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Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo

Facultad de Biología

Biología General

Así es la biología
Ernst Mayr

Marco Antonio Cárdenas García Sección


108.

Morelia, Michoacán, a 22 de Septiembre de 2020.


Este libro comienza dándonos un breve viaje de la historia de la biología
convirtiéndose en una ciencia asumiendo su importancia; en su primer capítulo
nos habla acerca de las corrientes de pensamiento que se disputaban la respuesta
a los fenómenos naturales, a ¿qué es la vida?: el fisicismo y el vitalismo.
Diferencias ideológicas que llegaron a un punto de encuentro, y que llegaron a
entenderse para formar el paradigma dominante en la actualidad: el organicismo.
Después, en su segundo capítulo, nos remonta a un cuestionamiento; ¿sabemos
que es la ciencia?, ¿podemos decir explícitamente qué es sin dar descripciones a
medias? Lamentablemente la ciencia cambia constantemente, haciendo difícil la
tarea de dar un concepto perpetuo, así solo nos queda dar un esbozo del tipo de
ciencia que predomina en nuestra época.
Siguiendo, nos relata el camino que tuvo la ciencia moderna pasando por
Aristóteles hasta Galileo Galilei y Newton, el cómo fue obstaculizada la biología
por las ciencias físicas y cómo la biología demostró que la postura reduccionista
no tenía lugar, al igual que el mecanicismo y el vitalismo.
Para finalizar nos da una pasada sobre los motivos por el cuál la biología es una
ciencia, y es una ciencia autónoma. También para finalizar habla los intereses de
la ciencia y cómo se diferencia de áreas como la filosofía, la teología y las
humanidades; además de la relación del científico y la ciencia.

Cito: “Y muchos aspectos de la biología influyen directamente en nuestras


circunstancias personales y en nuestro sistema de valores. Ser biólogo no es un
trabajo; es elegir un modo de vida.”
Indice
Prefacio......................................................................................................................1
Capítulo 1. ¿Cuál es el sentido de la vida?...............................................................2
Los fisicistas...............................................................................................................2
El vitalismo.................................................................................................................3
Los organicistas.........................................................................................................4
Capítulo 2. ¿Qué es la ciencia?................................................................................5
Los orígenes de la ciencia moderna..........................................................................5
¿Es la biología una ciencia autónoma?.....................................................................6
En qué se diferencia la ciencia de la filosofía...........................................................7
En qué se diferencia la ciencia de las humanidades................................................8
La Ciencia y el Científico...........................................................................................8
Opinión personal del libro..........................................................................................9
Apéndice..................................................................................................................10
Referencias bibliográficas........................................................................................11
Prefacio
A pesar de la importancia actual de la biología, antes no era vista con los mismos
ojos que en la actualidad, los ojos de la ciencia estaban puestos en las llamadas
“ciencias exactas” como lo son la física y la química, incluso la física era la ciencia
modelo en ese entonces.
Lamentablemente en la actualidad los biólogos modernos son tan especialistas
que no se enteran de los avances realizados fuera de su campo de estudio.
La biología se consideraba algo de estudios menores, incluso hubo un tiempo en
el que ni siquiera existía la biología como materia, solo teníamos rastros de ella en
campos como la zoología y la botánica cuyo trabajo se basaba en la historia
natural.
El autor al hacer un cambio de campo de la medicina a la zoología y alistarse a
unos cursos de filosofía, se dio cuenta que no habían lazos entre las ciencias
biológicas y la filosofía, y a pesar del nacimiento de la filosofía de la ciencia, la
situación era la misma, todo giraba alrededor de las ciencias físicas.
El autor manifestaba en sus escritos la diferencia entre la biología y la física, pero
además también se interesó en la causalidad de la biología. Él sabía que existía
una diferencia clara entre el mundo animado y el inanimado: todo estaba regido
por las leyes físicas universales, pero además los seres vivos estaban regidos por
otro conjunto de causas: el programa genético, el cuál no existía en el mundo
inanimado. Su trabajo iba dirigido a sus colegas biólogos que sin darse cuenta
habían adoptado diversos conceptos fisicistas. Rechazaba la idea reduccionista y
el esencialismo.
Muchos de los que intentaban elaborar una historia de la ciencia malinterpretaban
la biología, señalaban los cataclismos y periodos de “ciencia normal” inexistentes,
omitían la teoría de la evolución que ya antecedía a Darwin y las revoluciones
anteriores a la selección natural. Nadie se daba cuenta de todo lo que había
pasado alrededor de la biología en más de 3 siglos.
Cada vez estaba más en desacuerdo con la explicación de las leyes físicas en el
mundo vivo. Así que para liberar esa confusión decidió escribir este libro para dar
una “biografía” adecuada de la biología y calmar la explosión informativa.
Tenemos que conocer nuestro origen biológico para poder resolver las
problemáticas naturales que nos aquejan hoy en día.

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Capítulo 1. ¿Cuál es el sentido de la vida?
El ser humano primitivo creía que tanto los seres vivos como los objetos y lugares
inanimados poseían un espíritu. Este pensamiento fue haciéndose poco a poco de
lado pero aún se pensaba que dentro del ser vivo existía un “algo” que en el
momento de la muerte se separaba del cuerpo y es lo que hacía que se
distinguiera de la materia inanimada. En Grecia se le llamó aliento, en la religión
cristiana se le llamó alma.
Gracias a Charles Darwin y su teoría de la selección natural se le pudo dar una
explicación racional a la muerte. Uno de los seguidores de Darwin hizo un ensayo
del cómo las poblaciones recuperaban cantidad de miembros por generaciones y
hacer frente a los cambios del ambiente. Su ensayo marcó nuestra era para darle
un significado a la muerte.
Cuando los biólogos y los filósofos se refieren a la vida, lo hacen como el objeto
del vivir y no de la vida en contraste con la no vida de los objetos inanimados. Se
puede estudiar científicamente el proceso de vivir, pero lo la abstracción “vida”.
Para explicar qué es la vida y sus procesos vitales se dio lugar a la existencia de
dos bandos; los que decían que los seres vivos no eran diferentes de la materia
inanimada (los mecanisistas-fisicistas) y los que aseguraban que en los
organismos vivos tenían propiedades que no se encontraba en la materia
inanimada, así que los procesos biológicos no se podían reducir a las leyes de la
física y la química.
Cada bando tenía su cierta parte de razón en sus afirmaciones pero no en todos
los casos ocurría. Más tarde la filosofía juntó estos principios para dar lugar al
organicismo, que es el paradigma dominante en la actualidad.

Los fisicistas.
Las primeras explicaciones naturales del mundo fueron dadas por los filósofos
griegos. Después fue la biblia la que con sus enseñanzas explicaba que todo era
obra y naturaleza de Dios. En la edad medieval se creía todo alrededor de fuerzas
oscuras. Este pensamiento animista fue desplazado con el tiempo, pero no se
eliminó del todo, por una nueva manera de contemplar el mundo llamada “la
mecanización de la imagen del mundo”.
Es difícil de aceptar que tal idea fue aceptada durante mucho tiempo, puesto que
no ha existido ninguna máquina que se construya a sí misma, se produjera, etc. La
similitud entre una máquina y un organismo es muy superficial.
Debido a los avances de grandes científicos en matemáticas para explicar el
cosmos, contribuyó a la mecanización de la imagen del mundo.

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El principal logro del fisicismo fue dar explicación natural a los fenómenos físicos
eliminando la fe en lo sobrenatural.
El movimiento fisicista se produjo en dos oleadas. Las dos orientadas a reaccionar
en contra del vitalismo, hicieron grandes aportes a campos como la fisiología, y
descartar la existencia de una fuerza vital.
El problema de este movimiento fue su ingenuidad al referirse a los procesos
biológicos. Ellos empleaban conceptos igual de abstractos que el de fuerza vital.
Una definición vitalista era aceptable si se sustituía la palabra “fuerza vital” por
“energía”. Reducían los procesos naturales al movimiento de átomos. Es raro que
algunos de los oponentes a este movimiento estaban de acuerdo con la propuesta
anterior.
Una de las debilidades de los fisicistas era dar explicaciones de la fecundación,
decían que la función mecánica del espermatozoide era la división celular. Los
conocimientos biológicos de los fisicistas no estaban a la altura de su refinada
formación en química y en físico-química.
Fueron para algunos biólogos, absurdas explicaciones y argumentaban que los
procesos vitales no se pueden explicar por completo mediante el fisicismo
reduccionista.

El vitalismo.
Tras la oleada del fisicismo, estos naturalistas tuvieron que plantearse de nuevo la
naturaleza de la vida y aproximar argumentos científicos válidos contra la teoría
maquinista de Descartes. Así fue cómo surgió la escuela vitalista de biología.
Siempre fue un antimovimiento a la filosofía mecanicista.
Según algunos vitalistas, los seres vivos estaban dotados de una materia especial
a la cuál llamaban protoplasma, que no se encontraba en la materia inanimada.
Otros hablan de una fuerza vital conocida como entelequia, y otros más hablaban
de fuerzas psicológicas (psicovitalismo) para explicar lo que los fisicistas fueron
incapaces. Quienes aceptaban estas ideas también eran teólogos, los cuales
pensaban que la vida tenía un propósito final.
Los defensores de esta ideología planteaban que esta fuerza vital era similar a un
líquido; debido a que cosas como el calor o la gravedad eran “invisibles”, no era
tan disparatada la existencia de este líquido.
Entre los representantes de los dos movimientos llegaban a tener ideas contrarias
a las que comúnmente promovían.
Más adelante el movimiento vitalista coincidió con la “preformación” y la
“epígénesis”; los primeros sostenían que las partes adultas estaban presente,
aunque muy pequeñas, desde el comienzo del desarrollo. Los segundos
afirmaban que los órganos adultos eran consecuencia del desarrollo, mas no

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estaban presentes desde el comienzo.
Entre partidarios de una y otra tendencia mencionaron una fuerza esencial
formadora que interviniera en el desarrollo, crecimiento y reproducción del
embrión.
Muchos de los argumentos propuestos por los vitalistas pretendían explicar
características concretas de los organismos, que hoy se explican con el programa
genético. Exponían muchas refutaciones válidas de la teoría maquinista, pero
debido a que estaba en criándose el conocimiento biológico en la época, no
lograban encontrar explicaciones a fenómenos vitales sino hasta el siglo XX.
A pesar de los puntos débiles del vitalismo, el movimiento tuvo gran difusión,
debido a que no había otra corriente que diera explicación a dichos fenómenos,
además contaba con el apoyo de varias ideologías como el finalismo. Debido a
esto muchos vitalistas se oponían a la teoría de la selección natural de Darwin,
pero tenían refutaciones ridículas.
El vitalismo cayó en declive debido a 4 razones fundamentales: 1.- Cada vez era
más visto como un concepto metafísico carente de ciencia. 2.- La llamada
sustancia vital fue perdiendo apoyo poco a poco debido a los avances bioquímicos
y dejaron de lado el llamado “protoplasma”. 3.- Todas las búsquedas relacionadas
a esa fuerza vital en los organismos vivos terminaron en fracasos, los procesos
fisiológicos del desarrollo pasaron a explicarse como físico-químicos a nivel
celular. 4.- Nacieron nuevos conceptos biológicos que daban lugar a explicaciones
que se solicitaban como pruebas del vitalismo.
Analizando los dos movimientos, se puede apreciar al vitalismo como un tropiezo
para el desarrollo de la biología, parecía que quería mandar los terrenos de la vida
a algo metafísico para nada científico.

Los organicistas.
Aproximadamente en 1920 los biólogos abandonaron las ideas vitalistas, pero
tampoco el mecanicismo explica la coordinación característica de la vida.
Debido a que no se mostró validez en ambas posturas, tenían que encontrar una
base teórica nueva para loa biología donde se exprese lo normal en un organismo
adulto.
La caída del vitalismo no dio lugar a la victoria mecanicista, sino más bien originó
la creación de un paradigma donde tenían lugar los procesos físico-químicos, pero
que a su vez en un nivel superior de organización tenía poca influencia. Esto es el
organicismo.
Las características de los organismos vivos se deben a su organización, y la
existencia de un programa genético.

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Los organicistas demostraron la inexactitud del reduccionismo. Muchos términos
biológicos no podían reducirse a términos físicos. El holismo que compartió lugar
con el organicismo rechazó el que los seres vivos se consideren como máquinas
formadas por diversas partes desmontables, y que esas partes se pueden referir
sin el sistema del que han formado parte. La base del organicismo es que todos
los seres vivos poseen una organización.
En las presentaciones del holismo hacían falta dos pilares importantes: el
programa genético y la emergencia. Conceptos que no estaban desarrollados.
Con esos dos conceptos el organicismo se volvió antirreducionista sin dejar de ser
mecanicista.
En resumen, el organicismo consiste en la doble creencia en el que el organismo
debe considerarse un todo y que dicho todo no debe estar considerado como
cerrado al análisis.
Aquí algunos fenómenos de los seres vivos: Programas evolucionados,
propiedades químicas, mecanismos reguladores, organización, sistemas
teleonómicos, orden de magnitud limitado, ciclo vital, sistemas abiertos, capacidad
de evolución, capacidad de cambio a dos niveles; el genotipo y el fenotipo.

Capítulo 2. ¿Qué es la ciencia?


Cualquiera pensaría que es fácil responder las preguntas en torno a qué es la
ciencia, pero al analizar la prensa popular y la literatura profesional nos damos
cuenta de que no. Incluso importantes científicos como Charles Darwin han
definido de manera errónea lo que es la ciencia. La labor de los filósofos para
definir la ciencia ha sido inexacta y bastante complicada, muchas hablan sobre
conocimiento, recolección de datos e inducción, pero todo esto es residuo de la
revolución científica.
Los filósofos actuales dicen que todas las observaciones están contaminadas por
teoría.
Otra de las razones por las cuales ha sido complicado delimitar la definición de
ciencia se debe a que las actividades que llamamos ciencia han estado en
continuo cambio al pasar de los siglos. Debido a esto, lo mejor que podernos
hacer, dadas las circunstancias, es intentar presentar un bosquejo del tipo de
ciencia que predomina en nuestra época.

Los orígenes de la ciencia moderna.


Todo comenzó con la revolución científica. Se desarrollaron los principios básicos
del método científico. Disciplinas como las matemáticas, mecánica y astronomía
dieron principio al concepto de ciencia. Esta nueva ciencia tenía los ideales y el
empeño en eliminar todo rastro de pensamiento mágico (metafísico) y
superstición. Lamentablemente muchos disciplinados siguieron siendo devotos de
la religión, así que parte de su ciencia se basaba en la fe. Esto implicó que el
mundo fue creado bajo las leyes de Dios, así que todo era perfecto y la explicación

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a un fenómeno era sólido solo si coincidía con esas leyes universales. De este
modo se podría obtener conocimiento referente al cosmos y se podría demostrar y
predecir todo.
Al principio algunas ciencias encajaban bien en este ideal, pero conforme pasó el
tiempo y surgieron avances en el conocimiento se fueron encontrando
excepciones a la universalidad y determinismo de la mecánica, que obligaron a
introducir diversas modificaciones.
Aunque la revolución científica fue una revolución del pensamiento, no llegó a
incluir una rebelión contra el sometimiento a la religión cristiana, y este
condicionamiento ideológico tuvo consecuencias adversas para la biología. En
consecuencia, la biología permaneció prácticamente latente hasta los siglos XIX y
XX.
Por último, la aceptación de la mecánica como ciencia modelo indujo a creer que
los organismos no son diferentes en modo alguno de la materia inerte. Y de ahí se
llegó a la conclusión lógica de que el objetivo de la ciencia consistía en reducir
toda la biología a las leyes de la física y la química. Con el tiempo, los adelantos
de la biología demostraron que esta postura era insostenible. Finalmente, la
derrota del mecanicismo, y de su rival el vitalismo, con la aceptación en el siglo XX
del paradigma del organicismo, ejerció profundo impacto en la posición de la
biología entre las ciencias.

¿Es la biología una ciencia autónoma?


Según uno de los extremos, la biología deber quedar completamente excluida de
las ciencias, porque carece de universalidad, de la estructuración sometida a leyes
y del carácter estrictamente cuantitativo de las verdaderas ciencias. Según el otro
extremo, la biología no sólo posee todos los atributos necesarios de una auténtica
ciencia, sino que además se diferencia de la física en aspectos importantes, por lo
que debe considerarse una ciencia autónoma, equiparable a la física.Según los
criterios de Jhon Moore, casi todos estarían de acuerdo en que la biología debe
considerarse una ciencia legítima, como la física y la química.
Las leyes, se decía, no tenían límites de tiempo ni espacio. La biología, en cambio
era provinciana porque toda la vida que conocemos ha existido únicamente en la
Tierra y tiempo mucho después de que esta fuera formada.
Este argumento fue convincentemente refutado por Ronald Munson, que demostró
que ninguna de las leyes, teorías o principios fundamentales de la biología está
implícita o explícitamente restringido en su alcance o gama de aplicación a una
cierta zona del espacio o del tiempo. Existen muchos aspectos únicos en el mundo
vivo, pero acerca de los fenómenos únicos se puede hacer toda clase de
generalizaciones. Un defensor de la autonomía de la biología dijo: muchos
atributos de los organismos vivos que interesan a los biólogos no se pueden
reducir a leyes fisicoquímicas; y lo que es más, muchos aspectos del mundo físico

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estudiados por los físicos carecen de interés para el estudio de la vida (y para
cualquier otra ciencia que no sea la física). En este sentido, la física es tan
provinciana como la biología.
Sí, la biología es una ciencia, como la física y la química. Pero la biología no es
una ciencia igual que la física o la química; se trata de una ciencia autónoma,
equiparable a las igualmente autónomas ciencias físicas.
En qué se diferencia la ciencia de la teología.
La demarcación entre la ciencia y la teología es seguramente la más fácil, porque
los científicos no recurren a lo sobrenatural para explicar el funcionamiento del
mundo natural, ni se basan en la revelación divina para comprenderlo.
Las religiones se caracterizan por su relativa inviolabilidad; en las religiones
reveladas, una diferencia en la interpretación de una sola palabra del documento
fundacional revelado puede dar origen a una nueva religión. Esto contrasta de
manera espectacular con la situación en cualquier campo activo de la ciencia,
donde existen versiones diferentes de casi todas las teorías.
Casi todos los científicos dan por supuesto que existe una continuidad histórica y
causal entre todos los fenómenos del universo material, e incluyen dentro de los
dominios legítimos del estudio científico todo lo que se sabe que existe o sucede
en este universo. Pero no van más allá del mundo material. A los teólogos puede
interesarles también el mundo físico, pero además suelen creer en un reino
metafísico o sobrenatural. Estas elaboraciones sobrenaturales se salen del campo
de la ciencia.

En qué se diferencia la ciencia de la filosofía.


La demarcación entre la ciencia y la filosofía es más difícil de determinar. El
comienzo de la separación entre ambas tuvo lugar durante la revolución científica.
Casi todos los científicos consideran que parte de su trabajo consiste en teorizar,
generalizar y establecer una estructura conceptual para su campo de estudio;
muchos filósofos de la ciencia consideran que teorizar y elaborar conceptos son
tareas de la filosofía.
En la actualidad, la principal actividad de la filosofía en relación con la ciencia
consiste en poner a prueba la “lógica de la justificación” y la metodología de la
explicación.
La llamada filosofía de la ciencia no era más que una filosofía de las ciencias
físicas. Esto ha cambiado bajo la influencia de filósofos jóvenes, muchos de ellos
especializados en la filosofía de la biología; los conceptos y métodos empleados
en las ciencias biológicas se han convertido en componentes importantes de la
filosofía de la ciencia.

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En qué se diferencia la ciencia de las humanidades.
E. M. Carr comparó la historia con las ciencias, encontró cinco aspectos en los
que difieren: 1.- La historia, según él, se ocupa exclusivamente de lo único, y la
ciencia de lo general. 2.- La historia no enseña lecciones. 3.- La historia, a
diferencia de la ciencia, es incapaz de predecir. 4.- La historia es necesariamente
subjetiva, mientras que la ciencia es objetiva. 5.- La historia, a diferencia de la
ciencia, estudia cuestiones de religión y moral.
De lo que no se dio cuenta Carr fue que estas diferencias sólo son válidas para las
ciencias físicas y para gran parte de la biología funcional. En otras palabras, la
profunda diferencia entre las ciencias y las no ciencias deja de existir en cuanto se
admite a la biología en el reino de la ciencia.

Ignorar los descubrimientos de la biología resulta especialmente grave cuando los


humanistas se ven obligados a afrontar problemas políticos como la
superpoblación mundial, la difusión de enfermedades infecciosas, el agotamiento
de recursos no renovables, y otras problemáticas que aquejan a la humanidad.

La Ciencia y el Científico.
Los científicos tienen tradiciones y valores propios y específicos, que aprenden de
un profesor, un colega de más edad o algún otro modelo. No siempre están a la
altura de sus ideales profesionales puesto que son humanos.
Un buen científico defenderá tenazmente sus propias reivindicaciones de
prioridad, pero al mismo tiempo suele estar deseoso de agradar a las figuras
principales de su campo y a veces acatará su autoridad.
Algunos fallos en los descubrimientos e hipótesis de los científicos se deben
claramente a que han confundido los deseos con la realidad.

Karl Popper propuso en 1981 un conjunto de normas éticas profesionales para los
científicos: -no existe la autoridad; las inferencias científicas van mucho más allá
de lo que cualquier individuo puede dominar, aunque se trate de un especialista.
-La mayor recompensa para un científico es el prestigio entre sus colegas.

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Todos los científicos que alcanzan objetivos de mérito suelen ser ambiciosos y
muy trabajadores. No existen científicos de 9 a 5. Muchos trabajan 15 o 17 horas
al día, al menos durante ciertos períodos de su carrera.
Tradicionalmente, uno se hacía biólogo después de estudiar medicina o por haber
sido naturalista desde pequeño. En la actualidad, es mucho más corriente que los
jóvenes se interesen por las ciencias de la vida gracias a los medios de
comunicación, sobre todo los documentales televisivos sobre la naturaleza, a las
visitas a los museos, o un profesor que los inspira.

El ingrediente más importante es la fascinación ejercida por las maravillas de los


seres vivos. A la mayoría de los biólogos les dura toda la vida; jamás dejan de
apasionarles los descubrimientos científicos, sean empíricos o teóricos, ni pierden
la afición a buscar nuevas ideas, nuevos puntos de vista, nuevos organismos. Y
muchos aspectos de la biología influyen directamente en nuestras circunstancias
personales y en nuestro sistema de valores. Ser biólogo no es un trabajo; es elegir
un modo de vida.

Opinión personal del libro.


A mi parecer es bastante bueno, fácil de digerir y de rápida lectura.
El autor transmite totalmente su experiencia en el ámbito científico puesto que nos
deja mucho a pensar y profundizar, como lo fue con las preguntas entorno a qué
es ciencia y en qué se diferencia del pensamiento común.
Es muy grato saber la importancia de la biología como ciencia puesto que sin ella
no se hubiesen podido hacer muchos avances que tienen gran impacto en la
actualidad, al término de la carrera esperemos seguir ese trayecto para mejorar la
calidad de vida en las poblaciones.

9
Apéndice.

10
Referencias bibliográficas
Mayr, E. (1998). Así es la biología.

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