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1 Círculo cromático: colores primarios, secundarios y ternarios

El círculo cromático es un esquema en que se representan generalmente los colores primarios y secundarios. Ese círculo
facilita la comprensión de las interrelaciones de los colores.

En los colores pigmento los colores primarios son tres. Los cuales no provienen de la combinación de otros y son: el
amarillo, el rojo y el azul. Estos colores mezclados de dos en dos dan origen a otros tres, los colores secundarios, que son
el naranja, el verde y el violeta. Naturalmente cada una de estas mezclas depende de la proporción de los primarios que
intervengan para conseguir diferentes tonos. Por ejemplo, mezclando mucho amarillo y poco azul obtenemos un verde
amarillento; por el contrario, si se le pone más azul que amarillo, el resultado será un verde azuloso. En el círculo
cromático podemos apreciar los colores primarios y los secundarios en diferentes tonalidades.

A su vez, si se mezclan entre sí los tres colores primarios en diferentes proporciones, se obtienen los colores ternarios.
Estos son el café, el ocre, el beige y el gris. El tono que nos dé dependerá, también, de la sustancia con que estén hechos
los colores, así como de la intensidad de los mismos y de la cantidad de blanco que contengan. Por ejemplo el beige, es
el resultado del café mezclado con blanco. Los colores ternarios son a su vez colores neutros, ya que provienen de colores
que al mezclarse, han reducido su valor lumínico y se vuelven colores mates u opacos.

En los colores luz, sobre todo los que se perciben de pantallas y monitores, los colores primarios son el rojo, el azul y el
verde (verde limón). De la combinación de éstos en diferentes proporciones, se logran todos los demás colores y sus tonos.
El negro es la ausencia de luz y se aplica con los otros colores para hacerlos más oscuros.

A continuación se incluye un ejemplo del círculo cromático y de los colores ternarios.

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2.2 Colores análogos, complementarios y neutros

Los colores análogos son los que presentan cierta semejanza entre sí, como los que se encuentran cercanos
en el círculo cromático. Generalmente pertenecen a una gama o armonía; por ejemplo: el verde amarillo, el
verde medio y el verde azul. Otro ejemplo sería el naranja amarillo, el naranja rojizo y el rojo bermellón.

Los colores complementarios son los que quedan cuando se quita un color del círculo cromático; por
ejemplo, si se aísla el color rojo, se tienen que quitar también todos los colores que lleven rojo, como los
naranjas y los morados, entonces se mezclan todos los demás que quedan, en este caso, en síntesis serían, el
azul y el amarillo, al combinarlos se obtiene como resultado un verde. Éste es el complementario del rojo. A su
vez, aislando el amarillo los otros colores que quedan al mezclarse, darán como su complementario el violeta.
En definitiva, se puede decir que cada color es complementario del color resultante de la suma de todos los
demás; así, el rojo es complementario del verde, el azul del naranja y el amarillo del violeta.

Los colores neutros se obtienen de la mezcla de colores complementarios en el círculo cromático (Puente,
2011, p. 80). Esto hace que su fuerza se neutralice, de ahí viene su nombre. Por ejemplo, si mezclamos verde y
rojo en proporciones variables, nos darán colores como café, ocre o beige, que son llamados también colores
ternarios. No obstante su color neutralizado, es posible encontrar indicios de su origen, por lo que se les califica
como amarillentos, rojizos, azulosos, etcétera. Asimismo, se puede mencionar si son claros u oscuros (Puente,
2011, p. 80). También se dice que son colores neutros los que no son ni cálidos ni fríos, como el blanco y el
negro, y la combinación de ambos, el gris (Wong, 2006, p.29).

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