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El documento presenta tres casos relacionados con la determinación judicial de la relación directa y regular en el derecho de familia. En cada caso, se propone un plan de intervención que busca garantizar el bienestar del niño, promover una relación sana entre los padres y el menor, y establecer un régimen de visitas apropiado considerando factores como la edad del niño, su vinculación afectiva y el régimen de cuidado personal acordado.
El documento presenta tres casos relacionados con la determinación judicial de la relación directa y regular en el derecho de familia. En cada caso, se propone un plan de intervención que busca garantizar el bienestar del niño, promover una relación sana entre los padres y el menor, y establecer un régimen de visitas apropiado considerando factores como la edad del niño, su vinculación afectiva y el régimen de cuidado personal acordado.
El documento presenta tres casos relacionados con la determinación judicial de la relación directa y regular en el derecho de familia. En cada caso, se propone un plan de intervención que busca garantizar el bienestar del niño, promover una relación sana entre los padres y el menor, y establecer un régimen de visitas apropiado considerando factores como la edad del niño, su vinculación afectiva y el régimen de cuidado personal acordado.
Título: determinación judicial de la relación directa y regular en el derecho de
familia: análisis de los criterios del artículo 229 del código civil
Criterio 1: Edad del hijo
Caso 1: Un niño de corta edad (2 años) cuyos padres se han separado se establece una RDR con visitas de fin de semana cada dos semanas para el padre no custodio. Sin embargo, el padre deja de cumplir con las visitas durante un año, lo que lleva a la madre a solicitar la suspensión condicional de la RDR. Plan de intervención: Se recomienda que, si el padre desea retomar la relación, se haga de manera progresiva y con apoyo psicológico. Esto permitirá fortalecer las habilidades parentales del padre y reconstruir el vínculo con el niño, quien ya no lo reconoce como figura paterna. Se sugiere trabajar con profesionales especializados para establecer un plan que garantice el bienestar del niño durante este proceso. El objetivo es lograr una relación directa y regular que beneficie el desarrollo del niño y que se base en el respeto mutuo y la responsabilidad compartida de ambos padres. Caso 2: Un adolescente de 16 años que desea mantener una relación más espaciada y flexible con su padre no custodio debido a sus actividades escolares y sociales, la madre ha impedido la relación directa y regular argumentando que cuando esta con el padre no cumple sus labores. El padre señala que la madre ha obstaculizado la relación directa y regular por que él tiene una nueva pareja. Plan de Intervención: Comunicarse con ambas partes, padre y madre, para obtener su versión de los hechos y escuchar sus argumentos; Exigir el estricto cumplimiento del régimen de relación directa y regular acordado previamente, haciendo hincapié en la importancia de mantener una relación adecuada entre el padre y la hija adolescente; En caso de que la madre siga obstaculizando la relación, considerar la presentación de una medida de protección para que se revisen a fondo las circunstancias del caso y se tome en cuenta la opinión de la hija; Solicitar la realización de un informe psicológico y evaluación de habilidades parentales de ambos progenitores para tener una visión más completa de su idoneidad para el cuidado y crianza de la adolescente; Establecer obligaciones adicionales para el padre, como responsabilizarse de las obligaciones escolares, asegurarse de que la adolescente cuente con la vestimenta adecuada y prepararla para los encuentros estipulados en el régimen de relación directa y regular; Seguir de cerca el progreso del caso, monitorear el cumplimiento de las medidas establecidas y tomar acciones legales adicionales si persisten los incumplimientos por parte de la madre. Objetivo: Garantizar el cumplimiento del régimen de relación directa y regular, proteger los derechos de la adolescente y promover una relación sana y equilibrada entre el padre y la hija, tomando en consideración los factores específicos del caso. Caso 3: En el caso de un niño de 11 años que busca establecer una relación directa y regular (RDR) con su padre para reconstruir la relación familiar tras un largo período de distanciamiento, y considerando la preocupación de la madre por la posibilidad de un nuevo distanciamiento y daño emocional al niño, se propone el siguiente plan de intervención: Plan de Intervención: Evaluación de la situación: Entrevistas individuales con el niño, el padre y la madre para comprender sus necesidades y preocupaciones; Apoyo emocional: Brindar espacios de escucha activa y acceso a servicios de asesoramiento o terapia familiar, si es necesario; RDR gradual: Diseñar un plan de visitas que comience con encuentros breves y supervisados, aumentando gradualmente la duración y la frecuencia; Comunicación y cooperación: Fomentar una comunicación abierta y mediada entre los padres, buscando soluciones consensuadas; evaluación periódica: Monitorear el progreso de la relación y realizar ajustes en el plan de visitas según sea necesario. Objetivo: Facilitar la reconstrucción de la relación familiar, abordando las preocupaciones de la madre y promoviendo el bienestar emocional del niño durante el proceso de reintegración familiar. Criterio 2: Vinculación afectiva y relación con parientes cercanos Caso 1: Un niño que ha establecido un vínculo muy cercano con su abuela materna y desea mantener una RDR que incluya visitas frecuentes a su hogar. En primer ligar revisaría en las visitas que tiene con el padre no custodio, para otorgar uno o dos fines de semana por medio respetando las visitas del padre no custodio, objetivo: Establecer un régimen de visitas que permita al niño mantener una relación cercana con su abuela materna, respetando las visitas del padre no custodio, y promoviendo una comunicación efectiva y cooperativa entre los padres y la abuela materna. Caso 2: Una niña cuyos padres tienen una relación conflictiva y desean mantener la RDR en un entorno neutral, como un centro de visitas, para evitar tensiones y preservar la relación afectiva. Una niña cuyos padres tienen una relación conflictiva y desean mantener la RDR en un entorno neutral, como un centro de visitas, para evitar tensiones y preservar la relación afectiva. Plan de Intervención: Evaluación de la situación y necesidades de cada parte involucrada; Establecimiento de acuerdos claros y realistas para las visitas; Brindar apoyo psicológico a todos los involucrados; Supervisar las visitas iniciales para garantizar seguridad y confianza; Seguimiento y ajustes según sea necesario. Objetivo: Reconstruir la relación entre el niño y su padre, garantizando acuerdos claros, apoyo emocional y supervisión adecuada durante las visitas. Caso 3: Una tía materna quien cuido a su sobrina por más de 5 años, para que la madre trabaje, desea solicitar relación directa y regular en razón a que discutió con su hermana y esta le impide ver a su sobrina. Plan de Intervención Evaluar la situación actual y los antecedentes de cuidado y relación entre la tía materna y su sobrina. Considerar la importancia del vínculo afectivo y el papel desempeñado por la tía en el cuidado y crianza de la niña durante más de 5 años. Analizar los motivos de la disputa entre la tía y la madre, y buscar posibles soluciones o mediación para resolver los conflictos y permitir el acceso de la tía a su sobrina. Establecer un régimen de relación directa y regular que permita a la tía mantener contacto con la niña, teniendo en cuenta los intereses y necesidades de la menor. Velar por el interés superior de la niña y su bienestar emocional, asegurando que la relación entre la tía y la sobrina sea saludable y beneficie a ambas partes. Objetivo: Facilitar una relación directa y regular entre la tía materna y su sobrina, considerando el vínculo previo establecido y buscando soluciones pacíficas para resolver los conflictos familiares y proteger el interés superior de la menor. Criterio 3: Régimen de cuidado personal acordado o determinado Caso 1: Un padre que no tiene el cuidado personal del hijo y solicita una RDR que se ajuste al régimen de cuidado compartido establecido en un acuerdo previo entre los padres. Se propone implementar un plan de intervención en cumplimiento de la legislación chilena, que establece que el juez no puede decretar el cuidado compartido en casos similares. El objetivo es establecer visitas regulares del padre no custodio con el hijo, tomando en cuenta las circunstancias y necesidades del menor. Se buscará definir horarios y duración de las visitas, promoviendo una comunicación efectiva entre los padres. Durante las visitas, se fomentará el vínculo afectivo entre el padre y el hijo, generando un ambiente seguro y acogedor. Será necesario monitorear el cumplimiento de la RDR y buscar soluciones en caso de dificultades. Se buscarán alternativas para garantizar el bienestar del niño y la participación activa del padre en su vida. Caso 2: Una madre que tiene el cuidado personal del hijo y propone una RDR limitada debido a la inestabilidad emocional del padre, que puede afectar el bienestar del niño. Se propone implementar un plan de intervención considerando la propuesta de la madre, quien tiene el cuidado personal del hijo y expresa preocupación por la inestabilidad emocional del padre. El objetivo es garantizar el bienestar del niño y promover un ambiente seguro y estable para su desarrollo. Se sugiere establecer visitas supervisadas en un entorno controlado, donde se pueda evaluar el comportamiento y las habilidades parentales del padre. Estas visitas podrían llevarse a cabo en un centro de mediación familiar o con la presencia de un terapeuta especializado. Durante este proceso, se buscará proporcionar apoyo y recursos al padre para fortalecer su estabilidad emocional y habilidades parentales. Se evaluará periódicamente la evolución y el impacto de las visitas en el bienestar del niño, con el fin de ajustar el plan de intervención según sea necesario Caso 3: Un padre que ha demostrado un alto nivel de compromiso y responsabilidad hacia el hijo y solicita una RDR que sea más extensa que la inicialmente establecida. En el caso de un padre que ha demostrado un alto nivel de compromiso y responsabilidad hacia su hijo, se propone considerar la solicitud de una RDR más extensa. Dado el historial positivo del padre en cuanto a su participación activa en la crianza del niño, se recomienda evaluar la posibilidad de ampliar las visitas y establecer un régimen que permita al padre pasar más tiempo de calidad con su hijo. Esto podría incluir visitas adicionales durante la semana o periodos extendidos de convivencia durante los fines de semana. Se sugiere realizar una evaluación continua para asegurar que el bienestar del niño sea siempre la prioridad y que el régimen de visitas se ajuste de manera adecuada a sus necesidades y edad. Además, se puede considerar la participación de profesionales, como terapeutas familiares o mediadores, para brindar apoyo y facilitar una transición fluida hacia la nueva dinámica de visitas.
Evaluación crítica de los criterios del art. 229
En esta etapa, se realizará un análisis crítico de cada uno de los criterios identificados en el paso anterior, considerando las ventajas y desventajas que representan: Criterio 1: Edad del hijo Ventajas: Permite adaptar la RDR a las necesidades y capacidades específicas del niño en diferentes etapas de su desarrollo. Desventajas: Puede generar conflictos si los padres tienen opiniones divergentes sobre lo que es apropiado para la edad del niño. Además, no todos los niños se desarrollan de la misma manera, lo que dificulta la aplicación uniforme de este criterio. Criterio 2: Vinculación afectiva y relación con parientes cercanos
Ventajas: Reconoce la importancia de los lazos afectivos y lazos familiares
cercanos para el bienestar emocional del niño. Promueve la continuidad de estas relaciones en beneficio del menor. Desventajas: La evaluación de la vinculación afectiva puede ser subjetiva y depender de la apreciación del juez. Además, puede generar tensiones si existen conflictos familiares entre los parientes cercanos. Criterio 3: Régimen de cuidado personal acordado o determinado Ventajas: Brinda coherencia y consistencia en la planificación de la crianza y la relación entre padres e hijos. Permite tener en cuenta los acuerdos previos y el régimen de cuidado establecido. Desventajas: Puede generar desequilibrios si no se consideran los cambios en las circunstancias de los padres o las necesidades cambiantes del niño. Además, si no hay acuerdo entre los padres, puede haber conflictos en la determinación de la RDR. En cada caso, es importante evaluar si los criterios proporcionan una guía adecuada y equitativa para la determinación de la RDR, teniendo en cuenta el interés superior del niño y el contexto familiar específico. Cada criterio tiene sus ventajas y desventajas, y su aplicación efectiva dependerá de la evaluación objetiva y justa por parte del juez, considerando las circunstancias particulares de cada caso.