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FAMILIA JURÍDICA

La palabra familia resulta la más indicada para nuestros propósitos. En efecto, los
miembros de una familia se vinculan entre sí por cuanto todos ellos descienden de los
mismos antecesores. Igual ocurre con los sistemas jurídicos, de los que no hay dos
iguales, aunque esto no constituye un obstáculo para agruparlos en familias
considerando sus semejanzas y sus características en común. Una familia jurídica es,
por tanto, un conjunto de sistemas jurídicos que comparten determinadas
características. El vocablo sistema jurídico se refiere al derecho nacional de un
Estado, en tanto que el término familia remite al conjunto de sistemas jurídicos que
rebasan las fronteras de una nación. Lo que posibilita agrupar los sistemas jurídicos
en familias es el hecho de que cada uno de aquéllos incluye tanto constantes como
variables. Los comparativistas toman en cuenta esas constantes recurrentes a fin de
agruparlos en una misma familia jurídica. No existe unanimidad entre los
comparativistas por lo que se refiere al criterio que debe prevalecer para agrupar a los
sistemas jurídicos en tradiciones o en familias. Con todo, entre los criterios más
socorridos figuran los siguientes: los antecedentes históricos y el desarrollo del
sistema legal, la jerarquía o el predominio de una u otra fuente de derecho, el método
de trabajo de los juristas en el marco del sistema legal, los conceptos legales
característicos que integran a ese sistema, las instituciones legales y la división del
derecho que se aplica al sistema en cuestión.

Ahora bien, pese a los intentos del derecho comparado de organizar en grupos,
categorías o familias los diversos sistemas jurídicos del mundo, resulta imposible
crear un sistema ideal de clasificación comparable, por ejemplo, a la taxonomía de
que se sirve la ciencia natural. En materia jurídica es quimérico pretender establecer
un sistema unitario de clasificación en el que tengan cabida todos los puntos de vista
sin menoscabo de la claridad que requiere toda sistematización. Lo anterior significa
que cualquier clasificación de orden jurídico será imperfecta y sólo deberá
considerarse como un medio provisional para facilitar la descripción y la comparación
de los sistemas legales. No olvidemos además que los sistemas jurídicos sufren
continuos cambios, lo que podemos comprobar si comparamos el panorama legal del
mundo de hace 10 años con el actual. En términos generales, la ordenación de los
sistemas legales en familias jurídicas no es sino un instrumento de análisis preferente
en la medida en que le proporciona a los juristas un cuadro sinóptico de probada
eficacia para el estudio de los diversos sistemas jurídicos. 1.6. Agrupación de los
sistemas jurídicos en familias Con objeto de comparar entre sí y analizar los diversos
sistemas jurídicos, éstos se han agrupado en las siguientes familias:

 Familia neorromanista.
 Familia del common law o anglosajona.
 Sistemas religiosos.
 Familia mixta o híbrida.
 Familia socialista.
Familia neorromanista
La integran los países cuya ciencia jurídica se ha elaborado sobre los fundamentos del derecho
romano y de la tradición germánica, los cuales se fusionaron en el occidente de Europa a partir
del siglo V. En la actualidad es la familia dominante en Europa Occidental, Centro y Sudamérica,
en muchos países de África y de Asia, e incluso tiene sus enclaves en el mundo del common law
como Louisiana y Quebec.
 
Familia del common law o anglosajona
La fecha que por lo común se cita para señalar el inicio de la formación del common law es el año
1066, cuando los normandos conquistaron Inglaterra derrotando a los nativos en la famosa
batalla de Hastings. Este derecho se fue formando por las decisiones judiciales (precedentes)
emanadas de los tribunales reales.
 
Se puede decir que es un derecho eminentemente jurisprudencial, o sea emanado del poder
judicial; de ahí la frase judge made law, es decir, el juez hizo el derecho, y lo hace al ir resolviendo
las controversias entre los particulares. Se puede considerar que la norma del Common Law es
concreta ya que busca dar solución a un caso particular. Como resultado de la extraordinaria
expansión del imperio británico durante la época del colonialismo, el common law se difundió con
considerable amplitud. Hoy en día es el sistema jurídico vigente en Gran Bretaña, Irlanda,
Estados Unidos de América, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, y ha ejercido su influencia en el
derecho de muchas naciones de Asia y de África.
 
Sistemas religiosos
Estos sistemas no constituyen una familia, sino que son conjuntos de normas que regulan en
determinados países las relaciones humanas, sea en su totalidad, o bien en algunos de sus
aspectos. No existe en semejantes sistemas interés alguno por los derechos individuales; en
ellos el acento se coloca sobre las obligaciones que pesan sobre el hombre justo. El más
importante de esos sistemas es el derecho musulman.
 
Familia mixta o híbrida
Existen algunos sistemas jurídicos que por sus características resultan difíciles de clasificar dentro
de una familia jurídica determinada, ya que en ellos están presentes elementos que pertenecen a
dos o más sistemas distintos. Se hallan en este caso los sistemas que históricamente se han
configurado en virtud de la amalgama de tradiciones legales pertenecientes a dos o más familias
jurídicas. Citemos, a manera de ejemplo, el sistema legal de Quebec, en el que confluyen las
influencias francesa y estadounidense, o el de Sudáfrica, que recoge las tradiciones holandesa e
inglesa. Queda, pues, claro por qué se denomina a estos sistemas mixtos o híbridos. Otros
ejemplos de países cuyo sistema jurídico es mixto serían India, Israel, Japón y Filipinas. 

Familia socialista
El sistema socialista soviético se implantó en Rusia a raíz de la revolución bolchevique de 1917.
Los sistemas jurídicos socialistas soviéticos integraron una nueva tradición o familia jurídica. Con
anterioridad a la revolución, el derecho ruso era de filiación neorromanista. La familia jurídica
socialista es la de más reciente formación y, también, la más efímera, ya que se le aceptó
cuestionada acerca de su autonomía hasta 1939. A partir de esa fecha comenzó a ocupar un
lugar importante al lado de las dos tradiciones más famosas: el common law y la neorromanista.
Con el colapso del sistema socialista soviético desaparece asimismo esta familia jurídica. Rusia,
al igual que otros países de la ex Unión Soviética, se reintegra a la tradición neorromanista, en
tanto que otras naciones se reubican en el sistema religioso musulmán y otras más, se
reincorporan a la familia mixta. La familia de los sistemas socialistas ha expirado, sin embargo,
todavía se estudia para comprender mejor las causas que motivaron su desaparición. 
 
FORMACIÓN HISTÓRICA DEL DERECHO ROMANO ROMA
 
Para facilitar el estudio del derecho romano conviene seguir la división en tres
períodos históricos que propone Ortolán, a saber: monarquía (753-509 a. C.),
república (509-27 a. C.), e imperio (27 a. C.-565 d. C.). Este último se subdivide en
dos etapas: la primera de ellas se denominó principado o diarquía y comprende desde
Augusto hasta Dioclesiano (27 a. C.-286 d. C.) y la segunda, llamada imperio
absoluto, que abarca desde Dioclesiano hasta la muerte de Justiniano (286 d. C.-565
d. C.).
 
MONARQUÍA
Al primer período de la historia de Roma se le llama monarquía porque el gobierno
estaba en manos de reyes. Las tradiciones sobre esa época son abundantes; sin
embargo, presentan determinados aspectos que hacen dudar de su veracidad. Se
supone que Roma fue fundada por Rómulo en el año 753 a. C., momento en que se
inicia el período monárquico de Roma, en el que se registran siete reyes: los cuatro
primeros forman la fase latina-sabina, y los otros tres la etrusca. La monarquía fue
derrocada en el año 509 a. C., instaurándose entonces el régimen republicano. En sus
orígenes, Roma era sólo una pequeña población que ocupaba la colina del Palatino
en la región del Lacio. La base de su economía era la agricultura y la organización
social giraba en torno a la familia, la cual producía cuanto necesitaba para su
autoconsumo y sólo adquiría en el mercado, por medio de trueque, lo que no podía
producir por sí misma. Durante el período monárquico la dignidad real era vitalicia y
ejercía la jefatura política y militar. El rey era asimismo el sumo sacerdote y la máxima
autoridad jurídica. En un principio era elegido por medio de comicios o asambleas,
pero después fue el monarca el que designó a su sucesor. El primer rey, Rómulo, creó
el senado, el cual era un cuerpo colegiado integrado por personas mayores de
sesenta años cuya función era asesorar al rey. El segundo rey, Numa Pompilio,
organizó la vida religiosa de la comunidad e instituyó los colegios sacerdotales. El
tercer rey, Tulo Hostilio, fue un rey guerrero, a quien se atribuye la destrucción de la
famosa ciudad de Alba Longa. Anco Marcio, su sucesor, inició la política de conquista
mediante el expansionismo. Tarquino el Antiguo, quinto rey de Roma, era de origen
etrusco y se estableció en esa ciudad durante el reinado de Anco Marcio. Gracias a su
labor urbanística y a su riqueza logró subir al trono. A Servio Tulio, sexto rey, se le
atribuye la creación de los comicios por centurias y por tribus. El último rey fue
Tarquino el Soberbio, cuyo sobrenombre responde a su carácter tiránico; sin
embargo, destacó por las grandes construcciones que se llevaron a cabo durante su
reinado.

El periodo monárquico de Roma está marcado del mismo modo que su fundación por el mito y la
leyenda. Historiadores romanos como Tito Livio y Plutarco escriben las historias que han pasado
de generación en generación sobre los reyes romanos, pero es difícil distinguir entre la realidad y
ficción de los hechos que estos documentos recogen.
La sociedad romana se dividía en dos grandes clases: los patricios y los plebeyos.
Los primeros acaparaban la riqueza y el poder, en tanto que los segundos, carecían
de fortuna y les estaba vedado el acceso a los cargos públicos. Los ciudadanos
romanos se reunían en un lugar llamado Comitium para tomar decisiones de interés
general. A estas asambleas de ciudadanos se les llamó comicios curiados. En ellas se
aprobaba la designación del nuevo rey, además de que tenían competencia en
cuestiones familiares y religiosas.

Durante la república, los comicios ejercieron también funciones legislativas. En la


época republicana el único derecho que se aplicaba era el derecho civil, que era el
propio de los ciudadanos romanos; sin embargo, al entrar Roma en contacto con otros
pueblos a través de las conquistas, aceptó el derecho de gentes como derecho
romano, pero ya no exclusivo de los romanos sino también para regir a los
extranjeros. Notas distintivas del derecho romano fueron su formalidad, solemnidad,
su rigurosa oralidad y su acentuado carácter religioso. Su fuente formal fue la
costumbre: mores maiorum consuetudo-la "costumbre de los antepasados'.

REPÚBLICA
El año 510 a. C. señala el inicio de la era republicana. El rey fue reemplazado por dos
cónsules que se elegían cada año y que poseían el derecho de vetar las disposiciones
de su colega. En el caso de que un peligro amenazara a la patria, los cónsules podían
ser sustituidos por un dictador, que asumía el poder durante seis meses. En un
principio los cónsules ejercieron todas las funciones que otrora desempeñara el rey,
excepto las religiosas. La esfera de competencia de los cónsules, cuya amplitud era
excesiva, se fue reduciendo a medida que se creaban nuevas magistraturas para la
administración de la ciudad, las cuales en un inicio ejercieron exclusivamente los
patricios y sólo más tarde los plebeyos. Esas magistraturas fueron las siguientes:

1.Pretores. Administraban la justicia entre los ciudadanos romanos. Más tarde


aparecieron los pretores peregrinos, que se encargaban de dirimir las controversias
entre los ciudadanos y los peregrinos (extranjeros).
2. Cuestores. En un principio fueron auxiliares de los cónsules; posteriormente se
encargaron de recaudar los impuestos, administrar la hacienda y llevar la contabilidad.
3. Censores. Realizaban los censos o empadronamiento de los ciudadanos, al que se
procedía cada cinco años, y eran elegidos por los comicios.
4. Ediles. Ejercían funciones de inspección y policía, cuidaban la ciudad y vigilaban los
juegos públicos y el orden en los mercados. Los tribunos de la plebe, aun cuando no
eran magistrados, tenían la facultad de impedir por medio de su veto los actos de los
magistrados que pudiesen afectar a los plebeyos.
La labor de los tribunos fue brillante, entre sus logros se encuentra la Ley de las XII
Tablas. El senado vio aumentar su importancia durante la república, debido a que era
el único cuerpo permanente. Aprobaba los acuerdos que surgían de los comicios.
Durante los siglos IV y III a. C. los plebeyos fueron conquistando poco a poco la
igualdad civil, ciertas ventajas económicas y el acceso a las magistraturas.
La república vio aparecer el derecho honorario, que llegó a constituir un sistema
jurídico paralelo al ius civile. El derecho honorario era el que los magistrados
plasmaban en sus edictos en virtud del ius edicendi, es decir, de la facultad que se les
había otorgado de dictar normas. Este derecho suplió en algunos casos y corrigió el
derecho civil, creando un sistema más equitativo y Las fuentes del derecho durante la
República fueron:

1. La ley;
2. Los plebiscitos;
3. Los edictos de los magistrados.
Veamos cada uno de ellos:

Las leyes eran las decisiones votadas por los comicios. La iniciativa correspondía al
magistrado que proponía la ley. Los comicios discutían ésta y, si la aprobaban,
pasaba al senado para su ratificación. La primera expresión formal del derecho
romano fue la famosa Ley de las XII Tablas (circa 450-449 a. C.), que se promulgó a
consecuencia de las querellas entre patricios y plebeyos. Los plebeyos se quejaban
de que no tenían un verdadero derecho y que ignoraban las normas jurídicas
aplicadas por los magistrados, quienes por ello podían actuar de manera arbitraria. El
Tribuno de la Plebe, Terentilio Arsa exigió la redacción de la ley escrita aplicable por
igual a patricios y a plebeyos; la redacción de las leyes fue realizada por diez
legisladores llamados decenviros (diez varones) a los cuales se otorgaron poderes
ilimitados para la realización de esta tarea. La labor la terminaron en un año y la
dejaron escrita en diez tablas, pero como su obra parecía inconclusa fueron elegidos
otros decenviros, entre ellos algunos plebeyos.  La ley, grabada en doce tablas de
bronce, se exhibió en el Foro para conocimiento de todos. De ahí su nombre: La
Duodecim Tabularum o código decenviral. Cicerón comparó esta legislación con las
concepciones jurídicas de los filósofos más eminentes. Por su parte, Tácito la calificó
de último derecho imparcial de Roma.

2. Los plebiscitos eran las medidas legislativas o administrativas emanadas de los


consilia plebis. En un principio eran obligatorias únicamente para los plebeyos pero
cuando en 287 a. C. se dictó la ley Hortensia se hicieron obligatorias para todos.

3. Los edictos de los magistrados eran las disposiciones de los magistrados que
gozaban del ius edicendi, es decir, del derecho de emitir edictos, entre los que
figuraban programas de trabajo y normas de conducta. Los edictos de los magistrados
fueron fuente del derecho honorario. Conviene saber que los edictos eran los
programas de trabajo anuales de los magistrados, que se daban a conocer al
comenzar éstos el ejercicio de sus funciones. Los edictos eran de tres clases: los
anuales, que son los que recién mencionamos; los traslaticios, que eran aquellos que
el pretor heredaba de sus antecesores y el repentino, que se emitía cuando había que
resolver un caso no previsto en el edicto anual. En el transcurso del siglo v después
de la publicación de las XII Tablas, tuvo lugar la laicización del derecho. Esto no
quiere decir que se excluyen la religión o se o se hiciera una política antirreligiosa,
sino más bien se separó lo religioso de lo jurídico. De este modo, el primer pueblo de
la antigüedad que laicizó su derecho, y esto fue lo que le aseguró a este último sus
posibilidades de desarrollo por la vía de la racionalidad. 

IMPERIO  
La era imperial se inicia con César Augusto en el año 27 a. C., como primer
emperador. La primera fase del Imperio (27 a. C.-286 d. C.) se denominó principado o
diarquía, esto último significa gobierno de dos, porque junto con el emperador
gobernaba el senado.

PRINCIPADO
Este es el período clásico del derecho romano, cuando el método del razonamiento
jurídico alcanzó su plena expansión y las instituciones su madurez. En esta época
aparecen los grandes juristas de dos famosas escuelas: la proculeyana, fundada por
Labeón, aunque tomó el nombre del discípulo Próculo, y la sabiniana, fundada por
Capitón, pero que tomó el nombre de su alumno más distinguido, Sabino. Es difícil
precisar las diferencias entre ambas escuelas. Al parecer su oposición radicó en lo
siguiente: Capitón era tradicionalista en materia de derecho privado, pero se hallaba
vinculado al régimen imperial. Labeón por su parte, pugnaba por la innovación del
derecho privado, pero era simpatizante del régimen republicano y opositor del imperio.

Entre los jurisconsultos más destacados del principado cabe mencionar a Celso,
Salvio Juliano, Gayo, Pomponio, Papiníano, Ulpiano y Modestino, entre otros.
Diarquía. Durante la diarquía se consideraron fuentes del derecho las siguientes: los
senadoconsultos, la jurisprudencia y las constituciones imperiales.

1. Los senadoconsultos eran las medidas y las disposiciones que el senado emitía,
tenían fuerza de ley. El senado actuaba en dos formas: por iniciativa propia o por
iniciativa del emperador. A medida que la autoridad imperial fue consolidándose, la
primera de estas dos formas de proceder fue dejando paso a la segunda. El
emperador acabó por considerar al senado un cuerpo seguro y sumiso por cuyo
medio podía legislar sin problemas.

2. La jurisprudencia era la respuesta de los prudentes, es decir, el conjunto de las


opiniones de famosos jurisconsultos que estaban facultados por el ius publicum
respondersdi o sea el poder de responder al pueblo en materia jurídica.
3. Las constituciones imperiales eran resoluciones de tipo legislativo, que dictaba el
emperador, con carácter obligatorio. Éste concentró en sus manos el poder legislativo
y expresó su voluntad por medio de las constituciones imperiales. Imperio absoluto.
Diocleciano fue proclamado emperador en el año 286. Uno de los hechos más
sobresalientes de su gobierno fue la transformación del Imperio en un gobierno
absolutista. El poder del emperador se constituyó así en la fuente de toda la vida
política, el senado fue debilitándose de manera paulatina hasta que su papel se redujo
al de una mera apariencia de autoridad. El fortalecimiento del absolutismo imperial
disminuyó la importancia de las anteriores fuentes formales del derecho. Por lo que
respecta a los edictos, los magistrados continuaron gozando del ius edicendi, pero
como no querían arriesgarse a entrar en conflicto con el emperador, se limitaron a
copiar los edictos de sus predecesores. Por este motivo el emperador Adriano decidió
hacerlos codificar, y a esa recopilación se le dio el nombre de Edicto Perpetuo, el cual
tuvo por consecuencia el estancamiento del derecho honorario, que fue
desapareciendo lentamente al verse privado de fuentes. Terminó así la dualidad de
derecho civil y derecho honoratio.

Los emperadores concentraron en sus manos el poder legislativo y expresaron su


voluntad por medio de las constituciones imperiales, la única fuente del derecho que
subsistió. Diocleciano ordenó la elaboración de codificaciones, pues era tal la cantidad
de constituciones imperiales, que ordenarlas resultaba muy necesario. En el año 291
se redactó el Código Gregoriano, que contenía las constituciones imperiales que se
habían dictado desde el año 196 hasta el 291. El código recibió el nombre de
gregoriano porque se supone que su redacción fue obra de un jurista llamado
Gregorio. Este código se complementó en el año 295 con el Código Hermogeniano,
que contenía las constituciones de Diocleciano posteriores al año 291. Esas
codificaciones dejaron a un lado todo el derecho honorario y la jurisprudencia y se
limitaron a consignar las disposiciones de los emperadores. En el año 330 el
emperador Constantino decidió trasladar la capital del imperio a Oriente, eligiendo
como asiento la ciudad de Bizancio, la cual se remodeló a este fin y recibió el nombre
de Constantinopolís de donde proviene el nombre de Constantinopla (en la actualidad
Estambul). A la muerte de Teodosio, acaecida en el año 395, el imperio se repartió
entre sus hijos Honorio y Arcadio. A Honorio le correspondió el imperio de Occidente y
a Arcadio el de Oriente. En ese entonces la ciencia del derecho estaba en
decadencia: su única fuente la constituía la voluntad imperial; sin embargo, se
realizaron notables esfuerzos de codificación y de síntesis. Teodosio II, emperador de
Oriente, ordenó en 429 que se efectuase una compilación de todo el derecho y
publicó una colección de todas las constituciones imperiales, promulgadas entre los
años 312 al 437 lo que dio como resultado el denominado Código Teodosiano.
Muchas de esas constituciones se compendiaron y fueron objeto de algunas
modificaciones. El código adquirió gran importancia para Occidente en la medida en
que constituyó la principal fuente de conocimiento del derecho romano para los
pueblos bárbaros.

En el año 476 cayó el imperio romano de Occidente cuando Odoacro, jefe de una tribu
bárbara, lo invadió y se coronó rey, venciendo a Rómulo Augústulo, último emperador
romano. Por otro lado, el imperio romano de Oriente sobrevivió por más de mil años,
hasta que los turcos se apoderaron de Constantinopla en 1453.

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