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Marco teórico

Comprensión lectora
Cáceres Núñez, Donoso González y Guzmán González (2012), citan a Peronad
et al. (1999), quien destaca que la comprensión lectora corresponde a un proceso que
se construye y desarrolla gracias a los aportes del texto y por el conocimiento previo
del lector. El lector participa activamente en la construcción o reconstrucción del
significado intencionado por el autor, poniendo en juego una serie de procesos
mentales. De esta manera, la comprensión lectora se produce gracias a la interacción
que posee el lector con el texto, bajo un contexto determinado.
Asimismo, el Ministerio de Educación del Gobierno de Chile (2021), establece
que es un proceso complejo, que surge de la interacción entre el lector y el texto. En
ella, intervienen diversas habilidades que permiten desarrollarla eficazmente, que se
mencionan a continuación:
1. Identificar: reconocer información, elementos, conceptos y procedimientos de
orden textual, lingüístico o literario en el texto.
2. Inferir: derivar información implícita desde la información explícita contenida
en el texto.
3. Sintetizar: determinar la idea o ideas centrales del texto para elaborar una
reformulación del contenido original.
4. Relacionar: establecer conexiones entre dos o más partes del texto.
5. Interpretar: determinar la función o finalidad de un elemento textual, para
atribuirle un sentido de lectura coherente con el contexto de lo leído.
6. Evaluar: formular un juicio valorativo con relación a la información del texto,
su propósito, la forma del texto, la posición del emisor y su intención
comunicativa.
Para García García, Arévalo Duarte y Hernández Suárez (2018), el propósito
inherente de la lectura es la comprensión. Esto supone la capacidad del lector de
disponer y utilizar diferentes estrategias que le ayuden a comprender distintos textos,
intenciones textuales y objetivos de lectura, a fin de resolver múltiples situaciones para
hacer propio un determinado contenido. Se resalta que la comprensión es un proceso
de carácter estratégico (citando a Nieto, 2006; Muñoz & Ocaña, 2017).
En este sentido, Solé (2012), citado por García García, Arévalo Duarte y
Hernández Suárez (2018), afirma que el proceso de lectura debe asegurar la
comprensión a través de la puesta en marcha de diferentes acciones, que permitan, a
quien lee, activar sus conocimientos previos para construir ideas sobre el contenido,
organizar información relevante, detenerse cuando lo requiera e incluso regresar y
reflexionar. Todo esto implica espacios para desarrollar una lectura individual sin
eliminar la posibilidad de concurrencias de diálogo y discusión. En este orden de ideas,
la lectura, en contextos académicos, ha cobrado mayor importancia y está llamada a
participar, cada vez más activamente, de los procesos de aprendizaje continuo y
aprendizaje para la vida.
Enseñanza de la comprensión lectora
El Ministerio de Educación de la República de Guatemala (2017), considera
importante lo expresado por Dole, Duffy, Roehler, & Pearson (1991), quienes afirman
que la enseñanza de la comprensión lectora es un proceso mediante el cual, el docente
transfiere las destrezas al estudiante. Este proceso es intencional, flexible, interactivo,
recíproco y requiere andamiaje.
Asimismo, esta institución confirma lo citado por Cooper et al. (1983), quienes
destacan que el crecimiento de las estrategias lectoras depende de la cantidad de
enseñanza directa y sistemática que recibe el estudiante. El docente elige las estrategias
que utilizará para enseñar a sus estudiantes con base en el nivel de lectura que tienen,
sus intereses y las estrategias que puede usar.
Importancia de la comprensión lectora
De acuerdo con las investigaciones de León Zhañay y Noel Farfán (2021), la a
comprensión lectora es un aporte para el desarrollo de la inteligencia; ella da acceso a
la cultura y a la formación personal, al proporcionar conocimientos y aumentar el
bagaje cultural del individuo. Además, ayuda a desarrollar habilidades de pensamiento
como la reflexión y el análisis, entre otras.
Las autoras citan a Vargas Rodríguez y Molano-López (2017), quienes
destacan que la comprensión lectora, da acceso al desarrollo de habilidades cognitivas
(para establecer una relación entre el texto, el lector y el contexto) y metacognitivas (se
refieren a la autorreflexión que hace el sujeto que lee.
De igual manera, las autoras mencionan a Paris, Wasik y Tuner) quienes
mencionan seis razones por las que es necesario adquirir estrategias de comprensión
lectora:
1. Ayuda a que el lector pueda crear, ordenar y evaluar la información del texto.
2. Promueve el desarrollo de la atención, la memoria, la comunicación y el
aprendizaje durante la niñez.
3. Constituye un recurso cognitivo que el lector usa de manera flexible y
selectiva.
4. Es un reflejo de la metacognición y la motivación del lector, ya que no solo
debe tener los saberes estratégicos sino, la voluntad de utilizarlos.
5. Anima al estudiante a leer.
6. Mejora el aprendizaje en otras asignaturas escolares.
Competencias profesionales
Definiendo este término, Gómez-Rojas (2014), explica que las competencias
profesionales son atribuciones o incumbencias ligadas a la figura profesional (tareas y
funciones) que engloban el conjunto de realizaciones, resultados, líneas de actuación y
consecuciones que se demandan del titular de una profesión u ocupación determinada.
Éstas aluden, directamente, a las capacidades y habilidades de una persona que
son necesarias de desarrollar a través de la formación. Constituyen el resultado del
proceso de cualificación que permite “ser capaz de” y “estar capacitado para”.
El autor antes citado destaca cuatro tipos de competencias profesionales, a
saber:
1. Competencia técnica. Posee competencia técnica aquél que domina, como
experto, las tareas y contenidos de su ámbito de trabajo y los conocimientos y
destrezas necesarios para ello.
2. Competencia metodológica. Posee competencia metodológica aquél que sabe
reaccionar, aplicando el procedimiento adecuado a las tareas encomendadas y
a las irregularidades que se presenten; que encuentra, de forma independiente,
vías de solución y que transfiere, adecuadamente, las experiencias adquiridas a
otros problemas de trabajo.
3. Competencia social. Posee competencia social aquél que sabe colaborar con
otras personas, de forma comunicativa y constructiva, mostrando un
comportamiento orientado al grupo y un entendimiento interpersonal.
4. Competencia participativa. Posee competencia participativa aquél que sabe
participar en la organización de su puesto de trabajo y entorno de trabajo; es
capaz de organizar y decidir y está dispuesto a aceptar responsabilidades.
Relación de la comprensión lectora y la adquisición de competencias
Lo expresado por Barrera Tamayo (2022), claramente establece que la lectura
es uno de los procesos de aprendizaje que acompaña a la persona desde la infancia
hasta la adultez. Leer es sinónimo de cultura, de conocimiento y de enriquecimiento. El
aprendizaje no ocurre sólo con pasar páginas y páginas de libros, sino que debe existir
una comprensión completa del contenido para que realmente haya un aprendizaje
nuevo. Así, la comprensión lectora supone una de las herramientas más básicas e
importantes para el ser humano a lo largo de su proceso de aprendizaje, sobre todo, en
su desempeño académico y profesional.
En este sentido, Coral-Rodríguez y Vera-Hernández (2020), aseveran que la
lectura, y más en concreto la comprensión lectora, es considerada una de las
capacidades básicas que debe dominar toda persona para su desarrollo personal y
profesional. Es una temática trascendental en el desarrollo de las sociedades
contemporáneas, ya que sus múltiples beneficios permiten la evolución de acuerdo a
las tendencias del conocimiento, así como adaptarse a las constantes necesidades del
entorno.
Carrasco Monsalve (2017), destaca que la comprensión de lectura constituye
uno de los pilares fundamentales para la adquisición de conocimientos y el desarrollo
de competencias en los procesos formativos de los estudiantes. Existe consenso en que
la lectura, como proceso metacognitivo, constituye un acto de orden complejo, cuyo
desarrollo se facilita si el estudiante cuenta con información y dominio previo sobre su
naturaleza, procesos, fines, técnicas y estrategias, características textuales y los valores
cognitivos que cada texto representa.
La autora antes citada menciona los resultados del Informe Tuning
Latinoamérica (2007), que establecen que un elemento a ser tomado en cuenta en el
proceso de transformación de la Educación Superior es la nueva concepción del perfil
profesional, que es consecuencia del avance del conocimiento y de las herramientas
que existen.
Es imprescindible que, sobre la base de soportes conceptuales innovadores y
más complejos, con una mayor concentración del conocimiento que en el pasado, no
solamente se creen nuevas carreras y desaparezcan otras, sino, inclusive, que aquéllas
que permanezcan, necesiten redefinir el perfil profesional. La sociedad requiere
profesionales con pensamiento crítico, con conocimientos profundos de su realidad
local y mundial que, junto a su capacidad de adaptación al cambio, hayan asumido un
compromiso ético con la sociedad.
En este ámbito, se puede afirmar que, en Educación Superior, la lectura
comprensiva de textos con mayor grado de complejidad y especificidad disciplinar,
expositiva y argumentativa (artículos especializados, ensayos, reseñas de
investigación, tesis, manuales de estudio), y las acciones relacionadas con la reflexión
y argumentación crítica, es o debiese ser una actividad frecuente en el quehacer de los
estudiantes universitarios y constituir una exigencia habitual de los programas y
desarrollo curricular de las distintas carreras.
La utilización de textos, como fuente de aprendizaje, requiere de la disposición
de una serie de recursos metacognitivos (adquisición de conocimientos, desarrollo de
habilidades, dominio de estrategias) que permitan a los estudiantes operar
cognitivamente con la información aprehendida de los discursos escritos.
Núñez-Valdés, Medina-Pérez y González Campos (2019), citan a Silva (2014),
quien afirma que comprender lo que se lee va mucho más allá de una habilidad que
solo se utiliza en el colegio, sino que es una herramienta que sirve de base para otras
asignaturas, permite desenvolverse en el mundo de forma autónoma y efectiva, además
de ayudar a formar personas más creativas y críticas. Incluso, se establece una relación
directa entre la comprensión lectora y el éxito laboral.

REFERENCIAS

Barrera Tamayo, A. (2022). La importancia de la comprensión lectora en el


aprendizaje. Cancún, México: Universidad de Oriente. Recuperado desde:
https://cancun.uo.edu.mx/blog/la-importancia-de-la-comprensi%C3%B3n-
lectora-en-el-aprendizaje

Cáceres Núñez, Donoso González y Guzmán González (2012). Comprensión lectora.


Significados que le atribuyen las/los docentes al proceso de comprensión
lectora en NB2. Tesis para optar al Título Educadora de Párvulos y Escolares
Iniciales. Santiago de Chile, Chile: Universidad de Chile. Recuperado desde:
https://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/106365/Comprension-
lectora.pdf?sequence=3

Carrasco Monsalve, F. (2017). Desarrollo de la comprensión lectora y su relación con


el pensamiento crítico. Seminario sobre estrategias docentes para el desarrollo
de la comprensión lectora. Estados Unidos: Linkdin Corporation. Recuperado
desde: https://www.linkedin.com/pulse/desarrollo-de-la-comprensi%C3%B3n-
lectora-y-su-relaci%C3%B3n-el-fanny/?originalSubdomain=es

Coral-Rodríguez y Vera-Hernández (2020). Fortalecimiento de las habilidades de


comprensión lectora a través de la lectura de imágenes. Revista UNIMAR. Vol.
38, núm. 1. Colombia: Universidad Mariana. Recuperado desde:
http://portal.amelica.org/ameli/journal/447/4471930005/html/

García García, Arévalo Duarte y Hernández Suárez (2018). La comprensión lectora y


el rendimiento escolar. Cuadernos de Lingüística Hispánica No. 32. Julio-
diciembre. Bocayá, Colombia: Universidad Pedagógica y Tecnológica de
Colombia [UPTC]. Recuperado desde https://revistas.uptc.edu.co/index.php/
linguistica_hispanica/issue/view/529/No.%2032

Gómez-Rojas, J. P. (2014). Las competencias profesionales. Revista Mexicana de


Anestesiología. Vol. 38. No. 1. Enero-marzo. México: Colegio Mexicano de
Anestesiología. Recuperado desde: https://www.medigraphic.com/pdfs/rma/cma
-2015 /cma151g.pdf
León Zhañay, J. S. & Noel Farfán, J. E. (2021). Comprensión lectora: relación con el
aprendizaje significativo. Trabajo de titulación previo a la obtención del título de
Licenciada en Educación General Básica. Cuenca, Ecuador: Universidad de
Cuenca. Recuperado desde: https://dspace.ucuenca.edu.ec/bitstream/123456789/
36084/1/Trabajo%20de%20Titulaci%C3%B3n.pdf
Ministerio de Educación del Gobierno de Chile (2021). Cuadernillo de repaso.
Comprensión lectora. Conceptos básicos y ejercitación. Chile: Unidad de
Currículum y Evaluación [UCE]: autor. Recuperado desde:
https://acceso.mineduc.cl/wp-content/uploads/2021/06/Cuadernillo-
Comprension-Lectora-adm2021.pdf

Ministerio de Educación de la República de Guatemala (2017). Enseñanza de la


comprensión lectora. Libro para docentes del Nivel Primario. Guatemala:
Agencia de los Estados Unidos de América para el Desarrollo Internacional
[USAID]: autor. Recuperado desde: http://www.usaidlea.org/images/Libro_
Comprension_lectora_2017.pdf

Núñez-Valdés, K.; Medina-Pérez, J. C. & González Campos, J. (2019). Impacto de las


habilidades de comprensión lectora en el aprendizaje escolar: un estudio
realizado en una comuna de la región metropolitana, Chile. Revista Electrónica
Educare. Vol. 23, núm. 2. Universidad Nacional y Centro de Investigación y
Educación Superior Especializado en Ciencias Sociales [CIDE]. Recuperado
desde: https://www.redalyc.org/journal/1941/194160170002/html/

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