Está en la página 1de 38

Las corrientes científicas.

Autores nacionales y
extranjeros

Introducción

Las corrientes cientí cas: Francia, Alemania, Italia, España, Inglaterra, Estados Unidos, Argentina

Referencias

Revisión del módulo


Lección 1 de 4

Introducción

La criminalística es una ciencia fáctica que se ocupa de los hechos. Es


abarcativa, totalizadora y multidisciplinaria. Se nutre de otras ciencias,
técnicas o artes. Busca el establecimiento de hechos, mediante la
identificación de la víctima y el victimario, el estudio de los indicios hallados
en el lugar del hecho o la escena del crimen, en tanto y en cuanto sean de
interés para la justicia. Intenta responder los interrogantes sobre el hecho
que le compete a la comunidad científica a saber: ¿cuándo sucedió?, ¿cómo
sucedió?, ¿qué sucedió?, ¿con qué?, ¿dónde? y ¿quién?, basándose este
último en la identificación humana.

"La investigación criminalística es una función de policía que cada día cobra
mayor vigencia a nivel mundial, para ocupar el verdadero sitio que le
corresponde como ciencia, en la determinación de la existencia del delito y
averiguación del delincuente" ("Introducción a la criminalística", 2009,
http://bit.ly/38ocRoV).

El significado de la palabra criminalística se ha ido modificando


considerablemente en el transcurso del tiempo. Según el profesor Santiago
Mateo de Cabo, argentino, criminalística es la ciencia de los datos técnicos
tácticos relacionados con el hecho penal y su prevención. López Rey Arrojo,
español, manifiesta: "Ciencia auxiliar del derecho penal y del proceso penal
que se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del
delincuente".

La escuela alemana define a la criminalística como la ciencia de la


investigación criminal.

A continuación, nos adentraremos en su evolución histórica, para conocer


cómo fueron surgiendo las distintas etapas de la investigación criminal y los
aportes realizados por grandes autores en su historia.

C O NT I NU A R
Lección 2 de 4

Las corrientes científicas: Francia, Alemania, Italia,


España, Inglaterra, Estados Unidos, Argentina

Desde sus inicios, la investigación del delito ha debido pasar por etapas
ineludibles dictadas por el grado de civilización y de cultura de los pueblos y
por el afianzamiento de la investigación científica. Esta situación permite,
según el autor Bernaldo de Quirós, clasificar la investigación del delito en tres
etapas, atendiendo a su desarrollo en el tiempo:

Etapa equívoca o primitiva

Consistía en incorporar a verdaderos delincuentes a los efectivos


policiales donde llegaron a alcanzar incluso puestos directivos. De esa
forma, menos infidentes de la policía se constituían en persecutores
directos de sus antiguos camaradas. Sin embargo, tal fue el desprestigio
alcanzado por la Policía, que, a instancias de la opinión pública, las
autoridades se vieron obligadas a suprimir la policía secreta y rechazar
definitivamente aquel principio de que un “ladrón solamente podía ser
descubierto por otro ladrón”.
Un claro ejemplo de esta etapa, lo encabeza François Eugène Vidocq,
quien, en el transcurso de pocos años, pasó de ser un famoso criminal al
policía más respetado de Francia; encierra sin lugar a duda, una de las
historias más apasionantes en materia de la lucha contra el crimen. En
particular, este personaje pasó de ser ladrón a policía y también llegó a
abrir la primera agencia de detectives privados del mundo.

Etapa empírica o deficiente

Se caracterizó por enrolar en las filas policiales exclusivamente a personas


carentes de antecedentes, explotando su vocación o inclinación, sus
meras facultades naturales verdaderamente intuitivas en muchos casos,
su fácil adaptación al medio para facilitar las investigaciones sin inspirar
recelos en los lugares frecuentados por delincuentes, aunque actuaran sin
método ni disciplina investigativa, sino tan solo empíricamente. De ahí la
denominación de empírica que diera el mencionado autor a la segunda
etapa de la evolución policial.

Figura 1: El investigador
Fuente: [Imagen sin título sobre el investigador]. (s.f.). Recuperada de http://bit.ly/2WA5ULX
Etapa científica

Comienza el análisis físico de los elementos empleados para delinquir; el


examen y cotejo de los rastros papilares, huellas de pisadas, etc., dejados
por el delincuente; el análisis químico de los residuos y manchas
encontrados en la escena del delito (sangre, pelos, etc.). La cooperación
de la fotografía para registrar los menores detalles del lugar del hecho, de
los pasos del delincuente y de sus huellas, el levantamiento topográfico
para ofrecer una vista sintetizada de los lugares, contenidos y
desplazamientos, con aplicación de escalas reconstructivas, la
elaboración de hipótesis de los posibles mecanismos del suceso y
reproducción mediante software de reconstrucción virtual de las
secuencias fácticas. El uso interdisciplinario de todos estos recursos
técnico-científicos, unido a la eficaz aplicación de los métodos inductivos y
deductivos en el campo y el laboratorio, configuran la tercera y última
etapa.
Figura 2: Elementos de la criminalística
Fuente: [Imagen sin título sobre elementos de la criminalística]. (s.f.). Recuperada de http://bit.ly/2WA6zNr

Breve reseña histórica

El doctor Hans Gross fue fundador y padre de la criminalística. Escribió


Manual del juez como sistema de criminalística, publicado en 1892, en Graz,
Austria.

Figura 3: Hans Gross


Fuente: [Imagen sin título sobre Hans Gross]. (s.f.). Recuperada de http://bit.ly/3mGILCd

El doctor Hans Gross nació en Graz, Austria en el año 1847. Se


desempeñó como profesor en Derecho Penal en la Universidad
de Graz y como juez de Instrucción en Stejermark. El profesor
Gross fue quién por primera vez se refirió a los métodos de
investigación criminal como criminalística.

La elaboración de su obra el Manual del juez, le tomó 20 años de


experiencia e intensos trabajos, en donde realizó una serie de
orientaciones que debe reconocer la instrucción de una
averiguación para la aplicación del interrogatorio, el
levantamiento de planos y diagramas, utilización de los peritos,
la interpretación de escrituras, conocimiento de los medios de
comunicación entre los participantes de un mismo delito para el
conocimiento de las lesiones, etc., siendo en general un manual
útil para los jueces en el esclarecimiento de cualquier caso
penal. ("Criminalística y criminología", 2015,
http://bit.ly/2WzujRN).

En síntesis, Hans Gross, joven juez de Instrucción, al darse


cuenta de la falta de conocimientos de orden técnico que
privaba en la mayoría de los jueces, requisito indispensable para
desempeñar con eficacia el cargo de instructor, decidió escribir
un libro que sistematizado contuviera todos los conocimientos
científicos y técnicos que en su época se aplicaban en la
investigación criminal. (Moreno, 1977, p. 21).

La primera de estas disciplinas precursoras de la criminalística


fue la que en la actualidad es denominada como dactiloscopía.
[…] Cabe destacar que desde el año 650 los chinos ya utilizaban
las impresiones dactilares en sus tratos comerciales, utilizando
las placas de madera con muescas recortadas iguales en los
sitios de los lados, las cuales eran conservadas por las partes
intervinientes en el contrato; de esta manera, se podía constatar
la autenticidad o falsedad del contrato.

Posteriormente, en el año 1575, surgió otra disciplina


precursora, como lo es la medicina legal iniciada por el francés
Ambrosio Paré y continuada por Paolo Zacchia en el año 1651.
(Varela, 2017, https://bit.ly/3rjTbLu).

Figura 4: El Dr. Ambrosio Paré y la medicina forense


Fuente: Bertrand, s.f., http://goo.gl/cnrBxh

En 1655 Marcelo Malpighi, profesor de Anatomía de la


Universidad de Bolonia, Italia, observaba y estudiaba lo que son
los relieves papilares de las yemas de los dedos y palma de las
manos. Una de las primeras publicaciones acerca de las
impresiones dactilares apareció en Inglaterra en el año 1684,
Realidad, por el doctor Nehemiat Graw, perteneciente al colegio
de físicos y cirujanos de la real sociedad de Londres. En 1686,
Malpighi realizó valiosas aportaciones para lo que son las
impresiones dactilares, tanto es así que una de las partes de la
piel humana lleva el nombre de capa de Malpighi [epidermis, la
capa más superficial de la piel].

En 1753 el ilustre doctor Boucher realizó estudios para dar a


conocer otra rama precursora de la criminalística, como lo es la
Balística forense.

El tratado publicado en 1823 por Johannes Evangelista Purkinje


marcó un acontecimiento de vital relevancia para lo que es la
dactiloscopía, al presentar el ensayo como su tesis para obtener
el grado de doctor en Medicina en la Universidad de Breslau.
Este escrito describió los tipos de huellas dactilares y clasificó en
nueve los grupos principales; durante este mismo año Huschke
describió los relieves triangulares (deltas) de los dibujos
papilares de los dedos y Alix escribió y publicó un estudio sobre
dibujos papilares. (Varela, 2017, https://bit.ly/3rjTbLu).

Fue en el año 1835, en la ciudad de Londres, donde no existía


cuerpo de policía como tal, simplemente había un pequeño
grupo de “ayudantes” reclutados por el juez de paz de
Westminster, llamado Henry Fielding. Estos ayudantes eran
conocidos como los Bow Street Runners, los cuales, en sus
claras intenciones por esclarecer los crímenes que se les
planteaban, utilizaban métodos y formas poco ortodoxas,
además de un sinfín de ilegalidades.

Entre estos investigadores se hallaba Henry Goddard, un curioso


investigador al que le dio por indagar sobre el proyectil extraído
del cuerpo de la víctima de un asesinato, percatándose así del
abultamiento que presentaba el mismo. Por entonces, las armas
de fuego eran de avancarga, siendo común que sus usuarios
fabricasen sus propios proyectiles con plomo fundido, ayudados
de un molde. Las pesquisas de Goddard no irían mal
encaminadas al pensar que encontrando el molde con el que se
había fabricado el proyectil encontraría a su vez al asesino. Para
su investigación, Goddard comienza a registrar las casas de los
sospechosos y a tomar las molduras que tenían para fabricar los
proyectiles, observando en una de las molduras de una casa
registrada, que la misma presentaba una pequeña hendidura.
Goddard fabrica un nuevo proyectil (indubitado) con este molde,
a fin de ser cotejado con el proyectil (dubitado) extraído
anteriormente del cuerpo de la víctima, comprobando que
ambos proyectiles presentaban idéntico abultamiento.
Finalmente, consigue que el asesino, el propietario de dicho
molde, confesara su crimen, estableciendo un nuevo método de
investigación criminal. ("Historia de la balística forense", 2016,
http://bit.ly/2WCKGgB).

Figura 5: Fotografía de los Bow Street Runners


Fuente: [Imagen sin título sobre los Bow Street Runners]. (s.f.). Recuperada de
http://bit.ly/2WCKGgB

En 1840 el italiano Mateo Orfilia creó otra ciencia precursora de


la criminalística, como lo es la toxicología, y en 1872 Ogier
continuó desarrollándola, ciencia que auxiliaba a los jueces a
descubrir ciertos tipos de delitos en los cuales el predominante
era el uso de venenos. (Varela, 2017, https://bit.ly/3rjTbLu).

Figura 6: Mateu Josep Bonaventura Orfila


Fuente: [Imagen sin título sobre Mateu Josep Bonaventura Orfila]. (s.f.). Recuperada de
http://bit.ly/3nLbtmY

En 1858, William Herschel implementó el uso de las impresiones dactilares


para identificar a los reincidentes en la paga de pensiones a soldados
hindúes retirados con las impresiones dactilares en la lista de las huellas de
los dedos índice y medio de la mano derecha.

En 1882, Alfonso Bertillón publicó una tesis sobre el retrato hablado. Radicó
en una descripción detallada de algunos caracteres cromáticos y
morfológicos del individuo.

Alfonso Bertillón creó en París el Servicio de Identificación


Judicial en 1882, dado a conocer en 1885 y se adoptó de forma
oficial en 1888. Este método antropométrico se basaba en el
registro de las diferentes características óseas métricas y
cromáticas de las personas mayores de veintiún años en once
diferentes partes del cuerpo. […] Desde 1884, Bertillón tomó
fotografías de los lugares de los hechos con todos sus indicios.
("Historia de la criminalística", s.f., https://bit.ly/3mA0qLH).

Posteriormente, en 1886, Allan Pinkerton en Chicago, Estados Unidos, colocó


en práctica el método de la fotografía criminal, otra disciplina precursora de
la criminalística para reconocer a los delincuentes, disciplina que luego fue
llamada como fotografía judicial, actualmente denominada fotografía
forense.
Durante el 1870, el Dr. Henry Faulds, cirujano-superintendente
británico del hospital de Tsukiji en Tokio, Japón, tomó el estudio
de "piel-surcos" después de notar marcas en los dedos de las
piezas de cerámica "prehistóricas".

El Dr. Faulds reconoció la importancia de huellas digitales como


medios de la identificación, ideando un método de clasificación.

En 1880, el Dr. Faulds remitió una explicación de su sistema de


clasificación y envió una muestra, de las formas que él había
diseñado, para las impresiones entintadas, grabación de las
huellas dactilares, a sir Charles Darwin. Darwin, de edad
avanzada y mala salud, informó al Dr. Faulds que él no podría
brindarle ninguna ayuda, pero prometió pasar los materiales
recibidos a su primo, Francis Galton.

También en 1880, el Dr. Faulds publicó un artículo en el diario


científico, "Nautre" (Naturaleza). Él explicó que las huellas
digitales se podrían utilizar como “los medios identificación
personal”, y el uso de la tinta de las impresoras, como método
para obtener tales huellas digitales. ("La historia de las huellas
digitales", s.f., http://bit.ly/3aBgNFx).
Sir Francis Galton, antropólogo británico y primo de Charles
Darwin, comenzó sus investigaciones, sobre las huellas digitales
como medio de identificación en 1880. En 1892, publicó su libro
Huellas digitales, estableciendo la individualidad y personalidad,
de huellas digitales. El libro incluyó el primer sistema de
clasificación para las huellas digitales.

El mayor interés de Galton sobre las huellas digitales estaba


basado en la ayuda para la determinación de la herencia y
orígenes de razas. Al poco tiempo descubrió que las huellas
digitales no ofrecían ninguna pista firme, para determinar la
inteligencia o la historia genética de un individuo; sí pudo afirmar
que las huellas digitales no cambian en el transcurso de la vida
de un individuo, y que la posibilidad de encontrar dos huellas
digitales exactamente iguales era imposible. Según sus
cálculos, las probabilidades de dos huellas digitales individuales
iguales eran 1 en 64 000 millones.

Galton identificó las características por las cuales las huellas


digitales pueden ser identificadas. Estas mismas características
(minucias) básicamente todavía están en uso hoy y se refieren a
menudo como detalles de Galton.

En 1891, Juan Vucetich, funcionario de la Policía de Argentina,


comenzó con los primeros archivos de huellas digitales, basados
en los tipos del patrón de Galton. Al principio, Vucetich incluyó el
sistema de Bertillón con los archivos.

En 1892, Juan Vucetich hizo la primera identificación criminal


con la huella digital. Él pudo identificar a una mujer de apellido
Rojas, que había asesinado a sus dos hijos y cortado su propia
garganta en una tentativa de culpar a otra persona.

En 1901 comenzaron a utilizar las huellas digitales para la


identificación criminal en Inglaterra y el país de Gales, usando
las observaciones de Galton, evaluadas por sir Edward Richard
Henry.

Así comenzó el sistema de clasificación de sir Edward Richard


Henry, usado hoy por los ingleses.

En 1902 comenzó el uso sistemático de huellas digitales en los


Estados Unidos por la Comisión de la función pública de New
York.

El Dr. Henry P. De Forrest inicia el uso de la huella dactilar de los


Estados Unidos.

En 1903, el sistema penitenciario del estado de Nueva York


comenzó el primer uso sistemático de huellas digitales en los
Estados Unidos para los criminales.
En 1904, la identificación por huellas digitales comenzó a
utilizarse en la Federal Penitentiary Leavenworth, en Kansas, en
el departamento de Policía de St. Louis, asistidos por un
sargento de la Policía británica.

En 1905, comienza el uso de las huellas digitales en el ejército


de los EE. UU. Dos años más tarde, la marina de los Estados
Unidos comenzaba también con el uso de las huellas dactilares
y, a partir de ese año, 1907, durante los próximos 25 años, más
agencias de seguridad y estado fueron incorporando el uso de
huellas digitales como medios de la identificación personal.
Muchas de estas agencias comenzaron a enviar las copias de
las huellas digitales a la Oficina Nacional de Identificación
Criminal, que fue establecida por la Asociación Internacional de
Jefaturas de Policía.

En 1918, el Sr. Edmond Locard escribió que si doce puntos


(detalles de Galton - Minucias) fueran iguales, entre dos huellas
digitales, sería suficiente como identificación positiva. De ahí
nace el número requerido de puntos necesarios para una
identificación positiva. Algunos países han fijado sus propios
estándares, que incluyen un número mínimo de puntos, pero no
en los Estados Unidos.

En 1924, en una ley del Congreso, se aprobó la división de


identificación del FBI a través de la huella digital, formando el
primer archivo de huellas dactilares de los EE. UU.

Antes de 1946, el FBI había procesado 100 millones de tarjetas


de huellas digitales en archivos manualmente mantenidos; y
antes de 1971, 200 millones de tarjetas.

Con la introducción de la tecnología de AFIS, los archivos fueron


clasificados en archivos criminales automatizados, de 25 a 30
millones de huellas dactilares y los archivos civiles eran
mantenidos manualmente. ("La historia de las huellas digitales",
s.f., http://bit.ly/3aBgNFx).

El primer caso sobre la interpretación de patrones hemáticos


mediante insectos

Si nos trasladamos a la China del siglo XIII, encontraremos el


primer caso en el que se utilizó la entomología forense para
resolver un caso de asesinato. En 1235 el chino Sung Tz’u (no
confundir con Sun Tzu, el general, estratega militar, filósofo y
autor del libro El arte de la guerra) escribió el libro The Washing
Away of Wrongs (El lavado de los agravios) sobre
investigaciones forenses sobre cómo examinar el cuerpo y la
escena del crimen, determinar las causas de la muerte… y se
detalla el primer caso de entomología forense aplicada para
resolver un caso:
Un buen día apareció un campesino muerto en un arrozal y,
como suele ocurrir en estos casos, nadie sabía nada. Cuando el
magistrado local comprobó el cuerpo, pudo determinar que el
arma homicida había sido una hoz como las que utilizaban para
recolectar el arroz. Reunió a todos los campesinos del pueblo,
los puso en fila y les ordenó que todos pusiesen en el suelo y
junto a ellos su hoz. Al cabo de un rato, señaló a uno de los
campesinos como culpable del crimen… Sobre su hoz estaban
revoloteando las moscas. Aunque las hoces estaban todas
limpias, las moscas se sintieron atraídas por los restos de
sangre que ya sabemos, por la serie, que es muy difícil de
limpiar. (Sanz, 2012, http://goo.gl/Pml91K).

Autores nacionales y extranjeros

Fue el comisario Juan Vucetich, creador del Sistema Dactiloscópico


Argentino en 1891, quien dio importancia tanto a las ciencias forenses como
a la papiloscopía, con la resolución del caso Francisco Rojas.

Nacido en la isla de Hvar, conocida como Lesina en italiano, hoy


Croacia y en ese momento parte del Imperio austríaco, el 20 de
julio de 1858, y fallecido a los 66 años en Dolores, provincia de
Buenos Aires, Argentina, el 25 de enero de 1925, 95 años atrás,
Iván Vucetich, castellanizado como Juan Vucetich Kovacevich,
fue un hombre clave para la sociedad contemporánea al diseñar
el moderno sistema de identificación de personas por vía de las
huellas dactilares.

De profesión antropólogo, aunque se desconocen sus estudios,


llegó a la Argentina a los 23 años de edad en 1882. En 1888, ya
habiendo obtenido la ciudadanía argentina, ingresó como
empleado de contaduría en el Departamento Central de la
Policía de la provincia de Buenos Aires en la ciudad de La Plata.

Rápidamente desarrolló una importante carrera que luego de un


año y medio como contable, calificado como “meritorio”, pasó a
ser el jefe de la Oficina de Estadísticas, lugar desde el cual fue el
creador de la Oficina de Identificación Antropométrica y más
tarde del Centro de Dactiloscopía, en el que se desempeñara
como director.

En realidad, Vucetich no fue el creador de la dactiloscopía, pero


sí quién profundizara los estudios y los hiciera universalizar.

[…]

Galton propuso 40 rasgos a tener en cuenta en tanto que


Vucetich trabajó sobre 101 aunque finalmente los redujo a los
cuatro principales: los arcos, las presillas internas, las presillas
externas y los verticilos. Por último, todo ello fue
exhaustivamente precisado cuando en 1894 publicará
sus Instrucciones generales para el sistema antropométrico e
impresiones digitales, las que fueron ampliadas en 1904 cuando
en el Segundo Congreso Médico de Buenos Aires presentará su
obra Dactiloscopia comparada que fuera traducida a varios
idiomas y le hiciera recibir diversas distinciones a nivel
internacional.

A lo largo de los años de implementación se han realizado


importantes cambios en lo que hace a los sistemas de archivo,
comparación e implementación, pero, sin embargo, la
identificación de las huellas dactilares se mantiene con base en
los cuatro rasgos fundamentales determinados por Vucetich en
su momento.

[…]

Dicho sistema originalmente que fuese denominado


“icnofalangometría” fue incorporado también oficialmente por la
Policía de la capital, luego devenida en la Policía Federal
Argentina, en 1905. Por su parte la Academia de Ciencias de
París, en 1907, hizo saber al mundo que el método Vucetich era
el más preciso conocido hasta entonces. ("Quién fue Juan
Vucetich, clave en el diseño del sistema de identificación de
huellas dactilares", 2020, http://bit.ly/3rlRxJA).
El caso Francisca Rojas

El caso de Francisca Rojas en 1892 en Necochea significó un


antes y un después de la prueba irrefutable. La mujer que había
acusado a su compadre de intentar matarla y de haber
degollado a sus hijos de 4 y 6 años, había dejado sus huellas con
sangre en una ventana. Las descubrió un inspector que liberó al
inocente y comprobó con la prueba dactilar llevada a cabo por
Juan Vucetich, que Francisca había degollado a sus propios
hijos.

El 30 de junio de 1892 en la casa de los Caraballo, en el cuartel


tercero de Necochea, tuvo lugar un doble crimen que marcaría
un antes y un después en la investigación criminal.

Ese día fueron hallados en la habitación matrimonial Francisca


Rojas y sus dos hijos, Feliza (4) y Ponciano (6), con cortes en el
cuello. Los niños habían sido degollados y murieron a partir de
una "hemorragia fulminante", mientras ella quedó moribunda.

Cuando el dueño de casa, Ponciano Caraballo, junto a su vecino


y compadre, Ramón Velázquez, rompieron la puerta,
encontraron a Francisca y sus hijos tendidos sobre la cama.
La mujer recibió asistencia médica y al quedar a salvo, señaló a
Velázquez como el asesino. Dijo que había degollado a sus
pequeños y lo acusó de intentar matarla porque no le quiso
entregar a los niños para llevárselos a Caraballo. Incluso
denunció que Velázquez le había pegado con una pala en la
espalda, para quedar en estado de postración. Con esa simple
declaración, la Policía de Necochea mandó a detener a
Velázquez, un hombre de campo.

Él se desligó del hecho, dijo una y otra vez que solo había ido a la
vivienda para ayudar a Caraballo a abrir la puerta. Fue sometido
a interrogatorios y hasta fue torturado para que hablase, pero
siempre se mantuvo en la misma posición.

Incluso dicen que una noche un policía hasta se disfrazó de


fantasma para asustarlo en la celda en busca de una confesión.
Si hasta lo hacían dormir frente a los cadáveres de los niños
para que dijese algo. Pero Velázquez siguió diciendo que él no
tenía nada que ver.

La Policía contaba con testimonios que sostenían que Francisca


había ido a la casa de Velázquez y protagonizado una pelea con
su mujer, lo que para ellos era "el impulso" del hecho. Pero un día
el acusado le hizo reproches a Francisca y la mujer comenzó a
insultarlo y a contradecirse.
El jefe de Policía, Guillermo Nunes, ya para ese entonces había
dispuesto que el inspector Eduardo Álvarez interviniese en el
hecho y llevase claridad ante la falta de pruebas. El médico que
diagnosticó a Francisca dijo que los golpes que la mujer decía
tener en la espalda no existían.

Álvarez por carta le comentó a Nunes lo que él presumía e intuía


desde un principio. Ante todo, la incapacidad de los policías de
Necochea. Hizo análisis y comparaciones. Dijo que la habitación
donde se cometió el hecho, por ejemplo, se hallaba cerrada por
dentro y que para sujetar o trancar la puerta, se había utilizado
una pala de puntear ―la que había dejado señales en el piso y
en la puerta a la altura del mango―. También le llamó la
atención que un hombre de campo usara un cuchillo ajeno
―como dijo la mujer― y no el que siempre lleva en la cintura.
Uno de los indicios relevantes que habían pasado por alto en las
primeras medidas los policías locales y no Álvarez, era que las
manchas de sangre que se notaban en la ventana del interior y
en la puerta correspondían a una mano chica, y no a la del
acusado.

"Un trapo hallado en inmediaciones del pozo con señales


evidentes de haberse limpiado en él las manos, y oculto en unas
matas de pasto, se ha constatado que fue con el que se secó las
manos Francisca después de haber degollado a sus hijos,
saliendo por la ventana que da al sud y yendo a lavárselas en la
cocina", dijo el inspector. Al salir por la ventana, Francisca había
dejado sus huellas con sangre.

"A fin de que puedan practicarse las diligencias conducentes a la


aplicación o conocimiento de lo que pueda importar el estudio
de las impresiones digitales, he traído dos pedazos de madera
donde se notan señales de los dedos y en una tarjeta las
impresiones de los de Ramón Velázquez y la mujer Francisca
Rojas", elevó Álvarez a su jefe. Los trozos de madera y las
huellas fueron enviadas a La Plata a la oficina de
Identificaciones de Juan Vucetich. ("El filicidio de Francisca
Rojas que dio inicio a la dactiloscopía", 2016,
http://bit.ly/2KPElvK).

Figura 7: La ficha dactilar de Francisca Rojas que consagró al sistema de


identificación de personas creado por Juan Vucetich
Fuente: [Imagen sin título sobre la ficha dactilar de Francisca Rojas]. (s.f.). Recuperada de
http://bit.ly/2KPElvK

Métodos modernos de identificación

En el siglo XIX no solo se estableció el uso de la papiloscopía, sino también


otros métodos, como los siguientes:

Identificación humana a través de la voz: es el reconocimiento


aural-espectrográfico. Mediante tecnología informática y
aplicaciones de la física, el sonido de una voz humana puede ser
identificado.
Identificación humana a través del olor: mediante la odorología
forense, los canes de rastreo buscan a personas o relacionan
mediante el olfato los indicios biológicos, permitiendo su
localización.

Identificación dentaria: mediante el sistema odontológico, es


posible establecer la identidad de personas tanto vivas (por las
improntas dejadas en mordeduras) como muertas (que por su
estado imposibilitan su reconocimiento mediante otros métodos
científicos).

Biometría: se emplea en la identificación física humana aplicando


mediciones de partes anatómicas o realizando dibujos de formatos
geométricos en diversos órganos, como los ojos, o bien por la red
venosa arterial. En la actualidad, es considerado un método seguro
y se lo utiliza cada vez más.

Uso del ADN forense en la resolución de casos criminales

En 1985, el profesor Alec Jeffreys de la Universidad de Leicester


descubrió que cada persona llevaba una huella genética en su
ADN (ADN residual). Este descubrimiento fue probado por
primera vez en un caso de inmigración; un año después, los
perfiles de ADN se utilizaron en un caso criminal, un doble
homicidio en Inglaterra, y ayudaron a probar la inocencia de un
hombre que le dio a la policía una confesión falsa. El ADN
obtenido de las escenas de crímenes en 1983 y 1986 probó que
el mismo hombre violó y mató a dos jóvenes. Con el ADN del
asesino en archivo y la nueva disposición de tecnología para
luchar contra el crimen, la policía recolectó muestras de sangre
de más de 5000 hombres en la comunidad. El asesino
eventualmente fue atrapado. En los Estados Unidos, en 1987, un
violador en Florida fue la primera persona condenada a través
del uso de evidencia de ADN. (Guffey, 2017,
http://bit.ly/3pgaOKC).

El uso del ADN ha tenido múltiples aciertos a la hora de colaborar con la


justicia, ya sea para obtener una prueba contundente y así juzgar a un
criminal, como también para demostrar la inocencia de una persona. Esta
práctica de laboratorio es mundialmente conocida y utilizada.

Actualidad forense

Las ciencias forenses han evolucionado enormemente y es la ley quien las


solicita de manera constante al momento de las intervenciones policiales o
mediante las fiscalías de instrucción, incluso las de juicio, cuando preparan
las pruebas para ser expuesta en los juicios orales.
La ciencia forense, al servicio de la ley, auxilia a la justicia y permite resolver
cuestiones entre personas, otorgar sentencias y liberar a inocentes.

Si bien en un comienzo fue patrimonio de la medicina legal ante situaciones


de muertes violentas, hoy en día el trabajo interdisciplinario es fundamental
si se quiere esclarecer un crimen y apresar a los culpables. Es necesario
efectuar gabinetes de trabajo, donde cada especialista exponga sus
apreciaciones profesionales según la tarea que haya llevado a cabo; incluso
se pueden realizar interconsultas con otros especialistas.

Los grandes científicos forenses han permitido resolver casos con sus
aportes y también han suscitado el interés del mundo, incluso en la televisión
y el cine.

En los últimos años, las carreras forenses han crecido considerablemente,


como las tecnicaturas o la licenciatura en Criminalística. Cada vez más
jóvenes son atraídos por las ciencias forenses. Es preocupante, sin embargo,
la excesiva mediatización. Actualmente, de un caso criminal se realiza un
reality show, sin importar el sufrimiento humano ni la divulgación de
imágenes y situaciones privadas. Asimismo, los casos de trascendencia
pública han servido como mecanismos de cambio, ya que situaciones
anteriores han dado resultados nefastos; existe una conciencia pública y de
las instituciones de que es necesario preservar la escena del crimen a fin de
obtener resultados y administrar justicia.

C O NT I NU A R
Lección 3 de 4

Referencias

Bertrand, J. (s.f.). Ambroise Paré et l’Examen d’malade. Musée Charles de


Bruyères a Remiremont. Recuperado de
https://franciscojaviertostado.com/2014/12/03/el-descubrimiento-de-
ambroise-pare/

Criminalística y criminología. (2015). Recuperado de


http://criminologiaycriminalisticamex.blogspot.com/2015/11/resumen-
historico-de-la-criminalistica.html

El filicidio de Francisca Rojas que dio inicio a la dactiloscopia. (2016).


Recuperado de https://www.elpatagonico.com/el-felicidio-francisca-rojas-
que-dio-inicio-la-dactiloscopia-n1517918

Guffey, M. L. (2017). Recuperado de


https://www.ehowenespanol.com/historia-pruebas-adn-casos-criminales-
sobre_178300/

Historia de la balística forense. (2016). Recuperado de alvaro-


tohe.blogspot.com/2016/02/historia-de-la-balistica-forense.html
Historia de la criminalística. (s.f.). Recuperado de
https://sites.google.com/site/militarcriminalistica/home/historia-de-la-
criminalistica?
tmpl=%2Fsystem%2Fapp%2Ftemplates%2Fprint%2F&showPrintDialog=1

Imagen sin título sobre el investigador. (s.f.). Recuperada de


http://estacionlenguayliteratura.blogspot.com/2016/05/historia-del-genero-
policial.html

Imagen sin título sobre elementos de la criminalística. (s.f.). Recuperada de


http://blogcriminalistico.blogspot.com/2013/07/breve-resumen-de-los-
antecedentes.html

Imagen sin título sobre Hans Gross. (s.f.). Recuperada de


https://cecacyc.blogspot.com/2017/03/el-padre-de-la-criminalistica.html

Imagen sin título sobre la ficha dactilar de Francisca Rojas. (s.f.).


Recuperada de https://www.elpatagonico.com/el-felicidio-francisca-rojas-
que-dio-inicio-la-dactiloscopia-n1517918

Imagen sin título sobre los Bow Street Runners. (s.f.). Recuperada de alvaro-
tohe.blogspot.com/2016/02/historia-de-la-balistica-forense.html

Imagen sin título sobre Mateu Josep Bonaventura Orfila. (s.f.). Recuperada
de https://es.wikipedia.org/wiki/Mateo_Orfila
Introducción a la criminalística. (2009). Recuperado de http://passi-
gendarmeria.blogspot.com/2009/04/introduccion-la-criminalistica-1.html

Moreno, R. (1977). Manual de Introducción a la Criminalística. Editorial


Porrúa, México.

La historia de las huellas digitales. (s.f.). Recuperado de


http://www.tekhnosur.com/index.php?
option=com_content&view=article&id=118:la-historia-de-las-huellas-
digitales&catid=2:noticias&Itemid=11

Quién fue Juan Vucetich, clave en el diseño del sistema de identificación de


huellas dactilares. (2020). Recuperado de
https://www.baraderoteinforma.com.ar/quien-fue-juan-vucetich-clave-en-el-
diseno-del-sistema-de-identificacion-de-huellas-dactilares/

Sanz, J. (2012). El chino Sung Tz’u, el primer CSI de la historia. Recuperado


de https://historiasdelahistoria.com/2012/02/28/el-chino-sung-tzu-el-primer-
csi-de-la-historia-siglo-xiii

Varela, E. (2017). Resumen histórico de la criminalística. Recuperado de


https://aquisehabladerecho.com/2017/04/22/resumen-historico-de-la-
criminalistica/

C O NT I NU A R
Lección 4 de 4

Revisión del módulo

Hasta acá aprendimos

La criminalística como ciencia



La criminalística es la ciencia que se encuentra al servicio de la justicia para el
esclarecimiento de hechos delictivos. Para ello, se vale de métodos científicos
y del aporte de otras ciencias y técnicas aplicadas a la investigación.

Métodos, principios e interrogantes



La criminalística aplica siete principios fundamentales. Estos ayudan a
conocer al o los responsables de los actos delictivos y derivan en una
dinámica que acerca más a resolver cómo en realidad sucedió el hecho que
se está investigando.

Diferencia con la criminología



Mientras la criminalística se ocupa de determinar en qué forma se cometió
un delito o quién fue el culpable, la criminología se encarga del estudio del
fenómeno criminal con el objetivo de entender las causas y sus formas de
manifestación.

Las corrientes científicas. Autores nacionales y extranjeros



La aplicación de los conocimientos científicos para la investigación de los
delitos viene de tiempos muy remotos. La criminalística atravesó por diversas
etapas, y numerosos autores fueron aportando sus valiosas contribuciones,
haciendo de esta ciencia la principal aliada de la justicia.

C O NT I NU A R

También podría gustarte