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CURSO ESPECIALIZADO DE

INDUCCIÓN AL SERVICIO PÚBLICO

Transcripción
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO PLURINACIONAL DE BOLIVIA
UNIDAD TEMÁTICA 3: CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

Continuamos con el Subtema N°3: Constitución Política del Estado.


¿Qué es una Constitución Política del Estado?

Bueno, una Constitución Política de Estado, como indica su nombre, es un


documento jurídico que constituye políticamente al Estado, se refiere al manejo del
poder público, se refiere a la normativa respecto al ejercicio del poder público, pero
a la vez, a las formas de legitimarlo, a las formas de limitar ese ejercicio del poder
público y al reconocimiento de derechos.

Cuando Montesquieu, en una de sus obras más famosas, El Espíritu de las Leyes,
pretende caracterizar, qué es una constitución, él señala que: “no hay constitución
sin separación y división de poderes y sin reconocimiento de derechos”.

Entonces, la Constitución, es eso, es un documento jurídico en el cual se organiza el


poder público, al organizarlo se lo legítima, al organizarlo y legitimarlo se lo limita,
también, y a la vez, reconoce una serie de derechos fundamentales.

Un jurista argentino, Carlos Santiago Nino, caracteriza la Constitución como un


mapa de navegación; a mí, personalmente, me gusta mucho ese concepto.
Puesto que, es una guía, la Constitución, es una idea rectora, respecto a cómo
debe de organizarse el poder, cómo debe de respetarse los derechos, cómo debe
de organizarse territorialmente un Estado, cómo debe organizarse
económicamente un Estado, e incluso, cómo debe de reformarse esa misma
Constitución. Entonces, quedemos en que, la Constitución, es un mapa de
navegación.

Hay un antes y un después en la historia Constitucional, a nivel mundial, con la


segunda guerra mundial. Antes de la segunda guerra mundial, la Constitución,
organizaba el poder, reconocía derechos, pero era considerada, esta Constitución,
como una norma programática. Es decir, una norma que precisaba de otras

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normas, de otras leyes, para que la misma se realice, e incluso, muchas veces, estas
leyes tenían una mayor eficacia y eficiencia que la misma Constitución, dejando
así a la Constitución, simplemente como un documento relativamente ornamental,
podríamos decir.

Sin embargo, creo que existía una conciencia, por lo menos en Bolivia en el Siglo
XIX, que cada gobierno que ingresaba buscaba darse a sí misma su Constitución.
Si ustedes revisan la historia política de Bolivia en el Siglo XIX, cada vez que había un
cambio de gobierno, cada gobierno faccionaba una nueva versión de su propia
Constitución.

Después de la segunda guerra mundial, se sucede una serie de transformaciones


muy importantes. Aparecen, lo que se denominan, Constituciones Rígidas; es decir,
Constituciones que, para su cambio o transformación, se precisan procedimientos
agravados y Órganos Especiales. Específicamente, convenciones constituyentes,
asambleas constituyentes y procedimientos complejos, como yo que sé,
aprobación mediante una mayoría calificada, 2/3, o mediante un referéndum,
etcétera.

Entonces, después de la segunda guerra mundial, aparecen esas transformaciones.


Pero también, después de la segunda guerra mundial, aparece una serie de
declaraciones de derechos, no solamente la más importante, la Declaración de
Derechos Humanos, sino, a la vez, una serie de declaraciones e instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos que van a transformar el carácter
y el contenido de las constituciones a nivel mundial.

En ese sentido, podemos decir que avanzamos un tránsito de un Estado Legislativo


de Derecho, donde las leyes eran lo que más importaba, a un Estado Constitucional
de derecho, donde las constituciones son las que más pesan.

No fue un cambio de un día para otro, o sea, después de la segunda guerra


mundial, empieza una serie de cambios y transformaciones de constituciones a
nivel mundial; en Europa, y también, en Latinoamérica. Les decía que, la
Constitución del 67, por ejemplo, intenta abrazar estos cambios y transformaciones.

Pero, posiblemente sea la Constitución del año 2009, en Bolivia, la que va a tomar
más en serio la idea de un Estado Constitucional de Derecho. ¿Por qué? Porque es
una Constitución rígida, con un procedimiento de reforma agravado; es decir, para
reformar esta Constitución, es necesario un procedimiento complejo.

Por ejemplo, si es reforma parcial, una aprobación por parte de 2/3 de la Asamblea
Legislativa Plurinacional, además de un Referéndum, donde la población apruebe
ese cambio. Y si se trata de cambiar una base fundamental del Estado, o se trata
de cambiar algún derecho o garantía de derechos, la misma Constitución obliga a
que estas Reformas sea mediante una Asamblea Constituyente Participativa, y

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posteriormente, mediante un Referéndum. Entonces, reformar la constitución del
2009, es muy difícil, es muy complejo hacerlo. En ese sentido, estamos delante de
una Constitución rígida.

Pero, además, estamos delante de una Constitución que reconoce un catálogo


bastante amplio de derechos, un catálogo que va del Artículo 13 al artículo 107; es
decir, cerca a cien derechos fundamentales. Y que, además, reconoce
instrumentos internacionales en materia de derechos humanos; es decir, convenios,
declaraciones de derechos humanos, que en su debido momento pueden llegar a
pesar más que lo establecido en la misma Constitución Política del Estado.
Sobre los derechos fundamentales tendremos un subtema específico.

Pero volviendo a la idea, estas Constituciones hacen algo muy importante, estas
Constituciones, lo que hacen es condicionar todo el ordenamiento jurídico al
cumplimiento de la Constitución.

Si una norma es contraria a la Constitución, esa norma debe ser expulsada del
ordenamiento jurídico boliviano. Si un Decreto es contrario a la Constitución, ese
Decreto debe ser expulsado del ordenamiento jurídico boliviano. Es decir, la
Constitución se convierte en el texto que otorga una razón de ser a las leyes, a los
decretos y a todas las normas.
En ese sentido, si una ley acepta distintas interpretaciones, la interpretación válida
es la que es conforme a la Constitución Política del Estado. Y es en ese sentido, que
aparece toda una tarea de reinterpretar decretos y leyes, siempre atendiendo el
espíritu de la Constitución Política del Estado; incluidos los Órganos de poder
político, deben de adecuar su comportamiento a la Constitución Política del
Estado. Esto supone que se produce una constitucionalización del ordenamiento
jurídico.

¿Esto produce un cambio de paradigma en el Derecho? Si, y ese cambio de


paradigma es estudiado, podríamos decir, en las facultades, en las carreras de
Derecho, siempre van a encontrar esto en distintos posgrados, donde pretenden
dar cuenta de estos cambios, el cambio de que la Constitución obligue a la
reinterpretación de las leyes, y que la Constitución se reinterprete siempre conforme
a las normativas internacionales en materia de derechos humanos.

Es decir, la Constitución, va a ser siempre producida y reproducida en su


interpretación; es más, uno de los cambios fundamentales de este nuevo
constitucionalismo, es la gran presencia de los tribunales constitucionales, que
pueden ir innovando interpretaciones constantes a partir de lo que establece la
Constitución, pero también a partir de lo que establece la normativa internacional
en materia de derechos humanos.

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Pónganse a pensar en un Artículo de la Constitución sumamente interesante, pero
a la vez con un amplio debate; es el Artículo 256 de la Constitución. Este Artículo
señala, más o menos, lo siguiente: “los tratados e instrumentos internacionales en
materia de derechos humanos que declaren derechos más favorables a los
contenidos en esta Constitución, se aplicarán de manera preferente sobre esta”.

Es decir, la misma Constitución está diciendo que, si una norma internacional en


materia de derechos humanos tiene un derecho más favorable a los que establece
la Constitución, muy bien, esa norma internacional en materia de derechos
humanos, ese instrumento internacional en materia de derechos humanos, se
aplicara de manera preferente sobre la Constitución; lo cual abre al Tribunal
Constitucional, un rango de interpretación muy fuerte.

Porque, que es, en última instancia, una norma internacional de derechos humanos
que declare un derecho, podríamos decir, más amable, más amplio para una
persona, que significa en última instancia, esta noción de que una determinada
norma internacional en materia de derechos humanos pueda presentar una norma
más favorable, ¿qué significa más favorable en un caso concreto?

Bueno, todo eso habilita a que los Tribunales Constitucionales, las Cortes
Constitucionales, en el nuevo constitucionalismo, jueguen un rol fundamental al
momento de interpretar la Constitución.

¿Entonces, hay un cambio de paradigma en el constitucionalismo? Yo creo que sí.


Un cambio de paradigma muy fuerte, ¿por qué?, porque el texto constitucional es
simplemente un punto de partida en el reconocimiento de derechos, y los tribunales
constitucionales empiezan a tener un activismo judicial muy amplio.

Esta condición es ampliamente criticada, como ampliamente aplaudida; depende


de la teoría o del teórico que ustedes revisen. Hay teóricos que van a aplaudir,
porque van a decir, los jueces, los magistrados, ya no están, podríamos decir,
maniatados a lo que dice la norma en sentido estricto, sino que pueden buscar
soluciones más favorables, pueden ponderar derechos, pueden ver que en un caso
concreto se precisa la garantía de un derecho, y posiblemente, se tenga que
tolerar, podríamos decir, la reducción de otro derecho.

Les doy un ejemplo; en época de pandemia a nivel global se han producido


mermas en nuestros derechos, mermas que han sido consideradas por los tribunales.
Si hay un derecho fundamental protegido por la Constitución, pero hay otro
derecho fundamental, también protegido por la Constitución, y ambos chocan o
se enfrentan, el Tribunal debe buscar, la Corte Constitucional o el Tribunal, debe
buscar un balance, una ponderación. Ponderación viene de pondus; pondus,
significa dar peso, dar un mayor peso a uno respecto a otro.

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Proteger la salud respecto al ejercicio de un derecho político, por ejemplo.
Precautelar el derecho político, pero con determinadas medidas de seguridad
sanitaria, por ejemplo. Entonces, empiezan los tribunales a buscar este tipo de
ponderación, y hacen de los textos una semilla, un punto de partida sobre la cual
basan su interpretación. Eso nos coloca, sí, delante de un cambio de paradigma
muy importante.

Pero, continuando con esta reflexión sobre la Constitución Política del Estado; toda
Constitución Política del Estado posee, tanto un contenido dogmático como un
contenido orgánico. El contenido dogmático, se refiere a las bases fundamentales
del Estado, a la parte filosófica e ideológica de una constitución.

En el caso boliviano, lo tenemos en la primera parte de la Constitución; es allí donde


aparece el Artículo 1, y caracteriza el Estado como Estado Plurinacional; aparece
el Artículo 2, y establece la libre determinación de los pueblos indígenas; o aparece
el Artículo 9, que establece que la descolonización es una finalidad del Estado; o
aparece el Artículo 10, que caracteriza a Bolivia como un Estado pacifista, por
ejemplo.

Entonces, la parte dogmática, hace referencia a esta filosofía e ideología que la


Constitución está otorgando al Estado.

Hay otra parte u otro contenido de la Constitución, que es el contenido orgánico.


El contenido orgánico, es la organización del Estado, que puede ser una
organización funcional, en Órganos Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Electoral.

La organización territorial, por ejemplo. Si se va a organizar esto en Estados, como


el caso de los Estados Federales; por ejemplo, Estados Unidos. O como en el caso
nuestro; en Bolivia, se organiza en departamentos, en regiones, en municipios, en
territorios indígenas. O la organización económica; es decir, cómo, de qué manera
el Estado va a, no solamente regular, sino, a la vez, generar una serie de garantías
a las distintas actividades económicas de un país.

Entonces, hablamos del contenido orgánico respecto a las formas de organización


que tendría la Constitución.

En el caso boliviano nos referimos a la segunda, tercera y cuarta parte de la


Constitución. La segunda parte, es la organización funcional; la tercera parte, la
organización territorial; y la cuarta parte, la organización económica.

Nuestra Constitución tiene cinco partes. La primera, sería la del contenido


dogmático de nuestra Constitución; la segunda, tercera y cuarta, sería el contenido
orgánico de la Constitución; y la quinta parte de la Constitución, se refiere a la
primacía de la Constitución y a la Reforma de la Constitución.

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Esta quinta parte solamente tiene dos artículos en Bolivia, pero es, digámoslo así,
una parte fundamental, también. ¿Por qué?, porque establece este rango de
supremacía de la Constitución, y establece, justamente, este carácter de
Constitución rígida, que era con lo que dialogábamos y empezábamos este
subtema.

Bueno, un estudio más detallado de la Constitución y de sus contenidos, es lo que


vamos a revisar, justamente, en el Subtema N°4.

Con esto, pues, concluimos este Subtema N°3. Nos vemos en el siguiente video
para analizar, ya de manera concreta y específica, nuestra Constitución boliviana
del año 2009.

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