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plástica
El Color
Cada vez que observamos la naturaleza o un paisaje urbano podemos apreciar la cantidad de
colores que están a nuestro alrededor gracias a la luz que incide sobre los objetos. El color forma
parte de los elementos de expresión plástica, sus múltiples posibilidades y matices han sido
reproducidos en el arte desde las primeras representaciones plásticas hasta nuestros días. De
hecho, en algunas obras y movimientos artísticos el color se erige como protagonista.
Por ejemplo, sobre una manzana roja inciden todos los rayos de luz. La manzana absorbe todos los
colores contenidos en la luz blanca, pero refleja solo la porción de rayos color rojo los cuales son
capturados por nuestra retina.
Los colores pigmento se obtienen de la materia o productos naturales, vegetales o químicos que
utilizan para pintar, como la témpera, el acrílico y el óleo. Antiguamente los artistas utilizaban
pigmentos naturales provenientes de la naturaleza: carbón para el negro, mineral de hierro para
los rojos y ocres, lapislázuli para el azul, oro para el dorado, etc. Sin embargo, hoy en día muchos
colores se obtienen a partir de procedimientos industriales y compuestos químicos.
El ojo del ser humano tiene la capacidad para percibir todos los colores, con la excepción e
personas que sufren de daltonismo.
El Círculo Cromático
Círculo Cromático del color luz
El espectro electromagnético comprende varias franjas de color que se miden en longitud de
ondas. En estas franjas de color distinguimos los colores primarios, base o básicos, y los colores
secundarios.
Cuando nos referimos al concepto de color luz podemos decir que el negro no existe, ya que lo
asociamos con ausencia de luz, con oscuridad. Únicamente en la luz están contenidos todos los
colores.
Los colores secundarios pigmento son el verde, que se logra con la mezcla del cian y el amarillo, el
naranja, que se logra por la mezcla del magenta y el amarillo, y el violeta, que se logra por la
mezcla del magenta con el cian.
En este círculo sí existen los colores negro y blanco, que se adquieren en el comercio y son
sustancias químicas fabricadas industrialmente.
Este efecto sucede porque para nuestro ojo es más fácil captar una mayor longitud de ondas, de
franjas más anchas. En este caso, los rayos más luminosos son los que reclaman inmediatamente
nuestra atención, mientras que las franjas angostas se presentan débiles y pasan a un segundo
plano. En este intercambio podemos comprobar la relación que se establece entre colores
dominantes y colores dominados.
Esta relación entre colores contrastantes puede explicar por qué algunas veces un cartel con letras
rojas sobre un fondo azul cian no se lee con facilidad. Pareciera que las letras saltan sobre el fondo
y nuestro ojo no puede captarlas, produciendo así un resultado indeseable.
Este efecto visual es usado en algunas composiciones, donde el artista hace cálculos relacionados
con la proposición del color y su ubicación en el plano. Para los impresionistas la relación entre
colores contrastantes o complementarios tuvo una especial fuerza, ya que la oposición de
contrarios permitía establecer secuencias cromáticas visualmente más atractivas.
Armonías cromáticas
Las armonías cromáticas o armonías de colores vienen dadas por la relación entre los colores. Los
artistas normalmente han utilizado las armonías cromáticas para crear en sus obras diferentes
atmósferas: frías, cálidas y contrastantes.
Analogía cromática
Los colores análogos son los que se encuentran ubicados uno al lado del otro en el círculo
cromático del color pigmento. Son colores análogos el amarillo, el verde y el azul verdoso. Estos
colores se encuentran contiguos en el lado superior derecho del Círculo Cromático. Otros colores
análogos son violeta, violeta rojizo, rojo y rojo naranja; estos colores se encuentran contiguos del
lado inferior izquierdo del Círculo Cromático.
Podemos hacer composiciones con una armonía por analogía con dos o más colores contiguos en
el círculo.
Contraste cromático
Este tipo de armonía se logra mediante el uso calculado de colores contrastantes. Para lograr una
composición con armonía por contraste podemos utilizar las parejas de colores opuestas en el
Círculo Cromático.
Monocromía
La armonía monocroma se logra con un solo color, que se aplica en sus varias tonalidades,
ubicando el color saturado sobre el plano y agregando blanco para degradarlo o agregando negro
para desaturarlo.
Los colores fríos son los más opacos en el Círculo Cromático, son los más bajos o los colores más
oscuros, su tono es gris oscuro o casi negro. Al utilizar en una composición dichos colores estarás
logrando una gama cromática de fríos. Ejemplos de colores fríos son: el violeta, violeta azulado y
azul.
El ser humano capta el color a través del ojo que posee un mecanismo para llevar los estímulos al
cerebro como una repercusión. Así el color se convierte en un factor fisiológico que interviene e
impacta en el estado de ánimo de la persona y lo predispone para tener diferentes reacciones
psíquicas. Desde hace algún tiempo muchos psicólogos, psiquiatras, artistas y diseñadores
estudian los efectos del color sobre las personas. Por ejemplo, Jesús Soto, en el estado Bolívar, ha
instalado una obra de atmósferas de color, donde la persona entra y pasa de un ambiente a otro
con colores diferentes, experimentando varias sensaciones.
Si comenzamos un proceso de adición los rayos luminosos de diversos colores pueden producir los
resultados siguientes:
Como puedes notar con la mezcla aditiva se pueden obtener los colores amarillo, cian y magenta
por adición de radiaciones luminosas.
Como se dijo anteriormente, los colores base son el amarillo, cian y magenta, y si con ellos
procesamos mezclas aditivas tendremos como resultado los colores secundarios. Si seguimos
mezclando de manera progresiva obtendremos otras generaciones de colores como los terciarios
y cuaternarios.
Para obtener colores terciarios mezcla dos colores secundarios contiguos o análogos. Para obtener
colores intermedios mezcla los colores primarios y secundarios próximos entre sí.
El tono es el valor del color. Anteriormente dijimos que hay colores claros y colores oscuros, o sea,
altos y bajos en luminosidad. El tono es el grado de luz que posee un color o la capacidad que
tiene cada color para reflejar la luz con mayor o menor intensidad.
La saturación está relacionada con la intensidad del color, consiste en la cantidad de partículas
que el color contiene y que lo define por completo. El grado de saturación está asociado con el
grado con el grado de pureza del tinte. En el color pigmento un determinado color contiene
muchas partículas de sí mismo; si le agregamos blanco lo estamos degradando o modulando, si
agregamos negro o su color complementario lo estamos desaturando, porque le estamos restando
su grado de pureza.
En la pintura generalmente se modula el color para representar un paisaje natural. Los artistas que
utilizaron el color puro o saturado sin modulación ni alteración ninguna fueron los fauvistas,
considerados por ello como las “fieras” del color. Entre ellos encontramos a Henri Matisse y André
Derain.
El creyón
Cuando vayas a pintar con creyones, comienza por utilizar los de tinte más alto, puedes hacerlo
con tramas lineales o acostando el creyón para sombrear. Luego progresivamente vas a colocar los
tintes más saturados, comienza a desaturar o degradar. En esta operación tienes que superponer
un tiente sobre el otro, acuérdate de que no puedes borrar. Finalmente, puedes incidir sobre las
mezclas obtenidas con colores más saturados en algunos sectores, al igual que puedes agregar
toques fuertes de negro sin intervenir los espacios donde hayas colocado los colores altos, para
lograr volúmenes y reflejos.
Para esta técnica necesitarás tu caja de creyones y cartulina blanca como soporte. No
necesariamente tienes que hacer un dibujo para pintarlo, arriésgate a trabajar directamente con
los creyones sobre el plano.
El estarcido
Es una técnica sencilla de aplicar, constituye el primer paso para conocer la aerografía.
Recomendamos utilizar pintura al agua con un aerosol sin envase a presión ni preservativos que
dañen el ambiente, o con un cepillo de dientes y una paletica de helado. Como soporte puedes
utilizar cartulina. Mediante esta técnica puedes rociar pintura sobre una superficie de forma libre
o con plantilla; es recomendable que decidas antes de comenzar el tipo de composición que
quieres realizar. Por ejemplo, un paisaje, un ambiente urbano, un bodegón, motivos abstractos o
de tu imaginación. También selecciona el tratamiento cromático: armonía por complementarios,
por analogía, o una monocromía.
Previamente fabrica las plantillas con cartulina. Si no vas a utilizar plantillas, simplemente
humedece el cepillo en la pintura y ráspalo con la paletica en dirección hacia la cartulina. Si vas a
utilizar plantillas, fíjalas con un pedazo de cinta pegante a la cartulina, procede a rociar la pintura,
retira la plantilla y observa el resultado.
La acuarela
Esta es otra técnica que seguramente has utilizado con anterioridad. Para aplicar esta técnica,
utiliza pinceles suaves y cartulina porosa o de construcción. La cartulina debe estar colocada en un
caballete o simplemente ponla de forma inclinada, ya que el procedimiento consiste en trabajar de
manera rápida una gota de agua. No trabajes con una forma predeterminada, solo moja el pincel,
pásalo sobre la acuarela y coloca esa gota coloreada en el soporte. Cuando ella comience a rodar,
pasa el pincel en varias direcciones y observa la forma que comienza a salir, déjala libre, trata de
ver bien a qué se te parece. Luego de manera intencionada vuelve a colocar otros tintes, otras
gotas coloreadas. Termina las formas que surgieron y sorpréndete con el resultado.
El acrílico
Esta es una pintura que se presenta en tubitos, se trabaja sobre cartulina o lienzo con pinceles
suaves y se utiliza el agua como disolvente. Es una técnica muy noble, puedes utilizarla diluida
como la témpera o la acuarela, o muy pura y pastosa como el óleo. El pigmento seca rápidamente.
El acrílico te permite lograr transparencias o veladuras.
Puedes comenzar con una composición previamente elaborada con lápiz y pintar con acrílico, pero
lo más recomendable es que te enfrentes a colocar pinceladas de pigmento en el soporte y vayas
construyendo la composición que deseas.
El óleo
La pintura al óleo está hecha con base de aceite, se presenta en tubitos y se trabaja sobre lienzo
que es una tela especial. Se necesitan pinceles suaves y duros, planos y redondos, finos y gruesos.
Para trabajar con óleo debes tener trementina y aceite de linaza, una paleta, dos depósitos y un
caballete. Sobre el lienzo puedes hacer unos trazos con lápiz a manera de bosquejo de lo que vas a
elaborar, también podrías elaborar con lápiz y creyones un boceto sobre papel de la pintura que
vas a realizar con óleo.
Coloca los colores en la paleta en este orden: amarillo, azul, rojo, verde, violeta, naranja, blanco y
negro. Coloca tu paleta en la mano izquierda, sostenla con el dedo pulgar y entre los demás dedos
coloca 4 pinceles. En la paleta coloca los dos depósitos: a uno le pones trementina y al otro aceite
de linaza, estos son los solventes.
Ubícate frente al caballete que ya tiene el lienzo y coloca en el lado superior derecho el boceto
que elaboraste. Comienza tomando el pigmento con el pincel, humedécelo en trementina y coloca
todos los colores deseados, termina todo el lienzo. Luego repites la operación pero humedeciendo
los pinceles en aceite de linaza. Un lienzo pintado con óleo tarda hasta tres años en secarse.
Puedes pasar varios días en terminar tu trabajo, todos los días al concluir la sesión recuerda
limpiar los pinceles.