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R=Una turbina de impulso o de acción es un tipo de turbina utilizada para convertir la energía
cinética del fluido en energía mecánica. A continuación, se presentan algunas de las principales
características de una turbina de impulso o de acción:
Boquillas o toberas: Estas son aberturas especialmente diseñadas en las que el fluido se expande y
acelera, transformando su energía potencial en energía cinética. Las boquillas pueden ser fijas o
ajustables para controlar el flujo y la presión del fluido.
Paletas o álabes: Las turbinas de impulso tienen una serie de paletas o álabes montados en un
rotor. Estas paletas están diseñadas para aprovechar la energía cinética del fluido en movimiento y
convertirla en energía mecánica. Las paletas pueden tener diferentes formas y perfiles para
maximizar la eficiencia de la turbina.
Velocidad de rotación: Las turbinas de impulso suelen operar a altas velocidades de rotación
debido a la alta velocidad del fluido de entrada. Esto implica que se requiere un diseño robusto y
materiales resistentes para soportar las fuerzas centrífugas generadas.
Boquillas o toberas: Las turbinas de reacción están equipadas con boquillas o toberas fijas que
están diseñadas para dirigir y acelerar el flujo de fluido de manera controlada. Estas toberas
transforman la presión del fluido en energía cinética al expandirlo y acelerarlo antes de que
ingrese a los álabes de la turbina.
Álabes o paletas: Las turbinas de reacción cuentan con álabes o paletas montados en un rotor.
Estas paletas están diseñadas con una forma curva y aerodinámica para aprovechar tanto la
energía cinética como la presión del fluido en movimiento. Los álabes están orientados de tal
manera que el fluido actúa sobre ellos, generando una fuerza que hace girar el rotor de la turbina.
Presión constante: A diferencia de las turbinas de impulso, las turbinas de reacción operan a una
presión constante en todo el proceso de expansión del fluido. Esto permite un mayor
aprovechamiento de la energía disponible y una mayor eficiencia en la generación de energía
mecánica.
Turbinas hidroeléctricas de alta capacidad: Estas son turbinas utilizadas en grandes centrales
hidroeléctricas que tienen una capacidad de generación de electricidad significativa. Pueden ser
turbinas de impulso (como la turbina Pelton) o turbinas de reacción (como la turbina Kaplan o la
turbina Francis).
Turbinas de vapor para generación de energía: Estas turbinas son utilizadas en centrales eléctricas
que funcionan con vapor. Pueden ser turbinas de condensación, turbinas de contrapresión o
turbinas de extracción, dependiendo del ciclo de vapor utilizado.
Turbinas de gas: Estas turbinas son utilizadas en plantas de energía de ciclo combinado y en
aplicaciones industriales que requieren una gran capacidad de generación de energía. Funcionan
mediante la expansión de los gases de combustión producidos por la quema de combustibles
fósiles.
Turbinas de vapor para aplicaciones industriales: Estas turbinas se utilizan en diversas aplicaciones
industriales, como plantas de cogeneración, plantas químicas o procesos de producción que
requieren generación de energía.
Turbinas eólicas de pequeña escala: Estas turbinas son utilizadas en aplicaciones de energía eólica
de menor capacidad, como instalaciones residenciales, granjas o comunidades aisladas.
Turbinas de vapor portátiles: Estas turbinas se utilizan en aplicaciones portátiles o móviles, como
generadores de vapor para aplicaciones industriales específicas.
Turbinas de acción: Estas turbinas son también conocidas como turbinas de impulso. El vapor
entra a la turbina y pasa por una serie de toberas o boquillas fijas, llamadas álabes de guía, que
aceleran el vapor y le proporcionan energía cinética. Luego, el vapor impacta las paletas o álabes
móviles de la turbina, causando un cambio en el momento lineal y generando así energía
mecánica.
Turbinas de reacción: En estas turbinas, el vapor ingresa a la turbina con alta presión y se expande
a medida que pasa a través de las toberas fijas. El vapor continúa actuando sobre los álabes
móviles a medida que se expande y pierde presión, lo que genera energía mecánica. A diferencia
de las turbinas de acción, en las turbinas de reacción el vapor mantiene una presión constante a
medida que pasa por los álabes móviles.
Turbinas de compresión y expansión: Estas turbinas combinan elementos de las turbinas de acción
y de reacción. El vapor ingresa a la turbina y se expande en las toberas fijas, generando una
combinación de energía cinética y presión. Luego, el vapor actúa sobre los álabes móviles de la
turbina, tanto mediante cambios en la presión como en la velocidad, generando energía mecánica.
Turbinas de condensación:
Turbinas de contrapresión:
En las turbinas de contrapresión, el vapor se expande en la turbina y luego se utiliza para generar
energía mecánica y térmica. Después de la expansión en la turbina, el vapor a baja presión se
dirige a una red de distribución de calor, como un sistema de calefacción o una planta de
procesamiento industrial, donde se aprovecha su energía térmica para calentar agua o generar
vapor de proceso. Las turbinas de contrapresión se utilizan en aplicaciones donde se busca
aprovechar tanto la energía mecánica como la energía térmica del vapor.
La potencia nominal de una turbina depende de varios factores, como el diseño de la turbina, el
tipo de fluido utilizado (agua, vapor, gas), la presión y la temperatura del fluido, así como las
características del generador o dispositivo que convierte la energía mecánica en energía eléctrica o
de otro tipo.
El cálculo de la eficiencia térmica de una turbina puede variar ligeramente según el tipo de turbina
y las condiciones específicas de operación, pero a grandes rasgos, el cálculo se realiza de la
siguiente manera:
Calcular la energía útil de salida de la turbina: Esto implica determinar la energía mecánica o
eléctrica generada por la turbina. En el caso de una turbina eléctrica, se mide la potencia eléctrica
generada en kilovatios (kW).
Calcular la energía total de entrada a la turbina: Esto implica medir la energía térmica suministrada
a la turbina. En el caso de una turbina de vapor, se considera la cantidad de calor suministrada al
vapor, mientras que en una turbina de gas, se considera la energía térmica contenida en el gas de
entrada.
Calcular la eficiencia térmica: Dividir la energía útil de salida entre la energía total de entrada y
multiplicar por 100 para obtener el resultado en forma de porcentaje.
El consumo de calor de una turbina depende del tipo de fluido que se utiliza (como vapor, gas o
agua), así como de las características y el diseño específico de la turbina. Se puede expresar en
diferentes unidades, como kilojulios (kJ) o kilovatios-hora (kWh), dependiendo de la escala de
medida utilizada.