Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En 1809 el célebre delincuente francés Vidocq fue incluido en las filas de la policía francesa y pronto se
convirtió en el primer director de la Seguridad Nacional (Surete Nacionale). Incluyó multitud de avances en
el campo de la investigación criminal. A él se le atribuye el registro y creación de expedientes con las
pesquisas de los casos y la introducción de los estudios de balística. Fue el primero en utilizar moldes para
recoger huellas de la escena del crimen, definiendo la lofoscopia. Sus técnicas antropometricas tendrían
gran repercusión
En 1823 un tratado escrito por anatomista, fisiólogo y botánico checo
Jan Evangelita Purkyne describe los tipos de huellas dactilares, que
clasificó en 9 grupos. En ese mismo año, Huschke descubrió los
relieves triangulares conocidos como "deltas" de las huellas dactilares
de los dedos. En 1835 aparece otro de los precursores de la balística,
Henry Goddard. En 1840 nace la Toxicología con el médico español
Mateo Orfila.
Es la ciencia que estudia los efectos de las toxinas o venenos
vegetales, animales y minerales tanto como tratamiento curativo o
como intoxicación dañina. El aporte de esta ciencia a la reconstrucción
de asesinatos, homicidios y suicidios es enorme. William Herschel, en
1858, adoptó el uso de las impresiones dactilares para evitar la
suplantación.
Alfonso Bertillon creó en Paris el Servicio de Identificación Judicial
en1882, dado a conocer en 1885 y adoptado de forma oficial en
1888. Este método antropométrico se basaba en el registro y
medición de las diferentes características óseas y cromáticas de las
personas mayores de 21 años en 11 diferentes partes del cuerpo.
En esa época Bertillón publicó una tesis sobre el retrato hablado.
Desde 1884, Bertillón tomó fotografías de los lugares de los hechos
con todos sus indicios. Pero fue en 1886 cuando Allan Pinkerton,
dueño de la agencia de detectives más grande del mundo, adoptó la
fotografía criminal para reconocer a los delincuentes. En Londres,
Sir Francis Galton (1885) instaló los fundamentos para la solución
del problema que representaba hacer una clasificación de las
impresiones dactilares. En 1905 modificará su sistema citado
en Fingerprint Directories.
En 1896 Juan Vucetich logró que la Policía de la Provincia de Buenos Aires (en la
ciudad de la Plata), Argentina, dejara de utilizar el método antropométrico de
Bertillón y redujo a cuatro los tipos fundamentales en dactiloscopia, determinados
por la presencia o ausencia de los deltas.
Ottrolengni y Alongi, en 1899 fundaron una revista llamada Polizia Scientifica.
Lombroso, Ferri y Alongi solicitaron una Policía Judicial Científica en Italia.
El más ilustre y distinguido criminalista de todos los tiempos es Hans Gross (1847-
1915) y se le considera padre de la criminalística. A él se debe la generalización del
término criminalística con el que se refería al «análisis sistemático de las huellas
dejadas por el culpable». Ejerció el cargo de magistrado y fue profesor de Derecho
penal en las universidades de Czernowitz y Graz. La elaboración del Manual del
juez como sistema de criminalística le llevó 20 años de experiencias e intensos
trabajos. En 1912 inauguró el "Real e Imperial Instituto de Criminología de la
Universidad de Graz", único a escala mundial. Los resultados de su trabajo fueron
determinantes hasta bien entrado el siglo XX y su método científico, conocido bajo
el nombre de "escuela criminológica de Graz", le hizo famoso en todo el mundo
En México, el profesor Carlos Raumagnac escribía en 1904 los primeros
fundamentos de Antropología Criminal. En España Constancio Bernardo de Quirós
redujo a tres las fases de formación y evolución de la policía científica en 1908. En
enero de 1920, el profesor Benjamín Martínez fundó en la Ciudad de México el
gabinete de identificación y el laboratorio de criminalística en la entonces jefatura
de Policía del Distrito Federal. En 1928 el criminalista francés Edmon Locard
enunció el "Principio de intercambio de Locard", que dice que «siempre que dos
objetos entran en contacto transfieren parte del material que incorporan al otro
objeto».
Este principio de transferencia ha permitido obtener indicios relevantes en
numerosos lugares, desde huellas en el barro o sus restos en neumáticos y
calzado, hasta huellas dactilares o restos en las uñas. En 1935, Carlos
Roumagnac , Benjamín Martínez, Fernando Beltrán y otros crearon una escuela
para policías en la que se enseñaba criminalística. En 1938, el Dr. José Gómez
Robleda implantó la aplicación de la criminalística en la Procuraduría General de
Justicia del D. F.
Aunque se trata de una disciplina autónoma, es común que eche
mano a prácticas y saberes provenientes de las ciencias naturales
y de muchas otras disciplinas técnicas. Como campo de estudio
formal, la criminalística nació alrededor del siglo XVII, de la
mano de la medicina forense, pues los médicos comenzaron a
asistir en la investigación de los casos de homicidio o
de violencia física, aportando sus saberes especializados.
Para ese momento, ya existía la medicina legal, creada en
1575 para asistir la resolución de conflictos legales
mediante el saber médico, y la dactiloscopia, surgida
alrededor de 1665, que es el estudio de las impresiones
dejadas por las huellas digitales. De la mano de la
criminalística, muchas de estas disciplinas florecieron y
aportaron saberes vitales para la comprensión y resolución
del delito.
Para ello, fue clave la incorporación, durante el
siglo XIX, de famosos delincuentes a las filas de la
policía en Europa, como fue el caso del célebre
Eugene Francois Vidocq (1775-1857). Este último
fue el primero en proponer estudios de balística para
resolver un homicidio, y el primero en utilizar
moldes para captar las huellas en la escena del
crimen.
Sin embargo, el más destacado criminalista de todos los
tiempos fue el austríaco Hans Gross (1847-1915), a quien
se le considera como el padre de esta disciplina, y
fundador de un método científico conocido como la
“escuela criminológica de Graz”, dado que fue también
miembro fundador en 1912 del Real e Imperial Instituto
de Criminología de la Universidad de Graz, en Austria.
Deferencias entre la Criminología y la
Criminalística
Aunque es frecuente confundir estos dos términos, es un error pensar
que son similares ya que la criminología forense se centra en las
razones de los asesinatos y la criminalística lo hace en el proceso de
investigación.
A menudo se identifica criminología con criminalística o viceversa,
pero ¿se encargan de lo mismo? ¿Tiene las mismas salidas
profesionales la criminología y la criminalística? Hoy vamos a intentar
poner un poco de luz a algunas de las sombras que hay sobre este
tema.
En qué se parecen criminología y
criminalística
• No hay que confundir criminología y criminalística, puesto que la primera
se centra en el porqué o la razón de los asesinatos y la segunda en el
cómo, es decir, la investigación en sí. Así pues, como puedes comprobar,
no tienen nada que ver la una con la otra.
• Se podría decir que la criminalística es una de las ramas de la criminología,
ya que la criminología es un concepto más amplio en el que se engloban
las causas y las formas de manifestación, entre otras, del fenómeno
criminal. Por su parte, la criminalística se encarga del hecho exacto, ya
que intenta averiguar o dar respuesta a interrogantes como quién o cómo
ha cometido el delito. En definitiva, el estudio de la conducta desviada
contra las evidencias físicas del delito.
Cuáles son las diferencias entre
criminología y criminalística
• Si no tienen nada que ver la única con la otra, ¿cuáles son las
principales diferencias entre criminología y criminalística? En primer
lugar, la criminalística se ocupa fundamentalmente de determinar
en qué forma se cometió un delito o quién fue el culpable de
cometer dicho delito.
• Dentro de esta práctica se encuentran aplicaciones clásicas tales
como la fotografía, la balística, la huellografía o la dactiloscopia,
entre otras. Es decir, los estudios criminalísticos se apoyan en
métodos y técnicas propias de trabajo que se pueden encontrar en
distintas disciplinas, labores periciales e incluso ciencias auxiliares.
Mientras tanto, la criminología es una disciplina que se encarga del estudio
del fenómeno criminal con el objetivo de entender las causas y sus
formas de manifestación. En la criminología nuestros alumnos de ESERP
aprenden a tener en cuenta factores como la sociología, la psicología o la
antropología social, las cuales se emplean para el marco conceptual que
delimita el derecho penal.
Sin duda el “Libro Investigación Criminal” y el “Manual del Juez” escritos por Hans
Gross (1891 – 1892), fueron los documentos que revolucionaron la investigación
científica, pues tuvo un impacto importante en los países de habla alemana, y luego
traducidos a varios idiomas. La obra el Manual del Juez, reunió los métodos de
investigación policial, a quien Gross denominó criminalística, y las puso en un
contexto para que la policía pudiera entenderlas, sirviendo de base sólida para que
muchas personas se involucraran en este interesante campo de investigación
técnico científica.
Actualmente, el Dr. Rafael Moreno Gonzales, sostiene que
las modernas técnicas criminalísticas y forenses están
basadas en logros científicos que son en su totalidad
valiosos auxiliares del “método criminalístico”, a través de
la observación y experimentación se logra una verificación
de los hechos, constituyéndose en un verdadero aporte en
el proceso de investigación judicial.