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EVOLUCIÓN HISTÓRICA
l. INTRODUCCIÓN
2.1. EN INDIA
Ibídem, p. 56.
Ibídem, p. 58
CAPÍTULO Il. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 51
2.2. ENROMA
VALENCIA ZEA, Arturo. Derecho de sucesiones, t. VI, 8ª edición. Editorial Temis. p. 13. Tomado
de: HOMOS, L., Instituciones políticas romanas.
Ibídem, p. 13.
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con el heredero, y la segunda, el heredero tenía que pagar las deudas del
causante de manera ilimitada6 •
En el derecho romano no podía adquirirse la propiedad sin el culto, ni
este sin aquella. "La religión prescribe, dice Cicerón, que sean inseparables
los bienes y el culto de cada familia y que el cuidado de los sacrificios vaya
siempre a quien corresponda la herencia" 7. El hijo es llamado heresus lo que
se refiere a heres sui ipsius, ya que no hereda sino de sí mismo, por tanto, no
existe vínculo padre hijo en la donación, legados y cambios de propiedad, solo
una continuación de dominio. La fortuna permanece inmóvil.
En las Institutas de Justiniano se excluye a 1a hija de la herencia, a menos que
tenga la potestad del padre, en caso de que se casara se anulaba esta excepción,
ya que abandona el culto de su padre para trasmitírselo a su esposo; por tanto,
no podría continuar con las comidas fúnebres de su familia, porque se encuentra
comprometida a ofrecer sacrificios a los antepasados de su marido ante la religión.
En la época de Cicerón, la mujer podía llegar a heredar la mitad o la tercera parte de
la herencia si el padre lo escribía así en el testamento, pero por ley no tenía derecho
a nada. Al heredero se le transmiten todas las relaciones jurídicas del difunto.
La sucesión testamentaria se empezó a reconocer como una sucesión particular
donde el testador tenía la disposición de delegar ciertos recursos y derechos a
quienes recibían directamente por la ley estos beneficios, los destinatarios de la
herencia recibieron el nombre de legataiios. El testamento comicial se implementó
primero, a falta de descendientes, se buscaba la herencia se entregaba a los
parientes más cercanos para evitar la pérdida del culto tradicional; posteriormente,
se utilizó la sucesión testamentaria y la libertad de testar.
2.3. EN GRECIA
Ibídem, p. 15.
DE COULANGES, F., op. cit., p. 56.
CAPÍTULO JI. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 53
2.5. EN ISRAEL
En Israel, tanto las hijas como los hijos podían recibir herencia, pero el hijo
primogénito recibía el doble -por cuestiones morales- y la hija heredera no
SuÁREz FRANCO, Roberto. Derecho de sucesiones, 4ª edición. p. 7. Cita a: BONET RAMÓN, Francisco.
DE COULANGES, F. op. cit. p. 63.
10
Ibídem, p. 65.
11
CARRJZOSA PARDO, Remando. Las sucesiones. B ogotá: Ediciones Lemer, 1961. pp. 8 y 9.
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2.6. EN ESPAÑA
12 Ibídem, p. 8.
13
ALCINA FRANCH, José. Las culturas precolombinas de América. Alianza Editorial, 2009.
CAPÍTULO II. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 55
Erl el caso de los Incas, se establecía una familia endogámica, patrilineal, por
tanto, los hijos varones era en quienes recaía la herencia. Para la población en
general se establecía la monogamia pero en los nobles podía existir la poligamia,
la única esposa que era amparada por el Estado era la primera, las otras eran
concubinas o en segundo orden, que además, no tenían un ritual ceremonial' 6•
Las esposas secundarias se podían obtener de cuatro formas: la primera, a
través de un regalo del Inca; la segunda, por herencia de un hermano muerto;
la tercera, las esposas secundarias del padre que no haya tenido hijos, y por
último, dentro de un botín de guerra. La unidad básica de la sociedad Inca era
la familia o el ayllu, que representaba un grupo endogámico de parentesco que
hacía sus sucesiones por línea masculina, era el caso de los Panacas que además
de esta manutención del linaje tenía una ubicación específica y la obligación
del ritual de perpetuar la memoria y cuidar de la momia de su antecesor17.
14
Ídem.
15 LucENA SALMORAL, Manuel. 1933. Historia de Jberoamérica. Ediciones Cátedra, 2008.
16 Ídem.
17 ALCINA FRANCH, José. Las culturas precolombinas de América. Alianza Editorial, 2009.
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18 VILLAMARÍN, Juan A. "Parentesco y herencia entre los Chibchas de la Sabana de Bogotá al tiempo
de la conquista española" en: Revista Universitas Humanística, Vol. 10, No. 16 (Dic. 1981). p. 91.
19 Ídem.
CAPÍTULO IJ. EVOLUCIÓN HISTÓRICA 57
4.1. EN VENEZUELA
En el Génesis se habla de los relatos del pueblo judío, que lo caracterizaba por
la conformación de familias grandes que vivían en casas patriarcales, las cuales
eran ocupadas por el padre, las esposas, quienes tenían a su mando esclavas,
las concubinas e hijos e hijas de estas. En el caso de las mujeres, algunas no
conseguían pareja o enviudaban, lo que les hacía merecer el repudio de sus
hermanos, quienes también se encontraban bajo los dictámenes del padre22 •
El grupo crecía hasta el punto que los hombres, que no perpetuaban el linaje,
tenían que partir a otro territorio a formar otra casa patriarcal, todo con el fin
de darle continuidad al nombre paterno el cual por herencia era otorgado al
primogénito, dejando relegados a sus hermanos a recibir pequeñas porciones
de los bienes23 • Comúnmente los matrimonios eran endogámicos y virilocales,
porque se realizaban bajo personas de la misma línea paterna -excluyendo
el incesto- generando así patriarcados territoriales, se establecía de forma
endogámica con la finalidad de no mezclarse con otras culturas o religiones
para perpetuar la tradición, tanto material como religiosa24 •
Cuando se buscaba una mujer de otra familia para incluirla en la propia,
con tal de conservar el linaje, se tenía que dar una dote al padre o al hermano
mayor de la novia, transfiriendo bienes como monedas, ganado, tierras, joyas,
vestidos o esclavas25 •
En el antiguo testamento, cuando una mujer joven quedaba viuda,
desamparada y contribuía a la descendencia, por órdenes de la ley de levirato,
que se encuentra expresada en el versículo de la biblia de Deuteronomio (25,5),
dice que la mujer, al estar en viudez, no puede casarse con un extraño, sino
con su cuñado por la consigna de esta ley26 •
23
lbíd., p. 182.
24
Ibídem, p. 182.
25 Ibíd., p. 185.
26
lbíd., p. 192.