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(5:19)
El adulterio y la fornicación son traducidos como "inmoralidad
sexual" o "impureza sexual". La palabra griega usada en este versículo es
porneiva, cuyo significado es "prostitución, fornicación, inmoralidad sexual,
unión carnal ilegítima o incesto".
La inmundicia se relaciona con la suciedad, el desaseo o la falta de limpieza.
La corrupción y contaminación o inmundicia son fruto de la carne. Por ejemplo,
puede deducirse que los endemoniados gadarenos mencionados en Mateo
8:28, vivían en la inmundicia, llenos de suciedad, malolientes, etc. La
podredumbre, contaminación, suciedad, etc. son el fruto de un mundo
corrompido y contaminado por el pecado (Génesis 3:17). Así toda
contaminación e inmundicia son producto o fruto de la carne y no del Espíritu.
(5:20)
La idolatría es amar más a las personas o cosas que a Dios, el sentido de la
palabra idolatría se relaciona de forma directa con tener dioses falsos y
adorarlos, como lo hicieron tantas civilizaciones y pueblos paganos que
existieron antes de Jesucristo, y como se ha hecho después de Cristo, hasta
llegar al tiempo presente. No cabe duda que la idolatría es un pecado que Dios
aborrece, condena y reprueba completamente.
"hechicerías" es traducida como magia o hechizos. Todo esto ha existido desde
la antigüedad y sigue existiendo en la actualidad. Mucho tiempo antes de
Cristo, se muestra la presencia de magos y hechiceros a los cuales acudían los
faraones egipcios (Génesis 41:8; Éxodo 7:11). Otro ejemplo evidente de
hechicería descrito en la Biblia se da en tiempos del apóstol Pablo, donde se
narra el caso de una muchacha que tenía espíritu de adivinación (Hechos
16:16). Actualmente también hay muchos que se dedican a consultar
demonios, invocar muertos, hacer pactos con Satanás, etc. Todas esas son
realidades que no se pueden ignorar, y son al mismo tiempo cosas que Dios
aborrece profundamente.
"enemistades". El deseo de Dios es que la humanidad viva llena de amor y en
unidad, pero debido a los frutos de la naturaleza pecaminosa de los seres
humanos, existen las enemistades y divisiones, que muchas veces no tienen
como consecuencia únicamente el distanciamiento y separación entre las
personas, sino también las guerras y muchos pecados que se derivan de esto.
Pleitos", se podría traducirse como "discordia". Dios está en contra del
divisionismo entre las personas, y no es el deseo divino que el mundo esté
lleno de guerras y discordias. Los pleitos pueden ser solamente verbales o
pueden incluir agresiones físicas. En general Dios quiere la unidad y no las
discordias entre las personas, que son Su creación.
"celos" se traduce del griego zh`lo", que significa también "envidia".
Normalmente los celos y envidias dan lugar a contiendas y divisiones, lo cual
desagrada a Dios y es señal de vidas carnales (1 Corintios 3:3). Aunque en
este caso se están presentando los celos como algo negativo y fruto de la
carne, debe saberse que en algunas ocasiones los celos son enfocados como
una virtud, cuando se aplica a celo por obedecer a Dios y por agradar. Algunos
versículos en los que el celo es presentado como virtud son: Juan 2:17; 2
Corintios 7:11; 9:2; 11:2. Muchísimos otros pasajes del Nuevo Testamento
presentan los celos como algo malo y fruto de la carnalidad de los hombres. Es
muy evidente el sentido que se le dan a los celos en cada pasaje de la Biblia,
de acuerdo al contexto con el que se utiliza. Precisamente el décimo
mandamientos que Moisés entregó al pueblo tenía relación con la envidia o los
celos pecaminosos (que son vistos como codiciar lo que pertenece a
otros): "No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu
prójimo." (Éxodo 20:17). La persona espiritual se despoja de los celos y de la
envidia pecaminosa, y en lugar de eso, siente alegría al ver la bendición que
Dios da a los demás, pues al amar al prójimo como a uno mismo, se agradece
por las bendiciones de los semejantes, en vez de codiciarlas y quererlas
arrebatar para uno mismo.
El significado es "ira, furia o rabia". Dios es soberano y Él sí puede tener ira. De
hecho, la tiene y la mostrará contra Satanás, los demonios (ángeles caídos) y
contra todos los condenados que durante sus vidas no aceptaron el regalo de
salvación ofrecido por Dios, sino que decididamente lo rechazaron (Romanos
2:8; Apocalipsis 14:10,19; 15:1,7; 16:1,19; 19:15). " La ira, en el hombre, es
pecaminosa en cuanto es fruto de su naturaleza caída, de su egoísmo. Por la
ira, el hombre puede llegar a perder el dominio propio, cosa que Dios detesta.
Muchos han llegado incluso a asesinar por impulsos de ira, y a decir muchas
cosas ofensivas y dañinas de las que después se tienen que arrepentir.
La palabra "herejías" se traduce del griego ai{resi", que significa "secta, partido,
división o movimiento". La carnalidad en el hombre da lugar a doctrinas falsas,
que se levantan como movimientos promotores de ideas contrarias a lo que las
Escrituras enseñan. Así es como se han formado todas las religiones del
mundo, como sectas o movimientos religiosos que predican mentiras y cosas
totalmente opuestas al verdadero mensaje revelado por Dios en la Biblia, que
es Su Palabra.
(5:21)
Envidia", es muy parecido al de la palabra "celos" que aparece en el versículo
anterior. Aparece siempre como un fruto de la naturaleza carnal del hombre.
No cabe duda que los "homicidios" son fruto del corazón pecaminoso del
hombre. El primer homicidio de la historia lo cometió Caín (Génesis 4:8), quien
ya llevaba la contaminación del pecado en su sangre luego de la caída de Adán
y Eva. Los altos índices de homicidios de las sociedades actuales dan
testimonio del corazón corrompido de los hombres.
Las "borracheras" son vistas en la Biblia como pecado y como fruto de la
naturaleza caída del hombre.
"orgías" es un festín en que se come y bebe inmoderadamente, y se cometen
otros excesos. Esta palabra es entendida también como una satisfacción
viciosa de apetitos o pasiones desenfrenados.
Nadie puede negar que a lo largo de los años, muchos cristianos han
llegado a caer en pecados tales como el adulterio, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, etc.
Cuando un cristiano comete uno de esos pecados pierde su salvación, y
que luego la recupera al portarse bien, la salvación llegaría a ser algo
intermitente, que llega y se va repetidamente, dependiendo de
la conducta de la persona. Con eso se estaría afirmando que la salvación
es por obras humanas, quitando el mérito de Jesucristo, que compró
por precio a los Suyos.
Lo que sí debe tenerse mucho cuidado, es en juzgar a un cristiano que ha
caído en un pecado, catalogándolo como condenado y con destino al
infierno, porque Dios se encargará de juzgar a cada cual y Dios sabe
cuando una persona es nacida de nuevo o no lo es.
La responsabilidad de cada uno es individual, y antes de querer ministrar
a otros o de opinar sobre la situación espiritual de los demás, cada cual
debe examinarse a sí mismo. Si una persona permanece en el pecado,
debe examinar bien su corazón y sus caminos, arrepentirse y asegurarse
de haber entregado realmente el corazón a Cristo, pues se puede dar el
caso que una persona piense que Dios vive en su corazón (de forma
teórica o porque le han dicho que así es), pero que en realidad esta
persona no haya nacido de nuevo. Cada uno debe examinarse a sí mismo
y asegurarse de tener una entrega verdadera a Jesucristo. Uno de los
parámetros que Jesús dio, son los frutos.
(5:22)
Aunque se utiliza una palabra singular ("fruto"), se sabe que el Espíritu Santo
produce más que un solo fruto, pero se menciona uno por uno de forma
individual. Es en realidad un fruto solo e indivisible que proviene de Dios,
derivado en varios frutos (nueve que aparecen en el listado). Un creyente
espiritual se identifica por la presencia de todos estos frutos en su vida. Esto es
algo integral, es decir que no se trata de tener algunos frutos y dejar de lado
otros, o de seleccionar los que más nos gustan o los que más fácilmente
somos capaces de practicar. El Espíritu Santo produce TODOS estos frutos en
el cristiano que se deja dirigir por la obediencia a la Palabra de Dios. Estos no
son simples esfuerzos humanos para "hacer lo bueno". No son únicamente
buenas obras ni simples cualidades. Se trata literalmente de frutos que son
producto de la presencia del Espíritu Santo habitando en el interior de un
cristiano, de un nacido de nuevo.
El amor, gozo y paz conciernen a la actitud hacia Dios; la paciencia, benignidad
y bondad tienen que ver con las relaciones sociales; finalmente, la fe,
mansedumbre y templanza describen los principios que guían la conducta
cristiana.
"amor" es la traducción del griego "ágape" (ajgavph), y es una palabra que
aparece muchísimas veces en el Nuevo Testamento. Se puede traducir
también como "caridad", que es como aparece en algunas versiones de la
Biblia. Los primeros cristianos emplearon este término para referirse al amor
especial por Dios y al amor de Dios para con el hombre, al igual que el amor
auto-sacrificante que ellos creían todos debían sentir hacia los demás. Como
se mencionó, este amor es también conocido como "caridad". En los primeros
tiempos del cristianismo también significaba una comida común, de lo que ha
derivado el significado actual: comida, banquete (aunque este no es el
significado que se le está dando al amor como fruto del Espíritu Santo en este
pasaje de la Biblia). También significa el amor que devora, que es la mejor
forma de describir a "ágape", como el amor que devora por ser universal,
incondicional, capaz de entregar todo sin recibir nada a cambio. Al hablar de
los tipos de amor, se ha llegado a hacer una diferencia entre el amor eros y el
amor ágape. El eros es un tipo de amor que busca a Dios. Ese es el
fundamento de la mayoría de las religiones. Es la razón para la existencia de
templos y santuarios.
Es una búsqueda noble en apariencia. Pero el ágape es diferente: no es el
hombre quien busca a Dios, sino que es Dios quien busca al hombre. De forma
general, ágape es el término griego para describir un tipo de amor incondicional
y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta sólo el bien del ser amado y no
el propio. Filósofos griegos del tiempo de Platón emplearon el término para
designar el amor universal, opuesto al amor personal, sea amor a la verdad o a
la humanidad. La vida de todo cristiano debe fundamentarse en el amor porque
Dios es amor (1 Juan 4:8,16). 1 Corintios 13 revela que el amor es la base y el
fundamento de todo en la vida cristiana. El amor lo más importante que debe
reflejarse en cada cristiano. De este fruto de derivan muchos otros que siempre
van en busca del beneficio del prójimo y de obedecer y agradar a Dios en todo.
"gozo" proviene de la palabra griega carav, cuyo significado es también
"alegría". Siendo un sentimiento proveniente directamente del Espíritu Santo, el
gozo es mucho más que una satisfacción, contentamiento o alegría temporal
por haber alcanzado algo o por tener lo que se desea. La alegría del mundo es
pasajera y engañosa, mas el gozo de Dios es edificante y llena de plenitud al
corazón. El gozo es lo que el hombre anhela y lo que únicamente lo encuentra
en Dios, quien es el Autor del gozo en el corazón de Sus hijos. Este don tiene
estrecha y perfecta relación con el amor.
eijrhvnh es la palabra griega que significa "paz". Es el deseo de Dios que exista
el amor y la unidad, y es así como la paz, siendo el antónimo de los pleitos,
disensiones, divisiones y guerras; es uno de los frutos poderosos del Espíritu
Santo en el corazón del creyente. La paz es lo que el hombre anhela en lo
profundo de su corazón, y que sólo se puede encontrar en Jesucristo. El
pecado produce tormento y turbación, pero Dios da la paz y la libertad al
hombre, tanto en su relación personal con el Creador como también es un
reflejo que se manifiesta en las relaciones interpersonales. Por ello todos los
cristianos están llamados a ser pacificadores.
"paciencia" es la traducción del griego makroqumiva, que significa también
"tolerancia". La paciencia es una virtud de temperamento y es el resultado de
tener fe y confianza en que Dios tiene el control de todas las cosas y que ha Su
debido tiempo, dará respuesta a cada situación y problema que pueda estar
atravesando una persona. Esto implica sufrir circunstancias adversas
esperando, pero de una manera voluntaria, y no por mera necesidad. Hay
muchas exhortaciones al cristiano para el ejercicio de esta virtud, a fin de que
el creyente pueda soportar sin murmuraciones aquellas pruebas ordenadas por
e Señor, así como oposiciones, injusticias y provocaciones que puedan caer
sobre él por causa del nombre de Cristo (Romanos 5:3-4; 8:25; 15:4; Gálatas
5:22; Colosenses 1:11; 3:12; Tito 2:2; Hebreos 6:12; 10:36; Santiago 1:3-4; 5:7-
8,10-11; 2 Pedro 1:6). La paciencia no es pasividad, sino confianza en que Dios
tiene el control de todo y que a su debido tiempo traerá solución y respuesta a
cada situación y circunstancia que se presente.
"benignidad" se traduce de la palabra griega "chrestotes" (crhstovth"), que
también significa "bondad, afabilidad, bien, bondad moral, integridad y bondad".
Todo esto se refiere a benevolencia en la acción, dulzura de disposición,
gentileza en el trato con otros, afabilidad. La palabra describe la habilidad de
actuar para el bienestar de quienes abusan de su paciencia. El Espíritu Santo
borra la agresividad de carácter de quien está bajo su control.
"agathosune" (Ajgaqwsuvnh) es la palabra griega que en este pasaje se
traduce como "bondad". El significado es "rectitud de corazón y de vida,
bondad". Esto se refiere a beneficencia, benevolencia, virtud dispuesta para la
acción, una propensión abundante tanto para desear como para hacer lo que
es bueno, bondad intrínseca que produce una generosidad y un estado de
ánimo semejante a la disposición de Dios. Agathosune es una palabra rara que
combina el ser bueno y el hacer lo bueno. Básicamente es muy parecida a la
palabra "benignidad" que aparece anteriormente,
siendo "bondad" y "benignidad" palabras sinónimas.
"fe" se traduce del griego pivsti", que significa también puede significar y
traducirse como "acción de creer, confianza, fidelidad, prueba,
buena conciencia y doctrina". Esta palabra aparece muchísimas veces en las
Escrituras. La fe es un fruto del Espíritu Santo y siempre tiene como base y
fundamento lo que Dios ha revelado o prometido. No se trata de un
misterioso poder de concentración que hace que las cosas sucedan, sino de
creer en que Dios ha de hacer lo que ha prometido de antemano. La fe significa
creer en que Dios cumplirá Su Palabra y cada una de Sus promesas. No se
debe confundir tampoco con la esperanza o deseo de que algo suceda, porque
en la fe hay completa seguridad y no queda lugar para la duda. La fe no es una
opción para el cristiano, sino una necesidad y algo que no puede faltar.
Hebreos 11:6 dice: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador
de los que le buscan." La misma salvación y justificación de cada creyente ha
sido gracias a la intervención de la fe, tal como también sucedió inicialmente
con Abraham (Génesis 15:6). La salvación es claramente recibida mediante la
fe: "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9).
El Espíritu Santo produce este precioso fruto en el creyente para que éste se
mantenga siempre firme y confiado en Dios. La mejor definición de fe es
encontrada en Hebreos 11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve."
(5:23)
"praotes" (prau>vth") es la palabra griega traducida aquí
como "mansedumbre". El significado de esta palabra es también "humildad,
suavidad, apacibilidad y suavidad". Este fruto puede considerarse como
antónimo de la ira. La mansedumbre es aquella serenidad de espíritu pacífica y
humilde, en virtud de la cual el hombre no se deja arrebatar fácilmente de
la cólera con motivo de las faltas o el enojo de los demás (Proverbios 16:32;
Santiago 3:13). Dios mora con un espíritu de ese linaje y le concede
bendiciones especiales (Isaías 57:15; 66:2; Mateo 5:5). La mansedumbre es
una gracia cristiana (1 Timoteo 6:11), adquirida aun por muchos espíritus
naturalmente fogosos, como Moisés (Éxodo 2:12; Números 12:3) y Pablo
(Hechos 26:10,11; 1 Corintios 9:19), y debe adquirirse por todos los que
quieran ser como Cristo. Es un fruto del Espíritu (Gálatas 5:23; 6:1), del amor
(1 Corintios 4:21) y de la bondad divina (Colosenses 3:12). Puede decirse
entonces que la mansedumbre es una disposición pareja, tranquila, equilibrada
en espíritu, no pretenciosa, y que mantiene las pasiones bajo control. La
palabra se la traduce mejor al español como "mansedumbre", pero no con el
sentido de debilidad, sino de poder y de fuerza contenida. La persona que
posee esta cualidad perdona las injurias, corrige las faltas y gobierna muy bien
su propio espíritu.
"templanza" se traduce de la palabra griega ejgkravteia, que significa "dominio
de sí mismo y continencia". La templanza consiste en el dominio propio, que es
un dominio de la mente o un pensar seguro. Esto indica buen
juicio, modelos de pensamiento disciplinado, y la habilidad de entender y hacer
decisiones correctas. Incluye las cualidades de autocontrol y autodisciplina. El
Espíritu Santo produce este poderoso fruto que es una herramienta poderosa
para que el cristiano diga no al pecado y no acepte ceder ante ningún tipo
de presión que le trate de hacer caer en la maldad y desobedecer a Dios.
"contra tales cosas no hay ley" es traducido por la Biblia Al Día como "Y en
nada de esto entramos en conflicto con la ley judía." Si se toman los 10
Mandamientos y a la par de ellos se pone el amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; no se encuentra ninguna
infracción por parte de los frutos del Espíritu hacia la Ley. Lo que el Espíritu
Santo produce en el creyente no hace daño a nadie, sino que es todo lo
contrario, edifica y hace bien a uno mismo y a los demás, al tiempo que llena
de agrado a Dios. Es importante también decir que estos frutos no se originan
en la Ley ni se basan en ella, sino que son directamente producidos por el
Espíritu Santo y se originan y fundamentan en Dios. La Ley de Moisés ni
ninguna otra ley humana tendría razones para condenar acciones y frutos tan
hermosos y beneficiosos como los que produce el Espíritu Santo en el creyente
nacido de nuevo.
(5:24)
Pablo habla del arrepentimiento en forma metafórica como una crucifixión de la
vieja vida de pecado, dejándola atrás de manera completa y definitiva para vivir
de acuerdo al deseo y a la voluntad de Dios. El tiempo verbal indica un acto
definitivo que se realiza al momento de la conversión. Esto significa dejar atrás
la vida pecaminosa y estar decididos a seguir a Jesucristo con todo el corazón
y con voluntad sincera. La vida de pecado era algo "normal" antes de la
conversión, y era un estilo de vida pecaminoso. Pero luego de la conversión, lo
normal y lo que Dios espera y demanda es un corazón recto y sincero, decidido
a obedecer a Dios y a Su Palabra.
(5:25)
La nueva vida del creyente es gracias al Espíritu Santo. Esa es la razón por la
que los cristianos tienen el llamado a vivir en base y en armonía a todos los
frutos del Espíritu, siendo guiados por Él en todo tiempo. La nueva vida debe
reflejarse con claridad en todos los creyentes, y no ser únicamente un título de
"cristianos". Los frutos son el reflejo y testimonio de la verdadera conversión.
En muchas ocasiones los hechos pueden llegar a ser más convincentes que
las palabras. Pablo escribió en 1 Corintios 4:20 las siguientes
palabras: "Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en
poder." Todo cristiano debe tener una vida fructífera, llena de amor y santidad.
Todo cristiano tiene la responsabilidad de vivir conforme al Espíritu y no
conforme a la carne (Romanos 8:4).
por el Espíritu, no están bajo la ley. 19Ahora bien, las obras de la carne son
ley. 24Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.
otros.
1. Amor: Un fuerte y no sexual afecto y respeto por una persona y su bien, como es
entendido por el carácter moral de Dios; especialmente caracterizado por una
pérdida voluntaria de los derechos o privilegios en beneficio de otra
persona: Romanos 5:5
2. Gozo: La emoción de gran felicidad y el placer. Filipenses 4:4; Nehemías
8:10 ; Habacuc 3:18
3. Paz: Estado de relaciones armoniosas y libertad de conflictos; especialmente
durante la ausencia de guerra. Filipenses 4:7
AMOR A MI PROJIMO.
El segundo terceto de virtudes se enfoca en nuestros semejantes una vez que estamos
fortalecidos por el amor, el gozo y la paz.
Con los frutos del Espíritu, no necesitamos ley, reglas, costumbres; vivimos en el Poder
del Espíritu de Dios.
Gálatas 5:19-21
Gálatas 5:19-21
Hay personas que toman pasajes como este para poder decir que tal o cual persona no
se irán al cielo. La verdad es que ninguno de nosotros podemos conocer lo que hay en
el corazón de las personas y las decisiones que han tomado. He escuchado “si hizo lo
que hizo es porque seguramente no había aceptado a Cristo verdaderamente”. Cuando
Pablo dice: los que practican tales cosas; ¿A qué cosas se refiere? ¿A la lista que está
ahí? Mas bien se refiere a las obras de la naturaleza pecaminosa o dicho de otra forma
a las obras de la carne y no del espíritu. Nosotros debemos dejar que el Señor examine
nuestros corazones y nos de entendimiento. La sinceridad es la base para poder
encaminarnos por el camino espiritual. Pero te pido que nunca juzgues ni señales a tu
hermano. No juegues al papel de Dios. Si un hermano o conocido está totalmente
envuelto en las obras de la carne, en lugar de señalarlo y decir que no podrá ir al cielo,
te animo a que ores fervientemente por él, que le dediques tiempo y des testimonio de
que Cristo lo ama y quiere reconciliarse con él. Es más fácil señalar y seguir nuestro
camino. Lo que el Señor quiere que hagamos es que abramos los ojos y entendamos
que aquellos que están siguiendo a la carne se encuentran atrapados y necesitan ser
rescatados. Tú y yo fuimos rescatados. De la misma forma debemos ser un conducto
para que otras personas sean rescatadas. ¡Esa es nuestra tarea! ¡No señalar y decir
quién va y quién no va al cielo!
Ahora, si lees la lista que describe Pablo y la analizas con detalle, ninguna produce un
malestar. Todo lo contrario. Cuando uno está enojado y suelta toda su furia e ira, uno
se siente bien de hacerlo pues es difícil contenerse. Cuando alguien se emborracha, no
está sufriendo sino por el contrario, su cuerpo está disfrutando el momento. Una
persona que comete adulterio, está cumpliendo con un deseo que probablemente
llevaba días o meses deseando llevar a cabo. Lo que quiero decir es que, las obras de la
carne, si bien son opuestas al espíritu, no crean un mal inmediato. La manera en la que
crecí, me hicieron creer que estas cosas eran malas y por consecuencia, mi
entendimiento asimilaba que me traerían un mal también así como una enfermedad o
algo parecido. Si es malo, seguramente debe de ser una mala experiencia. La realidad
es distinta. Por esta razón, tantas personas engañan a sus parejas. Por esta razón,
tantas personas sufren con problemas de alcoholismo y drogadicción. Por esta razón,
vemos centros para la depresión, para la soledad, para canalizar nuestras furias, etc.
¡Porque nos causa un placer! ¡Las obras de la carne son placenteras! ¿Quiere decir
entonces que son buenas? No. ¿Cómo puedo estar tan seguro? Simplemente dando
seguimiento detallado a las consecuencias de aquellos que deciden vivir así. Ninguno
termina bien. El cuerpo que es expuesto a químicos como la heroína, sufre
consecuencias sumamente graves. Los enfermos terminan robando a sus propias
familias para poder seguir con sus adicciones y su probabilidad de morir en sobredosis
es sumamente alta. ¡Esto es mucho más común de lo que te imaginas!
Dios ha puesto en su palabra los principios que nos llevarán a una vida llena de
bendiciones. También nos ha dejado advertencias para no caer en una vida que sea
contraria a lo que Él desea que tengamos. Él quiere vernos a su lado. Él quiere que
vayamos al cielo al morir. Él quiere que tengamos comunión todos los días. Él quiere
rescatarnos de nuestras adicciones y de todos aquellos deseos de la carne que nos
encadenan y encierran en un círculo destructivo.
Vivir para el espíritu requiere honestidad, fe y madurez. La honestidad reconoce la
falta de plenitud al seguir los deseos de la carne. La fe da el primer paso a algo que no
conocemos pero estamos convencidos que será un mejor camino. La madurez nos da
entendimiento sobre la urgencia de realizar estos cambios.
Oración
Padre: tu amor es tan grande que te has preocupado porque no caiga por caminos
equivocados. Hoy te pido que me rescates. Dale sentido a mi vida. Dale rumbo y
dirección pues no sé hacia dónde ir. Pensé que entendía lo que hacía pero hoy me doy
cuenta que solamente hay vacío en mí que desesperadamente he querido llenar dando
satisfacción a mi cuerpo. Hoy me doy cuenta que solamente Tú puedes llenar mi vida y
que tus principios me guían hacia una vida plena y de bendición. Perdona mis pecados
y permite que pueda estar contigo en el cielo cuando muera. Te pido que transformes
mi corazón y mi mente para que pueda vivir conforme a tu voluntad. En el nombre de
Jesús. Amén
ii. Algunos han tratado de organizar esta lista en cuatro categorías: los pecados
sensuales, pecados, pecados religiosos interpersonales y pecados sociales. No
debemos considerar esto como una lista exhaustiva, pero adecuada da la idea
de lo que hace la persona que entra en la carne.
iii. “Si usted va a leer el capítulo, se dará cuenta de que el apóstol ha utilizado
nada menos que diecisiete palabras, casi podría decir dieciocho años, para
describir las obras de la carne. El lenguaje humano es siempre rico en malas
palabras, porque el corazón humano está lleno de los múltiples males que
estas palabras denotan. “(Spurgeon)
iv. “No sea que Pablo se le acuse de tomar una visión excesivamente pesimista
de la vida, es bueno recordar que los moralistas paganos eran, si cabe, más
grave en su estrechez. La única diferencia fue que los moralistas paganos
consideraban estas cosas con horror, como contraria a la verdadera naturaleza
del hombre, Pablo les considera los resultados “naturales” “(Cole).
De las cuales os denuncio, como ya os dije en otro tiempo, que los que
practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
5. (Gálatas 5:22-23) Los ejemplos de los frutos del Espíritu que caminan en el
Espíritu producen en nuestras vidas.
· El fruto es frágil.
· El fruto es atractivo.
· El fruto nutre.
b. El fruto del Espíritu: Pablo usó el plural está describiendo la vida según la
carne (las obras de la carne), pero se utiliza el singular (fruto, no frutos, del
Espíritu). En el panorama general, el Espíritu tiene un trabajo que hacer en
todos nosotros. Estos no son los dones del Espíritu, que se distribuyen en
forma individual por la voluntad del Espíritu, esto es algo que cada cristiano.
i. “Puede ser significativo que la palabra fruto es singular, Pablo no está
hablando de una serie de frutos que pueden compartirse alrededor, para que
un creyente tenga uno, otro y otro. Más bien se refiere a un grupo, de manera
que todas las cualidades de manifiesten en cada creyente. “(Morris)
c. El fruto del Espíritu es amor: Es justo que se mencione por primera vez el
amor, porque abarca todos los siguientes. Incluso puede decirse que los
siguientes ocho términos son simplemente describiendo lo que el amor en
acción parece. “Hubiera sido suficiente para mencionar sólo el fruto único de
amor, porque el amor abarca todos los frutos del Espíritu.” (Lutero)
i. Amor traduce la palabra griega agape. Había cuatro palabras distintas para
“amor”. Eros era la palabra para el amor romántico o apasionado. Philia es la
palabra para el amor que sentimos por los que están cerca y queridos por
nosotros, ya sean familiares o amigos. Storge es la palabra para el amor que
se manifiesta en el afecto y la atención, sobre todo el afecto familiar. Pero
agape describe un tipo diferente de amor. Es un amor más de la decisión que
del corazón espontáneo, como una cuestión de la mente que el corazón, ya
que decide amar a los indignos. “Agape tiene que ver con la mente: no es
simplemente una emoción que surge espontáneamente en nuestros corazones,
sino que es un principio por el cual vivimos deliberadamente.” (Barclay)
ii. Más de Barclay en el amor ágape: Ello “significa benevolencia
inconquistable. Esto significa que no importa lo que un hombre puede hacer
con nosotros a través del insulto o lesión o la humillación que nunca buscará
otra cosa que el bien supremo. Por tanto, es una sensación de la mente tanto
como el corazón, sino que se refiere a la voluntad, tanto como las emociones.
En él se describe el esfuerzo deliberado – que podemos hacer sólo con la
ayuda de Dios -. Nunca a buscar otra cosa que lo mejor, incluso para aquellos
que buscan lo peor para nosotros “(Barclay)
iii. Podríamos decir que se trata de un amor del Espíritu, porque es un fruto
del Espíritu. Esto está por encima y más allá del afecto natural, o la lealtad a
la sangre o de la familia. Esto es amar a personas que no son fáciles de amar,
amar a la gente que no le agrada.
iv. “Cuando usted se indigna porque le han tratado mal, y piense el de devolver
mal por mal, recuerde este texto:” El fruto del Espíritu es amor. “” Ah, “usted
dice,” era una vergüenza!-Claro era, y por lo tanto no imitarlo: no hacer
barandilla de asalto, pero el contrario, bendiciendo, porque “el fruto del Espíritu
es amor.” (Spurgeon)
· La embriaguez y orgías son tristes intentos de llenar el vacío que sólo el amor
puede llenar.
vi. Esto nos muestra la locura de excusar las obras de la carne a causa de
“amor”. “Para hablar de” amor “cuando un hombre codicia a la mujer de su
prójimo, o cuando una mujer viola la orden: ‘No cometerás adulterio’ es poco
menos de la pura blasfemia contra la santidad del amor. No es el amor, pero la
lujuria, el amor es un ángel, y la lujuria de un demonio. El grado de pureza de la
vida doméstica se ha corrompido, y sus honores son deshonrados una vez que
el vínculo matrimonial se tiene en cuenta. “(Spurgeon)
e. El fruto del Espíritu es… paz: Esta paz es la paz con Dios, paz con la
gente, y es una paz positiva, llena de bendición y bondad – no simplemente la
ausencia de la lucha.
i. Podríamos decir que esta pazes una paz del Espíritu, porque es una paz
mayor que solamente viene cuando todo está tranquilo y se estableció. Esta es
una paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
ii. La palabra griega para la paz es chara, y que “no significa simplemente la
ausencia de problemas, pero todo lo que hace para mayor bien del hombre.
Aquí significa que la tranquilidad del corazón, que se deriva de la conciencia
omnipresente que nuestros tiempos están en las manos de Dios. “(Barclay)
iii. Los primeros cristianos realmente conocían y amaban la alegría y la paz del
Espíritu. Dos nombres cristianos muy comunes en la iglesia primitiva eran
Chara (Cara) y Eirene (Irene).
f. El fruto del Espíritu es… paciencia: Paciencia significa que usted puede
tener el amor, la alegría y la paz, incluso durante un período de tiempo en que
la gente y los acontecimientos le resultan molestos. Dios no se irrita
rápidamente con nosotros (Romanos 2:4, 9:22), por lo que no debe irritarse
rápidamente con los demás.
i. Paciencia en sí es una obra del Espíritu! “La paciencia es la cualidad que
permite a una persona tener la adversidad, lesión, reproche, y lo pone paciente
para esperar la mejora de los que hicieron lo que estaba equivocado. Cuando
el diablo se entera que no puede vencer ciertas personas por la fuerza trata de
vencerlas a largo plazo… Para soportar sus continuos ataques debemos ser
pacientes y esperar pacientemente para que el diablo se canse de su juego.
“(Lutero)
g. El fruto del Espíritu es… amabilidad, bondad: Estas dos palabras están
íntimamente conectadas. La única diferencia es que Dios tiene también consigo
la idea de la generosidad.
h. El fruto del Espíritu es… fidelidad: La idea es que el Espíritu de Dios obra
en nosotros la fidelidad a Dios y la gente. “Es la característica del hombre que
es confiable.” (Barclay)
i. “La capacidad de servir fielmente a Dios a través de los años y a través de las
tentaciones de la vida no es algo que logremos en virtud heroica. Viene del
Espíritu. “(Morris)
i. El fruto del Espíritu es… gentileza: La palabra tiene la idea de ser
enseñable, no tiene una actitud de superioridad, no exige los propios derechos.
No es timidez o pasividad; “Es la calidad del hombre que siempre está enojado
en el momento adecuado y no en el momento equivocado.” (Barclay)
i. Morris en dulzura: “Es importante para el cristiano al ver que la
autoafirmación es una parte tan importante de la vida del siglo XX no debe ser
valorada altamente. Es mucho mejor que cada uno de nosotros cercena el
deseo de ser preeminente y ejerce una humildad apropiada (o suavidad) “.
ii. Mansedumbre es el tipo de espíritu que no exige “su respeto.” “¿Cuál es el
respeto que se debe a las pobres criaturas como nosotros? Creo que si
cualquiera de nosotros conseguimos nuestro “respeto”, no debería gustarnos
mucho: se debe pensar que la justicia desnuda era bastante escasa en su
apreciación. Deseamos ser adulados cuando clamamos por ‘respeto’. Respeto,
por cierto! ¿Por qué si teníamos nuestro desierto, debemos estar en las
profundidades del Seol “(Spurgeon)
iii. “De Pedro se registra que lloraba cada vez que recordaba la dulce ternura
de Cristo en su contacto diario con la gente.” (Lutero)
j. El fruto del Espíritu es… auto-control: El mundo sabe algo de auto-
control, pero casi siempre por una razón egoísta. Se sabe que el auto-
discípulo y la negación a alguien irá a través de sí mismos, pero el auto-control
del Espíritu también trabajará en nombre de los demás.
k. Contra tales cosas no hay ley: Pablo habla tanto con ironía y eufemismo.
Ciertamente, no hay leyes en contra del amor, gozo, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio. Pero más aún,
si una persona tiene este fruto del Espíritu, que no necesitan la ley. Ellos lo
cumplieron!
i. Morris en contra tales cosas no hay ley: “Este es un eufemismo magistral.
Se llama la atención sobre el hecho de que el tipo de conducta que Pablo ha
trazado, los legisladores de todas partes es que quieren llevar a cabo. “
ii. “Hay una ley, por supuesto, pero no se aplica a los que llevan estos frutos del
Espíritu. La Ley no es para el hombre justo. Un verdadero cristiano se
comporta de tal manera que no necesita ninguna ley para advertir o para
detenerlo… en lo que a él respecta no tendría que haber ninguna ley. “(Lutero)
Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No
seamos vanidosos, provocando entre sí, envidia unos a otros.
a. Y los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones
ydeseos: Dios tiene un lugar para nuestra carne con sus pasiones y deseos. Él
quiere que lo clave en la cruz, para que pueda estar bajo el control y la
sentencia de muerte.
i. Crucificado es una palabra importante. Pablo pudo simplemente haber
escogido la palabra “muerto”, pero él usó la palabra crucificado porque habla
de muchas cosas:
· Nos recuerda lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz.
· Nos recuerda que nuestra carne tiene que ser tratada de manera decisiva.