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COVID-19

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contra el coronavirus?

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Lo último sobre la pandemia de la


enfermedad por coronavirus 2019
(COVID-19)
Mayo Clinic está siguiendo de cerca la COVID-
19. Infórmate más en la Red Informativa de
Mayo Clinic.

Los coronavirus son una


familia de virus que pueden
causar enfermedades como el
resfriado común, el síndrome
respiratorio agudo grave Coronavirus
(SARS, por sus siglas en
inglés) y el síndrome
respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus
siglas en inglés). En 2019 se identificó un nuevo
coronavirus como la causa del brote de una
enfermedad que se originó en China.

El virus se conoce como coronavirus 2 del


síndrome respiratorio agudo grave (SARS-CoV-
2). La enfermedad que causa se llama
enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19).
En marzo de 2020, la Organización Mundial de la
Salud (OMS) declaró el brote de la COVID-19
como pandemia.

Los grupos de salud pública, incluidos los


Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
de los Estados Unidos y la OMS, controlan la
pandemia de la COVID-19 y publican
información actualizada en sus sitios web. Estos
grupos también emitieron recomendaciones para
la prevención y el tratamiento del virus que
causa la COVID-19.

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Síntomas
Los signos y síntomas de la enfermedad por
coronavirus 2019 (COVID-19) pueden aparecer
entre 2 y 14 días después de la exposición al
virus. Este período entre la exposición y la
aparición de los síntomas se llama el período de
incubación. Aún puedes trasmitir la COVID-19
antes de que tengas síntomas (trasmisión
presintomática). Entre los signos y los síntomas
más habituales, se pueden incluir los siguientes:

Fiebre

Tos

Cansancio

Entre los síntomas tempranos de la COVID-19


se puede incluir la pérdida del sentido del gusto
o del olfato.

Otros síntomas que pueden aparecer son los


siguientes:

Falta de aire o dificultad para respirar

Dolores musculares

Escalofríos

Dolor de garganta

Goteo de la nariz

Dolor de cabeza

Dolor de pecho

Conjuntivitis

Náuseas

Vómitos

Diarrea

Sarpullido

Esta lista no es exhaustiva. Los niños presentan


síntomas similares a los de los adultos y,
generalmente, tienen una enfermedad leve.

La gravedad de los síntomas de la COVID-19


puede variar de muy leve a grave. Algunas
personas pueden tener solo unos pocos
síntomas. Algunas personas pueden no tener
síntomas en absoluto, pero aun así pueden
contagiar a los demás (trasmisión asintomática).
En algunas personas, quizás los síntomas
empeoren, como mayor falta de aire y neumonía,
aproximadamente una semana después de
comenzar.

Algunas personas presentan los síntomas de la


COVID-19 durante más de cuatro semanas
después de que se las diagnostica. Estos
problemas de salud algunas veces se llaman
afecciones posteriores a la COVID-19. Algunos
niños presentan el síndrome multisistémico
inflamatorio, un síndrome que puede afectar
algunos órganos y tejidos, varias semanas
después de tener la COVID-19. En raras
ocasiones, algunos adultos también presentan el
síndrome.

Los adultos mayores corren un riesgo más alto


de enfermarse gravemente a causa de la
COVID-19 y el riesgo aumenta con la edad. Las
personas que tienen enfermedades
preexistentes también pueden tener un riesgo
más alto de enfermarse gravemente. Entre
ciertas enfermedades que aumentan el riesgo de
enfermarse gravemente a causa de la COVID-19
se incluyen las siguientes:

Enfermedades cardíacas graves, como


insuficiencia cardíaca, enfermedad de las
arterias coronarias o miocardiopatía

Cáncer

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica


(EPOC)

Diabetes tipo 1 o tipo 2

Sobrepeso, obesidad u obesidad grave

Hipertensión arterial

Hábito de fumar

Enfermedad renal crónica

Enfermedad de células falciformes o


talasemia

Sistema inmunitario debilitado por


trasplantes de órganos sólidos o de médula
ósea

Embarazo

Asma

Enfermedades pulmonares crónicas, como


fibrosis quística o hipertensión pulmonar

Enfermedad hepática

Demencia

Síndrome de Down

Sistema inmunitario debilitado por


trasplante de médula ósea, VIH o algunos
medicamentos

Afecciones del cerebro y del sistema


nervioso, como accidentes
cerebrovasculares

Trastornos por consumo de sustancias

Esta lista no es exhaustiva. Es posible que otras


afecciones médicas aumenten el riesgo de
enfermarte de gravedad de la COVID-19.

Autochequeo de COVID-19
Evalúa tus síntomas en la herramienta de
autochequeo de coronavirus de los Centros
para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) y descubre si eres candidato para
una prueba de detección para la COVID-19.

Cuándo consultar al médico


Si tienes signos o síntomas de la COVID-19 o si
estuviste en contacto con alguien a quien se le
diagnosticó la enfermedad, comunícate de
inmediato con tu proveedor de atención médica
para recibir indicaciones. El proveedor de
atención médica probablemente te recomendará
hacerte una prueba de detección de la COVID-
19. Si tienes signos y síntomas de la COVID-19
que sean una emergencia, como dificultad para
respirar, solicita atención médica de inmediato.
Si necesitas ir al hospital, llama con anticipación
para que los proveedores de atención médica
puedan tomar medidas para asegurarse de que
los demás no estén expuestos.

Si tienes signos y síntomas de la COVID-19 que


sean una emergencia, solicita atención médica
de inmediato. Los signos y los síntomas que
indican una emergencia pueden incluir los
siguientes:

Dificultad para respirar

Dolor u opresión persistente en el pecho

Incapacidad para permanecer despierto

Confusión repentina

Piel, labios o lecho de las uñas de color


pálido, grisáceo o azulado, según el tono de
la piel

Esta lista no es exhaustiva. Infórmale al


proveedor de atención médica si eres un adulto
mayor o si tienes afecciones de salud crónicas,
como enfermedades cardíacas o pulmonares, ya
que puedes tener un mayor riesgo de enfermarte
gravemente de la COVID-19.

Más información

COVID-19 en comparación con la gripe:


similitudes y diferencias

COVID-19, resfriados, alergias y la gripe

Síntomas inusuales del coronavirus

Causas
La infección con coronavirus del síndrome
respiratorio agudo grave de tipo 2, o SARS-CoV-
2, causa la enfermedad por coronavirus 2019
(COVID-19).

El virus que causa la COVID-19 se propaga con


facilidad entre las personas. Según los datos, el
virus de la COVID-19 se propaga principalmente
de una persona a otra entre aquellas que están
en contacto estrecho (a menos de una distancia
aproximada de 6 pies o 2 metros). El virus se
propaga por las gotitas respiratorias que se
liberan cuando una persona que tiene el virus
tose, estornuda, respira, canta o habla. Las
personas que están cerca podrían inhalar estas
gotitas o estas gotitas podrían caer en la boca, la
nariz o los ojos de las personas próximas.

En algunos casos, el virus de la COVID-19


puede propagarse cuando una persona se ve
expuesta a gotitas o aerosoles muy pequeños,
que permanecen en el aire durante varios
minutos u horas, lo que se conoce como
trasmisión por el aire.

El virus también se trasmite si tocas una


superficie donde se encuentra el virus y luego te
tocas la boca, la nariz o los ojos. Sin embargo, el
riesgo es bajo.

Una persona que está infectada pero no


presenta síntomas puede trasmitir la COVID-19.
Esto se denomina contagio asintomático. Una
persona infectada pero que aún no presenta
síntomas también puede trasmitir la COVID-19.
Esto se denomina trasmisión presintomática.

Es posible contagiarse con la COVID-19 dos


veces o más, pero esto es poco común.

Cuando un virus tiene una o más mutaciones


nuevas, dichas mutaciones se conocen como
variantes del virus original. La variante ómicron
(B.1.1.529) se trasmite con mayor facilidad que
el virus original de la COVID-19 y la variante
delta. Sin embargo, parece que causa un cuadro
menos grave de la enfermedad. Las personas
que tienen el esquema completo de vacunación
pueden contraer infecciones posvacunación y
trasmitir el virus a otros. Sin embargo, las
vacunas contra la COVID-19 son eficaces para
evitar enfermarse gravemente. Esta variante
también reduce la eficacia de algunos
tratamientos con anticuerpos monoclonales. La
variante ómicron tiene algunas subvariantes
(sublinajes) importantes, como la BA.5 y la
BA.2.12.1. Según los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC, por sus
siglas en inglés), la BA.5 constituyó
aproximadamente el 88 % de las infecciones
por COVID-19 que tuvieron secuenciación
genética en los EE. UU. en agosto de 2022.

En abril, los Centros para el Control y la


Prevención de Enfermedades (CDC, por sus
siglas en inglés) degradaron la variante delta de
una variante preocupante a una variante bajo
supervisión. Esto significa que, en la actualidad,
la variante delta no se considera una amenaza
importante contra la salud pública en los Estados
Unidos.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo de la COVID-19 parecen
incluir los siguientes:

El contacto cercano (dentro de los 6 pies o


los 2 metros) con alguien que tiene COVID-
19, especialmente si presenta síntomas.

Que una persona infectada tosa o


estornude cerca de otra no infectada.

Estar cerca de una persona infectada en un


espacio cerrado con poca ventilación.

Complicaciones
Aunque la mayoría de las personas con COVID-
19 tienen síntomas leves a moderados, la
enfermedad puede causar complicaciones
médicas graves y causar la muerte en algunas
personas. Los adultos mayores o las personas
con afecciones médicas existentes corren un
mayor riesgo de enfermarse gravemente con
COVID-19.

Las complicaciones pueden ser las siguientes:

Neumonía y problemas para respirar

Insuficiencia orgánica en varios órganos

Problemas cardíacos

Una afección pulmonar grave que causa


que una baja cantidad de oxígeno pase por
el torrente sanguíneo a los órganos
(síndrome de dificultad respiratoria aguda)

Coágulos de sangre

Lesión renal aguda

Infecciones virales y bacterianas


adicionales

Más información

Efectos a largo plazo de COVID-19

Prevención
La Administración de Alimentos y Medicamentos
de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en
inglés) ha dado la autorización para el uso de
emergencia de algunas vacunas contra la
COVID-19 en los Estados Unidos. La FDA
aprobó la vacuna de Pfizer-BioNTech contra la
COVID-19, que ahora se llama Comirnaty, para
prevenir la enfermedad en personas de 16 años
o mayores. La FDA ha dado la autorización para
el uso de emergencia de las vacunas de Pfizer-
BioNTech contra la COVID-19 para las personas
de 6 meses a 11 años. La FDA aprobó la vacuna
de Moderna contra la COVID-19, que ahora se
llama Spikevax, para prevenir la enfermedad en
personas de 18 años y mayores. La FDA
también aprobó el uso de la vacuna de Moderna
contra la COVID-19 para niños de 6 meses a
17 años. La FDA también aprobó la vacuna
potenciada de Novavax contra la COVID-19 para
prevenir la enfermedad en personas de 12 años
y mayores.

Debido al riesgo de provocar un problema de


coagulación de la sangre que puede poner en
riesgo la vida, la Administración de Alimentos y
Medicamentos (FDA) de Estados Unidos ha
restringido el uso de la vacuna de Janssen de
Johnson & Johnson en ciertas personas de
18 años y mayores. Entre estas, se incluyen
personas que tuvieron una reacción alérgica
grave luego de recibir una vacuna de ARNm
contra la COVID-19 y personas que no pueden
recibir una vacuna de ARNm contra la COVID-19
por el acceso limitado o por motivos personales
o religiosos. Si recibes esta vacuna, asegúrate
de conocer los riesgos y los síntomas del
problema de coagulación de la sangre.

Una vacuna puede evitar que te contagies con el


virus de la COVID-19 o que te enfermes de
gravedad si te contagias con el virus. Además,
vacunarse contra la COVID-19 puede ofrecer
una mejor protección que la adquirida al contraer
la enfermedad. Un estudio reciente demostró
que las personas que no recibieron la vacuna y
que ya tuvieron la COVID-19 tienen más del
doble de probabilidades de volver a infectarse
con la enfermedad que las personas que
recibieron todas las dosis.

Después de vacunarte, puedes retomar de


manera más segura muchas actividades que
probablemente no hayas podido hacer debido a
la pandemia. Sin embargo, si te encuentras en
un área en la que hay una gran cantidad de
personas hospitalizadas por la COVID-19 y
nuevos casos de la enfermedad, los Centros
para el Control y la Prevención de Enfermedades
(CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan
usar una mascarilla en espacios públicos
cerrados. Se considera que tienes el esquema
completo de vacunación dos semanas después
de recibir la segunda dosis de una vacuna de
ARNm contra la COVID-19, después de recibir
dos dosis de la vacuna de Novavax o dos
semanas después de recibir la única dosis de la
vacuna de Janssen de Johnson & Johnson
contra la COVID-19. Se considera que estás al
día con las vacunas si recibiste todas las
vacunas recomendadas contra la COVID-19,
incluidas las dosis de refuerzo, cuando cumpliste
los requisitos.

Se recomienda una dosis adicional de la vacuna


contra la COVID-19 dada como vacunación
primaria para las personas que están vacunadas
y que quizá no hayan tenido una respuesta
inmunitaria suficiente.

Por el contrario, se recomienda una dosis de


refuerzo para las personas que están vacunadas
y cuya respuesta inmunitaria se debilitó con el
tiempo. Según las investigaciones, recibir una
dosis de refuerzo puede disminuir el riesgo de
infección y de enfermarse gravemente por
COVID-19.

Las personas que tienen un sistema inmunitario


debilitado de moderada a gravemente deben
recibir una dosis adicional de la vacuna dada
como vacunación primaria y una dosis de
refuerzo.

Los Centros para el Control y la Prevención de


Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)
recomiendan dosis adicionales y dosis de
refuerzo de las vacunas contra la COVID-19 en
los siguientes casos específicos:

Dosis adicional. Los CDC recomiendan


una tercera dosis de una vacuna de ARNm
contra la COVID-19 para algunas personas
que tienen el sistema inmunitario debilitado,
como las que recibieron un trasplante de
órganos. Las personas que tienen el
sistema inmunitario debilitado podrían no
desarrollar una inmunidad suficiente
después de recibir dos dosis de una vacuna
de ARNm contra la COVID-19. Una dosis
adicional podría mejorar su protección
contra la COVID-19. Esta recomendación
es para personas de 5 años o más.

La tercera dosis debe administrarse al


menos 28 días después de la segunda
dosis de una vacuna de ARNm contra la
COVID-19. La dosis adicional debe ser de
la misma marca que las otras dos vacunas
de ARNm contra la COVID-19 que recibiste.
Si no se sabes qué marca se te administró,
puedes recibir como tercera dosis
cualquiera de las dos marcas de la vacuna
de ARNm contra la COVID-19.

Dosis de refuerzo. Estas recomendaciones


varían según la edad, las vacunas que
recibiste y el estado del sistema inmunitario.

Los niños de 5 a 17 años deben recibir un


refuerzo de la vacuna de Pfizer-BioNTech
contra la COVID-19 si recibieron las dos
dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech
contra la COVID-19 y ya pasaron al menos
cinco meses. Actualmente, no se
recomiendan las dosis de refuerzo para los
niños o adolescentes que recibieron dos
dosis de la vacuna de Moderna contra
la COVID-19 como vacunación primaria.

Si eres mayor de 18 años, recibiste ambas


dosis de la vacuna de Moderna contra la
COVID-19 y pasaron al menos 5 meses,
debes recibir una única dosis de refuerzo.
Se prefieren las vacunas de refuerzo de
Pfizer-BioNTech o Moderna contra la
COVID-19 en la mayoría de las
circunstancias.

Si tienes 18 años o más, recibiste una dosis


de la vacuna de Janssen de Johnson &
Johnson contra la COVID-19 y pasaron al
menos 2 meses, debes recibir una única
dosis de refuerzo. Se prefieren las vacunas
de refuerzo de Pfizer-BioNTech o Moderna
contra la COVID-19 en la mayoría de las
circunstancias.

Las mujeres embarazadas también pueden


recibir una vacuna de refuerzo contra la
COVID-19.

Los niños de 5 a 17 años que tienen un


sistema inmunitario debilitado deben recibir
una dosis de refuerzo de la vacuna de
Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 si han
recibido las dos dosis de esta vacuna y han
pasado al menos tres meses desde la dosis
adicional de la vacuna dada como
vacunación primaria.

Si tienes 18 años o más, tienes un sistema


inmunitario debilitado y recibiste dos dosis
de una vacuna de mRNA contra la COVID-
19 y una dosis adicional de la vacuna dada
como vacunación primaria, y ya pasaron al
menos dos meses desde dicha dosis
adicional, debes recibir una única dosis de
refuerzo. Se prefieren las vacunas
de ARNm contra la COVID-19.

Si tienes 18 años o más, tienes un sistema


inmunitario debilitado, recibiste la única
dosis de la vacuna de Janssen de
Johnson & Johnson contra la COVID-19 y
una dosis adicional de una vacuna de
mRNA contra la COVID-19 dada como
vacunación primaria, y ya pasaron al menos
dos meses de dicha dosis adicional, debes
recibir una única dosis de refuerzo. Se
prefieren las vacunas de ARNm contra
la COVID-19.

Segunda dosis de refuerzo. Se


recomienda una segunda dosis de una
vacuna de ARNm contra la COVID-19 para
determinadas personas que tienen el
sistema inmunitario debilitado y las
personas de 50 años y mayores. Esta
segunda dosis de refuerzo puede
administrarse a quienes reúnan los
requisitos cuatro meses después de una
primera dosis de refuerzo de cualquier
vacuna autorizada o aprobada contra
la COVID-19.

También se recomienda una secunda dosis


de refuerzo de una vacuna de mRNA contra
la COVID-19 para las personas que
recibieron dos dosis de la vacuna de
Janssen de Johnson & Johnson contra la
COVID-19 al menos hace cuatro meses.

Podrías considerar la posibilidad de


posponer la segunda dosis de refuerzo si
tuviste COVID-19 dentro de los últimos tres
meses o si la administración de una
segunda dosis de refuerzo ahora haría que
no quisieras recibir otra dosis en el futuro.

Los niños de 12 años o más que tienen un


sistema inmunitario debilitado, que han
recibido las dos dosis de la vacuna de
Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 y que
recibieron una sola dosis de refuerzo de
esta vacuna al menos hace cuatro meses
también pueden recibir una segunda dosis
de refuerzo de la vacuna de Pfizer-
BioNTech contra la COVID-19.

La Administración de Alimentos y Medicamentos


(FDA, por sus siglas en inglés) también autorizó
el uso de los anticuerpos monoclonales
tixagevimab y cilgavimab (Evusheld) para
prevenir la COVID-19 en algunas personas con
el sistema inmunitario debilitado o con
antecedentes de reacciones graves a una
vacuna contra la COVID-19.

Hay muchas precauciones que puedes tomar


para reducir el riesgo de infección por el virus de
la COVID-19 y reducir el riesgo de trasmitirla a
otros. La Organización Mundial de la Salud y los
Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades recomiendan estas precauciones:

Vacúnate. Las vacunas contra la COVID-19


reducen el riesgo de contagiarte y trasmitir
la enfermedad.

Evita el contacto cercano (menos de 6 pies


o 2 metros) con cualquier persona que esté
enferma o que presente síntomas.

Mantén la distancia entre tú y los demás


(unos 6 pies o 2 metros) cuando estés en
espacios públicos cerrados si no tienes
todas las dosis de la vacuna. Esto es
especialmente importante si corres un
mayor riesgo de sufrir una forma grave de la
enfermedad. Ten en cuenta que algunas
personas pueden tener la COVID-19 y
contagiar a otras, aunque no tengan
síntomas o no sepan que tienen la
enfermedad.

Evita las multitudes y los lugares cerrados


que no tengan una buena corriente de aire
(ventilación).

Lávate las manos con frecuencia con agua


y jabón por lo menos durante 20 segundos
o usa un desinfectante para manos a base
de alcohol que contenga al menos un 60 %
de alcohol.

Usa una mascarilla en espacios públicos


cerrados si te encuentras en un área donde
hay una gran cantidad de personas
hospitalizadas por la COVID-19 y nuevos
casos de la enfermedad,
independientemente de si recibiste o no la
vacuna. Los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC, por
sus siglas en inglés) recomiendan usar la
mascarilla de uso regular que brinde la
mayor protección posible, que se ajuste
bien y que sea cómoda.

Mejora la ventilación en los espacios


cerrados. Abre las ventanas. Enciende los
ventiladores para que el aire salga por las
ventanas. Si no es posible abrir las
ventanas, considera la posibilidad de usar
filtros de aire. Y enciende los extractores en
el baño y la cocina. También podrías
considerar la posibilidad de usar un filtro de
aire portátil.

Cúbrete la boca y la nariz con el codo o un


pañuelo desechable cuando tosas o
estornudes. Tira a la basura el pañuelo
desechable usado. Lávate las manos de
inmediato.

Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.

Evita compartir platos, vasos, toallas, ropa


de cama y otros objetos de la casa si estás
enfermo.

Limpia y desinfecta regularmente las


superficies que se tocan con frecuencia,

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