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TALLER DE VIVIENDA-GRUPO 2.

Karen Yuliana Delgado Pico


Anderson Eduardo Gaitán Ulloa
Santiago Moya Avila
Juan Esteban Olaya Pérez
Santiago Sánchez Tarquino

PRIMER PUNTO - ¿Qué autores hacen referencia a la vivienda y cuáles son sus
aportes?

Para iniciar, desde el autor Carlos Torres (2008) se propone como la vivienda ha
evolucionado para el caso Bogotá, bajo esa visión el crecimiento de la ciudad ha estado
marcado por la producción de vivienda formal e informal y esto ha llevado a tener que
mediar las relaciones del estado y el mercado para gestionar el uso del suelo y proveer la
vivienda en la ciudad, lo anterior a partir de regulaciones como la Ley 9 de 1989, la Ley
388 de 1997 y el Decreto 619 de 2000.

El autor problematiza como el mercado está supliendo la vivienda de interés social en la


periferia y como el mercado está priorizando la maximización de sus ganancias a partir de
una necesidad creada por el crecimiento demográfico, se está generando una falta de
conexión entre la ciudad, es lo que ha generado dinámicas de segregación y pocas
garantías de un hábitat adecuado.

El autor hace ver cuatro puntos importantes para la gestión de la política del uso del suelo,
el primero concierne a que la vivienda digna depende en gran medida de la voluntad
política de los actores estatales que llegan a posiciones de poder y que son quienes
realmente pueden modificar el ordenamiento territorial, como segundo punto el haberle
dejado la producción de vivienda para el capital privado está trayendo déficit en la calidad
y la cantidad de las viviendas, ya que, por un lado, no están garantizando los mínimos
vitales en las mismas, y por otro lado, lo que suplen resulta insuficiente para satisfacer la
demanda y así seguir generando rentabilidades.

En tercer lugar, que actualizar y centralizar la información sobre gestión del suelo puede
tener fortalezas y debilidades, lo mejor viene siendo dotar a la ciudadanía ya los
funcionarios de buenas prácticas de participación y manejo de la política del suelo, por
último el texto evidencia que existen factores predominantes que afectan la problemática de
hábitat en la ciudad, como la escasez y el alto costo de suelo urbanizable, la persistencia en
la urbanización ilegal, y el deterioro urbano en diversas zonas de la ciudad, sumado a la
escasa oferta de vivienda de interés prioritario.

Para hablar de vivienda, es importante conectarla con la problemática del uso del suelo y
sobre todo como en ciudades como Bogotá la vivienda ha sido provista por los mismos
habitantes en el marco de la informalidad. Para esto, la autora Nora Clichevsky (2009)
introduce en su texto “Algunas reflexiones sobre informalidad y regularización del suelo
urbano.” Elementos de cómo los grupos humanos al no poder acceder económicamente a la
vivienda formal que ofrece el mercado, generan sus propios asentamientos en las zonas más
periféricas de la ciudad, generando loteos irregulares, falta de títulos de propiedad,
incumplimiento de normas, falta de requerimientos ambientales para la localización de usos
urbanos, entre otras problemáticas.

Para atacarlas se propone la regularización del suelo, como una forma de atacar, pero no de
acabar con la pobreza de las viviendas que se instauran en el marco de estos procesos,
además sitúa que cada lugar tiene sus retos particulares en términos de regularizar la
informalidad y que por ello no puede existir un patrón común. De la mano con la
regularización, la inclusión debe ir abriéndose espacio, pues la inclusión de estos grupos en
el marco de su derecho a la ciudad es necesaria. Finalmente, se necesita de un compromiso
integral por parte de los gobiernos para con esta problemática, con la política pública y con
la mejora de capacitación del personal y la especialización en los programas de vivienda.

Ampliando Bogotá, bajo la instrucción de Luis Fernando Pinto (2008) se puede observar
cómo opera la política pública de vivienda en Colombia, dentro de los primeros
lineamientos establece que hay un desequilibrio entre los actores del mercado, ya que buena
parte de los promotores y propietarios se quedan con la rentabilidad de viviendas, sin que
esta construcción representa suplir la demanda de vivienda digna que cumpla con criterios
de habitabilidad y calidad. Luego de esto problematiza la política que hay detrás de la
vivienda, pues dentro de ella no se contempló tener el control urbanístico, ni el impacto
negativo que traería la libre competencia. Se concluye que las políticas públicas de vivienda
han tenido serias dificultades como la apropiación de tierra urbana, menores utilidades,
mayores costos y deficiencias en la calidad de habitabilidad.

Dentro del tema de vivienda, la Organización de Naciones Unidas (1991) también tiene un
factor de injerencia, pues establece que la vivienda adecuada es un derecho humano, en el
texto se brinda un contexto en el panorama mundial, pues hay más de 100 millones de
personas sin vivienda y más de 1000 millones tienen una vivienda inadecuada. Para
establecer que una vivienda es adecuada debe contar con la seguridad jurídica de tenencia,
servicios públicos, equipamiento cercano y su precio debe ser razonable, puesto que es un
derecho humano.
La relación entre vivienda y dignidad radica en que debe existir una visión integral de la
vivienda como forma de realización individual, ya que vincula otros derechos humanos
dentro de sí. Ya buena parte de la normatividad contempla materializar el reclamo de
vivienda mediante recursos como apelaciones jurídicas, reclamaciones, procesos de
indemnización y denuncias. Junto a esta normatividad se incluye una visión de accionar
político en la que, independientemente al grado de desarrollo de los países, los estados
deben garantizar un mínimo de derecho a la vivienda bajo unos criterios objetivos que
definen lo adecuado. Esto conlleva que la vivienda se convierta en una política de estado
con garantías progresivas, que permitan a los grupos históricos desprovistos de la misma
acceder a mejores condiciones de existencia.

Finalmente, dentro de una reflexión mucho más filosófica se pueden encontrar los
planteamientos de Gastón Bachelard (1957) en el que la vivienda es enunciada en términos
de casa u hogar, afirma que la casa es el lugar que protege nuestros sueños, nos provee de
refugio y nos permite el desarrollo. Se visualiza la casa como algo más que un espacio
físico, si no como un lugar donde se albergan los sentires, los miedos y las preocupaciones.
En última instancia, la casa no es solo un espacio ocupado, es la creación de un espacio
habitable, implica considerar criterios como la verticalidad, la centralidad, la intimidad y la
psicología del espacio.

SEGUNDO PUNTO - ¿Consideran como grupo que la vivienda en Colombia es


adecuada para sus habitantes? ¿Por qué?

La vivienda en nuestro país no cumple con los estándares adecuados para una gran parte de
sus ciudadanos. Según el DANE, en abril de 2020, el déficit habitacional en Colombia
alcanzaba el 37%, lo que significa que más de 5,2 millones de hogares o más de 18
millones de personas viven en condiciones precarias.
La pandemia agravó considerablemente esta situación, ya que las cifras mostraban 3,5
millones de hogares con déficit habitacional que se enfrentaron a la emergencia sanitaria en
condiciones de hacinamiento o peligro estructural. Además, existen diferencias
significativas entre las regiones y departamentos del país. En algunos departamentos, como
Vichada, San Andrés-Providencia y Chocó, el déficit supera el 92%, mientras que en 18 de
los 32 departamentos el déficit habitacional es una situación permanente.

Encontrando así que los mayores afectados son los departamentos alejados de los centros
de producción más importantes del país, con vías de acceso de mala calidad o destapadas y
sin una relevancia regional que indique una mayor inversión por parte de los entes de
gobierno encargados. La desigualdad económica y social, así como la falta de garantías
constitucionales, como el derecho a una vivienda digna, contribuyen a esta problemática.

Inclusive, resaltando los modelos económicos implementados en los últimos 30 años,


donde se ha identificado un favorecimiento al sector privado en detrimento de la
participación estatal en la producción de viviendas. Aunque el acceso a una vivienda digna
está consagrado como un derecho fundamental en la Constitución, las medidas
implementadas hasta ahora no han sido eficaces, considerando que aunque es un derecho,
hay otras prioridades y derechos privados que favorecen a otras partes y no facilitan un
acceso fácil o equitativo a las oportunidades de vivienda. Si vemos y analizamos estas
perspectivas, vemos que incluso estas dinámicas tienen raíces en los años 70, donde se
iniciaba un favorecimiento y enfoque al sector privado constructivo, y donde el sector
hipotecario o prestamista se transformaba para dar mayor énfasis en beneficios particulares
a unos únicos segmentos, dando paso a leyes u organismos como el Instituto Nacional de
Vivienda de Interés Social y Reforma Urbana (Inurbe) que favorecían la construcción de
viviendas de Interés social, siendo esto aprovechado por diversas constructoras, que por el
beneficio tributario, enfocaron todo su core y punta de negocio en este sector obteniendo
así sus beneficios.

Es importante destacar que el derecho a una vivienda digna no se limita a un lugar habitable
o unas paredes con un techo, sino que está ligado a otros derechos fundamentales como la
igualdad, la dignidad, la salud y la educación. Garantizar este derecho en condiciones de
igualdad para todos los ciudadanos es fundamental e incluso obligatorio si consideramos la
garantía de acceso a la vivienda consagrada en el artículo 51 de la Constitución Política de
Colombia, donde se obliga al estado colombiano a hacer efectivo este derecho
promoviendo la construcción en el país

En resumen, en Colombia la vivienda no cumple con los estándares necesarios para


garantizar un derecho fundamental a una vivienda digna ni sería considerada adecuada para
sus habitantes.

TERCER PUNTO - ¿Qué relación encuentran entre el hábitat, la ciudad y la


vivienda?

La relación es directa. En principio, entre la vivienda y el hábitat, existe un vínculo


proporcional y complementario; mientras en la primera arista se propende por el análisis
del lugar físico en el que un individuo reside, el segundo componente versa acerca de
factores diversos al espacial (se aborda desde una perspectiva más integral). Por
consiguiente, la localización geográfica de la vivienda será preponderante para el análisis
del hábitat del individuo, así como las condiciones del espacio y la percepción de plenitud
que se ostente sobre el mismo.

El nexo entre lo antedicho y la ciudad, parte entre la comprensión sobre los lineamientos
propios de una urbe y sus implicaciones en la satisfacción con la que un individuo habita un
lugar (su cercanía con centros de abastecimiento, parques, zonas de recreación,
infraestructura vial, etc.), así como la viabilidad urbanística de los proyectos inmobiliarios
capaces de crear una adecuada vivienda para los ciudadanos.
Todo lo referido parte de una distribución equitativa y organizada del territorio, cuestión
neurálgica a la hora de escoger vivienda

CUARTO PUNTO - ¿La vivienda que habitan actualmente tiene relación con la casa
de su infancia? ¿Qué se conserva? ¿Qué no se conserva?

Relato de Santiago Moya


Desde el vientre de mi progenitora he vivido en la misma residencia, un conjunto ubicado
en Ciudad Salitre Oriental. El interior del mismo ha tenido múltiples renovaciones de
mobiliario y tecnologización. Los cuartos han cambiado su distribución espacial a lo largo
de 22 años y los equipamientos se han renovado constantemente. A pesar de lo anterior, la
infraestructura primigenia se sigue conservando con respecto a la cercanía de sus espacios,
cuestión refrescante de las memorias de mi niñez.
Relato de Anderson Gaitán
La vivienda en la que resido actualmente es la misma de toda la vida, ubicada en
Marichuela, en la localidad de Usme, donde crecí. Sin embargo, muchas cosas en ella han
cambiado con respecto a mi infancia. Cuando era pequeño, comenzó siendo una casa de un
solo piso, sin nada terminado. Los muros eran de ladrillo sin pañetar, el piso carecía de
baldosas, al igual que el baño. También teníamos un sótano algo deteriorado.
A medida que los años fueron pasando y con un esfuerzo muy grande por parte de mis
abuelos y padres, logramos terminar el primer piso y construir un segundo. Debido a ello,
muchos espacios de mi infancia fueron remodelados, pero aún conservan muchas cosas de
aquellos días, como las puertas y el techo que pasamos del primer piso al segundo.
Relato de Santiago Sánchez
Desde que tengo memoria he vivido en mi casa en Américas occidental, manteniendo esta
relación por 21 años, viendo como el hogar cambia, los muebles, los juguetes, las camas se
agrandan, de repente, la familia crece con un nuevo miembro y se construye un nuevo piso
con una nueva habitación para que todos quepan, La casa se ha ido transformando según los
sucesos o requerimientos, sin embargo, la casa sigue siendo la misma, las puertas, las
ventanas, el suelo, pequeños detalles que se han mantenido fijos durante toda mi vida,
conociendo así las particularidades de la vivienda en la que habito que nunca han cambiado
porque nunca se arreglaron, o porque eran particularidades muy notorias, que son
minúsculas, como un detalle en el techo, pero que mantienen el hogar en lo que siempre ha
sido a pesar de su transformación, sin embargo, Las formas de vivir nunca han cambiado, la
cocina siempre ha sido cocina, el comedor, la sala, el patio, espacios que en su
funcionalidad se conservaban a pesar de que se cambiara el mobiliario requerido para cada
uno, por ejemplo: hace 2 años compramos una estufa, pero la cocina seguía siendo la
misma, porque yo considero que la esencia misma de mi vivienda nunca ha cambiado por
más que se añadan pisos o se cambien los muebles.
Relato de Karen Delgado

La vivienda en la que hoy en día resido es la misma en la que me crié gran parte de mi
infancia, anteriormente los terrenos aledaños no estaban urbanizados y con el paso de los
años se han generado múltiples proyectos urbanísticos de vivienda en el lugar y con ellos la
llegada de nuevo equipamiento como vías secundarias y algunos parques. Se conservan sus
zonas verdes aledañas, su cercanía con vías principales e incluso sus vecinos. La
distribución interna ha sido remodelada o cambiada con el paso de los años, pero la
infraestructura sigue siendo la misma. Lo cual podría llevar a pensar en la analogía de cómo
nuestro hogar cambia con nosotros, pero que en esencia sigue siendo lo mismo. Atesorando
los recuerdos de la familia y la infancia, mi hogar se transformó en un espacio repleto de
sentimientos y agradables momentos.

Relato de Juan Olaya

Desde mi perspectiva, el hogar y la vivienda siempre han sido relevantes no solo por las
condiciones físicas del espacio, sino por la manera en la que convivo con mi núcleo
familiar. Es el ambiente donde hemos construido seguridad y confianza, sabiendo que sin
importar el lugar, estaremos bien. La sensación de amor, tranquilidad y confianza prevalece
gracias a la unión familiar. A lo largo de los años, he vivido en diferentes lugares, y aunque
los espacios han sido nuevos, diferentes entre sí, lo más significativo ha sido el valor que
hemos dado como familia a la unión que existe entre nosotros, tomando la idea de que
donde está mi familia, está mi hogar, además resaltando que esa relación ha dado paso a
objetos y decoraciones que nos acompañan en cada cambio de residencia, manteniendo la
misma esencia, a pesar de ser espacios distintos.

Desde mi infancia, compartí habitación con mi hermana en un mismo espacio, lo cual nos
hizo muy cercanos a medida que crecíamos. Sin embargo, valorando tener un espacio
propio dentro del lugar compartido. Además, a lo largo del tiempo, hemos sumado nuevos
seres a nuestro hogar, como mascotas, que han agregado aún más valor a nuestra
convivencia y al espacio que compartimos.

El espacio de trabajo ha ido cambiando desde mi infancia hasta mi etapa universitaria,


adaptándose a los diferentes materiales de estudio y necesidades. Sin embargo, la esencia
del hogar siempre se ha mantenido, ya que somos conscientes de la vivienda, son más las
personas que el espacio físico. Esto ha fortalecido nuestras uniones a medida que crecemos,
convivimos juntos, mantenemos el orden y entendemos las necesidades de los demás.

En resumen, lo más importante en un hogar no son sólo las dimensiones físicas del espacio,
sino la manera en que se vive y se comparte en familia. Es la unión y la convivencia lo que
realmente hace que un lugar sea verdaderamente un hogar, y eso se fortalece con el paso del
tiempo.
QUINTO PUNTO - ¿Qué diferencia existe entre hogar, casa y vivienda?

Para responder esta pregunta es importante que entendamos que, en esencia, la "vivienda"
se enfoca en aspectos legales y materiales, la "casa" se refiere al componente físico y la
"hogar" es una noción emocional y psicológica. Más detalladamente, podemos decir que, la
vivienda, en términos generales, se refiere al espacio físico donde las personas residen.
Según las normativas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la vivienda
adecuada es un derecho humano que incluye la seguridad jurídica de la tenencia, acceso a
servicios públicos, proximidad a equipamiento y la asequibilidad. Es importante destacar
que este enfoque pone un énfasis en la dimensión legal, social y económica de la vivienda.
Contrario al concepto de "hogar", como lo describe Gastón Bachelard, trasciende la mera
dimensión física de una vivienda. Para Bachelard, el hogar es un lugar emocional y
psicológico donde las personas se sienten seguras, encuentran refugio y desarrollan sus
emociones y relaciones. Va más allá de las dimensiones físicas y se relaciona con la
experiencia subjetiva y emocional de un lugar. El hogar está intrínsecamente ligado a los
sentimientos, las memorias y las percepciones de las personas. Por otro lado, el término
"casa" se puede considerar como un componente físico de la vivienda. Para Bachelard, la
casa es el espacio construido que alberga el hogar, pero también es un lugar de significado
y simbolismo. La casa proporciona un refugio y una estructura física, pero también se
convierte en un espacio para la vida cotidiana, las actividades familiares y las experiencias
personales. La "casa" puede verse como el recipiente que alberga el "hogar”. Estas
distinciones resaltan la importancia de considerar no solo la infraestructura física, sino
también las experiencias y sentimientos asociados a un lugar de residencia. La complejidad
de estos conceptos se refleja en la interacción entre ellos y cómo influyen en la calidad de
vida y el bienestar de las personas en su entorno habitado.

SEXTO PUNTO - Escribir tres conclusiones generales sobre lo reflexionado en el


taller

● La vivienda trasciende su mera definición como una casa, ya que representa nuestro
verdadero hogar. Es el refugio donde encontramos seguridad, comodidad y
protección, planteando la capacidad que logran tener de evocar la sensación de ese
primer hogar, si es que nos hemos mudado, brindando un espacio en el que nos
sentimos seguros y en paz, generando sensaciones de intimidad, calidez y cariño. Es
en este espacio que podemos acudir consciente o inconscientemente a ser “libres”
de nuestras preocupaciones. Recordando siempre la importancia de cultivar ese
vínculo entre nuestra vivienda y nuestro hogar, inspirándonos a crear espacios que
reflejen nuestra identidad y nos conecten con nuestros recuerdos.

● La vivienda juega un papel determinante en nuestra vida cotidiana, influyendo de


manera significativa en la forma en que vemos la vida, o cómo percibimos la
calidad de vida, impactando en la construcción de nuestra imagen del entorno en el
que vivimos y con los que nos podemos relacionar. Además, tiene un impacto
profundo en nuestras relaciones personales y en cómo nos relacionamos con la
sociedad, comprendiendo que la vivienda va más allá de su aspecto físico, siendo un
espacio vital en el que se entrelazan aspectos funcionales, estéticos y emocionales
que influyen directamente en nosotros, reflexionando así sobre la importancia de
pensar la vivienda como el espacio donde una persona estará gran parte de su vida y
que influenciará directamente en el “ciudadano” concluyendo que el diseño y la
planificación adecuada de viviendas son fundamentales para mejorar la calidad de
vida de las personas y contribuir al desarrollo de comunidades saludables y
prósperas.

● Al analizar la estrecha vinculación entre vivienda, ciudad y hábitat, resulta crucial


reflexionar acerca de la situación de la vivienda en Colombia, particularmente en lo
referente a la vivienda de interés social, que ha sido un mercado altamente atractivo
en el país por el paraíso tributario que este implica para las empresas que buscan
este beneficio, constatando que esta forma de vivienda se ha convertido en un mero
objeto de comercio. Denotando que se ha perdido la relación que existe entre los 3
conceptos iniciales (ciudad, hábitat y vivienda) por lo que se debe plantear como se
puede restablecer el valor de la vivienda como un espacio que trasciende su mera
función transaccional. Fomentando un entorno habitable, inclusivo y sostenible, en
el cual las personas puedan desarrollar una vida plena y digna. Asimismo, es
necesario impulsar políticas y acciones que garanticen el acceso equitativo a una
vivienda adecuada para todos los ciudadanos, sin importar su situación
socioeconómica.

REFERENCIAS

Bachelard, G (1957) La poética del espacio. Fondo de Cultura Económica de


Argentina S.A [pp. 1-52].

Clichevsky, N (2009) Algunas reflexiones sobre informalidad y regularización del


suelo urbano. Revista Bitácora Urbano Regional, vol 13, agosto-noviembre 2008.
[pp.63-88] Universidad Nacional de Colombia Bogotá, Colombia.

Organización de las Naciones Unidas (1991) El derecho a una vivienda adecuada


CESCR Observación general No 4 (General Comments) 6° período de sesiones. [pp.1-7].

Pinto, L (2008) La política pública de vivienda en Colombia. CONFLICTO DE


OBJETIVOS. Revista Bitácora Urbano Territorial, vol. 13, núm. 2, junio-diciembre, 2008,
[pp. 73-89] Universidad Nacional de Colombia Bogotá, Colombia.
Torres, C (2008) Suelo Urbano y Vivienda Social en Bogotá: Primacía del mercado
y el sacrificio del interés general, 1990-2007 [pp.1-31]. Instituto de Investigaciones en
hábitat, ciudad & territorio.

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