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ENTREGA ENSAYO PRIMER CORTE

PRESENTADO POR:
LUISA FERNANDA CASTAÑEDA MANTILLA

UNIVERSIDAD DEL ROSARIO


HÁBITAT, VIVIENDA Y ESPACIO PÚBLICO
BOGOTA, DC.
2020.
Introducción:

El concepto de hábitat en el marco de los derechos humanos, ha lo largo de los años ha ido
evolucionando y poco a poco se ha ido configurando. Al principio, en 1948 con la
declaración de los derechos humanos, el concepto de hábitat se conocía como derecho al
techo en condiciones de salubridad, lo que se tenía que garantizar con este famoso derecho
al techo era una buena estructura, acceso a Servicio Públicos, una infraestructura básica de
casa y espacio. Como se evidencia, en esta etapa del concepto de hábitat, dicho tratado
internacional solo se preocupa por proveer una casa con unas buenas condiciones de
salubridad, en conjunto con la salud pública. Sin embargo, deja de lado muchos factores
importantes, tales como la accesibilidad (que tiene que ver con la localización), adueñación
de tierras, buena infraestructura para garantizar un buen acceso a servicios públicos, acceso
a transporte y buena movilidad. Los temas aquí mencionados fueron retomados en el
tratado internacional derecho a la vivienda en el año 1976 en Vancouver y en el 96 en
Estambul, donde se estableció un nuevo concepto el derecho a la Vivienda, concebido
como el derecho a la vivienda digna en asentamientos humanos sustentables. Sin embargo,
ha este tratado aún le faltaban temas por resolver. Por esto, en el Foro Global Urbano, se
aplico un nuevo concepto el derecho a la ciudad, que consiste en el goce equitativo de la
ciudad dentro de los principios de sustentabilidad y justicia social, que integra los
siguientes componentes indispensables para garantizar la mejor calidad de vida a las
personas: Un excelente espacio público, un adecuado desarrollo urbano que sea sustentable
y equitativo, una buena convivencia y adecuada seguridad social, una transparencia en la
información, que se garantice el trabajo y buen respaldo económico y que halla una gran
asociación y buena participación [ CITATION Fab09 \l 3082 ]. Por lo tanto, como se ha visto
en este breve resumen sobre los diferentes tratados que se han hecho entorno al hábitat, la
organización de las naciones unidas se planteado un gran reto, desarrollar lineamientos
básicos para que los países puedan garantizarle el derecho a la ciudad a todos sus
habitantes.

Pero, ¿Qué es el derecho a la ciudad? Y si, aunque se mencionaron sus componentes


básicos anteriormente, no es muy claro que es esto. Por eso es pertinente definirlo como el
conjunto del territorio tanto en términos físicos como de sus otras dimensiones socio-
históricas. Este, no es solo garantizar una vivienda adecuada, es poder garantizar que las
personas residentes de este lugar puedan acceder a sistemas de movilidad adecuados, que
tengan disponibilidad de equipamientos adecuados para suplir sus necesidades (salud,
educación, ocio, trabajo, etc.). Es por esto que al primer tratado en el que se hablo de
vivienda se quedaba corto, ya que, solo garantizar una buena vivienda no es suficiente para
que las personas tengan una calidad de vida adecuada. Siguiendo con esto, la segunda
asamblea internacional, tampoco es suficiente para garantizar una buena calidad de vida.
Ya que, aunque posee los contenidos adecuados para garantizar una buena habitabilidad en
el territorio (cosa que no tenía el primer tratado), no tiene en cuenta la complejidad de este
y que no solo es garantizar un adecuado aprovisionamiento del espacio físico, sino que
también hay que garantizar elementos intangibles, como la participación ciudadana, la
equidad, el empleo, la seguridad social, un medio ambiente sano, entre otros. Por esta
razón, el derecho a la ciudad debe ser entendido como “la suma de un derecho político y
cultural complejo, impensable sin la creación de la ciudadanía como objeto del espacio
público, orientado a poner al servicio de los individuos concretos su creación colectiva más
compleja, la ciudad. El derecho a la ciudad consiste en síntesis en el derecho a la vida en un
territorio histórica y socialmente dado” [ CITATION Fab09 \l 3082 ]. Lo cual quiere decir
que se debe garantizar un espacio donde las personas y su adecuada calidad de vida sean la
prioridad principal de la gobernanza en los países y territorios.

Este en un concepto muy bonito, pero ¿que tan cercano es de la realidad? ¿No es algo
contradictorio que se hable que el “derecho a la ciudad” debe garantizar una adecuada
calidad de vida a TODAS las personas, cuando solo se habla de las personas que viven
dentro de la urbanización? ¿Si se habla de derecho a la ciudad donde quedan las personas
que no hacen parte de esta? ¿Dónde queda la ruralidad en este concepto? ¿Para ellos no hay
derecho a la ciudad? ¿Será que en los tratados internacionales que tratan el tema de hábitat
como el concepto de derecho a la ciudad, excluyen a la población rural? ¿Es importante
incluir a la ruralidad?

Con base en los planteamientos anteriormente mencionados, propongo la siguiente tesis:


Efectivamente hay una exclusión de lo rural tanto en la realidad, como en las agendas
urbanas que se han hecho y esto impide una adecuada garantía del derecho a la ciudad a
todas las personas que habitan un determinado territorio. Es importante resaltar que este
ensayo se enfocará en América Latina, mas específicamente en Colombia. Para respaldar
dicha tesis se buscará apoyo en algunas de las problemáticas encontradas en el tratado
internacional hábitat II, que describió María Carroza, en su documento hábitat en deuda, y
con base en esto se traerán algunos ejemplos que suceden en la realidad para aterrizar mas
estos argumentos.

Desarrollo analítico:

Los tratados internacionales hábitat II y hábitat III tienen un enfoque netamente urbano y es
excluyente con lo rural. Primeramente, se hablará sobre los problemas que se encontraron
en el documento de hábitat II, esto es evidenciado por María Carroza, en el documento
Hábitat en deuda, donde menciona los siguientes puntos:

1. Política de vivienda es diferente a política urbana, lo que significa que, aunque el


estado construya una gran cantidad de viviendas, de nada sirve si estas no cumplen
con los requerimientos básicos para garantizarle una buena calidad de vida a las
personas. Por ejemplo, de enero a abril del 2019, el Ministerio de Agricultura y
Desarrollo Rural entregó 1.333 viviendas por valor de $37.555 millones, a personas
pertenecientes al sector rural en diferentes departamentos de Colombia [ CITATION
Min19 \l 3082 ]. El ministerio de agricultura habla de esto como un logro que
mejora la calidad de vida de las familias rurales. Sin embargo, ¿Es cierto esto? ¿Qué
tanto se mejora su calidad de vida al entregar vivienda de interés social? Santiago
Perry con su documento “La pobreza rural en Colombia”, demuestra que entregar
viviendas masivas a la población rural no es suficiente. Porque a pesar de tener
vivienda a lo grande, muchas de las necesidades básicas necesarias para tener una
calidad de vida decente, no pueden ser saciadas debido a la falta de adecuada
infraestructura. Por ejemplo, se menciona a la infraestructura de trasporte, que es
medio principal por el cual los pobladores rurales transportan y comercian su
mercancía. Este tiene varios déficits en el mantenimiento por la falta de recursos en
el país, lo que genera sobre costos en el trasporte y comercialización de los
productos de los campesinos [ CITATION Per10 \l 3082 ]. También se hace mención
de la cobertura de servicios sociales y públicos, y se demuestra que estos son mucho
menores en el sector rural que en el sector urbano: “En 2009 la tasa de
analfabetismo para las personas mayores de 15 años fue de 6,8% en el ámbito
nacional, y del 14,5% en las zonas rurales. El nivel educativo promedio de la
población rural mayor de 15 años es de 5,02 años, mientras que el nivel educativo
de la población urbana es de 8,85 años35. De la población en edad de trabajar en el
sector rural solo el 20,6% tiene primaria completa y únicamente el 9% cuenta con
secundaria completa, mientras que en el sector urbano las personas con secundaria
(completa e incompleta) y educación superior, representan más del 70% de la
población en edad de trabajar” [ CITATION Per10 \l 3082 ] y este es solo una
evidencia de las muchas que hay. Estos ejemplos, aunque pocos son adecuados para
demostrar que no siempre cantidad es lo mismo que calidad. [CITATION Car16 \l
3082 ]
2. El poder de los desarrolladores privados, el cual trata sobre que el gobierno se ha
convertido en un “estado facilitador del mercado habitacional” [ CITATION CLE20 \l
3082 ] Lo cual quiere decir que el gobierno le da mas prioridad al mercado que a las
personas, lo que genera inequidad y desequilibrios en el territorio. Este problema va
conectado con el punto anterior, ya que el estado hace mas viviendas con la
finalidad de facilitar el negocio de los mercados inmobiliarios, lo cual aumenta el
numero de viviendas pero no necesariamente aunmenta la posesión de vivienda de
todas las personas, ni su calidad de vida. Esto sucede porque el estado no establece
una reglas claras para las inmobiliarias y no hace una buena gestión de suelos. Lo
que desencadena en problemas de tierras en el territorio y aumento masivo de la
urbanización [CITATION Car16 \l 3082 ]. Un buen ejemplo que sucedió en la
realidad y que tiene que ver con la exlusión de la ruralidad, fue en 1991 con la
llegada del neoliberalismo a Colombia, en donde se le dio mas responsabilidad y
poder al mercado que al estado. Lo cual significo que todas las gestiones y
administraciones que hacian las empresas públicas del estado pasaron a las manos
de las empresas privadas, lo que desemboco que se diera una privatización de la

Gráfico 1: Urbanización y evolución de la institucionalidad para la gestión del territorio en Colombia.


[ CITATION MVC14 \l 3082 ]

vivienda y que en consencia, ya no se garantizaran subsidios ni protección a los


menos favorecidos. Y así poco a poco el estado se pasando de un estado benefactor
a un estado facilitador, con un enfoque mas hacia el desarrollo economico que hacia
las personas. Y gracias a esto, se empezaron a dar desequilibrios territoriales, ya que

se empezo a dar mas prioridad a la urbanización y garantizar una buena calidad de


vida solo en lo urbano, lo que desemboco en una migración masiva del campo a la
ciudad en busca de mejores oportunidades. Y acá se puede observar un gran
ejemplo de la exclusión hacia la ruralidad. El siguiente grafico muestra la tasa de
urbanización vs la tasa de ruralidad, desde el año 1940 al 2020 [ CITATION Nic12 \l
3082 ]:

3. El último punto se unen dos puntos que son adecuados para dar el cierre a la parte
analítica y pasar a las conclusiones. Estos dos puntos son de descentralización
artificial, que habla sobre que la débil institucionalidad que tienen las regiones
locales. Y el segundo punto, que es la irrelevancia de la agenda de hábitat, que trata
sobre la poca voz que tiene la gobernanza local. Se decidió unir ambos puntos
debido a que, al juicio de la autora, estos van muy de la mano. Ya que, para mejorar
la gobernanza de un territorio, es necesario potenciar la voz e institucionalidad de
los gobiernos locales. Y esto es indispensable para la ruralidad, porque se debe
hacer planeación y políticas concibiendo al territorio como un todo, integrando tanto
el suelo urbano como el rural. Para que tanto las personas rurales como las urbanas
puedan acceder en igualdad de condiciones a servicios tanto sociales como públicos.
Y asegurando espacios para la participación activa de los habitantes [CITATION
Car16 \l 3082 ].

Conclusiones:
A modo de conclusión se destaca que el concepto de derecho a la ciudad debería ser
cambiado por algo mas inclusivo innovador como es el concepto del derecho al
TERRITORIO, planteado por Luis Bonilla, director de la oficina central de TECHO
internacional y Juan Pablo Duhald, Director de Áreas Sociales de TECHO Internacional, en
sus reflexiones sobre hábitat III. El cual plantea una integración tanto de el espacio urbano
como el espacio rural para que se puedan garantizar los derechos discutidos y evidenciados
en el Foro Global urbano, para garantizar equidad social y territorial a todos los habitantes
de un determinado territorio y mejorar la calidad de vida especialmente de las personas mas
marginadas de la sociedad como son los habitantes del territorio rural [ CITATION Lui17 \l
3082 ].

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