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1. ¿QUÉ ES LA CONCIENCIA?

La conciencia se define, en términos generales, como el conocimiento que


un ser tiene de sí mismo y de su entorno.
define el conocimiento que un individuo tiene de sus pensamientos, sus
sentimientos y sus actos. Como tal, la conciencia es aquello que nos
permite darnos cuenta de lo que nos rodea, así como darnos cuenta de
nuestro propio cuerpo.

2. ¿AL EVALUAR LA CONCIENCIA QUE EVALUAMOS?

Al evaluar la conciencia de un paciente, se consideran varios aspectos


importantes:
1. Nivel de Alerta: Se observa si el paciente está despierto, alerta y
consciente de su entorno. Esto incluye evaluar si responde a
estímulos verbales o táctiles.
2. Orientación: Se verifica si el paciente está orientado en tiempo
(sabe la fecha y la hora), lugar (sabe dónde se encuentra) y persona
(sabe quién es él/ella).
3. Capacidad de Respuesta: Se evalúa la capacidad del paciente para
seguir instrucciones simples y responder a preguntas. Por ejemplo,
se puede pedir al paciente que levante un dedo o que diga su
nombre.
4. Memoria: Se indaga sobre la memoria a corto y largo plazo. Esto
puede incluir preguntas sobre eventos recientes o detalles
personales.
5. Atención y Concentración: Se observa si el paciente puede
mantener la atención durante una conversación o una tarea.
6. Pensamiento y Juicio: Se evalúa la lógica y la capacidad del paciente
para tomar decisiones racionales.
7. Estado Emocional: Aunque no es estrictamente parte de la
conciencia, también se puede observar el estado emocional del
paciente para detectar signos de ansiedad, depresión u otros
trastornos.
En resumen, evaluar la conciencia implica observar la capacidad del
paciente para estar despierto, orientado y responder adecuadamente a su
entorno y a las preguntas del examinador.
3. ¿EN QUE TIPO DE PACIENTES SE EVALÚA EL ESTADO DE
CONCIENCIA?
Se evalúa en un paciente con TEC moderado.
 Monitorización constante de los signos vitales: Esto incluye la
medición y registro regular de la temperatura, la presión arterial, la
frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno.
 Estado neurológico: Se debe realizar una evaluación periódica de los
signos neurológicos, como las respuestas pupilares y el control de la
presión intracraneal.
 Prevención de complicaciones: Se debe vigilar signos de deterioro,
como el empeoramiento de los síntomas neurológicos o la aparición
de signos de infección. Además, mantener al paciente en una
posición adecuada y realizar cambios de posición regulares para
prevenir úlceras por presión.

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