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JUEGOS
DE
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RICAAOO FAW< AICAROOFNJ.A SONIA LUZ CARRl.1.O MARIA REGLA V1U..A ROlANO FORGUES
CRECIENDO INTERIORMENTE
Haciéndonos a nosotros mismos
Reciente libro de Guillermo Descalzi cuyo contení
do versa sobre los valores, soportes imprescindí,
bles de nuestra vida. Ofrece interesantes sugeren•
cias sobre la obligatoriedad de las normas
morales, y que cobran total vigencia en esta época
carente de humanitarismo.
Pedidos:
"'-\ Jr. Natalio Sánchez 220 of. 304 Jesús María
Telefax: 330-8553 / 332-0153
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:f'alabra en Libertad Quinta Carta
Lima, Nuevo Milenio, 2001
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justicia los apuntan y los delatan-, hoy, nos encontramos por auténticas elec-
ciones democráticas con un nuevo gobierno, y, remarcamos nuevo por ser
diferente: es la primera vez, que por el brillar de nuestra Constitución y por
~ 1-.iFíiilGí nuestra decisión ha asumido la presidencia, un ciudadano de origen y facciones
Portada del número anterior andinas perteneciente a la civilidad, el Dr. Alejandro Toledo con su esposa de
descendencia judía, la inteligente, Eliane Karp. Con su primer gabinete han traí-
do-a propios y extraños- grandes expectativas. Pero hay queser francos, ellos
no son magos, es por eso que no debemos, dejarlos solos, no seamos testigos
inválidos y tontos; es deber de todos empujar este volquete llamado Perú para
poder sacarlo cuanto antes del lodo en que lo han dejado miserables y
PALABRA EN ladronzuelos/as antipatriotas. Nosotros lo haremos con cultura, con literatura,
LIBERTAD con arte libre. Nosotros sabemos lo que existe en el país, lo vemos a cada rato,
nos toca, los abruma a personas injustamente, no nos engañemos, por ejem-
plo: el centralismo, elitismo, racismo, mediocridad, el compadra.zgo y lafalta de
ética de algunos personajillos y caca senos (directores y empleaditos) de varios
Director-fundador medios de comunicación y del stablishment cultural de nuestro país. Ello es
General
lamentable y fácil de demostrar pues, teniendo la gran oportunidad de difundir,
JOS~ BELTRÁN PEÑA
esclarecer, otorgarle la verdadera importancia a las obras que se publican y en
líneas generales, a todas nuestras culturas resaltando todo el brillo de nuestra
Identidad que se encuentra veteada por intereses subalternos, no mueven nin-
Editor
guna letra, salvo, para ridículas exquisiteces propios y grupales. Por si acaso,
ANÍBAL PAREDES GALVÁN tenemos la palabra en libertad, en ristre.
Palabra en Libertai) I
Llosa Emilio Adolfo Westphalen, principalmente, habiéndoles otorgado con su
plum~. el darlos a conocer y difundir el alto valor de sus obras literarias a nivel
E-Mail: internacional (César Vallejo, Inca Garcilaso de la Vega, César Moro, Jorge Eduardo
palabralibertad@yz.hoo.com
Eielson, Javier Sologuren) y de nuestro destacado pintor, Femando de Szyszlo.
Teléfono: 843-0310 - 526-1745
Telefax: 433-7542 Lo hacemos con la selección de artículos referidos a la vida y/o a la obra
de Octavio Paz, escritos por distinguidas personalidades eintelectuales del país,
como por e¡emplo, del arquitecto, Femando Belaúnde Terry, ex presidente del
Archivo Perú. Al respecto deseo compartir con ustedes, una mala experiencia, algunas
Fotográfico y personas conocidas del mundo literario -maduras en edad-, que parecían se-
Documental rias. al saber de la confección del presente homenaje, nos dijeron, que no debe-
JOS~ BELTRÁN PEÑA ríamos de realizarlo porque Paz, nunca había pisado suelo peruano. Después de
escucharlos, les agradecimos sus sugerencias, les dimos las espaldas, nos dió
pena oír sus voces, ya que, el poder y el egocentrismo les habían hecho olvidar
Diagramación, Montaje o desterrar de su lenguaje, la bella palabra: agradecimiento.
e Impresión:
Editorial SAN MARCOS También rendimos un corto pero merecido homenaje al grupo de teatro
R.U.C. n." 10090984344 nacional CUATROTABLAS por sus primeros 30 años de fructífera existencia.
Asimismo, publicamos la fábula, EL CONTERO Y EL ASNO perteneciente a
Mariano Melgar, la cual, ha sido adaptada con mucha eficiencia a historieta, y,
Carátula: en la sección Hallazgo, un poema inédito de Catalina Recavarren de Zizold.
PUKAWAMANI
de Fernando de Szyszlo. Además, somos sinceros -no lo íbamos a publicar-, pero, a pedido insis-
Colección priváda. tente del escritor, René Carhuahuanca Buller y en sinónimo de agradecimiento,
a los que publicaron y han colaborado -hasta la actualidad-, en la pequeña
revista de poesía peruana, ESTACIÓN COM-PARTIDA, es que les presentamos,
su primer índice (1990-2001 ). Cerrando la edición con la sección, Publicacio-
nes del mundo (comentarios de libros) y Diversas notas.
Para finalizar, nuestra quinta carta -no existe quinto malo-, resaltamos
públicamente el invalorable y desinteresado apoyo recibido de Editorial San
Marcos, la Universidad Ricardo Palma y la Biblioteca Nacional del Perú, para la
aparición del presente número. Ahora si, -reiterándoles nuestra consideración
por su preferencia-, la invitamos y lo invitamos, a leer, a revisar, a elogiar y/o a
criticar-dando la cara-, las siguientes páginas en total libertad.
Atentamente,
- Prohibida la reproducción parcial o total de los artículos sin mencionar o dejar constancia de la
fuente. Debiendo de enviarse a PALABRA EN LIBERTAD, un ejemplar de la nueva publicación.
- Las palabras vertidas en los artículos firmados, son de exclusiva responsabilidad de los autores.
- La Editorial San Marcos no se solidariza con las versiones vertidas en la presente publicación.
3
Octavio Paz, entre la adhesión y el repudio
Mario Vargas Llosa .... ...... ... ........ ............. ....................... 6.5
Memoria de Octavio Paz
Blanca Varela .......... ..... .... ....... ..................... ................... 68
La Guerra de Octavio Paz
Christian Vallejo .. .............................. .... ............. ..... ........ 71
En soledad sin Paz
Ricardo González Vigil ..................................................... 74
Octavio Paz, El Sol Oscuro
Alejandro San Martín .. ........ .... .............. ..... ...•........ ..... ..... 76
La Poesía descansa en Paz
Ricardo Blume ......... ........ ....................... ..... ............ ....... 78
Confesiones de Octavio Paz
Alfredo Barnechea .. ................................ ...... ...... .... .. ....... 80
Paz Pasional
Julio Ortega .... ...... ........ ................................. ................. 82
Palabras vivas de Octavio Paz................................................. 83
Octavio Paz y tres peruanos:
- Destiempos, de Blanca Varela
- Sobre César Vallejo
- Sobre Emilio Adolfo Westphalen .................................. .......... &5
CUATROTABLAS PARA SIEMPRE/30 ANIVERSARIO
Cecilia Malina ....... ........ ......... ....................... .. ...... .......... 89
UNA FÁBULA DE MARIANO MELGAR ADAPTADA A HISTORIETA
DE JUAN YVICTOR ATAUCURI GARCÍA .................................... 94
Breve historia e índice de Estación Com-partida (1990-2001)
René Carhuahuanca Buller .. ................. ...... .... .................. 98
HALLAZGO
Poema inédito de Catalina Recavarren de Zizold ....................... 108
Palabra en Liberta~
Hom@aa;je. a
tali Pta
NOTA: El poema fue publicado, también, como dedicatoria, en el libro, POESIA CONCRETA DEL PERÚ-
VANGUARDIA PLENA. ESTUDIO YANTOLOGIA, J. Beltrán Peña. Editorial San Marcos. Lima, 1999.
6 Palabra en Liberta~
Octavio Paz entre los grandes de la historia de
la literatura latinoamericana
Felicitamos a la
Saludamos a la
8 Palabra en Libert.a3
El penetrante mensaje de
Octavio Paz
COMENC( A FAMILIARIZARME con el mensaje rito que, según Raúl Porras, era entonces poco
polifacético de Octavio Paz en circunstancias frecuen te, acto fundamental en la vida del ilus-
para mí dramáticas. En 1968, después del gol- tre escritor. Desde entonces he tratado de se-
pe m ilitar, llegué a los Estados Unidos donde, guir, desde lejos,sus pasos, deleitándome con
en lo que atañe a Latinoamérica, la mala noti- su bellísima prosa, en que la sabiduría, la pro-
cia llega a la primera plana. Me esperaban en fundidad y el sentido poético se combinan para
el aeropuerto Kennedy los periodistas y repor- inducir al lector a pensar, a establecer un si len-
teros de televisión, al término de un vuelo di- cioso diálogo con el autor.
recto desde Buenos Aires, en busca de una ver- El Fondo de Cultura Económica publicó
sión personal de lo ocurrido. La televisión d io hace un par de años, en tres volúmenes, una
a mis palabras un alcance inusitado: las escu- selección bajo el título "México en la obra de
charon en H arvard y esa universidad me llamó Octavio Paz" que, en brillante síntesis trasmite
de inmediato, no mbrándome profesor visitan- su mensaje.
te. M ientras se realizaba el inevitable trámite El primer tomo "El peregrino en su patria",
burocrático -en todas partes se cuecen habas- relata y analiza importantes aspectos de la his-
d i spuse de un mes, que me permitió revisitar toria política. El segundo, que versa sobre es-
M éxico, país de mis mocedades profesionales. critores y letras de México se titula "Genera-
Coincidió m i v isita con un hecho de uni- ciones y semblanzas". Y, el tercero, que revela
versal resonancia: los juegos o límpicos de 1968. el extraordinario crítico de iJ.rte que hay en el
Admiré la manera cómo habían sido impeca- poeta y ensayista mexicano se titula " Los privi-
blemente organizados y v ibré con un triunfo legios de la vista" . No creo que haya un solo
espectacular de las vo leybolistas peruanas so- lector que no encuentre en alguno de estos tres
bre las americanas, pero me conmovió un an- tomos temas que seguramente habrán de cauti-
tecedente trágico: la agi tación que había dado varlo con su elegante prosa y la original idad y
lugar a la sangrienta represió n en la plaza de profundidad del análisis. De mi propia revisión
Tlatelolco, donde cayeron muchísimos jóvenes. de estos tomos he hecho las anotaciones que a
H e guardado muchos recuerdos de aq ue- continuación aparecen, tratando de respetar las
lla v isita pero, uno de ellos, despertó en m í un propias palabras de l au tor más q ue a
interés muy especial. Octavio Paz, entonces aventurarme a extensos comentarios. Se me
embajador en la Ind ia, para no autorizar con excusará, estoy seguro, que mi inquietud de
su presencia en el servicio d iplomático, pre• peruano aparezca con alguna frecuencia en es-
sentó su renuncia irrevocable, practicando un tas líneas.
(•) Ex-Presidente del Perú. El articulo fue publicado, en el suplemento DOMINICAL, Lima 10 de diciembre de 19B9.
Palabra en Liberta~ 9
OCTAVIO PAZ Y LA TRADICIÓN y regionales es un signo de vida" y su olvido -
COMUNAL podemos agregar nosotros- un signo de muer-
te, o por lo menos de agonía ... Nos identifica-
En su fascinante tomo intitulado "Peregri- mos plenamente con su afirmación de que " l as
no en su patria" Octavio Paz se pregunta "¿qué raíces comunitarias del M éxico tradicional es-
busca el peregrino al recorrer su patria? ¿el lu- tán intactas", porque exactamente lo mismo
gar de su nacímiento o el de su fin?, y con el uye ocurre en la región andina. Mas aún se mantie-
diciendo enfáticamente: "tal vez busca su des- nen vivientes fecundas tradiciones comunales
tino. Tal vez su destino es buscar". y un código moral que es síntesis del decálogo
Peregrinos en nuestro propio país hemos de nuestra fe y que se expresa en las palabras:
experimentado emociones similares a las ha- honestidad, veracidad y laboriosidad.
lladas en México por el gran escritor. Nos im- Hay algo más. "la sabiduría popular, dice
presionaron profundamente las tareas comuna- el preclaro escritor, no es libresca ni moder~a
les cumplidas espontáneamente por los pueblos sino antigua y tradicional. Es una mezcla de
en acatamiento de la antigua " ley de herman- estoicismo, silenciosa energía, humor, resigna-
dad" que por ser ley oral, afortunadamente, no ción, realismo, valor, fe religiosa y sentido co-
es fácil de derogar. mún. Ese sentido que, precisamente por ser
Como resultado de sus recorridos, Paz pien- común, es comunal, comunitario".
sa en "la democracia espontánea de los peque- Cuando elogia un intento de desarrollo co-
ños pueblos y comunidades, en el autogobierno munitario, en Tabasco, sin "expertos ni créditos
de los grupos indígenas, en el municipio del exterior" habla el lenguaje de nuestros pro-
novohispánico y en otras formas poi íticas tradi- motores de cooperación popular. A raíz del te-
c ionales" y afirma encontrar allí la raíz de una rremoto, que afectó tan duramente a M éxico,
posible democracia latinoamericana. revivió ese espíritu y por ello dijo Paz "la acción
Nuestros propios esfuerzos en el Perú sur- popular recubrió y rebasó en unas pocas horas
gieron de esa misma raíz. Rescatamos el go- el espacio ocupado por las autoridades guber-
bierno local, usurpado por las dictaduras, legi- namentales. No fue una rebelión, un levanta-
timándolo por el voto universal. Y, en cuanto a miento político: fue una marea social que de-
los pueblos olvidados elevando a la " minka" el mostró, pacíficamente, a la realidad verdadera,
trabajo desinteresado por el bien común a la la realidad histórica de México". ¡Qué identi-
altura cívica que le corresponde. dad tan completa con nuestras propias inquietu-
México y el Perú•son países muy parecidos des! Ella se consagra plenamente en esta coinci-
y están caracterizados por la supervivencia de la dencia con Schumacher: " Nuestra pobreza es
población autóctona, como en la era precolom- nuestra verdadera y única riqueza: la gente".
bina, y de una notoria mayoría de mestizos que, Impresiona en Paz su obsesión por la crea-
como Garcilaso, personifican la fusión de dos tividad y por encontrar caminos propios en la
culturas, aunque predomine marcadamente la realización de nuestro destino. " l a civilización
occidental. " l a tesis hispanista, dice Paz, que que viene será diálogo de culturas nacionales y
nos hace descender de Cortés con exclusión de no habrá civilización, d ice, y añade: si la uni-
Malinche, es el patrimonio de unos cuantos ex- formidad reinase, todos tendríamos la misma
travagantes -que ni siqu iera son blancos cara, máscara de la muerte". Países de tan
puros--". Opina lo mismo de los que, en un in- marcada personalidad como México y las na-
útil intento de revivir el pasado, se sienten in- ciones andinas están llamados a la búsqueda
dios, sin reconocer todo lo asimilado en varios de soluciones más que a la importación de ideas
siglos de profundas transformaciones. foráneas. las q ue convenga incorporar, en es-
Empero, Paz no oculta su convicción de timulante intercambio, deben llevar el sello in-
que "la resurrección de las culturas nacionales confundible del aporte propio.
Palabra en Libertao II
cal: oye y toca los colores". El quiere "median-
te la conjunción de pintura, escultura y arqui-
tectura, inventar un nuevo espacio".
Pero no es menos fascinante su crítica de
los escritores y los poetas. En la prosa de
Vasconcelos anota que " hablan los ríos, los ár-
boles y los hombres de América".
En cuanto a poesía no oculta su admira-
ción a Xavier Villaurrutia, el artista prematura-
mente desaparecido para quien "el fin de la
poesía es hacer pensar en lo impensable, y acaso
el objeto de la pintura no sea otro que hacer
ver lo invisible ... ¡hacer ver lo invisible! .. ope-
ración mágica, operación religiosa, operación
poética". Tal vez tiene en mente el admirado
poeta cuando afirma que "entre la muerte y la
vida el sacrificio traza un puente: el hombre".
Octavio en una entrevista.
¿Es Villaurrutia ese hombre?
años 20, utiliza los muros de edificios públi- Son alentadores los conceptos de Paz so-
cos, monasterios e iglesias no siempre con fi- bre el nexo que en histopanoamérica debe cons-
nes plásticos sino con propósitos de divulga- tituir su literatura. El señala que, en cierta ma-
ción y propaganda de la revolución mexicana. nera, ha cambiado al castellano y, al hacerlo le
Él es el único que se atreve a cuestionar a Diego ha sido fiel, porque considera que la peor infi-
Rivera y que, con plena justificación, exalta la delidad es el casticismo. No cabe duda que el
figura de Orozco, cuya obra, según él, com- mestizaje literario puede percibirse como el
pleta la de Rivera. "Ambas representan los dos mestizaje racial. Hemos recibido mucho -el
momentos de la revolución mexicana. Rivera, idioma- pero también hemos dado mucho: lo
la vuelta a los orígenes; Orozco, el sarcasmo, hemos hecho más expresivo. Hemos aportado
la denuncia y la búsqueda". el mensaje del nuevo mundo en la comunidad
Se deleita al analizar el arte moderno que hispana.
"ha sido un desaprendizaje; un desaprender las Cuando leemos y releemos el tomo "los
recetas, los trucos y las mañas para recobrar la privilegios de la vista" pensamos con Octavio
frescura de la mirada primigenia". Paz que "no se puede añadir nada a la perfec-
Entre una infinidad de maestros de nuestro ción ... "
tiempo, impresiona este concepto sobre Miró,
de quien dice "pintó como un niño de cinco PAZ Y EL DILEMA
mil años de edad ... un arte como el suyo es el DERECHA E IZQUIERDA
fruto de muchos siglos de civilización y apare-
ce cuando los hombres, cansados de dar vuel- Sin ser un político Octavio Paz ha brinda-
tas alrededor de los mismos ídolos, deciden do un verdadero favor a los países hispanoame-
volver al comienzo". Es por demás conocido el ricanos en ese campo. Ha tenido el valor de
concepto: ser original es volver al origen. destruir ídolos de barro. No sólo ahora sino
Algunas frases suyas tienen un impacto antes, cuando cualquier observación al marxis-
impresionante, como esta sobre el color. "El mo en México constituía una verdadera here-
color también se oye: detonaciones del rojo, jía. Por lo demás muchos movimientos popula-
tambores graves de los ocres, verdes agudos. res del hemisferio o son marxistas convictos y
la visión del pintor colorista es táctil y musi- confesos o se mecieron en la cuna de esa ideo-
Palabra en Libertao r3
Muchos e leme ntos de izquierda lencios, omisiones que dicen sin decir". Según
radicalizaron teóricamente sus planteamientos, él, el pasado que la memoria pierde la poesía
haciéndolos inoperantes y riesgosos para el lo salva.
normal desenvolvimiento de la sociedad . Al- Es un deleite leer su crítica de algunos poe-
gunos recurrieron sistemáticamente a la vio- tas y, especialmente, la de Xavier Villaurrutia,
lencia y, desconfiando de sus posibilidades en a quien dedica un libro penetrante, lleno de
las urnas, proclamaron la lucha armada como ideas.
único medio de transformación. Los que que- "La poesía -dice- es revelación porque es
rían erradicar la pobreza sólo lograron susti- crítica: abre, descubre, pone a la vista lo escon-
tuirla por la miseria. Es el drama que actual- dido -las pasiones ocultas, la vertiente nocturna
mente sufrimos en el Perú y en varios países de las cosas, el reverso de los signos ... " y, como
de América. él lo afirma la poesía nunca es un compromiso
Nosotros consideramos que los que recu- con el público, sino búsqueda de comunión con
rren a constantes amenazas, alarman a la so- el hombre que esconde cada lector.
ciedad y paralizan sus actividades la perjudi- Leamos su breve poema que invita a me-
can tremendamente. Los que no se detienen ditación, intitulado "Piedra nativa":
ante la destrucción de bienes públicos empo-
breciendo a sus países y agudizando sus pro- "Cierra los ojos y oye cantar la luz:
blemas no están a la izquierda sino atrás. Re- El medio día anida en tu tímpano
troceder hasta los tiempos oscuros de los sacri- c ierra los ojos y abrélos:
ficios humanos y el canibalismo el movimiento no hay nadie ni siquiera tú mismo
político que no se detiene ante el crimen, prac- lo que no es piedra es luz".
tica el terrorismo y sacrifica vidas humanas.
Igualmente, no está a la derecha sino atrás el Hispanoamérica no puede desaprovechar
movimiento conservador que rehusa ponerse a a Octavio Paz. No pretendemos negar su irra-
tono con los cambios sociales y económicos diante influencia desde México y otros puntos,
requeridos por una sociedad en crecimiento, como áutor itinerante por muchos continentes.
en que campean el desempleo y la miseria. Quisiéramos tenerlo detenidamente en la re-
Por eso creemos que la única clasificación gión andina. ¿Cuál sería su reacción ante Machu
adecuada y realista de las fuerzas políticas de Picchu? La visita de Neruda a las ruinas fructi-
nuestro tiempo está entre las que van adelante, ficó en uno de sus más bellos poemas. ¿Qué
en actitud renovadora y las que, rezagadas en nos d iría Octavio Paz? ¿Hablaría en prosa o en
un radicalismo estéril, ciego y fratricida, van verso? ¡Cuánta inspiración podría obtener el
hacia atrás. gran escritor de la fascinante ciudad que sobre-
Los intelectuales -como ocurre en el caso vive a su propia muerte! Neruda termina su in-
de Paz- deben ejercer un liderazgo. Su visión mortal poema con esta exortación a sus remo-
del porvenir, basada en su conocimiento del tos pobladores "¡Hablad por mis palabras y mi
pasado les permite orientar a los pueblos por el sangre.. !". En realidad ya lo habían hecho a
camino de su superación. todo lo largo de 'Alturas de Machu Picchu'.
No nos cansaremos de esperar la reacción
PAZ Y LA POESÍA de Octavio Paz ante la ciudad perdida de los
Incas. Y quisiéramos verlo recorrer las cal les
Al leer la prosa de Octavio Paz, adverti- del Cusca, ciudad que es corno una inmensa
mos su calidad de poeta, el que "nunca debe ventana trapezoidal a través de la cual nos mira
decirlo todo: su arte es evocación, alusión, su- y admira el mundo, no por lo que somos sino
gerencia. La poesía está hecha de pausas y si- por lo que fuimos.
14 Palabra en Libertao
Octavio Paz sumergido en el meollo de
la cultura Iberoamericana
'J. -
,
Por: Augusto fama o Vargas (*
Los dos poetas de lengua castellana que mejor Martínez Estrada, a lo que añadimos conceptos
ejemplifican la correspondencia entre el siste- que José Carlos Mariátegui esbozara en Siete
ma de representación y la concepción del ensayos de interpretación de la realidad perua-
mundo contemporáneo son, según creo, César
na para tener una alternancia crítica que lleva,
Vallejo y Octavio />az. En Octavio />az esta re-
por sobreposiciones diversas, a considerar a
ciprocidad es aún más explfcita que en Vallejo,
porque el pensamiento metafórico, el mito, va aquélla como una sociedad mestiza en la que
siempre de la mano de la teorfa. no puede dejarse a un lado el valioso elemento
cultural autóctono -que se refleja en el mito-;
SAúl YuRKtEVtCH: Fundadores de la nueva y, por otro, el pensamiento y la lengua general
poesía latinoamericana. occidentales que sirven para el análisis racio-
nal del problema y que integran -a la vez- a
EN EL TRABAJO que escogemos ahora entre los núcleos de ese vasto complejo iberoameri-
las páginas dedicadas a Octavio Paz, vamos a cano.
tratar del " Octavio Paz, prosista" que desarro-
1la una teoría sobre lberoamérica -como pro- CARÁCTER MESTIZO DE LO AMERICANO
yección de su mirada sobre México -y donde
va siempre- por reversión al epígrafe- de la "Cualquier contacto con el pueblo mexi-
mano y del pensamiento metafórico, o sea, de cano, así sea fugaz, muestra que bajo las for-
la poesía. Yurkievich nos presenta al "indaga- mas occidentales laten todavías las antiguas
dor de la palabra". Nosotros, al indagador de creencias y costumbres -ha escrito Octavio Paz
la cultura. Con toda la minuciosa observación en El laberinto de la soledad-. Esos despojos,
de un analista del medio social y del pensa- vivos aún, son testimonio de la vitalidad de las
miento hispanoamericanos, Paz no deja de te- culturas precortesianas. Y después de los des-
ner la intuición, el aliento y aun la figuración cubrimientos de arqueólogos e historiadores ya
que le ofrece la poesía, que ha sido tal vez su no es posible referirse a esas sociedades como
campo preferencial. Pero con la magia poética tribus bárbaras o primitivas. Por encima de la
se interna en el examen de la realidad c ultural. fascinación o del horror que nos produzcan,
El tema que ofrecemos está vinculado a la debe admitirse que los españoles al llegar a
interpretación que se ha hecho sobre ese com- México encontraron civilizaciones complejas y
plejo cultural que es " lberoamérica", por refinadas." Todo lo dicho por Paz para M éxico
analistas-poetas que han tenido una visión tan y Mesoamérica puede decirse para el Perú y
diferente como son Octavio Paz y Ezequiel para los pueblos andinos de Sudamérica donde
(º) fbeta e historiador literario. El articulo fue publicado en la revista CUADERNOS HISPANOAMERICANOS. Madrid,
Enero-Febrero-Marzo, 1979 (España).
Palabra en Liberta() 15
floreció una cultura que tuvo los dos grandes tol icismo, el cuerpo se agita bajo los antiguos
momentos de Tiahuanaco y Tahuantinsuyo. signos. En el Perú, el pensamiento organicista
Puede verse a través del primer capítulo de mi y la idea fundamental de una vida que brota de
Literatura peruana el reflejo de esa cu ltura pre- la muerte, un mundo de aquí es el florecimien-
colombina en las d iversas manifestaciones lite- to del mundo de abajo, se perciben en una con-
rarias: épicas, líricas, narrativas y dramáticas. cepción distinta de la resurrecció n y en una
Una realidad especial brota de canciones y re- adoración de la tierra, como divina madre o
latos donde predominan notas rurales y comu- como dios interior: Pachacamac, que aun ejer-
nitarias. Particularmente en los mitos - recuer- ce subyugante hechizo. La cruz se implarnta
dos magnificados por la poesía- se ve un fasci- sobre la huaca. El nacimiento de los hombres a
nante mu ndo lleno de peculiaridades de am- base de piedras y de aquellos que se convier-
biente y sociedad. Esa literatura respondía a un ten en piedra, en metamorfosis de ambos ca-
cuadro cultural definido que abarca los aspec- minos, encuentra aún réplica en la diviniza-
tos subculturales de las organizaciones coste- ción de la naturaleza y en la conciencia de un
ñas y andinas. génesis pétreo que se percibe desde los viejos
Sobre esa cul tura se produce la conquista haravicus -poetas del pueblo- hasta Vallejo.
y crea lo que podría ser el trasfondo del hom- En cambio, en Mesoamérica los hombres na-
bre latinoamericano: una superposición y un cieron del maíz, la lluvia y el agua y tienen una
entrecruzarse de posibil idades que forjan una fascinación poética por el co lor; y Quetzalc6atl
conciencia determinada, muy diferente de la lleno de plumas desfallece con sensualidad ce-
que retenía el peninsular español o portugués. lestial para dar paso a la conquista de los hom-
América crea americanos desde el primer mo- bres blancos por el pecado de dioses y de re-
mento. Ese proceso de amalgamación dura lo yes. Al ir de aztecas y mayas a quechuas y
que dura el llamado período colonial o del aimaras nos encontramos, pues, con signos di-
virreinato; y es el propio Paz quien lo dice: " La ferenciales, pero también con iguales caminos
independencia sobreviene cuando ya nada nos y a un con inequívocas muestras de
unía a España, excepto la inercia". A través de intecomunicación patentizadas en la balsa que
esa larga historia o proceso que el poeta mexi- los ho mbres que van hacia el Perú encuentran
cano establece para su país o región, se produ- en viaje del Sur a Centroamérica; y en la leyen-
ce lo que él mismo llama "la búsqueda de no- da de Naylamp, el cacique caribe, que llega
sotros mismos, deformados o enmascarados por con concubina, bailarines, sastres, cocineros,
instituciones extrañas, y de una forma que nos llenos todos de ropajes coloreados por plumas
exprese". Lentamente nos vamos desarraigan- y tintes tropicales hasta las grises playas de
do -seguimos el pensamiento de Paz- y trata- Llampeyac, en el norte peruano.
mos de romper definitivamente con la forma Es interesante seguir las ideas fundamen-
que nos era extraña, aunque hubiera sido ésta tales de El laberinto de la soledad para com-
por un momento, la superpuesta estructura oc- prender muchas de aquellas afinidades. Y la
cidental que nos cubría. Pero el hombre latino- principal es el carácter mestizo que nos unifi-
americano era ya otro y su forma de expresión ca. Mestizaje con que en cierto modo nos re-
debía ser otra, aunque no la había descubierto velamos de diversas maneras. Ya explicaba
al independizarse. En medio de ese camino lle- Octavio Paz el "complejo de la M alinche", el
·no de desgarramiento, el hombre se disloca y sentimiento de que México es el escenario don-
se pierde tratando de encontrarse consigo mis- de la cultura autóctona es violada por el con-
mo. Una cultura de siglos lo hizo comunitario; quistador. Y que lo que constituye el más fuer-
una cultura de conquista y de transculturización te insulto y la mayor humillación, ser hijo de la
europea trató de imprimirle el sello de su indi- "chingada" -de la estuprada-, nos da una cla-
vidualismo. Bajo una impresionante capa de ca- ve de ese sentimiento de oprobioso nacimien-
16 Palabra en Liberta~
to; ya que mayor ofensa es para e l mexicano tambien una actitud: la clase media baja, mes-
resultar "hijo de la chingada" de hijo de puta. tiza y, a la vez, la insurgencia, que, por otra
"Para el español -dice en el capítulo "l os hijos parte, se apreciaría e n la actitud revolucionaria
de la Malinche"-, la deshonra consiste en ser de Micaela Bastidas, junto a su esposo José
hijo de una mujer que voluntariamente se en- Gabrie l Condorcanqui, Túpac Amaru 11, en la
trega, una prostituta; para el mexicano, en ser primera gran rebelión con base económico-so-
fruto de una violación". El ser engendro del rapto cial q ue se dio en América.
o de la burla de la conq uista aceptada Por exte nsión, es concepción fundamen-
humillantemente es el centro "secreto de nues- tal que el hombre a mericano es un producto de
tra ansiedad y angustia", añadirá. Y de aquí la conquista española o portuguesa; que el e u-
parte la concepción de otro sentimiento consi- ropeo tomó a la mujer y a la tie rra y las hizo
guiente: el de la soledad. "la soledad, fondo suyas, en un plan de sexualidad y de pertenen-
de donde brota la angustia, empezó e l día en cia jurídica; no simples sectores de coloniza-
que nos desprendimos del ámbito materno y ción y de a isla miento con la sociedad autóctona
caímos en un mundo extraño y hostil. Hemos como sucedió con la colonización rural o de
caído; y esta caída, este sabernos caídos, nos factorías de ingleses, franceses u holandeses.
vuelve culpables. ¿De q ué? De un delito sin Pesan, por e llo, tan fuertemente aquellos sig-
nombre: el haber nacido". Calderón ya lo de- nos que en otras culturas aparecen perdidos
cía en boca de Segismundo para la concepción e ntre la confusa maraña del trasfondo mítico. Y
occidental, y Rubén Darío lo confirmaba poé- así como la concepción del nacimiento del la-
ticamente. Pero todo este raciocinio, que sería tinoamericano como violación surge de un mito
posible hacerse en cada región o época de la generalizado que adquiere aquí intensidad, así
existencia humana, adquie re un carácter espe- también e l m ito de que la aparición de la hu-
c ial -pa ra Paz- e n México -dígase manidad sobre la tierra se ha hecho por e l "hue-
lberoamérica- con e l proceso de la conquista, co o abertura de la herida que el hombre ha
donde se percibe a "la madre violada". "Esta infligido en la carne compacta del mundo", está
violación -dirá- no es solamente en el sentido claramente expreso e n el pensamiento del anti-
histórico, sino en la carne misma de las indias". guo peruano, quie n sostuvo que los hombres
la ruptura y la soledad que surgen de esta rea- salen del mundo de abajo por las "pecarinas" -
lidad basada en la ofensa se ofrecen no sólo lugar donde se amanece-, que son cavernas,
como caracteres del pueblo mexicano, sino cuevas, fuentes, lugares de com unicación
como de todos los pueblos con tradic ión terrígena. l os hermanos Ayar -Aya significa
autóctona americana. m uerte en q uechua- salen de Pacaritampu por
Tal vez podemos encontrar variantes a ese la hendidura o ventana de Ta mputocco de la
sentimiento de oprobiosa vio lación. Podríamos muerte recreada e n vida; y e n su marcha hacia
decir que en la acentuación del mestizaje en el e l Cusco, con las semillas y e l utensilio de la-
Perú virreinal surge una rebeldía femenina con- branza e n la mano, van convirtiéndose e n ce-
tra el conq uistador godo; la mujer se escapa de rro de sal, e n cóndor y en piedra fundamental
la casa y se hace "tapada". Y la m ujer chola de la c iudad, e n un poema que e ncierra todos
domina indirectamente al hombre que personi- los símbolos del pensamiento del hombre del
fica al señor "blanco". l a "Pericholi" es la ex- antiguo Perú. Por ese hueco o abertura, el hom-
presión de esa pecul iar rebeldía al dominar al bre confundido con los otros seres orgánicos -
virrey Amat y pasear por las alamedas en la sal, ají, pa pa- sale hacia la tierra prometida y
calesa regia y contar las propiedades una a una establece los c imientos del "gens", de la fami-
q ue ha ido a rrebatando a l galante y lia -el "ayllu"-, pero tam bién los de la socie-
septuagenario gobernante. Micaela Vi llegas, esa dad impe ria l de los incas sobre las tierras férti-
"perra c ho la", representa una clase social, pero les del valle de l Cusco, convertido e n capital
Palabra en Liberta~ 17
de un vasto imperio quechua. Por ahí, por la ca producto de Europa que no tiene una sus-
ventana en que se pone en contacto el mundo tancia propia. Pero la solución es americanista:
de abajo con el mundo de aquí ha salido el cometer un parricidio histórico-cultural. Fren-
orden. Pero Paz piensa que los hombres temen te a esa concepción exotista y desgarrante está
que por esas hendiduras pueda irrumpir de nue- la obra, la de la tierra mestiza que ha tomado
vo el caos, que "es el estado antiguo y, por las viejas raíces y las ha unido a las que traje-
decirlo así, natural de la vida". Para evitarlo, ron de Occidente otros de sus habitantes, que
los poetas del antiguo Perú hicieron que tres de ya son parte de ella misma.
los hermanos Ayar encerraran al cuarto-el fuer- Desde esos dos puntos de mira la imagen
te Ayar Cachi- colocando una piedra de esas de América cobra su consistencia de contraste.
inconmovibles que ellos sabían utilizar y que Continente de tensión. Por eso, sí hasta ahora
sirvieron para la eternidad de Sacsahuamán o hemos insistido en el aspecto de una América
de Machu Picchu. Las piedras que se humani- orgánicamente expuesta con un diálogo de dos
zan serían también puerta cerrada al caos en el culturas (que aunque no sea idílico, pues la vio-
pensamiento que el amauta -sabio peruano- lencia puede ser su signo, marca de todos mo-
transmitiría a los arquitectos de esas ciudade- dos un ordenamiento lógico), debemos ver
las. En Machu Picchu encuentra el escritor es- aquel otro aspecto, a saber, el de la "América
pañol Larrea un "carácter metafísico y palpi- inexistente", persecución de un ente ausente,
tante de futuro", una imagen del efectivo "nue- pero, al decir de Murena, "inminente". Si se
vo mundo" en América del Sur. Dice, por su comete el crimen del parricidio: "el alma euro-
parte, Pablo Neruda, en Alturas de Machu pea desterrada" se casará con "la nueva tierra
Picchu: para asegurarse con el casamiento el nacimiento
Qued6 la exactitud enarbolada; de un nuevo espíritu, de su propia inmortali-
el alto sitio de la aurora humana: dad". El sentido primero está basado en que
la más alta vasija que contuvo el silencio: hay una historia americana y que hay un mesti-
una vida de piedra después de tantas zaje cultural. Para el segundo, no hay historia
vidas ... porque sólo existe un emigrante que ha traído
Sube conmigo amor americano ... su árbol genealógico completo en el álbum que
salvó del naufragio y que, desarraigado, hojea
AMÉRICA COMO INMINENCIA las páginas de aquél hasta que se da cuenta de
que hay que romperlo para injertarse definiti-
Sin embargo, el mundo "palpitante de fu- vamente en un nuevo horizonte cultural. "Creo
turo" que entrevé Larrea es para otros una ima- que nuestra tradición es toda la cultura occi-
gen sobrecogedora. Enrique Pezzoni lo dice en dental" ... Aplicando términos usados para ex-
un artículo, La Argentina en sus novelistas y plicarse la necesidad de hallar la imagen de
exegetas, al comentar la idea de Murena sobre América en esa otra literatura, tomemos las
nuestro continente o sobre nuestra conjunción palabras de Enrique Pezzoni, al entrar al trato
de pueblos en encrucijada que llamamos Amé- con la obra de Ezequiel Martínez Estrada: "La
rica: "América como ausencia, como anhelo literatura no es, al fin, otra cosa que ese diálo-
de ser, a lo sumo como inminencia". Dirá go de voces discordantes, esa red de caminos
Murena en El pecado original de América: "So- divergentes en busca de una realidad que sólo
mos los parias del mundo, como la hez de la reside en el camino, en la búsqueda misma".
tierra, somos los más miserables entre los mi- El libro Radiograffa de la pampa, de
serables, somos unos desposeídos porque he- Martínez Estrada, representa una buena expe-
mos dejado todo cuando nos vinimos de Euro- riencia para explicarse el fenómeno de
pa o de Asia y lo dejamos todo porque dejamos lberoamérica o Latinoamérica, como ha dado
la historia". Es éste el concepto de una Améri- en llamársela oficialmente. Aunque el autor se
18 Palabra en Libertao
sitúe en la pampa -argentina, uruguaya, brasi- De una actitud sexual de españoles y por-
leña, del sur del Atlántico en general-, no deja tugueses emerge un mundo especial mestizo,
de tener implicancias en todo el complejo re- con zonas intensamente pobladas y grandes
gional mencionado. Y el propio autor lo admi- extensiones desérticas o inestables donde pre-
te: "El nuevo mundo recién descubierto no es- domina esa condición de insultante superiori-
taba localizado aún en el planeta, ni tenía for- dad varonil, del señor o del macho y una con-
ma ninguna. Era una caprichosa extensión de ciencia de sumisa inferioridad femenina. La
tierra poblada de imágenes. Había nacido de mujer y la yegua aparecen menospreciadas en
un error y las rutas que a él conducían eran una sociedad formada por la conquista, el ban-
como los caminos del viento y del agua". El didaje y el autoritarismo. Como hemos antici-
ensayo, cargado de acritud y con el foco de la pado, en El laberin to de la soledad, de Octavio
visión en un solo sector cuando pretende cons- Paz, resulta difícil encontrar exactos términos
tantemente interpretar el todo, tiene aciertos para sociedades que evolucionaron en forma
extraordinarios y bellezas manifiestas: "Men- distinta y con cierta cortesanía de ciudades es-
tían sin quererlo hasta los que escuchaban". La pañolas, como las del Perú o M éxico. La con-
desolada presencia de un mundo equivocado, secuencia de esta inmensa aventura -para
de un hombre solitario y de una realidad que Martínez Estrada- de este penetrar en el cora-
no se sabe si deshecha o informe, nos ofrecen zón de un continente, lleva a una extraña com-
constantemente perspectivas bien definidas y binación de gente que no se integra sino en
una intención sociopolítica de presentar obstá- función sexual : un indio desconfiado, un mes-
culos para superarlos. Es necesario encontrar tizo receloso que trata de borrar el pasado que
el mundo de la esperanza. Las nacionalidades lo ha engendrado en una migración de aluvión;
son caóticas. Las fronteras de esos países no y un blanco dominador e irresponsable, aven-
responden a un sentido humano, sino a meras turero o gobernante, en buena proporción de
abstracciones ideales para intentar definir un casos. Insistimos en que estas apreciaciones son
perfil nacional; las guerras entre los pueblos no producto de una mirada desde fuera. La otra,
son sino reafirmaciones de aquella hipotética la andina, observa el proceso desde dentro. Pero
estructura nacional. Latinoamérica resulta for- aunque se refiere más concretamente a la pam-
mada por grandes aislamientos de hombres pa y al río de la Plata, Martínez Estrada lo pro-
parecidos. MarHnez Estrada habla de un tipo yecta -como dijimos- a todo el proceso cul tu-
americano nacido en la infamia. "El padre per- ral de la conquista, del período virreinal y aun,
tenecía a los invasores, se iría; la madre, a los según él, de las repúblicas, ya que la indepen-
vencidos, moriría ..." El trasfondo sexual cobra dencia fue "un acto" en el campo provocado
relieves importantes en la formación de una por "el estado de inferioridad y abandono"; y
humanidad nueva y vieja, según la concepción " una tesis" en las c iudades, manejada y ensa-
de Mart(nez Estrada; porque había para él un yada por gente adoctrinada "en la prédica de
mundo gastado de pueblos indígenas con dos o las ideas liberales y democráticas", pero sin
tres focos de cultura en crisis y un mestizaje efectiva trascendencia en el cambio. Todo ello
formado por la aventura, la mancebía y la pros- - repito- está en el ángulo de mira de un hom-
titución; cuando no un matrimonio oficial que bre del Plata o del llano y así: el caballo, la
tenía caracteres de mancebía, asimismo, en la pampa y el cuchillo representan tres aspectos o
soberanía varonil, en la escasa relación -que capítulos fundamentales -con hermosos párra-
no fuera la del sexo- entre hombre y mujer. fos poéticos-. Y dentro de ellos: la aparición
"Suramérica parecía un vasto mercado de pla- de un señor errante, solitario, víctima del "es-
cer, un lenocinio, regentado por las autorida- pejismo del desierto", que hace del coraje un
des y dirigido por especuladores". La casa ver- culto y de la doma el máximo atributo de su
de, de M ario Vargas Llosa, en el presente. condición de hombre a caballo. De esa figura
24 Palabra en Liberta~
ne de un modo colonial y derivado sino de un teara los problemas y reconociera las conquis-
grupo que ha sido por siglos productor de cul- tas de las nuevas generaciones de artistas de
tura. Dice Paz en un texto de presentación de nuestros países. Tenía ya hasta el nombre para
una muestra de pintura contemporánea mexi- la revista, se llamaría El pobrecito hablador,
cana: "son hombres de la segunda mitad del título que había tomado de Mariano José de
siglo XX pero pintan en un país en que el pasa- Larra.
do milenario es un presente vivo". En otra oca- La idea de una nueva revista nos entusias-
sión refiriéndose a su trayectoria: "mi aprendi- mó a todos, una revista en nuestra lengua que
zaje fue también un desaprendizaje... me di hablara por todos esos latinoamericanos que en
cuenta de que la modernidad no es la novedad sus países o en París estaban tratando de ser
y que, para ser realmente moderno, tenía que por primera vez "contemporáneos de todos los
regresar al co mienzo del comienzo. Un encuen- hombres", para decirlo con frase del propio Paz.
tro afortunado confirmó mis ideas: en esos días Se fijaron los días jueves a las seis de la tarde
conocí a Rufino Tamayo... ante su pintura per- para reunirnos, preparar y discutir el proyecto.
cibí clara e inmediatamente que Tamayo había Inicialmente el punto de reunión era el segun-
abierto una brecha. Se había hecho la misma do piso del Café Flore en el Boulevard Saint
pregunta que yo me hacía y la había contesta- Germain y posteriormente, por razones que no
do con aquellos cuadros a un tiempo refinados recuerdo, nos mudamos al Café del Hotel des
y salvajes. ¿Qué decían? Yo traduje sus formas Etats-Unis en el Boulevard Montparnasse.
primordiales y sus colores exaltados a esta fór- Había un grupo que asistía regularmente,
mula: la conquista de la modernidad se resuel- pero además llegaba también gente que estaba
ve en la exploración del subsuelo de México. de paso en París o que por una razón u otra
Nunca he dudado que la ocasión que tuve sólo aparecía ocasionalmente. Nunca faltaba
de encontrar a Octavio Paz fue una de las co- Ju lio Cortázar, recién llegado a París; el inolvi-
sas más valiosas que me aportó a mí personal- dable poeta nicaragüense Carlos Martínez Rivas;
mente esa estadía en París. Octavio era, ya la escritora peruana -me resisto a usar la pala-
entonces, un jefe de fila nato que siempre tuvo bra poetisa- Blanca Varela (que en ese momento
una gran facilidad para comunicarse con los era mi esposa); el escritor catalán Josep Palau,
demás y ya desde esa época su relación con la entonces muy cercano a Artaud y a ese sector
gente más joven que él era fácil y fluida porque del surrealismo. Palau en esa época firmaba "el
estaba asentada en un auténtico interés por lo alquimista", más tarde escribió varios libros
que esas nuevas generaciones buscaban . Este sobre Picasso, en especial sobre los años de
interés no ha cesado nunca y hoy, como en- Picasso en Barcelona y también sobre la rela-
tonces, para nadie es más fácil que para una ción de éste con Cataluña. El poeta peruano
persona joven llegar a Octavio Paz. Sin duda Jorge Eduardo Eielson apareció alguna vez.
que él estaba más avanzado que el resto de Arturo Serrano Plaja y Jaime del Valle-lnclán
nosotros en su reflexión, en su propia batalla y frecuentaban también esos Jueves de diálogo
en su desarrollo personal, no solamente con apasionado pero al mismo tiempo armónico.
respecto a su propio arte sino también en la Coincidíamos en la mayoría de los asuntos.
evolución sobre México y en general sobre Stalin y Franco eran los dos extremos inacepta-
América Latina: En 1949 y en este terreno, Ju- bles, y quizá porque todos estábamos cerca del
lio Cortázar, que era de su edad, parecía junto pensamiento surrealista éramos inmunes a los
a él un adolescente, lleno de talento pero ale- atractivos del existencialismo tan en boga en el
jado de toda preocupación que no fuera la lite- París de esos años.
ratura. Alguna vez hubo d iscusiones violentas y
Desde el primer día Octavio nos hizo par- memorables. Recuerdo cuando llegó el poeta
te de su proyecto de hacer una revista que plan- nicaragüense Ernesto Cardenal, que sería cura
Palabra en Liberta~
de mi adolescencia exaltada: los ojos que no de comunicación, debe hacer desagradables los
se cierran nunca ... " Es remarca ble que el poeta días en que se decide.
se interrogara hace tantos años sobre el lo, por- Desde esos, ahora prehistóricos, días de
que quizá nada describe mejor al propio París hasta hoy han pasado muchas cosas, gra-
Octavio Paz que esa frase. los ojos de Paz no ves algunas, pero en lo fundamental nada ha
se han cerrado nunca. En su vigilia el poeta ha cambiado. La condición humana es y seguirá
llevado la luz de una inteligencia excepcional siendo esencialmente la misma. Tenía razón
sobre todo lo que veía a su alrededor. Georges Bataille cuando decía que "toda pre-
Quiso la suerte que estuviera en Nueva York gunta quedará finalmente sin respuesta". Pero
el 12 de octubre de 1990 cuando a las 8 de la son las personas como Octavio Paz las que nos
mañana me enteré de que Octavio Paz había ga- han ayudado efectivamente con su poesía y con
nado el Premio Nobel de literatura. lila y yo fui- sus ensayos y textos críticos, no porque con
mos con Enrique y Nedda Anhalt al Hotel Drake ellos hayamos encontrado las respuestas, sino
a saludarlo, a proclamarle nuestra felicidad y de- porque las preguntas que plantearon y las
cirle que en ese premio tan justo se premiaba de interrogantes que en cada uno de sus lectores
alguna manera a los ausentes y a Jorge Luis Borges, suscitaron nos ayudaron a ver mejor dentro de
el más reciente y notorio de ellos. nosotros mismos, y al hacerlo enriquecieron la
El Nobel queda atrás ... en buena hora. Me manera cómo miramos a nuestro alrededor, nos
parece que debe ser tedioso para un escritor la permitieron descubrirle oscuramente un signi-
existencia del premio, no porque tenga nece- ficado y reconocer la verdad irreprimible de la
sariamente deseos de recibirlo, sino porque su frase de Quevedo: " nada me decepciona, el
imagen perturbadora, explotada por los medios mundo me ha hechizado".
Palabra en Libertao
Octavio Paz, o la crítica
.,
como creac1on
¿CUÁL ES EL oo¡ero de la crítica literaria? ¿Se a la obra su original carácter de obra abierta,
puede considerar a la crítica literaria como un es decir, su disposición de ser lo q ue en verdad
acto creativo, como un género literario? Al res- es: realidad e irrealidad de un mundo a través
pecto, Guillermo Sucre escribe en el ensayo "la de la palabra (... ). En tal sentido, su tarea es
nueva crítica" lo siguiente: "Así como la ficción también creadora. No es que invente la obra,
literaria no puede ser reducida a sus puras técni- obviamente, pero, como alega Octavio Paz,
cas expresivas y siempre hay en ella una dimen- "inventa una literatura (una perspectiva, un or-
sión que las trasciende, de igual modo la crítica den) a partir de las obras"". ¡zi
no puede ser confinada a un mero ejercicio de En tal sentido, ¿qué es lo que se pide a la
investigación. Toda gran crítica supone, por su- crítica literaria contemporánea? Un mayor grado
puesto, un método, sólo que este método es una de imaginación y de intuición. Se debe entender
relación personal con la obra. Tras todo método que el crítico es una especie de intérprete, tra-
existe asimismo un sistema de ideas, pero éstas ductor o intermediario entre la obra y el lector,
no operan como categorías permanentes: están por lo que debe hablar desde la obra y no sobre
en función particular de la obra y de la expe- ella. Eso significa que " la intuición del crítico no
riencia que ella suscita". 01 es un alarde de invención; cuando es eficaz, está
En los tiempos actuales, el producto litera- en sintonía con la intuición que hizo posible la
rio ya no se presenta como algo terminado y obra. También es verdad que ha sobrevenido en
dado de antemano. El creador va lomando con- cierta crítica actual una manía tal de interpreta-
ciencia de que su voz no es la única, que ha ción que se ha perdido no sólo el goce estético
perdido uniformidad semántica. Es más, cual- espontáneo frente a la obra, sino también la vi-
quier visión del mundo corre el riesgo de sufrir sión de su propia naturaleza. Es lo que Borges
una ruptura o un resquebrajamiento. Bajo esa denunció hace mucho tiempo con el nombre de
perspectiva, el autor ya no tiene la última pala- "la supersticiosa ética del lector": subordinar la
bra tampoco la tiene el crítico. Como d ice emoción que comunica la obra a una suerte de
Sucre, "el crítico no pretende imponer un códi- análisis, inhibitorio y hasta fetichista, sobre la dis-
go de referenci as inamovible y eterno; sabe, posición de las partes que la integran. Así, soste-
por el contrario, que su comprensión de la obra nía Borges, "ya no van quedando lectores, en el
no es única sino también personal, y hasta la sentido ingenuo de la palabra, sino que todos son
asume como aventura. Lo que hace es restituir críticos potenciales". m
Palabra en Liberta~
¿Cuál debe ser la orientación del crítico? estamos refiriendo a la expresión tradición de
T.S. Eliot estableció la diferencia entre los críti- la ruptura, la cual ha significado la aparición
cos practicantes y los críticos puros. En la pri- de d icotomías como:
mera sección incluyó a los arti stas (por ejem- continuidad/ tradición
plo, Baudelaire, Eliot, Paz, Borges, Donoso, discontinuidad / ruptura
Vargas Llosa, entre otros) porque son aquellos Este es "un tiempo en el cual los d iferentes
que con mayor profund idad han penetrado en movimientos en el arte y la literatura, a más de
la obra de arte. Como d ice Sucre, "sobre todo sucederse en un ritmo cada vez más acelerado,
porque el escritor y el crítico se hacen frente a se en lazan los unos con los otros negándose
una misma realidad : el lenguaje". 141• Por esta recíprocamente. Lo único que esos movimien-
razón, se ha llegado a postular, incluso, que tos tienen en común es aquello que lo separa,
no se debe hacer una crítica literaria sobre au- es decir, el cambio, el afán de romper con lo
tores sino sobre obras y textos. Mientras tanto, anterior, de anular lo que precede inmediata-
otra tendenci a es la de proponer una tradición mente" . 161
que no sea una sucesión de nombres, obras o La idea mencionada en el parágrafo ante-
tendencias, sino un sistema de relaciones sig- rior, es decir, la tradición de la ruptura fue de-
nificativas basadas en el lenguaje. En esa línea sarrollada en los siguientes libros: Cuadrivio
se encuentra el gran poeta y ensayista mexica- (1965) y Los hijos del limo (1974). Por ejem-
no Octavio Paz. plo, en este último texto, Paz dice lo siguiente:
"Se entiende por tradición la transmisión de una
LA CRÍTICA EN OCTAVIO PAZ generación a otra de leyendas, historias, creen-
cias, costumbres, formas literarias y artísticas,
A lo largo de su brillante labor como ensa- ideas, estilos; por tanto, cualquier interrupción
yista, Octavio Paz ha escrito numerosas reflexio- en la transmisión equivale a quebrantar la tra-
nes acerca de la crítica y el pensamiento y el dición. Si la ruptura es destrucción del vínculo
arte moderno. Uno de estos textos está conte- que nos une al pasado, negación de la conti-
nido en la obra El signo y el garabato y repro- nuidad entre una generación y otra, ¿puede lla-
ducido en el libro Octavio Paz: trayectorias y marse tradición a aquello que rompe el vínculo
visiones de Maya Schárer-Nussberger: "Varias e interrumpe la continuidad? Y hay más: inclu-
veces he señalado, y no soy el único, que la sive si se aceptase que la negación de la tradi-
crítica es l a sustancia, la sangre, la sangre de la ción a la larga podría, por la repetición del acto
tradición moderna. La crítica concebida como a través de generaciones de iconoclastas, cons-
instrumento de creación y no únicamente como tituir una tradición, ¿cómo llegaría a serlo real-
juicio o análisis. Por eso cada obra nueva se mente sin negarse a sí misma, quiero decir, sin
coloca en actitud polémica frente a las que la afirmar en un momento dado, no la interrup-
preceden. Nuestra tradición se perpetúa por ción sino la continuidad? La tradición de la rup-
obra de las sucesivas negaciones y rupturas que tura implica no sólo l a negación de la tradición
engendra". 151 sino también de la ruptura... ". 171
Otro de los aspectos fundamentales de la
En esa línea se van creando algunas cate- crítica en Octavio Paz son los siguientes:
gorías que se han convertido en parte de la tra- a) A l igual q ue Lezama Lima, Octavio Paz
dición de la crítica literaria latinoamericana. Nos practica una crítica que se llama de las
Palabra en Libertao
grandes correspondencias: "La obra se ilu- López Velarde, Fernando Pessoa y Luis Cernuda.
mina no sólo en su propio texto, sino tam- En el prólogo al texto d ice lo siguiente: "Los
1
bién en un contexto más amplio: el diálo- cuatro subrayaron su disidencia y su creaci6n
go con las demás obras, con una tradición fue crítica, ruptura con el lenguaje, la estética
viva. La obra es, por lo tanto, un verdade- o la moral de su tiempo. Sus obras, ad~más de
ro haz de relaciones y la labor del crftico ser distintas y únicas como son todas las que
es revelar las proyecciones y conexiones de verdad cuentan, están selladas por la volun-
de su trama. No se trata ya de singularizar tad de ser diferentes. Así, los define no sólo su
un lenguaje, y tras ese lenguaje la "perso- ruptura con la tradición inmediata sino el cons-
nalidad" del autor". tsi tituir una tradición de la ruptura". (Subrayados
b) Scharer-Nussberger en su obra citada nos nuestros) (p. 7)
dice: "La extraordinaria capacidad de asi- Veamos sucintamente el contenido de cada
milación que caracteriza la escritura uno de los ensayos contenidos en el Cuadrivio:
paziana no cesa de asombrar. Pero no 1. El caracol y la sirena (Rubén Darío): Este
asombra menos la intuición del poeta, su ensayo tiene dos partes:
"acierto" en los estudios de crítica litera- 1. 1. La primera parte está referida al mo-
ria, ante los cuales, además, el lector tie- dernismo, escuela poética, a la que se calificó
ne, con frecuencia, la sensación de asistir como "una escuela de baile, un campo de en-
a una "autocrítica", es decir, a un movi- trenamiento físico, un circo y una mascarada"
miento reflexivo que concierne, en primer (p. 12).
lugar, a la obra de Paz mismo. Es, en rea- Para Octavio Paz el modernismo fue una
lidad, como si el lector estuviese movién- respuesta a las limitaciones de la lengua espa-
dose en un "doble plano". De ahí sus du- ñola: "En cambio, insatisfechos por la garrule-
das". (9, En efecto, cuando se lee una obra ría y la tiesura imperantes en España, los hispa-
como Cuadrivio, en la cual Paz -como se noamericanos comprendieron que nada perso-
verá inmediatamente- revela, a través del nal podía decirse en un lenguaje que había
análisis de cuatro importantes autores como perdido el secreto de la metamorfosis y la sor-
Darío, López Velarde, Pessoa y Cernuda, presa. Se sienten distintos a los españoles y se
aspectos y reflexiones de su propia obra: vuelven, casi instintivamente, hacia Francia.
"Y hay otras preguntas, más decisivas que Adivina que allá se gesta no un mundo nuevo
las puramente literarias ... Yo me propuse, sino un nuevo lenguaje(... ). Así, la reforma de
una vez más, interrogar a esos poemas - los modernistas hispanoamericanos consiste, en
como quien se interroga a sí mismo. Las primer término, en apropiarse y asimilar la poe-
páginas que siguen son mi respuesta" 11 º1• sía moderna europea". (pp. 15-16).
Fuere como fuere, esta es una crítica que Esta nueva escuela presenta -según
no se funda en nociones externas sino en los Octavio Paz- las siguientes características:
estilos y sistemas de pensamiento. Y eso lo ve- a) La palabra modernista implica un compro-
remos al analizar el Cuadrivio. miso con la actualidad, con lo contempo-
ráneo: significa participar en la construc-
CUADRIVIO: LA CRÍTICA CREATIVA ción de. la historia: " La manifestación más
pura e inmediata del tiempo es el ahora. El
En el libro Cuadrivio (1965), Octavio Paz tiempo es lo que está pasando: la actuali-
estudia a cuatro poetas: Rubén Darío, Ramón dad. La lejanía geográfica y la histórica, el
30 Palabra en Libertab
exotismo y el arcaísmo, tocados por la ac-
tualidad se funden en un presente instantá-
neo: se vuelven presencia. La inclinación
de los modernistas por el pasado más re-
moto y las tierras más distantes -leyendas
medievales y bizantinas, figuras de la Amé-
rica precolombina y de los Orientes que en
esos años descubría o inventaba la sensibi-
lidad europea- es una de las formas de su
apetito de presente". (pp. 19-20).
b) Los poetas modernistas concebían al arte
como una pasión que no es una simple
moda sino una voluntad de participación
en la creación de una historia que había
excluido a los hispanoamericanos.
c) La perpetua búsqueda de lo extraño: "No
es el amor a la vida sino el horror al vado
el que profiere todas esas metáforas bri-
llantes y sonoras. La perpetua búsqueda
de lo extraño, a condición de que sea nue-
vo -y de lo nuevo a condición de que sea
único- su avidez de presencia más que de Carátula del último número de VUELTA.
presente" (pp. 2 1-22).
d) Paz sostiene que el modernismo es una América, puesto que España está amura-
estética nihilista: "Aunque el modernismo llada de tradición, cercada y erizada de
canta el incesante advenimiento del aho- españolismo". (pp. 24-25)
ra, su encarnación entre esta y aquella for- O Los principales aportes formales del mo-
ma gloriosa o terrible, su tiempo marca el dernismo fueron:
paso, corre y no se mueve. Carece de pa- 1) Inclusión de nuevo vocabulario: térmi-
sado justamente porque ha sido cercena- nos franceses e ingleses, abundancia de
do de pasado. Estética del lujo y de la arcaísmos y neologismos, ameri-
muerte, el modernismo es una estética ni- canismos e indigenismos.
hilista (. .. ). Unos cuantos, Darío el prime- 2) Empleo del lenguaje cotidiano.
ro, advierten que la modernidad no es sino 3) No atacaron la sintáxis del castellano y
un girar en el vado, una máscara con la se le devolvió la naturalidad al idioma.
que la conciencia desesperada simultánea- 4) Interés por los problemas métricos: la
mente se calma y se exaspera". (p. 23) resurrección del endecasílabo ana-
e) Su oposición al nacionalismo y su crítica a péstico, la invención de versos largos,
la tradición española: " La actitud españo- los versos amétricos, etc.
la tiene un doble origen: por una parte, "El cosmopolitismo llevó a los poetas
expresa la voluntad de separarse de la an- hispanoamericanos a intentar muchos
tigua metrópoli: "nuestro movimiento nos injertos y cruzamientos; y esas expe-
ha dado un puesto aparte, independiente riencias les revelaron la verdadera tra-
de la literatura castellana"; por la otra, iden- dición de la poesía española: la versi fi-
tifica españolismo con tradicionalismo: " la cación rítmica".
evolución que llevara el castellano a ese g) "La búsqueda de un lenguaje moderno,
renacimiento, habría de verificarse en cosmopolita, lleva a los poetas hispano-
Palabra en Libertal> 31
americanos a redescubrir la trad ición his- americano y preocupada sólo por una música
pánica. D igo /a y no una tradición espa- ultraterrestre; en el segundo, por su afirmación
ño la porque l a que descubrieron los vitalista, su panteísmo y el sentirse por derecho
modernistas, d istinta a la que defendían los propio cantor de la América l atina como el otro
casticistas, es l a tradición central y más lo fue de la sajona". (p. 30). Esta extensa cita
antigua" . (p . 27) nos da algunos alcances sobre la personalidad
Finalmente, Paz considera que el moder- y la obra del autor de Azul... Por otra parte,
nismo se inicia como una estética del ritmo y Paz considera que la poesía de D arío es viril,
concluye con una visión rítm ica del universo. clara y rotunda aun cuando es triste, y que es el
Ello implica dos aportes fundamentales: producto de un romántico que es también un
la primera aparición de la sensibilidad en parnasiano y un simbolista.
la literatura hispánica. Paz hace mención de su influencia france-
Hizo del verso español el punto de encuen- sa en su poesía: "Más nervioso y angustiado,
tro entre el hombre americano y la poesía oscilante entre impulsos contrarios, se d iría un
española. Hugo atacado por el mal "decadentista". A des-
Todo ello quiere decir que "el movimiento pecho de que amó e imitó sobre todo (y sobre
de los poetas hispanoamericanos está impreg- todos) a Verlaine, sus mejores poem as se pare-
nado de una idea extraña a la tradición caste- cen poco a los de su modelo. le sobraban sa-
llana: la poesía es una revelación distinta a la lud y energía; su ro l era más fuerte y su vino
religiosa. Ella es la revelación original, el ver- más generoso". (p. 3 t)
dadero principio. No d ice otra cosa la poesía Por otra parte, Octavio Paz analiza, a con-
moderna, desde .el romanticismo hasta el su- tinuación, algunos de los libros de Rubén y da
rrealismo . En esta visión del mundo reside no las siguientes opiniones:
sólo la originalidad del modernismo sino sumo- a) Azul... (1888): Con este libro, compuesto
dernidad". (pp. 29-30) de cuentos y poemas, nace oficialmente
el modernismo. " No sólo fueron los ritmos
1 .2 l a segunda parte del ensayo está refe- insólitos sino el brillo de las palabras, la
rida a la vida y obra de Rubén Daría. Sobre el insolencia del tono y la sensualidad de la
creador del modernismo, nos dice lo siguiente: frase lo que irritó y hechizó". (p. 34)
"Por su edad, Rubén Daría fue el puente entre b) Prosas profanas (1 896): Para Paz es el li-
l os inic i ad ores y la segu nd a generación bro que mej or define el primer modernis-
moderni sta; por sus viajes y su actividad gene- mo: "El prólogo escandalizó: parecía es-
rosa, el enlace entre tantos poetas y grupos dis- crito en otro idioma y todo lo que decía
persos en dos continentes; animador y capitán sonaba a paradoja. Amor por la novedad a
de la batalla, fue también su espectador y su condición de que sea inactual; exaltación
crítico: su conciencia; y la evolución de su de yo y desdén por la mayoría; suprema-
poesía, desde Azul ... (1888) hasta Poema del cía del sueño sobre la vigilia y del arte so-
otoño (1910), corresponde a la del movimien- bre la realidad; horror por el progreso, la
to: con él princ ipia y con él acaba. Pero su técnica y la democracia". (p . 37). Asim is-
obra no termina con el modernismo: lo sobre- mo, Paz nos d ice: "lo q ue da unidad a
pasa, va más allá del lenguaje de esta escuela Prosas profanas no es la idea sino la sen-
y, en verdad, de toda escuela. (. .. ) Daría no es sación -las sensaciones (. .. ). El libro del
únicamente el más amp lio y rico de los poetas poeta hispanoamericano es un prodigioso
moderni stas: es uno de nuestros grandes poe- repertorio de ritmos, formas, colores y sen-
tas modernos. Es el origen. A ratos hace pensar saciones. No la historia de una concienc ia
en Poe; otros, en Whitman. En el primero, por sino las metamorfosis de una sensibilidad".
esa porc ió n de su obra desdeñosa del mundo (p. 39)
Palabra en Libertab 33
nes entre la vigilia y el sueño, el lenguaje anverso de la realidad, sucede otra, activa, que
y el pensamiento, la conciencia y la reali- no nos invita a la contemplación sino al abra-
dad -temas constantes de la poesía mo- zo. Ese abrazo, nos dice una y otra vez el poe-
derna, desde el romanticismo alemán- ta, es sangriento: es "la mancha de púrpura".
apenas tienen sitio entre sus preocupacio- (p. 97)
nes(. ..) En suma, es ajeno a casi todo lo
que nos agita. Es una paradoja que un es- 2.3. El son del coraz6n: Además de anali-
píritu de tal modo impermeable a las an- zar el texto con el mismo nombre del apartado,
gustias, deseos y temores de los demás, se Octavio Paz hace hincapié de la necesidad
haya convertido en esa figura equívoca que imperiosa de realizar un estudio completo de
designa la frase; "poeta nacional". No sé toda la obra poética de López Velarde. Por ello
si lo sea; sé que no quiso serlo. El secreto escribe:
de esta paradoja está en su lenguaje, crea- "Nos hace falta un estudio de veras com-
ción 1nmitable, fusión rara de la conversa- pleto sobre las creencias de López Velarde. Es-
ción y de la imagen insólita. Con ese len- cribo creencias y no ideas porque, salvo en
guaje descubre que la vida cotidiana es momentos excepcionales como es el de su ne-
enigmática" (pp. 80-81 ). gación del valor de la existencia, sus convic-
2.2. La mancha de púrpura: Este apartado ciones eran más sentidas que pensadas. Su ca-
se refiere principalmente al tema del amor y la tolicismo no excluía, según él mismo lo advier-
mujer en López Velarde. Sobre este asunto, te con frecuencia, dudas y vacilaciones. Nun-
Octavio Paz escribe: "El amor es su tema. En ca vivió esas dudas como un drama intelec-
esto también es excepcional ya que, a pesar de tual. En los momentos de crisis no acude a los
lo que generalmente se piensa, esta pasión no consuelos de la teología sino al poder de la gra-
tiene en la poesía moderna el lugar que ocupa cia. Funda su ortodoxia en la limpieza de sus
en la de López Velarde. Los dos momentos en sentimientos; sus pecados son de amor, y sólo
que se divide su obra, La sangre devota y Zo- el amor puede perdonarlos. La religión de su
zobra, están regidos por distintas fi guras de infancia es su fondo vital, el alimento de su
mujer. Su experiencia amorosa está de tal modo vida espiritual : sus ritos son una suerte de está-
ligada a su aventura verbal que Fuensanta, la tica superior, un ceremonial para las almas; sus
amada juvenil, y las incógnitas mujeres de Zo- misterios, un teatro intemporal donde los sím-
zobra y El son del corazón, simbolizan para la bolos representan la pasión de la verdad. Pero
mayoría de sus críticos no sólo dos clases de López Velarde es el espectador de sí mismo; su
amor sino dos estilos de versificación". (pp. 91- fervor le parece ligeramente cómico y trata a
92) sus creencias con cierta ternura irónica. No cree
Por otra parte, para López Velarde "la mujer y no puede dejar de creer. Desprecia a los fa-
es la imagen más completa y perfecta del uni- náticos del nuevo culto, a " los publicistas con
verso porque en ella se reúnen las dos mitades sarampión" que empuñan "la antorcha del pro-
del ser; al mismo tiempo, es el espejo sensible greso" y declaman contra l a " hidra del
donde el hombre puede verse a sí mismo, por oscurantismo". Afirma: mi corazón de " retró-
un instante, en toda su dolorosa irrealidad. Pero grado. El adjetivo tiene dos puntas: es católico
la mujer es algo más que una imagen del mun- frente a los racionalistas, idólatra ante los cris-
do y algo más que un espejo del hombre. Tam- tianos. No le avergüenza confesar que es su-
bién ella participa de nuestra universal falta de persticioso; y en su confesión se desliza una
ser, carencia que se expresa como rabiosa, sonrisa de escepticismo". (pp. 108-109).
destructora hambre de muerte. A la visión de
un cuerpo que contemplamos tendido, paisaje 3. El desconocido de sí mismo (Fernando
de signos en el que podemos leer el verso y el Pessoa)
34 Palabra en Libertab
Uno de los poetas que ha despertado ma- cubrí un nombre y lo ajusté a mí mismo, por-
yor interés por parle de los estudiosos ha sido, que a esas alturas ya lo vela. Y de pronto, de-
sin duda, e l portugués Fernando Pessoa. Y no rivación opuesta de Reis, surgió impetuosa-
precisamente por su biografía: por ejemplo, Paz mente otro individuo. De un trazo, sin inte-
dice: " Nada en su vida es sorprendente -nada, rrupción ni enmienda, brotó la Oda triunfal,
excepto sus poemas". {p. 133). Entonces, ¿qué de Álvaro de Campos. La oda con ese no mbre
es lo sorprendente? Nuevamente, Octavio Paz y el hombre con el nombre que tiene". (pp.
tiene la respuesta: 141- 142)
"Su secreto, por lo demás, está escrito en Para Paz las explicaciones psicológicas y
su nombre: Pessoa quiere decir persona en por- "ocultistas" de la aparición de estos heterónimos
tugués y viene de persona, máscara de los ac- son insuficientes para valorar los textos poéti-
tores romanos. Máscara, personaje de ficción, cos. Paz considera que Caeiro, Reis y Campos
ninguno: Pessoa. Su historia podría reducirse son entes de ficción, son creaciones poé ticas y
al tránsito entre la irrealidad de su vida cotidia- productos de un juego. Sin embargo, su auten-
na y la realidad de sus ficciones. Estas ficciones ticidad debe estar en función de su verosimili-
son los poetas Alberto Caeiro, Álvaro de Cam- tud. Por ello dice Paz: "fueron creaciones ne-
pos, Ricardo Reis y, sobre todo, el mismo Fer- cesarias, pues de otro modo Pessoa no habría
nando Pessoa. Así, no es inútil recordar los consagrado su vida a vivirlos y c rearlos; lo que
hechos más salta ntes de su vida, a condición c uenta ahora no es que hayan sido necesarios
de saber que se trata de las huellas de una som- para su autor sino si lo son ta mbién para noso-
bra. El verdadero Pessoa es otro". {Subrayado tros. Pessoa, su prime r lector, no dudó de su
nuestro) (p. 133) realidad. Reis y Campos dijeron lo que quizá é l
Esta c ita nos indica dos personalidades ra- nunca habria dicho. Al contradecirlo, lo expre-
dicalmente distintas. Por un lado, un hombre saron; al expresarlo, lo obligaro n a inventarse.
miope, huidizo, vestido de oscuro, para quien Escribimos para ser lo que somos o para ser
la palabra fracaso se convertirá en una cons- aquello que no somos. En uno o en otro caso,
tante vital, y, por o tro, el creador de una "lite- nos buscamos a nosotros mismos". {p. 143)
ratura de las afueras" en e l que transcurren las Sin embargo, Paz considera q ue los
sombras de sus heterónimos. heterónimos son algo más que una invención
Pessoa creó sus heterónimos el 8 de mar- literaria y una invención psicológica: "En cier-
zo de 1914 y lo explica en la siguiente carta: to modo son los que hubiera podido o querido
"Y escribí treinta y tantos poemas seguidos, ser Pessoa; en otro más profundo, lo que no
en una suerte de é xtasis c uya naturaleza no quiso ser: una personalidad (... ). El poeta sabe
podía definir. fue e l día triunfal de mi vida y que ya no tiene identidad. Como esas casas,
nunca tendré otro así. Empecé con un título, casi doradas, casi reales, como esos á rboles sus-
El guardián de rebaños . Y lo que siguió fue la pendidos e n la hora, é l también zarpa de sí mis-
aparición de a lguien en mí, a l que inmediata- mo. Y no aparece el otro, el doble, el verdade-
mente llamé Alberto Caeiro. Perdóneme lo ab- ro Pessoa. Nunca aparecerá: no hay otro. Apa-
surdo de la frase: en mí apareció mi maestro. rece, se insinúa, lo otro, lo que no tiene nom-
~sa fue la sensación inmediata que tuve. Y tan- bre, lo que no se dice y que nuestras pobres
to fue así que, apenas escritos los treinta poe- palabras invocan. ¿Es la poesía? No: la poesía
mas, en otro papel escribí, también sin parar, es lo que queda y nos consuela, la conciencia
Lluvia oblicua, de Fernando Pessoa. Inmedia- de la ausencia. Y de nuevo, casi impercepti-
ta y enteramente. (... )Aparecido Caeiro, traté ble, un rumor de algo: Pessoa o la inminencia
luego de descubrirle, inconsciente e indistin- de lo desconocido". {pp. 161- 163)
tamente, unos discípulos. Arranque de su fal-
so paganismo al Ricardo Reis late nte, le des- 4. La palabra edificante (Luis Cernuda)
Palabra en Liberta~ 35
El cantautor Alejandro lerner escribió al- considera que su homosexualidad no es
guna vez: "Deíender mi ideología, buena o mala una enfermedad ni un pecado sino un des-
pero mía, tan humana como la contradicción". tino libremente aceptado.
la visión de Octavio Paz sobre el poeta espa- d) Predilección wr el poema largo: "El poe-
ñol luis Cernuda es exactamente la misma y lo ma largo se enfrenta a una dificultad casi
cita: "Yo sólo he tratado, como todo hombre, insuperable: reunir extensión y concentra-
de hallar mi verdad, la mía, que no será mejor ción, desarrollo e intensidad, unidad y va-
ni peor que /a de los otros sino sólo diferente". riedad, sin hacer de la obra una colección
(p. 168) de fragmentos y sin incurrir tampoco en el
Bajo esta perspectiva Octavio Paz recono- grosero recurso de la amplificación" (p. 180)
ce en luis Cernuda las siguientes característi- e) Fue uno de los primeros en emplear el "real
cas: lenguaje usado por los hombres": Se pro-
a) Su obra tiene un alto valor moral: Su poesía puso incluir en sus textos no el lenguaje
es una crítica de nuestros valores y creen- de los libros sino el de la conversación.
cias porque pone a prueba los valores mo- Claro está que con resultados disímiles.
rales de la sociedad y porque cuestiona las O Cernuda, poeta solitario: "Cernuda no cie-
utopías políticas y los sistemas religiosos. rra ni abre una época. Su poesía, incon-
b) En él la espontaneidad y la reflexió n son fundible y distinta, forma parte de una ten-
inseparables y cada etapa de su obra es dencia universal que en lengua española
una tentativa de meditación sobre aquello se inicia, con c ierto retraso , a fines del
que expresa. Por ello dice Paz: "Estamos siglo pasado y que aún no termina. Dentro
ante un hombre que en cada palabra que de ese período histórico su generación, en
escribe se da por entero y cuya voz es in- Hispanoamérica y en España, ocupa un
separable de su vida y su muerte; al mis- lugar central. Y uno de los poetas centra-
mo tiempo, esa palabra nunca se da direc- les de esa generación es él, luis Cernuda.
tamente: entre ella y nosotros está la mira- No fue el creador de un lenguaje común
da del poeta, la reflexión que crea la dis- ni de un estilo, como lo fueron en su hora
tancia y así permite la verdadera comuni- Rubén Daría y Juan Ramón Jiménez o, más
cación (. .. ). Poeta fatal, está condenado a cerca, Vicente Huidobro, Pablo Neruda y
decir y a pensar en lo que dice. Por eso, al Federico García lorca. Y tal vez en esto
menos para mí, sus poemas mejores son resida su valor y lo que le dará influencia
los de esos años en que dicción espontá- futura. Cernuda es un poeta solitario y para
nea y pensamiento se funden; o los de esos solitarios". (p. 184)
momentos de la madurez en que la pa- Otro de los aspectos que destaca Octavio
sión, la cólera o el amor le devuelven el Paz en la vida de luis Cernuda es la homose-
antiguo entusiasmo, ahora en un lenguaje xualidad. Paz destaca la sinceridad de Cernuda
más duro y lúcido". (p. 172-173) para asumir tal situación: "Su sinceridad no es
c) Cernuda descubre el espíritu moderno gra- gusto por el escándalo ni desafío a la sociedad
cias a la influencia del surrealismo. Para (es otro su desafío): es un punto de honor inte-
Cernuda el surrealismo no fue sólo una lectual y moral. Además, se corre el riesgo de
lección de estilo, una poética o una es- no comprender el significado de su obra si se
cuela de asociaciones e imágenes verba- omite o se atenúa su homosexualidad, no por-
les, sino una encarnación de la poesía en que su poesía pueda reducirse a esa pasión -
la vida. Fue algo más: fue una moral y una eso sería tan falso como ignorarla- sino porque
pasión. Por ello, y por considerarlo como ella es el punto de partida de su creación poé-
un movimiento de liberación de la con- tica. Sus tendencias eróticas no explican a su
ciencia, Cernuda se acepta a sí mismo y poesía pero sin ellas su obra sería distinta. Su
Palabra en Liberta~
"verdad diferente" lo separa del mundo; y esa Finalmente, la poesía de Cernuda es la
misma verdad, en un segundo movimiento, lo revalo ración de la individualidad, de la verdad
lleva descubrir otra verdad, suya y de todos". del individuo frente a la verdad (o falsedad) de
(pp. 186-187) los otros. Por e llo, "el ciclo iniciado en los poe-
Este aspecto esencial de su obra tiene los mas de juventud se c ierra: negación del mun-
siguientes rasgos: do que llamamos real y afirmación de esa rea-
a) Su poesía afirma con violencia la primacía lidad real que revela e l deseo y la imaginación
del erotismo: El placer ocupa un lugar cen- creadora; exaltación de los poderes naturales y
tral en su obra, a l lado de su contrario- reconocimiento de la tarea del hombre sobre la
complementario: la soledad. tierra: crear obras, hacer vida del tiempo muer-
b) Cernuda fue muy sensible a la condición to, dar significado a l transcu rrir ciego; rechazo
trágica del amor: "En sus poemas de ju- de una falsa tradición y descubrimiento de una
ventud la violencia de su pasión choca cie- historia que aún no cesa y en la cual su vida y
gamente con la existencia inesperada de su obra se insertan como un nuevo acorde. Al
una conciencia irremediablemente ajena final de sus días, Cernuda duda e ntre la reali-
y ese descubrimiento lo llena de cólera y dad de su obra y la irrealidad de su vida. Su
pena. (. .. ). En los libros de la madurez el libro fue su verdadera vida y fue construido hora
tema de la poesía amorosa y mística de a hora, como quien levanta una arquitectura.
Occidente -"la amada en el a mado trans- Edificó con tiempo vivo y su palabra fue piedra
formada"- aparece con frecuencia . Pero de escándalo. Nos ha dejado, en todos los sen-
la unión, fin último del amor, sólo puede tidos, una obra edificante" (pp. 202-203)
lograrse si e l otro es un ser difere nte y li-
bre". (pp. 191-192)
c) Emplea pocas veces las palabras a lma o BIBLIOGRAFÍA
conciencia para hablar de sus amores. Tampo-
co alude a sus señas particulares no a aquellos Forgues, Roland. Octavio Paz, el espejo roto. Murcia,
Universidad, Secretariado de Publicaciones, 1992.
atributos que dan personalidad a la gente. Paz, Octavio. Cuadrivio: Darlo, L6pez Veforde, fussoa,
d) Para Cernuda e l amor es ruptura con e l Cernuda. 3a ed. México, D.F., Joaquín Mortiz, 1972.
orden social y unión con el mundo natural. Y Los hijos del limo I Vuelta. Bogotá, Editorial la Oveja
es ruptura porque no sólo porque su amor es Negra, 1985.
Schárer-Nussberger, Maya. Ocravio Paz: Trayectorias y
diferente al de la mayoría sino porque todo amor visiones. México, D.F., Fondo de Cultura Económi-
quebranta las leyes humanas. ca, 1989.
e) Cernuda regresa a la antigua naturaleza y Sucre, Guillermo. Nla nueva crítica•. En: Amr!rica Latina
en e lla descubre no a Dios sino a la divinidad en su literatura I Coordinación e introducción de Cé-
sar Fcrnándcz Romero. 12a ed. México, D.F., Siglo
misma, a la madre de dioses y mitos. El poder del XXI Editores, UNESCO, 1990. pp. 259-275
amor no proviene de los hombres, seres débiles, Xirau, Ramón. Octavio Paz: el sentido de la palabra.
sino de la energía que mueve a todas las cosas. México, D.F., Joaquín Mortiz, 1970.
Escuche:
"CULTURA AL DÍA"
Sóbados: 7.00 a.m. Domingos: 9.00 a.m.
RADIO NACIONAL DEL PERÚ
103,9 F.M.
850 A.M.
Dirige: Enrique Rodríguez
(•) Poeta, traductor y antologador. El artículo fue publicado en la revista, Amaru, Nº 11 . Lima, diciembre de 1969.
Palabra en Libertab
Se inicia así: El agua en la noche
Tu cuerpo en mi cuerpo
el comienzo
M anantial de huesos
el cimiento
M anantial de soles
la simiente
latente Pertenencia, localización, o posic ión e
la palabra en la punta de la lengua identidad son las relaciones que recorren el
inaudita inaudible poema de principio a fin; y es también de prin-
impar cipio a fin que opera el jefe, el principio estruc-
grávida nula tural, uniendo y separando tal como los cuer-
sin edad pos en su entrega y su recuperación, en su sali-
da y su retorno implacables.
Al leer por vez primera " Eje" (AMARU , 1,
"Eje", como gran parte del libro, trasunta
1967), lo hicimos con entusiasta y compartida
una sensualidad grávida de cosmos, un impul-
admiración. Un poema cabal. La nueva ver-
so erótico poderosamente creador, una victoria
sión que trae este libro cuenta con 28 versos en
sobre el caos y la muerte.
lugar de los 54 de la primera, y aunque nos
El poema de mayor espacio y aliento, y
cueste creer que hubiera fronda, ha sido de-
uno de los más logrados de este conjunto de
cantado con la inequívoca pericia de la madu-
rez. "Eje" es obra de diseño y equ ilibrio ejem- hermosísi mos logros, es "Cuento de dos
jardínes". Su carácter de síntesis, de perspecti-
plares. Sin desmedro de su intensidad lírica -y,
va abierta sobre un pasado reciente y rico de
por lo contrario, a favor de ésta-, presenta una
incentivos, se aclara al saber que fue 'compuesto
simetría rigurosa dentro de su unidad cerrada y
durante una travesía marítima entre Bombay y
cíclica. Principia con un verso presentativo: mi
Las Palmas, en noviembre de 1968'. El poeta
cuerpo en tu cuerpo para concluir (o para nue-
viaja con sus recuerdos, con una realidad
vamente empezar) con tu cuerpo en mi cuer-
po, paralelo y de igual corte. Entre uno y otro, trasmutada en signos que él a su vez torna en
palabras: el canto o, como lo llama, el cuento
van relampagueando concisas y vibrantes las
que va a narrarnos. Y por cima de las entrela-
aserciones que expresan la recíproca conver-
zadas, innumerables, oscuras raíces de la ex-
sión de la pareja amorosa, su prodigiosa imbri-
periencia vivida, se despliega un paisaje pleno
cación e intercambio de atributos entre el yo
de plasticidad y color pero igualmente 'mental
amante y el tú amado. Las elipsis d inamizan el
conjunto, los trueques lo llevan a un c írculo para los ojos/ mentales' -tal como Jorge Guillén
en una ocasión escribió-. En este poema, in-
permanentemente giratorio e ingrávido. Sólo
merso en particular en el tiempo (pues nos ha-
doce sustantivos son los pivotes que irán mos-
bla de un acontecer biográfico), Octavio Paz
trándose ad infinitum en el c urso d e las
hace convergir las luces de los instantes para-
permutaciones: doce puntos diamantinos de los
dój icamente intemporales propios de la v iven-
que arcaduz y artesa constituyen sugestiones
plenas del acto de amor: cia y la videncia poéticas.
Palabra en Liberta() 39
cia vigilante y soñadora; sentimiento y noción Acceso, que es conquista, a la unidad, a
del cambio, de las me tamorfosis, de la conti- la cla ridad, a la integridad. Triunfo esencial-
nuidad vital: mente clásico. Paz se ha visto compelido a
buscar las líneas de un rostro en medio del caos
Nadie acaba e n sí mismo.
palpitante, de la vida promiscua y hermosa pese
Un todo en cada uno
a todo. Lo que bulle, se agita, gira; lo que se
En otro todo,
hincha, estalla y multiplica; lo que late, resue-
En otro uno:
na y se hace estruendo hasta tocar los límites
Constelaciones.
del sile ncio y confund irse con su entraña; lo
Pero e l poema, a menudo ahondado por que es vida que es muerte que es vida, perpe-
la fuerza reflexiva, c uenta y enhebra la a néc- tuo retorno, molino inmóvil pulverizando y
dota ('Yo era niño./ Y el jardín se parecía a mi pulverizándose, toda esa plenitud, todo este
abuelo. (... ) Esa noche me enfrenté a l nim (.. . ) vacío, retó a l poeta, le exigió una respuesta: yo
Me crucé con una muchacha (... ] Nuestros cuer- miro la claridad. Tal busca y tal ha llazgo son e l
pos se hablaron, se juntaron y se fueron y timón del libro, de un libro c uyas palabras acu-
emerge e l pasado, su infancia, Mixcoac, el den imantadas por la claridad.
Ajusco, los simbólicos jardines de la India y de Ya es fó rmula bastante socorrida aplicar a
México, las lluvias reales sobre uno y otro: un a utor las frases e ncomi ást icas o
México: sobre la piedra ensangrentada interpretativas que escribiera respecto de otro;
Danza e l agua. acto de sum isión a una de esas fáciles tentacio-
1... l nes de la costumbre retórica, tanto o más fuerte
La luna que cualquier otra. Confieso, s in e mbargo, no
Era de agua, poder resistirme a transcribir e l juicio que le
El cielo se destrenzaba, mereciera a Octavio Paz un joven pintor indio
Sus trenzas (Puertas al campo, pag. 253), pues compen-
Eran ríos desatados, dia, con exactitud, esa última noción que per-
Los ríos tragaban pueblos, manece vibrando a l cerrar e l libro que tan
Muerte y vida se confundían, someramente he mos comentado. Sí, en Paz 'se
Amasijo de lodo y sol dan c ita los dones más opuestos: la visión y el
pensamie nto, los ojos y la mente'.
Se diría que la tácita intención o, si se pre-
fiere, la intuición subyacente, estriba e n e l en-
frentamiento de dos naturalezas o paisajes c ul-
tura les (los jardines), ambos sabios, prestigio-
sos y secretos. Paz ha tomado conciencia de su
condición de hombre de dos mundos y ha dado
su respuesta : 'No hay más jardines que los que
llevamos dentro'. Pe ro de esta realidad interior,
que es lo que en realidad se posee, lo que se
ha llegado a ver es finalmente 'el fijo resplan-
dor sin atributos'. Por eso el poeta concluye:
Se abisma
El jardín en una identidad Octavio, mirada a1en1a a/ mundo.
Sin nombre
Ni sustancia.
Los signos se borran: yo miro
la claridad.
40 Palabra en Libertab
Octavio Paz: El traductor (muestra)
AL POETA MEXICANO, Octavio Paz, se le co- Descálzate y camina sin miedo hasta la cama.
noció y se le reconoció como un buen traduc- También de blancas ropas revestidos los ángeles
tor. Gracias a él hemos podido leer y maravi- El cielo al hombre muestran, mas tú, blanca, contigo
llarnos con la lectura de poemas de autores in- A un cielo mahometano me conduces.
gleses, franceses, japoneses, principalmente, Verdad que los espectros van de blanco,
Pero por ti distingo al buen del mal esplritu:
traducidos a nuestra lengua: el español. He aquí
Uno hiela la sangre, tú la enciendes.
una valiosa muestra. Deja correr mis manos vagabundas
Atrás, arriba, enfrente, abajo y entre,
JOH N DONNE: "En 1958, Jaime García Mi América encontrada: Terranova,
Terrés publicó algunas excelentes traducciones Reino sólo por mi poblado,
de Donne en la Revista de la Universidad de Mi venero precioso, mi dominio.
México. Animado por su ejemplo, publiqué ese Goces, descubrimientos,
mismo año una versión de un poema de juven- Mi libertad alcanzo enrre tus lazos:
tud. El poema fue tal vez escrito poco después Lo que toco, mis manos lo han sellado.
La plena desnudez es goce entero:
de su matrimonio con Ana More y no figura en
Para gozar la gloria las almas desencarnan,
la primera edición de sus obras, hecha tres años Los cuerpos se desvisten.
después de su muerte" (Octavio Paz). Las joyas que te cubren
Son como las pelotas de Atalanta:
ELEGÍA: ANTES DE ACOSTARSE Brillan, roban la vista de los tontos.
La mujer es secreta:
Ven, ven, todo reposo mi fuerza desafla. Apariencia pintada,
Reposar es mi fuerza, pues tendido me esfuerzo: Como libro de estampas para indoctos
No es enemigo el enemigo Que esconde un texto místico, tan s6/o
Hasta que no Jo ci11e nuestro mortal abrazo. Revelado a los ojos que traspasan
Tu ceñidor desci11e, meridiano Adornos y atavlos.
Que un mundo más hermoso que el del cielo Quiero saber quién eres tú: descúbrete,
Aprisiona en su luz; desprende Sé natural como en el parto,
El prendedor de estrellas que llevas en el pecho Más allá de la pena y la inocencia
Por detener ojos entrometidos; Deja caer esa camisa blanca,
Desenlaza tu ser, campanas armoniosas Mlrame, ven: ¿qué mejor manta
Nos dicen, sin decirlo, que es hora de acostarse. Para tu desnudez, que yo, desnudo?
Ese feliz corpilJo que yo envidio,
Pegado a ti como si fuese vivo: México, 1958. Delhi, 1965
i Fuera! Fuera el vestido, surjan valles salvajes
Entre las sombras de tus montes, fuera el tocado, APOLLINAIRE: "El Músico de Saint Merry,
Caiga tu pelo, tu diadema, es uno de los poemas más turbadores y m iste-
Palabra en Libertao 41
riosos de Apollinaire (. .. ) El poema de Los pichones de las Malucas ensuciaban las
Apollinaire no es la presentación de una reali- nueces moscadas
dad : es la presentación de un poeta en la reali- Al mismo tiempo
Misi6n cat6lica de Barna qué no tienes escultor
dad" (Octavio Paz)
En otro lado
"EL MÚSICO DE SAINT-MERRY" Ella atraviesa el puente que une Bonn a Beul y
desaparece
Por fin tengo derecho a saludar a seres que no en P0tzc/1en
conozco En ese instante
Pasan frente a mf y se acumulan a lo lejos Una joven enamorada del alcalde
Mienlras que 1ado lo que yo veo en ellos me es En otro barrio
desconocido Rivaliza poeta con los marbetes de los
Y su esperanza no es menos fuerte que la mfa perfumist.as
Yo no canlo a este mundo ni a los otros astros En suma oh reidores no habéis sacado gran cosa
Yo canto todas las posibilidades de mf mismo de los hombres
fuera de este mundo y de los astros Apenas habéis extrafdo un poco de grasa de su
Canto la alegrfa de vagar y el placer de morir miseria
errante Pero nosotros que morimos de vivir lejos el uno
del otro
El 21 del mes de mayo de 1913
Tendemos nuestros brazos y sobre esos rieles
Barquero de los muertos y las merianas
se desliza un largo tren de carga
dona muerte
Millones de moscas abanicaban un esplendor Tú llorabas cerca de mísentada en el fondo de
Cuando un hombre sin ojos sin nariz y sin orejas un fiacre
Dej6 la avenida Sébastopol y en1r6 en la calle
Y ahora
Aubry- le-Boucher
Te pareces a mf desgraciadamente le pareces
Joven el hombre era moreno y ese color de
Nosotros nos parecemos como en la arquitec-
fresa en las mejillas
lUra del siglo pasado
Hombre Ah Ariadna
Esas altas chimeneas semejantes a torres
Tocaba la flauta y la música guiaba sus pasos
Subimos más alto ahora ya no rozamos el suelo
Se dewvo en la esquina de la calle Saint-Martin
Tocando el aire que yo canto y que yo inventé Y mientras el mundo vivfa y cambiaba
Las mujeres que pasaban se detenían a su lado El cortejo de mujeres largo como un dfa sin pan
Venfan de todas partes Segura en la calle de La Verrerie al músico feliz.
De pronto las campanas de Saint-Merry comen- Cortejos oh cortejos
zaron a tañer Como antaño cuando el rey iba a Vincennes
El músico dej6 de tocar y bebi6 en la fuente Cuando los embajadores llegaban a Parfs
Que esl,f en la esquina de la calle Simon-le-Franc Cuando el flaco Suger corda hacia el Sena
Después Saint-Merry se call6 Cuando el motfn morfa a los pies de Saint-Merry
El desconocido volvi6 a tocar su aire de flauta
Y volviendo sobre sus pasos se fue hasta la ca- Cortejos oh cortejos
lle de La Verrerie Las mujeres se desbordaban eran tantas y tantas
Penetr6 en ella seguido por el tropel de mujeres En todas las calles vecinas
Salfan de las casas Y se apresuraban inflexibles como la bala
Llegaban de las calles laterales los ojos locos Para seg~ir al músico
Las manos tendidas hacia el melodioso raptor Ah Ariadna y tú Páquelle y tú Amine
ti se iba indiferente tocando su aire Y tú Mia y tú Simona y tú Mavise
Se iba terriblemente Y tú Coleue y tú la hermosa Cenoveva
Todas han pasado temblorosas y vanas
Después en otra parte Y sus pasos ligeros y rápidos segufan la cadencia
A qué hora saldrá un tren hacia Parfs De la música pastoral que guiaba
En ese momento Sus ávidas orejas
Palabra en Liberta~
43
pequeño POEMAS JAPONESES, HAIKUS: "La prác-
árbol escucha tica del haikú fue (es) una escuela de concen-
siempre a los siempre niños tración (... ) El haikú fue una crítica de la expli-
cantando para siempre cación y la reiteración, esas enfermedades de
una canción hecha
la poesía". (Octavio Paz).
de silencio como el silencio de
piedra del canto.
MU KAI KYORAI
5 Cima de la peña:
allí también hay otro
Hombre no, si los hombres son dioses; mas si
huésped de la luna
los dioses
han de ser hombres, el único hombre, a veces, HATTO RI RANSETSU
es éste
Contra la noche
(el más común, porque toda pena es su pena;
la luna azules pinos
y el más extraño: su gozo es más que la alegria)
pinta de luna
un demonio, si los demonios dicen la verdad;
si los ángeles YOSA BUSON
en su propia generosamente total luz se incendian, Árbol en flor
un ángel; o (darla todos los mundos Ella lee la carta
antes que ser infiel a su destino infinito)
bajo la luna
un cobarde, payaso, traidor, idiota, soñador,
bruto: OSHIMA RYOTA
No hablan palabra
tal fue y será y es el poeta, el anfitrión, el huésped
aquel que toma el pulso al horror por defender
y el crisantemo
con el pecho la arquitectura de un rayo de sol
y por guardar el latido del monte entre sus KOBAYASHI ISSA
manos
M iro en tus ojos,
selvas eternas con su desdicha esculpe.
caballito del d iablo,
6 montes lejanos
FUENTES:
- Versiones y Diversiones. Octavio Paz. México. Joaquín Mortiz, 1974.
- Sendas de Oku. Matsuo Basho. (Prólogo de Octavio Paz).
- Puertas al Campo. Octavio Paz. España. E. Seix Barral, 1972.
Email: palabralibertad@yahoo.com
Teléf.: 843-031 O
Palabra en Liberta~ 45
Versiones y diversiones. Octavio Paz
COMO UNA CONSECUENCIA natural a su labor recuerda no sólo la preocupación y gozo del crea-
creadora, asaz múltiple y laboriosa, Octavio Paz dor (para Pound la traducción estaba más cerca
ha asumido la traducción poética que, tras lar- de ser una creación o mejor una re-creación
gos años de paciente aunque deleitable pene- que un simple traspaso de sentidos) sino la natu-
tración en los mundos del poema, ofrece hoy raleza de la poesía: ella es un compromiso, y a
en un libro, sin lugar a dudas fundamental para la vez un juego, verbal, semántico, de fijas y
el propio conocimiento de sí mismo. Y es que libres asociaciones, de reflexiones o impulsos
la creación para Paz tiene un sinnúmero de ca- sucesivos, es un mar en suma, con flujos y reflu-
ras, un dios cuya imagen nueva busca su con- jos, con un ser aleatorio, surge de una esfera
cordancia con el conjunto, traza su gravedad interior, recóndita y secreta y al propalarse se va
con los restantes miembros que la conforman: enriqueciendo, enganchándose con nuevos sen-
poesía, ensayo, traducción, en un juego que tidos hasta alcanzar su existencia corpórea. ¿Qué
no conoce límites, géneros, ni categorías. Para ha hecho Paz sino dar forma a una inquietud
este poeta crear es abordar todos los espacios anterior, la de su propia poesía? Ya en Piedra de
de la palabra, de donde procede su existencia, sol se entrecruzaban estas zonas, se remitían a
y en ese sentido su obra en conjunto, siendo poemas en otras lenguas (vgr. la alusión a un
obviamente diferente, es virtualmente semejan- texto de Nerval) y en poemas posteriores como
te. Los ensayos de El arco y la l ira, El signo y el en Viento entero o Blanco esas insinuaciones
garabato, etc. son los sustentos poéticos de sus llegaban a formas concretas: el texto dejaba de
poemas, descansan allí, con claridad, las con- ser plano para levantarse en una estructura
cepciones filosóficas y/o estructurales de cada poligráfica con resonancias multilingüísticas, a
uno de los textos; en igual medida aspiran a tal punto que todo escrito, por mínimo y dife-
esclarecer o ampliar el recinto de su obra pre- rente que éste fuera, servía como fuente para
cedente sus trabajos de traducción, al fin de adentrarse en los mil y un mundos de este autor,
cuentas, son maneras, las más singulares aca- y en ese sentido resultaba necesario un acerca-
so, cuando no las más contemporáneas, de re- m iento a este nuevo volumen.
gistrar los gustos y afinidades del traductor y Poetas chinos, japoneses se juntan aquí -
las irradiaciones del texto mismo. y este encuentro no resulta arbitrario- con los
Este libro ensambla justamente lo señala- creadores de la poesía contemporánea: Pound,
do: el poeta traduce pero se entretiene -su ejer- Williams, Bretón, Eluard, o con los fundado-
cicio dista mucho de la dura y microscópica ta- res: Nerval, Mallarmé, de los cuales en buena
rea del filólogo, obsesionado por el sentido del parte procede el poeta mexicano. Por todos ellos
poema pero no por su existencia sonora en la se hace visible un trabajo de verdadera "indus-
lengua que usa- y esa regla dota al poema de tria verbal" que se acoge a la pasión y al en-
franca libertad, de fluidez y hermosura; así se cantamiento como a la rigurosidad o inclusive
( º} Poeta y traductor. El artículo fue publicado en la Revista de Crllica Literaria Latinoamericana, Año 5, Nº 1. Lima,
1975.
Palabra en Liberta()
al azar. (pp. 7-8). A pesar de la innegable im- Alonso no hay otras que por su extensión, den
portanc ia que reviste el libro para el lector al una imagen de este excelente poeta . Ha sido
acecho de la literatura moderna, también - acertado incluir sus antiguas traducciones en
como hemos subrayado antes- sirve para inter- uno de los capítulos, tal vez el mejor logrado.
narse en las zonas lingüísticas de Paz, ratificar Si las versiones que ha llevado a cabo
sus apreciaciones sobre la traducción de libros Octavio Paz han sido realizadas por otros tra-
anteriores (El signo y el garabato, México, Joa- ductores (la poesía francesa y la inglesa han
quín Mortiz, 1973) y descubrir el nexo con dado lugar a un vasto ejercicio de buenas y
poetas de otras latitudes. La lectura y con pos- malas pruebas donde sin lugar a dudas desta-
terioridad su traducción ha permitido a Paz ir can, por la calidad y fuerza, las de Alfonso Reyes
descubriendo su personal expresión ("a partir y Manet), ello no obsta para descubrir aquí, y
de poemas en otras lenguas quise hacer poe- eso es lo real en traducción, un nuevo enfoque
mas en la mía" (p. 9) que no resulta insólita - del poema, una grata revelación que en el caso
ya Eliot habíase referido al hallazgo de su ex- de los capítulos finales adquiere un valor ex-
presión luego de la lectura de los poetas fran- cepcional. Es decir, nos referimos a los poetas
ceses, sobre todo Jules Laíorgue-, ni mucho suecos y a los poetas chinos y japoneses. Si
menos extraña por cuanto los poetas traduci- exceptuamos la traducción que de poetas sue-
dos sustentan las mismas inquietudes del tra- cos hicieron Javier Sologuren (M ercurio Perua-
ductor: el amor, lo erótico, la naturaleza, la no, Lima, 1959), y algunas muestras últimas de
búsqueda verbal referidos a poetas como diversos traductores, el trabajo de Paz debe de
Apollinaire, Tomlison o Pound. considerarse como un acierto, pues como él
A pesar de agruparse en cuatro capítulos (1 mismo anota, Auden descubre después y tra-
Versiones y diversiones; 11 Poemas de Fernan- duce a Ekelef, es decir lo ignorado cobra su
do Pessoa; 111 Cuatro poetas suecos; y IV Algu- valor real. Es de lamentar que Paz no se haya
nos orientes extremos) los poetas logran un atrevido con otros autores como Sodergran,
mejor concierto en tres grandes conjuntos, a Aspentrom o Vegnnber, indudablemente a la
excepción del primero donde Paz ha confor- altura de los conocidos M artinson o Lundkvist.
mado una unidad heteróclita (diversas lenguas Cierran el volumen las diferentes versiones
y tiempos) y accidental: los poetas allí inclui- de los poetas orientales. Con el auxilio de la tra-
dos, que van desde Don ne hasta Char, no pre- ducción literal de estos poetas, Paz reconstruye
sentan o responden a una intención de ser imá- y aviva su frescura; a veces el poema tiene va-
genes de su literatura, sino que más bien fun- riantes o es la única muestra de un autor, pero
cionan como casos aislados, traducidos a rit- cuán suficiente por ejemplo un poema de
mo de lectura -como dice el mismo autor- o Yamazaki Sokán para apreciar su enorme cali-
de azar; ya el título nos remite inevitablemente dad lírica. Aquí se pueden distinguir hasta cua-
a este caos aparente: versiones y diversiones. tro secciones que abarcan, primero a los poetas
Figuran preferentemente Reverdy, Nerval, chinos como U Po, Tu Fu o Wang Wei o des-
Eluard, Williams, Schehadé, Tomlison frente a pués a los japoneses donde destaca claramente
otros, lamentablemente, vertidos en menor es- Basho. Pero al fin de cuentas, cabe preguntarse
cala: Pound, Mallarmé, Cummings, etc., y si a ¿es el trabajo de Octavio Paz el que permite una
veces las versiones pueden ser objetadas por nueva vida del poema, más personal y arriesga-
• exceso de rigor, en líneas generales se logra un da, y de allí su mérito o su fracaso? Creemos
verdadero cometido de la traducción: no sólo que sí, el traductor si bien parte de textos que
mantener su sentido, sino además que éste sea frente a sí ondulan y son volátiles, tiene también
poético en español. necesariamente que pensar en esa forma final
Ocupan la segunda parte los poemas de moldeada en su propia lengua que aspira a ser
Fernando Pessoa. Es éste un poeta casi desco- poesía. El mérito de estas versiones radica preci-
nocido en nuestra lengua, las traducciones que samente en eso: reconstruir un texto y aproxi-
de él poseemos son escasas y salvo la de Rodolío marlo a nuestra sensibilidad.
PAZ ES CONSIDERADO uno de los grandes poe- quien sabe una obra de aprendizaje y también
tas hispanoamericanos contemporáneos, su obra el resumen de la época en que d irigía las revis-
sin duda es una inc itación a la curiosidad inte- tas Barandal y Cuadernos del Valle de México.
lectual tanto en la poes(a como en el ensayo. Esa búsqueda de encontrar la palabra, convoca
Octavio Paz supone el carácter de renovación a la poesía, ese cómo lo conduce a la poesía
y el paso de la ruptura con la tradición para que el poeta nos revela. En 1932, Paz escribe
abrirse en ciclos bastantes cercanos al acento un poema sin título, una muestra que aquel jo-
simbolista; en sus inicios, e ingresar con brillos ven de diecisiete años desea manifestarse en
en el ámbito del surrealismo, radical por sus poesía. En los versos que a continuación pre-
interrogaciones teóricas hasta poder beber en sento, el poeta ejercita interesantes compara-
las fuentes de la cultura oriental, sobre todo ciones:
japonesa e hindú. Sombra, trémula sombra de las voces.
Es el único poeta hispanoamericano que (En juventud de luces, agonizantes noches.)
ha practicado la teoría poética con el conoci- Cómo decir, camelia, la menos flor ent.re las
miento requerido, a la que suman sus estudios flores.
sobre la historia literaria de preferencia mexi- Cómo decir, tus blancas geometrías,
cana para acercarse a buena parte de escritores Cómo decir, oh sueño, tu silencio en voces.
y poetas hispanoamericanos y europeos. Ana-
lítico en el ensayo su obra intelectual se ensan- Su primer gran libro Libertad bajo palabra
cha con incontables volúmenes. Pintores, poe- (1949), señala las esencias del amor, el tiem-
tas, antropólogos, artistas, movimientos litera- po, la revelación o la palabra. El poeta se en-
rios desfilan en una múltiple evocación históri- trega a descubrirnos el sentimiento de la honda
ca. Octavio Paz dentro de este campo es autor soledad de nuestro tiempo. En la obra revela
de los siguientes ensayos: El laberinto de la los linderos de la creación como también des-
soledad (1950), Cuadrivio, La pera del olmo cubre su universo:
(1957), El arco y la lira (1965), Los signos en Allá, donde terminan las fronteras, los ca-
rotación (1965 ), Corriente alterna ( 1967), minos se borran. Donde empieza el silencio.
Claude Lévi-Strauss o el nuevo festín de Esopo; Avanzó lentamente y pobló la noche de estre-
Marce/ Duchamp o el castillo de la pureza llas, de palabras de la respiración de un agua
(1968), Conjunciones y disyunciones (1969), Sor remota que me espera donde comienza el alba.
Juana Inés de la Cruz o la trampa de la fe (1992). Invento la víspera, la nóche, el día siguiente
la obra ininterrumpida de Octavio Paz si- que se levanta en su lecho de piedra y recorre
gue presente en forma innovadora en su poe- con ojos límpidos un mundo penosamente so-
sía. Su primer libro Luna silvestre (1933), es ñado. Sostengo al árbol, a la nube, a la roca, al
(•J Poeta e historiador literario. El artículo fue publicado en GRANDES OBRAS MAESTRAS. LITERATURA HISPANO-
AMERICANA. Tomo 111. Editorial San Marcos. lima, 1998.
Palabra en Libertao
mar, presentimiento de dicha, invenciones que inmediato de la comunicación. En A la orilla
desfallecen y vacilan frente a la luz que disgrega. del mundo (1942), Paz abarca versos de distin-
(. .. ) tas épocas, en un "pathos" romántico. La ama-
Allá donde los caminos se borran donde da se presencia en concreción, el po~ta afano-
acaba el silencio, invento la desesperación, la so busca en el laberinto del amor, su defini-
mente que me concibe, la mano que me dibu- ción, y el deseo de verse a sí mismo.
ja, el ojo que me descubre. Invento al amigo ...en tus ojos me miro:
que me inventa, mi semejante, y a la mujer, mi ¿Te miras o me miras por tus ojos?
contrario: torre que corono de banderas, mu- ¿Te miras por los mios
ralla que escalan mis espumas, ciudad devas- como si fueras ya mi propio sueño?
tada que renace lentamente bajo la domina-
ción de mis ojos. Conocimiento y crítica, tiempo y caden-
Contra el silencio y el bullicio invento la cia son las preocupaciones estilísticas en los
palabra libertad, que se inventa y me inventa primeros libros de Paz. En ese orden y siguien-
cada dla. te la selección que se ofrece en su antología La
Centena; precisamente en Semillas para un him-
De Libertad bajo palabra no (1943-1955), el medio amoroso se convo-
ca dividido por la conciencia que reclama nues-
Paz así mismo publica en España el año tra presencia. La amada, los amantes compren-
1937, Bajo tu clara sombra y otros poemas so- den la presencia de Eros. En el poema "Más
bre España, y culminado en 1948, en el acápite allá del amor" el poeta anuncia la convocato-
Calamidades y milagros, Paz explica el sustrato ria del canto amoroso:
de las "palabras". Precisamente el poema Las
palabras, Paz se sirve para enunciar "el signifi- Todo nos amenaza:
cado" y los "métodos del uso de la palabra: el tiempo, que en vivientes fragmentos
divide al que fui
Dale la vuelta, del que seré,
cógelas del rabo (chillen, putas), como el machete a la culebra;
azótalas, la conciencia, la transparencia traspasa
dales azúcar en la boca, en las rejegas, la mirada ciega de mirarse mirar:
Infla/as, globos, pincha/as, las palabras, guantes grises, polvo menta
sórbe/es sangre y tuétanos, sobre la yerba, el agua, la piel;
sécalas, nuestros nombres, que entre tú y yo se levanta
cápalas, murallas de vaclo que ninguna trompeta
pisa/as, gallo galante derrumba.
tuérceles el gaznate, cocinero,
De Semillas para un himno
desplúmalas,
destripa/as, toro,
Con el grupo de Los contemporáneos, pre-
buey, arrástralas,
cisamente se manifiesta el tema de la ausencia,
hazlas, poeta,
cuyos ejemplos visibles son los poemas: "Noc-
haz que se traguen todas sus palabras.
turno", "Insomnio" y "Espejo".
De Calamidades y milagros La unidad que Octavio Paz ejercita está
relacionada por sus efectos y matices de "pre-
Paz enjuicia así el valor y el contenido de sente" y "presencia", de la poesía con relación
la palabra en un haz de enunciaciones ordena- a la " naturaleza" y el "cosmos", d~ unión a
das, graves y angustiadas, severas y exigentes. "contrarios" o de incesante búsqueda y hallaz-
Esa realidad existe en el poeta como el medio go del "origen".
Palabra en Liberta~ 49
Todo respira, vive, fluye:
la luz en su temblor,
el ojo en el espacio,
el corazón en su latido
la noche en su infinito.
De libertad bajo palabra
Palabra en Libert.a~
\
Palabra en Liberta~ 51
al poeta-crítico hablándonos del mundo mo- La benévola jeta de piedra del carbón del
derno y su verdadero propio elán poético: "Todo Jefe, del Conductor, fetiche del siglo; los
poema se cumple a expensas del poeta" dirá. yo, tú, él, tejedores de telarañas, pronom-
Ascenso y descenso de la maternidad y la inde- bres armados de uñas; las divinidades sin
pendencia del hijo, la erupción de la cólera, la rostro, abstractas. ti y nosotros. Nosotros
historia que se nutre de sueño también despier- y ti: nadie y ninguno. Dios padre se ven-
ta pasiones. Todo toca el poeta. Giran las pala- ga en todos estos /dolos.
bras a un centro inmóvil. Lo dicta al modo
becqueriano: "Así pues, existe la poesía, el amor El instante se congela, blancura compacta
existe. Y si•yo no existo no existes tú". De otro que ciega y no responde y se desvanece,
modo, el poema es un centro móvil que nos témpano empujado por corrientes circu-
lleva a descubrirnos porque el poeta ha pro- lares. Ha de volver.
puesto estas reglas: Arrancar las máscaras de la fantasía, cla-
Palabras, ganancias de un cuarto de hora var una pica en el centro sensible: provo-
arrancado al árbol calcinado del lenguaje, car la erupción.
entre los buenos días y las buenas noches,
puertas de entrada y salida y entrada de un Cortar el cordón umbilical, matar bien a
la Madre: crimen que el poeta moderno
corredor que va de ninguna parte a ningún
cometió por todos, en nombre de todos.
lado. Damos vueltas y vueltas en el vientre
animal, en el vientre mineral, en el vientre Toca al nuevo poeta descubrir a la Mujer.
Hablar por hablar, arrancar sones a la des-
temporal. Encontrar la salida: el poema.
esperada, escribir al dictado lo que dice el
·Obstinación de ese rostro donde se quie- vuelo de la mosca, ennegrecer. El tiempo
bran mis miradas. Frente armada, invicta se abre en dos: hora del salto mortal.
ante un paisaje en ruinas, tras el asalto al
secreto. Melancolía de volcán. De ¿Águila a Sol?
ÜCTAVIO PAZ ha mostrado en diversos en- lente a la de su similar europeo: desterrar éual-
sayos que la crítica también puede ser apasio- quier vestigio sacro del cuerpo social, como
nante creación y ha señalado la importancia de rezago prescindible de una etapa infantil de la
ese "doble" interno del poeta que labora silen- humanidad. Anexó la poesía a esa pueril su-
cioso y sin descanso en el momento mismo de pervivencia de una mentalidad precientííica. En
la escritura. Especialmente fecundas son sus conclusión: el modernismo sería la respuesta
reflexiones sobre la relación que se establece del espíritu al positivismo oficial, de gran in-
entre el escritor y la tradición literaria; explo- fluencia en países como México, Argentina y
rando las múltiples facetas de una modernidad Brasil durante las postrimerías del siglo XIX y
cuyos ídolos -el progreso y sus utopías- es- los primeros años del XX.
pantaron y sedujeron alternativamente a los Paz compara el desasociego anímico de
poetas capitales de Occidente. nuestros modernistas con la angustia románti-
La posición de la crítica en Hispanoaméri- ca del Viejo Mundo, aseverando que el movi-
ca en relación con el modernismo de princi- miento de Darío y Herrera viene a ser como
pios de siglo ha sido, en la mayoría de los ca- una traducción y transmutación tardía del ro-
sos, superficial; adjudicando esa misma super- manticismo que representaron Noval is o
ficialidad al movimiento que pretendía evaluar. Coleridge.
Octavio Paz ha continuado con aportaciones En su libro Los hijos del limo señala: "El
precisas el legado interpretativo procedente de modernismo fue la respuesta al positivismo, la
críticos que vieron en el modernismo algo más crítica de la sensibilidad y del corazón -tam-
qui? una moda frívola: Alfonso Reyes, Max y bién de los nervios- al empirismo y el cientismo
Pedro Henrfquez Ureña, Anderson lmbert, en- positivista. En ese sentido su función histórica
tre otros. fue semejante a la reacción romántica en el alba
No obstante, ¿se trataba únicamente de una del siglo XIX. El modernismo fue nuestro ver-
moda o hubo algo más? Paz responde así: dadero romanticismo y, como en el caso del
"U namuno veía en los 'modernistas' a unos simbolismo francés, su versión no fue una re-
salvajes parvenus adoradores de formas brillan- petición, sino una metáfora: otro romanticis-
tes y vacías. Pero no hay formas vacías o insig- · · mo". Los poetas modernistas vendrían a ser los
nificantes. Las formas poéticas dicen y lo que portavoces de una orfandad colectiva origina-
d ijeron las formas modernistas fue algo no d i- da por el escepticismo racionalista que socavó
cho en castellano: analogía e ironía" (los hijos las bases de la religiosidad tradicional en so-
del fimo). ciedades que despertaban de su letargo debido
Paz observa que el positivismo de nuestra a su incipiente modernización.
América tuvo una aspiración central, equiva- Uno de los aspectos más destacables de
(•) Profesor e investigador literario. El artículo fue publicado en el suplemento Domingo del diario La República. Lima,
10 de abril de 1994.
Palabra en Libertab 53
este movimiento literario es el cosmopolitismo, ritmo superior e íntimo, pero a su vez está d ivi-
la voluntad de insertarse en esa historia, cuyo dida porque no se puede desligar de la con-
centro parecía ocupar Europa. En su ensayo "El ciencia. Responde entonces con la ironía.
caracol y la sirena" sobre Rubén Daría, Paz La cifra de todos los misterios sería el alma
observa: "los modernistas no querían ser fran- de la mujer como metáfora de un gran alma
ceses: querían ser modernos. El progreso técni- cósmica. El modernismo revigoriza la vertiente
co había suprimido parcialmente la distancia erótica de la poesía castellana -recordemos al
geográfica entre América y Europa. Ir a París o Arcipreste de Hita y en la prosa a Fernando de
a Londres no era visitar otro continente sino Rojas-, vertiente subterránea que parecía defi-
saltar a otro siglo. Se ha dicho que el modernis- nitivamente desterrada por una intelectualidad
mo fue una evasión de la realidad americana. represiva. Despojan estos poetas de cualquier
Más cierto sería decir que fue una fuga de la burda connotación a la palabra cuerpo.
actualidad local -que era, a sus ojos, un ana- ¿Todavía tienen algo que decirnos poetas
cronismo- en busca de una actualidad univer- como Silva, Martí, Darío, Lugones, Valencia o
sal, la única y verdadera actualidad. En labios González Prada? El autor de Libertad bajo pa-
de Daría y sus amigos, modernidad y cosmo- labra responde así en Cuadrivio, refiriéndose a
politismo eran sinónimos". este grupo de poetas capitales: "Al mismo tiem-
El modernismo no representa, para Paz, po reveló un mundo sepultado y recreó los la-
solamente una "estética del lujo y de la muer- zos de la tradición española y el espíritu m~-
te". Dentro del movimiento surgiría la compren- derno. Y hay algo más: el movimiento de poe-
sión del universo como un tejido v·isible de co- tas hispanoamericanos está impregnado de una
rrespondencias, en que los fragmentos del todo idea extraña a la tradición castellana: la poesía
están regidos por el ritmo, que les confiere uni- es una revelación distinta a la religiosa. Ella es
dad. Todo vibra porque hasta la materia está el verdadero principio. No dice otra cosa la
viva. En suma, las almas están en movimiento poesía moderna, desde el romanticismo hasta
y las leyes del mundo que percibimos -tam- el surrealismo. En esta visión del mundo reside
bién las del lenguaje-- son de expansión y con- no sólo la originalidad del modernismo sino su
centración. La sensibilidad es receptiva a este modernidad".
Vea todos
los domingos a las seis
de la tarde:
PRESENCIA
CULTURAL
CANAL?
Dirige: Ernesto
Herrnoza
54 Palabra en Liberta3
Paz y la poesía mexicana
AL MOMENTO DE RECIBIR la noticia de que le la pintura mexicana, que por entonces ya había
había sido concedido el Premio Nobel de Lite- alcanzado un gran reconocimiento gracias a los
ratura 1990, Octavio Paz manifestó a la cade- mura listas mexicanos. Estaba en boga en ese mo-
na mexicana Televisa: "Siento una tremenda mento la famosa "teoría" de que México es una
alegría por la literatura mexicana", agregando: tierra de pintores y que lo demás no vale nada
"Mi alegría es también por toda la literatura la- (Paz). Pero esto es un grave error, denunciaba el
tinoamericana" (cable de AP, en: El Comercio, Premio Nobel, nacido de que mientras la litera-
13 de octubre). ¿Qué visión tiene Paz de la lite- tura no se puede atesorar ni produce réditos, esto
ratura mexicana y, más precisamente, de la sí sucede con la pintura. Y el gran poeta mexica-
parte que mejor conoce como es la poesía? Tra- no se veía obligado a recordar a sus compatriotas
taremos de aclararlo recurriendo al segundo que son innegables los méritos del Chi/am
tomo de la recopilación México en la obra de Balaam, el Popol-Vuh o los cantares líricos y sa-
Octavio Paz ("Generaciones y semblanzas") grados de los aztecas, el Primero sueño de Sor
(México: FCE, 1987). Juana, los poemas de López Velarde, la prosa
¿Cuál es la visión de Paz de la poesía mexi- espléndida de Alfonso Reyes y su poesía, los es-
cana? El escribe: " ... a pesar de la admiración critos de Vasconcelos, El gesticulador de Usigli,
que siento por la poesía prehispánica, quise li- Muerte sin fin de Gorostiza o los Nocturnos de
mitarme (a considerar) al idioma español en su Xavier Villaurrutia, entre otras obras más. El día
encarnación mexicana, del siglo XVI a la época de hoy, cuando la poesía mexicana ha alcanza-
contemporánea" (México, 11, p. 11 ). Pero pese a do un amplio reconocimiento gracias en especial
esta limitación, sus consideraciones sobre la poe- a la labor poética y ensayística del mismo Octavio
sía mexicana cubren casi cinco siglos: los de la Paz, parece inútil esta consideración, pero no
tradición de la poesía mexicana en español. ocurría así en 1954. Lo que quizás se debía a que
México no ha contado con un gran poeta nacio-
DEFENSOR DE LA POESÍA MEXICANA nal de la dimensión universal de Vallejo, pese a
todos los méritos que se reconocen en Ramón
Una de las cosas interesantes de leer los ar- López Velarde. El día de hoy lo tiene en el nuevo
tículos reunidos de Paz es comprobar cómo en Premio Nobel de Literatura 1990.
algunos casos ha cambiado su visión sobre algu-
nas circunstancias, pero cómo en otros casos son SOR JUANA Y LA LUCIDEZ POÉTICA
las circunstancias mismas las que han cambiado.
Así en un artículo "Poesía mexicana moderna" Importante me parece el título de una de
de 19S4 se veía obligado nuestro autor a defen- las vistas de conjunto de la poesía mexicana
der los meritas de la poesía mexicana ante los de del libro de Paz: "Una literatura trasplantada",
(•) Filósofo e investigador. El art(culo fue publicado en el suplemento Dominical del diario El Comercio. Lima, 28 de
octubre de 1998.
Palabra en Liberta~ 55
texto proveniente del libro sobre Sor Juana, y prehispánicas. Por esta razón, un crítico perua-
la consideración que lo justifica, que reproduzco no como Antonio Cornejo Polar ha sostenido -
in extenso: "Las literaturas, como los árboles y con independencia de Paz- que literaturas con
las plantas, nacen en una tierra y en ella me- dos o más claves lingüísticas y c ulturales son
dran y mueren. Pero las lite raturas, también a lite raturas heterogéneas. Estas ideas de las lite-
semejanza de las plantas, a veces viajan.y arrai- raturas t raspla ntadas y de las li teraturas
gan en suelos distintos. La literatura castellana heterogéneas me ·parecen ser dos vislumbres
viajó en el siglo XVI; trasplantada a tie rras ame- fundamentales, que deben ser aprovechadas en
ricanas, su a rraigo fue le nto y difícil. El proceso todas sus implicaciones y consecuencias.
de adaptación de la literatura castellana en Frente a una caracterización que, siguien-
México y en Perú fue difere nte al del resto de do un planteamiento de Pedro Henríquez Ureña,
América. No me refiero únicamente a la celeri- ha pre~entado a la poesía mexicana como cre-
dad con que los virreinatos de Nueva España y puscula r, Paz cree que en realidad cada uno d e
Perú se convirtieron en sociedades ricas y com- los poetas mexicanos tiene su hora, su espacio y
plejas-con centros urbanos de primera magni- su luz propia. Los versos de López Velarde crea-
tud como México y Lima, sino a la existencia rían una atmósfera de alcoba e iglesia, los d e
previa, en ambos países, de altas civilizacio- Alfonso Reyes no serían ni llama ni hielo sino
nes. Entre los argentinos y su tierra no se inter- brasas, tibio ambiente, melancolía sin amargu-
pone la sombra impalpable del otro lenguaje. ra, la hora de Pellicer sería la del amanecer, la
Ese lenguaje se ha disuelto con los huesos de de Gorostiza la de la madrugada y la d e
aquellos que lo hablaban: los indios e,,qermi- Villaurrutia la de la noche insomne. No crepus-
nados e n el siglo XIX. En México y en P~rú, por cular sino ém1;1/a de la llama sería la poesía mexi-
el contrario, todo alude a las civilihciones cana, una poesía de formas y colores cambian-
prehispánicas, lo mismo los nomof"es de las tes y que devora al lector y al poeta por igual.
cosas, las plantas y los animales que los nom-
bres de los lugares donde se leyantan nuestras
ciudades". (México, 11, p. 45).
LITERATURA Y LENGUAJE
OcrAv10 PAZ, agudo ensayista, es un poeta lencia, apela al prosaísmo y al tremendismo para
opulento de imágenes, conceptualista (no con- extinguir la voluntad del lector y obligarle en-
ceptista), es decir, que a menudo emplea el tonces a tragar todo el material poético o
verso en airear y propagar ideas. Obra poética antipoético que le plazca proporcionarle:
son tres volúmenes que reúnen sus libros entre
1935 y 1968. 01 Esto quiere decir que su primer En Santo Domingo mueren nuestros her-
poemario salió cuando él tenía 2 1 años. Por manos
ese tiempo viajó a París, donde se puso en con- Si hubiera parque no estar/an ustedes aquí
tacto con el surrealismo parisiense, en toda su Nosotros nos roemos los codos
plenitud. De ahí su afición a las imágenes, su En los jardines de su alcázar de estío,
estilo a menudo contradictorio. Tipú Sultán plantó el árbol de los jacobinos
El de Paz es un lenguaje dicotómico, como Luego distribuyó pedazos de vidrio
el de Neruda, a quien no sigue en sus tumultos Entre los oficiales ingleses prisioneros
ni anáforas; practica una poesía finalista. Quiere Y ordenó que se cortasen el prepucio
expresar algo y aunque se libre al demonio de Y se lo comiesen
la inspiración, más sensualista que lógico, la
suya es una lógica interna, aunque por fuera Este fragmento de Viento entero (1965)
parezca pálido fervor. En realidad, es difícil puede ofrecer una idea de la rudeza y violen-
decir dónde empieza y dónde concluye el en- cia imaginativas de algunos poemas de Paz,
sayista. Cuando, en 1955, después de compli- menos poemáticos que sus ensayos, en donde
cados v iajes a Oriente y Europa, fundó el gru- se refugia el lírico, mientras el polemista y el
po "Poesía en voz alta" ya había cortado algu- propagandista se vierten en renglones cortos,
nos de sus lazos con el surrealismo y se embe- vulgarmente llamados versos. Es poesía vio-
bía más y más en desentrañar las esencias del lenta, pareja de la nerudiana, sin el profundo
mexicano. La adjetivación a que apela es siem- contenido humano, místico del hombre, de
pre violenta e insólita. Sus colores lo son tam- Vallejo; con una rabia rítmica o arrítmica (lo
bién. Las disquisiciones y amenidades de que mismo da) que se vacía en denuestos litera-
taracea su poesía no llegan nunca a extinguir el rios y otras cuaja en serenos y hondos con-
fuego que las incendia. Intelectual por exce- ceptos filosóficos.
(•) Historiador literario y político. El artículo fue publicado en el libro, HISTORIA COM PARADA DE LAS LITERATURAS
AMERICANAS. DEL VANGUARDISMO A NUESTROS D(AS. Luis Alberto Sánchez. Editorial Losada, Argentina,
1976.
(1) La obra poética de Octavio Paz está compuesta por Libertad bajo palabra (1935-1957), Salamandra (1956-1961) y
Ladera Este (1962-1968); a fines de 1969 Barral Editores publicó La Centena (1"'emas: 1935- 1968), primera antolo-
gía de su obra realizada por e l propio autor.
Palabra en Liberta?, 57
Octavio Paz: Homenaje en.sus 75 años
ÜCTAVIO PAZ ACABA DE CUMPLIR sus 75 años sante y beligerante han hecho que esa inde-
de edad. En México, como es obvio, se ha efec- pendencia: su lucidez y su absoluta libertad
tuado una serie de homenajes destacando su como una inteligencia pensante y beligerante
magnífica obra, tanto en el campo de la poesía han hecho que esa independencia sea atacada.
como en el del ensayo. Y, la ocasión ha servi- No conviene ese mal ejemplo a aquéllos que
do también para, al igual que en otras oportu- han transformado a la literatura y a la poesía en
nidades, se le califique como la "más alta glo- propaganda de una determinada y excluyente
ria nacional" por parte de sus admiradores; y, posición ideológica.
por el otro, de sus detractores -que son tam- En la ensayística de Paz, el Perú siempre
bién varios-, como el de "adalid de la libre ha estado y está presente. Allí los nombres de
empresa en Latinoamérica". Vallejo, César Moro y de Emilio Adolfo
Lo cierto es que la ensayística y la poesía Westphalen, y los de ~zyszlo, y Blanca Varela
son otras después de que Octavio Paz escribie- no sólo expresan el amplio conocimiento que
ra El laberinto de la soledad, en lo que respecta tiene de nuestra cultura, sino que también son
a una nueva manera de ver y pensar sobre la los lazos de amistad y admiración que lo unen
identidad nacional no sólo en México sino en a nuestro país.
Latinoamérica; al igual que en poesía Libertad Octavio Paz no es un escritor popular: un
bajo palabra; que es un libro que no sólo ha best-seller. No obstante lo lee quien debe leer-
marcado hitos, sino que también ha engendra- lo. Y eso es suficiente para que la lucidez de
do libros e iluminado a los nuevos poetas. su pensamiento constituya un faro estupendo
Ligado a la izquierda radical {al trotskismo y un ejemplo de honestidad intelectual para
específicamente) en sus años mozos, optó lue- todos aquellos que piensan a Latinoamérica
go por una feroz independencia: su lucidez y como una patria común, y libre de cualquier
su absoluta libertad como una inteligencia pen- tutela je.
¡•¡ Comunicador Social e investigador literario. El artículo fue publicado en el diario Expreso. lima, 16 de abril de
1989.
58 Palabra en Libertaa
Paz con el Nobel
(•) Poeta e investigador literario. El artículo fue publicado en el suplemento, Dominical. Lima, 28 de octubre de 1998.
Palabra en Liberta~ 59
páginas de Paz señalan una de las dos ópti- adhiero!';; Octavio Paz podría decir otro
cas más sólidas (la otra corresponde a tanto con México y con las circunstancias
M ariátegui) sobre el sentido de la "Moderni- que le han tocado vivir. Hoy en día es un
dad", que haya producido América l atina. paladín de la libertad y los derechos hu-
3) Conciencia de la necesidad del discurso manos, crítico incómodo para cualquier
crftico (en Filosofía, Ciencia, medios de sectarismo político.
comunicación, etc.) en el ámbito hispáni- lo extraordinario es que Paz ha sabido plas-
co. Nadie ha meditado como Paz sobre el mar esas características tanto en la poesía (pri-
contraste entre nuestra fecundidad artísti- vilegiemos: Piedra de Sol, Ladera Este, Blanco,
ca y literaria, y nuestra debilidad científi- Vuelta y Pasado en claro), por consenso consi-
ca, filosófica, tecnológica, pedagógica, derada una de las obras fundadoras de la poe-
política y económica. sía hispanoamericana contemporánea; como en
4) Compromiso con nuestra realidad socio- el ensayo (remarquemos: El laberinto de la so-
cultural y nuestras raíces históricas. Como ledad, El arco y la lira, Las peras del olmo, Los
Vallejo, que había exclamado, universal y signos en rotación, Los hijos del limo, Sor Jua-
andino a la par: "¡Sierra de mi Perú, Perú na Inés de la Cruz o las trampas de la fe y Tiem-
del mundo,/ y Perú al pie del orbe; yo me po nublado).
60 Palabra en Liberta~
Paz en una visión particular
EL LECTOR DE OBRAS LITERARIAS, que no ejerce ñado de versos quedan abolidas las fronteras entre
la crítica, suele aferrarse a las impres iones el mundo visible y el mundo invisible.
imborrables que le suscitan algunas de ellas. Es Naturalmente, el azar, lo maravilloso y el
aquello que nos ha ennoblecido afinando prin- prurito de ocultación li teraria eran cuestiones
cipalmente la sensibilidad, y contribuyendo a que hasta entonces se me habían revelado sólo
que la realidad terrena no la divisemos como en francés, y que ahora en virtud del poeta
una franja angosta. Esto lo hemos pensado a mexicano se me revelaban en español, sin duda
raíz del premio Nobel que acaba de obtener n ítidamente. Eran los ideales máximos del su-
Octavio Paz, cuyos libros no los conocernos rrealismo, que habiendo calado en mi ánimo
en su totalidad, porque se han multiplicado sin quería cumplirlos al pie de la letra. Era el ha-
cesar a lo largo de los últimos decenios, por llazgo fortuito; las perspectivas sobrenaturales
añadidura en varias ramas del conocimiento. a través de l a poesía, y la aspiración de escon-
Pero, por suerte para uno, están las m emora- der la propia obra, y sobre todo que las huellas
bles impresiones de una antiquísima lectura de de uno se esfumaran en el mayor de los m iste-
su obra poética y, andando el tiempo, otras rios, como algunos surrealistas que literalmen-
aproximaciones que, aunque parciales, nos re- te desaparecieron.
sultaron siempre enriquecedoras. Pero las preferencias que en un día son
Las circunstancias que rodean el acto de fuertes pueden debilitarse poco a poco con el
leer son como las de cada estación del é!ño, ya tiempo, y ser reemplazadas por otras que eran
que viene acompañado de un clima ·distinto que, insospechadas en un determinado momento. De
en este caso, naturalmente lo constituye la at- modo que el antiguo lector de Paz se encami-
mósfera del reino interior de quien lee; en una nará en adelante en un sentido diferente, y ter-
palabra, sus propósitos deliberados o inconscien- . minará siendo un admirador fervoroso de la
tes. ¿Por qué ese gran entusiasmo que experi- poética modernista, principalmente de la obra
mentamos cuando descubrimos en el lejano de Rubén Daría, en razón a su férrea voluntad
1955, en una librería de Lima, su libro Libertad de estilo, sus insondables temas y las ideas ver-
bajo palabra? ¿Por qué el raro afán de que su tidas en los prólogos que escribió.
obra quedara oculta corno cosa secreta a fin de En consecuencia, en las nuevas aproxima-
preservarla? En realidad, el entusiasmo juvenil ciones que posteriormente hicimos en torno a
era porque, para mi óptica de lector, el libro Paz, hallábamos afinidades entre él y el nicara-
que había descubierto respondía, en cierta ma- güense. A l a verdad todo es explicable: antes
nera, al espíritu del surrealismo, que me intere- las preferencias personales eran por el surrea-
saba por esos días. Fijé la atención, según re- lismo contemporáneo; en cambio, ahora por el
cuerdo, en el poema "Visitas", donde en un pu- modernismo de hace cien años. Por lo tanto,
(•) Poeta. El artículo fue publicado en el suplemento, Dominical. Lima, 28 de octubre de 1998.
Palabra en LibeYUI~ 61
empezamos a ver al notable escritor mexicano prendado del pasaje memorable de "Piedra de
cercano en cierta manera a Darfo. sol", en que se exalta la fusión de la pareja
En el fondo, evidentemente, la escritura que humana en un ser total, en cuerpo y alma, por
Paz ha labrado es también merced a una férrea encima del infierno de la guerra.
voluntad de estilo; igualmente comparte con Las relecturas resultan volver maquinal-
Darío la fe en el panerotismo; y su constante mente sobre los pasos de uno. El itinerario es
reflexión acerca de la palabra poética y, en largo pero bien vale la pena repensarlo, vernos
particular, su libro El arco y la lira es como una como trasanteayer, probablemente en una ma-
holgada respuesta a la queja del nicaragüense ñana de abril, caminando sin darnos cuenta en
contra sus coetáneos que nada sabían respecto dirección de una librería limeña, donde de fijo
al arte que cultivaban. En virtud de una nueva dentro de unos instantes divisaremos la porta-
atmósfera anímica, el lector queda entonces da perla de Libertad bajo palabra.
LIBRERÍA GERMINAL
De: Virginia Vílchez S.
62 Palabra en Liberta~
Octavio Paz y el bien
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AL EXTINGUIRSE LAS LUCES del año 1990, bro- vida coincidente con los efectos de la revolución
tan como destellos fu lguraptes la prosa, la poe- mexicana y sintió sus efectos inmediatos. Empe-
sía y e l e nsayo del mexicano Octavio Paz ga- zó a bullir en él la revolución bolchevique, la
lardonado con el Premio Nobel de l ite ratura. república y la guerra civil española, la reforma
Por primera vez se da el caso de que dos escri- agraria "a la mexicana" y la política petrolera de
tores de habla castellana reciben el premio ci- Lázaro Cárdenas y la lucha contra el fascismo. Es
tado consecutivamente ya que el año pasado una pléyade jóvenes que surge a la vida descar-
íue conferido a Camilo José Cela. nada en estos versos de Octavio Paz:
la obra poética de Octavio Paz proviene
"El bien, deseábamos el bien:
de las canteras del surrealismo que progresa enderezar el mundo".
hacia la solución d e los problemas
existencialistas y de lo que Sartre llegara a ex- Después, Octavio Paz pudo darse cuenta
plicar "del ser y de la nada", con el transvase de la sangrienta manía de realizar homicidios y
de las fábulas y leyendas escondidas e n el hon- atentar contra la libertad por los marxistas en
do de lo azteca y mexicano que caminan con España, del asesinato de Trotski, el horror de
él y con sus mitos estampados con el folklore los campos de concentración de Stalin, la san-
popular. A esta concepción nacional y mítica grienta oposición en Hungría. Y el célebre es-
se adhiere en Paz la sabiduría oriental, la fatiga critor mexicano termina con la atadura
e uropea, y la espontaneidad hindú y el con- vinc ulante con los que llegaron a la estación
cepto de la libertad como d imensión histórica de Finlandia después de leer el "Archipiélago
del hombre que transforma el mundo y echa a de Gulag". Viene entonces su época de denun-
volar las cosas. ciar a los políticos de la fe marxista. Y en rela-
Octavio Paz siempre se ocupó de los pro- ción a los Estados Unidos de Norteamérica, Paz
blemas del momento y de las segregaciones del realizó un largo periplo por este país coinci-
mundo indiano y los avatares de los siglos aus- dente con su posición soñadora de un socialis-
tríaco o diecisiete y borbónico o d ieciocho. l as mo universal. Allí aprovechó a buscar una con-
páginas vividas y vibrantes de su historia mexi- ciliación en pos de progresión futura del Méxi-
cana y americana, son pinceladas como de un co que él vislumbraba. Su estancia en Oriente
maestro del Renacimiento por la prosa clara, le permitió a Paz, a partir de 1950, estudiar en
limpia y elegante. la lejanía, los complejos problemas de Occi-
Sus relaciones con la izquierda fueron in- dente y las magias utópicas del Oriente, que
ciertas y frente a los Estados Unidos de cala n hondo en su poesía y pe nsamiento.
Norteamérica, de naturaleza compleja. Es que El libro Tiempos nublados está dedicado a
Paz proviene de la generación que emergió a la los verdugos revolucionarios que pretenden
1•1 Abogado y Catedr.itico. El artículo fue publicado en la revista Oiga. lima, 18 de marzo de 1991.
Palabra en Liberta~
firió el distingo en este año que termina. Si se
habían olvidado de Borges y ahora de Sábato,
así son estos veredictos de aleatorios: se ha pre-
miado a uno de los mayores poetas de la lírica
y la lengua española y el décimo en obtenerlo;
se ha homenajeado a un intelectual de carácter
total que ha destacado con los matices del en-
sayo, la poesía y hasta de la historia y que, al
descubrirse a sí mismo, ha visto a los demás
para tomar decisiones que no son solitarias.
Paz ha reafirmado la democracia como la
única forma de convivencia política civilizada
y con esta afirmación ratifica la fe en.la sobera-
nía popular, en elecciones libres y en un régi-
men de derecho que previene a la sociedad de
la tiranía de un hombre o de una oligarquía y
del despotismo de la mayoría, es decir que sal-
vaguarde los derechos de los hombres y de los
individuos. Y Paz con su triunfo premial no ha
hecho sino reivindicar la libertad de pensar,
escribir y publicar obras literarias. Toda esta
Ocravio en un apunre. libertad nace contra las pretenciones del Esta-
do absolutista y de las distintas iglesias desde
"enderezar el mundo" para crear "un estado el siglo XVIII. Para Octavio Paz, y desde fines
totalitario" ya descrito y vaticinado por George de este siglo, vivimos el momento de grandes
Orwell. repercusiones intelectuales y pacíficas con el
la Academia Sueca que discierne el Pre- cambio en la estructura burocrática marxista de
mio Nobel de Literatura se fijó en Paz y le con- la Unión Soviética.
LA MANZANA
M()RDIDA
Director: Carlos Zúñiga Segura
Teléfono: 261-4385
Palabra en Libertao
Octavio Paz, entre
la adhesión y el repudio
A LA MUERTE de André Breton, Octavio Paz, dió nada, en Valencia, en medio de un alboro-
en el homenaje que le rindió, dijo que hablar to con trompadas durante el Congreso Interna-
del fundador del surrealismo sin emplear el len- cional de Escritores, verlo avanzar hacia la can-
guaje de la pasión era imposible. lo mismo dela remangándose los puños. ¿No era impru-
podría decirse de él, pues, a lo largo de su vida, dente querer dar sopapos a los 73 años? "No
sobre todo las últimas décadas, vivió la contro- podía permitir q ue le pegaran a mi amigo Jorge
versia, desatando a su alrededor adhesiones en- Semprún", me explicó.
tusiastas o abjuraciones feroces. La polémica Pasar revista a los temas de sus libros pro-
continuará en torno a su obra ya que toda ella duce vértigo: las teorías antropológicas de Claude
está impregnada hasta las heces del siglo en Lévi-Strauss y la revolución estética de Marcel
que vivió, desgarrado por la confrontación ideo- Duchamp; el arte prehispánico, los haikus de
lógica y las inquisiciones políticas, las guerri- Basho y las esculturas eróticas de los templos
llas culturales y la vesania intelectual. Vivió hindúes; la poesía del Siglo de Oro y la lírica
espléndidamente sus 84 años, zambullido en anglosajona; la filosofía de Sartre y la de Ortega
la vorágine de su tiempo por una curiosidad y Gasset; la vida cultural del Virreinato de la
juvenil que lo acompañó hasta el final. Partici- Nueva España y la poesía barroca de Sor Juana
pó en todos los grandes debates históricos y Inés de la Cruz; los meandros del alma mexica-
culturales, movimientos estéticos o revolucio- na y los mecanismos del populismo autoritario
nes artísticas, tomando siempre partido y expli- instaurado por el PRI; la evolución del mundo a
cando sus preferencias en ensayos a menudo partir de la caída del muro de Berlín y el desplo-
deslumbrantes por la excelencia de la prosa, la me del imperio soviético. l a lista, si se añaden
lucidez del juicio y la vastedad de su informa- los prólogos, conferencias y artículos, podría
ción. No fue nunca un diletante ni un mero continuar por muchas páginas, al extremo de
testigo, siempre un actor apasionado de lo que que no es exagerado decir de él que todos los
ocurría en torno suyo y uno de esos rara avis grandes hechos de la cultura y la política de su
entre las gentes de su oficio que no temía ir tiempo excitaron su imaginación y le suscitaron
contra la corriente ni afrontar la impopularidad. estimulantes reflexiones. Porque, aunque nunca
En 1984, poco después de que una manifesta- renunció a esa pasión que bulle entre líneas aun
ción de perfectos idiotas mexicanos lo quema- en sus más reposadas páginas, Octavio Paz fue
ra en efigie (coreando, frente a la embajada de sobre todo un pensador, un hombre de ideas,
Estados Unidos: "Reagan, rapaz, tu amigo es un formidable agitador intelectual, a la manera
deprimido, lo encontré regocijado como un de un Ortega y Gasset, acaso la más perdurable
colegial. Y tres años más tarde no me sorpren- influencia de las muchas que aprovechó.
(' ) Novelista y Ensayista. El artículo fue publicado, en el seminario de información y an,füsis, Proceso, Nº 1284.
México.
Palabra en Liberta~ 65
A él le hubiera gustado, sin duda, que la apelar a la inteligencia del lector al mismo tiem-
posteridad lo recordara ante todo como poeta, po que a su sensibilidad y a sus oídos.
porque la poesía es el príncipe de los géneros, Como nunca fue comunista, ni compañero
el más creativo, el más intenso, como él mis- de viaje, y jamás tuvo el menor empacho en
mo mostró en sus hermosas lecturas de Quevedo criticar a los intelectuales que, por convicción,
y de Villaurrutia, de Cernuda, Pessoa y tantos oportunismo o cobardía fueron cómplices de las
otros, o en sus admirables traducciones de poe- dictaduras (es decir, las cuatro quintas partes de
tas ingleses, franceses y orientales. Y él fue un sus colegas), éstos, que envidiaban su talento,
magnífico poeta, sin duda, como descubrí yo, los premios que le llovían, su presencia conti-
todavía estudiante, leyendo los fulgurantes ver- nua en el centro de la actualidad, le fabricaron
sos de Piedra de Sol, uno de los poemas de una imagen de conservador y reaccionario que,
cabecera de mi juventud que siempre releo con me temo, va a tardar en disiparse: los carroñeros
inmenso placer. Pero tengo la impresión de que han comenzado ya a ensañarse con sus despo-
buena parte de su poesía, la experimental prin- jos. Pero, la paradójica verdad es que, en lo
cipalmente (Blanco, Topoemas, Renga, por político, desde su primer libro de ensayos, de
ejemplo) sucumbió a ese afán de novedad que 1950, El laberinto de la soledad, hasta el último
él describió en sus conferencias de Harvard Los dedicado a este tema, de 1990 (Pequeña cróni-
Hi¡os del limo: del romanticismo a la vanguar- ca de grandes días), el pens·a miento de Paz estu-
dia (Seix Barral, 1974) como un sutil veneno vo mucho más cerca del socialismo democráti-
para la perennidad de la obra de arte. co de nuestros días que del conservadurismo e,
En sus ensayos, en cambio, fue acaso más incluso, que de la doctrina liberal. De las sim-
audaz y original que en sus poemas. Como tocó patías trotskistas y anarquistas de su juventud
tan amplio abanico de asuntos, no pudo opinar marcadas por el surrealismo evolucionó luego
sobre todos con la misma versación y en algu- hasta la defensa de la democracia política, es
nos de ellos fue superficial y ligero. Pero, in- decir, del pluralismo y el Estado de Derecho.
cluso en esas páginas pergeñadas a vuelapluma Pero el mercado libre le inspiró siempre una
sobre la India o el amor, que no dicen nada desconfianza instintiva -estaba convencido de
demasiado personal ni profundo, lo que dice que anchos sectores de la cultura, como la poe-
está dicho con tanta elegancia y claridad, con sía, desaparecerían si su existencia dependía sólo
tanta inteligencia y brillo, que es imposible del libre juego de la oferta y la demanda- y por
abandonarlas, hasta el final. Fue un prosista de ello se mostró a favor de un prudente
lujo, uno de los más sugestivos, claros y lumi- intervencionismo del Estado en la economía para
nosos que haya dado la lengua castellana, un -sempiterno argumento socialdemócrata- corre-
escritor que modelaba el idioma con soberbia gir los desequilibrios y excesivas desigualdades
y seguridad, haciéndole decir todo lo que se le sociales. Que alguien que pensaba así y que
pasaba por la razón o por la fantasía -a veces, había condenado con firmeza todos los actos de
verdaderos delirios razonantes como los que fuerza estadounidenses en América Latina, in-
chisporrotean en Conjunciones y disyunciones- cluida la invasión a Panamá, fuera equiparado
con una riqueza de matices y sutilezas que con- con Ronald Reagan y víctima de un acto
vertían sus páginas en un formidable espectá- inquisitorial por parte de la "progresía", dice le-
culo de malabarismo retórico. Pero, a diferen- guas sobre los niveles de sectarismo e imbecili-
cia de un Lezama Lima, ni siquiera cuando se dad que ha alcanzado el debate político al sur
abandonaba al juego de las palabras, sucum- del Río Grande.
bía en la jitantáfora (como llamó Alfonso Reyes Pero es cierto que su imagen política se
al puro verbalismo, sin nervio y sin hueso). vio algo enturbiada en los últimos años por su
Porque él amaba tanto el significado concep- relación con los gobiernos del PRI, ante los que
tual como la música de las palabras, y éstas, al moderó su actitud crítica. Esto no fue gratuito,
pasar por su pluma, siempre debían decir algo, ni, como se ha dicho, una claudicación debida
66 Palabra en Liberta~
a los halagos y pleitesías que multiplicaba ha- En 1995, en la
Casa de la
cia é l el poder con el ánimo de sobornarlo.
Cultura de
Obedecía a una convicción que, aunque yo creo Mt!xico
errada -a ello se debió e l único d iferendo que firmando
levantó una sombra fugaz en nuestra amistad ejemplares de
su libro
de muchos años-, Octavio Paz defendió con
Vislumbres de
argumentos coherentes. Desde 1970, en su es- India.
pléndido análisis de la realidad política de
México, Postdata, sostuvo que la forma ideal
de la imprescindible democratización de su país
era la evolución, no la revolución, una reforma
gradual emprendida al interior de l propio siste-
ma mexicano, algo que, según él, e mpezó a
tener lugar con el gobierno de Miguel de la
Madrid y se aceleró luego, de manera irreversi- to impulsado a decir que Octavio Paz, poeta y
ble, con el de su sucesor, Salinas de Gortari. escritor abierto a todos los vientos del espíritu,
Ni siquiera los grandes escándalos de corrup- ciudadano del mundo si los hubo, fue así mis-
ción y crímenes de esta administración lo lle- mo un mexicano raiga!. Aunque, confieso, no
varon a revisar su tesis de que sería el propio tengo la menor idea de lo que eso pueda que-
PRI -esta vez simbolizado por el presidente rer decir. Conozco muchos mexicanos y no hay
Zedilla- quien pondría fin a l monopo lio políti- dos que se parezcan entre sí, de modo que,
co del partido gobernante y traería la democra- respecto a las identidades nacionales suscribo
cia a México. con punto y comas la afirmación del propio
Muchas veces me pregunté en estos años Octavio Paz: "la famosa búsqueda de la iden-
por qué el intelectual latinoamericano que co n tidad es un pasatiempo intelectual, a veces tam-
mayor lucidez había autopsiado el fenómeno bién un negocio, de sociólogos desocupados".
de la dictadura (en El ogro filantrópico, 1979) y Salvo, claro está, que ser mexicano raigal quie-
la variante mexicana del autoritarismo, podía ra decir amar intensamente a México -su pai-
hacer gala en este caso de tanta ingenuidad. saje, su historia, su arte, sus problemas, su gen-
Una respuesta posible es la siguiente: Octavio te-, lo que, por c ierto, volvería también mexi-
Paz sostenía semejante tesis, menos por fe en canos raigales a un Malcom Lowry y un John
la aptitud del PRI para metamorfosearse en un Huston. Paz amó México y dedicó mucho tiem-
partido genuinamente democrático, que por su po a reflexionar sobre él , a estud iar su pasado
desconfianza pugnaz hacia las fuerzas políti- y discutir su presente, a ana lizar sus poetas y
cas alternativas, e l PAN (Partido de Acción pintores, y en su obra inmensa México cente-
Nacional) o el PRD (Partido de la Revolución llea con una luz de incendio, como realidad,
Democrática). Nunca creyó que estas forma- como mito y como mil metáforas. Que este
ciones estuvieran en condiciones de llevar a México sea seguramente mucho más fantaseado
cabo la transformación política de México . El e inventado por la imaginación y la pluma de
PAN le parecía un partido provinciano, de es- un creador fuera de serie que el México a se-
tirpe católica, demasiado conservador. Y el PRO cas, sin literatura, e l de la pobre realidad, es
un amasijo de expriistas y excomunistas, sin transitorio. Si de algo podemos estar seguros es
credenciales democráticas, que, probablemen- que, con el paso inexorable del tiempo, aquel
te, de llegar al poder, reestablecerían la tradi- abismo se irá cerrando, que e l mito literario irá
ción autoritaria y cliente lista que pretendían envolviendo y devorando a la realidad, y que,
combatir. Toquemos madera para que la reali- más pronto que tarde, fuera y dentro, México
dad no confirme este sombrío augurio. será visto, soñado, amado y odiado , en la ver-
Como todos lo dicen, yo también me sien- sión de Octavio Paz.
Palabra en Libertab
Memoria de Octavio Paz
No HE VENIDO aquí para hablarles de la poe- muy pocos años. Sin embargo se trataba de un
sía, ni de los ensayos ni de la obra crítica de hombre que había vivido desde muy temprano
Octavio Paz. Es muy fácil comprobar que sen- la singular aventura de la guerra civil española
tadas ante esta mesa hay personas con mayor y del famoso congreso de escritores antifascistas
autoridad que la mía para dar su opinión sobre de 193 7, en donde sin duda descubrió su ma-
esos temas. yor comunidad cultural, y en el que para darles
He venido simplemente para pagar una una referencia más próxima y familiar, se co-
antigua deuda con mi modesto testimonio, deó con figuras como Vallejo y Neruda, para
empeñándome en ese alevoso juego que es el hablar solamente de los más grandes poetas
ejercicio de la memoria, y tratar de conversar latinoamericanos.
con ustedes. Recordando una lejana época de A esa edad, Octavio había fundado en
mi vida en que tuve la suerte de conocer a M éxico, su ciudad natal, más de cuatro revis-
Octavio Paz, quien generosamente me dio su tas, entre ellas Taller y El Hijo Pr6digo, las cua-
amistad y su ejemplo. Van a disculparme si en les tuvieron el acierto de acoger en sus páginas
el transcurso de esta breve plática me permito a la diáspora española de esa época; y además
algunas licencias. En algún momento no me justamente el año en que lo conocimos -hace
voy a referir a Octavio Paz, sino a Octavio, a aproximadamente medio siglo- publicó Liber-
secas; y en otras ocasiones, cuando hable de tad bajo palabra, y al año siguiente, en 1950,
circunstancias precisas, tal vez lo haga en plu- lo que él, el propio poeta llamó su "verdadero
ral, asumiendo la presencia y la opinión de al- primer libro", El laberinto de la soledad, que
gunos de mis compañeros de entonces. increíblemente recibimos autografiado de sus
Octavio Paz, en la época en que lo cono- propias manos. Este ensayo apareció en cua-
cimos, si rr:ial no recuerdo en pleno otoño de dernos americanos y se convirtió en nuestra
París, en el año 1949, acababa de cumplir 35 biblia de j uventud y en un libro de cabecera
años. Sin embargo para nosotros-cuando digo por algunos años.
nosotros hablo de Fernando de Szyszlo y de mí Fuimos presentados a Paz por el poeta pe-
que recién casados acabábamos de llegar a Fran- ruano Enrique Peña Barrenechea, tío de nues-
cia, muy jóvenes, muy desconcertados y con tro gran amigo el poeta Javier Sologuren y her-
muchas más ilusiones q ue dinero- para noso- mano de otro poeta, fallecido tempranamente,
tros Octavio Paz era un persona mayor, con Ricardo Peña Barrenechea. Por una feliz coin-
gran experiencia de las letras y el arte, en fin, cidencia, Paz y Peña Barrenechea eran secre-
de la cultura en general; y eso era algo q ue no tarios de sus respectivas embajadas en París, y
tenía relació n con su edad, pues 35 años eran fue nuestro amigo peruano quien le contó a su
(•) Poeta. El texto íue leído por nuestra poeta, en la Pontificia Universidad Católica del Perú, y fue reproducido en la
publicación homenaje a Octavio Paz en la edición de EE.GG. de la Facultad de Letras de dicha casa de estudios.
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Meridiano Cultural
70 Palabra en Liberta~
La guerra de Octavio Paz
EN UNO DE tos POEMAS en prosa del libro zó con El laberinto de la soledad, libro que hoy
"Aguila o Sol", Octavio Paz, en plena guerra es clásico sobre el tema de la identidad no so-
verbal, escribió: "Ahora, después de los años, lamente del mexicano sino del ser humano, has-
me pregunto si fue verdad o un engendro mi ta el pensamiento hindú, el budista o la poesía
adolescencia exaltada: los ojos que no se cie- de Basho.
rran nunca ... ". Ese esfuerzo constante de disciplina que
Es curioso que e l más poeta de los poetas demanda con autoridad la literatura fue un ter-
mexicanos se interrogara hace ya tantos años co empeño de Octavio Paz y le permitió nave-
sobre esta suerte de metafísica de la eternidad, gar, como un galeote, del poema al ensayo en
porque, quizá, nada ha descrito mejor al pro- situación, del ensayo en situación a la traduc-
pio Octavio Paz que esa frase: "los ojos que no ción no siempre puntual, pero, de manera infa-
se cierran nunca". lible, amante.
Los ojos de Paz no se cerrarán nunca, no se Octavio Paz hubiera podido suscribir s in
han cerrado nunca, nunca han cesado de ver. vacilaciones dos aforismas-con sabor a ukases-
Uno: Despierto o en sueños -como que- de Mario Vargas Llosa: "El escritor debe traba-
ría Saint Pol-Roux-, el poeta construyó sus jar como un peón" y "la literatura es fuego".
poemas, y en la vigilia llevó el haz de luz de Dos: Los poemas de juventud, "la edad
una inteligencia realmente excepcional sobre dorada", lo presentan como un impenitente
todo lo que veía a su alrededor. Esta reflexión de la forma que termina por ocultar, detrás
sobre el mundo y sobre las ideas, esta vida de la máscara, esa herramienta cortante, que
que era una meditación permanente sobre la debió serle de necesidad extrema para sobre-
vida misma y que al mismo tiempo no quería vivir ya que la afiló con tanto cuidado y tena-
ser solamente reflexión sino experiencia per- cidad: el intelecto erudito que se vuelca a la
sonal, esta toma de posición se expresa de lectura caníbal de los modernistas latinoame-
una forma tan hermosa como definitiva en el ricanos, la poesía de Fernando Pessoa y la
poema "Ladera Este": poesía española, la literatura anglosajona y
"Los absolutos las eternidades y sus aleda- oriental, la lingüística, siempre la lingüística.
ños no son mi temafTengo hambre de vida y Sin embargo, e l lirismo presta un suave per-
también de morir". fume y es demasiado evidente en sus poemas
Esta pasión de ver y registrar ("A oscuras tempranos, desde Raíz del hombre hasta Luna
voy y planto signos ... ") lo llevó desde la re- silvestre, pasando por Desde tu clara sombra.
flexión sobre la palabra y su función hasta Lévi- Se trata, sin duda, de una estación de trán-
Strauss y su festín de Esopo. Desde una medita- sito rápido, donde más bien se reposa alampa-
ción ininterrumpida sobre México que comen- ro de la sombra, los sueños, la edad dorada, el
(•) Comunicador Social. El artículo fue publicado en el diario, La República. lima, 26 de abril de 1998.
Palabra en Liberta~ 71
amor, la gloria, la fama y todos esos años por dice- un encuentro que me afectó profunda-
vivir, aún no vividos. mente: llegaron a nuestro país el poeta
Es, precisamente en esta estación, donde surrealista Benjamín Peret, el peruano César
sorprendemos -y somos significados- por una Moro, el escritor revolucionario Víctor Serge,
conciencia social anárquica, que se rebela con- Jean Malaquias y otros".
tra la guerra civil española y que se resume en En un prólogo, hablando de su actitud fren-
cinco metros de poemas: No pasarán. te al muralismo nos participa un descubrimien-
La estación de tránsito dura lo que demo- to importante, dice: "Mis reservas frente a los
ran dos trenes que cumplen exactamente con muralistas eran políticas, morales y estéticas,
su horario. pero, sobre todo, eran legítimas y necesarias:
Octavio Paz se vuelca al surrealismo "cuya su retórica ahogaba a los artistas jóvenes. Yo
influencia para mí ha sido decisiva" y se ini- quería respirar el aire libre del mundo. No tar-
cian los poemas como "idea de rebelión, de dé en respirarlo".
amor, de libertad, siempre en relación con el Luego, su primer contact9 con los museos,
hombre". en este caso el Museo de Arte Moderno de Nue-
De esa corriente le conmueve "su carácter va York y el Museo Metropolitano, su descu-
de aventura colectiva y el hacer de la poesía el brimiento del arte moderno, de Picasso, Braque
alimento propio de la sociedad" como dice en y Gris {a éste lo llama su silencioso maestro).
Convergencias y divergencias. "Mi aprendizaje -dice- fue tambié n un
Pese a ello, no se encuentra en la guerra desaprendizaje ... Me di cuenta de que la mo-
verbal de Octavio Paz el desgarramiento de dernidad no es la novedad y que, para ser real-
André Breton, quien nos cuenta pacíficamente mente moderno, tenía que regresar al comien-
su visita al carbonero y cambia bruscamente zo del comienzo. Un encuentro afortunado con-
de tono para reclamar airadamente la presen- firmó mis ideas: en esos días conocí a Rufino
cia de los cosacos cuyos caballos deseaba ver Tamayo ... Ante su pintura percibí clara e in-
bebiendo en la Fuente de la Concordia. mediatamente que Tamayo había abierto una
Hay en el Premio Nobel mexicano una brecha. Se había hecho la misma pregunta que
reflexión en el poema, una inteligencia inter- yo me hacía y la había contestado con aquellos
puesta entre la escritura automática y la página cuadros a un tiempo refinado y salvajes. Qué
en blanco, hay-y este es, quizá su mayor mé- decían. Yo traduje sus formas primordiales y .
rito- una "desesperada tentativa para encarnar sus colores exaltados a esta fórmula: la con-
en los tiempos". quista de la modernidad se resuelve en la ex-
Pausadamente, con la convicción de quien ploración del subsuelo de México. No el
se mantiene firme en el cambio, luego de tradu- subsuelo histórico y anecdótico de los muralistas
cir elocuentemente a Stephane Mallarmé, la in- y los escritores realistas sino el subsuelo psí-
clinación al hermetismo tiñe sus poemas y ya quico".
nos encontramos con el poeta deliberado, ma- Cuatro: Pero, es en el ensayo donde esa men-
duro, que realiza una simbiosis con sus lectores. te lúcida y aguda se desenrosca a sus anchas.
Esa obra, rica y sensual, controvertida, re- En 1944, obtuvo la beca Gugghenheim y
tocada con meditaciones sobre el Oriente - se trasladó a los Estados Unidos, para descubrir
como quien se avergüenza un poco de la "edad "la realidad asombrosa y terrible de la civil iza-
dorada"- se reúnen finalmente en Libertad bajo ción norteamericana".
palabra. De su paso por el país del norte surge uno
Tres: En esta reflexión permanente la pin- de sus libros más importantes: El laberinto de
tura y las artes visuales, en general, ocupan un la soledad.
espacio importante en la obra crítica de Paz. "Mito y realidad: la modernidad era la an-
A su regreso de la España en guerra de 1937 tigüedad más antigua. Pero no era una antigüe-
halla en México a los exiliados y "después - dad cronológica, no estaba en el tiempo de
Palabra en Libertao 73
En soledad sin Paz
UNA PROFUNDA SENSACIÓN de soledad, de ha- pocas veces vista en e l siglo XX. Lúcido y sen-
ber perdido un punto de apoyo o de referencia sitivo, racional e intuitivo, preciso y sugerente,
capital, nos abruma al enterarnos de la muerte capaz de dominar los recursos del verso y de la
del gran escritor mexicano Octavio Paz (1914- prosa, a la vez.
1998), Premio Nobel de Literatura de 1990. la poesía en él era otra dimensión de la
Reflexionando sobre la trayectoria históri- reflexión y de la búsqueda intelectual; y el en-
ca de su querido México, Octavio Paz juzgó, sayo, otra faceta de la aprehensión integral
precisamente, crucial el tema de la Soledad, (afectiva, intelectiva y volitiva) característica de
en uno de los ensayos más importantes que se la óptica poética. Por eso no se sintió satisfe-
haya publicado este siglo en América Latina: cho con las propuestas filosóficas raciona listas
"El laberinto de la soledad" ( 1950). tan frecuentes en la cultura "occidental"; y se
Sus meditaciones han sido luminosas para nutrió de sendas y tradiciones acordes a esa
innumerables pensadores y artistas, entre ellos aprehensión integral: pensamiento mítico, iti-
García Márquez, con resonancias patentes hasta nerario místico, rutas de meditación de "Orien-
en los títulos de sus libros que parecen desglo- te" (India, China y Japón, básicamente), corrien-
sar el de Paz: "Cien años de soledad" y "El ge- te romántica, escuela simbolista, movimiento
neral en su laberinto", aunque en este segundo surrealista (su anhelo de una suprarrealidad),
caso, coadyuve una resonancia mayor, la de antropología estructuralista (traza conexiones
los laberintos de Borges. entre todos los aspectos de la organización so-
Para remediar o conjurar la Soledad, Paz cial y las construcciones culturales, sólidamen-
desplegó, a lo largo de su activa y fructífera te sustentadas en el análisis de los mitos), etc.
existencia, una abundante producción de en- En más de una ocasión, Paz consignó que
sayos y poemas, sobresaliendo en ambos géne- América Latina ya había alcanzado una "ma-
ros a nivel no sólo hispánico, sino planetario. yoría de edad creadora" en la poesía y en la
Si se ha impuesto reputado como uno de los narrativa, pero todavía estaba lejos de poseer
"fundadores" de la poesía hispanoamericana una "mayoría de edad" e n e l pensamiento, en
contemporánea, al lado de Vallejo, Huidobro, la actividad filosófica, ideológica y crítica.
Neruda y Borges; bien corresponde afirmar otro Es decir, en un balance del siglo XX, no
tanto en lo concerniente al ensayo, colocán- podía dejar de considerarse poetas, cuentistas
dolo al lado de Mariátegui, Henríquez Ureña, y novelistas latinoamericanos; pero no ocurría
Borges, Martínez Estrada y su compatriota Al- lo mismo si necesitábamos mencionar a los prin-
fonso Reyes. cipales filósofos o pensadores de la centuria, a
En Paz supieron enlazarse las condiciones escala mundial. De ahí que consagró buena
del crítico y las del creador, en una medida parte de su existencia a "forjar" dicha mayoría
(º) Poeta y crítico literario. El artículo fue publicado en el diario El Comercio. Lima, 26 de abril de 1998.
74 Palabra en Liberta~
de edad crítica, publicando libros y coleccio- ma, el relato y la meditación en "El Mono gra-
nes, dirigiendo revistas, dictando cursos, etc. mático" (1970).
Cabe destacar, además de "El laberinto de la Además, Paz ha dedicado muchos esfuer-
soledad", los libros "El arco y la lira" (1956), zos a la traducción de poetas de diversas latitu-
"Claude Lévi Strauss o el nuevo festín de Esopo" des (Basho, Pessoa, etc.), dispuesto a ampliar el
(1967), "Los hijos del limo" (1974), "El ogro horizonte mental de la cultura iberoamericana.
filantrópico" (1979) y "Sor Juana Inés de la Cruz Detrás de todo, postulaba salidas contra la So-
o las trampas de la fe" (1982); y las revistas ledad: el amor de la pareja erótica (con reso-
"Plural" y "Vuelta". nancias platónicas, románticas y surrealistas):
En un homenaje a Paz, el gran escritor ar- la solidaridad (pasar de "solitario" a "solitario");
gentino Julio Cortázar (quien había nacido el el salto (con mucho eco místico y "oriental",
mismo año de 1914) sostuvo que ningún escri- pero también psicoanalítico) a la "otra orilla"
tor latinoamericano de su generación lo había que nos aguardaba dentro de nosotros; la asun-
ayudado tanto como Paz a asimilar crítica y ción de arquetipos, ritos y constantes míticas de
creadoramente el legado cultural de Occidente la condición humana; la transfiguración trascen-
y Oriente, sólidamente interesado por el esta- dental desencadenada por la escritura poética.
do actual y las perspectivas futuras del mundo En otros planos, condenó el ejercicio autori-
entero. Incluso, podría afirmarse que en Paz la tario del poder y el dogmatismo ideológico; lla-
madurez del crítico (con el citado "El Laberinto mó al diálogo auténticamente plural y enriquece-
de la soledad") precedió a la del poeta (entre dor. Por cierto, también superar el eurocentrismo
1950 y 1957 compone "Semillas para un him- y el orientalismo excluyentes, a favor de una vi-
no", "la estación violenta" y ese poema sobe- sión verdaderamente global, con la Ladera Oeste
rano, uno de los grandes del siglo: "Piedra de y la Ladera Este de la humanidad. A esa visión
Sol"). La ulterior escritura de los poemarios "Sa- universal apuntaron Voltaire, Goethe y Pound.
lamandra" (1962), "Ladera Este" (1969), "Blan- Paz (y Borges) ilustran esa dirección en América
co" (1966), "Topoemas" (1968), etc. se halla Latina. Descansen nuestra inteligencia y nuestra
estrechamente vinculada con los ensayos de sensibilidad en Paz. Para seguir su lucha contra
esos años, labrando una feliz fusión del poe- la Soledad, descansemos en Paz.
fll\Ui~VJ.,1.fl.:.I.J
., .U.lllJ DO
Palabra en Libertab 75
Octavio Paz, el sol oscuro
RECORDAR HOY A Octavio Paz es para mí tes y un después. Y que no salió de allí el m is-
volver a la India. A las calurosas noches de Delhi mo.
en que con mis colegas, en las 'cofee nights" En servicio estuvo en dos oportunidades.
del colombiano David Sánchez Juliao, emba- Primero como tercer secretario o v icecónsul y
jador de letra y novela; el brasilero Octavio luego corno embajador. Y del recuerdo de sus
Rainho, once años en la India; el chileno Ortiz, d ías iniciales está la anécdota de su sorprendi-
cuatro; la cubana Sonia Díaz, quince; el ar- da retina, el primer día, al llegar a Bombay,
gentino Baugpe, seis, naturalmente el mexica- puerto central que resume el tráfico del Océa-
no Pedro Gonzales-Rubio, doce entre Delhi y no Índico y el Go lío Pérsico , desde cientos de
alrededores, y Siamaprasad Gangluy, fraternal años atrás, anécdota de la que quedan testimo-
romanista bengalí que hablaba español como nios, no sólo orales en la gente de la misión
el hindi, lo leíamos, lo comentábamos y que- mexicana, sino escritos del propio Paz.
ríamos pasar del laberinto de nuestra soledad All í están ante sus ojos enceguecidos, en
al inextricable de la India, que creíamos no d i- el meridiano del Sol, las calles pobladas, estre-
ferente al nuestro, sólo que distante. chas y multicolores de Colaba Causeway, del
Andaríamos en estos afanes muchas no- Ramchandani M argen la Strand Road, cerca al
ches. Y fue para mí un enorme estímulo el po- puerto, el lndian Gate - símbolo de ingreso para
der v islumbrar la grande huella del Paz que nos los navegantes-, la N ariman Road o el Chor
precedió y que hacía más fácil nuestro camino. Bazaar, 'M ercado de las Pulgas' , la isla de
Fue y seguía siendo el latinoamericano 'emba- Elefantina y sus cuevas búdicas. En fin, su cor-
jador de M éxico', un M éxico hecho de la amal- dial sorpresa ante un mundo tan parecido y, a
gama nuestra, siem pre presente en el espacio la vez, tan lejano. Fue su ingreso definitivo al
d rávida y aryo, apoyado en la solidaridad de universo ind io, al cual volvería en sus varios
los ' latinos' - que allí más que nunca nos sen- retornos, en uno de ellos, corno embajador, para
tíamos una sola familia-, partes de una Améri- una larga estada, de la cual hasta hoy queda
ca hecha de la unid ad en la diversidad, no d i- claro recuerdo.
ferente de la Ind ia, en la que distintas socieda- Se sabe de sus viajes al Sur. H asta el estre-
des particulares se reclaman hijas de un solo cho de Corom andel. A Trivandrum, G o a,
proceso y dueñas de una sola identidad . Pondichery y Cochin, para confirmar la presen-
Sentíamos que Paz ya había hablado por cia europea no anglo aún subsistente ... De sus
nosotros y que parte del trabajo había sido he- desplazamientos al estuario del Ganges, ya en
cho. Como si alguien hubiera introducido nues- las rías bajas, do nde se asienta la innumerable
tra carta de presentación anticipadamente. Calcula, puerto central en el Golfo de Bengala.
Pero en la anécdota d iaria supimos de sus De sus excursiones a Bubaneswhar, con sus
andanzas. De cómo para él la India fue un an- templos en terracota y sus innumerables dioses
(' ) Diplomático y narrador. El artículo fue publicado en el diario, El Comercio. Lima, 26 de abril de 1998.
Palabra en Libertab
seriados en estructuras piramidales, ocultos Sikri, o la geometría blanca del Taj Mahal,con
dentro de los cuadriláteros oscuros de los tem- Teotihuacán, las escaleras sacrificiales de las
plos drávidas. De sus experiencias en Varanassi pirámides truncas mayas y aztecas, los re lojes
o Benares, punto inicia l de la disolución, cuan- solares, la acumulación pétrea de las alturas de
do e l Ganges comienza su descenso hacia e l Machu Picchu, los corredores sin fondo de
mar; de Kajuhrao y el éxtasis sexual, difícil vía Chavín de Huantar, los muros de barro masivo
energética para llegar al absoluto. De sus bús- de Chan Chan, los adoratorios del desierto, e l
quedas en Allahabad y las siete ciudades sagra- San Pedro, e l Peyote y la Ayahuasca, e l umbral
das donde la magia relativiza la realidad. Del de aire sin puerta de Tiahuanaco, lugares todos
yoga físico y síquico, e jercicios de integración de encuentro, donde se asienta la solidaridad y
para alcanzar la unidad; de la importancia del la oscura creencia.
aire para leer la vida y para extenderla; de la Su sensibilidad social lo enroló e n los mar-
existe ncia del hombre común en la que dioses xismos primigenios de un creador idealista, al
vivos y creencias ancladas en e l hondón incons- que la realidad habrá de devolver con sus prin-
ciente pueblan e l universo de todos los días y c ipios ajustados y transformados. De esta épo-
gobiernan nuestras vidas sin nosotros siquiera ca de militancia, que es afecto a l desplazado y
saberlo. rechazo a la injusticia, q uedará siempre un c i-
Realidad no diferente a lo que ha sido y es miento. Aunque hay quienes afirman que él
nuestra América donde e l chamán y e l sacer- después lo negaría en los hechos. No hubo tal.
dote, en prácticas milenarias, nos recuerdan - Alguna vez d ijo que e l Nobe l no era un
al igual que e l Gurú- que la oscuridad existe y pasaporte para la eternidad. Así es en efecto.
que el túnel puede ser un inevitable y necesa- En e l tiempo de la disolución, e lla no existe.
rio pasaje. Pero en e l nuestro, construido por la memoria
Octavio Paz es la soledad y la solidaridad. y el afecto, Paz tiene el pasaporte del recuerdo
Fue a las raíces. Y halló un hilo raiga!. Una presente. De siempre. Como todo grande.
misma línea que une a los drávidas y sus tem- Con grave y agradecido respeto -profesio-
plos, que enlaza a los Buddas gigantes de las nal, literario e intelectual- q ue descanse en su
cuevas de Ajanta y Ellora, Bubaneswar, Fateppur propio nombre.
-Palabra en Libertao 77
La poesía descansa en Paz
CUANDO LLEGU~ A M~x,co por primera vez, Sólo quisiera recordar que Octavio Paz lle-
hace más de un cuarto de siglo, le pedí a un na prácticamente toda la parte medular del si-
amigo muy culto que me hiciera una lista de glo veinte. Que en buena cuenta toma la posta
los libros que debía leer para tratar de entender de Alfonso Reyes, otro grande, al que en mi
a su país. Me hizo una lista de diez, que los leí opinión supera, y aunque sea aventurado de-
todos. El primero era 'El laberinto de la sole- cirlo, por no ser autoridad en la materia, bien
dad' de Octavio Paz. puedo atreverme a opinar que Paz es el más
Entonces para mí Octavio Paz era sólo un grande escritor mexicano de todos los tiempos,
nombre. Deslumbrado por ese primer ensayo - de la mano de sor Juana Inés de la Cruz, habi-
que alguien ha calificado aquí en estos días tante de ese México antes de México que se
como el más lúcido e inquietante después de llamó la Nueva España.
los 'Siete ensayos' de Mariátegui- empecé a Curiosamente, entre sus más recientes en-
leer todo lo que encontraba de él: libros, artí- sayos figura en forma destacadísima 'Sor Juana
culos, entrevistas, cuanto hay. Inés de la Cruz o las trampas de la fe', un libro
No he leído, naturalmente, sino una parte de más de seiscientas páginas que se lee con
de sus obras, editadas ahora por el Fondo de fruición. Obra que no sólo trata de desentrañar
Cultura Económica en trece o catorce tomos. Y los enigmas que rodean a la figura de la encan-
de ella, principalmente los ensayos. Aunque tadora monja jerónima sino que arroja luz so-
también parte de su poesía. Recuerdo con es- bre una época desdeñada por poco conocida,
pecial cariño 'Árbol dentro', que me regalaron como es el virreinato de la Nueva España.
en un estreno teatral. Pero dejemos las grandes palabras y las
Ahora, ante su muerte tengo esa sensación mayúsculas, que tan poco sentaban a su sabi-
de orfandad que nos dejan siempre los grandes duría y a su austeridad. Lo extraordinario de
cuando de pronto ya no están. El desconsuelo Paz, lo que me seduce sobremanera, es su do-
y la desolación de un miembro de la tribu cuan- ble condición de pensador y poeta. Al punto
do desaparece el patriarca. Que ni siquiera te que no puedo explicarme al uno sin el otro.
conocía, que ni siquiera conocías, sino de le- Escribe poemas como un pensador y ensa-
jos y en el anonimato. yos como un poeta. Sin que esto para nada
No pretendo llenar estas líneas de elogios, quiera sonar peyorativo, como poeta tiene el
aunque Paz los merecía casi todos. Las páginas rigor y a veces hasta cierta sequedad que el
de los diarios y revistas de aquí, la radio y la pensador le impone. En sus ensayos el poeta se
televisión no tienen otro tema en estos días. Y cuela y va iluminando, aventurando, abriendo
está bien que así sea. Se reconoce su innegable el camino.
grandeza y eso es justo y saludable. Es un intelectual en toda la línea. Pero es
e•) Actor y dramaturgo. El artículo fue publicado en el diario, El Comercio. Lima, 30 de abril de 1998.
Palabra en Liberta~
un poeta por debajo de esa línea de flotación, -nes sobre política, que tantos sinsabores le aca-
en toda la extensión de las palabras. rrearon.
Un poeta que es además intelectual. Un Pero él se adelantó y dijo, y yo se lo oí
intelectual que sintetiza como un poeta_ sus decir en una sala de Bellas Artes: "No tomo
pensamientos, sus hallazgos. El rigor es de in- muy en serio mis ideas políticas; en realidad
telectual, la hondura es de poeta. La forma, de no tomo en serio mis ideas. Siempre he pensa-
un equilibrio subyugante. do que la mayor parte son opiniones perecede-
Como su vida, que es clásica en más de ras y van a ser como todas las opiniones huma-
un sentido. Aunque aquí no nos metamos en nas, devoradas por el tiempo".
asuntos biográficos, su renuncia a la embajada En cierta ocasión alguien hizo este juego
mexicana en la India, como protesta por la de palabras: "En México la poesía descansa en
matanza de Tlatelolco en el 68, lo pinta de Paz". Dejemos que sea el poeta con sus pala-
cuerpo entero. Su salida de 'Excélsior' cuando bras quien ponga fin a estas mal hilvanadas mías
se produce el golpe de Estado en la cooperati- en recuerdo suyo:
va que lo edita, es otra pincelada. Un hombre "Soy hombre: duro poco/ y es enorme la
decente. noche/ Pero miro hacia arriba;/ las estrellas es.-
Octavio Paz es el más universal y moder- criben./ Sin entender comprendo;/ también soy
no de los mexicanos, podría decirse sin exage- escritura/ y en ese mismo instante alguien me
rar. El que iba siempre cien pasos adelante, deletrea".
previendo, vislumbrando ... y acertando, como
lo demuestran sus siempre polémicas opinio- México, abril de 1998
Palabra en Liberta~ 79
Confesiones de Octavio Paz
PeRe G1MFERRER acaba de publicar las cartas de fuerzas. La de México ante todo, bebida en
que entre 1996 y 1997 le escribiera Octavio la entraña familiar. Su abuelo, lreneo, fue uno
Paz. Por ellas nos enteramos de que padecía de los primeros novelistas indigenistas de Méxi-
de ''periódicos momentos de abulia y melan- co, y su padre uno de los secretarios de Zapa-
colía". Que sufrió con "la persecución de mi ta. La segunda fue la del surrealismo, adquirida
hija y de su madre. Cada vez que pueden, me en Francia. Por estas cartas nos enteramos de
clavan sus aguijones envenenados y no cesan que lo lógico e ra que hubiera continuado vi-
de urdir tretas y calumnias para extorsionarme, viendo en Estados Unidos. "En lugar de haber
sacarme dinero, arruinarme y deshonrarme". sido amigo de los surrealistas, habría conocido
También de lo infeliz que se sintió tan a menu- a los poetas norteamericanos de mi generación,
do en su México natal: "como la diosa azteca, diezmados por el alcohol y las enfermedades
comedora de inmundicias, comedora de tie m- del alma. La suerte de esos poetas me asusta ...
po, voluntad, talentos, obras". lo tuvieron todo, y toda esa abundancia se des-
Cuando su interlocutor le escribe que se vaneció y se quedaron desnudos, temblando
asfixia en Barcelona, Paz le contesta: "por lo de miedo y vergüenza. ¿Fueron lúcidos? No lo
visto no has estado e n México, Perú ... Hace sé. Fueron modernos: e l psicoanálisis les ofre-
muchos años, sentí el mismo asco y el mismo ció una explicación, no una trascendencia" .
impulso de huida que tú sientes ahora". Con El surrealismo le ofreció una ética, una
todo, siente que es tarde para cambiar de país. poética del instante, y el lugar central que el
"Estoy condenado a partir piedras -y a partir- amor ocuparía para siempre en adelante en su
me e l a lma- en los pedregales". "Ser america- obra. Su penetrante paso por la India agregaría
no es angustioso: se está lejos de todo. Nos otra influencia, que se entroncaría con la del
separan de Nueva York seis horas de vuelo y surrealismo. La escritura automática desacralizó
una impalpable muralla de siglos". En México, al yo que habla. Después de su paso por Orien-
"hay poderosas individualidades aisladas pero te, escribiría: "ignoramos que es la muerte, ex-
no hay una verdadera comunidad". Pero e l cepto que es el fin del yo-el fin de la cárcel".
poeta está adherido a la realidad ífsica de su • Una cuarta influencia, siempre presente:
país. "Te escribo desde Cuernavaca. El sol, los España. Paz estaba en una intersección. Esa
árboles enormes (aquí es 'eterna' la primave- contradicción fue una de las fuentes de su gran-
ra), las llamaradas de las buganvillas, frescas a deza: era el intermedia rio entre dos mundos.
pesar de la vehemencia de sus colores, me han "Frente a la realidad inmensa de México, ¿qué
reconciliado con M~xico". vale la minoría vociferante? Es un mal con e l
Mexicano hasta los tuétanos pero un puente que hay que convivir. La única mane ra de cu-
con el mundo moderno, Paz venía de una suma rarla es dialogar con e lla . Tal mi misión en la
(•) Comunicador Social y analista político. El artículo fue publicado en el diario, El Comercio. Lima, 17 de noviembre
de 1999.
Bo Palabra en Liberta~
historia de la cultura moderna de México ha romana: "el fin de Cicerón, Pompeyo, Catón
consistido en preparar ese diálogo" . de Utica y Marco Craso me ha entristecido y
Paz buscaba la modernidad, pero 'otra' desvelado: son nuestros contemporáneos".
modernidad, más compleja, menos l_ineal, más Todos los que lo conocimos reconocemos
mestiza, la única a disposición de los latinoa- lo que dice en una de las cartas: "mi estoicis-
mericanos. El siglo XX ha tenido dos caras: una, mo nunca me llevó a desdeñar la vida. Siem-
creadora de máquinas; otra, el espectáculo de pre la amé, siempre veneré al ser". En otra dice:
la locura humana que recuerda constantemen- "Ando perdido en este siglo, como casi todos,
te a Tácito y a Shakespeare. El arte del siglo ha sin un sistema de creencias o una filosofía que
celebrado también esas dos caras: una ha sido me explique el universo y me defienda de los
una celebración del futurismo, como Marinetti otros y de mí mismo. Tal vez estoy más cerca
o Leger. La otra, una inmersión en la destruc- de Montaigne, aunque sin alcanzar su sonrien-
ción humana como el Picasso del Guernica. te sabiduría: soy colérico, tengo el 'genio irrita-
La obra de Paz tenía también esas dos ca- ble" de los poetas, el mundo me sigue hechi-
ras. Por un lado era un devoto de la vanguar- zando y no me resigno a la desdicha y a la
dia, por otro, era un 'antiguo'. No es casual muerte".
qu~ onforme se acercaba a la muerte, ("que Estas epístolas, un género también antiguo,
horrible es la vejez y qué poca cosa somos los 'redondean' el perfil que teníamos de Paz, el
hombres") se sintiera más cerca de los estoi- maestro que nos guió por los laberintos de la
cos, y deslumbrado con el fin de la república soledad.
Palabra en Liberta() 81
Paz pasional
UNA vez Octavio me dijo que Alfonso Re- vivió en estado polémico, con una urgencia de
yes se había dedicado a los griegos para e ludir veracidad que lo enfrentaba consigo mismo,
la actualidad. En cambio, é l cultivó y muchas como si estuviese poniendo a prueba no sus
veces ocupó la actua lidad como un escenario convicciones sino sus juicios y relecturas. Qui-
apasionado y vehemente. Ese fervor le hizo es- zá porque estaba poseído por la fluidez deFlo
tar al día, demorar e l presente, conducir la aten- actual y el hechizo del instante, era capaz de
ción y convocar lo nuevo . ponerlo todo en duda, de descartar aficiones y
Incluso su visión del pasado estuvo actua- de descubrir nuevas afinidades. Llegó a decir
lizada por su necesidad de dirimir e l presente y que su revista era "la patria". Vivió en el mila-
por el ejercicio de su juicio constante. En ello gro y la zozobra de esa alianza.
fue no sólo hombre de su tiempo sino un típico Creo, por ahora, que su gran legado a la
autor modernista, alguien hecho en las autori- cultura hispánica está en este su ejémplar culto
dades de la razón, y en la transparencia posi- a la vivacidad del presente. Un poeta como é l,
ble de la verdad. Tanto sus ensayos como· su que fue notablemente sensible a las epifanías del
poesía prueban que creía en la legibilidad del instante y de la presencia, nos ha enseñado que
mundo, que se revelaba en las palabras. Pero, el escritor, al final, no se debe a la imparciali-
a la vez, fue el más fecundo heredero del su- dad de los o limpos normativos y mucho menos
rrealismo, y no en vano Breton debe haber sido al archivo de los orígenes, sino a las afueras del
su mejor modelo. Con pasión pareja, Paz culti- día, al espacio cambiante de una realidad que
vó la noción matriz del grupo, y fue el centro se define por lo que hagamos de ella.
de varios que adquirieron su identidad tanto por Otra vez, Octavio me contó su encuentro
las inclusiones como por las exclusiones. Al con José Ortega y Gasset. Era él muy jove n y el
modo ardoroso de los surrealistas, hizo de la maestro le dijo, más o menos: "Deje usted la
polémica una práctica cultural. Fue un formi- poesía, no tiene eso futuro . Aprenda usted a le-
dable antagonista, y, lamentablemente para él, mán y piense. ¡Piense!" Paz no ha hecho otra
no tuvo rival equiparable. cosa que pensar en voz alta, como si esclare-
De la vanguardia le quedó, por lo demás, ciera no sólo los dilemas que confrontaba sino
la pasión por la originalidad. Creía, no pocas la actividad misma de d iscernirlos. Pensar en
veces con justicia, haber sido e l primero e n español el mundo que nos ha tocado, fue su
haber acuñado una idea u otra; y con injusti- pasión. Elucidarlo en las palabras, su desafío.
cia, creía a veces que un cierto escritor se de- Esa poderosa convocación a construir el senti-
bía a otro. He llegado a sospechar que Octavio do, creo yo, declara su fe íntima en nosotros.
(•) Crftico literario y narrador. El artículo fue publicado en la revista, la jornada semanal. México, 26 de abril de 1998.
Palabra eH Liberta~
Palabras Vivas de Octavio Paz
LOS ESTADOS UNIDOS Y LOS HISPANOS o de un individuo; tampoco deben ceder a las
tentaciones extremistas e ideológicas. El pue-
la xenofobia en Estados Unidos es una blo es soberano, pero no es omnisciente.
enfermedad. El gran reto de la sociedad esta-
dounidense es que, no acaba de integrarse. Articulo: LA NUEVA tPOCA.
Cuando llegaron los polacos, perdieron su len- El Comercio 10107197.
gua y su cultura ancestral. En ese sentido son
norteamericanos plenos, como los irlandeses.
Pero los hispanos llevan consigo su cultura, una LIBERTAD DE EXPRESIÓN
cultura que está en conflicto con la norteameri-
cana. Los inmigrantes encuentran trabajo en La libertad de expresión está en peligro
Estados Unidos, lo que quiere decir que son siempre, la amenazan no sólo los gobiernos
útiles. totalitarios y las dictaduras militares sino tam-
bién, en las democracias capitalistas, las fuer-
El Nuevo Herald. Miami, 8/417996.
zas impersonales de la publicidad y el merca-
do. Someter las artes y la literatura a las leyes
que rigen la circulación de mercancías es una
POESÍA ES PERSEVERANCIA forma de censura no menos nociva y bárbara
que la censura ideológica.
En las ricas sociedades de Occidente, de-
dicadas al negocio y a la diversión -o como se Congreso Internacional de Intelectuales y
dice con frase reveladora: a pasar el tiempo- Artistas. Valencia, junio 1987.
no hay tiempo para la poesía. No obstante, la
tradición poética ni se ha roto ni se romperá. Si
se interrumpiese, las palabras se secarían en MORIRSE ES UN ARTE
nuestros labios y nuestros discursos volverían a
ser chillidos de monos. la continuidad de la No hay que morirse y si se muere hay que
poesía es la continuidad de la palabra humana, hacerlo con una sonrisa y a tiempo porque morir
la continuidad de la civilización. Por esto, en es jugar a las escondidas, es un arte difícil.
tiempos como el nuestro, el otro nombre de la
Noticiero 24 Horas. Televisa. México
poesía es perseverancia. Y la perseverancia es
12.11.1997.
promesa de resurrección.
Palabra en Liberta~
LA POESÍA Y LOS POETAS UNA AMENAZA: LA TÉCNICA
Palabra en Libertai)
Octavio Paz y tres peruanos
DESTIEMPOS, DE BLANCA VARELA(*)
No ERAN TIEMPOS felices aquéllos. Habíamos po", nacía el sol cada mañana, había árboles y
salido de los años de guerra pero ninguna puerta agua, noches y montañas, insectos, pájaros, fie-
se abrió ante nosotros: sólo un túnel largo (el ras. Pero los muros eran impenetrables. Recha-
mismo de ahora, aunque más pobre y desnu- zados, buscábamos otra salida, no hacia afue-
do, el mismo túnel sin salida). Paredes blan- ra sino hacia adentro. Tampoco adentro había
cas, grises, rosas, bañadas por una luz igual, ni nadie: sólo la mirada, sólo el desierto de la mi-
demasiado brillante ni demasiado opaca. Esos rada. Nos ibamos a las calles, a los cafés, a los
años no fueron ni un lujoso incendio, como los bares, al gas neón y las conversaciones rui(Jo-
de 1920, ni el fuego graneado de· 1930 a 1939. sas. Guiados por el azar-y también por un ins-
Era, al fin, el mundo nuevo, comenzaban de tinto que no hay más remedio que llamar elec-
verdad los "tiempos modernos". Luz abstracta, tivo- a veces reconocíamos en un desconoci-
luz que no parpadea, conciencia que no puede do a uno de los nuestros. Se formaban así, len-
ya asirse a ningún objeto exterior. La mirada tamente, pequeños grupos abiertos. Nada nos
resbalaba interminablemente sobre los muros unía, excepto la búsqueda, el tedio, la cieses-
lisos, hasta fundirse a su blancura idéntica, hasta peración, el deseo. En el Hotel des États-Unis
no ser-ella también- sino muro uniforme y sin oíamos jazz, bebíamos vino blanco y ron, bai-
fisura. Túnel hecho de una mirada vacía, que lábamos. "El Alquimista" leía poemas de Artaud
ni acusa ni absuelve, separa o abraza. Transpa- o de Michaux. Caminábamos mucho. Un muro
rencia, reflejo, mirada que no mira, ¿cómo huir, nos detenía: sus manchas nos entregaban reve-
cómo romper los barrotes invisibles, contra laciones más ricas que los cuadros de los mu-
quién levantar la mano? Amor sin rostro, multi- seos. (Fue entonces cuando,en verdad, descu-
tudes sin rostro, horizonte sin rostro. Perdimos brimos la pintura.) "En este hotel vivió César
el alma y luego el cuerpo y la cara. Somos una Vallejo", me decía Szyszlo. (La poesía de Vallejo
mirada ávida pero ya no hay nada que mirar. también era un muro, tatuado por el hombre,
Alguien nos mira. ¡Adelante! El mundo se ha el deseo y la cólera.) En una casa de la Avenida
puesto de nuevo en marcha. Vamos de ningún Victor Hugo los hispanoamericanos soñaban en
lado a ninguna parte. voz alta con sus volcanes, sus pueblos de ado-
Algunos no se resignaron. Los más tercos, be y cal y el gran sol, inmóvil sobre un muladar
los más valientes. Quizá los más inocentes. inmenso como un inmenso toro destripado. En
Unos se entregaron a la filosofía. Otros a la invierno Kostas se sacaba del pecho todas las
política. Unos cuantos cerraron los ojos y re- islas griegas, inventaba falansterios sobre rocas
cordaron: allá, del otro lado, en el "otro tiem- y colinas y a Nausica saliendo a nuestro en-
¡•¡ Prólogo que escribió Octavio Paz para el poemario, Ese puerto existe (México, 1959) de Blanca Varcla.
86 Palabra en Liberta~
es, a un tietnpo, un cuchillo y una herida: "Amo
esa flor roja sin inocencia".
En un mlmero reciente de la Nouvelle
Revue Fran~aise se compara la anemia de la
actual poesía italiana con la vitalidad de los
jóvenes poetas hispanoamericanos (fenómeno
en el que, como siempre, aún no han reparado
nuestros críticos). Y agrega el escritor francés
(André Pieyre de Mandiargues): "Los jóvenes
poetas de lengua española, originarios de Amé-
rica Latina, son los hijos pródigos del surrealis-
mo y la escuela andaluza". La fórmula, acaso
demasiado general, no carece de verdad. No
sé si Blanca Varela se reconoce en Larca, Alberti
o Aleixandre, aunque tengo la certeza de que
Cernuda es una de sus lecturas favoritas. Blanca Vare/a.
En cuanto al surrealismo (palabra que no
dejará de irritar y desconcertar a más de un crí- explosivos pero más lúcidos. Explorar: recono-
tico): en efecto, Blanca Varela es un poeta cer. La nueva poesía quiere ser un re-conoci-
surrealista, si por ello se entiende no una es- miento. El mundo exterior, ayer negado en pro-
cuela, una "manera" o una academia sino una vecho de mundos imaginarios o de sueños utó-
estirpe espiritual. Pero, en este sentido, tam- picos, comienza a existir - aunque no a la ma-
bién son -o fueron- surrealistas los poetas an- nera ingenua de los "realistas". Para algunos
daluces (Lorca, Cernuda, Aleixandre) precisa- nuevos poetas la realidad no es algo que hay
mente en sus momentos más altos. Otro tanto que negar o transfigurar sino nombrar, afrontar
ocurre con los hispanoamericanos de la misma y, así, redimir. Operación delicada entre to-
generación. ¿Por qué no decir, entonces, que das, ya que implica una reconciliación con esa
Blanca Varela es nada más y nada menos, un realidad, es decir, una búsqueda de su sentido
p.)eta, un verdadero poeta? y, al mismo tiempo, una transformación de la
En Blanca Varela hay una nota, común a actitud del poeta. (Esa transformación, me apre-
casi todos los poetas de su tiempo, que no apa- suro a señalarlo, no puede ser exterior; no sig-
rece en los de grupos anteriores, trátese de es- nifica un cambio ante el mundo sino un cam-
pañoles, hispanoamericanos o franceses. Los bio del ser mismo del poeta.) En el nuevo poe-
poetas de la generación anterior se sent(an, por ma, de una manera que apenas empezamos a
decirlo así, antes de la historia; los nuevos, sospechar y que sólo comienza a hacerse visi-
después. La Víspera y el Día Siguiente. Antes ble en unas cuantas obras aisladas, al fin han
de la Historia: en espera del Acontecimiento, de reconciliarse las tendencias que desgarran
el Salto, la Revolución o como quiera llamarse ahora al hombre. ¿Asumir la realidad? Más bien:
al profetizado "cambio final". No hubo cam- Asunción de la realidad.
bio o, si lo hubo, tuvo otro carácter, otras con- Blanca Varela es un poeta de su tiempo. Y
secuencias y otra tonalidad. Después de la gue- por esto mismo, un poeta que busca trascen-
rra no salimos al paraíso o al infierno: estamos derlo, ir más allá. Apenas escrita la última fra-
en el túnel. La poesía anterior a la guerra se se, siento su inexactitud: en poesía no hay "más
propuso derribar el muro; la nueva pretende allá". Vanidad de las clasificaciones literarias:
explorarlo, como se explora un continente de- a nada se parecen más estas líneas de un poeta
sierto, una enfermedad, una prisión. La rebe- del siglo XIV (el Almirante Hurtado de
lión, el humor y otros ingredientes son menos Mendoza):
Palabra en Liberta~
A aquel árbol que mueve la hoja, religioso. Comunista militante, el transfondo de
Algo se /e antoja... su visión del mundo y sus creencias no fue la
que a estos versos de Blanca Vare/a (que filosofía crítica del marxismo, sino los misterios
básicos del cristianismo de su infancia y de su
también recuerdan a Busson y a Basho):
pueblo: la comunión, la transubstanciación, el
Despierto. ansia de inmortalidad. Sus invenciones verbales
Primera isla en la conciencia: nos impresionan no sólo por su extraordinaria
Un árbol. concentración sino por su autenticidad. A veces
La poesfa no tiene ni nombre ni fecha ni tropezamos con fallas de expresión, torpezas,
escuela. Ella también es un árbol y una isla. balbuceos. No importa: incluso sus poemas
Una conciencia que despierta. menos realizados están vivos.
Cambridge, Mass, junio de 1972 .
París, 1O de agosto de 1959
'
1
Palabra en Liberta~ 89
CONMOVIDOS por las transformaciones so- En 1976 en Caracas ocurre un encuentro fun-
ciales que sucedieron e n la década del sesenta dame ntal para el grupo. Conocen a Eugenio Bar-
y partícipes a su modo de la sensibilidad ba, el d iscípulo predilecto de Grotowski, el in-
generacional y contestata ria que sacudía al país tenso intercambio de experiencias es inmediato.
e n esa época, un grupo de jóvenes, al montar Ese y los próximos dos años se ven refle-
un espectáculo teatral de protesta llamado Tu jados en la obra Encuentro. Bajo el auspicio
país está feliz, dio inicio a una de las experien- de la UNESCO organizaban en 1978 el Pri-
cias más intensas del teatro nacional. En 1971, mer Taller Latinoamericano de Teatro de Gru-
bajo ese espíritu, nada CUATROTABLAS. po en Ayacucho. Dos años después estrenan
El ánimo generacional pronto varió hacia Equilibrios y l os Cómicos, a la vez que deci-
la indagación de la realidad pe ruana, por la den mostra r su trabajo de ocho años de labo-
propuesta de su director y fundador, Mario ratorio teatral en el ciclo que d e nominan Re-
Delgado Vásquez. Con algunos actores de aquel visión.
tiempo, CUATROTABLAS se propuso impulsar El Goethe lnstitute de Lima los auspicia
un nuevo teatro popular y comprometido. Dos para que puedan viajar a los más importantes
montajes logrados entonces cumplen ese inte- festivales teatrales europeos. Marchan a Italia,
rés: O ye y El Sol bajo las patas de los caballos. Ale ma nia, Dinamarca, Suecia, Holanda, Fra n-
Con precocidad augural, Oye los instalaría den- cia y España. El rigor del trabajo de CUATRO-
tro de la celebridad nacional e internacional. TABLAS puede equipararse con los más céle-
Entre 1972 y 1975 ya son capaces de via- bres colectivos teatrales de Europa. Cerrando
jar a Caracas, Quito, Berlín, París y La Habana su primera d écada, el CELCIT de Caracas les
y de participar en la formación del nuevo tea- entrega el Premio OLLANTAY en mérito a su
tro latinoamericano, acercándose a una me to- despliegue crea tivo, siendo el primer grupo
dología re novadora de l trabajo teatral: la crea- peruano e n reéibir tal distinción.
ción colectiva, que venía desarrollando el Li- El año de 198 1 hallará a CUATROTABLAS
bre Teatro Libre de Córdoba (Argentina). con el interés de sistematizar su experiencia
En 1974 CUATROTABLAS da un cambio teatral de diez años, para lo cual elaboran un
rotundo. Al borde de la asfixia de las transfor- proyecto bajo e l nombre de En la montaña, un
maciones sociales que habían variado el rostro árbol, que dará origen a la Escuela. En ella apa-
del país, hallan a l maestro polaco Jerzy recerán la segunda y tercera generación de ac-
G rotowski a través de las experiencias de "A tores con Pilar Núñez, José Carlos Urteaga,
Comuna" de Portugal y "Manhattan Project" de Maritza Gutti y Eduardo Llanos. Los nuevos
los EE.UU. Se internan en una etapa de labora- caminos que transita el grupo podrán apreciar-
torio, signados por la introspección y la disci- se en La agonía y la fiesta, espectáculo que había
plina rigurosa en la búsqueda de la técnica pro- sucedido a Oh, mensaje a los poetas.
pia. Como grupo, se aproximaban a la madu- Aparece la necesidad de que CUATRO-
rez y por eso se fijan como objetivos los méto- TABLAS cuente con una Casa e n vista del éxito
dos para la formación del actor, la dirección de su Esc uela. Para entonces va n formando su
teatral y la creación colectiva, la noche larga c uarta y quinta generación de actores, que les
será la obra que simbolizará aquella etapa. permite consolidar un e lenco profesional.
Palabra en Liberta~
CELEBRACIÓN DEL ANIVERSARIO
CON LA OBRA: OYE PARA SIEMPRE
Palabra en Libertab 91
OYE PARA SIEMPRE es la última versión do van transitando por toda nuestra sociedad
de un clásico de CUATROTABLAS, y la cual a través de textos cotidianos y canciones clá-
pretende ser una catarsis en tono de comedia sicas del OYE o riginal buscando la verdadera
contra nuestra propia sociedad. identidad.
Hoy, la última generación de actores que OYE PARA SIEMPRE, cuenta con un elen-
se forma en el laboratorio teatral de co joven conformado por: Emilio Montero,
CUATROT ABLAS, aborda despiadadamente Sonia Franco, Raúl D urand, Pilar Ochoa, Dante
una vez más la búsqueda de la verdad. Marchino, M iriam Fonseca, Wady Fulton, Da-
La si tuación dramática se dá en una Es- vid Salazar y José Infante. También participan
cuela metafórica. Un lugar donde maestros y como asistentes: David Salazar, Marcos lriarte
alumnos muestran cual es el Perú del nuevo y Paola Ubillús. Todo:; ellos bajo la d irección
milenio donde nos invade la tecnocumbia, los de Mario Delgado. La obra para celebrar su
ambulantes, la tragedia, la televisión basura, estupendo y heroico aniversario no pudo estar
la corrupción, y así poco a poco como jugan- mejor elegida.
ALLÁ POR LA MITAD de la década de los en diarios y revistas del país generalmente con
ochentas, los mellizos, Juan y Víctor Atau- burdos intereses económicos, alienantes y
curi García, -reconocidos periodistas e in- nada educativos, ejemplos sobran.
vestigadores serios y creativos-, hicieron Es por ello que -no hay que ser mez-
noticia por haber publicado una serie de his- quinos ni envidiosos a nivel editorial-, es
torietas de fábulas andinas en FUTURO, su- una estupenda primicia que compartimos con
pleme nto del desaparecido semanario VI- ustedes, la aparición completa de las FÁBU-
SIÓ N PERUANA, e ntre las cuales destaca- LAS DE MARIANO MELGAR (Gaviota Azul
ban las Fábulas del destacado escritor Editores), y lo hacemos por estar cansados e
arequipeño, Mariano Melgar, y no necesa- indignados de investigar y ver como dan tanta
riamente por el importante valor artístico, li- basura -diferentes medios de comunicación,
terario, educativo y sociológico de ellas, sino incluída la mal llamada literatura infantil- a
por quebrar negativas modas de trabajos me- los niños del Perú. Les presentamos una de
diocres que existían y siguen publicándose las fábulas.
94 Palabra en Libertab
© J". Y V. ~TAUCU~
""1,.,-')-?
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Palabra en Liberta3 95
Palabra en Libertao
J ACAW E~ CIEGO?
NOS llENE~ MAL C0\1100$,
APENA~ PODEMO~DORMIR
Y N06 NIEGASABRIGO BUENO
ENCIMA. NOS
A'BRUMA~ co~ E~
TRAS AJOMÁ~
PE~AOO, HA!.TA
ELÜMITEDE
~IJE-!>TRA~
FUERZ./>-~
l.DÁWO~ LO ~U!tTO
Y TltJ.9Al'ARiM05,
A GUf.TO/
---
Palabra en Libertal> 97
Breve historia e índice de
Estación Com-partida (1990-2001)
Palabra en LibertalJ
de una productiva apertura de las más recien- sía ESTACIÓN COM-PARTIDA 2000 (Concur-
tes promociones de poetas peruanos hacia so para todas las personas nacidas en el Perú).
nuevas dimensiones del espíritu potenciando Se dió el siguiente resultado: Primer Puesto:
una fuerza superior, creadora y lúcida, de al- Rubén Quiroz Ávila; Segundo Puesto: Juan Cris-
cances ideológicos y estéticos más nobles y tóbal; Tercer Puesto: Paul Guillén, y las siguien-
benéficos, la revista de poesía ESTACIÓN tes Menciones Honrosas: Miguel lldefonso,
COM-PARTIDA ha impuesto ya su nombre y Rubén Quiroz Ávila y Rayde Esperanza Chilca.
designio. En sus páginas se asigna más impor- La Bienal. .., fue auspiciado por la Biblioteca
tancia a la creación y menos al creador. Antes Nacional del Perú, la Universidad Ricardo Pal-
que el poeta interesa el producto poético". ma, la Librería Germinal, Gaviota Azul Edito-
Ana Varela Tafur: "ESTACIÓN COM-PAR- res, Ediciones Amantes del País y la Editorial
TIDA ya es definitivamente una nueva puerta San Marcos, esta última, publicó el poemario
de entrada para los artistas nacionales y noto ganador, titulado, Niño Vudú de Quiroz Avila.
que hay un afán elogiable de descentralizar la El Jurado estuvo conformado por Ana María
literatura en cuanto a las publicaciones pues, García, José Pancorvo y el director de la revis-
el hecho de publicar a poetas de tierra adentro ta.
creo que es digno de mencionar". En esta oportunidad, presentamos el pri-
Carlos Zúñiga Segura: "En sus páginas exis- mer sumario que se realiza a todos los números
ten cuerpos vivos y palpitantes cuya experien- publicados -hasta la actualidad- de ESTACIÓN
cia atrae y abisma por todos los sentidos en COM-PARTIDA, y, por supuesto, con su res-
una clara funcionalidad estética y de valor so- pectivo índice onomástico.
cial; y es justamente esa plural diversidad que
confiere a la revista alcanzar el nivel alucinan- Nº 01. Lima, 1990. 16 pp. Contiene:
te de acercar mutuamente a dioses y hombres. POEMAS: Yolanda Westphalen: 1 O;
Carlos Germán Belli: "En todas las partes, Rossella Di Paolo: La memoria; Oswaldo
en todos los tiempos, las revistas literarias diri- Chanove: Llamada telefónica; Marilú Roca:
gidas por los jóvenes resultan un espejo o una Renacer; Antonio Sarmiento: Denotación/
caja de resonancia de los sentimientos y las Comnotación; Giovanna Pollarolo: S/T; Miguel
ideas de quienes van llegando a los umbrales Ángel Huamán: Habitaciones solas; José Luis
de la vida adulta. Pero cuando esto ocurre en Ayala: Utajantujupa/ Ventana de mi casa;
un medio erizado de grandes dificultades como Josefina Barrón Mifflin: Perú; Elí Martín: Exilia-
en el Perú actual, hay que encomiar entonces do sueño; Alberto Valcárcel: Cerradura corrida
el esfuerzo que representa la tarea, justamente con ahínco; Boris Espezúa Salmón: Alacitas;
cuando los demás jóvenes han vuelto las espal- Sui Yun: S/T; Julio Aponte: Las huellas en el
das a su reino interior para ir en pos del bece- silencio; Heriberto Tejo Gómez: El pájaro de
rro de oro"., y los sueños. Traducciones: Funeral ecuatoriano
Yolanda Westphalen: "Felicitaciones a su de Ann Archer (Marcela Caray) y En el arco de
esfuerzo, que implica un gran amor y un exi- tu mazo de Jelaludin Rumi (Alberto Paúcar).
gente compromiso con la tarea literaria, que es
una de las más valiosas en el Perú de nuestros Nº 02. Lima, 1990. 16 pp. 15 fotografías. Con-
días". tiene:
En 1994, se reunió los primeros doce nú- POEMAS: José Watanabe: Los paralizados;
meros y se presentó el TOMO I (1990-1992) Patricia Matuk: Un grito y Árbol de invierno; José
de ESTACIÓN COM-PARTIDA, bajo el sello de Beltrán Peña: Amor de poeta; Mariela Dreyfus:
Ediciones Amantes del País. Ni cuando amo dejo de pensar y Canción;
El año pasado (2000), por su X Aniversario Raphael Ruiz Valles: Belighabel; Susana María
de fundación, se convocó a la / Bienal de Poe- Guzmán: Eliza 22; Gastón Agurto: S/T; Richard
Palabra en Libertab 99
Franco Conislla: La daga y la flor; Livio Gómez: N º 07. Lima, 1992. 8 pp. Carátula de Víctor
Dedicatorias (Para: Luis Alberto Rallo, Javier Humareda. 5 fotograíías. Contiene:
Sologuren, José Beltrán Peña, Luis Hernán POEM AS: Demetrio Quiroz-Malca: Pe-
Ramírez, Paul Firbas y José Ruiz Rosas); Doris queña elegía a una paloma; Gustavo Armijos:
Moromisato: Flor de montes; Jorge Ita Gómez; Soliloquio del viajero; Miguel Ángel Guzmán:
Lapislázuli; Rosario Valdivia Paz-Soldán: Noche Oda al rey; Rocío Arce: S/T; Lucho Rodríguez:
inolvidable; Miguel Angel Zapata : Caricias de S/T; Ana Silva Yovera: S/T; Jorge Ita Gómez:
lobo. Temas: XX Aniversario poético de César Aleteo; Paolo de Lima: S/T; Freddy Gambetta:
Toro M ontalvo y Homenaje al amigo mexicano, Iluminas las horas; Susana M aría Guzmán: Es-
Octavio Paz (Premio Nobel 1990), y poemarios tación de mujer; Rubén Grajeda Fuentes: Rito
y obras d~ poetas que deben de leerse. Satánico.
Nº 03. Lima, 1991 . 24 pp. Carátula de García Nº 08. Lima, 1992. 16 pp. En la carátula va
Miró. 7 fotografías. Contiene: pegado un billete auténtico de diez mil
POEMAS: Carlos Germán Belli: En alaban- intis. 2 fotografías. Contiene:
za de Lastra y Lihn y Acción de gracias; César ¡¡Feliz cumpleaños poeta César Vallejo!!
Atahualpa Rodríguez: La noche; César Toro (Homenaje). Figuran 43 comentarios de escri-
Montalvo: Crónica de un blasfemo; Roger tores peruanos y extranjeros. Además los si-
Santiváñez: El error de los efectos; Heriberto guientes poemas de Vallejo: Los heraldos ne-
Tejo Gómez: A Hierbabuena; Josefina Barrón gros. El poeta a su amada, Masa, Piedra negra
Mifflin: S/T; Luis Hernán Ramírez: Arena del sobre una piedra blanca. POEMAS: Yolanda
paisaje; Jessica Selem: Poema y Alguien que Westphalen : 3 S/T; Patricia Matuk: La espuma
no seas tú; Antonio Sarmiento: Poema y Sepa- en la cresta de la ola; Mariela Dreyfus: Entre
ración de cuerpos; Luz María Sarria: Los infie- las cuatro paredes; Rubén Grajeda: El ermitaño
les; Elí Martín: D elirio en el espejo; Gastón de Huang-Ho; Yamily Yunis: Hay un convulso
Agurto: S/T; Sui Yun : S/T; Teobaldo Llosa: S/T; horizonte; Jessica Selem: S/T; Verónica Álvarez:
Juan Mescco Sinc hi: Balada y homenaje a Percibir; Manuel Cadenas: Sombra de distan-
M icaela; Julio Aponte: La locura del siglo; cia enerva; Miguel Ángel Guzmán: Poema; José
Dimas Arrieta; La redo ndez de su mirada; Eduar- Beltrán Peña : El conteo progresivo sin final as-
do Rada: Ante la ley. Traducción: Shem el es- cendente. Aviso: M ammalia, Recitales Gene-
critor de James Joyce (Ricardo Silva Sanlisteban) ración Poética del 90.
y Marta de René Char (Rosario Valdivia Paz-
Soldán). Temas: Poemarios y obras que deben Nº 09. Lima, 1992. 12 pp. Carátula de Fernan-
leerse 11-1990 y Detenimientos en la estación. do de Szyszlo. 2 fotografías. Contiene:
Comentarios sobre la Antología de la Poesía POEMAS: Nicomedes Santa Cruz: Como
Peruana. Generación del 80 de Beltrán Peña. has cambiado pelona; Jo rge Nájar: Hay una
(Yolanda Westphalen, Ismael Pinto, César Toro culpa que viene de muy lejos; Alberto Paucar
Montalvo, Luis Hernán Ramírez). Cáceres: Triste clarinete fatiga la noche; José
Luis Ayala: Fuego y nieve cordillerano/ Q'unu
N º 04-05-06. Lima, 1992. 16 pp. 4 fotogra- suni nina; Livio Gómez: Respuesta; Aldo Rubín
fías. Contiene: de Celis: Del cielo a la tierra; Héctor Ñaupari:
POEMAS: Metamorfoseo Orgásmico de S/T; Sonaly Tuesta: Montaje en dos actos; San-
Antonio Sarmiento (Poema, Separación de cuer- tiago Risso: S/T; Rocío Hervías: O leada y Ensa-
pos, Paraíso, H aciendo el amor con una pared yo; Nelson Ramirez: Parque de los barrios al-
musgosa, Metamorfoseo orgásmico, Cacería, tos; Gustavo Zorrilla: Entonces las flores se po-
Las pataditas, Juego de crímenes y Chimbote). nen tristes esta tarde. Agradecimientos y noti-
Recuento: Libros peruanos de 1991 . cias varias.
Nº 40. Lima, 2000. 8 pp. Carátula de Zoi la Nº 44. lima, 2001. 8 pp. 2 fotografías. Contie-
Gutiérrez Alarcón. 1 fotografía. Contiene: ne:
Sol y sombra y fuemas al señor de Luren de Poemas de Blanca Azucena Rojas (Poética,
Zoila Gutiérrez A/arcón (Sol y sombra, Salida del Amor, Tristeza, Partidas inolvidables, Misterio
Señor, Tus cabellos, Señor de Luren, Un jueves ,y divino, Al ser humano, Quena, loalmisterio,
un domingo, Amor de primavera, Señor de Luren). Amor y íe, H umanidad irresponsable).
Nº 41. Lima, 2000. 8 pp. Contiene:
Nº 45. Lima, 2001. 12 pp. 3 fotografías. Con-
Poemas de Cecilia Molina (Aschenbach,
tiene:
05:00 de la tarde, Lima, Reyna de pentáculos,
Inventario Inconcluso de Juan Ataucuri
Catártico IX, Catártico VII. Concurso: Bases de la
García (Lo que necesito para hacer poemas,
Primera Bienal de Poesía Estación Com-Partida.
Nacimiento, l ima, A de A, El difícil oficio de ser
Nº 42. Lima, 2000. 8 pp. 2 fotografías. Contiene: un hombre solitario, Sombra caída, El por qué
Poemas de M arcial de la Puente (Eucaris- siempre llegaré tarde, ¿?, Inmemorial, Indefini-
tía, La oración del huerto, Invocación). ble meta, Dislate, Rapsodia de un ciudadano
ejemplar). Comentario sobre el libro: La poeta
Nº 43. Lima, 2001 . 8 pp. Carátula de Jean Marie peruana y el erotismo. Estudio y Antología de .
Cook. 1 fotografía. Contiene: José Beltrán Peña (Teodoro H ampe Martínez).
Jll.mantes
áe[País
EDICIONES
s y
Poema inédito de
Catalina Recavarren de Zizold
Catalina Recavarren de Zizold (Barranco, 1904-1992), es - los poetas nunca mueren- una
distinguida y singular poeta, habiéndose desenvuelto no sólo en el ambiente poético sino, tam-
bién, en el campo político, en el mundo de la bohemia, en la lucha y defensa de la mujer, en los
medios culturales y sobretodo en la pulcra y respetuosa amistad.
Fue amiga y muy querida por personajes importantes, como es el caso del destacado pintor,
Sérvulo Gutiérrez Alarcón (lea, 1914-Lima, 1961), y asimismo lo era de la familia de ellos. Ello
nos lo confirma el siguiente poema inédito que publ icamos de Catita -como cariñosamente le
decían sus amigos-, gracias al generoso desprendimiento de la poeta y declamadora, Zoila,
hermana de Sérvulo.
Catalina
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Malina (Coordinadora
General).
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ALGUNOS COMENTARIOS:
. . -
"En general encuentro que la revista tie- " PALABRA EN LIBERTAD, cuyo conteni-
ne una excelente calidad, que mantiene un do no tiene objeción que hacerse, hay artícu-
nivel profesional y, además, con una tónica los de mucho interés." ESTUAR0O NÚÑEZ.
que puede ser considerada como el de algu- "En conjunto la revista contiene materia-
na miscelánea, donde se publican ensayos les que son útiles, no solamente para el espe-
sesudos, especializados, entrevistas, poesías, cialista sino, también, para el lector sin espe-
crónicas; es decir, uno puede encontrar en cialización. Es una expresión de una continui-
sus páginas, tanto un material para la atenta dad que es digna de resaltar. La revista sí es un
reflexión del crítico exigente de la produc- documento de importancia para el conocimien-
ción intelectual del país y del exterior, bási- to de la literatura actual y para el conocimiento
camente en el norte de la literatura". histórico de la literatura. Celebro su publica-
WILFRE0O KAPSOLI. ción". IVÁN RODRÍGUEZ CHÁVEZ.
no Palabra en Liberta~
I
De izq. a der.: Max Silva Tuesta, Gonzalo Bulnes-, Anlbal Paredes Calván, José Beltrán Peña,
Eswardo Núíiez, lván Rodrfguez Chávez y Eduardo Arroyo.
De izq. a der.: Estuardo Núñez, /ván Rodrfguez Chávez, Eduardo Arroyo, Wilfredo Kapsoli y Cecilia Molina.
Presentadores: Teodoro Hampe Martfnez, Benjamfn Blass Rivarola, José Beltrán Peña, Max Silva
Tuesta, Winston Orril/o, Anibal Paredes Galván y Ricardo Badani.
De izq. a der.: Violeta Barrientos, May Rivas, Ruth Hurtado Espejo, José Beltrán A>lía y Regina Flores.
De izq. a der.: Cecilia Molina, Ruth H urtado, Eduardo Arroyo, José Beltrdn Pe,ia, Juan 8enavenle
e Isabel Malla.
De izq. a der.: Virginia Vi/chez (Librería Germinal), May Rivas, Julio C<!sar Vega, Jorge Eslava, /os<!
Calloso, Pedro Llosa, Paul Alonso Pachas, Alejandro Neyra, Karen Caso Escalanre, Vanessa
Oniboni (Ganadora) y Ana Marra Ca:v:olo.
11
PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE HOMENAJE FRANCISCO
MIRÓ QUESADA CANTUARIAS PERIODISTA Y FILÓSOFO"
Diario El Comercio
De izq. a der.: Francisco Miró Quesada Rada, Luis Miró Quesada, Francisco Miró Quesada
Cantuarias y Enrique Moncloa .
n6 Palabra en Liberta~
Rccavarren, la poeta de descenden- danos que "la poesía peruana ostenta Leoncio Prado (Compañeros de cla-
cia china, Sui Yun y Vio leta Ba- uno de los conjuntos más valiosos y se, Certificados de estudios, álbum de
rrientos, entre las más jóvenes. Asi- significativos de las letras latinoame- fotos, etc.). Asimismo, acompaña: Al -
mismo, la periodificación utilizada si- ricanas con varias voces de relieve in- gunas erratas de la Edición Definitiva
guiendo las teorías foráneas de José ternacional, algunas de ellas (César de LA CIUDAD Y LOS PERROS, que
Ortega y Gasset y Julián Marias (en Vallejo es la prueba máxima) de una estuvo al cuidado de Alex Zisman.
periodos de 15 años), teniendo en genialidad de alcance un iversal". (CE- Todo el libro está ilustrado con
consideración las realidades distintas CILIA MOLINA) fotos inéditas de ambos. Y como de-
y complejidades (geográficas, lenguas, bía de ser, finaliza el libro con un
historia, etc.) que tiene el Perú, no se M AX S 1LVA T UESTA. César Vallejo capítulo dedicado a sus colegas de las
cumple y no encaja -válidamente- y Vargas Llosa. Un enfoque psicoa• enfermedades mentales: Tipología de
para negar la existencia de las gene- naftlico y otras perspectivas. Edito- los detractores de Freud.
raciones del 70, 80 y 90, puesto que rial l eo. lima. Por fin, después de una la espera no fue en vano, la
los sucesos y cambios ocurridos tan- larga espera, fue presentado el libro obra es iluminadora y profunda. Ser-
to a nivel nacional como internacio- del Dr. Max Silva Tuesta (l amas, virá y será de lectura necesaria para
nal han marcado d iferencias notables 1935), quien, es un prestigioso psi- poder estudiar y comprender con
y gravitantes en los inicios de una dé- quiatra y un interesante novelista (Ho- mayor amplitud, a los escritores más
cada y otra, por ejemplo, a nivel po- tel sementerio y La memoria peligro- grandes nacidos en el Perú: César
lítico; y aún más, González Vigil, nos sa). Vallejo y Mario Vargas Llosa. Y esta-
daría la razón al haber escrito: " ...es- Compañero de estudios (Cole- mos seguros que, si estuviera entre
peramos que la periodificación aquí gio Leoncio Prado) de nuestro más nosotros, el poeta César Calvo -gran
adoptada sea un auxilio útil, a pesar grande novelista, Mario Vargas Llosa, amigo del autor- ya estuvieramos es-
de su caracter tentativo, aproximado y, serio y meticuloso estudioso de cuchando su in igualable risa de feli-
y discutible". Nos parece una teo ría nuestro poeta universal, César Vallejo, cidad por el aporte de su amigo. 0OS(
certera de Beltrán Peña, además, ha podido con mucha capacidad pro- BELTRÁN PEÑA).
cuando reflexiona y sustenta que, - fesional, enfocar y estudiar sus respec-
como todos conocemos- son tivas hondu ras psicológicas que han LUIS A LBERTO CALDERÓN (DIREC•
incuestionables la ex istencia de la sido gravitantes en el desarrollo y su TOR). Come/a de Papel I Revista de
Generación del 50 y del 70, por ende desenvolvimiento en e l campo litera- p oemas y narraciones breves, N. 24.
no existiría la del 60 puesto que na- rio. Ediciones Arco iris. Tacna. Muchas
die menciona la del 65 menos la del El libro, que ha sido dedicado revistas nacen con un gran entusias-
95. Si bien las d ivisiones genera- al maestro, Dr. Jorge Puccinelli Con- mo y deseos de hacer grandes cosas
cionales no tienen que ver para nada verso, en un buen porcentaje recoge por parte de sus editores y directores
para analizar el valor efe la obra de artículos publicados en diferentes dia- pero son muy pocas las que a base de
cualquier poeta son necesarias para rios y revistas del país, como también, esfuerzo, desprendimiento (económi-
estudiarlos en un marco y tiempo de- ponencias presentadas en congresos co) y tiempo sobreviven en Lima. fma-
terminado. El maestro Luis Jaime y coloquios (por ejemplo, el polémi- ginémonos como debe de ser e l pro-
Cisneros, con respecto a lo que englo- co, Tipos de Valle¡istas, que figura en: blema editorial en el interior del país,
ba una Generación, dice que es el Vallejo, su tiempo y su obra. Actas sin auspicios y sólo con la "buena lo-
conjunto de personas que interactúan del Coloquio Internaciona l, U. de cura" de difundir literatura de otros.
en un tiempo determinado, compar- Lima. Lima, 1994). Dentro de los lin- Luis Alberto Calderón (Tacna,
tiendo los sucesos sociales, políticos, deros psiquiátricos - sobre Valle jo- 1 944) es un poeta conocido,
económicos, etc. sin importar edades destacan: El complejo de Edipo y el antólogo, profesor jubilado, dirigente
ni otros aspectos; en el caso literario, amor en Vallejo, La relación de sindical y promotor cultural, más co-
aparte de lo mencionado, son los con- Vallejo con su padre, Un enfoque psi- nocido en e l ma l llamado poesía in-
gresos, recitales, debates, presentacio- coa na lftico sobre Va llejo, César fanti l y juvenil.
nes de libros, etc. Es por eso que nos Vallejo y la medicina y sobre todo las Desde la década del 90, viene
llamó la atención encontrar a algu- prue bas contundentes para esclarecer publicando la revista, Cometa ..., si
nos poetas del 90 ubicados en otras muchas dudas, como son la publica- bien es cierto, es modesta y peque-
generaciones (Ana María Garda, José ción de los últimos documentos clí- ña, lo publicado en sus páginas no
Pancorvo, Ana Luisa Soriano, Alonso nicos sobre la enfermedad terminal de deja de ser importante. Número tras
Rabí, Ana Varela Tafur, G iuliana Vallejo. número nos pone al tanto no sólo de
Mazzetti). Con respecto a Vargas Llosa, es textos inéditos de Tacna sino de todo
la Anto/ogfa ... de Ricardo Gon- muy importante y valiosa a tiempo el país y del extranjero.
zález Vigil por sus aportes y aciertos compartido, para conocer mejor a En el número que nos ocupa,
se constituye en la mejor de su géne• nuestro excelente novelista: Síndrome se han publicado poemas y cuentos
ro: actualizada, panorámica y seria del apocamiento; Sobre Vargas Llosa de: livio Gómez, Fredy Gambetta,
que estudia con erudición e indepen- en e nfoque psicoanalítico; Vargas María Teresa Pollarolo y del director
dencia a la poesía peruana del siglo Llosa, un hombre con mirada de lobo (Tacna), Ruth Hurtado Espejo (Piura),
XX, que tanto necesita ser presentada triste; La última chicuelina de Vargas luz Samanez Paz (Cuzco), Horacio
y divulgada en el exterior, demostrán- Llosa; y además, su paso por el Zeballos (Moquegua), G loria
n8 Palabra en Libertao
vibraciones oníricas de estirpe surrea- humedad / en el glamour cuando la -como U lises a llaca- , al concluir la
lista; en esta senda ha publicado uno danza / del universo coincide con la novela, es el símbolo de la capacidad
de los poemarios a destacar de la dé- luz/ que surca en la sangre" (RICAR- regeneradora del país entero.
cada de los 90: Nlos dioses" ( 1992). DO GONZÁLEZ VIGIL). (FRANCOISE AUl31:S).
Cabe subrayar l a concienci a
creadora con que Aramayo asume el LAWRENCE CARRASCO. Embriiiguez O swALOO REYNOSO. En busca de
sustanci oso l egado de l a poesía de los d fas. Editorial San Marcos. Aladino. Editorial San Marcos. Lima.
puneña, en particular Oquendo de Lima. En Embriaguez de los dfas bro- Saber ser uno en medio de la diversi-
Amat, paradigma peruano de la ex- ta un diálogo tácito entre un yo elidido dad, he ahí la épica contemporánea,
perimentación 'visual', y el ultraor- y escindido que apela a un tú impre- Oswaldo Reynoso no resuelve ese
bicismo de Gamaliel Churata y el gru- ciso y flotante. Pareciera que la sub- problema, pero horada en él en esta
po Orkopata, expresión notable -has- jetividad se desdoblara para conseguir bellísima novel a breve, En busca de
ta ahora poc;o rcc;onocida a nivel na- o frecer una imagen global de la ca- Aladino, que en 1992 significó el re-
cional e internacional- de un ' realis- ducidad de los regímenes racionales torno de Reynoso a la literatura. Aquel
mo maravilloso' anterior a Miguel o las estructuras cerradas que se asu- inusitado lirismo con que sorprendió
Angel Asturias y Alejo Carpentier, Ciro mieron acríticamente como reales y a sus l ectores en los ci ncuenta, sobre
Alegría y José M aría Arguedas. Tén- concisas. todo en sus cuentos los inocentes, se
gase en cuenta la l abor de Aramayo No hay un tema articulador ni vuelve la columna vertebral de esta
como estudioso, antologador y editor una línea argumentativa que permita novela de hallazgos interiores de bús-
de las letras puneñas, rubro en que asir la univocidad a la que nos acos- quedas inverosímiles, de viajes deli -
sobresale su N Antología de la· poesía tumbró incluso l a mejor poesía de ciosos. Arte de relojería ser tan com-
puneña" (1999) y los volúmenes que vanguardia. Lo único que permanece plejo en la brevedad, tan lleno de sig-
publica bajo el sello Biblioteca Popu- como nexo inocultable es l a continui- nificados en l a simpleza. Arte de re-
lar Transparencia, en donde, verbigra- dad verbal, el tiempo presente del lojería este En busca de Aladino don-
cia, ha dado a conocer los " Anales propio discurso. Ello se aprecia en la de l os extremos se j untan gracias al
de Puno, 1922-1924" redactados por co nstante de gerundi os y en l a descubrimiento de una moral de la
Churata y NPoemas y relatos aymaras" recurrencia a los enclíticos. Todo se piel que trasciende los límites de las
de H éctor Estrada Serrano. agolpa en una eclosión verbal donde épocas, los países y borra la frontera
Parte significativa de su trayec- tópicos y nudos aparecen y desapa- entre lo real y lo imaginario. Sin duda,
toria poética ha sido compilada por recen entre líneas dotando el registro Oswaldo Reynoso nos entrega con
el propio Aramayo en "Caleidoscopio" de una tensión lírica de la que aflora esta novel a una obra imprescindible
(lima, SINCO Edi ts., 2000; 276 pp.). la mayor intensidad poética. (MIGUEL de la literatura latinoamerica actual.
Recoge composiciones dispersas en ÁNGEL HUAMÁN). (IVÁN THAYS).
revistas o difundidas en plaquetas de
corto tiraje, por ejemplo las excelen- M ARCOS YAURI M ONTERO. Maña- Jost ANTONIO BRAvo. Barrio de
tes colecciones "Los cosmonautas" y na volveré. Editorial San Marcos. broncas. Editorial San Marcos. Lima.
"Antigua canción", próximas en tex- Lima. M añana volveré, ambientada en Se ha insertado un estudio del voca-
tura al lirismo depurado del Juan Gon- los años setenta pero haciendo revivir bulario por Enrique Foley. Bravo de-
zalo Rose de NSimple canción" , así épocas anteriores merced a un hábil muestra su pleno dominio del estilo
como de jóvenes voces de l os 60: empleo de l a temporalidad, cuenta la en Barrio de broncas. Pone al desnu-
H eraud y el l uis H ernández de "Ori- vida dé Raúl, oriundo de Huarás, en do el proceso que experimenta un es-
lla" y "Charlie M elnik". esa enorme ciudad, caó tica, critor de rico léxico, de evidentes co-
El material más amplio resulta multitudinaria que es la Lima ¡noder- nocimientos literarios y entrañable
inédito, con poemarios de otrora, na. El novelista se vale de técnicas vocación estética. (LUIS ALBERTO
como "Zoo" (un bestiario a cotejar con sofisticadas, como la del contrapunto SÁNCHEZ).
el famoso " Noé delirante" de Corcue- Lima/ Sierra que le permite abarcar di-
ra, cada uno con tono y sensibilidad ferentes espacios significativos: el de JuuÁN PtREZ. Papel de viento.
diferenciados); y exploraciones recien- la "patria chica" del protagonista y el Editorial San Marcos. Lima. Pape/ de
tes, en particular la que cierra el vo- de la Capital, repulsivo y a la vez atrac- viento lo constituyen ocho cuentos
lumen, "los ríos de la noche" en la tivo y deslumbrante. Novela total, bas- escritos entre 1990-1995, con los que
que la escritura automática surrealista tante ambici osa. M afíana volveré ofre- su autor ganó un premio ·en el con-
y el metaforismo vanguardista hacen ce un amplio fresco de personajes de curso de cuento organizado por la
de cada verso una sorpresa continua, la recomposición social del Perú de la Asociación Cultural Peruano-Japone-
de cada imagen un deslumbramiento segunda mitad del siglo XX. M ás allá sa de 1995. Los textos son de variada
perenne. En un poema de "los ríos de la nostalgia que siente Raúl por temática: estampas de evocación,
de la noche" figura la comparación H uarás, su Huarás natal,destruído por cuentos de atmósfera, así como rela-
que sustenta e l títu lo de "Calei - el cataclismo del 70 acontecimiento tos de acción y suspenso. El mundo
doscopio": "El corazón del hombre/ que funciona como una verdadera lí- de ficción se establece en dramas hu-
es un caleidoscopio atado/ a una cinta nea de ruptura en l a obra de M. Yauri, manos colectivos o individuales, si-
un río despierto/ en su respli!ndor su domina la esperanza. El Huarás que tuados en un referente que evoca la
lectura / debe empezar en la suave vuelve a renacer y al cual retorna Raúl sierra andina del Perú.
Escuche:
ltl :itl:N~1Jf.1[ ~
Todos los sábados al mediodía
RADIO N A CIONAL DEL PERÚ
103.9 F.M.
850A.M.
Dirige: Tullo Mora.
Bases
Podrán participar todos aquellos peruanos na- El jurado del concurso estará integrado por los
cidos después del 31 de diciembre de 1970. escritores: Jorge Eslava, Zein Zorrilla, Sergio
Los participantes deberán presentar un cuento Galarza, Miguel Bances y Virginia Vilchez (en
inédito de 4 páginas como máximo, en forma- representación del circuito).
to A4, a doble espacio. El resultado del concurso se dará a conocer el
Cada participante deberá entregar 5 ejemplares 30 de diciembre.
de su cuento en un sobre cerrado, identificado La entrega de premios se llevará a cabo en
con un seudónimo (en el sobre y en el cuento). una ceremonia pública cuya fecha se fijará
Los datos personales de cada participante oportunamente.
(nombres, apellidos, copia de su documento Cualquiera de los tres premios podría decla-
de identidad y número teléfonico) deberán ser rarse desierto si así lo decidiera el jurado.
presentados en un sobre aparte, con el título Premios:
del cuento y su seudónimo. Primer premio: SI. 1,000.00
Los sobres deberán ser entregados en cualquie- Segundo premio: 500.00
ra de las sigu ientes librerías del circuito: Tercer premio: 300.00
Germinal, Mosca Azul, La Familia, La Casa
Verde, El Virrey, Ibero, San Pablo, Delta,
Gamma, Pacífico y Bustrofedon. AUSPICIA:
El plazo improrrogable para la entrega de cuen- Editorial San Marcos, Municipa lidad de
tos es el 30 de noviembre del 2001. Miraflores y Jaime Campodónico / Editor.
Emilio Adolfo
Westphalen -recience-
menle fallecido (Agosto,
200 1)- con Federico
Schawalb jugando una
partida de ajedrez en la
década del 50.
Fotografiados por Javier
Silva.
= ti .. ~
Telefax: 330-8553/332-0153
Av. Garcilaso de la Vega 911 of. 404 Lima
Te!efax: 424-6563
me
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