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CELEBRACIÓN DE SEMANA SANTA


Viernes Santo

1
CONTENIDO
VIERNES SANTO .................................................................................................................... 3
PASIÓN Y MUERTE DEL SEÑOR .......................................................................................... 3
SUGERENCIAS PARA LOS MENSAJES LITURGICOS. ....................................................... 4
CATEQUESIS PARA EL VIERNES SANTO ........................................................................... 5
REFLEXIONES SOBRE EL AYUNO Y ABSTINENCIA .......................................................... 5
EL AYUNO EN LA BIBLIA ...................................................................................................... 5
EL AYUNO QUE LA IGLESIA PIDE ........................................................................................ 6
EL VÍACRUCIS ...................................................................................................................... 13
PRIMERA PARTE .................................................................................................................. 36
1. Ritos Iniciales ................................................................................................................... 36
SEGUNDA PARTE ................................................................................................................ 37
2. Liturgia De La Palabra ...................................................................................................... 37
3.- Reflexión Comunitaria .................................................................................................... 47
4.- Oración Universal O De Los Fieles ................................................................................ 48
TERCERA PARTE ................................................................................................................. 53
CUARTA PARTE ................................................................................................................... 57
6.- Distribución De La Sagrada Comunión. ........................................................................ 57
QUINTA PARTE..................................................................................................................... 59
Rito De Paz ............................................................................................................................ 59
LAS SIETE PALABRAS ........................................................................................................ 61

2
VIERNES SANTO
PASIÓN Y MUERTE DEL SEÑOR

Desde los primeros siglos este día ha sido caracterizado por el ayuno y la oración. La razón
de ello se encuentra en una "encarnación" de los sentimientos de los apóstoles en aquel día:
En la reforma de Pío XII (1955) la celebración del Viernes Santo se dividió en tres partes que
formaran un todo:

• Liturgia de la Palabra: Puntos culminantes son la lectura de la Pasión que se toma


siempre del relato de san Juan y, la Oración Universal de los Fieles que nos
presenta la forma antigua de esta oración (intención - oración en silencio - oración
presidencial).

• Adoración de la Cruz: Obviamente no se puede entender en sentido literal, pues


no somos idólatras, sino adoración del misterio de la cruz, representado en el signo
sensible del crucifijo.

• Liturgia de la Comunión: Para que los fieles no se vean privados del Pan que da la
Vida y que nos ha sido merecido por la pasión del Señor.

El Viernes Santo un día muy solemne y sobrio en la Liturgia. Por la mañana se reza o se vive
el Viacrucis. Al medio día, en la iglesia los fieles se reúnen para el Sermón de las Siete
Palabras. Después de la celebración litúrgica de la Pasión del Señor, se encargan de "bajar"
materialmente hablando el Cristo de la cruz y lo colocan en un féretro para su velación. Por la
noche, escenifican el regreso de la santísima Virgen María del sepulcro con la conocida
Procesión del Silencio y, los oficios concluyen en el templo con el Pésame a la Virgen.

ACTIVIDADES:

Hay que pedir que en el pueblo no se pongan radios o equipos de sonido con alto volumen.
Hay que recordar que es un día santo y muy solemne.

Preparar los cantos: Para el Viacrucis, Para la celebración de la pasión y muerte de Jesús,
para la adoración de la cruz, para la comunión y para la despedida.

Se inicia con el Viacrucis.

Viacrucis por el pueblo. de preferencia empezarlo a las 11:00 del día, para que, al
terminarlo, iniciemos las Liturgia inmediatamente después, de otra manera la gente se va a
preparar “el molito, los romeritos” y ya no regresa, o regresa muy poca y lo más importante,
vital, central es la liturgia. No tiene sentido tener más gente en el Viacrucis que en la
Celebración Litúrgica. Donde realmente no se pueda, la Liturgia se hace en la tarde, a la tres.

Explicar el significado del camino y la Cruz como motivación para salir de la situación que los
aflige.

3
Ya está todo preparado desde el día anterior, hoy se vive.

El Viernes Santo es el día desolado, día de gran duelo. No hay misa. Los altares
permanecen desnudos. La cruz preside elocuente, los templos. El color de los ornamentos es
rojo, el color de los mártires. Hoy no hay flores, ni música, ni campanas. El sagrario está
abierto y vacío.

Liturgia del Viernes Santo:

Hoy no se celebra misa. El altar está desnudo y el sagrario vacío.

La Celebración consta de tres partes:


1. Liturgia de la Palabra. (Lecturas. solemnes, tres personas que previamente se
seleccionaron y repasaron las lecturas).
2. Adoración de la Cruz. La cruz debe estar preparada, (las lecturas y los cantos).
3. La Sagrada Comunión.

Reflexión sobre las Siete Palabras. Vienen comentadas en este Manual (página 49).
Alguien del equipo debe ser el responsable de hacer la reflexión. Donde se pueda hacerla
después del Viacrucis.

Avisar del retiro-convivencia de mañana con los jóvenes.

SUGERENCIAS PARA LOS MENSAJES LITURGICOS.

“No hay mayor amor”


“Murió por nosotros”
“Murió por mí”
“Nos amó hasta el fin”
“Perdón Señor por tantas cosas”
“Tu muerte no es el final”
“Necesitamos amar más”

Visitas al Santísimo por familia. (De 7 p m a 12 p.m.). (Anexo No 3)


• Lista de familias que visitarán al Santísimo una hora.
• Un misionero, ya preparado, debe estar en cada hora, animando la oración, cantos.

Recordar a los jóvenes el retiro de mañana, pedirles que sean puntuales, y que cada quien
lleve su itacate, para la comida y el almuerzo.

Evaluación del día, siguiendo la hoja de actividades diarias y planeación del siguiente día.
En esta evaluación sólo debe estar el equipo misionero. Con esta actividad y oración cierran
el día.

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CATEQUESIS PARA EL VIERNES SANTO

PLÁTICA (en la iglesia o en el retiro)

A continuación, vienen algunos elementos que nos pueden servir para animar, la
adoración de la cruz, la hora santa familiar, o en el retiro.

REFLEXIONES SOBRE EL AYUNO Y ABSTINENCIA

La Iglesia pide ayunar en viernes santo y a ser posible “prolongar durante el sábado
santo este ayuno", Por esta razón vamos a reflexionar sobre el ayuno y su significado.

EL AYUNO EN LA BIBLIA

Ayuno es la abstinencia parcial o total de alimentos durante el día. Incluso la abstinencia


de relaciones sexuales.

La ley mosaica conocía el ayuno de la fiesta de la expiación, pero es en tiempos de


Samuel cuando el ayuno adopta un cariz de acto penitencial. En la muerte de Saúl la
gente ayunó durante siete días consecutivos. Después de la cautividad el ayuno
subraya oficialmente el aniversario de las calamidades de Israel.

El profeta Jeremías 14,12, encuadra el ayuno en la ley de la caridad: bien practicado,


puede ser fuente de luz y de justicia.

El fariseo del evangelio ayuna dos veces por semana, según la tradición.

Los discípulos de Juan Bautista hacen otro tanto.

Jesús admite el ayuno, pero le da su valor de preparación y debe hacerse con


simplicidad y humildad (Mt 6,16). El se preparó con cuarenta días. La Iglesia primitiva
adoptó la costumbre judía. En Antioquía se ayuna antes de enviar a Bernabé y Saulo en
misión (Hch 13,3). Estos hacen lo mismo con ocasión de organizar las primeras
comunidades cristianas.

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El ayuno que me agrada (Dios) (Isaías 58,6)

“¿No sabéis cuál es el ayuno que me agrada?


Abrir las prisiones injustas,
soltar las coyundas del yugo,
dejar libres a los oprimidos,
romper todas las ataduras;
repartir tu pan con el hambriento,
hospedar a los pobres sin techo
vestir al que ves desnudo y
no volver tu rostro ante tu hermano".

EL AYUNO QUE LA IGLESIA PIDE

El ayuno y la abstinencia deben tener para el cristiano una orientación fundamental a


la caridad fraterna.

El ayuno y la abstinencia son también para el cristiano un acto de obsequio y de culto


a Dios, ya que permite cumplir el deber de la abstinencia con obras de culto: a condición de
que en ellas se evidencie nuestra sumisión a Dios.

Un significado, quizás el más global e interior del ayuno y la abstinencia, juntamente


con otras obras penitenciales, es el de ser para los creyentes y para toda la comunidad, a la
vez que un acto de conversión, un acto de esperanza. Se nos invita a despreciar las cosas
terrenales y amar las del reino.

"La limosna y el ayuno son dos medios estrechamente ligados entre sí. El ayuno
significa un dominio sobre nosotros mismos. Significa ser exigentes en las relaciones con
nosotros mismos: estar prontos a renunciar a las cosas: no solo a los manjares, sino
también a los goces y placeres diversos.

Y la limosna significa la prontitud a compartir con los otros alegrías y tristezas, a dar al
prójimo, en particular al necesitado, a repartir no solo los bienes materiales sino también los
dones del espíritu: abrirse a los demás, sentir sus necesidades, sufrimientos, infortunios y
buscar los medios para adelantarnos a sus necesidades.

Así pues, el dirigirse a Dios mediante la oración va unido con el dirigirse al hombre.
Siendo exigentes con nosotros mismos y generosos con los otros, manifestamos nuestra
conversión de modo concreto y al mismo tiempo social y nos unimos a Cristo paciente y
resucitado" (Juan Pablo 11).

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EL AYUNO QUE DIOS QUIERE

• Que no hagas gastos superfluos.


• Que ayudes a los pobres.
• Que prefieras pasar tú necesidades antes de que las pase tu hermano.
• Que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida, que lo ayudes.
• Que prefieras servir a ser servido.
• Que tengas hambre y sed de justicia.
• Que no des pretextos cuando te piden ayuda.
• Que veas en todo hombre y mujer a un hermano, a una hermana.
• Que veas en el pobre y en todo hombre que sufre la imagen de Cristo.
• Que luches cada día para que salga adelante tu comunidad.
• Que eduques a tus hijos, que les des buen ejemplo.
• Que dejes al aguardiente y alimentes mejor a tus hijos.
• Que apoyes, ayudes a tu esposa, que no la maltrates.

La abstinencia que agrada a Dios

• Que no seas esclavo del consumo de alcohol, de los juegos, del orgullo, de la
vanidad.
• Que te abstengas de tanta televisión, novelas, películas y videos.
• Que te abstengas de levantar falsos, chismes y murmuraciones a la gente del
pueblo
• Que frecuentes menos las cosas que no te permiten estar con tus hijos.
• Que te abstengas de golpear a los hijos y a la esposa.
• Que no seas esclavo ni del sexo, ni de la pasión, ni de nada que te esclavice y
despersonalice.
• Que te abstengas del odio, de la violencia y de obrar la injusticia.
• Que respetes a Dios, a las criaturas, al medio ambiente y todo ser vivo.
• Que te abstengas de toda palabra grosera, ociosa y necia.
• "Lo esencial de nuestro ayuno no consiste en la mera abstención de alimentos.
• No es de ningún provecho el sustraer alimentos al cuerpo, si el corazón no se
libera de la injusticia.
• Lo que cada uno sustrae a sus placeres que lo emplee en favor de los pobres e
indigentes" (S. León Magno).

SÚPLICAS Y ACLAMACIONES (a manera de oración)

1.- NO HAY MEJOR AMIGO QUE EL QUE DA LA VIDA POR SUS AMIGOS, NOS DIJO
EL MISMO JESUS, POR ESO DIGÁMOSLE CON TODO ÉL
CORAZON: TÚ ERES NUESTRO MEJOR AMIGO

Todos: Tú eres nuestro mejor amigo.

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MINISTRO DE LA PALABRA:
• Jesús, porque diste la vida por nosotros.
• Jesús, porque nos contaste todos los secretos de tu Padre.
• Jesús, porque sufriste en lugar nuestro.
• Jesús, porque te hiciste nuestro servidor.
• Jesús porque por nosotros no tuviste miedo a cargar la cruz.

2 JESÚS DIJO QUE, SI LA SEMILLA NO MUERE, NO DA FRUTO, PERO SI MUERE


SU FRUTO SERÁ ABUNDANTE. JESÚS ES ESA SEMILLA QUE ENTERRADA DIO
ABUNDANTE FRUTO; POR ESO ACLAMÉMOSLO CON TODO NUESTRO SER
DICIENDO: TÚ ERES LA SEMILLA QUE MURIENDO DIO FRUTO.

Todos: Tú eres la semilla que muriendo dio fruto.

MINISTRO DE LA PALABRA:
• De Ti brotó la Iglesia fuente de salvación para el mundo entero.
• De Ti surgió el manantial de agua viva que da la vida eterna.
• De Ti nacieron incontables multitudes de mártires que testimoniaron su fe en el
único y verdadero Dios.
• De Ti nacieron incansables luchadores de la verdad, de la paz y de la justicia en
el mundo.
• De Ti brota toda la fe, toda esperanza y todo amor.

3 COMO JESÚS, EL SIERVO DE DIOS, QUE ENDURECIÓ SU ROSTRO ANTE EL


DOLOR Y NO SE ECHÓ PARA ATRÁS (Is 50,5-7) ANTE EL SUFRIMIENTO Y LA
MUERTE POR SALVAR A SU PUEBLO Y CUMPLIR ASÍ LA VOLUNTAD DE DIOS,
ASÍ NOSOTROS SIGUIENDO A JESÚS, DIGAMOS: NO ME ECHARÉ PARA
ATRÁS, SEÑOR.

Todos: No me echaré para atrás, Señor.

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Aunque amar al prójimo me lleve a tener que ser servidor de los demás.
• Aunque amar a mi prójimo me lleve a tener que estudiar y prepararme en la vida
día a día.
• Aunque amar a mi prójimo me lleve a tener que compartir con los demás mis
bienes.
• Aunque amar a mi prójimo me lleve a tener que soportar burlas, desprecios y
críticas.
• Aunque amar a mí prójimo me lleve a peligros políticos y riesgos económicos.
• Aunque amar a mi prójimo me lleve a desvelos y a arriesgar mi propia vida.

4 MIS PENSAMIENTOS NO SON LOS PENSAMIENTOS DE USTEDES, DICE DIOS


EN LA BIBLIA, POR ESO COMO JESUS EN LA ORACION DEL HUERTO
DIGÁMOSLE A DIOS: SEÑOR. QUE SE HAGA TU VOLUNTAD Y NO LA MIA.

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Todos: Señor, que se haga tu voluntad y no la mía.

MINISTRO DE LA EUCARISTÍA:
• Señor, Tú quieres convertir a los demás ganándoles el corazón con el amor, pero
nosotros queremos la fuerza y la violencia.
• Señor, Tú quieres que nos salvemos unos a otros, pero nosotros quisiéramos
salvarnos solos sin tener necesidad de los demás,
• Señor, nosotros quisiéramos un mundo sin dolor y sin trabajo, pero Tú quieres
nuestro esfuerzo y paciencia.
• Señor, nosotros quisiéramos un mundo sin vicios y sin injusticias, aunque todos
fueran máquinas, pero Tú quieres siempre respetar la libertad del ser humano.
• Señor, nosotros quisiéramos una familia y una sociedad toda sin problemas y
donde todo se nos dé, pero Tú quieres siempre nuestra colaboración y
participación.

5 JESÚS DIJO: EL QUE QUIERA SER MI DISCÍPULO QUE TOME SU CRUZ DE


CADA DÍA Y QUE ME SIGA, POR ESO DIGÁMOSLE DE CORAZÓN: SEÑOR.,
QUIERO SEGUIRTE CON MI CRUZ DE CADA DÍA

Todos: Señor, quiero seguirte con mi cruz de cada día.

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Te ofrezco los esfuerzos diarios por corregirme y levantarme de mis defectos.
• Te ofrezco el que hacer de cada día para tener orden y limpieza en mi casa y en
mi vida.
• Te ofrezco el trabajo de cada día para poder merecer la comida.
• Te ofrezco el tener que soportar todos los días los defectos de los demás.
• Te ofrezco el tener que renovar a diario mis propósitos de amarte y servirte en
mis hermanos.

6 AL OÍR EL LLAMADO DE DIOS A LA CONVERSIÓN, DIGÁMOSLE A JESÚS:


CONVIÉRTENOS, SEÑOR, CON LA FUERZA DE TU CRUZ.

Todos: Conviértenos, Señor, con la fuerza de tu Cruz.

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Jesús dijo: cuando sea yo levantado en alto, atraeré a todos hacía mí (Jn 12,32).
Por eso digámosle...
• El Señor dice: que el malvado abandone su camino y que regrese al Señor que
es rico en perdón (ls 55,7). Por eso digámosle...
• El Señor dice: que el criminal deje sus planes y que regrese el pecador al Señor,
pues él tendrá piedad (ls 55,7). Por eso digámosle...
• El Señor dice: vuélvanse a MÍ, hijos rebeldes; no les pondré mala cara, porque
soy compasivo y no me enojo para siempre. Por eso digámosle...

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• El Señor dice: acérquense a Dios y El se acercará a ustedes. Humíllense en la
presencia de Dios y él los levantará (Sar7t. 4. 8a, 10). Por eso digámosle...
• El Señor dice: pecadores, purifíquense las manos, y gente que actúa con doblez,
limpien sus corazones (Sant 4,8b). Por eso digámosle...
• El Señor dice: Dios resiste a los soberbios y da su gracia a los humildes (Sant
4,6s), Por eso digámosle...
• El Señor dice: dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien. Entonces, aunque
sus pecados sean rojos como la púrpura, quedarán blancos como la nieve (Is 1,
16s). Por eso digámosle...
• El Señor dice: busquen lo que es justo, hagan justicia al oprimido, defiendan al
indefenso, protejan al que no tiene protector. Entonces, aunque sus pecados
sean negros como el carbón quedarán blancos como la lana (ls 1, 16-18). Por
eso digámosle...
• El Señor dice: hombres todos, conviértanse de sus delitos, estrenen un corazón y
un espíritu nuevos (Ez 18, 30b-3 l). Por eso digámosle...
• El Señor dice: hoy es el tiempo de la misericordia, hoy es el día de la salvación,
no dejen pasar en vano la gracia de Dios (2 Cor 6, 1 4a), Por eso digámosle...

7 HERMANOS: LA PALABRA DE DIOS NOS DICE QUE TENEMOS EN CRISTO,


QUE SUFRIÓ Y MURIÓ POR NOSOTROS, UN SACERDOTE CAPAZ DE
COMPADECERSE DE NOSOTROS, Y QUE POR ESO. DEBEMOS
ACERCARNOS A LOS LLENOS DE CONFIANZA PARA ALCANZAR
MISERICORDIA Y OBTENER LA GRACIA DE UNA AYUDA OPORTUNA (Heb 4,
16). DIGÁMOSLE PUES A CRISTO JESÚS: JESUS, TÚ ERES NUESTRO UNICO
Y ETERNO SACERD0TE"

Todos: Jesús, Tú eres nuestro único y eterno Sacerdote

MINISTRO DE LA PALABRA:

• En la Eucaristía diste al mundo el sentido de tu muerte diciendo que era para el


perdón de nuestros pecados (Mt 26,28).
• En el altar de la cruz no ofreciste el sacrificio de cosas y animales, sino que dijiste
"aquí estoy yo para hacer tu Voluntad" (Heb 10,6-7)
• En el santuario del cielo estás interviniendo constantemente por nosotros ante
Dios (Heb 8,11-12),
• Una vez sacrificado, tu sacrificio dura para siempre, y resucitado ya no puedes
volver a morir jamás (Rom 6,9).
• Tú eres nuestro Sumo Pontífice, el único puente que une al cielo con la tierra
(Heb 4,16).
• Tú eres a un tiempo sacerdote, víctima y altar.
• Tu sacrificio no se repite (Heb 10, 10- 14), tu sacrificio se hace presente.

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8 SAN PABLO DECÍA: "YO NO QUIERO PREDICAR SINO A CRISTO Y A CRISTO
CRUCIFICADO” (COR 1, 23). “LÍBREME DIOS DE GLORIARME EN OTRA
COSA, SINO ES EN LA CRUZ DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO"(GAL 6,14),
POR ESO DIGÁMOSLE TAMBIEN NOSOTROS A JESÚS: "NUESTRA GLORIA.
SEÑOR, ES TU CRUZ

Todos: Nuestra gloria, Señor, es tu Cruz.

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Para muchos sabios y poderosos es una locura pensar en un Dios a quien el
hombre pudo crucificar, pero para nosotros allí está la fuerza y la sabiduría del
amor de Dios.
• En la cruz la aparente debilidad de Dios se convirtió en fuerza que cautivó la
libertad del hombre.
• En la cruz la aparente tontería de Dios fue desborde de astucia para seducir el
corazón del hombre.
• En la cruz lo que era desnudez y pobreza máxima se convirtió en plenitud de vida
y en derroche de amor.
• En la cruz lo que era castigo y maldición se convirtió en perdón y gracia.
• En la cruz la muerte se convirtió en vida y la obediencia en libertad.

9 HOY, VIERNES SANTO, NO ESTAMOS CELEBRANDO A UN MUERTO,


ESTAMOS CELEBRANDO LA MUERTE DE AQUEL QUE PARA RESUCITAR
TUVO QUE PASAR POR ELLA. HOY CELEBRAMOS LA PASION Y LA MUERTE
DEL SEÑOR JESUS, PERO VIÉNDOLAS DESDE LA RESURRECCION, COMO
UN TRIUNFO DEL AMOR Y DE LA VIDA. POR ESO DIGAMOS DESPUES DE
CADA FRASE: ¡GRACIAS, SENOR JESÚS!"

Todos: ¡Gracias, Señor Jesús!

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Tu oración en el Huerto, a la luz de la resurrección, calma nuestras angustias y
preocupaciones.
• Tu flagelación en la columna, a la luz de la resurrección, da nuevos ánimos a
nuestro cuerpo enfermo.
• Tu coronación de espinas, a la luz de la resurrección, nos ayuda a vencer los
pensamientos tristes,
• Tu subida al Calvario con la cruz a cuestas es, a la luz de la resurrección, fuente
de perseverancia que nos impulsa a llegar a la meta.
• Tu crucifixión, a la luz de la resurrección, nos abre caminos de libertad,
• Tu muerte, a la luz de la resurrección, nos hace vencer el miedo a la muerte.
• Tu desnudez, a la luz de la resurrección, nos hace vencer nuestras obsesiones
sexuales.
• Tu soledad, a la luz de la resurrección, se vuelve para nosotros compañía.
• El sentirte abandonado por Dios se transforma, a la luz de la resurrección, en
prueba esperanzadora para nosotros.

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1O. JESÚS CRUCIFICADO ES EL MEJOR SIGNO DEL AMOR DE DIOS PADRE PARA
NOSOTROS, POR ESO DIGAMOS DESPUES DE CADA FRASE: “¡SEÑOR, ATRAE
NUESTRO CORAZON HACIA TU PADRE!"

Todos: ¡Señor, atrae nuestro corazón hacia tu Padre!

MINISTRO DE LA PALABRA:
• Tus manos extendidas son signo de un amor que nos acoge.
• Tus pies atados son signo de un amor que nos se espera.
• Tu corazón traspasado es signo de un amor que entrega todo.
• Tu cabeza caída es signo de un amor humilde y manso.
• Tus ojos cerrados son signo de un amor que ve más allá de lo exterior.
• Tu rostro desfigurado es signo de un amor que da confianza al que se siente
repugnante.
• Tu cuerpo deshecho es signo de un amor que se ha entregado entero.

12
EL VÍACRUCIS

Esta Oración está inspirada en el camino que Cristo sufrió desde el cadalso hasta su
sepultura. Es muy común ver en Tierra Santa a los peregrinos devotamente siguiendo estos
pasos, llamadas estaciones, en las que recordamos la dolorosísima pasión de nuestro
Redentor.

Sin embargo. nuestra intención no es revivir ese dolor, sino tomar conciencia del precio tan
alto de nuestra salvación, recordando a la vez, que, si bien Cristo nos ha salvado del lazo de
la muerte y del pecado, muchos hermanos y hermanas nuestros en todo el mundo siguen
sufriendo a causa de los que no se han dejado redimir por la sangre derramada por Cristo.

Por estos nuevos verdugos que le hieren y le maltratan en los niños de la calle, en los
jóvenes desorientados, en las madres abandonadas, en los hombres explotados, en la
naturaleza asfixiada por tanta avaricia e irresponsabilidad, resentimos todos una cultura de la
muerte que tenemos que llevar a la cruz para que el mundo vuelva a tener vida, vida como
Dios lo quiere.

Así pues, hermanos, iniciemos este vía crucis ofreciéndolo por todos aquellos que viven en
pecado para que se conviertan de sus malas acciones y vuelvan al camino de la luz y de la
vida.

Lo que se necesita para el Viacrucis:

1. Establecer y avisar con tiempo dónde van a ser las estaciones.


2. Preparar la cruz del Vía Crucis.
3. Verificar que este día las estaciones estén adornadas.
4. El manual de misionero día a día.
5. Cantos preparados.
6. El megáfono.

Quiénes lo realizan:

1. El misionero o monitor.
2. Lectores designados.
3. Una persona de la familia donde se colocó la estación para hacer la lectura.
4. La comunidad o asamblea reunida.

I. Saludo inicial.

Guía: Por la señal de la Santa Cruz,


Todos: de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre y del
Hijo del Espíritu Santo. AMEN.

13
II. ACTO PENITENCIAL

Para celebrar activa y conscientemente en este Víacrucis arrepintámonos de corazón de


nuestros pecados y egoísmos, y pidamos con humildad perdón y gracia para seguir al Señor.

Apiádate, Señor de nosotros.


R. Porque hemos pecado contra ti. Muéstranos,

Señor, tu misericordia.
R. Y danos tu salvación.

Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.

VÍACRUCIS

Acompañemos a Jesús que ha dicho: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, el que viene a
mí no andará en tinieblas” y que en sus huellas encontremos cada uno de nosotros su propio
camino.

Primera Estación: Jesús condenado a muerte. Mc 15, 15

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Yo te adoro, mi sufriente Jesús... no solo Caifás y Pilato te condenaron… cuántos de


nosotros, con nuestras actitudes, con nuestras tibiezas, con nuestras acciones, que te
endosamos para que aparezcas como el culpable, también te condenamos. Cuántos de
nosotros hemos fabricado nuestras perversas leyes que ignoran tu santa voluntad, sobres las
personas, sobres las cosas, sobre las ideas. Cuántos de nosotros, disfrazadamente
aparecemos como reyes, señores y jueces de los pobres, de los humildes, de los abatidos y
en ellos, Señor, en ellos te volvemos a condenar.

Padre, permite que no me cierre a la gracia redentora de la Pasión de tu Hijo, que no


obstaculice su luz en mí para que pueda convertirme de todo corazón a ti y caminar siempre
por tus sendas.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.


R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre …

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Segunda Estación: Jesús lleva la Cruz a cuestas Jn 19, 17

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Yo te adoro, mi atormentado Jesús, abismo inmenso de misericordia. Llevas tu cruz por amor
a mí y al mundo entero. No fue suficiente para nosotros tus palabras, tus milagros, quisimos
tus humillaciones, tu dolor, tus llagas, tu cruz… yo te alabo, mi Salvador y mi Dios… tu Cruz
debía ser mía, no tuya, mis pecados, mis cobardías, mi necedad… te pusieron en ella.

Yo deseo ser tu discípulo, mi dulce Jesús, ser discípulo, ayudar a mis familiares y amigos a
construir el cielo aquí en la tierra para poder merecerlo en el cielo… permíteme, te lo pido,
cargar ahora yo con la cruz de mis hermanos, sobre todo aquellos que ya no pueden con su
vida, con la cruz de los ancianos abandonados, con la cruz de los niños enfermos de sida,
con la terrible cruz del desempleo.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Tercera Estación: Jesús cae por primera vez.

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Yo te veo, mi amigo, tu Cruz es pesada, mis pecados y los pecados del mundo entero se
descargan contra Ti. Yo te adoro, Señor Dios mío… por esta tu primera caída, dame la gracia
de no quedarme tirado bajo el peso de mis pecados, no sucumbir ante el pecado de los
demás, no arrastrarme en la suciedad que hemos hecho de este mundo.

No deseo, Señor, permanecer inmóvil ante tanto dolor y tanto sufrimiento. No deseo, Señor
que los gritos y los llantos de tantos hermanos y hermanas que sufren en silencio sean
ahogados por el peso de su cruz. Señor, dame fuerza, dame confianza, dame valor para salir
al encuentro del que sufre solo cargando su cruz.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

15
Cuarta Estación: Jesús encuentra a su Madre Santísima.

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos.

R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Cuánta razón tenía el justo Simeón al profetizar que a tu Madre santísima una espada de
dolor le habría de atravesar el alma. Y es que a quién no se le partiría el alma al ver tu dolor,
al ver tu rostro, al sentir tu alma… cargando solo el peso de nuestros pecados. Cuánta razón
tenías Tú mismo al decir que los que cumplen y ponen en práctica tu Palabra esos son tu
Madre, tus hermanos y tus hermanas. Sí Jesús mío, María santísima no solo es tu madre por
llevarte en su seno, lo es también por cargar junto a Ti, su cruz también dolorosísima pues
tanto como Madre y como discípula sangraba su corazón de impotencia, de querer
arrancarte tan infame cruz y llevarla ella misma. Sí Señor, cuántas madres hoy en día lloran
la ausencia de sus hijos, algunos muertos en las guerras, otros confinados injustamente en
las cárceles, otros derrotados por el alcohol y las drogas… Cuántas madres son torturadas,
violadas, golpeadas por nuestros viles pecados… Cuántas mujeres, Señor, con profundísimo
dolor caminan con su cruz de tras de Ti en el amargo camino en el que hemos convertido su
vida.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Quinta Estación: El Cireneo ayuda a Cristo a llevar su Cruz (Mt 27, 32; Mc15, 21; Lc .23,
26)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Volteo, Señor a todos lados, trato de encontrar, de buscar, me esfuerzo y no encuentro a los
jóvenes sanos y valientes, fuertes y varoniles que deseen ayudarte a cargar tu cruz. Siento tu
soledad, Señor y tengo miedo… miedo a que te quedes solo con tu cruz… solo con tu
intención de salvarnos.

¿Dónde están los nuevos Cirineos? ¿Dónde las vocaciones sacerdotales y religiosas?
¿Dónde los que quieren imitarte? Señor… ya no le interesas a los jóvenes… no te quieren
porque estás herido, sucio, sangrante… Ellos, Señor no quieren ese modelo… quieren un
Cristo que no sufra, un Cristo vigoroso, alegre, amigo… no al fracasado que lleva su cruz.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.


R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…


16
Sexta Estación: La Verónica limpia el Rostro de Jesús.

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

El amor es atrevido. Solo una mujer tuvo el valor de meterse entre la multitud y limpiar el
rostro de Jesús con su velo, y tú, mi Jesús, imprimiste en él tu Rostro Divino. ¡Qué heroica
mujer! ¡Qué digna de ser recordada! Tú lo sabes, Señor, son muy pocos los que están
dispuestos a exponerse, a declararse, a enfrentarse a la multitud. La mayoría de nosotros
nos escondemos, nos damos golpes de pecho, nos horrorizamos y bajamos nuestras
cabezas para no ver tu suplicio diario en miles y miles que gime el peso del pecado de los
demás. Sí Señor tenemos instituciones para que hablen por ellos, para que gestionen por
ellos… pero pocas veces salen a su encuentro, pocas veces dan la cara… pocas veces
alivian su rostro marcado por la pena, por el sol, por el trabajo.

Señor ¿Dónde están las Verónicas de hoy? ¿Quién alivia el rostro perdido de los enfermos?
¿Quién sale hoy a tu encuentro?

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.


R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Séptima Estación: Jesús cae por Segunda Vez

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Mi dolorido Jesús: El peso de la Cruz se hace más pesado. Ahora somos los cristianos, tus
amigos, los que te hacemos caer por Segunda Vez: Nuestras ingratitudes, desprecios en la
Eucaristía, sacrilegios, blasfemias, injusticias, herejías, impurezas, abortos, adulterios,
homosexualidad, drogas…

Jesús mío, la misericordia infinita, te amo… ayúdame a entender y vivir el Sacramento de la


Reconciliación… el Papa Juan Pablo II se confiesa a diario… gracias, mi querido amigo
Jesús: Por tu humildad en la Eucaristía, tienes misericordia de mí y del mundo entero. Gloria
a Dios.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

17
Octava Estación: Jesús habla a las mujeres de Jerusalén Lc 23, 27-31

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Estas son las únicas palabras que pronunció mi amado Jesús en el Viacrucis: "Le seguía una
gran muchedumbre del pueblo y de mujeres, que se herían y lamentaban por Él. Vuelto a
ellos les dijo Jesús: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras
mismas y por vuestros hijos, porque días vendrán en que se dirá: Dichosas las estériles, y los
vientres que no engendraron, y los pechos que no amamantaron. Entonces dirán a los
montes: Caed sobre nosotros; y a los collados: Ocultadnos, porque si esto se hace en el leño
verde, en el seco ¿qué se hará?".

Ya estamos en el Tercer Milenio, "el leño ya está seco"… Amado Jesús, dulzura del corazón:
Por tus grandes sufrimientos diarios en el Tabernáculo, tú tienes misericordia de mí y del
mundo entero. Gracias, mi amor y mi todo.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Novena Estación: Jesús cae por Tercera Vez:

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

La Cruz se hace todavía más pesada: El justo cae siete veces y se levanta otra vez, pero el
malvado se arruina" (Prov 24, 16) sí, mí Jesús, todos pecamos y somos tibios en
arrepentirnos y volver a ti.

Te amo, mi dolorido sacerdote Jesús, y te alabo por tu Sacramento de la Confesión. El buen


Papa Juan XXIII se confesaba a diario… el Espíritu Santo nos anima a ello, "acerquémonos
confiadamente al trono de la gracia, a fin de recibir misericordia y hallar gracia en el auxilio
oportuno" (Heb 4,16) … gracias, mi queridísimo amigo Jesús: Por tu paciencia en la
Eucaristía, tienes misericordia de mí y del mundo entero.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.


R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

18
Décima Estación: Jesús despojado de sus vestiduras (Jn.19,23-24, Mt 27,35, Mc 15,24)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,

R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Yo te adoro, mi desnudado Jesús, resplandor del Padre. Los soldados "dividieron mis
vestidos y echaron suerte sobre mi túnica", cumpliéndose así la profesía del Salmo 22.

Una nueva indignidad, avergonzado ante los ojos de los hombres… y una nueva lección:
Para complacerte, Jesús, tengo que despojar mi corazón de todo egoísmo e impureza, y
desear nada más que a Dios… gracias, mi Jesús: Por tu humildad y despojo total en la
Eucaristía, tienes misericordia de mí y del mundo entero.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Décimo Primera Estación: Jesús clavado en la Cruz (Mc.15:25, Mt.27:35, Lc.23:33,


Jn.19:18)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos

R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Cuando llegaron al Calvario, que en hebreo se dice Gólgota, lo crucificaron allí, y a los dos
malhechores, uno a su derecha y otro a su izquierda… esta es la apoteosis del amor de Dios,
sin ninguna queja, ¡esta es la hora grande de la humanidad!… el Cordero de Dios pagando
por mis pecados y por los pecados del mundo entero… gracias mil veces, mi crucificado
Jesús.

Y ahí, al pie de la Cruz, estaba también su madre María, recibiendo en su corazón mil clavos
por cada uno que clavaban en su Hijo… Jesús, el Varón de Dolores… María, la Madre de los
Dolores…

Gracias, Jesús, porque en la Cruz redimiste mi cuerpo, mi alma y mi espíritu, como había
profetizado Isaías (53, 4-5) … pagaste por mis pecados y vicios (las factorías de hacer
pecados), por mis dolores y enfermedades, y ganaste la paz para mí y para el mundo entero.

Gracias, mi Dios: Por tus sufrimientos en el Sagrario, tienes misericordia de mí y del mundo
entero.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.


Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…
19
Décimo segunda Estación: Jesús muere en la Cruz (Mc.15:34,37, Mt.27:50-56, Lc.23:44-
49, Jn.19:30)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,

R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Te adoro y te bendigo, mi Jesús, mi Dios, mi Salvador… silencio… Jesús ha muerto…


después de seis horas en la Cruz… ahora la tierra tiembla con un terremoto, las tumbas se
abren, la cortina del Templo se desgarra… es la gloriosa hora de la Redención y la fundación
de Tu Iglesia, para continuar tu Redención por los siglos…

Jesús mío: Tu podías haber escogido otra forma de Redención, pero elegiste la Cruz, por
amor, en amor… Usa ahora mis manos y mi cuerpo, Jesús, para alimentar al hambriento, y
vestir al desnudo, y enseñar al que no sabe, y corregir al que hierra… ¡usa tu Iglesia!

Yo quiero acompañarte, mi amado Jesús, hoy y cada día, en el Santo Sacrificio de la Misa…
y no aburriéndome, como los soldados en el Calvario, sino con la emoción e intensidad de
María y San Juan y el buen ladrón…

Gracias Jesús, la vida del universo. Yo quiero morir a todo que no seas Tu. Ayúdame a vivir
como vivió María: Todo para el Niño, con el Niño, por el Niño, en el Niño… ¡y mi vecino es
Cristo, el Niño!…

Gracias, mi Dios: Por tu paciente prisión de amor en el Sagrario, tienes misericordia de mí y


del mundo entero.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.

R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Décimo Tercera Estación: Jesús es descendido de la Cruz (Mc.15:46, Lc.23:53)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,

R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Ahora Jesús está otra vez en tus brazos, María, como en Belén, pero ¡qué diferencia!, y es
que ha pasado por otras manos, las mías, María… la lanza de muerte de tu único Hijo
atraviesa tu corazón, Virgen María… pero tú no mueres, sigues viva muriendo mil veces… es
la espada profetizada por el buen Simeón (Lc 2, 35).

20
Recíbeme en tus brazos también a mí, mi Madre Dolorosa, con el mismo amor con el que
recibiste a Jesús, y ruega por mi para que nunca vuelva a pecar, para que nunca vuelva a
crucificar a tu Hijo Jesús, porque cada vez que peco reproduzco su Pasión entera en mi
carne (Heb.6:6).

Los labios de Jesús están muertos, no puede bendecir… sus manos no pueden sanar… sus
pies no pueden andar… ¡Aquí me tienes, Jesús!, úsame para que sea tu apóstol, para que
ayude a cumplir en lo que falta a tu redención, mi Dios vivo, mi Rey invencible e inmortal (Col
1, 24).

Un millón de gracias, mi querida madre María. Un millón de gracias, mi queridísimo amigo


Jesús: Por tu amor y gozo en la Eucaristía, tienes misericordia de mí y del mundo entero.

Estaba la Madre dolorosa junto a la cruz.


R. De la que colgaba su Hijo Jesucristo, Nuestro Salvador.

Padre nuestro… Dios te salve María… Gloria al Padre…

Décimo Cuarta Estación: Jesús es sepultado (Mt.27:57-61, Mc.15:42-47, Lc.23:50-56,


Jn.19:28-41)

Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


R. Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo y a mí pecador. Amén.

Jesús es enterrado, la tumba sellada por Pilatos… y sus enemigos pensaron que con ello
habían acabado con Jesús definitivamente… ¡Pero Jesús resucitó!… y la oscuridad del
sepulcro se convirtió en la luz del universo… y la sombra de la Cruz llena el mundo entero…
con su muerte real, Jesús nos da vida real… ¡y eterna!, alabado sea Dios.

Un millón de gracias, mi querido amigo Jesús, vivo en mi corazón, Rey de Reyes y Señor de
Señores: Límpiame, para que cuando te reciba en la Sagrada Comunión, mi cuerpo sea
morada digna de recibir tu Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad…

Por tu gran amor vivo en la Santa misa, tienes misericordia de mí y del mundo entero… y día
a día, estás conquistando el universo con tu espada de dos filos: La "espada" del amor… con
sus dos filos: El del dolor del Calvario y la humildad de la Eucaristía… ¡y ya somos 2,000
millones de cristianos!, para la gloria de Dios. Alabado seas por siempre, mi Dios vivo, Rey
de gloria. Amén (Ap1,16, Sal 2, 9).

21
Acto de Contrición

Guía: Señor mío Jesucristo,


Todos: Dios y hombre verdadero, me pesa de todo corazón de haber pecado, porque he
merecido el infierno y perdido el cielo, y sobre todo, porque te ofendí a Ti, que eres bueno, y
a quien yo amo sobre todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y
evitar las ocasiones próximas de pecado, confesarme y cumplir la penitencia. Confío me
perdonarás por tu infinita misericordia. AMEN.

Guía: Hermanos, estamos aquí reunidos para recordar los grandes sufrimientos que Cristo
soportó para salvarnos. Un día Cristo dijo: "No existe amor más grande que dar la vida por
los amigos" (Jn. 15, 13). Sufriendo y muriendo en la cruz, Jesús nos dio la prueba más
grande de su amor. Recorriendo estas estaciones del VÍA CRUCIS, iremos meditando sobre
nuestros pecados, que fueron la causa de la muerte de Cristo, y al mismo tiempo nos
preguntaremos: ¿Qué hacemos para que la sangre de Cristo sea desperdiciada? ¿Cuánta
gente hay todavía que no conoce a Cristo y no lo ama? ¿Qué puedo hacer yo para que se
acerquen más a Jesús, que sufrió tanto para salvarnos?

II. Oración preparatoria

SEÑOR MÍO JESUCRISTO QUE NOS INVITAS A TOMAR LA CRUZ Y SEGUIRTE, CAMINANDO TU
DELANTE PARA DARNOS EJEMPLO: DANOS TU LUZ Y TU GRACIA AL MEDITAR EN ESTE VÍA CRUCIS
TUS PASOS PARA SABER Y QUERER SEGUIRTE. MADRE DOLOROSA: INSPÍRANOS LOS
SENTIMIENTOS DE AMOR CONQUE ACOMPAÑASTE EN ESTE CAMINO DE AMARGURA A TU DIVINO
HIJO. AMÉN.

PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE

Guía: Ya que el profeta Isaías lo había anunciado.


Lector: "¿Quién podrá creer esta noticia? No tenía gracia ni belleza, para que nos fijáramos
en él. Despreciado y tenido como la basura de los hombres, hombre de dolores y
familiarizado con el sufrimiento. Ha sido tratado como culpable a causa de nuestras
rebeldías y aplastado por nuestros pecados. Él soportó el castigo que nos trae la paz y por
sus llagas hemos sido sanados. Sin embargo, eran nuestras dolencias las que él llevaba,
eran nuestros dolores los que le pesaban. FUE DETENIDO Y ENJUICIADO injustamente y
herido de muerte por los crímenes de su pueblo" (Is. 53, 1-8).

Guía: Nosotros somos aquel pueblo por el que Cristo fue condenado a muerte. Cristo
aceptó ser NUESTRO REPRESENTANTE delante del Padre y pagar por nuestros pecados.
La condena de Pilato tenía que recaer sobre cada uno de nosotros.
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos repiten en voz alta) Señor Jesús, gracias por habernos amado tanto.
Ten piedad de nosotros. Ayúdanos a reconocer nuestros pecados, que nos impiden vivir en
armonía con nuestra comunidad y contigo

22
Guía: En esta primera estación vamos a pedir:
Por todos los que están en la cárcel injustamente.
Por los que están en la cárcel por sus ideas políticas y religiosas.
Por los que están en la cárcel porque no tienen dinero para pagar su defensa.
Por todos los que son torturados en nuestras cárceles.
Por todos los jueces para que no se vendan por dinero.
Por todas las autoridades para que administren rectamente la justicia.
Por todos nosotros, para que nunca condenemos, de palabra o de obra, a ninguno de
nuestros prójimos.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesús, que fuiste injustamente condenado siendo inocente; mira
con bondad a todos los que padecen injusticias y concédenos a todos, autoridades y pueblo,
luchar por la justicia y la paz en nuestra comunidad.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA LA CRUZ Y SE DIRIJE AL CALVARIO.

Guía: Después de la condena, le entregan a Cristo una cruz, y empieza su largo y penoso
camino hacia el Calvario, lugar donde será crucificado. Detengámonos un momento y
pensemos: Si Cristo hizo tanto por nosotros, no es justo que nosotros sigamos diciendo que
estamos ocupados y no tenemos tiempo para conocer más a Cristo y seguirlo de veras.
Escuchemos su Palabra:

Lector: "Si alguno quiere seguirme, olvídese de sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque si
alguno quiere salvar su vida, la perderá; en cambio si pierde la vida por mí y por el Evangelio,
la salvará. ¿De qué sirve al hombre ganar el mundo entero, si pierde su vida? O ¿Qué
puede dar el hombre a cambio de su vida? Yo les digo: Si alguno se avergüenza de mí y de
mis palabras en medio de esta gente adúltera y pecadora, también el Hijo del Hombre se
avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre, rodeado de sus santos ángeles"
(Mc. 8, 34-38).
(Reflexión en silencio)

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos los bautizados que se avergüenzan de llevar la Cruz de Cristo.
Por todos los que han renegado de su religión y de su Fe
Por todos los que no quieren llevar a cuestas la Cruz de la penitencia y mortificación
de sus pecados.
Por todos los que imponen la Cruz a los demás y ellos ni con un dedo quieren llevarla.
Por todos nosotros para que aceptemos gozosos la Cruz de nuestro Salvador.
Por todos nosotros para que la Cruz de Cristo sea nuestra gloria y nuestra esperanza

Guía: ORACIÓN. Señor Jesús que quisiste cargar la Cruz para enseñarnos el camino de la
penitencia y del servicio en favor de nuestros hermanos, concédenos llevar nuestra Cruz con
gozo y alegría para que obtengamos el perdón de nuestros pecados y la dicha de participar
contigo en la gloriosa resurrección.

23
Guía: Te adoramos, oh, Cristo, te bendecimos,
Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ

Guía: Cristo no puede seguir adelante, cargando la cruz por mucho rato. Ya acabaron sus
fuerzas; la agonía en el Getsemaní la noche pasada entre los insultos de los jefes de pueblo,
la flagelación y la coronación de espinas, lo han destruido, y cae agotado. Escuchemos al
profeta Isaías:

Lector: "He ofrecido mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me tiraban
la barba, y no oculté mi rostro ante las injurias y los salivazos. Puse mi cara dura como
piedra". (Is. 50, 6-7).
(Reflexión en silencio)

Lector: San Pablo nos dice "Es que cuando aún nosotros estábamos sin fuerzas, entonces
en su momento, Jesús el Mesías murió por los culpables. Cierto, con dificultad se dejaría uno
matar por una causa justa; con todo por una buena persona quizá afrontaría uno la muerte.
Pero el Mesías murió por nosotros cuando éramos aún pecadores: así demuestra Dios el
amor que nos tiene" (Rm. 5, 6-8).

Guía: OREMOS todos en voz alta: Señor Jesús, enséñanos a sufrir. Que no nos
desanimemos en la prueba. Danos la fuerza para levantarnos cuando caemos en el pecado.

Guía: En esta estación vamos pedir:


Por los jóvenes para que sigan la cruz de Cristo.
Para que los padres den ejemplo a sus hijos en seguir a Cristo.
Por los Sacerdotes, Obispos y el Papa para que marchen a la cabeza de su pueblo
llevando la cruz del Señor y sean ejemplo para todos.
Por los seminaristas, para que renunciando a los bienes y comodidades sigan a Cristo
en el Sacerdocio.
Por las hermanas Religiosas, para que no desmayen en su ardua tarea de anunciar a
Cristo.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesucristo, que caíste bajo el peso de la Cruz, pero que te
levantaste para seguir tu camino y cumplir tu misión; míranos con bondad a todos los que
hemos emprendido, por gracia tuya, la tarea de seguirte, y no permitas que abandonemos tu
Cruz, sino que sepamos siempre levantarnos y cumplir la misión que Dios Padre nos ha
encomendado.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

24
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU SANTÍSIMA MADRE

Guía: Ya se lo había anunciado el anciano Simeón, cuando María presentó al niño Jesús en
el templo:

Lector: "Simeón lo bendijo, y después dijo a María, su Madre. Mira, este niño debe ser
causa tanto de caída como de resurrección para la gente de Israel. Será puesto como una
bandera, de modo que a Él lo atacarán y a ti misma una espada te atravesará el corazón"
(Lc. 2, 34-35).
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. Oh, María, madre de Jesús y madre nuestra, enséñanos a sufrir con Jesús
por la salvación del mundo entero.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todas las madres que sufren y lloran por sus hijos.
Por todas las madres abandonadas y solitarias.
Por las madres que perdieron sus esposos por ir a trabajar fuera de nuestra patria.
Por todas las madres pobres, enfermas o despreciadas.
Por todas las madres cristianas para que estén al pendiente de la educación de sus
hijos.
Por nuestras propias mamás, para que el Señor les pague los dolores y trabajos que
han sufrido por nosotros.

Guía: ORACIÓN. Virgen Santísima, María Madre de Jesús y madre nuestra; te damos
gracias porque concebiste y acompañaste a Jesús durante toda su vida y de manera
especial en su pasión y su cruz te encomendamos con cariño a todas las mamás que sufren
y lloran por sus hijos, para que las consueles en sus penas y recobren a sus hijos como tú
recobraste a tu hijo, después de su resurrección de entre los muertos.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

QUINTA ESTACIÓN: JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO A LLEVAR LA CRUZ

Guía: Jesús ya no puede seguir con la cruz, está tan acabado. Entonces los soldados
obligan a un hombre de Cirene para que ayude a Jesús a llevar la Cruz. Es un ejemplo para
nosotros. También nosotros tenemos que ayudar a Jesús para que su sangre no sea inútil
para nuestros hermanos. Todavía hay muchos que no conocen a Cristo; nosotros tenemos
que preocuparnos por ellos y hacer algo. Acordémonos de las palabras de Cristo:

Lector: "La cosecha es abundante; pero los obreros son pocos; por eso rueguen al Dueño
de la cosecha que envíe obreros a su cosecha. Vayan; los envío como corderos en medio de
lobos" (Lc. 10, 2-3). Pidamos a Dios continuamente para que envíe más misioneros y
catequistas a su Iglesia, que tengan el valor de predicar el mensaje de Cristo con fe y sin
miedo, convencidos de que sólo mediante la entrega y el sufrimiento se ayuda a Cristo en su
obra de salvación. (Reflexión en silencio)

25
Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, perdónanos si muchas veces no te hemos
ayudado a llevar la cruz. Tal vez por nuestra culpa muchos se echaron a perder. Ayúdanos
a vivir el compromiso, que tomamos el día de la Confirmación, de ser soldados tuyos en el
mundo.

Guía: En esta quinta estación vamos a pedir:


Por todos los egoístas, para que sepan ayudar a los demás.
Por todos nosotros, para que sepamos compartir los bienes y las penas con nuestros
semejantes.
Porque el Señor nos conceda alguien que nos tienda la mano cuando lo necesitemos.
Para que el Señor nos conceda humildad y sepamos aceptar la ayuda que nos brinda
algún hermano.
Por todos nosotros para que seamos solidarios y estemos dispuestos a ayudar a quien
lo necesita.
Para que seamos compasivos unos con otros.

Guía: ORACIÓN. Jesús, que supiste aceptar con humildad la ayuda que te prestó ese
hombre campesino llamado Simón Cireneo; te pedimos nos des humildad para aceptar la
ayuda de los demás y nos des generosidad para tender la mano a un prójimo caído o
necesitado.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS

Guía: Mientras Jesús trata de seguir adelante, una mujer se le acerca y le limpia el rostro
con una toalla, quedando en ella la imagen de su cara. Cada cristiano tiene que imitar a la
Verónica, procurando transformar su misma vida en una imagen de Cristo. Escuchemos a
San Pablo:

Lector: "Hagan morir lo que les queda de vida terrenal, es decir, relaciones sexuales
impuras, cosas prohibidas, pasión desordenada, malos deseos y esa codicia que es una
manera de servir a los ídolos. Ustedes se despojaron del hombre viejo y de su manera de
vivir para revestirse del hombre nuevo que se va siempre renovando y progresa hacia el
conocimiento verdadero, conforme a la imagen de Dios, su creador (Col. 3, 5-10). (Reflexión
en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, graba en nuestros corazones la imagen de
tu rostro. Que nunca nos olvidemos de Ti.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos los que ensuciamos el rostro de Cristo con nuestros pecados.
Porque todos los cristianos conservemos la gracia recibida el día de nuestro bautizo y,
además, que nunca manchemos el rostro de la Iglesia y de nuestro prójimo.
Para que en todos nuestros hermanos veamos siempre el rostro de Cristo.
Por todas las veces que hemos sido ingratos con los que nos han ayudado en
nuestras dificultades.
26
Guía: ORACIÓN. Señor Jesús, que esta actitud de Verónica al limpiarte el rostro nos ayude
a ser más solidarios con los que sufren cada día y encontremos en ellos tu rostro de paz y
verdadero espíritu de servicio.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ

Guía: Nuestras recaídas en el pecado fueron la causa de las numerosas caídas de Jesús en
su doloroso camino hacia el Calvario. Es necesario que tomemos en serio nuestro
compromiso cristiano, recordando que hemos sido salvados por la sangre de Cristo, el Hijo
de Dios.

Lector: "Como hijos obedientes, no vivan más como en el tiempo anterior, cuando todavía
ignoraban y se guiaban por sus pasiones. El que los llamó a ustedes, es santo, y también
ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: Ustedes serán
santos porque yo lo soy. No olviden que han sido liberados de la vida inútil que llevaban
antes, imitando a sus padres, no mediante un rescate material de oro y plata, sino con la
sangre preciosa del Cordero sin mancha ni defecto. Ámense unos a otros de todo corazón,
ya que nacieron a otra vida que no viene de hombres mortales: ustedes ahora viven por la
palabra eterna del Dios que vive y permanece. Esta palabra es la Buena Nueva, que llegó a
ustedes". (1P. 1, 14-15, 18, 22-25). (Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS todos en voz alta: Señor Jesús, perdónanos en nuestras recaídas en el
pecado. Danos la fuerza de tu Espíritu, para que podamos resistir a los ataques del
demonio.

Guía: En esta séptima estación vamos a pedir:


Por todos los cristianos mediocres para que seamos todos más fervorosos.
Por todos los que se dicen cristianos, pero no hacen oración
Por todos los que hemos dejado nuestra cruz o nos sentimos aplastados por ella.
Por todos los bautizados confirmados y que hicieron la Primera Comunión pero que ya
no se acercan a la Iglesia.
Por todos los que no van a Misa ni a la Iglesia los domingos.
Por todos los que viven vida matrimonial y no se han casado.
Por todos lo que no conocen el amor de Dios o lo hacen a un lado y aprovechan estos
días santos para pasarlos divirtiéndose.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesús, que caíste por segunda vez bajo el peso del madero de la
Cruz: mira nuestra vida y la de muchos de nuestros hermanos cristianos alejados o
indiferentes, y danos a todos nosotros la fortaleza y la alegría para seguir tus pasos y rehacer
nuestra vida cristiana.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

27
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS PIADOSAS MUJERES

Lector: "Lo seguía muchísima gente, especialmente mujeres que se golpeaban el pecho y se
lamentaban por él. Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloren por
mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos. Porque va a llegar el día en que se
dirá: Felices las mujeres que no dieron luz ni amamantaron. Entonces, se dirá; ¡Ojalá que las
lomas nos ocultaran! Porque, si así tratan al árbol verde, ¿qué harán del seco?" (Lc. 23, 27-
31).

Guía: Ahora Jesús nos dirige las mismas palabras: "No lloren por mí; yo ya hice todo lo que
pude para salvarlos. Lloren más bien por ustedes mismos. Porque, si no se arrepienten de
veras y no dejan el pecado de una vez recibirán tremendos castigos, como les pasó a los
habitantes de Jerusalén, por no haber hecho caso a mis palabras. Y sufrirán aún más,
porque se tratará de un castigo eterno". (Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, concédenos un verdadero arrepentimiento
de nuestros pecados y un firme propósito de no volver a pecar.

Guía: En esta estación vamos a perdón:


Por todos los que nos compadecemos de Cristo, pero no nos compadecemos del
prójimo.
Por todas las madres irresponsables que ni siquiera se dan cuenta del mal que causan
a sus hijos.
Por todos los niños que sufren a causa de la irresponsabilidad de sus padres.
Por los papas que se gastan el dinero en borracheras en lugar de alimentar a sus
hijos.
Por los jóvenes que nos se preparan conscientemente para el matrimonio y para la
vida y son causa de graves males y problemas para la sociedad y sus hijos.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesucristo, que invitaste a estas mujeres de Jerusalén a considerar
su propia vida y las invitaste al arrepentimiento y a la conversión; te encomendamos a todas
las madres y mujeres cristianas para que les concedas la gracia de cumplir con
responsabilidad la misión que tú les has encomendado en el mundo.

Guía: Te adoramos oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

28
NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ

Guía: A pesar de hacer todo el esfuerzo posible para seguir adelante, Jesús ya no aguanta y
cae por tercera vez. Así es cuando uno es débil. Así pasa con nosotros, cuando volvemos a
caer en el pecado. Es necesario que Dios mismo intervenga en nuestra vida, purificándonos
del pecado y dándonos un nuevo corazón. Escuchemos al profeta Ezequiel

Lector: Derramaré sobre ustedes agua purificada y serán purificados. Los purificaré de toda
mancha y de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo. Y pondré dentro de ustedes un
espíritu nuevo. Les quitaré del cuerpo el corazón de piedra, y les pondré un corazón de
carne. Infundiré mi espíritu dentro de ustedes, para que vivan según mis mandamientos y
respeten mis órdenes. (Ez. 36, 25-27).

Guía: Si seguimos pecando, es que no hemos tenido fe suficiente en las promesas de


nuestro Padre Dios. Pidámosle a Dios que aumente nuestra fe y cumpla en nosotros su
promesa.
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Oh Padre Celestial, en el nombre de Jesús, te pedimos
que nos quites de una vez este corazón de piedra y nos concedas un corazón de carne, que
sepa amar de veras a Ti y a los hermanos.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos los que nos calumnian y persiguen por ser cristianos.
Por todos los que nos insultan a causa del nombre de Cristo.
Por todos los que persiguen a la Iglesia en nuestra patria.
Por todos los que desprecian y difaman por el hecho de ser católicos.
Por todos los que abandonaron y renegaron de la FE cristiana que recibieron en su
bautismo.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesús, que nos mandaste perdonar a quienes nos ofenden y orar
por los que nos persiguen y calumnian a causa de tu nombre, te pedimos por todos aquellos
que han perseguido a la Iglesia en nuestra Patria y por todos los que difaman para que Tú
los hagas volver a la FE verdadera y al seno de la santa Iglesia.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS

Guía: Llegados al lugar de la ejecución, le quitan las vestiduras a Jesús.

Lector: "Yo soy un gusano, y ya no un hombre, vergüenza de los hombres y basura del
pueblo. Mis huesos se han descoyuntados, mi corazón se derrite como cera. Se reparten
entre sí mis vestiduras y mi túnica se juegan a los dados".

29
Guía: Mientras Jesús es despojado de las vestiduras, nosotros seguimos teniendo nuestro
corazón apegado al dinero, a nuestras posesiones, a nuestro orgullo y vanidad. Se ve que no
hemos entendido nada del mensaje de Cristo. Es necesario que de una vez tomemos una
decisión clara: o con Cristo o contra Cristo, ya que imposible servir a dos amos. (Reflexión
en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, ayúdanos a despojarnos de nuestras
malas costumbres.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos aquellos que se aprovechan y apropian de los bienes de los demás.
Por los lujuriosos que hacen de su cuerpo instrumento de pecado.
Por lo que solo piensan en ganar dinero y tener una casa que los demás envidien.
Por la Santa Iglesia de Cristo que ahora se encuentra dividida, para que pronto todos
los cristianos lleguemos a unirnos y formar el único pueblo de Dios.

Guía: ORACIÓN. Señor Jesús, que sufriste ser desnudado y que se repartieran tus
vestiduras; mira a todos los pobres sin techo y sin vestido y alimento y haz que tu Iglesia
reencuentre pronto la unidad y la paz.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

DÉCIMO PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Guía: Empezando su predicación, Jesús había dicho:

Lector: "Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto así también es necesario que el
Hijo del Hombre sea levantado en alto, para que todo el que crea en Él tenga la vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo que le dio su Hijo Único, para que todo el que crea en Él,
no se pierda, sino que tenga la vida eterna". (Jn. 3, 14-16)

Guía: ¿Cuánta gente hay todavía en el mundo que no conoce este amor de Dios? ¿Qué
estoy haciendo yo para que la sangre de Cristo no sea inútil para mí y para mis hermanos?
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, ayúdanos a ser tus testigos en el mundo.
Que todos los hombres conozcan tu amor y se acerquen a Ti.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos nosotros, para que clavemos en la Cruz de Cristo nuestros vicios, nuestras
irresponsabilidades, nuestra falta de cooperación en las cosas que benefician a todos.
Por todos los cristianos, para que vivamos siempre pendientes y cumpliendo de los
mandamientos que nos das para vivir mejor, con más armonía y respeto.
Por todos los que sufren y lloran, para que el dolor de Cristo los consuele y santifique.
Por todos nosotros, para que sepamos cumplir fielmente con nuestros deberes y
obligaciones.

30
Guía: ORACIÓN. "Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra
mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado. Pues reconozco mi culpa, tengo siempre
presente mi pecado, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces ... Te gusta un
corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría. Rocíame con el hisopo, quedaré
limpio; lávame, quedaré más blanco que la nieve.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

DÉCIMO SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ

Guía: Después de tres horas de penosísima agonía, Jesús muere, entre los insultos y las
burlas del pueblo. Es el nuevo Cordero Pascual. En su sangre se establece el Nuevo
Compromiso, o alianza, entre Dios y el Nuevo Pueblo de Israel, representado por María, San
Juan y unas cuantas mujeres. Es el momento más importante de toda la historia de la
humanidad. Alabemos a Cristo y démosle gracias por el grande amor que nos ha
manifestado.

Lector: "Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos, porque fuiste degollado y por tu
sangre compraste para Dios, hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación; y has hecho de
ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes que reinan sobre la tierra. Digno es el
Cordero que ha sido degollado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fuerza y el
honor, la gloria y la alabanza” (Ap. 5, 9-10, 12).
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Gracias, oh, Señor Jesús, por habernos amado tanto.
Que nunca nos cansemos de alabarte y bendecirte.

Guía: En esta estación en que contemplamos la muerte de Jesús en la Cruz, le vamos a


pedir:
Que sepamos entregar nuestra vida por nuestros prójimos.
Que nunca nos avergoncemos de sus mandamientos y de su Cruz.
Que su cruz sea nuestra alegría y nuestra gloria.
Que sepamos someternos siempre a la voluntad del Padre.
Que vivamos siempre agradecidos, por haber entregado su vida por nosotros en
prueba de su amor.

Guía: ORACIÓN. "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado? A pesar de mis
gritos, mi oración no te alcanza ... En Ti confiaban nuestros padres; confiaban y los ponías a
salvo ... Pero yo soy un gusano, no un hombre, vergüenza de la gente"

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

31
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ

Lector: "Vinieron entonces los soldados y les quebraron las piernas a los que estaban
crucificados para después retirarlos. Al llegar Jesús, vieron que ya estaba muerto. Así que
no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le abrió el costado de una lanzada
y al instante salió sangre y agua. El que lo vio lo declara para ayudarles en su fe, y su
testimonio es verdadero. El mismo sabe que dice la verdad. Esto sucedió para que se
cumpla la Escritura que dice: "No le quebrarán ni un solo hueso", y otra dice: "Contemplarán
al que traspasaron". (Jn. 19, 32-37)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, reconocemos que Tú eres nuestro único
Salvador y Señor. Que nunca nos olvidemos de Ti.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Para que todos nos preparemos a una buena muerte.
Por todos nosotros, para que podamos decir al final de nuestra vida: "Todo está
cumplido".
Por todos nosotros para que, como Cristo, sepamos perdonar y orar por nuestros
enemigos.
Por todos nosotros, para que sepamos ponernos siempre en las manos del Padre y a
él entregar nuestro espíritu.
Para que sepamos, como José de Arimatea, ayudar a nuestros amigos y vecinos en
caso de enfermedad o muerte.

Guía: ORACIÓN. Madre de Jesús y madre de todos nosotros, Virgen Santísima, María: Tú
que acompañaste a tu Hijo durante toda su vida y de modo particular en su pasión y su
muerte acompáñanos también a nosotros pecadores para que gocemos, como Tú gozas
ahora, de la gloria de la Resurrección junto con tu hijo Jesucristo, nuestro salvador.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

DECIMOCUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES SEPULTADO.

Guía: Después de haberlo bajado de la cruz, lo llevaron al sepulcro. He aquí el ejemplo más
grande de la humillación. Escuchemos a San Pablo:

Lector: "Tengan un mismo amor, un mismo espíritu, un único sentir y no hagan nada por
rivalidad o por orgullo. Al contrario, que cada uno, humildemente, estime a los otros como
superiores a sí mismo. No busque nadie sus propios intereses, sino más bien, el beneficio
de los demás. Tengan entre ustedes los mismos sentimientos que tuvo Cristo Jesús: Él que
era de condición divina, no se aferró celoso a su igualdad con Dios. Si no que se aniquiló a
sí mismo tomando la condición de esclavo, y llegó a ser semejante a los hombres.
Habiéndose comportado como hombre, se humilló, obedeciendo hasta la muerte, y muerte
en una cruz” (Fil. 2, 2-8).

32
Guía: Aquí vemos todo lo contrario de la actitud de Adán y Eva nuestros padres en la
desobediencia. Siendo hombres, quisieron ser iguales a Dios. Jesús, siendo Dios, se hizo
igual a nosotros, para salvarnos. El silencio del sepulcro nos debe enseñar a ser humildes y
entregados totalmente a Dios. (Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) ¿Señor Jesús, enséñanos a ser humildes? Que nunca
busquemos los honores de este mundo, olvidándote a ti.

Guía: En esta estación vamos a pedir:


Por todos nuestros difuntos para que descansen en el Señor.
Por todos los enfermos y agonizantes, para que el Señor Jesús esté junto a ellos.
Por todas las madres que han perdido a sus hijos, para que la Madre de Jesús les dé
consuelo y esperanza.
Por todos nosotros para que el Señor nos conceda una muerte cristiana.
Por todos los que aún no conocen a Cristo, para que pronto llegue a ellos la salvación
que Él nos consiguió con su muerte y resurrección.

Guía: ORACIÓN. Dios todopoderoso, cuyo Hijo descendió al lugar de los muertos y salió
luego victorioso del sepulcro, te pedimos nos concedas a tus fieles que hemos muerto con
Cristo al pecado por el Bautismo, resucitar también con Él a una nueva vida.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

DECIMOQUINTA ESTACIÓN: JESUCRISTO RESUCITA VICTORIOSO.

Guía: San Pablo, escribiendo a Timoteo, dice: "Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre
los muertos. Si hemos muerto con Él, con Él también viviremos. Si sufrimos con Él, también
reinaremos con Él" (2Tim. 2, 11-12). Para nosotros Cristo tiene que ser todo; su vida tiene
que ser nuestra vida.

Lector: "Mediante el bautismo fueron sepultados con Cristo; y también en el mismo bautismo
fueron resucitados con Cristo. Ustedes estaban muertos por sus pecados: pero Dios les
perdonó todas sus faltas. Así pues, si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de
arriba, donde se encuentra Cristo sentado a la derecha de Dios; piensen en las cosas de
arriba, no en las de la tierra. Pues ustedes han muerto, y su vida está ahora escondida con
Cristo, en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es nuestra vida, ustedes también vendrán
a la luz de Él y tendrán parte de su gloria" (Col. 2, 12-13; Col. 3,1-4).
(Reflexión en silencio)

Guía: OREMOS. (todos en voz alta) Señor Jesús, enséñanos a vivir pensando siempre en Ti,
que estás victorioso a la diestra del Padre. Que después de haberte acompañado hasta el
Calvario, podamos alcanzarte en la gloria.

Guía: En esta última estación en que nos alegramos por el triunfo de Cristo digamos:
Te alabamos, Señor Jesús, porque con tu muerte venciste a la muerte y nos diste la
esperanza de resucitar contigo.

33
Te damos gracias, porque en el bautismo morimos contigo al pecado y resucitamos a una
nueva vida.

Te pedimos que nos concedas la gracia de morir continuamente al pecado y que vivamos
para Dios una vida de servicio a la comunidad.

Concédenos, por tu resurrección, dar testimonio alegre de la vida nueva que nos has
ganado.

Que la certeza de resucitar contigo llene nuestra vida de alegría y de esperanza.


Que todos nuestros difuntos resuciten contigo en el último día.

Guía: ORACIÓN. Oh, Jesús, Dios poderosos, Rey de reyes y Señor de Señores, Luz que
brilla en las tinieblas y fuente de vida eterna. Mira a tu familia santa aquí reunida que te ha
acompañado en la meditación de tu pasión y concédele alegrarse y participar contigo en tu
gloriosa resurrección.

Guía: Te adoramos, oh, Cristo, y te bendecimos,


Pueblo: que por tu Santa Cruz redimiste al mundo. (Canto)

ORACIÓN COMUNITARIA

Guía: Hermanos, hemos visto cuánto hizo Dios por nosotros. Acerquémonos, pues, a Él con
toda confianza, pidiéndole sinceramente perdón por todos los pecados que hayamos
cometido y renovándole la entrega total de nuestra vida. Él nos amó y entregó su vida por
nosotros; también nosotros de ahora en adelante tratemos de amarlo sobre todas las cosas y
de vivir conducidos por su mismo Espíritu.

A cada intención contestemos: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Por todos nosotros para que sintamos un verdadero horror al pecado.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Para que ahora en adelante, nunca nos separemos de Cristo, nuestro hermano y
salvador.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Para que reconozcamos que vives en nosotros, que nos estas dando la vida a cada
instante con un amor infinito.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Por todos los que no conocen a Cristo, afín de que también para ellos llegue pronto
el día de la luz y de la paz, al conocer el gran amor de Dios hacia todos los hombres.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Por las misiones, para que Dios aumente el número de los catequistas y misioneros.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

34
Lector: Por los cristianos comprometidos, para que entiendan que su vida es inútil si no
están llenos del Espíritu Santo.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Por el Papa, los obispos, los sacerdotes y los diáconos para que no se cansen nunca
de predicar a Cristo muerto y resucitado por nosotros.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

Lector: Para que siempre estemos dispuestos a apoyar los trabajos de nuestra comunidad.
Pueblo: TE ROGAMOS, SEÑOR.

(Se pueden añadir intenciones particulares).


ORACIÓN FINAL

Guía: Oh Padre Celestial, te damos gracias y te alabamos por el grande amor, que has
manifestado hacia nosotros. Por amor nos creaste y por amor nos redimiste, entregando a tu
mismo Hijo, que derramó toda su sangre para pagar nuestra libertad y conseguirnos el
perdón de los pecados. Y para que nuestra vida desde ahora fuera ofrenda agradable para
ti, nos enviaste al Espíritu Santo como primicia de la nueva vida que tendremos un día en la
gloria. Bendito sea para siempre tu santo nombre. No permitas nunca que volvamos al
pecado; más bien ayúdanos a tener siempre una vida santa, alabándote ahora y por los
siglos de los siglos. AMEN.

CONCLUSIÓN

El Vía crucis no es solo un camino de dolor, es el camino de la cruz, de aquella que Jesús
dijo: “Quien no toma su cruz de cada día y me sigue, no es digno de mi”. En efecto
hermanos, se trata de la cruz que da vida, de la cruz que inspira confianza, que nos da
fuerzas para cumplir la voluntad de Dios, que no es otra cosa sino vivir la propia misión, sin la
cual, no es posible la felicidad.

Recordar este camino de la cruz de Cristo nos ayuda a comprender la Misión de nuestro
Redentor, pero también nos enseña a asumir nuestra propia cruz con respeto, con serenidad,
con templanza.

Pidámosle a Dios, nuestro Padre, que, por los méritos de la dolorosísima Pasión de su Hijo,
nos permita a nosotros asemejarnos a él y cumplir hasta el extremo, con su santa voluntad.

Por Jesucristo, nuestro Señor.


R. Amén.

Nos retiramos en paz, a servir a Dios y a nuestros hermanos.


R. Demos gracias a Dios.

35
PRIMERA PARTE
Conmemoración De La Pasión Del Señor

1. Ritos Iniciales

Lo que se necesita:
1. El manual del misionero día a día correspondiente.

Quiénes lo realizan:
1. El ministro de la Palabra.
2. La comunidad o asamblea reunida.

Cómo realizarlo:
Dejar el altar completamente desnudo, las cruces cubiertas o quitadas de igual manera
que las imágenes de los santos, a la hora convenida se reúnen todos en la capilla o en
templo al iniciarse la celebración se ponen todos de rodillas y oran en silencio por
unos momentos.

MONITOR:
En este día nos reunimos para revivir el gran misterio de nuestra salvación: el misterio de
la pasión y muerte de Jesús, pero sin perder de vista que este mismo Jesús crucificado
ha resucitado gloriosamente y vive en nosotros que somos su iglesia. Hoy no se celebra
la santa misa en ninguna parte, sino una acción litúrgica muy semejante a esta
celebración de la palabra que vamos a iniciar. Ésta no comienza como de costumbre,
con canto y aclamaciones jubilosas, sino con silencio; silencio que nos llama a
contemplar a cristo que muere, y sobre todo, que nos llama a pensar en nuestra propia
muerte que, unida a la de él, es camino hacia la pascua. En el momento en que el que
preside la asamblea se arrodille nosotros también nos arrodillaremos para orar, entrando
así, desde este momento, en la dinámica de esta celebración, que es encuentro personal
con aquel que, para darnos la vida, quiso experimentar la muerte

A continuación, todos se arrodillan y el que preside la asamblea, son la cabeza


inclinada, permanece en oración por algunos momentos, mientras todos rezan en
silencio. Luego, permaneciendo de rodillas, inicia la celebración con una de estas
oraciones:

MINISTRO DE LA PALABRA:

OREMOS: RECUERDA, PADRE, QUE TU TERNURA Y TU MISERICORDIA SON ETERNAS;


SANTIFICA A TUS HIJOS Y PROTÉGELOS SIEMPRE, PUES JESUCRISTO, TU HIJO, A FAVOR
NUESTRO INSTITUYÓ POR MEDIO DE SU SANGRE EL MISTERIO PASCUAL. POR NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO.

A. AMÉN.

Inmediatamente después se inicia la Liturgia de la palabra. NO SE HACEN CANTOS NI


ORACIONES EN VOZ ALTA.

36
SEGUNDA PARTE
2. Liturgia De La Palabra

Lo que se necesita para la Celebración:

1. La Biblia o misal mensual.


2. Un lugar digno para proclamar la Palabra.

Quiénes la realizan:

1. La comunidad o asamblea reunida.


2. El ministro de la Palabra.
3. El monitor.
4. El canto o coro.
5. Dos lectores

Lecturas para preparar:

1. Isaías 52, 13 - 53, 12.


2. Salmo 30.
3. Hebreos 4, 14 - 16; 5, 7 - 9.
4. Juan 18, 1 - 19, 42.

Cómo realizarla:

Después de haberse puesto todos de rodillas y habiendo orado en silencio, todos se sientan
y el monitor dirá a la asamblea las siguientes palabras.

Proclamación de la palabra de dios.

MONITOR:

Jesús muere, para establecer, entre dios y la humanidad, la nueva y eterna alianza
anunciada por los profetas; por su muerte en cruz, dios padre lo proclama único
mediador y salvador. este es el mensaje que nos ofrecen las lecturas de la palabra de
dios que proclamaremos a continuación. escuchemos con atención.

Una vez hecha la monición anterior desde un lugar distinto de donde se proclama la
Palabra, se acerca el primer lector para hacer la lectura correspondiente sin decir
"PRIMERA LECTURA", ni leer el pequeño texto que la sintetiza, sino que sólo dirá:
"Lectura del libro de..." e iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico
correspondiente. Esto es para todos los lectores.

37
Del libro del profeta Isaías 52, 13-53, 12

He aquí que mi ciervo prosperará, será engrandecido y exaltado, será puesto en alto.
Muchos se horrorizaron al verlo, porque estaba desfigurado su semblante, que no tenía ya
aspecto de hombre; pero muchos pueblos se llenaron de asombro. Ante él lo reyes cerrarán
la boca, porque verán lo que nunca se habían imaginado. ¿Quién habrá de creer lo que
hemos anunciado? ¿A quién se le revelará el poder del Señor? Creció en su presencia como
planta débil, como una raíz en el desierto. No tenía gracia ni belleza. No vimos en él ningún
aspecto atrayente; despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al
sufrimiento; como uno del cual se aparta la mirada, despreciado y desestimado.

Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo tuvimos por leproso,
herido por Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros
crímenes. Él soportó el castigo que nos trae la paz. Por sus llagas hemos sido curados.

Todos andábamos errantes como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó
sobre él todos nuestros crímenes. Cuando lo maltrataban, se humillaba y no abría la boca,
como un cordero llevado a degollar; como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la
boca.

Inicuamente y contra toda justicia se lo llevaron. ¿Quién se preocupó de su suerte? Lo


arrancaron de la tierra de los vivos, lo hirieron de muerte por los pecados de mi pueblo, le
dieron sepultura con los malhechores a la hora de su muerte, aunque no había cometido
crímenes, ni hubo engaño en su boca. El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento.

Cuando entregue su vida como explicación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y
por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y
se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes
de ellos.

Por eso le daré una parte entre los grandes, y con los fuertes repartirá despojos, ya que
indefenso se entregó a la muerte y fue contado entre los malhechores, cuando tomó sobre sí
las culpas de todos e intercedió por los pecadores: Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.

Terminada la lectura de la Palabra, el salmista se acercará al lugar de la proclamación


de la Palabra para salmodiar el salmo correspondiente, pero sin anunciar "SALMO
RESPONSORIAL", sino que salmodiará la parte que le corresponde y la asamblea
responderá de la misma manera.

38
SALMO RESPONSORIAL Del salmo 30

R. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.


A ti, Señor, me acojo,
que no quede yo nunca defraudado.
En tus manos encomiendo mi espíritu
y tú, mi Dios leal, me librarás.
R. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Se burlan de mí mis enemigos,


mis vecinos y parientes de mí se espantan,
los que me ven pasar huyen de mí.
Estoy en el olvido, como un muerto,
como un objeto tirado en la basura.
R. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Pero yo, Señor, en ti confío.


Tú eres mi Dios,
y en tus manos está mi destino.
Líbrame de los enemigos que me persiguen.
R. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Vuelve, Señor, tus ojos a tu siervo


y sálvame, por tu misericordia.
Sean fuertes y valientes de corazón,
ustedes, los que esperan en el Señor.
R. Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

Posteriormente se harán las lecturas siguientes de igual modo que la primera.

SEGUNDA LECTURA:
De la carta a los Hebreos 4,14-16; 5,7-9

Hermanos: Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo.
Mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote
que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha
pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado. Acerquémonos, por lo
tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y
obtener ayuda en el momento oportuno.

Precisamente por eso, Cristo, durante su vida mortal, ofreció oraciones y suplicas, con
fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue escuchado por su
piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer padeciendo, y llegado a su
perfección, se convirtió en la causa de la salvación eterna para todos los que obedecen:
Palabra de Dios.

R. Te alabamos Señor.
39
Terminada la segunda lectura, se entonará la aclamación antes del Evangelio, ya sea
salmodiada o cantada por el coro, según la manera acostumbrada en cada ermita.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO. Flp 2, 8-9

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Cristo se humilló por nosotros


y por obediencia aceptó incluso la muerte,
y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas
y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre.

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Se procede a la lectura de la Pasión del Señor, sin saludar a la asamblea como el


sacerdote, sin signar el libro como el sacerdote, pero signándose el ministro de la
Palabra y la asamblea.

En esta proclamación del Evangelio participan:


1. El ministro de la Palabra, quien lee las partes de Cristo.
2. El lector, quien hace el papel de narrador.
3. Un lector que hace el papel de pueblo, sanedrín, sacerdotes, etc.

Cuando se lee el momento de la muerte de Jesús, se guarda silencio y todos se ponen


de rodillas por unos momentos, contemplando el misterio de la redención, para
continuar posteriormente con la lectura.

(+. = Jesús; S. = Discípulos, pueblo y otros personajes; C. = Cronista)

PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN JUAN. 18, 1-19,42

C.- En aquel tiempo, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde
había un huerto, y entraron allí él y sus discípulos. Judas, el traidor, conocía también el sitio,
porque Jesús se reunía a menudo allí con sus discípulos. Entonces Judas tomó un batallón
de soldados y guardias de los sumos sacerdotes y de los fariseos y entró en el huerto con
linternas, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que iba a suceder, se adelanto y les
dijo:

+.- ¿A quien buscan?

C.- Le contestaron:

S.- “A Jesús, el Nazareno”.

C.- Les dijo Jesús:

40
+.-“Yo Soy”.

C.- Estaba también con ellos Judas, el traidor. Al decirles “Yo Soy”, retrocedieron y cayeron a
tierra. Jesús les volvió a preguntar:

+.- ¿A quién buscan?

C.- Ellos dijeron:

S.- “A Jesús, el Nazareno”.

C.- Jesús contestó:

+.- “Les he dicho que soy yo. Si me buscan a mi, dejen que éstos de vayan”.

C.- Así se cumplió lo que Jesús había dicho: “No he perdido a ninguno de los que me diste”.
Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió a un criado del sumo
sacerdote y le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco. Dijo entonces Jesús a
Pedro:

+.- “Mete la espada en la vaina. ¿No voy a beber el cáliz que me ha mandado mi padre?

C.- El batallón, su comandante y los criados de los judíos apresaron a Jesús, lo ataron y lo
llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, sumo sacerdote aquel año. Caifás
era el que había dado a los judíos este consejo: “Conviene que muera un solo hombre por el
pueblo”. Simón Pedro y otro discípulo iban siguiendo a Jesús. Este discípulo era conocido del
sumo sacerdote y entró con Jesús en el palacio del sumo sacerdote, mientras Pedro se
quedaba fuera, junto a la puerta. Salió el otro discípulo, el conocido del sumo sacerdote,
habló con la portera e hizo entrar a Pedro, La portera dijo entonces a Pedro:

S.- ¿No eres tu también uno de los discípulos de ese hombre?

C.- Él dijo:

S.- “No lo soy”.

C.- Los criados y los guardias habían encendido un bracero, porque hacía frío, y se
calentaban. También Pedro estaba con ellos de pie, calentándose. El sumo sacerdote
interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le contestó:

+.- “Yo he hablado abiertamente al mundo y he enseñado continuamente en la sinagoga y en


el templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada a escondidas, ¿Por qué me
interrogas a mi? Interroga a los que me han oído, sobre lo que les he hablado. Ellos saben lo
que he dicho”.

C.- Apenas dijo esto, uno de los guardias le dio una bofetada a Jesús, diciéndole:

S.- “¿Así contestas al sumo sacerdote?


41
C.- Jesús le respondió:

+.- “Si he faltado al hablar, demuestra en qué he faltado; pero si he hablado como se debe,
¿por qué me pegas?”

C.- Entonces Anás lo envió atado a Caifás, el sumo sacerdote. Simón Pedro estaba de pie,
calentándose, y le dijeron:

S.- ¿No eres tú también uno de sus discípulos?”

C.- Él lo negó diciendo:

S.- “No lo soy”.

C.- Uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel a quien pedro la había cortado
las orejas, le dijo:

S.- “¿Qué no te vi yo con él en el huerto?


Pedro volvió a negarlo y enseguida canto un gallo. Llevaron a Jesús de casa de Caifás al
pretorio. Era muy de mañana y ellos no entraron en el palacio para no incurrir en impurezas y
poder así comer la cena de Pascua. Salió entonces Pilato a donde estaban ellos y les dijo:

S.- “¿De qué acusan a este hombre?

C.- Le contestaron:

S.- “Si este no fuera un malhechor, no te lo hubiéramos traído”.

C.- Pilato les dijo:

S.- “Pues llévenselo y júzguenlo según su ley”.

C.- Los judíos le respondieron:

S.- “No estamos autorizados para dar muerte a nadie”.

C.- Así se cumplió lo que había dicho Jesús, indicando de que muerte iba a morir. Entró otra
vez Pilato en el pretorio, llamó a Jesús y le dijo:

S.- “¿Eres tu el rey de los judíos?”

C.- Jesús le contestó:

+.- “¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te han dicho otros?”

C.- Pilato le respondió:

42
S.- “¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué
es lo que has hecho?”

C.- Jesús le contestó:

+.- “Mi reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este mundo, mis servidores habrían
luchado para que no cayera yo en manos de los judíos. Pero mi Reino no es de aquí”.

C.- Pilato le dijo:

S.- “¿Con que tu eres rey?

C.- Jesús le contesto:

+.- “Tú lo has dicho. Soy rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el
que es de verdad, escucha mi voz”.

C.- Pilato le dijo:

S.- “¿Y qué es la verdad?”

C.- Dicho esto, salió otra vez a donde estaban los judíos y les dijo:

S.- “No encuentro en él ninguna culpa. Entre ustedes es costumbre que por Pascua ponga
en libertad a un preso. ¿Quieren que les suelte al rey de los judíos?”

C.- Pero ellos gritaron:

S.- “¡No, a ese no! ¡A Barrabás!

C.- (El tal Barrabás era un bandido).


Entonces Pilato tomó a Jesús y lo mando azotar. Los soldados trenzaron una corona
de espinas, se la pusieron en la cabeza, le echaron en cima un manto color púrpura, y
acercándose a el, le decían:

S.- “¡Viva el rey de los judíos!”

C.- Y le daban de bofetadas. Pilato salió otra vez afuera y les dijo:

S.- “Aquí lo traigo para que sepan que no encuentro en él ninguna culpa”.

C.- Salió, pues, Jesús, llevando la corona de espinas y el manto color púrpura. Pilato les dijo:

S.- “Aquí esta el hombre”.

C.- Cuando lo vieron los sumos sacerdotes y sus servidores, gritaron:

S.- “Crucifícalo, crucifícalo”


43
C.- Pilato de dijo:

S.- “Llévenselo ustedes y crucifíquenlo, pero yo no encuentro culpa en él”.

C.- Los Judíos le contestaron:

S.- “Nosotros tenemos una ley según esa ley tiene que morir, porque se ha declarado Hijo de
Dios”.

C.- Cuando Pilato oyó estas palabras, se asustó aún más, y entrando otra vez en el pretorio,
dijo a Jesús:

S.- “¿De dónde eres tú?”

C.- Pero Jesús no le respondió. Pilato le dijo entonces:

S.- “¿A mi no me hablas? ¿No sabes que tengo autoridad para soltarte y autoridad para
crucificarte?”

C.- Jesús le contesto:

+.- “No tendrías ninguna autoridad sobre mi, si no te la hubieran dado de lo alto. Por eso, el
que me ha entregado a ti tiene un pecado mayor”.

C.- Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban:
S.- “¡Si sueltas a ese, no eres amigo del Cesar!; porque todo el que pretende ser rey, es
enemigo del Cesar”.

C.- Al oír estas palabras, Pilato sacó a Jesús y lo sentó en el tribunal, en el sitio que llaman
“el Endosado” (en hebreo Gábbata). Era el día de la preparación de la Pascua, hacia el
mediodía. Y dijo Pilato a los judíos:

S.- “Aquí tienen a su rey”.

C.- Ellos gritaron:

S.- “¡Fuera, fuera! ¡Crucifíquenlo!”

C.- Pilato les dijo:

S.- “¿A su rey voy a crucificar?”

C.- Contestaron los sumos sacerdotes:

S.- “No tenemos mas rey que el Cesar”.

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C.- Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y él, cargando con la
cruz se dirigió hacia el sitio llamado “la Calavera” (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo
crucificaron, y con él a otros dos, uno de cada lado, y en medio a Jesús. Pilato mandó
escribir un letrero y ponerlo encima de la cruz; en él estaba escrito: “JESÚS EL NAZARENO,
EL REY DE LOS JUDÍOS”. Leyeron el letrero muchos judíos, porque estaba cerca el lugar
donde lo crucificaron a Jesús y estaba escrito en hebreo, latín y griego. Entonces los sumos
sacerdotes de los judíos le dijeron a Pilato:

S.- “No escribas: “El rey de los judíos”, sino: ‘Este ha dicho: Soy el rey de los judíos’”.

C.- Pilato les contestó:

S.- “Lo escrito, escrito está”.

C.- Cuando crucificaron a Jesús, los soldados cogieron su ropa e hicieron cuatro partes, una
para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costura, tejida toda de una pieza
de arriba abajo. Por eso se dijeron: “No la rasgaremos, sino echemos suerte para ver a quien
le toca”. Así se cumplió lo que dice la Escritura: Se repartieron mi ropa y echaron a suerte mi
túnica. Y eso hicieron los soldados.

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y


Maria Magdalena. Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a
su madre:

+.- “Mujer, ahí está tu hijo”.

C.- Luego dijo al discípulo:

+.- “Ahí está tu madre”.

C.- Y desde aquella hora el discípulo se la llevó a vivir con él. Después de esto, sabiendo
Jesús que todo había llegado a su termino, para que se cumpliera la Escritura dijo:

+.- “Tengo sed”.

C.- Había allí un jarro lleno de vinagre. Los soldados sujetaron una esponja empapada en
vinagre a una caña de hisopo y se la acercaron a la boca. Jesús probó el vinagre y dijo:

“Todo está cumplido”,

C.- E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.

Aquí se arrodillan todos y se hace una breve pausa.

45
C.- Entonces, los judíos, como era día de la preparación de la Pascua, para que los cuerpos
de los ajusticiados no se quedaran en a cruz el sábado, por que aquel sábado era un día
muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y los quitaran de la cruz.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas a uno y luego al otro de los que habían sido
crucificados con él. Pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las
piernas, sino que uno de los soldados traspasó el costado con una lanza e inmediatamente
salió sangre y agua.

El que vio da testimonio de esto y su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad,
para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera lo que dice la Escritura:
No le quebrarán ningún hueso; y en otro lugar de la Escritura dice: Mirarán al que
traspasaron.

Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero oculto por miedo a los
judíos, pidió a Pilato que lo dejara llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato lo autorizó. Él fue
entonces y se llevó el cuerpo.

Llegó también Nicodemo, el que había ido a verlo de noche, y trajo unas cien libras de una
mezcla de mirra y áloe.
Tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con esos aromas, según se
acostumbraba a enterrar entre los judíos.

Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un sepulcro nuevo, donde


nadie había sido enterrado todavía. Y como para los judíos era día de la preparación de la
Pascua y el sepulcro estaba cerca, allí pusieron a Jesús.

Una vez que se ha terminado la lectura, el ministro de la Palabra dirá:

M.P. PALABRA DEL SEÑOR

Y la asamblea responderá:

A. GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

(Se guardan unos minutos de silencio (2 ó 3) para meditación personal).

46
3.- Reflexión Comunitaria

COMENTAMOS LA PALABRA DE DIOS.

VER los acontecimientos de este viernes santo.


¿Cuáles son los hechos principales de este día?
¿Qué nos enseña Jesucristo en este viernes santo?
¿Qué entendimos de la lectura?

JUZGAR Y PENSAR los sentimientos que tenía Cristo


¿Cuáles son los delitos por los que condenaron a Jesús?
¿Qué personajes decidieron su crucifixión?
¿Cuáles la causa de la muerte de Jesús?
¿Nuestro pueblo está crucificado hoy?
¿Hay quien se burla de nosotros y nos humilla?
¿Hay quien nos insulta por ser nosotros pobres?
¿Los enemigos de Cristo triunfaron? ¿por qué?

ACTUAR: de cara a un compromiso personal y comunitario.


¿Qué lecciones guarda la muerte de Jesús para los hombres de hoy?
¿Por qué este final de la vida de Jesús debe ser el camino que debemos emprender
para que se obre nuestra liberación?
¿En que forma podemos contribuir a que nuestros pueblos dejen de ser pueblos de
viernes santo para transformarse en comunidades pascuales?
¿Que podemos hacer en nuestra comunidad para liberarnos del peso de la cruz?
¿Cuál es la esperanza de los cristianos pobres?

(NO SE DICE CREDO)

47
4.- Oración Universal O De Los Fieles

Inmediatamente después vienen las oraciones de los fieles (se puede usar el esquema
breve), las que iniciará el ministro de la Palabra:

MONITOR:
La oración universal o de los fieles que hacemos en todas las celebraciones, tiene hoy
una importancia especial. Jesús, sumo sacerdote nuestro, intercede por toda la
humanidad ante el padre. Unámonos a él, con el corazón despojado de egoísmo,
discordias, desavenencias, prejuicios y revanchas, para que este viernes santo extienda
sus frutos de reconciliación y paz a toda la iglesia, a los pueblos que sufren, a los
hombres cansados, a los que buscan la luz y, especialmente, a quienes se encuentran
separados por las absurdas barreras del egoísmo y del odio.

MONITOR
POR LA SANTA IGLESIA
Oremos hermanos, por la iglesia santa de dios, para que el señor le dé la paz, la
mantenga en la unidad, la proteja en toda la tierra, y a todos nos conceda una vida
confiada y serena, para la gloria de dios. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA

DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE EN CRISTO MANIFIESTAS TU GLORIA A


TODAS LAS NACIONES, VELA SOLÍCITO POR LA OBRA DE TU AMOR, PARA QUE
LA IGLESIA, EXTENDIDA POR TODO EL MUNDO, PERSEVERE CON FE
INQUEBRANTABLE EN LA CONFESIÓN DE TU NOMBRE. POR JESUCRISTO
NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONIOR
POR EL PAPA
Oremos también por nuestro santo padre el papa (se dice el nombre), para que dios, que lo
llamó al orden episcopal, lo asista y proteja para bien de la iglesia como guía del pueblo
santo de dios. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA

DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, CUYA SABIDURÍA GOBIERNA TODAS LAS


COSAS, ATIENDE BONDADOSO NUESTRAS SÚPLICAS Y PROTEGE AL PAPA,
PARA QUE EL PUEBLO CRISTIANO, GOBERNADO POR TI BAJO EL CAYADO DEL
SUMO PONTÍFICE, PROGRESE SIEMPRE EN LA FE. POR JESUCRISTO NUESTRO
SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

48
MONITOR
POR TODOS LOS MINISTROS Y POR LOS FIELES
Oremos también por nuestro obispo (se dice el nombre), por todos los obispos, presbíteros y
diáconos, y por todos los miembros del pueblo santo de dios. (oración en silencio).

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, CUYO ESPÍRITU SANTIFICA Y GOBIERNA
TODO EL CUERPO DE LA IGLESIA, ESCUCHA LAS SÚPLICAS QUE TE DIRIGIMOS
POR TODOS SUS MINISTROS, PARA QUE, CON LA AYUDA DE TU GRACIA, CADA
UNO TE SIRVA FIELMENTE EN LA VOCACIÓN A QUE LE HAS LLAMADO. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR
POR LOS CATECÚMENOS
Oremos también por los catecúmenos, para que dios nuestro señor los ilumine
interiormente, les abra con amor las puertas de la iglesia, y así encuentren en el
bautismo el perdón de sus pecados y la incorporación plena a cristo, nuestro señor.
(oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA.
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE HACE FECUNDA A TU IGLESIA
DÁNDOLE CONSTANTEMENTE NUEVOS HIJOS, ACRECIENTA LA FE Y LA
SABIDURÍA DE LOS CATECÚMENOS, PARA QUE, AL RENACER EN LA FUENTE
BAUTISMAL, SEAN CONTADOS ENTRE LOS HIJOS DE ADOPCIÓN. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR
POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS
Oremos también por todos aquellos hermanos nuestros que creen en cristo, para que
dios nuestro señor asista y congregue en una sola iglesia a cuantos viven de acuerdo
con la verdad que han conocido. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE VAS REUNIENDO A TUS HIJOS
DISPERSOS Y VELAS POR LA UNIDAD YA LOGRADA, MIRA CON AMOR A TODA
LA GREY QUE SIGUE A CRISTO, PARA QUE LA INTEGRIDAD DE LA FE Y EL
VÍNCULO DE LA CARIDAD CONGREGUE EN UNA SOLA IGLESIA A LOS QUE
CONSAGRÓ EN UN SOLO BAUTISMO. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.
MONITOR
POR LOS JUDÍOS

49
Oremos también por el pueblo judío, el primero a quien dios habló desde antiguo por los
profetas, para que el señor acreciente en ellos el amor de su nombre y la fidelidad a la
alianza que selló con sus padres. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE CONFIASTE TUS PROMESAS A
ABRAHAM Y SU DESCENDENCIA, ESCUCHA CON PIEDAD LAS SÚPLICAS DE TU
IGLESIA, PARA QUE EL PUEBLO DE LA PRIMERA ALIANZA LLEGUE A
CONSEGUIR EN PLENITUD LA REDENCIÓN. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR
POR LOS QUE NO CREEN EN CRISTO
Oremos por lo que no creen en cristo, para que, iluminado por el espíritu santo,
encuentren también ellos el camino de la salvación. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, CONCEDE A QUIENES NO CREEN EN CRISTO
QUE, VIVIENDO CON SINCERIDAD ANTE TI, LLEGUEN AL CONOCIMIENTO PLENO
DE LA VERDAD, Y A NOSOTROS CONCÉDENOS TAMBIÉN QUE, PROGRESANDO
EN LA CARIDAD FRATERNA Y EN EL DESEO DE CONOCERTE MÁS, SEAMOS
ANTE EL MUNDO TESTIGOS MÁS CONVINCENTES DE TU AMOR. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR
POR LOS QUE NO CREEN EN DIOS
Oremos también por los que no admiten a dios, para que por la rectitud y sinceridad de
su vida alcancen el premio de llegar a él. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE CREASTE A TODOS LOS HOMBRES
PARA QUE TE BUSQUEN Y, CUANDO TE ENCUENTREN, DESCANSEN EN TI,
CONCÉDELES QUE, EN MEDIO DE SUS DIFICULTADES, LOS SIGNOS DE TU
AMOR Y EL TESTIMONIO DE LOS CREYENTES LES LLEVEN AL GOZO DE
RECONOCERTE COMO DIOS Y PADRE DE TODOS LOS HOMBRES. POR NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR:
POR LOS GOBERNANTES
Oremos también por los gobernantes de las naciones, para que dios nuestro señor,
según sus designios, les guíe en sus pensamientos y decisiones hacia la paz y libertad
de todos los hombres. (oración en silencio)
50
MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE TIENES EN TUS MANOS EL DESTINO DE
TODOS LOS HOMBRES Y LOS DERECHOS DE TODOS LOS PUEBLOS, ASISTE A
LOS QUE GOBIERNAN, PARA QUE, POR TU GRACIA, SE LOGRE EN TODAS LAS
NACIONES LA PAZ, EL DESARROLLO Y LA LIBERTAD RELIGIOSA DE TODOS
LOS HOMBRES. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR:
POR LOS ATRIBULADOS
Oremos, hermanos, a dios padre todopoderoso, por todos los que en el mundo sufren las
consecuencias del pecado, para que cure a los enfermos, dé alimento a los que padecen
hambre, libere de la injusticia a los perseguidos, redima a los encarcelados, conceda
volver a casa a los emigrantes y desterrados, proteja a los que viajan y dé salvación a los
moribundos. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, CONSUELO DE LOS QUE LLORAN Y FUERZA
DE LOS QUE SUFREN, LLEGUEN HASTA TI LAS SÚPLICAS DE QUIENES TE
INVOCAN EN SU TRIBULACIÓN, PARA QUE SIENTAN EN SUS ADVERSIDADES LA
AYUDA DE TU MISERICORDIA. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MONITOR:
POR LAS NECESIDADES DE LA COMUNIDAD LOCAL
Oremos también, hermanos, para que dios padre misericordioso mire benignamente a
nuestra comunidad, nos conceda los bienes espirituales y materiales que necesitamos, y
podamos así servirle con mayor alegría y amor. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, FUENTE INAGOTABLE DE TODOS LOS
BIENES, ESCUCHA BENIGNAMENTE LAS SÚPLICAS QUE TE PRESENTAMOS POR
NUESTRA COMUNIDAD, PARA QUE CONOZCAMOS EL INFINITO AMOR QUE NOS
TIENES EN LAS GRACIAS QUE RECIBIMOS DE TU GENEROSA BONDAD. POR
JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.
A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

51
MONITOR:
POR TODOS LOS PRESENTES
Oremos también, hermanos por todos los que estamos reunidos celebrando el misterio
de la pasión gloriosa del señor, para que dios nuestro padre nos otorgue fortaleza en la
fe, firmeza en la esperanza y perseverancia en el amor. (oración en silencio)

MINISTRO DE LA PALABRA
DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE NOS DISTE EN TU HIJO LA MEJOR
PRUEBA DE TU AMOR, Y LO ENVIASTE AL MUNDO PARA QUE, POR SU MUERTE
Y RESURRECCIÓN, NOS HICIERA PARTÍCIPES DE SU VIDA DIVINA,
CONCÉDENOS QUE, UNIDOS A CRISTO POR EL BAUTISMO, NO VIVAMOS YA
PARA NOSOTROS MISMOS, SINO PARA AQUÉL QUE POR NOSOTROS MURIÓ Y
RESUCITÓ, MIENTRAS AGUARDAMOS LA DICHOSA ESPERANZA DE SU VENIDA
GLORIOSA. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MINISTRO DE LA PALABRA
PARA QUE EN ESTOS DIAS ESTEMOS MAS CERCA DE TI, Y ENTENDAMOS QUE
NUESTRA FELICIDAD ERES TU

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

MINISTRO DE LA PALABRA
PARA NOS AYUDES A DEJAR NUESTROS VICIOS, EL ALCOHOL, LOS MALOS
TRATOS A LA MUJER, NUESTRO EGOISMO Y NUESTRAS CRÍTICAS HIRIENTES.

A. TE ROGAMOS, SEÑOR.

Terminada la oración de los fieles se pasa a la adoración de la Cruz.

52
TERCERA PARTE

5.- Adoración De La Santa Cruz

Lo que se necesita:

1. Una Cruz cubierta con una tela morada. Puede ir adornada la Cruz con flores.
2. Dos cirios o candelas.
3. Dos cestos para recoger las limosnas que se dan para el mantenimiento de los Santos
Lugares (el dinero se entregará al párroco).
4. El manual del misionero día a día.

Quiénes la realizan:

1. El ministro de la Palabra.
2. Quien entrega la cruz al ministro de la Palabra.
3. Quienes llevan los cirios o candelas.
4. La comunidad o asamblea reunida.

Cantos para preparar:

1. Perdona a tu pueblo, Señor.


2. Perdón, ¡Oh, Dios mío!

Cómo realizarla:

Se lleva al altar la Cruz, cubierta con un velo y acompañada por los dos cirios o
candelas.

MONITOR.
Hermanos; dios eligió la cruz para que su hijo se sacrificara en ella por nuestra salvación.
La cruz desnuda, con sus brazos extendidos, es el símbolo de cristo que entregó su vida
con amor sin límites. Por eso es la señal de la victoria, de la salvación y del amor de dios
por nosotros. Vamos a responder a este amor, haciendo nuestro el llamamiento de
Jesucristo, a tomar nuestra cruz cada día, mientras doblamos nuestras rodillas para
venerar la cruz y, a través de este signo, adorar a aquél que, siendo el señor y el
maestro, nos dio el ejemplo a seguir.

53
El ministro de la Palabra la recibe, descubre un poco el extremo superior, la eleva y
dice:

MINISTRO DE LA PALABRA
ÉSTE ES EL ÁRBOL DE LA CRUZ DONDE ESTUVO CLAVADO CRISTO EL SALVADOR DEL MUNDO.

La asamblea responde:
A. VENID Y ADOREMOS.

Terminada la respuesta todos se arrodillan y adoran en silencio por unos momentos la


cruz. Se ponen de pie y el ministro de la Palabra descubre el brazo derecho y vuelve a
decir:

MINISTRO DE PALABRA.
ÉSTE ES EL ÁRBOL DE LA CRUZ DONDE ESTUVO CLAVADO CRISTO EL SALVADOR DEL MUNDO.

A: VENID Y ADOREMOS.

Se vuelven a poner de rodillas, adoran en silencio por unos momentos la Cruz, se


ponen de pie, el ministro de la Palabra descubre por completo la Cruz y repite por
tercera vez:

MINISTRO DE PALABRA.
ÉSTE EL ÁRBOL DE LA CRUZ DONDE ESTUVO CLAVADO CRISTO EL SALVADOR DEL MUNDO.

A: VENID Y ADOREMOS.

Se vuelven a arrodillar como en los momentos anteriores. Poniéndose de pie, pasan


uno a uno a besar la cruz y a depositar su limosna en los cestos que deben estar a los
lados, junto con los cirios o candelas.

Mientras se hace la adoración se canta: PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR y PERDÓN,


¡OH, DIOS MÍO!

Se hace la lectura de los IMPROPERIOS. y se puede continuar con la siguiente lectura.


DIOS SE QUEJA DEL PECADO.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

MINISTRO DE LA PALABRA:
Les di a mi Hijo para que lo escucharan y ustedes no han cambiado su manera
de vivir.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

54
MINISTRO DE LA PALABRA:

Les di recursos naturales, terrenos, cerros, agua, para que vivieran. como
hermanos y ustedes los han empleado para la división y el pleito.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

MINISTRO DE LA PALABRA:
Yo les di la tierra para que la trabajaran y no les faltara la comida y ahora unos pocos
han acaparado las tierras mientras que muchos no tienen que comer.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

MINISTRO DE LA PALABRA:
Les di capacidad de gobernar y guiar a mi pueblo y ustedes han abusado de su
autoridad para empobrecer a mi pueblo.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

MINISTRO DE LA PALABRA:
Hice al hombre y a la mujer para que se ayudaran y se respetaran, y ustedes han
pisoteado sus derechos.

TODOS: Pueblo mío ¿qué mal te he hecho o en que te he ofendido?


Respóndeme.

LETANÍA DE LA CRUZ

MINISTRO DE LA PALABRA: LA CRUZ DE CRISTO ES UN MISTERIO DE LA SABIDURÍA


SALVADORA DE DIOS, QUE QUISO CONVERTIR Y CAMBIAR LA MUERTE EN VIDA. POR ESO,
DIGAMOS DESPUÉS DE CADA ACLAMACIÓN: ¡TRANSFORMAMOS!

• Cruz de pecado, convertida en Cruz de gracia. R: ¡TRANSFÓRMANOS!


• Cruz de ignominia, convertida en Cruz de gloria. R: ¡TRANSFÓRMANOS!
• Cruz de muerte, convertida en Cruz de vida. R:
• Cruz de condena, convertida en Cruz de perdón y justificación. R:
• Cruz de perdición, convertida en Cruz de salvación. R:
• Cruz de locura y escándalo, convertida en Cruz de sabiduría. R:
• Cruz de derrota, convertida en Cruz de victoria. R:
• Cruz de maldición, convertida en Cruz de bendición. R:
• Cruz de odio, convertida en Cruz de amor. R:
• Cruz de sufrimiento, convertida en Cruz de gozo y felicidad. R:
• Cruz de debilidad, convertida en Cruz de fortaleza. R:
• Cruz de impotencia del hombre, convertida en Cruz de la Omnipotencia de Dios . R:
55
• Cruz de división, convertida en Cruz de reconciliación. R:
• Cruz de esclavitud, convertida en Cruz de libertad y señorío. R:
• Cruz de guerra, convertida en Cruz de paz. R:
• Cruz de humillación, convertida en Cruz de exaltación. R:
• Cruz de miseria, convertida en Cruz de grandeza. R:
• Cruz del hombre viejo, convertida en Cruz del hombre nuevo. R:
• Cruz de desesperación, convertida en Cruz de esperanza. R:
• Cruz de incredulidad, convertida en Cruz de fe. R:
• Cruz de ruina, convertida en Cruz de plenitud. R:
• Cruz de maldad, convertida en Cruz de bondad. R:
• Cruz de soledad, convertida en Cruz de comunión y solidaridad. R:
• Cruz de veneno, convertida en Cruz de medicina y salud. R:
• Cruz de traición, convertida en Cruz de fidelidad. R:
• Cruz de tinieblas, convertida en Cruz de luz. R:
• Cruz del hombre deshumanizado, convertida en Cruz de Dios humanizado. R:
• Cruz de castigo, convertida en Cruz de premio eterno. R:

MINISTRO DE LA PALABRA:
Señor Jesús, que te abrazaste al madero de la cruz y te hiciste uno con ella, atrae nuestro
corazón hacia Ti y danos fuerza para llevar nuestra cruz de cada día. Amén.

56
CUARTA PARTE
6.- Distribución De La Sagrada Comunión.

(Este rito se realizará solamente donde se tenga la reserva del Santísimo Sacramento,
sino pasar al rito de la paz)

Lo que se necesita para la Celebración:

1. El Altar dignamente vestido, con sus velas y, de ser posible, que esté decorado con flores.
2. El manual “día a día del misionero”.

Quiénes la realizan:

1. El ministro extraordinario de la Eucaristía.


2. La comunidad o asamblea reunida.

Cantos para preparar:

1. Un mandamiento nuevo.
2. Altísimo Señor.

Cómo realizarla:

Una vez terminada la adoración de la Cruz, se viste el altar, permaneciendo los cirios o
candelas encendidas, el ministro extraordinario de la Eucaristía se acerca al lugar
donde está reservado el Santísimo Sacramento, toma el copón, lo deposita sobre el
altar, hace genuflexión e invita a recitar el Padre Nuestro con las siguientes palabras:

MONITOR:
La comunión de esta tarde no es la comida de un banquete festivo, es, más bien, en todo
el sentido de palabra, el medio de entrar en “común-unión”, unión de todos y cada uno…,
íntima, personal, silenciosa, agradecida…, con el que en la cruz se entregó por nosotros
y sigue entregándose en la eucaristía como vida del mundo.

MINISTRO DE LA PALABRA:
PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR HEMOS CONSEGUIDO
SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL PADRE:

MINISTRO DE LA EUCARISTÍA:
PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN EL CIELO,

Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a mostrar un signo de


paz

57
MINISTRO DE LA PALABRA:
EN CRISTO, QUE NOS HA HECHO HERMANOS EN SU CRUZ, DÉMONOS LA PAZ COMO SIGNO DE
LA REDENCIÓN REALIZADA EN EL AMOR.

Todos levantan las manos en señal de paz y posteriormente se entona el canto:

HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ.

Nunca cantar o decir el "Cordero de Dios".

Terminando el canto de paz, el ministro Extraordinario de la Eucaristía hace


genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola un poco elevándola sobre el copón, vuelto
hacia el pueblo dice:

MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA EUCARISTÍA:

Este es el cordero de dios que quita el pecado del mundo, dichosos los invitados a la
cena del señor.

La asamblea responde:

A. SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO UNA PALABRA TUYA
BASTARÁ PARA SANARME.

El ministro extraordinario de la Eucaristía comulga diciendo en secreto: "Que el


cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna".

Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar, presenta
a cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:

MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA EUCARISTÍA: EL CUERPO DE CRISTO.

El que va a comulgar responde "AMÉN" y recibe la hostia. Mientras el ministro de la


Eucaristía da la Comunión, se entonan los siguientes cantos: UN MANDAMIENTO
NUEVO y ALTÍSIMO SEÑOR. Terminada la Comunión, el ministro extraordinario de la
Eucaristía reserva el Santísimo Sacramento y hace genuflexión. Se guarda un
momento de silencio y dice la siguiente oración teniendo las manos juntas:

MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA EUCARISTÍA:

Dios de poder y de bondad, que por medio de la muerte y resurrección de Jesucristo nos
redimiste a todos, prosigue en nosotros la obra de tu amor, a fin de que el recuerdo
constante de nuestra salvación nos impulse a conseguir plenamente sus frutos, por cristo
nuestro señor.

La asamblea responde: AMÉN.

58
QUINTA PARTE
Rito De Paz

(Este rito se realizará en donde no se dé la comunión).

Lo que se necesita:

1. El manual del misionero día a día.

Quiénes lo realizan:

1. El ministro de la Palabra.
2. La comunidad o asamblea reunida.

Cómo realizarlo:

Una vez que se ha terminado la adoración de la cruz el ministro de la Palabra invita a la


asamblea a darse la paz tomándose de las manos y diciendo las siguientes palabras:

MINISTRO DE LA PALABRA:
EN CRISTO, QUE NOS HA HECHO HERMANOS EN SU CRUZ, DÉMONOS LA PAZ COMO SIGNO DE
LA REDENCIÓN REALIZADA EN EL AMOR.

Todos levantan las manos en señal de paz y posteriormente se entona el canto: HAZME
UN INSTRUMENTO DE TU PAZ.

Nunca cantar o decir el "Cordero de Dios".

Terminando el canto de paz, el ministro de la Palabra invita a la asamblea a recitar el


Padre nuestro con las siguientes palabras:

MINISTRO DE LA PALABRA:
PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN DEL SEÑOR HEMOS CONSEGUIDO
SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL PADRE....

MINISTRO EXTRAORDINARIO DE LA EUCARISTÍA:


PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN EL CIELO,

59
RITO DE DESPEDIDA

Terminada la distribución de la Sagrada Comunión o del rito de paz en su caso,


después de un espacio de silencio sagrado, el que preside dice, con las manos juntas,
la siguiente oración:

MINISTRO DE LA PALABRA:
DIOS TODOPODEROSO, RICO EN MISERICORDIA, QUE NOS HAS RENOVADO CON LA GLORIOSA
MUERTE Y RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO, NO DEJES DE TU MANO LA OBRA QUE HAS
COMENZADO EN NOSOTROS, PARA QUE NUESTRA VIDA, POR LA COMUNIÓN EN ESTE
MISTERIO, SE ENTREGUE CON VERDAD A TU SERVICIO. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. AMÉN.

En este momento, antes de despedir a la asamblea, el guía o el presidente pueden dar


los avisos de interés para la comunidad, sobre todo invitando a participar con mucha
alegría en la celebración de la fiesta de pascua, ya sea en la solemne vigilia pascual en
la noche de mañana sábado, o bien, en la asamblea el domingo de resurrección.

Finalmente, el que preside, con las manos juntas, implora la bendición de dios sobre él
y todos los presentes.

MINISTRO DE LA PALABRA:
QUE TU BENDICIÓN, SEÑOR, DESCIENDA CON ABUNDANCIA SOBRE ESTE PUEBLO QUE HA
CELEBRADO LA MUERTE DE TU HIJO CON LA ESPERANZA DE SU SANTA RESURRECCIÓN; QUE
VENGA SOBRE ÉL TU PERDÓN, CONCÉDELE TU CONSUELO, ACRECIENTA SU FE, Y CONSOLIDA
EN ÉL LA REDENCIÓN ETERNA. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

A. AMÉN.

Terminada la oración todos se retiran en silencio, a no ser que en este momento


continúe el rito de la veneración de la cruz. concluida toda celebración se quita el
mantel del altar, y se deja solamente cobre él la cruz que se utilizó en la veneración.

Se hace hincapié en el hecho de conservar el resto del día y de la noche el espíritu de


recogimiento logrado en la celebración.

Después que se han retirado todos se desnuda nuevamente el altar.

60
LAS SIETE PALABRAS
(opcional)

Sobre la mesa se coloca una cruz y siete velas encendidas.

PRIMERA PALABRA:
Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. (Lc. 23,34)

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz, a fin de pagar con tus penas la deuda
de mis pecados, y abriste tu divina boca para obtenerme el perdón de la justicia eterna:
R. ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella hora postrera;

y por los méritos de tu preciosísima Sangre derramada por nuestra salvación,


R. concédenos un dolor tan vivo de nuestras culpas que nos haga morir en el seno de tu
infinita misericordia.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.
Se apaga la primera vela.

SEGUNDA PALABRA:
En verdad, en verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso. (Lc. 23,43)

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz y que con tanta prontitud y liberalidad
correspondiste a la fe del buen ladrón que te reconoció por Hijo de Dios en medio de tus
humillaciones, y le aseguraste el Paraíso:
R. ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera;

y por los méritos de tu preciosísima Sangre, has que revive en nuestro espíritu una fe tan
firme y constante que no se incline a sugestión alguna del demonio,
R. para que también nosotros alcancemos el premio del santo Paraíso.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.
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Se apaga la segunda vela.
TERCERA PALABRA:
Mujer, he ahí a tu hijo; hijo he ahí a tu madre. (Jn. 19, 26-27)

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz y olvidando tus sufrimientos nos dejaste
en prenda de tu amor a tu misma Madre Santísima para que por su medio podamos recurrir
confiadamente a ti en nuestras mayores necesidades:
R. ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera;

y por el interior martirio de una tan amada Madre, reavive en nuestro corazón la firme
esperanza en los infinitos méritos de tu preciosísima Sangre,
R. a fin de que podamos evitar la eterna condenación que tenemos merecida por nuestros
pecados.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.

Se apaga la tercera vela.

CUARTA PALABRA:
¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? (Mc. 15, 34; Mt. 27, 46).

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz y que, añadiendo sufrimiento a
sufrimiento, además de tantos dolores en el cuerpo, sufriste con infinita paciencia la más
penosa aflicción de espíritu a causa del abandono de tu eterno Padre:
R. ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mi en aquella hora postrera;

y por los méritos de tu preciosísima Sangre, concédenos la gracia de sufrir con verdadera
paciencia todos los dolores y congojas de nuestra agonía,
R. a fin de que, unidas a las tuyas nuestras penas, podamos después participar de tu gloria
en el Paraíso.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.
Se apaga la cuarta vela.

62
QUINTA PALABRA:
Tengo sed (Jn. 19,28)
Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz y que, no saciado aún con tantos
vituperios y sufrimientos, hubieras querido sufrir todavía mayores para la salvación de todos
los hombres, demostrando así que todo el torrente de tu Pasión no es bastante para apagar
la sed de tu amoroso Corazón: ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mí en aquella
hora postrera; y por los méritos de tu preciosísima Sangre, enciende tan vivo fuego de
caridad en nuestro corazón que lo haga desfallecer con el deseo de unirse a ti por toda la
eternidad.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.

Se apaga la quinta vela.

SEXTA PALABRA:
Todo está cumplido (Jn. 19, 30)

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz y desde esta cátedra de verdad
anunciaste el cumplimiento de la obra de nuestra Redención, por la que, de hijos de ira y
perdición, fuimos hechos hijos de Dios y herederos del cielo; ten piedad de todos los fieles
agonizantes y de mí en aquella hora postrera; y por los méritos de tu preciosísima Sangre, 59
despréndenos por completo así del mundo como de nosotros mismos; y en el momento de
nuestra agonía, danos gracia para ofrecer de corazón el sacrificio de la vida en expiación de
nuestros pecados.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.

Se apaga la sexta vela.

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SÉPTIMA PALABRA:
Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu (Lc. 23, 46)

Jesús amado, que por mi amor agonizaste en la cruz, y que en cumplimiento de tan grande
sacrificio aceptaste la voluntad del Eterno Padre al encomendar en sus manos tu espíritu
para enseguida inclinar la cabeza y morir: ten piedad de todos los fieles agonizantes y de mí
en aquella hora postrera; y por los méritos de tu preciosísima Sangre, otórganos en nuestra
agonía una perfecta conformidad a tu divina voluntad, a fin de que estemos dispuestos a vivir
o a morir según sea para ti más agradable; y que no suspiremos para nada más que por el
perfecto cumplimiento en nosotros de tu adorable voluntad.

Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo.


R. Como era en el principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén. (3 veces).

Ten piedad de nosotros, Señor,


R. ten piedad de nosotros.

Dios mío, yo creo en ti, espero en ti,


R. te amo y me arrepiento de haberte ofendido con mis pecados.

Se apaga la última vela.

ORACIÓN A LA VIRGEN DOLOROSA:

Madre Santísima de los Dolores, por el intenso martirio que sufriste al pie de la Cruz durante
las tres horas de agonía de Jesús, dígnate en nuestra agonía asistirnos a todos los que
somos hijos de tus dolores, a fin de que, con tu intercesión, podamos pasar del lecho de
muerte a ser tu corona en el santo Paraíso. Amén.

V. De muerte súbita e imprevista.


R. Líbranos, Señor.

V. De las insidias del diablo.


R. Líbranos, Señor.

V. De la muerte eterna.
R. Líbranos, Señor.

ORACIÓN FINAL:

Oh, Dios, que en la muerte dolorosísima de tu Hijo has constituido un ejemplo y un auxilio
para la salvación del linaje humano: concédenos, te rogamos, que en el peligro último de
nuestra muerte merezcamos alcanzar el efecto de tan grande caridad y entrar en la gloria del
Redentor. Por el mismo Jesucristo Señor nuestro. R. Amén.

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SERMÓN DEL PÉSAME

Por la noche, frente a una imagen de la Virgen.


Se puede iniciar este acto piadoso con la recitación del himno “Sabat Mater”.

1. 6.
La Madre piadosa parada Y, porque a amarle me anime,
junto a la cruz y lloraba en mi corazón imprime
mientras el Hijo pendía. las llagas que tuvo en sí.
Cuya alma, triste y llorosa, Y de tu Hijo, Señora,
traspasada y dolorosa, divide conmigo ahora
fiero cuchillo tenía. las que padeció por mí.

2. 7.
¡Oh, cuán triste y cuán aflicta Hazme contigo llorar
se vio la Madre bendita, y de veras lastimar
de tantos tormentos llena! de sus penas mientras vivo.
Cuando triste contemplaba Porque acompañar deseo
y dolorosa miraba en la cruz, donde le veo,
del Hijo amado la pena. tu corazón compasivo.

3. 8.
Y ¿cuál hombre no llorara, Virgen, de vírgenes santas
sí a la Madre contemplara llore ya con ansias tantas,
de Cristo, en tanto dolor? que el llanto dulce me sea.
Y ¿quién no se entristeciera, Porque su pasión y muerte
Madre piadosa, si os viera tenga en mi alma, de suerte
sujeta a tanto rigor? que siempre sus penas vean.

4. 9.
Por los pecados del mundo, Haz que su cruz me enamore
vio a Jesús en tan profundo y que en ella viva y more
tormento la dulce Madre. de mi fe y amor indicio.
Vio morir al Hijo amado, Porque me inflame y encienda,
que rindió desamparado y contigo me defienda
el espíritu a su Padre. en el día del juicio.

5. 10.
¡Oh dulce fuente de amor!, Haz que me ampare la muerte
hazme sentir tu dolor de Cristo, cuando en tan fuerte
para que llore contigo. trance vida y alma estén.
Y que, por mi Cristo amado, Porque, cuando quede en calma
mi corazón abrasado el cuerpo, vaya mi alma
más viva en él que conmigo. a su eterna gloria. Amén.

Al final se puede rezar el rosario decir algo que ilumine los sentimientos de la
santísima Virgen María.

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