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ARTE GRIEGO

1. INTRODUCCIÓN. LOS ÓRDENES.

La civilización griega se desarrolló en la península Balcánica, las islas del Egeo, las
costas de Asia Menor, el sur de Italia y en las colonias que se extendieron por el
Mediterráneo. Con la etapa helenística se extendió por otros territorios.
Desde el punto de vista histórico distinguimos varias etapas en la historia de Grecia.
Las primeras civilizaciones prehelénicas se desarrollaron en las Cícladas, Creta y
Micenas, y vivían del comercio marítimo.
Desde el punto de vista artístico crearon suntuosos palacios (Cnossos), y destacaron
sus pinturas con temas de toros. Tras el colapso de Creta, Micenas se convierte en la
civilización más importante. Destaca la muralla ciclópea de Micenas.
En la época arcaica surge la polis, ciudad-estado independiente, estando Grecia
fragmentada en muchas.
El crecimiento demográfico y la pobreza del suelo hicieron que los griegos
colonizaran ciudades por todo el Mediterráneo.
Desde el punto de vista político había dos tipos de regímenes: la tiranía o la
democracia.
En el siglo V se inicia la etapa clásica, en la que Grecia hace frente a las Guerras
Médicas, donde Atenas vence, y a las Guerras del Peloponeso, entre Atenas y
Esparta. Éstas destruyen Grecia y empieza a decaer por lo que Filipo, rey de
Macedonia, la conquista. Su hijo, Alejandro Magno, conquistó un imperio inmenso
con el que extendió la cultura griega, siendo ésta la Grecia helenística. Finalmente,
tras su muerte, el territorio queda dividido en reinos independientes rivales que
acaban siendo conquistados por los romanos.

Existen una serie de características que definen el pensamiento griego. En primer


lugar, el antropocentrismo afirma que el hombre es el centro del mundo. También
es característica la religiosidad griega, ya que es más cercana a la población a
pesar de ser politeísta, sus dioses tienen forma humana y los mismos vicios y
defectos que el hombre. La racionalidad se da cuando en Grecia surge el porqué de
las cosas, los filósofos comienzan a emplear la razón; se pasa del mito al logos. Por
último también surge en Grecia la democracia, por lo que el griego tiene una activa
vida política.

LA ARQUITECTURA GRIEGA
En cuanto al urbanismo, las polis se remontan a la época arcaica y se localizaban en
la acrópolis (ciudad en alto). Hippodamos de Mileto crea un plano ortogonal,
formando así las calles una cuadrícula. En las polis encontramos varias edificaciones
importantes como el ágora, plaza donde se reunían los políticos; los mercados en la
época helenística; las calles porticadas para protegerse del mal tiempo; gimnasios;
teatros como el de Epidauro; los odeones para audiciones musicales y los templos
que serán los edificios más representativos.
Los griegos fueron los creadores de los órdenes arquitectónicos, es decir, de unas
determinadas variantes de columnas y elementos de cobertura de los edificios. Los
órdenes griegos fueron tres: dórico, jónico y corintio.

El orden dórico fue el más antiguo y también el más sobrio, propio de los dorios,
pueblo en la zona del Peloponeso y las colonias griegas del sur de Italia.

La columna dórica carece de basa, por lo que arranca directamente del estilobato.
El fuste, que al principio era monolítico, suele estar compuesto de varias piezas o
tambores y aparece cubierto de estrías en forma de arista viva, variando su número
entre dieciséis y veinte.
El capitel dórico tiene dos elementos principales: una pieza circular o equino, cuyo
tamaño varía según las épocas; y el ábaco, en forma cuadrangular.

Sobre el capitel reposa el entablamento, que soporta la techumbre y tiene tres


partes: arquitrabe, friso y cornisa. El arquitrabe es liso; el friso está dividido en
triglifos y metopas, siendo los primeros un recuerdo de las vigas de madera que
sostenían la cubierta de los antiguos templos. La cubierta es plana, y el tejado a
doble vertiente, originando en las fachadas frontones, cuya parte interna, el
tímpano, suele estar decorado con relieves escultóricos. En los vértices se colocaban
figuras llamadas acróteras.

El orden jónico fue el propio de las islas Jonias, situadas en la zona meridional de
Italia.
Las columnas jónicas, más esbeltas y elegantes que las dóricas, no arrancan
directamente del estilobato, sino que tienen basa, elemento arquitectónico formado
por dos cuerpos convexos (toros) y uno cóncavo (escocia), a veces podían aparecer
más toros y escocias alternándose.
El fuste jónico es acanalado (unas 24 acanaladuras). El capitel está coronado por
dos volutas. El arquitrabe jónico está dividido en tres bandas horizontales y sobre él
aparece un friso continuo donde se colocan relieves.

El último orden es el corintio que sólo se distingue del jónico en sus mayores
dimensiones y en el capitel que consta de dos filas de hojas de acanto o cardo y
unas finas y alargadas volutas de pequeño tamaño (mucho menor que en el orden
jónico) en los extremos.
2. EL TEMPLO GRIEGO: EL PARTENÓN

La civilización griega se desarrolló en la península Balcánica, las islas del Egeo, las
costas de Asia Menor, el sur de Italia y en las colonias que se extendieron por el
Mediterráneo. Con la etapa helenística se extendió por otros territorios. Desde el
punto de vista histórico distinguimos varias etapas en la historia de Grecia (Arcáica,
Clásica y Helenística). Las primeras civilizaciones prehelénicas se desarrollaron en
las Cícladas, Creta y Micenas, y vivían del comercio marítimo.

El templo griego es el edificio más representativo de la arquitectura griega. De


carácter adintelado, sus orígenes se remontan al mégaron (templo de la época
prehelénica), cuyo destino era acoger la estatua del dios o diosa y no servía para
alojar multitudes como las iglesias cristianas, las ceremonias se hacían en las
escalinatas.

Éste tiene varias características, entre ellas, las dimensiones humanas, que no son
colosales como en Egipto o Mesopotamia, sino que el individuo es lo que importa y
es la referencia, Protágoras dirá: “El hombre es la medida de todas las cosas”.
Por otra parte, la proporcionalidad, que al igual que una parte del cuerpo es
proporcional según su altura y cuerpo, el templo cumplirá unas relaciones de
proporción similares, destacando también la simetría, ya que si trazamos un eje el
templo es simétrico a ambos lados.

También es una característica el método científico-matemático, debido a que para


hacer el templo se hicieron muchos cálculos sin dejar nada al azar o improvisación,
siendo un ejercicio de geometría y cálculo cuyas dimensiones son exactas, lo que
llevará a la perfección.

De lo anterior se deduce la armonía y equilibrio que equivalen a que al templo no


le falta ni le sobra nada. Por otro lado, había una especial preocupación por el
exterior, ya que les interesará más que el interior.

En cuanto a los materiales, utilizaban la madera (las vigas darán lugar a los
triglifos), que fue sustituida por la piedra, que a su vez fue sustituida por el mármol,
siendo el material principal.
Por último, la decoración era esencial. El templo estaba decorado con esculturas y
relieves y policromado con colores vivos que con el tiempo se han perdido.

Hay varios modelos de la colocación de las columnas. Si tiene columnas solo en la


fachada principal es próstilo, si están en los dos lados cortos, anfipróstilo, y si las
columnas rodean todo el edificio, períptero (si las columnas se dividen en dos filas
es díptero).
En cuanto al número de columnas si la fachada principal tiene dos, se le dice dístilo
in antis, si tiene cuatro tetrástilo, si tiene seis, hexástilo, si tiene ocho, octástilo…
En la planta se pueden distinguir varios espacios interiores: pronaos o vestíbulo,
cella o naos (cámara donde está el dios o diosa) y opistodomo, parte para guardar
el tesoro y ofrendas.

Desde el punto de vista de la perfección, los griegos alteraron las formas del templo
para que la percepción fuera perfecta y no hubiese errores. Las columnas de las
esquinas se hacían un poco más gruesas, acercaron más las columnas del centro del
edificio ya que si las hacían todas a la misma distancia se veían más separadas las
centrales, ensanchando también el fuste en la parte central (éntasis).
Corrigieron la sensación de caída de las columnas inclinándolas hacia adentro. Por
último, las líneas rectas largas tienden a verse un poco curvas, por lo que curvaron
los suelos y las líneas de los entablamentos para compensar esta sensación. Todas
estas modificaciones son casi imperceptibles.

EL ARTE PREHELÉNICO. CRETA Y MICENAS


El arte prehelénico es el conjunto de manifestaciones artísticas surgidas entre los
años 1800 y 1000 a.C. en el mar Egeo y en la Grecia continental. La primera gran
cultura prehelénica fue la cretense, con centro en la isla de Creta. A esta la sucedió
la cultura aquea o micénica en la península del Peloponeso.

En la isla de Creta surgió en el segundo milenio a.C. una civilización rica, refinada y
culta, cuya economía se basaba en la agricultura, el comercio y el dominio del mar.
En el periodo minoico, Creta se dividía en territorios con varios centros palaciales,
destacando el palacio de Cnossos.
Alrededor del patio hay innumerables habitaciones en una planta irregular que
daría origen al mito del Laberinto. Las columnas presentan una disminución en su
fuste que se considera un precedente de las columnas griegas dóricas.
En su interior, las paredes de los palacios estaban cubiertas de frescos, donde
predominan escenas marítimas como delfines, cortesanas o festivas.
Ejemplo: Fresco de la danza del toro, el fresco de los delfines o el de La Parisina.

El arte micénico se desarrolló entre el 1500 y 1100 a.C. Los asentamientos


micénicos (Micenas, Tirinto), presentaban gruesos muros de sillares ciclópeos con
puertas monumentales, como la de los Leones en Micenas. Los dos felinos
rampantes que recuerdan a la columna de Cossos, protegen una columna sobre dos
altares de tipo cretense.

El espacio interior de las ciudades se organiza en función de distintos patios que


conducen al Mégaron, una estancia rectangular que sirve de lugar de ofrendas y
salón del trono y cuya cubierta es a dos aguas.
Fuera del recinto amurallado se construían las tumbas, como la tumba conocida
como el Tesoro de Atreo en Micenas.
También fueron importantes los trabajos de orfebrería, lo que demuestra el poderío
económico de Micenas. Destacan unas vasijas de oro conocidas como “vasos de
Vafio” y la máscara de Agamenón.

La época arcaica (siglos VII y VI a.C.)


De la época arcaica destacamos que la piedra sustituye a la madera, y a ésta el
mármol, como en el templo de Afaia en la isla de Egina. En el templo dórico de Zeus
en Olimpia se encuentra ya el modelo que habrá en la época clásica.

La época clásica (siglos V y IV a.C.)


Atenas vence a los persas en las Guerras Médicas, pero es arrasada por éstos.
Pericles aprovecha el tesoro que los aliados de Atenas le han confiado para la
defensa común y reconstruye su zona más sagrada, la Acrópolis.

EL PARTENÓN
Es el templo griego más perfecto y símbolo de toda la civilización griega. Albergaba
la imagen en crisoelefantina (marfil y oro), la Atenea Partenós, que fue realizada
por Fidias. Pericles mandó a Ictinos y Calícrates construir el templo a mitad del s.V
a.c, pero fue Fidias el que llevó a cabo la dirección del conjunto. Desde el punto de
vista técnico, es un templo dórico octástilo y períptero. Es el ejemplo más acabado
de templo dórico realizado en mármol. Para conseguir un ambiente apropiado al de
un templo, encontramos un muro sin ventanas tras las columnas. El muro y las
columnas sujetan la cubierta adintelada que cubre el edificio. En el interior hay dos
estancias principales de desigual tamaño, la naos, con unas filas de columnas que
rodean la imagen de Atenea en forma de U, y el opistodomos, que tiene cuatro
columnas jónicas, en la parte exterior de los muros corre un friso continuo de
carácter jónico. Destacamos las dimensiones humanas, simetría y proporción
(encontrándose en la medida del templo, aprox. 70x30m).

Los romanos lo respetaron, los bizantinos y catalanes (almogavers) lo convirtieron


en iglesia, los turcos en mezquita y más tarde en polvorín que explotó en el S.XVII
en un ataque de los veneciano. En el S.XIX un inglés, Lord Elgin, se llevó los relieves
de Fidias que hoy están en el Museo Británico.

EL ERECTEION
Es un templo edificado del S.V en estilo jónico. Es un edificio atípico ya que su planta
presenta muchas irregularidades y su alzado desniveles, debido a un motivo
religioso, ya que no se podía edificar sobre algunas tumbas y santuarios anteriores.
Se debía conservar el terreno y además, el olivo que Atenea hizo brotar en su lucha
contra Poseidón por la posesión de la zona. El rectángulo central del edificio es
jónico, hexástilo y anfipróstilo, el espacio se divide en una cella dedicada a Atenea y
dos espacios, uno a Poseidón y otro a Erecteo, que da nombre al templo. Al norte
hay un pórtico jónico tetrástilo que sobresale del espacio anterior hacia el oeste y al
norte. Al sur, la célebre tribuna de las cariátides, estatuas de mujeres de Caria que
hacen de columnas.

LOS PROPÍLEOS
Fueron realizados por Mnesicles y es la entrada oficial a la Acrópolis. Una gran
escalinata llega a un monumental pórtico en estilo dórico, el intercolumnio central
es más ancho para permitir el paso de las procesiones, a ambos lados del pórtico
central hay dos alas destinadas a guardar pinturas (pinacoteca) y armas
(calcoteca). En el interior y bordeando la vía central de acceso, encontramos
también columnas jónicas.

TEMPLETE DE ATENEA NIKÉ


Se realizó en el lado derecho de los Propíleos, es jónico, tetrástilo y anfipróstilo, está
basado en un proyecto anterior de Calícrates. Las proporciones son perfectas y por
su situación se aprecia desde muchos sitios. Son importantes también los relieves
colocados en su friso y en un parapeto que tenía delante.

LA ARQUITECTURA EN EL S.IV
En el S.IV la arquitectura va perdiendo la serenidad clásica y se va haciendo más
movida, convirtiéndose en el precedente de lo que será la arquitectura de la etapa
helenística.
Aparecen los templos circulares o tholos, los tres más famosos fueron los de
Olimpia, Delfos y Epidauro, el último de Policleto el Joven.
En la Linterna de Lisícrates aparece el capitel corintio por primera vez y se trata de
un pequeño monumento conmemorativo en el centro de Atenas y que se levantó
como premio a un certamen musical.
De esta época son también los teatros griegos (en Grecia nace la tragedia).
Destacan el teatro de Dionisos y el de Epidauro, que destaca por su increíble
acústica y su perfección geométrica. Un teatro se componía de un graderío
ultrasemicircular (un poco más de un semicírculo) aprovechando su desnivel para
construir el graderío, y una orchestra circular donde se colocaban los músicos.

Como monumento funerario destaca el Mausoleo de Halicarnaso, que marca el


alejamiento de los modelos clásicos y anuncia la proximidad del helenismo. Fue
levantada para albergar el cuerpo de Mausolos, gobernante persa de Caria, y el
nombre de Mausolos se usa desde entonces para referirse a la tumba de un
personaje importante.

La arquitectura helenística (S.III-I a.C)


Alejandro Magno conquista un imperio inmenso que llegó hasta la India, incluyendo
Siria, Mesopotamia, Egipto y Grecia. Tras morir Alejandro, sus generales se reparten
el imperio y surgen muchos reinos helenísticos, destacando Egipto, Siria, Pérgamo…
Los nuevos soberanos, para hacer constar su poder, hacen un arte propagandístico
y suntuoso tanto en sus capitales como en Atenas.
Las dimensiones de los nuevos edificios son colosales, las fachadas tienen a menudo
entrantes y salientes y los edificios forman parte de complejos arquitectónicos más
grandes. El plano hippodámico u ortogonal se extiende por el mundo helenístico.
Las ciudades se adornan con stoas, calles porticadas, palacios, faros (Faro de
Alejandría).
En Atenas, destaca también el templo de Zeus Olímpico (Olimpeion) de orden
corintio en la parte baja de la ciudad, sería acabado por Adriano (emperador
romano).
En Pérgamo, se levanta el Altar de Zeus y Atenea, una construcción con su frente
columnado en forma de U y elevado sobre una gran escalinata para resaltar el
conjunto, en sus lados un friso escultórico recorre el conjunto.

Otros conjuntos monumentales son el Bolouterion de Mileto, donde se reunía el


consejo (edificio político) y el Asclepeion de Cos (fin propagandístico).

3. LA ESCULTURA GRIEGA.
Anteriormente, se encontraban las Cícladas, en la que encontramos esculturas casi
sin rostro (esquemáticas), Creta y Micenas, donde destacamos la Máscara de
Agamenón y la Puerta de los Leones.
En Grecia nació la escultura y toda su evolución va a ser un largo camino en la
obtención de la belleza. La escultura griega se define por una serie de
características. En primer lugar, su objetivo principal es la consecución de la
belleza, (cuerpo humano), debido a la importancia del hombre como referencia.
Pero no sólo se basa en una belleza física o anatómica, sino también interior. El ideal
de belleza idealizada se conseguirá en la etapa clásica y será sustituido por el
realismo de la época helenística.
Otra idea importante es el logro del movimiento, si las primeras esculturas son
frontales e influidas por la plástica egipcia, pronto se intenta introducir la idea del
movimiento, en la etapa helenística se llega a la culminación de esa expresión de
movimiento con formas agitadas y retorcidas.
Aunque los temas sean religiosos, el artista griego también va a representar temas
de la vida cotidiana, sobre todo en la época helenística. La búsqueda de la
armonía, equilibrio y serenidad se daban sobre todo en la época clásica aludiendo
a la idea de belleza del principio. La consecución del volumen es otro logro de la
plástica griega. Casi todas las esculturas griegas estaban policromadas, lo que
contribuía al mayor carácter ornamental (decorativo) de las obras, esta policromía
se ha perdido en casi todas las obras conservadas. Los escultores griegos usaron
todos los materiales, desde la madera y piedra hasta el marfil y el oro
(crisoelefantina), pero los preferidos fueron el bronce y el mármol. Al igual que la
arquitectura, la escultura tendrá una gran influencia en todo el arte posterior.
A lo largo de los siglos, la plástica griega ha evolucionado hasta llegar a la
plasmación del sentimiento humano de un arquetipo de belleza: lo que dio lugar al
“barroquismo” y exagerado realismo de la etapa helenística.

La escultura arcaica (S.VII-VI a.C)


En el período arcaico aparecieron las primeras muestras de la escultura griega, con
un marcado carácter religioso y la influencia de la plástica egipcia, sobre todo en
cuanto al frontalismo, la rigidez, la simetría y el hieratismo (falta de expresión), así
como el avance de la pierna izquierda para expresar la idea de marcha.
Tras las xoane (esquemáticas esculturas de madera), fueron los kuroi y las korai, las
muestras más representativas de la escultura arcaica.
Los kuroi (kuros en singular), también considerados Apolos, aparecen desnudos
revelando una anatomía esquemática, y con una extremada rigidez, el rostro es
inexpresivo y sólo los labios muestran una mueca a modo de intento de sonrisa
(sonrisa arcaica o eginética), tienen también ojos grandes almendrados. Los
cabellos son geometrizadas cayendo primero sobre el pecho, y más tarde, sobre la
espalda, ya en la transición al siglo V, recogidos en la nuca o en torno a la cabeza; el
torso es muy ancho y el ángulo inguinal (ingles) aparece muy marcado (diartrosis).
Le dan una sensación de movimiento mediante un pie más adelantado.
Algunos ejemplos son las figuras de Cleobis y Bitón, y el Apolo Strangford.
Similares características presentan obras de la escuela ática, como el Moscóforo,
escultura de un hombre con un carnero que luego usarán como “El buen pastor” y
el Caballero Rampín (Paleocristiano, Jesús).
Las figuras femeninas también tuvieron un sentido religioso y poseen las mismas
características que las de los hombres (rigidez, inexpresividad), pero se diferencian
en que están vestidas con el peplo del mundo dórico o con el himation jónico sobre
el chitón que cae formando pliegues paralelos y rematando los bordes en zig-zag.
Destacan la Dama de Auxerre y la Hera de Samos, y La Malcarada.

La escultura clásica (S.V-IV a.C)


En las primeras décadas del siglo V, los avances hacia el naturalismo y la
idealización progresaron rápidamente, como podemos ver en el Efebo Critio.
Destacan también los frontones del templo de Egina y los frontones del templo
de Zeus en Olimpia. Por otra parte, el Auriga de Delfos es una obra en bronce con
una perfección de formas muy destacada. Otra obra es el Poseidón de cabo
Artemisión.
Ya en la etapa clásica, el primer gran artista fue Mirón, excelente broncista, ponía
su foco en la plasmación del movimiento de la figura humana, como en el
Discóbolo. El movimiento está bastante bien conseguido, pero la carencia de
expresión y la planitud del estudio anatómico son recuerdos aún arcaizantes.
Por otra parte, Policleto se convirtió en el teórico de la escultura, tratando de
expresar la relación armónica de unas partes del cuerpo con otras y de todas ellas
entre sí. Esta búsqueda de la proporción le llevó a escribir un tratado (El Kanon),
que se expresa en el Doríforo o joven portador de la lanza, cuya anatomía, al igual
que en otras de sus obras como el Diadúmenos o atleta que se ciñe la diadema,
aparece tratada de modo acentuado, con fuertes contrastes de luz y sombra. En sus
obras quedó reflejado el canon de siete cabezas. Se destaca el uso del tronco para
darle estabilidad a la obra.
El punto culminante de la escultura griega se resume en la obra de Fidias, que
representa la expresión más perfecta del cuerpo humano en su anatomía y
movimiento, y muestra la majestuosidad e idealización a la que llegó la escultura
griega, especialmente la de carácter religioso, es el escultor de los dioses por
antonomasia (mérito propio). Fidias hizo una serie de esculturas, tanto exentas
como en relieve, con una serena belleza. Como por ejemplo, las diversas
representaciones de Atenea en la Acrópolis (Atenea Promachos, Atenea Lemnia y
la Atenea Parthenos), en oro y marfil, y la estatua sedente de Zeus en Olimpia.

Pero la obra más amplia que acometieron Fidias y su taller fue la decoración del
Partenón. Las metopas, el friso y los frontones, todo en mármol, son el mejor
exponente de su estilo. En las metopas desarrollaba un extenso programa
iconográfico relativo a diferentes luchas, pero desiguales debido a que algunas no
son suyas.
Los frontones referían dos episodios de la vida de Atenea: su nacimiento de la
cabeza de Zeus, y su disputa con Poseidón por el dominio del Ática.
Por último, el friso desarrollaba la gran procesión de las Panateneas que,
periódicamente, ascendía desde la ciudad a la Acrópolis portando varias ofrendas
para la diosa. Actualmente el friso está repartido entre los Museos de la Acrópolis
ateniense y Británico de Londres. Fidias utilizaba la técnica de los paños mojados,
que servía para apreciar las líneas del cuerpo.
La escultura de Fidias tuvo numerosos continuadores en el último tercio del siglo V.
a.C, entre ellos hay que mencionar a Alcámenes, Peonios y Calímaco, y otros
escultores anónimos, entre los que destaca el autor de los relieves que decoraban el
templete de la Atenea Niké en la Acrópolis de Atenas, como el de la Niké
desatándose la sandalia. Por otra parte, mencionar las cariátides del Erecteion y
los atlantes (hombres columna).

El siglo IV.
La crisis política y religiosa que se desató en Grecia en los años de transición del
siglo V al IV quedó reflejada en la escultura. No tanto por su creciente
independencia de la arquitectura, sino porque los escultores tendieron a presentar a
sus dioses como hombres. A diferencia de las creaciones de Policleto y Fidias, los
dioses van a revelar sus pasiones como los hombres vulgares. Por otra parte, la
visión unitaria de la etapa arcaica daría paso a la multiplicidad de puntos de vista.
No obstante, los escultores del siglo IV mantuvieron todavía el ideal de belleza y
amor a la proporción que distingue a la etapa clásica.
Destaca Cefisodoto, famoso broncista en la línea de Fidias, con su grupo Eirene y
Plutos.
La escultura de Praxíteles, está hecha en bronce y mármol y tiene un tratamiento
difuminado de las superficies. Una característica de sus esculturas es la curva
praxiteliana (todo el peso del cuerpo recae en un pie y el otro queda libre, la figura
se apoya en un soporte exterior), lo que dota a sus creaciones de un aire afeminado.
Destacan el Sátiro escanciador, el Sátiro en reposo, el Apolo Sauróctonos y el
célebre Hermes y Dioniso. Además, Praxíteles fue el más decidido representante de
la belleza femenina, cuyo tratamiento del desnudo encontró su mejor expresión en
la Afrodita de Cnido, obra que representa a la diosa en su plena desnudez.
Si Praxíteles prestó atención a la belleza femenina, Scopas se preocupó de plasmar
en sus obras la agitación, el dolor, la melancolía, sirviéndose no sólo de figuras
convulsas y agitadas, como la Ménade danzante, o los relieves del mausoleo de
Halicarnaso. Ejemplo del claroscuro del rostro de otras figuras es el joven Meleagro
El último de los grandes escultores griegos del siglo IV fue Lisipo, Si Policleto
implantó un canon en el siglo V, ahora Lisipo estableció otro en el que la cabeza,
más reducida, quedaba comprendida ocho veces en el cuerpo en lugar de las siete
del canon de Policleto.
Además, Lisipo multiplicó el número de puntos de vista de las esculturas. Entre sus
obras destaca el Apoxiomenos, joven atleta de rostro cansado por el esfuerzo, está
limpiándose el polvo y el sudor con el estrígilo, una especie de espátula; se trata de
una representación muy distante de las heroicas y triunfantes del siglo V.
Otras creaciones de Lisipo son el Joven Agias, el Hermes que se ciñe la sandalia o
el Ares Ludovisi, en la que el dios de la guerra está cansado de combatir.
Otro escultor importante del siglo IV fue Leócares.

4. PERÍODO HELENÍSTICO.
La escultura helenística supuso una mayor acentuación de la vena realista y
dinámica. Se buscaba la imitación de la realidad en todos los aspectos, llegando a
privar a los dioses de su simbolismo religioso para transformarlos en simples seres
humanos, como es el caso de Afrodita, que dejó de ser la diosa del amor para
convertirse en símbolo de la sexualidad y el erotismo. Se pasó al expresionismo y
al barroquismo, con la aparición de nuevos tipos escultóricos, entre los que
destacan los infantiles y de la vejez, ese ansia de movimiento aparece también en
las composiciones donde los personajes se ordenan a través de diagonales o se
encuentran en posturas muy inestables (El Laocoonte).
Se representan también los sentimientos humanos, entre ellos destaca el
dramatismo en los rostros, el escultor utilizando el trépano (taladro de la época),
resalta el claroscuro en los cabellos. Se da también la atracción por lo exótico, así
como en el gusto casi morboso por la repetición de los tipos deformes y
monstruosos, llegando incluso a representar aberraciones en el terreno sexual. Por
otra parte, surgió la utilización de la alegoría en forma humana de ríos y ciudades,
que alcanzaría gran resonancia en el Barroco. Asimismo, el paisaje cobró gran
importancia como sujeto artístico, dando a entender que el hombre dejó de ser el
protagonista exclusivo del arte y pasó a ser un elemento más de la naturaleza.
Son varias las escuelas regionales o locales que caben distinguir en la escultura
helenística.
La escuela de Atenas.
En Atenas dominó la sencillez, el reposo y la constante inspiración en los modelos
del pasado, abundaron los retratos de los personajes más ilustres, así como
repeticiones del tema de Afrodita, entre las que se encuentra la Afrodita de Milo.
Como temas infantiles, el Espinario y el Niño de la Oca, obra del escultor Boethos.
Ya en el siglo I a. de C. destaca Apolonio, que firmó el conocido Torso del
Belvedere, cuya exuberante musculatura impresionaría siglos más tarde a Miguel
Ángel; otra obra destacada es el Púgil (boxeador) sentado.

La escuela de Alejandría.
En Alejandría se llegó a la fusión de elementos griegos y egipcios en diferentes
representaciones de las divinidades. Lo más importante, son las figuras de seres
deformes y de variados tipos raciales. También es interesante la gran atención
concedida a lo alegórico bajo forma humana, de lo que es buen ejemplo la
representación del río Nilo como un anciano de largas barbas sobre cuyo cuerpo
juguetean varios niños.

La escuela de Pérgamo.
Pérgamo fue la sede de otra gran escuela que aportó lo heroico y lo trágico. Se
pueden apreciar dos etapas. De la primera, destacan las representaciones de los
Gálatas (enemigos griegos) que habían intentado invadir aquel territorio y habían
sido derrotados.
Así, el Galo moribundo o el Galo suicidándose fueron hechos a modo de indirecta
para ensalzarse a sí mismos. En la segunda etapa, la obra principal es el friso del
altar de Pérgamo, que representa escenas de la Grecia contemporánea mezcladas
con mitología.

La escuela de Rodas.
La escuela de Rodas llevó a cabo una escultura llena de grandiosidad y
barroquismo. Como la Victoria de Samotracia, realizada por Pitócritos, o
composiciones más complejas como el del Castigo de Dirce (Toro Farnesio), que fue
realizado por Apolonio y Tauriscos de Tralles. Pero la escultura helenística por
antonomasia (mérito propio), es el grupo del Laocoonte y sus hijos de los Museos
Vaticanos, realizado en época romana, por Agesandros, Polidoros y Atenodoros.
Es una sorprendente representación tanto del dolor físico como moral, describe el
castigo que el sacerdote Laocoonte recibió de los dioses por oponerse a la entrada
del caballo en Troya una vez que que estos habían decidido ya la caída de la ciudad,
por ello, unas serpientes matarán al sacerdote y a sus hijos todavía jóvenes.
En la composición predominan las diagonales y los cuerpos retorcidos, los rostros
están representados con un profundo dramatismo que se realza con la utilización
del trépano para la realización del claroscuro en la boca y cabellos. Su hallazgo en la
época renacentista sorprendió a escultores como Miguel Ángel.

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