y hermosa, ahora creo que puedo
entender porque dijiste que no la dejarías ir por ningún motivo.

—Sí, es cierto... Gracias, Saeki.

—¿Qué tipo de agradecimiento es ese? Bueno, adiós entonces.

Saeki se despidió saludando con la mano y regresó junto a sus amigos, sin voltear a ver
hacia acá en ningún momento mientras se alejaba caminando.

Después de despedirnos de Saeki, nos dirigimos nuevamente a la cafetería. Pedimos té


para calentar nuestros cuerpos que estaban fríos por el ambiente y también ordenamos
un pastel, ya que teníamos antojo de algo dulce.

Luego comenzamos a hablar sobre lo que sucedió aquel día.

—Arisa... ¿Viste todo lo que ocurrió ese día? ¿Incluida Aina?

—Sí, por casualidad lo presencié. Ustedes estaban hablando amistosamente, y cuando esa
chica estuvo a punto de caer, tú la sostuviste... También hubo un momento en el que ella
tocaba tu brazo.

—......

Desde una perspectiva objetiva, esto podría parecer como una escena de infidelidad. Por
supuesto, sabemos que no fue así, y fue gracias a la confianza que ambas depositaron en
mí que no hubo malentendidos...

Pero ahora que la razón detrás de su extraño comportamiento reciente se ha revelado, me


siento aliviado.

—En realidad...

—¿Sí…?

Después de todo lo que ocurrió, creo que lo mejor es ser cien por ciento honesto ahora.

—Esa chica... Se llama Saeki Aika. Solíamos salir cuando estábamos en la secundaria.

Al decir eso, Arisa abrió los ojos sorprendida por un momento. Su mano se posó sobre la
mía, que estaba sobre la mesa, instando a que continúe hablando y transmitiendo
implícitamente que no se sienta presionada.

152
Celos e inseguridades

—Lo que Saeki dijo era cierto. Aunque le mencioné que tenía novia, tampoco dije quien era
ni que eran dos... Pero de alguna manera le transmití que ella es realmente importante
para mí y que quiero pasar el resto de mi vida con ella.

—Ah... Así que era eso.

—Bueno... Más que todo se debe a que, cuando me hiciste esa pregunta el día de tu
cumpleaños, pensé que no sería lo más adecuado mencionar que me había encontrado
con mi ex-novia... Tal vez podría haber encontrado otra manera de expresarlo sin
mencionarla como mi ex-novia, para evitar complicaciones innecesarias y mentiras que
podrían haber creado inseguridad en ambas.

—....

A pesar de haber dicho antes que todo estaba bien, en realidad fui yo quien las hizo sentir
inseguras... Las hice pensar que algo estaba mal, que había algo que quería ocultar.

—Lo siento de verdad... Juro que no había nada, por favor, confía en mí.

Al transmitirle eso, Arisa apretó fuertemente mi mano que estaba entrelazada con la suya.

—Yo también lo siento mucho. Aunque me repetía que todo estaba bien, en algún lugar de
mi corazón me preocupaba y no podía dejarlo atrás... Eso te hizo preocuparte también.

...Supongo que esto es lo que necesitamos hacer. Si no ponemos fin a esta conversación,
podría continuar en un bucle interminable.

—Digamos que nos alegramos de que no se haya vuelto complicado... Bueno,


probablemente no tenemos que preocuparnos tanto nosotros.

—Hayato-kun... jaja, sí, tienes razón.

No es que sea exactamente un malentendido, pero supongo que podemos considerar que
se ha disipado esa sensación incómoda que había estado sintiendo últimamente, ¿verdad?
Arisa ha vuelto a ser ella misma, como se puede ver por su comportamiento, así que
parece que todo está realmente bien ahora.

—Pero...

—¿Sí…?

—Cuando vi que ambas estaban tratando de estar cerca de mí a pesar de su inseguridad...


Pensé que era genial y me dio una sensación de felicidad personal...

—...Hayato-kun, eres tan...

De hecho, hubo un momento en el que también pensé en eso... Arisa parecía sorprendida
por mi confesión repentina, pero al siguiente instante, su rostro mostró una expresión
desafiante. Una expresión similar a la de una cortesana que seducía a un hombre.

—Solo quiero que sepas que tanto Aina como yo siempre pensamos en ti. Si pudiera
deshacerme de mi racionalidad y vivir según mis deseos, estaría dispuesta a estar atada a
ti. Viviría por ti... Y siempre desearía ser tuya, esclava de tu alma, por toda la eternidad.

153
Celos e inseguridades
—......

Esas palabras eran claramente desafiantes.

La atmósfera, las palabras y la expresión en su rostro, todo ello me abrumaba por


completo... Pero a pesar de eso, me alegraba de todo lo que ella me había traído.

—Arisa es mía y solo mía. Eventualmente, la ataré para que no pueda escapar.

—Ah... sí♪

Al escuchar mis palabras, Arisa mostró una expresión extasiada, y en ese momento, la
seriedad de Shinjo Arisa desapareció por completo.

Después de salir de la cafetería, nos dirigimos a la casa de Arisa.

Será matar dos pájaros de un tiro al hablar también con Aina... Realmente, estoy tan feliz
de que las cosas no hayan dado un giro negativo.

(Si ellas llegaran a odiarme... No sé si pueda seguir viviendo.)

Esas son las cosas que llegué a pensar, estoy completamente cautivado por ellas. Es un
hecho que ya no puedo ocultar, y también es un sentimiento que no puedo desechar.

***

[Perspectiva de Aina]

—Ya casi es San Valentin.

Después de terminar de cantar en el karaoke con mis amigas, caminé sola a casa bajo el
frío cielo...

En medio de eso, lo que pienso es en el próximo San Valentín. Nunca antes he dado
chocolates a alguien del sexo opuesto, pero esta vez tengo la intención de hacer
chocolates con todo mi corazón para mi amado Hayato-kun... Por supuesto, no solo se
trata de hacer chocolates, también quiero hacer algunas travesuras. Quiero ofrecer un
momento divertido y también quiero disfrutarlo yo misma.

—...Hayato-kun...

Hayato-kun... Domoto Hayato-kun, alguien muy importante para mí, alguien a quien
amo... Si él me lo permite, quiero tener un hijo suyo de inmediato... Así de mucho lo amo.

Cuando pienso en Hayato-kun, siento un cosquilleo en mi entrepierna... Fue increíble


incluso antes de convertirnos en pareja, pero últimamente se ha vuelto aún más intenso...

¡Es realmente difícil! Mi corazón y mi cuerpo están buscando a Hayato-kun, pero...


Últimamente, tengo algo de preocupación. Se trata de esa chica que parecía llevarse bien
con él.

154
Celos e inseguridades
—...No importa cuánto intente no pensar en eso, no puedo sacarlo de mi cabeza... ¡Ugh! Sé
que no hay necesidad de preocuparme debido a cómo Hayato-kun actúa.

Celos... Y ansiedad. Hablé de ello con mi hermana también, pero no podía imaginar que
llegaría el día en que me vería afligida por este tipo de sentimientos.

Pero eso solo demuestra cuánto pienso en Hayato-kun... Al pensar así, siento un poco de
calidez en mi corazón.

—¡Ah! ¡En momentos como este, debería llamar a Hayato-kun antes de dormir para
sentirme un poco feliz!

O tal vez… Debería pensar en Hayato-kun y simplemente disfrutarlo♪

Con un poco de frustración en mi corazón, regresé a casa pensando en ello, pero me


esperaba un giro inesperado.

—...¿Hm? ¿Los zapatos de Hayato-kun?

Tan pronto como abrí la puerta de entrada, vi los zapatos de Hayato-kun que no deberían
estar ahí. ¿Qué significa esto?

Mientras pensaba eso, él asomó la cabeza por la puerta de la sala de estar... En el instante
en que lo vi, dejé caer mis zapatos y corrí hacia él.

—¡Hayato-kun!

—Ah...

No solo me lancé hacia su pecho, sino que también lo abracé fuertemente rodeando mis
brazos alrededor de su espalda.

Así estuvimos por un momento... sin querer soltarnos, abrazándome fuerte como si dijera
que no quiero soltarlo a la vez que me envolvía en su aroma.

—Eres muy mimada.

—¡Así soy yo! Pero, ¿por qué estás aquí?

—Ah... En realidad...

Parece que se encontró con mi hermana durante el camino a casa y terminó viniendo a
casa. Y a partir de aquí es cuando las cosas se vuelven importantes para mí... Me contaron
sobre esa chica que parecía llevarse bien con él, y pude escuchar todo lo que sucedió ese
día.

—Así que... Eso fue lo que pasó.

Cuando supe toda la verdad detrás de los eventos, sentí un alivio inmenso. No había
necesidad de preocuparme en absoluto, Hayato-kun realmente nos tiene en cuenta a mí
y a mi hermana como una prioridad

—Así que... Esa chica es tu ex-novia.

—Sí.

155
Celos e inseguridades
Tuvimos una pequeña conversación y resultó que esa chica era una persona muy educada.
Si tuviera la oportunidad... Me gustaría preguntarle sobre cómo era Hayato-kun en sus
días de secundaria.

Aprovechando que estábamos solos, me acurruque junto a Hayato-kun y envolví mi brazo


alrededor de su brazo... A Hayato-kun parece gustarle cuando lo abrazo de esta manera,
apretándolo fuertemente y atrapando su brazo entre mis senos.

—Ah...

—¿Qué te parece? Suave, cálido y maravilloso, ¿verdad?

Aunque Hayato-kun estaba avergonzado, asintió.

Mientras pensaba en lo lindo que se veía así, un espíritu travieso surgió en mí, deseando
hacer que su rostro sonrojado se volviera aún más rojo.

—Aunque resultó que no había nada de qué preocuparse y fue solo una falsa alarma... Aún
así estuve un poco inquieta durante los últimos días... ¿Sabes, Hayato-kun? ¿Está bien si
me mimas mucho?

—Sí...

—¡Hehehe, genial!

Hasta que la cena estuvo lista, simplemente me entregué a mimos con Hayato-kun... Pero
durante ese tiempo, también estaba pensando en otra cosa.

(Sin importar lo que pase, Hayato-kun siempre nos hace sonreír... pero, también queremos
hacer feliz a Hayato-kun.).

Gracias a él, podemos disfrutar de este momento con una sonrisa... Pero también es la
forma de felicidad que queremos dar. Cuando Hayato-kun enfrenta algo difícil o pasa por
momentos difíciles, queremos estar a su lado... Eso es lo que mi hermana y yo hemos
estado pensando juntas.

—...Pero primero...

—¿Sí?

—Ya casi es San Valentín… Espero que estés ansioso por ese día.

—Sí, estoy emocionado.

Con el Día de San Valentín a solo unos días de distancia, tengo que hacer que ese día sea
memorable.

156
Celos e inseguridades

157
Epílogo

EPÍLOGO

—...Wow, estoy super nervioso.

Era el 14 de febrero, día de San Valentín, después de terminar la escuela, hice una pequeña
parada antes de dirigirme a la casa de la familia Shinjo.

—...De todas formas, hoy ha sido un día bastante bullicioso.

La escuela estaba bastante animada debido a San Valentín. Los chicos estaban inquietos
esperando recibir chocolates, y las chicas estaban emocionadas por dar chocolates a los
chicos que les interesaban, sin importar si eran por obligación o no. Fue una típica
celebración de San Valentín.

Sota y Kaito también estaban súper emocionados...

Recibieron chocolates por parte de las chicas de nuestra clase, y estaban


extremadamente emocionados, saltando de alegría. Aunque los chocolates que recibí
también eran por obligación, aún así me alegraba recibirlos... Pero para mí, lo más
importante de hoy está por venir.

Tragué saliva nerviosamente y me dispuse a tocar el timbre.

Tan pronto como se escucha el sonido, se oyen pasos apresurados desde adentro y Arisa
abrió la puerta mostrando su rostro.

—¡Bienvenido, Hayato-kun!

—Disculpa la intrusión.

Me siento aliviado de corazón al ver su sonrisa, que no hace pensar en el pequeño


malentendido que tuvimos hace poco.

Acompañado por Arisa, camino hacia la sala de estar, y el dulce aroma del chocolate me
envuelve por completo como si me estuviera recibiendo.

—Oh, ¡Hayato-kun, bienvenido!

—Hola, Aina.

Por supuesto, Aina estaba en el interior.

158
Epílogo

Ella estaba revolviendo el chocolate en un tazón, luciendo adorable con su delantal. Pero
lo más destacado era el chocolate que se le había pegado en la cara, como si resaltara su
inocencia y vivacidad.

—Ella está haciendo chocolate para mí, chocolate de San Valentín... Ah, es tan
emocionante. — murmuré para mí mismo.

—Jaja, aún no has probado nada, estás exagerando, ¿no crees?

—Exacto♪ ¡Espera un poco más, ¿de acuerdo?

Luego, observé la escena mientras los dos preparaban el chocolate.

Era cierto que no me aburría incluso solo mirándolas, pero debido al buen funcionamiento
de la calefacción, poco a poco empecé a sentir sueño.

A pesar de eso, luché contra el sueño con todas mis fuerzas, tratando de no quedarme
dormido. Y luego, cuando me di cuenta... Recobré la conciencia en medio de una extraña
sensación.

—...?

Algo estaba en mi boca... Y era sorprendentemente dulce.

¿Esto es... Chocolate? Cuando poco a poco abrí los ojos en mi conciencia borrosa, vi a una
Arisa con la cara roja de pie frente a mí.

(¡¿Eh?! ¿¡Qué estás haciendo?!)

La verdad es que no estaba sorprendido por el chocolate, sino que en mi boca tenía… El
dedo de Arisa.

Ella se había untado chocolate en su propio dedo y me lo metió en la boca. Así que tuve
que actuar con calma para no morderla y hacerle daño.

—...Lindo.

¿Lindo? ¿Intentas decirme que soy un bebé que se chupa los dedos?

—¡Está listo el chocolate!

Rápidamente giré mi cuerpo hacia Aina al escuchar esa palabra.

Con una sonrisa de satisfacción en su rostro, ella tenía dos chocolates preparados en sus
manos, ambos en forma de corazón.

—¿Qué te parece, Hayato-kun? ¿No es romántico? — preguntó Aina visiblemente


enrojecida.

—Sí, sí. El corazón es la forma más reconocible del amor, ¿verdad?

Los chocolates estaban decorados con letras que formaban la palabra 'LOVE' con
chocolate blanco... Oh, casi siento que voy a llorar de la emoción al pensar que estos
chocolates son hechos por ellas.

159
Epílogo
—...¡Ugh! ¡Si lloro, el chocolate dulce se volverá salado!

—Hehe, ¿es así de importante para ti?

¡Sí, lo es! ¡No tienen idea de lo feliz que estoy ahora mismo!

Por supuesto, además de estos dos chocolates, también había varias galletas pequeñas
que fueron preparadas, así que podré disfrutar de un montón de dulces.

Por supuesto, la apariencia y el aroma son tentadores por sí solos, pero también estoy
bastante hambriento debido a que todavía es antes de la cena.

—Aquí tienes♪

—¡Por favor, aceptalo!♪"

Ambas hermanas me entregaron los chocolates en forma de corazón, y los recibí


emocionado.

El tamaño no es demasiado grande, lo cual es perfecto para no afectar mi apetito para la


cena. Y por lo visto no habrá problema si me como los dos de una vez.

Bueno, si los hubiera recibido en la escuela, tal vez no habría podido disfrutar de ellos de
inmediato debido a la combinación de la emoción y el miedo a desperdiciarlos.

Así que sin perder tiempo, me dispuse a probarlos. Y a pesar de que era solo chocolate, no
podía evitar sentir que este era mejor que cualquier otro que había probado antes.

—Hehe, parece que estás satisfecho, ¿verdad?

—Sí... Es la primera vez que hago chocolate para alguien del sexo opuesto.

—Sí, sí♪ ¡Hayato-kun, eres nuestro primer destinatario!

—¡Sí! Hayato-kun es nuestra primera vez…

Uh, eso sonó un poco mal, ¿verdad?

En medio de este espacio lleno de sonrisas, me di cuenta de que tal vez sea yo quien tiene
pensamientos impuros al considerar cosas así, y decidí concentrarme en disfrutar de los
chocolates.

—No... ¡En serio, están deliciosos! ¡Los chocolates de un ser amado son los mejores!

Haciendo un gesto de victoria, levanté mi puño hacia el cielo.

Al verme así, Arisa y Aina sonrieron de alegría. Mientras las observaba, terminé los dos
chocolates en forma de corazón.

En cuanto a las galletas, las compartimos los tres... Y luego, en ese momento, Aina me hizo
una propuesta.

—Oye, Hayato-kun. ¿Quieres comer un poco más de chocolate que nos queda?

—¿Eh? Bueno... si ustedes dos lo hicieron, entonces quiero comer mucho.

160
Epílogo

Supongo que podemos dejar la cena para más tarde. No obstante, hubo algo que me
desconcertó un poco. Ya que tanto Arisa como Aina tambien asintieron mutuamente.

¿Hmm? ¿Qué están tramando?

—Esto también es como una sorpresa, así que ¿puedes cerrar los ojos por un momento?

—...Entendido.

Me pregunto… ¿Qué es lo que están tramando?

Al cerrar los ojos, solo puedo percibir información a través de mi sentido del olfato y del
oído... Todavía queda el aroma del chocolate en la sala de estar, ¿podría ser esa la pista?

—Está un poco frío, ¿verdad?

—Bueno, lo dejamos reposar bastante tiempo... ¡Ah, me hace cosquillas!

—Yo también siento lo mismo… ¡Es un poco vergonzoso!

—¡¿Qué estás diciendo, hermana?! ¡Es para hacer que Hayato-kun se alegre!

—Por Hayato-kun... ¡Sí, tienes razón! No podemos permitirnos sentir vergüenza!

Frío, cosquillas y vergüenza... ¿Qué está pasando aquí?

Una imagen vaga se formó en mi mente de lo que podría ser… Pero seguro que no puede
ser verdad. No puede ser real... Aunque con Arisa y Aina, de repente esa imagen se vuelve
más realista.

—Listo, esto es suficiente, ¿no?

—Así es... Hayato-kun, ya puedes abrir los ojos.

—...Bien.

No importa cuántas veces lo diga, no puedo esperar que se haga realidad... Pero con esos
pensamientos en mente, abrí los ojos con miedo y me quedo atónito ante la escena que se
despliega frente a mí.

—......

Probablemente en este momento, mi boca se abrirá y cerrará repetidamente.

Esto era debido a que las dos chicas que tenía frente a mí no llevaban ropa, y habían
untado chocolate sobre su hermosa piel.

Por cierto, esto era exactamente lo que estaba imaginando, así que por un instante no
pude distinguir entre la fantasía y la realidad.

—¿¡Q–Qué están haciendo?!

...Bueno, es completamente natural hacer esta pregunta.

161
Epílogo

Mientras me alejé apresuradamente, las dos se acercan lentamente a mí... Al chocar con
la pared, pierdo mi escapatoria, y ellas se acercan lentamente... Muy lentamente.

—Esta es nuestra última sorpresa para ti...♪

—¡Sí, así es! ¡Aquí nos tienes, Hayato! ¡Lámelo o nunca nos vestiremos y estaremos así el
resto de nuestras vidas!

—¡¿En serio llegarán hasta tal extremo?

Las dos chicas que tenía frente a mí cubrieron sus cuerpos de chocolate… Con más
exactitud, la zona de sus pechos.

No solo estaban embarrados los alrededores, sino que también las puntas de sus pezones.
Aunque no sabía cómo reaccionar, no podía negar el hecho de que era una vista muy
estimulante.

—.......

—Mira, Hayato. Por mucho calor que haga en la casa, no creo que sea buena idea dejar que
dos chicas mantengan la parte superior de sus cuerpos desnudos para siempre, ¿no
crees?

—¡¿Eh?!

¿Acaso esto es culpa mía!?

Maldición... Pero es cierto que en este momento mi corazón está latiendo rápido, y estoy
desesperado por saltar sobre ellas ahora mismo... No puedo resistirme más.

Así que, tragué saliva y me acerqué lentamente a ellas.

—Ven aquí... Y lame todo lo que quieras.

—Por favor, Hayato-kun♪

No existía excusa en el mundo del poder salir de esto sin hacer que Arisa y Aina se
decepcionaran… Y aunque existiese, ¿quien sería tan estupido para resistirse a una
situación como estas?

—Aquí voy…

—Sí, sí♪

—¡Sí!

A medida que me acercaba más, las dos levantaban sus generosos pechos al mismo
tiempo.

¿Cuál elegir? ¿Cuál voy a lamer primero?

Mientras pensaba en eso, me preparé y abrí la boca…

162
Epílogo

***

Después de eso, una vez que todo terminó, las dos volvieron a vestirse.

En cuanto a mí, no puedo apartar de mi mente lo que sucedió hace un momento... Cuando
veo sus caras, vuelvo a recordar lo que acababa de hacer con ellas, y mi rostro se sonroja.

Los ángeles y demonios parecen estar revoloteando sobre mi cabeza en un perpetuo


círculo, pero al final, logré resistir... Resistí y lamí todo el chocolate que las dos habían
untado en sus escotes…

Realmente, solo quiero que alguien me elogie por eso... No tiene idea de cuanto me
esforcé para no desmayarme.

—Hayato-kun, tu rostro está muy rojo.

—¿Estás bien?

—¡Ustedes dos…!

Estuve a punto de gritar en voz alta sobre lo increíblemente traviesas y adorables que son,
pero me contuve.

Las dos se ríen suavemente al ver mi reacción... Honestamente, hay tantas cosas que
quiero decir, pero también es una debilidad de enamorarme no poder expresarme con
tanta fuerza.

Mientras estoy perdido en mis pensamientos, las dos se acurrucan a mi lado.

—Aunque sabemos que está mal... Es porque realmente nos importas. Porque creemos que
podemos darte todo de nosotras, y por eso estamos dispuestas a hacer cualquier cosa.

—¡Así es! Todo es posible porque eres tú, Hayato-kun... ¡Hehe! ¿No es increíble nuestro
amor?

Ambas susurran esas palabras a cada lado de mí. Tomé una profunda bocanada de aire... Y
luego abracé a ambas con fuerzas.

—...Las amo mucho.

Mientras les susurro esas palabras, las dos me abrazan de vuelta con fuerza.

(Estimados mamá y papá, en este momento... Estoy tan feliz, pero creo que pueden ver que
también hay muchas cosas difíciles para mí.)

Apenas han pasado seis meses desde que empezamos a salir y ya estamos en este punto
en San Valentín... No tengo ni idea de cómo será el futuro, pero siento mucha emoción y
nerviosismo... Creo que estos sentimientos son únicos porque son con Arisa y Aina.

Bueno, aunque lo dije un poco en serio... Parece que nos esperan aún más desafíos en el
futuro. Pero espero poder pasar el resto de mi vida feliz junto a ellas... Sin importar lo que

163
Epílogo
suceda, estaré ahí para protegerlas y enfrentar cualquier dificultad que se presente.
Juntos, caminaré junto a ellas por el resto de mi vida.

Desde que comencé a salir con ellas, hemos pasado la Navidad juntos... También hemos
pasado las vacaciones de invierno y el Año Nuevo juntos, y ahora estamos compartiendo
este momento en San Valentín.

Solo con estas experiencias, los días han sido tan intensos y llenos de recuerdos
inolvidables. Pero sé que estas experiencias solo son el comienzo... Todavía tengo muchas
más emociones y felicidad por descubrir mientras pasamos cada día juntos.

—Estoy tan feliz…

Dicho susurro se escapa de mis labios.

Y entonces, con un suave sonido de beso, las dos me besaron en ambas mejillas... Y
susurraron gentilmente cerca de mi oído.

—Yo también lo estoy.

—Yo también.

Ante esas palabras, era natural que les respondiera con un abrazo aún más fuerte.

Antes de que empezaran las vacaciones de invierno, ellas me prometieron que no nos
aburriríamos en ningún momento durante las vacaciones... Y no solo eso, sino que incluso
en este San Valentín, no hubo un solo momento aburrido... Fue realmente divertido.

Esto continuará en el futuro... De hecho, creo que nos esperan momentos aún más
intensos y felices que antes. Solo de pensarlo, no puedo evitar emocionarme.

***
—Ya veo... Así que eso fue lo que sucedió.

—Sí.

Ese mismo día en la noche, después de recibir el chocolate de Arisa y Aina, estaba sentado
frente a Sakina.

En realidad, también recibí chocolate de Sakura-san cuando regresó del trabajo, y ese
chocolate irradiaba un aura de lujo incluso desde su envoltorio... Honestamente, dudé un
poco antes de aceptarlo.

(Pero estaba delicioso...)

No hace falta decir que el chocolate que recibí de Arisa y Aina también estaba delicioso,
pero el chocolate que recibí de Sakina también era realmente exquisito.

—..Fueeh.

—¿La cerveza está buena?

164
Epílogo

—Sí. Está deliciosa.

Aunque todavía no puedo beber alcohol... Supongo que eventualmente lo haré, ¿verdad?

Ya hemos terminado la cena y ambas chicas están disfrutando de un agradable baño


juntas... Mientras tanto, estoy aquí esperando a que salgan del baño junto a Sakina.

—...Pero, no puedo negar que les dije una mentira… O mejor dicho, oculté la verdad, y eso
hizo que las dos se preocuparan...

—No he presenciado personalmente lo que sucedió, así que no puedo estar segura, pero
ahora que he escuchado tu explicación, puedo entender por qué mis hijas estaban tan
preocupadas. Aunque personalmente, yo no estaba preocupada en absoluto.

Ya hemos dejado atrás el asunto con Saeki, pero cuando escuché que Sakina había notado
algo extraño en sus hijas, decidí contarle todo el desarrollo de los acontecimientos.

Aunque pensé que ella me culparía por haberlas preocupado, como era de esperar, no se
enojó en absoluto. En cambio, ella me miró con ternura y confianza.

—Eso significa... ¿Que confiabas en mí?

—Así es. No hay razón para que no confíe en ti.

Oh... ¿Ella realmente me lo está diciendo?

Aunque debería estar ebria, me sorprendió un poco cuando me miró fijamente... ¿Espera,
Sakina-san? ¿Por qué te levantas y te acercas a mi lado?

Sin entender lo que está pasando, Sakina, que se ha sentado a mi lado, acerca su rostro.
Se mezcla su fragancia agradable con el olor del alcohol, pero eso no me molesta en
absoluto.

—Hehe♪ Estamos bastante cerca, ¿verdad?

—......

Sakina simplemente sonrió... Pero su sonrisa seductora fácilmente aumentó mi pulso


descontroladamente. Ella colocó su dedo índice en el centro de mi pecho y lo movió
suavemente como trazando una línea, mientras continuaba hablando.

—No sabía exactamente qué estaba pasando, pero sí le recordé a las chicas ciertos puntos.
No importa lo que suceda, no te preocupes... Porque en ese momento, yo te haré feliz.

—...¿De verdad pasó algo así?

Por supuesto, no tengo información sobre esa conversación, pero el hecho de que haya
ocurrido algo de lo que no estoy al tanto me hace sentir un poco avergonzado.

—¿Qué opinas, Hayato-kun? ¿Cuál sería tu reacción si yo hiciera una declaración de que
te haré feliz?

—Bueno... ¿Sakina-san…?

165
Epílogo

Ella se acercó más a mí... Me gustaría decirle algo, como; "Estás definitivamente borracha,
¿verdad?", pero su rostro está enrojecido y sus ojos están algo vidriosos, así que me
pregunto si mañana ella incluso olvidará esta interacción.

Mientras pienso en eso, siento como ella empuja ligeramente con su cuerpo. Hasta ser
derribado en el sofá y ella estando sobre mí con una sonrisa encantadora.

—Espera, espera, Sakina-san...

—Hehe~♪ Es tan cálido aquí, Hayato-kun~♪

Ah, sí, definitivamente está bajo el influjo del alcohol.

Justo cuando me estaba preparando mentalmente para ocuparme de ella hasta que las
chicas regresaran, de repente se levantó y comenzó a levantar su ropa.

—¡Te tengo atrapado~♪

—¡¿Eh?!

"Atrapado"... Tal como indica esa palabra, mi cabeza quedó completamente cubierta por la
ropa de Sakina.

Aparte de la oscuridad que llenaba mi campo de visión, había una abrumadora suavidad
que envolvía mi rostro... ¡¿Qué está haciendo?!

—No deberías resistirte, ¿sabes? La ropa se estirará si lo haces.

—Ah, entiendo.

Mientras me regañaba internamente por mi aceptación pasiva, me sorprendí un poco de


mí mismo por no estar tan nervioso en esta situación, tal vez gracias a Arisa y Aina.

Aunque estaba buscando una forma de escapar, ella soltó una bomba que me hizo
estremecer.

—Las palabras que dije antes… No son mentira, Hayato-kun... Te amo mucho.

—........

Y así fue como sentí que perdí el juego.

166
Epílogo

167
Epílogo
Pero en ese momento, escuché su respiración tranquila desde arriba, y parece que Sakina
se había quedado dormida en esta situación desconcertante.

—Ya estás lis—... ¡¿Qué están haciendo ustedes dos?!

—¡Hayato-kun y mamá se están fusionando!

—¡No digas fusionando!

Después de eso, gracias a Arisa y Aina, logré escapar de la "custodia celestial" de Sakina.

—Esto no puede estar pasando.

—Siento una perturbación en la fuerza…

—Ugh…

Pasamos de estar en la sala a la habitación de Arisa.

Aunque logré liberarme de la custodia de su madre, Aina está allí, lista para reprenderme,
y sin poder decir nada, miro hacia abajo.

—Aina, Hayato no tiene la culpa, estaba entre arenas movedizas… De nuestra madre.

—Lo sé, lo sé. Pero aun así... ¡Tengo que aprender a encerrar a Hayato-kun de la misma
forma que ella lo hizo con su ropa!

No tienes que aprender eso, ¡en serio!

Pero fue sin duda un giro fascinante de los acontecimientos que hizo agitar mi corazón...
Fue sin duda un momento que habría hecho que un cierto número de hombres en el
mundo más bien envidiosos hasta el punto de derramar lágrimas de sangre.

Solo imaginen esa situación. Tener tu cabeza atrapada entre los pechos de la hermosa
madre de tus dos hermosas novias… Llegó un punto en que quise morirme, no de la
vergüenza obviamente.

—Ahora que lo pienso… Desde que mamá conoció a Hayato-kun, suele embriagarse hasta
el punto de ponerse feliz. Creo que eso demuestra cuánto confía en tí.

—Sí, exacto. Aunque a veces puede ser un poco problemático, ver a mamá de esa manera
también nos hace sentir felices. — agregó Aina.

—Si ustedes lo ven así, entonces me siento agradecido.

Diciendo eso, me tumbé en el suelo y solté un suspiro cansado.

Entonces, Arisa comenzó a golpear sus rodillas, lo que claramente era una invitación para
que usara su regazo como almohada. Rápidamente me dirigí hacia ella.

—Jajaja, qué gracioso, Hayato-kun actúa como un perro. — comentó arisa entre risas.

—Es genial, ¿no? Solo relajémonos así.

Permanecimos en silencio y disfrutamos de un momento tranquilo sin movernos.

168
Epílogo
Aunque no había conversación, podía sentir que no solo yo, sino también ellas estaban
satisfechas con esta atmósfera.

Aina, que tenía su cabeza apoyada en mi estómago, gradualmente acercó su rostro al mío.
.. Solo para ser detenida por la palma de la mano de Arisa.

—¡Mmm! ¿Qué estás haciendo, hermana? Ahora es el momento de ir más despacio,


¿verdad? Sé cómo te sientes, pero ten paciencia.

Cuando Arisa dijo esto, Aina contraatacó inflando las mejillas.

—Dices eso, pero no creas que no me doy cuenta de lo que tramas. ¡Has estado
presionando tus pechos contra la cabeza de Hayato a intervalos regulares!

—...Eso no es…

...Bueno, sí, como dijo Aina, podía sentir cómo me golpeaba la cabeza de vez en cuando,
pero hacía lo posible por no darme cuenta.

Ambas chicas empezaron a discutir sobre esto y aquello, y yo seguía de rodillas


observándolas, pero no por ello era menos agradable.

(...¿Qué es esa sensación de logro, como si hubieras superado un muro, aunque no haya sido
especialmente difícil?)

Teniendo esto en cuenta, intervine para mediar entre ellas dos, pero eso empeoró la
situación…

—¡Hayato-kun!

—¡¿De qué lado estás?!

¡¿Qué clase de pregunta es esa?! Es obvio que estoy de parte de las dos.

Hoy fue un día muy especial, después de todo, San Valentín, y la forma en que terminamos
fue muy animada y ruidosa.

Estoy casi seguro de que pasaré mucho tiempo con ellas en el futuro, y es muy
emocionante imaginar cómo será.

169
Capítulo extra

CAPÍTULO EXTRA

Arisa y Aina Shinjo son increíblemente hermosas. No solo tienen rasgos faciales perfectos,
sino que también poseen una figura excepcional.

Sin duda, ambas son como la mujer perfecta para cualquier chico. Si hubiera una clasifi-
cación de las chicas con las que salir, no sería extraño que ellas ocuparan el primer y se-
gundo lugar en exclusiva...

Pero aquí está el asunto: estas chicas ya están saliendo en secreto con un chico llamado
Hayato Domoto. Imagina la condena a muerte que esto significa para los chicos, en cierto
sentido; es fácil imaginar el impacto tan grande que les causaría.

—¡Ah...B–Buenos días, Shinjo-san!

—Buenos días, Shinjo-san!

Así es, solo con aparecer en la escuela, ambas se convierten en el centro de atención y son
saludadas por todas las personas que se les atraviesa por el frente... Sin embargo, estas
chicas, que son como flores inalcanzables, tienen una preocupación.

—...Haah.

—...Haah.

Ambas se sentaron simultáneamente, con expresiones de preocupación en sus hermosos


rostros soltando un suspiro.

Sus amigas se preocuparon por lo que les pudo haber sucedido, pero esa preocupación
era innecesaria en cierto sentido, ya que solo se trataba de una preocupación significativa
para ellas dos.

(Quisiera poder interactuar más con Hayato-kun incluso en la escuela...)

(Quisiera poder tener más momentos románticos con Hayato-kun incluso en la escuela...)

Y así, resultó ser algo realmente sin preocupaciones.

—...Haah.

—...Haah.

170
Capítulo extra

Sin embargo, suspiraron por una segunda vez, mostrando en sus expresiones una clara
preocupación, una de sus amigas decidió levantarse de su asiento y preguntarle por lo
sucedido.

—Oigan, chicas, ¿qué les pasa?

—Sí, no han parado de suspirar desde que llegaron.

Al escuchar las palabras amables de sus amigas, Arisa y Aina intercambiaron miradas... Y
luego soltaron un cuarto suspiro.

—Estamos bien.

—Así es, no es importante.

A pesar de sus respuestas, a sus amigas les costaba creer dichas palabras. Así que Arisa
intentó persuadirlas un poco.

—Realmente estamos bien. Es cierto que tenemos preocupaciones, pero son preocupa-
ciones muy felices, o más bien, preocupaciones de lujo.

—Oh, entiendo…

—¿En serio? ¡Vamos, cuéntame, quiero saber qué es lo que te tiene así! — respondió la
chica claramente emocionada.

Ante la incómoda persuasión de su amiga, Arisa colocó la mano en su hombro y la alejó


suavemente para calmarla y evitar la invasión de su espacio personal.

Mientras Arisa se encargaba de la curiosidad de sus amigas, Aina, aunque agradecida con
Arisa, solo podía pensar en Hayato.

(¿Estará Hayato también preocupado de la misma manera...? ¿Estará pensando en querer


tener más momentos románticos con nosotros en la escuela, como nosotras?)

No podía negarse lo complicada que era la relación que las hermanas Shinjo tenían con
Hayato, el simple hecho de revelar que eran pareja podría desencadenar un gran caos en
la escuela.

Si esta fuera una relación normal, la actitud de los demás a su alrededor habría dado
señales... Sin embargo, como mencioné antes, debido a la naturaleza de su relación, que
es diferente a lo normal, no tenían más opción que ocultarla, lo que resultaba en la inca-
pacidad de tener momentos cariñosos en público.

No obstante, después de eso, Arisa y Aina volvieron a su actitud habitual y aunque con-
stantemente pensaban en Hayato, no había problema.

Y así, la primera clase terminó.

Arisa y Aina se levantaron junto con sus amigas. Su próximo destino era el baño... Pero en
el camino, vieron a Hayato caminando hacia ellas.

—Ah...

171
Capítulo extra

—Ha...Yato...

Una vez que vieron a Hayato, no pudieron evitar llamar su atención y luchar contra el im-
pulso de lanzarse hacia él fue todo un desafío.

—¿...Hm?

En ese momento, Hayato también notó la presencia de ambas chicas.

Solo con el hecho de que sus miradas se encontraran, Arisa se llenó de felicidad, y Aina,
por su parte, sintió un cosquilleo en el estómago y sus mejillas se sonrojaron de inmediato.

Probablemente, Hayato ya había terminado también con sus clases, y así, los tres se di-
rigieron en la misma dirección, e inevitablemente... Pasaron el uno junto al otro sin que
sucediera nada en absoluto.

—............

¿Eh? ¿Por qué...? ¿Cómo es que no pasó nada...?

Las emociones de las dos al pensar en ello son indescriptibles, pero así es como es su
relación actual y no pueden hacer nada al respecto.

Por supuesto, esto no es algo que las dos se preocupen o se sientan afectadas. Solo in-
flaron ligeramente las mejillas en un gesto de broma.

(Es cierto... Lo olvidé por completo.)

(¡Cuando las clases terminen, nos vamos a dar mucho cariño sin restricciones!)

Por lo visto, Hayato será sometido a un infierno de cariños por ambas chicas una vez que
las clases terminen el día de hoy.

Ahora bien, Arisa y Aina tienen sus propios problemas debido a la relación que tienen que
ocultar al público.

Por supuesto, Hayato también siente lo mismo, pero rara vez tiene la oportunidad de
hacer enloquecer a los corazones de estas mujeres.

No se sabe si en el futuro se presenciará la cercanía de los tres en lugares donde todos


puedan verlos, pero seguramente, cuando ese momento llegue, habrá otra clase de ag-
itación.

Por ahora, me gustaría enviar mis ánimos a los tres, especialmente a Hayato.

—¡Shinjo-san! ¿Puedo hablar con ustedes un momento?

—No me interesa.

—No me interesa~

En el pasado, habrían aceptado una invitación como esta, pero ahora que tienen novio,
estas chicas son más crueles y no temen en mostrar su repudio hacia otros hombres.

172
Capítulo extra

No mostrarán ninguna expresión dulce a otro chico por ningún motivo. Hayato ya ha
poseído por completo sus mentes.

173
Capítulo extra

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