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ESTRATEGIA DE RELACIÓN DIRECTA Y REGULAR.

Título: determinación judicial de la relación directa y regular en el derecho de


familia: análisis de los criterios del artículo 229 del código civil

Criterio 1: Edad del hijo


Caso 1: Un niño de corta edad (2 años) cuyos padres se han separado se
establece una RDR con visitas de fin de semana cada dos semanas para el padre
no custodio. Sin embargo, el padre deja de cumplir con las visitas durante un año,
lo que lleva a la madre a solicitar la suspensión condicional de la RDR.
Plan de intervención: Se recomienda que, si el padre desea retomar la
relación, se haga de manera progresiva y con apoyo psicológico. Esto permitirá
fortalecer las habilidades parentales del padre y reconstruir el vínculo con el niño,
quien ya no lo reconoce como figura paterna. Se sugiere trabajar con
profesionales especializados para establecer un plan que garantice el bienestar
del niño durante este proceso.
El objetivo es lograr una relación directa y regular que beneficie el desarrollo del
niño y que se base en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida de ambos
padres.
Caso 2: Un adolescente de 16 años que desea mantener una relación más
espaciada y flexible con su padre no custodio debido a sus actividades escolares y
sociales, la madre ha impedido la relación directa y regular argumentando que
cuando esta con el padre no cumple sus labores. El padre señala que la madre ha
obstaculizado la relación directa y regular por que él tiene una nueva pareja.
Plan de Intervención: Comunicarse con ambas partes, padre y madre, para
obtener su versión de los hechos y escuchar sus argumentos; Exigir el estricto
cumplimiento del régimen de relación directa y regular acordado previamente,
haciendo hincapié en la importancia de mantener una relación adecuada entre el
padre y la hija adolescente; En caso de que la madre siga obstaculizando la
relación, considerar la presentación de una medida de protección para que se
revisen a fondo las circunstancias del caso y se tome en cuenta la opinión de la
hija; Solicitar la realización de un informe psicológico y evaluación de habilidades
parentales de ambos progenitores para tener una visión más completa de su
idoneidad para el cuidado y crianza de la adolescente; Establecer obligaciones
adicionales para el padre, como responsabilizarse de las obligaciones escolares,
asegurarse de que la adolescente cuente con la vestimenta adecuada y prepararla
para los encuentros estipulados en el régimen de relación directa y regular; Seguir
de cerca el progreso del caso, monitorear el cumplimiento de las medidas
establecidas y tomar acciones legales adicionales si persisten los incumplimientos
por parte de la madre.
Objetivo: Garantizar el cumplimiento del régimen de relación directa y regular,
proteger los derechos de la adolescente y promover una relación sana y
equilibrada entre el padre y la hija, tomando en consideración los factores
específicos del caso.
Caso 3: En el caso de un niño de 11 años que busca establecer una relación
directa y regular (RDR) con su padre para reconstruir la relación familiar tras un
largo período de distanciamiento, y considerando la preocupación de la madre por
la posibilidad de un nuevo distanciamiento y daño emocional al niño, se propone el
siguiente plan de intervención:
Plan de Intervención: Evaluación de la situación: Entrevistas individuales con el
niño, el padre y la madre para comprender sus necesidades y preocupaciones;
Apoyo emocional: Brindar espacios de escucha activa y acceso a servicios de
asesoramiento o terapia familiar, si es necesario; RDR gradual: Diseñar un plan de
visitas que comience con encuentros breves y supervisados, aumentando
gradualmente la duración y la frecuencia; Comunicación y cooperación: Fomentar
una comunicación abierta y mediada entre los padres, buscando soluciones
consensuadas; evaluación periódica: Monitorear el progreso de la relación y
realizar ajustes en el plan de visitas según sea necesario.
Objetivo: Facilitar la reconstrucción de la relación familiar, abordando las
preocupaciones de la madre y promoviendo el bienestar emocional del niño
durante el proceso de reintegración familiar.
Criterio 2: Vinculación afectiva y relación con parientes cercanos
Caso 1: Un niño que ha establecido un vínculo muy cercano con su abuela
materna y desea mantener una RDR que incluya visitas frecuentes a su hogar.
En primer ligar revisaría en las visitas que tiene con el padre no custodio,
para otorgar uno o dos fines de semana por medio respetando las visitas del padre
no custodio, objetivo: Establecer un régimen de visitas que permita al niño
mantener una relación cercana con su abuela materna, respetando las visitas del
padre no custodio, y promoviendo una comunicación efectiva y cooperativa entre
los padres y la abuela materna.
Caso 2: Una niña cuyos padres tienen una relación conflictiva y desean mantener
la RDR en un entorno neutral, como un centro de visitas, para evitar tensiones y
preservar la relación afectiva.
Una niña cuyos padres tienen una relación conflictiva y desean mantener la RDR
en un entorno neutral, como un centro de visitas, para evitar tensiones y preservar
la relación afectiva.
Plan de Intervención: Evaluación de la situación y necesidades de cada parte
involucrada; Establecimiento de acuerdos claros y realistas para las visitas;
Brindar apoyo psicológico a todos los involucrados; Supervisar las visitas iniciales
para garantizar seguridad y confianza; Seguimiento y ajustes según sea
necesario.
Objetivo: Reconstruir la relación entre el niño y su padre, garantizando acuerdos
claros, apoyo emocional y supervisión adecuada durante las visitas.
Caso 3: Una tía materna quien cuido a su sobrina por más de 5 años, para que la
madre trabaje, desea solicitar relación directa y regular en razón a que discutió
con su hermana y esta le impide ver a su sobrina. Plan de Intervención
Evaluar la situación actual y los antecedentes de cuidado y relación entre la
tía materna y su sobrina.
Considerar la importancia del vínculo afectivo y el papel desempeñado por
la tía en el cuidado y crianza de la niña durante más de 5 años.
Analizar los motivos de la disputa entre la tía y la madre, y buscar posibles
soluciones o mediación para resolver los conflictos y permitir el acceso de la tía a
su sobrina.
Establecer un régimen de relación directa y regular que permita a la tía
mantener contacto con la niña, teniendo en cuenta los intereses y necesidades de
la menor.
Velar por el interés superior de la niña y su bienestar emocional,
asegurando que la relación entre la tía y la sobrina sea saludable y beneficie a
ambas partes.
Objetivo: Facilitar una relación directa y regular entre la tía materna y su sobrina,
considerando el vínculo previo establecido y buscando soluciones pacíficas para
resolver los conflictos familiares y proteger el interés superior de la menor.
Criterio 3: Régimen de cuidado personal acordado o determinado
Caso 1: Un padre que no tiene el cuidado personal del hijo y solicita una RDR que
se ajuste al régimen de cuidado compartido establecido en un acuerdo previo
entre los padres.
Se propone implementar un plan de intervención en cumplimiento de la
legislación chilena, que establece que el juez no puede decretar el cuidado
compartido en casos similares. El objetivo es establecer visitas regulares del padre
no custodio con el hijo, tomando en cuenta las circunstancias y necesidades del
menor. Se buscará definir horarios y duración de las visitas, promoviendo una
comunicación efectiva entre los padres. Durante las visitas, se fomentará el
vínculo afectivo entre el padre y el hijo, generando un ambiente seguro y
acogedor. Será necesario monitorear el cumplimiento de la RDR y buscar
soluciones en caso de dificultades. Se buscarán alternativas para garantizar el
bienestar del niño y la participación activa del padre en su vida.
Caso 2: Una madre que tiene el cuidado personal del hijo y propone una RDR
limitada debido a la inestabilidad emocional del padre, que puede afectar el
bienestar del niño.
Se propone implementar un plan de intervención considerando la propuesta
de la madre, quien tiene el cuidado personal del hijo y expresa preocupación por la
inestabilidad emocional del padre. El objetivo es garantizar el bienestar del niño y
promover un ambiente seguro y estable para su desarrollo. Se sugiere establecer
visitas supervisadas en un entorno controlado, donde se pueda evaluar el
comportamiento y las habilidades parentales del padre. Estas visitas podrían
llevarse a cabo en un centro de mediación familiar o con la presencia de un
terapeuta especializado. Durante este proceso, se buscará proporcionar apoyo y
recursos al padre para fortalecer su estabilidad emocional y habilidades
parentales. Se evaluará periódicamente la evolución y el impacto de las visitas en
el bienestar del niño, con el fin de ajustar el plan de intervención según sea
necesario
Caso 3: Un padre que ha demostrado un alto nivel de compromiso y
responsabilidad hacia el hijo y solicita una RDR que sea más extensa que la
inicialmente establecida.
En el caso de un padre que ha demostrado un alto nivel de compromiso y
responsabilidad hacia su hijo, se propone considerar la solicitud de una RDR más
extensa. Dado el historial positivo del padre en cuanto a su participación activa en
la crianza del niño, se recomienda evaluar la posibilidad de ampliar las visitas y
establecer un régimen que permita al padre pasar más tiempo de calidad con su
hijo. Esto podría incluir visitas adicionales durante la semana o periodos
extendidos de convivencia durante los fines de semana. Se sugiere realizar una
evaluación continua para asegurar que el bienestar del niño sea siempre la
prioridad y que el régimen de visitas se ajuste de manera adecuada a sus
necesidades y edad. Además, se puede considerar la participación de
profesionales, como terapeutas familiares o mediadores, para brindar apoyo y
facilitar una transición fluida hacia la nueva dinámica de visitas.

Evaluación crítica de los criterios del art. 229


En esta etapa, se realizará un análisis crítico de cada uno de los criterios
identificados en el paso anterior, considerando las ventajas y desventajas que
representan:
Criterio 1: Edad del hijo
Ventajas: Permite adaptar la RDR a las necesidades y capacidades específicas
del niño en diferentes etapas de su desarrollo.
Desventajas: Puede generar conflictos si los padres tienen opiniones divergentes
sobre lo que es apropiado para la edad del niño. Además, no todos los niños se
desarrollan de la misma manera, lo que dificulta la aplicación uniforme de este
criterio.
Criterio 2: Vinculación afectiva y relación con parientes cercanos

Ventajas: Reconoce la importancia de los lazos afectivos y lazos familiares


cercanos para el bienestar emocional del niño. Promueve la continuidad de estas
relaciones en beneficio del menor.
Desventajas: La evaluación de la vinculación afectiva puede ser subjetiva y
depender de la apreciación del juez. Además, puede generar tensiones si existen
conflictos familiares entre los parientes cercanos.
Criterio 3: Régimen de cuidado personal acordado o determinado
Ventajas: Brinda coherencia y consistencia en la planificación de la crianza y la
relación entre padres e hijos. Permite tener en cuenta los acuerdos previos y el
régimen de cuidado establecido.
Desventajas: Puede generar desequilibrios si no se consideran los cambios en las
circunstancias de los padres o las necesidades cambiantes del niño. Además, si
no hay acuerdo entre los padres, puede haber conflictos en la determinación de la
RDR.
En cada caso, es importante evaluar si los criterios proporcionan una guía
adecuada y equitativa para la determinación de la RDR, teniendo en cuenta el
interés superior del niño y el contexto familiar específico. Cada criterio tiene sus
ventajas y desventajas, y su aplicación efectiva dependerá de la evaluación
objetiva y justa por parte del juez, considerando las circunstancias particulares de
cada caso.

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