Está en la página 1de 1

ONTOLOGÍA

En esta redacción se nos pide analizar la ontología platónica, en la que se distinguen dos
grados de realidad según Platón. Para ello, nos plantearemos las siguientes cuestiones: ¿Qué
son las Ideas?¿Cuáles son los grados de realidad?¿En qué consiste la realidad sensible?¿Y la
inteligible?

La teoría de las Ideas afirma la existencia de ciertas realidades inmateriales, únicas e


inmutables, no accesibles a los sentidos pero sí a la inteligencia. Las Ideas son el modelo
perfecto que las cosas sensibles copian o imitan de manera imperfecta, al igual que una
sombra copia o imita el objeto que la produce. Las cosas sensibles constituyen su esencia, es
decir, aquello que hace que una cosa sea lo que es y que se halla presente en todos los
individuos de su misma clase o género.

Para Platón lo auténticamente real se identifica con lo estable, lo que no cambia. Por eso
Platón distingue dos grados de realidad (dualismo ontológico). Por una parte se encuentra el
mundo visible, el cual es el mundo del devenir y de la multiplicidad. Representa un nivel
inferior de la realidad y se trata de la esfera de los objetos que percibimos a través de los
sentidos. El devenir es una forma de realidad intermedia entre el ser y la nada. Por otra parte
se encuentra el mundo inteligible, el cual es el mundo del ser, de lo estable, de lo eterno y
permanente, por tanto es el nivel superior de realidad. Se trata de una esfera de realidades
inmateriales, eternas, perfectas, idénticas e inmutables, además son ocultas a la vista pero
accesibles a la inteligencia. Es un mundo trascendente. Hallamos dos tipos de realidades: las
Ideas y los objetos matemáticos. En la cima de las Ideas se encuentra la Ideas suprema de
Bien, de la cual participan todas las restantes Ideas. En el mito de la caverna, el mundo
sensible representa el interior de la caverna, mientras que el mundo inteligible hace referencia
al exterior de la caverna.

Platón explica la formación del mundo sensible mediante el mito del Demiurgo para referirse
a una Inteligencia suprema de carácter divino que ha fabricado el mundo sensible, tomando
como modelo el mundo de las Ideas eternas y perfectas. El Demiurgo ha plasmado ese
modelo en una materia preexistente, caótica y amorfa. Con esto Platón quiere darnos a
entender que todo lo bello, bueno y armónico del mundo sensible se debe al hecho de que
imita, aunque imperfectamente, el orden supremo del mundo de las Ideas. Por esta razón, las
cosas sensibles dependen ontológicamente de las Ideas.

En conclusión, como hemos podido ver en esta redacción, Platón defiende un dualismo
ontológico en el que diferencia dos grados de realidad: la realidad sensible y la realidad
inteligible, así pues, afirma que las cosas sensibles copian o imitan las Ideas.

También podría gustarte