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Ira de Carretera y

Conducción Agresiva:
Prevención, Evasión y
Gestión
Updated 9 de Febrero de 2021
“Ira de carretera” describe un estado mental extremadamente agresivo
que resulta en un comportamiento de manejo desconsiderado,
peligroso y a menudo violento. A pesar de que la idea de la ira de la
carretera solo ha existido desde hace aproximadamente 30 años, hoy
es un fenómeno ampliamente estudiado y se entiende que es
increíblemente destructivo. Un automovilista que sufre de ira en la
carretera puede ignorar completamente las leyes de tránsito, los
protocolos de manejo defensivo, su propia seguridad y la seguridad de
los demás a su alrededor.

1. Una amenaza creciente para la sociedad

2. ¿Por qué es peligrosa la ira de carretera?

3. ¿Quién tiene el mayor riesgo?

4. Todo empieza con la actitud

5. El peligro de la conducción emocional

6. Manejar el estrés

7. Conducción agresiva vs. Ira de la carretera


8. Causas de la conducción agresiva

9. ¿Qué pasa cuando un conductor experimenta ira de carretera?

10. Provocar la ira en la carretera

11. Lidiar con la ira de carretera

12. Cómo no ser un conductor agresivo

13. Tomar el control

La conducción agresiva es la precursora de la ira de carretera. Es un


estado de enojo y frustración intensificado que pueden hacer que los
conductores excedan la velocidad, sigan muy de cerca a otro vehículo,
ignoren el espacio de otro conductor en la carretera, se incorporen a
otro carril de manera peligrosa y cometan otras infracciones de
tránsito similares. Mientras conducir de forma agresiva se considera
una infracción de tránsito en la mayoría de los estados, la ira en la
carretera se califica como un delito. Cuando la furia de la carretera
aparece, un conductor puede ir tan lejos como buscar hacer daño a
otros usuarios de carretera, a menudo sin preocuparse por su propia
seguridad. No hay persona más peligrosa que una invadida por la
destrucción y que no le importa lastimarse a sí misma.

Los incidentes de ira de la carretera empiezan con la agresión y


pueden salirse de control rápidamente, sobre todo cuando se trata de
un altercado entre dos conductores en un entorno de carretera
frustrante. Un conductor podría hacer gestos de enojo hacia otro
expresando desaprobación, lo que provoca que el segundo conductor
haga gestos y grite insultos como respuesta. Si ninguno de los dos
conductores se calma, este incidente relativamente pequeño podría
terminar en una persecución a gran velocidad, una pelea de puños o
un choque y fuga deliberado.
Una amenaza creciente para la
sociedad
La ira de carretera es un problema creciente que cobra miles de vidas
en los Estados Unidos cada año. Un estudio de la Asociación
Americana del Automóvil (AAA) determinó que casi un 80% de las
personas encuestadas sintieron ira en la carretera en algún punto en
los últimos 12 meses. En el mismo estudio, dos tercios de los
conductores indicaron que la furia de carretera es un problema en
aumento y un 90% dijo que los conductores agresivos presentan una
amenaza considerable para su seguridad física.

Pese a que el gobierno federal y las autoridades estatales han lanzado


campañas contra la ira y programas de educación vial con mayor
énfasis en los peligros de la agresividad del conductor, no estamos ni
cerca de solucionar el problema. Tal parece que nuestros esfuerzos
por controlar la ira de carretera no dan abasto con el sistema que crea
los conductores enojados en un primer lugar.

Enojo, agresividad e ira son estados mentales que pueden ocurrir


fácilmente en un individuo con mucho estrés. Conducir es estresante
por naturaleza, especialmente ahora que hay más automovilistas
compitiendo por un espacio en nuestras carreteras cada año. Además,
nuestra tolerancia para el estrés de la carretera es más bajo que
nunca. Los automovilistas de este país ya están al límite de estrés,
preocupación y fatiga debido a sus exigentes vidas diarias antes de
subirse al asiento del conductor. La única manera de enfrentar la ira
de la carretera es brindar a los conductores las herramientas para
detectar el comportamiento agresivo que se desarrolla y frenarlo antes
de que pueda causar daños.
¿Por qué es peligrosa la ira de
carretera?
Podemos contestar esto mirando los tipos de comportamiento de
manejo como resultado de la ira en la carretera. Al analizar los
incidentes por conducción peligrosa inducida por la ira que fueron
reportados en un estudio a nivel nacional, la AAA pudo enumerar los
comportamientos de furia de la carretera según su impacto. A
continuación un desglose de los resultados:

 51% - seguir muy de cerca a un vehículo de manera intencional


 47% - gritarles a otros conductores
 45% - tocar la bocina de forma agresiva
 33% - hacer gestos de enojo
 24% - bloquear deliberadamente a otro conductor que trata
de cambiar de carril
 12% - “cortarle” el camino a otro vehículo intencionalmente
 4% - salir del vehículo para confrontar personalmente a otro
conductor
 3% - usar el vehículo como arma para embestir o golpear a otro
vehículo

Cada punto de esta lista es opuesto a la conducción segura y las


tácticas para evitar riesgos que aprendes como estudiante de manejo.

Afortunadamente, los comportamientos menos comunes que fueron


registrados también son los más graves. Bloquear o cortar el camino
de vehículos a propósito, confrontar físicamente a otros automovilistas
y utilizar un vehículo como arma son las acciones de ira de carretera
que tienen más probabilidades de provocar lesiones graves o la
muerte. No debemos reconfortarnos con el hecho de que estos son los
comportamientos menos comunes, ya que se trata de estadísticas
nacionales que incluyen a millones de conductores. Veamos los
números reales:

 Bloquear a otro vehículo: 49 millones de conductores


 Cortar el camino de otro vehículo: 24 millones de conductores
 Confrontar a otro conductor: 8 millones de conductores
 Golpear o embestir a propósito: 6 millones de conductores

Todavía más aterrador es el hecho de que estos son conductores que


admitieron haber caído en este tipo de comportamiento extremo en el
pasado. ¡Imagina cuántos mintieron y no fueron incluidos en el
estudio!

¿Quién tiene el mayor riesgo?


Los resultados del estudio de la AAA mostraron que los hombres más
jóvenes son los más propensos a la conducción agresiva y la ira de la
carretera, con los hombres de entre 19 y 39 años teniendo las
mayores probabilidades de cometer un delito. Si bien la ira en la
carretera es una amenaza a nivel nacional, también se determinó que
los conductores en los estados del Noreste caen en comportamientos
agresivos con mayor frecuencia que aquellos en otras partes de los
Estados Unidos.

De manera interesante, otro estudio ha mostrado que los conductores


que decoran sus vehículos con calcomanías en las defensas, marcas
territoriales y placas especiales son más susceptibles a la ira de
carretera. No hubo relación entre el contenido de las calcomanías y
las probabilidades de que un conductor tenga un comportamiento
agresivo, aunque las posibilidades aumentaron según la cantidad de
adornos de cada vehículo. Esto lleva a creer la idea de que el
egoísmo, la justicia propia y el sentirse “dueño de la carretera” son
factores importantes para los incidentes de furia en la carretera.

Estos datos nacionales nos dan una idea de los grupos que están bajo
un riesgo mayor en términos de las probabilidades de sufrir de
agresividad del conductor y caer en la ira al volante, aunque es
importante saber que la furia de la carretera le puede ocurrir a
cualquier persona. Además, la ira de carretera es un estado mental
destructivo que pone en peligro a todos los conductores en la
carretera, no solo a los que son presa de la ira. En resumen, TODOS
estamos en riesgo. En la próxima sección del programa de educación
vial, aprenderemos lo siguiente:

 Cómo mantenerse seguro cuando hay automovilistas agresivos


cerca.
 Cómo evitar poner en peligro a otros conductores.
 Cómo evitar conducir de manera agresiva.

Empecemos con un resumen de los próximos temas.

Todo empieza con la actitud


La lucha contra la conducción agresiva y la ira de carretera comienza
y termina en la mente de cada automovilista. Los incidentes de furia
en la carretera son el resultado de las decisiones personales de cada
conductor. Nadie está apuntando con una pistola en sus cabezas y
obligándolos a manejar de manera peligrosa. La mayoría de los
conductores creen que nunca ignorarían su propia seguridad o
amenazarían la seguridad de personal de otro usuario de carretera,
pero olvidan que las decisiones que toman en la vida dependen de las
circunstancias y están afectadas por un estado mental.
Si estás de buen humor y relajado, es muy poco probable que elijas
comportarte de forma agresiva incluso cuando estés enfrentando una
situación complicada. Por otro lado, si estás negativo, herido y
enojado con el mundo, existe la posibilidad de que pierdas los estribos
y reacciones exageradamente a agravios menores o imaginarios.
Toma un momento para pensar al respecto. Probablemente puedas
identificar ocasiones pasadas de tu vida en las que esto haya
sucedido.

Desarrollar una actitud positiva general hacia la conducción, aprender


a respetar a las demás personas y controlar tus propias emociones
son la únicas formas infalibles para mantener alejada la amenaza de
la ira de la carretera. Esta idea se explora con más detalle en nuestro
primer módulo después de esta introducción.

El peligro de la conducción emocional


Como mencionamos anteriormente, la manera de reaccionar y las
decisiones que tomas están determinados en gran medida por cómo
te sientes. Podemos razonar que subir al asiento del conductor
cuando estás angustiado o enojado sería una mala idea, pero estas no
son las únicas emociones por las que debes preocuparte. Examinar la
carretera, tener un buen juicio y controlar tu vehículo requieren de una
buena cantidad de enfoque mental. Por este motivo, experimentar
CUALQUIER emoción fuerte al conducir puede llevar a errores
peligrosos. Al igual que el miedo, la frustración o la ansiedad, la
felicidad extrema, la emoción o el amor pueden afectar negativamente
tu capacidad de detectar peligros y manejar con seguridad. Aprende
más sobre la relación entre tus emociones y tu capacidad de
manejo en la segunda parte de este bloque.
Manejar el estrés
Si bien el estrés técnicamente no es una emoción, es un estado
mental que puede llevar a una variedad de respuestas emocionales
negativas. En este módulo, discutimos las causas evolutivas del estrés
y cómo nos afecta en nuestras vidas modernas. Hay muchas
reacciones mentales y físicas posibles para el estrés grave. No
querrás ninguna de ellas al conducir. Es posible que veas cómo el
estrés te lleva a “apagarte” y estar menos atento en la carretera. Como
alternativa, puede llevarte a sufrir enojo rápidamente y frustrarte
fácilmente por inconvenientes pequeños en tu viaje. Hay un fuerte
vínculo entre el aumento de los niveles de estrés del público general y
la creciente prevalencia de la conducción agresiva.

Conducción agresiva vs. Ira de la


carretera
A mitad de camino en esta sección, echamos un vistazo más de cerca
al vínculo entre la conducción agresiva y la ira de carretera. Esto
incluye una inspección seria del impacto conocido de la violencia vial
en la seguridad pública. Una examinación rápida de las estadísticas te
mostrará de inmediato por qué la agresión del conductor es un
problema tan grave.

La conducción agresiva es un estado mental que se puede desarrollar


en determinadas circunstancias no deseadas. Por ejemplo:

Ir tarde a la escuela + estrés del estudio + clima caluroso + tráfico


pesado = comportamiento de manejo agresivo (por ejemplo, seguir
muy de cerca a otro vehículo de manera impaciente o cortar el camino
de otro conductor para adelantarte).
Estas acciones son peligrosas e ilegales en sí mismas, pero todavía
no califican como un cuadro de ira en la carretera. La ira de carretera
ocurre cuando permites que el estrés y la frustración se sigan
acumulando hasta que un último evento adverso supera tu límite y
pierdes los estribos. En este estado, serás capaz de actos de agresión
extremos y no medirás las consecuencias.

Causas de la conducción agresiva


Cuando nos comportamos de forma irracional, es fácil culpar a las
circunstancias más allá de nuestro control por nuestra acciones. Por
ejemplo: “No pude evitarlo, estaba incómodo y con dolor” o “la otra
persona empezó siendo grosera conmigo”. En una situación de
manejo, tus razones podrían ser que otra persona te cortó el camino o
alguien te hizo gestos de enojo por esperar demasiado en
un semáforo verde. Si la ira de carretera te abruma en respuesta a
estos incidentes negativos, pueden considerarse factores
contribuyentes. Es importante conocer las situaciones negativas que
podrías enfrentar al conducir, para prepararte para lidiar con ellas de
manera responsable. La información de este módulo te ayudará en
este esfuerzo.

Sin embargo, estos factores contribuyentes no deben considerarse


como las causas. Lo único que te hace conducir de forma agresiva o
reaccionar con enojo hacia otros automovilistas, eres tú. Más
específicamente, tu actitud, estado mental, emociones y si eliges
tenerlas a raya. No podemos controlar el clima, las condiciones del
tráfico o el comportamiento de los demás usuarios de carretera pero sí
podemos controlar nuestras acciones. Culpar a los factores externos
por las decisiones peligrosas que tomas es lo mismo que aceptar que
en cierto punto volverás a tomar decisiones peligrosas nuevamente.
¿Qué pasa cuando un conductor
experimenta ira de carretera?
Un automovilistas que experimenta la ira en la carretera mostrará una
agresividad extrema, priorizará “ir adelante” y podría intentar castigar a
otros usuarios de carretera. Las reglas de derecho de paso que nos
protegen y mantienen el flujo de tráfico sin problemas no tienen
sentido para un conductor que sufre de ira de carretera. Es probable
que atraviesen rápidamente las intersecciones independientemente de
si hay otros vehículos o peatones en la vía, pasen semáforos en rojo,
hagan zigzag a través de múltiples carriles de tráfico y manejan a
velocidades excesivas. También es bastante común que los
conductores extremadamente agresivos se dirijan a otro automovilista
para acosarlo o intimidarlo. Los peligros que presenta la furia de la
carretera van más allá de la desatención, la distracción y otras malas
acciones de manejo. Aquí te enseñamos cómo identificar
los comportamientos de ira de carretera y evitar a los conductores
agresivos.

Provocar la ira en la carretera


Si bien no puedes controlar las acciones de otros automovilistas,
puedes ajustar tus propias acciones para minimizar la posibilidad de
que los conductores cercanos se comporten de forma agresiva hacia
ti. Cómo evitar provocar la ira de la carretera en otros es un tema
importante que se trata en esta sección. Esencialmente, si conduces
con cortesía, prestas atención y sigues las reglas de la carretera al pie
de la letra, no debería haber razón para que otros conductores dirijan
su agresividad hacia ti. Tu objetivo debe ser pasar inadvertido en
todas las situaciones de manejo. Recuerda que los mejores
conductores generalmente son imperceptibles.
Lidiar con la ira de carretera
Es inevitable que en algún punto te encuentres compartiendo el
camino con un conductor agresivo. Si permites distraerte al volante o
conduces de forma descortés, es probable que algún día termines en
un altercado con un conductor agresivo que enfoca su enojo hacia ti.
Debes saber cómo lidiar con estas situaciones para reducir las
probabilidades de que ocurra una colisión.

Al igual que con los eventos no deseados y las emergencias en la


carretera, tu capacidad para evitar el peligro al lidiar con un conductor
agresivo dependerá de que te mantengas la calma. Haz lo mejor
posible para no involucrarte directamente con el conductor agresivo,
ya que cualquier cosa que digas o hagas parecerá una confrontación
para la persona en estado de enojo. Si una persona que sufre de ira
de la carretera te sigue o te acosa, no entres en pánico ni intentes irte
a casa. Encuentra un área segura y concurrida donde puedas buscar
ayuda para detener tu vehículo. De ser posible, conduce hacia una
estación de policía local. Saber cómo lidiar con la intimidación, la
violencia y el acoso en la carretera podría ser la diferencia entre la
vida o la muerte algún día. No te saltes este módulo cuando trabajes
con este curso.

Cómo no ser un conductor agresivo


No puedes ignorar tu potencial para ser un conductor agresivo. Todas
las personas, sin importar lo amables y tranquilas que sean
habitualmente, tienen el potencial de volverse un conductor agresivo
en ciertas circunstancias. Si todos los conductores aceptaran este
hecho y tomaran medidas para evitar un comportamiento agresivo al
volante, nuestro país sufriría muchas menos muertes por accidentes
de tránsito. El problema es que la mayoría de los automovilistas no
creen que puedan llegar a un comportamiento peligroso o imprudente
hasta que es demasiado tarde.

Para evitar convertirte en un conductor agresivo, debes manejar tus


emociones, evitar las provocaciones y entender las consecuencias de
tus acciones. Nuestro último módulo trata estos temas, junto con
técnicas muy valiosas para evitar la agresividad, que podrás usar para
mantener la tranquilidad y seguir en control mientras manejas.

Tomar el control
Como conductor con licencia, controlas tu propia seguridad. También
tienes control sobre la seguridad de los usuarios de carretera a tu
alrededor y tienes la obligación legal de hacer todo lo que está a tu
alcance para evitar ponerlos en peligro. Reconocer el poder que tienes
para incluir en el resultado de los eventos en la carretera es el primer y
más grande paso para evitar conflictos, encuentros
agresivos, colisiones y repercusiones legales. Puedes decidir manejar
los sentimientos negativos que te podrían llevarte a conducir de
manera agresiva y si esto no funciona, puedes decidir no conducir del
todo. Todo es posible con la actitud correcta.

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