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Covid 19

Descripción general

Coronav
irus
Los coronavirus son una familia de virus que pueden causar enfermedades como el
resfriado común, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) y el
síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés). En 2019 se
identificó un nuevo coronavirus como la causa del brote de una enfermedad que se originó
en China.

El virus se conoce como coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-2).
La enfermedad que causa se llama enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19). En marzo
de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de la COVID-19 como
pandemia.

Los grupos de salud pública, incluidos los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos y la OMS, controlan la
pandemia de la COVID-19 y publican información actualizada en sus sitios web. Estos
grupos también emitieron recomendaciones para la prevención y el tratamiento del virus
que causa la COVID-19.

Síntomas

Los signos y síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) pueden aparecer
entre 2 y 14 días después de la exposición al virus. Este período entre la exposición y la
aparición de los síntomas se llama el período de incubación. Puedes contagiar la COVID-
19 antes de que tengas síntomas (transmisión presintomática). Entre los signos y los
síntomas más habituales, se pueden incluir los siguientes:

 Fiebre
 Tos
 Cansancio
Entre los síntomas tempranos de la COVID-19 se puede incluir la pérdida del sentido del
gusto o del olfato.

Otros síntomas que pueden aparecer son los siguientes:

 Falta de aire o dificultad para respirar


 Dolores musculares
 Escalofríos
 Dolor de garganta
 Goteo nasal
 Dolor de cabeza
 Dolor en el pecho
 Conjuntivitis
 Náuseas
 Vómitos
 Diarrea
 Sarpullido
Esta lista no es exhaustiva. Los niños presentan síntomas similares a los de los adultos y,
generalmente, tienen una enfermedad leve.

La gravedad de los síntomas de la COVID-19 puede variar de muy leve a grave. Algunas
personas pueden tener solo unos pocos síntomas. Otras pueden no tener ningún síntoma,
pero aun así pueden contagiar a los demás (transmisión asintomática). En algunas
personas, los síntomas, como mayor falta de aire y neumonía, empeoran aproximadamente
una semana después de su aparición.

Hay personas que presentan los síntomas de la COVID-19 durante más de cuatro semanas
desde el diagnóstico. Estos problemas de salud se suelen llamar afecciones posteriores a
la COVID-19. Algunos niños presentan el síndrome multisistémico inflamatorio, un
síndrome que puede afectar algunos órganos y tejidos durante varias semanas después de
tener la COVID-19. En raras ocasiones, algunos adultos también presentan el síndrome.

Los adultos mayores tienen más riesgo de enfermarse gravemente a causa de la COVID-19 y
esto aumenta con la edad. Las personas que tienen enfermedades preexistentes también
pueden tener un riesgo más alto de enfermar gravemente. Entre las afecciones que
aumentan el riesgo de un agravamiento de la COVID-19 se incluyen las siguientes:

 Enfermedades cardíacas graves, como insuficiencia cardíaca, enfermedad de las


arterias coronarias o miocardiopatía
 Cáncer
 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
 Diabetes de tipo 1 o tipo 2
 Sobrepeso, obesidad u obesidad importante
 Presión arterial alta
 Tabaquismo
 Enfermedad renal crónica
 Enfermedad de células falciformes o talasemia
 Sistema inmunitario debilitado por trasplantes de órganos sólidos o de médula
ósea
 Embarazo
 Asma
 Enfermedades pulmonares crónicas, como fibrosis quística o hipertensión
pulmonar
 Enfermedad hepática
 Demencia
 Síndrome de Down
 Sistema inmunitario debilitado por trasplante de médula ósea, virus de la
inmunodeficiencia humana o algunos medicamentos
 Afecciones del cerebro y del sistema nervioso, como accidentes
cerebrovasculares
 Trastornos por consumo de sustancias
Esta lista no es exhaustiva. Es posible que otras afecciones médicas aumenten el riesgo de
enfermar de gravedad por la COVID-19.
Cuando consultar al médico

Si tienes signos o síntomas de la COVID-19 o si estuviste en contacto con alguien a quien se


le diagnosticó la enfermedad, comunícate de inmediato con tu proveedor de atención
médica para recibir indicaciones. El proveedor de atención médica probablemente te
recomendará hacerte una prueba de detección de la COVID-19. Si tienes signos y síntomas
de la COVID-19 que sean una emergencia, como dificultad para respirar, solicita atención
médica de inmediato. Si necesitas ir al hospital, llama con anticipación para que los
proveedores de atención médica puedan tomar medidas para asegurarse de que los demás
no estén expuestos.

Si tienes signos y síntomas de la COVID-19 que sean una emergencia, solicita atención
médica de inmediato. Los signos y los síntomas que indican una emergencia pueden incluir
los siguientes:

 Dificultad para respirar


 Dolor u opresión persistente en el pecho
 Incapacidad para permanecer despierto
 Confusión repentina
 Piel, labios o lecho de las uñas de color pálido, grisáceo o azulado, según el tono
de la piel
Esta lista no es exhaustiva. Infórmale al proveedor de atención médica si eres un adulto
mayor o si tienes afecciones de salud crónicas, como enfermedades cardíacas o
pulmonares, ya que puedes tener un mayor riesgo de enfermarte gravemente de la COVID-
19.

Causas

La infección por coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2 causa la
enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).

El virus que causa la COVID-19 se contagia con facilidad entre las personas. Según los datos,
el virus de la COVID-19 se contagia principalmente de una persona a otra cuando hay
contacto estrecho. El virus se contagia a través de las gotitas respiratorias que se liberan
cuando una persona que tiene el virus tose, estornuda, respira, canta o habla. Estas gotitas
pueden inhalarse o caer en la boca, la nariz o los ojos de alguien que esté cerca.
En algunos casos, el virus de la COVID-19 puede contagiarse cuando una persona está
expuesta a gotitas o aerosoles muy pequeños que permanecen en el aire durante varios
minutos u horas (trasmisión por el aire).

El virus también se contagia si tocas una superficie donde se encuentra el virus y luego te
tocas la boca, la nariz o los ojos. Sin embargo, el riesgo es bajo.

Una persona que está infectada pero no presenta síntomas puede contagiar la COVID-19.
Esto se denomina contagio asintomático. Una persona infectada pero que aún no presenta
síntomas también puede contagiar la COVID-19. Esto se denomina trasmisión
presintomática.

Es posible tener COVID-19 más de una vez.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la COVID-19 parecen incluir los siguientes:

 Contacto estrecho con alguien que ya tiene la COVID-19, sobre todo alguien que
presenta síntomas
 Que una persona infectada tosa o estornude cerca de otra no infectada
 Estar cerca de una persona infectada cuando se encuentra en un espacio
cerrado con poca ventilación de aire

Complicaciones

Aunque la mayoría de las personas con COVID-19 tienen síntomas leves a moderados, la
enfermedad puede causar complicaciones médicas graves y causar la muerte en algunas
personas. Los adultos mayores o las personas con afecciones médicas existentes corren un
mayor riesgo de enfermarse gravemente con COVID-19.

Las complicaciones pueden ser las siguientes:

 Neumonía y problemas para respirar


 Insuficiencia orgánica en varios órganos
 Problemas cardíacos
 Una afección pulmonar grave que causa que una baja cantidad de oxígeno pase
por el torrente sanguíneo a los órganos (síndrome de dificultad respiratoria
aguda)
 Coágulos de sangre
 Lesión renal aguda
 Infecciones virales y bacterianas adicional

Prevención

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en


inglés) autorizó el uso de emergencia de algunas vacunas contra la COVID-19 en dicho país.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó la vacuna de
Pfizer-BioNTech contra la COVID-19, ahora llamada Comirnaty, para prevenir la COVID-
19 en mayores de 12 años. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos otorgó la autorización para uso de emergencia de las vacunas contra la COVID-19 de
Pfizer-BioNTech para personas de 6 meses a 11 años.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos aprobó la vacuna de


Moderna contra la COVID-19, que ahora se llama Spikevax, para prevenir la enfermedad en
mayores de 18 años. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos también autorizó el uso de la vacuna de Moderna contra la COVID-19 para niños de
6 meses a 17 años. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados
Unidos también autorizó el uso de la vacuna potenciada de Novavax contra la COVID-
19 para prevenir la COVID-19 en personas de 12 años o mayores.

Debido al riesgo de un problema de coagulación de la sangre que puede poner en riesgo la


vida, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha restringido el
uso de la vacuna de Janssen de Johnson & Johnson en ciertas personas a partir de los
18 años. Entre estas, se incluyen personas que tuvieron una reacción alérgica grave
después de recibir una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 y personas que no
pueden recibir una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 por el acceso limitado o
por motivos personales o religiosos. Si recibes esta vacuna, asegúrate de conocer los
riesgos y los síntomas del problema de coagulación de la sangre.

La vacuna puede evitar que te contagies con el virus de la COVID-19 o que te enfermes de
gravedad si contraes el virus de la COVID-19. Además, recibir la vacuna contra la COVID-
19 puede ofrecer una mejor protección que la que se adquiere al contraer la COVID-19. Se
demostró en un estudio reciente que las personas que no recibieron la vacuna y que ya
tuvieron la COVID-19 tienen más del doble de probabilidades de volver a infectarse con
la COVID-19 que las personas que recibieron todas las dosis.
Después de vacunarte, puedes retomar de manera más segura muchas actividades que
probablemente no hayas podido hacer debido a la pandemia. Sin embargo, si te encuentras
en un área en la que hay una gran cantidad de personas hospitalizadas por la COVID-19 y
nuevos casos de la COVID-19, los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades recomiendan usar mascarilla en espacios públicos cerrados. Se considera
que tienes la pauta completa de vacunación dos semanas después de recibir la segunda
dosis de una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19, después de recibir dos dosis de
la vacuna de Novavax o dos semanas después de recibir la única dosis de la vacuna de
Janssen de Johnson & Johnson contra la COVID-19. Se considera que estás al día con las
vacunas si recibiste todas las vacunas recomendadas contra la COVID-19, incluidas las dosis
de refuerzo, cuando cumpliste los requisitos.

Se recomienda otra dosis de la vacuna contra la COVID-19 administrada como dosis inicial
para las personas que están vacunadas y que es posible que no hayan tenido una respuesta
inmunitaria suficiente.

En cambio, se recomienda una dosis de refuerzo para las personas que están vacunadas y
cuya respuesta inmunitaria se debilitó con el tiempo. Según las investigaciones, recibir una
dosis de refuerzo puede disminuir el riesgo de contraer la infección y de un cuadro grave de
la COVID-19.

Las personas que tienen el sistema inmunitario moderada o gravemente debilitado deben
recibir otra dosis de la vacuna administrada como dosis inicial y un refuerzo.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan dosis


adicionales y dosis de refuerzo de las vacunas contra la COVID-19 en los siguientes casos
específicos:

 Otra dosis de la vacuna administrada como dosis inicial. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan otra dosis de una vacuna
de ARN mensajero contra la COVID-19 administrada como dosis inicial para
algunas personas que tienen el sistema inmunitario debilitado, como las que han
recibido un trasplante de órganos. Es posible que las personas con el sistema
inmunitario debilitado no generen un nivel de inmunidad suficiente después de
recibir dos dosis de una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 o con la
única dosis de la vacuna de Janssen de Johnson & Johnson contra la COVID-19.
Una dosis adicional de una vacuna de ARN mensajero contra la COVID-19 podría
mejorar la protección contra la enfermedad. Esta dosis adicional de una vacuna
de ARN mensajero contra la COVID-19 se recomienda para personas de 6 meses
o mayores.
La dosis adicional de la vacuna dada como dosis inicial debe administrarse al
menos cuatro semanas después de la segunda dosis de una vacuna de ARN
mensajero contra la COVID-19 o de la única dosis de la vacuna de Janssen de
Johnson & Johnson contra la COVID-19. La dosis adicional de la vacuna
administrada como dosis inicial debería ser de la misma marca que las otras dos
vacunas de ARN mensajero contra la COVID-19 que se administraron
anteriormente. Si no sabes qué marca de vacuna se te administró, puedes recibir
una tercera dosis de cualquiera de las marcas de la vacuna de ARN
mensajero contra la COVID-19.
 Dosis de refuerzo. Estas recomendaciones varían según la edad, las vacunas que
se administraron y el estado del sistema inmunitario pero, en general, se puede
recibir la vacuna de refuerzo al menos dos meses después de la última dosis.
Aquellos que recientemente obtuvieron un resultado positivo en una prueba
de COVID-19 deberían considerar esperar tres meses a partir del momento en
que comenzaron los síntomas para recibir la dosis de refuerzo.
Los niños de 6 meses a 4 años que recibieron la vacuna de Moderna contra
la COVID-19 pueden recibir una dosis de refuerzo de la vacuna actualizada de
Moderna, llamada bivalente, contra la COVID-19. La dosis de refuerzo se basa en
la cepa original del virus y en dos cepas de ómicron.
Los niños de 6 meses a 5 años que recibieron la vacuna de Pfizer-BioNTech
contra la COVID-19 pueden recibir una dosis de refuerzo de la vacuna
actualizada de Pfizer-BioNTech. La dosis de refuerzo se basa en la cepa original
del virus y en dos cepas de ómicron.
Las personas de 5 años o mayores que recibieron la vacuna de Moderna contra
la COVID-19 y las personas de 6 años o mayores que recibieron cualquiera de las
dos vacunas pueden elegir entre las dosis de refuerzo de la vacuna actualizada
bivalente de Pfizer-BioNTech y Moderna contra la COVID-19.
Las personas de 12 años o mayores que recibieron la vacuna de Novavax contra
la COVID-19 pueden elegir entre las dosis de refuerzo de la vacuna actualizada
bivalente de Pfizer-BioNTech y Moderna contra la COVID-19.
Si tienes 18 años o más y recibiste la vacuna de Janssen de Johnson & Johnson
contra la COVID-19, puedes recibir cualquiera de las vacunas bivalentes con ARN
mensajero como dosis de refuerzo al menos dos meses después de la vacuna
administrada como dosis inicial. Las personas de 18 años o mayores también
pueden recibir la dosis de refuerzo de la vacuna de Novavax basada en la cepa
del virus original como primer refuerzo al menos 6 meses después de la última
dosis.
Las embarazadas también pueden recibir una vacuna de refuerzo contra
la COVID-19.
Hay muchas medidas que puedes tomar para reducir el riesgo de infectarte con el virus de
la COVID-19 y de contagiar a otras personas. La OMS y los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades recomiendan las siguientes precauciones:
 Vacúnate. Las vacunas contra la COVID-19 reducen el riesgo de contraer y
contagiar la COVID-19.
 Evita el contacto cercano con cualquier persona que esté enferma o tenga
síntomas.
 Mantén distancia con los demás cuando estés en espacios públicos cerrados.
Esto es especialmente importante si corres un mayor riesgo de presentar un
cuadro grave de la enfermedad. Ten en cuenta que algunas personas pueden
tener la COVID-19 y contagiar a otras, aunque no tengan síntomas o no sepan
que tienen la COVID-19.
 Evita las multitudes y los espacios cerrados que no tengan buena circulación de
aire (ventilación).
 Lávate las manos a menudo con agua y jabón durante 20 segundos como
mínimo o usa un desinfectante para manos que contenga al menos un 60 % de
alcohol.
 Usa una mascarilla en espacios públicos cerrados si te encuentras en un área
donde hay una gran cantidad de personas hospitalizadas por la COVID-19 y
nuevos casos de la COVID-19, incluso si estás vacunado. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan utilizar una mascarilla
que brinde la mayor protección posible, se ajuste bien y sea cómoda de forma
habitual.
 Mejora la circulación de aire en los espacios cerrados. Abre las ventanas.
Enciende los ventiladores para que el aire salga por las ventanas. Si no es posible
abrir las ventanas, considera la posibilidad de usar filtros de aire. Además,
enciende los extractores en el baño y la cocina. También podrías considerar la
posibilidad de usar un filtro de aire portátil.
 Cúbrete la boca y la nariz con el codo o un pañuelo desechable cuando tosas o
estornudes. Desecha en la basura el pañuelo que usaste. Lávate las manos de
inmediato.
 Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
 Si estás enfermo, evita compartir platos, vasos, toallas, ropa de cama y otros
artículos de la casa.
 Limpia y desinfecta regularmente las superficies que se tocan con frecuencia,
como los pomos o manijas de las puertas, los interruptores de luz, los
dispositivos electrónicos y las encimeras.
 Aíslate en casa y no vayas al trabajo, tampoco vayas a la escuela ni a lugares
públicos si estás enfermo, a no ser que salgas para recibir atención médica. Evita
el trasporte público, los taxis y los viajes compartidos si estás enfermo.
Si tienes una enfermedad crónica y puedes tener un mayor riesgo de presentar un cuadro
grave de la enfermedad, consulta al médico sobre otras formas de protegerte.

Diagnósticos

Si presentas síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) o si estuviste


expuesto al virus de la COVID-19, comunícate con el proveedor de atención médica.
También informa al proveedor de atención médica si tuviste contacto cercano con alguien a
quien le diagnosticaron la COVID-19.

Los factores que se utilizan para decidir si es necesario hacerte la prueba del virus que
causa la COVID-19 pueden variar según el lugar donde vivas. Según tu ubicación, es posible
que tengan que examinarte en tu clínica para determinar si las pruebas diagnósticas son
apropiadas y están disponibles.

En los Estados Unidos, el proveedor de atención médica determinará si debes hacerte


pruebas para detectar el virus que causa la COVID-19 según tus signos y síntomas, así como
si tuviste contacto cercano con alguien a quien se le diagnosticó la enfermedad. Es posible
que el proveedor de atención médica también considere hacer la prueba de detección si
tienes mayor riesgo de una enfermedad grave o si vas a hacerte un procedimiento médico.
Si has tenido contacto estrecho con alguien que tiene la COVID-19 pero ya tuviste
la enfermedad en el último mes, no es necesario hacer la prueba. Si recibiste todas las dosis
de la vacuna y tuviste contacto estrecho con alguien que tiene la COVID-19, debes hacerte
la prueba de detección 5 días después del contacto.

Para hacerte la prueba y detectar el virus de la COVID-19, un proveedor de atención médica


toma una muestra de la nariz (muestra nasofaríngea), de la garganta (muestra faríngea) o
de saliva. Las muestras luego se envían a un laboratorio para analizarlas. Si tienes tos con
esputo, esa muestra también se puede enviar al laboratorio para analizarla.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó
pruebas que se hacen en casa para detectar el virus de la COVID-19. Estas pruebas están
disponibles solo con receta médica.

Tratamientos

Hasta ahora, se han aprobado solo unos pocos medicamentos para tratar la COVID-19. No
hay ninguna cura disponible para la COVID-19. Los antibióticos no son eficaces contra las
infecciones virales como la COVID-19. Actualmente, los investigadores prueban una
variedad de posibles tratamientos.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha aprobado el


fármaco antiviral remdesivir (Veklury) para tratar la COVID-19 en adultos y niños de 12 años
o más que estén internados. El remdesivir se puede recetar a pacientes hospitalizados
con COVID-19 que necesitan administración de oxígeno o corren un mayor riesgo de
enfermarse gravemente. Este medicamento se administra a través de una aguja que se
inserta en la piel (por vía intravenosa).

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó el uso de


baricitinib (Olumiant), un fármaco para la artritis reumatoide, a fin de tratar la COVID-19 en
algunos casos. El baricitinib es una pastilla que parece ser eficaz contra la COVID-19, ya que
reduce la inflamación y tiene un efecto antiviral. El tocilizumab es un medicamento
inyectable. Al parecer, actúa contra la COVID-19 reduciendo la inflamación. Los dos
medicamentos se pueden usar en personas hospitalizadas con COVID-19 que usen
respiradores mecánicos o necesiten administración de oxígeno.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó un


medicamento llamado Paxlovid, que incluye nirmatrelvir (un fármaco que bloquea la
actividad de una enzima específica necesaria para que se replique el virus que causa
la COVID-19) y un medicamento antiviral llamado ritonavir, que ayuda a hacer más lenta la
descomposición del nirmatrelvir. Se autorizó el uso de Paxlovid para tratar la COVID-19 de
leve a moderada en personas de 12 años y mayores que corren un mayor riesgo de
enfermarse gravemente. Estos medicamentos son pastillas que se toman por vía oral.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó otro


medicamento llamado molnupiravir para tratar la COVID-19 de leve a moderada en adultos
que corren un mayor riesgo de presentar una forma grave de la enfermedad y que no
tienen ninguna otra opción de tratamiento. Este medicamento es una pastilla que se toma
por vía oral.

Los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU. recientemente recomendaron la


dexametasona corticoide para las personas hospitalizadas con COVID-19 grave que
requieren administración de oxígeno o ventilación mecánica. Si no se dispone de
dexametasona, pueden utilizarse otros corticoides, como la prednisona, la
metilprednisolona o la hidrocortisona.

En algunos casos, es posible que se administren los medicamentos remdesivir, tocilizumab


o baricitinib con dexametasona a las personas hospitalizadas que estén con ventilación
mecánica o que necesiten administración de oxígeno. También pueden utilizarse otros
tratamientos para las personas que necesiten oxígeno o que estén con ventilación
mecánica u oxigenación por membrana extracorpórea. La Administración de Alimentos y
Medicamentos de Estados Unidos autorizó el fármaco inmunosupresor anakinra para las
personas que necesiten administración de oxígeno. Asimismo, la Administración de
Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos autorizó el anticuerpo monoclonal
vilobelimab para aquellas personas que estén con ventilación mecánica u oxigenación por
membrana extracorpórea.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos también autorizó el uso


de la terapia con el plasma de personas convalecientes con altos niveles de anticuerpos
para tratar la COVID-19. El plasma de personas convalecientes es sangre que donaron
personas que se recuperaron de la COVID-19. El plasma de personas convalecientes con
alta cantidad de anticuerpos puede usarse para tratar a algunas personas hospitalizadas
con COVID-19 que se encuentran en una fase temprana de la enfermedad o bien tienen un
sistema inmunitario debilitado.

Muchas personas con COVID-19 pueden tener una forma leve de la enfermedad y pueden
recibir tratamiento con atención médica complementaria. La finalidad de la atención
médica complementaria es aliviar los síntomas y puede incluir lo siguiente:

 Analgésicos (ibuprofeno o acetaminofén)


 Jarabe o medicamentos para la tos
 Reposo
 Ingesta de líquidos
No hay evidencias de que se deba evitar el ibuprofeno u otros medicamentos
antiinflamatorios no esteroides.

Si tienes síntomas leves, probablemente el proveedor de atención médica te recomiende


que hagas la recuperación en casa. Es posible que recibas instrucciones especiales para
controlar los síntomas y evitar contagiar la enfermedad a otras personas. Probablemente te
pida que te aísles lo máximo posible de tu familia y de las mascotas mientras estés
enfermo, que lleves puesta una mascarilla cuando estés con otras personas y con las
mascotas, y que uses un dormitorio y un baño separados. También que mantengas la casa
ventilada; para ello, abre las ventanas y utiliza filtros de aire cuando sea posible.

Es probable que el proveedor de atención médica te recomiende que permanezcas en


aislamiento en casa durante un período determinado, excepto para recibir atención
médica. Puede que el proveedor de atención médica te haga un seguimiento periódico.
Sigue las pautas del proveedor de atención médica y del departamento de salud local sobre
cuándo puedes terminar con el aislamiento en casa.

Si estás muy enfermo, es posible que debas recibir tratamiento en el hospital.

sobre las pruebas de nuevos tratamientos, intervenciones y exámenes como un medio de


prevenir, detectar, tratar, o controlar esta enfermedad.
Estrategias de afrontamiento y apoyo

Es común sentirse atemorizado y ansioso durante la pandemia de la COVID-19.


Probablemente, te preocupe que tú o que tus seres queridos se enfermen. Quizás te
preocupe cuidarte o cuidar a otros que estén enfermos.

En este momento, recuerda que debes cuidarte y controlar tu estrés.

 Come alimentos saludables.


 Duerme lo suficiente.
 Haz actividad física.
 Prueba ejercicios de relajación, como respiración profunda, estiramientos o
meditación.
 Evita mirar o leer las noticias en exceso.
 Mantente en contacto con tus amigos y tu familia, como ser con llamadas
telefónicas o de video.
 Haz actividades que disfrutas, como leer un libro o mirar una película cómica.
Si estás enfermo con la COVID-19, es especialmente importante que hagas lo siguiente:

 Descansa lo suficiente.
 Bebe líquidos.
 Comunícate inmediatamente con el proveedor de atención médica si tus
síntomas empeoran.
Tener la COVID-19 o cuidar de alguien con la enfermedad puede causar estrés y ansiedad. Si
el estrés afecta tu vida diaria después de varios días, comunícate con el proveedor de
atención médica y considera solicitar una remisión a un profesional de la salud mental.

Preparación para la consulta

Para recibir el tratamiento de la COVID-19, puedes comenzar por consultar con tu médico
principal de atención médica u otro proveedor de atención médica. De lo contrario, es
posible que se te remita a un médico capacitado en el tratamiento de enfermedades
infecciosas. Si crees que tienes la COVID-19, informa a tu proveedor de atención médica
antes de dirigirte en persona. El proveedor de atención médica y el equipo médico podrán
entonces:
 Contactar con funcionarios de prevención y control de infecciones y de salud
pública
 Prepararte para llevarte a una habitación rápidamente
 Tener una mascarilla lista para ti
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Qué puedes hacer

Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con antelación.
Prepara una lista de lo siguiente:

 Los síntomas, incluidos aquellos que quizás no parezcan relacionados con el


motivo de la cita médica
 Tus viajes recientes, incluso cualquier viaje al extranjero
 Información personal clave, que incluye situaciones de estrés importantes,
cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares
 Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomes, incluso las
dosis
 Preguntas para hacerle al médico

Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a


recordar la información que recibas. Evita ir acompañado por más de una o dos personas.
Consulta sobre la política de acompañantes antes de ir a la cita médica, ya que puede haber
restricciones al respecto en el hospital o la clínica.
Medicamentos por vía intravenosa

 Remdesivir (Veklury): desarrollado hace más de una década para usarlo contra
otros virus, este es el primer medicamento aprobado por la FDA para tratar la
COVID-19. Actúa evitando que el virus se reproduzca.

Por lo general, el remdesivir se administra a pacientes con COVID-19 que están lo


suficientemente enfermos para ser hospitalizados, pero también está aprobado
para usarse en pacientes de alto riesgo con síntomas leves que no están
hospitalizados. En esos casos, se administra mediante una infusión por vía
intravenosa en un centro de infusión ambulatorio.

Los efectos secundarios del remdesivir incluyen malestar estomacal y reacciones


alérgicas durante o después de la infusión.

Medicamentos por vía oral


 Nirmatrelvir y ritonavir (Paxlovid): esta combinación de medicamentos antivíricos
ralentiza la infección al alterar la capacidad del virus de reproducirse en su
organismo. Para la mayoría de los pacientes, el tratamiento consiste en tomar tres
píldoras dos veces al día durante cinco días. Debe comenzar el tratamiento en un
plazo de cinco días desde que comenzó a desarrollar síntomas de la COVID.

Este medicamento no es una opción si sufre de enfermedad renal terminal o de


insuficiencia hepática. Si tiene deteriorada la función renal, la dosis debe
modificarse. Debido a que se conoce poco sobre los efectos del medicamento en la
fertilidad o el embarazo, debe consultar a su médico si está embarazada, planea
quedar embarazada o está amamantando.

Además, el nirmatrelvir y el ritonavir pueden interactuar con muchos


medicamentos, incluidos los inmunodepresores, y causar efectos secundarios
graves. Asegúrese de consultar a su médico o farmacéutico para ver si es seguro
recibir este tratamiento mientras toma sus otros medicamentos. También puede
reducir la eficacia de las píldoras anticonceptivas, por lo que si las toma, deberá
usar un método alternativo temporalmente.

Los posibles efectos secundarios del nirmatrelvir y el ritonavir incluyen malestar


estomacal, alteración del sentido del gusto y presión arterial elevada.

Obtenga más información sobre el nirmatrelvir y el ritonavir (Paxlovid) .

 Molnupiravir (Lagevrio): este medicamento antivírico funciona obstaculizando el


código genético del virus para que ya no pueda reproducirse. El tratamiento
consiste en cuatro píldoras que se toman dos veces al día durante cinco días. Debe
comenzar el tratamiento en un plazo de cinco días desde que comenzó a
desarrollar síntomas de la COVID.

Es seguro tomar molnupiravir con otros medicamentos. La principal preocupación


de seguridad es su potencial de perjudicar a un feto, por lo que no se recomienda
este medicamento a las mujeres embarazadas. Si piensa quedar embarazada, debe
usar un método anticonceptivo eficaz mientras toma el medicamento y durante
cuatro días después de la última dosis. Si tiene una pareja que podría quedar
embarazada, debe usar un método anticonceptivo eficaz mientras toma el
medicamento y durante tres meses después de la última dosis. Las madres que
amamantan deben comentar el uso de este medicamento con sus médicos y, si lo
toman, deben extraerse la leche materna y desecharla mientras toman el
medicamento y durante cuatro días después de la última dosis.

Los posibles efectos secundarios del molnupiravir incluyen malestar estomacal y


mareos.

Obtenga más información sobre el molnupiravir (Lagevrio) .


Aunque el remdesivir ha recibido la aprobación de la FDA, el resto de estos
medicamentos se han puesto a la disposición mediante un proceso llamado autorización
de uso de emergencia (Emergency Use Authorization, EUA). La FDA usa las EUA durante
emergencias de salud pública, como la actual pandemia, cuando es posible que no se
pueda contar con todas las pruebas que normalmente se requieren para aprobar un
nuevo medicamento, prueba o dispositivo. En estas circunstancias, la FDA puede decidir
lanzar un producto con base en sus posibles beneficios.

Si es elegible, puede tener acceso a estos medicamentos de distintas formas:

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