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Consideraciones

Preoperatorias
Objetivo:
• Conocer los antecedentes del paciente para poder planear el
tratamiento de exodoncia buscando preservar la salud del
paciente.
Generalidades

• Un historial médico preciso es la información más útil que un clínico puede tener a
la hora de decidir si un paciente puede ser sometido o no a un tratamiento dental
de forma segura.

• Debe estar preparado para prever cómo un problema médico podría alterar la
respuesta de un paciente a los productos anestésicos y a la cirugía.

• Antes de una intervención se deben considerar las posibles complicaciones y


estimar la relación beneficio-riesgo.
• La anamnesis y el examen físico deben adaptarse a cada paciente, teniendo en
cuenta sus problemas médicos, edad, inteligencia, circunstancias sociales, la
complejidad del procedimiento planificado y los métodos anestésicos que se
prevén.
• Como medios diagnósticos se emplearán secuencialmente: la historia y la
exploración clínica, la exploración radiológica y las exploraciones
complementarias.
Primer contacto

En él constarán sus datos personales tanto en el aspecto bucal como de


otros órganos, aparatos o sistemas. Son muy importantes las
relacionadas con las enfermedades de riesgo, la toma de medicamentos,
las posibles alergias o interacciones medicamentosas, las alteraciones de
la coagulación, intervenciones quirúrgicas previas, reacciones a los
anestésicos, alteraciones cardiovasculares, endocrinas, etc.
Es rellenado por el paciente.
Historia clínica

• La realización de una historia clínica o anamnesis (del griego anámnesis, recapitulación o


recuerdo) es obligada desde el principio.
• Con ella y con un hábil interrogatorio salen a la luz el mayor número de datos posibles
relacionados con la enfermedad del paciente y los antecedentes personales y familiares previos
a la enfermedad actual.
• El «interrogatorio», pues, debe realizarse en función del problema que presenta el paciente.
Puede ser más o menos escueto o exhaustivo, escuchando al enfermo y ayudándole en su
exposición, con una dirección adecuada, pero sin condicionarle nunca en sus respuestas.
• La historia clínica, atendiendo a la legislación y la ética, representa un documento
fundamental en que se recoge la descripción ordenada, completa y precisa de la
experiencia que el profesional obtiene de su relación directa y técnica con el
paciente.

• Debe reunir las características de integridad, claridad, precisión y brevedad. Es un


documento, público o privado, según se realice en uno u otro ámbito, en el que se
reúne un episodio de la biografía médica del paciente.
Enfermedad actual

• Los pacientes pueden clasificarse en diversos apartados según el objeto de su consulta, de manera
aislada o combinada, aunque en general uno de ellos es el predominante.
El paciente puede acudir por los siguientes casos:
1. Necesidad de restablecimiento morfológico (estética) o funcional a causa de pérdidas o lesiones
dentarias.
2. Presentación de dolor como síntoma fundamental y en relación con distintas afecciones:
pulpitis, periodontitis, pericoronaritis, osteítis, sinusitis, neuralgias, litiasis salival, síndrome
cráneo-mandibular, etc.
3. Proceso inflamatorio con los clásicos signos de Celso: dolor, calor, rubor y tumor.
4. Aumento de volumen (tumoración) de origen inflamatorio o tumoral.
5. Traumatismo en los dientes, los tejidos blandos o los huesos que componen el macizo
maxilofacial: contusiones, heridas, fracturas o luxaciones.
6. El signo más o menos alarmante de una hemorragia, espontánea o provocada, de causa
general o local, yatrógena o postraumática, habitualmente tras una intervención quirúrgica,
como puede ser una extracción dentaria.
7. Malformaciones, bien sean congénitas o evolutivas, surgidas estas últimas progresivamente
en el curso del desarrollo del individuo.
8. Por último, el paciente puede acudir simplemente para una revisión de su cavidad bucal, sin
aquejar ninguno de los problemas contenidos en los apartados anteriores.
Antecedentes personales y familiares

• Personales
1. Es preciso indagar acerca de enfermedades anteriores, ingresos hospitalarios,
intervenciones practicadas hasta el momento, medicación utilizada durante el último año
(atención a anticoagulantes, antiagregantes y bisfosfonatos) y reacciones ante tratamientos
dentales previos.
2. la existencia de hábitos o parafunciones: consumo de tabaco, alcohol u otras drogas,
rechinamiento y apretamiento dentarios, succión y mordisqueo de labios y mejillas, etc.
3. Con estos datos podemos considerar al paciente «de riesgo» y encuadrarlo dentro de uno
de los siguientes apartados: hepatopatía, patología renal, respiratoria, tiroidea, cardiopatía,
coagulopatía, diabetes, paciente trasplantado, oncológico, inmunodeprimido, VIH,
Familiares

• Se tendrán en cuenta el estado de salud y las enfermedades y deformidades de padres,


hermanos y parientes o, en su caso, las causas de muerte.

• Respecto a estos antecedentes, conviene señalar que existen determinados procesos de


reconocida aparición familiar, como la enfermedad periodontal, las fibromatosis, la
patología quística, las inclusiones dentarias o las anodoncias.
Exploración Clínica

• Se entiende por exploración el acto de investigar o examinar, por medio de los


sentidos, solos o auxiliados con determinado instrumental, las cualidades y
circunstancias de un órgano, en general con fines diagnósticos
• Esta exploración clínica exige el conocimiento puntual de los procesos patológicos y el
territorio anatómico en que asientan, territorio que abarca estructuras tan importantes
como la cavidad bucal y sus órganos dentarios, centrada sobre el complejo macizo
maxilofacial y sus regiones anejas (glándulas salivales, senos maxilares, fosas nasales,
articulación temporomandibular [ATM] y regiones cervicales adyacentes).

• La vamos a dividir en : Inspección General, Inspección facial, Inspección bucodental,


palpación cervicofacial, palpación intrabucal, percusión
Inspección general

• La simple observación del paciente que entra en el consultorio puede aportar


datos que orienten significativamente hacia el diagnóstico de una enfermedad
determinada.
Inspección facial
• Ante todo es preciso comprobar la simetría facial o su asimetría por deformidades
congénitas, atrofia o hipertrofia hemifacial, protrusión o retrusión mandibular o maxilar);
desaparición de los contornos, depresiones o pliegues de una hemicara, por inflamaciones
agudas o crónicas de origen dentario.

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