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C.E.PER. ALMANJÁYAR-CARTUJA. FORMACIÓN BÁSICA, ED. VIAL.

Profesor: Arcángel Vilches

TEMA 18: VIAJES, CIVISMO VIAL Y ACCIDENTES DE CIRCULACIÓN.


1. VIAJES.
Evitar los días más significativos (de vacaciones de todo el mundo). Hacerlo de forma escalonada, es decir,
antes o después de esos días. Evitar conducir de noche, si no es posible, mejor hacerlo de madrugada,
después de dormir. Si se puede, también evitar cuando el sol esté de frente: amanecer y últimas horas del día.
Descansar cada 2 horas o 200 kilómetros.
Antes del viaje comprobar: neumáticos, suspensión, luces, cristales, escobillas y líquidos (frenos, aceite, agua y
agua del limpiaparabrisas). Después de las vacaciones también es conveniente una puesta a punto porque la
arena y la sal pueden provocar corrosión.
El equipaje debe ir en el maletero; si no cabe, se pueden usar los asientos traseros sin que estorbe ni moleste
y cuidado porque pueden salir proyectados hacia delante. En la baca hay que tumbarlos sobre la mayor
superficie o el lado más ancho. La carga influye en el consumo de combustible, en la estabilidad del vehículo y
en la distancia de frenado.

2. CIVISMO VIAL: COLABORACIÓN ENTRE LOS USUARIOS DE LA VÍA.


Normas de solidaridad y respeto por los demás:
NO MOLESTAR: respetando las señales, no entorpecer, no poner en peligro a nadie y demostrar educación vial.
NO SORPRENDER: no realizar maniobras súbitas e imprevistas, mostrar nuestras intenciones.
ADVERTIR LAS MANIOBRAS: estamos obligados a advertir las maniobras con antelación y de forma clara y
correcta.
COMPRENDER A LOS DEMÁS: entender las advertencias de otros, comprender y disculpar sus errores con
paciencia.

3. ACCIDENTES DE CIRCULACIÓN.
Son la principal causa de mortalidad entre la población joven entre 15 y 29 años; y es un problema social que nos
afecta a todos. Los accidentes empiezan a los 15 años. El coste económico de los accidentes los pagamos todos
los ciudadanos y no sólo los afectados.
Los factores que influyen en los accidentes son: humano (del 70 al 90%); la vía y el entorno (del 10 al 35%); el
vehículo (del 4 al 13%); en este orden.
La mayoría de los accidentes mortales se producen en tramos rectos en vías interurbanas y se producen por
salida de la vía. En las ciudades, los accidentes más frecuentes son las colisiones laterales. Las autovías y
autopistas son más seguras, ocurriendo los accidentes por fatiga y somnolencia.
- La velocidad inadecuada o excesiva es la causa de más de un cuarto (1/4) de los accidentes y aumenta en un
60% la probabilidad de que el accidente sea mortal; es decir, la velocidad aumenta la gravedad de los accidentes
y de las lesiones, porque dificulta la anticipación y el control; y hace que aparezca antes la fatiga y la agresividad.
A 120 km/h la probabilidad de sobrevivir es mínima. El accidente que más víctimas produce en poblado es el
atropello a peatones; de tal forma que si atropellamos a un peatón a 30 km/h tiene un 5% de probabilidad de
morir; a 50 km/h la probabilidad de morir es el 50 %; y a 80% casi seguro que el peatón muere.
- Las distracciones causan 4 de cada 10 accidentes y cada vez son más frecuentes; suelen estar protagonizados
por jóvenes entre 18 y 25 años y mayores de 70; las distracciones son mayores en vías urbanas y cuando se
conduce acompañado (niños). En autopistas y autovías el riesgo se debe a la monotonía. Las causas más
frecuentes de distracción son: las carreteras bien conocidas, poca iluminación y deslumbramientos y situaciones
de tráfico excesivamente complejas. Otras causas de distracción son las conductas interferentes, que requieren
atender a otra tarea distinta a la conducción: fumar, usar el móvil y el GPS.
Los costes humanos y económicos de los accidentes los pagamos todos los ciudadanos.
Los “grupos de riesgo” o “grupos vulnerables” son los grupos de personas que tienen más posibilidad de tener
un accidente; son niños, jóvenes y personas mayores; y, ciclistas y conductores de motocicletas y ciclomotores.
- En los accidentes de jóvenes, son motivos importantes, la sobrevaloración de la capacidad y la asunción de
riesgos. Una consecuencia es la pérdida de años potenciales de vida, es la diferencia entre la edad del fallecido y
la esperanza media de vida de la población. Normalmente los accidentes juveniles se producen en los
alrededores de las grandes ciudades, en rutas de ida y vuelta a lugares de ocio y trabajo, los fines de semana por
la noche y de madrugada, aumentando en verano y Navidad.
C.E.PER. ALMANJÁYAR-CARTUJA. FORMACIÓN BÁSICA, ED. VIAL.
Profesor: Arcángel Vilches

Los jóvenes no evalúan correctamente los peligros porque no creen que conducir sea peligroso, atribuyen a los
demás los errores (les echan la culpa), no tienen experiencia, sobrevaloran su capacidad y no perciben el riesgo.
- Las personas mayores tienen una alta accidentalidad por el deterioro de las capacidades psicofísicas
relacionadas con la capacidad visual, auditiva, psíquica y motora; también es normal que estén tomando
medicamentos, además de que soportan menos el estrés, reaccionando de forma imprudente e inesperada. Sus
accidentes se dan cuando se requiere una respuesta rápida en situaciones complejas como incorporaciones,
salidas de autovías o intersecciones; siendo más graves y con menos posibilidades de sobrevivir.
- Las personas mayores como peatones, tienen más posibilidades de morir atropellados y suelen tener más
accidentes cuando están solos que en compañía de un niño a su cargo.
- Con los peatones en general, la mayoría de los atropellos se produce en las ciudades; sin embargo, en los
atropellos en carreteras la posibilidad de que el accidente sea mortal es entre 2 y 3 veces más. Las causas de los
atropellos son: la mayor zona de incertidumbre y las infracciones cometidas, como no situarse correctamente,
cruzar la vía y no utilizar los pasos de peatones.
- Los niños, junto a los mayores, son los que más riesgo tienen de sufrir un atropello. Debido a su baja altura,
suelen golpearse la cabeza o partes vitales. Sus accidentes se producen por imprudencias, desconocimiento de
las normas, campo visual limitado por su baja altura y poca visión periférica, dificultades de audición (no se
desarrolla del todo hasta los 7años), confunden ver con ser vistos y dificultades de atención. El atropello a niños
suele producirse los viernes por la tarde (al terminar el cole), en febrero y marzo, en calzadas anchas que
intentan cruzar fuera de la intersección.
- Entre los ciclistas, ha aumentado el número de accidentes. Suelen producirse los fines de semana, en rectas e
intersecciones de carreteras convencionales; y, por choques con otro vehículo, aunque también se dan las
salidas de vía, atropellos y despeñamientos, produciéndose en la cabeza las lesiones más graves. Recordar que
no debemos usar las señales acústicas cerca de los ciclistas.
- Los conductores de motos y ciclomotores tienen más posibilidades de sufrir un accidente mortal que los de
turismos. Sus lesiones son de mayor gravedad y la mortalidad se asocia a la falta de uso del casco. Uno de cada
seis muertos y uno de cada cuatro heridos, viajaba en moto o ciclomotor, esto es mucho si tenemos en cuenta
que circular muchísimos más turismos que motos. Los accidentes más comunes son choques entre 2 vehículos,
frontales, frontolaterales y alcances.
4. COMPORTAMIENTO EN CASO DE ACCIDENTE.
Todos los usuarios de la vía que se vean implicados, presencien o tengan conocimiento de un accidente, estarán
obligados a auxiliar o solicitar auxilio. El no hacerlo supone delito de omisión de socorro, penado con prisión.
¿Qué hacer? detener el vehículo en lugar seguro sin estorbar, mejor fuera de la calzada; parar el motor, cortar
las luces y poner el freno de mano. A veces podemos ayudar de noche, iluminando el lugar del accidente con
nuestro coche, desde fuera de la calzada. Solicitar auxilio al 112; señalizar vehículos y obstáculos creados con
luces de emergencia, de posición (cuando sea necesario) y triángulos; también apartar el vehículo o la carga
fuera de la calzada. En caso de incendio usar extintor, mantas, tierra o arena, nunca agua para apagar el fuego;
no fumar o encender mecheros o fuego; no invadir la calzada.
Se atenderá primero a las víctimas inconscientes, con dificultades respiratorias graves o hemorragia masiva;
como norma general no darle bebidas, ni alimentos, ni medicamentos; y, evitar que anden.
No será obligatorio detenerse cuando no sea necesaria nuestra ayuda, cuando ya esté la autoridad, cuando no
nos afecten las pruebas de alcoholemia o drogas, cuando los heridos sean claramente leves, cuando esté
restablecida la circulación, o cuando ningún implicado lo solicite.
Será obligatorio avisar a la autoridad cuando parezca que hay heridos o muertos y cuando alguna persona
implicada lo solicite.
5. PRIMEROS AUXILIOS. PAS: PROTEGER – AVISAR – SOCORRER.
PROTEGER. Debemos evitar que ocurran nuevos accidentes o se agraven los daños. Lo primero autoprotección:
no estar en la calzada, no acceder a un vehículo en llamas, no acercarnos a mercancías peligrosas y usar prendas
reflectantes. Después protección del lugar, debemos estacionar nuestro vehículo en lugar seguro, señalizar con
triángulos, luces de emergencia y de posición (de noche) e identificar peligros (incendios, gasolina,…). Protección
de las víctimas, no sacarlas del vehículo a no ser que esté indicado (un incendio por ejemplo), no quitarles el
casco y evitar que se muevan o moverlos).
AVISAR. A través del teléfono 112.
C.E.PER. ALMANJÁYAR-CARTUJA. FORMACIÓN BÁSICA, ED. VIAL.
Profesor: Arcángel Vilches

SOCORRER. Lo primero es la valoración inicial, que abarca: consciencia, respiración y circulación.


Determinamos el grado de consciencia haciéndole preguntas al herido, pellizcando el dorso de la mano o la
mejilla; si reacciona le dejamos en la misma posición vigilándolo. Si no responde, debemos ver si respira
mediante la maniobra frente-mentón (que impide que se ahogue con su lengua), si hay algún objeto dentro de la
boca se extrae con el dedo índice en forma de gancho; y después, comprobamos si respira, viendo si hay
movimientos torácicos (el pecho se mueve), sintiendo su aire en nuestra cara u oyendo si sale aire de la boca. Si
está inconsciente pero respira, se le deja como está y se controla por si empeora. Se colocará en posición de
defensa o posición lateral de seguridad si vomita o sangra por la boca; si estoy solo con él y tengo que
abandonarle un rato; o, si está inconsciente pero no respira, entonces se hará la reanimación cardiopulmonar
básica (RCP), haciendo 30 comprensiones torácicas con 2 insuflaciones de aire boca a boca.
Como norma general no moveremos al herido, lo taparemos ligeramente, no le daremos líquidos, comida ni
medicamentos y aflojaremos la ropa; lo dejamos en la misma posición y avisamos al 112.
HEMORRAGIAS.
Taponamos la herida con una gasa o prenda limpia presionando con la mano, no se debe retirar o levantar
aunque se manche; elevamos, si se puede, el miembro afectado; presionamos sobre la arteria implicada si lo
sabemos; sólo haremos un torniquete en caso de amputación. No debemos taponar las hemorragias en orificios
naturales (oídos, nariz), sólo cubrir sin presionar y colocar al herido sobre el oído que sangra.
ESTADO DE SHOCK.
Como consecuencia de la pérdida de sangre, el herido puede entrar en estado de shock; presentará palidez,
sudoración fría, inquietud, confusión, pulso y respiración rápidos y débiles. Tendremos que pedir ayuda,
observar al herido y colocarlo en la posición antishock (con la cabeza más baja que el resto del cuerpo, elevando
las piernas por ejemplo) o en posición de defensa (PLS); si es necesario, hacer la reanimación cardiopulmonar,
taparlo, no darle líquidos y aflojar la ropa.
FRACTURAS.
En un accidente, lo normal es el politraumatismo, es decir, varias fracturas. En estos casos tendremos que tapar
la herida e intentar parar la hemorragia si la herida es abierta e inmovilizar la zona afectada, sujetando la zona o
mediante un cabestrillo (vendaje que se sujeta al cuerpo).
LESIÓN MEDULAR.
Es una de las lesiones más graves, que puede ocasionar desde pérdida de la sensibilidad en parte del troco
hasta la tetraplegia (parálisis de las extremidades); es una lesión más habitual en accidentes de motos. Muy
importante no mover, sentar o inclinar al herido; sobre todo inmovilizar la zona del cuello para que la cabeza no
se mueva.
HERIDAS.
El principal inconveniente es que el herido está expuesto a los gérmenes, pudiendo desarrollar una infección.
Si la herida es superficial, se debe limpiar con agua, retirar los cuerpos extraños si se puede, tapar la herida sin
usar algodón, si es pequeña o superficial dejarlas sin tapar.
Si la herida es grave, tapar con un vendaje, cortar la hemorragia, no intentar retirar los objetos incrustados e
inmovilizar al herido junto con el objeto penetrante.
QUEMADURAS.
Extinguir el fuego con una manta o similar, no con agua o extintor sobre el herido; no tocar la quemadura ni la
ropa adherida, enfriar la zona con tela mojada en agua y fijarla con un vendaje; no vendar juntas dos superficies
quemadas; mantener elevada la región quemada y no aplicar pomadas.
TRANSPORTE DE HERIDOS.
El transporte de heridos debe hacerse como norma general en vehículos espacialmente destinados para ello y
por personal profesional. Sólo debemos mover a los heridos en caso de incendio, si hay riesgo de atropello,
cuando haya que colocarlo en posición de defensa o para realizar la reanimación cardiopulmonar; siempre
manteniendo alineado el eje cabeza-cuello-tronco. Sólo podremos transportarlo nosotros al hospital, cuando no
se haya podido pedir ayuda, cuando su estado se agrava y la ayuda se retrasa mucho; tendremos que elegir el
vehículo más adecuado, manteniendo alineado el eje cabeza-cuello-tronco y circulando a velocidad moderada y
con suavidad.

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