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La familia de Derechos Religiosos y Tradicionales

Se denomina familia al conjunto de sistemas jurídicos (nacionales) de


diferentes países que podemos agrupar bajo una misma denominación debido
a que tienen un origen común y unas características similares.

Esto supone que los sistemas jurídicos agrupados dentro de una misma familia
van a ser relativamente similares, aunque la evolución histórica de cada país
hace, como es lógico, que existan diferencias entre ellos.

Estas son las cinco grandes familias del Derecho:

 El Common Law.
 El Derecho romano-germánico.
 El Derecho socialista.
 El Derecho religioso.
 Los sistemas mixtos.
El Common Law
El Common Law es una de esas grandes familias del Derecho. A ella
pertenecen países como Inglaterra y Gales, Irlanda, los Estados Unidos, la
mayor parte del Canadá, la India, Australia, Nueva Zelanda y algunos países
de África Central.
Como ya te habrás dado cuenta, todos estos países fueron en algún momento
colonias británicas, de ahí que su sistema jurídico actual derive del Derecho
inglés: la cuna del Common Law.
Y las demás

Otra de esas familias, posiblemente la más extendida en todo el mundo, es la


que los expertos denominan Derecho romano-germánico. A esta familia
pertenecen los sistemas jurídicos de España, de la mayoría de los países
europeos, latinoamericanos y de otros muchos.

El hecho de que nuestro sistema jurídico pertenezca a una familia distinta, es


una buena pista para entender por qué es tan diferente al Common Law.
En el siguiente mapa puedes ver en color rosa los países cuyo sistema legal se
basa en el Common Law y en azul, los países que tienen como base el
Derecho romano-germánico. En amarillo aparecen los sistemas de base
religiosa y en granate los sistemas mixtos.

La familia del Derecho religioso (amarillo) está presente en la actualidad en


muchos países árabes del norte de África u Oriente Medio. Estos sistemas
jurídicos basan sus leyes y normas de convivencia en los preceptos de la
religión dominante en el país.

Por otro lado, están los sistemas mixtos (granate): aquellos presentes en
algunos países que comparten elementos de otros sistemas o mezclan
características de diferentes familias. La mayoría de estos sistemas mixtos
comparten, fundamentalmente, elementos del Common Law y del Derecho
romano-germánico. Algunos de estos países son Escocia, Sudáfrica, Filipinas o
una parte del Canadá.

Por último, está la familia de los sistemas jurídicos socialistas (grises


oscuros). Esta familia tiene hoy una escasa representación en el mundo, por lo
que hay autores que ni siquiera hablan de ella. Fue muy importante durante el
pasado siglo XX, a partir de la revolución socialista de 1917, especialmente en
los países de influencia soviética, en los cuales se implantó un sistema jurídico
y político basado en los principios del socialismo.
EL DERECHO JAPONÉS

La familia de derechos religiosos y tradicionales se refiere a aquellos


sistemas jurídicos que se basan en las creencias, las costumbres y las
prácticas de una comunidad, y que se han transmitido de generación en
generación.

El derecho japonés es un ejemplo de esta familia, ya que combina elementos


del sistema neorromanista, del common law de Estados Unidos y de la
tradición japonesa. El mismo tiene sus orígenes en el siglo VI, cuando se
adoptaron las leyes chinas y budistas. Posteriormente, se desarrolló una
cultura jurídica propia, basada en el sintoísmo que es la religión autóctona de
Japón, una creencia animista que hoy en día está tan metida en las costumbres
y el día a día de los japoneses que es imposible discernir en algunos casos que
es religión y que es tradición; el confucianismo, un sistema de pensamiento con
aplicaciones religiosas, rituales y morales, predicadas por los discípulos y
seguidores de Confucio tras su muerte; y el feudalismo aquel sistema político
predominante en Europa Occidental durante la Alta Edad Media y Baja Edad
Media.

En un principio estaba regido por un conjunto de normas cuya razón de ser


derivaba tanto de los usos como de la moral, que regulaba, en todo las
circunstancia de la vida, la conducta de los individuos que se debían observar
en sus relaciones reciprocas. Estas normas del comportamiento se llamaron
giri las mismas sustituyo al derecho e incluso a la moral puesto a que cuando
se incurría en la censura social, en caso de inobservancia para un japonés
constituiría una vergüenza no respetar un giri.

Un código de honor, determinaba todos los comportamientos, tal situación ha


hecho, hasta época recientes, que para los japoneses la idea de derecho sigue
asociada con la noción de castigo y ser citado a un juicio se considera una
vergüenza.

Un ejemplo del derecho japonés como familia tradicional religiosa es el


sistema de la ley de la casa que se originó en el período feudal, cuando los
señores feudales otorgaban tierras y privilegios a las familias que les servían
lealmente. El sistema se consolidó durante el período Tokugawa (1603-1868),
cuando el gobierno central impuso un estricto control sobre la población y la
movilidad social. El sistema de la ley de la casa regulaba aspectos como el
matrimonio, el divorcio, la adopción, la herencia, el nombre y el registro familiar.
El sistema también implicaba el culto a los ancestros y el respeto al emperador
como símbolo sagrado de la nación. El sistema de la ley de la casa fue abolido
por la constitución japonesa de 1947, que estableció el principio de igualdad
entre los sexos y los individuos, y reconoció los derechos humanos
fundamentales. Sin embargo, algunos vestigios del sistema de la ley de la casa
aún persisten en la sociedad japonesa, como la preferencia por los hijos
varones, la presión social para casarse y tener hijos, y el papel subordinado de
las mujeres en el ámbito familiar.

Por otra parte, es el código civil de 1898, que se inspiró en el código civil
alemán y francés, pero también incorporó elementos del derecho
consuetudinario japonés, el cual regulaba las materias relativas al estado civil,
la familia, la propiedad y las obligaciones el cual establecía el principio de la
unidad familiar, según el cual, el jefe de familia tenía el poder y la
responsabilidad sobre los demás miembros, incluyendo el derecho a elegir el
apellido, el domicilio y la religión. Este código civil fue un ejemplo de cómo el
derecho japonés combinó las influencias occidentales con las tradiciones
locales, y cómo reflejó los valores y la cultura de la sociedad japonesa de la
época.

El derecho japonés moderno pertenece al sistema jurídico romanista. Esto


fue debido a que en la modernización de Japón a partir de los mediados del
siglo XIX realizaron la codificación nacional imitando el sistema legal de los
países europeo-occidentales, en particular, Alemania y Francia.

El derecho japonés también se ha visto influenciado por el derecho chino, el


derecho continental europeo y el derecho anglosajón, especialmente después
de la restauración Meiji en 1868 y la ocupación estadounidense después de la
Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el derecho japonés ha mantenido
algunos rasgos distintivos que lo diferencian de otras familias jurídicas, como el
uso de la mediación, la conciliación y el arbitraje para resolver los conflictos, la
importancia de las costumbres y los precedentes judiciales, y la flexibilidad y
adaptabilidad a las circunstancias cambiantes. También se distingue por
combinar una estructura jerárquica con funcionamiento igualitario entre sus
miembros, por su sentido grupal de cooperación y competición, su gobierno
centralizado que opera de forma descentralizada, lo cual refleja un aparato
político jurídico sumamente flexible.

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