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Domínguez, Luz 2do Bachillerato “A”

Hedonismo epicúreo

FILOSOFÍA COMO
MEDICINA DEL ALMA

1. INTRODUCCIÓN
Epicuro fue un filósofo, que creó una doctrina durante la época Helenística, la cual
llevó a cabo en el “Jardín de Epicuro”. Con el hedonismo (doctrina) sobrepuso el bien
individual frente al bien común. (Lledó, 2013, p.15) Para ello buscaba, no de forma
dialéctica, sino mediante el diálogo, llegar a la felicidad. (Lozano, 2011, pár. 15) Por lo
que se dice que la felicidad está dentro de uno mismo y en la mente que lo habita y no
en la vida social. Para lograrlo, se debían ignorar o incluso negar diferentes cuestiones
como la religión y la muerte e intensificar las relaciones con uno mismo, con el fin de
llegar a la ataraxia: vivir sin preocupaciones. (Lledó, 2013, p.16) El ser culto se
considerará sabio ya que es un hombre que, con prudencia, habrá logrado vencer los
miedos que le provocaban inquietudes y, tras obtener el conocimiento suficiente, ha
sabido controlar sus deseos naturales y puramente necesarios. (Cubo, 2010, p. 100)
Se podrá apreciar a continuación cuales son los orígenes de esta concepción de vida y
cómo se implantó en Atenas, residencia final del maestro Epicuro.

2. DESARROLLO
Para Epicuro, la filosofía era una forma de vida, era la terapia que sacaba el dolor de
los humanos y traía la felicidad consigo. (Lozano, 2011, pár. 8; Alarcón, 2015, p. 7) Su
escuela se encontraba alejada de la sociedad ya que, según el filósofo, el paso más
importante para llegar a esa vida idónea era alejarse de las preocupaciones y los
problemas, que eran mayormente causados por la sociedad y su involucración en la
política y en obtener el bien común, además de las tradiciones y pensamientos
difundidos. (Lozano, 2011, Su forma de enseñanza: poca diagnosis, ante todo terapia)
A. Causas de la infelicidad
Para que la mente sea feliz debe estar libre de miedos y terrores, ya que una mente
atemorizada es una mente infeliz. (Lledó, 2013, p.16) Epicuro distingue cuatro
causas del miedo y el terror infundados en el hombre, que serían los principios
destructores de la vida. (Cubo, 2010, p. 94):
i. Dioses
Estos, según la imagen que deja Epicuro de ellos, son seres que no se
relacionan con el humano ya que no tienen la necesidad de imponerse ante
ellos ni participar en su organización. Por lo que viven alejados y ajenos a la
sociedad y la política, convirtiéndose en seres con un alma feliz. Además, dice
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que, si los dioses influyeran en el humano, no podrían existir personas que


hayan encontrado la felicidad y otras que no. Ya que, según la concepción
religiosa y divina, ya habrían intervenido en la vida del hombre. (Cubo, 2010,
p. 94; Lozano, 2011, pár. 20)
ii. Muerte
La muerte es una preocupación que la filosofía abordaba continuamente, pero
a la que Epicuro le dio una respuesta razonada y es: si la muerte está presente
el hombre no lo está, por lo que, si uno está, la muerte no. (Cubo, 2010, p. 95)
iii. Dolor físico
Epicuro distingue entre varios dolores: el dolor intenso (periodo corto), dolor
prolongado (intenso, pero sobre llevadero), dolor fuerte (cede con el tiempo),
dolor crónico (llegará la muerte). Pese a esta distinción, ninguno de ellos por
más temor que se le tenga, se volverá más o menos leve, por lo que la opción
más viable será convivir con ello, es decir, aceptarlo. (Cubo, 2010, p. 95)
iv. Miedo al fracaso
Este pensamiento, que resulta el más relevante y problemático para todos,
surge a partir de la difusión de una idea hipotética planteada por gente
insensata. (Cubo, 2010, p. 96)

Esto nos lleva a afirmar que, por lo tanto, las creencias compartidas entre los
sujetos de la sociedad son la causa de la tristeza, angustia, preocupación y miedo
que incitan a la infelicidad, es decir, provocan la enfermedad. Utilizando estos
recursos el “médico” personal de cada uno logrará hacerle encontrar una cura
propia al paciente. Se habla de cura propia ya que, pese a tener una metodología
para inculcar conocimiento en el paciente, su felicidad dependerá de las propias
preocupaciones causantes. (Lozano, 2011, pár. 15)
Sin embargo, el filósofo habla de llegar a la felicidad obteniendo placer. Por lo que
plantea lo siguiente: el placer es el principio y el fin de una vida con felicidad. Esto
quiere decir que uno es infeliz debido a que, en vez de alegrarse por lo que tiene,
se entristece por aquello que le falta. (López, 2021, pp. 87, 93) Por tanto, al ser el
placer el bien primero y connatural, no se deben elegir todos los placeres, y lo
contrario ocurre con el dolor, no todos los dolores deben evitarse ya que hay
dolores duraderos y necesarios que provocaran finalmente la felicidad. (Carrasco,
2018, p. 59)

B. ¿Cómo se soluciona?
En el Jardín de Epicuro, los maestros tenían una forma pragmática de hacer llegar
la felicidad a sus alumnos, considerados pacientes. Primero se les enseñaban los
peligros de la enfermedad, mostrando la problemática y sus consecuencias, para
luego compararlos con la vida tranquila y pacífica de los seres cultos. Es entonces
cuando el sujeto toma la decisión de alejarse de lo que le lleva a esa intranquilidad
para centrase únicamente en el “yo”, es decir, el sujeto propio, el cual es el único
que deberá tomar las decisiones para llevar a cabo su vida. (Lozano, 2011, pár. 16)
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Asimismo, cabe destacar que Epicuro trata a las sensaciones como principio que
lleva a la experiencia. Esta experiencia será la creadora de opiniones, o como él
llamaba, anticipaciones. Por lo que, los deseos serán originados por estas
opiniones, causadas por la experiencia, que serán puestas en común que han
creado pensamientos en uno mismo. (Lledó, 2013, p.17) Entonces, para no dejarse
llevar por las tradiciones impuestas y poder tener un pensamiento crítico que no
esté influenciado por los demás se deben aplicar pasos para mantener un orden
en la experimentación, y la posterior toma de decisiones. (López, 2021, p. 99)
Estos pasos son, los que se mencionaron anteriormente, que formarán al paciente:
reflexión acerca de las creencias del sentido común y la realización de ejercicios
de aceptación de las creencias para luego formar una opinión propia de ellas.
(Lozano, 2011, pár. 16) Tal y como expresa el autor “Por eso, la autarquía del
pensar es el principio de la libertad” (García, 2015, p. 221)

C. Objetivo
Entonces, el objetivo final es llegar a ser como los dioses. (Lozano, 2011, pár. 5;
Vara, 2012, p.19) Como se mencionó anteriormente, son seres que no se
relacionan con el humano y, por lo tanto, al vivir alejados y ajenos a la sociedad y
la política, viven en la ataraxia. (Cubo, 2010, p. 94; Lozano, 2011, pár. 20)
El médico epicureísta, tiene como objetivo hacerle ver al paciente que sus propias
creencias inculcadas por la sociedad son las que condicionan su felicidad. Por ello
se puede decir que, al epicureísmo, como cita el autor “No le interesa llegar al
conocimiento último de las causas de la enfermedad sino encontrar la manera de
sanarla”. (Lozano, 2011, pár. 15)
Además, su objetivo es llevar una vida donde el placer llegue cuando uno está
satisfecho con lo justo y necesario. Es decir, tener una vida donde, por ejemplo,
sentir placer al llenar el estómago con la comida que verdaderamente se necesita
sea lo que produzca felicidad. Ya que el pedir más comida cuando uno no lo
necesita sería un placer innecesario, y pedir la mejor comida, llevaría a la
infelicidad. (López, 2021, p. 95; Vara, 2012, p.114)
Por tanto, el objetivo es saber pensar de manera que uno busque pura y
exclusivamente la felicidad y no otro factor sentimental o placentero más que ese.
Como decía el autor “Porque, para que filosofar si no es para ser felices!” (López,
2021, p. 89)

D. Bases para obtener la felicidad


Para llegar a esta felicidad se debía utilizar un pensamiento experimental y que se
alejara de las concepciones religiosas y tradicionales implantadas en la sociedad.
(Lozano, 2011, pár. 15) Para esto se recurre a la prudencia. Este es el método que
hará alcanzar el placer que, por consiguiente, dejará atrás el sufrimiento y
conseguirá la serenidad del alma. La prudencia hace que uno reflexione acerca de
los placeres que pueden ser duraderos o no, para entonces tomar una decisión en
base a la reflexión y a la conclusión llegada. Esta decisión marcará el paso de llegar
a la felicidad o no. (López, 2021, p. 90)
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“De todos los principios, el mayor bien es la prudencia, de ella nacen las demás
virtudes, porque enseña que no es posible vivir feliz sin vivir sensata y
honestamente.” (Alarcón, 2015, p. 7)
Pero ocurre que, para lograr tener prudencia, se debe tener la virtud de ser
independiente con respecto a cualquier otra persona y conseguir la fuerza
personal para no dejarse llevar por el resto o por los placeres incorrectos. (López,
2021, p. 99) “Epicuro sostiene que estos deseos se originan únicamente a partir
de una vana opinión, que nos lleva a desear un objeto que no nos es connatural”
(Carrasco, 2018, p. 77)

Ahora bien, una vez alcanzada la meta final, la felicidad, esta debe mantenerse
constante. Es decir, se van a poder pasar momentos de dolor, pero siempre
volviendo a llegar a ser feliz, teniendo en cuenta que uno ya sabría como volver.
Lo que no puede pasar es volver a caer en las creencias anteriores que produjeron
la infelicidad, las cuales fueron causa de la tradición impuesta por la sociedad.
(Lozano, 2011, p. 19) Esta felicidad se llama pléroma y es cuando se es feliz por
completo. (López, 2021, p. 90)

3. CONCLUSIÓN
Para concluir podemos decir que, según la doctrina de Epicuro, la investigación
presenta su valor solo cuando produce felicidad. Es decir, al uno formarse
personalmente mediante el conocimiento, adquirirá la capacidad de eliminar las
falsas creencias y expectaciones que causaron la angustia interior, llegando a la
felicidad. Por tanto, el conocimiento es valioso si produce felicidad. Además, se puede
agregar que, por consiguiente, la filosofía lleva al placer, ya que cura los temores del
hombre eliminando la creencia del poder de los dioses y la muerte sobre el hombre.
Pero para llegar a todo esto se deberá llevar a cabo una vida moderada, sensata y
autárquica.
Sin embargo, se deberán seguir pasos para conseguirlo: primeramente, se debe
buscar el placer eliminando el dolor, para luego llegar a la calma y paz interior, donde
se suprimirán los deseos y temores. Este placer del que se habla es el bien primero y
connatural, la elección o rechazo del placer condicionará a la sensación que se
produzca y finalmente al estado de felicidad o infelicidad.
Teniendo en cuenta el contexto histórico, podemos interpretar la doctrina de Epicuro
como consejo para alejarse de aquel Imperio injusto y partidario de las guerras en el
que vivía, y en el que incluso vivimos actualmente.
Domínguez, Luz 2do Bachillerato “A”

4. BIBLIOGRAFÍA
Alarcón, R. 2015. La idea de la felicidad. Apuntes ciencias sociales (5), pp. 6-9. Recuperado de
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5168773. Revisado el 30/11/23.

Carrasco Meza, C. 2018. Bienestar prudencial en la ética de Epicuro. Ideas y valores (67), pp. 57-
80.

Cubo Ugarte, O. 2010. Hacia un cuidado de sí: Epicuro. Éndoxa (25), pp. 89-102.

García Castillo, P. 2015. Filosofía para la felicidad. [reseña] Azafea. Revista de filosofía (17), pp.
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Lledó, E. 2013. Sobre el Epicureísmo. En Filosofía para la felicidad. Epicuro. Erratanaturae. Madrid,
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López Salort, D. 2021. Epicuro: los caminos para la felicidad. Enfoques (33), pp. 88-105

Lozano, A. 2011. Epicureísmo. Philosophica.info. Recuperado de


https://www.philosophica.info/voces/epicureismo/Epicureismo.html. Revisado el
29/11/23.

Rodríguez Donís, M. 1995. El Epicureísmo y su repercusión histórica. Thémata (13), pp. 75-195.
Recuperado de https://acortar.link/hbgEWj. Revisado el 28/11/23.

Vara, J. 2012. Epicuro. Obras completas. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A). Madrid.

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