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Se presentan los resultados de un análisis de muestras de orina utilizando tiras

reactivas, obtenidas antes de iniciar actividad física y sin ingestión de líquidos, así como

después de realizar 39 minutos de actividad física con hidratación mediante una solución de

electrolitos. Se observaron variaciones significativas en algunos parámetros indicados en

las tiras reactivas tras el ejercicio y la hidratación, reflejando cambios en la composición

química y las propiedades físicas de la muestra de orina.

En la imagen anterior se puede observar los resultados, Antes de la actividad física,

se obtuvo una muestra de orina del participante, sometiéndola a un análisis mediante una

tirilla reactiva. Los resultados revelaron un pH de 6.0 y una densidad de 1.025 en la

muestra, datos relevantes desde una perspectiva médica para evaluar la composición y

concentración de la orina antes de la actividad física.

Tras la actividad física y la hidratación con solución electrolítica, se efectuó un

segundo análisis de la muestra de orina del participante. Los resultados revelaron cambios

notables en varios parámetros: la densidad descendió de 1.025 a 1.020. El pH se mantuvo

constante en 6. Sin embargo, se observaron alteraciones significativas en los niveles de

proteína, que pasaron a +0.3, así como un aumento notable en la presencia de sangre (+25),

cetonas (+1.5). Estos cambios indican variaciones importantes en la composición y las

características físico-químicas de la orina luego del ejercicio y la hidratación.

Los resultados muestran variaciones notables en la composición de la orina antes y

después del ejercicio. La disminución en la densidad urinaria de 1.025 a 1.020 tras la

hidratación sugiere una dilución debido al aumento de líquidos ingeridos. El pH constante

en 6 indica estabilidad en la acidez. El incremento en la presencia de proteínas (+0.3) y


sangre (+25) refleja el estrés físico, posiblemente relacionado con microlesiones

musculares y liberación de glóbulos rojos. Los niveles elevados de cetonas (+1.5) revelan

un mayor uso de ácidos grasos como fuente de energía durante el ejercicio. Estos cambios

son indicativos de respuestas metabólicas, renales y musculares ante el esfuerzo físico

(Ascensión Marcos1, 2014).

ANALISIS

Según un artículo de la Revista Nutrición Hospitalaria, la hidratación es un factor

clave para mejorar la salud y el rendimiento físico. La falta de hidratación puede provocar

una disminución del rendimiento físico, fatiga, calambres musculares, mareos, entre otros

síntomas (Ascensión Marcos1, 2014).

Los análisis iniciales de orina antes del ejercicio ofrecen una perspectiva crucial

sobre la condición inicial del individuo. En este contexto, la evaluación de la muestra

urinaria mediante una tira reactiva reveló un pH de 6.0 y una densidad de 1.025. Un pH de

6.0 en la orina se considera un nivel normal, indicando un equilibrio ácido-base estable,

mientras que una densidad de 1.025 sugiere una hidratación adecuada previa al ejercicio.

Mantener estos valores dentro de los parámetros normales facilita la interpretación de los

cambios en la composición urinaria posterior al ejercicio, permitiendo discernir las

modificaciones ocasionadas por el estrés fisiológico inducido por la actividad física

(Ascensión Marcos1, 2014).

El cuerpo humano sufre una serie de adaptaciones y cambios fisiológicos para

responder a las demandas impuestas por la realización de actividad física o ejercicio. Estas
respuestas constituyen lo que se conoce como "estrés fisiológico" del ejercicio

(MindyMillard-Stafford, 2023).

Inicialmente, al comenzar el ejercicio, los músculos esqueléticos activos requieren

un mayor aporte de oxígeno y de nutrientes para poder contraerse y generar movimiento.

Para satisfacer esta demanda, comienza una vasodilatación y mayor flujo sanguíneo hacia

los tejidos muscularse activos, lo cual es facilitado por incrementos en la frecuencia

cardiaca y el gasto cardíaco (MindyMillard-Stafford, 2023).

Simultáneamente, la respiración se vuelve más profunda y aumenta la ventilación

pulmonar, con el fin de oxigenar de forma adecuada la sangre que circula aceleradamente.

A su vez, el ejercicio genera calor metabólico como subproducto de la actividad muscular

intensa, por lo que también entran en juego mecanismos de termorregulación:

vasodilatación cutánea para promover la disipación de calor, y la sudoración que al

evaporarse ayuda en el enfriamiento corporal (William A. Latzka ScD *, 2007).

Adicionalmente, durante el ejercicio se liberan diversas hormonas como el cortisol,

la adrenalina, el glucagón, que movilizan sustratos energéticos y activan rutas catabólicas

para satisfacer la mayor demanda metabólica de los músculos trabajando intensamente. En

el riñón también se observa una serie de cambios, como un aumento del filtrado glomerular

y mayor excreción de sustancias nitrogenadas producto del catabolismo acelerado (William

A. Latzka ScD *, 2007).

Después de la actividad física y la hidratación con solución electrolítica, se

observaron cambios notables en la composición de la orina del participante. La densidad de

la orina disminuyó de 1.025 a 1.020, lo que sugiere una hidratación adecuada 1. El pH de la


orina se mantuvo constante en 6, lo que sigue siendo un valor normal 2. Sin embargo, se

observaron niveles elevados de proteína (+0.3) y la presencia de sangre (+25) y cetonas

(+1.5) en la orina del participante. Estos cambios pueden indicar una lesión renal o

muscular, deshidratación, o una dieta inadecuada.

La hidratación adecuada es esencial para el rendimiento físico y la salud. La falta de

hidratación puede provocar una disminución del rendimiento físico, fatiga, calambres

musculares, mareos, entre otros síntomas (BarryMPopkin, 2023)

En cuanto a la diferencia entre hidratarse con bebida electrolítica después del

ejercicio y no hidratarse antes de la actividad física, la hidratación previa al ejercicio es

importante para mantener un equilibrio adecuado de líquidos en el cuerpo y prevenir la

deshidratación durante el ejercicio. La hidratación durante y después del ejercicio es

importante para reemplazar los líquidos perdidos y prevenir la deshidratación (R J

Maughan 1, 2008).

Es normal observar algunos cambios en la composición de la orina después de

realizar actividad física intensa y rehidratarse con bebidas con electrolitos. Por ejemplo la

presencia de:

 Proteína elevada: El ejercicio físico intenso puede causar una

pequeña cantidad de daño muscular (micro-traumas) que libera proteínas del

músculo a la sangre. Estas proteínas son filtradas por el riñón y pueden aparecer en

la orina. Es usual ver niveles leve o moderadamente elevados después del ejercicio.

 Sangre: El ejercicio extenuante puede causar daño en los glóbulos

rojos y un poco de sangrado a nivel de la vejiga o riñones. Esto explicaría la


presencia de sangre en la orina después de la actividad. Suelen ser cantidades

pequeñas.

 Cetonas: El ejercicio intenso agota las reservas de glucógeno y causa

un estado catabólico. El hígado empieza a producir cuerpos cetónicos derivados de

la grasa como fuente alterna de energía. Esto eleva los niveles de cetonas en sangre

y orina. Es un hallazgo esperable tras ejercicio prolongado. (R J Maughan 1, 2008)

La hidratación con bebidas electrolíticas después del ejercicio puede ayudar a

reemplazar los electrolitos perdidos durante el ejercicio y mejorar la recuperación muscular

2. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la hidratación con bebidas electrolíticas

no es necesaria para todos los atletas y puede no ser necesaria para aquellos que realizan

ejercicios de baja intensidad o corta duración (Lewis J James 1, 2015)

Tras la actividad física extenuante y la consecuente sudoración, se esperan cambios

en la composición urinaria por el estrés fisiológico. Estudios reportan aumentos en

proteínas por filtrado tras daño muscular, presencia de sangre por hemólisis de glóbulos

rojos, y cetonas por una glucogenolisis acentuada durante ejercicios prolongados.

Asimismo, la deshidratación eleva la densidad y concentración urinaria (Lewis J James 1,

2015).

La ingesta posterior de una bebida electrolítica busca contrarrestar estas

alteraciones. Al mejorar la volemia y el estado de hidratación, se normaliza la densidad

urinaria, que en este caso disminuyó de 1.025 a 1.020 tras la hidratación. Aportes de sodio

y carbohidratos atenúan la proteinuria, hematuria y cetonuria inducidas por el estrés del

ejercicio intenso.
Así, los cambios en los parámetros urinarios reflejan el efecto beneficioso de la

reposición de fluidos y electrolitos para restaurar el equilibrio hidroelectrolítico y ácido-

base alterados durante la actividad física extenuante (Lewis J James 1, 2015).

Los resultados obtenidos de los análisis de orina antes y después del ejercicio

ofrecen una visión detallada de cómo el cuerpo responde a la actividad física y la

hidratación. Estos datos revelan cambios significativos en la composición urinaria,

reflejando adaptaciones fisiológicas en respuesta al esfuerzo físico. La presencia de

proteínas, sangre, cetonas y bilirrubina después del ejercicio indica el impacto en múltiples

sistemas del cuerpo durante la actividad física intensa.

El uso de bebidas electrolíticas cobra importancia en este contexto, ya que

contribuyen a mantener el equilibrio hidroelectrolítico del organismo. La hidratación con

electrolitos no solo ayuda a reponer los fluidos perdidos durante el ejercicio, sino que

también puede contribuir a restablecer los niveles óptimos de minerales esenciales en el

cuerpo, como sodio, potasio y magnesio. Esto es fundamental para el funcionamiento

adecuado de los músculos, el sistema nervioso y el balance de líquidos.

Bibliografía
Effect of electrolyte addition to rehydration drinks consumed after severe fluid and energy
restriction. (2015). Lewis J James 1, Susan M Shirreffs.

Ascensión Marcos1, P. M.-G. (2014). Physical activity, hydration and health. scielo.

BarryMPopkin, K. (2023). Water,hydration,andhealth. scielo.


Lewis J James 1, S. M. (2015). Effect of electrolyte addition to rehydration drinks consumed after
severe fluid and energy restriction. pubmed.

MindyMillard-Stafford, D. (2023). Thirstandhydrationstatusineverydaylife. scielo.

R J Maughan 1, J. H. (2008). Post-exercise rehydration in man: effects of electrolyte addition to


ingested fluids. pubmed .

William A. Latzka ScD *, S. J. (2007). WATER AND ELECTROLYTE REQUIREMENTS FOR EXERCISE.
elsvier.

Durante el ejercicio físico, el cuerpo suda para regular la temperatura. Esta

sudoración provoca pérdida de agua y electrolitos del organismo (principalmente sodio y

potasio) (Drugs, 2018).

Al haber menos agua disponible en el torrente sanguíneo después del ejercicio, los

riñones producen una orina más concentrada para tratar de conservar agua en el cuerpo.

Esto significa que los desechos nitrogenados como la urea, creatinina y ácido úrico

aparecen en mayor proporción en un volumen menor de agua (Kristen R Heavens 1, 2014).

Numerosos estudios han demostrado que el volumen de orina después del ejercicio

efectivamente disminuye, mientras que la osmolaridad y gravedad específica de la orina

aumentan. Es decir, la orina está más concentrada (Kristen R Heavens 1, 2014).

Adicionalmente, se ha observado que el color de la orina se vuelve más transparente

o claro luego de hacer actividad física intensa en ambientes calurosos en comparación a una

situación de reposo o ejercicio menos extenuante.


Por lo tanto, la evidencia indica que los cambios fisiológicos producidos por el ejercicio,

como la sudoración y la conservación renal de agua, provocan que la orina posterior a hacer

deporte sea más concentrada y por ende más clara y transparente.

Bibliografía
Effect of electrolyte addition to rehydration drinks consumed after severe fluid and energy
restriction. (2015). Lewis J James 1, Susan M Shirreffs.

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Kristen R Heavens 1, R. W. (2014). Validation of equations used to predict plasma osmolality in a


healthy adult cohort. library of medicine .

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elsvier.

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