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GRISES COLOREADOS

Llamamos gris coloreado al color que obtenemos cuando mezclamos dos complementarios. Es el
origen de los “marrones”, siena natural, siena tostado y los tonos llamados “sombra”.

Llamamos “complementario” a aquel color que en la síntesis aditiva (color luz) aporta la
radiación faltante para obtener el blanco. Por ejemplo, si tenemos un rayo de luz roja (primario
de la luz) deberemos adicionar un rayo de luz cian (secundario de la luz obtenido por la suma de
los dos rayos primarios azul y verde), de esa forma reunimos todas las vibraciones visibles y
obtenemos la luz blanca. El cian es complementario del rojo y en la teoría de la luz su suma
aporta blanco.
Por analogía se denomina complementario en la teoría sustractiva al opuesto en el círculo
cromático.

En el campo de los pigmentos los efectos son bien diferentes que en la luz. El origen del color es
por mezcla sustractiva, esto quiere decir que el color es el resultado de la interacción de la luz
con una superficie. Cuando un rayo de luz choca con una superficie una parte de la radiación
luminosa es absorbida, otra parte es reflectada, devuelta, y eso es lo que vemos como color. La
luz reflectada conlleva una porción dominante de energía, que es el color que vemos, pero
también aporta un poco de energía de las radiaciones colindantes a la emitida. Por ejemplo,
cuando vemos una superficie rojo magenta hay un aporte grande de energía roja, otro de menos
valor de energía violeta y un tercer aporte mucho menor de naranja.

Gráfica de rojo magenta

Esta gráfica muestra cómo se da la emisión de la energía


en la mezcla sustractiva en el caso del rojo magenta.
Observemos que la energía se emite en mucha cantidad
en la zona del rojo, la zona del violeta es también
importante, y en la zona del naranja también hay
emisión, mucho menor, pero existe. Este es el motivo de
la imperfección del sistema sustractivo, los colores no son
puros como en la luz. Siempre comportan un valor
pequeño del color que se ubica en la otra dirección del
espectro.

Qué pasa cuando mezclamos magenta con verde, su


opuesto en el círculo: la emisión del rojo y el azul que
conforman al magenta indica que hay absorción del verde, la emisión del color verde indica que
la superficie absorbe los rojos y algo de los azules, por lo tanto mezclar estos colores redundará
en una pobre emisión de color, por eso vemos marrón. Esto pasa cuando mezclamos dos colores
opuestos, cualquiera sea el par, siempre se obtiene una variable de marrón que llamamos gris
coloreado.
La ubicación de los colores en el círculo
cromático nos permite encontrar, en el lado
opuesto de cada uno, la vibración cromática
que anula a la de ese color, es decir, el color
que lo quiebra formando un tono marrón. A
ese color lo llamamos complementario y su
fusión es el gris coloreado.

Observando la rueda cromática advertimos


que el complementario del amarillo es el
violeta, el del azul es el naranja, y el del rojo
es el verde. El círculo cromático nos permite
encontrar para cada matiz su
complementario.
Para determinar con mejor precisión cuál es
el opuesto del amarillo limón, por ejemplo,
debemos mover un poquito el diámetro hasta
ponerlo sobre el color, lo que nos indicará que
es el violeta que vira hacia el magenta.

Los grises coloreados son la fuente de los marrones, y dependiendo de la mezcla que realicemos
es el tono que obtendremos.
La naturaleza es un referente inagotable de grises coloreados, éste parece ser el color preferido
por la química del carbono. La mayor parte de lo que nos rodea tiene alguna interferencia
cromática complementaria. Por ese motivo algunas especies apuestan a manifestarse en
vibraciones muy puras cuando es necesaria la reproducción. Por ejemplo, las flores se destacan
por la pureza de sus matices, los machos de las aves visten sus mejores galas haciendo uso del
color puro, las mariposas despliegan el arcoíris en su efímera vida, y podríamos seguir
mencionando un sinfín de ejemplos. Lo cierto es que la naturaleza se vale del color puro para
contrastar con la armonía generada por los colores quebrados del entorno.

En pintura, es conveniente tener en cuenta el efecto que produce quebrar los colores. La
vibración de los pigmentos puros es muy fuerte, la yuxtaposición de colores puros produce
efectos muy drásticos y se hace necesario encontrar una manera de nivelar los efectos
vibratorios del color. Un recurso suele ser quebrar los colores mediante su complementario, es
decir, agrisarlos sin que pierdan su cualidad cromática.

Al mezclar de forma gradual dos pares de complementarios, podemos ver cómo se aproxima el
color al marrón neutral. Veamos en esta escala entre el naranja y el azul. El marrón del centro
es el color más neutro de la escala, y los gradientes de la escala van desde el color quebrado
hasta el gris coloreado.
Decimos que un color está “quebrado” cuando tiene algo de su complementario en la mezcla, su
vibración no es pura, está quebrada.

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