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Según el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), el café peruano es uno de los principales

productos agrícolas de exportación del Perú. Sin embargo, presenta una serie de desafíos que,
de no ser atendidos, reducirían su productividad y rentabilidad. De acuerdo con el último Censo
Nacional Agrario, el 95% del total de caficultores son pequeños productores, tienen entre 1 y 5
hectáreas de cultivo, y solo un 30% se asocian, principalmente en cooperativas. Así, muchos
de ellos tendrían problemas para acceder a semillas de calidad resistentes al cambio climático,
análisis de suelos y sistemas de alerta temprana que proveen servicios meteorológicos, lo que
mostraría la escasa capacidad para hacerle frente a los desafíos como los derivados del
cambio climático, el ataque de plagas y la presencia de nuevos competidores en un mercado
global más interconectado, por citar algunos ejemplos.
Para contrarrestar esta situación, en setiembre de 2018, el Minagri presentó el Plan Nacional
de Acción (PNA) del café peruano, que tiene como objetivo mejorar el desempeño social,
económico y ambiental del sector café a nivel nacional, y contribuir a la mejora de los medios
de vida de los productores, con un horizonte de implementación a 2030. Para ello, ha
determinado los siguientes 6 objetivos estratégicos: (i) incrementar la productividad del café, (ii)
mejorar el nivel y consistencia de calidad del café, (iii) promover y facilitar el acceso a servicios
financieros, (iv) mejorar el posicionamiento y comercialización del café peruano en los
mercados internacionales, (v) impulsar procesos de articulación territorial de las zonas
cafetaleras y (vi) fortalecer la gobernanza e institucionalidad. La implementación del PNA será
coordinada y liderada por el Consejo Nacional del Café y contará con un presupuesto de S/
109.7 millones tan solo en 2019, al igual que indicadores para medir el avance de cada objetivo
estratégico.
Así, además de mejorar ingresos en el campo, se esperaría competir en el mercado
internacional del café en el cual, según cifras del Centro de Comercio Internacional, Brasil
lidera las exportaciones al mundo, pues en 2018 realizó envíos por un valor de US$ 4,360
millones, un 23% del total exportado; seguido por Vietnam y Colombia, con US$ 3,039 millones
(16%) y US$ 2,268 millones (12%), respectivamente. Cabe mencionar que nuestro país se
posicionó en la octava posición, con US$ 667 millones (4%). Asimismo, entre los principales
importadores de café se encuentran EE.UU., con un 23% del total importado por el mundo,
seguido por Alemania (14%) e Italia (8%).
PERSPECTIVAS PARA 2019 y 2020
En este contexto, según el último boletín de Perspectivas de la producción, comercio y precios
de los commodities, elaborado por el Minagri, se observa un escenario internacional muy difícil
para la campaña cafetera de 2018/2019[1], al observar una mayor producción mundial (+9.8%
con respecto a la campaña anterior) y un leve crecimiento del consumo mundial de café (+2%).
Ante este exceso de producción, prevén que los precios internacionales mantendrán una caída
sostenida en 2019, a menos que circunstancias climáticas limiten la producción mundial. Ante
esto, el Minagri recomienda promover el cultivo de cafés certificados o especiales, que no
dependen de los vaivenes del mercado del café convencional.
Para 2020, el Minagri estima que los precios internacionales del café podrían incrementarse a
partir del último trimestre de 2019, debido a la caída de la producción del café de Brasil para la
campaña cafetera de 2019/2020. Dicha caída se debería a que su campaña de 2018/2019
habría tenido resultados récord, al alcanzar 63.4 millones de sacos producidos, frente a lo cual
se espera una producción menor para la campaña 2019/2020 por la “campaña bienal del café”,
que muestra que un año de producción cafetera alta es seguido por un año de producción baja.
Esto representaría una oportunidad para satisfacer la demanda internacional por este producto
en dicho periodo.
Se deben generar las condiciones para que la producción de café, así como de otros cultivos,
siga mejorando. Es importante seguir incentivando la producción de café certificado o especial,
ya que por su mayor calidad permite diferenciarse de los efectos negativos del precio que
vienen sufriendo los cafés convencionales.

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