El coronavirus es una enfermedad que ataca al cuerpo de distintas formas.

No obstante, la mayoría
de los problemas ocurren en el sistema respiratorio. Por eso las secuelas del COVID-19 más
frecuentes son del tipo respiratorio y se manifiestan con distintos niveles de gravedad.

Es mejor conocido como síndrome pos-COVID-19 implica una variedad de síntomas nuevos,
recurrentes o continuos que las personas presentan después de las cuatro semanas posteriores a
contraer el virus de la COVID-19. En algunos casos, el síndrome pos-COVID-19 dura meses o años y
puede causar discapacidad.

Según las investigaciones, entre uno y 12 meses después de tener COVID-19, una de cada cinco
personas de 18 a 64 años presenta al menos una afección médica que podría deberse a la COVID-
19. Entre las personas de 65 años y mayores, una de cada cuatro tiene al menos una afección
médica que podría deberse a la COVID-19.

Las secuelas de esta enfermedad son muy diversas. Para algunos pacientes puede tratarse de
dolores de cabeza recurrentes, mientras otros pueden presentar problemas para dormir.

La mayoría de los pacientes recuperados, sin embargo, presentará las secuelas más comunes: la
fatiga y algún grado de dificultad respiratoria, ya que el daño pulmonar se encuentra entre las
secuelas del COVID-19 de mayor impacto.

Recordemos que durante la enfermedad se produce una importante inflamación de los órganos
respiratorios, sobre todo en los pacientes que desarrollaron neumonía.

Algunos pacientes post infectados pueden presentar secuelas respiratorias cuyas frecuencias
oscilan entre 10 y 70%, entre ellas:

 Disnea
 Deterioro en la función pulmonar.
 Alteraciones intersticiales pulmonares incluida la fibrosis pulmonar.
 Caída de los niveles de oxígeno en la sangre.
 Tos.

La presencia o ausencia de las secuelas está muy vinculado a la gravedad misma del proceso que
atravesó el paciente. Esto quiere decir que entre más fuerte el cuadro de la enfermedad, más
graves serán las secuelas del COVID-19.

Duración de las secuelas del COVID-19

A la fecha no se ha podido estimar por cuanto tiempo un paciente puede lidiar con las secuelas del
COVID-19. Algunos casos las padecen por apenas uno a tres meses, mientras que otros pueden ver
este tiempo prolongado.

Esta larga duración de los efectos posteriores del coronavirus es la que ocasiona que algunos
pacientes piensen que se han reinfectado o que siguen teniendo el virus activo. Es importante
saber que este no tiene que ser el caso.

Dada la cantidad de efectos y secuelas del COVID-19, muchos casos requieren de tratamientos y
terapias para superarlo por completo.
El tipo de terapia, su frecuencia y duración son de carácter individual. Es necesario tomar en
cuenta factores como la edad, la condición física y la existencia de otras enfermedades. Por eso la
recuperación debe hacerse de la mano de un profesional en el área.

Dadas las implicaciones de las secuelas del COVID-19, es importante que todo paciente mantenga
un control estricto de su estado de salud. Esto incluye un chequeo periódico con su médico de
confianza, así como el uso de un pulsioxímetro para monitorear sus niveles de oxígeno.

Es necesario mantenerse atento y seguir cumpliendo con los protocolos sanitarios recomendados.
Esta es la mejor forma de evitar contagios y por consiguiente secuelas de la enfermedad.