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EL ODIO

Génesis 4:1-8

ABORRECIMIENTO
Emoción caracterizada por una gran aversión o disgusto profundo. Es un sentimiento complejo que puede incluir
ira, temor, disgusto, enemistad, odio, rencor, desprecio y mala voluntad, junto con el deseo de perjudicar el
objeto o la persona.

Como tal, la palabra no es muy común en la Biblia, pero entre sus más de 16 sinónimos, los más importantes
son odio, desprecio y rencor. El aborrecimiento o rencor al hermano o al prójimo causa distanciamiento y
enemistad. Por lo mismo, la Biblia distingue entre el asesinato accidental y el malicioso o intencional.

El aborrecimiento u odio es tan fuerte que se utiliza como analogía para expresar la actitud de Dios respecto a los
pensamientos, los caminos pecaminosos y el carácter de los pecadores

La vida familiar de Adán y Eva, 4:1, 2. La vida de la primera familia refleja el cumplimiento del mandamiento
de procreación y de vocación. El resultado de la relación matrimonial es el nacimiento de dos hijos. La madre se
encarga de poner nombres a los hijos reconociendo a Dios como dador de la vida y la identidad propia de cada
hijo. Como parte de la vocación humana, Abel escoge la vida más bien nómada de domesticar animales y
sustentarse de ellos. Caín escoge la agricultura que requiere una vida más sedentaria y más dependiente de la
fertilidad de la tierra. Ambas ocupaciones constituyen las más importantes y primarias en el desarrollo de toda
civilización (la caza, la pesca y la agricultura).

La adoración a Dios, 4:3–5. Aún fuera del jardín, el hombre tiene la responsabilidad de expresar su lealtad,
gratitud y dependencia de Dios en la adoración. La ofrenda sirve como instrumento y ocasión para exteriorizar la
adoración. Caín y Abel personal y voluntariamente adoran con el producto propio de su trabajo y cultura que es
diferente pero válido. Tanto la ofrenda animal como la vegetal son apropiadas y aceptables ante Dios (Exo.
29:38–43). Se resalta el hecho de que Abel procura lo mejor para Dios, demostrando el lugar prioritario de Dios
en su vida.

Como la adoración consiste en la ofrenda más la actitud del corazón, Dios se agrada de la ofrenda de Abel, pero
no de la de Caín y lo expresa visiblemente. Hebreos 11:4 y 1 Juan 3:12 nos explican que la ofrenda de Abel era
expresión de su fe, su deseo de excelencia para con Dios y sus obras justas. Por el contrario, la ofrenda de Caín
era expresión de sus malas obras. Al responder a la adoración Dios tiene en cuenta la actitud y la vida completa
de quien adora (Isa. 1:11–17). Caín usa su ofrenda para competir con su hermano y para manipular a Dios y ante
el rechazo se enoja grandemente y lo expresa visiblemente. Aquí aparece el enojo, otro sentimiento negativo en
el hombre. Del manejo del enojo con todas sus expresiones progresivas depende la calidad de las relaciones entre
los seres humanos.

El primer homicidio y su castigo, 4:6–16. Dios nota la reacción de Caín y le ofrece ayuda de tres maneras:
Primera, le hace reconocer su sentimiento negativo. Reconocer los sentimientos es el primer paso hacia una
resolución correcta. Segunda, le indica que la razón de no mirar con agrado a su ofrenda está en él mismo y no en
Abel. No se debe eludir la responsabilidad y echar la culpa a otro, sino corregirse y mejorar. Tercera, le advierte
del pecado al que su sentimiento lo puede llevar.
No obstante, Caín es responsable y capaz de dominar la situación y resolverla correctamente. Jesús elabora sobre
este tema en Mateo 5:21–26 declarando que la reconciliación con el hermano (prójimo) es la solución correcta al
enojo.

Para Meditar
El sentimiento de odio que Caín tenía, le hizo matar a su hermano Abel, convirtiéndose en el primer asesino de la
historia humana. El odio ocasiona crueles y horrendos crímenes como este. Es por eso que Dios siempre nos
enseña a ser compasivos con los demás y perdonarnos; y también nos ha dado un mandamiento: “Amaos unos a
otros”. No debemos odiar a nuestros hermanos y hermanas como Caín, sino compartir con ellos el amor de Dios
desde nuestro corazón.

No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado. Lv.
19:17

Desde ahora, debemos deshacernos completamente del odio. Si les sucede que odian a un hermano en su
corazón, deben eliminar el odio con el borrador del perdón, y ayudarlo a producir frutos dignos del Padre y la
Madre. Esto es lo que Dios quiere que hagamos primera y principalmente en el nuevo pacto.

Conclusiones
Prov. 10:12 El odio provoca peleas, pero el amor perdona todas las faltas.

Como hijos de Dios jamás debemos vengarnos de quien nos perjudica, por mayor que sea el daño causado. El
perdón es la mejor solución y el camino que Cristo nos ha enseñado.

Debemos aprender a poner todos los malos pensamientos y deseos de venganza en las manos de Dios.

Atender al llamado de Dios a cambiar el odio por arrepentimiento y promover la paz de Dios para no hacer lo
que hizo Caín.

El amor cubre todo sentimiento de ira y torna nuestra vida más hermosa.

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