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Un caso clínico de una quemadura de tercer grado podría ser el siguiente:

Paciente masculino de 35 años ingresó al servicio de urgencias luego de sufrir un accidente en su


hogar. Presenta una quemadura extensa en el brazo izquierdo, abdomen y pierna derecha, con
características de una quemadura de tercer grado. La quemadura se produjo al intentar apagar un
incendio en la cocina. La piel está carbonizada y seca, con áreas de necrosis evidentes. El paciente
refiere intensa sensación de dolor y falta de sensibilidad en las zonas afectadas. Se inicia manejo
con analgesia intravenosa y se procede a evaluar la necesidad de intervención quirúrgica para
desbridar las áreas afectadas y realizar injertos de piel, con seguimiento estrecho para prevenir
complicaciones como infecciones y cicatrices deformantes.

La regla del 9 se utiliza para estimar el área de superficie corporal quemada en adultos. Aquí tienes
un ejemplo de cómo aplicarla en un caso clínico de quemadura de tercer grado:

Supongamos que un paciente adulto tiene una quemadura de tercer grado en la parte superior del
brazo izquierdo, que abarca toda la superficie del brazo desde el hombro hasta el codo. Usando la
regla del 9, el brazo representa aproximadamente el 9% del área total del cuerpo.

1. Primero, determinamos el área de superficie corporal total quemada utilizando la regla del
9. Si el brazo representa el 9%, entonces multiplicamos 9% por 2 (ya que hay dos brazos en
el cuerpo), lo que da un total del 18%.

2. Dado que la quemadura de tercer grado cubre toda la parte superior del brazo izquierdo,
estimamos que el 18% del área total del cuerpo del paciente está quemada.

3. Después, el médico puede usar esta estimación para determinar el tratamiento adecuado,
como la administración de líquidos intravenosos para prevenir la deshidratación y la
evaluación de la necesidad de injertos de piel u otras intervenciones quirúrgicas.

Es importante recordar que este método proporciona solo una estimación inicial y que otros
factores, como la profundidad de la quemadura y la edad del paciente, también deben
considerarse en la evaluación y el tratamiento de las quemaduras.
Para calcular los requerimientos de líquidos en un paciente con quemaduras de tercer grado, se
utiliza la regla de Wallace. Esta regla establece que durante las primeras 24 horas después de la
quemadura, se debe administrar líquido de mantenimiento más una cantidad adicional
dependiendo de la extensión de la superficie corporal quemada.

Por ejemplo, supongamos que tenemos un paciente de 30 años con quemaduras de tercer grado
en el 30% de su superficie corporal. Utilizando la fórmula de Wallace, podemos calcular la cantidad
total de líquido requerido:

1. Líquido de mantenimiento:

- 30 ml/kg para los primeros 10 kg de peso corporal

- 20 ml/kg para los siguientes 10 kg de peso corporal

- 15 ml/kg para el peso corporal restante

Supongamos que el paciente pesa 70 kg:

- 10 kg * 30 ml/kg = 300 ml

- 10 kg * 20 ml/kg = 200 ml

- 50 kg * 15 ml/kg = 750 ml

Total de líquido de mantenimiento = 1250 ml

2. Añadir líquido adicional por la quemadura:

- 30% de quemaduras de tercer grado en 70 kg de peso corporal = 21 kg de área quemada

- 4 ml/kg/% de superficie corporal quemada

21 kg * 4 ml/kg/% = 84 ml/%

30% * 84 ml/% = 2520 ml


Total de líquido adicional por quemadura = 2520 ml

Sumando el líquido de mantenimiento y el líquido adicional por quemadura:

1250 ml (líquido de mantenimiento) + 2520 ml (líquido adicional por quemadura) = 3770 ml

Por lo tanto, el paciente requeriría aproximadamente 3770 ml de líquidos en las primeras 24 horas
después de la quemadura. Es importante ajustar este cálculo según la condición clínica del
paciente y la evaluación médica continua.

Para un caso clínico de una quemadura de tercer grado, se aplicaría una solución de Ringer lactato
o solución salina normal para irrigación inicial y limpieza de la herida. Estas soluciones ayudarían a
limpiar la herida y prevenir la infección. Sin embargo, es importante destacar que las quemaduras
de tercer grado son lesiones graves que requieren atención médica inmediata y pueden necesitar
tratamiento adicional, como desbridamiento quirúrgico, injertos de piel y cuidados intensivos.

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