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Tesis
Según Kant, la existencia no puede ser deducida simplemente por nuestros razonamientos.
La idea de Dios que se utiliza en filosofía es la de un ente que trasciende toda posibilidad
espacio-temporal.
La repercusión de estos errores está en el hecho de hacer afirmaciones que llevan al ser
humano a cuestionarse sobre problemas que incurren en contradicciones lógicas.
que surge desde la historia, podemos ver como el homo sapiens gozaba libertad de
elección sobre su futuro y sistema de creencias contradictorio, cuando se habla de Dios,
surge el cuestionamiento de sí la voluntad y el libre albedrío están sujetos a una
predestinación divina y ahí es donde surge la idea de Dios distinta a la idea de libertad que
sirve como una condición para una voluntad determinada por leyes morales hacia el bien
supremo en colectividad por ende un pensamiento colectivo de su divinidad.
Así, para Kant la afirmación “Dios es” no incluye la determinación de su existencia y puede
equipararse a una proposición analítica, cuyo predicado no añade nada nuevo al sujeto,
sencillamente se adecuan una serie de características mediante el verbo copulativo,
simplemente una unión de palabras imaginadas por el hombre.
Así, el deber afecta la dimensión deontológica del ser humano; abordar este plano,
orientándose hacia Dios, conduce a planteamientos éticos y al condicionamiento del ser
humano a leyes morales.
Los sustratos del sistema límbico, situados en lo más profundo del cerebro, son el centro
de nuestras emociones. El hipocampo y la amígdala cerebral, son estructuras que se
asocian con las creencias religiosas.
Los investigadores escanearon la actividad cerebral de varios sujetos mientras tenían sus
estados de meditación o introspección espiritual. El incremento de la actividad cerebral, deja
ver que a diferencia de los no creyentes, en los sujetos religiosos, la actividad cerebral
mostró un cambio dramático.
respecto a este, los neurocientíficos afirman que esta inusual actividad cerebral al pensar en
Dios, se puede contrastar con otros cerebros de personas depresivas, obsesivas o alegres.
Ilia Delio, miembro de la orden franciscana, con grado doctoral en farmacología y teología
histórica, dice que «se siente tentada a pensar en un “módulo Dios” situado en lo profundo
del sistema límbico cerebral».
Además el investigador uffe schjodt describe que al orar generaba una fuerte respuesta en
la zona temporopolar, la corteza prefrontal medial, la unión temporoparietal y el precúneo.
Lo que dice la neurociencia es que la activación cerebral en estas regiones es similar a la
que se produce cuando hablamos con un amigo imaginario
tal como hemos podido comprobar Dios es situado en nuestra mente por medio de
conexiones imaginarias que generan una relación entre la mente y los niveles superiores de
la realidad
2. f. Conjunto de todo lo que existe y que está determinado y armonizado en sus propias
leyes.
La naturaleza es una sola, desde el mundo inorgánico hasta el pensamiento del hombre.
Presenta formas múltiples, estados de desarrollo distintos; pero la sustancia de todas las
cosas en que se manifiesta, de todos los hechos y fenómenos que la integran, es la misma:
la materia, con características cambiantes; pero de igual contenido.
sin embargo no hay que confundir ni ligar la naturaleza a Dios (como lo expresa Spinoza al
decir que la Naturaleza-Dios es su propia causa y la única esencia existente) , la naturaleza
es única y está constituida por la materia,si pero Dios es un orden imaginario, una ficción
imaginada por el ser humano. Y este fue imaginado por un objetivo.
Dios aparece como una explicación mitológica a múltiples preguntas sobre el universo, nace
para tener una moralidad conjunta y como forma política. Sin embargo, Spinoza crea una
ideología de un ser sin libertad ni personalidad, tomándolo con algo intangible incapaz de
socializar. Entonces cuando le das a la sociedad un Dios que no satisfacerá sus
necesidades y deseos el objetivo mismo de la creación de Dios se desmorona.