Huevos para adelgazar: ¿Creer al médico o al investigador?

Es fácil discernir con base en la interrogante, puesto que para cada caso específico
puede variar, encontrándose de por medio razones sólidas por lo cual inclinarse por
una de las dos. Dicho de otra manera, hay casos en los que la investigación tendrá por
su parte, el mayor peso de credibilidad en la balanza, respecto al arduo análisis,
consideración de protocolos, metodología y rigor científico al que se somete cada
artículo para poder ser publicado, empleando entonces desde el desarrollo de una idea,
el método científico, dando a conocer los resultados de una hipótesis cuya puede
comprobarse o rechazarse según los criterios y conclusiones.
Así pues, el ámbito de la investigación ha ido puliéndose año tras año con las
diferentes pautas a seguir en cada área, por ejemplo, con enfoque en el área de salud,
se tiene la a Declaración de Helsinki, “una propuesta de principios éticos para
investigación médica en seres humanos, incluida la investigación del material humano y
de información identificables”. (Mundial, A., 2019). Basado en este manifiesto, el deber
del investigador del área de la salud, se debe comprometer, promover y velar por la
salud, bienestar y derechos de los pacientes que participen en la investigación médica,
por lo que avala e incrementa la veracidad de los resultados de estudios.
Aunado a esto, si contamos con el hecho de la veracidad y fundamentos que se
presentan en una investigación, direccionando la investigación a una globalidad o
yendo de lo particular a lo general, los estudios como metaanálisis o revisiones
sistemáticas que son un conjunto de muchos artículos con la misma relación de tema e
hipótesis, muestran una conclusión aún más exacta y precisa respecto a un tema
puntual.
Por otro lado, el único aspecto negativo que en lo personal considero como disminución
de la fiabilidad de las investigaciones, se presenta tras la implicación de conflicto de
intereses, respecto al hecho de pertenecer, ser patrocinado por una institución y o
colaboradores cuya aportación se vea implicada para la promoción o favorecimiento de
empresas que ven y obtienen ganancias redituables más allá del conocimiento.
Por otra parte, la cuestión de la contante actualización a la que debe someterse un
profesional de la salud es indudablemente uno de los factores que no solo en el
desenvolvimiento laboral, sino conformando un aspecto esencial en el desempeño de
los diferentes tratamientos a los que se somete el paciente, es indispensable la práctica
y ejercer basado en la evidencia científica.
Tras tantos cambios incurridos en el día a día, es cierto que contemplando las
situaciones de manera particular todas lucen tan diferentes, se aplica la prueba y error
tras diagnósticos diferenciales y la adaptación a la que cada organismo debe
someterse para hallar un resultado idóneo, es entonces de vital importancia tener un
criterio científico y valores éticos empleados en cada caso. Si un profesional pone en
práctica la constante actualización, no solo se tiene un sustento, base o respaldo de las
aplicaciones prácticas justificadas, sino también se completa un círculo de la práctica
basada en la evidencia.
Referencias:
Huevos para adelgazar: Creer al médico o al investigador? (2008, 26 agosto). EL PAÍS.
https://blogs.elpais.com/apuntes-cientificos-mit/2008/08/huevos-para-adelgazar-
creer-al-m%C3%A9dico-o-al-investigador.html

San Martín, L. O. (2013). “El ladrón de cerebros” de Pere Estupinyá. Revista de

Química, 27(1-2), 41-41.

Mundial, A. M. (2019). Declaración de Helsinki de la AMM-Principios éticos para las

investigaciones médicas en seres humanos.