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1º Bachillerato

Lengua Castellana y Literatura


Prof. M. Teresa Gracia Martín

Actividad: Comentario crítico


De esta actividad saldrán dos notas: expresión escrita y ortografía.
Fecha límite: 8 de marzo (no se cogerá después de esa fecha, tenéis tiempo de
entregarlo antes, no esperéis al último momento).
Formato: en folio y manuscrito, se entregará en mano. Extensión mínima, 400
palabras. Con título y nombre del alumno (si no tiene nombre no será corregido). Si
se busca información poner la bibliografía.
Evaluación:
- Expresión escrita:
- Rúbrica de 1.4 puntos por cada uno de los siguientes requisitos
conseguidos:

• que no sea una mera repetición de las ideas del texto;


• que el texto tenga claro carácter expositivo-argumentativo y sean explícitos
la tesis y los argumentos que la justifican, todo ello con coherencia y
cohesión.
• que respete la estructura, el uso de párrafos, etc;
• que se emplee el registro formal a lo largo de todo el texto;
• que se cuide la ortografía, la presentación y la limpieza;
• que se cumpla con el formato establecido;
•que el estudiante muestre su madurez intelectual, su capacidad de reflexión,
su facultad para exponer clara y ordenadamente sus ideas.

- Ortografía: la rúbrica de siempre.

Cómo hacer un comentario crítico, de opinión


personal o argumentativo
Lo que se quiere ver en este punto es, cómo nos expresamos de manera escrita,
el estilo, que se pueda leer de manera fluida, que las razones que expongamos sean
sencillas de entender, que quede claro. No tiene tanto que ver con el lenguaje usado (no es
necesario utilizar palabras complicadas porque eso puede perjudicarnos si no las usamos
bien), ni con la subjetividad u objetividad del texto, si no con la organización de ideas, de
párrafos, el uso de conectores textuales, etc. ¿Qué mecanismos usaremos para ello?

1. Estructura:
a. Deductiva, inductiva o encuadrada. Mi recomendación es que hagamos la
encuadrada, a no ser que manejemos mucho la redacción de textos críticos.
En la encuadrada, sabemos que tenemos que poner la tesis o idea principal,
tanto al principio en la introducción, como al final para recoger todo lo
anteriormente dicho, concluir y cerrar. Teniendo la idea clara, la exponemos
en nuestra introducción, luego damos nuestros argumentos y cerramos con
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ella de nuevo. Elaborar un texto inductivo es complejo, porque debemos
saber con mucha claridad (y en poco tiempo) que debemos poner para llegar
a esa conclusión y que sea coherente.
b. Usar bien los conectores textuales para darle coherencia al texto, para unir
los párrafos (de explicación “es decir”, de ordenación “en primer lugar”, de
adición “además”, de recapitulación “por todo ello”, de finalización “en
conclusión”, de oposición “no obstante”, etc… hay millones, usadlos bien
para unir los párrafos).
c. Los párrafos son muy importantes. Así se podrá ver, casi a golpe de vista,
la ordenación de las ideas que estamos exponiendo. Cuáles son las ideas
principales y las secundarias. Esto nos lleva al segundo punto.

2. División de párrafos:

a. Introducción. Un párrafo para la introducción, puede ser breve pero


significativo. Podemos empezar como os digo, enunciando el tema que nos
proponen y seguir con una pregunta retórica que nos de pie a argumentar, a
abrir un debate, y además, que le de estilo al texto.
b. Cuerpo. Sería el segundo y tercer párrafo. Es decir, dos argumentos, dos
ideas diferentes pero conectadas. ¿Qué tipos de argumentos? Los más
“potentes” son los argumentos estadísticos, de autoridad, de hechos
probados… pero probablemente no estemos en conocimiento de ellos, por lo
que usaremos argumentos o razonamientos lógicos (como en filosofía “p
implica q”). Intentaremos poner algún ejemplo que le dé fuerza a nuestro
argumento. NO os aconsejo la contraargumentación a no ser que
manejemos muy bien el tema.
c. Conclusión. Usando un conector volvemos a introducir la idea principal
(encuadrada) y cerramos.

3. Trucos de estilo:

a. Lenguaje objetivo, académico (3ª persona para no ser el sujeto de la


acción y que resulte más objetivo ). Mecánismos de objetividad: Uso de la
impersonal refleja “se sabe”.
b. NO vamos a usar la opinión expresa, explícita, usando “yo creo”, “en mi
opinión”, etc., si no que daremos argumentos que nos posicionen, pero sin
dar nuestra opinión abiertamente, que se deriven de nuestros argumentos y
sobre todo de nuestra conclusión.
c. Lenguaje estándar o culto. El culto nos puede dificultar, así que usaremos
un léxico estándar, con corrección pero sin usar muchos tecnicismos ni léxico
académico.

4. Ortografía: revisar, no solo las tildes y grafías, si no también los puntos, las comas,
etc.
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Lee el siguiente texto y elabora tu comentario crítico sobre el tema que trata, puedes
posicionarte a favor o en contra de la idea principal que presenta el texto y
defenderla.

Hay más cuernos en un “buenas noches”

El problema que tiene mi generación es que para saber dónde va el mundo cree que tiene
que mirar a sus padres en lugar de a sus hijos.

A la vuelta de Navidad me fui a comer con un amigo. Me habló mucho y muy bien de una
nueva persona que hay en su vida, una chica que conoció hacía meses y con la que se
estaba escribiendo un montón. “Pero no nos acostamos, eso no. Yo respeto a mi novia”.
Dejé en la mesa los cubiertos porque hay pocos momentos impresionantes en la vida, y
sospeché que ese iba a ser uno de ellos. ¿Cuánto era “un montón”? “Todos los días”, dijo
con los ojos brillantes, “y siempre un mensaje de buenos días y otro de buenas noches. No
pasan dos horas sin que nos digamos algo o nos llamemos. Pero no vamos más allá, no
estamos engañando a nadie, es solo que no sabemos a dónde va esto”.
“No vamos más allá”, dijo. A dónde te queda ir ya, alma de cántaro.

Mi amigo X, y mi amiga Y, y supongo que varios más porque esto es una plaga, tienen tanta
confianza en su educación católica que creen que hay más infidelidad en follar que en
escribir. Y probablemente piensen todos que su pareja les está agradecida cuando lo más
natural, llegado el caso, es que tu novio o tu novia se acuesten con quien les dé la gana y
borren su número cuanto antes, porque un polvo dura mucho menos y es más discreto que
coger el teléfono en una cena o en unas vacaciones y ponerse a echar de menos a otro.

Yo le dije a mi amigo lo que pensaba: que por supuesto está bien escribirse con todo el
mundo y escribirse más con personas que aprecias o te gustan, que también es natural el
tonteo, que a veces uno puede —por inercia, por inconsciencia, por placer o por frivolidad—
llevarlo más lejos, pero llamarse y escribirse todos los días y contarse todo con otra persona
era una relación sentimental, hubiese sexo o no. Y que él era libre de tener esa relación y
cien más, Dios me libre de juzgarlo, pero en la vida tan importante es inventarse una moto
como no vendérsela a los demás.

Yo detecto en mi generación un ansia terrible de no sentirse mal cuando se hace el mal, o


peor aún: creer que está mal cualquier cosa. También detecto que el sexo continúa siendo
prestigioso y teniendo el aura de punto culminante del amor, engaño máximo y traición
mayor en caso de la pareja infiel. Me parece respetable, pero, como en la salud, la
homeopatía agrava lo que se quiere combatir. Que ese tipo de relaciones de 200 mensajes
al día, intercambios de fotos y enganches adictivos a otra persona sin tocarla se mantengan
para “no poner los cuernos” es la broma definitiva: hay más cuernos en un “buenas noches”
desde la cama mientras ves una serie con tu pareja que en un polvo rápido, o dos, con una
persona desconocida en un ascensor.
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Es urgente desprestigiar y banalizar, en según qué ocasiones, el sexo. El problema que
tiene mi generación es que cree que para saber dónde va el mundo tiene que mirar a sus
padres en lugar de a sus hijos, y no solo. Tenemos 40 años y vivimos entre el fuego cruzado
de una generación que está dejando de saber todo sobre un mundo que ya no comprende y
otra que empieza a saberlo sobre un mundo que aún no comprende. Umberto Eco, que de
seguir vivo sería millennial, hizo que un personaje suyo se enamorase en una orgía de una
mujer con la que estaba practicando sexo y luego, solo luego, la invitó a un café: eso es
haberlo entendido todo. A menudo enamora más una conversación que un orgasmo,
aunque disfrutemos más del segundo, por eso deberíamos abusar más de él y tratar con
más cuidado lo otro.
MANUEL JABOIS

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