Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Yo no era
por cierto una militante del feminismo; no tenía ninguna teoría respecto a
los derechos y a los deberes de la mujer; así como antes me negaba a ser
definida como “una chica”, ahora no me veía como “una mujer”: era yo.
Sobre ese plano me sentía en falta. La idea de la salvación había
sobrevivido en mí a la desaparición de Dios, y la primera de mis
convicciones era que cada cual debía ocuparse personalmente de la suya.
La contradicción que sufrí no era de orden social, sino moral y casi
religioso. Aceptar vivir como un ser secundario, un ser “relativo”, habría
sido rebajarme como criatura humana; todo mi pasado se sublevaba
contra esa degradación.»
TGO
@bocadosdefilosofia
@dias-de-la-ira-1