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BARRACO AGUIRRE RODOLFO C/UNIVERSIDAD NACIONAL DE CÓRDOBA 11 DE

DICIEMBRE DE 1980 – OBLIGATORIEDAD ACTO


Hechos: Por medio de la Resolución I Nro. 439 (1973) el interventor de la Universidad Nacional de
Córdoba adoptó la medida de designar a Rodolfo Barraco Aguirre vicedirector de la Escuela
Superior de Lenguas, y cesa como vicedirector de la Escuela Superior de Comercio en base al
Art. 58 ley 20.654 (todos los cargos docentes designados por concurso/interino declarados en
comisión) y adujo la necesidad del servicio.

Barraco Aguirre plantea recurso de reconsideración, el cual es rechazado por el interventor y


dispuso su cesantía por abandono de sus funciones s/Art. 20 ley 20654 (Res. I Nro. 869).

Presenta acción judicial y solicita nulidad de ambas resoluciones, y reintegro como vicedirector de
la Escuela Superior de Comercio, también pide que se le abone los haberes caídos.
La Cámara revoca sentencia primera instancia y rechaza demanda porque:

A) La ley 20.654 es aplicable al caso;


B) La comisión es posible a todo cargo;
C) No es contrario a la ley 19.549, ni vulnera el art. 14 bis.

Análisis de la Corte:
1) Es injustificada crítica del apelante.
2) La designación, traslado, remoción de cargos docentes directivos debe ser juzgada por ley
20.654.
3) La resolución Nro. 439 indicó un nuevo destino dentro del ámbito universitario, no hubo una
eliminación de este como funcionario.
4) El actor no acreditó que el nuevo cargo significare una disminución en su jerarquía (cargo) o
asignación.

El acto administrativo es legítimo y por lo tanto Barraco Aguirre debió acatarlo y prestar servicios,
sin perjuicio de los reclamos/recursos a los que se creyere con derechos.
Además, las resoluciones que dictan las Universidades en su orden interno, disciplinario y docente
son propias a ellas y no son susceptibles de revisión judicial, salvo que no se hayan respetado
derechos y garantías de la CN.
La cesantía no fue arbitraria, sino que fue producto del abandono de sus funciones. Por lo que, la
Corte confirma sentencia de Cámara.
PUSTELNIK CARLOS ARNOLDO C/RESOLUCIÓN DEL INTENDENTE MUNICIPAL 7 DE
OCTUBRE DE 1975 - PRESUNCIÓN LEGITIMIDAD ACTO.
Pustelnik fue autorizado a construir un edificio por una resolución de la Secretaría de Obras
Públicas, en el barrio de Palermo Chico de fecha 12/09/1969.
Este permiso fue revocado por decreto 5/1971, solicitando su adecuación a las normas urbanísticas.

La Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, confirmó el decreto ordenando ajustar la


construcción a las normas urbanísticas de Palermo Chico, caso contrario debía ser demolida dicha
construcción; y dijo que la resolución de la Secretaría era irregular e ilegítima.

Análisis de la Corte: La autorización para edificar configuró un acto administrativo con presunción
de legitimidad. La presunción de legitimidad no reviste un carácter absoluto pues cede frente a la
aparición de vicios manifiestos en el acto administrativo. El acto administrativo que no posee
presunción de legitimidad carece de ejecutoriedad.

La invalidez manifiesta de los actos sólo requiere una declaración judicial o administrativa,
pero la invalidez no manifiesta requiere la investigación previa para que sea visible.
Categoría de invalidez:
Acto irregular (nulidad manifiesta): es un acto con vicio grave y manifiesto y que por eso
no tiene presunción de legitimidad. Debe ser calificado inválido por vicio.

Acto regular (nulidad no manifiesta): puede tener vicios pequeños pero tiene cierto grado de
legalidad que lo hace estable y produce la presunción de su legitimidad. La administración pública
no puede revocarlo por ilegitimidad, sino que debe demandar judicialmente o revocar el acto por
razones de mérito, oportunidad o conveniencia, e indemnizar.

La autorización para construir no tenía vicios manifiestos de gravedad judicial suficiente para ser
calificada como acto irregular, es decir que era un acto regular sin vicios en su origen de
ilegitimidad evidente, por eso fue indebidamente calificada de irregular. La ilegitimidad del permiso
para construir no fue evidente para el tribunal, quien pidió informe pericial sobre puntos de índole
fáctica y jurídica urbanísticas.
El pj no puede calificar en forma retroactiva de irregular un acto que es aparentemente válido y
regular al momento de dictarse, porque se estarían desconociendo la presunción de acto
legítimo y regular, hasta que la invalidez sea judicialmente manifestada.

Conclusión: se revocó la sentencia apelada que decía que el decreto municipal 5/1971
revocaba la resolución del secretario de Obras Públicas por ser ilegítima (en ese caso no se
debía indemnización) y se decide que el decreto la revocó por motivos de oportunidad, mérito
o conveniencia (en ese caso sí se debe indemnizar).

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