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SECCIÓN ESPAÑOLA
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1
SIGLAS Y ABREVIATURAS
SAGRADA ESCRITURA
Ex Éxodo
Gn Génesis
Jn Juan
Mt Mateo
MAGISTERIO DE LA IGLESIA
OTRAS ABREVIATURAS
Cf. Véase
p. Página
ps. Páginas
n. Número
2
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la institución familiar ha sido víctima de unos ataques para
desprestigiarla y acabar con ella, debido a lo que ésta significa para mantener unos
cimientos fuertes en la sociedad. Es así, como desde la promoción del divorcio hasta la
ideología de género, como última arremetida contra la familia, buscan que se distorsione
su significado, dejando abierta nuevas formas de unión entre dos o más personas.
Por esta razón, con el presente trabajo, se pretende tomar conciencia sobre la
importancia de mantener el matrimonio firme, como fundamento de la sociedad y
vínculo sagrado y bendecido por Dios, teniendo como base la Exhortación Apostólica
Amoris Laetitia, donde el Papa Francisco invita a vivir el amor en la familia, y así
resistir los ataques de los cuales son objeto con firmeza y esperanza.
Tal vez uno de los primeros datos que se tengan sobre la regulación del
matrimonio, está entre las 282 leyes del Código de Hammurabi 1 de Babilonia,2 hace
aproximadamente 3800 años, donde no solamente se establecen los derechos de la
mujer para la sociedad de la época, sino también los derechos en el matrimonio.
1
El Código de Hammurabi, datado hacia el año 1692 a.C, y es uno de los primeros conjuntos de leyes que
se han encontrado y uno de los ejemplos mejor conservados de este tipo de documento de la antigua
Mesopotamia.
2
Aproximadamente entre los años 2000 y 500 a.C., Babilonia fue la capital del imperio babilónico y un
importante centro religioso y mercantil. También fue el lugar donde se levantó la legendaria Torre de
Babel y se construyeron los Jardines de Babilonia, considerados una de las Siete Maravillas del Mundo
antiguo.
3
sufrido una evolución y perfeccionamiento desde la época más primitiva, donde la
poligamia3 y la poliandria4 eran comunes en algunas culturas.
3
Unión matrimonial o convivencial de un hombre con varias mujeres. Este tipo de matrimonio está
permitido en las sociedades islámicas.
4
Unión matrimonial de una mujer con varios hombres.
5
TEMAS DE DERECHO. El Matrimonio, in: https://temasdederecho.wordpress.com/2012/06/04/el-
matrimonio/ (última visita 25.9.2017)
6
Derecho romano es el conjunto formado por las disposiciones jurídicas y el sistema legal desarrollado
en Roma desde la primera compilación de leyes, conocida como la Ley de las XII Tablas, en el año 450
Antes de Cristo hasta la muerte de Justiniano I, soberano del Imperio bizantino, en el año 565 después de
Cristo.
7
El Decimonono Concilio Ecuménico se inauguró en Trento el 13 de diciembre de 1545, y se clausuró
allí el 4 de diciembre de 1563. Su objetivo principal fue la determinación definitiva de las doctrinas de
la Iglesia en respuesta a las herejías de los protestantes; un objetivo ulterior fue la ejecución de una
reforma a fondo de la vida interior de la Iglesia, erradicando numerosos abusos que se habían desarrollado
en ella.
4
Concilio, donde se establece que el matrimonio quedará regido por el Derecho
Canónico.8
Todo esto sucede hasta que llega la Reforma del monje agustino9 Martín
Lutero,10 quien considera que el matrimonio no es indisoluble, pues no es un
sacramento, al ser algo mundano y externo, por lo que expresa que no debe ser regulado
por la Iglesia, sino solamente por las autoridades civiles.
8
El Derecho Canónico es el nombre del orden y disciplina, estructuras, normas y procedimientos de la
Iglesia Católica. La Iglesia Católica tiene dos Códigos: uno para la Iglesia Latina y otro para la Iglesia
Católica Oriental.
9
La orden de San Agustín, conocida comúnmente como los Agustinos, son una de las cuatro mayores
Ordenes Religiosa Mendicante del siglo cuatro, edad media. San Agustín de Hipona, es uno de los
teólogos más grandes de la historia del cristianismo. El dejó una marca distinta en la vida religiosa
legando una regla o un sistema de pautas para vivir la vida común. Este documento se ha conocido como
la regla de San Agustín.
10
Martín Luder o Martín Lutero, nació en la noche del 10 al 11 de febrero de 1483 en Eisleben, en
Turingia, región dependiente del electorado de Sajonia. Andando el tiempo y recién conquistado el título
de doctor, Martín cambiaría el apellido Luder por el de Lutero, derivándolo de Lauter, que en alemán
antiguo significa "claro, límpido, puro".
11
Organismos de la Iglesia que presta a la comunidad eclesial el servicio de la administración de justicia.
La Iglesia, por tratarse y ser también una sociedad formada por hombres y mujeres, se puede hablar en
ella, como en cualquier otra comunidad, de implantación y cumplimiento de la justicia, pero no una
justicia cualquiera, sino de una justicia típicamente eclesial, que busca dar lo suyo a las personas y a las
instituciones dentro de la Iglesia y con arreglo a los fines de la misma.
12
Proceso social y político ocurrido en Francia entre 1789 y 1799, cuyas principales consecuencias
fueron: El derrocamiento de Luis XVI, perteneciente a la Casa real de los Borbones, la abolición de la
monarquía en Francia y a proclamación de la 1ª República.
5
esencia y objetivo del mismo, a la vez que alerta sobre los peligros que se alzan contra
la familia para eliminarlo como sacramento.
Hoy en día, cuando la institución familiar está siendo atacada por diferentes
estamentos sociales, el Papa Francisco, preocupado por la situación del matrimonio en
el mundo, publica este documento, el cual, se constituye en un elemento indispensable
para tener claridad sobre la naturaleza de este vínculo, así como de los ataques de los
cuales son objeto.
6
1. FUNDAMENTACIÓN ANTROPOLÓGICA Y
BÍBLICA DEL AMOR
13
La encíclica está articulada en dos grandes partes. La primera, titulada: "La unidad del amor en la
creación y en la historia de la salvación", presenta una reflexión teológico- filosófica sobre el "amor" en
sus diversas dimensiones -"eros", "philia", "ágape"- precisando algunos datos esenciales del amor de
Dios por el ser humano y del ligamen intrínseco que ese amor tiene con el amor humano. La segunda,
titulada: "Caritas, el ejercicio del amor por parte de la Iglesia como "comunidad de amor", trata del
ejercicio concreto del mandamiento del amor hacia el prójimo.
7
relaciones personales amorosas entre cualesquiera personas humanas
dejan de serlo cuando se da cabida a la soberbia”.14
El amor es la mejor definición del cristiano, ya que no hay otra criatura sobre la
tierra que albergue este sentimiento, siendo el amor interpersonal, el darse a otros la
plenitud del ser humano. Es tan natural el amor entre los seres humanos, que aunque no
se nace con él, se está en un proceso de búsqueda. Esto se demuestra desde la niñez,
cuando estamos buscando el cariño, amor y aceptación de los mayores.
Dios crea al hombre por amor, para hacerlo partícipe del resto de su creación, y
como Padre, está siempre cerca de sus hijos, con gestos y hechos que llevan al hombre a
buscar a Dios, a encontrar a Dios y a amar a Dios con todas las fuerzas, como única
respuesta adecuada a su amor, que le lleva a entregar a su Único Hijo.
El hombre es espiritual por naturaleza, y muestra su afán por comunicarse con
dioses a través de ceremonias y ritos, tal como sucedía en las culturas antiguas. Como
dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “El deseo de Dios está inscrito en el corazón
14
J.F. SELLÉS, “Trascendentalidad del amor personal humano. Un estudio sobre la antropología de L.
Polo”, in Tópicos 45 (2013) 235-268. 258.
15
M. GELABERT BALLESTER, “Creados desde y para el amor”, in Veritas 16 (2007) 9-24. 12.
8
del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios”,16 es decir, si Dios
es amor, el hombre fue creado por el mismo Amor, y para el mismo Amor. De Él
venimos y hacia Él vamos, porque como dejó escrito San Agustín en las Confesiones17
“nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti”.18
Esto indica la naturaleza sociable del ser humano, que fue creado para compartir
con sus semejantes y no estar aislados. Así mismo, la indisolubilidad de esa relación,
que al convertirse en una sola carne, se convierte en unidad inseparable hasta que Dios
los llame de este mundo. Por último, está la procreación, como fin primordial de esa
unión, donde los hijos son la prolongación de la existencia, son como la colaboración en
el querer de Dios de multiplicarse y poblar la tierra.
Desde la Creación tanto varón como mujer son iguales en dignidad, ya que
fueron creados a imagen y semejanza de Dios,21 pero al mismo tiempo ambos son
distintos en su condición sexuada.
16
Catecismo de la Iglesia Católica, 27.
17
Entre las obras de Agustín, el libro Confesiones es uno de los más conocidos, apreciados e influyentes.
Escrito entre el 397 y 398, como una oración a Dios, es una autobiografía donde el autor relata aspectos
de su vida antes y después de su conversión.
18
San Agustín. “Las Confesiones”, Filosofía y Teoría Social, Madrid 2017.
19
Gn 2,18
20
Gn 2,24
21
Gn 1,26
9
tiene de amar al prójimo, expresado por Jesucristo como nuevo mandamiento,
culminando con la unión eterna con Dios, donde el amor lo será todo en todos.
“Por ser creado a semejanza divina, tanto el hombre como la mujer llevan
inscrito en su propia naturaleza la vocación, la capacidad y la
responsabilidad del amor, de la comunión interpersonal y de la entrega.
El amor es la vocación fundamental e innata de todo ser humano”.24
22
Español, nacionalizado colombiano, Doctor en derecho canónico y médico.
23
Trabaja, desde su ordenación sacerdotal, en pastoral universitaria y matrimonial; tiene una larga
experiencia como capellán en los colegios de la Asociación para la Enseñanza [ASPAEN], de la que fue
Asesor Doctrinal. Como periodista, ha sido colaborador de diversos diarios en Colombia: El Tiempo, La
Patria, El País. Actualmente es columnista habitual de El Heraldo de Barranquilla.
24
E.FENOY – J.ABAD, Amor y matrimonio, España, Madrid 2012, 53.
25
Licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y doctor en Derecho y en Derecho Canónico en la
Universidad de Navarra. Desde 1986 es profesor de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho
Canónico de la Universidad de Navarra. Ha dirigido, junto con otros autores el Comentario Exegético al
Código de Derecho Canónico, del que ya hay publicadas tres ediciones y está traducido al inglés. Ha
escrito además diversos artículos en revistas especializadas.
26
Licenciado en Filosofía e Historia de la Educación por la Universidad Central de Barcelona y Doctor en
Derecho Canónico por la Universidad de Navarra, donde es Profesor de Derecho Matrimonial desde
1984. Es subdirector del Instituto de Ciencias para la Familia, de la misma Universidad, y desde su
ordenación en 1979 ha trabajado con la juventud universitaria.
27
J.MIRAS – J.I.BAÑARES, Matrimonio y familia, Rialp, Madrid 2007, 16-17.
10
Escriben los mismos autores que, a pesar de la caída, Dios sigue acompañando al
hombre durante toda la historia de la salvación, representado en las Alianzas con el
Pueblo Elegido,28 a través de la alianza establecida con Israel, Noé, Abraham, Isaac y
Jacob:
28
Los judíos eran realmente el «pueblo elegido» de Dios, elegido para una misión doble. Eran ellos los
que tenían que mantener viva la idea del Dios único; un pueblo pequeño, rodeado de vecinos poderosos,
que creían en los numerosos dioses de la naturaleza.
29
MIRAS – BAÑARES, Matrimonio, cit., 18.
30
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n. 11.
31
John Ronald Reuel Tolkien, conocido popularmente como J.R.R. Tolkien, nació el 3 de enero de 1892
en la ciudad de Bloemfontein, en el estado libre de Orange, en la República Sudafricana. Autor de libros
famosos como El Hobbit y la trilogía de El Señor de los Anillos.
11
“Para un cristiano, no hay vía de escape. El matrimonio puede ayudar a
santificar y dirigir hacia su objeto adecuado sus deseos sexuales, y su
gracia puede ayudarlo en la lucha, pero la lucha sigue estando ahí. El
matrimonio no le saciará —en el sentido en que comer regularmente
sacia el hambre—, sino que le ofrecerá tantas dificultades para vivir la
pureza propia del estado matrimonial como facilidades”.32
En Familiaris Consortio34 San Juan Pablo II35 habla sobre la gracia del
matrimonio, que también abarca la sexualidad:
32
J.R.R.TOLKIEN, Cartas, Minotauro, Londres 1993.
33
Cf. Gn 1,22
34
El texto se refiere a los medios de comunicación y, en particular, a los programas dirigidos a la familia.
Familiaris Consortio cita ampliamente los mensajes pontificios para las Jornadas mundiales de la
comunicación social de 1969,1980 y 1981.
35
Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en 1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. En las 19
ediciones de la JMJ celebradas a lo largo de su pontificado se reunieron millones de jóvenes de todo el
mundo. Además, su atención hacia la familia se puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las
familias, inaugurados por él en 1994.
12
según el plan de Dios y como signo del amor unitivo y fecundo de Cristo
por su Iglesia”.36
Como se ha visto, el ser humano ha sido creado por Dios, que es Amor, para
amar. Este amor que se da en la interrelación entre el hombre y la mujer, lleva a que los
dos se unan hasta ser una sola carne, sin separarse hasta el final de sus días, y
entregándose hasta dar nuevas vidas, llevando a cabo la gracia procreadora.
Es por esto, que los principales propósitos de Dios al formar a la mujer, fue
acabar con la soledad del hombre y brindarle a éste una ayuda para su vida, que
permitiera una persona fortalecer a la otra, apoyarla y ayudarla con amor, y de esta
forma alcanzar la meta que Dios quiere que obtengamos, santificarnos en la vida
matrimonial.
Así como Dios le entrega a Adán un regalo como Eva, el mismo Dios sigue
ofreciendo regalos al hombre, como la mujer, y viceversa, debido que el ser humano fue
creado con la necesidad de complementariedad con un cónyuge, para multiplicar las
habilidades y la descendencia. Desde este punto de vista, se deduce que todo
matrimonio es bueno, como institución creada por Dios.
36
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n.33.
37
Gn 2,18
38
Gn 21-22
13
“Dios que llamó a los esposos al matrimonio, continúa llamándolos a
perfeccionar su propio Matrimonio. Los que se casan en Cristo, desde la
fe en la palabra de Dios, pueden celebrar con fruto el misterio de la unión
entre Cristo y la Iglesia, vivirlo santamente y testificarlo públicamente
ante todos. El Matrimonio para el cristiano es camino de santidad,
deseado, preparado, celebrado y vivido cotidianamente a la luz de la fe”.
39
Catecismo de la Iglesia Católica, 1602.
40
El “plan de amor” es definido como “el misterio” de la voluntad divina, escondido y manifestado en
Cristo. Dicha iniciativa precede toda respuesta humana, es un don gratuito de su amor que nos acoge y
transforma. El acto de fe es la respuesta del hombre a la Revelación de Dios.
41
La Encarnación no sólo manifiesta el infinito amor de Dios a los hombres, su infinita misericordia,
justicia y poder, sino también la coherencia del plan divino de salvación. La profunda sabiduría divina se
manifiesta en cómo Dios ha decidido salvar al hombre, es decir del modo más conveniente a su
naturaleza, que es precisamente mediante la Encarnación del Verbo.
42
Jn 13, 34
43
Gn 2,24
44
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n. 11.
14
En otro escrito de Benedicto XVI, insiste en ese amor exclusivo y definitivo:
45
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n. 11.
46
Es el documento más importante en la tradición social de la Iglesia. Señala el deber que tiene el pueblo
de Dios de observar los signos de los tiempos a la luz del Evangelio, para darse cuenta de la pérdida de
valores, de los cambios que caracterizan al mundo actual. Las ideas centrales sobre las cuales gira este
documento son: la misión de la iglesia acerca de la persona humana; de la familia y su actividad en el
mundo, procurando atender lo más urgente, familia, economía, política, cultura y solidaridad
internacional.
47
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, (6.03.1964), n.48.
48
Documento por el que el papa comunica a la Iglesia las conclusiones de un Sínodo.
15
Familiaris Consortio expresa la santidad a la que están llamados los esposos en el
matrimonio:
Así mismo, los matrimonios llevados a cabo por las autoridades civiles buscan
comprometer a las parejas ante la ley terrenal, eliminando su compromiso ante la Ley
Divina, siendo la primera cada vez más laxa, convirtiendo al matrimonio más flexible,
tanto en el momento de producirse la unión, como en caso de divorcios, que la leyes de
algunos países lo llaman “divorcio exprés”.51
49
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n. 34.
50
Se ha infiltrado en la personalidad de muchos que han optado por un individualismo exagerado, una
búsqueda inmediata de satisfacción, el desprecio del prójimo, una escasa profundidad en el abordamiento
de un tema, superficialidad, falta de compromiso social o incluso humano, banalidad y liviandad.
51
Permite divorciarse bastando sólo la voluntad de uno de los cónyuges, sin tener que demostrar causa o
motivo y sin requerirse el tiempo mínimo de 3 años de casados.
16
Además el tipo de relaciones que está surgiendo en el mundo es el matrimonio
entre personas del mismo sexo, lo que es contrario con el Plan de Dios, ya que se están
uniendo personas que no son complementarias. Mientras en el Génesis claramente se
expresa la voluntad divina que el varón y hembra sean una sola carne, ahora se está
imponiendo el pensamiento que matrimonios entre hombres o entre mujeres tienen los
mismos derechos.
52
Catecismo de la Iglesia Católica, 1603.
17
Este hecho bíblico, es una muestra más que el matrimonio no es una invención
del hombre, está fundado por el Creador, autor de la vida, por tanto, la vocación al
matrimonio Dios la impregnó en la naturaleza misma del varón y la mujer. Sin
embargo, en el transcurso de las vidas, a algunas personas Dios los llama a la vida
religiosa o consagrada.53
53
La vida consagrada, enraizada profundamente en los ejemplos y enseñanzas de Cristo el Señor, es un
don de Dios Padre a su Iglesia por medio del Espíritu. Con la profesión de los consejos evangélicos los
rasgos característicos de Jesús—virgen, pobre y obediente— tienen una típica y permanente
«visibilidad» en medio del mundo, y la mirada de los fieles es atraída hacia el misterio del Reino de Dios
que ya actúa en la historia, pero espera su plena realización en el cielo.
54
Catecismo de la Iglesia Católica, 1604.
18
1.3 Los hijos, coronación del amor
55
L.SANTELICES CUEVAS, “La familia desde una mirada antropológica: Requisito para educar”, in
Pensamiento educativo 28 (2001) 183-198. 183
19
las purifica y consolida, sino las eleva hasta el punto de hacer de ellas la
expresión de valores propiamente cristianos”.56
A la indisolubilidad del matrimonio,57 donde hombre y mujer son una sola carne,
hasta que la muerte los separe, se une la fidelidad, que permite mantener la entrega total
hacia el otro. Y posteriormente, a esta fidelidad se une la fertilidad, designio que el
mismo Dios ha propuesto desde el inicio de los tiempos.
Por medio de la procreación,58 el hombre continúa con los planes de Dios, que se
iniciaron desde el Génesis con la creación de Adán y Eva, quienes continuaron una
descendencia de hijos, que a través de la historia fueron construyendo el camino para la
venida de Jesucristo.
56
Catecismo de la Iglesia Católica, 1643.
57
El matrimonio válido, rato y consumado, no puede disolverse ni por la voluntad de uno o de ambos
esposos que lo contrajeron (indisolubilidad intrínseca) ni por la voluntad de ninguna otra autoridad
humana (indisolubilidad extrínseca), sino sólo por la muerte.
58
La generación humana posee características específicas en virtud de la dignidad personal de los padres
y de los hijos: la procreación de una nueva persona, en la que el varón y la mujer colaboran con el poder
del Creador, deberá ser el fruto y el signo de la mutua donación personal de los esposos, de su amor y de
su fidelidad.
20
hembra, queriendo comunicarle una participación especial en su propia
obra creadora, bendijo al varón y a la mujer, diciendo: Creced y
multiplicaos”.59
Por su parte, en la Familiaris Consortio, se habla de una paternidad que debe ser
responsable:
59
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, (6.03.1964), n.50.
60
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n.11.
21
En Evangelium Vitae,61 se llama a la familia a ser portadoras del Evangelio:
La relación conyugal no solo une a los esposos, también los hace aptos para la
generación de otras nuevas vidas, que se unen al Plan de Dios en la tierra. La unión y la
procreación dentro del acto conyugal ordenan al hombre hacia la gran vocación de la
paternidad, la que se engrandece con el amor mutuo y verdadero entre los esposos.
61
Esta Encíclica se refiere a la bioética, a la cultura de la muerte, así como a temas específicos algunos de
ellos: aborto, eutanasia, anticoncepción y sexualidad.
62
Juan Pablo II, Encíclica Evangelium Vitae, (25.03.95), n 92.
63
Es la enseñanza con autoridad de la Iglesia Católica, ejercida por un Papa, sea por el magisterio
ordinario y universal o por solemne juicio (los pronunciamientos ex cathedra). No todos los
pronunciamientos de un Papa verdadero son enseñanzas del magisterio. Un Papa habla magisterialmente
cuando cumple ciertas condiciones (que fueron definidas en el Concilio Ecuménico Vaticano I). Son
fieles al magisterio quienes son fieles a todo lo que magisterialmente han enseñado los Papas a través de
la historia, tal como la Iglesia Católica siempre lo ha mantenido.
64
Esta Encíclica aborda la cuestión de la transmisión de la vida y el problema de la natalidad.
22
“Es, por fin, un amor fecundo, que no se agota en la comunión entre los
esposos, sino que está destinado a prolongarse suscitando nuevas vidas.
"El matrimonio y el amor conyugal están ordenados por su propia
naturaleza a la procreación y educación de la prole. Los hijos son, sin
duda, el don más excelente del matrimonio y contribuyen sobremanera al
bien de los propios padres”.65
Es por esto, que los hijos se convierten en el mayor fruto del matrimonio,
muestra de la confianza que Dios tiene en los esposos para prestarles a su hijos. Por lo
tanto, es deber de los padres de familia, brindarles una educación con valores cristianos.
Con respecto a la educación de los hijos, los padres la realizarán con la palabra y
el ejemplo en el quehacer cotidiano, con gestos y expresiones, educando así mejor a los
hijos, iniciándolos en la auténtica libertad, cultivando entre ellos el respeto hacia el otro
y la entrega de sí mismo, comprendiendo para el resto de su vida el sentido de la
justicia, el diálogo, el servicio generoso, la solidaridad y otros valores que le aportan a
la vida, y ayudan a vivirla como un don de Dios.
65
Pablo VI, Encíclica Humanae Vitae, (25.07.1968), n. 9.
66
Pablo VI, Encíclica Humanae Vitae, (25.07.1968), n. 12.
23
Entre los deberes de los padres, el Catecismo de la Iglesia Católica expone:
Es decir, el trabajo de los padres no solo termina con el nacimiento de los hijos,
por el contrario, ahí empieza su misión, que es para toda la vida, de llevarlos de la
mano, iniciando con una educación en valores, fundamentada en las enseñanzas
cristianas, con el propósito de servir a los demás, tal como Dios lo ha pedido.
Sin embargo, hay esposos que durante su vida conyugal no tienen la oportunidad
de ser padres por diferentes circunstancias, por lo que el Catecismo de la Iglesia
Católica, explica:
67
Catecismo de la Iglesia Católica, 1653.
68
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, (6.03.1964), n.50.
24
“Sin embargo, los esposos a los que Dios no ha concedido tener hijos
pueden llevar una vida conyugal plena de sentido, humana y
cristianamente. Su matrimonio puede irradiar una fecundidad de caridad,
de acogida y de sacrificio”.69
Hay que partir del Dios Amor, para indicar la unión entre Dios y el hombre, así
como el amor que tiene hacia sí mismo, que es la base para amar, y por supuesto en el
amor al prójimo, como camino fiel y seguro para llegar hasta Dios. Este tipo de amor es
el fundamento de las relaciones entre los humanos, lo que desemboca en una paz
interior y exterior.
Debe existir un afán y una preocupación del hombre por alcanzar la perfección
personal y por lograr una sociedad fraterna y unida, pues el cristiano no tiene la opción
de encerrarse en sí mismo, pensando solo que el amor hacia Dios basta, ignorando que
si Dios deseó estar entre los hombre y quedarse con nosotros, el amor a los semejantes
es fundamental para alcanza la Salvación.
69
Ib., 1654.
70
En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su
pueblo escogidos a cumplir la ley divina.
71
Mt 19, 16-19.
25
En la Primera Carta a los Corintios, San Pablo escribe: “Y ahora permanecen la
fe, la esperanza y la caridad, estas tres; pero la mayor de ellas es la caridad”.72
Pero antes de expresar que de las virtudes teologales el amor es más importante,
se escribe en el mismo capítulo:
Posteriormente, el Papa Francisco indica una serie de virtudes para vivir dentro
del matrimonio, como la paciencia, la actitud de servicio, la amabilidad, el
desprendimiento, el perdón, la alegría, entre otros, y de esta forma llevar el sacramento
con amor.
Dios crea al hombre por amor, guía a su pueblo por amor, manda a su Hijo por
amor, y es su propio Hijo el que le da plenitud al amor, como lo recoge el Evangelio de
Juan: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo
os he amado, así también os améis los unos a los otros”.75
Y es así como Él promete quedarse con nosotros hasta el final de los tiempos,
para acompañarnos en el peregrinar sobre este mundo, cumpliendo la voluntad de Dios.
72
1 Cor 13,13.
73
Ib., 13, 4-7.
74
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 197.
75
Jn 13, 34
26
En el Antiguo Testamento, muestra el amor de Dios a su pueblo de muchas
maneras. En el Nuevo Testamento, ese amor llega a su plenitud, en la misma persona de
Cristo, que convierte en hechos los conceptos.
Más adelante Benedicto XVI, retoma la imagen nupcial de Dios con su Pueblo,
demostrando el amor humilde y sin límites que debe existir entre los esposos, así como
Dios estuvo dispuesto a encarnarse como hombre y dar la vida por la humanidad:
76
La descripción “Hijo de Hombre” era un título Mesiánico. Jesús es Aquel a quien le fue dado dominio,
la gloria, y el reino. Cuando Jesús usaba esta frase en relación a Sí mismo, Él se estaba adjudicando la
profecía del “Hijo del Hombre” a Él mismo. Los judíos de esa época debieron haber estado íntimamente
familiarizados con la frase y a quién se hacía referencia. Él estaba proclamándose como el Mesías.
77
Cf. Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n 12
27
y que lleva mucho más alto de lo que cualquier elevación mística del
hombre podría alcanzar”.78
En Deus Caritas Est, Benedicto XVI, escribe sobre la entrega de amor que se da
en la Eucaristía:
Si Dios creó al hombre, y vio que era bueno, resulta de cierta normalidad que lo
ame como un padre a su hijo y viceversa, sin embargo que el hombre ame a Dios resulta
de una gran complejidad, debido que nadie lo ha visto, y es difícil amar lo que no se ve.
Las personas se van amando cada vez más, por el trato diario, el verse, el tratarse. La
intangibilidad de Dios dificulta estas situaciones.
El amor “es un sentimiento que puede tenerse o no, pero que no puede ser
creado por la voluntad”,80 por lo tanto, no se puede mandar. Se corre el riesgo que
mienta aquel que dice amar a Dios, si aborrece a su hermano. Es tajante la Escritura
cuando dice: “Quien odia al hermano es un homicida”,81 pues el prójimo es semejanza
de Dios.
Para San Juan el amor a Dios es exigido, debido a que el amor a Él y al prójimo
es inseparable, por lo tanto, amar al prójimo es un camino para encontrar a Dios,
78
Cf. Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n 13
79
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n 14.
80
Cf. Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n 16.
81
1 Jn 3, 15
28
mientras que “cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante
Dios”.82
De hecho, nadie ha visto a Dios de forma directa, tal como se ve al prójimo, pero
al enviar a su Hijo Único, el hombre ha tenido ocasión conocer a Dios, porque como
diría San Juan, “tanto tiempo entre nosotros y no me conocen”.83
“Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros
podemos corresponder también con el amor. Dios no nos impone un
sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y
nos hace ver y experimentar su amor, y de este «antes» de Dios puede
nacer también en nosotros el amor como respuesta”.86
82
Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal, 2013. Mensaje de la Comisión Episcopal de
Pastoral Social para la Festividad del Corpus Christi, Día de Caridad.
83
Jn 14, 9
84
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n. 17.
85
La palabra griega traducida “Consolador” o “Consejero” (como se encuentra en Juan 14,16, 26; 15,26 y
16, 7) es parakletos. Esta forma de la palabra es incuestionablemente pasiva y correctamente significa
“uno llamado al lado de otro”; en otros términos, defensor.
86
Cf. Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n 17.
29
variados, en algunas ocasiones por las leyes adoptadas por el Estado, la cultura que
domina en la sociedad, o como dice Sor Lucía87 en una carta al Cardenal Caffarra,
comentando el mensaje de las apariciones de la Virgen de Fátima:88
“La batalla final entre el Señor y el reino de Satanás será acerca del
Matrimonio y de la Familia. No teman, porque cualquiera que actúe a
favor de la santidad del Matrimonio y de la Familia siempre será
combatido y enfrentado en todas las formas, porque ésta es el punto
decisivo”.89
Por esta razón, es indispensable que esos lazos familiares se afiancen, por medio
de la educación, la cultura y especialmente la oración, para estar atentos y enfrentar esos
ataques que la unión familiar tiene en la sociedad moderna.
87
Lucía nació el 22 de marzo de 1907 en Aljustrel, aldea de Fátima, y allí, cuando tenía diez años, vio por
primera vez a la Virgen en la Cova de Iría, mientras estaba con sus primos los hermanos beatos Francisco
y Jacinta Martos, ambos fallecidos a temprana edad.
88
Desde el 13 de mayo de 1917 la Sma. Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima (Portugal)
a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta. En un hermoso libro titulado "Memorias de Lucía" la que
vio a la Virgen cuenta todos los detalles de esas apariciones.
89
Sor Lucía, Carta enviada al Cardenal Carlo Caffarra. Fuente: Aciprensa, 2016
90
Sacerdote religioso de los Discípulos de los Corazones de Jesús y María, Doctor en Teología por el P.I.
Juan Pablo II de Roma y profesor del mismo, tanto en Italia como en España. También es Director
Académico del Master en Pastoral Familiar que dicho Instituto ofrece en España.
30
poner el acento en la multitud de tipos y modelos de matrimonios y
familias”.91
El amor entre esposos debe manifestarse cada día con elementos como: el
diálogo, la libertad, la confianza, la serenidad, la comprensión, la delicadeza, el perdón92
y la fidelidad, así como en el respeto por las amistades del otro y por las relaciones
sociales, el cuidado en la economía doméstica, la atención en las diversiones, la
educación de los hijos y la religiosidad.93
Teniendo en cuenta el amor que los padres deben tener a los hijos, éste debe
empezar desde el momento de la concepción, ya que los hijos son el fruto de ese amor,
el cual se materializa, siendo la base del matrimonio.94
La presencia del padre en el hogar es importante para que los hijos maduren
humana y cristianamente, ya que, sin la presencia de este, se carecerá de seguridad y
fortaleza, para que los hijos ganen el equilibrio y la madurez que se requieren cuando
los infantes asuman la vida adulta.
91
J. DE D.LARRÚ, “El designio de Dios sobre el matrimonio”, in Iglesia y Familia 2 (2008) 1-6. 2.
92
Cuando perdonamos, nos liberamos de la esclavitud producida por el odio y el resentimiento, para
recobrar la felicidad que había quedado bloqueada por esos sentimientos
93
Cf. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio. (22.11.1981), n. 66.
94
Los hijos no sólo forman parte de la familia, sino que son la “materialización o concreción” del amor
profundo que se tienen los esposos.
31
por encima del propio padre, no porque sea mejor que este, sino por los dones que los
hacen diferentes, lo que permite que con la unión de los dos, los hijos tengan los
mejores ejemplos para la formación de un futuro hogar.
La responsabilidad de los padres y el amor por los hijos, son los fundamentos
que deben llevar a los esposos a buscar el mayor bien posible, fruto de un amor
profundo y equilibrado, que evite conceder, a sus propios hijos, los caprichos, y más en
el mundo materialista que se está viendo en la actualidad.
Las manifestaciones que los padres deben conceder a los hijos son: la acogida y
la protección, desde el momento de ser concebidos; la alimentación y el vestido, que
sean suficientes, sin llegar a la opulencia; la confianza y el diálogo constante, que
permite formar y corregir; la educación integral, por medio del diálogo y tocando con
responsabilidad los diversos temas; la corrección, con paciencia y bondad, de forma
oportuna y sin autoritarismos; y el respeto, hacia la libertad, la forma de pensar y las
ideas.
De esta forma, se busca que las familias sean lugares donde se viva con
integralidad la vocación cristiana y los valores que permiten mantener hogares
luminosos y alegres, como ejemplo para el resto de la sociedad, en la cual se debe
influenciar de forma positiva.
Se debe aclarar que el amor debe ser mutuo. Así como hay un deber de los
padres en amar a sus hijos, estos también tienen el deber de amar a sus padres.
95
Ex. 20, 12.
32
2. EL AMOR EN LA FAMILIA COMO PARTE
FUNDAMENTAL DEL EVANGELIO DE CRISTO
El Señor Jesucristo anunció la Buena Nueva, que es, liberar al hombre del
pecado y del maligno. Esta Buena Nueva se alcanza por medio de su Muerte y posterior
Resurrección, donde vence a la misma muerte y nos ofrece resucitar, para llegar al Cielo
al lado de Dios Todopoderoso.
“La Iglesia es depositaria de la Buena Nueva que debe ser anunciada. Las
promesas de la Nueva Alianza en Cristo, las enseñanzas del Señor y de
los Apóstoles, la Palabra de vida, las fuentes de la gracia y de la
benignidad divina, el camino de salvación, todo esto le ha sido confiado.
Es ni más ni menos que el contenido del Evangelio y, por consiguiente,
de la evangelización que ella conserva como un depósito viviente y
precioso, no para tenerlo escondido, sino para comunicarlo”.97
96
Entre los documentos postconciliares más citados, Evangelii Nuntiandi es una demostración ulterior del
interés profundo del Papa Pablo VI por los problemas de la evangelización y se considera como una
continuación directa del Decreto conciliar sobre la actividad misionera de la Iglesia "Ad Gentes".
97
Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, (8.12.1975), n. 15.
33
La mejor manera de llevar a cabo la evangelización es mediante el testimonio,
ya que el ejemplo enseña más que la palabra, y es así como los cristianos deben acercar
al prójimo hacia Dios por medio, precisamente del testimonio. Mal haría, quien,
hablando de amor, actúe con odio; quien hablando de Dios, no confíe en Él; o quien
hablando de la Resurrección, crea en la reencarnación.
“La Buena Nueva proclamada por el testimonio de vida deberá ser pues,
tarde o temprano, proclamada por la palabra de vida. No hay
evangelización verdadera, mientras no se anuncie el nombre, la doctrina,
la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús de Nazaret Hijo de
Dios”.98
En una cultura como la judía, donde nació y creció Jesús, y llevó a cabo su
misión salvadora en la tierra, causa curiosidad la importancia que le da a la mujer. Jesús,
entre otras cosas, le habla a una samaritana, ante el asombro de los discípulos; salva a
una mujer acusada de adulterio de ser lapidada, mientras los “jueces” se retiran sin
mediar palabra; y pone a su Madre como Madre Nuestra, entregándosela a Juan, el
discípulo amado.
98
Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, (8.12.1975), n. 22.
99
El Pontificio Consejo para la Familia, instituido por San Juan Pablo II con el Motu Proprio Familia a
Deo Instituta en 1981, sustituyó al Comité para la Familia, creado por Pablo VI en 1973. Al Consejo
corresponde la promoción de la pastoral y del apostolado en campo familiar, mediante la aplicación de las
enseñanzas y orientaciones del Magisterio eclesiástico para ayudar a las familias cristianas a cumplir su
misión educativa y apostólica.
34
advierte que los esposos son llamados a acoger la Palabra del Señor, ya que la Buena
Nueva de su vida conyugal y familiar los santifica, pues mediante la fe, se puede
descubrir a Dios en el matrimonio, a quien eleva a sacramento, convirtiendo a la familia
en un signo de amor entre la alianza de Dios y los hombres, o como lo describe San
Pablo, entre Jesucristo y la Iglesia.
100
Consejo Pontificio para la Familia, 2003. Temas de reflexión y diálogo sobre la familia. Encuentro
mundial de las familias. Manila.
101
Pablo VI, Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi, (8.12.1975), n. 71.
35
Más adelante en la misma Exhortación apostólica, hablando de la evangelización
dentro de la familia, se lee:
“Ya que son llamados a acoger la Palabra del Señor que les revela la
estupenda novedad —la Buena Nueva— de su vida conyugal y familiar,
que Cristo ha hecho santa y santificadora. En efecto, solamente mediante
la fe ellos pueden descubrir y admirar con gozosa gratitud a qué dignidad
ha elevado Dios el matrimonio y la familia, constituyéndolos en signo y
lugar de la alianza de amor entre Dios y los hombres, entre Jesucristo y la
Iglesia esposa suya”.103
102
Ibidem.
103
Cf. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n. 51.
36
2.2 El Amor cristiano, criterio de una autenticidad familiar
El término autenticidad, tan anhelado en la vida de las personas, pero tan difícil
de cumplir debido a la incoherencia entre el pensar, el actuar y el sentir, se refiere a la
verdad y al bien.
Para un cristiano, la autenticidad no está en pensar que cada persona debe creer
en lo que le parezca, pues si se piensa que la fe en Cristo es la mejor herencia que se
tiene y que se puede dejar en el círculo familiar, es lógico que se quiera transmitir a las
demás personas, empezando por las más cercanas.
Como lo dijo Joseph Ratzinger104 junto a Hans Urs Von Balthasar:105 “Un
hombre que sea privado de toda fatiga y trasportado a la tierra prometida de sus sueños
pierde su autenticidad”.106 La importancia de esta frase radica que el amor cristiano es
una entrega total a Dios y al prójimo, llegando al sacrificio, ya que es olvidarse de uno
mismo para pensar en el otro.
La autenticidad del amor debe ser para todos, empezando por quienes están
cerca, y continuando con el resto, así sean los enemigos, pues como lo dicen las
104
Nació en Marktl am Inn (Baviera, Alemania) en 1927. Estudió en Freising y en la Universidad de
Múnich. Sacerdote en 1951. Profesor de teología fundamental en la Universidad de Bonn y de dogma e
historia de los dogmas en la Universidad de Münster y posteriormente en Ratisbona. Fue nombrado
arzobispo de Múnich y Freising en 1977 y promovido a cardenal ese mismo año. Durante muchos años ha
sido prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, presidente de la Pontificia comisión bíblica y
de la Comisión teológica internacional. El 19 de abril de 2005 es elegido papa, tomando el nombre de
Benedicto XVI.
105
Nació en Lucerna en 1905. Estudió en las universidades de Zúrich, Viena, Berlín, Múnich y Lyon.
Jesuita de 1928 a 1948. Fundó con A. von Speyr un instituto secular. En 1971 fundó con J. Ratzinger y H.
de Lubac la revista «Communio». Fue miembro de la Comisión teológica internacional desde su
fundación (1968). Murió en 1988, dos días antes de su incorporación al colegio cardenalicio.
106
H.BALTHASAR – J.RATZINGER, ¿Por qué soy todavía cristiano?, Sígueme, Alemania 1971, 109.
37
Escrituras: “Ustedes han oído que se dijo: “Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo”. Pero
yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen”.107
Por último, acerca del amor conyugal, donde se debe vivir la autenticidad en su
plenitud, el Catecismo de la Iglesia Católica escribe lo siguiente:
“El amor conyugal exige de los esposos, por su misma naturaleza, una
fidelidad inviolable. Esto es consecuencia del don de sí mismos que se
hacen mutuamente los esposos. El auténtico amor tiende por sí mismo a
ser algo definitivo, no algo pasajero. "Esta íntima unión, en cuanto
donación mutua de dos personas, como el bien de los hijos exigen la
fidelidad de los cónyuges y urgen su indisoluble unidad".111
107
Mt 5, 43-48.
108
Josemaría Escrivá, sacerdote y fundador del Opus Dei, dedicó su vida a difundir la llamada universal a
la santidad. Así lo predicaba: "Allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros amores,
allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo".
109
Surco es fruto de la oración personal y de la experiencia de almas de san Josemaría Escrivá.
Compuesto también por puntos de meditación, presenta una atractiva visión de las virtudes humanas.
110
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Surco, n. 251.
111
Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1646.
38
En el matrimonio, la fidelidad de sus miembros no es negociable, es decir, deben
donarse por completo, al formarse una sola carne, y al comprometerse a estar juntos,
hasta que la muerte los separe, aún en épocas de enfermedad y pobreza.
112
CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, (6.03.1964), n.49.
39
Así lo recuerda el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Gaudete et
Exsultate, cuando empieza a aclarar que la llamada a la santidad también debe ser
escuchada en el hogar:
“Del mismo modo, hay muchos matrimonios santos, donde cada uno fue
un instrumento de Cristo para la santificación del cónyuge. Vivir o
trabajar con otros es sin duda un camino de desarrollo espiritual. San
Juan de la Cruz decía a un discípulo: estás viviendo con otros «para que
te labren y ejerciten»”.113
Pero la santidad dentro de la vida familiar exige unos sacrificios, propios del
matrimonio. La convivencia entre esposos, la educación de los hijos, los problemas
económicos, las dificultades en la salud, entre otras situaciones, llevadas con un sentido
sobrenatural y ofreciéndolas como sacrificio, acercan más a Dios y al sufrimiento de su
Único Hijo.
113
Francisco, Exhortación Apostólica Gaudete et exsultate, (19.03.2018), n. 141.
114
Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n.33.
40
Gracia de la Salvación gratis se nos da, gratis la recibimos, y es el ser humano quien
decide si aceptarla o no.
115
Se trata de una exhortación apostólica en la que Pablo VI reflexiona, a la luz del Concilio Ecuménico
Vaticano II, el culto bimilenario a la santísima Virgen María. El interés del documento pontificio es
incrementar el culto mariano en el marco de la renovación litúrgica promovida por la Sacrosantum
Concilium, una renovación que tiene a Cristo como punto de referencia. El documento nos presenta a
María como Madre de Cristo y Madre de la Iglesia.
116
Pablo VI, Exhortación Apostólica Marialis Cultus, (2.02.1974), n. 52.
117
El cardenal Caffarra, de 78 años de edad, fue arzobispo emérito de Bolonia y un teólogo de reconocido
valor, especializado precisamente en las cuestiones suscitadas por las "dubia". Desde 1981 a 1995 fue
presidente del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los estudios sobre el matrimonio y la familia.
118
Sor Lucía, Carta enviada al Cardenal Carlo Caffarra. Fuente: Aciprensa, 2016
41
La exclusividad y libertad del amor cristiano debe llegar hasta el período de la
ancianidad, ya que es ahí donde se profundiza el amor conyugal, convirtiéndose en
purificado y noble, debido a la fidelidad larga e ininterrumpida en la relación, llevando a
darse a los demás y a su cónyuge, en una etapa donde la soledad se intensifica, debido
en parte a la separación de los hijos, quienes empiezan a construir su camino, y por otra
parte a las enfermedades y el decaimiento de las fuerzas.
Ambos están implícitos desde el momento que se produce el rito matrimonial. 120
En el inicio, cuando el sacerdote llama a celebrar el matrimonio de forma libre y
voluntaria, ante “el ministro de la Iglesia y la comunidad cristiana”, los contrayentes
están presentes en lo que será el inicio de la nueva vida sacramental.
Las preguntas iniciales así lo confirman, donde se les cuestiona a los novios
sobre la voluntad de casarse sin estar coaccionados, y la decisión de respetarse y amarse
durante toda la vida. Este último punto, implica todo el significado de la palabra “vida”,
es decir, social, económico, cultural, y por supuesto en la procreación y conformación
de una nueva familia.
119
Cf. Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, (22.11.1981), n.19.
120
Reformado por mandato del Concilio Ecuménico Vaticano II, promulgado por Su Santidad Pablo VI y
revisado por Su Santidad Juan Pablo II.
42
La vida matrimonial implica todos los altibajos que conlleva la vida. La
existencia no siempre se mantiene en las nubes, sintiendo el suave viento, también es
necesario e inevitable tocar el suelo, y levantarse juntos, hombre y mujer, después de
una caída.
Es así como los futuros esposos prometen entregarse al otro siendo fiel, “en la
prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad”, para amarse y
respetarse por el resto de la vida.
Benedicto XVI, en Deus Caritas Est, describe cómo el amor no es externo, por
el contrario, nace dentro de cada ser humano que es comunicado hacia otros:
“El amor crece a través del amor. El amor es «divino» porque proviene
de Dios y a Dios nos une y, mediante este proceso unificador, nos
transforma en un Nosotros, que supera nuestras divisiones y nos
convierte en una sola cosa, hasta que al final Dios sea «todo para
todos»”.121
En este párrafo se explica claramente quién es el autor del amor, Dios, que como
se ha explicado, creó al hombre por amor, para hacerlo partícipe de su hermosa obra
creadora y de su poder salvador.
121
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas Est, (25.12.2005), n. 18.
43
En el paso por la tierra, la unión con Dios viene dada precisamente por el lazo
del amor, el cual se rompe por medio del pecado, que hace que nos alejemos de Él,
rechazando todo vínculo Divino que nos ofrece, y poniendo en peligro la Salvación y el
descanso eterno al lado del Padre.
Cada vez que un cristiano celebra uno de los Sacramentos y entra en oración,
está renovando la unión con el Amor, pues es Dios quien llama al hombre suavemente,
y es por medio de los Sacramentos y la oración que se le escucha. Así mismo, en el
matrimonio, los esposos están llamados precisamente a renovar el amor hacia su
cónyuge y a crecer en él.
122
Ib.
123
Ib.
44
En la constitución de la familia se manifiesta la unidad, realizada en la comunión
entre los padres, y entre estos y los hijos. Precisamente, esta unidad está llena de retos,
los cuales comienzan desde el momento de la bendición del sacerdote al final del rito
del matrimonio.
45
3. EL AMOR FAMILIAR SEGÚN “AMORIS
LAETITIA”
Nicolás Alvarez de las Asturias125 escribe sobre la autoridad del Papa en cuanto
a la familia:
125
El padre Nicolás Álvarez de las Asturias es catedrático de Historia del Derecho Canónico en la
Universidad San Dámaso de Madrid y desarrolla su trabajo pastoral en Santa María de Caná, parroquia
conocida como “la catedral de Pozuelo”, cerca de Madrid.
126
N.ÁLVAREZ DE LAS ASTURIAS. El camino de la familia. Claves de lectura de “Amoris Laetitia”,
in https://www.almudi.org/articulos/10857-el-camino-de-la-familia-claves-de-lectura-de-amoris-laetitia
(última visita 15.01.2018)
127
Sacerdote desde 1973 y arzobispo de Chieti-Vasto desde 2004. Estudió en Tubinga y en París. Doctor
en teología y filosofía, ha sido profesor de teología dogmática en la Pontificia Facultad teológica de Italia
meridional y consultor del Consejo pontificio para la unidad de los cristianos y del Consejo pontificio
para el diálogo con los no creyentes.
46
que se esfuerza por abrirse a las exigencias de la verdad y del amor con
total confianza en Dios y en su providencia misericordiosa y fiel”.128
En la introducción se lee:
47
para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida
familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y
gozo”.132
“El mayor reto es que se lea sin prisas y se ponga en práctica. El texto
formula propuestas a la Iglesia y a sus pastores para que acompañen a la
familia, la integren, permanezcan cerca de cualquier persona que haya
sufrido los efectos del amor herido. Por encima de todo, desafía a ser
comprensivos frente a situaciones complejas y dolorosas”.134
132
Francisco, Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 5.
133
Por excomunión, como se ha dicho, se entiende la pena que excluye al reo de delito de la comunión
con la Iglesia.
134
H.OLANO, “El Papa y los documentos pastorales”, El Nuevo Siglo, 2017.
48
En la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, la unión afectiva, espiritual y
oblativa del matrimonio, le da un carácter de exclusividad indisoluble, expresada en el
proyecto de los esposos de llevar una existencia, donde todo se construya y se comparta.
Amoris Laetitia está estructurada en nueve capítulos, que se dividen con temas
de la Biblia y del Magisterio, que hace referencias al sacramento del matrimonio y los
desafíos a que se enfrenta en la actualidad la institución familiar.
135
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 8.
136
Ib., n. 31.
137
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 59.
138
Ib., n. 89.
49
“el amor siempre da vida”, resalta cómo los cónyuges “dan más allá de sí mismos la
realidad del hijo, reflejo viviente del amor”.139
139
Ib., n. 165.
140
Ib., n. 199.
141
Ib., n. 259.
142
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 291.
143
Ib., n. 291.
50
Esto se aprecia en las posiciones que, desde los gobiernos de la mayoría de
países del Mundo Occidental, se ha tenido en los últimos años, proclamando leyes que
atacan directamente a la familia, las cuales van desde atentados contra la vida desde el
momento de la concepción, pasando por una visión “amplia” del matrimonio, al cual se
le ha dado diferentes formas de conformación.
144
El individualismo considera al hombre – a cada hombre – como una entidad independiente y soberana
que posee un derecho inalienable a su propia vida, un derecho derivado de su naturaleza como ser
racional.
51
Por otro lado, José María Pardo Sáenz145 (2018), hablando sobre Amoris
Laetitia, escribe:
Por otro lado, José Granados,147 Stephan Kampowski148 y Juan José Pérez-
Soba149 (2016), dan a conocer, lo que para ellos, son “tres elementos necesarios de
coherencia del documento”, que los califican de la siguiente forma:
145
Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, bachiller en Teología por la
Universidad Pontificia de la Santa Cruz, licenciado en Teología Moral y Espiritual por la Facultad de
Teología de la Universidad de Navarra, doctor en Medicina (Bioética) por el Istituto di Bioetica. Facoltà
di Medicina e Chirurgia “Agostino Gemelli”. Università Cattolica del Sacro Cuore.
146
J.M.PARDO SÁENZ, “Sentido e implicaciones de la sacramentalidad del matrimonio a la luz de
“Amoris Laetitia””, in https://www.almudi.org/articulos/12435-sentido-e-implicaciones-de-la-
sacramentalidad-del-matrimonio-a-la-luz-de-amoris-laetitia (última visita 15.03.2018)
147
Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Vicepresidente del Instituto Juan Pablo II en
Roma. Miembro de los Discípulos de los Corazones de Jesús y María (DCJM). vicepresidente del
Instituto Pontificio Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, con sede en Roma.
148
Profesor asociado de Antropología Filosófica en el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios
sobre el Matrimonio y la Familia en Roma. Es uno de los coordinadores del Máster en Bioética y
Formación organizado por el Instituto Juan Pablo II y la Universidad del Sagrado Corazón, Roma.
149
Licenciado en Teología especialidad de moral por la U.P. de Comillas, con la tesina, Libertad para
amar. Diálogo con Santo Tomás de Aquino. Doctor en Teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II
para los estudios de matrimonio y familia (sede de Roma) y perteneciente a la Pontificia Universidad
Lateranense.
52
- La última coherencia para leer el texto nos la da la tradición de la
Iglesia: No hay un cambio doctrinal ni disciplinar en lo que enseña la
Iglesia”.150
Javier de la Torre151 (2016), escribe sobre el tipo amor que manifiesta el Papa
Francisco en el documento:
“El amor cotidiano; el amor que tiene paciencia, que es amable, que es
humilde, que no es envidioso, que sabe perdonar todas las noches antes
de acostarse…Cuando habla del amor dice algo importante: el amor
convive con la imperfección”.152
Es claro que en el matrimonio se unen dos realidades diferentes, y por ser así, no
se puede hablar de una relación perfecta ni utópica, donde todo es un paraíso romántico,
al contrario, las dificultades y los desacuerdos suelen darse, incluso, algunas veces, más
seguido de lo que esperamos, por lo que deben aflorar las virtudes humanas, como el ser
pacientes, amables y humildes, y de esta forma, hacer de la familia un hogar luminoso y
alegre, a pesar de las contrariedades de la jornada.
150
J.GRANADOS – S.KAMPOWSKI – J.J.PÉREZ-SOBA, Acompañar, discernir, integrar. Vademécum
para una nueva pastoral familiar a partir de la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, Fonte, Burgos
2016, 11-12
151
Licenciado en filosofía y teología moral por la Universidad Pontificia de Comillas y es doctor en
derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Es profesor de Moral de la persona, Historia de la
teología moral, de la Ética del matrimonio y la familia, de la Ética del amor y la sexualidad y de la Ética
del comienzo de la vida, en la Universidad Pontificia de Comillas.
152
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
53
Para hablar del Amor en el matrimonio, la Exhortación Apostólica Amoris
Laetitia, empieza con el bello himno de San Pablo, que a la vez, ha servido de
inspiración para poetas y compositores:
En este escrito, San Pablo realza las principales virtudes que tiene el amor, y
que, de ponerse en práctica por parte de los esposos, se llegará al final del camino
juntos, tal como lo define la Doctrina de la Iglesia Católica: “Hasta que la muerte los
separe”,154 y también expresado por Jesús en Marcos: “Lo que Dios ha unido, no lo
separe el hombre”155
El amor lo puede todo, incluso a amar al prójimo con sus defectos o con
pensamientos diferentes. Así lo expresa el autor Javier de la Torre (2016), para expresar
la delicadeza y maestría, como el Papa Francisco aborda la indisolubilidad matrimonial,
por el bien de los esposos, quienes han adquirido el compromiso Sagrado, y por el bien
de los hijos, que añoran ver a unos padres que se aman, fieles, felices y siempre juntos.
153
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 90.
154
Según el rito del matrimonio, se lee lo siguiente: ¿N., aceptas a N. como tu legítima esposa (esposo),
amarlo y respetarlo, de hoy en adelante, en lo próspero, en lo adverso, en la riqueza, en la pobreza, en la
enfermedad y en la salud, hasta que la muerte los separe?
155
Cf. Mc 10, 2-16.
156
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
54
Dios es el mejor ejemplo de lo que es el amor. Durante toda la historia de la
humanidad, Él ha tenido para sus hijos paciencia. Así se ha visto cómo, a pesar de
nuestros pecados, Dios sigue actuando en el mundo. En vez del castigo, mandó por
amor a su Propio Hijo, entregándolo a la dureza de los hombres, por amor.
Así lo hace saber Pedro Daniel Martínez Perea157 (2017), cuando expone lo
siguiente, refiriéndose a la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia:
Esta es la verdad: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”,159 y es esa verdad que
nos permite ser libres: “La Verdad os hará libres”,160 conociendo los caminos del bien y
del mal, con la libertad que Dios nos da para elegir cuál continuar. Dios ama tanto al
mundo, que no nos obliga a creer en Él, ni a seguirle, somos nosotros que en nuestro
libre albedrío y por amor, tomamos la decisión.
157
Actual Obispo de la Diócesis de San Luis, Argentina elegido para tal cargo por Su Santidad Benedicto
XVI.
158
P.D.MARTÍNEZ PEREA, “Matrimonio, nuevas uniones y Eucaristía en el capítulo 8 de Amoris
Laetitia, Carta Pastoral a los Sacerdotes de la Diócesis de San Luis, Argentina 2017.
159
Cf. Jn 14, 6.
160
Ib., 8,32.
55
Sobre la justicia, San Josemaría Escrivá de Balaguer escribió: “Es verdad que
Dios Nuestro Señor es infinitamente misericordioso, pero también es infinitamente
justo: y hay un juicio, y Él es el Juez”,161 donde se muestra que, en el amor y la
misericordia de Dios, también hay justicia, la cual será de acuerdo con nuestros actos.
161
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino, n. 747.
162
La paciencia es una virtud potencial o derivada de la fortaleza, cuya misión es facilitar el vencimiento
de la tristeza para no decaer ante los sufrimientos ya físicos, ya espirituales, anejos a la práctica de
cualquier virtud y mucho más, al seguimiento de las virtudes enseñadas por Cristo.
163
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 91.
164
El egoísmo es lo contrario del verdadero amor, ya que este nos hace salir de nosotros mismos y nos
hace darnos a lo que amamos transformándonos en la cosa amada, en cambio el egoísmo tiene como
centro de todas las cosas a nosotros mismos.
56
este mundo, también cuando actúa de un modo diferente a lo que yo
desearía”.165
Esposo y esposa son una sola carne, y por esta razón, no hay espacio para hablar
solo de sí mismo, sino de nosotros. No se puede agrandar uno para empequeñecer al
otro, pues la institución matrimonial es un proyecto para toda la vida entre dos personas,
de crecimiento y progreso juntos.
Según Amoris Laetitia: “La actitud de humildad aparece aquí como algo que es
parte del amor, porque para poder comprender, disculpar o servir a los demás de
corazón, es indispensable sanar el orgullo170 y cultivar la humildad”.171
165
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 92.
166
San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, Rialp, Madrid 1971. 50-51.
167
Ib., n. 94.
168
A través de la envidia podemos crear auténticas obsesiones hacia el “objeto” codiciado, bien sea
material, intelectual o incluso espiritual. Llevado al límite, la envidia puede empular a las personas a
hacer daño a otros que poseen lo que entiendo como mi deseo no cubierto.
169
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 95.
170
Orgullo es un término que denota un sentimiento de autosuficiencia, usualmente manifestado en la
arrogancia propia y el desprecio del valor de otros.
171
Ib., n. 98.
57
es a lo que llama la Exhortación Apostólica, la cual recomienda dejar a un lado el
pesimismo de encontrar solo los defectos del otro, y abandonar modos, gestos y
palabras desagradables, que busquen la sociabilidad en la persona pues:
“El amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas redes de
integración, construye una trama social firme. Así se protege a sí mismo,
ya que sin sentido de pertenencia no se puede sostener una entrega por
los demás, cada uno termina buscando sólo su conveniencia y la
convivencia se torna imposible. Una persona antisocial cree que los
demás existen para satisfacer sus necesidades, y que cuando lo hacen
sólo cumplen con su deber”.172
172
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 100.
173
La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio:
estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. La soberbia es
la pasión desenfrenada sobre sí mismo.
58
propias limitaciones, e incluso perdonarse, para poder tener esa misma
actitud con los demás”.174
“El matrimonio es uno de los siete sacramentos. Hasta ahí nada nuevo. El
punto de interés es la comprensión de la dimensión antropológica,
eclesial y espiritual del sacramento. El sacramento es un don para la
santificación y la salvación de los esposos. El matrimonio es una
vocación y requiere un discernimiento vocacional. El papa Francisco
retoma la definición conciliar del matrimonio. Y recuerda que el
sacramento no es una cosa o una fuerza, sino acción y presencia de Cristo
que sale al encuentro de los esposos. Como todo sacramento el
matrimonio significa, hace presente y comunica el amor de Cristo a su
Iglesia. El consentimiento y la unión de los cuerpos son los instrumentos
de la acción divina que los hace una sola carne”.175
174
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 107.
175
B.FERNÁNDEZ. “La complejidad del amor” aproximación a la Amoris Laetitia, in
https://vidareligiosa.es/la-complejidad-del-amor-aproximacion-a-la-amoris-laetitia/ (última visita
10.04.2018).
59
se refleja en los hijos, el fruto materializado del sentimiento de los padres, y quienes a la
vez, reflejarán, ante la sociedad, lo vivido en la familia.
Una mirada amable permite que no nos detengamos tanto en sus límites,
y así podamos tolerarlo y unirnos en un proyecto común, aunque seamos
diferentes. El amor amable genera vínculos, cultiva lazos, crea nuevas
redes de integración, construye una trama social firme”.176
Mirar al cónyuge con la mirada del amor de Dios, quien nos ama a pesar de
nuestros defectos y nuestras debilidades, conociendo que si caemos, nunca será tarde
para volver a Él, pues nos estará esperando con los brazos abiertos. Y precisamente, si
el Matrimonio es bendecido por Dios y se presenta como un modelo de relación entre Él
y la Iglesia, se debe actuar perdonando al otro.
Tratando el tema del desprendimiento, el mismo Papa Francisco nos enseña que:
“Hemos dicho muchas veces que para amar a los demás primero hay que amarse a sí
mismo. Sin embargo, este himno afirma que el amor « no busca su propio interés », o «
176
Francisco, Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 100.
60
no busca lo que es de él »”,177 indicando que primero se debe amar, antes que amarse, es
decir, el amor es una entrega total al otro.
177
Francisco, Exhortación Apostólica Postsinodal Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 101.
178
N.ÁLVAREZ DE LAS ASTURIAS. El camino de la familia. Claves de lectura de “Amoris Laetitia”,
in https://www.almudi.org/articulos/10857-el-camino-de-la-familia-claves-de-lectura-de-amoris-laetitia
(última visita 15.01.2018)
61
que una crisis superada no lleva a una relación con menor intensidad sino
a mejorar, asentar y madurar el vino de la unión. No se convive para ser
cada vez menos felices, sino para aprender a ser felices de un modo
nuevo, a partir de las posibilidades que abre una nueva etapa. Cada crisis
implica un aprendizaje que permite incrementar la intensidad de la vida
compartida, o al menos encontrar un nuevo sentido a la experiencia
matrimonial”.179
179
Cf. Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 232.
180
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 234.
62
Y esos tiempos de calma se presentan al inicio de la relación como novios,
cuando la pareja se está conociendo, y así, al momento de unir sus vidas, sepan afrontar
las crisis, tal como lo expresa el Papa Francisco:
“Hay crisis comunes que suelen ocurrir en todos los matrimonios, como
la crisis de los comienzos, cuando hay que aprender a compatibilizar las
diferencias y desprenderse de los padres; o la crisis de la llegada del hijo,
con sus nuevos desafíos emocionales; la crisis de la crianza, que cambia
los hábitos del matrimonio; la crisis de la adolescencia del hijo, que exige
muchas energías, desestabiliza a los padres y a veces los enfrenta entre sí;
la crisis del «nido vacío», que obliga a la pareja a mirarse nuevamente a
sí misma; la crisis que se origina en la vejez de los padres de los
cónyuges, que reclaman más presencia, cuidados y decisiones
difíciles”.181
181
Ib., n. 235.
182
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 236.
183
Cf. San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, Rialp, Madrid 1971. 26.
63
Ahora bien, a las dificultades y crisis presentadas, se suman los desafíos de la
familia en la actualidad, que afectan directamente la convivencia familiar y son
inducidos por los afanes de la vida moderna, poniendo al matrimonio en constante
peligro.
El estrés y el individualismo forman parte de las actitudes “de moda” entre los
humanos, que lastimosamente, influyen en la pérdida de las buenas relaciones sociales,
incluyendo las más cercanas como la familia.
El estrés, llamado por algunos como la enfermedad del Siglo XXI, surge en parte
por la ambición de poseer bienes materiales, ascensos laborales y logros educativos,
como metas principales en la vida, desconociendo que el hogar es el mejor proyecto de
vida que persona alguna pueda buscar.
184
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 33.
64
Frente al individualismo de una familia de individuos como islas
separadas, otro modelo, el de la comunión cristiana”.185
185
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 101.
186
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
65
Después enumera una serie de desafíos concretos, porque al papa le gusta
lo concreto. Y termina esta segunda parte diciendo: Doy gracias a Dios
porque muchas familias que están lejos de considerarse perfectas, viven
en el amor, realizan su vocación y siguen adelante, aunque caigan
muchas veces a lo largo del camino. Es importante ese subrayado de que,
quizá la limitación que todos tenemos no impide vivir el amor”.187
La tendencia que el ser humano tiene hacia el pecado y a caer en las debilidades,
no es impedimento para emprender el camino del matrimonio, ya que los límites
naturales que tiene la pareja y su imperfección como personas, pueden ser superadas
con la Gracia de Dios.
Sin embargo, dentro del matrimonio se presentan crisis como la falta de diálogo,
que desestabiliza el hogar. Aunque éste se haya perdido en los últimos tiempos, debido
a factores como los laborales y tecnológicos, los esposos deben buscar la forma de tener
un diálogo diario y fluido, que puede empezar por normas de piedad, recurriendo al
viejo dicho: “Familia que reza unida, permanece unida”.
187
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
188
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 34.
66
Por lo tanto, el matrimonio es un Estado de Gracia bendecido por Dios, y es
precisamente esta Gracia que permite que Él sostenga la familia, como la institución
más amada por el Creador, pues de ahí se originaron las personas que hicieron parte de
la historia de la Salvación.
Los Estados, estos deben tomar decisiones sobre la familia, debido a que tiene
una dimensión jurídica, ya que se proyecta a la vida de nuevos individuos, y son estos
los que conforman las realidades sociales de los países.
67
Entre las teorías implantadas internacionalmente, está la ideología de género,189
que es una especie de “ateísmo contemporáneo”, donde se afirma que el ser humano no
tiene naturaleza, por lo que cada persona construye el género que quiere, hombre o
mujer, pues según estos ideólogos, el ser masculino o femenino, es opcional de cada
persona.
Hay que tener en cuenta, que a pesar de las dificultades, el matrimonio está
sostenido por la gracia. Así lo explica el Arzobispo de Portland, Alexander Sample, en
una Carta Pastoral sobre Amoris Laetitia, Una escultura viva y auténtica:
Esa Gracia es el fruto del sacramento del matrimonio por la bendición que el
sacerdote imparte en el ritual religioso, siguiendo los preceptos de Dios, de santificar el
matrimonio y presentarlo, ante la sociedad, como imagen de la relación de amor que el
mismo Dios tiene con la Iglesia.
189
El término inglés "gender" apareció hace unos años en la literatura dedicada a las relaciones entre
hombre y mujer. Traducido al español como género sería más fácilmente comprensible si se tradujese
como "sexo". El discurso sobre el género niega importancia a la diferencia genital entre hombre y mujer y
recoge la interpretación de Friedrich Engels al concepto de lucha de clases.
190
A.SAMPLE, “Una escultura viva y auténtica. Carta Pastoral sobre la lectura de Amoris Laetitia a la
luz de la enseñanza de la Iglesia”. Portland 2016.
68
3.4 Amor que se vuelve fecundo
La familia es un proyecto de vida para las personas que deciden seguir el camino
del matrimonio, y que está conformado por elementos que, vividos y asumidos de forma
adecuada, dan felicidad y plenitud a la pareja, a pesar de las dificultades.
En todos estos elementos está incluida la fecundidad, ya que desde los elementos
de la convivencia, pasando por la sexualidad y la vida familiar, tienen que estar los hijos
presentes, como miembros activos del hogar, y a la vez, partícipes del camino empezado
por sus propios padres en el altar.
191
N.ÁLVAREZ DE LAS ASTURIAS. El camino de la familia. Claves de lectura de “Amoris Laetitia”,
in https://www.almudi.org/articulos/10857-el-camino-de-la-familia-claves-de-lectura-de-amoris-laetitia
(última visita 15.01.2018)
69
Hay que recordar, que el matrimonio tiene dos fines, el bienestar de los esposos
y la procreación. En esta última, también viene incluida la educación que se le imparte a
los hijos, ya que se les debe conducir a un desarrollo integral, donde realicen actividades
que le aporte a la sociedad y le agraden a Dios.
El amor en sí es fecundo y abierto a la vida. Por eso, el Papa Francisco hace uso
de la Exhortación Apostólica para escuchar a muchas parejas y algunas mujeres, que
estiman que los hijos no llegan en el mejor momento, o peor aún, en otros momentos
sienten el peso de la maternidad.
192
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
70
implica educar a los hijos, sino más bien la facultad que los esposos
tienen de usar su libertad inviolable de modo sabio y responsable.”
Sabiduría y responsabilidad. Es consciente de que el embarazo es una
época difícil – como decía antes, a veces puede no llegar en un buen
momento- y ahí es donde les invita a las madres a soñar, “soñad vuestros
hijos, soñad vuestro futuro…”.193
Por esta razón, el Papa Francisco hace una petición en la Exhortación Apostólica
Amoris Laetitia, dirigida a las mujeres en embarazo, donde les pide que cuiden la
alegría, que no se dejen quitar el gozo interior que provoca la maternidad, ya que el niño
que viene en camino, merece llegar a un hogar luminoso y alegre, donde se vivan las
virtudes cristianas, y donde se enfrenten, las contrariedades de la vida, con visión
sobrenatural.
Uno de los fines del matrimonio es la procreación, por lo que en el Génesis, Dios
deja como consecuencia que el hombre dejará a sus padres por la mujer, serán una sola
carne, y poblarán toda la tierra, resaltando que los hijos son la materialización del amor,
por lo tanto, no se puede negar el don de la vida para quienes están dispuestos a
conformar una familia, siendo los hijos “la prolongación de la existencia”.
193
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
194
J.DE LA TORRE, La alegría del amor: Continuidad y novedad, Aula de Teología, Campus Cultural,
Cantabria 2016.
71
La concepción de los hijos exige entrega, un darse a sí mismos el uno al otro, y
dejar que Dios obre el resto. Los hijos son del Creador, dados a cada pareja para
educarlos según las enseñanzas cristianas, y así ser testimonios de Cristo en la
actualidad, y así, los padres conscientes de esta realidad de esta realidad.
La vida es el regalo más grande y gratuito que Dios nos da. No se puede
entender la actitud de algunas personas, que, abrazando ideologías modernas, le niegan
la existencia a nuevos seres, que traen alegría a los hogares y satisfacción al mismo
Dios, ya que Él ama a cada uno desde la eternidad, para quien tiene un plan preparado.
Las familias numerosas son amadas por la Iglesia, ya que son expresión de la
Voluntad Divina, tal como es expresado en la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia:
“Las familias numerosas son una alegría para la Iglesia. En ellas, el amor
expresa su fecundidad generosa. Esto no implica olvidar una sana
advertencia de san Juan Pablo II, cuando explicaba que la paternidad
responsable no es «procreación ilimitada o falta de conciencia de lo que
implica educar a los hijos, sino más bien la facultad que los esposos
tienen de usar su libertad inviolable de modo sabio y responsable,
teniendo en cuenta tanto las realidades sociales y demográficas, como su
propia situación y sus deseos legítimos»”.195
Por esta razón, son incomprensibles las leyes que promueven finalizar con la
vida dentro del vientre materno. El aborto, llamado por el Estado como Interrupción
Voluntaria del Embarazo, tratando de suavizar el lenguaje ante este crimen, se ha
convertido en una política mundial, promovida por organismos internacionales, para
195
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 167.
72
defender unos supuestos derechos reproductivos de la mujer y diezmar la presunta
explosión demográfica.
196
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 168.
197
Ib., n. 171.
73
Los niños aprenden más con el ejemplo que con la palabra. Si ven unos padres
que se aman, aprenderán de estos a amar al prójimo, y generar entre sus expectativas la
conformación de futuras familias cristianas, continuando con un círculo cristiano que se
inició desde el Génesis:
198
Ib., n. 172.
199
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 173.
74
llevar un hogar cristiano, donde los hijos ocupen el lugar que necesitan para su propio
desarrollo integral.
“La generosidad de los padres, que autentifica la nobleza del amor que se
tienen y de su matrimonio, se plasma, sin lugar a duda, en la generación y
educación de los hijos. El acoger una nueva vida, por parte de los padres,
es parte de una historia hermosa que encuentra en el Creador su origen y,
en ellos, sus colaboradores y ministros”.201
“Recordemos que, ayer como hoy, sigue siendo una inmensa riqueza el
amor fiel, auténtico, estable y fecundo. En ese sentido y movidos por una
solícita caridad en la verdad, valoremos y animemos a los esposos
200
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 179.
201
M. MARSICH, “Amoris Laetitia”: sobre la alegría del amor en la familia, México 2016.
75
cristianos que aún con dificultades o crisis las han superado con la gracia
de Dios permaneciendo fieles con sacrificios y renuncias personales”.202
202
P.D.MARTÍNEZ PEREA, “Matrimonio, nuevas uniones y Eucaristía en el capítulo 8 de Amoris
Laetitia, Carta Pastoral a los Sacerdotes de la Diócesis de San Luis, Argentina 2017.
203
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 187.
76
soluciona las dificultades, una voz de aliento les ayuda a llevar con esperanza y
paciencia esas cargas.
La relación que debe existir entre padres e hijos debe ser cercana y respetuosa
durante toda la vida, pues se ha presentado el caso de hijos que abandonan a sus
progenitores, olvidando todo lo que estos hicieron por ellos en los primeros años de
existencia. Así mismo, es igual de reprochable los padres que abandonan a sus hijos,
evitando todo tipo de responsabilidad en su crecimiento y educación.
Sin embargo, este consejo puede ser mal interpretado. Desde el Génesis, se lee
que “…el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola
carne”,205 pero la Exhortación Apostólica expone una preocupación con respecto a este
tema:
El nuevo proyecto familiar está conformado por dos personas que inician una
nueva etapa, y esta no puede llevarse a cabo bajo la influencia de terceras personas,
pues los cónyuges deben contar con la autonomía de tomar sus propias decisiones, sin
interferencias de la familia, quienes ya han tenido su propio hogar.
204
Ex 20, 12.
205
Gn 2, 24.
206
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 190.
77
Los ancianos, en culturas antiguas eran exaltados, siendo los más importantes,
pero en la cultura moderna son, muchas veces despreciados y olvidados, hasta el punto,
que en algunos países tienden a aplicarles la eutanasia, más conocida, para suavizar el
término, como Muerte Digna.
“Sus palabras (de los ancianos), sus caricias o su sola presencia, ayudan a
los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que son
herederos de un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que
nos antecede. Quienes rompen lazos con la historia tendrán dificultades
para tejer relaciones estables y para reconocer que no son los dueños de
la realidad”.207
207
Ib., n. 192.
78
posibilidad de construir un futuro con sentido. No se puede educar sin
memoria”.208
Y son precisamente los ancianos los portadores de esa memoria, por lo que su
cuidado debe ser responsabilidad de la sociedad en general, aclarando que entre las
enseñanzas que deben recibir los hijos en la educación, es el respeto hacia este tipo de
población.
“Las narraciones de los ancianos hacen mucho bien a los niños y jóvenes,
ya que los conectan con la historia vivida tanto de la familia como del
barrio y del país. Una familia que no respeta y atiende a sus abuelos, que
son su memoria viva, es una familia desintegrada; pero una familia que
recuerda es una familia con porvenir”.209
Pero la gran familia, es decir, la familia cristiana, no puede estar excluida del
amor, ya que todos somos hijos de Dios, por lo que debemos tener las mismas
oportunidades de acercarnos al mismo Amor, sin importar el estado y la vida que se
lleve. Un Amor donde caben todos.
208
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 193.
209
Francisco, Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, (3.19.2017), n. 193.
210
Ib., n. 195.
79
“Esta familia grande debería integrar con mucho amor a las madres
adolescentes, a los niños sin padres, a las mujeres solas que deben llevar
adelante la educación de sus hijos, a las personas con alguna
discapacidad que requieren mucho afecto y cercanía, a los jóvenes que
luchan contra una adicción, a los solteros, separados o viudos que sufren
la soledad, a los ancianos y enfermos que no reciben el apoyo de sus
hijos”.211
Entre los esposos, se debe tener un proyecto de vida en común, donde cada
cónyuge debe sacar lo mejor del otro en vez de anularlo, llevando a compartir todo
dentro del matrimonio, en lugar de dejarse llevar por el individualismo.
80
“El amor no se puede limitar sólo a dos personas que se aman ya que está
llamado a crecer. Los hijos son un don de Dios, y cuando no se pueden
tener hijos existe la posibilidad de la adopción. Es importante que las
madres vivan su embarazo con alegría. En todo matrimonio es importante
la figura masculina y femenina. Finalmente el Papa dice que hay que
tomar en cuenta la “gran familia” donde entran los abuelos, tíos, primos,
demás familiares e incluso vecinos que también nos deben ayudar a
crecer”.212
212
F.J.SÁNCHEZ, La alegría del amor: síntesis y comentario, in
http://elobservadorenlinea.com/2016/05/la-alegria-del-amor-sintesis-y-comentario/ (última visita
13.11.2017)
81
CONCLUSIÓN
Se han querido abordar temas complejos para la vida familiar moderna, ya que la
sociedad, y las nuevas ideologías, credos y estilos de vida, van en contravía con la
naturaleza y el carácter humano de este sacramento, complementando la lectura con
otros escritos, como artículos y trabajos, relacionados con Amoris Laetitia, el amor y la
familia.
Por esta razón, se pretendió con el presente trabajo, acudir a la imagen que los
textos bíblicos nos han brindado del amor de Dios por la Iglesia, para significar que la
formación de una familia es un sueño querido por el mismo Creador, pues de esta
forma, el hombre se une a Él en la construcción del mundo. A la vez, que se utiliza un
lenguaje claro y sencillo, que sirva de documento de investigación y lectura para quién
desee abordar más el tema del amor y la familia.
82
ético, moral, cristiano y humano, que se enfrenten a la sociedad, y es precisamente esta
responsabilidad la asumida por los padres de familia a la hora de procrear.
83
BIBLIOGRAFÍA
FUENTES PRIMARIAS
FUENTES SECUNDARIAS
DEL GUERCIO, G. “Sor Lucía de Fátima profetizó que la familia y la vida serían el
campo de batalla final con el mal”, in
https://www.religionenlibertad.com/vida_familia/43245/sor-lucia-fatima-profetizo-que-
familia-vida.html 2015.
84
MARTÍNEZ GORDO, J., “Estuve divorciado y me acogisteis. Para comprender Amoris
Laetitia”. Madrid, España, 2016.
VON BALTHASAR, H.U. – RATZINGER, J., “¿Por qué soy todavía cristiano?”.
Salamcanca, España. 1971.
ESCRIVÁ DE BALAGUER, J., “Es Cristo que pasa”. Madrid, España. 1971.
SANTELICES CUEVAS, L., “La familia desde una mirada antropológica: Requisitos
para educar”. Santiago de Chile, Chile. 2001.
DE LA TORRE, J., “La alegría del amor: Continuidad y novedad”. Cantabria, España.
2016.
LARRÚ, J. DE. D., “El designio de Dios sobre el matrimonio”. Valencia, España. 2008.
85
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 3
FUNDAMENTACIÓN ANTROPOLÓGICA Y BÍBLICA DEL AMOR .................................... 7
1.1 El ser humano creado por Amor y para el Amor .......................................................... 7
1.2 El amor en el Plan de Dios .......................................................................................... 13
1.3 Los hijos, coronación del amor ................................................................................... 19
1.4 El amor como Mandamiento Nuevo de Jesús ............................................................. 25
1.5 Los lazos de Amor en la comunidad familiar.............................................................. 29
EL AMOR EN LA FAMILIA COMO PARTE FUNDAMENTAL DEL EVANGELIO DE
CRISTO....................................................................................................................................... 33
2.1 La Familia como una “Buena Nueva” ......................................................................... 33
2.2 El Amor cristiano, criterio de una autenticidad familiar ............................................. 37
2.3 Espiritualidad del amor exclusivo y libre .................................................................... 39
2.4 El Amor cristiano se renueva y crece .......................................................................... 42
EL AMOR FAMILIAR SEGÚN “AMORIS LAETITIA” ......................................................... 46
3.1 Estructura y finalidad última de la Exhortación Apostólica “Amoris Laetitia” .......... 46
3.2 El Amor en el matrimonio ........................................................................................... 53
3.3 Dificultades para vivir el amor en la vida familiar ...................................................... 61
3.4 Amor que se vuelve fecundo ....................................................................................... 69
3.5 El Amor en la Gran Familia (esposos – niños – jóvenes - adultos) ............................ 76
CONCLUSIÓN ........................................................................................................................... 82
BIBLIOGRAFÍA......................................................................................................................... 84
86